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Abou Abd Lah Guitone
o Abou Tamimah
Como señalaba al principio, el más joven de los dos terroristas del ISIS que recientemente
realizaron el primer vídeo en Castellano en el que se lanzaron amenazas directas contra España
-muerto este verano en Raqqa (Siria) según han comunicado en sus perfiles diferentes
destacados jihadistas (veremos qué confirmaciones obtienen Francia y Marruecos)- se hizo
llamar durante bastante tiempo Abou Abd Lah Guitone, aunque después han aparecido
otros nombres, y él mismo se ha identificado como Salaheddine o Abu Tamimah, entre
otras identidades.
El vídeo, en el que se lanzaban las amenazas a España, fue grabado en el área de Raqqa
(Siria) -precisamente donde supuestamente habría sido abatido en una acción de combate-
y, antes de que se distribuyera a nivel internacional por los diferentes medios utilizados
por el mencionado grupo terrorista, que poco antes había adoptado la denominacion
de Estado Islámico (IS), Abou Abd Lah Guitone lo colgó durante algo más de dos horas en
uno de los perfiles personales que ha mantenido activos en Facebook en los últimos meses;
el vídeo, probablemente, fue grabado pocas horas antes de que el mismo quedara colgado
en la mencionada red social.
Quien suscribe el presente análisis realizó durante algún tiempo una observación simple
(sin interactuar) de los perfiles de este terrorista y, durante algunas semanas se realizó un
seguimiento -desde un perfil auténtico- con el objetivo final de entrar en contacto virtual
con este individuo. El objetivo se logró un par de semanas antes de que colgara el vídeo con
las amenazas. Mantuvimos varias conversaciones en las que el jihadista anunciaba eventuales
ataques a nuestro país y, más aún, informaba de que ya se encontraban en España
elementos del ISIS determinados a realizar tales ataques. El perfil utilizado por el analista,
insisto, es auténtico, y esto -después de meses de trabajo- permite, por un lado, utilizar el
contenido de las conversaciones tanto como documento informativo como para, llegado el
caso, su judicialización o tratamiento policial pues el interlocutor no está llamado a engaño.
Por otra parte la experiencia de quien suscribe el presente informe, que se somete a criterio
mejor fundado, es que utilizar un perfil real durante las observaciones induce al propio
analista a sostener una posición ética y legal en esas conversaciones que le impele a mantener
unos límites frente a su interlocutor, mientras que éste -el jihadista- puede mostrarse
como él quiera pues no está siendo engañado. Esto no implica que el analista actúe desde
la ingenuidad pues, como queda dicho, de manera previa, se ha realizado una observación
opaca o encubierta, en la mayoría de los casos sin más interacción que el seguimiento de
actividades del individuo observado; ésta es -de forma general- la operativa que se ha desplageado
en todos los trabajos en este ámbito, en particular con los perfiles que se exponen
en este informe.
INSTITUTO DE SEGURIDAD GLOBAL 8