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EFECTO DE LA BETAHISTINA SOBRE LA ACTIVIDAD ELÉCTRICA ...

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BENEMERITA<br />

UNIVERSIDAD AUTONOMA <strong>DE</strong> PUEB<strong>LA</strong><br />

INSTITUTO <strong>DE</strong> FISIOLOGÍA<br />

<strong>EFECTO</strong> <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BETAHISTINA</strong> <strong>SOBRE</strong> <strong>LA</strong><br />

<strong>ACTIVIDAD</strong> ELÉCTRICA <strong>DE</strong> <strong>LA</strong>S NEURONAS<br />

AFERENTES <strong>DE</strong> LOS CANALES<br />

SEMICIRCU<strong>LA</strong>RES <strong>DE</strong>L AXOLOTL (Ambystoma<br />

tigrinum).<br />

TESIS PROFESIONAL<br />

QUE PARA OBTENER EL GRADO <strong>DE</strong><br />

MAESTRO EN CIENCIAS FISIOLÓGICAS<br />

PRESENTA:<br />

HORTENCIA CHÁVEZ OSEKI<br />

Asesores: Dr. Enrique Soto y MC Rosario Vega.<br />

Puebla, Pue. Septiembre del 2000


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

RESUMEN<br />

La betahistina (BH), es un análogo de la histamina, y se ha reportado como agonista débil H 1 y<br />

H 2 y como potente antagonista H 3 . Se usa en la clínica en desórdenes vestibulares centrales y<br />

periféricos, en donde se ha demostrado su eficacia en reducir el vértigo, náuseas y vómito, y<br />

como terapia de mantenimiento en el síndrome de Menière.<br />

Su mecanismo de acción se ha asociado a la capacidad de la droga para aumentar el<br />

flujo sanguíneo central, coclear y vestibular; también se ha sugerido que actúa a nivel del<br />

núcleo vestibular. Sin embargo, muchos de los casos de vértigo son de origen periférico, y<br />

recientemente se reportó que la betahistina disminuye la frecuencia de descarga de las<br />

aferentes vestibulares, pero el mecanismo mediante el cual produce sus efectos en la periferia<br />

vestibular se desconoce.<br />

Para estudiar el efecto de la betahistina y tratar de dilucidar su mecanismo de acción<br />

periférico, hicimos experimentos con registro extracelular multiunitario en el oído aislado del<br />

axolotl (Ambystoma tigrinum). La preparación se estimuló con aceleraciones sinusoidales, a fin<br />

de registrar la actividad basal y la respuesta a estímulos mecánicos.<br />

Probamos el efecto de la betahistina en un rango de 10 µM a 10 mM, n=32; sobre la<br />

descarga basal y la respuesta a estímulos mecánicos; encontramos que la betahistina<br />

disminuye la frecuencia en la descarga basal, con una IC 50 de 600 µM y la respuesta a<br />

estímulos mecánicos con una IC 50 de 10 mM. El efecto inhibitorio de la betahistina es<br />

dependiente de la dosis y del tiempo de perfusión.<br />

Existen reportes que indican que la histamina ejerce su efecto a través de los receptores<br />

colinérgicos; nosotros encontramos que el bloqueo de los receptores colinérgicos con<br />

antagonistas muscarínicos (atropina 10 µM, n=3) y nicotínicos (d-tubocurarina 10 µM, n=3), no<br />

modifica el efecto de la betahistina. Sin embargo, encontramos que la betahistina 1 mM (n=5)<br />

disminuye el efecto excitatorio del carbacol en un 30 ? 3.4%.<br />

Para determinar si la betahistina produce su efecto a través de la sintetasa del óxido<br />

nítrico (NOS) inhibimos a esta enzima con L-NOARG 3 µM (n=5), observamos que el efecto de<br />

la betahistina se mantiene igual que en los controles.<br />

Con el fin de determinar si la betahistina actúa a nivel postsináptico, estudiamos su<br />

interacción (1 y 10 mM) con agonistas de los aminoácidos excitadores como es el ácido kaínico<br />

1 µM (n=6); la betahistina reduce significativamente el efecto excitador del ácido kaínico en 45.5<br />

? 9.8% y 67.5 ? 2.5, respectivamente. También probamos al ácido quiscuálico (QA), 1 ?M (n=2);<br />

la betahistina 1 mM, redujo el efecto excitatorio del ácido quiscuálico en un 39.7 ? 1.8% con<br />

respecto al control, aun cuando la liberación del neurotransmisor se bloqueó usando soluciones<br />

con alto magnesio y bajo calcio; en estas condiciones, la perfusión de la betahistina (10 ?M a 10<br />

mM, n=15) disminuye el efecto excitatorio del ácido quiscuálico 1 µM (n=15) de una manera<br />

dependiente de la dosis.<br />

Estos resultados indican que la betahistina tiene una acción inhibitoria sobre la<br />

frecuencia de descarga de las aferentes vestibulares. Su efecto no parece involucrar la vía de la<br />

producción del óxido nítrico, ni modificar la liberación de acetilcolina de las fibras eferentes,<br />

pero la betahistina bloquea la respuesta excitadora inducida por el carbacol, lo que sugiere que<br />

la betahistina pudiera actuar sobre la célula ciliada en lugares diferentes de los receptores<br />

colinérgicos. Nuestros resultados también indican que existen receptores para la betahistina<br />

ubicados sobre las neuronas aferentes; parte del efecto de la betahistina pudiera estar dado por<br />

la activación de estos receptores que podrían afectar indirectamente a los receptores de los<br />

1


Hortencia Chávez Oseki<br />

aminoácidos excitadores, o bien por su acción sobre éstos mismos, ya que la inhibición de la<br />

betahistina sobre el efecto excitador del QA es dependiente de la dosis y pareciera ser un<br />

antagonismo competitivo sobre la inhibición de la respuesta a estímulos mecánicos producida<br />

