YOUKALI, 3 página 8 <strong>el</strong> materialismo¿Qué ocurre entonces? Sobreviene <strong>el</strong> clinamen(término de Lucrecio, aunque resulta indispensablepara la lógica de las tesis de Epicuro). El clinamenes una desviación infinitesimal que tiene lugar ‘no sesabe donde ni cuando ni cómo’ y hace que un átomose desvíe de su caída en <strong>el</strong> vacío y, al romper apenas<strong>el</strong> paral<strong>el</strong>ismo en algún punto, provoca un encuentrocon un átomo vecino...y de encuentro en encuentro,(en una suerte de carambola)... nace un mundo.Ahora bien, para que la desviación dé lugar a unencuentro –d<strong>el</strong> cual nacerá un mundo- es precisoque tenga cierta duración, que no sea breve o efímera,para que se convierta en la base sólida de todarealidad, de toda necesidad, de todo Sentido y Razón.Si <strong>el</strong> encuentro no es duradero, si no se consolida,entonces no hay mundo. El encuentro mismo, por sísólo, no crea nada de la realidad d<strong>el</strong> mundo. Lo quesí hace es darles una existencia real a los átomos mismosque, sin la desviación y <strong>el</strong> encuentro no seríannada más que <strong>el</strong>ementos abstractos, sin consistenciani existencia. Pero una vez establecido <strong>el</strong> mundo,consumado ya, se instaura <strong>el</strong> reino de la Razón, deSentido, de la Necesidad y d<strong>el</strong> Fin. Pero ojo, esta consumaciónd<strong>el</strong> mundo es efecto de la contingencia.El remitir <strong>el</strong> Origen de todo mundo, de toda realidady de todo sentido a una desviación aleatoria yno a la Razón o a la Causa primera, habla de la audaciade la tesis de Epicuro.¿En esta circunstancia qué pasa con la filosofía?Ya no es <strong>el</strong> enunciado de la Razón y d<strong>el</strong> Origen de lascosas sino una teoría de su contingencia y d<strong>el</strong> sometimientode la necesidad a la contingencia. La filosofíano hace más que constatar que hubo encuentro yque los <strong>el</strong>ementos ‘prendieron’, ‘cuajaron’. Toda lacuestión d<strong>el</strong> Origen , como otras grandes cuestionesde la filosofía tradicional, es r<strong>el</strong>egada.Con resonancias más contemporáneas, escuchamosla pregunta: ¿Por qué hay ser y no más biennada? Cuál es la razón de ser d<strong>el</strong> mundo? Cuál es <strong>el</strong>lugar d<strong>el</strong> hombre en <strong>el</strong> uni<strong>ver</strong>so? Heidegger proponeal ‘ser-ahí’ o da-sein: su ‘es gibt’=hay=il y a’) sinCausa, ni Origen ni Principio.ISSN: 1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.netLa originalidad de este materialismo d<strong>el</strong> encuentro,para Althusser, se hace todavía más clara si se lapiensa a través de la política. No supone nada preestablecido.Es en <strong>el</strong> vacío político donde se debe realizar<strong>el</strong> encuentro. Pero ese vacío político es antes quenada un vacío filosófico, donde no se encuentra ningunaCausa que preceda a sus efectos. NingúnPrincipio moral o teológico (como en la tradiciónaristotélica). Aquí no se razona a partir de laNecesidad d<strong>el</strong> hecho consumado sino desde su contingencia.Es decir, en esta filosofía reina la posibilidad: <strong>el</strong>encuentro puede o no llevarse a cabo, puede o no tenerlugar, Ningún principio decide de antemano sobreesta alternativa –que es d<strong>el</strong> orden d<strong>el</strong> azar, d<strong>el</strong>juego de dados. Althusser considera a Maquiav<strong>el</strong>o <strong>el</strong>fundador de la Ciencia Política materialista. En otraspalabras, nada garantiza que la realidad d<strong>el</strong> hechoconsumado sea la garantía de su permanencia y actualización.Al contrario, y en <strong>el</strong> plano político esmás claro: todo es provisorio, no hay nada eterno enlas leyes de ningún Estado. De hecho, la historia noes más que la revocación permanente d<strong>el</strong> hecho consumadopor otro hecho indescifrable que habrá deconsumarse después; sin que se sepa de antemanodónde ni cómo se producirá <strong>el</strong> evento de su revocación.Simplemente otro día llegará en que los dadoshabrán de lanzarse en una mesa o un tablero, vacíos...pero ‘nunca un golpe de dados podrá abolir <strong>el</strong>azar!Se habrá podido <strong>ver</strong> que esta filosofía es una filosofíad<strong>el</strong> vacío (recordemos que para Althusser <strong>el</strong>concepto de vacío es un motor en su producción teórica:como condición de posibilidad de la libertad yd<strong>el</strong> movimiento, como ausencia de obstáculos).Se trata no sólo de una filosofía que dice que <strong>el</strong>vacío preexiste a los átomos que caen sino una filoso-
