brújula bastón y lámpara - Comunidad Andina
brújula bastón y lámpara - Comunidad Andina
brújula bastón y lámpara - Comunidad Andina
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
• ANEXOS •<br />
capaz de alimentarse, metabolizar los alimentos, eliminar los desechos, moverse, reproducirse<br />
y, en general, realizar varias de las funciones que los organismos multicelulares realizamos a<br />
través de trillones de células. (En el caso de las bandadas de boids, ese punto de partida son<br />
las tres instrucciones que describimos en párrafos anteriores). “Lo local constituye un concepto<br />
clave para entender la lógica de los enjambres. Encontramos comportamientos emergentes<br />
en sistemas como las colonias de hormigas, cuando los individuos que los conforman están<br />
pendientes del comportamiento de sus vecinos e iguales en lugar de esperar órdenes de un<br />
nivel superior. Piensan localmente y actúan localmente, pero su actuar colectivo conduce a un<br />
comportamiento global.” 72<br />
Un número crítico –o masa crítica- de individuos que sigan ese mismo comportamiento. (En<br />
el ejemplo que hemos venido utilizando, el número mínimo de boids necesarios para formar<br />
una bandada virtual). Por otra parte, afirman los estudiosos del tema que el tamaño sí importa:<br />
“No creo que las hormigas sean conscientes del tamaño de la colonia a la que pertenecen,<br />
pero sí pienso que el tamaño de esa colonia afecta el comportamiento de cada hormiga (…)<br />
eso explicaría por qué el comportamiento de una colonia grande difiere del de una colonia<br />
pequeña.” 73<br />
Interacción / comunicación / retroalimentación permanentes entre los individuos que conforman<br />
el sistema. Es decir, lo que hacen dos hormigas cuando se encuentran: “saludarse”; intercambiar<br />
información. Esa retroalimentación permanente marca la diferencia entre una montonera<br />
desestructurada y un enjambre que actúa de conformidad con una lógica común. Y es así como<br />
“a partir de la información local se puede construir sabiduría colectiva”. 74<br />
Otro ejemplo interesante de comportamiento emergente es la Cultura: el salto cualitativo desde<br />
una serie de “modos de ser y de actuar” individuales, a una forma colectiva y compartida de ser<br />
y de actuar, que le otorga a un determinado grupo humano una personalidad y una identidad<br />
propias, superior, en términos de complejidad, a las identidades personales de los individuos que<br />
lo conforman.<br />
En Colombia existen múltiples campos en los cuales podríamos identificar, en mayor o menor<br />
medida, los tres ingredientes necesarios para generar un comportamiento emergente, pero que,<br />
sin embargo, no han logrado que se produzca el salto desde el comportamiento individual hacia la<br />
cultura colectiva.<br />
Tal es el caso, por ejemplo, de las muchísimas experiencias de agroecología (entendida en el sentido<br />
más amplio de la palabra, que incluye distintas “escuelas” o aproximaciones, como agricultura<br />
orgánica, agricultura biodinámica, etc).<br />
Tenemos el punto de partida local. Es decir, experiencias concretas, tangibles, identificables,<br />
evaluables, que nos demuestran que sí se puede y cómo se pueden manejar, de manera exitosa y<br />
con una aproximación agroecológica, los distintos ecosistemas del país.<br />
Cumplimos sobradamente con el requisito de la masa crítica, pues el número de experiencias<br />
existentes permite pensar que ya existe un movimiento agroecológico, que supera las meras<br />
experiencias puntuales o aisladas. Son muchas las comunidades de base y las organizaciones<br />
no gubernamentales que, en algunos casos en alianza con instituciones académicas o con<br />
instituciones del Estado, adelantan desde hace mucho tiempo procesos exitosos en el campo en<br />
mención.<br />
Y aunque no existe toda la comunicación que se quisiera entre unas experiencias y otras, sí existen<br />
en el país múltiples redes formalmente constituidas y múltiples espacios de encuentro que facilitan<br />
que exista un cierto nivel de retroalimentación entre ellas.<br />
¿Por qué entonces –nos preguntamos- cada vez se importan a Colombia más insumos químicos<br />
para la agricultura y cada vez consumimos más alimentos que dependen de los agroquímicos para<br />
su producción? ¿Por qué toda esa constelación de experiencias exitosas en agroecología no han<br />
logrado convertir la producción y el consumo de alimentos orgánicos en una característica de la<br />
cultura colectiva del país?<br />
Las mismas preguntas nos las podemos hacer en los campos de la paz (no en abstracto sino en<br />
concreto, en cuanto existen múltiples experiencias exitosas de resolución pacífica de conflictos<br />
en los niveles locales); del género y en general de la equidad; de la gestión participativa y<br />
sostenible de distintos ecosistemas, de la gestión local del riesgo, de la comunicación popular,<br />
etc.<br />
72 Ibidem, Página 74.<br />
73 Deborah Gordon,<br />
citada por Johnson.<br />
Ibidem. Página 76.<br />
74 Ibidem. Página 79.<br />
153