crónica de la guardia civil - orden y ley asoc. duque de ahumada de ...

Helicópteros, carros de combate
y otros vehículos blindados participaban
en una operación que
recibía el rechazo de la comunidad
internacional.
Una decena de víctimas mortales,
entre ellas un niño de 11
años y su hermana de 16 que
fueron disparados por solados
israelíes cuando se hallaban en
la terraza de su casa. Además los
heridos superan los cincuenta,
ninguno israelí. Ante las amenazas
del ejército de demolición de
viviendas huyeron miles de vecinos,
aunque otros decidieron
permanecer en sus casas.
La operación comenzó de
madrugada cuando un grupo de
musulmanes salía de una mezquita
tras la oración. Los servicios
sanitarios hicieron todo lo
que estuvo en sus manos por
atender a las víctimas, a pesar
de que los israelíes abrían fuego
indiscriminado incluso a las
ambulancias.
Fuentes militares se han encargado
de aclarar que la operación
en curso es similar a la que
en 2002 el ejército llevó a cabo
en el campo de refugiados de
Yenín, en Cisjordania, que dio
como resultado más de 50 fallecidos.
Según Amnistía Internacional,
el ejército de Israel, ha
demolido miles de casas en los
territorios de Gaza y Cisjordania
en los últimos años, calificándolo
de crimen de guerra.
“Los servicios sanitarios
hicieron todo lo que
estuvo en sus manos por
atender a las víctimas, a
pesar de que los israelíes
abrían fuego incluso contra
las ambulancias.”
BOMBARDEOS POR
“ERROR”
Al día siguiente del comienzo
de la operación “Arco iris” una
gran manifestación salió a la calle
para clamar contra la ofensiva
hebrea. Los militares no dudaron
en disparar contra la población
civil que se manifestaba de
forma pacífica. El titular israelí
de la cartera de Exteriores manifestó
que el ejército no había actuado
de forma deliberada contra
la manifestación sino que se
trató de “un error”.
La operación se completa
con la destrucción de casas, en
ocasiones sin permitir que sus
dueños salven sus enseres. Caso
de haber aviso previo, éste no
supera los 15 minutos. Ni siquiera
los equipos de emergencia
se libraron del acoso israelí,
siendo de nuevo objeto de las
hostilidades del ejército.
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