Revista: Chispas No.8 - conafe.edu.mx

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¿Quién es Benjamín Robledo?
Desde el lugar donde el cielo baja y acaricia la tierra
Benjamín Robledo. Instructor Comunitario en Linares, Nuevo León.
En pasó algo muy curioso cuando llenaba
estos días que me he puesto al día con
el tema de los medios electrónicos me
un formulario para una de las redes sociales apareció
una pregunta: “descríbete”, y fue cuando me
pregunté yo mismo ¿quién es Benjamín Robledo?
Parece algo fácil de decir porque se trata de mí y
quién mejor que yo para describirme, pero no es
así de sencillo porque en este tiempo Benjamín
Robledo ha cambiado mucho.
Mis intereses, mi forma de percibir la vida ahora
es mejor, las cosas que antes no tenían mucho valor
ahora se han convertido en indispensables y es que
el hecho de darte cuenta que puedes ser la diferencia
entre la ignorancia y el conocimiento; de que tú,
un joven normal, te conviertes en un maestro comunitario
de niños que sin tu ayuda difícilmente pudieran
tener educación, eso te cambia la vida.
Para que me entiendan mejor voy a contarles
un poco de lo que es llevar la educación a El Alamar:
cuando estaba en capacitación me interesé
de inmediato por esta comunidad; fue como una
conexión que no sé describirles y cuando al final
fui asignado a ella parecía que todo estaba resuelto,
sabía cómo llegaría, que nos irían a dejar
a la entrada del camino y que los padres de familia
vendrían por mí. En el inicio del ciclo escolar el
acceso era aún más difícil, el huracán Alex había
mantenido al pueblo incomunicado durante mucho
tiempo, casi creíamos que cuando el ciclo escolar
iniciara no podría empezar dando clases en
El Alamar por la situación, pero eso pasó y pude
irme a la comunidad.
Normalmente tengo que tomar un autobús hasta
un rancho en la orilla de la carretera llamado el “chocolate”.
A partir de ahí dependes de la gente que
tiene auto o camioneta y de su buena disposición
ya que algunos se detienen y te ofrecen aventón,
pero no siempre pasa eso, a veces hay que hacer
la larga caminata de alrededor de 20 km, paso por
comunidades como el Consuelo donde mi compañera
Cinthia Acosta también da clases, o por el Brasil,
la Estrella y el ejido Loma Alta y después tengo que
caminar más hasta cruzar el río al ejido Calera y es
ahí donde los padres de familia bajan a esperarme.
La siguiente parte del camino hay que hacerla
en bestia, en una mulita que no sólo me ha transportado
a mí sino también a mi CT e incluso mi catre.
A Caleras se hace alrededor de cuatro horas
caminando, y de ahí al Alamar son otras tres horas
y media, todo el camino se hace por el cañón y cruzando
el río una y otra vez, si no quieres cruzarlo
se puede intentar vadear por las rocas pero eso es
peligroso y al final sólo hay una alternativa y esa es
meterse al agua.
Es por eso que llego bien mojado a la comunidad
y ya casi oscureciendo; ha habido ocasiones
en que he llegado ya oscuro; en invierno es toda
una jornada y un reto porque el agua es fría y la
temperatura muy baja.