SALMOS - iglesia bautista getsemani de montreal
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golpeó a Egipto esparcirá a los enemigos <strong>de</strong> la <strong>iglesia</strong>, mientras todos los que confían en la<br />
misericordia <strong>de</strong> Dios, se gozarán en su nombre; porque la verdad y la misericordia dirigen todo<br />
lo que Él hace. Sus consejos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la eternidad y sus consecuencias para la eternidad son todos<br />
justicia y juicio.<br />
Vv. 15—18. Dichosos los que así conocen el grato sonido <strong>de</strong>l evangelio para obe<strong>de</strong>cer;<br />
quienes experimentan su po<strong>de</strong>r en su corazón y dan su fruto en su vida. Aunque nada sean en sí<br />
mismos, aun teniendo todo en Cristo Jesús, los creyentes pue<strong>de</strong>n regocijarse en su nombre. Que<br />
el Señor nos capacite para hacerlo así. El gozo <strong>de</strong> Jehová es la fortaleza <strong>de</strong> su pueblo; mientras la<br />
incredulidad nos <strong>de</strong>sanima a nosotros y <strong>de</strong>salienta a los <strong>de</strong>más. Aunque la incredulidad se nos<br />
infiltre cubierta por apariencia <strong>de</strong> humildad es, <strong>de</strong> todos modos, la esencia misma <strong>de</strong>l orgullo. —<br />
Cristo es el Santo <strong>de</strong> Israel y en Él fue ben<strong>de</strong>cido más que en ninguna otra bendición, ese pueblo<br />
peculiar.<br />
Vv. 19—37. El Señor ungió a David con el óleo santo no sólo como emblema <strong>de</strong> las gracias<br />
y los dones que recibió, sino como tipo <strong>de</strong> Cristo, el Rey, Sacerdote, y Profeta, ungido sin<br />
medida con el Espíritu Santo. —David, luego <strong>de</strong> su unción, fue perseguido, pero nadie pudo<br />
sacar ventaja contra él. Pero todo esto era una sombra pálida <strong>de</strong> los sufrimientos, liberación,<br />
gloria y autoridad <strong>de</strong>l Re<strong>de</strong>ntor, único en el cual se cumplieron plenamente todas estas<br />
predicciones y promesas. Él es el Dios omnipotente. Este es el Re<strong>de</strong>ntor nombrado para<br />
nosotros, el único capaz <strong>de</strong> completar la obra <strong>de</strong> nuestra salvación. Procuremos tener un interés<br />
en estas bendiciones por el testimonio <strong>de</strong>l Espíritu Santo en nuestros corazones. —Como el<br />
Señor corrigió a la posteridad <strong>de</strong> David por sus transgresiones, asimismo Su pueblo será<br />
corregido por sus pecados. Pero sólo es una vara, no espada; es para corregir, no para <strong>de</strong>struir. Es<br />
una vara en la mano <strong>de</strong> Dios, que es sabio y sabe lo que hace; lleno <strong>de</strong> gracia y hará lo mejor. Es<br />
una vara que ellos nunca sentirán sino cuando es necesario. Como el sol y la luna permanecen en<br />
el cielo, no importa cuáles sean los cambios que parezca haber en ellos, y <strong>de</strong> nuevo reaparecen<br />
en el momento <strong>de</strong>bido, así el pacto <strong>de</strong> gracia hecho en Cristo no <strong>de</strong>be ser cuestionado no importa<br />
cuál sea la alteración que parezca hacérsele.<br />
Vv. 38—52. A veces no es fácil reconciliar las provi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> Dios con sus promesas, pero<br />
estemos seguros que las obras <strong>de</strong> Dios cumplen su palabra. Cuando el gran Ungido, Cristo<br />
mismo, estaba en la cruz, parecía que Dios lo había echado fuera; pero no anuló su pacto, porque<br />
fue establecido para siempre. —El honor <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> David se perdió. Los tronos y las coronas<br />
yacen a menudo en el polvo, pero hay una corona <strong>de</strong> gloria reservada para la simiente espiritual<br />
<strong>de</strong> Cristo, que no se <strong>de</strong>svanece. De toda esta queja apréndase qué obra hace el pecado en las<br />
familias, en las familias nobles, en las familias en que se ha manifestado la religión. —Ellos<br />
imploran a Dios por misericordia. La inmutabilidad y la fi<strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> Dios nos aseguran que Él<br />
no echará fuera a los que ha elegido y con quienes ha hecho el pacto. —A ellos les reprocharon<br />
por servir a Dios. Los burladores <strong>de</strong> los postreros tiempos reprochan, <strong>de</strong> manera semejante, los<br />
pasos <strong>de</strong>l Mesías cuando preguntan: ¿Dón<strong>de</strong> está la promesa <strong>de</strong> su venida? 2 Pedro iii, 3, 4. —<br />
Los registros <strong>de</strong> los tratos <strong>de</strong>l Señor con la familia <strong>de</strong> David nos enseñan sus tratos con su <strong>iglesia</strong><br />
y con los creyentes. Sus aflicciones y angustias pue<strong>de</strong>n ser penosos, pero Él no los echará fuera<br />
<strong>de</strong>finitivamente. Los que se engañan a sí mismos abusan <strong>de</strong> esta doctrina y, otros por andar<br />
<strong>de</strong>scuidados se llevan a sí mismos a las tinieblas y la angustia; pero el verda<strong>de</strong>ro creyente confía<br />
en eso, para darse aliento en la senda <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber y llevar la cruz. El salmo termina con alabanza<br />
aun <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esta queja triste. Quienes agra<strong>de</strong>cen a Dios por lo que ha hecho pue<strong>de</strong>n<br />
agra<strong>de</strong>cerle lo que hará. Dios seguirá con sus misericordias a aquellos que lo siguen con<br />
alabanzas.