Revista Idealismo 80 Aniversario - Sociedad Espiritismo Verdadero
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entrevista a doria culzoni de plensa<br />
desteJiendo su<br />
historia de vida<br />
por nora romero de caligaris<br />
La tarde del 22 de septiembre se anunciaba plena en sus colores<br />
y sus perfumes. Me recordaba que la primavera ya había<br />
despertado en la plenitud de los lapachos florecidos y los aromas<br />
de las flores.<br />
La cita era puntual: a las 5 y media de la tarde en su departamento<br />
de Alvear y Buenos Aires. Allí nos esperaba (a mi mamá<br />
y a mí), Doria (la tía Doria) junto a su hija Liliana, quienes nos<br />
recibieron con la calidez y el afecto de siempre.<br />
Una rica merienda fue el marco para una charla que se desarrolló<br />
informal, distendida, llena de recuerdos, mirando hacia<br />
el ayer y el hoy, en un análisis comparativo inevitable.<br />
La mente nos traslada hacia la infancia primera y el corazón es<br />
testigo de aquellos primeros años, desteñidos por el paso de<br />
tantos años, mezclados algunos datos, pero vivaces los hechos<br />
trascendentes que marcaron su camino de pequeña.<br />
<strong>Idealismo</strong> <strong>80</strong> aniversario - página 28<br />
Una larga vida construida de trabajo material, doctrinario, de solidaridad,<br />
de muchos hermanos, de pensar en los otros , de corazón grande y<br />
manos unidas.<br />
Creo que esta entrevista fue la mera excusa para rendirle un sencillo<br />
Homenaje, desde el corazón, para quien con sus 89 años, nos gratica<br />
con el brillo de sus ojos emocionados por la maravilla de la vida misma.<br />
Recuerdo de aquellos lejanos años que mis padres vinieron de Ataliva<br />
y vivíamos cerca de la placita Honda: venían el tío Joaquín, y otros<br />
más. Me parece que estaban Mauricio, Ternengo , Guzmán y otros que<br />
ya no están.<br />
De eso me acuerdo perfectamente: en la reunión se sentaban todos y<br />
allí conversaban y discutían los temas ; yo por esa época era chica y no<br />
iba a la escuela. No me acuerdo cuántos hermanos éramos, seguramente<br />
Dante ya estaría.<br />
No recuerdo exactamente cuánto tiempo estuvimos allí, luego nos fuimos<br />
a vivir cerca de Aristóbulo del Valle, todavía no estaba fundada la<br />
Institución. En esa casa fallecieron dos hermanos míos: Ariosto que<br />
tenía 4 años y a la semana murió uno recién nacido.<br />
Allí vivimos hasta que finalmente, nos instalamos en la casa de calle<br />
Güemes, donde se fundó la <strong>Sociedad</strong>.<br />
Vivíamos en una casa que tenía salón, así, lentamente , se fue formando<br />
la Institución: algunos cooperaron con mesas, sillas, bancos y<br />
empezaron entonces las Conferencias de los días martes.<br />
Recuerdo de aquella época y eso siempre quedó grabado en mi memoria:<br />
las reuniones que hacían; ya se había formado un Conjunto y<br />
eran muchos: estaba Guzmán, Demetrio Montú, Mauricio., entre otros.<br />
Me viene a la memoria la forma en que ellos discutían, fuertemente,<br />
con firmeza. Pero para la reunión siguiente, ya volvían tranquilos, sin<br />
rencores ni enojos, como si nada hubiese pasado. Eso es lo que admiré<br />
de esas personas, porque yo las conocía, sabía cómo era cada uno en<br />
su forma de ser y ellos demostraban que no había separaciones ni enfrentamientos,<br />
estaban muy unidos, a pesar de sus fuertes temperamentos.<br />
-¿Qué recuerdos te quedan de aquella casa, de ese salón grande<br />
que tenía una vida tan intensa?<br />
Ese salón fue importante: allí me puse de novia y me casé en el año<br />
1941.<br />
Pero años antes, cuando se hacían las reuniones mediúmnicas en ese<br />
salón, yo era chica y me mandaban a cebar mate a la gente del Conjunto.<br />
También estaba Vilma y no recuerdo si había alguien más. Siempre<br />
recuerdo esos mates que cebaba siendo muy pequeña...