_•••••F L E X I O N E Smográfica, se ha hecho evidente que este agotamiento esefecto de la forma de consumo de los grupos privilegiados.". 3No será sino hasta que los países de la CEPAL respondanal Informe Brundthland, señalando que los problemas ambientalesno son producto de la <strong>pobre</strong>za, sino producto deun mod<strong>el</strong>o de desarrollo que impacta de diferente maneraa los países llamados d<strong>el</strong> primer mundo y a los consideradosdentro d<strong>el</strong> tercer mundo.Cabe resaltar que en la definición de desarrollosustentable de la CEPAL, otras de las aportaciones valiosasde su respuesta, son las consideraciones respecto de tomaren cuenta <strong>el</strong> concepto de calidad de vida e involucrar <strong>el</strong> factorde la democracia, con un peso importante en lo que a latoma de decisiones y participación política se refiere. Es decir,la <strong>pobre</strong>za y <strong>el</strong> medio ambiente también tienen que vercon cuestiones políticas internacionales y nacionales.Por otra parte, <strong>el</strong> mismo concepto de calidad de vidaabre <strong>el</strong> panorama, ya que no puede quedar desvinculadod<strong>el</strong> contexto cultural de los países. Aquí <strong>el</strong> cambio es drástico,ya que <strong>el</strong> concepto de calidad de vida tiene que vercon "<strong>el</strong> ser", y lo que se consideraba era <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de vidaque toca "en <strong>el</strong> tener".Quizá aquí valdría la pena reflexionar sobre lo queTud<strong>el</strong>a apunta al afirmar que "[...] <strong>el</strong> estancamiento o <strong>el</strong>decrecimiento demográfico no implican de manera automáticaun mejoramiento en las condiciones de vida omedioambientales". 4 Quiero decir, que hay una crítica seriaa aqu<strong>el</strong>los que han señalado como la base de los problemasambientales a la explosión demográfica de los países<strong>pobre</strong>s, y que, incluso, en algún momento se afirmócomo necesario atacar <strong>el</strong> problema solamente a partir d<strong>el</strong>a búsqueda d<strong>el</strong> objetivo de crecimiento cero de la población(Club de Roma, 1972).En gran medida, la discusión d<strong>el</strong> tema <strong>pobre</strong>za y medioambiente ha permitido dar cuenta de un sinnúmero de procesosy r<strong>el</strong>aciones, que intervienen entre ambos conceptos.Es decir, ubican esta r<strong>el</strong>ación dentro de una problemáticacompleja que no permite afirmaciones simplistas osesgadas. Todo parece indicar que tenemos que reconocerque los problemas ambientales van de la mano de la <strong>pobre</strong>za,pero no a la <strong>pobre</strong>za como madre de los problemasambientales.Si nos quedamos con <strong>el</strong> concepto de la <strong>pobre</strong>za comoprivación, estaríamos dejando fuera aspectos importantesque dinamizan <strong>el</strong> concepto. Me refiero a aqu<strong>el</strong>los que tienenque ver con las causas d<strong>el</strong> mismo y lo tocante a la distribuciónde oportunidades y de ingresos. No es suficienteafirmar que la <strong>pobre</strong>za es un problema d<strong>el</strong> uso de los recursoso d<strong>el</strong> ingreso económico, tenemos que referirnos alcontexto social, político y ecológico. Es necesario reconocerlas causas estructurales que han permitido y permitenque se establezca una dinámica de países <strong>pobre</strong>s y ricos.Mantener la idea de que la <strong>pobre</strong>za es <strong>el</strong> peor de loscontaminantes "tiene una interpretación posible: olvidémonosde las contaminaciones (las de verdad) o incluso d<strong>el</strong>medio ambiente en su conjunto, hasta que resolvamos la<strong>pobre</strong>za, como si se tratara de objetivos incompatibles ycontradictorios". 5Ahora bien, no se trata de buscar alternativas aisladasde un problema o de otro, llámese <strong>pobre</strong>za, democracia,medio ambiente, salud, educación, por mencionar algunos;se trata de reconocer que las soluciones tendrán que irse52• ••
• • • • •R E F L E X I O N E Sdando paral<strong>el</strong>amente y en forma integral. Para ilustrar estaidea retomo a Caravias cuando escribe que"[...] no se puedepriviligiar la protección ambiental postergando esfuerzospara la superación de la <strong>pobre</strong>za, ya que ésta es unaprioridad humana y política inaplazable; pero tampoco sepuede buscar la superación de la <strong>pobre</strong>za sin tener en cuentalas consideraciones ambientales". 6Por un lado, sería necesario revisar todas aquéllas r<strong>el</strong>acionesque tienen que ver con la <strong>pobre</strong>za, donde uno de losvínculos que tiene es <strong>el</strong> d<strong>el</strong> medio ambiente; siempre desdeun punto de vista dinámico.Como bien lo apunta Bifani"[...] esta constatación sugiereal menos dos reflexiones: primero, implica <strong>el</strong> reconocimientode que la sociedad mundial no vive en sistemasseparados, sino que cada sistema interactúa en un sistemamás amplio, d<strong>el</strong> cual es parte estructural y funcional, y quepor lo tanto toda acción antrópica, tarde o temprano, tiendea trascender dimensiones espaciales y temporales. Segundo,que la acción antrópica ha alcanzado proporcionestales que la gestión de sus efectos sobre <strong>el</strong> medio naturalrequiere de una acción global". 7De la misma manera que <strong>el</strong> impacto de los problemasambientales no reconoce límites geográficos, políticos ysociales, la <strong>pobre</strong>za tampoco reconoce límites. Y <strong>el</strong> que hoydía mueran seres humanos por sequías provocadas por factoresajenos a <strong>el</strong>los, se torna una responsabilidad de la especiehumana sin importar lo lejos o cerca que nos encontremosd<strong>el</strong> lugar donde esto sucede.Se trataría no sólo de tomar en cuenta a las generacionesfuturas, sino a las más de mil millones de personas queviven en la <strong>pobre</strong>za en <strong>el</strong> mundo.53• ••