11.07.2015 Views

teoria de las relaciones internacionales - Páginas Personales UNAM

teoria de las relaciones internacionales - Páginas Personales UNAM

teoria de las relaciones internacionales - Páginas Personales UNAM

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALESPor Gabriel Gutiérrez Pantoja. InvestigadorProyectos individuales:Textos <strong>de</strong> apoyo bibliográfico a la docenciaINDICE CAPITULARCAPÍTULO 1CAPÍTULO 2(Problemas).CAPÍTULO 3CAPÍTULO 4Teoría científica.Construcción teórica en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>Enfoques conceptuales tradicionales.Enfoques conceptuales contemporáneos.ÍNDICE GENERALIntroducción..CAPÍTULO 1 TEORÍA CIENTÍFICA1.1 Definiciones opcionales1.1.1 Teorías generales1.1.2 Teorías parciales y mo<strong>de</strong>los1.1.3 Hipótesis1.2 Elementos <strong>de</strong> la teoría científica1.2.1 Concepto1.2.2 Categorías1.2.3 Leyes1.3 Características, problemas y fines fundamentales <strong>de</strong> la teoría científica1.4 Teoría científica y enfoques conceptualesCAPÍTULO 2 CONSTRUCCIÓN TEÓRICA EN LAS RELACIONESINTERNACIONALES (PROBLEMAS)ConceptualizaciónMétodos utilizadosObjeto <strong>de</strong> estudioProblema axiológicoA<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong> teorías al estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>Internacionales.


CAPÍTULO 3 ENFOQUES CONCEPTUALES TRADICIONALES.3.1 Historia3.1.1 Evolución3.1.2 Marco conceptual3.1.3 Objeto <strong>de</strong> estudio3.1.4 Métodos <strong>de</strong> análisis3.2 Enfoque jurídico3.2.1 Evolución3.2.2 Marco conceptual3.2.3 Objeto <strong>de</strong> estudio3.2.4 Métodos <strong>de</strong> análisis3.3 Derecho internacional, historia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> y teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>CAPÍTULO 4 ENFOQUES CONCEPTUALES CONTEMPORÁNEOS4.1 Realismo político4.1.1 Génesis y surgimiento4.1.2 Marco conceptual4.1.3 Supuestos teórico-metodológicos4.1.4 Métodos <strong>de</strong> análisis4.1.5 Concepción <strong>de</strong> la realidad internacional.4.2 Enfoque sistémico4.2.1 Génesis y surgimiento <strong>de</strong> la teoría sistémica4.2.2 Marco conceptual4.2.3 Supuestos teórico-metodológicos4.2.4 Métodos <strong>de</strong> análisis4.2.5 Concepción <strong>de</strong> la realidad internacional.4.3 Sociología histórica4.3.1 Génesis y surgimiento4.3.2 Marco conceptual4.3.3 Supuestos teórico-metodológicos4.3.4 Métodos <strong>de</strong> análisis4.3.5 Concepción <strong>de</strong> la realidad internacional.4.4 Enfoque marxista4.4.1 Génesis y surgimiento4.4.2 Marco conceptual4.4.3 Supuestos filosóficos4.4.4 Método dialéctico4.4.5 Concepción <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como totalidadConsi<strong>de</strong>raciones finalesBibliografía y hemerografía