por la betahistina.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

El aparato vestibular se localiza dentro del<br />

oído interno y detecta los movimientos de la<br />

cabeza y su posición en el espacio; para<br />

realizar esta función cuenta con epitelios<br />

sensoriales ubicados estratégicamente, que<br />

permiten detectar las aceleraciones<br />

angulares y lineales de la cabeza (Wilson y<br />

Peterson, 1980). El vestíbulo está formado<br />

por un laberinto membranoso que se<br />

encuentra alojado en un laberinto óseo que lo<br />

delimita en toda su extensión. En el interior<br />

del laberinto membranoso se encuentra la<br />

endolinfa; ésta es un medio con alta<br />

concentración de potasio, semejante a la del<br />

líquido intracelular (Figura 1), el espacio<br />

entre el laberinto membranoso y el óseo está<br />

ocupado por la perilinfa, que corresponde al<br />

líquido extracelular.<br />

El oído interno de peces y anfibios<br />

consta exclusivamente del sistema vestibular<br />

que incluye a los canales semicirculares, a<br />

los órganos otolíticos (sáculo, utrículo y<br />

lagena) y a los órganos no otolíticos (papila<br />

amphibiorum y papila basilar) (Pretch, 1976).<br />

Canales semicirculares<br />

El laberinto membranoso incluye tres canales<br />

semicirculares de cada lado: anterior,<br />

posterior y horizontal, conocidos también<br />

como verticales los dos primeros y el último<br />

como lateral; los canales son ortogonales<br />

entre sí; esta posición les permite detectar<br />

aceleraciones angulares en los tres ejes del<br />

espacio. El canal anterior de un lado es<br />

paralelo al canal posterior del oído opuesto, y<br />

los canales horizontales de ambos lados se<br />

encuentran en el mismo plano (Anniko,<br />

1988).<br />

Cada uno de los canales semicircula-<br />

Figura 1. Esquema del neuroepitelio vestibular que<br />

muestra la composición de la endo y la perilinfa. El<br />

epitelio mantiene el gradiente iónico gracias a las<br />

uniones estrechas entre las células que lo forman. La<br />

corriente de transducción es acarreada principalmente<br />

por iones K + que producen una corriente entrante y<br />

depolarizan la célula.<br />

2


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

res presenta una dilatación llamada ámpula;<br />

en el interior de ésta se encuentra un epitelio<br />

sensorial formado por células sensoriales<br />

mecanorreceptoras (células ciliadas)<br />

dispuestas en forma de cresta. En la<br />

superficie apical de estas células se localiza,<br />

excéntricamente, un solo kinocilio, que es un<br />

cilio verdadero formado por microtúbulos en<br />

el clásico arreglo de 9+2 (figura 2), así como<br />

50 a 100 estereocilios, que son<br />

microvellosidades formadas por actina, que<br />

van disminuyendo en tamaño conforme se<br />

alejan del kinocilio, formando hileras que se<br />

unen entre sí y con el kinocilio a través de las<br />

“uniones de punta”, las cuales se localizan en<br />

la punta de un estereocilio y en la pared<br />

lateral del estereocilio que le sigue en<br />

tamaño; estas uniones se asocian a canales<br />

iónicos mecanosensibles (Gillespie, 1995).<br />

Los cilios están en contacto con una<br />

masa gelatinosa conocida como cúpula, que<br />

se extiende a través de la ámpula,<br />

ocluyéndola. Los desplazamientos de la<br />

endolinfa debidos a las aceleraciones<br />

angulares de la cabeza, deforman la cúpula e<br />

inclinan los cilios; cuando esta inclinación es<br />

en dirección al kinocilio, se produce una<br />

despolarización de las células ciliadas;<br />

cuando la inclinación de los estereocilios es<br />

en sentido contrario al kinocilio, se produce<br />

una hiperpolarización (Hudspeth, 1983).<br />

Cada canal semicircular se origina y<br />

retorna a un saco común llamado utrículo.<br />

Los epitelios sensoriales del utrículo y del<br />

sáculo se conocen como máculas; por<br />

encima de éstas se encuentra la membrana<br />

otolítica que es una masa gelatinosa que<br />

contiene numerosos otolitos formados por<br />

biominerales en un arreglo complejo de<br />

proteínas, carbohidratos y cristales de<br />

carbonato de calcio (Anniko, 1988; Guevara,<br />

1995). El utrículo está conectado al sáculo y<br />

ambos se conocen como órganos otolíticos.<br />

La ubicación de las máculas utricular y<br />

sacular, permite detectar cambios en las<br />

aceleraciones lineales y en la posición del<br />

cuerpo con respecto a la gravedad.<br />

Filogenéticamente la aparición de los<br />

canales semicirculares y de los órganos<br />

otolíticos, ocurre en los vertebrados; los<br />

primeros son el Ostracodermo kieraspis y los<br />

ciclostomos. Los análogos de los órganos<br />

otolíticos en los invertebrados son los<br />

estatocistos. Los canales semicirculares no<br />

tienen equivalente en los invertebrados; sin<br />

embargo, el principio de células ciliadascúpula,<br />

que sensa el desplazamiento de<br />

fluido, sí existe en la línea lateral de los<br />

animales inferiores (Gacek, 1974).<br />

Nervio vestibular<br />

En los anfibios, el nervio vestibular penetra<br />

Figura 2. Microscopia electrónica de<br />

transmisión tomada de una célula ciliada<br />

de una anguila Moray eel, que muestra<br />

un corte a nivel del kinocilio. Puede<br />

apreciarse que éste tiene la estructura<br />

típica de 9+2 microtúbulos que se<br />

encuentra en todos los cilios móviles.<br />

Tomado de Popper A. N. Web Page<br />

http://www.life.umd.edu/biology/popperlab/<br />

TEM-HC.html.<br />

3


Hortencia Chávez Oseki<br />

en el vestíbulo óseo y se bifurca en una rama<br />

anterior gruesa, y una rama posterior más<br />

delgada; la rama anterior corre<br />

rostrolateralmente y se ramifica para inervar<br />

varias áreas receptoras; la primera y más<br />

grande ramificación se dirige hacia la mácula<br />

del sáculo; posteriormente, esta rama<br />

anterior se continúa rostrolateralmente a lo<br />

largo de la superficie ventral del utrículo,<br />

donde se fusiona con la pared del laberinto<br />

membranoso posteriormente se ramifica para<br />

inervar a las crestas de los canales<br />

semicirculares anterior y lateral (Honrubia y<br />

cols., 1989; Guevara, 1995).<br />

La rama posterior es más corta y se<br />

ramifica rápidamente proyectándose<br />

ventralmente a la lagena, dorsalmente a la<br />

papila amphibiorum, y se continúa<br />

lateralmente inervando a la papila basilar;<br />

termina en el canal posterior, donde forma<br />

una Y que penetra en el ámpula para inervar<br />

a la cresta (Pretch, 1976).<br />

La inervación está dada por axones<br />

de neuronas sensitivas y axones eferentes<br />

que inervan a la célula ciliada. Con base en<br />

esta inervación, las células ciliadas que<br />

forman los epitelios sensoriales se clasifican<br />

en dos tipos: las células ciliadas tipo I, con<br />

forma de ánfora, en las cuales la fibra<br />

aferente primaria forma un cáliz que rodea la<br />

superficie basolateral de la célula ciliada y la<br />

fibra eferente establece contacto sináptico en<br />

forma de botón con la fibra aferente; y las<br />

células ciliadas tipo II, filogenéticamente más<br />

antiguas, que tienen formas diversas:<br />

cilíndricas, ánfora, coma, y redondas, en las<br />

que la inervación aferente y eferente se<br />

establecen sobre la superficie basolateral de<br />

la célula ciliada en forma de botón. El epitelio<br />

sensorial de los anfibios tiene exclusivamente<br />

células ciliadas de tipo II (Wersäll, 1956;<br />

Engström y Engström, 1981).<br />

Inervación aferente<br />

Los cuerpos de las neuronas aferentes<br />

primarias en los anfibios no están<br />

empaquetados formando un ganglio, como<br />

en el caso de los mamíferos; sus somas se<br />

localizan en la bifurcación del nervio<br />

vestibular en las ramas anterior y posterior;<br />

las neuronas aferentes son<br />

predominantemente bipolares (Pretch, 1976).<br />

Los diámetros somáticos de las neuronas<br />

aferentes en el axolotl muestran una<br />

distribución que no es normal, agrupándose<br />

en tres clases principales: pequeñas, con<br />

diámetros que van de 8 a 15 µm (el 37%),<br />

medianas de 16 a 25 µm (el 49%), y grandes<br />

de 26 a 35 µm (el 14%) (Limón, 1998; Limón,<br />

2000).<br />

En el axolotl estas fibras aferentes<br />

hacen contacto con células ciliadas de tipo II,<br />

formando sinapsis químicas típicas con un<br />

espacio sináptico de alrededor de 20 a 30 nm<br />

y engrosamiento postsináptico. En la célula<br />

ciliada el sitio de liberación del<br />

neutrotransmisor (zona activa), se caracteriza<br />

por un engrosamiento de la membrana<br />

plasmática y por la presencia de cuerpos<br />

sinápticos de 0.20 a 0.30 µm rodeados por<br />

vesículas sinápticas redondeadas en la<br />

proximidad que afronta a la neurona aferente<br />

(Guevara, 1992).<br />

Transmisión sináptica<br />

Existen evidencias que indican claramente<br />

que la liberación del neurotransmisor<br />

aferente en las células ciliadas es<br />

dependiente de calcio extracelular (Pérez y<br />

cols., 1991; Perin y cols., 2000). En las<br />

células ciliadas saculares de la rana, se ha<br />

reportado que los canales dependientes de<br />

voltaje para calcio (VGCCs) se encuentran<br />

agrupados específicamente en las zonas<br />

activas, y también se ha encontrado la<br />

presencia de canales de potasio activados<br />

por calcio (BK) (Roberts y cols., 1990; Issa y<br />

Hudspeth, 1994). Además, se encontró que<br />

el influjo de calcio a través de los VGCCs<br />

ocurre en “puntos calientes” que pueden<br />

corresponder a un ensamblaje de los sitios<br />

de liberación sinápticos (Tucker y Fettiplace,<br />

4


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

1995). Se considera también que la<br />

expresión e inserción de los canales<br />

dependientes de voltaje para calcio están<br />

determinadas por el tamaño y número de<br />

zonas activas en cada célula ciliada. En el<br />

pollo, la magnitud de la corriente de la célula<br />

completa a través de los canales<br />

dependientes de voltaje para calcio se<br />

correlaciona con el área total de la zona<br />

activa de las células ciliadas, las cuales<br />

tienen grados variables de inervación<br />

aferente (Martínez-Dunst, y cols., 1997).<br />

La sinapsis aferente del sistema<br />

vestibular de diferentes especies, tiene<br />

propiedades peculiares, ya que la liberación<br />

del neurotransmisor se produce de forma<br />

continua, y la estimulación de la célula ciliada<br />

aumenta o disminuye la cantidad del<br />

neurotransmisor liberado por lo que las<br />

neuronas aferentes presentan entonces una<br />

descarga basal. La capacidad de las células<br />

ciliadas para liberar continuamente el<br />

neurotransmisor es una función en la que<br />

participan el cuerpo sináptico y la ausencia<br />

de la proteína de anclaje sinapsina; se ha<br />

propuesto que las vesículas sinápticas<br />

“maduran” en interacción con el cuerpo<br />

sináptico y, a diferencia de otras sinapsis,<br />

son liberadas sin pasar por un proceso de<br />

anclaje al citoesqueleto -dependiente de<br />

sinapsina- (Fuchs, 1996).<br />

La liberación del neurotransmisor en<br />

las aferentes vestibulares es un proceso<br />

dependiente de calcio extracelular. Tanto la<br />

actividad basal como la respuesta a<br />

estímulos mecánicos desaparece cuando el<br />

calcio extracelular se sustituye por magnesio<br />

(Pérez y cols., 1991).<br />

La entrada de calcio a la célula ciliada<br />

se da a través de tres vías: 1) canales<br />

mecanotransductores, 2) receptores<br />

colinérgicos, y 3) canales dependientes de<br />

voltaje para el calcio.<br />

Debido a la baja concentración de<br />

calcio en la endolinfa, es muy poco probable<br />

que por los canales mecanotransductores<br />

ingrese una cantidad significativa de calcio a<br />

la célula y que, además, alcance la región<br />

sináptica (Tucker y Fettiplace, 1995). Existe<br />

evidencia de la presencia de un receptor<br />

colinérgico, el cual es un canal catiónico<br />

dependiente de ligando por el que entra<br />

calcio, éste activa canales de potasio<br />

cercanos, pero no logra modificar<br />

significativamente la concentración de calcio<br />

en la región sináptica (Fuchs y Murrow,<br />

1992). . El estímulo mecánico que flexiona el<br />

haz de cilios de la célula ciliada en dirección<br />

del kinocilio, produce la apertura de canales<br />

catiónicos no selectivos ubicados en las<br />

uniones de punta de los estereocilios; la<br />

despolarización resultante aumenta la<br />

probabilidad de apertura de los canales de<br />

calcio dependientes de voltaje localizados en<br />

la membrana basolateral de la célula ciliada;<br />

éste aumento en la entrada de calcio<br />

favorece la fusión de las vesículas sinápticas<br />

y la liberación del neurotransmisor aferente,<br />

considerándose ésta como una entrada<br />

significativa de calcio.<br />

Típicamente, las corrientes de calcio<br />

de las células ciliadas se activan rápidamente<br />

(con constantes de tiempo de menos de 1<br />

ms) y no se inactivan; estos canales de calcio<br />

dependientes de voltaje son sensibles a las<br />

dihidropiridinas (DHP); esta sensibilidad y<br />

sus características cinéticas, sugieren que se<br />

trata de canales de calcio sensibles a DHP o<br />

de tipo L (Perin y cols., 2000).<br />

En relación con las características del<br />

neurotransmisor aferente, existen evidencias<br />

de que es una aminoácido excitador (AAE),<br />

probablemente glutamato, aunque pudieran<br />

liberarse otros aminoácidos como<br />

homocisteato o acetil-aspartil-glutamato<br />

(Eybalin, 1993; Guth, 1998a). En los<br />

sistemas de células ciliadas que incluyen a la<br />

cóclea, el sistema vestibular y la línea lateral,<br />

los antagonistas de los receptores a AAE<br />

bloquean la transmisión sináptica entre las<br />

células ciliadas y las neuronas aferentes<br />

(Annoni y cols., 1984; Soto y Vega 1988;<br />

5


Hortencia Chávez Oseki<br />

Prigioni y cols., 1990; Eybalin, 1993; Soto y<br />

cols., 1994a; Guth y<br />

cols., 1998a). Diversos trabajos han<br />

basal y en la respuesta tónica y sostenida<br />

que se presenta ante la aplicación de glicina<br />

(Flores, 1993).<br />

A<br />

a<br />

b<br />

c<br />

c<br />

a<br />

d<br />

b<br />

d<br />

B<br />

Figura 3. En A: reconstrucción de<br />

terminaciones aferentes del canal<br />

semicircular horizontal de un mono<br />

ardilla, así como su localización<br />

dentro de la cresta; a) una<br />

terminación en forma de cáliz<br />

simple; b) terminación compleja en<br />

forma de cáliz; c) terminación<br />

dimórfica y d) terminación en forma<br />

de botón. En el inserto la<br />

localización de las terminales<br />

aferentes sobre un mapa estándar<br />

de la cresta. En B: localización de<br />

las fibras en las crestas con<br />

tterminación en forma de cáliz<br />

