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748 MURCIA. - Funcas

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consiguió en el mismo año , pero no estableció en ella su<br />

dominio , y su adquisición tuvo un carácter momentáneo<br />

abandonándola luego á sus ant. señores. Era época desastrosa<br />

aquella para ios musulmanes , y mientras abandonaba<br />

Mohamet á Córdoba presa de los cristianos , para acudir á<br />

reintegrarse de esta pérdida con las ventajas que le ofreció<br />

Abn Djomail en Valencia, fue asesinado en Almería alevosamente<br />

por el Caid de esta c. Sabido este acontecimiento<br />

en Murcia aunque en el concepto de que habia muerto de<br />

apoplegia ó de beodez fue proclamado su hermano.<br />

46. Ali el Ábdid Daula ben Yusuf (46 de agosto de<br />

4238). Muy poco disfrutó este de su emirato, pues luego<br />

se levantó" contra él.<br />

47. Abn Djomail cl Gazemi quien favorecido por el<br />

vecindario, consiguió prenderle y degollarle. Cierto escritor<br />

arábigo atribuye la desgracia de los Beny Hudes á sus<br />

sentimientos irreligiosos.<br />

48. Sucedió al Gazemi Mohamed-ben-AU, á quien los historiadores<br />

castellanos llaman Hudiel. Muy desordenado andaba<br />

el estado de Murcia constantemente alterado , así por<br />

partidos internos como por enemigos esteriores. Con este motivo,<br />

el infante D. Alonso,hijo del rey San Fernando, yendo<br />

con un formidable ejército contra la Andalueia, recibió en<br />

Toledo embajadores del walí de Murcia, que le tributaron su<br />

rendimiento, declarándose vasallos de la corona de Castilla,<br />

y pidiendo su protección contra las tropelías del emir de<br />

Granada. Mohamet ofrecia parte de las rentas de su reino<br />

y se contentaba con poseer la otra como vasallo del castellano.<br />

Apresuróse Alfonso en llevar á efecto tan ventajosas<br />

proposiciones, y el reino de Murcia quedó sujeto á Castilla.<br />

Dejó Alfonso bien guarnecida esta ciudad y algunas<br />

fortalezas de su dependencia, y se retiró á fines del año 1242<br />

según Beuter y otros historiadores, aunque Zurita trae estos<br />

acontecimientos á 1240. Dunhar, cuya obra nos ha dado<br />

traducida el señor Alcalá Galiano, ha "estado sumamente<br />

inexacto en la relación de este acontecimiento, ademas de<br />

fijarlo en el año 1241, aunque no ha echado de ver esta<br />

inexactitud su respetable traductor. Por los años de 1247<br />

recibió en Murcia el rey de Castilla á varios principales de<br />

Granada, que huyeron por las revueltas de aquella ciudad<br />

cuando subió al trono Mohamet, apellidado el Pequeño. Entre<br />

los diferentes consuelos que les prestó en su emigración,<br />

les dio cartas para el rey de Túnez invitándole á que<br />

contribuyese á reponerles en los derechos de que habian sido<br />

despojados.<br />

En el año 1262 se desprendió Murcia del dominio de los<br />

cristianos, apoderándose los moros de su fortaleza que estaba<br />

guarnecida por aquellos, y Mohamed se confederó con<br />

el de Granada para hacer la guerra á Alfonso.<br />

Los aragoneses sitiaron á Murcia en enero de 1266; consiguieron<br />

"se les rindiera á partido , y en el mismo año la<br />

volvieron á la corona de Castilla, con la que permaneció<br />

perpetuamente unida. Tenia voto en las Cortes de este reino.<br />

En 1288, por la alianza que celebraron los reyes de<br />

Castilla v de Francia, se determinó que Alfonso de la Cerda<br />

obtuviese el reino de Murcia, pero sin el dictado de rey<br />

de Castilla, constituyéndose tributario de su tio Sancho , y<br />

en caso de fallecer sin sucesión lo fuese su hermano menor<br />

Don Fernando.<br />

A principios de 1332 se movieron discordias civiles en<br />

Murcia. En 1358 se internó en este reino Don Fernando,<br />

hermano de Don Enrique de Trastamara: mientras este talaba<br />

las campiñas de Soria y Almansa. El rey Don Pedro<br />

envió á Murcia para que la defendiese, á Gutiérrez Prior de<br />

los Sanjuanistas.<br />

Convino Enrique con el rey de Aragón, Don Pedro, darle<br />

el reino de Murcia, si conseguía el trono castellano, pero<br />

después, por mas que el de Aragón le instó al cumplimiento<br />

de su compromiso , no quiso desprenderse de una provincia<br />

tan importante, lo que hizo, se preparasen ambos monarcas<br />

para la guerra, cuyo rompimiento no tuvo lugar,<br />

merced á la mediación de los legados pontificios, pero no<br />

se ajustó una paz definitiva entre ellos hasta el año 1374.<br />

El testamento del rey Don Juan I, hecho en Cillorico,<br />

disponiendo tubiesen parte en la tutela del príncipe, Don<br />

Enrique, seis ciudadanos nombrados por los respectivos<br />

Cabildos de seis ciudades, hacia mención de Murcia entre<br />

