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Stuart Hall, "El trabajo de la representación" - Cholonautas

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histérica, el homosexual, el criminal individualizado, etc. Estas figuras son específicas <strong>de</strong>regímenes discursivos y períodos históricos específicos. Pero el discurso también produceun lugar para el sujeto , (i.e. el lector u observador, que también ‘ésta sujeto’ al discurso)<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual su particu<strong>la</strong>r conocimiento y sentido hace sentido. No es inevitable que todoslos individuos en un período particu<strong>la</strong>r lleguen a ser sujetos <strong>de</strong> un discurso particu<strong>la</strong>r eneste sentido, y por tanto portadores <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r/conocimiento. Pero para ellos –nosotros—hacerlo, <strong>de</strong>ben –nosotros <strong>de</strong>bemos—localizarse (nosotros, ellos) in <strong>la</strong> posición <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>cual el discurso hace más sentido, y entoces llegan a ser sus ‘sujetos’ mediante <strong>la</strong> ‘sujeción’a sus sentidos, po<strong>de</strong>r y regu<strong>la</strong>ción. Todos los discursos, por tanto, construyen posicionessujeto,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los cuales sólo ellos hacen sentido.Este enfoque tiene implicaciones radicales para una teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> representación. Porque sugiere que los discursos mismos construyen <strong>la</strong>s posiciones-sujeto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>s cualesellos se vuelven significativos y tienen efectos. Los individuos pue<strong>de</strong>n diferir en cuanto asu c<strong>la</strong>se social, género, ‘raza’, y características étnicas (entre otros factores), pero no seráncapaces <strong>de</strong> dar sentido hasta que se hayan i<strong>de</strong>ntificado con esas posiciones que el discursoconstruye, sujetándose ellos mismos a sus reg<strong>la</strong>s, y por tanto, volviéndose los sujetos <strong>de</strong> supo<strong>de</strong>r/conocimiento. Por ejemplo, en esta teoría <strong>la</strong> pornografía producida para hombres‘trabajará’ para mujeres sólo si en algún sentido <strong>la</strong>s mujeres se ponen en <strong>la</strong> posición <strong>de</strong>l‘varón mirón voyeur’ –que es <strong>la</strong> posición-sujeto i<strong>de</strong>al que el discurso <strong>de</strong> <strong>la</strong> pornografíamasculina construye –y mira los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta posición discursiva ‘masculina’. Estapue<strong>de</strong> ser, y es, una posición altamente discutible. Pero consi<strong>de</strong>remos un ejemplo queilustra el argumento.5.1 Cómo dar sentido a Las Meninas <strong>de</strong> VelásquezThe Or<strong>de</strong>r of Things (1970) <strong>de</strong> Foucault abre con una discusión <strong>de</strong> un cuadro que elfamoso pintor español Velásquez <strong>de</strong>nominó Las Meninas. Este cuadro ha sido el tópico <strong>de</strong>consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong>bate y controversia por expertos. La razón para usar<strong>la</strong> aquí es porque, comotodos los críticos dicen, el cuadro mismo pone ciertas preguntas acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong><strong>la</strong> representación, y el mismo Foucault <strong>la</strong> usa para hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> estos amplios aspectos <strong>de</strong>ltema. Son estos argumentos los que nos interesan aquí, no <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong> si <strong>la</strong> lectura <strong>de</strong>Foucault es <strong>la</strong> ‘verda<strong>de</strong>ra’, <strong>la</strong> correcta o aun <strong>la</strong> <strong>de</strong>finitiva y final. Que el cuadro no tiene unsentido, ni menos un sentido final o fijo, es en efecto uno <strong>de</strong> los argumentos más po<strong>de</strong>rosos.<strong>El</strong> cuadro es único en el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> Velásquez. Era parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> colección real <strong>de</strong> <strong>la</strong>corte españo<strong>la</strong> y estaba en pa<strong>la</strong>cio en una habitación que fue luego consumida por el fuego.Fue fechada ‘1656’ por el sucesor <strong>de</strong> Velásquez en el cargo <strong>de</strong> pintor <strong>de</strong> <strong>la</strong> corte. Sel<strong>la</strong>maba originalmente ‘La Emperatriz con sus Damas y un Enano’; pero en el inventario <strong>de</strong>1666, adquirió el título <strong>de</strong> ‘Un retrato <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infanta <strong>de</strong> España con sus Damas <strong>de</strong> Servicio ySirvientes, por el Pintor <strong>de</strong> <strong>la</strong> Corte y Camarero Diego Velásquez’. Posteriormente fuel<strong>la</strong>mada Las Meninas –‘Las damas <strong>de</strong> honor’. Algunos dicen que el cuadro muestra aVelásquez trabajando en Las Meninas mismas y que fue pintado con <strong>la</strong> ayuda <strong>de</strong> un espejo–pero esto no parece acertado. La explicación más común y convincente es que Velásquezestaba trabajando en un retrato <strong>de</strong> cuerpo entero <strong>de</strong>l Rey y <strong>la</strong> Reina, y que son ellos los queestán reflejados en el espejo <strong>de</strong> <strong>la</strong> pared <strong>de</strong>l fondo. A esta pareja miran <strong>la</strong> princesa y susasistentes y hacia el<strong>la</strong> se dirige <strong>la</strong> mirada <strong>de</strong>l artista cuando él retroce<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su lienzo. <strong>El</strong>38

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