-Y fue culpa tuya -concluyó Kerin.Rak alzó la cabeza rápidamente.-¡Pero yo no deserté! -dijo-. ¡Yo no huí d<strong>el</strong> Reino de losEnanos! ¡Sigo siendo <strong>el</strong> príncipe heredero!-Aún no he sido coronado -explicó Kerin-, porque lascircunstancias no lo han permitido. Pero tras tu deserción, Rak,nuestro padre murió y me dejó a mí como sucesor.-¡Yo no deserté! -repitió Rak-. ¡Fui en busca de ayuda!-Altezas, si me lo permitís -intervino Atnik-, podríamos llegar aun.... humm, digamos, consenso. Si ambas partes contaran lo quesaben, <strong>el</strong> intercambio de información resultaría harto beneficioso paratodos.Kerin y Rak se miraron mutuamente, ceñudos. Finalmente, Rakasintió, y Kerin hizo lo propio. El hermano mayor r<strong>el</strong>ató sus aventurasen <strong>el</strong> Reino de los Humanos, y cómo, tras una larga búsqueda, sehabía informado acerca d<strong>el</strong> interés de Ordulkar por los <strong>el</strong>fos, y habíaencontrado a <strong>Lorris</strong> de modo casi casual. Contó cómo había sido <strong>el</strong>viaje de vu<strong>el</strong>ta a través de los tún<strong>el</strong>es de las montañas, y le explicó aKerin los motivos de su precipitada partida.-Como ves, hermano -concluyó-, yo no soy un desertor. Salí enbusca de ayuda, escapando con gran riesgo de mi vida, junto con <strong>el</strong>Consejero Real y <strong>el</strong> Capitán de la Guardia. Y encontré esa ayuda.-De modo -dijo Kerin lentamente- que dices haber encontradoun <strong>el</strong>fo. Y bien, ¿dónde está ese <strong>el</strong>fo?<strong>Lorris</strong> dio un paso al frente.-Kerin -dijo Rak-, tengo <strong>el</strong> placer de presentarte al heredero altítulo ducal <strong>Lorris</strong> DeLendam, d<strong>el</strong> Reino de los <strong>Elfo</strong>s. <strong>Lorris</strong>, SuAlteza Real <strong>el</strong> príncipe Kerin... mi hermano menor.<strong>Lorris</strong> inclinó la cabeza en señal de respeto al tiempo que sequitaba la capucha. A la luz de las antorchas, todos pudieron ver surostro de <strong>el</strong>fo, sus orejas alargadas, los d<strong>el</strong>icados rasgos, los grandesojos almendrados...-No son sólo cuentos infantiles, como puedes ver -dijo Rak.Cuando Kerin pudo recuperarse de la sorpresa, le preguntó a suhermano, mirando de reojo a <strong>Lorris</strong> con desconfianza:
-¿Y podrá él libertar a nuestro pueblo?-Haré lo que pueda, Alteza -respondió <strong>Lorris</strong>, ad<strong>el</strong>antándose aRak.-¿Tú solo?<strong>Lorris</strong> se encogió de hombros.-Digamos que <strong>el</strong> resto de mis congéneres no están preparadospara luchar -dijo-. No puedo decir más, lo siento.Kerin no dijo nada, pero no le quitó <strong>el</strong> ojo de encima. Rak, paraaliviar un poco la tensión, dijo:-Es tu turno, hermano. Explícanos, ¿qué hacemos aquí? ¿Ycómo lograste escapar de las minas?-De la misma manera que tú -respondió Kerin con una sonrisa-.Oculto en una vagoneta de arkal cuando no había ningún ser de negroa la vista que pudiera descubrirme.>>Sólo que yo no salí d<strong>el</strong> Reino de los Enanos. Me oculté enlos tún<strong>el</strong>es subterráneos, y allí encontré a un grupo de enanos que, dealguna manera, también habían logrado escapar. Algunos de <strong>el</strong>loshabían sido dados por inútiles en las minas y habían sido arrojados alos contenedores de basura. Habían logrado llegar hasta los tún<strong>el</strong>es yallí estaban reponiendo las fuerzas.