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Stuart Hall, "El trabajo de la representación" - Cholonautas

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Esta es <strong>la</strong> manera como le das sentido a <strong>la</strong>s cosas a través <strong>de</strong>l lenguaje. Es <strong>la</strong> maneracomo ‘das sentido’ al mundo <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente, objetos y eventos, y como eres capaz <strong>de</strong> expresarun pensamiento complejo a otras personas acerca <strong>de</strong> esas cosas, o <strong>de</strong> comunicarte sobreel<strong>la</strong>s mediante el lenguaje <strong>de</strong> modo que <strong>la</strong>s otras personas te entiendan.¿Por qué <strong>de</strong>bemos pasar por este complejo proceso <strong>de</strong> representar nuestropensamiento? Si <strong>de</strong>positas el vaso que tienes en <strong>la</strong> mano y caminas fuera <strong>de</strong> <strong>la</strong> habitación,pue<strong>de</strong>s aún pensar acerca <strong>de</strong>l vaso, aun en el caso <strong>de</strong> éste no esté físicamente allí. De hecho,pue<strong>de</strong>s pensarlo sin que haya vaso. Pue<strong>de</strong>s pensar con el concepto <strong>de</strong> un vaso.Como los lingüistas gustan <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir: ‘Los perros <strong>la</strong>dran. Pero el concepto <strong>de</strong> “perro”no pue<strong>de</strong> <strong>la</strong>drar ni mor<strong>de</strong>r.’ Pue<strong>de</strong>s hab<strong>la</strong>r sólo con <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra para vaso –VASO—que es elsigno lingüístico que se usa en castel<strong>la</strong>no para referirse a los objetos en que bebes agua. Esaquí en don<strong>de</strong> aparece <strong>la</strong> representación. Representación es <strong>la</strong> producción <strong>de</strong> sentido <strong>de</strong> losconceptos en nuestras mentes mediante el lenguaje. Es el vínculo entre los conceptos y ellenguaje el que nos capacita para referirnos sea al mundo ‘real’ <strong>de</strong> los objetos, gente oevento, o aun a los mundos imaginarios <strong>de</strong> los objetos, gente y eventos ficticios.De modo que hay implicados dos procesos, dos sistemas <strong>de</strong> representación.Primero, está ‘el sistema’ mediante el cual toda suerte <strong>de</strong> objetos, gente y eventos secorre<strong>la</strong>cionan con un conjunto <strong>de</strong> conceptos o representaciones mentales que llevamos ennuestras cabezas. Sin el<strong>la</strong>s no podríamos <strong>de</strong> ningún modo interpretar el mundo. En primerlugar, pues, el sentido <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> conceptos e imágenes formadas en nuestrospensamientos que pue<strong>de</strong>n estar por, o ‘representar’ el mundo, capacitándonos parareferirnos a cosas que están <strong>de</strong>ntro o fuera <strong>de</strong> nuestras cabezas.Antes <strong>de</strong> entrar a hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong>l segundo ‘sistema <strong>de</strong> representación’, <strong>de</strong>bemos observarque lo que acabamos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir es una versión simple <strong>de</strong> un proceso que es complejo. Esbastante simple ver cómo po<strong>de</strong>mos formar conceptos <strong>de</strong> cosas que percibimos –gente yobjetos materiales, como sil<strong>la</strong>s, mesas y escritorios. Pero también formamos conceptos <strong>de</strong>cosas más bien obscuras y abstractas, que no po<strong>de</strong>mos ni ver, ni sentir o tocar <strong>de</strong> manerasimple. Piensa, por ejemplo, en nuestro concepto <strong>de</strong> guerra, o muerte, o amistad, o amor. Y,como hemos observado, también formamos conceptos sobre cosas que nunca hemos visto,y posiblemente nunca veremos, y sobre gente y lugares que simplemente hemos inventado.Po<strong>de</strong>mos tener un concepto c<strong>la</strong>ro <strong>de</strong>, digamos, ángeles, sirenas, Dios, el Demonio, o <strong>de</strong>lCielo y el Infierno, o <strong>de</strong> Middlemarch (el pueblito provincial ficticio <strong>de</strong> <strong>la</strong> nove<strong>la</strong> <strong>de</strong>George <strong>El</strong>iot), o <strong>de</strong> <strong>El</strong>izabeth (<strong>la</strong> heroína <strong>de</strong> Orgullo y Prejuicio <strong>de</strong> Jane Austen).Hemos l<strong>la</strong>mado a esto un ‘sistema <strong>de</strong> representación.’ Esto porque consiste, no enconceptos individuales, sino en diferentes modos <strong>de</strong> organizar, agrupar, arreg<strong>la</strong>r y c<strong>la</strong>sificarconceptos, y <strong>de</strong> establecer re<strong>la</strong>ciones complejas entre ellos. Por ejemplo, usamos losprincipios <strong>de</strong> semejanza y diferencia para establecer re<strong>la</strong>ciones entre conceptos o paradistinguirlos unos <strong>de</strong> otros. Así, tengo una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que en algunos aspectos los pájaros soncomo los aviones en el cielo, basado en el hecho <strong>de</strong> que se parecen porque ambos vue<strong>la</strong>n –pero también tengo <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que en otros aspectos son diferentes, porque unos son parte<strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza mientras los otros son artefactos. Este mezc<strong>la</strong>r y aparear re<strong>la</strong>ciones entreconceptos para formar i<strong>de</strong>as complejas y pensamientos es posible porque nuestros4


conceptos están organizados <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> diferentes sistemas c<strong>la</strong>sificatorios. En este ejemplo,el primero se base en una distinción entre vo<strong>la</strong>dores/no vo<strong>la</strong>dores, y el segundo se basa en<strong>la</strong> distinción entre natural/artificial. Hay otros principios <strong>de</strong> organización como éstos enjuego en todos los sistemas conceptuales: por ejemplo, c<strong>la</strong>sificar <strong>de</strong> acuerdo con <strong>la</strong>secuencia –qué concepto sigue a qué –o causalidad—qué causa qué—y así sucesivamente.<strong>El</strong> punto es que estamos hab<strong>la</strong>ndo no <strong>de</strong> una colección aleatoria <strong>de</strong> conceptos, sino <strong>de</strong>conceptos organizados, arreg<strong>la</strong>dos y c<strong>la</strong>sificados <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> re<strong>la</strong>ciones complejas entre el<strong>la</strong>s.Esta es <strong>la</strong> manera como tenemos nuestros sistemas conceptuales. Sin embargo, esto no<strong>de</strong>bilita el punto básico. <strong>El</strong> sentido <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre <strong>la</strong>s cosas en el mundo –gente, objetos y eventos, reales o ficticios—y el sistema conceptual, que pue<strong>de</strong> operar comorepresentaciones mentales <strong>de</strong> los mismos.Ahora bien, pue<strong>de</strong> darse el caso <strong>de</strong> que el mapa conceptual que tengo en mi cabezasea totalmente diferente <strong>de</strong>l tuyo, <strong>de</strong> tal modo que tú y yo interpretaríamos el mundo, o ledaríamos sentido, <strong>de</strong> modos totalmente diferentes. Seríamos incapaces <strong>de</strong> compartirnuestros pensamientos o expresar nuestras […] sobre el mundo. De hecho, cada uno <strong>de</strong>nosotros entien<strong>de</strong> e interpreta el mundo <strong>de</strong> una manera única e individual. Sin embargo,somos capaces <strong>de</strong> comunicarnos porque compartimos <strong>de</strong> manera amplia los mismos mapasconceptuales y por […] interpretamos el mundo, o le damos sentido, aproximadamente <strong>de</strong><strong>la</strong> misma manera. Esto es lo que <strong>de</strong> hecho enten<strong>de</strong>mos cuando <strong>de</strong>cimos que ‘pertenecemosa <strong>la</strong> misma cultura.’ Porque interpretamos el mundo <strong>de</strong> manera aproximadamente igual,po<strong>de</strong>mos construir una cultura compartida <strong>de</strong> sentidos y por tanto construir un mundosocial que habitamos conjuntamente. Por ello ‘<strong>la</strong> cultura’ es <strong>de</strong>finida a veces en términos <strong>de</strong>‘sentidos compartidos o mapas conceptuales compartidos’ (ver du Gay, <strong>Hall</strong>, et al., 1997).Sin embargo, un mapa conceptual compartido no es suficiente. Debemos sercapaces <strong>de</strong> representar o intercambiar sentidos y conceptos, y po<strong>de</strong>mos hacer esto sólocuando tenemos acceso a un lenguaje compartido. <strong>El</strong> lenguaje es por tanto el segundosistema <strong>de</strong> representación involucrado en el proceso global <strong>de</strong> construir sentido. Nuestromapa conceptual compartido <strong>de</strong>be ser traducido a un lenguaje común, <strong>de</strong> tal modo quepo<strong>de</strong>mos corre<strong>la</strong>cionar nuestros conceptos e i<strong>de</strong>as con ciertas pa<strong>la</strong>bras escritas, sonidosdichos, o imágenes visuales. <strong>El</strong> término general que usamos para pa<strong>la</strong>bras [ ,] sonidos oimágenes que portan sentido es signos. Estos signos están por, o representan los conceptosy <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones conceptuales entre ellos que portamos en nuestras cabezas y su conjuntoconstituye lo que l<strong>la</strong>mamos sistemas <strong>de</strong> sentido <strong>de</strong> nuestra cultura.Los signos están organizados en lenguajes y <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong> lenguajes comunes eslo que nos permite traducir nuestros pensamientos (conceptos) en pa<strong>la</strong>bras, sonidos oimágenes, y luego usarlos, operando ellos como un lenguaje, para expresar sentidos ycomunicar pensamientos a otras personas. Recuerda que el término ‘lenguaje’ se usa aquíen un sentido muy amplio e inclusivo. <strong>El</strong> sistema escrito y el sistema hab<strong>la</strong>do <strong>de</strong> unlenguaje particu<strong>la</strong>r son ambos, obviamente, ‘lenguaje.’ Por [pero] también lo son <strong>la</strong>simágenes visuales, sean el<strong>la</strong>s producidas por <strong>la</strong> mano o por medios mecánicos, electrónicos,digitales o por cualquier otro medio, siempre y cuando se usen para expresar sentido.También lo son otras cosas que no son ‘lingüísticas’ en el sentido ordinario: el ‘lenguaje’<strong>de</strong> <strong>la</strong>s expresiones faciales o <strong>de</strong> los gestos, por ejemplo, o el ‘lenguaje’ <strong>de</strong> <strong>la</strong> moda, <strong>de</strong>lvestido, o <strong>de</strong> <strong>la</strong>s luces <strong>de</strong> tráfico. Aun <strong>la</strong> música es un ‘lenguaje’ con complejas re<strong>la</strong>ciones5


entre diferentes sonidos y cuerdas, aunque éste es un caso muy especial dado que no pue<strong>de</strong>ser usado fácilmente para referenciar cosas actuales u objetos <strong>de</strong>l mundo (un puntoe<strong>la</strong>borado más en <strong>de</strong>talle por du Gay, Ed., 1997, y Mackay, Ed., 1997). Cualquier sonido,pa<strong>la</strong>bra, imagen u objeto que funcione como signo, es organizado con otros signos <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cual hal<strong>la</strong> su sentido. De esta forma el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> sentido que hevenido analizando aquí es <strong>de</strong>scrito a veces como ‘lingüístico’; y todas <strong>la</strong>s teorías sobre elsentido que siguen este mo<strong>de</strong>lo básico son <strong>de</strong>scritas como que pertenecen al ‘girolingüístico’ que se ha dado en <strong>la</strong>s ciencias sociales y en los estudios culturales.En el corazón <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> sentido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> cultura hay, por tanto, dos‘sistemas re<strong>la</strong>cionados <strong>de</strong> representación.’ <strong>El</strong> primero nos permite dar sentido al mundomediante <strong>la</strong> construcción <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>ncias o una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong>equivalencias entre <strong>la</strong>s cosas -gente, objetos, eventos, i<strong>de</strong>as abstractas, etc.- y nuestrosistema <strong>de</strong> conceptos, o mapas conceptuales. <strong>El</strong> segundo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> construcción <strong>de</strong> unconjunto <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>ncias entre nuestro mapa conceptual y un conjunto <strong>de</strong> signos,organizados o arreg<strong>la</strong>dos en varios lenguajes que están por, o representan esos conceptos.La re<strong>la</strong>ción entre <strong>la</strong>s ‘cosas’, conceptos y signos está en el corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong> producción <strong>de</strong>sentido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un lenguaje. <strong>El</strong> proceso que vincu<strong>la</strong> estos tres elementos y los convierteen un conjunto es lo que <strong>de</strong>nominamos ‘representaciones.’1.2 Lenguaje y representaciónAsí como <strong>la</strong>s personas que pertenecen a <strong>la</strong> misma cultura <strong>de</strong>ben compartir un mapaconceptual aproximadamente simi<strong>la</strong>r, el<strong>la</strong>s <strong>de</strong>ben también compartir el mismo modo <strong>de</strong>interpretar los signos <strong>de</strong> un lenguaje, por sólo <strong>de</strong> este modo pue<strong>de</strong>n intercambiarse lossentidos entre <strong>la</strong> gente. Pero ¿cómo sabemos qué concepto está por qué cosa? O, ¿quépa<strong>la</strong>bra efectivamente representa qué concepto? ¿Cómo sé qué sonidos o imágenesportarán, mediante el lenguaje, el sentido <strong>de</strong> mis conceptos y lo que yo quiero <strong>de</strong>cirte conellos? Este pue<strong>de</strong> parecer re<strong>la</strong>tivamente simple en el caso <strong>de</strong> los signos visuales, porejemplo el dibujo, <strong>la</strong> pintura, o <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong> cámara o TV <strong>de</strong> una oveja tiene semejanza conel animal peludo que pasta en un campo, al cual quiero referirme. Aun así, necesitamosrecordar que una versión construida, o pintada, o digital, <strong>de</strong> una oveja no es exactamentecomo <strong>la</strong> oveja ‘real’. Basta esto: casi todas <strong>la</strong>s imágenes vienen en dos dimensionesmientras que <strong>la</strong> oveja’real’ existe en tres.Los signos visuales y <strong>la</strong>s imágenes, aun aquel<strong>la</strong>s que tienen una semejanza estrechacon <strong>la</strong>s cosas a <strong>la</strong>s cuales se refieren, son signos: portan sentido y por tanto <strong>de</strong>ben serinterpretados. Para hacerlo, <strong>de</strong>bemos tener acceso a los dos sistemas <strong>de</strong> representacióndiscutidos antes: a un mapa conceptual que corre<strong>la</strong>cione <strong>la</strong>s ovejas en el campo con elconcepto <strong>de</strong> una ‘oveja’; y un sistema <strong>de</strong> lenguaje que en lenguaje visual, tenga algunasemejanza con <strong>la</strong> cosa real o ‘se le parezca’ <strong>de</strong> algún modo. Este argumento resulta muyc<strong>la</strong>ro si pensamos en una caricatura o en una pintura abstracta <strong>de</strong> una ‘oveja’, don<strong>de</strong>necesitamos <strong>de</strong> un sofisticado y compartido sistema conceptual y lingüístico a fin <strong>de</strong> estarciertos <strong>de</strong> que estamos todos ‘leyendo’ el signo <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma manera. Aun así po<strong>de</strong>mosencontrarnos con dudas sobre si realmente se trata <strong>de</strong> una pintura <strong>de</strong> ovejas. Como <strong>la</strong>re<strong>la</strong>ción entre el signo y su referente aparece menos c<strong>la</strong>ra, el sentido comienza a correrse y<strong>de</strong>slizarse <strong>de</strong> nosotros hacia <strong>la</strong> incertidumbre. <strong>El</strong> sentido no es ya trasparente en su paso <strong>de</strong>6


una persona a otra [Figura 1.1. William Holman Hunt, Nuestras costas inglesas (‘Ovejas<strong>de</strong>scarriadas’), 1852].De modo que aun en el caso <strong>de</strong>l lenguaje visual, cuando <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>l concepto y elsigno parece ser bastante directa, el asunto está lejos <strong>de</strong> ser simple. Es aún más difícil conel lenguaje escrito o hab<strong>la</strong>do, en don<strong>de</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras no parecen ni suenan nada simi<strong>la</strong>res a<strong>la</strong>s cosas a que se refieren. En parte esto se <strong>de</strong>be a que hay diferentes c<strong>la</strong>ses <strong>de</strong> signos. Lossignos visuales son signos icónicos. Esto es, tienen en su forma cierta semejanza con elobjeto, persona o evento al cual se refieren. Una fotografía <strong>de</strong> un árbol reproduce algunas<strong>de</strong> <strong>la</strong>s condiciones actuales <strong>de</strong> nuestra percepción en el signo visual. Los signos escritos ohab<strong>la</strong>dos, en cambio, se l<strong>la</strong>man in<strong>de</strong>xicales. [Figura 1.2. P. ¿Cuándo una oveja no es unaoveja?. R. Cuando es una obra <strong>de</strong> arte. (Damien Hirst,Lejos <strong>de</strong>l rebaño, 1994)].Estos signos in<strong>de</strong>xicales no tienen una re<strong>la</strong>ción obvia con <strong>la</strong>s cosas a que se refieren.Las pa<strong>la</strong>bras A.R.B.O.L.E.S no tienen ninguna re<strong>la</strong>ción con los árboles en <strong>la</strong> naturaleza, ni<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra ‘árbol’ en castel<strong>la</strong>no suena como el árbol ‘real’ (¡si es que hace algún sonidosiquiera!). La re<strong>la</strong>ción en estos sistemas <strong>de</strong> representación entre el signo, el concepto y elobjeto al que se pue<strong>de</strong>n referir es enteramente arbitraria . Por ‘arbitrario’ enten<strong>de</strong>mos queen principio cualquier colección <strong>de</strong> letras o <strong>de</strong> sonidos en cualquier or<strong>de</strong>n podría hacer eloficio igualmente. Los árboles no se van a sentir si usamos <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra LOBRA –‘árbol’escrito al revés—para representar su concepto. Esto es c<strong>la</strong>ro a partir <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que, eninglés, letras muy diferentes y <strong>de</strong> muy diferente sonido, son usadas para referirnos a que,según todas <strong>la</strong>s apariencias, es <strong>la</strong> misma cosas –un árbol ‘real’—y, al parecer, al mismoconcepto–una p<strong>la</strong>nta gran<strong>de</strong> que crece en <strong>la</strong> naturaleza.Códigos compartidosLa cuestión es, por tanto: ¿cómo <strong>la</strong> gente que pertenece a <strong>la</strong> misma cultura, quecomparte el mismo mapa conceptual y que hab<strong>la</strong> o escribe el mismo lenguaje (castel<strong>la</strong>no)sabe que <strong>la</strong> combinación arbitraria <strong>de</strong> letras y sonidos que forman <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra ARBOL estápor, o representa el concepto ‘una p<strong>la</strong>nta gran<strong>de</strong> que crece en <strong>la</strong> naturaleza? Unaposibilidad sería que los mismos objetos en el mundo porten y fijen <strong>de</strong> alguna manera el‘verda<strong>de</strong>ro’ sentido. ¡Pero no es <strong>de</strong> ninguna manera c<strong>la</strong>ro que los árboles reales sepan queellos son árboles, y menos c<strong>la</strong>ro que ellos sepan que <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra en castel<strong>la</strong>no querepresentan el concepto <strong>de</strong> ellos se escribe ARBOL mientras en inglés se escribe TREE!Por lo que a ellos concierno, podría haberse escrito VACA o COW, o incluso XYZ. <strong>El</strong>sentido no está en el objeto o persona o cosa, ni está en <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra. Somos nosotros los quefijamos el sentido <strong>de</strong> manera tan firme que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cierto tiempo, parece ser una cosanatural e inevitable. <strong>El</strong> sentido es construido por el sistema <strong>de</strong> representación. Esconstruido y fijado por un código, que establece una corre<strong>la</strong>ción entre nuestro sistemaconceptual y nuestro sistema <strong>de</strong> lenguaje <strong>de</strong> tal modo que, cada vez que pensamos en unárbol, el código nos dice que <strong>de</strong>bemos usar <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra castel<strong>la</strong>na ARBOL, o <strong>la</strong> inglesaTREE. <strong>El</strong> código nos dice que, en nuestra cultura –es <strong>de</strong>cir, en nuestros códigosconceptuales y <strong>de</strong> lenguaje—el concepto ‘árbol’ está representado por <strong>la</strong>s letras A.R.B.O.L.arreg<strong>la</strong>das <strong>de</strong> cierta manera, <strong>de</strong>l mismo modo que en el código Morse, el signo para V (queen <strong>la</strong> Segunda Guerra Mundial Churchil puso ‘a estar por’, o representar ´Victoria’) es7


punto, punto, punto, raya; ¡y en el ‘lenguaje <strong>de</strong> luces <strong>de</strong> tráfico’ Ver<strong>de</strong>=a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte, yRojo=pare!Una manera <strong>de</strong> pensar sobre <strong>la</strong> ‘cultura’ es, por tanto, en términos <strong>de</strong> estoscompartidos mapas conceptuales, sistemas <strong>de</strong> lenguaje, y <strong>de</strong> códigos, que gobiernan <strong>la</strong>re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> traducción entre ellos.Los códigos fijan <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre conceptos y signos.Estabilizan el sentido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> diferentes lenguajes y culturas. Nos dicen qué lenguaje usarpara expresar qué i<strong>de</strong>a. <strong>El</strong> reverso es también verda<strong>de</strong>ro. Los códigos nos dicen quéconceptos están en juego cuando oímos o leemos qué signos. Mediante <strong>la</strong> fijación arbitraria<strong>de</strong> <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre nuestros sistemas conceptuales y lingüísticos (recuerda, ‘lingüístico’en sentido amplio) los códigos hacen posible que hablemos y escuchemos <strong>de</strong> manerainteligible, y establezcamos <strong>la</strong> traducibilidad entre nuestros conceptos y nuestros lenguajes,lo cual permite que el sentido pase <strong>de</strong> un hab<strong>la</strong>nte a un oyente, y sea comunicadoefectivamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una cultura. Esta traducibilidad no está dada por <strong>la</strong> naturaleza ofijada por los dioses. Es el resultado <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> convenciones sociales. Es fijadosocialmente, fijado en <strong>la</strong> cultura. Los hab<strong>la</strong>ntes castel<strong>la</strong>nos o ingleses o hindúes <strong>de</strong>ben, a lo<strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>l tiempo, y sin <strong>de</strong>cisiones o selecciones conscientes, llegar a un acuerdo no escrito,una forma <strong>de</strong> convenio [no escrito] cultural, según el cual, en sus varios lenguajes, ciertossignos están por, o representan ciertos conceptos. Esto es lo que los niños apren<strong>de</strong>n, y <strong>la</strong>manera como ellos llegan a ser, no simples individuos biológicos sino sujetos culturales.Apren<strong>de</strong>n el sistema y <strong>la</strong>s convenciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación, los códigos <strong>de</strong> sus lenguajes ycultura, que los equipa con un ‘saber hacer’ cultural que les posibilita funcionar comosujetos culturalmente competentes. No es que este conocimiento esté impreso en sus genes,sino <strong>de</strong>bido a que ellos apren<strong>de</strong>n sus convenciones y por ello gradualmente llegan a ser‘personas culturizadas’—esto es, miembros <strong>de</strong> su cultura. <strong>El</strong>los internalizaninconscientemente los códigos que les permiten expresar ciertos conceptos e i<strong>de</strong>as a través<strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> representación –escritura, hab<strong>la</strong>, gestos, visualización, y <strong>de</strong>más –einterpretar <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as que les son comunicadas usando los mismos sistemas.Ahora pue<strong>de</strong>s enten<strong>de</strong>r fácilmente por qué sentido, lenguaje y representación sonelementos tan críticos en el estudio <strong>de</strong> <strong>la</strong> cultura. Pertenecer a una cultura es pertenecer [a]aproximadamente al mismo universo conceptual y lingüístico, es saber cómo los conceptose i<strong>de</strong>as se traducen a diferentes lenguajes, y cómo el lenguaje refiere, o hace referencia almundo. Compartir estas cosas es ver el mundo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo mapa conceptual ydar sentido al mismo mediante el mismo sistema <strong>de</strong> lenguaje. Los tempranos antropólogos<strong>de</strong>l lenguaje, como Sapir y Whorf, llevaron esta cuestión hasta su extremo lógico cuandosostuvieron que todos estamos, por así <strong>de</strong>cir, encerrados <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestras perspectivasculturales o ‘estados <strong>de</strong> <strong>la</strong> mente’, y que el lenguaje es <strong>la</strong> mejor c<strong>la</strong>ve que tenemos para taluniverso conceptual. Esta observación, cuando se aplica a todas <strong>la</strong>s culturas, se convierte en<strong>la</strong> raíz <strong>de</strong> lo que hoy se <strong>de</strong>nomina re<strong>la</strong>tivismo lingüístico o cultural.ACTIVIDAD 2. Omitida. Ejercicio con los términos, simples y pocos en castel<strong>la</strong>no, ymuchos y variados en inuit (lengua <strong>de</strong>l Artico) para nieve y aguanieve. Tab<strong>la</strong> 1.1. Términosinuit para nieve y hielo.Una implicación <strong>de</strong> este argumento sobre los códigos culturales es que, si el sentidoes el resultado, no <strong>de</strong> algo fijo allí afuera, en <strong>la</strong> naturaleza, sino <strong>de</strong> nuestras convenciones8


sociales, culturales y lingüísticas, entonces el sentido nunca pue<strong>de</strong> estar fijo <strong>de</strong> manera<strong>de</strong>finitiva. Po<strong>de</strong>mos todos ‘ponernos <strong>de</strong> acuerdo’ en hacer que <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras tengandiferentes sentidos –como hemos hecho, por ejemplo, con <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra ‘gay’, o el uso, por losjóvenes, <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra ‘horror’ como término <strong>de</strong> aprobación. Des<strong>de</strong> luego, <strong>de</strong>be haberalguna fijación <strong>de</strong>l sentido en <strong>la</strong> lengua, <strong>de</strong> otro modo no nos podríamos enten<strong>de</strong>r unos aotros. No po<strong>de</strong>mos levantarnos una mañana y <strong>de</strong>cidir súbitamente representar el concepto<strong>de</strong> ‘árbol’ con <strong>la</strong>s letras WXYZ, y esperar que <strong>la</strong> gente entienda lo que estamos diciendo.Por otro <strong>la</strong>do, no hay una fijación absoluta o final <strong>de</strong>l sentido. Las convenciones sociales ylingüísticas cambian a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>l tiempo. En el lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong> gerencia mo<strong>de</strong>rna, lo queacostumbrábamos l<strong>la</strong>mar ‘estudiantes’, ‘clientes’, ‘pacientes’, y ‘pasajeros’ ahora se l<strong>la</strong>man‘clientes’. Los códigos lingüísticos varían <strong>de</strong> modo significativo <strong>de</strong> una lengua a otra.Muchas culturas no tienen pa<strong>la</strong>bras para conceptos que son normales y muy usados entrenosotros. Las pa<strong>la</strong>bras constantemente salen <strong>de</strong>l uso común, y aparecen nuevas frases:piensa, por ejemplo, en el uso <strong>de</strong> ‘a<strong>de</strong>lgazamiento’ para representar el proceso mediante elcual <strong>la</strong>s firmas sacan a los trabajadores <strong>de</strong> sus puestos. Y aun en/el caso <strong>de</strong> que <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>braspermanezcan estables, sus connotaciones se corren y adquieren nuevos matices. <strong>El</strong>problema es especialmente agudo en <strong>la</strong>s traducciones. Por ejemplo, <strong>la</strong> diferencia en inglésentre know y un<strong>de</strong>rstand correspon<strong>de</strong> exactamente a <strong>la</strong> distinción conceptual <strong>de</strong>l francésentre savoir y connaitre? Tal vez; pero ¿cómo po<strong>de</strong>mos estar seguros?<strong>El</strong> punto principal es que el sentido no está inherente en <strong>la</strong>s cosas, en el mundo. Esconstruido, producido. Es el resultado <strong>de</strong> una práctica significante –una práctica queproduce sentido, que hace que <strong>la</strong>s cosas signifiquen.1.3 Teorías <strong>de</strong> <strong>la</strong> representaciónHay, hab<strong>la</strong>ndo ampliamente, tres enfoque para explicar cómo <strong>la</strong> representación <strong>de</strong>lsentido trabaja a través <strong>de</strong>l lenguaje. Po<strong>de</strong>mos l<strong>la</strong>marlos los enfoques reflexivo, intencional,y construcionista o constructivista. Pue<strong>de</strong>s pensarlos como un intento <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r a <strong>la</strong>spreguntas ¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> vienen los sentidos? Y ¿cómo po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir el ‘verda<strong>de</strong>ro’ sentido <strong>de</strong>una pa<strong>la</strong>bra o imagen?En el enfoque reflectivo el sentido es pensado como que reposa en el objeto, <strong>la</strong>persona, <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a, o el evento <strong>de</strong>l mundo real, y el lenguaje funciona como un espejo, querefleja el verda<strong>de</strong>ro sentido como él existe en el mundo. Como <strong>la</strong> poeta Gertru<strong>de</strong> Stein dijouna vez, ‘Una rosa es una rosa es una rosa’. En el siglo cuarto antes <strong>de</strong> Cristo los griegosusaron <strong>la</strong> noción <strong>de</strong> mimesis para explicar como el lenguaje, y aun el dibujo y <strong>la</strong> pintura,copiaban o imitaban <strong>la</strong> naturaleza; pensaban <strong>de</strong>l [al] gran poema <strong>de</strong> Homero, La Ilíada,como <strong>la</strong> imitación’ <strong>de</strong> una serie heroica <strong>de</strong> eventos. De modo que <strong>la</strong> teoría que dice que ellenguaje actúa por simple reflejo o imitación <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad que ya está como fijada en elmundo es a veces l<strong>la</strong>mada ‘mimética’.Des<strong>de</strong> luego hay cierta verdad obvia en <strong>la</strong>s teorías miméticas <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación y<strong>de</strong>l lenguaje. Como hemos dicho, los signos visuales portan cierta re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> forma ytextura <strong>de</strong> los objetos que representan. Pero como también se dijo antes, una imagen visualbidimensional <strong>de</strong> una rosa es un signo –no se <strong>de</strong>be confundir como <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta real que tieneespinas y crece floreciendo en el jardín. Recuerda también que hay muchas pa<strong>la</strong>bras,9


