YOUKALI, 3 página 34 <strong>el</strong> materialismolos Discursos: todos estos temas muestran cómo Althusserha captado plenamente –al igual que Gramsci–<strong>el</strong> nexo y <strong>el</strong> valor filosófico y a la vez político deMaquiav<strong>el</strong>o. El Príncipe es irreductiblemente unprincipio parcial. Y es un principio plural, múltiple,colectivo y conflictual. Porque no representa al pueblo(reduciéndolo a unidad como <strong>el</strong> soberano hobbesiano):<strong>el</strong> príncipe es <strong>el</strong> pueblo contra los grandes 37 .Sin embargo, por otro lado, Althusser parece deslizarse,a veces, por lo que, quizás con una cierta exageración,ha sido definido como un “eco voluntarista”38 . Althusser escribe en Machiav<strong>el</strong> et nous:Maquiav<strong>el</strong>o ciertamente se sitúa en <strong>el</strong> punto devista d<strong>el</strong> pueblo, pero ese Príncipe, al que asigna lamisión de unificar la nación italiana, debe con<strong>ver</strong>tirseen un Príncipe popular, él mismo no es pueblo.Igualmente, <strong>el</strong> pueblo no está llamado a hacersePríncipe. Existe, así, una dualidad irreductibleentre <strong>el</strong> lugar d<strong>el</strong> punto de vista político y <strong>el</strong> lugarde la fuerza y de la práctica política, entre <strong>el</strong> «sujeto»desde <strong>el</strong> punto de vista político, <strong>el</strong> pueblo, y <strong>el</strong>«sujeto» de la práctica política, <strong>el</strong> Príncipe. Estadualidad, esta irreductibilidad, afecta al Príncipe yal pueblo. Siendo <strong>el</strong> Príncipe definido única y exclusivamentepor la función que debe lleva a cabo, esdecir, por <strong>el</strong> vacío histórico que debe llenar, es unaforma vacía, un puro posible-imposible aleatorio:ninguna pertenencia de clase le dispone para cumplirsu tarea histórica, ningún vínculo social le ligaa este pueblo que debe unificar en una nación. 39Aquí, de nuevo, “aleatorio” es un añadido posterior.Pero lo que crea más problemas es, precisamente, <strong>el</strong>concepto de “vacío” pegado a la figura d<strong>el</strong> príncipe,voluntad “absoluta” que emerge y se afirma sobre <strong>el</strong>“vacío” de las condiciones históricas. El príncipe estáde algún modo “sustraído” a la dinámica d<strong>el</strong> conflicto,al encuentro contingente de los <strong>el</strong>ementos en lucha,para hacer de él, en efecto, un “puro” principio.Distanciando <strong>el</strong> manifiesto maquiav<strong>el</strong>iano d<strong>el</strong> deMarx y Eng<strong>el</strong>s, Althusser –de forma, en efecto, ambivalente–sostiene que mientras que éste es interno aun punto de vista de clase, aquél mantiene una distanciacon la perspectiva de clase, porque ni <strong>el</strong> príncipedebe con<strong>ver</strong>tirse en pueblo, ni <strong>el</strong> pueblo debecon<strong>ver</strong>tirse en príncipe. La práctica política, en estesentido, se asienta en un espacio vacío que debe permanecervacío 40 .Ahora bien, me parece que la mejor forma deinterpretar estos textos es la de conservar su ambivalencia,su complejidad y su estratificación, sin “aplastar”a Althusser sobre un Maquiav<strong>el</strong>o inexistente,para hacer de ambos un instrumento teórico al serviciode una “democracia sin conflicto”. De hecho, <strong>el</strong>resultado es <strong>el</strong> de