11.07.2015 Views

Lorris el Elfo - Laura Gallego

Lorris el Elfo - Laura Gallego

Lorris el Elfo - Laura Gallego

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Él decía que un hombre de verdad no debía entretenerse con esascosas, que eran para señoritas de clase alta. Pero en <strong>el</strong> fondo me teníaenvidia porque él no sabía leer y no soportaba que su sobrino supieraalgo que él no sabía.>> Me dejó medio muerto de los golpes que me dio. Y decidíescaparme de casa. Sin embargo, siempre lo dejaba para más ad<strong>el</strong>anteporque no tenía ningún sitio adonde ir.>>Un día, estando sentado a la orilla d<strong>el</strong> río, se me apareció unamujer. Era rubia, y tenía unas alas largas, d<strong>el</strong>gadas, transparentes. Medijo que yo había sido <strong>el</strong>egido; que despertara a la magia. Y entoncesdesapareció.>>Pensé que había sido un sueño. Pero, en mi desesperadasituación, sólo se me ocurrió investigar acerca de aqu<strong>el</strong>la mujer. Yatenía un objetivo.>>Yo había leído acerca de las Siete Razas de Ilesan, y, traspensarlo mucho, llegué a la conclusión de que, pese a su reducidotamaño, sólo los fugaces correspondían a la descripción.>>De modo que llevé a cabo mi proyecto y escapé. Meencaminé hacia <strong>el</strong> norte para ir en busca de la legendaria Fr<strong>el</strong>aDarildia, la Reina de los Fugaces, para preguntarle sobre la magia ysobre todo acerca de lo que yo dudaba.>>Mi tío, furioso por mi huída, organizó una batida, ayudadopor otros granjeros de Aders. Como me buscaban en <strong>el</strong> Reino de losHumanos, no tuve más remedio que cruzar <strong>el</strong> Dalmar y proseguir miviaje por <strong>el</strong> Reino de los Duendes. Éstos me capturaron, y me llevaronante su Rey. Le dije un par de cosas bien dichas, se puso furioso y <strong>el</strong>resto ya lo sabéis.-De modo que conocías <strong>el</strong> Reino de los Duendes como la palmade tu mano -comentó Elga con sarcasmo.Izan se encogió de hombros.-Era la única manera de conseguir que me liberaras -respondió.-¿Y cómo sabemos que esa historia que nos has contado no esotra patraña tuya?Izan no respondió. Saltó de la roca y se dirigió hacia un árbolbajo. Después de rodearlo, arrancó una rama y, sacándose una navaja

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!