Tema 19: Las vanguardias históricas - Antoniohernandez.es

Vanguardias Históricas © José Mª Fernández Navarrete
color que cruzan y entrecruzan la superficie del lienzo y que en ocasiones se
descomponen según los colores del espectro prismático. Hay un intento de expresar
un nuevo concepto de espacio en el que quede reflejado el dinamismo o
energía inherente a los cuerpos, el tiempo y la luz.
Tiene influencias del Futurismo (interés por expresar el dinamismo o energía de
la vida real), del Cubismo (preocupación por expresar un nuevo concepto de
espacio), del impresionismo y del orfismo (preocupación por la luz y la supremacía
del color) y por el cromatismo de las artes populares rusas y la pintura
de iconos.
E L D A D A I S M O
38 ► La guerra dispersa los grupos de pintores que se han formado en París,
Munich, Milán. Algunos artistas, huyendo de la guerra, se refugian en la neutral
Suiza y se congregan en Zurich, en un café bohemio llamado Cabaret Voltaire -
que dio nombre a una revista de 1916-. Los primeros manifiestos de sabotaje
artístico e incendiarismo, adoptan el lema de Bakunin: “La destrucción también
es creación”.
Con la excepción de MARCEL DUCHAMP se trataba de artistas de segunda fila,
TRISTAN TZARA (poeta rumano, principal artífice del movimiento), FRANCIS PICA-
BIA, o que hasta el momento no habían triunfado, HANS ARP, MAX ERNST y
KURT SCHWITTERS; pero pronto encontraron el apoyo de maestros que, como
Picasso, Klee y Kandinsky, pensaban que la destrucción de la guerra había ido
tan lejos que debían colaborar en un movimiento destructor de la pintura, con la
esperanza de que la paz traería un mundo nuevo para la raza humana.
En un diccionario abierto al azar encontraron la voz infantil “DADÁ” con que se
bautizó al grupo. El término “DADÁ” es intraducible porque no existía antes: no
significa nada o lo significa todo a la vez. Pero los “dadaístas” de Zurich son
artistas disconformes que utilizan, inspirados en el futurismo, las palabras libres
y los ruidos-música.
Se diferencian de sus antecesores italianos en su oposición a la política, a la
guerra, al maquinismo y a la lógica racional. El dadaísmo va a ser, en conjunto,
el movimiento de ruptura más radical del arte contemporáneo.
Constituyeron un grupo restringido que estaba de acuerdo en rechazar el histerismo
absurdo de este mundo “racional” que había provocado, entre otras cosas,
la hecatombe bélica.
DADÁ no significa nada decía el manifiesto dadaísta firmado por Tristan Tzara
en 1918. El movimiento implantado en Zurich, Nueva York y Berlín, atraía la
atención del mundo artístico y sus miembros reaccionaban con el talante lúdico,
provocador, corrosivo y divertido que les era propio.
Dadá no es una vanguardia ni una tendencia artística. Dadá propone la destrucción
del arte. Rechaza todas sus manifestaciones, desde las más antiguas
hasta las vanguardias, a las que acusan de haberse convertido en nuevas academias.
Denuncian la falsedad e hipocresía de los críticos, coleccionistas y de los
propios artistas que actúan, según los dadaístas, por puro egoísmo económico.
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