crónica de la guardia civil - orden y ley asoc. duque de ahumada de ...

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que mi padre pasó en aquel juicio
fue tener que aguantar que
se sentara allí Zabarte Arregui,
un etarra conocido como el carnicero
de Mondragón, el cual
había metido él en prisión y encima
escucharlo como lo despreció
allí en el juicio, delante
de toda España. Porque ha sido
yo creo que el único juicio que
ha habido en España que se ha
transmitido por televisión.
Guardia Civil destinado en el País Vasco
L. O.: María Fernanda ¿Que
le pediría al nuevo presidente
del gobierno que salga de las urnas
el 14 de marzo? Al señor
Rajoy o al señor Zapatero ¿qué
le pediría usted? ¿O cómo le pediría?
Porque me imagino que
lo que le va a pedir es clemencia
para su padre.
M. F. Rodríguez: Yo he estudiado
derecho, como le he dicho
antes. El fin último de la
pena no hay que tomarlo como
un castigo...
L. O.: Perdone un momento,
María Fernanda, usted que ha
estudiado derecho ¿Tiene potestad
un presidente de gobierno
para firmar la libertad de un
preso como su padre?
Orden y Ley Guardia Civil
EL HONOR ES SU DIVISA
M. F. Rodríguez: Si, claro: el
derecho de gracia. y además solamente
corresponde al presidente
del gobierno. Es el único
que lo puede hacer. ¿Qué le diría?
Lo que le estaba comentando:
el fin último de una pena no
es en sí el castigo por el delito
cometido, sino la reinserción de
la persona en la sociedad. Yo
creo que toda España sabe que
mi padre no necesita esa reinserción,
no creo yo que haya en
España nadie que tema que mi
padre salga algún día otra vez a
la calle y pueda pasear libremente.
No sé, pero usted en un
callejón oscuro entre estar con
mi padre y Josu Ternera ¿con
quien decidiría entrar?
L. O.: María Fernanda, me
dicen que probablemente su padre
le esté escuchando en prisión
a través de la radio ¿qué le
dice desde aquí?
M. F. Rodríguez: Que lo
quiero con mi alma, que si fuera
por mí haría lo imposible por
intentar borrar todo lo que ha
pasado y que él ahora que acaba
de hacer 65 años pudiera disfrutar
del retiro que se ha merecido.
Porque usted no se puede
imaginar lo que allí hemos pasado.
Mire, yo tengo en el alma...
Yo he acudido allí a varios
funerales y uno de ellos es el
que se me ha quedado a mí
marcado, porque ahora ya se
entierran a los muertos con honores,
porque se lo merecen.
Antiguamente allí se enterraba
a los guardias por la puerta de
atrás como si tuvieran la culpa
de haberse quedado tirados en
una esquina de un pueblo frío
del País Vasco. Pues yo acudí
allí, y era una iglesia al lado del
gobierno civil, en una calle
cualquiera de San Sebastián.
Llegabas y era horrible. No había
ninguna autoridad, los
guardias allí formados. Salían
en el funeral, cubiertos con la
bandera de España, que les exigían
que retiraran si querían entrar
en la iglesia y vi como a la
madre de aquel guardia la tuvieron
que entrar tumbada prácticamente
porque la mujer se derrumbaba.
Allí empezó el funeral
y me acuerdo como de repente,
llegado el padrenuestro,
no se le ocurrió otra cosa al sacerdote
que empezarlo en eusquera.
De repente se notó una
tensión en el ambiente y un
guardia que estaba en una esquina,
deshecho, de uniforme y
con toda la cara llena de lágrimas
se levantó y empezó a decir
el padrenuestro en castellano,
no se puede imaginar la tensión
que allí se provocó. Porque para
nosotros allí el eusquera era
como... Lo único que nosotros
sabíamos qué significa en eusquera
era la palabra “txakurra”,
que significa perro, que era lo
único que nosotros escuchábamos
cuando salíamos a pasear
por San Sebastián.
L. O.: María Fernanda, tenemos
que terminar. Le agradezco
mucho sus declaraciones. María
Fernández Rodríguez, hija del
ex general Enrique Rodríguez
Galindo, desde aquí le deseo
mucha suerte y le deseo que su
padre obtenga la libertad. Ojalá,
nuestro deseo es que todos los
ciudadanos que están en prisión
algún día consigan la libertad.
M. F. Rodríguez: Muchísimas
gracias.