(arriba), dimórficas<br />

(centro), botón (abajo) (modificado<br />

de Fernández y cols., 1988).<br />

demostrado que en la sinapsis aferente<br />

participan diferentes subtipos de receptores a<br />

los AAE. Las aferentes vestibulares<br />

responden a los agonistas de los receptores<br />

a los AAE de los subtipos NMDA, activados<br />

por N-metil-D-aspártico (NMDA), no NMDA,<br />

activados por ? -amino-3-hidroxi-5-metil-4-<br />

isoxasolpropiónico (AMPA) y ácido kaínico<br />

(KA), así como receptores de tipo<br />

metabotrópico (Eybalin, 1993; Puel, 1994;<br />

Kataoka y Ohmori, 1996; Guth y cols.,<br />

1998b). Sin embargo, hasta el día de hoy, no<br />

se ha definido el papel exacto que tienen los<br />

diferentes tipos de receptores a los AAE en la<br />

transmisión aferente en el sistema vestibular.<br />

En las neuronas aferentes<br />

vestibulares del axolotl coexisten tanto<br />

receptores tipo NMDA como no NMDA (KA, y<br />

AMPA); estos últimos parecen mediar la<br />

descarga basal y principalmente, la<br />

respuesta a la estimulación mecánica; es<br />

decir, participan en respuestas rápidas y de<br />

corta duración, mientras que los receptores<br />

NMDA estarían participando en la descarga<br />

Actividad eléctrica basal y provocada por<br />

estímulos mecánicos de las aferentes<br />

vestibulares<br />

Los potenciales de acción se generan en las<br />

neuronas aferentes por medio de la<br />

sumación postsináptica espacial y temporal<br />

de EPSPs (Rossi y cols., 1977), se originan<br />

en el primer nodo de Ranvier en la región<br />

donde las dendritas de las neuronas<br />

aferentes dejan la membrana basal (Flock y<br />

cols., 1973).<br />

La respuesta de las aferentes<br />

primarias de los canales semicirculares a la<br />

estimulación natural se ha estudiado a través<br />

de registros extracelulares multiunitarios<br />

desde Ledoux en 1949, citado en Pretch,<br />

1976. Una característica de estas aferentes<br />

es su descarga basal o espontánea; ésta se<br />

incrementa ante aceleraciones angulares en<br />

una dirección, y disminuye al estimularse en<br />

sentido opuesto (Pretch, 1976).<br />

Con base en su respuesta a<br />

vibraciones sinusoidales, Budelli y Macadar<br />

6


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

en 1979 clasificaron a las aferentes del<br />

utrículo de los elasmobranquios en tres tipos:<br />

aferentes tipo I, que descargan espontáneamente,<br />

responden a inclinaciones de una<br />

manera fásico-tónica y siguen la frecuencia<br />

de estimulación aumentando o disminuyendo<br />

su frecuencia de descarga cuando se<br />

estimulan sinusoidalmente; aferentes tipo II<br />

que siempre incrementan su descarga<br />

cuando se estimulan con vibraciones,<br />

independientemente de la frecuencia de<br />

estimulación, y aferentes tipo III, que no<br />

presentan descarga espontánea ni ante la<br />

estimulación.<br />

Se han identificado tres tipos de<br />

terminaciones aferentes sobre las células<br />

ciliadas de las crestas de los canales<br />

semicirculares de los mamíferos (Figura 3A):<br />

las unidades tipo cáliz que inervan a las<br />

células ciliadas tipo I; las terminaciones en<br />

forma de botón que conectan varias células<br />

ciliadas tipo II, y las dimórficas que inervan<br />

ambos tipos de células ciliadas (Fernández y<br />

cols., 1988).<br />

Las fibras aferentes del vestíbulo se<br />

han clasificado por la regularidad de su<br />

descarga, tomando en cuenta el coeficiente<br />

de variación (CV) de los intervalos entre<br />

espigas. El CV varía con el intervalo<br />

promedio, por lo tanto, Goldberg y<br />

colaboradores (1984) propusieron usar el<br />

coeficiente de variación normalizado (CV*)<br />

como una forma de clasificar la frecuencia de<br />

descarga de las aferentes vestibulares.<br />

Basándose en su CV* las neuronas aferentes<br />

del vestíbulo fueron clasificadas en: regulares<br />

(CV*


Hortencia Chávez Oseki<br />

respuesta relativamente lineal, ii) aferentes<br />

de alta ganancia que son sensibles a los<br />

cambios de velocidad y iii) aferentes<br />

sensibles a los cambios de aceleración. Las<br />

aferentes de baja ganancia descargan de<br />

manera regular de acuerdo al análisis de<br />

intervalos entre espigas, mientras que las de<br />

alta ganancia y las sensibles a los cambios<br />

de aceleración son irregulares (Boyle y<br />

Highstein, 1990).<br />

Inervación eferente<br />

Las neuronas eferentes periféricas que<br />

inervan la porción vestibular del laberinto,<br />

fueron inicialmente descritas por Gacek en<br />

1960. Sin embargo, los estudios iniciales<br />

sobre las fibras eferentes en el oído de los<br />

vertebrados han sido controvertidos, ya que<br />

en la identificación ultraestructural de las<br />

fibras eferentes se han confundido a las<br />

eferentes con sinapsis recíprocas, que<br />

existen en muchos vertebrados,<br />

principalmente durante el desarrollo (Fritzsch<br />

y cols.,1990; Fritzsch, 1996); con las técnicas<br />

de degeneración se han identificado<br />

falsamente a células de Purkinje cerebelares<br />

como eferentes en el oído de la rana (Precht,<br />

1976); y en el caso de algunos estudios<br />

histoquímicos se han hecho falsas<br />

suposiciones de la uniformidad histoquímica<br />

de las neuronas eferentes (Fritzsch, 1996).<br />

Con técnicas de peroxidasa de rábano,<br />

inmunohistoquímica y análisis<br />

ultraestructurales se han identificado las<br />

fibras eferentes de los órganos sensoriales<br />

vestibulares y receptores auditivos de<br />

muchos vertebrados (Dechesne y cols.,<br />

1984; Tanaka y cols., 1988; Sans y Highstein<br />

1984). Los datos obtenidos muestran que las<br />

neuronas eferentes están localizadas en<br />

núcleos únicos que se asocian con<br />

motoneuronas faciales en el tallo cerebral de<br />

los vertebrados (Pellegrini y cols., 1985).<br />

En los mamíferos, la inervación<br />

eferente que llega a la cóclea tiene su origen<br />

primordialmente en la oliva superior<br />

(Rasmussen, 1953; Schukneht y cols., 1959).<br />

En los anfibios, en cambio, las neuronas<br />

eferentes se originan a nivel de los núcleos<br />

de la formación reticular del bulbo raquídeo<br />

(Strutz, y cols., 1980; Fritzsch, 1981; Prigioni<br />

y cols., 1983).<br />

Los nervios eferentes destinados al<br />

laberinto, se localizan al mismo nivel del<br />

núcleo vestibular en todos los vertebrados<br />

estudiados (Goldberg y Fernández, 1980;<br />

Schwartz y cols., 1981). En la rana, las<br />

neuronas eferentes se originan de la parte<br />

rostrolateral del núcleo vestibular (Strutz y<br />

cols., 1980). Después de abandonar el SNC,<br />

las fibras eferentes forman un pequeño haz<br />

localizado en la parte ventrocaudal del nervio<br />

vestibular en donde se ramifican para inervar<br />

a los órganos terminales vestibulares. Los<br />

diámetros de las fibras varían entre 2 y 3 ?m.<br />

(Pretch, 1976).<br />

Ahora bien, Precht y colaboradores,<br />

en 1976, y Strutz y colaboradores, en 1980,<br />

reportaron que la ubicación de las neuronas<br />

eferentes en los anfibios es en la formación<br />

reticular. En el cobayo y el conejo, Rossi y<br />

Cortesina, (1965), usando histoquímica<br />

contra la AchE, identificaron 3 haces<br />

eferentes vestibulares ipsilaterales: el<br />

primero originado de la sustancia reticular<br />

cercana al rafé medio, el segundo se origina<br />

en el núcleo vestibular lateral y el tercero en<br />

el núcleo vestibular interpuesto localizado<br />

dorsomedial al núcleo vestibular lateral (la<br />

desventaja es que la localización<br />

histoquímica de la actividad AchE no<br />

distingue entre las neuronas colinérgicas y<br />

las colinoceptivas). Avrim y Correia, en 1982,<br />

inyectando HRP dentro del espacio<br />

endolinfático del laberinto en palomas,<br />

encontraron neuronas marcadas con HRP<br />

ubicadas en 5 grupos: tres se localizaron en<br />

el complejo nuclear vestibular ipsilateral<br />

(lateral, tangencial y descendente), y dos<br />

grupos bilaterales localizados en la formación<br />

reticular. En 1987, Carpenter y<br />

colaboradores, trabajando en monos,<br />

8


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

colocaron gelfoam con 50% de HRP en el<br />

ámpula del canal semicircular horizontal a<br />

través de pequeños orificios que<br />

posteriormente se sellaron con cera para<br />

hueso; en todos los casos se marcaron<br />

neuronas eferentes vestibulares<br />

bilateralmente; posteriormente, con métodos<br />

de inmunocitoquímica, identificaron que las<br />

neuronas eferentes vestibulares se localizan<br />

en la parte rostral del núcleo abducens,<br />

formando una región compacta de células<br />

inmunorreactivas al antisuero contra ChAT<br />

(enzima de síntesis de la acetilcolina),<br />

mientras que las neuronas eferentes<br />

cocleares se localizaron en la oliva superior<br />

lateral. Podemos concluir que, con respecto<br />

a los mamíferos, el origen de las neuronas<br />

eferentes cocleares es la oliva superior, pero<br />

el de las eferentes vestibulares es el núcleo<br />

vestibular lateral y medial ipsi y contralateral,<br />

además de la formación reticular (Rossi y<br />

Cortisina, 1965; Pretch y cols., 1976; Strutz y<br />

cols., 1980; Avrim y Correia, 1982; Carpenter<br />

y cols., 1987).<br />

Las neuronas eferentes vestibulares<br />

en el axolotl hacen contacto directamente<br />

con las células ciliadas de tipo II (Guevara,<br />

1992), como ocurre en todos los anfibios; en<br />

los mamíferos que además tienen células<br />

ciliadas de tipo I, las sinapsis eferentes se<br />

establecen sobre el cáliz de la aferente a<br />

través de una sinapsis axo-dendrítica, y<br />

sobre las células ciliadas de tipo II en forma<br />

de botón; no obstante, en un estudio<br />

contradictorio de Ohno y colaboradores en<br />

1993, se reporta que, en la rata, las<br />

terminales eferentes inervan exclusivamente<br />

los cálices que rodean a las células ciliadas<br />

vestibulares de tipo I, y no inervan a las<br />

células ciliadas de tipo II. Sin embargo, por la<br />

presencia de receptores colinérgicos sobre la<br />

célula ciliada, tendría más sentido la<br />

inervación eferente sobre la célula ciliada tipo<br />

II; además, aunque se ha demostrado que se<br />

expresa el ARNm para el receptor nicotínico<br />

? 9 en los dos tipos de células ciliadas, éste<br />

no se traduce como una proteína funcional<br />

en las células ciliadas de tipo I,<br />

probablemente a través de un control<br />

postranscripcional (Lustig y cols., 1999).<br />

Evidencia de este control postranscripcional<br />

la presentan Maroni y Lisakowsky en 1998,<br />

usando un anticuerpo de cobayo dirigido<br />

contra el receptor nicotínico ? 9, encuentran<br />

inmunorreactividad ? 9 en el polo sináptico<br />

de las células ciliadas de tipo II, pero no en<br />

las células ciliadas de tipo I, tanto en ratón<br />

como en chinchilla.<br />

Existe controversia acerca del tipo de<br />

influencia que ejerce la activación eferente<br />

sobre la descarga aferente. Desde 1965,<br />

Sala reportó que, en el gato, la estimulación<br />

del sistema vestibular eferente produce tanto<br />

disminución como incremento en la<br />

frecuencia de la descarga de las fibras<br />

aferentes.<br />

Goldberg y Fernández, en 1980,<br />

encontraron que la activación eferente<br />

produce facilitación aferente; lo mismo<br />

reportaron Highstein y Baker en 1985. Otros<br />

autores han encontrado que la respuesta de<br />

las aferentes vestibulares ante la<br />

estimulación de la vía eferente es inhibición<br />

(Valli y cols., 1984), o respuestas mixtas<br />

(Bernard y cols., 1985).<br />

Se ha demostrado que el principal<br />

neurotransmisor eferente es la acetilcolina<br />

(Bobbin y Konishi, 1974; Housley y cols.,<br />

1990; Sugai y cols., 1992); ésta actúa sobre<br />

dos tipos de receptores: nicotínicos y<br />

muscarínicos. El efecto mixto reportado en el<br />

sistema vestibular sugiere que ambos tipos<br />

de receptores contribuyen a la señalización<br />

eferente. En el sistema eferente vestibular,<br />

además de la acetilcolina, se coliberan otros<br />

neurotransmisores y neuromoduladores entre<br />

los que destacan el péptido relacionado con<br />

el gen de la calcitonina (CGRP), ATP,<br />

sustancia P, encefalinas, y neuroquinina A.<br />

(Vega y cols., 1991; Aubert y cols., 1995;<br />

Scarfone y cols., 1996; Andrianov y Ryzhova,<br />

1999; Vega, 2000).<br />

9


Hortencia Chávez Oseki<br />

La aplicación de acetilcolina en el<br />

laberinto aislado de la rana produce cambios<br />

facilitatorios e inhibitorios en la descarga de<br />

las aferentes vestibulares, con un<br />

predominante efecto facilitatorio<br />

aparentemente mediado por receptores<br />

muscarínicos, ya que el efecto se bloquea<br />

con atropina y es remedado por muscarina<br />

(Guth y cols., 1986). La estimulación eléctrica<br />

del sistema eferente induce grandes<br />

hiperpolarizaciones en las células ciliadas<br />

saculares de la rana; similares hiperpolarizaciones<br />

se producen por acetilcolina<br />

exógena, y se bloquean por concentraciones<br />

micromolares de d-tubocurarina y concentraciones<br />

milimolares de atropina (Sugai y cols.,<br />

1992). La aplicación directa de acetilcolina<br />

produce pequeños incrementos o<br />

decrementos en la corriente saliente de<br />

potasio en las células ciliadas aisladas de las<br />

crestas de los canales semicirculares de la<br />

rana; algunos de estos efectos son bloqueados<br />

con atropina (Housley y cols., 1990).<br />

Existe evidencia de que el receptor de<br />

acetilcolina de la célula ciliada es un canal<br />

catiónico a través del cual puede entrar<br />

calcio, activando a canales de potasio<br />

cercanos, lo que explicaría el efecto<br />

inhibitorio de la acetilcolina sobre las<br />

aferentes vestibulares (Sugai y cols., 1994;<br />

Guth y cols., 1990; Guth y cols., 1998b). Sin<br />

embargo, también se sabe que la acetilcolina<br />

induce respuestas facilitadoras sobre la<br />

descarga aferente que estarían mediadas por<br />

receptores muscarínicos ubicados sobre la<br />

célula ciliada. Hay evidencia que en los<br />

epitelios coclear y vestibular existe un<br />

sistema de segundos mensajeros IP 3<br />

asociados a receptores muscarínicos,<br />

probablemente del tipo M 1 , ya que la<br />

aplicación de carbacol induce la liberación de<br />

IP 3 que es antagonizada por la aplicación de<br />

atropina (Ogawa y Schacht, 1993); estos<br />

autores discuten que dicha vía de segundos<br />

mensajeros se da por la activación de<br />

receptores muscarínicos y purinérgicos.<br />

Aubert y colaboradores, en 1995,<br />

demostraron la existencia de receptores<br />

purinérgicos P2y en los canales<br />

semicirculares de la rana, y muestran que el<br />

efecto facilitador del carbacol no es afectado<br />