sonidos e imágenes que enten<strong>de</strong>mos muy bien pero que son enteramente ficticias ofantasías, y se refieren a mundos que son completamente imaginarios – ¡incluyendo, comomuchos hoy piensan, casi toda La Ilíada! Des<strong>de</strong> luego, puedo usar <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra ‘rosa’ parareferirme a <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas reales, actuales, <strong>de</strong>l jardín, como hemos dicho antes. Y si alguien medice que no hay una pa<strong>la</strong>bra ‘rosa’ para una p<strong>la</strong>nta en su cultura, <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta actual <strong>de</strong>l jardínno pue<strong>de</strong> resolver <strong>la</strong> fal<strong>la</strong> <strong>de</strong> comunicación entre nosotros. Dentro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s convenciones <strong>de</strong>los diferentes códigos lingüísticos que usamos, ambos tenemos razón –y para enten<strong>de</strong>rnosuno <strong>de</strong>be apren<strong>de</strong>r el código que vincu<strong>la</strong> <strong>la</strong> flor con <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que a esa p<strong>la</strong>nta correspon<strong>de</strong>en <strong>la</strong> otra cultura.<strong>El</strong> segundo enfoque <strong>de</strong>l sentido en <strong>la</strong> representación arguye el caso opuesto.Sostiene que es el hab<strong>la</strong>nte, el autor, quien impone su sentido único sobre el mundo a través<strong>de</strong>l lenguaje. Las pa<strong>la</strong>bras significan lo que el autor preten<strong>de</strong> que signifiquen. Este es elenfoque intencional. De nuevo, tienen un punto en su argumento dado que nosotros todos,como individuos, usamos el lenguaje para llevar o comunicar cosas que son especiales oúnicas para nosotros, para nuestro modo <strong>de</strong> ver el mundo. Sin embargo, como una teoríageneral <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación por medio <strong>de</strong>l lenguaje, el enfoque intencional tiene sus fal<strong>la</strong>s.No po<strong>de</strong>mos ser <strong>la</strong> so<strong>la</strong> o única fuente <strong>de</strong> sentidos en <strong>la</strong> lengua, dado que esto significaríaque podríamos expresaros en lenguajes enteramente privados. Pero <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong>l lenguajees <strong>la</strong> comunicación y esto, a su vez, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong>s convenciones lingüísticas y <strong>de</strong> loscódigos compartidos. <strong>El</strong> lenguaje nunca pue<strong>de</strong> ser un juego privado. Nuestros sentidosprivados, por más personales que nos sean, <strong>de</strong>ben entrar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s, códigos yconvenciones <strong>de</strong>l lenguaje a fin <strong>de</strong> que sean compartidos y comprendidos. La lengua es unsistema social <strong>de</strong> todo a todo. Esto significa que nuestros pensamientos privados han sidoguardados a través <strong>de</strong>l lenguaje y es a través <strong>de</strong>l mismo como pue<strong>de</strong>n ser puestos en acción.<strong>El</strong> tercer enfoque reconoce este carácter público y social <strong>de</strong>l lenguaje. Reconoce queni <strong>la</strong>s cosas en sí mismas ni los usuarios individuales <strong>de</strong>l lenguaje pue<strong>de</strong>n fijar el sentido <strong>de</strong><strong>la</strong> lengua. Las cosas no significan: nosotros construimos el sentido, usando sistemasrepresentacionales –conceptos y signos. Por tanto éste es l<strong>la</strong>mado el enfoqueconstructivista <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> lengua. De acuerdo con este enfoque, <strong>de</strong>bemos noconfundir el mundo material, don<strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas y <strong>la</strong> gente existen, y <strong>la</strong>s prácticas simbólicas ylos procesos mediante los cuales <strong>la</strong> representación, el sentido y el lenguaje actúan. Losconstructivistas no niegan <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong>l mundo material. Sin embargo, no es el mundomaterial el que porta el sentido: es el sistema <strong>de</strong> lenguaje o aquel sistema cualquiera queusemos para representar nuestros conceptos. Son los actores sociales los que usan lossistemas conceptuales <strong>de</strong> su cultura y los sistemas lingüísticos y los <strong>de</strong>más sistemasrepresentacionales para construir sentido, para hacer <strong>de</strong>l mundo algo significativo, y paracomunicarse con otros, con sentido, sobre ese mundo.Des<strong>de</strong> luego, los signos pue<strong>de</strong>n también tener una dimensión material. Los sistemasrepresentacionales consisten en sonidos actuales que hacemos con nuestras cuerdas vocales,<strong>la</strong>s imágenes que hacemos con <strong>la</strong>s cámaras sobre papel sensible a <strong>la</strong> luz, <strong>la</strong>s marcas quehacemos con pintura sobre <strong>la</strong> te<strong>la</strong>, los impulsos digitales que transmitimoselectrónicamente. La representación es una práctica, una c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> ‘<strong>trabajo</strong>’, que usa objetosmateriales y efectos. Pero el sentido <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, no <strong>de</strong> <strong>la</strong> cualidad material <strong>de</strong>l signo, sino <strong>de</strong>su función simbólica. Porque un sonido particu<strong>la</strong>r o pa<strong>la</strong>bra está por, simboliza, o10


epresenta un concepto, pue<strong>de</strong> funcionar, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un lenguaje, como un signo y portarsentido –o, como dicen los construccionistas, significar (sign-i-ficar).1.4 <strong>El</strong> lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong>s luces <strong>de</strong> tráfico<strong>El</strong> más sencillo ejemplo para este punto, que es crítico para enten<strong>de</strong>r cómofuncionan los lenguajes como sistemas representacionales, es el ejemplo famoso <strong>de</strong> <strong>la</strong>sluces <strong>de</strong> tráfico. Una luz <strong>de</strong> tráfico es una máquina que produce diferentes luces <strong>de</strong> coloresen secuencia. <strong>El</strong> efecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> diferentes longitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> onda sobre el ojo –lo cual es unfenómeno natural y material—produce <strong>la</strong> sensación <strong>de</strong> diferentes colores. Ahora bien estascosas no existen ciertamente en el mundo material. Es nuestra cultura <strong>la</strong> que quiebra elespectro <strong>de</strong> luz en diferentes colores, los distingue uno <strong>de</strong> otro, y les da nombres –rojo,ver<strong>de</strong>, amarillo, azul. Usamos un modo <strong>de</strong> c<strong>la</strong>sificar el espectro <strong>de</strong> colores a fin <strong>de</strong> crearcolores y c<strong>la</strong>sificarlos <strong>de</strong> acuerdo con diferentes conceptos-colores. Este es el sistemaconceptual <strong>de</strong> colores <strong>de</strong> nuestra cultura. Decimos ‘nuestra cultura’ porque, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego,otras culturas pue<strong>de</strong>n dividir el espectro <strong>de</strong> manera diferente. Más aún, usan diferentespa<strong>la</strong>bras o letras actuales para i<strong>de</strong>ntificar diferentes colores; lo que l<strong>la</strong>mamos ‘rojo’ losfranceses lo l<strong>la</strong>man ‘rouge’, y así sucesivamente. Este es el código lingüístico—el quecorre<strong>la</strong>ciona ciertas pa<strong>la</strong>bras (signos) con ciertos colores (conceptos), y así nos posibilita <strong>la</strong>comunicación sobre los colores a otra gente, usando ‘el lenguaje <strong>de</strong> los colores’.Pero ¿cómo usamos este sistema representacional o simbólico para regu<strong>la</strong>r eltráfico? Los colores no tienen ningún sentido ‘verda<strong>de</strong>ro’ o fijo en tal sentido. Rojo nosignifica ‘pare’ en <strong>la</strong> naturaleza, como tampoco el ver<strong>de</strong> significa ‘siga’. En otroscontextos, el rojo pue<strong>de</strong> estar por, simbolizar o representar ‘sangre’ o ‘peligro’ o‘comunismo’; y ver<strong>de</strong> pue<strong>de</strong> representar ‘Ir<strong>la</strong>nda’, o ‘el campo’, o ‘medio ambiente’. Aunestos sentidos pue<strong>de</strong>n cambiar. En el ‘lenguaje <strong>de</strong> los implementos eléctricos’ el rojo se usóen un tiempo para significar ‘<strong>la</strong> conexión con <strong>la</strong> carga positiva’ pero esto fue cambiadoarbitrariamente y sin explicación por el color café. Y así durante muchos años losproductores <strong>de</strong> implementos tuvieron que adherir una marquil<strong>la</strong> <strong>de</strong> papel que <strong>de</strong>cía que elcódigo o convención había cambiado, <strong>de</strong> otro modo ¿cómo se podría saber?. Rojo y ver<strong>de</strong>funcionan en el lenguaje <strong>de</strong>l tráfico porque ‘pare’ y ‘siga’ son los sentidos que les han sidoasignados en nuestra cultura por el código o convención que gobierna este lenguaje, yesto[e] código es ampliamente conocido y casi universalmente obe<strong>de</strong>cido en nuestra culturay en <strong>la</strong>s culturas simi<strong>la</strong>res a <strong>la</strong> nuestra –aunque podríamos imaginar otras culturas que noposeen el código, en <strong>la</strong>s cuales este lenguaje podría ser un completo misterio.Mantengámonos con el ejemplo por un momento a fin <strong>de</strong> explorar un poco máscómo, <strong>de</strong> acuerdo con el enfoque construccionista <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación, los colores y el‘lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong>s luces <strong>de</strong> tráfico’ trabajan como un sistema <strong>de</strong> significación orepresentación. Recuerda los dos sistemas representacionales que mencionamos antes.Primero, está el mapa conceptual <strong>de</strong> colores en nuestra cultura –el modo como los coloresson diferenciados uno <strong>de</strong> otro, c<strong>la</strong>sificados y organizados en nuestro universo mental.Segundo, están los modos como <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras y <strong>la</strong>s imágenes son corre<strong>la</strong>cionadas con loscolores en nuestro lenguaje –nuestros códigos lingüísticos. De hecho, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, unlenguaje <strong>de</strong> los colores consiste en más que <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras individuales para los diferentespuntos <strong>de</strong>l espectro <strong>de</strong> colores. Depen<strong>de</strong> también <strong>de</strong> cómo esos colores funcionan en11


e<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> uno con otro –<strong>la</strong> suerte <strong>de</strong> cosas que son gobernadas por <strong>la</strong> gramática y sintaxisen los lenguajes escritos o hab<strong>la</strong>dos, lo que permite que expresemos i<strong>de</strong>as más biencomplejas. En el lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong>s luces <strong>de</strong> tráfico, es <strong>la</strong> secuencia y <strong>la</strong> posición <strong>de</strong> loscolores, lo mismo que los colores como tales., lo que les permite portar el sentido y portanto funcionar como signos.¿Importa qué colores usamos? No, arguyen los construccionistas. Esto ocurreporque lo que significa no son los colores en sí mismos sino (a) el hecho <strong>de</strong> que sondiferentes y pue<strong>de</strong>n ser distinguidos uno <strong>de</strong> otro; y (b) el hecho <strong>de</strong> que están organizados enuna secuencia particu<strong>la</strong>r –rojo seguido <strong>de</strong> ver<strong>de</strong>, con una eventual luz ámbar <strong>de</strong> por medio,que dice, en efecto ‘¡prepárate!: <strong>la</strong>s luces van a cambiar’. Los construccionistas hacen elpunto <strong>de</strong> <strong>la</strong> manera siguiente. Lo que significa, lo que porta sentido— arguyen—no es cadacolor en sí mismo ni siquiera el concepto o pa<strong>la</strong>bra que está por él. Es <strong>la</strong> diferencia entrerojo y ver<strong>de</strong> lo que significa. Este es un principio muy importante, en general, sobre <strong>la</strong>representación y el sentido, y volveremos sobre él más <strong>de</strong> una vez en los capítulos quesiguen. Piensa sobre esto así. Si no pudieras diferenciar entre rojo y ver<strong>de</strong>, no podrías usaruno para significar ‘pare’ y el otro para <strong>de</strong>cir ‘siga’. De <strong>la</strong> misma manera, es sólo <strong>la</strong>diferencia entre <strong>la</strong>s letras P y T <strong>la</strong>s que permiten que <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra SHEEP esté vincu<strong>la</strong>da, en elcódigo lingüístico inglés, al concepto <strong>de</strong> ‘animal con cuatro patas y una piel <strong>la</strong>nuda’, y <strong>la</strong>pa<strong>la</strong>bra SHEET al ‘material que usamos para cubrirnos en <strong>la</strong> cama por <strong>la</strong> noche’.En principio, cualquier combinación <strong>de</strong> colores –como cualquier colección <strong>de</strong> letrasen el lenguaje escrito o <strong>de</strong> sonidos en el hab<strong>la</strong>do—harían lo mismo, provisto que seansuficientemente diferentes para no ser confundidos. Los construccionistas expresan estai<strong>de</strong>a diciendo que todos los signos son ‘arbitrarios’. ‘Arbitrario’ significa que no hay unare<strong>la</strong>ción natural entre el signo y su sentido o concepto. Dado que rojo sólo significa ‘pare’porque es así como el código funciona, en principio cada color podría servir, incluso elver<strong>de</strong>. Es el código el que fija el sentido, no el color por sí mismo. Esto tiene tambiénamplias implicaciones para <strong>la</strong> teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación y sentido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l lenguaje.Significa que los signos mismos no pue<strong>de</strong>n fijar el sentido. <strong>El</strong> sentido, en cambio, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><strong>de</strong> <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre un signo y el concepto que está fijado por un código. <strong>El</strong> sentido, dicenlos construccionistas, es ‘re<strong>la</strong>cional.ACTIVIDAD 3. ¿Por qué no probar este punto sobre <strong>la</strong> naturaleza arbitraria <strong>de</strong>l signo y <strong>la</strong>importancia <strong>de</strong>l código por ti mismo? Construye un código para gobernar el movimiento<strong>de</strong>l tráfico usando dos diferentes colores –amarillo y azul—como sigue:Cuando <strong>la</strong> luz amaril<strong>la</strong> aparece, ...Ahora agrega una instrucción que permita que solo los peatones y ciclistas puedan pasar.Provisto que el código nos dice c<strong>la</strong>ramente como leer o interpretar cada color, que cada unoacepta interpretarlos <strong>de</strong> esta manera, cualquier color pue<strong>de</strong> servir. Son sólo colores, <strong>de</strong>lmismo modo como <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra SHEEP es sólo un conjunto <strong>de</strong> letras. En francés el mismoanimal es referido mediante un signo lingüístico muy diferente, MOUTON. Los signos sonarbitrarios. Sus sentidos son fijados por códigos.12


Como dijimos antes, <strong>la</strong>s luces <strong>de</strong>l tráfico son máquinas, y los colores son el efecto material<strong>de</strong> ondas <strong>de</strong> luz sobre <strong>la</strong> retina <strong>de</strong>l ojo. Pero los objetos –<strong>la</strong>s cosas—pue<strong>de</strong>n tambiénfuncionar como signos, provisto que se les haya asignado un concepto y un sentido <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> nuestros códigos culturales y lingüísticos. Como signos, ellos trabajan simbólicamente –ellos representan conceptos, y significan. Sus efectos, sin embargo, son sentidos en elmundo social y material. Rojo y ver<strong>de</strong> funcionan en el lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong>s luces <strong>de</strong>l tráficocomo signos, pero tienen efectos reales materiales y sociales. Regu<strong>la</strong>n el comportamientosocial <strong>de</strong> los conductores y, sin ellos, habría muchos más acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> tráfico en los cruces<strong>de</strong> <strong>la</strong>s vías.1.5 ResumenHemos andado un <strong>la</strong>rgo camino en <strong>la</strong> exploración sobre <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong> <strong>la</strong>representación. Es tiempo <strong>de</strong> que resumamos lo que hemos aprendido sobre el enfoqueconstruccionista <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación a través <strong>de</strong>l lenguaje.La representación es <strong>la</strong> producción <strong>de</strong> sentido a través <strong>de</strong>l lenguaje. En <strong>la</strong>representación, sostienen los construccionistas, usamos signos, organizados en lenguajes <strong>de</strong>diferentes c<strong>la</strong>ses, a fin <strong>de</strong> comunicarnos significativamente con los otros. Los lenguajespue<strong>de</strong>n usar signos para simbolizar, estar por, o referenciar objetos, personas y eventos enel l<strong>la</strong>mado mundo ‘real’. Pero pue<strong>de</strong>n también referenciar cosas imaginarias y mundos <strong>de</strong>fantasía o i<strong>de</strong>as abstractas que no son <strong>de</strong> manera obvia parte <strong>de</strong> nuestro mundo material. Nohay re<strong>la</strong>ción simple <strong>de</strong> reflejo, imitación o correspon<strong>de</strong>ncia uno a uno entre el leguaje y elmundo real. <strong>El</strong> mundo no está reflejado <strong>de</strong> manera a<strong>de</strong>cuada ni ina<strong>de</strong>cuada en el espejo <strong>de</strong>llenguaje. <strong>El</strong> lenguaje no funciona como un espejo. <strong>El</strong> sentido es producido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>llenguaje, en y a través <strong>de</strong> varios sistemas representacionales que, por conveniencia,l<strong>la</strong>mamos ‘lenguajes’. <strong>El</strong> sentido es producido por <strong>la</strong> práctica, por el ‘<strong>trabajo</strong>’, <strong>de</strong> <strong>la</strong>representación. Es construido mediante <strong>la</strong> significación –es <strong>de</strong>cir, por <strong>la</strong>s prácticas queproducen sentido.¿Cómo ocurre ésto? De hecho, ello <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> dos sistemas <strong>de</strong> representación queson diferentes pero están re<strong>la</strong>cionados. Primero, los conceptos que se forman en <strong>la</strong> mentefuncionan como un sistema <strong>de</strong> representación mental que c<strong>la</strong>sifica y organiza el mundo encategorías con sentido. Si aceptamos un concepto para algo, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que conocemossu ‘sentido’. Pero no po<strong>de</strong>mos comunicar este sentido sin un segundo sistema <strong>de</strong>representación, un lenguaje. <strong>El</strong> lenguaje consiste en signos organizados en variasre<strong>la</strong>ciones. Pero los signos sólo pue<strong>de</strong>n acarrear sentido si poseemos códigos que nospermiten traducir nuestros conceptos a un lenguaje –y viceversa. Estos códigos soncruciales para el sentido y <strong>la</strong> representación. <strong>El</strong>los no existen en <strong>la</strong> naturaleza sino que sonel resultado <strong>de</strong> convenciones sociales. Constituyen una parte crucial <strong>de</strong> nuestra cultura –nuestros compartidos ‘mapas <strong>de</strong> sentido’—que apren<strong>de</strong>mos e internalizamosinconscientemente a medida que nos convertimos en miembros <strong>de</strong> nuestra cultura. Esteenfoque construccionista <strong>de</strong>l lenguaje introduce entonces el dominio simbólico <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida,en don<strong>de</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras y <strong>la</strong>s cosas funcionan como signos, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong>vida social.13


ACTIVIDAD 4. Todo esto pue<strong>de</strong> parecer bastante abstracto. Pero po<strong>de</strong>mos rápidamente<strong>de</strong>mostrar su relevancia con un ejemplo tomado <strong>de</strong> <strong>la</strong> pintura.Mira el cuadro <strong>de</strong> una naturaleza muerta <strong>de</strong>l pintor español Juan Sánchez Cotán (1521—1527) titu<strong>la</strong>da Membrillo, repollo, melón y pepino (Figura 1.3). Parece como si el pintorhubiera hecho todo el esfuerzo para usar el ‘lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong> pintura’ <strong>de</strong> manera cuidadosapara reflejar estos cuatro objetos y capturar o ‘imitar <strong>la</strong> naturaleza’. ¿Es éste, entonces, unejemplo <strong>de</strong> una forma reflectiva o mimética <strong>de</strong> representación –un cuadro que refleja el‘verda<strong>de</strong>ro sentido’ <strong>de</strong> lo que ya existe en <strong>la</strong> cocina <strong>de</strong> Cotán? O ¿po<strong>de</strong>mos ver <strong>la</strong> operación<strong>de</strong> ciertos códigos, <strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong> pintura, para producir un cierto sentido? Comienzacon <strong>la</strong> pregunta ¿qué significa para mí este cuadro? ¿Qué está diciendo? Sigue a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte ypregunta ¿cómo lo está diciendo –como trabaja <strong>la</strong> representación en este cuadro?Escribe cualquier pensamiento que te surja al mirar el cuadro ¿Qué te dicen los objetos?¿Qué sentidos <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nan en ti?LECTURA AAhora lee el extracto editado <strong>de</strong> un análisis <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza muerta por el crítico <strong>de</strong> arte ytéorico Norman Bryson, incluido en <strong>la</strong> Lectura A al final <strong>de</strong>l capítulo. No te preocupes, eneste estadio, si el lenguaje te parece algo difícil y no entien<strong>de</strong>s todos los términos. Saca lospuntos principales sobre <strong>la</strong> manera como trabaja <strong>la</strong> representación en <strong>la</strong> pintura, <strong>de</strong>acuerdo con Bryson.Bryson no es sin embargo el único crítico <strong>de</strong> <strong>la</strong> pintura <strong>de</strong> Cotán, y ciertamente no nosofrece <strong>la</strong> única lectura ‘correcta’. Este no es el punto. <strong>El</strong> punto <strong>de</strong>l ejemplo es que ayuda aver cómo, aun en una naturaleza muerta, el ‘lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong> pintura’ no funciona <strong>de</strong> tal modoque refleje o imite simplemente lo que está en <strong>la</strong> naturaleza, sino que produce sentido. <strong>El</strong>acto <strong>de</strong> pintar es una práctica significativa. Toma nota, en particu<strong>la</strong>r, <strong>de</strong> lo que Bryson dicesobre estos puntos:1. La manera como <strong>la</strong> pintura te invita, a ti el observador, a mirar –lo que él <strong>de</strong>nomina su‘modo <strong>de</strong> ver’; en parte, <strong>la</strong> función <strong>de</strong>l lenguaje es ubicarte, al observador, en una ciertare<strong>la</strong>ción con el sentido.2. La re<strong>la</strong>ción con el alimento que se propone en el cuadro.3. Cómo, <strong>de</strong> acuerdo con Bryson, ‘<strong>la</strong> forma matemática’ es usada por Cotán paradistorsionar <strong>la</strong> pintura <strong>de</strong> tal modo que se produzca <strong>de</strong>terminado sentido. ¿Pue<strong>de</strong> un sentidodistorsionado ser ‘verda<strong>de</strong>ro’?4. <strong>El</strong> sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> diferencia entre espacio ‘creatural’ y ‘geométrico’: el lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong>pintura crea su propio espacio.Si es necesario, trabaja el extracto <strong>de</strong> nuevo, reflexionando sobre estos puntos.14


2. EL LEGADO DE SAUSSURE<strong>El</strong> enfoque construccionista <strong>de</strong>l lenguaje y <strong>la</strong> representación que hemos venidodiscutiendo <strong>de</strong>be mucho a <strong>la</strong> obra e influencia <strong>de</strong>l lingüista suizo Saussure, que nació enAlemania en 1857, hizo buena parte <strong>de</strong> su obra en Paris, y murió en 1913. Se le conocecomo ‘el padre <strong>de</strong> <strong>la</strong> mo<strong>de</strong>rna lingüística’. Para nuestros propósitos, su importancia radica,no en su <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>do <strong>trabajo</strong> en lingüística, sino *que en visión general <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación yen el modo como su mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l lenguaje perfiló el enfoque semiótico <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> <strong>la</strong>representación válido para una amplia gama <strong>de</strong> campos culturales. Reconocerás mucho <strong>de</strong>lpensamiento <strong>de</strong> Saussure en lo que hemos dicho ya sobre el enfoque construccionista .De acuerdo con Jonathan Culler (1976, p. 19), <strong>la</strong> producción <strong>de</strong> sentido, segúnSaussure, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l lenguaje: ‘<strong>El</strong> lenguaje es un sistema <strong>de</strong> signos.’ Sonidos, imágenes,pa<strong>la</strong>bras escritas, pinturas, fotografías, etc. Funcionan como signos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l lenguaje‘sólo cuando ellos sirven para expresar o comunicar i<strong>de</strong>as ... [Para] comunicar i<strong>de</strong>as ellos<strong>de</strong>ben formar parte <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> convenciones ...’ (ibid.). Los objetos materialespue<strong>de</strong>n funcionar como signos y comunicar sentido también, como lo vimos al hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong>l‘lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong>s luces <strong>de</strong>l tráfico’. En un importante movimiento Saussure analizó el signoen dos adicionales elementos. Está, añadió, <strong>la</strong> forma (<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra actual, <strong>la</strong> imagen, <strong>la</strong> foto,etc.) y luego <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a o concepto en tu cabeza con <strong>la</strong> cual <strong>la</strong> forma está asociada. Saussurel<strong>la</strong>mó al primer elemento el significante y al segundo –el correspondiente concepto que elsignificante <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nó en tu cabeza—lo significado. Cada vez que oyes o lees o ves elsignificante ( e. g. <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra o imagen <strong>de</strong> un walkman, por ejemplo) hay una corre<strong>la</strong>cióncon lo significado (el concepto <strong>de</strong> una casetera portátil en tu cabeza). Ambas se necesitanpara producir sentido pero es <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre ellos, fijados por nuestros códigos culturalesy lingüísticos, <strong>la</strong> que sostiene <strong>la</strong> representación. Por tanto, ‘el signo es <strong>la</strong> unión <strong>de</strong> unaforma que significa (el significante) ... y una i<strong>de</strong>a significada (lo significado). Aunquepudiéramos hab<strong>la</strong>r ... como <strong>de</strong> dos entida<strong>de</strong>s separadas, el<strong>la</strong>s existen sólo comocomponentes <strong>de</strong>l signo ..[que es] el hecho central <strong>de</strong>l lenguaje’ (Culler, 1976, p. 19).Sassure insistió también sobre lo que l<strong>la</strong>mamos en <strong>la</strong> sección 1 <strong>la</strong> naturalezaarbitraria <strong>de</strong>l signo: ‘No hay un vínculo natural o inevitable entre el significante y losignificado’(ibid.). Los signos no poseen un sentido fijo o esencial. Lo que significa, <strong>de</strong>acuerdo con Saussure, no es ROJO o <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> ‘rojura’, sino <strong>la</strong> diferencia entre ROJO yVERDE. Los signos, seña<strong>la</strong>ba Saussure, ‘son miembros <strong>de</strong> un sistema y están <strong>de</strong>finidos conre<strong>la</strong>ción a los otros miembros <strong>de</strong> ese sistema.’ Por ejemplo, es difícil <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir el sentido<strong>de</strong> PADRE excepto en re<strong>la</strong>ción con, y en términos <strong>de</strong> diferencia con otros términos <strong>de</strong>lparentesco, como MADRE, HIJA, HIJO, etc.Este seña<strong>la</strong>miento <strong>de</strong> <strong>la</strong> diferencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l lenguaje es fundamental para <strong>la</strong>producción <strong>de</strong>l sentido, <strong>de</strong> acuerdo con Saussure. Aun en el simple nivel (para repetir unejemplo anterior), tenemos que ser capaces <strong>de</strong> distinguir, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> lengua, entre SHEEPy SHEET, antes <strong>de</strong> que vinculemos una <strong>de</strong> estas pa<strong>la</strong>bras con el concepto <strong>de</strong> un animal queproduce <strong>la</strong>na, y el oro con el <strong>de</strong> una te<strong>la</strong> que cubre un lecho. <strong>El</strong> modo más sencillo <strong>de</strong>marcar <strong>la</strong> diferencia es, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, por medio <strong>de</strong> una oposición binaria –en este ejemplo,todas <strong>la</strong>s letras son <strong>la</strong>s mismas excepto <strong>la</strong> P y <strong>la</strong> T. Igualmente, el sentido <strong>de</strong> un concepto opa<strong>la</strong>bra es frecuentemente <strong>de</strong>finido en re<strong>la</strong>ción con su opuesto directo – como en noche/día.15