fía que hace <strong>el</strong> vacío filosófico para darse existencia:una filosofía que en vez de partir de los famosos‘problemas filosóficos y metafísicos, comienza porevacuarlos, para sólo partir de la nada y de esa variacióninfinitesimal y aleatoria que es la desviación enla caída: <strong>el</strong> clinamen.Nuestro autor se pregunta ¿Hay acaso una críticamás radical de toda Filosofía en su pretensión de decirla <strong>ver</strong>dad de las cosas? Pocas veces en la historia s<strong>el</strong>e ha dado al vacío toda su proyección filosófica. No escasual que la obra de Epicuro haya sido presa d<strong>el</strong>fuego de los incendiarios de la tradición filosófica.Entre los autores que menciona en esta línea estáSpinoza, quien consideró <strong>el</strong> vacío como <strong>el</strong> objeto de laFilosofía. Entre Spinoza y Rousseau menciona a Hobbes,<strong>el</strong> implacable inglés, que declara que la sociedadentera reposa sobre <strong>el</strong> miedo, (La prueba es quetodos tienen llaves) y que <strong>el</strong> hombre es <strong>el</strong> lobo d<strong>el</strong>hombre. Habla de la guerra preventiva y de la guerrade todos contra todos. Esto es lo que lo hace pasar ala alternativa calculada entre <strong>el</strong> estado de guerra y <strong>el</strong>Contrato, <strong>el</strong> pacto, El Leviatán, al que los individuosd<strong>el</strong>egan unilateralmente todos sus derechos. Transacciónfundada en <strong>el</strong> miedo y la sumisión en aras d<strong>el</strong>a protección contra <strong>el</strong> estado de guerra. Althusserconsidera a Hobbes como <strong>el</strong> primero en pensar ladominación ideológica y sus efectos.El siguiente autor para hablar d<strong>el</strong> materialismod<strong>el</strong> Encuentro es <strong>el</strong> Rousseau d<strong>el</strong> 2°Discurso, (dondehabla también d<strong>el</strong> Estado de Naturaleza, como unestado sin ninguna r<strong>el</strong>ación social). Para ilustrarloofrece la figura d<strong>el</strong> bosque primitivo. Para Althusser,El bosque es <strong>el</strong> equivalente d<strong>el</strong> vacío epicureo dondecae la lluvia paral<strong>el</strong>a de átomos: es un vacío donde losindividuos se cruzan, sin encontrarse, salvo en brevescoyunturas sin ninguna duración...Con esta figura, Rousseau quiso mostrar una ‘Nadade sociedad’, anterior a toda sociedad. La nada desociedad que constituye la esencia de toda sociedadposible. Tesis audaz cuya radicalidad ha escapado asus contemporáneos y posteriores, dice Althusser).Menciona toda esta intuición d<strong>el</strong> Siglo XVIIIrechaza toda t<strong>el</strong>eología de la historia. No hay inicio nifin, hay devenir... como en las aguas d<strong>el</strong> río de Heráclito.Filósofos desde Nietzsche a D<strong>el</strong>euze, Heideggery Derrida siguen está línea d<strong>el</strong> materialismo aleatorioponiendo énfasis en <strong>el</strong> ‘Antes no hubo nunca nada’ ;o <strong>el</strong> Da-Sein de Heidegger: = <strong>el</strong> SER-AHÍ (arrojado almundo sin consulta ni sentido previo); o <strong>el</strong> ‘toujoursdeja la’ (siempre-ya-ahí).Quien también expresó esta idea es <strong>el</strong> filósofofrancés contemporáneo Clement Rosset:“La historia de la filosofía occidental abre con unenunciado de du<strong>el</strong>o: la desaparición de las nocionesde azar, desorden y caos. Fue esa la palabra inauguralque evacuara -d<strong>el</strong> campo filosófico- la idea de azaroriginal, constitutivo y generador de existencia.