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«La hembra del Hipopótamo pare su hijo
«en tierra y en ella le alimenta ; y á poco tiem-
«po le enseña á refugiarse al agua al menor
«ruido.
yy Los Negros de Angola , de Congo, de Miyy
na, y en general de toda la costa Occidental de
yy África, tienen al Hipopótamo por una de las
«divinidades subalternas, á quienes dan el nom-
"bre de Fetiches; pero con todo, comen sin di-
"ficultad su carne , quando pueden coger uno
"de estos anímale?.
«He dudado citar aquí el pasage en que di-
»>ce el Padre Labat que este animal, que es muy
«sanguino, sabe sangrarse de un modo singular.
"A este fin , d:ce, busca el animal la punta coreante
de un peñasco y se estrega contra ella
"hasta que se hace una abertura'bastante gran-
"de para que salga la sangre: entonces se agita
«mucho para que sálgala sangre con mas abundancia,
y luego que juzga haber salido bastante,
se revuelca en el cieno para cerrar la he-
«rida. El hecho nada tiene de imposible, pero
«¿como pudo el Padre Labat descubrir esta
«singularidad?
"Ademas de los usos ya referidos, que se
«hacen de la piel y de los dientes del Hipopótamo
, aseguran que los Pintores de la India
«se valen de la sangre de este animal para com-
« poner sus colores."