Posteriores críticos <strong>de</strong> Saussure indicaron que los binarios ( ej. negro/b<strong>la</strong>nco) sonsólo una manera, bastante simple, <strong>de</strong> establecer diferencias. Al <strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong> diferenciaprincipal entre negro y b<strong>la</strong>nco, hay también otras, más sutiles, entre negro y gris oscuro,gris oscuro y gris c<strong>la</strong>ro, gris y crema, y b<strong>la</strong>nco opaco y b<strong>la</strong>nco bril<strong>la</strong>nte , así como <strong>la</strong> hayentre noche, aurora, día, medio día, crepúsculo , etc. Sin embargo, su atención a <strong>la</strong>soposiciones binarias llevó a Saussure a <strong>la</strong> revolucionaria proposición <strong>de</strong> que un lenguajeconsiste en significantes, pero que en or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> producir sentido, los significantes <strong>de</strong>benestar organizados en ‘un sistema <strong>de</strong> diferencias’. Son <strong>la</strong>s diferentes entre los significanteslos que significan.Más aún, <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre el significante y lo significado, que está fijado pornuestros códigos culturales, no es –según Saussure—fijado permanentemente. Las pa<strong>la</strong>brassignifican sus sentido. Los conceptos (lo significado) a los que los significantes se refierentambién cambian, históricamente, y cada cambio alterna el mapa conceptual <strong>de</strong> <strong>la</strong> cultura,llevando a diferentes culturas, en diferentes momentos históricos, a c<strong>la</strong>sificar y pensar elmundo <strong>de</strong> manera diferente. Durante muchos siglos <strong>la</strong>s socieda<strong>de</strong>s occi<strong>de</strong>ntales hanasociado <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra NEGRO con todo lo que es oscuro, malo, prohibido, diabólico,peligroso o pecaminoso. Sin embargo, piensa en como <strong>la</strong> percepción <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente negra enNorteamérica en los 1960 cambió <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que <strong>la</strong> frase ‘B<strong>la</strong>ck is beautiful’se volvió unslogan popu<strong>la</strong>r –en el que el significante NEGRO se hizo significar exactamente lo opuesto(lo significado) <strong>de</strong> sus asociaciones anteriores. En términos <strong>de</strong> Saussure, ‘el lenguajeestablece una re<strong>la</strong>ción arbitraria entre los significantes <strong>de</strong> su propia escogencia <strong>de</strong> unaparte, y los significados <strong>de</strong> su propia escogencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> otra. No sólo cada lengua produce supropio conjunto <strong>de</strong> significantes, que articu<strong>la</strong> y divi<strong>de</strong> el continuum <strong>de</strong>l sonido (o <strong>de</strong> <strong>la</strong>escritura, o <strong>de</strong>l dibujo, o <strong>de</strong> <strong>la</strong> fotografía) <strong>de</strong> un modo distintivo; cada lengua producetambién un conjunto propio y diferente <strong>de</strong> significados; tiene por tanto un modo distintivo yarbitrario <strong>de</strong> organizar el mundo en conceptos y categorías’ (Culler, 1976, p. 23).Las implicaciones <strong>de</strong> este argumento son <strong>de</strong> <strong>la</strong>rgo alcance para una teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>representación y para nuestra comprensión <strong>de</strong> <strong>la</strong> cultura. Si <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre un significantey un significado es el resultado <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> convenciones sociales específico <strong>de</strong> cadasociedad y <strong>de</strong> cada momento histórico – entonces todos los sentidos son producidos <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> cada historia y cultura. No pue<strong>de</strong>n estos sentidos estar finalmente fijados sino quesiempre están sujeto a cambio, tanto <strong>de</strong> un contexto cultural a otro como <strong>de</strong> un período aotro. Por tanto no hay un ‘sentido verda<strong>de</strong>ro’ que sean singu<strong>la</strong>r, incambiable y universal.‘Porque es arbitrario, el signo está totalmente sujeto a <strong>la</strong> historia y a <strong>la</strong> combinación en unmomento particu<strong>la</strong>r <strong>de</strong> un significante dado y un significado es un resultado contingente <strong>de</strong>lproceso histórico (Culler, 1976, p. 36). Esto abre el sentido y <strong>la</strong> representaciónradicalmente a <strong>la</strong> historia y al cambio. Es verdad que Saussure mismo enfocóexclusivamente su estudio <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong>l sistema lingüístico a un momento <strong>de</strong>l tiempo envez <strong>de</strong> mirar el cambio en el tiempo. Sin embargo, para nuestros propósitos, el puntoimportante es el modo como este enfoque <strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong>sfija el sentido, rompiendocualquier vínculo natural e inevitable entre el significante y lo significado. Esto abre <strong>la</strong>representación al constante ‘juego’ o <strong>de</strong>slizamiento <strong>de</strong>l sentido, a <strong>la</strong> constante producción<strong>de</strong> nuevos sentidos, nuevas interpretaciones.16


Sin embargo, si el sentido cambia históricamente y nunca está finalmente fijado,entonces se sigue que ‘captar el sentido’ <strong>de</strong>be implicar un proceso activo <strong>de</strong>interpretación. <strong>El</strong> sentido <strong>de</strong>be ser activamente ‘leído’ o ‘interpretado’. En consecuencia,hay una imprecisión necesaria e inevitable acerca <strong>de</strong>l lenguaje. <strong>El</strong> sentido que captamos,como observadores, lectores o audiencias, nunca es exactamente el sentido que es ofrecidopor el hab<strong>la</strong>nte o escritor o el captado por otros interpretadores. Y como, a fin <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir algocon sentido, <strong>de</strong>bemos ‘entrar en el lenguaje’, en don<strong>de</strong> toda suerte <strong>de</strong> viejos sentidos nospue<strong>de</strong>n antece<strong>de</strong>r, o están ya almacenados durante previas eras, nunca podremos limpiar ellenguaje completamente, librándolo <strong>de</strong> todos los otros sentidos ocultos que podríanmodificar o distorsionar lo que queremos <strong>de</strong>cir. Por ejemplo, no po<strong>de</strong>mos evitar algunas <strong>de</strong><strong>la</strong>s connotaciones negativas <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra NEGRO que vienen a <strong>la</strong> mente cuando leemos untitu<strong>la</strong>r como ‘MIERCOLES –UN DIA NEGRO EN LA BOLSA’, aun si este sentido no fuepretendido. Hay un constante <strong>de</strong>slizamiento <strong>de</strong> sentido en toda interpretación, un margen –algo en exceso <strong>de</strong> lo que queremos <strong>de</strong>cir—mediante el cual otros sentidos hacen sombra a<strong>la</strong> afirmación o el texto, y otras asociaciones son <strong>de</strong>spertadas, dando giros inesperados a loque queríamos <strong>de</strong>cir. De modo que <strong>la</strong> interpretación se vuelve un aspecto esencial <strong>de</strong>lproceso por el cual el sentido es transmitido y captado. <strong>El</strong> lector es tan importante como elescrito en <strong>la</strong> producción <strong>de</strong> sentido. Cada significante dado o codificado con sentido <strong>de</strong>beser interpretado significativamente o <strong>de</strong>scodificado por el receptor (<strong>Hall</strong> 1980). Los signosque no han sido recibidos e interpretados <strong>de</strong> manera inteligible no son, en un sentido útil,‘significativos’.2.1 La parte social <strong>de</strong>l lenguajeSaussure dividió el lenguaje en dos partes. La primera consiste en <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>sgenerales y códigos <strong>de</strong>l sistema lingüísticos, que todos los usuarios <strong>de</strong>ben compartir, si <strong>la</strong>lengua es usada como un medio <strong>de</strong> comunicación. Las reg<strong>la</strong>s son los principios queapren<strong>de</strong>mos cuando apren<strong>de</strong>mos una lengua y que nos habilitan para usar el lenguaje para<strong>de</strong>cir lo que queramos. Por ejemplo, en inglés, el or<strong>de</strong>n preferido <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras es sujetoverbo-objeto(‘el gato está en <strong>la</strong> estera’), mientras en <strong>la</strong>tín, el verbo usualmente viene alfinal. Saussure l<strong>la</strong>mó esta estructura subyacente y regida por reg<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l lenguaje, que noshabilita para producir proposiciones bien formadas, <strong>la</strong> lengua (el sistema <strong>de</strong> lenguaje). Lasegunda parte consiste en los actos particu<strong>la</strong>res <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r o <strong>de</strong> escribir, o <strong>de</strong> pintar, que –usando <strong>la</strong> estructura y reg<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> lengua—son producidos por el hab<strong>la</strong>nte o escritor actual.L<strong>la</strong>mó a esto el hab<strong>la</strong>. ‘La lengua es el sistema <strong>de</strong>l lenguaje, el lenguaje es el sistema <strong>de</strong>formas, mientras el hab<strong>la</strong> es el hab<strong>la</strong>r actual (o el escribir), los actos <strong>de</strong> hab<strong>la</strong> que sonhechos posibles por <strong>la</strong> lengua’ (Culler, 19º76, p. 29).Para Saussure, <strong>la</strong> estructura subyacente <strong>de</strong> reg<strong>la</strong>s y códigos (lengua) era <strong>la</strong> partesocial <strong>de</strong>l lenguaje, <strong>la</strong> parte que se podría estudiar con <strong>la</strong> precisión <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia <strong>de</strong>bido a sunaturaleza cerrada y limitada. Su preferencia era el estudio <strong>de</strong>l lenguaje en este nivel <strong>de</strong> ‘<strong>la</strong>estructura profunda’, lo que hizo que Saussure y su mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l lenguaje fuera l<strong>la</strong>madoestructuralista. La segunda parte <strong>de</strong>l lenguaje, el acto <strong>de</strong> hab<strong>la</strong> o expresión (el hab<strong>la</strong>), eramirado por él como <strong>la</strong> ‘superficie’ <strong>de</strong>l lenguaje. Hay un número infinito <strong>de</strong> estas posiblesexpresiones. Por tanto, el hab<strong>la</strong> carece <strong>de</strong> esas propieda<strong>de</strong>s estructurales –que forman unconjunto limitado y cerrado—que permitiría estudiarlo <strong>de</strong> manera científica. Lo que hizol<strong>la</strong>mativo para muchos investigadores el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Saussure fue el hecho <strong>de</strong> el carácter17


cerrado, y estructurado <strong>de</strong>l lenguaje en el nivel <strong>de</strong> sus reg<strong>la</strong>s y leyes, que –<strong>de</strong> acuerdo conSaussure—permitía estudiarlo científicamente, estaba combinado con <strong>la</strong> capacidad <strong>de</strong> sercreativos <strong>de</strong> manera libre e impre<strong>de</strong>cible en nuestros actos <strong>de</strong> hab<strong>la</strong> actuales. Creyeron queles había ofrecido, al fin, un enfoque científico para el objeto menos científico <strong>de</strong> <strong>la</strong>indagación --<strong>la</strong> cultura.Al separar <strong>la</strong> parte social <strong>de</strong>l lenguaje (lengua) <strong>de</strong>l acto individual <strong>de</strong> comunicación(hab<strong>la</strong>) Saussure rompió con nuestra noción <strong>de</strong> sentido común <strong>de</strong> cómo opera el lenguaje.Nuestra común intuición es que el lenguaje surge <strong>de</strong> nosotros –<strong>de</strong>l individuo hab<strong>la</strong>nte oescribiente; que es éste hab<strong>la</strong>nte o escritor como sujeto quien es el autor u originador <strong>de</strong>lsentido. Este es el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> representación que antes <strong>de</strong>nominanos intencional. Pero <strong>de</strong>acuerdo con el esquema <strong>de</strong> Saussure, cada afirmación autorada es posible sólo porque el‘autor’ comparte con otros usuarios <strong>de</strong>l lenguaje <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s comunes [lo] los códigos <strong>de</strong>lsistema <strong>de</strong> lenguaje –<strong>la</strong> lengua—que permite a todos ellos comunicarse entre sí <strong>de</strong> manerasignificativa. <strong>El</strong> autor <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> lo que quiere <strong>de</strong>cir. Pero no pue<strong>de</strong> ‘<strong>de</strong>cidir’ el usar o no usar<strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l lenguaje, si es que <strong>de</strong> veras <strong>de</strong>sea ser entendido. Nacemos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unlenguaje, sus códigos y sentidos. <strong>El</strong> lenguaje es, por tanto, para Saussure, un fenómenosocial. No pue<strong>de</strong> ser un asunto individual porque no po<strong>de</strong>mos hacernos <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s <strong>de</strong> unlenguaje sólo para nosotros como individuos. Su fuente radica en <strong>la</strong> sociedad, en <strong>la</strong> cultura,en nuestros códigos compartidos, en el sistema <strong>de</strong> lenguaje – no en <strong>la</strong> naturaleza ni en elsujeto individual.En <strong>la</strong> sección 3 pasaremos a consi<strong>de</strong>rar cómo el enfoque construccionista <strong>de</strong> <strong>la</strong>representación, y en particu<strong>la</strong>r el mo<strong>de</strong>lo lingüístico <strong>de</strong> Saussure, ha sido aplicado a unamplio conjunto <strong>de</strong> objetos y <strong>de</strong> prácticas culturales, a tal punto que evolucionó hacia unmétodo semiótico que ha influenciado notablemente el campo. Primero <strong>de</strong>bemos tener encuenta ciertas críticas que se han hecho a estaposición.2.2 Crítica <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo saussuriano<strong>El</strong> gran logro <strong>de</strong> Saussure fue forzarnos a enfocar el lenguaje mismo, como unhecho social; el proceso mismo <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación; cómo el lenguaje trabaja actualmentey el papel que juega en <strong>la</strong> producción <strong>de</strong> sentido. Al hacerlo, sacó al lenguaje <strong>de</strong> un status<strong>de</strong> simple medio transparente entre <strong>la</strong>s cosas y sus significaciones. Mostró, en cambio, que<strong>la</strong> representación es una práctica. Sin embargo, en su propio <strong>trabajo</strong> intentó focalizarexclusivamente dos aspectos <strong>de</strong>l signo, el significante y lo significado. Dio poca atención acomo esta re<strong>la</strong>ción entre significante/significado pue<strong>de</strong> servir para el propósito <strong>de</strong> lo queantes hemos l<strong>la</strong>mado referencia –i.e. referirnos al mundo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas, gente y eventosfuera <strong>de</strong>l lenguaje, en el mundo mismo. Los lingüistas posteriores hicieron <strong>la</strong> distinciónentre, digamos, el sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra BOOK y el uso <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra para referirse al libroespecífico que tenemos en <strong>la</strong> mesa. <strong>El</strong> lingüista Charles San<strong>de</strong>rs Peirce, aunque adopta unenfoque simi<strong>la</strong>r al <strong>de</strong> Saussure, presta más atención a <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entresignificantes/significados y lo que él <strong>de</strong>nomina referentes. Lo que Saussure l<strong>la</strong>mabasignificación realmente implicaba sentido y referencia, pero el enfocó ante todo el sentido. 22 Nota <strong>de</strong>l traductor, ESC. Esta crítica es muy importante para enten<strong>de</strong>r, y corregir, el sesgo semiótico ei<strong>de</strong>alista que ha predominado en muchos <strong>de</strong> los análisis contemporáneos; en realidad el sentido(significante/significado) se construye con referencia al mundo en que vivimos (¡si no, todo este cuento18


Otro problema es que Saussure tendió a enfocar los aspectos formales <strong>de</strong>l lenguaje –como el lenguaje actúa. Esto tiene <strong>la</strong> gran ventaja <strong>de</strong> hacernos examinar <strong>la</strong> representacióncomo una práctica digna <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>do por su propio mérito. Nos fuerza a mirar ellenguaje en su propio valor, y no como una ‘ventana al mundo’ que es vacía, transparente.Sin embargo, el foco <strong>de</strong> Saussure sobre el lenguaje tiene a ser <strong>de</strong>masiado exclusivo. Laatención dada a sus aspectos formales distrae <strong>la</strong> atención <strong>de</strong> los aspectos más interactivos ydialógicos <strong>de</strong>l lenguaje –como éste es actualmente usado, como funciona en situacionesactuales, en el diálogo entre diferentes tipos <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>ntes. No es sorpren<strong>de</strong>nte entonces que,para Saussure, no emerieran <strong>la</strong>s cuestiones <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r a través <strong>de</strong>l lenguaje, entre hab<strong>la</strong>ntes<strong>de</strong> diferentes status y posiciones.Como ha sido con frecuencia el caso, el sueño ‘científico’ que estaba <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>limpulso estructuralista <strong>de</strong> su obra, aunque influyente para alertarnos sobre ciertos aspectos<strong>de</strong> <strong>la</strong> manera como funciona el lenguaje, <strong>de</strong>mostró ser ilusorio. <strong>El</strong> lenguaje no es un objetoque se pueda estudiar con <strong>la</strong> precisión nomológica <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciencia. Los posteriores teóricosculturales aprendieron el estructuralismo <strong>de</strong> Saussure pero abandonaron sus premisascientíficas. <strong>El</strong> lenguaje permanece sometido a reg<strong>la</strong>s. Pero no es un sistema ‘cerrado’ quepueda ser reducido a sus elementos formales. Como cambia constantemente, es por<strong>de</strong>finición abierto . <strong>El</strong> sentido continúa siendo producido por medio <strong>de</strong> lenguaje en formasque nunca pue<strong>de</strong>n ser predichas <strong>de</strong> antemano y su ‘<strong>de</strong>slizamiento’, tal como fue <strong>de</strong>scritoanteriormente, no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>tener. Saussure pudo estar tentado por <strong>la</strong> visión anterior,como buen estructuralista, y buscó hacer el estudio <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> lenguaje en unmomento dado, como si fuera estático, y como si pudiera <strong>de</strong>tener el flujo <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong>llenguaje. Sin embargo, <strong>la</strong> realidad es que los muchos que han sido influenciados por <strong>la</strong>ruptura que hizo Saussure con los mo<strong>de</strong>los reflectivos e intencionales <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación,han construido sobre su obra no imitando su enfoque estructuralistas y científico, sinoaplicando su mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> una manera más fluida, más abierta – es <strong>de</strong>cir, en un modo postestructuralista.carecería <strong>de</strong> sentido para nuestra existencia común y <strong>la</strong> tendría sólo para los semiólogos y lingüistas!). Olvidareste tercer polo <strong>de</strong>l sentido es caer en lo que se l<strong>la</strong>ma i<strong>de</strong>alismo semiótico (“fuera <strong>de</strong>l texto nada existe”), quehoy es bastante común en los l<strong>la</strong>mados estudios culturales y que está siendo fuertemente combatido por el<strong>de</strong>nominado realismo crítico contemporáneo que se consi<strong>de</strong>ra post-todo: post-estructuralista, postpostmo<strong>de</strong>rnista,post-positivista, etc. <strong>El</strong> sentido, que construido por <strong>la</strong> representación, es <strong>la</strong> orientación <strong>de</strong> loshumanos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> <strong>la</strong> cultura – análogo al sentido <strong>de</strong> orientación dado por los genes a los seresvivos normales en el campo físico geoambiental—tiene en realidad tres polos: el significante, lo significado yel referente que conecta el mundo <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación y <strong>de</strong>l lenguaje con el mundo en que vivimos yrespiramos. Los tres polos constituyen los componentes <strong>de</strong>l sentido integral que tenemos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas,personas y eventos. La semántica y <strong>la</strong> semiótica (y por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s <strong>la</strong> gramática o sintaxis y <strong>la</strong>fonética/fonémica) trabajan fundamentalmente con los dos primeros polos <strong>de</strong> <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> sentido yrepresentación (significante y significado), <strong>de</strong>jando entre paréntesis (y a veces olvidando <strong>de</strong>l todo) el tercerpolo, que podríamos l<strong>la</strong>mar “el polo a tierra”; <strong>la</strong> pragmática, a <strong>la</strong> que hicieron contribuciones <strong>de</strong>cisivas losfilósofos pragmatistas Dewey y Peirce, y que apenas comienza a estudiarse con rigor, recupera <strong>la</strong> atención aeste tercer polo, reestableciendo en su plenitud el l<strong>la</strong>mado triángulo semiótico con sus tres vértices:significante-significado-referente. <strong>El</strong> referente introduce el muy importante problema <strong>de</strong> <strong>la</strong> vali<strong>de</strong>z o verdad(¡hay muchos tipos <strong>de</strong> verdad!) <strong>de</strong> nuestras representaciones (Ver B. Schlieben-Lange. 1987. Pragmáticalingüística. Madrid, Editorial Gredos; Foucaualt --ver <strong>la</strong> sección 4 <strong>de</strong> este capítulo sobre <strong>la</strong> pragmáticadiscursiva—introdujo una importante corrección a este sesgo).19


2.3 Resumen¿Qué tan lejos, entonces, hemos llegado en nuestra discusión <strong>de</strong> <strong>la</strong>s teorías <strong>de</strong> <strong>la</strong>representación? Comenzamos por contrastar tres diferentes enfoques. <strong>El</strong> enfoque reflectivoo mimético proponía una re<strong>la</strong>ción directa y transparente <strong>de</strong> imitación o reflejo entre <strong>la</strong>spa<strong>la</strong>bras (signos) y <strong>la</strong>s cosas. La teoría intencional reducía <strong>la</strong> representación a <strong>la</strong>sintenciones <strong>de</strong> su autor o sujeto. La teoría construccionista proponía una re<strong>la</strong>ción complejay mediada entre <strong>la</strong>s cosas <strong>de</strong>l mundo, nuestros conceptos <strong>de</strong> pensamiento y el lenguaje. Noshemos <strong>de</strong>morado más en este enfoque. La corre<strong>la</strong>ción entre estos niveles –el material, elconceptual y el significativo—está gobernada por nuestros códigos culturales y lingüísticosy es este conjunto <strong>de</strong> interconexiones <strong>la</strong> que produce el sentido. Mostramos luego cuánto<strong>de</strong>be este mo<strong>de</strong>lo general <strong>de</strong> cómo el sistema <strong>de</strong> representación trabaja en <strong>la</strong> producción <strong>de</strong>lsentido a <strong>la</strong> obra <strong>de</strong> Ferdinand <strong>de</strong> Saussure. Aquí, el punto c<strong>la</strong>ve fue el vínculo provisto porlos códigos entre <strong>la</strong>s formas <strong>de</strong> expresión usadas por el lenguaje (sea hab<strong>la</strong>do, escrito, enpintura, o en otras formas <strong>de</strong> representación) –que Saussure <strong>de</strong>nominó significantes—y losconceptos mentales asociados a ellos – los significados. La conexión entre estos dossistemas <strong>de</strong> representación produce los signos; y los signos, organizados en lenguajes,producen los sentidos, que pue<strong>de</strong>n ser usados para referenciar objetos, gente y eventos en elmundo ‘real’.3. DEL LENGUAJE A LA CULTURA: DE LA LINGÜÍSTICA A LA SEMIÓTICALa principal contribución <strong>de</strong> Saussure fue al estudio <strong>de</strong> <strong>la</strong> lingüística en un sentidorestringido. Sin embargo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su muerte, sus teorías han sido utilizadas ampliamente,como el fundamento para un enfoque general <strong>de</strong>l lenguaje y <strong>de</strong>l sentido, pues da un mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong> representación que ha sido aplicado a un amplio rango <strong>de</strong> objetos y prácticas culturales.<strong>El</strong> mismo Saussure previó esta posibilidad en sus famosas notas <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se, recogidaspóstumamente por sus estudiantes en el Course in General Linguistics (1960), en don<strong>de</strong> e<strong>la</strong>spiraba a ‘Una ciencia que estudio <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> los signos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad ... La l<strong>la</strong>marésemiología, <strong>de</strong>l griego semeion “signos” ...’ (p. 16). Este enfoque general <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> lossignos en <strong>la</strong> cultura, y <strong>de</strong> <strong>la</strong> cultura como una suerte <strong>de</strong> ‘lenguaje’, anticipado por Saussure,se l<strong>la</strong>ma hoy semiótica.<strong>El</strong> argumento subyacente al enfoque semiótico es que, dado que todos los objetosculturales conllevan sentido, y todas <strong>la</strong>s prácticas culturales <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l sentido, todosentonces <strong>de</strong>ben hacer uso <strong>de</strong> los signos; y en <strong>la</strong> medida que lo hacen, <strong>de</strong>ben trabajar comotrabaja el lenguaje, y ser susceptibles <strong>de</strong> un análisis que haga uso básico <strong>de</strong> los conceptoslingüísticos <strong>de</strong> Saussure (e.g. <strong>la</strong>s distinciones entre significante y significado, entre lengua yhab<strong>la</strong>, su i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> códigos y estructuras subyacentes, y <strong>la</strong> naturaleza arbitraria <strong>de</strong>l signo). Portanto, cuando en <strong>la</strong> colección <strong>de</strong> sus ensayos Mythologies (1972), el crítico francés Ro<strong>la</strong>ndBarthes estudio ‘<strong>El</strong> mundo <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha libre’, ‘Po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l jabón y los <strong>de</strong>tergentes’, ‘La cara<strong>de</strong> Greta Garbo’, o ‘Las Guías Azules <strong>de</strong> Europa’, él puso el enfoque semiótico a ayudar aleer <strong>la</strong> cultura popu<strong>la</strong>r, tratando estas activida<strong>de</strong>s y objetos como signos, como un lenguajea través <strong>de</strong>l cual se comunica sentido. Por ejemplo, muchos <strong>de</strong> nosotros pensamos que <strong>la</strong>lucha libre es un juego <strong>de</strong> competencia o <strong>de</strong>porte en que un luchador intenta ganar <strong>la</strong>20


victoria sobre su oponente. Barthes, sin embargo, pregunta no ‘¿Quién ganó?’ sino ‘¿Cuáles el sentido <strong>de</strong> este evento?’ Trata el evento como un texto que <strong>de</strong>be ser leído. ‘Lee’ losgestos exagerados <strong>de</strong> los luchadores como un lenguaje grandilocuente <strong>de</strong> lo que l<strong>la</strong>ma elpuro espectáculo <strong>de</strong>l exceso.LECTURA BDebes ahora leer el breve extracto <strong>de</strong> Barthes ‘<strong>El</strong> mundo <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha libre’, provisto comolectura B al fin <strong>de</strong> este capítulo.De <strong>la</strong> misma manera el antropólogo francés C<strong>la</strong>u<strong>de</strong> Lévi-Strauss estudio <strong>la</strong>scostumbre, rituales, objetos totémicos, dibujos, mitos y leyendas <strong>de</strong> los l<strong>la</strong>mados pueblos‘primitivos’ <strong>de</strong> Brasil, no analizando cómo fueron producidas y usadas en el contexto <strong>de</strong> <strong>la</strong>vida diaria <strong>de</strong> estos pueblos amazónicos, sino en términos <strong>de</strong> lo que ellos intentaban ‘<strong>de</strong>cir’a través <strong>de</strong> esas representaciones, qué mensajes sobre su cultura ellos estaban comunicando.Analizó su sentido, no mediante <strong>la</strong> interpretación <strong>de</strong> su contenido, sino buscando <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>sy códigos subyacentes a través <strong>de</strong> los cuales tales objetos o prácticas producen sentido y, alorar así, él estaba haciendo ‘una movida’ clásica saussuriana o estructuralista, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>sformas <strong>de</strong> hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> una cultura hasta su estructura subyacente, su lengua. Para hacer estetipo <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong>, para estudiar el sentido <strong>de</strong> un programa <strong>de</strong> televisión como Easten<strong>de</strong>rs, porejemplo, tendríamos que tratar <strong>la</strong>s figuras en <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong> como significantes, y usar el código<strong>de</strong> <strong>la</strong> nove<strong>la</strong> <strong>de</strong> televisión como género, para <strong>de</strong>scubrir cómo cada imagen en <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong>hace uso <strong>de</strong> esas reg<strong>la</strong>s para <strong>de</strong>cir algo (lo significado) que el espectador pue<strong>de</strong> leer ointerpretar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l marco formal <strong>de</strong> una c<strong>la</strong>se particu<strong>la</strong>r <strong>de</strong> televisión narrativa (ve <strong>la</strong>discusión y análisis <strong>de</strong> <strong>la</strong>s nove<strong>la</strong>s <strong>de</strong> TV en el cap. 6).En el enfoque semiótico no sólo <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras y <strong>la</strong>s imágenes sino también losmismos objetos pue<strong>de</strong>n funcionar [como] significantes en <strong>la</strong> producción <strong>de</strong> sentido. Laropa, por ejemplo, pue<strong>de</strong> tener una función simple –cubrir el cuerpo y protegerlo <strong>de</strong>l clima.Pero <strong>la</strong> ropa también juega como signo. Construye un sentido y porta un mensaje. Unvestido <strong>de</strong> noche pue<strong>de</strong> significar ‘elegancia’; [una] corbatín y <strong>la</strong>s co<strong>la</strong>s ‘formalidad’; jeansy zapatil<strong>la</strong>s ‘vestido informal’; una cierta c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> sweater en el lugar preciso ‘un <strong>la</strong>rgo yromántico paseo en el bosque’ (Barthes, 1967). Estos signos hacen que <strong>la</strong> ropa porte sentidoy funcione como un lenguaje –‘el lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong> moda’. ¿Cómo opera esto?ACTIVIDAD 5Mira <strong>la</strong> muestra <strong>de</strong> ropa en una revista <strong>de</strong> modas (figura 1.5). Aplica el mo<strong>de</strong>lo saussurianopara analizar qué está ‘diciendo’ <strong>la</strong> ropa. ¿Cómo <strong>de</strong>scodificas el mensaje? En particu<strong>la</strong>r,¿qué elementos operan como significantes y que conceptos –significados—le estásaplicando? No te contentes con una impresión global –trabája<strong>la</strong> en <strong>de</strong>talle. ¿Cómo opera el‘lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong> moda’ en este ejemplo?La ropa es en sí misma el significante . <strong>El</strong> código <strong>de</strong> <strong>la</strong> moda en <strong>la</strong>s culturasconsumidoras occi<strong>de</strong>ntales como <strong>la</strong> nuestra corre<strong>la</strong>ciona c<strong>la</strong>ses particu<strong>la</strong>res ocombinaciones <strong>de</strong> ropa con ciertos conceptos (‘elegancia’, ‘formalidad’, ‘informalidad’,‘romance’). Estos constituyen lo significado. <strong>El</strong> código convierte <strong>la</strong> ropa en signos que21


pue<strong>de</strong>n ser leídos como un lenguaje. En el lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong> moda los significantes sonorganizados en una cierta secuencia, en ciertas re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> unas piezas con otras. Lare<strong>la</strong>ción pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> semejanza –ciertos items ‘van juntos’ (e.g. zapatil<strong>la</strong>s con jeans). Lasdiferencias están tan marcadas –nada <strong>de</strong> correas <strong>de</strong> cuero con un vestido <strong>de</strong> noche. Algunossignos crean sentido mediante <strong>la</strong> explotación <strong>de</strong> <strong>la</strong> ‘diferencia’, e.g. botas Doc Marten conuna <strong>la</strong>rga falda suelta. Estas piezas <strong>de</strong> ropa ‘dicen algo’ –portan sentido. Des<strong>de</strong> luego, todomundo lee <strong>la</strong> moda <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma manera. Hay diferencias <strong>de</strong> género, edad, c<strong>la</strong>se, ‘raza’.Perotodos los que comparten el mismo código <strong>de</strong> <strong>la</strong> moda interpretan los signos más o menos <strong>de</strong><strong>la</strong> misma manera. ‘Oh, los jeans no se ven bien en tal evento. Se trata <strong>de</strong> una ocasiónformal –pi<strong>de</strong> algo más elegante.’Pue<strong>de</strong>s haber notado, en el presente ejemplo, que nos hemos movido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unestrecho nivel lingüístico <strong>de</strong>l cual sacamos los ejemplos en <strong>la</strong> primera sección, a un amplionivel cultural. Nota, también, que se necesitan dos operaciones vincu<strong>la</strong>das para completarel proceso <strong>de</strong> representación mediante el cual se produce el sentido. Primero, necesitamosun código básico que vincule una pieza particu<strong>la</strong>r <strong>de</strong> material particu<strong>la</strong>r, cortado y cosido<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminada manera (significante ) para nuestro concepto mental preciso (significado) –digamos un corte particu<strong>la</strong>r <strong>de</strong>l material para nuestro concepto <strong>de</strong> ‘vestido’ o ‘jeans’.Recuerda que sólo ciertas culturas pue<strong>de</strong>n ‘leer’ el significante <strong>de</strong> este modo, o más aún,poseer el concepto <strong>de</strong> (es <strong>de</strong>cir, haber c<strong>la</strong>sificado <strong>la</strong> ropa como) ‘vestido’, en tanto diferente<strong>de</strong> ‘jeans’. La combinación <strong>de</strong> significante y significado es lo que Saussure l<strong>la</strong>maba signo.Pro tanto, habiendo reconocido el material como un vestido, o como jeans, y producido unsigno, po<strong>de</strong>mos proce<strong>de</strong>r a un nivel segundo, más amplio, que vincu<strong>la</strong> estos signos comotemas culturales más amplios, con conceptos o sentidos –por ejemplo, un vestido <strong>de</strong> nochecon ‘formalidad’ o ‘elegancia’, jeans como ‘informalidad’. Barthes l<strong>la</strong>mó el primer nivel,que es <strong>de</strong>scriptivo, el <strong>de</strong> <strong>de</strong>notación: el segundo nivel, el <strong>de</strong> <strong>la</strong> connotación. Ambos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>luego, necesitan el uso <strong>de</strong> códigos.Denotación es el nivel simple, básico y <strong>de</strong>scriptivo en don<strong>de</strong> el consenso es amplioy en don<strong>de</strong> <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente está <strong>de</strong> acuerdo con el sentido (‘vestido’, ‘jeans’). En elsegundo nivel – connotación—estos significantes que hemos sido capaces <strong>de</strong> ‘<strong>de</strong>scodificar’en el nivel simple mediante el uso <strong>de</strong> c<strong>la</strong>sificaciones convencionales <strong>de</strong> ropa para leer susentido, entran en un código más amplio –‘el lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong> moda’—que los conecta contemas y sentidos más amplios, vinculándolos con lo que podríamos l<strong>la</strong>ma los amplioscampos semánticos <strong>de</strong> nuestra cultura: i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> ‘elegancia’, ‘formalidad’, ‘informalidad’ y‘romance’. Este sentido segundo, que es más amplio, no es ya un nivel <strong>de</strong>scriptivo <strong>de</strong> obviainterpretación. Comenzamos ya a interpretar los signos completos <strong>de</strong> los amplios campos<strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ología social –<strong>la</strong>s creencias generales, los marcos conceptuales y los sistemas <strong>de</strong>valores <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad. Este segundo nivel <strong>de</strong> <strong>la</strong> significación, según Barthes, es másgeneral, global y difuso...’. Se trata <strong>de</strong> ‘fragmentos <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ología. Esos significadostienen una estrecha comunicación con <strong>la</strong> cultura, el conocimiento, <strong>la</strong> historia, y es a través<strong>de</strong> ellos, por así <strong>de</strong>cir, que el medio ambiente <strong>de</strong>l mundo [<strong>de</strong> <strong>la</strong> cultura] inva<strong>de</strong> el sistema[<strong>de</strong> <strong>la</strong>s representaciones]’ (Barthes, 1967, pp. 91-92).22


