YOUKALI, 3 página 38 <strong>el</strong> materialismomos ante <strong>el</strong> espejo al final d<strong>el</strong> sexto mes de desarrollo.El yo en su forma primordial es ese otro imaginario(ideal), que unifica las partes dispersas de micuerpo descuartizado 7 . Esa imagen especular no sóloconforma primordialmente <strong>el</strong> yo sino que lo alienatambién de modo primordial 8 . La identidad alcanzadapor la identificación heteromórfica (mimética)con la imagen especular es, como escribe Lacan, una“identidad enajenante” 9 . Esa “organización pasional”a la que llamamos “yo” toma su origen, según <strong>el</strong>psicoanalista francés, de esa “r<strong>el</strong>ación erótica en que<strong>el</strong> individuo humano se fija en una imagen que lo enajenade sí mismo” 10 . Por eso la enajenación, la locura,expresa la <strong>ver</strong>dad d<strong>el</strong> yo. Decir “soy yo” es decir“soy (es) otro”. Esta enajenación constitutiva d<strong>el</strong>yo funda además la r<strong>el</strong>ación de reconocimiento d<strong>el</strong>otro: si yo soy otro <strong>el</strong> otro es (soy) yo. La existenciad<strong>el</strong> semejante (<strong>el</strong> otro que es yo, alter ego) sólo esposible porque <strong>el</strong> yo es originalmente otro 11 .Aquí se hace patente la influencia que, por mediaciónde A. Kojève 12 , tuvo en Lacan la dialéctica de laautoconciencia heg<strong>el</strong>iana. En efecto, en Heg<strong>el</strong> laautoconciencia es un retorno a sí a partir de una originariaenajenación:...la autoconciencia -escribe Heg<strong>el</strong> en la Fenomenología-es la reflexión desde <strong>el</strong> ser d<strong>el</strong> mundo sensibley percibido y esencialmente [es] <strong>el</strong> retornodesde <strong>el</strong> ser-otro. 13Este mundo sensible y percibido es Erscheinung,aparición, fenómeno, y, como tal, su <strong>ver</strong>dad no estáen él sino en la autoconciencia que se reconoce a símisma en él y de la cual es precisamente Erscheinung(imagen especular). Este movimiento por <strong>el</strong>que la autoconciencia se apropia d<strong>el</strong> mundo negándolo,privándole de subsistencia (dejándolo comomera apariencia de sí) es <strong>el</strong> deseo (Begierde). Lo qu<strong>el</strong>a autoconciencia desea en <strong>el</strong> mundo es a sí misma.Pero al aniquilar <strong>el</strong> mundo con su deseo la autoconcienciase aniquila a sí misma. Lo que le devu<strong>el</strong>ve eseespejo es su vacía imagen, su propia nada. Y eso esjustamente <strong>el</strong> espíritu (Geist) para Heg<strong>el</strong>: movimientode la nada a la nada, vértigo aniquilador d<strong>el</strong> reflejoespecular.El movimiento de la nada a la nadaLa lógica d<strong>el</strong> espejo, que opera en ese encontrarse así mismo como lo otro de sí, es expuesta en laReflexionslogik heg<strong>el</strong>iana 14 . Veamos.7 .Como escribe Lacan, la propioceptividad d<strong>el</strong> niño (en virtud de su prematuridad fisiológica) le “entrega <strong>el</strong> cuerpo como despedazado”(J. LACAN, La familia, Editorial Argonauta, Barc<strong>el</strong>ona, 1978, p. 54). Las fantasías de desmembramiento d<strong>el</strong> cuerpo, así comola de castración tienen su origen en esta autopercepción arcaica, así como <strong>el</strong> instinto de muerte freudiano (“Acerca de la causalidadpsíquica”, en J. LACAN, Escritos I, ed. cit., pp. 176-177). La imagen especular tiene, según Lacan, una función salvadora de esteestado de miseria original.8. J. LACAN, La familia, ed. cit., p. 56.9. J. LACAN, “El estadio d<strong>el</strong> espejo..., ed. cit., p. 90.10 .J. LACAN, “La agresividad en psicoanálisis”, J. LACAN, Escritos I, ed. cit., p. 106.11. Véase J. LAPLANCHE & J.