You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ojos. Cuando los abrió, sus ataduras estaban cortadas, y Elga, apoyadaen <strong>el</strong> pomo de la tizona, sonreía abiertamente.-¿Decías? -preguntó.-No, nada -farfulló <strong>el</strong> humano, restregándose las manos-. M<strong>el</strong>lamo Izan.-¿Izan qué más?-Izan -repitió <strong>el</strong> muchacho mirándola a la defensiva.Elga no insistió.-Yo soy Elga Worfind<strong>el</strong>, y mi amigo es <strong>Lorris</strong> DeLendam.-No hay tiempo para eso -gruñó <strong>Lorris</strong>-. Tenemos que salir deaquí.-Tiene malas pulgas tu amigo, ¿eh? -comentó Izan.Elga no respondió. Trató de sostener a <strong>Lorris</strong>, que apenas podíacaminar, y <strong>el</strong> joven humano acudió rápidamente en su ayuda. Entre losdos pudieron hacer que echara a andar, aunque cojeando, y se alejaronlentamente d<strong>el</strong> claro.Avanzaban lo más rápidamente que podían en aqu<strong>el</strong>lascondiciones, y, finalmente, dejaron atrás Eerei. La luz era cada vezmenor.-Vendrán pronto a buscarnos -musitó Elga, echando una rápidamirada atrás-. ¡Y ya apenas se ve nada!La respiración entrecortada de <strong>Lorris</strong> la ponía más nerviosatodavía.-Debemos detenernos -dijo, uniendo la acción a la palabra-.<strong>Lorris</strong> necesita atención médica.Izan se plantó frente a la muchacha y la miró a los ojos.-No hay tiempo -dijo muy despacio-. Métet<strong>el</strong>o en la cabeza. Alamanecer alcanzaremos las montañas y entre las rocas encontraremosalgún escondite. Pero ahora no podemos detenernos.-Seguiremos, Elga -intervino <strong>Lorris</strong>.La muchacha lanzó una mirada preocupada al <strong>el</strong>fo, querespiraba con dificultad, y cuyo rostro estaba cubierto de sudor.-Pero... -protestó.-Seguiremos -cortó tajantemente <strong>Lorris</strong>.Elga no puso más objeciones, de modo que prosiguieron la