obliterar <strong>el</strong> legado más potente yoriginal de Maquiav<strong>el</strong>o: que la política siempre essólo afirmación parcial y conflictual, que <strong>el</strong> príncipeobra sólo dentro y a través de la coyuntura, sin poderdeterminar de ninguna manera, desde fuera y deforma trascendente, esa coyuntura.Emmanu<strong>el</strong> Terray, por ejemplo, ha escrito queAlthusser entendió perfectamente qué pretendíaMaquiav<strong>el</strong>o con “fundar sobre <strong>el</strong> vacío” y con la “soledad”d<strong>el</strong> fundador 41 . Fundar sobre <strong>el</strong> vacío significaquedarse fuera d<strong>el</strong> conflicto y superar la violenciaoriginaria natural para fundar <strong>el</strong> estado 42 .37. Me permito remitir una vez más a mi F. D<strong>el</strong> Lucchese, Tumulti e indignatio, cit. Cfr. en contra M. Viroli, Machiav<strong>el</strong>li, Oxford,Oxford Uni<strong>ver</strong>sity Press, 1998 o G. Sfez, Machiav<strong>el</strong>, Le prince sans qualités, Paris, Kimé, 1998.38. Cfr. G. Galakrishnan, “From Florence to Moscow”, New Left Review, (2000) 3, págs. 158-164.39. Althusser, L. , Machiav<strong>el</strong> et nous, cit., pág. 70.40. Ibid, pág. 69.41.Terray, E., “An Encounter: Althusser and Machiav<strong>el</strong>li”, en A. Callari, D. F. Ruccio (eds.), Postmodern Materialism and theFuture of Marxist Theory, cit., págs. 257-277.42.Una lectura de este tipo, basada en la idea de la necesaria superación y contención de la violencia natural dentro de los lazosinstitucionales, ya había sido avanzada por N. Badaloni, “Natura e società in Machiav<strong>el</strong>li”, Studi Storici, 10 (1969), págs. 675-708.ISSN: 1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.net
Bastante más articulado es <strong>el</strong> concepto de “democraciaradical” <strong>el</strong>aborado por Migu<strong>el</strong> Vatter y basadoprecisamente en <strong>el</strong> vacío, en la “soledad” y en la distanciad<strong>el</strong> príncipe maquiav<strong>el</strong>iano respecto de la políticay <strong>el</strong> conflicto 43 . Maquiav<strong>el</strong>o –escribe Vatter– sostieneque existe una diferencia sustancial entre <strong>el</strong> deseode los grandes de dominar y <strong>el</strong> deseo d<strong>el</strong> pueblo deno ser dominado 44 . Por tanto, la política popular,siempre estaría más acá de toda forma política, decualquier voluntad de dominio, de cualquier proyectoconstitutivo. Sería, por su parte, un puro retraerse enuna zona de neutralidad, de indiferencia, de “libertadnegativa”. La potencia d<strong>el</strong> pueblo sería <strong>el</strong> re<strong>ver</strong>so de lapotencia spinoziana 45 . Una fuerza que permaneceindiferente a su propio cumplimiento, un puro posiblecuyo único deseo es <strong>el</strong> de no ser gobernados.Para definir este tipo de potencia, Vatter convoca,por una parte, la traducción arendtiana de isonomíacon la idea de “no-rule” y, por la otra, la idea de GiorgioAgamben, desarrollada en Homo sacer, para laque la posibilidad o la potencia debería ser pensadaen términos no aristotélicos, es decir, de manera indiferenterespecto a su transición al acto. Vatter haceemerger esta “In-diferencia soberana d<strong>el</strong> pueblo respectoal gobierno” desde Maquiav<strong>el</strong>o y, en particular,desde <strong>el</strong> Maquiav<strong>el</strong>o de Althusser, apuntando haciauna democracia posible que no sea una forma de “gobierno”,en <strong>el</strong> sentido d<strong>el</strong> kratos, es decir, que no seauna forma de dominio, sino que sea un nuevo conceptode libertad política en un contexto post-marxista.