Un profeta della carità _spagnolo_ - Beato Luigi Monza
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DON LUIGI MONZA - SARONNO: UN RETAZO DE CIELO 32<br />
La llegada al santuario<br />
Capítulo III<br />
SARONNO: UN RETAZO DE CIELO<br />
(1928-1936)<br />
Don <strong>Luigi</strong> llegó al santuario de la Madonna de los Milagros en noviembre de 1928. A<br />
poca distancia se alzaba el colegio que le había deparado las primeras contrariedades<br />
como prefecto. Llegó sin ruido, pero probablemente le precedió la fama de estar bajo<br />
vigilancia política. Se apercibía de haber clausurado una fase de su vida, llena de cruces y<br />
humillaciones. No sin temores, se aprestaba a iniciar otra, muy humildemente y confiando en<br />
la providencia. Así tras el breve recorrido en tren del trayecto que separa Milán de Saronno,<br />
andaba la avenida arbolada que da comienzo a la calzada Varesina, y alcanzaba el<br />
santuario de Nuestra Señora de los Milagros, de Saronno. Es uno de los numerosos<br />
santuarios que surgen en la llanura lombarda, testimonio de la honda piedad popular, la cual<br />
ha hecho de ellos hermosos monumentos en honor de la Virgen Madre.<br />
El santuario se construyó a raíz de un milagro acontecido en mayo de 1487. En el<br />
lugar donde antes hubo una pequeña capilla, un hombre cubierto de llagas sanó de<br />
improviso, después de haber visto a Nuestra Señora. La Virgen deseaba tener en aquel<br />
lugar un templo que la honrase, tal era el mensaje que el miraculado escuchó y se aplicó a<br />
cumplir. Gracias a la acción de san Carlos, fue en aumento el número de ofrendas<br />
destinadas a su construcción. Tomó el nombre de Nuestra Señora de los Milagros a causa<br />
del número de prodigios efectuados por María. El genio de arquitectos, escultores, pintores y<br />
decoradores hicieron de él, en el transcurso de tres siglos, una joya del arte lombardo 1 .<br />
En noviembre de 1928 el santuario no era todavía parroquia, aun cuando muchos<br />
esperaban que llegase a serlo, para satisfacer la demanda de una población más y más<br />
densa de la comarca designada Stella, donde iban en aumento el número de chalets no<br />
menos que el de viviendas de vecindad. Otros, sin embargo, deseaban que el santuario<br />
conservara su fisonomía y no asumiera las cargas parroquiales. Estos proponían la<br />
construcción de una nueva iglesia, lo que para la época suponía un esfuerzo económico<br />
inviable, y no se emprendió.<br />
Se tiene la impresión de que Don <strong>Luigi</strong> fue colocado intencionadamente en un puesto<br />
oscuro, apartado, sin responsabilidades. Pese al no ha lugar del proceso, era un sacerdote<br />
incómodo, embarazoso para las autoridades, blanco de habladurías entre los<br />
bienpensantes. Aunque exento de culpa, es fácil imaginar que no gozaría de mucha estima<br />
en la curia. De hecho nunca brilló por su inteligencia en los años de seminario, y hasta se le<br />
1 La construcción comenzó en 1498. Se amplió una y otra vez, hasta alcanzar la imponente estructura actual,<br />
con tres naves, obra de Lorenzo dell'Oro, Giovanni Antonio Amodeo (autor del triforio, de 1505, con 16 lados),<br />
Paolo <strong>della</strong> Porta (campanario) y muchos otros. El interior fue decorado por famosos artistas, así los pintores<br />
Bernardino Luini (de quien son los cuatro grandes frescos: la Adoración de los Magos, la Presentación de<br />
Jesús en el templo, el Desposorio de María, Jesús entre los Doctores), Gaudencio Ferrari (que ideó la polifonía<br />
pictórica de la cúpula: 140 ángeles, tañendo diversos instrumentos, tributan gloria de la Asunción). Camillo y<br />
G. C. Procaccini, Filippo Abbiati y otros.