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Cuando el analista ve que el interlocutor puede ‘evaporarse’ procura reconducir la situación, incluso le
pide disculpas por si lo ha podido ofender indicándole que quiere seguir hablando con él. Abou Abd
Lah insiste en que no quiere hablar y que “no le gusta la gente que entiende mal la palabra de Allah
y su profeta”.
El analista le indica que él sólo quiere conocer y comprender y que por eso le pide ayuda apelando a
que “el buen musulman está obligado a enseñar a quien no sabe y quiere aprender”. Abou Abd Lah, al
cabo de un rato, retomó la conversación diciéndole al analista “ok, Inschallah debes leer el Coran con la
traducción de Ibnou Katir al Kourtoybi porque hoy muchas gentes de forma el coran” (sic) el analista
entiende que lo que pretende decir es “Ok, In sha Allah, debes leer el Coran con la traducción de Ibn
Kathir al Qurtubi, porque hay mucha gente que deforma el Coran”, y Abou añade: “También hacer el
Jihad es lo más importante hoy. Para todos vivir la Ley Islámica es obligatorio”.
El analista, ante lo inestable que resulta la conversación, quiere volver cuanto antes a la cuestión de la
conquista de Al Andalus que el propio Abou Abd Lah ha sacado instantes antes y le lanza el siguiente
comentario: “Allah permite en el Corán atacar a quien te ataque”, es decir “permite la defensa (propia), pero
¿por qué atacar Al Andalus?. Tu entiende, me produce dolor tanta muerte y violencia. Duele ver como musulmanes
matan a otros musulmanes. Hermano ¿entiendes esta tristeza?”. Frente a este comentario el interlocutor
vuelve a ser breve y taxativo (quiere dejar claro el mensaje respecto a España, Al Andalus) “La
tierra de Al Andalus es nuestra”.
** [ Recuerdo que esta conversación que mantengo con Abou Abdalah Guitone se produce un par de semanas
antes de que éste individuo lance el vídeo en español con otro jihadista en el que anuncian la recuperación de
Al Andalus ]
El analista, antes de iniciar esta conversación ha estudiado el perfil del individuo, sabe de él sus vinculaciones
con España, incluso que ha residido en diferentes lugares, entre otros en las Islas Baleares, no
obstante le plantea el siguiente comentario como si desconociera tales circunstancias: “Abou, somos
hermanos en la humanidad. ¿Tu conoces España? Viven muchos musulmanes y son buenas personas. Yo
tengo buenos amigos, son como hermanos, y me gustaría que si un día conoces España, sientas que somos
hermanos”. Tras este comentario, el jihadista tarda en responder, el analista trata de saber si ocurre algo
“¿Abou? ¿he dicho algo que ofenda?, No quiero ofender”. Tras un tiempo sin responder, de nuevo Abou
vuelve a entrar en la conversación: “No te preocupes hermano. Estuve viviendo ahí, ya sé como son
los españoles”. El analista le mantiene en la conversación: “España es un país amable y acogedor, no se
merece un ataque, siempre es mejor la paz y de corazón quiero invitarte a la paz”. El jihadista se mantiene
taxativo y dice: “Paz no hay” [No existe la paz].
El analista quiere mantener una cierta ‘cordialidad’ en la conversación: “Abou te invito a que seamos amigos
y a que la paz esté con nosotros”; el tal Abou entonces pone un sticker con un guiño sonriente.
El analista le plantea entonces: “Abou ¿puedo hacerte una pregunta?”, tras responder el jihadista de forma
afirmativa se le dice, “¿Tu crees que el ISIS decidirá llevar su jihad hasta España?” - “Claro, ya estamos ahora
en España”, responde finalmente.
Tras esta conversación el analista trata de retomar el contacto con Abou Abd Lah, pero lo cierto es que
suprime ese perfil de Facebook una vez ha pronunciado las amenazas a España. No obstante se le tenía
localizada otra identidad vinculada bajo otro pseudónimo. Se intenta nuevamente entrar en contacto
con él pero no contesta, aunque cada mensaje que se le envía es leido puntualmente por quien maneja
el perfil.
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