-B. PONTALIS, Diccionario de psicoanálisis, entrada “Imaginario”, Paidós, Barc<strong>el</strong>ona, 1996, p. 191.12. Véase: A. KOJÈVE, Introduction à la lecture de Heg<strong>el</strong>, Gallimard, Paris, 1947.13. “...ist das S<strong>el</strong>bstbewußtseyn die Reflexion aus dem Seyn der sinnlichen und wahrgenommenen W<strong>el</strong>t, und wesentlich die Rückkehraus dem Andersseyn”, Phänomenologie des Geistes (que citaré en ad<strong>el</strong>ante con la abreviatura: PhG) B, IV, en G.W.F. HEGEL,Gesamm<strong>el</strong>te Werke, F<strong>el</strong>ix Meiner, Hamburg, 1968 y ss., t. IX, p. 104 (citaré en ad<strong>el</strong>ante esta edición crítica de las obras de Heg<strong>el</strong>con la abreviatura: GW, seguida d<strong>el</strong> tomo y página).14. Sobre esta parte de la Ciencia de la lógica véanse, además de los textos de P.-J. Labarriére y G. Jarckzyk dedicados a <strong>el</strong>la: H. RADE-MAKER, Heg<strong>el</strong>s «objektive Logik». Eine Einführung, H. Bouvier u. Co. Verlag, Bonn, 1969; Y. BELAVAL, “La doctrine de l’essencechez Heg<strong>el</strong> et chez Leibniz”, en Ètudes leibniziennes. De Leibniz à Heg<strong>el</strong>, Gallimard, Paris, 1976; D. HENRICH (ed.), DieISSN: 1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.net
La Doctrina de la esencia empieza con la siguienteafirmación: “la <strong>ver</strong>dad d<strong>el</strong> ser es la esencia” 15 . Estafrase indica que en la esencia no sólo no hemos salidod<strong>el</strong> ser sino que por fin hemos entrado adecuadamenteen él. La esencia es la culminación, <strong>el</strong> cumplimiento,la <strong>ver</strong>dad d<strong>el</strong> ser. Sin embargo, esta declaracióninaugural rev<strong>el</strong>a una diferencia entre ambos: sila esencia es la <strong>ver</strong>dad d<strong>el</strong> ser entonces es que no es<strong>el</strong> ser. Aqu<strong>el</strong>la se opone, por lo tanto, a éste como la<strong>ver</strong>dad a la apariencia. El ser, al estar separado de su<strong>ver</strong>dad (la esencia) se queda en mera apariencia(Schein). El ser es, pues, apariencia. Das Seyn istSchein 16 . La apariencia es lo inesencial, si bien loinesencial esencial a la esencia.El ser es lo inesencial esencial a la esencia porque loesencial y lo inesencial se copertenecen: toda aparienciaes la apariencia de una esencia (su esencia); ytoda esencia la esencia de una apariencia (su apariencia).En esta copertenencia se encuentra ya esbozadotodo <strong>el</strong> movimiento reflexivo que culminará en lacategoría de la Existenz 17 . Sin embargo hay que decirdesde este momento que para Heg<strong>el</strong> la esencia no esun más allá de la apariencia, sino que es, como escribeP.