YOUKALI, 3 página 86 Elementos de producción crítica- ¿Con quién salimos esta noche? – Omar es hijo de un médico d<strong>el</strong> Hospital de Clínicas. Sacó menciónen remo y está haciendo gratis <strong>el</strong> curso de v<strong>el</strong>a, lo que lo debe de favorecer pues carece de dineroe influencias.- Seamos prudentes por una vez, ¿qué tal con las chicas? – me apresuro, pues así vendrá Hanna.- Tengo ganas de juerga, Hernán – responde Omar-. Las chicas bien, para <strong>el</strong> matrimonio.El muy idiota. Lo dejo e intento convencer al resto. La persuasión es mi fuerte, si logro finalizar mis estudiosde abogacía, haré mucho dinero.- Saldremos con las chicas y si vos no querés, Omar, hacete una recorrida por Plaza Italia, a <strong>ver</strong> si teenganchás a alguna a tu medida.Vu<strong>el</strong>ve Hanna. La veo caminar con la <strong>el</strong>egancia de un gato birmano. Te quiero, Hanna, aunque me dé <strong>ver</strong>güenzamirarte los brazos cocidos al sol mientras Omar frunce <strong>el</strong> seño, contrariado, como si adivinara <strong>el</strong>motivo de la salida de hoy. Las mujeres deben de competir menos, este ha quedado loco desde que le aconsejéfuera tras las busconas de Plaza Italia.Martín se une al grupo, después de haberle dadoun beso en la frente a Hanna. Qué suerte tienenalgunos. Sin esa sonrisa y ese porte triunfadores deMartín, a mí me queda convencer a las mujerescon palabras. Soy bueno en eso, qué rabia que lehaya dado un beso fraterno.Hanna está aburrida, Omar sugiere sacar la lanchade Martín. Buena idea, dice Hanna, y aprovechopara darle lecciones de cómo se conduce una cliffcraft.Hanna no parece prestarme atención,Martín ocupa todas sus miradas. Ahora le pide quetenga cuidado en <strong>el</strong> arranque, le da asco <strong>el</strong> colormarrón d<strong>el</strong> agua, que no la salpiquen y tal.De pronto, como un aparecido, salta a la lanchaReynaldo, y Hanna se cu<strong>el</strong>ga de él. Cómo tardabas,hermanito. Salimos zumbando de la guarderíay me detengo a mirar, por un instante, la lengua aceitosa que va dejando la lancha a medida que avanzamoshacia ninguna parte. Omar y Martín gritan de furor, Hanna pone su cara al sol y observa de reojo a Martín.Reynaldo p<strong>el</strong>ea por <strong>el</strong> timón, no van a cedérs<strong>el</strong>o.El aceite continúa dibujando una mancha sobre la superficie d<strong>el</strong> agua, y <strong>el</strong> casco se yergue debido a la fuerzad<strong>el</strong> motor interno, que pega unos chasquidos inevitables.- Tomemos un atajo que nos lleve hasta <strong>el</strong> Capitán Sarmiento – se excita Reynaldo.- Bueno, a <strong>ver</strong> si mojamos a alguien por este riacho – Martín hace una maniobra rápida para girar yvu<strong>el</strong>ve a reír como un loco-. Sacaremos a Hanna de su aburrimiento habitual, mirá cómo empapo aesos d<strong>el</strong> bote.Ac<strong>el</strong>era y <strong>el</strong> agua empapa a los remeros. Parece que voláramos, y grito como <strong>el</strong>los. La única tranquila aquí esHanna, no sé qué me encandila más: si <strong>el</strong> traje de baño azul que lleva puesto o su pi<strong>el</strong> acerada. A medida queavanzamos se oyen los insultos de algunos isleños. Desaforados, vayan a río abierto a hacerse los machos.ISSN: 1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.net
