Monumento de superstición: « La superstición es un sentimientode veneración religiosa, alimentado por el miedo o la ignorancia...Los monumentos de superstición serían, pues, lasiglesias. Esta metrópoli crudamente moderna ha conseguidolibrarse del mayor obstáculo para su felicidad, según<strong>Rimbaud</strong>: la conciencia del bien y del mal, la doctrina delpecado» (C.J. op, cit. pág. 189).Erinias: Alecto, Tisífone y Megera, también llamadas -curiosamente-las euménides, «las bondadosas». Entre los romanosse las identificó con las Furias. Diosas primitivas, encargadasde vengar los crímenes y las afrentas a la familia.Genios alados, llevan serpientes enroscadas en el cabelloy látigos en la mano; su mansión es el Érebo, la Tiniebla delos Infiernos. «Como protectoras del orden social, castigantodos los delitos susceptibles de turbarlo, así como el exceso,la hybris, que tiende a hacer olvidar al hombre su condiciónde mortal» Pierre Grimal, Diccionario de mitologíagrecolatina, Páidós, Barcelona, pág 170). Enviadas por lanaturaleza, ¿no acabarán, no están ya haciéndonos pagarcara nuestra insolencia?maisons aussi bien que dans le plan dela ville. Ici vous ne signaleriez les tracesd’aucun monument de superstition. Lamorale et la langue ont été réduites àleur plus simple expression, enfin! Cesmillions de gens qui n’ont pas besoinde se connaître amènent sipareillement l’éducation, le métier etla vieillesse, que ce cours de vie doitêtre plusieurs fois moins long que cequ’une statistique folle trouve pour lespeuples du Continent. Aussi comme,de ma fenêtre, je vois des spectresnouveaux roulant à travers l’épaisseet éternelle fumée de charbon, — notreombre des bois, notre nuit d’été! —des Érinnyes nouvelles, devant moncottage qui est ma patrie et tout moncoeur puisque tout ici ressemble àceci — la Mort sans pleurs, notreactive fille et servante, unAmour désespéré et un joli Crimepiaulant dans la boue de la rue.****tantes han evitado cualquier gusto conocido.Aquí no hallaríais vestigios de ningúnmonumento de superstición. La moraly el lenguaje han sido reducidos —¡por fin! — a su expresión más sencilla.Estos millones de individuos que no necesitanconocerse llevan de forma tan similarla educación, el trabajo y la vejezque el transcurso de sus vidas debe de sermucho menos largo de lo que señala unaloca estadística con respecto a los pueblosdel continente. Por eso, desde miventana, veo nuevos espectroserrando por entre la espesa y eterna humaredade carbón —¡nuestra sombra de losbosques, nuestra noche de verano! —, veonuevas Erinias ante mi pequeña casa rústicaque es mi patria, que es mi enterocorazón puesto que todo aquí se asemejaa éste, veo a la Muerte sin llanto,nuestra activa doncella y servidora, veoun Amor desesperado y un hermoso Crimengimiendo en el fango de la calle.RODERASTexto del ms. Lucien-Graux, hoja 14.Mil roderas inclinadas: A no ser que <strong>Rimbaud</strong> quiera decir queestas mille ornières rapides son el resultado del paso veloz devarios vehículos, el adjetivo rapide debe ser traducido aquí,según Jeancolas, como «en pendiente, inclinado», sentido quecuadra mucho mejor con el texto original (op. cit. pág. 201).Desfile de maravillas: féerie (de fée, «hada») es palabra polisémicay, por tanto, difícil de traducir. Significa: «aquello que es de unabelleza maravillosa. Hechicería. Cuento de hadas». Y también,«espectáculo fantástico, encantador; comedia de magia».De madera dorada: dada la construcción de la frase, pueden serde madera dorada tanto los carros como los animales queéstos llevan. Es más lógico lo primero, pero más sugerente ymás probable- lo segundo. Ud. elige.Vehículos abozados: esto es, «amarrados o envueltos con bozas».Según el María Moliner, «boza» es término marino que significa:«trozo de cuerda sujeto en la proa de las embarcacionesmenores con el cual se amarran al muelle o a otro sitio».Pero también: «especie de cabo con el que se amarra o envuelveel calabrote, una cadena o cualquier otra cosa paraque no se escurra». Los vehículos del texto van, pues, cargadosde objetos sujetos con «bozas».Penachos color ébano: Lit. «de ébano», cosa harto improbableaunque aquí se nos esté narrando un desfile de féeries, ano ser que debamos entender la palabra «penacho» comouna metáfora sustitutiva, nada frecuente en este libro.bosser I vtr Náut abozar, sujetar con bozas. II vi fam currarboza cabo para amarrar las embarcacionesOrnièresA droite l’aube d’été éveille lesfeuilles et les vapeurs et les bruitsde ce coin du parc, et les talus degauche tiennent dans leur ombreviolette les mille rapides ornièresde la route humide. Défilé deféeries. En effet: des chars chargésd’animaux de bois doré, de mâtset de toiles bariolées, au grandgalop de vingt chevaux de cirquetachetés et les enfants, et leshommes, sur leurs bêtes les plusétonnantes; — vingt véhicule,bossés, pavoisés et fleuris commedes Carrosses anciens ou de Contes,pleins d’enfants attifés pour unepastorale suburbaine. — Même descercueils sous leur dais de nuit dressantles panaches d’ébène, filantau trot des grandes juments bleueset noires.****RODERASA la derecha, el alba de verano despiertalas hojas y los vapores y los ruidosde este rincón del parque; a la izquierda,los taludes guardan en su sombravioleta las mil roderas inclinadasdel camino húmedo. Desfile demaravillas: carros cargados de animalesde madera dorada, de mástilesy de lonas abigarradas,con veinte caballos de circojaspeados que marchan a galope tendido,mientras los niños y los hombres van a lomos delas más asombrosas bestias; veinte vehículosabozados, empavesados y floridos comocarrozas antiguas o de cuento, repletosde niños emperejilados para unapastoral suburbana. E incluso ataúdesirguiendo, bajo su dosel de noche, lospenachos color ébano, desfilando altrote de grandes yeguas azules ynegras.CIUDADESTexto del ms. Lucien-Graux, hoja 15.VillesCe sont des villes! C’est unpeuple pour qui se sont montésCIUDADES¡Ciudades! ¡Un pueblo para elcual fueron erigidos tales14
Alleghanys: Cadena montañosa de Estados Unidos que forma parte delos Apalaches y que atraviesa los estados de Virginia, Maryland yPennsylvania. Como habrá comprobado ya el lector, este tipo dereferencias geográficas es muy frecuente en toda la obra de<strong>Rimbaud</strong>, quien fue un extraordinario viajero (tanto en el plano físicocomo en el mental), impulsado por un anhelo de liberación. ¡Unos60.000 kms. recorridos, la mayoría a pie!Chalé: Término originalmente suizo que por entonces significaba «cabañade pastor; casa rústica de los Alpes». De ahí que algunos críticos,como A. Adam, vean en en esta enigmática imagen una alusióna una línea de funiculares suizos que entró en funcionamiento haciael año 1870.El chirrido mecánico de los carillones: <strong>Rimbaud</strong> puede ser fantasioso,hiperbólico a veces, pero jamás absurdo. Luego el términochasse no puede significar aquí «caza» sino «juego mecánico,holgura de las piezas que encajan unas en otras». Sentido querefuerza una de las acepciones del verbo crier: «chirriar, rechinar,hacer un ruido estridente».Roldanes: Alusión al final de la epopeya medieval conocida comoChanson de Roland, cuando el protagonista expira enRoncesvalles haciendo sonar su famoso cuerno.Centauras seráficas: «Como es habitual, <strong>Rimbaud</strong> relaciona aquí dos términosantinómicos para suscitar lo imaginario. Por un lado, los centaurosson, como es sabido, animales mitológicos, que él vuelve aún más paganostransformándolos en mujeres. Por otro lado -el opuesto-, losserafines constituyen la más alta jerarquía angélica. Este encuentrotiene lugar en el cielo, en los campos de las alturas. Bescherelle precisa,en efecto, que en astronomía el Centauro es una constelación meridionalsituada bajo la cola de la Hidra, por encima de la Vía