por antagonistas P2y (metabotrópico); sin<br />

embargo, la enzima nucleótido pirofosfatasa<br />

(que usa ATP y NAD como sustrato para<br />

formar AMP), sí disminuye el efecto<br />

facilitador del carbacol, lo que indicaría que el<br />

carbacol y el ATP no funcionan sobre el<br />

mismo receptor.<br />

Histamina<br />

Barger y Dale, en 1910, fueron los primeros<br />

en identificar a la histamina ?2-(4-<br />

imidazolil) etilamina? en los extractos del<br />

cornezuelo (parásito) de las espigas de<br />

centeno, de las cuales se aisló y resultó ser<br />

contaminación del cornezuelo por acción<br />

bacteriana. Posteriormente, Dale y Laidlaw,<br />

en el mismo año, la sometieron a un estudio<br />

farmacológico intensivo y descubrieron sus<br />

efectos contráctiles potentes sobre los<br />

músculos lisos y la acción vasodepresora<br />

intensa; reportaron también que los signos<br />

inmediatos observados en un animal<br />

sensibilizado, cuando se le inyectaba una<br />

proteína normalmente inerte, se parecían<br />

mucho a los de la intoxicación por histamina.<br />

En 1927, Best y colaboradores,<br />

aislaron a la histamina a partir de muestras<br />

frescas de hígado y pulmón, estableciendo<br />

que ésta es un constituyente natural del<br />

organismo; de hecho, el nombre de la<br />

histamina deriva del griego histos, que<br />

significa tejido. Sin embargo, Dale fue<br />

renuente en aceptar que la histamina<br />

endógena pudiera funcionar como molécula<br />

mensajera, liberarse por los tejidos y afectar<br />

la actividad de células blanco, y fue<br />

Felderberg quien claramente demostró que la<br />

histamina se libera de los pulmones durante<br />

la respuesta anafiláctica, y que induce una<br />

marcada broncoconstricción (Felderberg,<br />

1927).<br />

10


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

efectos de agonistas y antagonistas H 1 y H 2<br />

indicaron la existencia de un receptor<br />

diferente. El agonista altamente selectivo R-<br />

alfa metilhistamina y el antagonista<br />

tioperamida definieron claramente al receptor<br />

H 3 (Arrang y cols., 1983, 1987a).<br />

Molécula de histamina y sus derivados.<br />

La síntesis de los primeros<br />

antagonistas para la histamina, las<br />

difenhidraminas, como la mepiramina<br />

(pirilamina), conocidos como antihistamínicos<br />

clásicos, se realizó por Bovet y Staub, en<br />

1936. Estos autores demostraron la<br />

efectividad de tales antagonistas como<br />

protectores en casos de broncoespasmos<br />

provocados por anafilaxia, o al administrar<br />

histamina en cobayos (Hill y cols. 1997). Pero<br />

estos antagonistas no bloquearon<br />

uniformemente todas las acciones de la<br />

histamina, ya que la secreción de ácido<br />

gástrico inducida por la histamina no se<br />

afectó (Ashford y cols., 1949). También se<br />

demostró que el efecto vasodilatodor<br />

producido por la histamina, fue reducido<br />

parcialmente, sugiriéndose que la vasodilatación<br />

se produce por combinación de la<br />

histamina con más de un receptor (Folkow y<br />

cols., 1948). Los efectos mediados por la<br />

histamina y que son bloqueados por los<br />

antihistamínicos clásicos, se consideraron<br />

producidos por la activación del receptor H 1<br />

(Ash y Schild, 1966).<br />

Posteriormente, Black y colaboradores,<br />

en 1972, desarrollaron un antagonista<br />

específico para el receptor H 2 (burimamida)<br />

que reduce la secreción de ácido gástrico,<br />

así como la vasodilatación, acciones ambas<br />

que no son bloqueadas por los antagonistas<br />

H 1 (Tabla 1).<br />

Posteriormente se estableció que se<br />

puede inhibir la síntesis y liberación de la<br />

histamina en cortes de corteza cerebral, y los<br />

Biosíntesis de la histamina<br />

La histamina penetra pobremente la barrera<br />

hematoencefálica, pero puede formarse<br />

localmente en el cerebro, ya que se detectó<br />

la formación en vivo de histamina después de<br />

la administración de su precursor radioactivo<br />

L- histidina (Schwartz y cols., 1991).<br />

La biosíntesis de histamina requiere el<br />

transporte de la L-histidina al interior de la<br />

célula y su descarboxilación por la L-histidina<br />

descarboxilasa, con una constante de<br />

Michaelis (K m ) y una velocidad máxima (V max )<br />

que cambian con el pH y con la fuerza iónica<br />

del medio; a pH 7.0, en buffer estándar, la K m<br />

de la L-histidina es de 0.1 mM, valor cercano<br />

a la concentración plasmática. Esta enzima<br />

es bloqueada irreversiblemente por el<br />

inhibidor ? -fluorometilhistidina (Garbag y<br />

cols., 1980). El transporte de la L-histidina es<br />

saturable y dependiente de energía. El<br />

sistema de transporte en cortes cerebrales y<br />

en sinaptosomas es parcialmente<br />

independiente de Na + y K + , y los análisis<br />

cinéticos revelan la presencia de<br />

componentes de alta y baja afinidad. No hay<br />

evidencia de la presencia de un sistema de<br />

transporte de L-histidina en las neuronas<br />

histaminérgicas (Hegstrand y Simon, 1985).<br />

La L-histidina descarboxilasa se ha<br />

purificado a partir de varios tejidos periféricos<br />

con gran actividad catalítica, y se ha<br />

reportado que, para su activación, se<br />

requiere del fosfato de piridoxal como<br />

cofactor. La L-histidina descarboxilasa<br />

cerebral es similar a la de otros tejidos, pero<br />

la administración del cofactor en extractos<br />

cerebrales no produce una mayor actividad<br />

catalítica de la enzima (Schwartz y<br />

cols.,1991).<br />

11


Hortencia Chávez Oseki<br />

Funciones de la histamina endógena<br />

La histamina desempeña actividades<br />

fisiológicas importantes; es uno de los<br />

mediadores almacenados en las células<br />

cebadas o mastocitos; su liberación como<br />

consecuencia de la interacción del antígeno<br />

con los anticuerpos IgE en la superficie de<br />

dicha célula interviene en las respuestas de<br />

hipersensibilidad inmediata y en las alergias;<br />

tiene acción en el músculo liso de bronquios<br />

y de vasos sanguíneos; interviene, además,<br />

en la regulación de la secreción de ácido<br />

gástrico, y se ha identificado también como<br />

neurotransmisor en el sistema nervioso<br />

central, en donde se han descrito los tres<br />

tipos de receptores para histamina (Babe y<br />

Serafin, 1996).<br />

Receptor para histamina H 1<br />

El mecanismo primario por medio del cual los<br />

receptores H 1 producen la respuesta<br />

funcional en las células, es la activación de la<br />

vía de la fosfolipasa C, a través de una<br />

proteína G que se relaciona probablemente<br />

con la familia G q/11 , aumentando la<br />

acumulación de inositol trifosfato y la<br />

movilización de calcio en muchos tejidos y<br />

tipos celulares (Hill, 1990; Leurs y cols.,<br />

1995b).<br />

La histamina, a través de los<br />

receptores H 1 , puede estimular la actividad<br />

de la sintetasa de óxido nítrico a través de<br />

una vía dependiente de Ca 2+ /calmodulina y<br />

de la posterior activación de la guanilato<br />

ciclasa soluble, en estudios bioquímicos en<br />

células endoteliales cultivadas (Schmidt y<br />

Tabla 1. Receptores a la histamina<br />

Receptor<br />

Mecanismo de<br />

Transducción<br />

Proteína<br />

G<br />

Asociada<br />

Agonistas<br />

Antagonistas<br />

Histamina<br />

H 1<br />

+ fosfolipasa C (G q/11 )<br />

Histamina<br />

H 2<br />

+ Adenilato ciclasa (Gs)<br />

- Fosfolipasa C?<br />

Histamina<br />

- Adenilato<br />

H 3<br />

ciclasa?<br />

(G o )<br />

(G i )<br />

Histamina (1)<br />

2-[3-(trifluorometil)fenilhistamina] (*)<br />

2 tiazolyletilamina (2)<br />

2 piridiletilamina<br />

2 metilhistiamina<br />

Betahistina<br />

Histamina (1)<br />

Amthamina (*)<br />

Dimaprit<br />

Impromidina (2)<br />

Arpromidina (2)<br />

Betahistina<br />

Histamina (1)<br />

R-(? )-metilhistamina<br />

Imetit (*)<br />

Immepip<br />

N ? -metilhistamina (1)<br />

Mepiramina (*)<br />

Clorferinamina<br />

Triprolidina<br />

Temelastina<br />

Difenihidramina<br />

Tripelenamina<br />

Prometazina<br />

Cimetidina(*)<br />

Ranitidina<br />

Tiotidina<br />

Zolantidina<br />

Famotidina<br />

Tioperamida (*)<br />

Clobenpropit<br />

Iodofenpropit<br />

Iodoproxifan<br />

Betahistina<br />

1 No selectivo (*)>potencia agonista (*) K b baja 2 antagonista H 3<br />

Los agonistas y antagonistas para los tres tipos de receptores aparecen en el orden de mayor potencia. Modificado de Hills, y Cols., 1997.<br />

12


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

cols., 1990) y en una preparación de pulmón<br />

aislado de cobayo (Leurs y cols., 1991a),<br />

La estimulación del receptor H 1 en las<br />

células vasculares produce aumento de la<br />

permeabilidad vascular - como resultado de<br />

la contracción de las células endoteliales-,<br />

síntesis de prostaciclinas, síntesis del factor<br />

inhibidor de plaquetas, liberación del factor<br />

von Willebrand y liberación de óxido nítrico.<br />

En la médula adrenal produce liberación de<br />

catecolaminas, y en las células cromafines<br />

induce la liberación de leu-encefalina y<br />

metencefalina (Hill y cols., 1997).<br />

Hill y colaboradores desarrollaron la<br />

? 3 H? mepiramina para el receptor H 1 , la cual<br />

se ha usado exitosamente para detectar a los<br />

receptores H 1 en una gran variedad de<br />

tejidos, entre los que se cuentan al cerebro<br />

de mamíferos, músculo liso de vías<br />

respiratorias, tracto gastrointestinal, sistema<br />

genitourinario y al sistema cardiovascular; sin<br />

embargo, la ? 3 H? mepiramina también se une<br />

a sitios secundarios no H 1 en músculo liso de<br />

intestino (Hill y Young, 1980), o células He-La<br />

(Arias-Montaño y Young, 1993); la quinina se<br />

ha usado para inhibir la unión no específica<br />

en hígado de rata (Liu y cols., 1992); sin<br />

embargo, no todos los sitios de unión<br />

secundarios se pueden inhibir por quinina<br />

(Dickenson y Hill, 1994).<br />

El papel fisiológico de los receptores<br />

H 1 en el sistema nervioso central no está<br />

completamente clarificado. La primera<br />

generación de antagonistas H 1<br />

(antihistamínicos clásicos) estimula y deprime<br />

al sistema nervioso central. A veces con<br />

dosis terapéuticas se produce estimulación<br />

en pacientes, que refieren inquietud y<br />

dificultad para conciliar el sueño, pero el<br />

embotamiento del estado de alerta, tiempos<br />

más lentos de reacción y somnolencia son<br />

las manifestaciones más comunes (Babe y<br />

Serafin,1996). Estos antihistamínicos<br />

clásicos cruzan rápidamente la barrera<br />

hematoecefálica (Schwartzy cols., 1981;<br />

Leurs y cols., 1995b); mientras que los<br />

antagonistas H 1 de la segunda generación<br />

(no sedantes), no atraviezan en grado<br />

apreciable la barrera hematoencéfalica y en<br />

la falta de sedación difieren notablemente de<br />

los antihistamínicos clásicos, lo que podría<br />

tener gran beneficio clínico (Sorkin y Heel,<br />

1985).<br />

Receptor para histamina H 2<br />

El receptor para la histamina H 2 se acopla a<br />

la adenilato ciclasa a través de la familia de<br />

proteínas Gs y estimula la acumulación de<br />

cAMP en varios tejidos, incluido el cerebro<br />

(Hill, 1990; Leurs y cols., 1995b).<br />

La activación de los receptores H 2, a<br />

diferencia de la de los receptores H 1 , inhibe<br />

la liberación del ácido araquidónico (Hill y<br />

cols., 1997).<br />

Las funciones centrales de los<br />

receptores H 2 no han sido bien<br />

caracterizadas; sin embargo, se han<br />

identificado funciones antinociceptivas y en la<br />

secreción de prolactina (Hill y cols., 1997).<br />

Estos receptores tienen un potente<br />

efecto sobre la secreción de ácido gástrico<br />

(Black y Shankley 1985), y la inhibición de<br />

una variedad de funciones dentro del sistema<br />

inmune (Hill 1990). Sobre los basófilos y las<br />

células cebadas, regulan negativamente la<br />

liberación de histamina. En los linfocitos, la<br />

activación de los receptores H 2 inhibe la<br />

síntesis de anticuerpos, la proliferación de las<br />

células T, la citolisis mediada por células y la<br />

producción de citoquinas (Melmon y cols.,<br />

1974; Melmon y Khan 1987). En el SNC, la<br />

activación de los receptores de histamina H 2<br />

disminuye la corriente de potasio<br />

dependiente de calcio en las neuronas<br />

piramidales del hipocampo (Hass y Konnerth<br />

1983).<br />

Receptores para histamina H 3<br />

El receptor H 3 fue descrito inicialmente como<br />

autorreceptor que regula la síntesis y<br />

liberación de histamina en la corteza<br />

13


Hortencia Chávez Oseki<br />

cerebral, cuerpo estriado e hipocampo de<br />

rata (Arrang y cols., 1983, 1987a, 1988a).<br />

Diferencias en la distribución de los<br />

sitios de unión de los receptores H 3 , y en los<br />

niveles de histidina descarboxilasa sugieren<br />

que los receptores H 3 no están confinados a<br />

las neuronas que contienen histamina dentro<br />

del SNC (Arrang y cols., 1987a). Se ha<br />

confirmado que los receptores H 3 participan<br />

también en la regulación de la liberación de<br />

serotonina (Schlicker y cols., 1988),<br />

acetilcolina (Clappham y Kilpatrick, 1992) y<br />

dopamina (Schlicker y cols., 1993) en el<br />

cerebro de mamíferos.<br />

El mecanismo propuesto para los<br />

receptores H 3 es que la histamina, al unirse a<br />

este receptor, activa a una proteína G<br />

llamada Gi que inhibe a la adenilato ciclasa,<br />

impidiendo la formación de AMP cíclico (Hill y<br />

cols., 1997).<br />

Histamina en el sistema nervioso central<br />

Los estudios de lesión realizados por<br />

Garbarg, en 1974, demostraron por primera<br />

vez la existencia de neuronas<br />

histaminérgicas en el cerebro de mamífero;<br />

ésto se confirmó con estudios de<br />

inmunohistoquímica al detectar la enzima de<br />

síntesis, su origen y proyecciones, y se ha<br />

establecido que puede ser liberada por<br />

despolarización y que su liberación es<br />

dependiente de calcio; la recaptura es rápida<br />

y puede modificarse instantáneamente<br />

(Psychoyos, 1978). Se detectó también la<br />

formación in vivo de histamina después de<br />

administrar su precursor radioactivo L-<br />

histidina (White, 1960).<br />

Los cuerpos celulares de las neuronas<br />

histaminérgicas están concentrados en un<br />

área muy pequeña del cerebro: el núcleo<br />

tuberomamilar del hipotálamo posterior<br />

(Figura 4). Se ha encontrado que los<br />

Figura 4. Vías histaminérgicas ascendentes y descendentes que parten del núcleo<br />

tubero mamilar del hipotálamo posterior. AH, área hipotalámica anterior; Cer, cerebelo;<br />

CG, sustancia gris central; CX, corteza cerebral; DR, núcleo dorsal del rafé; f, fornix;<br />

Hip, hipocampo; LS, septum lateral; MD, tálamo mediodorsal; OB, bulbo olfatorio; Sol,<br />