-J. Labarriére, “<strong>el</strong> puro movimiento de mediaciónnegativa por <strong>el</strong> que lo inmediato simplementedado [es decir, la apariencia] se afirma como inmediatodevenido [es decir, la existencia, <strong>el</strong> ser esencial]”18 . Veamos en qué consiste y cómo se despliegaeste movimiento.Que <strong>el</strong> ser es lo inesencial esencial a la esencia quieredecir que se conserva en <strong>el</strong>la como “lo inmediatonulo en y para sí” 19 . La apariencia oculta exactamenteen la misma medida que descubre. Por <strong>el</strong>la lo dado sehurta necesariamente en <strong>el</strong> don. La nulidad (Nichtigkeit)es este carácter constitutivo (esencial) de la aparienciaconsistente justamente en no ser lo que parece.Es ese no ser. La apariencia inmediata no es, por lotanto, simple e igual a sí misma sino reflejada (puestoda negación es un reflejo de lo negado en <strong>el</strong>la).La apariencia, por no ser aqu<strong>el</strong>lo que parece,tiene su ser fuera de sí: en aqu<strong>el</strong>lo de lo que es meraapariencia, es decir, en la esencia. Por eso dice Heg<strong>el</strong>que “<strong>el</strong> ser [la apariencia] es no ser en la esencia” 20 .La apariencia, por consiguiente, es un no ser quetiene su ser en lo que no es (la esencia). Dicho de otromodo: es un no ser constitutivamente referido a loque no es. Es decir, una negación de una negación.Wissenschaft der Logik und die Logik der Reflexion (Heg<strong>el</strong>-Tage Chantilly, 1971), Bouvier Verlag Herbert Grundmannn, Bonn,1978 (= Heg<strong>el</strong>-Studien, Beiheft 18); B. LONGENESSE, Heg<strong>el</strong> et la critique de la métaphysique. Etude sur la doctrine de l’essence,Vrin, Paris, 1981; A. LECRIVAIN et al., Introduction à la lecture de la Science de la Logique de Heg<strong>el</strong> II, Aubier-Montaigne, Paris,1983; V. VITIELLO, “La reflexión entre comienzo y juicio”, ER. Revista de Filosofía nº 6 (1988).15. “Die Wahrheit des Seyns ist das Wesen”, WdL.[1813]: GW. XI, p. 241. Cito la Wissenschaft der Logik con la abreviatura WdL seguida(entre corchetes) d<strong>el</strong> año de publicación (1812 en <strong>el</strong> caso de la primera edición de la doctrina d<strong>el</strong> ser, 1813 en <strong>el</strong> de la doctrina d<strong>el</strong>a esencia, 1816 en <strong>el</strong> de la docrina d<strong>el</strong> concepto y 1832 en <strong>el</strong> de la segunda edición de la doctrina d<strong>el</strong> ser).16. WdL.[1813]: GW. XI, p. 246.17. Con razón ha visto Gwendoline Jarczyk en la afirmación “la <strong>ver</strong>dad d<strong>el</strong> ser es la esencia” anunciado todo <strong>el</strong> movimiento reflexivoque se describirá en la primera sección de la doctrina de la esencia. Véase Système et Liberté dans la logique de Heg<strong>el</strong>, Aubier-Montaigne, Paris, 1980, pp. 9-10.18. “L’idéalisme absolu de Heg<strong>el</strong>: de la logique comme métaphysique”, en P.-J. LABARRIÉRE & G. JARCZYK, Heg<strong>el</strong>iana, PUF, Paris,1986, p. 200.19. “Das an und für sich nichtige Unmitt<strong>el</strong>bare”, WdL.[1813]: GW. XI, p. 246.20. “Das Seyn ist Nichtseyn in dem Wesen”, WdL.[1813]: GW. XI, p. 247. “Llamamos apariencia -escribe Heg<strong>el</strong> en la Fenomenologíaalser que es en él mismo, inmediatamente, un no ser” (“Schein nennen wir das Seyn, das unmitt<strong>el</strong>bar an ihm s<strong>el</strong>bst ein Nichtseynist”), GW. IX, p. 88. El texto entre corchetes es añadido mío.YOUKALI, 3 página 39 <strong>el</strong> materialismoISSN:1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.net