INTRODUCCIÓNEl presente escrito tiene una doble finalidad: por un lado servir <strong>de</strong> apoyo para los cursos enlos que el estudio <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es parte <strong>de</strong> la currículoacadémica <strong>de</strong> quienes se encuentran en el proceso <strong>de</strong> formación profesional para elconocimiento <strong>de</strong> esta parcela <strong>de</strong> realidad que ha sido consi<strong>de</strong>rada como una disciplina, y,por el otro, <strong>de</strong>jar planteadas algunas reflexiones que nos lleven a pensar y reflexionar sobrelos criterios expuestos por algunos autores acerca <strong>de</strong> la evolución histórica y la exposición<strong>de</strong> fundamentos para la construcción <strong>de</strong>l contenido y uso <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías en el conocimientoacadémico <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.La primera finalidad es mo<strong>de</strong>sta por dos razones: una, que el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l texto secircunscribió, lo más apegado posible, al programa <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> la materia Teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong>Relaciones Internacionales <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Ciencias Políticas y Sociales <strong>de</strong> la UniversidadNacional Autónoma <strong>de</strong> México. Ello, <strong>de</strong> principio, lo ciñe a un criterio organizativo <strong>de</strong> lainformación, que podría ser limitativo para quienes sigan los programas <strong>de</strong> manera estricta,pero visto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otra perspectiva podría no serlo. Ello se <strong>de</strong>be a que en otras <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias<strong>de</strong> la <strong>UNAM</strong> don<strong>de</strong> se imparte esa formación profesional, como <strong>las</strong> ENEP Aragón yAcatlán, tienen programas con una estructura distinta, lo mismo que en otras instituciones,don<strong>de</strong> también la estructura <strong>de</strong> la información se hace <strong>de</strong> acuerdo con los criterios <strong>de</strong> lostitulares <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los cursos impartidos, como en El Colegio <strong>de</strong> México, UniversidadFemenina <strong>de</strong> México, Universidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> Américas, campus Distrito Fe<strong>de</strong>ral y Puebla,Instituto Tecnológico y <strong>de</strong> Estudios Superiores <strong>de</strong> Monterrey y los cursos especializadosque imparte el Instituto Tecnológico Autónomo <strong>de</strong> México, entre otras instituciones, quehan consi<strong>de</strong>rado la pertinencia <strong>de</strong> impartir una formación profesional para <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> en nuestro país.Pero también, como señalamos, los contenidos <strong>de</strong> este texto pue<strong>de</strong>n servirles <strong>de</strong> apoyo,pues dan algunas referencias básicas que son inherentes a los objetivos <strong>de</strong> la materia, <strong>de</strong><strong>de</strong>scribir los contenidos <strong>de</strong> <strong>las</strong> proposiciones teóricas para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.Teniendo en cuenta que cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> escue<strong>las</strong> en <strong>las</strong> que se imparte esta materia tiene supropia forma <strong>de</strong> organizar la temática <strong>de</strong> su contenido, <strong>de</strong> conformidad con la estructura <strong>de</strong>la currículo académica para la formación <strong>de</strong> quienes estudian Relaciones Internacionales,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> seguir un criterio preestablecido, se ha intentado que el contenido <strong>de</strong> losapartados que aquí se exponen tengan a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> una relación entre sí, una in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia,para que puedan ser <strong>de</strong> utilidad en los diversos programas, por lo que se ha optado por<strong>de</strong>scribir, en algunos <strong>de</strong> sus principales sentidos, los enunciados que encabezan nuestroscapítulos.La segunda razón es que el presente escrito no preten<strong>de</strong> ser ni una guía, como el texto <strong>de</strong>Hans Joachim Leu, ni una sociología como la <strong>de</strong> Marcel Mene, ni una introducción como la<strong>de</strong> Celestino <strong>de</strong>l Arenal, ni una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la relación entre teoría y práctica como la <strong>de</strong>Roberto Mesa o una exposición esquemático-<strong>de</strong>scriptiva <strong>de</strong>l contenido (contendingtheories) <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, como la <strong>de</strong> James Dougherty y RobertPfaltzgraff Jr., pues en todas el<strong>las</strong> hay una riqueza analítica e interpretativa y una amplia<strong>de</strong>scripción bibliográfica para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. En estetexto se encontrará únicamente una revisión bibliográfica <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los pensadores quehan sido consi<strong>de</strong>rados como teóricos relevantes para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.


Partiendo <strong>de</strong> esa i<strong>de</strong>a, el texto incurre, <strong>de</strong> principio, en una falacia, ya que su título norespon<strong>de</strong> formalmente, como otros que ostentan la misma nominación, a una proposiciónexplicativa <strong>de</strong> la compleja realidad internacional, sino que solamente retorna algunaspremisas conceptuales que se consi<strong>de</strong>ran fundamentales para la teoría y referencias básicas<strong>de</strong> otros textos que se han constituido como esenciales para el estudio <strong>de</strong> dicha disciplina.Por lo que más propiamente podría ser titulado corno una aproximación al conocimiento <strong>de</strong>algunas proposiciones teóricas para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Por ello, esta obra no aspira a ser más que una referencia bibliográfica básica para elentendimiento <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> la(s) teoría(s) <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.El espacio que sí pue<strong>de</strong> cubrir este escrito, es coadyuvar <strong>de</strong> alguna manera, preten<strong>de</strong>mos, acubrir la difícil accesibilidad que tienen los estudiantes <strong>de</strong> la materia para allegarse algunosmateriales bibliográficos que se han hecho escasos tanto por el agotamiento <strong>de</strong> susediciones y su no reedición, como por su dificultad para encontrarlos en <strong>las</strong> distribuidoras<strong>de</strong> libros.Obviamente con esta obra no se pue<strong>de</strong> sustituir a los textos originales, que guardan en suestructura una serie <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as conjuntas que en su relación e integración proporcionan pautas<strong>de</strong> vastas y enriquecedoras proposiciones para la interpretación teórica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>. Asimismo, no se quiere soslayar el valor <strong>de</strong> otras obras que han tenido lamisma finalidad pero que, por su limitada difusión, se hacen inaccesibles para losinteresados en la temática.La segunda finalidad radica en que una serie <strong>de</strong> proposiciones que nos lleven a reflexionarsobre el entendimiento y la construcción <strong>de</strong> la teoría.Así, primero se hará referencia al concepto <strong>de</strong> teoría, y cómo lo entien<strong>de</strong>n quienes seabocan a su estudio, partiendo <strong>de</strong> los diversos significados que le dan al enunciado <strong>de</strong> lateoría científica. Derivado <strong>de</strong> ello se hará referencia a <strong>las</strong> dos opciones para la formulación<strong>de</strong> teorías: la teoría general y <strong>las</strong> teorías parciales, así como el papel que juegan <strong>las</strong>hipótesis en ese proceso.Como complemento se hará referencia a los elementos <strong>de</strong> la teoría científica,particularmente al concepto, <strong>las</strong> categorías y <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> conformidad con la acepción queimplica para <strong>las</strong> ciencias sociales y a los problemas y fines fundamentales <strong>de</strong> la teoríacientífica.Luego se expondrá cómo dichos conceptos generales, en <strong>las</strong> acepciones que se <strong>de</strong>scriben,se han relacionado, en algunas ocasiones, con el ámbito <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>. Ya que en el conocimiento teórico <strong>de</strong> la realidad internacional se hanpropuesto diversas ópticas que c<strong>las</strong>ifican a los enfoques en dos gran<strong>de</strong>s rubros que son elllamado tradicional que incluye al histórico y al jurídico y el llamado contemporáneo, sehará una <strong>de</strong>scripción general <strong>de</strong> dichos enfoques, resaltando los aspectos principales que losllevan a fundamentar sus teorías. Entre ellos se resaltan el realismo político, el enfoquesistémico, la sociología histórica y el enfoque marxista.Cada uno <strong>de</strong> ellos en sus orígenes, conceptualización, metodología y concepcionesprincipales. Esta finalidad permite tener un esbozo <strong>de</strong> los principales enfoques para elestudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Para concluir esta nota introductoria quiero hacer manifiesto que el presente libro fuepublicado en 1997 por Oxford University Press- Harla México S.A. <strong>de</strong> C.V. Por razonespropias <strong>de</strong> la actual administración <strong>de</strong> Oxford University Press el presente texto no sereeditó, y se me reintegraron los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> autoría, por lo cual, ahora <strong>de</strong> maneraelectrónica, se publica el texto en el espacio que me otorga mi Instituto <strong>de</strong> adscripción, el