“A partir de entonces, prevaleció la corriente de lógicosd<strong>el</strong> orden, de la sabiduría y de la razón, de la síntesisy <strong>el</strong> progreso...’lógicos de la reparación’ que hanborrado <strong>el</strong> azar d<strong>el</strong> horizonte de la conciencia filosófica.Pero también ha habido pensadores que se hanasignado la tarea opuesta...son los filósofos trágicoscuyo fin ha sido disol<strong>ver</strong> <strong>el</strong> orden aparente para encontrar<strong>el</strong> caos y <strong>el</strong> azar, enterrados por la racionalidadlogocentrista empeñada en prolongar la r<strong>el</strong>ativapermanencia de cierto orden que asegura la fijeza ilusoriade cierto ser”. (La Logique du Pire. PUF 1971)Y después, ¿qué es lo que adviene, lo que acontece eneste mundo sin un ser originario y sin historia?Encuentros. Lo que adviene en la lluvia uni<strong>ver</strong>sal deEpicuro, anterior a todo mundo constituido sonencuentros. Y <strong>el</strong> Encuentro adviene por <strong>el</strong> milagrod<strong>el</strong> clinamen: razón de cualquier mundo posible yque es anterior al nacimiento de cualquier Forma.Se da <strong>el</strong> primado de la Nada sobre la Forma.Althusser hace una ase<strong>ver</strong>ación atrevida: Todoencuentro es aleatorio. Tanto en sus inicios comoen sus efectos. Todo Encuentro pudo no haber sido.Necesidad y Contingencia se vu<strong>el</strong>ven a juntar. En vezYOUKALI, 3 página 9 <strong>el</strong> materialismoISSN:1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.net
- Page 2 and 3: Youkali: revista crítica de las ar
- Page 4 and 5: EDITORIALCon unos días de retraso
- Page 6 and 7: YOUKALI, 3 página 6 el materialism
- Page 10 and 11: YOUKALI, 3 página 10 el materialis
- Page 12: YOUKALI, 3 página 12 el materialis
- Page 15: La mirada de los humanos sobre el m
- Page 19 and 20: te distinto, desempeñado por los
- Page 21: Lo cierto es que si atendemos al co
- Page 24 and 25: YOUKALI, 3 página 24 el materialis
- Page 26 and 27: YOUKALI, 3 página 26 el materialis
- Page 28 and 29: YOUKALI, 3 página 28 el materialis
- Page 30 and 31: YOUKALI, 3 página 30 el materialis
- Page 32 and 33: YOUKALI, 3 página 32 el materialis
- Page 34 and 35: YOUKALI, 3 página 34 el materialis
- Page 36 and 37: YOUKALI, 3 página 36 el materialis
- Page 38 and 39: YOUKALI, 3 página 38 el materialis
- Page 40 and 41: YOUKALI, 3 página 40 el materialis
- Page 42 and 43: YOUKALI, 3 página 42 el materialis
- Page 44 and 45: YOUKALI, 3 página 44 el materialis
- Page 46 and 47: YOUKALI, 3 página 46 el materialis
- Page 48 and 49: YOUKALI, 3 página 48 Sel materiali
- Page 50 and 51: YOUKALI, 3 página 50 el materialis
- Page 52 and 53: YOUKALI, 3 página 52 el materialis
- Page 54 and 55: YOUKALI, 3 página 54 el materialis
- Page 56 and 57: YOUKALI, 3 página 56 el materialis
- Page 58 and 59:
YOUKALI, 3 página 58 el materialis
- Page 60 and 61:
El amor libreYOUKALI, 3 página 60
- Page 62 and 63:
YOUKALI, 3 página 62 el materialis
- Page 64 and 65:
YOUKALI, 3 página 64 el materialis
- Page 66 and 67:
YOUKALI, 3 página 66 el materialis
- Page 68 and 69:
YOUKALI, 3 página 68 el materialis
- Page 70 and 71:
YOUKALI, 3 página 70 el materialis
- Page 72 and 73:
YOUKALI, 3 página 72 el materialis
- Page 74 and 75:
YOUKALI, 3 página 74 Elementos de
- Page 76 and 77:
YOUKALI, 3 página 76 Elementos de
- Page 78 and 79:
YOUKALI, 3 página 78 Elementos de
- Page 80 and 81:
YOUKALI, 3 página 80 Elementos de
- Page 82 and 83:
YOUKALI, 3 página 82 Elementos de
- Page 84 and 85:
YOUKALI, 3 página 84 Elementos de
- Page 86 and 87:
YOUKALI, 3 página 86 Elementos de
- Page 88 and 89:
YOUKALI, 3 página 88 Elementos de
- Page 90 and 91:
YOUKALI, 3 página 90 Elementos de
- Page 92 and 93:
YOUKALI, 3 página 92 Elementos de
- Page 94 and 95:
YOUKALI, 3 página 94 Elementos de
- Page 96 and 97:
YOUKALI, 3 página 96 Elementos de
- Page 98 and 99:
YOUKALI, 3 página 98 Elementos de
- Page 100 and 101:
YOUKALI, 3 página 100 Elementos de
- Page 102 and 103:
YOUKALI, 3 página 102 Elementos de
- Page 104 and 105:
YOUKALI, 3 página 104 Elementos de
- Page 106 and 107:
YOUKALI, 3 página 106 Elementos de
- Page 108 and 109:
YOUKALI, 3 página 108 Elementos de
- Page 110 and 111:
YOUKALI, 3 página 110 Análisis de
- Page 112 and 113:
YOUKALI, 3 página 112 Análisis de
- Page 114 and 115:
YOUKALI, 3 página 114 Análisis de
- Page 116 and 117:
YOUKALI, 3 página 116 Análisis de
- Page 118 and 119:
YOUKALI, 3 página 118 Análisis de
- Page 120 and 121:
YOUKALI, 3 página 120 Análisis de
- Page 122 and 123:
YOUKALI, 3 página 122 Análisis de
- Page 124 and 125:
YOUKALI, 3 página 124 Análisis de
- Page 126 and 127:
YOUKALI, 3 página 126 Análisis de
- Page 128 and 129:
YOUKALI, 3 página 128 Un clásico,
- Page 130:
YOUKALI, 3 página 130 Un clásico,