ellas.<br />

TOMO XI.<br />

<strong>MURCIA</strong>.<br />

753<br />

Por los confines de esla pobl., practicó una entrada Mohamet<br />

, hijo del rey de Granada, hacia el año 1392 , y fue<br />

derrotado su ejército por un cuerpo de castellanos. Otra<br />

vez fue amenazada por los moros esta ciudad, en 1452,<br />

pero fueron vencidos cerca de Lorca, donde se rescató el<br />

considerable botin que arrastraban de su correría. Los<br />

caudillos que obtuvieron esta victoria eran, Alonso Fajardo<br />

adelantado de Murcia, Garcia Manrique, yerno del anterior,<br />

y Diego de Rivera , corregidor de la misma ciudad.<br />

En 4478 dejó en Mnrcia tristes recuerdos de su existencia<br />

en ella, el tribunal de la Inquisición. En la misma ciudad se<br />

desarrolló por los años de 1558 una peste de que murieron<br />

muchas personas. No dejó de resentirse Murcia de los largos<br />

trastornos que tuvieron lugar durante el reinado de<br />

Enrique IV, mas con un resultado que no merece particular<br />

mención. Así mismo sucedió, cuando la política del<br />

Cardenal Cisneros y el Gobierno Alemán, promovieron los<br />

trastornos del reinado de Carlos I.<br />

Murcia, desde que formó parte de los estados de Castilla<br />

, ha probado siempre la mayor sensatez: por ello Don<br />

Alonso el Sabio, la concedió el título de muy leal; y Carlos<br />

I, el de muy noble.<br />

Debe ser citada como una de las mayores calamidades<br />

que ha sufrido esta pobl. la grande inundación del Segura,<br />

ue tuvo lugar en 14 de octubre de 1651 : fueron arruinaas<br />

mas de 600 casas, v 6 conv., y pereció considerable<br />

número de personas. Én diferentes épocas ha padecido,<br />

aunque no tan considerablemente, por su proximidad al<br />

Segura,<br />

En la desastrosa guena de convenencia estraña, que afligió<br />

al pais en principios del siglo XVIII, el ob. de Murcia<br />

Don Luis de Belluga, puesto al frente de los murcianos,<br />

probando estraordinaria decisión por la causa de Felipe,<br />

no solo estorbó la entrada en la ciudad á las tropas del Archiduque<br />

que se dirigieron á ella, lo que consiguió mandando<br />

soltar las presas de los pantanos y del r. ,,y poniéndose<br />

en estado de defensa: sino que salió á hostilizarlas en<br />

otras poblaciones; así mereció el nombramiento de cardenal.<br />

A las siete de la mañana del 24 de mayo de 4 808 , entraron<br />

en Murcia los 4 oficiales que habiansalido de Cartagena<br />

á hacer que otras poblaciones secundasen su movimiento<br />

, y en el mismo dia fue proclamado solemnemente Fernando<br />

VII, sin que ocurriese desgracia alguna en la ciudad,<br />

solo por precaución, fueron arrestados algunos que no<br />

eran bien mirados por el pueblo, y el que hacia de Cónsul<br />

Francés.<br />

Se formó una junta compuesta de 4 6 personas entre las<br />

que se hallaba el conde de Floridablanca: el mando de las<br />

tropas se confió al coronel de milicias D. Pedro González de<br />

Llamas.<br />

En 23 de abril de 4840 se posesionaron los franceses de<br />

Murcia, siendo la primer vez que pisaron su suelo: los principales<br />

de la pobl. y las autoridades, se habian ausentado*<br />

la víspera. Aunque "el general Sebastiani ofreció que se respetarían<br />

las personas y propiedades , en la mañana del 24<br />

fue á la catedral, y después de mandar se llevase preso á un¿<br />

canónigo, revestido con su trage de coro, obligó al cavildo;<br />

ecl. á que interrumpiendo los divinos oficios, se le presentase<br />

en el palacio episcopal. Después de maltratarlos de palabra<br />

, ordenó que en el término de dos horas le entregasen<br />

todos los fondos. Al ayunt. que se habia formado interinamente<br />

, impuso 400,000 duros en castigo de no haberle recibido<br />

con salvas de artillería, y repique de campanas: después<br />

de muchos ruegos, se consiguió pasase por la mitad<br />

de esta suma: tomaron ademas de las raciones y suministros<br />

, todo el dinero de los establecimientos públicos, y la<br />

plata y alhajas de los conv., sin que se librasen tampoco<br />

del saqueo varias casas principales: el 26 evacuó Sebastiani<br />

la c.: en agosto del mismo año determinó este general volver<br />

á Murcia esperando salir tan airoso con su empresa como<br />

la vez anterior. Hallábase en ella D. Joaquín Blakequien<br />

se propasó á recibirle declarando áMurcia como amenazada<br />

de inmediato ataque, sujeta al solo y puro gobierno<br />

militar, cuva providencia entre otras, respetaron las autoridades.<br />

Sebastiani al ver como era esperado, se replegó<br />

hacia Totana en la noche del 29 al 30.<br />

La fiebre amarilla causó en Murcia considerable estrago<br />

48<br />

a

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