<strong>de</strong> Investigaciones Bibliográficas, <strong>de</strong> la prestigiada <strong>UNAM</strong>, para que quien quiera apoyarseen él para el estudio <strong>de</strong> esta materia <strong>de</strong> la disciplina, pueda consultarlo por éste medio.Reitero mi más sincero reconocimiento al siempre firme apoyo <strong>de</strong>l doctor LeonelPereznieto Castro quien con su común atingencia me dio la oportunidad <strong>de</strong> estructurar esteescrito a mi libre albedrío. Ello implica que la selección y organización informativa <strong>de</strong>lcontenido es responsabilidad exclusiva <strong>de</strong>l autor.Septiembre <strong>de</strong> 2009


CAPÍTULO 1TEORÍA CIENTÍFICASUMARIO1.1 DEFINICIONES OPCIONALES1.1.1 Teorías generales1.1.2 Teorías parciales y mo<strong>de</strong>los1.1.3 Hipótesis1.2 ELEMENTOS DE LA TEORÍA CIENTÍFICA1.2.1 Concepto1.2.2 Categorías1.2.3 Leyes1.3 CARACTERÍSTICAS, PROBLEMAS Y FINES FUNDAMENTALES DE LATEORÍA CIENTÍFICA1.4 TEORÍA CIENTÍFICA Y ENFOQUES CONCEPTUALESEs muy común utilizar <strong>de</strong> manera convencional algunos conceptos; en algunasocasiones lo hacemos intentando basarnos en la “<strong>de</strong>finición” que alguien da sobre ellos, ycon sólo tener que repetir dicha <strong>de</strong>finición, preten<strong>de</strong>mos que se ha entendido algo <strong>de</strong> larealidad que refiere el concepto. No obstante aunque éstos pue<strong>de</strong>n tener normalmente unauna fundamentación en una realidad, o una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la realidad, no simplemente conrepetirlos se entien<strong>de</strong> su contenido, significado y magnitud.Si revisamos alguna <strong>de</strong> la literatura existente sobre el concepto <strong>de</strong> “teoría científica”,podremos darnos cuenta <strong>de</strong> que no es simple i<strong>de</strong>ntificar lo que este concepto significa,puesto que han existido toda una serie <strong>de</strong> proposiciones sobre cómo se le pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r.Por ello en este apartado queremos señalar cuáles son los problemas que se presentanal conocimiento, cuando se quiere i<strong>de</strong>ntificar <strong>de</strong> una manera unívoca a la teoría científica.Por ello no está en nuestra intención dar una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>terminista, que tenga querepetirse <strong>de</strong> memoria, sobre lo que es la teoría científica; sino solamente exponer algunosargumentos que permitan reflexionar sobre lo que son, pue<strong>de</strong>n ser y cómo construirse, <strong>las</strong>teorías científicas sobre ese complejo objeto <strong>de</strong> conocimiento que se i<strong>de</strong>ntifica comorealidad internacional. Y aunque en nuestro encabezado <strong>de</strong> la siguiente sección se hacereferencia a la intención <strong>de</strong> enunciar <strong>las</strong> posibles “<strong>de</strong>finiciones”, esto va en mayormedida intencionado a exponer <strong>las</strong> opciones para <strong>de</strong>scribir lo que se enuncia como <strong>las</strong>teorías científicas para que puedan ser entendidas, construidas y discutidas, en vez <strong>de</strong>ser solamente repetidas y falazmente aplicadas.Con ese fin, haremos una <strong>de</strong>scripción por separado <strong>de</strong> los enunciados que forman esteconcepto, para posteriormente conjuntarlos y explicar cómo se pue<strong>de</strong>n orientar hacia elestudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> Relaciones Internacionales.1.1 DEFINICIONES OPCIONALES.