3.1 <strong>El</strong> mito hoyEn su ensayo ‘<strong>El</strong> mito hoy’, <strong>de</strong> Mythologies, Barthes da otro ejemplo que ayuda aver exactamente cómo trabaja <strong>la</strong> representación en este segundo nivel amplio cultural.Visitando al barbero un día le muestran a Barthes una copia <strong>de</strong> <strong>la</strong> revista Paris Match quetiene en su carátu<strong>la</strong> una foto <strong>de</strong> ‘un joven negro con un uniforme francés saludando, con losojos levantados, probablemente fijos sobre un pliegue <strong>de</strong>l tricolor’ (<strong>la</strong> ban<strong>de</strong>ra francesa)(1972b, p. 116). En el primer nivel, para tener algún sentido, necesitamos <strong>de</strong>scodificar cadauno <strong>de</strong> los significantes en <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los conceptos apropiados: e. G. Un soldado,un uniforme, un brazo alzado, los ojos levantados, una ban<strong>de</strong>ra francesa. Esto provee unconjunto <strong>de</strong> signos con un mensaje o sentido simple, literal: un soldado negro está dandosu saludo a <strong>la</strong> ban<strong>de</strong>ra (<strong>de</strong>notación). Sin embargo, Barthes argumenta que esta imagentiene también un sentido cultural más amplio. Si preguntamos ‘¿Qué es lo que nos diceParis Match mediante el uso <strong>de</strong> esta foto <strong>de</strong> un soldado negro que saluda a <strong>la</strong> ban<strong>de</strong>ra?’,Barthes sugiere que podríamos contestar con este mensaje: ‘que Francia es un granimperio, que todos sus hijos, sin discriminación <strong>de</strong> color, sirven fielmente bajo su ban<strong>de</strong>ra,y que no han mejor respuesta a los <strong>de</strong>tractores <strong>de</strong> un pretendido colonialismo que el celomostrado por este negro que sirve a sus l<strong>la</strong>mado opresores’ (connotación) (ibid.).Sea lo que pienses <strong>de</strong>l ‘mensaje’ actual que encuentra Barthes, para un análisissemiótico apropiado <strong>de</strong>bes ser capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>linear con precisión los diferentes pasosmediante los cuales este sentido amplio ha sido producido. Barthes dice que aquí <strong>la</strong>representación ocurre a través <strong>de</strong> dos procesos separados pero vincu<strong>la</strong>dos. En el primero,los significantes (los elementos <strong>de</strong> <strong>la</strong> imagen) y los significados (los conceptos –soldado,ban<strong>de</strong>ra, y <strong>de</strong>más) se unen para formar un signo con un mensaje simple <strong>de</strong>notado: unsoldado negro que da un saludo a <strong>la</strong> ban<strong>de</strong>ra. En el segundo estadio, este mensaje completoo signo es vincu<strong>la</strong>do a un segundo conjunto <strong>de</strong> significados –un tema amplio i<strong>de</strong>ológicosobre el colonialismo francés. <strong>El</strong> primer sentido completo funciona como el significante enel segundo estado <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> representación , y cuando es vincu<strong>la</strong>do con un tema másamplio por un lector, produce un mensaje o sentido más e<strong>la</strong>borado y enmarcadoi<strong>de</strong>ológicamente. Barthes da a este segundo concepto o tema un nombre –lo l<strong>la</strong>ma ‘unamezc<strong>la</strong> a propósito <strong>de</strong> ‘imperialidad francesa’ y ‘militaridad’. Este, agrega, se sobrepone aun ‘mensaje’sobre el colonialismo francés y sus hijos-soldados negros. Barthes l<strong>la</strong>ma a estesegundo nivel <strong>de</strong> significación el nivel <strong>de</strong>l mito. En esta lectura, dice, ‘La imperialidadfrancesa es el verda<strong>de</strong>ro motor <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l mito. <strong>El</strong> concepto reconstituye una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong>causas y efectos, motivos e intenciones ... A través <strong>de</strong>l concepto ... una nueva historia ... esimp<strong>la</strong>ntada en el mito ... el concepto <strong>de</strong> imperialidad francesa ... se liga <strong>de</strong> nuevo a <strong>la</strong>totalidad <strong>de</strong>l mundo: a <strong>la</strong> historia general <strong>de</strong> Francia, a sus aventuras coloniales, a suspresentes dificulta<strong>de</strong>s’ (Barthes, 1972b, p. 119).LECTURA CMira el corto extracto <strong>de</strong> ‘<strong>El</strong> mito hoy’ (Lectura C al fin <strong>de</strong>l capítulo), y lee el re<strong>la</strong>to <strong>de</strong>Barthes sobre cómo funciona el mito como un sistema <strong>de</strong> representación. Asegúrate sientien<strong>de</strong>s lo que Barthes expresa con ‘dos sistemas en estadios’ y con <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que el mitoes un ‘meta-lenguaje’ (un lenguaje <strong>de</strong> segundo or<strong>de</strong>n).23


Para otro ejemplo <strong>de</strong> este proceso <strong>de</strong> significación en dos estadios, po<strong>de</strong>mos pasar a otrofamoso ensayo <strong>de</strong> Barthes.ACTIVIDAD 6Ahora mira con <strong>de</strong>tención el anuncio <strong>de</strong> los productos Panzani (figura 1.6) y, con e<strong>la</strong>nálisis <strong>de</strong> Barthes en mente, haz el siguiente ejercicio:1. ¿Qué significantes pue<strong>de</strong>s i<strong>de</strong>ntificar en el aviso?2. ¿Qué significan? ¿Cuáles son sus significados?3. Ahora mira el aviso como un conjunto, en el nivel <strong>de</strong> ‘mito’. ¿Cuál es su mensaje o temacultural amplio? ¿Podrías construir uno?LECTURA DAhora LEE el segundo extracto <strong>de</strong> Barthes, en el cual el ofrece una interpretación <strong>de</strong>l aviso<strong>de</strong> Panzani para spaghetti y verduras <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una canasta red como ‘mito’ sobre <strong>la</strong> culturanacional italiana. <strong>El</strong> extracto <strong>de</strong> ‘Retórica <strong>de</strong> <strong>la</strong> imagen’, tomado <strong>de</strong> Image-Music-Text(1977) se incluye en <strong>la</strong> Lectura D al final <strong>de</strong>l capítulo.[Aquí figura 1.7. Una imagen <strong>de</strong> ‘inglesidad’ –anuncio para Jaguar]Barthes sugiere que po<strong>de</strong>mos leer el anuncio <strong>de</strong> Panzani como un ‘mito’ vincu<strong>la</strong>ndosu mensaje completo (éste es un cuadro <strong>de</strong> unos paquetes <strong>de</strong> pasta, una <strong>la</strong>ta, una bolsita,unos cuantos tomates, cebol<strong>la</strong>s, pimientos, un champiñón, todos <strong>de</strong>sbordándose <strong>de</strong> unabolsa tejida medio abierta ) con el tema cultural o concepto <strong>de</strong> ‘italianidad’ (o comodiríamos, ‘italian-idad’). Por tanto, en el nivel <strong>de</strong>l mito o metalenguaje, el anuncio <strong>de</strong>Panzani se convierte en un mensaje sobre el sentido esencial <strong>de</strong> <strong>la</strong> italian-idad como unacultura nacional. ¿Pue<strong>de</strong>n <strong>la</strong>s mercancías realmente convertirse en significantes para mitos<strong>de</strong> nacionalidad? ¿Pue<strong>de</strong>s pensar en anuncios, en revistas o televisión, que trabajen <strong>de</strong> <strong>la</strong>misma manera, dibujando el mito <strong>de</strong> ‘ingles-idad’? ¿O ‘frances-idad’? ¿O ‘american-idad’?¿O ‘indian-idad’? Intenta aplicar esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> ‘inglesidad’ al anuncio reproducido comofigura 1.7.4. DISCURSO, PODER Y SUJETOLo que muestran los ejemplos anteriores es que el enfoque semiótico ofrece unmétodo para analizar como <strong>la</strong>s representaciones visuales portan sentido. De hecho, en el<strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> Barthes durante los 1960, como hemos visto, el mo<strong>de</strong>lo ‘lingüístico’ <strong>de</strong> Saussurees <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do mediante su aplicación a un campo más amplio <strong>de</strong> signos yrepresentaciones (publicidad, fotografía, cultural popu<strong>la</strong>r, viajes, moda, etc.). También, haymenos preocupación sobre cómo <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras individuales funcionan como signos <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong>l lenguaje, más acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> aplicación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l lenguaje a prácticas culturales másamplias. Saussure hizo <strong>la</strong> promesa <strong>de</strong> que todo el dominio <strong>de</strong>l sentido podría, al fin, ser24


mapeado sistemáticamente. Barthes también tuvo un ‘método’, pero su enfoque semióticofue aplicado mucho más <strong>la</strong>xa e interpretativamente; y en su último <strong>trabajo</strong> (por ejemplo,The Pleassure of the text, 1975), está más preocupado con el ‘juego’ <strong>de</strong>l sentido y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seoa través <strong>de</strong> los textos que con el intento <strong>de</strong> fijar el sentido mediante un análisis científico <strong>de</strong><strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s y leyes <strong>de</strong>l lenguaje.Más tar<strong>de</strong>, como hemos visto, el proyecto el proyecto <strong>de</strong> una ‘ciencia <strong>de</strong>l sentido’ha aparecido como cada vez más sostenible. <strong>El</strong> sentido y <strong>la</strong> representación parecenpertenecer irrevocablemente al <strong>la</strong>do interpretativo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ciencias culturales y humanas,cuya materia –sociedad, cultura, el sujeto humano—no es susceptible <strong>de</strong> ser trabajado conenfoques positivistas (i.e. que buscan encontrar <strong>la</strong>s leyes científicas <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad). Losúltimos <strong>de</strong>sarrollos han reconocido <strong>la</strong> naturaleza necesariamente interpretativa <strong>de</strong> <strong>la</strong> culturay el hecho <strong>de</strong> que <strong>la</strong>s interpretaciones nunca producen un momento final <strong>de</strong> verdadabsoluta. Al contrario, <strong>la</strong>s interpretaciones siempre son seguidas <strong>de</strong> otras interpretaciones,en una ca<strong>de</strong>na sin fin. Como ha dicho el filósofo francés Jacques Derrida, <strong>la</strong> escriturasiempre lleva a más escritura. La diferencia, dijo, nunca pue<strong>de</strong> ser capturada totalmente<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un sistema binario (Derrida, 1981). De modo que cualquier noción <strong>de</strong> sentidofinal siempre es puesto en espera. Los estudios culturales <strong>de</strong> esta c<strong>la</strong>se interpretativa, como<strong>la</strong>s otras formas <strong>de</strong> indagación sociológica, están inevitablemente encerradas en este‘círculo <strong>de</strong> sentido’.En el enfoque semiótico, <strong>la</strong> representación se entendió con base en muchas pa<strong>la</strong>brasque funcionan como signos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l lenguaje. Pero, para comenzar, en una cultura elsentido <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> frecuentemente <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>s mayores <strong>de</strong> análisis –narraciones,afirmaciones, grupos <strong>de</strong> imágenes, discursos completos que operan a través <strong>de</strong> una variedad<strong>de</strong> textos, áreas <strong>de</strong> conocimiento sobre un tema que ha adquirido amplia autoridad. Lasemiótica parece confinar el proceso <strong>de</strong> representación al lenguaje, y tratarlo como unsistema cerrado, más bien estático. Los últimos <strong>de</strong>sarrollos han dado más atención a <strong>la</strong>representación como fuente <strong>de</strong> <strong>la</strong> producción <strong>de</strong> conocimiento social –un sistema másabierto, conectado <strong>de</strong> modo más íntimo con prácticas sociales y asuntos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. En elenfoque semiótico el sujeto ha sido <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>zado <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong>l lenguaje. Los últimos teóricosvuelven sobre <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong>l sujeto, o al menos sobre el espacio vacío que <strong>la</strong> teoría <strong>de</strong>Saussure <strong>de</strong>jó al respecto; sin que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, se le vuelva a poner en el centro, comoautor o fuente <strong>de</strong> sentido. Aun si el lenguaje, en algún sentido ‘nos hab<strong>la</strong>’ (como gustaba <strong>de</strong><strong>de</strong>cir Saussure) fue también importante que en ciertos momentos históricos, algunaspersonas tuvieran más po<strong>de</strong>r para hab<strong>la</strong>r sobre ciertos temas que otros (los médicos varonessobre enfermas locas, en el final <strong>de</strong>l siglo diecinueve, por ejemplo, para tomar el caso<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do en <strong>la</strong> obra <strong>de</strong> Michel Foucault). Los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> representación, arguyen loscríticos, <strong>de</strong>ben enfocar estos amplios temas <strong>de</strong> conocimiento y po<strong>de</strong>r.Foucault usó <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra ‘representación’ en un sentido más restringido <strong>de</strong>l queusamos aquí, pero se consi<strong>de</strong>ra que él ha contribuido a un nuevo e importante enfoque <strong>de</strong>lproblema <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación. Lo que le l<strong>la</strong>maba <strong>la</strong> atención era <strong>la</strong> producción <strong>de</strong>conocimiento (antes que <strong>de</strong> sentido) a través <strong>de</strong> lo que él l<strong>la</strong>mó discurso (en vez <strong>de</strong> simplelenguaje). Su proyecto, dijo, era analizar ‘cómo los seres humanos se entien<strong>de</strong>n a sí mismos<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestra cultura’ y cómo nuestro conocimiento sobre ‘lo social, el individuoencarnado (embodied) y los sentidos compartido’ es producido en diferentes períodos. Con25


su énfasis sobre <strong>la</strong> comprensión cultural y sentidos compartidos, pues <strong>de</strong> ver que elproyecto <strong>de</strong> Foucault tenía aún en cierto grado una <strong>de</strong>uda con Saussure y Barthes (verDeyfrus y Rabinov, 1982, p. 17) mientras en otros aspectos se apartaba radicalmente <strong>de</strong>ellos. <strong>El</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> Foucault estaba mucho más fundado históricamente, y daba mayoratención a <strong>la</strong>s especificida<strong>de</strong>s históricas que el enfoque semiótico. Como dijo, ‘<strong>la</strong>sre<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, no <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> sentido’ eran su principal preocupación. Losobjetos particu<strong>la</strong>res <strong>de</strong> <strong>la</strong> atención <strong>de</strong> Foucault eran <strong>la</strong>s varias disciplinas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cienciassociales y humanas –que el l<strong>la</strong>mó ‘<strong>la</strong>s ciencias sociales subjetivadoras’. Estas habíanadquirido un creciente papel, prominente y influyente, en <strong>la</strong> cultura mo<strong>de</strong>rna y era, enmuchos casos, consi<strong>de</strong>radas como el discurso que, como <strong>la</strong> religión en tiempos previos,podían darnos ‘<strong>la</strong> verdad’ en el conocimiento.Retornaremos al <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> Foucault en algunos capítulos <strong>de</strong> este libro (por ejemploen el 5). Aquí vamos a introducir a Foucault y el enfoque discursivo <strong>de</strong> <strong>la</strong> representaciónhaciendo el bosquejo <strong>de</strong> sus principales i<strong>de</strong>as: su concepto <strong>de</strong> discurso; el tema <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r yel conocimiento; y <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong>l sujeto . Podría ser útil, sin embargo, comenzar por darteun sabor general, en los términos gráficos (algo machacados) <strong>de</strong> Foucault, <strong>de</strong> cómo vio quesu proyecto difería <strong>de</strong>l enfoque semiótico <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación. Se distanció <strong>de</strong> un enfoquecomo el <strong>de</strong> Saussure y Barthes, que se basaban en ‘el dominio <strong>de</strong> <strong>la</strong> estructura significante’,para basarse en el análisis <strong>de</strong> lo que él <strong>de</strong>nominó <strong>la</strong>s ‘re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> fuerza, <strong>de</strong>sarrollosestratégicos, y tácticas’:Creo aquí que el punto <strong>de</strong> referencia no <strong>de</strong>be ser el gran mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l lenguaje(lengua) y <strong>de</strong> los signos, sino el <strong>de</strong> una guerra y batal<strong>la</strong>. La historia que cuentapara nosotros y nos <strong>de</strong>termina tiene <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> una guerra y no <strong>la</strong> <strong>de</strong>l lenguaje:re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r no re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> sentido ... (Foucault, 1980, pp. 114-115).Rechazando a <strong>la</strong> vez el marxismo hegeliano (lo que él <strong>de</strong>nominaba ‘lo dialéctico’) y<strong>la</strong> semiótica, Foucault <strong>de</strong>cía que:Ni <strong>la</strong> dialéctica, como lógica <strong>de</strong> contradicciones, ni <strong>la</strong> semiótica, como estructura<strong>de</strong> comunicación, pue<strong>de</strong>n dar cuenta <strong>de</strong> <strong>la</strong> inteligibilidad intrínseca <strong>de</strong> losconflictos. ‘La dialéctica’ es una manera <strong>de</strong> evadir <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong>l conflicto siempreabierta y riesgosa reduciéndo<strong>la</strong> a el esqueleto hegeliano, y <strong>la</strong> ‘semiología’ es unamanera <strong>de</strong> evitar su carácter violento, sangriento y letal, reduciéndolo a unacalmada forma p<strong>la</strong>tónica <strong>de</strong> lenguaje y <strong>de</strong> diálogo. (Ibid.)4.1 Del lenguaje al discurso<strong>El</strong> primer punto para tener en cuenta es, por tanto, el cambio <strong>de</strong> atención enFoucault <strong>de</strong>l ‘lenguaje’ al ‘discurso’. <strong>El</strong> estudio no el lenguaje sino el discurso como unsistema <strong>de</strong> representación. Normalmente, el término ‘discurso’ es usado como un conceptolingüístico. Así, significa pasajes conectados <strong>de</strong> escritura o hab<strong>la</strong>. Michel Foucault, sinembargo, le dio un sentido diferente. Lo que le interesaba eran <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s <strong>la</strong>s prácticas queproducen aserciones con sentido que regu<strong>la</strong>n el discurso en diferentes períodos históricos.Por ‘discurso’ Foucault entendido un conjunto <strong>de</strong> aserciones que permiten a un lenguajehab<strong>la</strong>r –un modo <strong>de</strong> representar el conocimiento sobre—un tópico particu<strong>la</strong>r en un26


momento histórico particu<strong>la</strong>r. ... <strong>El</strong> discurso acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> producción <strong>de</strong> conocimiento pormedio <strong>de</strong>l lenguaje. Pero ... dado que todas <strong>la</strong>s prácticas sociales implican sentido, y elsentido conforma e influencia lo que hacemos –nuestra conducta—todas <strong>la</strong>s prácticastienen un aspecto discursivo’ (<strong>Hall</strong>, 1992, p, 291). Es importante notar que el concepto <strong>de</strong>discurso aquí no es un concepto puramente ‘lingüístico’. Es un concepto sobre el lenguaje y<strong>la</strong> práctica. Intenta superar <strong>la</strong> distinción tradicional entre lo que uno dice (lenguaje) y lo queuno hace (práctica). <strong>El</strong> discurso, dice Foucault, construye el tópico. Define y produce losobjetos <strong>de</strong> nuestro conocimiento, gobierna el modo como se pue<strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r y razonar acercaun tópico. También influencia cómo <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as son puestas en práctica y usadas para regu<strong>la</strong>r<strong>la</strong> conducta <strong>de</strong> los otros. Así como un discurso ‘rige’ ciertos modos <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r sobre untópico, <strong>de</strong>finiendo un aceptable e inteligible modo <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r, escribir, o comportarse uno,<strong>de</strong>l mismo modo, por <strong>de</strong>finición, ‘excluye’, limita y restringe otros modos <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r, oconducirnos en re<strong>la</strong>ción con el tópico o <strong>de</strong> construir conocimiento sobre el mismo. <strong>El</strong>discurso, <strong>de</strong>cía Foucault, nunca consiste en una aserción, un texto, una acción o una fuente.<strong>El</strong> mismo discurso, característico <strong>de</strong> un modo <strong>de</strong> pensar o <strong>de</strong> un estado <strong>de</strong>l conocimiento enun <strong>de</strong>terminado tiempo (lo que Foucault l<strong>la</strong>maba el episteme), aparecerá a través <strong>de</strong> unrango <strong>de</strong> textos, y como una forma <strong>de</strong> conducta, en un número <strong>de</strong> diferentes sitiosinstitucionales <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad. Sin embargo, cada vez que estos eventos discursivos‘versan sobre el mismo objeto, comparten el mismo estilo y ... soportan una estrategia ... uncomún movimiento y patrón institucional, administrativo o político’ (Cousin y Hussain,1984, pp. 84-85), entonces Foucault dice que pertenecen a una misma formacióndiscursiva.<strong>El</strong> sentido y <strong>la</strong> práctica significativa está construidos por tanto <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l discurso.Como los semióticos, Foucault era un ‘construccionista’. Sin embargo, a diferencia <strong>de</strong>ellos, estaba preocupado con <strong>la</strong> producción <strong>de</strong>l conocimiento y <strong>de</strong>l sentido, no a través <strong>de</strong>llenguaje sino a través <strong>de</strong>l discurso. Había por tanto similitu<strong>de</strong>s, pero también sustancialesdiferencias entre estas dos versiones.La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que ‘el discurso produce objetos <strong>de</strong> conocimiento’ y <strong>de</strong> que nada que seasignificativo existe fuera <strong>de</strong>l discurso, es a primera vista una proposición <strong>de</strong>sconcertante,que parece ir directamente contra el grano mismo <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> sentido-común. Vale<strong>la</strong> pena gastar un momento para explorar esta i<strong>de</strong>a con más atención. ¿Dice Foucault, comoalgunos le han criticado, que nada existe fuera <strong>de</strong>l discurso? En realidad, Foucault no niegaque <strong>la</strong>s cosas puedan tener una existencia real, material, en el mundo. Lo que el dice es quenada tiene sentido fuera <strong>de</strong>l discurso (Foucault, 1972). Como Lac<strong>la</strong>u y Mouffe dicen‘usamos [el término discurso] para enfatizar el hecho <strong>de</strong> que toda configuración social tienesentido’ (1990, p. 1000). <strong>El</strong> concepto <strong>de</strong> discurso no es acerca <strong>de</strong> si <strong>la</strong>s cosas existen sinosobre <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> viene el sentido.LECTURA EToma ahora <strong>la</strong> lectura E, por Ernesto Lac<strong>la</strong>u y Chantal Mouffe, un extracto corto <strong>de</strong> NewReflections on the Revoulution of our Time (1990), <strong>de</strong>l cual hemos citado lo anterior, yléelo cuidadosamente. Lo que ellos dicen es que los objetos físicos existen, pero no tienensentido fijo; toman sentido y se convierte en objeto <strong>de</strong> conocimiento <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l discurso.Asegúrate <strong>de</strong> seguir su argumento antes <strong>de</strong> continuar.27


1. En términos <strong>de</strong>l discurso sobre ‘construir un muro’ <strong>la</strong> distinción entre <strong>la</strong> parte lingüística(pedir un <strong>la</strong>drillo) y el acto físico (poner el <strong>la</strong>drillo en su lugar) no importa. Lo primero eslingüístico lo segundo físico. Pero ambos son discursivos –con sentido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l discurso.2. <strong>El</strong> objeto esférico <strong>de</strong> cuero que pateas es un objeto físico –una pelota. Pero se vuelve una‘pelota <strong>de</strong> fútbol’ <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong> <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s <strong>de</strong> un juego, que ha sido socialmenteconstruido.3. Es imposible <strong>de</strong>terminar el sentido <strong>de</strong> un objeto fuera <strong>de</strong> su contexto <strong>de</strong> uso. Una piedratirada en una pelea es una cosa distinta (‘un proyectil’) <strong>de</strong> una piedra expuesta en un museo(‘una pieza <strong>de</strong> escultura’).Esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que existen <strong>la</strong>s cosas y acciones físicas, pero que sólo toman sentido yse convierten en objeto <strong>de</strong> conocimiento <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l discurso, está en el corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong> teoríaconstruccionista <strong>de</strong>l sentido y <strong>la</strong> representación. Foucault arguye que dado que sólopo<strong>de</strong>mos tener conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas si el<strong>la</strong>s tienen un sentido, es el discurso –y no <strong>la</strong>scosas en sí mismas—<strong>la</strong>s que producen conocimiento. Temas como ‘locura’, ‘castigo’ y‘sexualidad’ sólo existen significativamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l discurso sobre ellos. Por tanto, elestudio <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong> <strong>la</strong> locura, <strong>de</strong>l castigo o <strong>de</strong> <strong>la</strong> sexualidad tendría que incluir lossiguientes elementos:1. enunciados sobre ‘locura’, ‘castigo’ o ‘sexualidad’ que nos dan cierto conocimientosobre estas cosas;2. <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s que prescriben ciertos modos <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r sobre estos tópicos y excluyen otrosmodos –que gobiernan lo que es ‘<strong>de</strong>cible’ o ‘pensable’ sobre locura, castigo o sexualidad,en un momento histórico particu<strong>la</strong>r,3. ‘sujetos’ que <strong>de</strong> alguna manera personifican el discurso –el loco, <strong>la</strong> mujer histérica, elcriminal, el <strong>de</strong>sviado, el perverso sexual; con los atributos que esperamos que estos sujetos<strong>de</strong>ben tener, dado el modo como el conocimiento sobre estos tópicos ha sido construido ental tiempo;4. como este conocimiento sobre el tópico adquiere autoridad, un sentido <strong>de</strong> encarnar <strong>la</strong>‘verdad’ sobre el mismo; constituyendo ‘<strong>la</strong> verdad <strong>de</strong>l asunto’, en un momento histórico;5. <strong>la</strong>s prácticas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s instituciones para trabajar con estos sujetos –tratamientomédico para los locos, regímenes <strong>de</strong> castigo para los culpables, disciplina moral para lossexualmente <strong>de</strong>sviados –cuya conducta es regu<strong>la</strong>da y organizada <strong>de</strong> acuerdo con estasi<strong>de</strong>as;6. reconocimiento <strong>de</strong> que un diferente discurso o episteme va a sugerir un momentohistórico posterior, que sup<strong>la</strong>nta el existente, abriendo una nueva formación discursiva, yproduciendo, a su vez, nuevas concepciones <strong>de</strong> ‘locura’, o ‘castigo’, o ‘sexualidad’, nuevosdiscursos con el po<strong>de</strong>r y autoridad, <strong>la</strong> ‘verdad’, para regu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s prácticas sociales <strong>de</strong> modonuevo.28


