Revista Pesca Diciembre 2013
Ciencia, tecnología y medio ambiente pesqueros, politica pesquera, mar
Ciencia, tecnología y medio ambiente pesqueros, politica pesquera, mar
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América Latina y el Caribe han ido cobrando interés como<br />
región de importancia estratégica global. Múltiples<br />
factores han venido a coadyuvar para la construcción de<br />
esta idea. Al respecto, Marco Aurelio García, asesor de<br />
política exterior de los presidentes Luiz Inácio Lula Da<br />
Silva y Dilma Rousseff, en entrevista concedida en noviembre<br />
de 2010 a Le Monde Diplomatique –refiriéndose<br />
a América del Sur– manifestó que “…Tenemos las mayores<br />
reservas de energía del planeta: petróleo, gas,<br />
carbón, potencial hidroeléctrico, nuclear, eólico y el<br />
mundo demandará cada vez más energía. También tenemos<br />
grandes recursos alimenticios, que no son el resultado<br />
del modelo de producción primaria y exportadora<br />
del pasado, porque hoy nuestra agricultura tiene una<br />
alta productividad, alcanzada gracias a investigaciones<br />
científicas y tecnológicas, así como criterios gerenciales<br />
modernos. También tenemos polos industriales de punta,<br />
aunque vamos a tener que potenciarlos mediante<br />
políticas nacionales y regionales”.<br />
Sin embargo, planteado desde este punto de vista, se<br />
soslaya un aspecto determinante que potencia lo anteriormente<br />
dicho: su ubicación geográfica. Este ámbito<br />
no se ha valorado en su justa dimensión, aunque los<br />
poderes mundiales han puesto el ojo en la región al<br />
considerar que el mismo comienza a jugar un papel determinante<br />
para las decisiones que se deben tomar en<br />
el “juego” global del siglo XXI.<br />
A través de la historia, el océano Atlántico ha sido el<br />
mar por excelencia a través del cual se ha realizado la<br />
parte más importante del comercio, las transacciones y<br />
la actividad bélica del planeta. Sobre todo en los últimos<br />
siglos, ubicados en los dos litorales atlánticos, Europa y<br />
el norte de América han sido los polos de desarrollo más<br />
avanzado del orbe. Sin embargo, el siglo XXI inaugura<br />
una dinámica en la que esa realidad comienza a ser<br />
cambiada.<br />
El desplazamiento del eje del comercio mundial en dirección<br />
a Asia, a partir del acelerado crecimiento de sus<br />
economías, en particular, en los últimos años las de India<br />
y China, así como la potencial transformación de esta<br />
última en primera economía mundial, han ido trasladando<br />
el centro de la política global hacia el Oriente. En<br />
noviembre de 2011, durante la Cumbre de los países de<br />
la Asociación de Estados del Sudeste de Asia (Asean) el<br />
presidente Barack Obama anunció que el siglo XXI sería<br />
la “centuria asiática de Estados Unidos”, lo cual impulsó<br />
aun más las ya relevantes acciones multifactoriales de<br />
ese país en la región.<br />
Por su parte, el comercio de América Latina con China<br />
sigue creciendo aceleradamente. Según la Comisión<br />
Económica Para Latinoamérica y el Caribe (Cepalc), en<br />
2015, China sustituirá a la Unión Europea como segundo<br />
principal inversor en América Latina, por detrás de<br />
Estados Unidos.<br />
En dicha lógica, el océano Pacífico será a futuro el espacio<br />
marítimo más significativo en la dinámica global. Así,<br />
la ubicación geográfica del continente americano como<br />
único con litoral en los dos grandes océanos y, vía de<br />
paso entre uno y otro, adquiere indudable trascendencia<br />
estratégica. De manera específica, América Central cobra<br />
vigencia como ruta más corta de desplazamiento de<br />
un océano a otro.<br />
En Panamá, las obras de ampliación del canal que comenzaron<br />
en septiembre de 2007, muestran un avance<br />
de 64%, y se realizan con una inversión de 5.200 millones<br />
de dólares, a fin de permitir el paso de buques de<br />
mayor tonelaje. Las nuevas esclusas añadirán un tercer<br />
carril de tránsito al Canal por lo cual podrán pasar buques<br />
con mayor cantidad de carga, lo cual duplicará la<br />
capacidad de la vía interoceánica para atender la demanda<br />
del comercio marítimo mundial.<br />
Por su parte, en julio de este año, desde Beijing, el empresario<br />
chino Wang Jing anunció la ruta por la que se<br />
construirá el Gran Canal Interoceánico de Nicaragua.<br />
Wang dijo que la construcción comenzaría en diciembre<br />
de 2014 y que se terminará en cinco años en 2019, con<br />
una longitud de 286 Km., incluyendo aproximadamente<br />
80 km en el lago de Nicaragua. Según Wang, esta ruta<br />
es la más conveniente porque requiere un menor costo<br />
de inversión y a un volumen menor de excavación de<br />
suelos. Además, las características geológicas de la zona<br />
facilitan esta actividad. La topografía del terreno donde<br />
se localiza es relativamente plana, con una pendiente<br />
ascendente de 2% en los primeros 54 km desde su inicio<br />
en el litoral del Atlántico.<br />
Añadió que, si bien un informe de viabilidad aún está en<br />
curso, el marco del proyecto ya se ha decidido. Ante la<br />
crítica de organizaciones ambientalistas y ecologistas,<br />
agregó que la protección del ambiente y el lago de Nicaragua<br />
será el corazón del proyecto. Dijo que para él era<br />
muy claro que “el lago de Nicaragua es el lago madre<br />
del país, un símbolo, como el río Amarillo es para China.<br />
Así que la protección de este Lago es el centro de nuestro<br />
informe de viabilidad” y asumió toda la responsabilidad<br />
por cualquier daño ambiental que se produjera.<br />
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