Hanna continúa tomándose <strong>el</strong> sol d<strong>el</strong> D<strong>el</strong>ta.Hubiera preferido remar, pero a <strong>el</strong>los les gusta <strong>el</strong> motor que ruge en vez de los rumores d<strong>el</strong> río. Tiramos ancla,finalmente, cerca d<strong>el</strong> arroyo Abra Vieja. Camalotes henchidos de agua. Algunos patos pasan atraídos por losjuncos, que se bambolean debido al aire fresco. Más tarde, <strong>el</strong> sonido d<strong>el</strong> silencio, apenas interrumpido poralgunos pájaros. También, un largo suspiro de Hanna. Te quiero, Hanna, me casaré con vos y Martín no vaa darte ningún beso.Por la noche nos encontramos en la fiesta que organizó una amiga de Reynaldo para c<strong>el</strong>ebrar nunca supimosqué, porque <strong>el</strong>la habla tanto que no coordina. A la medianoche, sus padres nos dejaron la casa. No me gusta<strong>el</strong> barrio de San Isidro, soy un bicho de ciudad. A veces, aunque podría alcanzarme <strong>el</strong> chofer, subo a un colectivopor <strong>el</strong> afán de recorrer San Juan y Boedo, las avenidas Corrientes, B<strong>el</strong>grano y Paseo Colón, los alrededoresde Alsina y <strong>el</strong> barrio de Barracas sur. Rincones de Buenos Aires, construida de culo al río, que re<strong>ver</strong>beranen <strong>el</strong> cuatro por cuatro - música de malevos y d<strong>el</strong> bajo fondo.Se arma la batahola entre dos parejas que compiten en <strong>el</strong> baile. El estruendo de la música y <strong>el</strong> olor a cigarrillome hastían lo suficiente como para huir y quedar desparramado en <strong>el</strong> sillón rococó de la recepción. Abrola ventana de par en par y observo al grupo retorciéndose al compás de un mambo, luego de un fox trot. Salvodos chicas con caderas mullidas como un edredón, que no bailan y se pasean por la pista, las otras muevensus piernas y brazos con entusiasmo. Parecen salidas de una pantalla de cine: sonrisa de propaganda, cinturaavispa y pollera acampanada.¿Te aburrís, <strong>ver</strong>dad? – Hanna se sienta a mi lado. No tiene la b<strong>el</strong>leza que imponen las reglas autoritarias d<strong>el</strong>a moda, ni siquiera su p<strong>el</strong>o parece recién peinado, lleva escaso maquillaje y no fuma.- Sos vos la que te aburrís siempre, Hanna. Yo tengo cuerda para rato. Le sonrío. Me abalanzaríasobre <strong>el</strong>la para improvisar una lucha cuerpo a cuerpo en ese mismo sillón. (No lo mancharíamos.)Me contengo. Veo sus piernas, parecen aún más largas sin <strong>el</strong> traje de baño azul. La parte más jugosa escondidatras <strong>el</strong> vestido. No hablamos mucho, nos miramos. De pronto Omar, como caído d<strong>el</strong> infierno, se mete ypondera la ciencia, qué imbécil.No me extraña tanta devoción, con tu padre médico… – meto baza, furioso, por haber sido invadido con supresencia. Es menos costoso ir a la iglesia – continúo-, prefiero los fanatismos con fines más humanos. Omarme contesta que la ciencia salva vidas, yo le replico que vidas, no almas. Él, que la r<strong>el</strong>igión es como <strong>el</strong> opio.Yo: resultaste comunista. Él: no seas ignorante, hombre, creer no significa negarlo todo, parecés un sacerdote.Yo: repetís cosas de Marx y ni siquiera sabés quién es…, y antes de que nos agarremos a trompadas, Hannanos pide alguna bebida h<strong>el</strong>ada, se muere de sed.El capitán nos avisa que <strong>el</strong> barco está listo. Zarpamos. Hanna baja a buscar no sé qué cosa. Sus hombros sehan ensanchado por la gimnasia y al agachar su cabeza debido a la escalera, me doy cuenta de que <strong>el</strong> p<strong>el</strong>o haperdido los reflejos dorados que me llamaron la atención la primera vez en <strong>el</strong> Rowing. Me habría gustadoinvitar a los Durañona, pero <strong>el</strong>la no quiso. No me aburriré, <strong>el</strong> Río de la Plata tiene sus mañas y quizá tengamosalgún chapuzón antes de Carm<strong>el</strong>o, pese a que <strong>el</strong> capitán insiste en una travesía sin sorpresas.Cuando volví de aqu<strong>el</strong>la fiesta, mi madre estaba esperándome. Debés graduarte antes que conocer a nadie.Como si hubiera tenido la bola de cristal entre sus manos. Tu padre, empresario, <strong>el</strong> abu<strong>el</strong>o, rentista, y heredarásmis campos: para las chicas sos un buen partido. Lo mejor es graduarte de abogado, no se te ocurrapensar en casamiento, los Santa Coloma te ofrecen un puesto importante en su empresa por si no querésejercer la abogacía, no sé si me explico… y tal.ISSN: 1885-477Xwww.tierradenadieediciones.comwww.youkali.netYOUKALI, 3 página 87 Elementos de producción crítica