4.2 La historización <strong>de</strong>l discurso: prácticas discursivas<strong>El</strong> punto principal que hay que mantener aquí es <strong>la</strong> manera como el discurso, <strong>la</strong>representación, y <strong>la</strong> ‘verdad’ han sido radicalmente historizadas por Foucault, en contrastecon <strong>la</strong> ten<strong>de</strong>ncia más bien ahistórica <strong>de</strong> <strong>la</strong> semiótica. Las cosas significan algo y son‘verda<strong>de</strong>ras’, <strong>de</strong>cía, sólo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un contexto histórico específico. Foucault no creía quese encontraran los mismos fenómenos a través <strong>de</strong> diferentes períodos históricos. Pensabaque, en cada período, el discursos producía formas <strong>de</strong> conocimiento, objetos, sujetos yprácticas <strong>de</strong> conocimiento, que diferían radicalmente <strong>de</strong> período a período, sin necesariacontinuidad entre ellos.Por tanto, para Foucault, por ejemplo, <strong>la</strong> enfermedad mental no era un hechoobjetivo, que permanecía el mismo en todos los períodos históricos, y significaba lo mismoen todas <strong>la</strong>s culturas. Sólo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una formación discursiva <strong>de</strong>finida, el objeto, ‘<strong>la</strong>locura’, podía aparecer como un constructo significativo o inteligible. Estaba ‘constituidopor todo lo que se <strong>de</strong>cía, en todos los enunciados que lo nombraban, lo dividían, lo<strong>de</strong>scribían, lo explicaban, trazaban su <strong>de</strong>sarrollo, indicaban sus variadas corre<strong>la</strong>ciones, lojuzgaban, y posiblemente le daban <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra para articu<strong>la</strong>r, en su nombre, discursos que<strong>de</strong>bían ser tomados como suyos’ (1972, p. 32). Y sólo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que una cierta <strong>de</strong>finición<strong>de</strong> ‘locura’ era puesta en práctica, el sujeto apropiado –el ‘loco’ como era <strong>de</strong>finido por elconocimiento médico y psiquiátrico <strong>de</strong>l momento—podía aparecer.O, tomemos <strong>de</strong> su obra otros ejemplos <strong>de</strong> prácticas discursivas. Siempre ha habidore<strong>la</strong>ciones sexuales. Pero ‘sexualidad’, <strong>de</strong>cía Foucault, como un modo específico <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>rsobre, estudiar y regu<strong>la</strong>r el <strong>de</strong>seo sexual, sus secretos y fantasías, sólo apareció en <strong>la</strong>ssocieda<strong>de</strong>s occi<strong>de</strong>ntales en un momento histórico particu<strong>la</strong>r (Foucault, 1978). Siempre hahabido lo que ahora nosotros l<strong>la</strong>mamos formas homosexuales <strong>de</strong> comportamiento. Pero ‘elhomosexual’ como una forma específica <strong>de</strong> sujeto social, fue producido, y sólo pudo hacersu aparición, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los discursos morales, legales, médicos y psiquiátricos, y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><strong>la</strong>s prácticas y aparatos institucionales <strong>de</strong> finales <strong>de</strong>l siglo diecinueve, con <strong>la</strong>s teoríasparticu<strong>la</strong>res sobre <strong>la</strong> perversidad sexual (Weeks, 1981, 1985). Igualmente, no tiene sentidohab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> ‘mujer histérica’ fuera <strong>de</strong>l modo <strong>de</strong> ver <strong>la</strong> histeria en el siglo diecinueve comouna muy común enfermedad femenina. En The Birth of the Clinic (1973), Foucault mostrócómo ‘en menos <strong>de</strong> medio siglo, <strong>la</strong> comprensión médica <strong>de</strong><strong>la</strong> enfermedad fue transformada’<strong>de</strong> una noción clásica en que <strong>la</strong> enfermedad existía separada <strong>de</strong>l cuerpo, a <strong>la</strong> mo<strong>de</strong>rna i<strong>de</strong>a<strong>de</strong> que <strong>la</strong> enfermedad surgía <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cuerpo humano y sólo allí podía ser mapeada(McNay, 1994). Este giro discursivo cambió <strong>la</strong> práctica médica. Le dio más importancia a‘<strong>la</strong> mirada’ <strong>de</strong>l doctor que ahora podía ‘leer’ el curso <strong>de</strong> <strong>la</strong> enfermedad con una miradapo<strong>de</strong>rosa a lo que Foucault l<strong>la</strong>mó ‘el cuerpo visible’ <strong>de</strong>l paciente –siguiendo <strong>la</strong>s *‘rutas ...inscritas en un at<strong>la</strong>s anatómico <strong>de</strong> acuerdo con una ya familiar geometría’ (Faoucalt, 1973,pp.3-4). Este mayor conocimiento aumentó el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> vigi<strong>la</strong>ncia <strong>de</strong>l doctor frente alpaciente.Foucault <strong>de</strong>cía que el conocimiento y <strong>la</strong>s prácticas alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> todos los temas eranespecíficas histórica y culturalmente. No podían y no <strong>de</strong>bían existir significativamente29


fuera <strong>de</strong> los discursos específicos., i.e. fuera <strong>de</strong> los modos como eras representadas en eldiscurso, producidos en el conocimiento y regu<strong>la</strong>das por <strong>la</strong>s prácticas discursivas y <strong>la</strong>stécnicas disciplinarias <strong>de</strong> un tiempo y sociedad particu<strong>la</strong>res. Lejos <strong>de</strong> aceptar <strong>la</strong>scontinuida<strong>de</strong>s trans-históricas <strong>de</strong> que son tan orgullosos los historiadores, Foucault creíaque eran más significativas <strong>la</strong>s rupturas radicales y <strong>la</strong>s discontinuida<strong>de</strong>s entre un período yotro, entre una formación discursiva y otra.4.3 Del discurso al po<strong>de</strong>r/conocimientoEn su obra tardía Foucault se preocupó aun más con el hecho <strong>de</strong> cómo elconocimiento operaba mediante prácticas discursivas en contextos institucionalesespecíficos ára regu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> conducta <strong>de</strong> los otros. Enfocó <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre conocimiento ypo<strong>de</strong>r, y cómo el po<strong>de</strong>r opera <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lo que él l<strong>la</strong>mó un aparato institucional y sustecnologías (técnicas). La concepción <strong>de</strong> Foucault <strong>de</strong>l aparato <strong>de</strong> castigo, por ejemplo,incluía una variedad diversa <strong>de</strong> elementos, lingüísticos y no lingüísticos – ‘discursos,instituciones, arreglos arquitectónicos, regu<strong>la</strong>ciones, leyes, medidas administrativas,enunciados científicos, proposiciones filosóficas, moralidad, fi<strong>la</strong>ntropía, etc. -- ... <strong>El</strong> aparatoestá entonces inscrito en un juego <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, pero está siempre vincu<strong>la</strong>do a ciertascoor<strong>de</strong>nadas <strong>de</strong> conocimiento. ... En esto consiste el aparato: estrategias <strong>de</strong> re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong>fuerzas que dan soporte y están soportadas por tipos <strong>de</strong> conocimiento’ (Foucault, 1980b,pp. 194, 196).Este enfoque tomo como uno <strong>de</strong> sus temas principales <strong>la</strong> investigación <strong>de</strong> <strong>la</strong>sre<strong>la</strong>ciones entre conocimiento, po<strong>de</strong>r y el cuerpo en <strong>la</strong> sociedad mo<strong>de</strong>rna. Vio alconocimiento como inextricablemente involucrado en re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r porque siempreestaba siendo aplicado a <strong>la</strong> regu<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong> conducta social en <strong>la</strong> práctica (es <strong>de</strong>cir,aplicado a ‘cuerpos’ particu<strong>la</strong>res). Este resaltamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre discurso,conocimiento y po<strong>de</strong>r marcó un <strong>de</strong>sarrollo significativo en el enfoque construccionista <strong>de</strong><strong>la</strong> representación que hemos venido <strong>de</strong>lineando. Rescató <strong>la</strong> representación <strong>de</strong> los grilletes<strong>de</strong> una teoría puramente formal y le dio un contexto histórico, práctica y ‘mundano’ <strong>de</strong>operación.Te pue<strong>de</strong>s preguntar hasta qué punto esta preocupación por el discurso, elconocimiento y el po<strong>de</strong>r llevó los intereses <strong>de</strong> Foucault más cerca <strong>de</strong> los <strong>de</strong> <strong>la</strong>s teoríassociológicas clásicas <strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ología, especialmente <strong>de</strong>l marxismo con su intento <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntificar <strong>la</strong>s posiciones e intereses <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> formas particu<strong>la</strong>res <strong>de</strong>conocimiento. Foucault se acerca, <strong>de</strong> hecho, en el trato <strong>de</strong> estas cuestiones sobre <strong>la</strong>i<strong>de</strong>ología, más que <strong>de</strong> pronto lo hizo <strong>la</strong> semiótica formal (aunque Ro<strong>la</strong>nd Barthes estabatambién interesado con <strong>la</strong>s cuestiones <strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ología y el mito, como vinos antes). PeroFoucault tenia razones muy específicas y coherentes para rechazar <strong>la</strong> problemática clásicamarxista <strong>de</strong> <strong>la</strong> ‘i<strong>de</strong>ología’. Marx había dicho que, en cada época, <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as reflejan <strong>la</strong> baseeconómica <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad, y entonces <strong>la</strong>s ‘i<strong>de</strong>as rectoras’ eran <strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se rectora quegobierna una economía capitalista, y correspondían a sus intereses dominantes. <strong>El</strong>argumento principal <strong>de</strong> Foucault contre <strong>la</strong> teoría marxista <strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ología era que el<strong>la</strong> tendíaa reducir toda <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre conocimiento y po<strong>de</strong>r a <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se eintereses <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se. Foucault no negaba <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses, pero se oponíafuertemente al reduccionismo económico y <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> <strong>la</strong> teoría marxista <strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ología.30


Segundo, conceptuaba que el marxismo tendía a contrastar <strong>la</strong>s ‘distorsiones’ <strong>de</strong>lconocimiento burgués, contra sus propios rec<strong>la</strong>mos <strong>de</strong> ‘verdad’ –<strong>la</strong> ciencia marxista. PeroFoucault no creía que ninguna forma <strong>de</strong> pensamiento podía rec<strong>la</strong>mar ‘<strong>la</strong> verdad’ absoluta,fuera <strong>de</strong>l juego <strong>de</strong>l discurso. Todas <strong>la</strong>s formas políticas y sociales <strong>de</strong> pensamiento, creía,estaban inevitablemente prisioneras en el interjuego entre conocimiento y po<strong>de</strong>r. Por eso su<strong>trabajo</strong> rechaza <strong>la</strong> pregunta tradicional marxista ‘¿a favor <strong>de</strong> qué intereses <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se operanel lenguaje, <strong>la</strong> representación y el po<strong>de</strong>r?’.Los teóricos posteriores, como el italiano Antonio Gramsci, que fue influenciadopor Marx pero rechazó el reduccionismo <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se, han propuesto una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>‘i<strong>de</strong>ología’ que es consi<strong>de</strong>rablemente cercana a <strong>la</strong> posición <strong>de</strong> Foucault, aunque todavíaestá muy preocupado por <strong>la</strong>s cuestiones <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se. La noción <strong>de</strong> Gramsci era que<strong>de</strong>terminados grupos sociales luchan <strong>de</strong> modos diferentes, incluyendo el i<strong>de</strong>ológico, paraganar el consentimiento <strong>de</strong> otros grupos y lograr una c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> ascen<strong>de</strong>ncia tanto en elpensamiento y <strong>la</strong> práctica sobre ellos. Esta forma <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r fue l<strong>la</strong>mada hegemonía porGramsci. La hegemonía nunca es permanente, y no es reducible a los intereses económicoso a un simple mo<strong>de</strong>lo c<strong>la</strong>sista <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad. Esto tiene ciertas semejanzas con <strong>la</strong> posición<strong>de</strong> Foucault, aunque en algunos puntos c<strong>la</strong>ve ellos difieren radicalmente. (<strong>El</strong> asunto <strong>de</strong> <strong>la</strong>hegemonía es tratado brevemente en el capítulo 4.)¿Qué distingue <strong>la</strong> posición <strong>de</strong> Foucault sobre el discurso, conocimiento y po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><strong>la</strong> teoría marxista <strong>de</strong> intereses <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se y <strong>la</strong> ‘distorsión’ i<strong>de</strong>ológica? Foucault <strong>la</strong>nzó por lomenos dos proposiciones radicalmente nuevas.1 Conocimiento, po<strong>de</strong>r y verdad<strong>El</strong> primer punto toca el modo como Foucault concebía el vínculo entreconocimiento y po<strong>de</strong>r. Hasta ahora hemos tendida a pensar que el po<strong>de</strong>r operaba <strong>de</strong> unamanera directa y brutalmente represiva, <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> <strong>la</strong>do cosas <strong>de</strong>licadas como <strong>la</strong> cultura yel conocimiento, aunque Gramsci ciertamente rompió con ese mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. Foucault<strong>de</strong>cía que no sólo el conocimiento es siempre una forma <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, sino que el po<strong>de</strong>r estáinvolucrado en <strong>la</strong>s cuestiones <strong>de</strong> si, y en qué circunstancias, el conocimiento es aplicado ono. Esta cuestión <strong>de</strong> <strong>la</strong> aplicación y efectividad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r/conocimiento es más importante,<strong>de</strong> acuerdo con él, que <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong> su ‘verdad’.<strong>El</strong> conocimiento vincu<strong>la</strong>do al po<strong>de</strong>r no sólo asume <strong>la</strong> autoridad <strong>de</strong> ‘<strong>la</strong> verdad’ sinoque tiene el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> hacerse él mismo verda<strong>de</strong>ro. Todo conocimiento, una vez aplicado enel mundo real, tiene efectos reales, y en ese sentido al menos, ‘se vuelve verda<strong>de</strong>ro’. <strong>El</strong>conocimiento, una vez usado para regu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> conducta <strong>de</strong> los otros, implica constricciones,regu<strong>la</strong>ciones y prácticas disciplinarias. Entonces, ‘No hay re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r sin <strong>la</strong>corre<strong>la</strong>tiva constitución <strong>de</strong> un campo <strong>de</strong> conocimiento, y no hay conocimiento alguno queno presuponga y constituya al mismo tiempo re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r’ (Foucault, 1977ª, p. 27).De acuerdo con Foucault, lo que pensamos que ‘conocemos’ en un particu<strong>la</strong>rperíodo, acerca, digamos, <strong>de</strong>l crimen tienen una implicación sobre cómo regu<strong>la</strong>mos,contro<strong>la</strong>mos y castigamos a los criminales. <strong>El</strong> conocimiento no opera en le vacío. Es puestoa trabajar, por medio <strong>de</strong> ciertas tecnologías y estrategias <strong>de</strong> aplicación, en situaciones31


especiales, contextos históricos y regímenes institucionales. Para estudiar el castigo, <strong>de</strong>besestudiar como <strong>la</strong> combinación <strong>de</strong> discurso y po<strong>de</strong>r – po<strong>de</strong>r/conocimiento—ha producidouna cierta concepción <strong>de</strong>l crimen y <strong>de</strong>l criminal, ha tenido ciertos efectos reales tanto parael criminal como para el castigador, y cómo estos han sido puestos en prácticahistóricamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ciertos regímenes específicos <strong>de</strong> prisiones.Esto llevó a Foucault a hab<strong>la</strong>r, no <strong>de</strong> ‘La Verdad’ <strong>de</strong>l conocimiento en un sentidoabsoluto –una Verdad que permanecería así, en cualquier período, contexto, y lugar—sino<strong>de</strong> una formación discursiva que sostenía un <strong>de</strong>terminado régimen <strong>de</strong> verdad. Entonces,pue<strong>de</strong> ser o no ser verda<strong>de</strong>ro que una crianza por un padre/madre solitario lleve a <strong>la</strong><strong>de</strong>lincuencia y al crimen. Pero si todos creen que ello es así, y castiga en consecuencia a lospadres/madres solitarios, esto tendrá consecuencias reales para tanto padres/madres comopara los hijos, y se convertirá en ‘verdad’ en términos <strong>de</strong> sus efectos reales, aun que enalgún sentido absoluto el<strong>la</strong> haya sido <strong>de</strong>mostrado <strong>de</strong> manera conclusiva. Foucault <strong>de</strong>cía queen <strong>la</strong>s ciencias humanas y sociales:La verdad no está por fuera <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. ... La verdad es una cosas <strong>de</strong> este mundo; esproducida sólo en virtud <strong>de</strong> múltiples formas <strong>de</strong> constricción. E induce efectosregu<strong>la</strong>res <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. Cada sociedad tiene sus regímenes <strong>de</strong> verdad, sus ‘políticasgenerales’ <strong>de</strong> verdad; esto es, los tipos <strong>de</strong> discurso que esa sociedad acepta y hacefuncionar como verda<strong>de</strong>ros, los mecanismos y <strong>la</strong>s instancias que posibilitan queuno distinga los enunciados verda<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> los falsos, los medios por los cualescada uno es sancionado ... el status <strong>de</strong> aquellos que están a cargo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir qué es loverda<strong>de</strong>ro. (Foucault, 1980, p. 131).2 Nuevas concepciones <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>rSegundo, Foucault propuso una concepción <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r totalmente nueva. Ten<strong>de</strong>mosa pensar el po<strong>de</strong>r como siempre moviéndose en una dirección sencil<strong>la</strong> –<strong>de</strong> arriba haciaabajo—y procediendo <strong>de</strong> una fuente específica –el soberano, el estado, <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se dirigente,etc. Para Foucault, sin embargo, el po<strong>de</strong>r no ‘funciona en forma <strong>de</strong> una ca<strong>de</strong>na’ –él circu<strong>la</strong>.Nunca es monopolizado por un centro.’Es <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do y ejercitado en forma <strong>de</strong> unaorganización <strong>de</strong> red’ (Foucault, 1980, p. 98). Esto sugiere que todos estamos, hasta ciertopunto, implicados en su circu<strong>la</strong>ción –opresores y oprimidos. No se irradia hacia abajo, o<strong>de</strong>s<strong>de</strong> una fuente o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un lugar. Las re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r permean todos los niveles <strong>de</strong> <strong>la</strong>existencia social y se encuentran por tanto operan en todo lugar <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida social –en <strong>la</strong>sesferas privadas <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia y <strong>la</strong> sexualidad como en <strong>la</strong>s esferas públicas <strong>de</strong> <strong>la</strong> política, <strong>la</strong>economía y <strong>la</strong> ley. Más aún, el po<strong>de</strong>r no sólo es negativo, no sólo reprime lo que preten<strong>de</strong>contro<strong>la</strong>r. También es productivo. ‘No sólo pesa sobre nosotros como una fuerza que diceno, sino ... que atraviesa y produce cosas, induce p<strong>la</strong>cer, formas <strong>de</strong> conocimiento, producediscurso. Necesita ser pensado como una red productiva que penetra todo el cuerpo social’(Foucault, 1980, 119).<strong>El</strong> sistema <strong>de</strong> castigo, por ejemplo, produce libros, tratados, regu<strong>la</strong>ciones, nuevasestrategias <strong>de</strong> control y <strong>de</strong> resistencia, <strong>de</strong>bates en el Par<strong>la</strong>mento, conversaciones,confesiones, memos legales y ape<strong>la</strong>ciones, regímenes <strong>de</strong> entrenamiento para los guardas,etc. Los esfuerzos por contro<strong>la</strong>r <strong>la</strong> sexualidad producen una verda<strong>de</strong>ra explosión <strong>de</strong>32


discurso –hab<strong>la</strong>s sobre el sexo, programas <strong>de</strong> televisión y radio, sermones y legis<strong>la</strong>ciones,nove<strong>la</strong>s, historias y presentaciones <strong>de</strong> revistas, consejería médica y psicológica, ensayos yartículos, sabias tesis y programas <strong>de</strong> investigación, lo mismo que nuevas prácticas sexuales(e. gr. ‘sexo seguro’) y <strong>la</strong> industria pornográfica. Sin negar que el estado, <strong>la</strong> ley, el soberanoy <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se dominante pue<strong>de</strong>n tener posiciones <strong>de</strong> dominación, Foucault mueve nuestraatención <strong>de</strong> <strong>la</strong>s grandiosas y globales estrategias <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r hacia los muchos circuitos,tácticas, mecanismo y efectos localizados a través <strong>de</strong> los cuales circu<strong>la</strong> el po<strong>de</strong>r –lo queFoucault l<strong>la</strong>ma ‘los rituales meticulosos’ o ‘<strong>la</strong> microfísica <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r’. Estas re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r ‘van hasta <strong>la</strong> profundidad misma <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad’ (Foucault, 1977a, p. 27). <strong>El</strong><strong>la</strong>sconectan <strong>la</strong> manera como el po<strong>de</strong>r opera actualmente a <strong>la</strong> base <strong>de</strong> <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s pirámi<strong>de</strong>s <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r mediante lo que él l<strong>la</strong>ma un movimiento capi<strong>la</strong>r (los capi<strong>la</strong>res son <strong>la</strong>s venitas muy<strong>de</strong>lgadas que ayudan al intercambio <strong>de</strong>l oxigeno entre <strong>la</strong> sangre <strong>de</strong> nuestros cuerpos y lostejidos que <strong>la</strong> circundan). No porque el po<strong>de</strong>r refleje simplemente en estos niveles bajos ‘oreproduzca, al nivel <strong>de</strong> los individuos, cuerpos, gestos o comportamientos <strong>la</strong> forma general<strong>de</strong> <strong>la</strong> ley o el gobierno’ (Foucault, 1977ª, p. 27), sino, por el contrario, porque este enfoque‘enraíza [el po<strong>de</strong>r] en formas <strong>de</strong> comportamiento, cuerpos y re<strong>la</strong>ciones locales <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r queno se <strong>de</strong>ben mirar como simples proyecciones <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r central’ (Foucault, 1980, p. 201).¿A qué objeto se aplica primariamente, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Foucault, <strong>la</strong>microfísica <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r? Sobre el cuerpo. <strong>El</strong> pone el cuerpo en el centro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s luchas entrediferentes formaciones <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r/conocimiento. Las técnicas <strong>de</strong> regu<strong>la</strong>ción se aplican alcuerpo. Los diferentes formaciones y aparatos discursivos divi<strong>de</strong>n, c<strong>la</strong>sifican e inscriben elcuerpo <strong>de</strong> manera diferente en sus respectivos regímenes <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong> ‘verdad’. EnDiscipline and Punísh, por ejemplo, Foucault analiza los muy diferentes modos en que elcuerpo <strong>de</strong>l criminal es ‘producido’ y disciplinado en diferentes regímenes <strong>de</strong> castigo enFrancia. En períodos tempranos, el castigo era al azar, <strong>la</strong>s prisiones eran lugares en los queel público podía andar y el castigo máximo era inscrito en el cuerpo por medio <strong>de</strong>instrumentos <strong>de</strong> tortura y ejecución, etc. –una práctica cuya esencia era que <strong>de</strong>bía serpública, visible a todos. La forma mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> regu<strong>la</strong>ción disciplinaria y <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, por elcontrario, es privada, individualizada; los prisioneros son escondidos <strong>de</strong>l público y confrente unos <strong>de</strong> otros, aunque continuamente están bajo vigi<strong>la</strong>ncia por <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s; y elcastigo es individualizado. Aquí, el cuerpo ha llegado a ser el sitio <strong>de</strong> una nueva forma <strong>de</strong>régimen disciplinario.Des<strong>de</strong> luego este ‘cuerpo’ no es simplemente el cuerpo natural que todos los sereshumanos tienen en todos los tiempos. Este cuerpo es producido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l discurso, <strong>de</strong>acuerdo con <strong>la</strong>s diferentes formaciones discursivas –el estado <strong>de</strong> conocimiento sobre elcrimen y el criminal, lo que cuenta como ‘verda<strong>de</strong>ro’ sobre cómo cambiar o disuadir elcomportamiento criminal, el aparato específico y <strong>la</strong>s tecnologías <strong>de</strong> castigo que prevalecenen un tiempo <strong>de</strong>terminado. Esta es una concepción radicalmente historizada <strong>de</strong>l cuerpo –una suerte <strong>de</strong> superficie sobre <strong>la</strong> cual los diferentes regímenes <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r/conocimientoescriben sus sentidos y efectos. <strong>El</strong><strong>la</strong> piensa el cuerpo como’totalmente impreso por <strong>la</strong>historia y los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconstrucción <strong>de</strong>l cuerpo en <strong>la</strong> historia’ (Foucault, 1977a, p. 6333