núcleo del tracto solitario; VDB, núcleo de la banda diagonal; VMH, núcleo<br />

hipotalámico ventromedial. Tomado de Schwartz, 1997.<br />

14


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

receptores tipo H 1 se localizan principalmente<br />

en las células piramidales del hipocampo y<br />

en las células de Purkinje del cerebelo<br />

(Schwartz, 1997). El bloqueo de estos<br />

receptores se produce durante la terapia con<br />

algunos antihistamínicos, antipsicóticos y<br />

antidepresivos, y da cuenta de parte de las<br />

propiedades sedantes de estas drogas. En el<br />

cerebro, los receptores tipo H 2 se expresan<br />

de forma abundante en el caudado putamen<br />

y en la corteza cerebral; en menor<br />

concentración se presentan también en las<br />

células piramidales del hipocampo y en las<br />

células granulares del cerebelo (Traiffort y<br />

cols., 1992a). La activación de los receptores<br />

H 2 despolariza a las neuronas piramidales del<br />

hipocampo, vía inhibición de la corriente de<br />

K + dependiente de Ca 2+ (Hass y Konnerth,<br />

1983). Los receptores H 3 son los menos<br />

estudiados; se propone que en el SNC<br />

actúan fundamentalmente como<br />

autorreceptores a nivel presináptico donde,<br />

amén de inhibir la liberación de histamina,<br />

pueden también influir la liberación de otros<br />

neurotransmisores como acetilcolina<br />

(Clappham y Kilpatrick 1992), serotonina<br />

(Schlicker y cols., 1988), y dopamina<br />

(Schlicker y cols., 1993). A nivel periférico<br />

pueden modificar la liberación de<br />

neuropéptidos de las fibras amielínicas de<br />

tipo C (Schwartz, 1997).<br />

Histamina en el sistema vestibular<br />

La histamina y otras sustancias que<br />

contienen imidazol, como la L-histidina, la<br />

carnosina y la hormona liberadora de<br />

tirotropina, aumentan la frecuencia de<br />

descarga de las aferentes de los canales<br />

semicirculares de la rana; la histamina ejerce<br />

este efecto excitador sobre las aferentes<br />

vestibulares con una IC 50 de 100 nM<br />

(Housley y cols., 1988). Un inhibidor<br />

irreversible de la histidina descarboxilasa, la<br />

alfa-fluorometil histidina, produce una<br />

reducción dependiente de la concentración<br />

en la actividad espontánea de las neuronas<br />

aferentes, sugiriendo entonces que la enzima<br />

de síntesis para la histamina se requiere para<br />

la actividad espontánea de las aferentes<br />

vestibulares (Housley y cols., 1988; Guth y<br />

cols., 2000). Cuando se perfunde con bajo<br />

calcio y alto magnesio o bien con 5 mM de<br />

cadmio, iones que reducen la liberación del<br />

neurotransmisor de las células ciliadas, la<br />

histamina no produce su efecto facilitador<br />

(Guth y cols., 2000).<br />

En estudios realizados en el laberinto<br />

de la rana, se ha encontrado que el<br />

antagonista más selectivo para los<br />

receptores H 1 , la pirilamina (10µM) reduce el<br />

efecto excitador de la histamina; también los<br />

antagonistas H 1 , difenhidramina y<br />

tripelenamina disminuyen la frecuencia de<br />

descarga de las aferentes, pero a<br />

concentraciones más altas (100µM); el<br />

agonista H 1, 2-3-trifluorometilfenilhistamina<br />

(HTMT) produce facilitación de las aferentes<br />

vestibulares. Por otra parte, el agonista<br />

selectivo H 2, dimaprit, produce una ligera<br />

facilitación, y la cimetidina, un antagonista H 2 ,<br />

también reduce muy ligeramente la<br />

frecuencia de descarga basal de las<br />

aferentes vestibulares, indicando que los<br />

receptores H 2 no producen un efecto<br />

significativo sobre la actividad de las<br />

aferentes vestibulares. El agonista selectivo<br />

H 3 , R alfa metilhistamina, induce una<br />

facilitación dependiente de la dosis (1-10µM)<br />

de las aferentes de los canales<br />

semicirculares en concentraciones tres<br />

órdenes de magnitud superiores a su Kd, y<br />

dos antagonistas H 3 , tioperamida y<br />

clobenpropit, no producen ningún efecto<br />

sobre la descarga basal de las aferentes en<br />

dosis hasta de 10 µM. El efecto de la<br />

histamina y del HTMT fue antagonizado por<br />

la betahistina y los antagonistas H 1<br />

pirylamina y difenhidramina. En conjunto,<br />

estos resultados indican que la histamina<br />

tiene un papel importante en la<br />

neurotransmisión en los canales<br />

semicirculares, y que los receptores para la<br />

15


Hortencia Chávez Oseki<br />

histamina presentes en las células del<br />

vestíbulo de la rana son predominantemente<br />

del tipo H 1 (Norris y cols., 1988; Housley y<br />

cols., 1988; Guth y cols., 2000).<br />

Los antagonistas muscarínicos<br />

atropina y propilbenzililcolina, reducen el<br />

efecto facilitador de la histamina, al igual que<br />

los antagonistas H 1 reducen el efecto<br />

facilitador del carbacol, sugiriendo que la<br />

histamina puede favorecer la liberación de la<br />

acetilcolina de las fibras eferentes, o bien<br />

activar a los receptores colínérgicos ubicados<br />

en la célula ciliada; sin embargo, en<br />

experimentos de deferentación, el efecto<br />

facilitador de la histamina permanece (Norris<br />

y cols., 1988; Guth y cols., 2000).<br />

Tomoda y colaboradores, en 1997,<br />

reportaron que en las células ciliadas<br />

aisladas de la cresta ampular del cobayo,<br />

existe un aumento significativo en la<br />

concentración de calcio intracelular como<br />

resultado de la aplicación de histamina en<br />

presencia de calcio extracelular; observaron<br />

también que, en ausencia de calcio<br />

extracelular, se produce un ligero incremento<br />

en la concentración de calcio intracelular;<br />

estos autores proponen que esta respuesta<br />

es mediada por receptores H 1 , H 2 y H 3, ya<br />

que antagonistas H 1 (prometazina), H 2<br />

(cimetidina) y H 3 (tioperamida) bloquean<br />

completamente la respuesta de calcio<br />

inducida por la histamina.<br />

Uno de los problemas aún no<br />

aclarados respecto del papel de la histamina<br />

en el sistema vestibular, es el de precisar el<br />

origen de esta sustancia. Parece claro que<br />

existen receptores para histamina en el oído<br />

interno, pero no sabemos de dónde proviene<br />

el ligando endógeno para estos receptores.<br />

Miller y Schwartz, en 1983, demostraron que<br />

la N-acetilhistidina puede liberarse de los<br />

fotorreceptores de los anuros junto con el<br />

glutamato, aspartato, putrescina y<br />

cadaverina. En 1991, Drescher y Drescher,<br />

extrajeron, a través de HPLC, a la N-<br />

acetilhistidina en concentraciones milimolares<br />

en una preparación de capa aislada de<br />

células ciliadas del sáculo de la trucha;<br />

además, obtuvieron glutamato, fosfoserina y<br />

fosfoetanolamina; la fracción del nervio<br />

sacular presentó un espectro diferente de<br />

aminas primarias, en lo que concierne<br />

principalmente a los dipéptidos de la histidina<br />

carnosina y homocarnosina, en una razón de<br />

1:10; en ambos extractos obtuvieron también<br />

histidina. La N-acetilhistidina, en<br />

concentraciones micromolares, produce un<br />

efecto facilitador sobre los canales<br />

semicirculares de la rana (Drescher y<br />

Drescher, 1991). Housley y cols., en 1988,<br />

reportaron que la carnosina produjo<br />

facilitación en las aferentes vestibulares.<br />

Un antisuero que reacciona con<br />

carnosina, homocarnosina y anserina,<br />

produce un intenso inmunomarcaje en las<br />

células ciliadas de los canales semicirculares<br />

de la rana (Panzanelli y cols., 1994).<br />

Existe la posibilidad, entonces, de<br />

que el mediador endógeno no sea la<br />

histamina en sí, sino una sustancia química<br />

cercana como la carnosina o la N-<br />

acetilhistidina, y que los efectos de los<br />

antagonistas H 1 y de la betahistina sobre la<br />

actividad basal se produzcan por<br />

antagonismo de estos análogos endógenos<br />

de la histamina y no con la histamina per se.<br />

Betahistina<br />

La betahistina (N-alfa-metil-2-piridiletilamina),<br />

es un análogo de la histamina.<br />

Evaluada con base en su capacidad para<br />

competir con la mepiramina tritiada en el<br />

cerebelo de cobayo y en cortes de corteza<br />

cerebral de rata se ha reportado que tiene<br />

actividad agonista parcial, débil, sobre el<br />

receptor H 1 (Arrang y cols., 1983, Wang y<br />

Dutia, 1995). También se ha reportado su<br />

acción como agonista parcial, débil, sobre<br />

los receptores H 2 con base en la<br />

acumulación de AMPc estimulada por la<br />

betahistina en cortes de hipocampo, acción<br />

que fue antagonizada con cimetidina (Hill y<br />

16


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

cols., 1997). Asimismo, se ha encontrado<br />

que la betahistina tiene una potente acción<br />

antagonista H 3 , ya que fue capaz de<br />

bloquear completamente y en forma<br />

dependiente de la concentración, la<br />

estimulación de los autorreceptores por la<br />

aplicación de histamina exógena en cortes<br />

de corteza cerebral de rata (Arrang y cols.,<br />

1985).<br />

La betahistina fue introducida como<br />

droga activa en el tratamiento de ciertos<br />

desórdenes vasomotores (Horton y von<br />

Leden, 1962), y desde entonces se ha<br />

usado ampliamente y de manera eficaz en<br />

la clínica en casos de desórdenes<br />

vestibulares centrales y periféricos, en los<br />

que se reporta que la administración de<br />

betahistina reduce significativamente la<br />

incidencia y severidad del vértigo, y produce<br />

una disminución en la incidencia de<br />

náuseas y vómito (Wilmont y Menon, 1976;<br />

Aataa, 1991; Oosterveld, 1984; Kingma,<br />

1997; Gordon y Shupak, 1999; Lamm y<br />

Arnold, 2000). También se ha reportado la<br />

superioridad de la betahistina con respecto<br />

de otras drogas usadas en casos del<br />

síndrome de Mèniere, sobre todo en la<br />

terapia de mantenimiento (Aantaa, 1991), y<br />

su eficacia en casos de vértigo periférico sin<br />

causa establecida (Canti y cols., 1981). Su<br />

efecto clínico se ha atribuido al aumento del<br />

flujo sanguíneo en los sistemas vestibular y<br />

coclear en modelos animales (Martínez,<br />

1972). Se ha reportado que la betahistina<br />

aumenta el flujo sanguíneo regional en<br />

pacientes con enfermedad cerebrovascular<br />

(Meyer y cols., 1974), y que hay una<br />

mejoría de la función mental en pacientes<br />

ancianos, con efectos sedantes mínimos<br />

(Fujino y cols., 1996).<br />

En experimentos con registro<br />

extracelular de neuronas del núcleo<br />

vestibular medial en rebanadas del tallo<br />

cerebral de ratas, la aplicación de histamina<br />

produce una excitación dependiente de la<br />

dosis; la aplicación de la triprolidina,<br />

antagonista H 1 , reduce el efecto excitador<br />

de la histamina en esta preparación y la<br />

betahistina produce una ligera acción<br />

excitatoria; a pesar de su aparente poca<br />

potencia, la betahistina reduce<br />

significativamente el efecto excitador de la<br />

histamina (Horii y cols., 1993). Los efectos<br />

de la betahistina corresponden a la acción<br />

de un agonista parcial H 1 sobre las<br />

neuronas del núcleo vestibular medial,<br />

presumiblemente ocupando sitios<br />

receptores en competencia con la histamina<br />

endógena (Wang y Dutia, 1995).<br />

La ventaja de la betahistina sobre la<br />

histamina en la terapia de vértigo es que la<br />

administración de la histamina es<br />

intravenosa y la duración del efecto es<br />

corta, comparada con la administración oral<br />

y el margen terapéutico amplio de la<br />

betahistina (Aantaa, 1991).<br />

Recientemente se ha observado que<br />

la betahistina produce una disminución de<br />

la frecuencia de descarga de las aferentes<br />

vestibulares en el canal semicircular aislado<br />

de la rana (Botta y cols., 1998). Estudios<br />

farmacocinéticos muestran que, en el<br />

hígado la betahistina se transforma en<br />

aminoetilpiridina (M 1 ), hidroxietilpiridina (M 2 )<br />

y se excreta en la orina como ácido<br />

piridilacético (M 3 ). Estudios en que se ha<br />

probado la acción de los metabolitos de la<br />

betahistina sobre la actividad eléctrica de<br />

las aferentes vestibulares de la rana,<br />

demuestran que la M 1 (1µM), reduce la<br />

frecuencia en la descarga basal de las<br />

aferentes vestibulares sin afectar la<br />

respuesta a estímulos mecánicos; los otros<br />

metabolitos estudiados no tuvieron ningún<br />

efecto (0.1µM a 10mM); estos resultados<br />

indican que, probablemente, la acción<br />

antivértigo de la betahistina está también<br />

presente en su metabolito aminoetilpiridina.<br />

De hecho, se ha propuesto que la acción de<br />

la betahistina estaría dada inicialmente por<br />

este agente y sería sostenida a largo plazo<br />

por su metabolito M 1 (Botta y cols., 2000).<br />

17


Hortencia Chávez Oseki<br />

Figura 5. Esquema del oído interno<br />

del axolotl por su cara ventral. Se<br />

destacan las fibras que inervan a los<br />

canales semicirculares anterior (AC) y<br />

posterior (PC), el utrículo (u), el<br />

sáculo (S), la lagena (L) y la papila<br />

basilar (BP). Para nuestros<br />

experimentos aislamos las ramas<br />

anterior y posterior y registramos de<br />

la rama anterior.<br />

La betahistina inhibe la respuesta<br />

facilitatoria de un agonista específico H 1 , la<br />

R-alfa metilhistamina (Guth y cols., 2000).<br />

JUSTIFICACIÓN<br />

Se desconoce el mecanismo mediante el<br />

cual la betahistina produce sus efectos en la<br />

periferia vestibular, razón por la que<br />

decidimos estudiar su acción sobre la<br />

actividad eléctrica de las neuronas aferentes<br />

vestibulares y sus interacciones con<br />

agonistas y antagonistas de las sinapsis<br />

aferente y eferente.<br />

HIPÓTESIS<br />

Pensamos que la acción de la betahistina es<br />

debida a que activa receptores específicos<br />

ubicados en las fibras eferentes y en las<br />

células ciliadas, modificando la liberación de<br />

acetilcolina de las eferentes, la producción de<br />

óxido nítrico por las células ciliadas y la<br />

liberación del neurotransmisor aferente.<br />

OBJETIVOS<br />

?? Definir la acción y construir la curva<br />

dosis-efecto de la betahistina sobre la<br />

descarga basal y la respuesta a estímulos<br />

mecánicos de las aferentes vestibulares.<br />

receptores colinérgicos con atropina y d-<br />

tubocurarina.<br />

?? Estudiar cómo se modifica el efecto de<br />

agonistas colinérgicos con la aplicación<br />

de betahistina.<br />

?? Estudiar cómo se modifica el efecto de la<br />

betahistina cuando se perfunden<br />

bloqueadores de la sintetasa de óxido<br />

nítrico.<br />

?? Estudiar si la betahistina es capaz de<br />

modificar el efecto de agonistas a<br />

aminoácidos excitadores.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

Animal de experimentación<br />

Se utilizó como animal de experimentación,<br />

el ajolote (Ambystoma tigrinum). Éste es el<br />

estado larvario de la salamandra. Se<br />

eligieron de manera aleatoria, sin considerar<br />

edad ni sexo, y entre 30 y 60 gramos de<br />

peso.<br />

?? Estudiar cómo se modifica el efecto de la<br />

betahistina cuando se bloquean los<br />

18


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

Obtención de la preparación<br />

Para obtener la preparación del oído interno<br />

aislado del axolotl, se decapitó al animal<br />

cortando por delante de las branquias;<br />

posteriormente se separó el maxilar inferior<br />

del superior; de este último se desprendió el<br />

epitelio que cubre el paladar, se identificó el<br />

oído interno por dos zonas blanquecinas a<br />

cada lado de la línea media que<br />

corresponden a los otolitos de los sáculos.<br />

Se resecó la parte ventral de las cápsulas<br />

óticas con un bisturí; la preparación se colocó<br />

en una cámara con solución Ringer para<br />

anfibio para continuar la disección bajo<br />

microscopio estereoscópico (Nikon, SMZ-<br />

10), hasta visualizar las diferentes<br />

estructuras del oído. Se tuvo cuidado en<br />

descubrir las ámpulas de los canales anterior<br />

y lateral, así como las fibras nerviosas de<br />

cada una de ellas. Se disecó el VIII par<br />

craneal en todo su trayecto hasta su entrada<br />

al tallo cerebral, donde se seccionó. Las<br />

fibras provenientes de cada estructura se<br />

separaron, de manera que la rama vestibular<br />

quedó dividida en dos fascículos (Figura 5):<br />

uno proveniente de los canales anterior,<br />

lateral y del utrículo (rama anterior), y el otro<br />

del sáculo, lagena, canal posterior y papila<br />

amphibiorum (rama posterior). La región<br />

ósea que comprende la cápsula ótica se<br />

separó del resto del cráneo y se fijó con un<br />

alfiler a la cámara de registro.<br />

Sustancias utilizadas<br />

La preparación fue perfundida con solución<br />

Ringer para anfibio con la siguiente<br />

composición (en mM): NaCl 111, KCl 2.5,<br />

MgCl 2 1, CaCl 2 1.8, Hepes 5 y Glucosa 10.<br />

Figura 6. Montaje de la preparación del vestíbulo aislado para la estimulación mecánica<br />

en una plataforma rotatoria. La preparación se sometió a aceleraciones sinusoidales por<br />

medio de un motor con servomecanismo cuya velocidad y características de giro fueron<br />

controladas por un generador de funciones. En la plataforma se montó el amplificador, los<br />

manipuladores, el electrodo de succión y el sistema de aplicación de drogas. Una vez<br />