- Page 2 and 3:
Youkali: revista crítica de las ar
- Page 4 and 5:
EDITORIALCon unos días de retraso
- Page 6 and 7:
YOUKALI, 3 página 6 el materialism
- Page 8 and 9:
YOUKALI, 3 página 8 el materialism
- Page 10 and 11:
YOUKALI, 3 página 10 el materialis
- Page 12:
YOUKALI, 3 página 12 el materialis
- Page 15:
La mirada de los humanos sobre el m
- Page 19 and 20:
te distinto, desempeñado por los
- Page 21:
Lo cierto es que si atendemos al co
- Page 24 and 25:
YOUKALI, 3 página 24 el materialis
- Page 26 and 27:
YOUKALI, 3 página 26 el materialis
- Page 28 and 29:
YOUKALI, 3 página 28 el materialis
- Page 30 and 31:
YOUKALI, 3 página 30 el materialis
- Page 32 and 33:
YOUKALI, 3 página 32 el materialis
- Page 34 and 35:
YOUKALI, 3 página 34 el materialis
- Page 36 and 37: YOUKALI, 3 página 36 el materialis
- Page 38 and 39: YOUKALI, 3 página 38 el materialis
- Page 40 and 41: YOUKALI, 3 página 40 el materialis
- Page 42 and 43: YOUKALI, 3 página 42 el materialis
- Page 44 and 45: YOUKALI, 3 página 44 el materialis
- Page 46 and 47: YOUKALI, 3 página 46 el materialis
- Page 48 and 49: YOUKALI, 3 página 48 Sel materiali
- Page 50 and 51: YOUKALI, 3 página 50 el materialis
- Page 52 and 53: YOUKALI, 3 página 52 el materialis
- Page 54 and 55: YOUKALI, 3 página 54 el materialis
- Page 56 and 57: YOUKALI, 3 página 56 el materialis
- Page 58 and 59: YOUKALI, 3 página 58 el materialis
- Page 60 and 61: El amor libreYOUKALI, 3 página 60
- Page 62 and 63: YOUKALI, 3 página 62 el materialis
- Page 64 and 65: YOUKALI, 3 página 64 el materialis
- Page 66 and 67: YOUKALI, 3 página 66 el materialis
- Page 68 and 69: YOUKALI, 3 página 68 el materialis
- Page 70 and 71: YOUKALI, 3 página 70 el materialis
- Page 72 and 73: YOUKALI, 3 página 72 el materialis
- Page 74 and 75: YOUKALI, 3 página 74 Elementos de
- Page 76 and 77: YOUKALI, 3 página 76 Elementos de
- Page 78 and 79: YOUKALI, 3 página 78 Elementos de
- Page 80 and 81: YOUKALI, 3 página 80 Elementos de
- Page 82 and 83: YOUKALI, 3 página 82 Elementos de
- Page 84 and 85: YOUKALI, 3 página 84 Elementos de
- Page 88 and 89: YOUKALI, 3 página 88 Elementos de
- Page 90 and 91: YOUKALI, 3 página 90 Elementos de
- Page 92 and 93: YOUKALI, 3 página 92 Elementos de
- Page 94 and 95: YOUKALI, 3 página 94 Elementos de
- Page 96 and 97: YOUKALI, 3 página 96 Elementos de
- Page 98 and 99: YOUKALI, 3 página 98 Elementos de
- Page 100 and 101: YOUKALI, 3 página 100 Elementos de
- Page 102 and 103: YOUKALI, 3 página 102 Elementos de
- Page 104 and 105: YOUKALI, 3 página 104 Elementos de
- Page 106 and 107: YOUKALI, 3 página 106 Elementos de
- Page 108 and 109: YOUKALI, 3 página 108 Elementos de
- Page 110 and 111: YOUKALI, 3 página 110 Análisis de
- Page 112 and 113: YOUKALI, 3 página 112 Análisis de
- Page 114 and 115: YOUKALI, 3 página 114 Análisis de
- Page 116 and 117: YOUKALI, 3 página 116 Análisis de
- Page 118 and 119: YOUKALI, 3 página 118 Análisis de
- Page 120 and 121: YOUKALI, 3 página 120 Análisis de
- Page 122 and 123: YOUKALI, 3 página 122 Análisis de
- Page 124 and 125: YOUKALI, 3 página 124 Análisis de
- Page 126 and 127: YOUKALI, 3 página 126 Análisis de
- Page 128 and 129: YOUKALI, 3 página 128 Un clásico,
- Page 130: YOUKALI, 3 página 130 Un clásico,