Láctea. Yasí, en esta frase, hallamos reunidos a Centauro, los serafines (el cielo)y las avalanchas (la Vía Láctea)» (C.J. op. cit. págs. 68-69).Olas orfeónicas: olas corales, cantarinas, rumorosas. De «orfeón», términoligado etimológicamente con el poeta y músico Orfeo. Orfeónicoes, en este caso, un neologismo, puesto que en castellano lo másaproximado al original es el sustantivo «orfeonista».Por otra parte, en su comentario a esta frase, Jeancolas nosrecuerda un sentido arcaico de la palabra flotte ligado no a «ola»sino a «flota: gran número, multitud». Por lo que la expresiónolas orfeónicas podría entenderse también como «una multitudorfeónica», «una muchedumbre que canta».Braman: Además de «dar mugidos», «mugir» significa, en sentido figurado,«bramar, producir un ruido formidable, hablando del mar y del viento».Mab: En los cuentos populares ingleses (de los que Shakespearebebió para escribir A Midsummer-Night’s Dream), Mab es lareina de las hadas, mujer de Oberón. Siguiendo su costumbre,<strong>Rimbaud</strong> generaliza el nombre pluralizándolo.Torrentes: «ravine: pequeño curso de agua pluvial que descienderápidamente desde un lugar elevado. Se emplea a veces porravin». Sin duda alguna, éste, y no el de «barranco», es el sentidomás acorde con la imagen que evoca la frase, añadiéndoleuna sensación de luz, frescura y transparencia.Venus entra en las cavernas de los herreros y de los ermitaños: aunquelas figuras del herrero y del ermitaño son dos símbolos claves en lapoesía del autor, creo ver en esta frase una alusión al mito de Hefestoso Vulcano y, tras ella, veladas referencias a la propia vida del poeta.Entre los muchos avatares de su azarosa y emblemática vida,se nos dice que Hefestos, cojo de nacimiento, deforme (esto es,«anormal»), fue arrojado por su madre Hera, quien se avergonzabade él, desde lo alto del Olimpo. «Hefestos cayó en el Océano, dondefue recogido por Tetis y Eurínome, que le salvaron la vida y locriaron por espacio de nueve años en una gruta submarina ... Paravengarse de su madre, Hefestos fabricó en secreto un trono de oro,en el que unas cadenas sujetaban al que se sentase en él, y loenvió a Hera. Ésta se sentó imprudentemente y quedó atada, sinposibilidad alguna de librarse de las cadenas ... Hefestos es el señordel elemento ígneo... Dios de los metales y la metalurgia (de ahísu inclusión en la simbología alquímica) ... Es, entre los dioses, loque Dédalo entre los humanos: un inventor para quien ningún milagrotécnico resulta imposible ... Hefestos pasaba por haber tenidomujeres de gran belleza... Son famosas sobre todo sus aventurascon AfroditaVenus, narradas en la Odisea, a quien Zeus le unió ...»(Pierre Grimal, op. cit., pág. 228. Los subrayados son míos.).Burgos: Arcaísmo medieval que mantengo, dado que seguramenteson de esa época las leyendas a las que alude <strong>Rimbaud</strong>.Quizá las pertenecientes al «ciclo artúrico».Compañías: Puesto que cantan con júbilo la llegada delnuevo trabajo, es más probable que se trate de «compañíascomerciales», gremios, que de «compañías militares».El término también puede significar, sencillamente,«grupos de personas».Los montes ... encontrarnos: La frase no es clara, ni para mí ni -por loque deduzco- para mis colegas. ¿Quiénes debían volver a encontrarseo quizás se encontraron sin advertirlo? ¿El narrador y losfabulosos fantasmas o el narrador y las compañías de Bagdad (posibilidadmás coherente)? A este problema hay que unir el queplantea otra virtual, no disparatada y más sugerente interpretación:«... los montes en los que acaso alguien se ha encontrado así mismo», ha hallado paz, serenidad. Interpretación ligada a lafigura del santo, del ermitaño que, como ya he dicho, es fundamentalen la obra y el pensamiento de <strong>Rimbaud</strong>.ces Alleghanys et ces Libans derêve! Des chalets de cristal et debois qui se meuvent sur des railset des poulies