>>Decidimos que había que luchar. Y entre todos formamos laBrigada Invisible: un comando que se dedica a hostigar a los esbirrosde Ordulkar, facilitando la huída, de vez en cuando, de algunos de losnuestros, y retrasando todo lo que podemos la construcción de lafortaleza. Nuestro grupo crece con cada incursión en Denils, nuestroterritorio son los subterráneos y nuestros enanos están repartidos portodo <strong>el</strong> Reino. Asaltamos los cargamentos de arkal que llegan de lasminas, hacemos algún que otro destrozo en la fortaleza, ayudamos aquien más lo necesita, hacemos lo que podemos, y nos hemosconvertido en <strong>el</strong> mayor dolor de cabeza de Ordulkar. Gracias a lostún<strong>el</strong>es aparecemos y desaparecemos donde menos se nos espera, ypor <strong>el</strong>lo se nos llama "la Brigada Invisible". Nuestro mayor logro eshaber robado recientemente los planos para la construcción. El castillode Ordulkar lleva retraso, sigue incompleto, porque no puedencontinuarse las obras tan deprisa como antes. Mientras, aprovechamos
- Page 1 and 2: Lorris el Elfo2. El vuelo de la lec
- Page 3 and 4: -Es lo que llamamos "el Puño de Gr
- Page 5: hecha de un material que relucía c
- Page 8 and 9: la compuerta-Oye, tú -le dijo, imi
- Page 11 and 12: fue encadenada a la roca y le pusie
- Page 13 and 14: -Dice la verdad -concluyó Nerida,
- Page 15: Capítulo III: "La Brigada Invisibl
- Page 19 and 20: preocupación.Lorris consideró la
- Page 21 and 22: -Su poder es increíble -fue lo ún
- Page 23 and 24: Capítulo IV: "Rebelión"Los enanos
- Page 25 and 26: ¿Cómo te atreves a llevarnos a la
- Page 27 and 28: la facultad de leer el corazón de
- Page 29 and 30: Capítulo V: "Ante Ordulkar"Con el
- Page 31 and 32: -¡Lo que pasa es que al elfo le re
- Page 33 and 34: -¡Te recuerdo que tengo el doble d
- Page 35 and 36: Capítulo VI: "La providencial Ona"
- Page 37 and 38: odio.* * *Bajo tierra, no muy lejos
- Page 39 and 40: Lorris avanzó por los lóbregos pa
- Page 41 and 42: Capítulo VII: "Los rayos de Arsis"
- Page 43 and 44: vía libre, si lograba despistar a
- Page 45 and 46: explicaciones! Él nos necesita.Sub
- Page 47 and 48: Capítulo VIII: "El Manantial"Ordul
- Page 49 and 50: quería saber. La respuesta del ave
- Page 51 and 52: Ona asintió.-Conozco la historia -
- Page 53 and 54: Capítulo IX: "Frela Darildia"Al d
- Page 55 and 56: Se trataba de una parte del bosque
- Page 57 and 58: Cuando estuvieron ya a bastante dis
- Page 59 and 60: música de la Reina de los Fugaces,
- Page 61 and 62: dispuesta a seguir hablando de la m
- Page 63 and 64: -¡Fugaces!-Hablando claramente, du
- Page 65 and 66: Elga lo soltó. Lorris la miró sor
- Page 67 and 68:
y laberínticos pasillos. Ni un sol
- Page 69 and 70:
-Mañana -informó una voz.Cuando L
- Page 71 and 72:
-¿Itchyak...?Lorris se volvió bru
- Page 73 and 74:
pequeños cuerpecitos, sus ojos rel
- Page 75 and 76:
ojos. Cuando los abrió, sus atadur
- Page 77 and 78:
tiempo para preguntas.-Creen que no
- Page 79 and 80:
Izan se volvió bruscamente hacia e
- Page 81 and 82:
del bolsillo, comenzó a tallarla.E
- Page 83 and 84:
Capítulo XIV: "El Oso Bicéfalo"-C
- Page 85 and 86:
único que se me ocurre es seguir l
- Page 87 and 88:
como si estuviera calculando las di