4.4 Resumen: Foucault y <strong>la</strong> representación<strong>El</strong> enfoque <strong>de</strong> Foucault sobre <strong>la</strong> representación no es fácil <strong>de</strong> resumir. <strong>El</strong> se interesacon <strong>la</strong> producción <strong>de</strong> conocimiento y sentido a través <strong>de</strong>l discurso. Foucault <strong>de</strong> hechoanaliza textos particu<strong>la</strong>res y representaciones, como lo hicieron los semiólogos. Pero estámás inclinado a analizar toda una formación discursiva a <strong>la</strong> que pertenece un texto opráctica <strong>de</strong>terminada. Su interés está en el conocimiento provisto por <strong>la</strong>s ciencias humanasy sociales, que organiza <strong>la</strong> conducta, <strong>la</strong> comprensión, <strong>la</strong> práctica y <strong>la</strong> creencia, <strong>la</strong> regu<strong>la</strong>ción<strong>de</strong> los cuerpos así como pob<strong>la</strong>ciones totales. Aunque su <strong>trabajo</strong> se hizo c<strong>la</strong>ramente en, yestuvo fuertemente influenciado por, el <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong>l ‘giro lingüístico’ que marcó elenfoque construccionista <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación, su <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> discurso es mucho másamplio que el <strong>de</strong>l lenguaje, e incluye muchos otros elementos <strong>de</strong> práctica y regu<strong>la</strong>cióninstitucional que el enfoque <strong>de</strong> Saussure, excluido el foco lingüístico. Foucault es muchomás específico históricamente hab<strong>la</strong>ndo, pues ve <strong>la</strong>s formas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r/conocimiento comosiempre enraizadas en contextos e historias particu<strong>la</strong>res. Sobre todo, para Foucault <strong>la</strong>producción <strong>de</strong> conocimiento está siempre cruzada por cuestiones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y por el cuerpo;y esto expan<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>mente el panorama <strong>de</strong> lo que está involucrado en <strong>la</strong> representación.La mayor crítica que se ha hecho contra su <strong>trabajo</strong> es que él tien<strong>de</strong> a absorbersemucho en el ‘discurso’, y esto tiene el efecto <strong>de</strong> favorecer el que sus seguidores olvi<strong>de</strong>n <strong>la</strong>influencia <strong>de</strong> los factores materiales, económicos y estructurales en <strong>la</strong> operación <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r/conocimiento. Algunos críticos también encuentran vulnerable al cargo <strong>de</strong>re<strong>la</strong>tivismo su rechazo todo criterio <strong>de</strong> ‘verdad’ en <strong>la</strong>s ciencias humanas a favor <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>a<strong>de</strong> un ‘régimen <strong>de</strong> verdad’ y <strong>de</strong> una voluntad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r (<strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> hacer <strong>la</strong>s cosas‘verda<strong>de</strong>ras’). Sin embargo, hay poca duda sobre el mayor impacto que su obra ha tenidosobre <strong>la</strong>s teorías contemporáneas <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación y el sentido.4.5 Charcot y <strong>la</strong> actuación <strong>de</strong> <strong>la</strong> histeriaEn el siguiente ejemplo trataremos <strong>de</strong> aplicar el método <strong>de</strong> Foucault a un casoparticu<strong>la</strong>r. La figura 1.8 presenta un cuadro <strong>de</strong> André Brouillet en que aparece el famosopsiquiatra y neurólogo francés Jean- Martin Charcot (1825-1893), dando una c<strong>la</strong>se sobre eltema <strong>de</strong> <strong>la</strong> histeria femenina a estudiantes en el salón <strong>de</strong> su famosa clínica La Salpêtrière.ACTIVIDAD 7. Mira el cuadro <strong>de</strong> Brouillet (figura 1.8). ¿Qué muestra como unarepresentación <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> <strong>la</strong> histeria?Brouillet muestra a una paciente histérica que está sostenida por un asistente y dosmujeres. Por muchos años <strong>la</strong> histeria fue consi<strong>de</strong>rada como una enfermedad <strong>de</strong> mujeres yaunque Charcot <strong>de</strong>mostró conclusivamente que muchos <strong>de</strong> sus síntomas se encontraban enhombres, y que una proporción significativa <strong>de</strong> sus pacientes eran hombres, <strong>El</strong>aineShowalter observa que ‘para Charcot, también, <strong>la</strong> histeria sigue siendo simbólica, si nomédicamente, una enfermedad femenina’ (1087, p. 148). Charcot era un hombre muyhumano que tomaba seriamente el sufrimiento <strong>de</strong> sus pacientes y los trataba con dignidad.Diagnosticaba <strong>la</strong> histeria como un mal genuino no como una excusa <strong>de</strong> embaucador (comoha sucedido en nuestro tiempo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muchas batal<strong>la</strong>s, con <strong>la</strong> anorexia). Este cuadrorepresenta un rasgo regu<strong>la</strong>r <strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong> Charcot, en que <strong>la</strong> mujer histérica34


mostraba <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> una audiencia <strong>de</strong> cuerpo médico y <strong>de</strong> estudiantes los síntomas <strong>de</strong> suenfermedad, que terminaba con frecuencia en convulsión histérica.Se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que <strong>la</strong> pintura captura y representa visualmente un evento‘discursivo’ –<strong>la</strong> emergencia <strong>de</strong> un nuevo régimen <strong>de</strong> conocimiento. La gran distinción <strong>de</strong>Charcot, que traía estudiantes <strong>de</strong> muy lejos para estudiar con él (incluyendo, en 1885, aljoven Sigmund Freud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Viena), era su <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> que ‘los síntomas histéricoscomo <strong>la</strong> parálisis se podían producir y aliviar con <strong>la</strong> sugestión hipnótica’ (Showalter, 1987,p. 148). Aquí vemos cómo <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> <strong>la</strong> hipnosis es aplicada.En efecto, <strong>la</strong> imagen parece capturar dos <strong>de</strong> esos momentos <strong>de</strong> <strong>la</strong> producción <strong>de</strong>conocimiento. Charcot no prestaba mucha atención alo que <strong>de</strong>cían los pacientes (aunque élobservaba sus acciones y gestos meticulosamente). Pero Freud y su amigo Breuer sí. Alcomienzo, cuando ellos regresaron a Viena, usaron el método hipnótico <strong>de</strong> Charcot, quehabía atraído mucha atención como un nuevo enfoque para el tratamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> histeria enLa Salpêtrière. Pero más tar<strong>de</strong> ellos trataron <strong>la</strong> histeria <strong>de</strong> una joven l<strong>la</strong>mada BertaPappenheim y el<strong>la</strong>, bajo el seudónimo <strong>de</strong> ‘Anna O’, se convirtió en el primer estudio <strong>de</strong>caso escrito por Freud y Breuer en el innovador Studies in Histeria (1974/1895). La‘pérdida <strong>de</strong> pa<strong>la</strong>bras’, su incapacidad para captar <strong>la</strong> sintaxis <strong>de</strong> su propia lengua (e<strong>la</strong>lemán), los silencios y el balbuceo sin sentido <strong>de</strong> esta joven intelectualmente bril<strong>la</strong>nte,poética e imaginativa, pero rebel<strong>de</strong>, dieron a Breuer y Freud <strong>la</strong> primera c<strong>la</strong>ve <strong>de</strong> que <strong>la</strong>perturbación lingüística estaba re<strong>la</strong>cionada con el resentimiento con ‘el lugar’ que lecorrespondía como hija obediente <strong>de</strong> un <strong>de</strong>cididamente padre patriarcal, y por tanto estabaprofundamente conectada con <strong>la</strong> enfermedad. Después <strong>de</strong> <strong>la</strong> hipnosis su capacidad parahab<strong>la</strong>r coherentemente retornó, un pudo hacerlo fluidamente en otros tres idiomas, aunqueno en su nativo alemán. A través <strong>de</strong> su diálogo con Breuer, y su habilidad para ‘trabajar’ sudifícil re<strong>la</strong>ción con el lenguaje, ‘Anna O’ dio el primer ejemplo <strong>de</strong> ‘cura <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>’ que,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, proveyó más tar<strong>de</strong> a Freud toda <strong>la</strong> base para el subsiguiente <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>lmétodo psicoanalítico. De modo que estamos viendo, en esta imagen, el ‘nacimiento’ <strong>de</strong>dos nuevos epistemes psiquiátricos: el método <strong>de</strong> hipnosis <strong>de</strong> Charcot, y <strong>la</strong>s condicionesque llevaron más tar<strong>de</strong> al psicoanálisis.<strong>El</strong> ejemplo también tiene muchas conexiones con <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación.En el cuadro, el paciente está actuando o ‘representando’ con su cuerpo los síntomashistéricos que el<strong>la</strong> está ‘sufriendo’. Pero estos síntomas también están siendo ‘representados’–en el muy diferente lenguaje <strong>de</strong>l diagnóstico y análisis médico—a suaudiencia (<strong>de</strong> él y <strong>de</strong> el<strong>la</strong>) por el profesor: una re<strong>la</strong>ción que implica po<strong>de</strong>r. Showalter notaque, en general, ‘<strong>la</strong> representación <strong>de</strong> <strong>la</strong> histeria femenina era el aspecto central <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong><strong>de</strong> Charcot’ (p. 148). En efecto, <strong>la</strong> clínica estaba llena <strong>de</strong> litografías y pinturas. Había hechoque sus asistentes coleccionaran un álbum fotográfico <strong>de</strong> pacientes nerviosos, una suerte <strong>de</strong>inventario visual <strong>de</strong> los varios ‘tipos’ <strong>de</strong> pacientes histéricos. Más tar<strong>de</strong> empleó unfotógrafo profesional para que se hiciera cargo <strong>de</strong>l servicio. Sus análisis mostraban lossíntomas, que es lo que parece que está sucediendo en el cuadro, que acompañaban <strong>la</strong>‘actuación’ histérica. No vaci<strong>la</strong>ba ante los aspectos espectacu<strong>la</strong>res y teatrales asociados consus <strong>de</strong>mostraciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> hipnosis como régimen <strong>de</strong> tratamiento. Freud pensaba que ‘Cadauna <strong>de</strong> sus “fascinantes c<strong>la</strong>ses” era ‘una pequeña obra <strong>de</strong> arte en construcción y35


composición’. En efecto, anotaba Freud, ‘el nunca aparecía más gran<strong>de</strong> ante sus oyentesque cuando <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l esfuerzo, <strong>de</strong> dar el más <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>do re<strong>la</strong>to <strong>de</strong> su hilo <strong>de</strong> pensamiento,<strong>de</strong> su enorme franqueza sobre sus dudas e inquietu<strong>de</strong>s para reducir el golfo entre el maestroy el alumno’ (Gay, 1988, p. 49).ACTIVIDAD 8. Ahora mira cuidadosamente el cuadro <strong>de</strong> nuevo, teniendo en mente lo quehemos dicho acerca <strong>de</strong>l método <strong>de</strong> Foucault y <strong>de</strong>l enfoque <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación, y respon<strong>de</strong>a <strong>la</strong>s siguientes preguntas:1. ¿Quién comanda el centro <strong>de</strong>l cuadro?2. ¿Quién o qué constituye el ‘sujeto’? ¿Son (1) y (2) el mismo?3. ¿Pue<strong>de</strong>s <strong>de</strong>cir que se está produciendo conocimiento aquí? ¿Cómo?4. ¿Qué notas sobre <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r en <strong>la</strong> pintura? ¿Cómo están representadas?¿Cómo <strong>la</strong> forma y <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones espaciales <strong>de</strong>l cuadro <strong>la</strong>s representan?5. Describe <strong>la</strong> ‘mirada’ <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente en <strong>la</strong> imagen: ¿Quién mira a quién? ¿Qué nos dice esto?6. ¿Qué nos dicen <strong>la</strong> edad y el género <strong>de</strong> los participantes?7. ¿Qué mensaje transmite el cuerpo <strong>de</strong> <strong>la</strong> paciente?8. ¿Hay un mensaje sexual en <strong>la</strong> imagen? Si sí, ¿cuál?9. ¿Cuál es <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción tuya, el observador <strong>de</strong>l cuadro, con <strong>la</strong> imagen?10. ¿Notas alguna cosa adicional que hayamos pasado por alto?LECTURA FAhora lee el re<strong>la</strong>to sobre Charcot y La Salpêtrière presentado por <strong>El</strong>aine Showalter en “Theperformance of histeria”, tomado <strong>de</strong> The female ma<strong>la</strong>dy, reproducido como Lectura F alfinal <strong>de</strong> este capítulo. Mira cuidadosamente <strong>la</strong>s dos fotografías <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres histéricas,pacientes <strong>de</strong> Charcot. ¿Qué sacas <strong>de</strong> su comentario al pie?5. ¿EN DONDE ESTA EL SUJETO?Hemos trazado el cambio <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> Foucault <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el lenguaje al discurso yconocimiento, y <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong>s cuestiones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. Pero, pue<strong>de</strong>s preguntar, ¿en dón<strong>de</strong>está el sujeto? Saussure intentó abolir el sujeto <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuestiones <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación. <strong>El</strong>lenguaje nos hab<strong>la</strong>r, <strong>de</strong>cía. <strong>El</strong> sujeto aparecía en el esquema <strong>de</strong> Saussure como el autor <strong>de</strong>los actos individuales <strong>de</strong> hab<strong>la</strong> (hab<strong>la</strong>). Pero, como hemos visto, Saussure no pensaba queel nivel <strong>de</strong> el hab<strong>la</strong> fuera a<strong>de</strong>cuado para un análisis ‘científico’ <strong>de</strong>l lenguaje. En un sentido,36


Foucault comparte esta posición,* Para él, es el discurso, no el sujeto, el que produce elconocimiento. <strong>El</strong> discurso está comprometido con el po<strong>de</strong>r, pero no es necesario hal<strong>la</strong>r ‘unsujeto’--el rey, <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se dominante, <strong>la</strong> burguesía, el estado, etc. – para que elpo<strong>de</strong>r/conocimiento opere. Por otro <strong>la</strong>do, Foucault sí incluyó los sujetos en su teorías,aunque no le restituyó al sujeto <strong>la</strong> posición como centro y autor <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación. Enefecto, a medida que su <strong>trabajo</strong> se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ba, se volvió más y más preocupado concuestiones acerca <strong>de</strong>l ‘sujeto’, y en su más tardío e incompleto <strong>trabajo</strong>, llegó hasta darlecierta conciencia reflexiva sobre su conducta, aunque esto aún no llegó a restaurarle sucompleta soberanía.Foucault era sin duda profundamente crítico <strong>de</strong> lo que l<strong>la</strong>maríamos una concepcióntradicional <strong>de</strong>l sujeto. La noción convencional piensa ‘el sujeto’ como un individuo queestá completamente dotado <strong>de</strong> conciencia; una entidad autónoma y estable, el ‘núcleo’ <strong>de</strong>lself, y <strong>la</strong> fuente in<strong>de</strong>pendiente y auténtica <strong>de</strong> <strong>la</strong> acción y el sentido. De acuerdo con estaconcepción, cuando nos oímos hab<strong>la</strong>r, nos sentimos idénticos con lo que hemos dicho. Yesta i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l sujeto con lo que se ha dicho le da una posición privilegiado con re<strong>la</strong>ciónal sentido. Sugiere que, aunque otras personas nos pue<strong>de</strong>n malenten<strong>de</strong>r, nosotros siemprenos enten<strong>de</strong>mos a nosotros mismos porque somos <strong>la</strong> fuente <strong>de</strong>l sentido en primer lugar.Sin embargo, como hemos visto, el giro hacia <strong>la</strong> concepción construccionista <strong>de</strong>llenguaje y <strong>la</strong> representación hizo mucho para <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>zar al sujeto <strong>de</strong> una posiciónprivilegiada con re<strong>la</strong>ción al conocimiento y el sentido. Es el discurso, no los sujetos que lohab<strong>la</strong>n, el que produce el conocimiento. Los sujetos pue<strong>de</strong>n producir textos particu<strong>la</strong>res,pero ellos operan <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los límites <strong>de</strong> una episteme, <strong>la</strong> formación discursiva, el régimen<strong>de</strong> verdad, <strong>de</strong> un período y cultura particu<strong>la</strong>r. Este sujeto <strong>de</strong>l discurso no pue<strong>de</strong> estar fuera<strong>de</strong>l discurso, pero <strong>de</strong>be estar sujeto al discurso. Debe someterse a sus reg<strong>la</strong>s yconvenciones, a sus disposiciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r/conocimiento. <strong>El</strong> sujeto pue<strong>de</strong> llegar a ser elportador <strong>de</strong> <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> conocimiento que produce el discurso. Pue<strong>de</strong> volverse el objeto através <strong>de</strong>l cual el po<strong>de</strong>r se ejercita. Pero no pue<strong>de</strong> estar por fuera <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r/conocimientocomo su fuente y autor. En ‘The subject and power’ (1982) Foucault escribe ‘Mi objetivo… ha sido crear una historia <strong>de</strong> los diferentes modos por los cuales, en nuestra cultura, losseres humanos son hechos sujetos ... Es una forma <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r que hace a los individuossujetos. Hay dos sentidos <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra sujeto : sujeto al control <strong>de</strong> alguien y en su<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, y ligado a su (<strong>de</strong> él, sic) propia i<strong>de</strong>ntidad por una conciencia y conocimiento.Ambos sentidos sugieren una forma <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r que subyuga y hace sujeción (Foucault, 1982,pp. 208, 212). <strong>El</strong> hacer el discurso y <strong>la</strong> representación más históricos fue correspondido, enFoucault, con una radical historización <strong>de</strong>l sujeto. ‘Uno <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> <strong>la</strong>do el sujetoconstituyente, librarse <strong>de</strong>l sujeto mismo, es <strong>de</strong>cir, llegar a un análisis que pue<strong>de</strong> dar cuenta<strong>la</strong> constitución <strong>de</strong>l sujeto <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un marco histórico’ (Foucault, 1980, p. 115).¿En don<strong>de</strong>, pues, está ‘el sujeto’ en este enfoque más discursivo <strong>de</strong>l sentido, <strong>la</strong>representación y el po<strong>de</strong>r?<strong>El</strong> ‘sujeto’<strong>de</strong> Foucault parece haber sido producido mediante el discurso en dosdiferentes sentidos o lugares. Primero, el discurso mismo produce ‘sujetos’ –figuras quepersonifican <strong>la</strong>s formas particu<strong>la</strong>res <strong>de</strong> conocimiento que el discurso produce. Estos sujetostienen los atributos que esperaríamos al ser ellos <strong>de</strong>finidos por el discurso: el loco, <strong>la</strong> mujer37


histérica, el homosexual, el criminal individualizado, etc. Estas figuras son específicas <strong>de</strong>regímenes discursivos y períodos históricos específicos. Pero el discurso también produceun lugar para el sujeto , (i.e. el lector u observador, que también ‘ésta sujeto’ al discurso)<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual su particu<strong>la</strong>r conocimiento y sentido hace sentido. No es inevitable que todoslos individuos en un período particu<strong>la</strong>r lleguen a ser sujetos <strong>de</strong> un discurso particu<strong>la</strong>r eneste sentido, y por tanto portadores <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r/conocimiento. Pero para ellos –nosotros—hacerlo, <strong>de</strong>ben –nosotros <strong>de</strong>bemos—localizarse (nosotros, ellos) in <strong>la</strong> posición <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>cual el discurso hace más sentido, y entoces llegan a ser sus ‘sujetos’ mediante <strong>la</strong> ‘sujeción’a sus sentidos, po<strong>de</strong>r y regu<strong>la</strong>ción. Todos los discursos, por tanto, construyen posicionessujeto,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los cuales sólo ellos hacen sentido.Este enfoque tiene implicaciones radicales para una teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación. Porque sugiere que los discursos mismos construyen <strong>la</strong>s posiciones-sujeto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>s cualesellos se vuelven significativos y tienen efectos. Los individuos pue<strong>de</strong>n diferir en cuanto asu c<strong>la</strong>se social, género, ‘raza’, y características étnicas (entre otros factores), pero no seráncapaces <strong>de</strong> dar sentido hasta que se hayan i<strong>de</strong>ntificado con esas posiciones que el discursoconstruye, sujetándose ellos mismos a sus reg<strong>la</strong>s, y por tanto, volviéndose los sujetos <strong>de</strong> supo<strong>de</strong>r/conocimiento. Por ejemplo, en esta teoría <strong>la</strong> pornografía producida para hombres‘trabajará’ para mujeres sólo si en algún sentido <strong>la</strong>s mujeres se ponen en <strong>la</strong> posición <strong>de</strong>l‘varón mirón voyeur’ –que es <strong>la</strong> posición-sujeto i<strong>de</strong>al que el discurso <strong>de</strong> <strong>la</strong> pornografíamasculina construye –y mira los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta posición discursiva ‘masculina’. Estapue<strong>de</strong> ser, y es, una posición altamente discutible. Pero consi<strong>de</strong>remos un ejemplo queilustra el argumento.5.1 Cómo dar sentido a Las Meninas <strong>de</strong> VelásquezThe Or<strong>de</strong>r of Things (1970) <strong>de</strong> Foucault abre con una discusión <strong>de</strong> un cuadro que elfamoso pintor español Velásquez <strong>de</strong>nominó Las Meninas. Este cuadro ha sido el tópico <strong>de</strong>consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong>bate y controversia por expertos. La razón para usar<strong>la</strong> aquí es porque, comotodos los críticos dicen, el cuadro mismo pone ciertas preguntas acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong><strong>la</strong> representación, y el mismo Foucault <strong>la</strong> usa para hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> estos amplios aspectos <strong>de</strong>ltema. Son estos argumentos los que nos interesan aquí, no <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong> si <strong>la</strong> lectura <strong>de</strong>Foucault es <strong>la</strong> ‘verda<strong>de</strong>ra’, <strong>la</strong> correcta o aun <strong>la</strong> <strong>de</strong>finitiva y final. Que el cuadro no tiene unsentido, ni menos un sentido final o fijo, es en efecto uno <strong>de</strong> los argumentos más po<strong>de</strong>rosos.<strong>El</strong> cuadro es único en el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> Velásquez. Era parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> colección real <strong>de</strong> <strong>la</strong>corte españo<strong>la</strong> y estaba en pa<strong>la</strong>cio en una habitación que fue luego consumida por el fuego.Fue fechada ‘1656’ por el sucesor <strong>de</strong> Velásquez en el cargo <strong>de</strong> pintor <strong>de</strong> <strong>la</strong> corte. Sel<strong>la</strong>maba originalmente ‘La Emperatriz con sus Damas y un Enano’; pero en el inventario <strong>de</strong>1666, adquirió el título <strong>de</strong> ‘Un retrato <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infanta <strong>de</strong> España con sus Damas <strong>de</strong> Servicio ySirvientes, por el Pintor <strong>de</strong> <strong>la</strong> Corte y Camarero Diego Velásquez’. Posteriormente fuel<strong>la</strong>mada Las Meninas –‘Las damas <strong>de</strong> honor’. Algunos dicen que el cuadro muestra aVelásquez trabajando en Las Meninas mismas y que fue pintado con <strong>la</strong> ayuda <strong>de</strong> un espejo–pero esto no parece acertado. La explicación más común y convincente es que Velásquezestaba trabajando en un retrato <strong>de</strong> cuerpo entero <strong>de</strong>l Rey y <strong>la</strong> Reina, y que son ellos los queestán reflejados en el espejo <strong>de</strong> <strong>la</strong> pared <strong>de</strong>l fondo. A esta pareja miran <strong>la</strong> princesa y susasistentes y hacia el<strong>la</strong> se dirige <strong>la</strong> mirada <strong>de</strong>l artista cuando él retroce<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su lienzo. <strong>El</strong>38


eflejo magistralmente incluye a <strong>la</strong> pareja real en el cuadro. Este es esencialmente <strong>la</strong><strong>de</strong>scripción que Foucault acepta.[Figura 1.9. Diego Velásquez, Las Meninas, 1656]Las Meninas muestran el interior <strong>de</strong> una habitación –acaso el estudio <strong>de</strong>l pintor oalguna otra habitación <strong>de</strong>l pa<strong>la</strong>cio real, <strong>El</strong> Escorial. La escena, aunque en sus rincones másprofundos es oscura, está bañada en <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> una ventana a <strong>la</strong> <strong>de</strong>recha. ‘Estamos mirando elcuadro en el cual el pintor a su vez nos está mirando’, dice Foucault (1970, p. 4). A <strong>la</strong>izquierda, mirando hacia <strong>de</strong><strong>la</strong>nte, está el pintor, Velásquez. Está en el acto <strong>de</strong> pintar y supincel está levantado, ‘talvez ... consi<strong>de</strong>rando si agrega o no un toque final al lienzo’ (p. 3).Está mirando a su mo<strong>de</strong>lo, que está sentado en el lugar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual nosotros estamosmirando, pero no po<strong>de</strong>mos ver quién es el mo<strong>de</strong>lo porque el lienzo sobre el que Velásquezestá pintando nos da el reverso, su frente <strong>de</strong>cididamente volteado <strong>de</strong> nuestra mirada. En elcentro <strong>de</strong>l cuadro está <strong>la</strong> que según <strong>la</strong> tradición es <strong>la</strong> princesita, <strong>la</strong> Infanta Margarita, que havenido a mirar lo que están haciendo. <strong>El</strong><strong>la</strong> está en el centro <strong>de</strong>l cuadro, pero el<strong>la</strong> no es ‘elsujeto’ <strong>de</strong>l lienzo <strong>de</strong> Velásquez. La infanta tiene consigo un entorno <strong>de</strong> ‘dueñas, damas <strong>de</strong>honor, cortesanos y enanos’, y su perro (p. 9). Los cortesanos están <strong>de</strong>trás, hacia el fondo a<strong>la</strong> <strong>de</strong>recha. Sus damas <strong>de</strong> honor están a <strong>la</strong>do y <strong>la</strong>do <strong>de</strong> el<strong>la</strong>, enmarcándo<strong>la</strong>. A <strong>la</strong> <strong>de</strong>recha, alfrente, hay dos enanos, uno un famoso payaso real. Los ojos <strong>de</strong> muchos <strong>de</strong> estas figuras, asícomo <strong>la</strong> <strong>de</strong>l mismo pintor, están mirando hacia el frente <strong>de</strong>l cuadro, a los que estánsentados.¿Quiénes son ellos –<strong>la</strong>s figuras a quienes todos miran pero que no po<strong>de</strong>mos ver ycuyo retrato en el lienzo nos está prohibido ver? De hecho, aunque inicialmente podamospensar que no po<strong>de</strong>mos verlos, el cuadro nos dice quiénes son porque <strong>de</strong>trás <strong>de</strong><strong>la</strong> cabeza <strong>de</strong><strong>la</strong> Infanta y un poco hacia <strong>la</strong> izquierda <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong>l cuadro, enmarcado por una gruesama<strong>de</strong>ra, hay un espejo, y en el espejo, por fin, están reflejados los sentados, que <strong>de</strong> hechoestán sentados en <strong>la</strong> posición <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> cual nosotros estamos mirando: ‘un reflejo que nosmuestra muy simplemente lo que está faltando a <strong>la</strong> vista <strong>de</strong> todos’ (p. 15). Las figurasreflejadas en el espejo son, en efecto, el Rey Felipe IV, y su esposa, Mariana. Al <strong>la</strong>do <strong>de</strong>lespejo, a <strong>la</strong> <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l mismo, en <strong>la</strong> pared <strong>de</strong>l fondo, hay otro ‘marco’, pero no es unespejo que refleja hacia <strong>de</strong><strong>la</strong>nte; es una puerta que lleva hacia atrás <strong>de</strong> <strong>la</strong> habitación. En <strong>la</strong>escalera, puestos los pies en diferentes gradas, ‘un hombre está <strong>de</strong> pie en una silueta <strong>de</strong>cuerpo entero’. Ha entrado apenas o apenas está <strong>de</strong>jando <strong>la</strong> escena y <strong>la</strong> está mirando <strong>de</strong>s<strong>de</strong>atrás, observando lo que ocurre en el<strong>la</strong> pero ‘contento con sorpren<strong>de</strong>r a los que no lo estánviendo a él’ (p. 10).5.2 <strong>El</strong> sujeto <strong>de</strong>/en <strong>la</strong> representación¿Quién o qué es el sujeto <strong>de</strong> esta pintura? En sus comentarios Foucault usa LasMeninas para hacer puntos generales sobre su teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación y específicamentesobre el papel <strong>de</strong>l sujeto:1. ‘Foucault lee el cuadro en términos <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación y <strong>de</strong>l sujeto’ (Dreyfus yRabinow, 1982, p. 20). Así como es un cuadro que nos muestra (representa) una escena enque se está pintando el retrato <strong>de</strong>l rey y <strong>de</strong> <strong>la</strong> reina <strong>de</strong> España, también se trata <strong>de</strong> un cuadro39


que nos dice algo sobre cómo trabajan <strong>la</strong> presentación y el sujeto . Produce su propia c<strong>la</strong>se<strong>de</strong> conocimiento. La representación y el sujeto constituyen el mensaje subyacente –acerca<strong>de</strong> lo que se trata, su sub-texto.2. C<strong>la</strong>ramente, <strong>la</strong> representación aquí no es sobre un ‘verda<strong>de</strong>ro’ reflejo o imitación <strong>de</strong> <strong>la</strong>realidad. Des<strong>de</strong> luego, <strong>la</strong>s personas en el cuadro pue<strong>de</strong>n ‘parecer como’ <strong>la</strong>s actualespersonas <strong>de</strong> <strong>la</strong> corte <strong>de</strong> España. Pero el discurso <strong>de</strong> <strong>la</strong> pintura en el cuadro está haciendomucho más que simplemente replicar cuidadosamente lo que existe.3. Todo es en cierto sentido visible en el cuadro. Y sin embargo, <strong>de</strong> lo que ‘se trata’ –susentido— <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> cómo lo ‘leamos’. Está construido tanto alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> lo que se vecomo <strong>de</strong> lo que no se ve. No pue<strong>de</strong>s ver lo que está siendo pintado en el lienzo, aunque estoparece ser el punto <strong>de</strong> todo el ejercicio. No pue<strong>de</strong>s ver lo que todo mundo está viendo, queson los sentados, a no ser que asumamos que hay un reflejo <strong>de</strong> ellos en el espejo. <strong>El</strong>losestán y no están en el cuadro. O mejor, están presentes a mediante una substitución. Nopo<strong>de</strong>mos verlos porque no están directamente representados: pero su ‘ausencia’ estárepresentada –reflejada a través <strong>de</strong> su reflejo en el espejo <strong>de</strong>l fondo. <strong>El</strong> sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> pinturaes producido, dice Foucault, a través <strong>de</strong> este complejo inter-juego entre presencia (lo queves, lo visible) y ausencia (lo que no ves, lo que ha sido <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>zado al marco). Larepresentación trabaja tanto por medio <strong>de</strong> lo que no está mostrado como <strong>de</strong> lo que lo está.4. De hecho, un número <strong>de</strong> substituciones o <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>zamientos parece que están ocurriendoaquí. Por ejemplo, el ‘sujeto’ y el centro <strong>de</strong>l cuadro que miramos parece ser <strong>la</strong> Infanta. Peroel ‘sujeto’ o centro es también, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, <strong>la</strong> pareja sentada –el rey y <strong>la</strong> reina—que nopo<strong>de</strong>mos ver pero los <strong>de</strong>l cuadro sí ven. Pue<strong>de</strong>s <strong>de</strong>cir esto a partir <strong>de</strong>l espejo en que estánreflejados el reina y <strong>la</strong> reina, el cual está también casi en el centro <strong>de</strong>l cuadro. De modo que<strong>la</strong> Infanta y <strong>la</strong> pareja real, en un sentido, comparte el lugar central como los ‘sujetos’principales <strong>de</strong>l cuadro. Todo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> estás mirando –sea hacia <strong>la</strong> escena, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>don<strong>de</strong> tú el espectador, estás sentado o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> escena, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> posición <strong>de</strong> los personajesen el cuadro. Si aceptas el argumento <strong>de</strong> Foucault, entonces hay dos sujetos <strong>de</strong>l cuadro ydos centros. Y <strong>la</strong> composición <strong>de</strong>l cuadro –su discurso—nos fuerza a osci<strong>la</strong>r entre estos dos‘sujetos’ sin <strong>de</strong>cidir finalmente con cuál i<strong>de</strong>ntificarnos. Pero nuestra visión, <strong>la</strong> maneracomo miramos al cuadro, osci<strong>la</strong> entre dos centros, dos sujetos, dos posiciones <strong>de</strong> mirada,dos sentidos. Lejos <strong>de</strong> estar finalmente resuelto en alguna verdad absoluta sobre el sentido<strong>de</strong>l cuadro, el discurso <strong>de</strong>l cuadro muy <strong>de</strong>liberadamente nos <strong>de</strong>ja en este estado <strong>de</strong> atenciónsuspendida, en este proceso osci<strong>la</strong>torio <strong>de</strong> mirar. Su sentido está siempre en proceso <strong>de</strong>emerger, <strong>de</strong> tal modo que un sentido final siempre es diferido.5. Pue<strong>de</strong>s <strong>de</strong>cir mucho sobre cómo el cuadro trabaja como un discurso, y qué significa,siguiendo <strong>la</strong> orquestación <strong>de</strong>l mirar – quién mira qué o a quién. Nuestra mirada –los ojos<strong>de</strong> <strong>la</strong> persona que mira el cuadro, el espectador –sigue <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> mirar como estánrepresentadas en el cuadro. Sabemos que <strong>la</strong> figura <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infanta es importante porque susasistentes <strong>la</strong> están mirando. Pero sabemos que alguien más importante está sentado enfrente <strong>de</strong> <strong>la</strong> escena, a quienes no po<strong>de</strong>mos ver, porque muchas figuras –<strong>la</strong> Infanta, el bufón,el pintor mismo— los están mirando. De modo que el espectador (quien también está‘sujeto’ al discurso <strong>de</strong>l cuadro) está haciendo dos c<strong>la</strong>ses <strong>de</strong> miradas. Mirando a <strong>la</strong> escena<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> posición <strong>de</strong> fuera, en frente <strong>de</strong>l cuadro. Y al mismo tiempo, mirando <strong>la</strong> escena,40


