histérica, el homosexual, el criminal individualizado, etc. Estas figuras son específicas <strong>de</strong>regímenes discursivos y períodos históricos específicos. Pero el discurso también produceun lugar para el sujeto , (i.e. el lector u observador, que también ‘ésta sujeto’ al discurso)<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual su particu<strong>la</strong>r conocimiento y sentido hace sentido. No es inevitable que todoslos individuos en un período particu<strong>la</strong>r lleguen a ser sujetos <strong>de</strong> un discurso particu<strong>la</strong>r eneste sentido, y por tanto portadores <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r/conocimiento. Pero para ellos –nosotros—hacerlo, <strong>de</strong>ben –nosotros <strong>de</strong>bemos—localizarse (nosotros, ellos) in <strong>la</strong> posición <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>cual el discurso hace más sentido, y entoces llegan a ser sus ‘sujetos’ mediante <strong>la</strong> ‘sujeción’a sus sentidos, po<strong>de</strong>r y regu<strong>la</strong>ción. Todos los discursos, por tanto, construyen posicionessujeto,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los cuales sólo ellos hacen sentido.Este enfoque tiene implicaciones radicales para una teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación. Porque sugiere que los discursos mismos construyen <strong>la</strong>s posiciones-sujeto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>s cualesellos se vuelven significativos y tienen efectos. Los individuos pue<strong>de</strong>n diferir en cuanto asu c<strong>la</strong>se social, género, ‘raza’, y características étnicas (entre otros factores), pero no seráncapaces <strong>de</strong> dar sentido hasta que se hayan i<strong>de</strong>ntificado con esas posiciones que el discursoconstruye, sujetándose ellos mismos a sus reg<strong>la</strong>s, y por tanto, volviéndose los sujetos <strong>de</strong> supo<strong>de</strong>r/conocimiento. Por ejemplo, en esta teoría <strong>la</strong> pornografía producida para hombres‘trabajará’ para mujeres sólo si en algún sentido <strong>la</strong>s mujeres se ponen en <strong>la</strong> posición <strong>de</strong>l‘varón mirón voyeur’ –que es <strong>la</strong> posición-sujeto i<strong>de</strong>al que el discurso <strong>de</strong> <strong>la</strong> pornografíamasculina construye –y mira los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta posición discursiva ‘masculina’. Estapue<strong>de</strong> ser, y es, una posición altamente discutible. Pero consi<strong>de</strong>remos un ejemplo queilustra el argumento.5.1 Cómo dar sentido a Las Meninas <strong>de</strong> VelásquezThe Or<strong>de</strong>r of Things (1970) <strong>de</strong> Foucault abre con una discusión <strong>de</strong> un cuadro que elfamoso pintor español Velásquez <strong>de</strong>nominó Las Meninas. Este cuadro ha sido el tópico <strong>de</strong>consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong>bate y controversia por expertos. La razón para usar<strong>la</strong> aquí es porque, comotodos los críticos dicen, el cuadro mismo pone ciertas preguntas acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong><strong>la</strong> representación, y el mismo Foucault <strong>la</strong> usa para hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> estos amplios aspectos <strong>de</strong>ltema. Son estos argumentos los que nos interesan aquí, no <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong> si <strong>la</strong> lectura <strong>de</strong>Foucault es <strong>la</strong> ‘verda<strong>de</strong>ra’, <strong>la</strong> correcta o aun <strong>la</strong> <strong>de</strong>finitiva y final. Que el cuadro no tiene unsentido, ni menos un sentido final o fijo, es en efecto uno <strong>de</strong> los argumentos más po<strong>de</strong>rosos.<strong>El</strong> cuadro es único en el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> Velásquez. Era parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> colección real <strong>de</strong> <strong>la</strong>corte españo<strong>la</strong> y estaba en pa<strong>la</strong>cio en una habitación que fue luego consumida por el fuego.Fue fechada ‘1656’ por el sucesor <strong>de</strong> Velásquez en el cargo <strong>de</strong> pintor <strong>de</strong> <strong>la</strong> corte. Sel<strong>la</strong>maba originalmente ‘La Emperatriz con sus Damas y un Enano’; pero en el inventario <strong>de</strong>1666, adquirió el título <strong>de</strong> ‘Un retrato <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infanta <strong>de</strong> España con sus Damas <strong>de</strong> Servicio ySirvientes, por el Pintor <strong>de</strong> <strong>la</strong> Corte y Camarero Diego Velásquez’. Posteriormente fuel<strong>la</strong>mada Las Meninas –‘Las damas <strong>de</strong> honor’. Algunos dicen que el cuadro muestra aVelásquez trabajando en Las Meninas mismas y que fue pintado con <strong>la</strong> ayuda <strong>de</strong> un espejo–pero esto no parece acertado. La explicación más común y convincente es que Velásquezestaba trabajando en un retrato <strong>de</strong> cuerpo entero <strong>de</strong>l Rey y <strong>la</strong> Reina, y que son ellos los queestán reflejados en el espejo <strong>de</strong> <strong>la</strong> pared <strong>de</strong>l fondo. A esta pareja miran <strong>la</strong> princesa y susasistentes y hacia el<strong>la</strong> se dirige <strong>la</strong> mirada <strong>de</strong>l artista cuando él retroce<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su lienzo. <strong>El</strong>38