amplificada, la señal fue llevada por medio de un conector rotatorio a un osciloscopio, a<br />

un discriminador de ventana y a una computadora para su análisis.<br />

19


Hortencia Chávez Oseki<br />

En algunos experimentos la preparación fue<br />

perfundida con solución Ringer con bajo<br />

calcio y alto magnesio (0.09 y 10 mM<br />

respectivamente). El pH de la solución se<br />

ajustó a 7.4 usando NaOH. La osmolaridad<br />

de la solución fue de 240 mosm.<br />

Los fármacos utilizados en esta<br />

preparación fueron diclorhidrato de<br />

betahistina (Formenti, Italia), cloruro de<br />

carbamilcolina (carbacol), cloruro de d-<br />

tubocurarina, sulfato de atropina, N?-nitro-Larginina<br />

(L-NOARG), ácido kaínico, ácido<br />

quiscuálico, L-argininina y glicina (Sigma<br />

Chemical Co. USA).<br />

Aplicación de las drogas<br />

La preparación se colocó en una cámara de<br />

registro con un volumen de 2 ml, y fue<br />

perfundida con la solución Ringer con un flujo<br />

de 1 ml por minuto, excepto durante la<br />

estimulación mecánica. El carbacol, el ácido<br />

kaínico y el ácido quiscuálico se aplicaron por<br />

microperfusión, 20 µl cada vez, a través de<br />

una micropipeta que se conectó a una jeringa<br />

Hamilton. La punta de la micropipeta se<br />

colocó en la cercanía de la sinapsis y la<br />

droga se expulsó por presión. Esta técnica<br />

tiene la ventaja de permitir aumentos<br />

momentáneos en la concentración del<br />

fármaco, sin embargo, impide conocer la<br />

concentración final de la droga porque la<br />

concentración inicial decae rápidamente de<br />

manera exponencial. En este trabajo todas<br />

las concentraciones se expresan como la<br />

concentración originalmente contenida en la<br />

pipeta. Los demás fármacos se aplicaron por<br />

perfusión en el baño.<br />

Estimulación mecánica<br />

Para la estimulación mecánica, la cámara de<br />

registro, los manipuladores y el amplificador<br />

se colocaron sobre una plataforma rotatoria<br />

construida con dos placas de acrílico<br />

montadas sobre un servomotor (figura 6)<br />

Aerotech, modelo 49179. La aceleración del<br />

motor fue controlada por un generador de<br />

funciones (Hewlett-Packard modelo, 8904A),<br />

cuya señal pasó previamente por un<br />

amplificador de corriente que sirvió para<br />

alimentar el motor. La señal de comando del<br />

generador de funciones y la salida del<br />

tacómetro del motor se visualizaron en la<br />

pantalla de un osciloscopio (Textronix, 2216).<br />

La salida del tacómetro se llevó, además, a<br />

un amplificador de AC (P15D, Grass) y, de<br />

ahí, a un convertidor analógico digital de 12<br />

bits (MBC metrabyte DAS-16). Se digitalizó la<br />

señal a la frecuencia establecida por el bin de<br />

conteo en el programa de análisis de<br />

espigas. La señal del tacómetro se usó para<br />

correlacionar la amplitud y fase de la<br />

respuesta en función de la amplitud y<br />

frecuencia del estímulo mecánico.<br />

La preparación se estimuló con<br />

aceleraciones sinusoidales a una frecuencia<br />

de 0.2 Hz y con una aceleración angular pico<br />

de 440 grados/seg. En estos experimentos<br />

fue importante lograr que el canal<br />

semicircular lateral quedara ubicado en el<br />

plano horizontal, de manera que las<br />

aceleraciones de la plataforma fueran un<br />

estímulo ideal para el canal del cual<br />

registramos. Estos experimentos se<br />

diseñaron de forma tal que el desplazamiento<br />

(rotación) de la plataforma de registro, sería<br />

equivalente a una flexión lateral del cuello del<br />

axolotl.<br />

Técnica de registro<br />

La actividad eléctrica de las fibras aferentes<br />

vestibulares se registró usando un electrodo<br />

de succión (A-M Systems), cuya punta se<br />

llenó con solución Ringer hasta hacer<br />

contacto con un alambre de plata clorurada<br />

que se encuentra en el interior del electrodo.<br />

Mediante un manipulador se afrontó el<br />

electrodo al extremo libre del nervio y se<br />

succionó aplicando presión negativa; de esta<br />

manera se forma un sello de alta resistencia<br />

eléctrica entre el interior y el exterior del<br />

electrodo, lo que determina que se puedan<br />

registrar las variaciones de voltaje del nervio.<br />

20


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

Esta técnica permite mantener registros<br />

estables durante varias horas. El electrodo<br />

de succión se conectó a una amplificador AC<br />

(Grass, P-15) y, a través de un conector<br />

rotatorio, se llevó a un osciloscopio<br />

(Textronix, 2216) y un discriminador de<br />

ventana (WPI, 121). La salida del<br />

discriminador de ventana se llevó a una<br />

computadora en la que, mediante un<br />

programa específico de análisis desarrollado<br />

en nuestro laboratorio, se construyeron las<br />

gráficas de frecuencia de descarga de las<br />

fibras aferentes (Soto y Vega, 1987).<br />

Protocolo experimental<br />

En todos los experimentos se hizo un registro<br />

control antes de cualquier manipulación<br />

farmacológica; este control consistió en el<br />

registro de la descarga basal durante un<br />

minuto y, posteriormente, la respuesta a 7<br />

ciclos de estimulación sinusoidal con una<br />

frecuencia de 0.2 Hz. Se realizaron también<br />

controles para verificar que la perfusión no<br />

produjera por sí misma ningún tipo de<br />

respuesta mecánica con cambio ostensible<br />

en la actividad de las neuronas aferentes<br />

vestibulares.<br />

Análisis estadístico<br />

Para el análisis de los resultados, el registro<br />

de la actividad eléctrica de las aferentes<br />

vestibulares se llevó a un discriminador de<br />

ventana y de ahí a una computadora para su<br />

procesamiento en forma de gráficas de<br />

frecuencia en función del tiempo (Soto y<br />

Vega, 1987). Para analizar el efecto<br />

producido por una droga, tanto sobre la<br />

descarga basal como sobre la respuesta a<br />

estímulos mecánicos, se utilizó la prueba<br />

estadística no paramétrica U de Mann<br />

Whitney (Soto y cols., 1989). Para comparar<br />

los efectos de una droga entre varios<br />

registros de la actividad basal, los resultados<br />

se normalizaron como porcentaje con<br />

respecto al control. En la respuesta a la<br />

estimulación mecánica se midió el tamaño de<br />

5 picos y se obtuvo la media.<br />

A<br />

Control<br />

B<br />

% Descarga Control<br />

125<br />

100<br />

75<br />

50<br />

25<br />

Betahistina1 mM<br />

evocada<br />

basal<br />

0.01 0.1 1 10<br />

Log [betahistina] mM<br />

30 s<br />

100 ips<br />

Figura 7. En A, gráfica de frecuencia<br />

en función del tiempo que muestra la<br />

acción típica de la betahistina. La<br />

perfusión de la betahistina decrementa<br />

la descarga basal y la respuesta<br />

producida por los estímulos mecánicos.<br />

Los registros muestran el control, la<br />

descarga basal y la evocada los 5 y 10<br />

min. de perfusión de la betahistina. Las<br />

barras grises corresponden a los<br />

periodos de estimulación mecánica<br />

(ips= impulsos por segundo). En B, la<br />

curva dosis-efecto de la acción de la<br />

betahistina sobre la descarga basal y la<br />

evocada mecánicamente en las<br />

aferentes de los canales semicirculares.<br />

La curva se construyó con<br />

base en los registros a los 10 min de<br />

perfusión de la betahistina. Cada punto<br />

representa la media ± el error estándar<br />

de cuando menos 5 experimentos.<br />

21


Hortencia Chávez Oseki<br />

RESULTADOS<br />

Se registró la actividad basal y la respuesta a<br />

estímulos mecánicos de las aferentes<br />

vestibulares en un total de 149 experimentos.<br />

Betahistina<br />

La betahistina (BH) se probó inicialmente<br />

aplicándola por microperfusión 20 µl en<br />

concentraciones de 100 µM (n=2), 0.1 mM<br />

(n=2), 1 mM (n=2) y 10 mM (n=2). En<br />

ninguna de estas concentraciones se<br />

encontró un efecto significativo.<br />

Posteriormente, aplicamos la droga<br />

perfundiendo la preparación con una<br />

concentración de 100 µM; en este caso<br />

observamos una disminución de la frecuencia<br />

en la descarga basal y de la respuesta a los<br />

estímulos mecánicos de las aferentes de los<br />

canales semicirculares. Con base en este<br />

resultado, y considerando el curso temporal<br />

de la acción de la betahistina, se decidió que,<br />

en adelante se tomarían registros de la<br />

actividad eléctrica de las aferentes<br />

vestibulares luego de 1, 5 y 10 minutos de<br />

perfusión de la droga. Perfundimos a la<br />

betahistina por sustitución en el baño en<br />

concentraciones de 0.01 a 10 mM (n=32) y<br />

observamos una disminución en la frecuencia<br />

de la descarga basal y, en menor proporción,<br />

en la respuesta a estímulos mecánicos de las<br />

aferentes de los canales semicirculares.<br />

Encontramos que el efecto inhibitorio de la<br />

betahistina es dependiente del tiempo de<br />

perfusión y de la concentración. En todos los<br />

casos el efecto de la betahistina fue<br />

reversible con el lavado. En estas<br />

concentraciones, la betahistina inhibió la<br />

descarga basal de las neuronas aferentes de<br />

los canales semicirculares vestibulares con<br />

una IC 50 de 600µM y produjo una inhibición<br />

de la respuesta a estímulos mecánicanicos<br />

con una IC 50 de 10 mM a los 10 minutos de<br />

perfusión (Figura 7B). Cabe destacar que, a<br />

la concentración más baja (0.01 mM), el<br />

efecto de la betahistina sobre la actividad<br />

basal mostró una excitación y no una<br />

Control<br />

d-T 10 µM, 10 min<br />

BH + d-T<br />

Lavado 35 min<br />

50 ips<br />

Exp 355<br />

1 min<br />

Figura 8. Registros de la descarga en reposo y ante la estimulación mecánica de las<br />

neuronas aferentes de los canales semicirculares. La aplicación de d-tubocurarina (d-T) 10<br />

µM no produce un efecto por sí misma La aplicación de la betahistina 1 mM en presencia<br />

de la d-T produce un efecto inhibidor semejante al que se presenta en la condición control.<br />

22


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

inhibición (Figura 7B). En la figura 7A se<br />

observa un registro de la actividad eléctrica<br />

de las aferentes vestibulares, en el que la<br />

betahistina 1mM disminuyó tanto la actividad<br />

espontánea como la respuesta a estímulos<br />

mecánicos; su efecto revirtió a los 20 minutos<br />

de lavado.<br />

Atropina, d-tubocurarina y betahistina<br />

Las concentraciones utilizadas de los<br />

antagonistas colinérgicos se eligieron con<br />

base en un reporte de la literatura que indica<br />

que, con estas concentraciones, se bloquean<br />

completamente los receptores tanto<br />

muscarínicos como nicotínicos (Sugai, y<br />

cols., 1992).<br />

Perfundimos atropina 10 ?M por<br />

sustitución en el baño y no observamos<br />

ningún cambio significativo en la descarga<br />

basal de las aferentes vestibulares (n=18).<br />

Perfundimos d-tubocurarina (d-T) 10<br />

?M por sustitución en el baño y tampoco se<br />

modificó ostensiblemente la actividad<br />

eléctrica basal de las neuronas aferentes de<br />

los canales semicirculares (n=18).<br />

Posteriormente estudiamos la<br />

interacción entre estos antagonistas<br />

muscarínicos y nicotínicos con la betahistina.<br />

Después del registro control, perfundimos<br />

durante 10 minutos atropina 10 µM, luego de<br />

este tiempo registramos la actividad eléctrica<br />

de las aferentes vestibulares; posteriormente<br />

el Ringer de la cámara fue sustituido por otro<br />

que contenía atropina 10 µM más betahistina<br />

1 mM (n=3); el efecto de la betahistina<br />

permaneció como en el control.<br />

Se sustituyó en el baño a la d-<br />

tubocurarina 10 µM y se perfundió durante 10<br />

minutos, añadiendo al Ringer la betahistina<br />

1mM ( n=3); observamos que el efecto de la<br />

betahistina se mantiene como en el control.<br />

Los antagonistas colinérgicos no produjeron<br />

cambios significativos en el efecto de la<br />

betahistina. En la figura 8 se muestra el<br />

registro de la frecuencia de descarga de las<br />

neuronas aferentes de los canales<br />

semicirculares; en donde se observa que no<br />

se modifica la actividad basal ni la respuesta<br />

a estímulos mecánicos después de 10<br />

minutos de perfusión de d-tubocurarina 10<br />

µM, con respecto al control; sin embargo, al<br />

añadir betahistina durante 10 minutos, se<br />

observa el efecto inhibitorio igual que en el<br />

control.<br />

Betahistina 1 mM<br />

Carbacol 200 µM Carbacol 200 µM<br />

20 ips<br />

1 min<br />

Figura 9. Interacción entre betahistina y carbacol. La aplicación de betahistina inhibe el<br />

efecto excitador del carbacol (n=5) en un 30%. Este efecto inhibidor de la betahistina<br />

sobre las respuestas provocadas por el carbacol puede deberse a una acción pre o<br />