El concepto “teoría” viene <strong>de</strong> la raíz griega theoria cuyo significado etimológico es “visióndivina» y su sentido refiere una posición <strong>de</strong> conocimiento para el ejercicio intelectivo elque, <strong>de</strong> acuerdo con Aristóteles es contemplativo, especulativo y <strong>de</strong>sinteresado, pues dacuenta <strong>de</strong> lo que se pue<strong>de</strong> abstraer, <strong>de</strong> lo que se percibe <strong>de</strong> la realidad. Así lo que secontempla, es <strong>de</strong>cir, lo que percibimos con nuestros sentidos, se transmite alpensamiento como una i<strong>de</strong>a con la que se especula sobre si lo que estamos percibiendocorrespon<strong>de</strong> <strong>de</strong> manera aproximada a la realidad y con ello, presumiblemente <strong>de</strong> unamanera <strong>de</strong>sinteresada, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir algo sobre su contenido.Esta expresión inicial, sobre el significado <strong>de</strong> la teoría, ha adquirido posteriormentealgunas otras connotaciones como <strong>las</strong> <strong>de</strong> observación, examen o investigación, don<strong>de</strong> cadauno <strong>de</strong> estos enunciados adquiere una connotación <strong>de</strong> acuerdo con su <strong>de</strong>scripción. Encualquiera <strong>de</strong> los enunciados, “la teoría» preten<strong>de</strong> expresar la forma en que a través <strong>de</strong> lossentidos se refleja como una generalidad, la realidad en el pensamiento. Aunque estaprimera <strong>de</strong>finición parte <strong>de</strong> esa generalidad, en <strong>las</strong> interpretaciones filosóficas se tieneprincipalmente una doble acepción; la primera i<strong>de</strong>ntifica la “teoría” como una ciencia <strong>de</strong>lsaber en general, una actitud eminentemente reflexiva <strong>de</strong>l ser humano que se diferencia <strong>de</strong>cualquier actividad práctica. En este sentido hay una separación radical entre teoría ypráctica pues la segunda se <strong>de</strong>sarrolla con base en lo percibido, y la teoría no sólo sereproduce a partir simplemente <strong>de</strong> la percepción, sino que preten<strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>de</strong> los elementos que la componen y que en la simple percepción no se manifiestan, lo queimplica un pensamiento lógico y especulativo sobre la realidad.La otra interpretación filosófica sobre la teoría parte <strong>de</strong>l principio que hay un indisolublevínculo entre la teoría y la práctica, esto es, nuestra acción intelectual y física que incida enel medio en el que nos encontramos, puesto que la sola contemplación <strong>de</strong> la realidad esinsuficiente para enten<strong>de</strong>r y explicar los diversos fenómenos, por lo que se requiere laacción práctica.Para enten<strong>de</strong>r esos conceptos opcionales sobre lo que es la teoría, cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong>áreas <strong>de</strong>l conocimiento establece criterios distintos. En <strong>las</strong> más recientes <strong>de</strong>scripcionessobre la teoría, se han generado gran<strong>de</strong>s discusiones en <strong>las</strong> <strong>de</strong>nominadas cienciasexperimentales, particularmente en la física y la química, aunque también <strong>las</strong> hay sobre laastronomía y la medicina. Uno <strong>de</strong> los escritos que dan cuenta <strong>de</strong> la función teórica en estasáreas <strong>de</strong>l conocimiento es el <strong>de</strong> Hempel, quien afirma que en <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong> la naturaleza<strong>las</strong> teorías juegan un importante papel para la investigación científica.Sobre <strong>las</strong> teorías Hempel afirma: “Las teorías se introducen normalmente cuandoestudios anteriormente realizados <strong>de</strong> una c<strong>las</strong>e <strong>de</strong> fenómenos han revelado un sistema <strong>de</strong>uniformida<strong>de</strong>s que se pue<strong>de</strong>n expresar en forma <strong>de</strong> leyes empíricas. Las teorías intentan,por tanto, explicar estas regularida<strong>de</strong>s y, generalmente, proporcionar una comprensión másprofunda y exacta <strong>de</strong> los fenómenos en cuestión. A este fin, una teoría interpreta estosfenómenos como manifestaciones <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s y procesos que están <strong>de</strong>trás o por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>ellos, por <strong>de</strong>cirlo así. Se presume que estos procesos están gobernados por leyes teóricascaracterísticas, o por principios teóricos, por medio <strong>de</strong> los cuales la teoría explica entonces<strong>las</strong> uniformida<strong>de</strong>s empíricas que han sido <strong>de</strong>scubiertas previamente, y normalmente predicetambién “nuevas” regularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tipo similar.” 11 HEMPEL, Karl G., Filosofía <strong>de</strong> la ciencia natural, Alianza, Madrid, 1966, p. 107.