«En Maquiav<strong>el</strong>o –escribe Vatter– <strong>el</strong> príncipenuevo es, al fin y al cabo, <strong>el</strong> príncipe civil, precisamenteporque funda <strong>el</strong> estado permaneciendo separadode la radicalidad d<strong>el</strong> conflicto social a través d<strong>el</strong>a institución de una sociedad civil [...] El poder constituido,así, se funda a sí mismo y “cumple” <strong>el</strong> poderconstituyente, haciendo posible la sociedad civil. Unasociedad se vu<strong>el</strong>ve “civil” pacificando <strong>el</strong> conflicto socialque la ha originado» 46 .El paso d<strong>el</strong> príncipe “civil” a la sociedad civil–basado, además, en la “pacificación” d<strong>el</strong> conflictoque lo ha originado– es una interpretación que, en <strong>el</strong>mejor de los casos, fuerza excesivamente <strong>el</strong> texto deMaquiav<strong>el</strong>o. Ya que la originalidad de este consisteprecisamente en desarrollar una teoría d<strong>el</strong> conflictoque ni siquiera puede prefigurar de lejos <strong>el</strong> conflictonatural d<strong>el</strong> posterior iusnaturalismo, ni mucho menos,encontrar una conclusión en la creación de una“sociedad civil”. La lectura de Althusser, como se havisto, deja abiertos, en sus ambivalencias, ampliosmárgenes de interpretación. Pero es totalmente inapropiadoanular tales ambivalencias para hacer emergeruna lectura de Maquiav<strong>el</strong>o que olvida y oblitera lateoría d<strong>el</strong> conflicto.La fuerza teórica de Maquiav<strong>el</strong>o emerge sin ambivalencias,para Althusser, en los escritos sobre <strong>el</strong> materialismoaleatorio, mucho más, en efecto que en losescritos sobre <strong>el</strong> mismo Maquiav<strong>el</strong>o. El encuentro deAlthusser con Maquiav<strong>el</strong>o –escribe de nuevo Terray–sucede, en un primer momento, a través deMontesquieu y la reacción d<strong>el</strong> siglo XVIII al contractualismoy más ad<strong>el</strong>ante con Gramsci. Se habría podidoencontrar a Maquiav<strong>el</strong>o también a través de43. Cfr.Vatter, M. E., “Althusser et Machiav<strong>el</strong>: la politique après la critique de Marx”, Multitudes, 13 (2003), págs. 151-163 ;“Legality and Resistance : Arendt and Negri on Constituent Power”, Kairos, 20 (2002), págs. 191-230 ; “Machiav<strong>el</strong>li AfterMarx : the S<strong>el</strong>f-O<strong>ver</strong>coming of Marxism in the Late Althusser”, Theory and Event, 7 (2004), págs.. El texto más importantede Vatter, desafortunadamente poco conocido, es Between Form and Event: Machiav<strong>el</strong>li’s Theory of Political Freedom,Kluwer Academic Publisher, Dordrecht, Boston, London 2000.44. Machiav<strong>el</strong>li, N., Discorsi sopra la prima deca di Tito Livio, I, 5.45. O d<strong>el</strong> poder constituyente de Antonio Negri, que Vatter parece considerar completamente superponible. Cfr. Negri, A., Ilpotere constituente. Saggio sulle alternative d<strong>el</strong> moderno, Milán, SugarCo, 1992.46. Vatter, M. E., Legality and Resistance, cit.YOUKALI, 3 página 35 <strong>el</strong> materialismoISSN:1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.net
