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Argentina - CLUB BERLIN (Buenos Aires)

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una educación popular, la humanidad tiene<br />

una eterna deuda con Alemania.”<br />

La <strong>Argentina</strong> supo aprovechar ese<br />

modelo: Sarmiento impulsó la contratación<br />

de varios educadores alemanes, entre<br />

ellos, el cuerpo de profesores de la primera<br />

Facultad de Ciencias de la Universidad de<br />

Córdoba. Sin embargo, el impulso no fue<br />

bien percibido hasta los últimos años del<br />

siglo XIX. Su efecto duró hasta poco antes<br />

de la Segunda Guerra Mundial y consistió<br />

en el establecimiento de gran parte de las<br />

escuelas germano-argentinas, que aún<br />

están en funcionamiento.<br />

Una típica mañana escolar en la década de 1930. Para entonces, muchos colegios<br />

argentino-alemanes ya contaban con medios de transporte propios.<br />

En 1893 se creó la Escuela<br />

Aquí, tres alumnas de lo que es hoy el Colegio Goethe. (Foto: Fam. Heinlein) Alemana de Barracas. En 1895 le siguió<br />

la Escuela para Niñas, que, junto a la<br />

Belgrano Schule, fundada en 1897, conformaría luego la Goethe-Schule de la actualidad. Sólo un<br />

año más tarde abría sus puertas la Escuela Alemana de Quilmes.<br />

A principios de siglo el sistema alemán de educación dejaba además otra herencia que trascendería<br />

el ámbito de la escuela primaria. El Ministro de Justicia e Instrucción Pública del gobierno de<br />

Manuel Quintana, Joaquín V. González, creó en 1904 el Seminario Pedagógico, que más tarde se convertiría<br />

en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario. Su función: preparar a los profesores de<br />

enseñanza superior. González le confió al alemán Wilhem Keiper la dirección de los seminarios y del<br />

programa de enseñanza. Para que lo acompañaran convocó a un grupo de expertos de Alemania. Esos<br />

docentes alemanes trabajaron hasta 1916 en el Instituto y establecieron allí la primera base de la<br />

formación pedagógica argentina.<br />

Mientras tanto, el impulso fundacional de escuelas germano-argentinas no se detenía. En 1907 se<br />

fundaba la Deutsche Schule Bariloche, que en 2007 festeja su primer siglo de vida. En 1910 le seguía<br />

la Humboldt-Schule, y en 1912 la Escuela Alemana en Dock Sud. Su objetivo era educar a los hijos<br />

de los inmigrantes alemanes que trabajaban en la compañía de electricidad del puerto. A esos institutos<br />

se sumaban escuelas con materias en alemán en todas las grandes ciudades argentinas como<br />

Rosario, Bariloche, Córdoba y Mendoza.<br />

En los años de la Primera Guerra Mundial se interrumpió el interés por este tipo de enseñanza,<br />

pero con la fundación del Instituto Ballester en 1922 se retomó el contacto. Le siguieron el Colegio<br />

Lanús Oeste (1925), la Escuela de Munro (1928) y en 1934, ya en los albores de la Segunda Guerra<br />

Mundial, que dividiría también a la colonia alemana, la Asociación Cultural Pestalozzi.<br />

Según datos de 2006 relevados por la Comunidad de Trabajo de las Asociaciones Escolares Argentino-<br />

Alemanas (Arbeitsgemeinschaft Deutscher Schulen in Argentinien), actualmente funcionan cerca de 26<br />

escuelas e instituciones que integran enseñanza en alemán y español. La mayor parte de estas escuelas también<br />

fue fundada por inmigrantes alemanes. Sin embargo, su público ha ido cambiando a lo largo de los<br />

años. Si los escolares de antaño eran directa descendencia alemana dentro del alumnado de hoy en día sólo<br />

una minoría desciende de alemanes. Más que el deseo de conectarse con la cultura de los antepasados, es<br />

la calidad de la enseñanza, la que atrae a familias de apellidos italianos, españoles o suecos.<br />

El gobierno argentino les exige a todas que se ajusten a los programas de enseñanza elaborados<br />

por el Ministerio de Educación. No obstante, les otorga -particularmente en los últimos años- un<br />

mayor espacio y margen para ofrecer contenidos en alemán. Una parte no menor de los fondos para<br />

hacer posible tal misión proviene todavía de Alemania. Cerca de 20 escuelas reciben hoy apoyo financiero<br />

directo desde Berlín. El gobierno alemán aporta al sistema de escuelas germano-argentinas<br />

cinco millones de Euros por año. Entre los centros de estudios más importantes se destacan cinco<br />

escuelas: Instituto Primo Capraro en San Carlos de Bariloche, Instituto Ballester, Colegio Goethe,<br />

Escuela Hölters y Colegio Pestalozzi.<br />

Instituto Ballester<br />

En ocasión de su 85° aniversario el Instituto Ballester celebra el aporte brindado para el encuentro entre<br />

las culturas alemana y argentina. Desde sus comienzos el Instituto Ballester ha crecido en sus dos sedes de Villa<br />

Adelina y Villa Ballester. En la actualidad cuenta con más de 1.700 alumnos.<br />

La escuela se define como una institución multicultural, que brinda a sus alumnos- desde el Nivel Inicial<br />

hasta el Centro de Capacitación Profesional- una educación integral bilingüe de excelente nivel académico. En<br />

concordancia con este espíritu, el Instituto Ballester ofrece a los alumnos del Polimodal la posibilidad de optar<br />

por el Programa del Bachillerato Internacional para acceder al Diploma de Bachiller Internacional Bilingüe, que<br />

los habilita para ingresar a universidades muy prestigiosas en todo el mundo.<br />

El Centro de Capacitación Profesional, reconocido tanto por las autoridades educativas argentinas como alemanas,<br />

es un programa dual que conjuga capacitación teórica en la institución con experiencia laboral en las empresas.<br />

Además cuenta con la participación y el apoyo de la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (CADICAA).<br />

El complejo del Instituto Ballester en San Martín 444. (Foto: Instituto Ballester)<br />

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