Según esta i<strong>de</strong>a, <strong>las</strong> teorías que se proponen en <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong> la naturaleza por estarbasadas en la experiencia <strong>de</strong> los estudiosos <strong>de</strong> esas disciplinas, permiten encontrar yexplicar regularida<strong>de</strong>s comunes que pue<strong>de</strong>n ayudar a elaborar leyes y, consecuentemente,predicciones. Esta es una i<strong>de</strong>a que se ha reproducido <strong>de</strong> manera muy común en <strong>las</strong> cienciassociales, así estas áreas <strong>de</strong>l conocimiento, incluidas <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, hantomado, equivocadamente, los criterios <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong> la naturaleza para elaborar susteorías. Esa base errónea se <strong>de</strong>be a que en <strong>las</strong> mismas ciencias <strong>de</strong> la naturaleza se estándiscutiendo los fundamentos <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías, puesto que bajo una perspectiva <strong>de</strong> análisishistórico <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong> la ciencia, se pue<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar que <strong>las</strong> teorías tienen vali<strong>de</strong>zpara un tiempo <strong>de</strong>terminado, pero para otro, éstas ya resultan insuficientes en suexplicación <strong>de</strong> la realidad.Para po<strong>de</strong>r fundamentar esa opinión <strong>de</strong>bemos buscar una ejemplificación <strong>de</strong> los criteriosque han llevado a la modificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías. Y aunque estamos conscientes <strong>de</strong> que esteescrito está dirigido a estudiosos <strong>de</strong> los fenómenos sociales, tomaremos un ejemplo quepue<strong>de</strong> estar más próximo al entendimiento común.De una u otra manera, casi todos hemos oído algo sobre la “gravedad”, una expresión queen el conocimiento <strong>de</strong> la física se i<strong>de</strong>ntifica simplemente como la fuerza <strong>de</strong> atracción que seda sobre todo objeto hacia el centro <strong>de</strong> la Tierra. En muchas ocasiones, <strong>de</strong> maneraconsciente o no, nos damos cuenta que cualquier objeto está posado sobre la superficieterrestre, ya sea en la más alta montaña o en el más profundo abismo, y que cuando suposición o ubicación no es muy firme en su punto <strong>de</strong> apoyo, ten<strong>de</strong>rá a caer hacia <strong>las</strong>uperficie más próxima. Así, un niño que apenas empieza a caminar, si su equilibrio no essuficiente, caerá a su más próxima superficie; lo mismo en el caso <strong>de</strong> alguien que seencuentre sobre una rama <strong>de</strong> árbol, una escalera, la la<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> una montaña, o se lance <strong>de</strong> unavión o un edificio en caída libre. También si se nos escapa <strong>de</strong> <strong>las</strong> manos una moneda, unenvase <strong>de</strong> cristal o unas hojas <strong>de</strong> papel, éstos ten<strong>de</strong>rán a caer.En síntesis, son diversos los ejemplos a nuestro alre<strong>de</strong>dor que nos <strong>de</strong>muestran la gravedad.Y aunque ello suce<strong>de</strong> con mucha frecuencia, en muy pocas ocasiones nos preguntamos porqué y cómo suce<strong>de</strong>, es <strong>de</strong>cir, en muy pocas ocasiones contemplamos y buscamos unaexplicación <strong>de</strong> esos sucesos y, por en<strong>de</strong>, elaboramos pocas teorías.Pero hay quienes, con el afán <strong>de</strong> buscar una explicación <strong>de</strong>l mundo que les ro<strong>de</strong>a, elaboranteorías que los <strong>de</strong>más asumen y reproducen sin explicarse, generalmente, su vali<strong>de</strong>z.En el caso <strong>de</strong>l concepto que nos ocupa, éste surge <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempos inmemoriales, el cual sefundamenta en otros conceptos como los <strong>de</strong> fuerza, movimiento, tiempo y espacio queforman parte <strong>de</strong> la base <strong>de</strong> la explicación <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías sobre la gravedad. Y aunque ennuestra ejemplificación haremos especial referencia a la fuerza <strong>de</strong> atracción en la cuasicircunferencia <strong>de</strong> la superficie terrestre, en <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> la gravitación hay explicaciones <strong>de</strong>la relación <strong>de</strong> la Tierra con el sistema planetario, que llevan a consi<strong>de</strong>rar la “gravedad” ensu compleja dimensión.Entre los principales teóricos que registraron y difundieron sus i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> la “gravedad”encontramos primeramente a Aristóteles, para quien la “gravedad” es evi<strong>de</strong>nte, pero segúnsu teoría, el causante <strong>de</strong> la aceleración en la caída <strong>de</strong> los cuerpos, era la fuerza producidapor la impulsión <strong>de</strong> aire que se generaba <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l cuerpo, <strong>de</strong>bido a que ese aire llenaba elvacío que iba formando el cuerpo en su caída. Si no hubiese ese aire los cuerpos no seacelerarían y caerían con un movimiento uniforme. Complementariamente <strong>de</strong>cía que los


