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30 GTSELA RIPOLL LOPEZ
sin ofrecer soluciones satisfactorias. Así como la mayoría de
seriaciones tipológicas y cronológicas de los objetos de adorno
personal, tanto orientales como occideniales, han sido elaboradas
con gran precisión gracias al material numismático encontrado
en el interior de las sepul~uras, estos elementos están
mayoritariamente ausentes en la Península Ibérica. En algunos
casos, cuando aparece este tipo de material monetal, como por
ejemplo en alguna sepultura de la necrópolis de El Carpio de
Tajo, se trata de monedas con un período de cii-culación muy
amplio que no permiten obtener cronologías relativas con
respecto a los objetos contenidos en las tumbas. En la provincia
de Segovia, la sepultura 11-26 de Duratón es un caso
excepcional." Se trata muy probablemente de una sepultura
correspondiente al primer momento de ocupación visigoda y en
ella aparece un solidus de Anastasio, junto a los materiales
característicos de estas tumbas, como fíbulas de técnica trilaminar,
un broche de cinturón de mosaico de celdillas y un pequeño peine
de h~eso.~%sta sepultura que se sitúa en los últimos años del
siglo V o principios del siglo VI d.C., conduce directamente al
problema de la llegada en masa de una población antes del año
507 d.C. (derrota de Vouillé), y remite a los comentarios de la
Chronica Caesa~augustaiza. La primera referencia alude al año
494: ... Gotthi in Hispanias ingressi sunt ... La segunda cita se
refiere al año 497: ... Gotthi in Hispanias sedes acceperunt et
13. Llamamos la alciición sobre esta sepriltul-a en KIPOLL. 1991. p. 166.168.
En ocasión de la exposición dc 1 Coli, dc Milán. prcscnliimos itlgunas scpiiltriiai dc
la nccrbpolis de Duratón que &ron publicadas en el caiálogo, entre las que se
encuentra la tuniba 526. V6asc C. RIYOLI.. aDuriltón (ScpUlvedui. Segnvia), Spagnai,.
I Cori, Milún. 1994, p. 312-317, cf. p. 314.
14. Ya cn RIPOI.L, 1993, p. 167, insistinios en el cai-ácici- homogéneo, Lanto
desde el punto de vista de la indrimentai-ia como de la ci.onologia. de los iiiatei-iales
aparecidos cn cl intci-ior dc csla sepultura. Cahc t-ecotdiii- que las iicririiicioncs de
Anastasio (491.518) fueron abiiiidant~s, sobre iodo una sei-ie de Iialia, peto qiie
tamliii-n hemn ampliamenie imiiadas, como por ciernplo, poi- Alarico LI o Amalarico
y también por Teodoi-ico, qric imitó pi-ccisamenie cslc tipi~ hin P si>bi-c Iii viclrii-iii.
El csiudio realizado por J. Weniet. trespecto a estas acuñaciones y su hallaigo en
diferentes sepulturas, Ic pca-rniiió ceriii- su gnipo 1 ii un abiinicu ci.unológico en1i.c
los años 450-520; cf. J. Wen~~n, Mürildarierre A~isrrasiscl~e Crnl>fiiii~/e, Bcrlín, 1935,
p. 30. K. Bohnrr, a partil. del estudio de las sepulturas de la catedral de Colonin,
las incluyd en su nivel 111, con una cinnología muy semejante, situada cntt-e los años
450-525; cf. K. BOHNER. azul. Zcitstellung der heiden frankischen Graber im Kolner
Dom., Kdlrier Jahrbucli für Vor- uiid Friil,b(cscliiclire, 9, 1967.1968. p. 126.