1. La paz CATEQUESIS DE ADULTOS - Editorial Sal Terrae

57
«Era un mundo feliz. Nadie tenía demasiado mucho y nadie tenía demasiado poco.
Cada hombre vivía en paz consigo mismo y con los demás. Era un mundo feliz.
Pero llegó la ambición y la discordia. Los hombres se volvieron violentos. Y la codicia
y la violencia se hicieron los amos del mundo y la tierra acabó siendo un lugar desierto
sin amor y sin paz.
Pero en un rincón del mundo pudieron sobrevivir un hombre, una mujer... y una flor.
Y la vida empezó de nuevo. Los hombres poblaron la tierra y vivían en paz en sus casas.
Un día los más fuertes quisieron hacerse los amos y dominar a los demás. Y explotó
la guerra. Los ejércitos cruzaron los campos y arrasaron los caminos, destruyeron las
ciudades y aniquilaron a los hombres. La vida desapareció de la tierra.
Sólo en un rincón del planeta saltó una chispa de esperanza: un hombre y una
mujer. Y los dos juntos descubrieron la última flor.
Y la vida empezó de nuevo.
James Thurber
«Expresamente negamos toda guerra y lucha exterior, y toda pelea con armas exteriores,
para cualquier fin o bajo un pretexto cualquiera. Este es nuestro testimonio ante el
mundo entero» (Declaración de los cuáqueros a Carlos II. S. XVII. Inglaterra).
Sugerencias
Se reúnen en un gran mural o sobre un lienzo grande de pared las formas de
decir “paz” en el mayor número de idiomas posible. Y se señala la fecha en la
que los que hablan esa lengua vivieron su última guerra o participaron en ella.
Teniendo en cuenta, y explicándola con ejemplos y datos concretos, la estrecha
relación de causa y efecto que hay entre paz y pan, y a la vez la casi idéntica forma
externa de las dos palabras, organizar un sencillo mimo para subrayar esa relación.
Hay que tener en cuenta que tanto la N como la Z se convierten una en la otra con
un pequeño giro de un cuarto de vuelta, lo que se hace más plástico si cada letra de
PAN (o de PAZ) va sobre una de las caras de tres cubos.
Es fácil representar o ilustrar con imágenes y desde cualquier soporte la historia de James
Thurber, La última flor, y a partir
de ella hacer una reflexión sobre
la reiteración de la guerra y
sobre la voluntad del hombre de
recuperar una y otra vez la paz.
Este frontal se colocó en la basílica de Asís durante el Encuentro por la Paz en enero del
año 2002; se pueden añadir más formas de decir PAZ en otras lenguas, especialmente
en las otras lenguas de España.
Tomando como ejemplo y pie el texto de Grupos Rebeldes, se puede hacer una lista
interminable de palabras violentas, a las que, por tener otro sentido “pacífico”, habría
que purificar de sus resonancias bélicas. La lista resultante puede utilizarse como
elemento básico para cualquier acción o reflexión sobre la guerra y la paz.
Para la Oración: recordando personas, grupos y pueblos que no disfrutan de la paz, o
ante un gran mapa del mundo, se canta o se recita Hazme instrumento de tu paz.
Fructuoso Mangas Ramos
CATE
QUE
TICA