cuerpos caían con una velocidad proporcional a su peso, lo que indicaba que un cuerpo máspesado caía más rápido que otro que tenía menos peso. 2Más a<strong>de</strong>lante, Galileo elaboró otra teoría <strong>de</strong> la gravedad en la que se ocupó particularmente<strong>de</strong> la aceleración <strong>de</strong> los cuerpos al caer en la tierra. Para Galileo, los cuerpos caen porqueese es su “estado natural” y no porque hubiese una fuerza que causara esa aceleración. Loscuerpos en su caída mantienen un movimiento uniforme, pero su interacción con otrocuerpo perturba ese estado pues se transforma la aceleración. Estas proposiciones teóricas<strong>de</strong> Galileo se diferencian <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong> Aristóteles, puesto que los criterios <strong>de</strong> observación yexperimentación cambian en ambos casos y, por en<strong>de</strong>, los llevan a conclusiones distintas;pues mientras para Aristóteles el “estado natural” <strong>de</strong> los cuerpos en caída es acelerada porsu peso, para Galileo la caída <strong>de</strong> los cuerpos es rectilínea y uniforme. 3Pero también esas dos posiciones tienen en común la premisa <strong>de</strong> que todo cuerpo semantiene en su “estado natural”, mientras no actúe sobre él una fuerza que lo saque <strong>de</strong>lmismo.Otro <strong>de</strong> los teóricos relevantes <strong>de</strong> la gravedad es Isaac Newton, para quien la fuerza no esuna propiedad <strong>de</strong> los cuerpos sino que es un ente distinto. Ello se <strong>de</strong>be a que la fuerza esvariable porque pue<strong>de</strong> disminuir o aumentar, lo primero suce<strong>de</strong> cuando los cuerpos sealejan <strong>de</strong> la tierra y lo segundo cuando se acercan. 4 A partir <strong>de</strong> esa i<strong>de</strong>a, Newton llegó alresultado <strong>de</strong> que <strong>las</strong> fuerzas <strong>de</strong> la gravedad terrestre <strong>de</strong>crecen como el cuadrado inverso <strong>de</strong>la distancia al centro <strong>de</strong> la Tierra.Asimismo formuló su “ley universal <strong>de</strong> gravedad”, en la que sentencia que todo cuerpomaterial atrae a otro con una fuerza directamente proporcional a sus masas e inversamenteproporcional al cuadrado <strong>de</strong> la distancia entre ellos. 5Varios siglos se mantuvo la propuesta <strong>de</strong> Newton que se había elevado a ley universal, peroen la primera mitad <strong>de</strong>l siglo veinte hubo un cambio en los criterios sobre la misma. Elargumento lo da Bertrand Russell, quien dice: “Newton afirmó que entre dos partícu<strong>las</strong>cualesquiera <strong>de</strong> materia hay una fuerza que es proporcional al producto <strong>de</strong> sus masas einversamente proporcional al cuadrado <strong>de</strong> su distancia. Es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>jando a un lado <strong>de</strong>momento la cuestión <strong>de</strong> la masa, si hay cierta atracción cuando <strong>las</strong> partícu<strong>las</strong> estánseparadas un kilómetro, habrá un cuarto a lo más <strong>de</strong> atracción cuando estén separadas doskilómetros, un noveno cuando estén separadas tres kilómetros, y así sucesivamente: laatracción disminuye tanto más rápidamente cuanto más aumenta la distancia. Ahora bien,Newton al hablar <strong>de</strong> la distancia, la entendía en un momento dado: pensaba que no podíahaber ambigüedad sobre el tiempo.” 6Esa i<strong>de</strong>a sirve <strong>de</strong> base para explicar la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l binomio “espacio-tiempo”. Russelldice que en la “teoría <strong>de</strong> la relatividad” ha existido un cambio frente a la concepción queanteriormente se tenía sobre esos conceptos pues, “la gente consi<strong>de</strong>raba que el tiempo y elespacio eran dos cosas completamente distintas.2 Cfr. De OYARZABAI., Juan <strong>de</strong> B. Ensayos sobre mecánica clásica. Programa <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> textouniversitario, <strong>UNAM</strong>, México, 1984, pp. 89 y 90.3 Cfr. Ibi<strong>de</strong>m., p. 89.4 Cfr. NATHAN, Elia, “Newton y la controversia sobre el materialismo”, en Materialismo y cienciasnaturales, <strong>UNAM</strong>, México, 1984, p. 91.5 Gamow, George, Biografía <strong>de</strong> la física, Salvat-Alianza, Madrid, 1971, p. 61.6 RUSSELL, Bertrand, ABC <strong>de</strong> la relatividad, Planeta-Ariel, Barcelona, 1981, p. 91.


