Maria Rosa Janoher Batalla

CONCLUSIONESMientras hacía esta monografía, me he reafirmado en la importancia de laparticipación en los grupos regulares, en talleres intensivos y, también, enla necesidad de estudiar, leer, a fin de profundizar en nuestro propioconocimiento, en el de la vida y en el ser humano en general, todos únicosy distintos, a la par que semejantes.De este mayor conocimiento, obtendremos la experiencia práctica y elsaber intelectual que necesitamos para elaborar las sesiones de Biodanza.Sin embargo, no bastan todos estos conocimientos teóricos y prácticos. Loque he aprendido y sentido mientras la elaboraba, es que todos somosseres únicos y a la vez somos humanidad, la cual nos es común, es decirque nos comunica a todos. Y desde esa esencia única, desde nuestraidentidad, y desde la coherencia existencial, hemos de mostrarnos en losgrupos que coordinemos. Se trata de hablar y danzar desde nuestro ser,desde nuestra alma. Son nuestra autenticidad y coherencia las quecontribuirán a que el grupo se desarrolle con esa misma autenticidad ycoherencia.En Biodanza hablamos de conceptos como empatía, sensibilidad hacia elotro, respeto a la vida, etc... Pero, yo me pregunto: ¿Podemos difundir laeducación biocéntrica sin una existencia biocéntrica? ¿Existe realmenteuna estética sin ética?Personalmente, creo que la autenticidad y coherencia existenciales nospermitirán ocupar nuestro espacio en el mundo y también en el mundode la Biodanza. Y ese lugar podemos ocuparlo con humildad ysensibilidad hacia nuestros semejantes, pero también con el orgullo deocuparlo siendo lo que somos, maravillándonos de la pluralidad y de ladiversidad que la vida nos ofrece.Espero que esta guía básica y práctica de Biodanza sea útil para loscompañeros y amigos que empiecen su camino como facilitadores, queles ayude en los momentos de incertidumbre, de dudas y miedos. Es uncamino maravilloso y os invito a vivirlo desde el corazón.47