invisibles. Lesvieux cratères ceints de colosseset de palmiers de cuivre rugissentmélodieusement dans les feux.Des fêtes amoureuses sonnent surles canaux pendus derrière leschalets. La chasse des carillonscrie dans les gorges. Descorporations de chanteurs géantsaccourent dans des vêtements etdes oriflammes éclatants commela lumière des cimes. Sur lesplates-formes au milieu desgouffres, les Rolands sonnentleur bravoure. Sur lespasserelles de l’abîme et lestoits des auberges l’ardeur du cielpavoise les mâts. L’écroulementdes apothéoses rejoint les champsdes hauteurs où les centauressesséraphiques évoluent parmi lesavalanches. Au-dessus du niveaudes plus hautes crêtes, une mertroublée par la naissance éternellede Vénus, chargée de flottesorphéoniques et de la rumeur desperles et des conques précieuses,la mer s’assombrit parfois avecdes éclats mortels. Sur lesversants, des moissons de fleursgrandes comme nos armes et noscoupes, mugissent. Des cortègesde Mabs en robes rousses,opalines, montent des ravines. Làhaut,les pieds dans la cascade etles ronces, les cerfs tètent Diane.Les Bacchantes des banlieuessanglotent et la lune brûle et hurle.Vénus entre dans les cavernes desforgerons et des ermites. Des groupesde beffrois chantent les idées despeuples. Des châteaux bâtisen os sort la musiqueinconnue. Toutes les légendesévoluent et les élans se ruentdans les bourgs. Le paradis desorages s’effondre. Les sauvagesdansent sans cesse la Fête de laNuit. Et, une heure, je suisdescendu dans le mouvementd’un boulevard de Bagdad oùdes compagnies ont chanté lajoie du travail nouveau, sousune brise épaisse, circulant sanspouvoir éluder les fabuleuxfantômes des monts où l’on a dûse retrouver.Quels bons bras, quelle belle heureme rendront cette région d’oùviennent mes sommeils et mesmoindres mouvements?Alleghanys y tales Líbanos de ensueño!Chalés de cristal y de maderaque se desplazan sobreraíles y poleas invisibles. Viejoscráteres ceñidos por colosos y porpalmeras de cobre cuyas llamas rugenmelodiosamente. Sobre los canales suspendidosdetrás de los chalés se expandeel rumor de unos festejos amorosos.En las gargantas resuena el chirridomecánico de los carillones.Corporaciones de cantores gigantesacuden con trajes yoriflamas resplandecientescomo la luz de las cumbres. Sobrelas plataformas, en medio delas símas, los Roldanes expresansonoramente su bravura. Sobre laspasarelas del abismo y los techos de losalbergues, el ardor del cielo empavesalos mástiles. El derrumbamiento delas apoteosis llega a los camposde las alturas donde las centaurasseráficas ejecutan evolucionesentre las avalanchas. Por encima delnivel de las cumbres más altas, el maragitado por el nacimiento eterno deVenus, cargado de olasorfeónicas y del rumor deperlas y de conchas preciosas,se ensombrece a veces con estallidosmortales. En las laderas,cosechas de flores, tan grandescomo nuestras armas y nuestrascopas, braman. Cortejos de Mabsvestidos con atuendos rojos, opalinos,se elevan desde los torrentes. Allá arriba,con las patas hundidas en la cascada ylas zarzas, los ciervos maman de Diana.Las Bacantes de los suburbiossollozan y la luna aúlla y arde. Venusentra en las cavernas de los herrerosy de los ermitaños. Grupos de campanasde atalaya cantan las ideas delos pueblos. De los castillos edificadoscon huesos surge la música desconocida.Todas las leyendas se sucedeny los anhelos ardientes se abalanzansobre los burgos. El paraíso delas tormentas se desploma. Lossalvajes bailan sin parar el festejode la noche. Y yo, he bajadoy me he mezclado durante unahora al ajetreo de una calle deBagdad donde algunas compañíascantaron con júbilo al nuevo trabajo,bajo una brisa densa, circulandosin poder eludir a los fabulososfantasmas de los montes en los quedebimos volver a encontrarnos.¿Qué buenos brazos, qué buenahora me devolverán esta región dela que provienen mis sueños y mismás leves movimientos?15