mediante <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ntificación con <strong>la</strong> mirada que tienen <strong>la</strong>s figuras en el cuadro.Proyectándonos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los sujetos <strong>de</strong>l cuadro nos ayuda como espectadores a mirar, a‘dar sentido’ al cuadro. Tomamos <strong>la</strong>s posiciones indicados por el discurso, nosi<strong>de</strong>ntificamos con el<strong>la</strong>s, sujetos a su sentido, y nos convertimos en sus ‘sujetos’.6. Es crítico para el argumento <strong>de</strong> Foucault que el cuadro no tenga un sentido completo.<strong>El</strong><strong>la</strong> significa algo en re<strong>la</strong>ción con el espectador que <strong>la</strong> mira. <strong>El</strong> espectador completa elsentido <strong>de</strong>l cuadro. <strong>El</strong> sentido es por tanto construido en el diálogo entre el cuadro y elespectador. Velásquez, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, podía no conocer quién en a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte iba a ocupar <strong>la</strong>posición <strong>de</strong>l espectador. Sin embargo, toda <strong>la</strong> ‘escena’ <strong>de</strong>l cuadro tuvo que organizarse enre<strong>la</strong>ción con tal punto i<strong>de</strong>al enfrente <strong>de</strong>l cuadro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual cualquier espectador <strong>de</strong>bíamirarlo, si es que el cuadro iba a tener sentido. <strong>El</strong> espectador, podríamos <strong>de</strong>cir, está pintadoen <strong>la</strong> posición al frente <strong>de</strong>l cuadro. En este sentido, el discurso produce una posición-sujetopara el espectador-sujeto. Para que el cuadro trabaje, el espectador, quienquiera que sea,<strong>de</strong>be ‘sujetarse’ al discurso <strong>de</strong>l cuadro, y <strong>de</strong> este modo, volverse el observador i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>lcuadro, el principal productor <strong>de</strong> su sentido, --su ‘sujeto’. Lo que quiere <strong>de</strong>cir que eldiscurso construye al espectador como un sujeto –es <strong>de</strong>cir que el discurso construye unlugar para el sujeto espectador que está mirando el cuadro y dándole sentido.7. La representación ocurre por tanto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> al menos tres posiciones en el cuadro. Primero,estamos nosotros, el espectador, cuya ‘mirada’ junta y unifica los diferentes elementos yre<strong>la</strong>ciones en el cuadro <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un sentido global. Este sujeto <strong>de</strong>be estar allí para que elcuadro tenga sentido, pero el espectador no está representado en el cuadro. Luego está elpintor que pintó <strong>la</strong> escena. <strong>El</strong> está ‘presente’ en dos lugares al mismo tiempo, dado que él<strong>de</strong>be estar por una parte en don<strong>de</strong> nosotros estamos sentados, a fin <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r pintar <strong>la</strong>escena, pero él también se ha puesto (se ha representado) en el cuadro, mirando hacia elpunto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> nosotros, el espectador, hemos tomado su lugar. Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cirtambién que <strong>la</strong> escena hace sentido y es organizada como conjunto en re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> figuracortesana que está en <strong>la</strong> escalera <strong>de</strong>l fondo, dado que él también mira todo pero –comonosotros y el pintor—algo por fuera <strong>de</strong>l cuadro.8. Finalmente, consi<strong>de</strong>ra el espejo en <strong>la</strong> pared <strong>de</strong>l fondo. Si fuera un espejo ‘real’, estaríarepresentándonos o reflejándonos, dado que nosotros estamos en <strong>la</strong> posición <strong>de</strong>l frente <strong>de</strong> <strong>la</strong>escena hacia don<strong>de</strong> todos los <strong>de</strong>l cuadro están mirando y para <strong>la</strong> cual el conjunto hacesentido. Pero no nos refleja, sino que en nuestro lugar pone al rey ya <strong>la</strong> reina <strong>de</strong> España. Dealguna manera ¡el discurso <strong>de</strong>l cuadro nos pone en el lugar <strong>de</strong>l soberano! Pue<strong>de</strong>s imaginarel buen humor <strong>de</strong> Foucault con esta substitución.Foucault argumenta que es c<strong>la</strong>ro por el modo como el discurso <strong>de</strong> <strong>la</strong> representaciónopera en el cuadro que éste <strong>de</strong>be ser mirado y se le <strong>de</strong>be dar sentido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> posiciónsujeto<strong>de</strong> enfrente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> cual nosotros, los espectadores, estamos mirando. Este estambién el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual una cámara hubiera hecho el encuadre para filmar <strong>la</strong>escena. Y, mira y observa, <strong>la</strong> persona a quien Velásquez escoge para ‘representar’ comosentado en tal posición es el soberano –amo <strong>de</strong> todo lo que mira—que es <strong>la</strong> vez el ‘tema <strong>de</strong>lcuadro’ [subject of the painting, en inglés o francés; ESC] (<strong>de</strong> lo que se trata) y el ‘sujetoen’ el cuadro –a quien el discurso pone en el cuadro pero que, simultáneamente, le dasentido y lo entien<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una posición <strong>de</strong> dominio supremo.41


6. CONCLUSION: REPRESENTACIÓN, SENTIDO Y LENGUAJERECONSIDERADOSComenzamos con una bastante simple <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> representación. Un proceso porel cual los miembros <strong>de</strong> una cultura usan el lenguaje (ampliamente <strong>de</strong>finido como unsistema que utiliza signos, cualquier sistema <strong>de</strong> signos) para producir sentido. Aun así, esta<strong>de</strong>finición tiene <strong>la</strong> importante premisa <strong>de</strong> que <strong>la</strong>s cosas –objetos, personas, eventos <strong>de</strong>lmundo—no tienen por ellos mismos ningún sentido fijo, final o verda<strong>de</strong>ro. Somos nosotros–<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s culturas humanas—los que hacemos que <strong>la</strong>s cosas signifiquen, los quesignificamos. Los sentidos, en consecuencia, siempre cambiarán, entre culturas y entreperíodos. No hay garantía <strong>de</strong> que un objeto <strong>de</strong> una cultura tenga un sentido equivalente enotra, precisamente porque <strong>la</strong>s culturas difieren, a veces radicalmente, una <strong>de</strong> otra en suscódigos –<strong>la</strong> manera como el<strong>la</strong>s inventan, c<strong>la</strong>sifican y asignan sentido al mundo. Por tantouna i<strong>de</strong>a importante sobre <strong>la</strong> representación es <strong>la</strong> aceptación <strong>de</strong> un grado <strong>de</strong> re<strong>la</strong>tivismocultural <strong>de</strong> una cultura a ora, una cierta falta <strong>de</strong> equivalencia, y por tanto <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong>traducción a medida que nos movemos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un conjunto conceptual o universo <strong>de</strong> unacultura a otra.L<strong>la</strong>mamos construccionista a este enfoque <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación, y lo contrastamostanto con el enfoque reflectivo como con el intencional. Pero, si <strong>la</strong> cultura es un proceso,una práctica ¿cómo funciona? En <strong>la</strong> perspectiva construccionista <strong>la</strong> representación implicahacer el sentido mediante <strong>la</strong> introducción <strong>de</strong> vínculos entre tres diferentes ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> cosas:lo que <strong>de</strong>nominamos el mundo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas --<strong>la</strong> gente, los eventos y <strong>la</strong>s experiencias; elmundo conceptual –los conceptos mentales que llevamos en nuestras cabezas; y los signos,organizados en lenguajes, que ‘están por’ o comunican estos conceptos. Ahora bien, sitienes que establecer vínculos entre sistemas que no son los mismos, y fijarlos al menos porun tiempo a fin <strong>de</strong> que <strong>la</strong> gente conozca <strong>la</strong>s correspon<strong>de</strong>ncia entre uno y otro sistema,entonces <strong>de</strong>be haber algo que permita traducir entre ellos –<strong>de</strong>cirnos qué pa<strong>la</strong>bra utilizarpara qué concepto, y así sucesivamente. De allí <strong>la</strong> noción <strong>de</strong> códigos.La producción <strong>de</strong> sentidos <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> interpretación, y <strong>la</strong>interpretación está sostenida por nuestro uso activo <strong>de</strong>l código –codificar, poner <strong>la</strong>s cosas<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l código—y por <strong>la</strong> interpretación <strong>de</strong> <strong>la</strong> persona que está al otro <strong>la</strong>do y hace <strong>la</strong><strong>de</strong>scodificación (<strong>Hall</strong>, 1980). Pero ten en cuenta que, porque los sentidos son cambiantes yse <strong>de</strong>slizan, los códigos operan más como convenciones sociales que como leyes fijas oreg<strong>la</strong>s inquebrantables. A medida que los sentidos se corren o <strong>de</strong>slizan los códigos <strong>de</strong> unacultura cambian imperceptiblemente. La gran venta <strong>de</strong> los conceptos y c<strong>la</strong>sificaciones <strong>de</strong>una cultura que portamos en nuestras cabezas es que nos permiten pensar sobre <strong>la</strong>s cosas,estén allí presentes o no; más aún, hayan existido o no. Hay conceptos para nuestrasfantasías, <strong>de</strong>seos e imaginaciones también como para los l<strong>la</strong>mados objetos ‘reales’ <strong>de</strong>lmundo material. Y <strong>la</strong> ventaja <strong>de</strong>l lenguaje es que nuestros pensamientos sobre el mundo nonecesitan permanecer exclusivos <strong>de</strong> nosotros y silenciosos. Po<strong>de</strong>mos pasarlos a unlenguaje, hacerlos ‘hab<strong>la</strong>r’, mediante el uso <strong>de</strong> signos que están por ellos –y entonceshab<strong>la</strong>r, escribir, comunicarnos sobre ellos con otras personas.Gradualmente, entonces, hemos complejizado lo que enten<strong>de</strong>mos porrepresentación. Se volvió cada vez menos <strong>la</strong> cosa directa que asumimos al comienzo –por42


ello necesitamos teorías para explicar<strong>la</strong>. Miramos dos versiones <strong>de</strong>l construccionismo –elque se concentraba en cómo el lenguaje y <strong>la</strong> significación (el uso <strong>de</strong> signos en el lenguaje)trabajan para producir sentido, que –siguiendo a Saussure y Barthes—<strong>de</strong>nominamossemiótica; y el que, siguiendo a Foucault, quien se concentró en cómo el discurso y <strong>la</strong>sprácticas discursivas producen conocimiento. No voy a repasar los puntos finos hal<strong>la</strong>dos enestos dos enfoques, pues pue<strong>de</strong>s mirarlos en el cuerpo <strong>de</strong>l capítulo y refrescar <strong>la</strong> memoria.En <strong>la</strong> semiótica recordarás <strong>la</strong> importancia <strong>de</strong>l significante/significado, <strong>de</strong> <strong>la</strong> lengua/hab<strong>la</strong> y<strong>de</strong>l ‘mito’, y cómo <strong>la</strong> marca <strong>de</strong> diferencia y <strong>la</strong>s oposiciones binarias eran cruciales para elsentido. En el enfoque discursivo recordarás <strong>la</strong>s formaciones discursivas, elpo<strong>de</strong>r/conocimiento, <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un ‘régimen <strong>de</strong> verdad’, el modo como el discurso producetambién el sujeto y <strong>de</strong>fine <strong>la</strong> posición-sujeto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> cual se <strong>de</strong>riva el conocimiento y,también, el retorno ‘<strong>de</strong>l sujeto’ al campo <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación. Con muchos ejemplostratamos <strong>de</strong> que entendieras estas teorías y <strong>la</strong>s aplicaras. Sobre el<strong>la</strong>s se discutirá más en loscapítulos siguientes.Nota que el capítulo no dice que el enfoque discursivo revolcó todo el enfoquesemiótico. <strong>El</strong> <strong>de</strong>sarrollo teórico no proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> este modo lineal. Había mucho que apren<strong>de</strong>r<strong>de</strong> Saussure y <strong>de</strong> Barthes, y todavía seguimos <strong>de</strong>scubriendo modos <strong>de</strong> aplicarfructíferamente sus intuiciones –sin necesariamente tragar todo lo que dijeron. Por esoofrecimos algunas críticas <strong>de</strong> su pensamiento. Hay mucho que apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Foucault y <strong>de</strong>lenfoque discursivo, pero no todo lo que allí se dice es correcto y <strong>la</strong> teoría es abierta a <strong>la</strong>scríticas, <strong>la</strong>s invita.De nuevo, en próximos capítulos, a medida que encontremos nuevos <strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong><strong>la</strong> teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación, y miremos <strong>la</strong>s fortalezas y <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> estas posicionesaplicadas en <strong>la</strong> práctica, llegaremos a apreciar más completamente lo que hemos exploradoinicialmente sobre este proceso <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong>l sentido, que está en el corazón mismo<strong>de</strong> nuestra cultura. Lo que hemos ofrecido aquí es, así lo esperamos, un recuentore<strong>la</strong>tivamente c<strong>la</strong>ro <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as complejas, hasta ahora tentativas, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unproyecto no aún terminado.REFERENCIASBARTHES, R. (1967) The <strong>El</strong>ements of Semiology. London, Cape.BARTHES, R. (1972) Mythologies. London, Cape.BARTHES, R. (1972a) ‘The world of wrestling’ in Mythologies. London, Cape.BARTHES, R. (1972b) ‘Myth today’ in Mythologies. London, Cape.BARTHES, R. (1975) The pleasure of the Text. New York, <strong>Hall</strong> and Wang.BARTHES, R. (1977) Image—Music—Text. G<strong>la</strong>sgow, Fontana.BRYSON, N. (1990) Looking at the Overlooked: four essays on still life painting. London,Re<strong>la</strong>tion Books.COUSINS, M. and A. HUSSAIN (1984) Michel Foucault. Basingstoke, Macmil<strong>la</strong>n.CULLER, J. (1976) Saussure. London, Fontana.DERRIDA, j. (1981) Positions. Chicago, Il., University of Chicago Press.DREYFUS, H. and RABINOW, P. (eds.) (1982) Beyond Structuralism and Hermeneutics.Brighton, Harvester.43


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mirada es retornada a un estado [primevo] anterior a cuando aprendió a escotomizar[romper/dividir] el campo visual, a cómo poner cortinas a lo no importante y a no mirarsino a escanear. En lugar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s formas abreviadas que se escanean en el mundo, Cotánprovee formas que están articu<strong>la</strong>das a <strong>la</strong> longitud inmensa, formas tan copiosas o prolijasque uno no pue<strong>de</strong> ver dón<strong>de</strong> o cómo comenzar para simplificar<strong>la</strong>s. No ofrecen entradaspara <strong>la</strong> reducción porque no omiten nada. Justo en el punto en que el ojo piensa que ya sabe<strong>la</strong> forma y <strong>la</strong> pue<strong>de</strong> obviar, <strong>la</strong> imagen prueba que <strong>de</strong> hecho el ojo no ha entendido nada <strong>de</strong>lo que se piensa <strong>de</strong>scartar.La re<strong>la</strong>ción propuesta en Cotán entre el observador y los alimentos, tanmeticulosamente expuesto, no parece implicar, paradójicamente, referencia alguna a<strong>la</strong>petito o a <strong>la</strong> función <strong>de</strong> mantenimiento, que resulta coinci<strong>de</strong>ncial; pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>scrita comoanoréxica, si se toma esta pa<strong>la</strong>bra en su sentido literal y griego, que significa ‘sin <strong>de</strong>seo’.Todas <strong>la</strong>s naturalezas muertas <strong>de</strong> Cotán se basan en el modo <strong>de</strong> mirar monástico,específicamente el monasticismo <strong>de</strong> los [monjes] Cartujos, a cuya or<strong>de</strong>n entró Cotán comohermano lego en Toledo en 1603. Lo que distingue a <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> cartuja es su énfasis en <strong>la</strong>soledad sobre <strong>la</strong> vida comunal: los monjes viven en celdas individuales, en don<strong>de</strong> oran,estudian –y comen—solos, pues se encuentran sólo para el oficio <strong>de</strong> <strong>la</strong> noche, para <strong>la</strong> misa<strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana y para <strong>la</strong>s vísperas <strong>de</strong> <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>. Hay total abstención <strong>de</strong> carne, y en los viernesy en otros días <strong>de</strong> ayuno <strong>la</strong> dieta es <strong>de</strong> pan y agua. En <strong>la</strong> obra <strong>de</strong> Cotán hay ausencia <strong>de</strong>cualquier concepción <strong>de</strong>l alimento como que implica <strong>la</strong> convivialidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> comida –elcompartir <strong>la</strong> hospitalidad—[...]. <strong>El</strong> constante espacio <strong>de</strong> sus cuadros nunca es <strong>la</strong> cocina sinoel cantarero, un espacio <strong>de</strong> enfriamiento en don<strong>de</strong> los alimentos son con frecuenciacolgados <strong>de</strong> cuerdas (amontonados, o en contacto con una superficie, podrían dañarse másfácilmente). Ubicados en <strong>la</strong> cocina, cerca <strong>de</strong> los p<strong>la</strong>tos y <strong>de</strong> los cuchillos, ol<strong>la</strong>s y jarras, losobjetos habrían apuntado inevitablemente hacia el consumo en <strong>la</strong> mesa, en cambio elcantarero mantiene <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> los objetos como una forma separable, disociado <strong>de</strong> sufunción como alimento. En Membrillo, Repollo, Melón y Pepino [figura 1.3] nadie pue<strong>de</strong>tocar el colgante membrillo o el repollo sin perturbarlos y ponerlos a columpiarse en elespacio: su inmovilidad es <strong>la</strong> marca <strong>de</strong> <strong>la</strong> ausencia humana, <strong>la</strong> distancia <strong>de</strong> <strong>la</strong> mano quealcanza PATRA comer; y los vuelve inmacu<strong>la</strong>dos. Colgando <strong>de</strong> cuerdas, el membrillo y elrepollo carecen <strong>de</strong>l peso conocido por <strong>la</strong> mano. Su liviandad repudia tal conocimientoíntimo. Libres <strong>de</strong> <strong>la</strong> familiaridad que viene por el tacto, y divorciados <strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>consumo, los objetos toman un valor que nada tiene que ver con su función nutritiva.Lo que reemp<strong>la</strong>za el interés <strong>de</strong> <strong>la</strong> manutención es su interés como formamatemática. Como muchos pintores <strong>de</strong> este período en España, Cotán ha <strong>de</strong>sarrollo un altosentido <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n geométrico; pero mientas <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> <strong>la</strong> esfera, <strong>la</strong> elipse y el cono sonusados por ejemplo en <strong>El</strong> Greco para asistirlo en <strong>la</strong> organización pictórica <strong>de</strong> <strong>la</strong>composición, aquí son explotados por sí mismos. Uno pue<strong>de</strong> pensar <strong>de</strong> Membrillo, Repollo,Melón y Pepino como un experimento en <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> transformaciones que se exploran en <strong>la</strong>rama <strong>de</strong> <strong>la</strong> matemática l<strong>la</strong>mada topología. Comenzamos por <strong>la</strong> izquierda con el membrillo,una esfera pura que gira sobre su eje. Yendo al melón <strong>la</strong> esfera se vuelve una elipse, <strong>de</strong> <strong>la</strong>cual un segmento ha sido cortado y se muestra in<strong>de</strong>pendiente. A <strong>la</strong> <strong>de</strong>recha <strong>la</strong>s formassegmentadas recobran sus límites continuos en <strong>la</strong> forma corrugada <strong>de</strong>l pepino. La curva<strong>de</strong>scrita por todos estos objetos tomada en conjunto no es informal sino cuidadosamentelogarítmica: sigue una serie <strong>de</strong> proporciones armónicas o musicales con <strong>la</strong>s coordinadas45


verticales <strong>de</strong> <strong>la</strong> curva exactamente marcadas por <strong>la</strong>s cuerdas. Y es una curva compleja, noel simple arco <strong>de</strong> un grafo sobre una superficie bidimensional. En re<strong>la</strong>ción con elmembrillo, el repollo parece salirse un poco hacia <strong>de</strong><strong>la</strong>nte; el melón está un poco mása<strong>de</strong><strong>la</strong>nte que el membrillo, el trozo <strong>de</strong> melón se proyecto más allá <strong>de</strong>l bor<strong>de</strong>, y el pepinoavanza aún más. <strong>El</strong> arco es, por tanto, no en el mismo p<strong>la</strong>no <strong>de</strong> sus coordinadas, se curveaen tres dimensiones: es una verda<strong>de</strong>ra hipérbole [...]<strong>El</strong> compromiso matemático <strong>de</strong> estas formas muestra señales <strong>de</strong> un cálculo exacto,como si <strong>la</strong> escena fuera vista con interés científico, aunque no creatural. <strong>El</strong> espaciogeométrico reemp<strong>la</strong>za al espacio creatural, el espacio alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l cuerpo que es conocidopor el tacto y es creado por los movimientos familiares <strong>de</strong> <strong>la</strong>s manos y los brazos. <strong>El</strong> juego<strong>de</strong> Cotán con <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as geométricas y volumétricas reemp<strong>la</strong>za este espacio aconchado,<strong>de</strong>finido por los gestos habituales, con un espacio abstracto y homogéneo que ha roto con <strong>la</strong>matriz <strong>de</strong>l cuerpo. Este es el punto: suprimir el cuerpo como fuente <strong>de</strong> espacio. Ese espaciocorporal o táctil es profundamente no visual: <strong>la</strong>s cosas que allí encontramos son cosas a quellegamos –un cuchillo, un p<strong>la</strong>to, un trozo <strong>de</strong> alimento—instintivamente y casi sin mirar. Eseste espacio, <strong>la</strong> casa verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> <strong>la</strong> visión borrosa y <strong>de</strong>sdibujada, el que los rigores <strong>de</strong>Cotán preten<strong>de</strong>n abolir. Y <strong>la</strong> ten<strong>de</strong>ncia a geometrizar llena otro propósito, no menos severo:repudiar el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong>l pintor como fuente <strong>de</strong> composición y reasignar <strong>la</strong> responsabilidad <strong>de</strong>sus formas a otra fuente –a <strong>la</strong> matemática, no a <strong>la</strong> creatividad. En muchas naturalezasmuertas el pintor primero organiza los objetos en una configuración satisfactoria y luegousa tal arreglo como <strong>la</strong> base <strong>de</strong> <strong>la</strong> composición. Pero organizar el mundo pictóricamente <strong>de</strong>este modo es imponer sobre él un or<strong>de</strong>n que es infinitamente inferior al or<strong>de</strong>n ya reve<strong>la</strong>doal alma por <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong> forma geométrica: <strong>la</strong> renuncia <strong>de</strong> Cotán a <strong>la</strong>composición es un acto adicional, privado, <strong>de</strong> auto-negación. Se aproxima a <strong>la</strong> pintura entérminos <strong>de</strong> una disciplina, o ritual: siempre el mismo cantarero, que uno <strong>de</strong>be asumir hasido pintado <strong>de</strong> primero, como una p<strong>la</strong>ntil<strong>la</strong>; siempre los mismos elementos recurrentes, <strong>la</strong>luz cayendo a cuarenta y cinco grados, <strong>la</strong> misma alternación <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>s bril<strong>la</strong>ntes yamarillos contra el piso gris, <strong>la</strong> misma esca<strong>la</strong>, el mismo tamaño <strong>de</strong> marco. Alterar alguno <strong>de</strong>estos elementos sería permitir <strong>de</strong>masiado espacio a <strong>la</strong> auto-aserción personal, al orgullo <strong>de</strong><strong>la</strong> creatividad; <strong>la</strong> pintura hasta su último <strong>de</strong>talle <strong>de</strong>be presentarse como el resultado <strong>de</strong><strong>de</strong>scubrimiento, no <strong>de</strong> invención, una pintura <strong>de</strong> <strong>la</strong> obra <strong>de</strong> Dios que borra completamente<strong>la</strong> mano <strong>de</strong>l hombre (en Cotán un brochazo visible sería como una b<strong>la</strong>sfemia).Fuente: Bryson, 1990, pp. 65-70.LECTURA B:Ro<strong>la</strong>nd Barthes, ‘<strong>El</strong> mundo <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha libre’La función <strong>de</strong>l luchador no es vencer; es pasar por exactamente los movimientosque se espera él haga. Se dice que el judo contiene un aspecto simbólico oculto; aun enmedio <strong>de</strong> su eficiencia, los gestos son medidos, precisos pero restringidos, hechoscuidadosamente pero con un golpe sin volumen. La lucha, por el contrario, ofrece unexceso <strong>de</strong> gestos, explotados hasta el límite <strong>de</strong> su sentido. En el jugo, un hombre que está46


en lona, a duras penas está allí, se enrol<strong>la</strong>, se retrae, elu<strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>rrota, o, si ésta es obvia,inmediatamente <strong>de</strong>saparece; en <strong>la</strong> lucha, un hombre que está en <strong>la</strong> lona lo está <strong>de</strong> modoexagerado, y llena completamente los ojos <strong>de</strong> los espectadores con el intolerableespectáculo <strong>de</strong> su impotencia.Esta función <strong>de</strong> grandilocuencia es en efecto <strong>la</strong> misma <strong>de</strong>l teatro antiguo, cuyo principio,lenguaje y ayudas (máscaras y gorros) apoyan lo exageradamente visible [...[. <strong>El</strong> gesto <strong>de</strong>lluchador vencido [significa] al mundo una <strong>de</strong>rrota que, lejos <strong>de</strong> ser disimu<strong>la</strong>da, esenfatizada y mantenida como una pausa en <strong>la</strong> música [...]. [Esto] preten<strong>de</strong> significar elmodo trágico <strong>de</strong>l espectáculo. En <strong>la</strong> lucha, como en el escena antigua, uno no se avergüenza<strong>de</strong>l propio sufrimiento, uno sabe cómo llorar, uno tiene el gusto <strong>de</strong> <strong>la</strong>s lágrimas.Cada signo en <strong>la</strong> lucha está, por tanto, cargado <strong>de</strong> absoluta c<strong>la</strong>ridad, puesto que uno<strong>de</strong>be siempre enten<strong>de</strong>r al punto <strong>de</strong> qué se trata. Tan pronto como los adversarios están en elring, el público es abrumado por <strong>la</strong> obviedad <strong>de</strong> los roles. Como en el teatro, cada tipofísico expresa hasta el exceso <strong>la</strong> parte que ha sido asignada al participante. Thauvin, unhombre <strong>de</strong> cincuenta años con un cuerpo obeso y combo, cuyo tipo <strong>de</strong> repugnancia asexualsiempre inspira apodos femeninos, <strong>de</strong>spliega en su carne los caracteres <strong>de</strong><strong>la</strong> bajeza... [S]uparte es representar lo que, en el clásico concepto <strong>de</strong>l sa<strong>la</strong>ud, el ’maloso’ (el concepto c<strong>la</strong>veen cualquier encuentro <strong>de</strong> lucha) aparece como orgánicamente repugnante. La nauseavoluntariamente provocada por Thauvin muestra por tanto un muy extenso uso <strong>de</strong> signos:no sólo su fealdad es usada aquí para significar bajeza, sino que adicionalmente <strong>la</strong> fealda<strong>de</strong>s recogida <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una calidad particu<strong>la</strong>rmente repulsiva <strong>de</strong> materia: el co<strong>la</strong>pso pálido <strong>de</strong><strong>la</strong> carne muerta (el público l<strong>la</strong>ma a Thauvin ‘<strong>la</strong> mortecina’, <strong>de</strong> tal modo que <strong>la</strong> con<strong>de</strong>nación<strong>de</strong> <strong>la</strong> turba no brota <strong>de</strong> su juicio sino <strong>de</strong>l mismo fondo <strong>de</strong> los humores. Se <strong>de</strong>jará luegoinvolucrar frenéticamente una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Thauvin que se ajusta enteramente a su origen físico:sus acciones correspon<strong>de</strong>n perfectamente a <strong>la</strong> viscosidad esencial <strong>de</strong>l personaje.Por tanto <strong>de</strong>bemos encontrar en el cuerpo <strong>de</strong>l luchador <strong>la</strong> primera c<strong>la</strong>ve <strong>de</strong>lencuentro. Sé <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el comienzo que todas <strong>la</strong>s acciones <strong>de</strong> Thauvin, sus traiciones,cruelda<strong>de</strong>s y actos <strong>de</strong> cobardía, no fal<strong>la</strong>rán a <strong>la</strong> medida <strong>de</strong> <strong>la</strong> primera imagen <strong>de</strong> innoblezaque me dio; puedo estar seguro que hará inteligentemente y hasta el último <strong>de</strong>talle todos losgestos <strong>de</strong> esa c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> bajeza amorfa, y por tanto llenará hasta el bor<strong>de</strong> <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong>lrepugnante bastardo que es: el pulpo bastardo. Los luchadores por tanto tienen un físico tanperentorio como los caracteres <strong>de</strong> <strong>la</strong> Commedia <strong>de</strong>ll’Arte, que <strong>de</strong>spliegan por anticipado, ensus vestidos y actitu<strong>de</strong>s, el contenido futuro <strong>de</strong> sus papeles: Así como Pantalón nuncapue<strong>de</strong> ser más que un ridículo cornudo, Arlequín un siervo astuto y el Doctor un pedanteestúpido, <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma manera Thauvin nunca será otra cosa que un traidor innoble,Reinières (un tipo alto, rubio, con un cuerpo débil y cabellera <strong>de</strong>speinada) <strong>la</strong> imagen móvil<strong>de</strong> <strong>la</strong> pasividad, Mazaud (bajito y arrogante como un gallo) <strong>la</strong> <strong>de</strong>l orgullo grotesco, yOrzano (un afeminado niño-osito que aparece primero con una faldón azul y rosado) <strong>la</strong>,doblemente jocosa, <strong>de</strong> <strong>la</strong> vengativa ‘marrana’ (salope), o perra (porque no pienso que elpúblico <strong>de</strong>l <strong>El</strong>ysée-Mont-Martre, como Littré, crea que salope es masculino).<strong>El</strong> físico <strong>de</strong>los luchadores constituye por tanto un signo básico, así como unasemil<strong>la</strong> contiene <strong>la</strong> lucha completa. Pero esta semil<strong>la</strong> prolifera, por a cada giro <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha,47


