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Lucro y miedo en el cuarto dominio
como ejemplo de ello tenemos el terror neogótico del siglo
xix, así como el terror contemporáneo presentado por Hollywood.
Quizá Hollywood ha aumentado la intensidad de la imagen
presentando descripciones cada vez más explícitas de los códigos
de lo monstruoso, pero los códigos en sí mismos son
bastante estables.
Empezando por la historia neogótica de Frankenstein, el
cambio que se produce es el de la secularización de la combinación.
El orden natural no forma parte del designio de Dios;
lo placentero y lo monstruoso son tan solo una parte emergente
de la propia naturaleza. La ciencia puede ayudar, como
lo hizo en el caso de Dédalo, a mejorar la relación del hombre
con el orden natural, aunque debe permanecer dentro de la
tradicional esfera humana. Esto significa que debería estar
prohibida la intrusión en el cuarto dominio, el de la hibridación
a través de la recombinación. Cuando se sobrepasan estos
límites aparece lo monstruoso, cuyo precio normalmente
es la muerte de aquel que lo ha conjurado. Siguen apareciendo
rastros tanto de la sabiduría cristiana como de la pagana en
la noción de que las fuerzas sobrenaturales, que traerán ruina
si se las altera, no deben ser importunadas.
El remake de La mosca 18 de David Cronenberg muestra el
poder y la longevidad de las representaciones de lo monstruo-
18
La mosca es una película con un impacto destacable por su resonancia
cultural en el reciente cine de masas, en una época tan acostumbrada a los
avances de la biotecnología. De hecho, se rodó por vez primera en 1958 y,
tras generar dos secuelas, se hizo una nueva versión en 1986 que fue prolongada
igualmente por hasta cinco secuelas.
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