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»la leche. En África se recomienda este lardo como
«remedio singular para las enfermedades del pecho.
«La cantidad de lardo que se saca ordinarki-
» mente de un Hipopótamo que ha adquirido
«todo su incremento , comprueba la observación
«que se ha debido hacer, en vista de las dimen-
«siones dadas, á saber, que la magnitud y el
«peso de este animal son prodigiosos.
«Por mas que he procurado aligerar quan-
«to ha sido posible esta pieza, me he visto pre-
«cisado á emplear quanto podia contribuir á
«sostenerla; y creo que pesa quatro mil libras,
«incluso el pedestal en que la he colocado.
«Antes de finalizar estas observaciones, añasdiré
aquí algunas particularidades relativas á la
«Historia Natural del Hipopótamo , que no se
«hal'án en la descripción precedente.
«Se ha visto que el nombre de Hipopótamo
«dado á este animal, viene probablemente de la
«semejanza que tiene su voz con el relincho del
«Caballo. Sin embargo , tenemos relaciones fi-
«dedignas que aseguran que su grito es mas pa-
«recido al del Elefante , ó á los sonidos inarti-
«culados de un mudo de nacimiento. De qual-
«quier modo que sea, el Hipopótamo , quando
«duerme, forma otro sonido, que es un ron-
«quido , por el qual se le descubre de lejos; y
«para precaver el peligro á que esto le expo-
«ne, duerme ordinariamente en« parages punta-
«nosos, y en juncales á donde no puede llegarse
«sin dificultad.
«En ninguna parte he hallado la particula-
«ridad que me refirió el sobrino de Marais,en