- Page 2 and 3: Youkali: revista crítica de las ar
- Page 4 and 5: EDITORIALCon unos días de retraso
- Page 6 and 7: YOUKALI, 3 página 6 el materialism
- Page 8 and 9: YOUKALI, 3 página 8 el materialism
- Page 10 and 11: YOUKALI, 3 página 10 el materialis
- Page 12: YOUKALI, 3 página 12 el materialis
- Page 15: La mirada de los humanos sobre el m
- Page 19 and 20: te distinto, desempeñado por los
- Page 21: Lo cierto es que si atendemos al co
- Page 24 and 25: YOUKALI, 3 página 24 el materialis
- Page 26 and 27: YOUKALI, 3 página 26 el materialis
- Page 28 and 29: YOUKALI, 3 página 28 el materialis
- Page 30 and 31: YOUKALI, 3 página 30 el materialis
- Page 32 and 33: YOUKALI, 3 página 32 el materialis
- Page 34 and 35: YOUKALI, 3 página 34 el materialis
- Page 36 and 37: YOUKALI, 3 página 36 el materialis
- Page 40 and 41: YOUKALI, 3 página 40 el materialis
- Page 42 and 43: YOUKALI, 3 página 42 el materialis
- Page 44 and 45: YOUKALI, 3 página 44 el materialis
- Page 46 and 47: YOUKALI, 3 página 46 el materialis
- Page 48 and 49: YOUKALI, 3 página 48 Sel materiali
- Page 50 and 51: YOUKALI, 3 página 50 el materialis
- Page 52 and 53: YOUKALI, 3 página 52 el materialis
- Page 54 and 55: YOUKALI, 3 página 54 el materialis
- Page 56 and 57: YOUKALI, 3 página 56 el materialis
- Page 58 and 59: YOUKALI, 3 página 58 el materialis
- Page 60 and 61: El amor libreYOUKALI, 3 página 60
- Page 62 and 63: YOUKALI, 3 página 62 el materialis
- Page 64 and 65: YOUKALI, 3 página 64 el materialis
- Page 66 and 67: YOUKALI, 3 página 66 el materialis
- Page 68 and 69: YOUKALI, 3 página 68 el materialis
- Page 70 and 71: YOUKALI, 3 página 70 el materialis
- Page 72 and 73: YOUKALI, 3 página 72 el materialis
- Page 74 and 75: YOUKALI, 3 página 74 Elementos de
- Page 76 and 77: YOUKALI, 3 página 76 Elementos de
- Page 78 and 79: YOUKALI, 3 página 78 Elementos de
- Page 80 and 81: YOUKALI, 3 página 80 Elementos de
- Page 82 and 83: YOUKALI, 3 página 82 Elementos de
- Page 84 and 85: YOUKALI, 3 página 84 Elementos de
- Page 86 and 87: YOUKALI, 3 página 86 Elementos de
- Page 88 and 89:
YOUKALI, 3 página 88 Elementos de
- Page 90 and 91:
YOUKALI, 3 página 90 Elementos de
- Page 92 and 93:
YOUKALI, 3 página 92 Elementos de
- Page 94 and 95:
YOUKALI, 3 página 94 Elementos de
- Page 96 and 97:
YOUKALI, 3 página 96 Elementos de
- Page 98 and 99:
YOUKALI, 3 página 98 Elementos de
- Page 100 and 101:
YOUKALI, 3 página 100 Elementos de
- Page 102 and 103:
YOUKALI, 3 página 102 Elementos de
- Page 104 and 105:
YOUKALI, 3 página 104 Elementos de
- Page 106 and 107:
YOUKALI, 3 página 106 Elementos de
- Page 108 and 109:
YOUKALI, 3 página 108 Elementos de
- Page 110 and 111:
YOUKALI, 3 página 110 Análisis de
- Page 112 and 113:
YOUKALI, 3 página 112 Análisis de
- Page 114 and 115:
YOUKALI, 3 página 114 Análisis de
- Page 116 and 117:
YOUKALI, 3 página 116 Análisis de
- Page 118 and 119:
YOUKALI, 3 página 118 Análisis de
- Page 120 and 121:
YOUKALI, 3 página 120 Análisis de
- Page 122 and 123:
YOUKALI, 3 página 122 Análisis de
- Page 124 and 125:
YOUKALI, 3 página 124 Análisis de
- Page 126 and 127:
YOUKALI, 3 página 126 Análisis de
- Page 128 and 129:
YOUKALI, 3 página 128 Un clásico,
- Page 130:
YOUKALI, 3 página 130 Un clásico,