postsináptica de la betahistina.<br />

23


Hortencia Chávez Oseki<br />

Carbacol<br />

Con el fín de estudiar aún más las posibles<br />

interacciones de la betahistina con los<br />

receptores colinérgicos, decidimos usar el<br />

carbacol. Probamos el efecto del carbacol<br />

sobre la actividad eléctrica de las aferentes<br />

vestibulares y lo aplicamos por<br />

microperfusión 20 µl cada vez, en un rango<br />

entre 10 y 300 µM (n=20); no tuvo un efecto<br />

significativo sobre la respuesta a estímulos<br />

mecánicos; en contraste, produjo un<br />

incremento de larga duración (3-5 minutos)<br />

en la descarga basal de las neuronas<br />

aferentes de los canales semicirculares. El<br />

efecto del carbacol en las concentraciones<br />

usadas fue independiente de la<br />

concentración (se obtuvo prácticamente el<br />

mismo efecto a todas las dosis).<br />

Carbacol y betahistina<br />

Con el fin de definir si existe alguna forma de<br />

interacción entre los receptores a histamina y<br />

los mecanismos que median la respuesta a la<br />

acetilcolina, decidimos perfundir la<br />

preparación con betahistina 1 mM durante 10<br />

minutos. Una vez que se ha desarrollado el<br />

efecto inhibidor de la betahistina, se aplicó<br />

por microperfusión carbacol 200 µM (n=5).<br />

Decidimos usar esta concentración de<br />

carbacol porque está reportado que produce<br />

una activación inespecífica de receptores<br />

tanto muscarínicos, como nicotínicos (Guth y<br />

cols., 1986).<br />

La betahistina redujo la acción<br />

excitatoria del carbacol en un 30 ? 3.4 % con<br />

respecto al control, sin modificar<br />

significativamente su curso temporal (figura<br />

9).<br />

L-NOARG y betahistina<br />

Para estudiar si la acción de la betahistina<br />

sobre la descarga del nervio aferente está<br />

relacionada con la generación de óxido<br />

nítrico, perfundimos durante 10 minutos, un<br />

antagonista de la sintetasa de óxido nítrico<br />

(L-NOARG) en una concentración de 3 µM.<br />

La concentración de 3 µM se eligió<br />

considerando la IC 50 de este agente, del que<br />

previamente hemos estudiado su acción<br />

sobre la descarga de las aferentes de los<br />

canales semicirculares (Flores y cols., 1996).<br />

El L-NOARG produjo una disminución del 19<br />

? 4.4% en la descarga basal y de 11.2 ?<br />

4.4% en la respuesta a estímulos mecánicos<br />

(n=5); posteriormente, al Ringer con L-<br />

NOARG se añadió betahistina 1 mM (n=5). El<br />

efecto inhibidor de la betahistina se mantiene<br />

Control L-NOARG L-NOARG + BH<br />

25 ips<br />

30 s<br />

Figura 10. La administración previa de L-NOARG no modifica el efecto inhibitorio de la<br />

betahistina. La figura muestra la actividad control, la actividad eléctrica después de 10<br />

minutos de perfusión de L-NOARG 3 µM y el registro después de 10 minutos de añadir<br />

betahistina 1 µM. Las barras grises representan los periodos de la estimulación mecánica.<br />

24


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

como en el control (tabla 2). En el caso de la<br />

perfusión con L-NOARG, el efecto de la<br />

betahistina no se elimina completamente,<br />

aún después de 60 minutos de lavado. En la<br />

Figura 10, se muestran tres registros<br />

consecutivos en los que se observa el efecto<br />

del L-NOARG 3 µM y después el efecto<br />

de las aferentes vestibulares. Posteriormente<br />

se adicionó L-arginina (1 µM; n=4) al Ringer<br />

normal por perfusión en el baño y no se<br />

modificó la descarga basal de las neuronas<br />

aferentes vestibulares. Medimos el pH de la<br />

solución Ringer al adicionar la L-arginina,<br />

obteniéndose un valor de 7.38. Es importante<br />

Tabla 2. Efectos de la betahistina (BH) y L-NOARG sobre las aferentes vestibulares<br />

Ringer normal n basal provocada<br />

L-NOARG, 3 µM 5 19 ? 4.4 % 11.2 ? 4.4 %<br />

BH, 1 mM 5 43 ? 8.8 % 28.2 ? 5.5. %<br />

BH después de L-NOARG 5 46 ? 9.2 % 30.8 ? 8.2 %<br />

Ringer con glicina y L-arginina<br />

L-NOARG, 3 µM 4 37.3 ? 11.2 % 17 ? 4.7 %<br />

BH, 1 mM 4 45.3 ? 6.2 % 29.8 ?4.7 %<br />

BH después de L-NOARG 4 46 ? 6.9 % 26 ? 6.8 %<br />

inhibitorio de la betahistina 1 µM que<br />

permanece como en el control.<br />

Con el fin de analizar con mayor<br />

detalle la posible influencia sobre la<br />

producción de NO, decidimos estudiar el<br />

efecto de la L-arginina, que es el sustrato<br />

natural para la NOS, y que tiene un efecto<br />

excitatorio sobre la actividad en reposo de las<br />

neuronas del estatocisto del calamar y la jibia<br />

(Tu y Budelmann, 1999). En nuestra<br />

preparación, la L-arginina se administró<br />

inicialmente por microperfusión 1; n=2, 10;<br />

n=2 y 100 ?M; n=2, y 10 mM (n=2,), y no se<br />

considerar el hecho de que la solución Ringer<br />

no cambie el pH después de administrar al<br />

aminoácido L-arginina.<br />

Se ha reportado que la glicina es un<br />

coagonista de los receptores NMDA en el<br />

sistema nervioso central y en el oído interno<br />

(Johnson y Ascher, 1987; Soto y cols., 1994).<br />

Al perfundir glicina 1 ?M, n=4, no se modifica<br />

la descarga basal de las neuronas aferentes<br />

vestibulares. Encontramos que la perfusión<br />

de la preparación con una solución Ringer a<br />

la cual se ha adicionado L-arginina 1 µM y<br />

glicina 1 µM presenta una actividad más<br />

Tabla 3. Efecto de la BH sobre el efecto excitador del KA<br />

BH ?M?<br />

% de disminución del efecto excitatorio n<br />

del KA 10 µM<br />

1x10 -3 45.5 ? 9.8% 4<br />

1x10 -2 67.5 ? 2.5% 2<br />

observaron cambios en la actividad basal de<br />

las aferentes vestibulares; después se aplicó<br />

por perfusion en el baño en concentraciones<br />

de 100?M; n=2 y 10 mM; n=2; en la<br />

concentración más alta se observó un<br />

aumento en la frecuencia de descarga basal<br />

estable a lo largo del tiempo. Curiosamente,<br />

en estas condiciones, y a pesar de la falta de<br />

un efecto excitador evidente de la L-arginina,<br />

la aplicación de L-NOARG 3 µM produce un<br />

efecto inhibidor mayor de un 18 % en la<br />

actividad basal y de 5.8 % en la respuesta a<br />

25


Hortencia Chávez Oseki<br />

Betahistina 1 mM<br />

KA<br />

KA<br />

50 ips<br />

Figura 11. Interacciones entre la betahistina y el ácido kainico (KA). En la figura observamos<br />

la respuesta control de las aferentes de los canales semicirculares a la aplicación de 20 µl<br />

de KA 10 µM y, después, la disminución del efecto del KA luego de 10 minutos de perfusión<br />

con betahistina 1 mM.<br />

30 s<br />

estímulos mecánicos con respecto al que se<br />

produce en Ringer normal. En estas<br />

condiciones, el efecto inhibidor de la<br />

betahistina sobre la actividad eléctrica de las<br />

aferentes vestibulares se mantiene como en<br />

el control (tabla 2).<br />

Acido kaínico y betahistina<br />

Se aplicó por microperfusión 20 µl de<br />

ácido kaínico (KA) 10 ?M (n=4); y<br />

QA 1 µM<br />

20 IPS<br />

1 min<br />

Figura 12. Interacción de la betahistina con el ácido quiscuálico (QA) en Ringer con bajo<br />

calcio y alto magnesio. En la figura se observa la disminución (55 %) en el efecto<br />

excitador del QA después de 10 minutos de perfusión de betahistina 1 mM (trazo en gris),<br />

con respecto al control (trazo en negro).<br />

26


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

observamos que induce un fuerte efecto<br />

excitatorio en la descarga basal de las<br />

neuronas aferentes de los canales<br />

semicirculares. La perfusión en el baño<br />

durante 10 minutos de betahistina 1 mM<br />

(n=4), reduce el efecto excitatorio del ácido<br />

kaínico (10 ?M) en un 45.5 ? 9.8% con<br />

respecto al control.Probamos también la<br />

concentración de la BH 10 mM (n=2) por<br />

perfusión en el baño durante 10 minutos;<br />

esta concentración reduce el efecto<br />

excitatorio del ácido kaínico (10 ?M) en un<br />

67.5?2.5%) con respecto al control (tabla 3).<br />

En la figura 11, se muestra el registro<br />

de la frecuencia de descarga de las aferentes<br />

vestibulares; en donde se observa la<br />

disminución del efecto de la microperfusión<br />

del ácido kaínico 10 ?M después de 10<br />

minutos de perfusión de betahistina 1 mM.<br />

Acido quiscuálico y betahistina<br />

El ácido quiscuálico (QA), se aplicó a nuestra<br />

preparación (20 ?l por microperfusión) 1 ?M<br />

(n=5); este indujo un efecto excitatorio sobre<br />

la descarga basal de las aferentes de los<br />

canales semicirculares; cuando se perfundió<br />

en el baño a la betahistina 1 mM, el efecto<br />

excitatorio del ácido quiscuálico disminuyó en<br />

un 39.7 ?.1.8% con respecto al control.<br />

Con el fin de definir si el efecto<br />

inhibidor de la betahistina sobre las<br />

respuestas provocadas por el ácido<br />

quiscuálico se produce a nivel postsináptico,<br />

bloqueamos la liberación del neurotransmisor<br />

aferente perfundiendo la preparación con<br />

Ringer con bajo Ca y alto Mg (0.09 y 10 mM<br />

respectivamente) en estas condiciones como<br />

se ha reportado previamente en nuestro<br />

laboratorio (Pérez y cols, 1993), la actividad<br />

basal y la respuesta a estímulos mecánicos<br />

desaparece. La microperfusión con ácido<br />

quiscuálico (1 ?M, n=13) produce una<br />

respuesta excitatoria muy poderosa de las<br />

neuronas aferentes vestibulares (Figura 12) .<br />

Cuando perfundimos a la betahistina (0.001-<br />

10 mM), el efecto excitador del ácido<br />

quiscuálico 1 µM disminuye de manera<br />

dependiente de la concentración de<br />

betahistina (tabla 4).<br />

En la figura 12, podemos ver un<br />

registro de la actividad eléctrica de las<br />

aferentes vestibulares estimuladas por la<br />

aplicación de ácido quiscuálico 1 µM, en<br />

Ringer con bajo calcio y alto magnesio, antes<br />

y después de la perfusión de betahistina 1<br />

mM.<br />

Cabe destacar que el efecto inhibidor<br />

de la betahistina sobre la respuesta<br />

provocada por el ácido quiscuálico cuando<br />

se ha bloqueado la liberación de<br />

neurotransmisor produce una curva<br />

concentración efecto que es paralela a la<br />

curva de inhibición de la respuesta a<br />

estímulos mecánicos producida por la<br />

betahistina (Figura 13). Este hecho apunta<br />

claramente a un efecto del tipo de<br />

antagonismo competitivo.<br />

DISCUSIÓN<br />

Probamos varias hipótesis en relación con el<br />

mecanismo de acción de la betahistina en la<br />

periferia vestibular. La betahistina produce un<br />

efecto inhibitorio significativo sobre la<br />

descarga basal de las neuronas aferentes<br />

vestibulares, como ha sido reportado<br />

previamente (Botta y cols., 1998). También<br />

establecimos que la betahistina ejerce un<br />

ligero efecto inhibitorio sobre la respuesta a<br />

estímulos mecánicos. El efecto inhibitorio de<br />

la betahistina se observó después de que la<br />

droga estuvo en contacto con la preparación<br />

algunos minutos (5-10 minutos). La baja<br />

potencia y la latencia de sus efectos apuntan<br />

hacia el hecho de que la betahistina tiene<br />

una acción compleja, involucrando<br />

probablemente a segundos mensajeros.<br />

27


Hortencia Chávez Oseki<br />

% de la respuesta control<br />

125<br />

100<br />

75<br />

50<br />

25<br />

evocada<br />

basal<br />

BH + QA<br />

0.01 0.1 1 10<br />

Log [betahistina] mM<br />

Figura 13. Efecto inhibitorio de la betahistina sobre el efecto evocado por el ácido<br />

quiscuálico en Ringer con bajo calcio y alto magnesio. La curva dosis efecto de la<br />

betahistina sobre el QA (1 µM) tiene una cinética muy similar a la curva de inhibición de la<br />

respuesta evocada mecánicamente producida por la betahistina (cada punto en la gráfica<br />

corresponde a 3 experimentos, excepto a la dosis de 0.1 mM en donde son 4 experimentos.<br />

