11.07.2015 Views

Lorris el Elfo - Laura Gallego

Lorris el Elfo - Laura Gallego

Lorris el Elfo - Laura Gallego

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Capítulo XII: "Izan""No confíes en nadie... no confíes en nadie..."<strong>Lorris</strong> trató de quitarse aqu<strong>el</strong>la voz de la cabeza mientrasasestaba golpes de espada a diestro y siniestro. No lograba acertar.Los duendes eran rapidísimos en sus movimientos, y <strong>el</strong> Rey, que tantorpe parecía, no lo era en absoluto. "Nos han engañado", pensó<strong>Lorris</strong>. "Hemos caído en la trampa como bobos. Itchyak comunicónuestro plan a todos los duendes y fingieron que dormían sólo paradarse <strong>el</strong> gusto de tomarnos <strong>el</strong> p<strong>el</strong>o..."Interrumpió sus reflexiones un grito de Elga. Se girórápidamente. La muchacha había sido rodeada por los duendes. "Seestán divirtiendo a nuestra costa", pensó <strong>el</strong> <strong>el</strong>fo furioso. "Estánjugando con nosotros como <strong>el</strong> gato con <strong>el</strong> ratón".Un duende le saltó a la espalda por detrás. <strong>Lorris</strong> pudo oír larisa esquizofrénica de la criatura y trató de sacudírs<strong>el</strong>a de encima. Elduende no dejó de reír.-¡Arre, caballito! -se burló.<strong>Lorris</strong> emitió un grito de furia y desesperación que no hizo sinodivertir más a los duendes. Dos más se le aferraron a las piernas, y <strong>el</strong><strong>el</strong>fo se giró con brusquedad para asestarles un golpe de espada.Golpeó con todas sus fuerzas, pero <strong>el</strong> duende se desprendióágilmente y <strong>el</strong> acero fue a clavarse dolorosamente en la piernaizquierda de <strong>Lorris</strong>, que gritó de nuevo, pero esta vez de dolor.Se le doblaron las piernas y cayó de rodillas al su<strong>el</strong>o. Losduendes reían cru<strong>el</strong>mente, Elga gritaba su nombre, apenas sentía lapierna izquierda...<strong>Lorris</strong> pensó que todo había terminado. Todo Eerei estaba allí.Eran demasiados duendes, y estaban por todas partes. No podría con<strong>el</strong>los, y mucho menos con la pierna izquierda herida.Entonces súbitamente una voz aguda se <strong>el</strong>evó por encima de lasrisas de los duendes:-¡Al ataque!Un grupo de diez o doce fugaces, liderados por Ona, descendióen picado de las copas de los árboles, brillando como estr<strong>el</strong>las sus

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!