Revista Idealismo 80 Aniversario - Sociedad Espiritismo Verdadero

nuestros orÍgenes
por maría alicia vercesi de drubich
Corría el año 1905 en la República Argentina. En esa época el poderío
económico se basaba en la agro exportación, nuestro país
seguía siendo un polo de atracción para la inmigración europea. En
ese año, l905, en Casa Grande, provincia de Córdoba, vivía la familia
de Josefa Ortiz y Andrés Soriano, quienes tenían un negocio
de ramos generales y una familia integrada por tres hijos
varones y siete hijas mujeres. Seis nacidos en Argentina y el resto
en España. El hijo mayor Arnaldo estaba empleado en el ferrocarril,
Joaquín, otro hijo, esperaba el nombramiento en el mismo, Arquímides
ayudaba en el negocio. Las niñas, excepto Mariana ya señorita,
estaban en edad escolar.
En oportunidad de realizar la Señora Soriano un viaje a Cosquín
a visitar unas amigas, éstas le comentaron con mucho entusiasmo
sobre la rara propiedad que tenía una Señorita veraneante,procedente
de Rosario de ver a seres invisibles, espíritus leves, reconociendo
en ellos a personas familiares que habían desencarnado: no sólo los
veía espontáneamente sino que podía llamarlos y oír sus voces. Esa
misma tarde demostró su modo de evocarlos utilizando como medio
material una mesa trípode y como medio de expresión
de sus deseos, una oración que decía: “Ruego a
Dios Todopoderoso permita al espíritu de Pancho Sierra
que nos asista.” En esa demostración se presentaban
espíritus familiares, reconocidos inmediatamente
por ella.
De regreso a su hogar, conversó con su esposo e
hijos mayores sobre el tema, manifestando su íntimo
convencimiento y proponiendo hacer esas
reuniones en su familia pues los espíritus le habían
manifestado que sus hijos eran médiums y que
podía evocarlos siempre que esas evocaciones se
realizaran con seriedad y fe en Dios.
Construyeron una mesita trípode y realizaron una
Andrés Soriano
reunión: el matrimonio Soriano, con sus hijos mayores
Joaquín y Mariana, una Señorita maestra,
huésped de la casa y otra hija, Josefa, un tanto retirada pues en
ese entonces tenía 14 años.
Las preguntas que se formulaban tenían respuestas acertadas,
pero, dado que el padre no estaba del todo de acuerdo, las reuniones
se espaciaron y cobraban cada vez más reserva.
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Hogar de la familia Soriano en Casa Grande, provincia de Córdoba
En una de ellas, la entidad manifestante, innovó el sistema de comunicaciones,
expresando que los espíritus podían comunicarse a
través de la escritura de Mariana y de la palabra de Joaquín.
A fines de l906 la familia se traslada a Córdoba, a
fin de dar a sus hijos una mejor enseñanza escolar.
Las reuniones se espacian cada vez más, y al no
tener una forma organizada de controlar y dirigir a
los médiums, comenzaron las dificultades.
Joaquín, portador de una potente y desarrollada
mediumnidad, comenzó a desbordarse, cayendo
en trance en cualquier lugar donde se hallaba. Ese
estado de posesión se fue volviendo cada vez más
continuo y obsesivo, al punto que el padre con carácter
firme y decidido prohibió completamente
esas comunicaciones.
Lo sucedido a Joaquín- quien debió consultar a varios
médicos por su debilidad física-, dejó a los padres
un cierto temor ante el manejo de fuerzas
desconocidas, por lo que se destruyó el trípode y cuando los hijos
quedaban solos, se guardaban bajo llave el papel y los lápices que
pudiera haber.
Pasaron los años. En 1918, Josefa Soriano se casa con Ageo Culzoni
y al año siguiente se trasladan a Ataliva.