eflejo magistralmente incluye a <strong>la</strong> pareja real en el cuadro. Este es esencialmente <strong>la</strong><strong>de</strong>scripción que Foucault acepta.[Figura 1.9. Diego Velásquez, Las Meninas, 1656]Las Meninas muestran el interior <strong>de</strong> una habitación –acaso el estudio <strong>de</strong>l pintor oalguna otra habitación <strong>de</strong>l pa<strong>la</strong>cio real, <strong>El</strong> Escorial. La escena, aunque en sus rincones másprofundos es oscura, está bañada en <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> una ventana a <strong>la</strong> <strong>de</strong>recha. ‘Estamos mirando elcuadro en el cual el pintor a su vez nos está mirando’, dice Foucault (1970, p. 4). A <strong>la</strong>izquierda, mirando hacia <strong>de</strong><strong>la</strong>nte, está el pintor, Velásquez. Está en el acto <strong>de</strong> pintar y supincel está levantado, ‘talvez ... consi<strong>de</strong>rando si agrega o no un toque final al lienzo’ (p. 3).Está mirando a su mo<strong>de</strong>lo, que está sentado en el lugar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual nosotros estamosmirando, pero no po<strong>de</strong>mos ver quién es el mo<strong>de</strong>lo porque el lienzo sobre el que Velásquezestá pintando nos da el reverso, su frente <strong>de</strong>cididamente volteado <strong>de</strong> nuestra mirada. En elcentro <strong>de</strong>l cuadro está <strong>la</strong> que según <strong>la</strong> tradición es <strong>la</strong> princesita, <strong>la</strong> Infanta Margarita, que havenido a mirar lo que están haciendo. <strong>El</strong><strong>la</strong> está en el centro <strong>de</strong>l cuadro, pero el<strong>la</strong> no es ‘elsujeto’ <strong>de</strong>l lienzo <strong>de</strong> Velásquez. La infanta tiene consigo un entorno <strong>de</strong> ‘dueñas, damas <strong>de</strong>honor, cortesanos y enanos’, y su perro (p. 9). Los cortesanos están <strong>de</strong>trás, hacia el fondo a<strong>la</strong> <strong>de</strong>recha. Sus damas <strong>de</strong> honor están a <strong>la</strong>do y <strong>la</strong>do <strong>de</strong> el<strong>la</strong>, enmarcándo<strong>la</strong>. A <strong>la</strong> <strong>de</strong>recha, alfrente, hay dos enanos, uno un famoso payaso real. Los ojos <strong>de</strong> muchos <strong>de</strong> estas figuras, asícomo <strong>la</strong> <strong>de</strong>l mismo pintor, están mirando hacia el frente <strong>de</strong>l cuadro, a los que estánsentados.¿Quiénes son ellos –<strong>la</strong>s figuras a quienes todos miran pero que no po<strong>de</strong>mos ver ycuyo retrato en el lienzo nos está prohibido ver? De hecho, aunque inicialmente podamospensar que no po<strong>de</strong>mos verlos, el cuadro nos dice quiénes son porque <strong>de</strong>trás <strong>de</strong><strong>la</strong> cabeza <strong>de</strong><strong>la</strong> Infanta y un poco hacia <strong>la</strong> izquierda <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong>l cuadro, enmarcado por una gruesama<strong>de</strong>ra, hay un espejo, y en el espejo, por fin, están reflejados los sentados, que <strong>de</strong> hechoestán sentados en <strong>la</strong> posición <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> cual nosotros estamos mirando: ‘un reflejo que nosmuestra muy simplemente lo que está faltando a <strong>la</strong> vista <strong>de</strong> todos’ (p. 15). Las figurasreflejadas en el espejo son, en efecto, el Rey Felipe IV, y su esposa, Mariana. Al <strong>la</strong>do <strong>de</strong>lespejo, a <strong>la</strong> <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l mismo, en <strong>la</strong> pared <strong>de</strong>l fondo, hay otro ‘marco’, pero no es unespejo que refleja hacia <strong>de</strong><strong>la</strong>nte; es una puerta que lleva hacia atrás <strong>de</strong> <strong>la</strong> habitación. En <strong>la</strong>escalera, puestos los pies en diferentes gradas, ‘un hombre está <strong>de</strong> pie en una silueta <strong>de</strong>cuerpo entero’. Ha entrado apenas o apenas está <strong>de</strong>jando <strong>la</strong> escena y <strong>la</strong> está mirando <strong>de</strong>s<strong>de</strong>atrás, observando lo que ocurre en el<strong>la</strong> pero ‘contento con sorpren<strong>de</strong>r a los que no lo estánviendo a él’ (p. 10).5.2 <strong>El</strong> sujeto <strong>de</strong>/en <strong>la</strong> representación¿Quién o qué es el sujeto <strong>de</strong> esta pintura? En sus comentarios Foucault usa LasMeninas para hacer puntos generales sobre su teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación y específicamentesobre el papel <strong>de</strong>l sujeto:1. ‘Foucault lee el cuadro en términos <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación y <strong>de</strong>l sujeto’ (Dreyfus yRabinow, 1982, p. 20). Así como es un cuadro que nos muestra (representa) una escena enque se está pintando el retrato <strong>de</strong>l rey y <strong>de</strong> <strong>la</strong> reina <strong>de</strong> España, también se trata <strong>de</strong> un cuadro39
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