La teoría <strong>de</strong> la relatividad ha cambiado esto. Existe ahora una serie <strong>de</strong> medios diferentespara fijar la posición en el tiempo, que no difieren tan sólo en lo referente a la unidad y alpunto <strong>de</strong> partida. En realidad, como hemos visto, si un suceso es simultáneo a otro en uncálculo o medida, lo prece<strong>de</strong>rá en otro y lo seguirá en un tercero. A<strong>de</strong>más, los cómputos <strong>de</strong>espacio y tiempo ya no son in<strong>de</strong>pendientes entre sí. Si se altera la forma <strong>de</strong> cómputo <strong>de</strong> laposición en espacio, se pue<strong>de</strong> alterar también el intervalo tiempo entre los dos hechos. Si sealtera la forma <strong>de</strong> cómputo <strong>de</strong> tiempo, se pue<strong>de</strong> alterar también la distancia en espacio entredos acontecimientos. De este modo espacio y tiempo ya no son in<strong>de</strong>pendientes comotampoco son <strong>las</strong> tres dimensiones <strong>de</strong> espacio. Seguimos necesitando <strong>las</strong> cuatro dimensionespara <strong>de</strong>terminar la posición <strong>de</strong> un hecho. Pero ya no po<strong>de</strong>mos, como antes, separar una <strong>de</strong><strong>las</strong> cuatro como totalmente in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras tres...Ya no existe un tiempouniversal que se pueda aplicar sin ambigüedad a cualquier parte <strong>de</strong>l universo Sólo existendiversos tiempos propios <strong>de</strong> los diversos cuerpos <strong>de</strong>l universo que coinci<strong>de</strong>naproximadamente en dos cuerpos que no tienen un movimiento rápido, pero que nocoinci<strong>de</strong>n exactamente nunca, a no ser que sean dos cuerpos en reposo y en relaciónmutua.” 7Para complementar el argumento aña<strong>de</strong>: “Po<strong>de</strong>mos recapitular ahora <strong>las</strong> razones quehicieron necesario sustituir “espacio- tiempo” por espacio y tiempo. La antigua separación<strong>de</strong> espacio y tiempo se basaba en la creencia <strong>de</strong> que no había ambigüedad en afirmar quedos hechos en lugares distintos sucedían al mismo tiempo. En consecuencia se pensaba quepodíamos <strong>de</strong>scribir la topografía <strong>de</strong>l universo en un momento dado y en términospuramente espaciales. Pero ahora que la simultaneidad resulta relativa a un observadorparticular, ello ya no es posible. Lo que para un observador es una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l estado<strong>de</strong>l mundo en un momento dado, para otro es una serie <strong>de</strong> sucesos en varios tiemposdistintos, cuyas <strong>relaciones</strong> no son simplemente espaciales sino también temporales. Por lamisma razón, estamos vinculados a los hechos más que a los cuerpos. En la vieja teoría eraposible consi<strong>de</strong>rar un número <strong>de</strong> cuerpos en el mismo instante, y puesto que el tiempo erael mismo para todos, podía prescindirse <strong>de</strong> él. Pero ahora no po<strong>de</strong>mos hacer eso siqueremos obtener un resultado objetivo <strong>de</strong> los hechos físicos.” 8Los postulados <strong>de</strong> <strong>las</strong> proposiciones teóricas <strong>de</strong> Einstein, los resume Russell en la siguientei<strong>de</strong>a:”Sabemos que la antigua física newtoniana es casi exacta cuando nuestras coor<strong>de</strong>nadashan sido elegidas en <strong>de</strong>terminado sentido. Sabemos que la teoría <strong>de</strong> la relatividad es casimás exacta todavía en coor<strong>de</strong>nadas buscadas a propósito. De tales hechos po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>ducirciertas cosas sobre <strong>las</strong> coor<strong>de</strong>nadas que en una <strong>de</strong>ducción lógica aparecen como postulados<strong>de</strong> la nueva teoría.Como tales postulados consi<strong>de</strong>ramos los siguientes:1 El intervalo entre dos acontecimientos próximos adopta una forma general... para<strong>las</strong> distancias;2 Todo cuerpo avanza en una geodésica <strong>de</strong>l espacio-tiempo, excepto cuando actúansobre él fuerzas no gravitacionales, y3 Un rayo-luz se <strong>de</strong>splaza en una geodésica en la cual el intervalo entre dos <strong>de</strong> suspartes cualesquiera es cero. 97 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 50 y 51.8 Ibi<strong>de</strong>m, p. 58.9 Ibi<strong>de</strong>m, p. 98.


Después <strong>de</strong> esa proposición, Russell afirma que la ley <strong>de</strong> la gravitación <strong>de</strong> Newton esinsostenible lógicamente, pues se sirve <strong>de</strong> la “distancia en un tiempo dado”.Esto <strong>de</strong>muestra que no po<strong>de</strong>mos quedamos satisfechos con <strong>las</strong> propuestas <strong>de</strong> Newton. 10Para esclarecer la diferencia fundamental entre <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Newton y <strong>las</strong> <strong>de</strong>Einstein, Russell <strong>las</strong> resalta <strong>de</strong> la siguiente manera: “Newton creía en la fuerza y en elespacio y en el tiempo absolutos. Incorporó estas creencias a sus métodos técnicos y susmétodos fueron idénticos a los <strong>de</strong> los físicos posteriores. Einstein inventó una nuevatécnica, libre <strong>de</strong> los supuestos <strong>de</strong> Newton, pero al llegar a ello tuvo que cambiar<strong>de</strong>finitivamente <strong>las</strong> viejas i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> espacio y tiempo, que habían permanecido inmutables<strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempo inmemorial. En ello resi<strong>de</strong> tanto la dificultad como el interés <strong>de</strong> su teoría. 11No obstante la diferencia existente entre la proposición teórica <strong>de</strong> Newton y la <strong>de</strong> Einstein,ambas se complementan puesto que: “Si examinamos <strong>las</strong> ecuaciones <strong>de</strong> la relatividadgeneral y <strong>las</strong> extrapolamos a un régimen don<strong>de</strong> <strong>las</strong> masas sean pequeñas, hallaremosque se convierten exactamente en <strong>las</strong> ecuaciones que obtendríamos <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> lagravitación universal <strong>de</strong> Newton. En otras palabras, la relatividad general contiene lagravedad newtoniana Y esa la extien<strong>de</strong>, pero no la invalida para la región para la que estaba<strong>de</strong>stinado su uso.” 12Con esta breve <strong>de</strong>scripción sobre “<strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> la gravedad”, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>terminarque no hay una sola teoría que explique algún elemento <strong>de</strong> la realidad. Y si bien el ejemploexpuesto da cuenta <strong>de</strong> que la “gravedad” es un evento más o menos estable que pue<strong>de</strong> serexperimentado <strong>de</strong> manera constante para verificar que lo que se dice <strong>de</strong> él correspon<strong>de</strong> a larealidad, en muchas ocasiones cuando alguno <strong>de</strong> los pensadores propone una teoría,ésta se constituye en un paradigma (o mo<strong>de</strong>lo teórico), como lo señala Kuhn, quesimplemente se reproduce sin corroborar constantemente los fundamentos en que sesustenta. Así, en el caso <strong>de</strong> la gravedad, tuvieron que pasar varios siglos para queGalileo hiciera un replanteamiento teórico a la propuesta <strong>de</strong> Aristóteles, Newton a la <strong>de</strong>ambos y Einstein a la <strong>de</strong> Newton.Pero hay teorías que son mucho más complejas que el aparentemente simple ejemplo quehemos expuesto. Un argumento <strong>de</strong> esa complejidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías lo <strong>de</strong>scribe Einsteincuando afirma que: “el investigador impulsado por los hechos <strong>de</strong> la experiencia,<strong>de</strong>sarrolla un sistema <strong>de</strong> pensamientos que, con mucha frecuencia, se basa lógicamente enciertos supuestos fundamentales, los llamados axiomas, que generalmente son en cortonúmero.A semejante sistema <strong>de</strong> pensamientos lo <strong>de</strong>nominamos teoría. La teoría tiene su razón <strong>de</strong>ser en el hecho <strong>de</strong> que enlaza un gran número <strong>de</strong> experiencias aisladas; en eso consiste su“verdad”.Ahora bien, para el mismo conjunto <strong>de</strong> hechos experimentales pue<strong>de</strong>n existir varias teoríasdistintas, que difieran consi<strong>de</strong>rablemente unas <strong>de</strong> otras. La concordancia <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías en<strong>las</strong> consecuencias que son accesibles a la experiencia, con respecto a <strong>las</strong> cuales se puedandistinguir unas teorías <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras.” 1310 Ibi<strong>de</strong>m, p. 112.11 Ibi<strong>de</strong>m, p. 15.12 Cfr. TREFIL, James, 1001 cosas que todo mundo <strong>de</strong>bería saber sobre ciencia, RBA Editores, Barcelona,1993, p. 210.13 EINSTEIN, Albert, La relatividad, Grijalbo, México, 1982, p. 168.


