Diferentes-desiguales-y-desconectados_Garcia-Canclini
Diferentes-desiguales-y-desconectados_Garcia-Canclini
Diferentes-desiguales-y-desconectados_Garcia-Canclini
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
como una prohibición o una ritualidad jerarquizada, y -¿por qué<br />
no?- como evidencia de flexibilidad, disposición a vestirse de modos<br />
diversos, según se vivan escenas de pertenencia o intercambio.<br />
¿Dónde reside, entonces, la fortaleza? No veo la ventaja de buscarla<br />
y destacarla solo en los rasgos diferenciales de oposición. ¿No se reproduce<br />
así, como autosegregación, la política descalificadora y discriminadora<br />
de los denominadores que desvalorizan las diferencias?<br />
El autor más citado en esta reunión, Guillermo Bonfil, cuyo libro<br />
México profundo inspiró el título de este encuentro, también se planteó<br />
estas preguntas en su última conferencia y su último artículo, poco<br />
antes de su muerte en julio de 1991. Cuando dio en la Universidad<br />
Autónoma Metropolitana, de México, la conferencia «Desafíos a la antropología<br />
en la sociedad contemporánea», comenzó retomando la visión<br />
clásica según la cual la primera tarea de esta disciplina debería ser<br />
«documentar el estado actual» de los rasgos «que no corresponden a<br />
un modelo de sociedad moderna que se está implantando», «rescatar<br />
por lo menos el testimonio de formas de vida, de experiencias humanas,<br />
de rostros culturales de la humanidad, de proyectos germinales,<br />
que son diferentes del proyecto que se está tratando de plantear como<br />
homogéneo y como hegemónico» (Bonfil, 1991: 80). La primera reacción<br />
era semejante a la de la mayoría de los antropólogos, o sea exaltar<br />
lo tradicional y deslindarlo de lo moderno, con el esquema binario, un<br />
poco maniqueo, que organizó su último libro: la división tajante entre<br />
el México profundo y el México imaginario (ibíd.: 198).<br />
Pero también sensible a las variadas formas en que los grupos se<br />
apropian de lo moderno, evocó el uso de las computadoras por los jóvenes<br />
mixes para recoger sus tradiciones orales y recuperar con tecnología<br />
avanzada su sabiduría antigua. Ese ejemplo muestra, nos decía,<br />
que las innovaciones modernas no desvirtúan fatalmente las culturas<br />
tradicionales, sino que pueden reforzarlas. Si la antropología se dedicara<br />
más, según Bonfil, a conocer cómo los otomíes del Valle del Mezquital<br />
interpretan los mensajes de la televisión, o cómo los grupos populares<br />
urbanos descodifican la información extranjera que reciben<br />
diariamente, podríamos tener una visión menos estereotipada y alarmada<br />
de la globalización. De manera que, luego de advertirnos contra<br />
las tendencias homogeneizadoras, prevenía sobre el riesgo de creer que<br />
la modernidad solo uniforma.<br />
Ya en su libro México profundo Bonfil demandaba crear nuevas<br />
herramientas «para hacer la antropología de lo transnacional, no como<br />
los resultados que tiene lo transnacional en las comunidades que estamos<br />
acostumbrados a estudiar, sino como el fenómeno en sí mismo».<br />
Por eso, en su último artículo, dedicado al Tratado de Libre Comercio<br />
51