Revista Idealismo 80 Aniversario - Sociedad Espiritismo Verdadero

Rafaela, año 1930 Calle Belgrano. Rafaela, año 1930
Otras personas se acercaron buscando alivio a sus sufrimientos, y
otras también a pesar de recibirlo, se ausentaron.
Ese mismo año de 1922 Matilde Soriano de 26 años, comienza a
desarrollar su mediumnidad vidente que se perfilaba
como muy delicada y potente al mismo
tiempo, debiendo iniciarse en la necesidad de clarificar
y deponer estados erróneos, para introducirse
así en los verdaderos valores del espíritu.
También Guadalupe Soriano desarrolla la mediumnidad
escribiente semimecánica y debió transitar
por los mismos principios y procedimientos que
Matilde.
Cuando Joaquín y Ageo viajaban a Rafaela -lo que
hacían frecuentemente- realizaban reuniones nocturnas
en la casa paterna de Josefa.
Joaquín Soriano
En estas sesiones se fortificaba a los médiums en
los verdaderos valores del espíritu y empezaban a
comprender que la principal cualidad del médium consistía en ofrecer
un instrumento adecuado para la comunicación de buenos espíritus
o espíritus de bien.
En 1923 Ageo y su familia se mudan a Rafaela.
Joaquín, por razones de trabajo, permanece en Ataliva,
pero los domingos viaja a esta ciudad para realizar
las acostumbradas sesiones. Lo traía Mauricio
Drubich, quien con Juan Ternengo, Bartolomé Cichitti
y Gerardo Guzmán, se incorporan a las reuniones.
Sus esposas los acompañan y apoyan. Más
tarde lo hacen Sebastián Fernández y Esteban
Montú.
Desde 1923 hasta 1927 continúan las sesiones una
vez entre semana, los domingos y otra noche para
intensificar el estudio de las obras de Kardec.
Mauricio drubich
Ageo y Joaquín mantenían asidua correspondencia
con la Sociedad Constancia de Buenos Aires y en especial con
Cosme Mariño.
En uno de los párrafos de Mariño a Joaquín leemos: Cada comunicación
que Ustedes reciban y que no esté de acuerdo con la
razón y el buen sentido, no deben Ustedes aceptarla y si el espíritu
está presente, hacerle las observaciones del caso, aunque se
haya presentado como bueno. Mucho cuidado con fanatizarse y acep-
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tar sin reflexión todo cuanto venga de los esíritu, aunque firme Jesús
o cualquier otro.
La seriedad de estas reuniones hace que el círculo de simpatizantes
con este ideal se amplíe: los esposos Juana y
Demetrio Montú residentes en Galisteos, (cuyo interés
en el espiritismo había nacido mucho antes,
con coincidencias que merecen un tratamiento especial
en el capítulo “Iniciación Espiritual”), Santiago
Alessandrini y otros familiares, José
Dellasanta, Felix Giorgi y su esposa Ida, y más tarde
Mario y María Molfino.
Los domingos se trasladaban a Rafaela para las sesiones
acostumbradas y durante la semana las realizaban
en Ataliva.
El deseo de dar organicidad a las mismas y de ampararlas
institucionalmente en una Sociedad como
la de Buenos Aires, cobra forma y en la sesión del
domingo 23 de enero de l928, a las tres de la
tarde se cristaliza.
De este modo la Sociedad queda formada de la siguiente manera: Socios
fundadores: Joaquín Soriano, Ageo Culzoni, Matilde,
Josefa, Guadalupe y Mercedes Soriano, Juan
Ternengo, Demetrio Montú, José Dellasanta, Gerardo
Guzmán, Bartolomé Cichitti. Socios ausentes: Mauricio
Drubich, Santiago Alessandrini y Esteban Montú.
Se elige una Comisión Directiva y terminada la
elección, se consulta al mundo espiritual por un
nombre y éste responde: Ya que me lo pides respondo:
”Espiritismo Verdadero”.
Un poco asombrados porque les parece que el
nombre no condice con la humilde condición del
grupo, el Guía manifiesta: Respondemos nosotros.
Con esta respuesta el plano espiritual se tomaba la
responsabilidad de sostener y respaldar nuestro modesto
quehacer en la doctrina y la moral espírita, narra Josefa.
De esta forma queda fundada la Sociedad Espiritismo Verdadero
y enseguida se inician las gestiones para obtener la personería
jurídica.
Confeccionaron un reglamento de trabajo y establecen los objetivos
de cada sesión: