TheOtherBoy
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Maddy no podía dejar de pensar en la vista de la ciudad en la parte de atrás de su<br />
cuarto, con la bahía que se extendía como una arrugada hoja azul, el puente Golden<br />
Gate envuelto en la niebla, y la ciudad llena hasta el borde de agua.<br />
A regañadientes arrastró la maleta grande de color azul a su nueva habitación<br />
desde la sala. Se sentía agotada, como si hubiera estado viajando durante una<br />
semana. Esa misma mañana, había despertado en su propia cama enorme con<br />
sábanas de algodón egipcio de seda, acurrucada bajo el edredón de color marrón<br />
de peluche en su habitación, con su control remoto para las luces y con su sistema<br />
de sonido elegante. Pero ahora estaba compartiendo una habitación con ocho<br />
millones de mosquitos y el Señor sabría que otros animales salvajes. Y no había<br />
escapatoria.<br />
Maddy recogió un montón de vestidos y faldas, la mayoría de ellas aún en el<br />
perchero, y comenzó a rellenarlos en el armario de la esquina. Tomó cerca de<br />
treinta segundos para que llenara la sección colgante.<br />
Luchó empujando unas cuantas piezas más, entonces empezó primero a meterlas<br />
en el closet y luego a su maleta con consternación.<br />
Ella no había sacado, ni un cuarto de las cosas que había traído. Un poco exhausta,<br />
logró cerrar la puerta del armario lanzando su hombro contra ella. Dio un paso atrás.<br />
La manga de un jersey de cachemira estaba atrapada, entre los paneles de las<br />
puertas.<br />
Maddy se dejó caer en el cubrecama peludo, como un trapo mojado. "¡Ooohhh!"<br />
Sollozó al techo. "Estoy viviendo oficialmente mi peor pesadilla"