Revista Idealismo 80 Aniversario - Sociedad Espiritismo Verdadero

inserción de la
sociedad espiritismo verdadero
en el medio social
por Fernando montú
este año nos encuentra revisando nuestras raíces, recordando
parte del ayer, buceando en nuestra historia y valorando una vez
más, todo lo legado por quienes nos precedieron en este transitar
por el conocimiento espírita. nuestra querida institución cumple
80 años y nos invita entonces, a esta mirada retrospectiva.
Los jóvenes de la década de 1920 se reunían en parte sorprendidos
por un fenómeno nuevo que llegaba a sus vidas: la mediumnidad
y por otra parte, admirados por una doctrina que se inscribía dentro
de la búsqueda que emprende el ser humano en el contacto
con una verdad trascendente.
Es indudable que por esos años, en nuestro país existía un fuerte
arraigo de la religión Católica y la palabra espiritismo estaba asociada
a preconceptos, resabios de la inquisición, como brujería,
magia negra, demencia, etc.
Los fundadores de esta institución se dieron cuenta de que la única
forma de cambiar la percepción social, era siendo coherentes con
el conocimiento al cual se decidieron abrazar y difundir.
Es por ello que fueron guiados por el Mundo espiritual: fuente de
informaciones y conocimientos, que pasados por el tamiz de la
razón y el sentido común delinean una filosofía trascendente, que
tiene como postulados básicos la existencia de Dios, la preexistencia
y supervivencia del espíritu, la reencarnación y el progreso
como transformación personal.
Rafaela, ayer y hoy
Idealismo 80 aniversario - página 8
A diferencia de otras instituciones de Argentina, América y el mundo
que se avocaron al estudio de los fenómenos derivados de la
mediumnidad, los fundadores de Espiritismo Verdadero tuvieron
siempre como eje fundamental, el conocimiento de sí mismo como
medio superador para el desarrollo de la personalidad en el bien.
Sus profundas convicciones, la firmeza en el ideal que comprendían,
así como también sus deseos de progreso y la conducta
ejemplificadora, constituyeron las fuerzas en las que se apoyaron
para ir lentamente, derribando los prejuicios de la época.
Esta actitud coherente con lo que pensaban, con el tiempo los reconoció
como personas de bien y les permitió ir integrándose a
todos los quehaceres de la sociedad.
Eran hombres y mujeres con un alto grado de responsabilidad social,
individual y grupal. Tal es así, que apenas fueron consolidados
los conocimientos doctrinarios básicos, nace en nuestra institución,
como una forma de práctica de la solidaridad, los departamentos
de Asistencia Social. El objetivo que se perseguía se
asentaba en el ánimo de ayudar a quienes más lo necesitaban, y