25.10.2014 Views

articulo-isg-001

articulo-isg-001

articulo-isg-001

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Pocos analistas de seguridad e inteligencia, así como operativos tácticos policiales, pueden enfrentarse<br />

con más capacidad de penetración que los marroquíes, especialmente en cuanto a los perfiles que<br />

son originarios de las ciudades en las que se ha detectado el fomento de procesos de radicalización,<br />

vinculados en muchas ocasiones a personajes, grupos, comunidades y oratorios sobre los que se dispone<br />

de una información suficiente. El análisis del espectro de perfiles que hemos observado a lo largo<br />

de casi dos años evidencia que Marruecos es un país del que han salido y/o al que están fuertemente<br />

vinculados centenares de individuos que se han integrado en las estructuras que conforman este terrorismo<br />

internacional. Muchos de estos marroquíes combinan sus eventuales acciones jihadistas en<br />

áreas de conflicto con una intensa actividad en redes sociales en las que distribuyen consignas, vídeos<br />

y fotografías de ellos mismos o de otros jihadistas afines. Durante meses hemos estado realizando<br />

una observación amplia de diversos perfiles que en muchos casos se vinculan entre sí y que, más allá<br />

de que se conozcan personalmente o no (en muchos casos han viajado tras compartir procesos de<br />

radicalización y vinculaciones a personajes que se mantienen activos en Tetuan, Fdineq -Castillejos- y<br />

otros lugares) lo cierto es que han establecido relaciones virtuales desde las que se retroalimentan en<br />

cuanto a la divulgación, apología y proselitismo jihadista. No parece que experimenten ningún temor<br />

a eventuales acciones policiales por su actividad en la red de redes.<br />

Estamos pues frente a una amenaza clara para España en particular y para el conjunto de Europa, en<br />

general. No sabemos cuándo podría materializarse, ni dónde... pero sí podemos estimar que estos grupos<br />

jihadistas, que el fenómeno en sí, no necesitará de grandes atentados para manifestarse. Tal como<br />

ya pusimos de manifiesto en anteriores análisis: El terrorismo de etiología jihadista ha sabido convocar<br />

a elementos en cualquier parte del planeta, también en nuestro ‘primer mundo’, y ha logrado incorporar,<br />

no sólo a su discurso, sino a su estrategia, a elementos dispuestos a asesinar en nombre de una<br />

adulterada manipulación del Islam.<br />

Mohamed Merah, el joven terrorista de Tolouse, del que ya hemos dicho es un referente para muchos<br />

jihadistas que han salido del Sur de Francia, dijo —durante el asedio al que fue sometido por la Policía<br />

francesa y en el que fue abatido— que “sentía un placer infinito por los asesinatos que había cometido”.<br />

Además confesó que necesitaba “ver, tocar y disparar a sus víctimas”, y llegó a lamentar haber llegado<br />

antes de tiempo a la escuela judía infantil, donde acabó con la vida de varios niños. Merah, quien asesinó,<br />

en pocos días, a siete personas, lanzó un mensaje más a los policías y medios de comunicación: “Yo<br />

amo la muerte como vosotros amáis la vida”.<br />

Michael Adebolajo, uno de los terroristas que asesinaron y degollaron a un soldado cerca de Londres,<br />

dijo ante quienes le grababan con teléfonos móviles, mientras mostraba un machete y sus manos manchadas<br />

de sangre, justo antes de ser abatido por la Policía: “Juramos por el Todopoderoso Allah que<br />

nunca dejaremos de combatiros. La razón por la que hemos hecho esto es porque los musulmanes<br />

están muriendo cada día. Este soldado británico no es más que ‘ojo por ojo, diente por diente’. Vuestra<br />

gente nunca estará segura”.<br />

En el caso de Tolouse y Londres, pero también en el caso de Boston, los jihadistas, tras sus acciones,<br />

casi fueron buscando su “martirio” en un enfrentamiento más o menos inmediato con las fuerzas de<br />

seguridad; especialmente significativo es el caso de Merah, pero algo parecido vivimos en Madrid,<br />

cuando tras los atentados del 11-M los jihadistas no se marcharon, mantuvieron su dinámica criminal,<br />

intentaron nuevos atentados, hasta el momento del asalto en el piso de Leganés. Si observamos los<br />

últimos atentados en Occidente, pero también los cometidos por terroristas de esta etiología en China,<br />

vemos que al jihadismo combatiente, hoy, no le hace falta derribar grandes edificios, ni asestar golpes<br />

masivos como en Casablanca en 2003, en Madrid en 2004 o en Londres en julio en 2005, para que el<br />

mundo entero se estremezca y lograr así una atención mediática internacional.<br />

INSTITUTO DE SEGURIDAD GLOBAL 36

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!