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34 GISELA RIPOLL LÓPEZ
pasar luego a los aspectos concretos. Historiográficamente
representan el punto de partida que ha prevalecido durante
mucho tiempo en la interpretación histórica y arqueológica.lY
Desde principios de siglo el interés por el estudio de los bronces
visigodos se hace patente tanto a través de las numei-osas
excavaciones que se llevan a cabo, como gracias a las publicaciones
que van apareciendo.
En primer lugar cabe citar la obra de sistematización
realizada por A. Gotze que realizó una primera clasificación
-muy sencilla- de los broches de cinturón, cuya importancia
reside en ser una de las primeras publicaciones ogdenadas con
el material más conocido.19 Años más tarde, Nils Aberg, reunió
en un único libro una amplísima documentación de los objetos
de adorno personal y los puso en relación con los hallazgos
danubianos y de otras regiones europeas, precisando ya determinadas
cronologí~s, a la vez que concretos orígene~.'~ El interés
de la obra de Aberg, reside en que no sólo se ocupa de los
broches de cinturón característicos de la población visigoda y
hallados en la Meseta castellana, sino que introduce ya los objetos
que son habituales a finales del siglo VI d.C. y a todo lo largo
del siglo VII, haciendo indicaciones que son de sumo interés, pero
que no atañen a los problemas históricos y sociales de la presencia
de los visigodos en la Península Ibérica.
Sin embargo, la primera incursión realmente importante en
el tema la debemos a Hans Zei~s.~~ Se trata de un excelente
catálogo. elaborado con gran minuciosidad, que recoge y ordena
todo el material conocido hasta el momento de su publicación,
en 1934. En la síntesis propuso una clasificación tipológica y
18. L. OLMO ENCISO, iiIdeología y arqueología: los rsludios soha-c CI pcl-iodo
visigodo en la primera miiad del siglo XXx. en J. Anc~ y U. OL,%VOS (ed.). Hislori~~ralh
de la Arqueología y de la Historia Anrig~ia eri Espaiia (siglos XI/III-XXI. Madr-id, 1991,
p. 157-160.
19. A. Gpize, Goiische Sch>zallen. Bci-lín, 1907.
20. N. AeEnc, Die Frankeii uifd Wesigorei? iir der V~lkrm~rri~drruiig.c~.eit,
Uppsala-Lripzig-Paris. 1922.
21. H. ZEISS, Die Grabfuizdeacrsdeni spanischeiz Wesigorer~reich. Berlin-Leipzig,
1934 (utilizamos la abreviatura Zciss. 1934). Sobre el conjunto de la labor efectuada
por este investigadot- en el canipo dc la arqueología debe consultarse: K. BOHNER. Hnlz.~
Zeiss, Bonn. 1944.