en cada nueva situación, el cuerpo <strong>de</strong>l luchador ofrece al público el entretenimiento <strong>de</strong> untemperamento que encuentra su natural expresión en el gesto.Los diferentes estratos <strong>de</strong>l sentido arrojan luz sobre cada uno, y formal el másinteligible <strong>de</strong> los espectáculos. La lucha libre es como un escrito diacrítico: sobre el sentidofundamental <strong>de</strong> su cuerpo el luchador arreg<strong>la</strong> comentarios que son episódicos pero siempreoportunidad, y constante ayuda a <strong>la</strong> lectura <strong>de</strong> <strong>la</strong> lucha por medio <strong>de</strong> gestos, actitu<strong>de</strong>s ymimos que hacen completamente obvia <strong>la</strong> intención.Alguna vez el luchador triunfa con una mueca repulsiva mientras se arrodil<strong>la</strong> sobreel buen <strong>de</strong>portista; algunas veces da a <strong>la</strong> turba una sonrisa vanidosa que implica unatemprana venganza; algunas veces, puesto contra el suelo, lo golpea ostensivamente parahacer evi<strong>de</strong>nte a todos <strong>la</strong> intolerable naturaleza <strong>de</strong> su situación; y a veces erige uncomplicado conjunto <strong>de</strong> signos que intentan hacer que el público entienda que ellegítimamente personifica <strong>la</strong> siempre entretenida imagen <strong>de</strong>l gruñón, que sin pararconfabu<strong>la</strong> sobre su inconformidad.Por tanto estamos tratando con una real Comedia Humana, en don<strong>de</strong> lo mássocialmente inspirados matices <strong>de</strong> pasión (vanidad, rectitud, crueldad refinada, un sentido<strong>de</strong> ‘dar a quien su merecido’) siempre encuentran felizmente el signo c<strong>la</strong>ro que los recibe,expresa y lleva triunfalmente a los confines <strong>de</strong> <strong>la</strong> sa<strong>la</strong>. Es obvio que en esta circunstanciano importa si <strong>la</strong> pasión es genuina o no. Lo que el público quiere es <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong> <strong>la</strong> pasión,no <strong>la</strong> pasión en sí. No hay en <strong>la</strong> lucha problema con <strong>la</strong> verdad como también ocurre en elteatro. En ambos lo que se espera es <strong>la</strong> inteligible representación <strong>de</strong> situaciones morales queusualmente son privadas. Este vaciamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> interioridad en beneficio <strong>de</strong> su signoexterior, este sorberse el contenido por <strong>la</strong> forma, es el verda<strong>de</strong>ro principio <strong>de</strong>l triunfantearte clásico. [...]Fuente: Barthes, 1972, pp. 16-18.LECTURA C:Ro<strong>la</strong>d Barthes, ‘<strong>El</strong> mito hoy’(Extracto <strong>de</strong> un capítulo cuyo texto completo está en <strong>la</strong> Lectura Cendoc No. 4425)LECTURA D:Ro<strong>la</strong>nd Barthes, ‘Retórica <strong>de</strong> <strong>la</strong> imagen’Tenemos aquí un anuncio <strong>de</strong> Panzani: unos paquetes <strong>de</strong> pasta, un <strong>la</strong>ta, unos tomates,cebol<strong>la</strong>s, pimientos, un champiñón, todos saliendo <strong>de</strong> una bolsa medio abierta, en amarillosy ver<strong>de</strong>s sobre fondo rojo. Tratemos <strong>de</strong> captar los diferentes mensajes que contiene: Laimagen inmediatamente da un primer mensaje cuya sustancia es lingüística; sus suportes48


son <strong>la</strong> leyenda, que es marginal, y <strong>la</strong>s marcas, que están insertas en <strong>la</strong> disposición natural <strong>de</strong><strong>la</strong> escena [...]. <strong>El</strong> código <strong>de</strong>l cual ha sido tomado este mensaje es el <strong>de</strong>l idioma francés; elúnico conocimiento requerido para <strong>de</strong>scifrarlo es el conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> escritura y <strong>de</strong>lfrancés. De hecho, este mensaje pue<strong>de</strong> ser diseccionado un poco más, por el signo Panzanino da simplemente el nombre <strong>de</strong> <strong>la</strong> firma sino también, por su asonancia, un significadoadicional, el <strong>de</strong> ‘italianicidad’. <strong>El</strong> mensaje lingüístico es por tanto doble (al menos en estaimagen partícu<strong>la</strong>): <strong>de</strong>notacional y connotacional. Sin embargo, como tenemos aquí sólo unsigno típico, el <strong>de</strong> un lenguaje articu<strong>la</strong>do (escrito), será tenido como un solo mensaje.Dejando <strong>de</strong> <strong>la</strong>do el mensaje lingüístico, nos quedamos con <strong>la</strong> pura imagen (aunque<strong>la</strong>s marcas son anecdóticamente parte <strong>de</strong> el<strong>la</strong>). Esta imagen provee <strong>de</strong> frente una serie <strong>de</strong>signos discontinuos. Primero (el or<strong>de</strong>n es lo <strong>de</strong> menos pues los signos no son lineras), <strong>la</strong>i<strong>de</strong>a que tenemos en <strong>la</strong> escena es que estamos <strong>de</strong> regreso <strong>de</strong>l mercado. Un significado quepor sí mismo implica dos valores eufóricos: el <strong>de</strong> frescura <strong>de</strong> los productos y el <strong>de</strong> <strong>la</strong>preparación esencialmente doméstica para <strong>la</strong> que están <strong>de</strong>stinados. Su significante es <strong>la</strong>bolsa medio abierta que <strong>de</strong>ja <strong>de</strong>rramar sobre <strong>la</strong> mesa <strong>la</strong>s provisiones, ‘<strong>de</strong>sempacadas’. Paraleer este primer signo se necesita sólo un conocimiento que es <strong>de</strong> algún modo imp<strong>la</strong>ntadocomo parte <strong>de</strong> los hábitos <strong>de</strong> una muy extendida cultura en don<strong>de</strong> ‘mercar uno mismo’ esopuesto a <strong>la</strong> saturación rápida (en<strong>la</strong>tados, refrigeradores) <strong>de</strong> una civilización ‘másmecánica’. Un segundo signo es también más o menos evi<strong>de</strong>nte: su significante es <strong>la</strong> puestaconjunta <strong>de</strong>l tomate, el pimientón y los tres colores (amarillo, ver<strong>de</strong>, rojo) <strong>de</strong>l anuncio; susignificado es Italia, o mejor ´<strong>la</strong> italianidad’. <strong>El</strong> signo se pone así mismo en re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>redundancia con el signo connotado <strong>de</strong>l mensaje lingüístico (<strong>la</strong> asonancia italiana <strong>de</strong>lnombre Panzani) y el conocimiento que él implica es ya más particu<strong>la</strong>r; específicamente esun conocimiento ‘francés’ (un italiano escasamente percibiría <strong>la</strong> connotación <strong>de</strong>l nombre,como no lo haría <strong>de</strong> <strong>la</strong> italianicidad <strong>de</strong>l tomate y <strong>de</strong>l pimientón), basado en <strong>la</strong> familiaridadcon ciertos estereotipos. Continuando con <strong>la</strong> exploración <strong>de</strong> <strong>la</strong> imagen (que no <strong>de</strong>bemos<strong>de</strong>cir que es <strong>de</strong>l todo c<strong>la</strong>ra a primera vista), no hay dificultad en <strong>de</strong>scubrir al menos dosotros signos: en el primero, <strong>la</strong> seriada colección <strong>de</strong> objetos diferentes transmite <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>un servicio culinario completa, por una parte como si Panza ofreciera todo lo necesario paraun p<strong>la</strong>to cuidadosamente ba<strong>la</strong>nceado, y por <strong>la</strong> otra como si el concentrado <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>la</strong>ta fueraequivalente al producto natural que lo circunda; en el otro signo, <strong>la</strong> composición <strong>de</strong><strong>la</strong>imagen, que evoca <strong>la</strong> memoria <strong>de</strong> numerosas pinturas <strong>de</strong> alimentos, nos envía unsignificado estético: <strong>de</strong> ‘naturaleza muerta’ o, como es expresado en otros idiomas, una stilllife; <strong>El</strong> conocimiento <strong>de</strong>l cual <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> este signo es fuertemente cultural. [...]Fuente: Barthes, 1977, pp. 33-35.LECTURA E:Ernesto Lac<strong>la</strong>u y Chantal Mouffe, ‘Nuevas reflexiones sobre <strong>la</strong> revolución <strong>de</strong> nuestrotiempo’[...] Imaginemos que estoy construyendo una pared con un ayudante. En un ciertomomento le pido que me pase un <strong>la</strong>drillo y lo pongo en <strong>la</strong> pared. <strong>El</strong> primer acto –pedir el49


<strong>la</strong>drillo—es lingüístico; el segundo –ponerlo en <strong>la</strong> pared—es extralingüístico. ¡Agoto <strong>la</strong>realidad <strong>de</strong> ambos actos trazando <strong>la</strong> distinción entre ellos en términos <strong>de</strong> <strong>la</strong> distinciónlingüístico-extralingüístico? Evi<strong>de</strong>ntemente no, porque, no obstante su diferenciación enesos términos, <strong>la</strong>s dos acciones comparten algo que permite compararlos, el hecho <strong>de</strong> queson parte <strong>de</strong> una operación total que es <strong>la</strong> construcción <strong>de</strong> <strong>la</strong> pared. De modo, entonces, que¿cómo po<strong>de</strong>mos caracterizar esta totalidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual <strong>la</strong> solicitud <strong>de</strong>l <strong>la</strong>drillo y el colocarloson momentos parciales? Obviamente, si esta totalidad incluye ambos elementoslingüísticos y no lingüísticos, el<strong>la</strong> no pue<strong>de</strong> ser o lingüística o extralingüística; tiene que seranterior a <strong>la</strong> distinción. Esta totalidad que incluyen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí lo lingüístico y lo nolingüístico es lo que l<strong>la</strong>mamos discurso. En un momento justificaremos esta <strong>de</strong>nominación;pero lo que tiene que quedar c<strong>la</strong>ro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el comienzo es que por discurso no enten<strong>de</strong>mosuna combinación <strong>de</strong> hab<strong>la</strong> y escritura, sino que hab<strong>la</strong> y escritura son sólo internoscomponentes <strong>de</strong> totalida<strong>de</strong>s discursivas.Ahora bien, retornando al término discurso, lo usamos para enfatizar el hecho <strong>de</strong>que cada configuración es significativa. Si yo pateo un objeto esférico en <strong>la</strong> calle o si lopateo en un partido <strong>de</strong> fútbol, el hecho físico es el mismo, pero su sentido es diferente. <strong>El</strong>objeto es un balón sólo en <strong>la</strong> medida en que establece un sistema <strong>de</strong> re<strong>la</strong>ciones con otrosobjetos, pero son, más bien, socialmente construidos. Este conjunto sistemático <strong>de</strong>re<strong>la</strong>ciones es lo que l<strong>la</strong>mamos discurso. <strong>El</strong> lector no tendrá dudas, como lo mostramos en ellibro, que el carácter discursivo <strong>de</strong> un objeto <strong>de</strong> ninguna manera implica poner en duda suexistencia. <strong>El</strong> hecho <strong>de</strong> que un balón sea sólo un balón tan sólo cuando está integrado<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un sistema socialmente construido <strong>de</strong> reg<strong>la</strong>s no significa que <strong>de</strong>je <strong>de</strong> existirfísicamente. Una piedra existe in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> cualquier sistema <strong>de</strong> re<strong>la</strong>cionessociales, pero es, por ejemplo, o bien un proyectil o un objeto <strong>de</strong> contemp<strong>la</strong>ción estéticasólo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una configuración discursiva. Un diamante en le mercado o en el fondo <strong>de</strong>una mina es el mismo objeto físico; pero, <strong>de</strong> nuevo, sólo es una mercancía <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unsistema <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> re<strong>la</strong>ciones sociales. Por <strong>la</strong> misma razón es el discurso el queconstituye <strong>la</strong> posición sujeto <strong>de</strong>l agente social y no, por tanto, el agente social el que es elorigen <strong>de</strong>l discurso –el mismo sistema <strong>de</strong> reg<strong>la</strong>s que hace que un objeto esférico sea unbalón, hace que yo me convierta en un jugador. La existencia <strong>de</strong> los objetos esin<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> sus articu<strong>la</strong>ciones discursivas. [...][...] Esto, sin embargo, <strong>de</strong>ja sin resolver dos problemas. <strong>El</strong> primero es este: ¿no esnecesario establecer <strong>la</strong> distinción entre sentido y acción? Aun si aceptamos que el sentido<strong>de</strong> una acción <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> una configuración discursiva, no es <strong>la</strong> acción misma algodiferente <strong>de</strong> tal sentido? Aquí <strong>la</strong> distinción clásica se da entre <strong>la</strong> semántica –que trata <strong>de</strong>lsentido <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras; <strong>la</strong> sintaxis –que trata <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras y <strong>la</strong>s consecuencias<strong>de</strong>l mismo para el sentido; y <strong>la</strong> pragmática –que trata <strong>de</strong>l modo como una pa<strong>la</strong>bra es usadaactualmente en ciertos contextos <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>. <strong>El</strong> punto c<strong>la</strong>ve es hasta qué punto una separaciónrígida pue<strong>de</strong> ser establecida entre <strong>la</strong> semántica y <strong>la</strong> pragmática, esto es entre el sentido y suuso. Des<strong>de</strong> Wittgenstein en a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte es precisamente esta separación <strong>la</strong> que se estávolviendo borrosa. Se está volviendo cada vez más aceptado que el sentido <strong>de</strong> una pa<strong>la</strong>bra<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l contexto. Como lo dice Hanna Fenichel Pitkin:Wittgenstein dice que el sentido y s uso están re<strong>la</strong>cionados inextricablemente,porque el uso ayuda a <strong>de</strong>terminar el sentido. <strong>El</strong> sentido se apren<strong>de</strong> <strong>de</strong>, y está50


formado por, instancias <strong>de</strong> uso; <strong>de</strong> modo que tanto su aprendizaje como suconfiguración <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> pragmática ... <strong>El</strong> sentido semántico se hace <strong>de</strong> loscasos <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> una pa<strong>la</strong>bra, incluyendo los muchos y variados juegos <strong>de</strong> pa<strong>la</strong>brasque hacemos; <strong>de</strong> modo que el sentido es con mucho el producto <strong>de</strong> <strong>la</strong> pragmática.(Pitkin, 1972).[...] Lo que quiere <strong>de</strong>cir, en nuestra terminología, que cada i<strong>de</strong>ntidad u objetodiscursivo está constituido en el contexto <strong>de</strong> <strong>la</strong> acción [...]<strong>El</strong> otro problema que <strong>de</strong>bemos consi<strong>de</strong>rar es el siguiente: aun si asumimos que hayuna ecuación estricta entre lo social y lo discursivo, ¿qué po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir <strong>de</strong>l mundo natural,acerca <strong>de</strong> los hechos <strong>de</strong> <strong>la</strong> física, <strong>la</strong> biología o <strong>la</strong> astronomía que no están aparentementeintegrados en totalida<strong>de</strong>s significativas construidas por los seres humanos? La pregunta eslos hechos naturales son también hechos discursivo. Y lo son por <strong>la</strong> simple razón <strong>de</strong> que <strong>la</strong>i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> naturaleza no es algo que está allí, que se <strong>de</strong>ba leer <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> apariencia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas,sino que es el<strong>la</strong> misma el resultado <strong>de</strong> una lenta y compleja construcción social e histórica.L<strong>la</strong>mar a algo objeto natural es un modo <strong>de</strong> concebirlo que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> una sistemac<strong>la</strong>sificatorio. De nuevo, esto no pone en cuestión el hecho <strong>de</strong> que esta entidad quel<strong>la</strong>mamos piedra exista, en el sentido <strong>de</strong> estar presente aquí y ahora, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>mi voluntad; sin embargo el hecho <strong>de</strong> que el<strong>la</strong> sea una piedra <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> un modo <strong>de</strong>c<strong>la</strong>sificar los objetos que es histórico y contingente. Si no hubiera seres humanos en <strong>la</strong>tierra, esos objetos que l<strong>la</strong>mamos piedras estarían allí <strong>de</strong> todos modos; pero no serían‘piedras’ porque no habría ni mineralogía ni un lenguaje capaz <strong>de</strong> c<strong>la</strong>sificar<strong>la</strong>s ydistinguir<strong>la</strong>s <strong>de</strong> otros objetos. No necesitamos <strong>de</strong>morarnos en este punto. Todo el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> <strong>la</strong> epistemología contemporánea ha establecido el hecho <strong>de</strong> que no hay nada que permitaque el sentido sea leído <strong>de</strong> manera transparente.REFERENCIAPitkin, H. F. (1972). Wittgenstein and justice. Berkeley, CA. University of California Press.Fuente: Lac<strong>la</strong>u and Mouffe, 1990, pp. 100-103.LECTURA F:<strong>El</strong>aine Showalter, ‘La actuación <strong>de</strong> <strong>la</strong> histeria’<strong>El</strong> primero <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s teóricos <strong>de</strong> <strong>la</strong> histeria fue Jean-Martin Charcot (1825-1893), quien a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntó su <strong>trabajo</strong> en <strong>la</strong> clínica parisina <strong>de</strong> La Salpêtrière. Charcot habíacomenzado su <strong>trabajo</strong> sobre <strong>la</strong> histeria en 1870. Aunque creía que los histéricos sufrían <strong>de</strong>una fal<strong>la</strong> hereditaria que <strong>de</strong>bilitaba su sistema nervioso, también <strong>de</strong>sarrolló <strong>la</strong> teoría <strong>de</strong> que<strong>la</strong> histeria tenía orígenes psicológicos. Experimentando con hipnosis Charcot <strong>de</strong>mostró quelos síntomas histéricos tales como <strong>la</strong> parálisis podría ser producida y curada con sugestiónhipnótica. Por medio <strong>de</strong> observación cuidadosa, examen físico, y uso <strong>de</strong> hipnosis, Charcotfue capaz <strong>de</strong> probar que los síntomas histéricos, aunque producidos por emociones más quepor daño físico, eran genuinos, y no estaban bajo el control consciente <strong>de</strong>l paciente. Freud,51


que estudio en La Salpêtrière <strong>de</strong> octubre 1885 a febrero 1886, dio a Charcot el crédito <strong>de</strong>haber establecido <strong>la</strong> legitimidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> histeria como un <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n. De acuerdo con Freud, ‘<strong>El</strong><strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> Charcot restauró <strong>la</strong> dignidad <strong>de</strong>l sujeto; gradualmente <strong>la</strong> actitud burlona que <strong>la</strong>paciente podía esperar mientras contaba su historia, fue superada; ya no era una tramposa,pues Charcot había puesto todo el peso <strong>de</strong> su autoridad <strong>de</strong>l <strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong> realidad y objetividad<strong>de</strong> los fenómenos histéricos.’ Más aún, Charcot <strong>de</strong>mostró que los síntomas histéricostambién ocurrían en hombres, y no estaban simplemente re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong>s peripecias <strong>de</strong>lsistema reproductivo femenino. En La Salpêtrière había incluso un pabellón especial paravarones histéricos, que eran frecuentemente víctimas <strong>de</strong> trauma en acci<strong>de</strong>ntes ferroviarios.Al restaurar <strong>la</strong> credibilidad <strong>de</strong>l histérico, creía Freud, Charcot había seguido a otrossalvadores psiquiátricos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres y había ‘repetido en una pequeña esca<strong>la</strong> el acto <strong>de</strong>liberación conmemorado en el cuadro <strong>de</strong> Pinel que adornaba <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> <strong>de</strong> conferencias <strong>de</strong> LaSalpêtrière’ (Freud, 1948, p. 18).Aunque para Charcot, también, <strong>la</strong> histeria seguía siendo simbólicamente, si bien nomédicamente, una enfermedad <strong>de</strong> mujeres. Con mucho <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> sus pacienteshistéricos era mujeres, y muchas, como C<strong>la</strong>ncheWittmann, conocida como ‘La Reina <strong>de</strong> losHistéricos’, se volvieron celebrida<strong>de</strong>s que aparecían regu<strong>la</strong>rmente en sus libros, eran <strong>la</strong>atracción mayor en <strong>la</strong> Sa<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Locas <strong>de</strong> La Salpêtrière, y eran mostradas en <strong>la</strong>sconferencias públicas. Axel Munthe, un doctor que practicaba en Paris, ecribió una<strong>de</strong>scripción vívida <strong>de</strong> <strong>la</strong>s conferencias <strong>de</strong> los martes <strong>de</strong> Charcot en La Salpêtrière: ‘<strong>El</strong> grananfiteatro esta lleno hasta los topes con una audiencia multicolor llegado <strong>de</strong> todo Paris,autores, periodistas, actores y actrices <strong>de</strong> primera, semi-mundanas <strong>de</strong> moda.’ Las pacientesmujeres hipnotizadas eran el show espectacu<strong>la</strong>r para esta turba <strong>de</strong> buscadores <strong>de</strong>curiosida<strong>de</strong>s.Algunas <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s olían con p<strong>la</strong>cer una botel<strong>la</strong> <strong>de</strong> amoníaco cuando se les <strong>de</strong>cía queera agua <strong>de</strong> rosas, otras comían un pedazo <strong>de</strong> carbón cuando se les presentaba comochoco<strong>la</strong>te. Otra gateaba en cuatro patas por el piso, <strong>la</strong>drando furiosamente cuando se le<strong>de</strong>cía que era un perro, o movía los brazos como tratando <strong>de</strong> vo<strong>la</strong>r cuando se le convertía enun pichón, se <strong>la</strong>zaba <strong>la</strong> falda con un grito <strong>de</strong> terror cuando se tiraba un guante a sus pies con<strong>la</strong> sugerencia <strong>de</strong> que era una serpiente. Otra andaba con un sombrero <strong>de</strong> copa en sus brazosmoviéndolo <strong>de</strong> aquí para allá y besándolo tiernamente cuando se le <strong>de</strong>cía que era su bebé’.(Munthe, 1930, pp. 296, 302-303).<strong>El</strong> gran final era <strong>la</strong> actuación <strong>de</strong> una convulsión histérica completa.Más aún, <strong>la</strong> representación <strong>de</strong> <strong>la</strong> histeria femenina era central en <strong>la</strong> obra <strong>de</strong> Charcot.Sus pacientes mujeres estaban ro<strong>de</strong>adas <strong>de</strong> imágenes <strong>de</strong> histeria femenina. En <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> <strong>de</strong>conferencias, como anotaba Freud, estaba <strong>la</strong> pintura hecha por Robert-Fleury <strong>de</strong> Pinelliberando a una mujer loca. En <strong>la</strong> pared <strong>de</strong>l frente había una famosa litografía <strong>de</strong> Charcot,sosteniendo y dando una conferencia sobre una <strong>de</strong>smayada y semi-<strong>de</strong>snuda joven <strong>de</strong><strong>la</strong>nte<strong>de</strong> una sa<strong>la</strong> llena <strong>de</strong> sobrios y atentos varones, otra representación que parecía mostrar a <strong>la</strong>mujer histérica en su actuación (figura 1.8).Finalmente, el uso por Charcot <strong>de</strong> <strong>la</strong> fotografía era <strong>la</strong> más extendida prácticapsiquiátrica <strong>de</strong>l siglo diecinueve. Como anotaba uno <strong>de</strong> sus admiradores, ‘La cámara era52


Cuando se le confrontó <strong>la</strong> legitimidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> histero-epilepsia, sin embargo, Charcot<strong>de</strong>fendió vigorosamente <strong>la</strong> objetividad <strong>de</strong> su visión. ‘Parece que <strong>la</strong> histero-epilepsia sóloexiste en Francia’, <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ró en una conferencia en 1887, ‘y podría aun <strong>de</strong>cir, como ha sidodicho, que sólo existe en La Salpêtrière, como si yo <strong>la</strong> hubiera creado a voluntad. Seríarealmente maravilloso si yo pudiera crear enfermeda<strong>de</strong>s a gusto <strong>de</strong> mi voluntad y capricho.Pero en cuanto a <strong>la</strong> verdad, soy sólo absolutamente un fotógrafo; yo registro lo que veo’(citado en Did-Huberman, 1982, p. 32). Como Hugh Diamond en el Asilo <strong>de</strong> Surrey,Charcot y sus seguidores tenían absoluta fe en <strong>la</strong> neutralidad científica <strong>de</strong> <strong>la</strong> imagenfotográfica; Lon<strong>de</strong> se ufanaba: ‘La p<strong>la</strong>que phogographique es <strong>la</strong> vraie retiñe du savant’ (Lap<strong>la</strong>ca fotográfica es <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra retina <strong>de</strong>l sabio’) (Ibid, p. 35).Pero <strong>la</strong>s fotografías <strong>de</strong> Charcot fuera aún mas e<strong>la</strong>boradamente encuadradas yescenificadas que <strong>la</strong>s <strong>de</strong>l asilo victoriano <strong>de</strong> Diamond. Las mujeres no eran simplementefotografiadas una vez, sino una y otra vez, <strong>de</strong> tal modo que se acostumbraran a <strong>la</strong> cámara ya el status especial que recibían como sujetos fotogénicos. Algunas hacían un suerte <strong>de</strong>carrera <strong>de</strong>bido al mo<strong>de</strong><strong>la</strong>je para <strong>la</strong>s iconographies. Entre <strong>la</strong>s más fotografiadas fue unachica <strong>de</strong> quince años l<strong>la</strong>mada Aujgustine, que había entreado al hospital en 1875. Susataques histéricos habían comenzado, según su testimonio, cuando el<strong>la</strong> había sido vio<strong>la</strong>dapor su patrón, un hombre que era al mismo tiempo el amante <strong>de</strong> su mamá. Inteligente,coqueta, y dispuesta a agradar, Augustine se convirtió en una apta pupi<strong>la</strong> <strong>de</strong>l atelier. Todassus poses sugieren los exagerados gestos <strong>de</strong> <strong>la</strong> actuación clásica francesa, o <strong>de</strong> <strong>la</strong>s fotosfijas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pelícu<strong>la</strong>s mudas. Algunas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s fotografías <strong>de</strong> Augustine con amarres flotantesy bata b<strong>la</strong>nca <strong>de</strong> hospital parece imitar <strong>la</strong>s poses <strong>de</strong> los cuadros <strong>de</strong>l siglo diecinueve, comoStpehen Heath a notado: ‘una jovencita arreg<strong>la</strong>da en su cama, algo como <strong>la</strong> pintura <strong>de</strong>Ophelia <strong>de</strong>l pre-rafaelita Mil<strong>la</strong>is’ (Heath, 1982, pp. 36-37). Entre sus dotes estaba <strong>la</strong>habilidad para teporizar y dividir sus actuaciones histéricas en escenas, actos, cuadros, eintermisiones, para actuar sobre c<strong>la</strong>ves y <strong>de</strong> acuerdo con <strong>la</strong> secuencia <strong>de</strong> los clicks <strong>de</strong> <strong>la</strong>cámara.Pero <strong>la</strong> voluntad alegre <strong>de</strong> Augustine <strong>de</strong> asumir <strong>la</strong>s poses que su audiencia <strong>de</strong>searale costó caro a su psiquismo. Durante el período en que estuvo repetidamente fotografiada,<strong>de</strong>sarrollo un síntoma histérico curioso: comenzó a ver todo b<strong>la</strong>nco y negro. En 1880comenzó a rebe<strong>la</strong>rse contra el régimen <strong>de</strong>l hospital; tenía períodos <strong>de</strong> violencia en querasgaba sus ropas y rompía <strong>la</strong>s ventanas. Durante estos ataques <strong>de</strong> ira era anestesiada conéter o cloroformo. En junio <strong>de</strong> ese año, los doctores se cansaron <strong>de</strong> sus esfuerzos sobre elcaso, y fue encerrada en una celda con l<strong>la</strong>ve. Pero Augustine fue capaz <strong>de</strong> usar en su favorsus habilida<strong>de</strong>s histriónicas y durante un tiempo se convirtió en <strong>la</strong> estrel<strong>la</strong> <strong>de</strong>l asilo.Disfrazada <strong>de</strong> hombre pudo escapar <strong>de</strong> La Salpêtrière. Nunca se le pudo encontrar nise supo <strong>de</strong> su para<strong>de</strong>ro.REFERENCIASDIDI-HUBERMAN, G. (1982) Invention <strong>de</strong> l´Hystérie: Charcot et l’IconogrpahiePhotographique <strong>de</strong> La Salpêtrière. Paris, Macu<strong>la</strong>.DRINKER, g. F. (1984) The Birth of Neurosis: myth, ma<strong>la</strong>dy and the Victorians. NewYork, Simon and Schuster.54


FREUD, S. (1948) ‘Charcot’, in Jones, E. (ed.) Collected Papers, Vol. 1. London, HogartPress.GOLDSTEIN, J. (1982) ‘The hysteria diagnosis and the politics of anticlericalism innineteenthcentury France’, Journal of Mo<strong>de</strong>rn History, No. 54.HEATH, S. (1882) The Sexual Fix . London, Macmil<strong>la</strong>n.MUNTHE, A. (1930) The story of San Michele. London, John Murray.Fuente: Showalter, 1987, pp. 147-154.55

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