Resultados previos de inmunohistoquímica<br />

en nuestro laboratorio indican que el<br />

óxido nítrico es producido por las células<br />

ciliadas, y que la producción de NO se da<br />

bajo la influencia de las fibras eferentes<br />

(Flores y cols., 1996). También se ha<br />

postulado que la producción de NO de las<br />

células ciliadas pueda ser modulada a<br />

través de un autorreceptor para el<br />

neurotransmisor aferente ( Prigioni y cols.,<br />

1990; Guth y cols., 1998b). El óxido nítrico<br />

generado a nivel de las células ciliadas<br />

podría afectar tanto a las neuronas aferentes<br />

como a las eferentes, además de participar<br />

en la regulación del flujo sanguíneo en el<br />

oído interno en el axolotl (Flores y cols.,<br />

1996).<br />

Reportes previos han propuesto la<br />

hipótesis de que la acción periférica de la<br />

betahistina está dada por un aumento en la<br />

microcirculación local en el laberinto<br />

(Martínez, 1972). Usando flujometría<br />

Doppler, se ha demostrado que la betahistina<br />

aumenta el flujo sanguíneo vestibular en el<br />

ámpula del canal posterior del cobayo<br />

(Dziadzola y cols., 1999).<br />

Nosotros estudiamos los efectos de la<br />

betahistina en presencia de un antagonista<br />

de la NOS, el L-NOARG. La hipótesis a<br />

probar fue que la betahistina podría modular<br />

la producción de NO en el oído interno y,<br />

consecuentemente, inducir una modificación<br />

local del flujo sanguíneo. Nuestros resultados<br />

indican que el bloqueo de la NOS no modifica<br />

significativamente la acción de la betahistina<br />

sobre la descarga eléctrica de las neuronas<br />

afererentes de los canales semicirculares,<br />

por lo que podríamos considerar que, en lo<br />

28


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

que respecta a la actividad eléctrica, la<br />

betahistina no tiene influencia sobre la vía de<br />

producción del NO. En nuestra preparación in<br />

vitro no hay flujo sanguíneo, por lo que la<br />

evaluación de las acciones del óxido nítrico<br />

en este trabajo se basa exclusivamente en la<br />

actividad eléctrica de las neuronas aferentes.<br />

La probabilidad de que fuentes de NO que no<br />

son capaces de influenciar la descarga de las<br />

neuronas aferentes vestibulares podrían ser<br />

afectadas por la betahistina y mediar algunos<br />

de sus efectos clínicos permanece abierta.<br />

De hecho, se ha descrito que la vasculatura<br />

de la región de células oscuras de la cresta<br />

ampular del cobayo está inervada por fibras<br />

trigeminales que constituyen un sistema para<br />

las respuestas vasadilatadoras no<br />

relacionadas con la inervación del VIII par en<br />

la periferia vestibular (Vass y cols., 1998).<br />

Se ha reportado, en estudios<br />

bioquímicos, que la histamina, a través de los<br />

receptores H 1, estimula la actividad de la<br />

sintetasa de óxido nítrico en células<br />

endoteliales cultivadas, (Schmidt y cols.,<br />

1990); y en muestras de tejido pulmonar<br />

(Leurs y cols., 1991a).<br />

En el vestíbulo de la rana se ha<br />

demostrado la presencia de receptores H 1 ,<br />

así como la inhibición dependiente de la<br />

dosis del efecto facilitador de la histamina al<br />

aplicar betahistina (Guth y cols., 2000).<br />

Nuestros resultados indican que el bloqueo<br />

de la NOS con L-NOARG no modifica el<br />

efecto de la betahistina, ya que de ser éste el<br />

mecanismo de acción, no esperaríamos el<br />

efecto inhibitorio de la betahistina.<br />

También nos planteamos la hipótesis<br />

de que la betahistina podría modificar la<br />

liberación del neurotransmisor eferente, y de<br />

esta manera modificar la entrada sensorial<br />

vestibular al sistema nervioso central.<br />

Estudiamos la interacción entre antagonistas<br />

muscarínicos y nicotínicos con la betahistina;<br />

el hecho de que tales antagonistas no<br />

modifiquen el efecto inhibitorio de la<br />

betahistina implica que esta droga no es<br />

capaz de inducir la liberación de acetilcolina<br />

de los axones eferentes seccionados en<br />

nuestra preparación del oído aislado. En<br />

estos experimentos, la influencia de otras<br />

sustancias además de la ACh, que pueden<br />

liberarse de las terminales eferentes, no fue<br />

analizada, como el péptido relacionado con el<br />

gen de la calcitonina (CGRP) que se ha<br />

reportado que induce facilitación de las<br />

aferentes en el órgano de la línea lateral<br />

(Adams, y cols., 1987; Bailey y Sewell, 2000);<br />

péptidos opioides, principalmente agonistas<br />

del receptor kappa que disminuyen la<br />

frecuencia de descarga de las aferentes de<br />

los canales semicirculares del axolotl (Vega,<br />

2000), y la leu-encefalina que también<br />

disminuye la frecuencia de descarga de las<br />

aferentes vestibulares de la rana (Andrianov<br />

y Rhizova, 1999).<br />

Se ha sugerido que la histamina<br />

podría favorecer la liberación de acetilcolina<br />

de las fibras eferentes, o activar a los<br />

receptores colinérgicos (Housley y cols.,<br />

1998). Nosotros demostramos que el bloqueo<br />

de los receptores colinérgicos, nicotínicos y<br />

muscarínicos con d-tubocurarina y atropina,<br />

respectivamente, no modifica el efecto de la<br />

betahistina; más bien encontramos que la<br />

betahistina bloquea la respuesta excitadora<br />

inducida por el agonista colinérgico<br />

inespecífico, carbacol. Estos hechos sugieren<br />

que la betahistina pudiera actuar sobre la<br />

célula ciliada en lugares diferentes de los<br />

receptores colinérgicos, pero que afectan la<br />

activación de éstos. Permanece entonces<br />

abierta la posibilidad de alguna interacción<br />

indirecta entre los receptores de histamina y<br />

los de ACh sobre la célula ciliada,<br />

probablemente a través de la modulación de<br />

segundos mensajeros.<br />

El efecto excitador del carbacol se<br />

podría explicar, por su unión a receptores<br />

muscarínicos, cuya activación a través de<br />

proteínas G favorece el aumento en el calcio<br />

intracelular y la posterior liberación del<br />

neurotransmisor aferente (Guth, 1990).<br />

29


Hortencia Chávez Oseki<br />

Encontramos que la excitación producida por<br />

el carbacol se abole al perfundir atropina, y<br />

se reduce con la aplicación de d-tubocurarina<br />

(resultados no mostrados), lo que indica la<br />

presencia de receptores muscarínicos en el<br />

vestíbulo del axolotl. Sin embargo, Bailey y<br />

Sewell (2000), proponen que la activación de<br />

los receptores nicotínicos que son canales a<br />

través de los cuales pasa calcio, podrían<br />

activar a canales de potasio dependientes de<br />

calcio, y producir hiperpolarización en las<br />

células ciliadas, como la reportada en el<br />

sáculo de la rana (Sugai y cols, 1992), y al<br />

mismo tiempo, éste calcio ser capaz de<br />

inducir la liberación del neurotransmisor<br />

aferente. La presencia de proteínas que<br />

capturan calcio en la célula ciliada,<br />

sumamente eficaces, reducirian ésta<br />

posibilidad (Roberts y cols., 1990; Tucker y<br />

Fettiplace, 1995).<br />

Existe también la posibilidad de que<br />

los receptores para la betahistina estén<br />

ubicados sobre las neuronas aferentes. Para<br />

probar esta hipótesis decidimos estudiar las<br />

interacciones de la betahistina con agonistas<br />

de receptores a aminoácidos excitadores<br />

(ácido kaínico y ácido quiscuálico).<br />

Encontramos que la betahistina disminuye el<br />

efecto excitador del kaínico y del quiscuálico,<br />

indicando que la betahistina podría<br />

interactuar con receptores ubicados en las<br />

neuronas aferentes, y que la activación de<br />

éstos determina la reducción en la respuesta<br />

a la aplicación exógena de agonistas a los<br />

AAE. Otra posibilidad es que existan<br />

receptores presinápticos histaminérgicos<br />

sobre la célula ciliada cuya activación por la<br />

aplicación exógena del ácido quiscuálico o<br />

ácido kaínico module negativamente la<br />

liberación del neurotransmisor, o bien, que la<br />

betahistina interaccione con receptores<br />

histaminérgicos sobre la célula ciliada y que<br />

la activación de éstos active autorreceptores<br />

a AAE sobre la célula ciliada, reduciendo así<br />

la liberación del neurotransmisor aferente.<br />

Para descartar esta última hipótesis,<br />

perfundimos nuestra preparación con Ringer<br />

con bajo calcio y alto magnesio, que, se<br />

sabe, bloquea la liberación del<br />

neurotransmisor, y tanto la actividad basal<br />

como la respuesta a estímulos mecánicos<br />

desaparecen (Pérez y cols., 1991). En estas<br />

condiciones, la aplicación de betahistina<br />

reduce el efecto excitador del ácido<br />

quiscuálico, lo que indica que el efecto<br />

inhibidor de la betahistina se produce<br />

predominantemente sobre las neuronas<br />

aferentes vestibulares a través de receptores<br />

para la betahistina ubicados sobre las<br />

neuronas aferentes; parte del efecto de la<br />

betahistina estaría dado a través de la<br />

activación de éstos receptores que podrían<br />

afectar indirectamente a los receptores de los<br />

aminoácidos excitadores, o bien actuar sobre<br />

estos mismos, ya que la disminución del<br />

efecto excitador del ácido quiscuálico es<br />

dependiente de la dosis y la curva de<br />

inhibición producida por la betahistina sobre<br />

la disminución del efecto provocado por el<br />

quiscuálico presenta una cinética similar a la<br />

curva de inhibición a la respuesta a estímulos<br />

mecánicos producida por la betahistina, lo<br />

que apunta hacia un antagonismo<br />

competitivo en esta respuesta mecánica y<br />

parecería tener un mecanismo diferente para<br />

la respuesta basal. Se ha reportado que la<br />

betahistina atenúa significativamente la<br />

rotación inducida por la microinyección de<br />

ácido kaínico dentro del núcleo vestibular<br />

medial (O´Neill y cols., 1999), indicando que<br />

la betahistina reduce la excitabilidad de las<br />

neuronas aferentes.<br />

30


Efecto de la betahistina en los canales semicirculares<br />

En el trabajo publicado que acompaña<br />

a esta tesis (anexo I), en las conclusiones<br />

apuntamos que una posibilidad que entonces<br />

quedaba abierta era que la betahistina<br />

actuara a nivel de receptores presinápticos<br />

modificando la liberación de neurotransmisor,<br />

y que, por algún mecanismo X, esta acción<br />

presináptica pudiera a su vez modificar la<br />

respuesta a la aplicación exógena de ácido<br />

kaínico. Está claro que un mecanismo como<br />

el propuesto implicaría que la aplicación<br />

exógena de agonistas de los AEE no sólo<br />

activara receptores postsinápticos sino que<br />

además actuara sobre receptores<br />

presinápticos (por ejemplo de tipo<br />

metabotrópico descritos por Guth y cols, en<br />

1998, pero que en trabajos previos en<br />

nuestro laboratorio no se encontraron en el<br />

oído del axolotl (Flores, 1993), que<br />

modificaran la liberación del neurotransmisor<br />

aferente. Lo que estábamos realmente<br />

pensando entonces al abrir esta posibilidad,<br />

es que parte de la respuesta a la aplicación<br />

de un agonista de AEE fuera debida a la<br />

interacción con receptores postsinápticos, y<br />

otra parte debida a modificaciones en la<br />

liberación del neurotransmisor aferente, y<br />

que por tanto, fármacos capaces de modificar<br />

la liberación del neurotransmisor pueden<br />

producir un aparente efecto postsináptico, ya<br />

que modificarían también la respuesta a la<br />

aplicación de agonistas de los receptores a<br />

los AEE. Por eso consideramos que era<br />

indispensable y muy importante realizar la<br />

serie experimental en que bloqueamos<br />

completamente la liberación del<br />

neurotransmisor aferente mediante el uso de<br />

soluciones con alto Mg 2+ y bajo Ca 2+ , ya que<br />

de esta manera la modificación en la<br />

respuesta a la aplicación de un agonista de<br />

los AEE no puede, en teoría, tener ningún<br />

componente presináptico. Es por eso que, en<br />

Figura 14. Hipótesis probadas acerca<br />

del sitio de acción de la betahistina en la<br />

periferia vestibular. Nuestros resultados<br />

indican que la betahistina tiene su sitio<br />

de unión sobre las neuronas aferentes,<br />

lo que puede explicar su efecto<br />

inhibitorio y la inhibición del efecto<br />

excitatorio del KA y del QA aún en<br />

condiciones en que se inhibe la<br />

liberación del neurotransmisor aferente<br />

en Ringer con alto Mg ++ y bajo Ca ++ . La<br />

influencia de la betahistina en la<br />

liberación del neurotransmisor eferente,<br />

la generación del NO y la activación de<br />

autorreceptores presinápticos aferentes<br />

se descartó (sitios de unión cruzados).<br />

La unión de la betahistina en sitios sobre<br />

la célula ciliada que modifican el efecto<br />

de la Ach no se descarta y se considera<br />

como una posibilidad alternativa.<br />

31


Hortencia Chávez Oseki<br />

este trabajo, la figura14 en que se resumen<br />

las conclusiones, es diferente a la que<br />

publicamos en el trabajo que se incluye en el<br />

anexo I, ya que hemos logrado excluir la<br />

participación de receptores presinápticos a<br />

los AEE en el efecto inhibidor de la<br />

betahistina sobre las respuestas provocadas<br />

por los agonistas de los AEE.<br />

CONCLUSIONES<br />

1.- La betahistina disminuye la frecuencia en<br />

la descarga basal y, en menor proporción, la<br />

respuesta a estímulos mecánicos de las<br />

neuronas aferentes de los canales<br />

semicirculares.<br />

2.- El efecto de la betahistina se mantiene<br />

después de la perfusión con L-NOARG éste<br />

efecto de la betahistina permanece aún<br />

después de mantener activa a la NOS con L-<br />

arginina y activados a los receptores NMDA<br />

con glicina.<br />

3.- Demostramos que el bloqueo de los<br />

receptores colinérgicos nicotínicos y<br />

muscarínicos con d-tubocurarina y atropina,<br />

respectivamente, no modifica el efecto de la<br />

BH; más bien, la BH bloquea la respuesta<br />

excitadora inducida por agonistas<br />

colinérgicos (carbacol), lo que indica que la<br />

betahistina puede actuar sobre la célula<br />

ciliada en lugares diferentes de los<br />

receptores colinérgicos, pero que afectan la<br />

activación de éstos.<br />

4.- La BH disminuye el efecto excitador del<br />

ácido kaínico, lo que indica que los<br />

receptores para la BH están ubicados sobre<br />

las neuronas aferentes.<br />

5.- Probamos también que la betahistina<br />

disminuye el efecto excitador del ácido<br />

quiscuálico, aun en Ringer con bajo calcio y<br />

alto magnesio que bloqua la liberación del<br />

neurotransmisor aferente, lo que descarta la<br />

posibilidad de que la betahistina esté<br />

actuando a nivel de autorreceptores para<br />

aminoácidos excitadores ubicados en la<br />

célula ciliada.<br />

Perspectivas de trabajo.<br />

1.-Definir si otros fármacos como la<br />

tioperamida (antagonista H 3 ), tienen un<br />

efecto semejante a la betahistina; y si la<br />

betahistina reduce el efecto del agonista<br />

específico H 3 (R-alfa-metilhistamina).<br />

2.- Definir si el metabolito de la betahistina, la<br />

aminoetilpiridina (M1) reproduce los efectos<br />

postsinápticos de la betahistina.<br />

3.- Definir si la betahistina antagoniza la<br />

respuesta de otros agonistas de los AAE más<br />

específicos como el AMPA.<br />

4.- En caso de tener una respuesta positiva<br />

en la acción antagonista sobre los AAE, y<br />

negativa con respecto al punto 1, proponer a<br />

la betahistina como un antagonista de los<br />

AAE.<br />

5.- En caso contrario (positivo el punto 1, y<br />

negativo el punto 3), tratar de definir el<br />

mecanismo de acción por medio del cual los<br />

receptores H 3 inhiben la respuesta de los<br />

AAE.<br />

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