- Page 2 and 3: Youkali: revista crítica de las ar
- Page 4 and 5: EDITORIALCon unos días de retraso
- Page 6 and 7: YOUKALI, 3 página 6 el materialism
- Page 8 and 9: YOUKALI, 3 página 8 el materialism
- Page 10 and 11: YOUKALI, 3 página 10 el materialis
- Page 12: YOUKALI, 3 página 12 el materialis
- Page 15: La mirada de los humanos sobre el m
- Page 19 and 20: te distinto, desempeñado por los
- Page 21: Lo cierto es que si atendemos al co
- Page 24 and 25: YOUKALI, 3 página 24 el materialis
- Page 26 and 27: YOUKALI, 3 página 26 el materialis
- Page 28 and 29: YOUKALI, 3 página 28 el materialis
- Page 30 and 31: YOUKALI, 3 página 30 el materialis
- Page 32 and 33: YOUKALI, 3 página 32 el materialis
- Page 36 and 37: YOUKALI, 3 página 36 el materialis
- Page 38 and 39: YOUKALI, 3 página 38 el materialis
- Page 40 and 41: YOUKALI, 3 página 40 el materialis
- Page 42 and 43: YOUKALI, 3 página 42 el materialis
- Page 44 and 45: YOUKALI, 3 página 44 el materialis
- Page 46 and 47: YOUKALI, 3 página 46 el materialis
- Page 48 and 49: YOUKALI, 3 página 48 Sel materiali
- Page 50 and 51: YOUKALI, 3 página 50 el materialis
- Page 52 and 53: YOUKALI, 3 página 52 el materialis
- Page 54 and 55: YOUKALI, 3 página 54 el materialis
- Page 56 and 57: YOUKALI, 3 página 56 el materialis
- Page 58 and 59: YOUKALI, 3 página 58 el materialis
- Page 60 and 61: El amor libreYOUKALI, 3 página 60
- Page 62 and 63: YOUKALI, 3 página 62 el materialis
- Page 64 and 65: YOUKALI, 3 página 64 el materialis
- Page 66 and 67: YOUKALI, 3 página 66 el materialis
- Page 68 and 69: YOUKALI, 3 página 68 el materialis
- Page 70 and 71: YOUKALI, 3 página 70 el materialis
- Page 72 and 73: YOUKALI, 3 página 72 el materialis
- Page 74 and 75: YOUKALI, 3 página 74 Elementos de
- Page 76 and 77: YOUKALI, 3 página 76 Elementos de
- Page 78 and 79: YOUKALI, 3 página 78 Elementos de
- Page 80 and 81: YOUKALI, 3 página 80 Elementos de
- Page 82 and 83: YOUKALI, 3 página 82 Elementos de
- Page 84 and 85:
YOUKALI, 3 página 84 Elementos de
- Page 86 and 87:
YOUKALI, 3 página 86 Elementos de
- Page 88 and 89:
YOUKALI, 3 página 88 Elementos de
- Page 90 and 91:
YOUKALI, 3 página 90 Elementos de
- Page 92 and 93:
YOUKALI, 3 página 92 Elementos de
- Page 94 and 95:
YOUKALI, 3 página 94 Elementos de
- Page 96 and 97:
YOUKALI, 3 página 96 Elementos de
- Page 98 and 99:
YOUKALI, 3 página 98 Elementos de
- Page 100 and 101:
YOUKALI, 3 página 100 Elementos de
- Page 102 and 103:
YOUKALI, 3 página 102 Elementos de
- Page 104 and 105:
YOUKALI, 3 página 104 Elementos de
- Page 106 and 107:
YOUKALI, 3 página 106 Elementos de
- Page 108 and 109:
YOUKALI, 3 página 108 Elementos de
- Page 110 and 111:
YOUKALI, 3 página 110 Análisis de
- Page 112 and 113:
YOUKALI, 3 página 112 Análisis de
- Page 114 and 115:
YOUKALI, 3 página 114 Análisis de
- Page 116 and 117:
YOUKALI, 3 página 116 Análisis de
- Page 118 and 119:
YOUKALI, 3 página 118 Análisis de
- Page 120 and 121:
YOUKALI, 3 página 120 Análisis de
- Page 122 and 123:
YOUKALI, 3 página 122 Análisis de
- Page 124 and 125:
YOUKALI, 3 página 124 Análisis de
- Page 126 and 127:
YOUKALI, 3 página 126 Análisis de
- Page 128 and 129:
YOUKALI, 3 página 128 Un clásico,
- Page 130:
YOUKALI, 3 página 130 Un clásico,