En torno a <strong>las</strong> teorías elaboradas en <strong>las</strong> ciencias experimentales, se han generado toda unaserie <strong>de</strong> discusiones sobre su vali<strong>de</strong>z, ello ha sido preocupación tanto <strong>de</strong> científicos como<strong>de</strong> filósofos <strong>de</strong> la ciencia. Aunque esa preocupación tiene relativamente poco tiempo,Fre<strong>de</strong>rick Suppe dice, en un escrito <strong>de</strong> los setenta, que: “durante más <strong>de</strong> cincuenta años, lafilosofía <strong>de</strong> la ciencia se ha <strong>de</strong>dicado a la búsqueda <strong>de</strong> la comprensión filosófica <strong>de</strong> <strong>las</strong>teorías científicas; hoy todavía se sigue buscando.” 14Y esa afirmación que correspondió a la década <strong>de</strong> los setenta <strong>de</strong>l siglo XX, aún hoy tienevalor puesto que filósofos e historiadores <strong>de</strong> la ciencia, epistemólogos y todos aquellos quese ocupan <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong>l conocimiento siguen cuestionando la vali<strong>de</strong>z lógica que seda a <strong>las</strong> teorías, sin que se i<strong>de</strong>ntifique su contenido y alcance.Entre <strong>las</strong> proposiciones contemporáneas para enten<strong>de</strong>r <strong>las</strong> teorías está la <strong>de</strong> Rudolf Carnap,uno <strong>de</strong> los principales representantes <strong>de</strong>l llamado “Círculo <strong>de</strong> Viena”, quien proponeampliamente una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la teoría. Pero esta teoría y sus expresiones colaterales <strong>las</strong>po<strong>de</strong>mos conocer <strong>de</strong> manera sintetizada en un escrito <strong>de</strong> Wellmer, quien lo expresa <strong>de</strong> <strong>las</strong>iguiente forma: “una teoría consiste en una serie finita <strong>de</strong> postulados formulada en ellenguaje teórico Lt y se concibe como conjugación lógica <strong>de</strong> tales postulados. Toda teoríaes, ante todo, un sistema ininterpretado, puesto que los términos teóricos conllevan unainterpretación empírica, incompleta y solamente indirecta, <strong>de</strong>bido a que algunos sonpuestos en contacto con predicados <strong>de</strong> observación, valiéndose <strong>de</strong> “pautas <strong>de</strong>correspon<strong>de</strong>ncia”, y el resto se vincula con aquéllos a través <strong>de</strong> los postulados teóricos. Laspautas <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>ncia posibilitan la <strong>de</strong>ducción <strong>de</strong> proposiciones observativas a partir<strong>de</strong> proposiciones teóricas, o bien <strong>de</strong> proposiciones teóricas a partir <strong>de</strong> proposicionesobservativas.La consecuencia más importante que resulta <strong>de</strong> todo esto, para la formulación <strong>de</strong> un criterioracional empírico, consiste en que, para términos teóricos, tal criterio racional sólo se pue<strong>de</strong>formular en relación con una teoría T, lo que quiere <strong>de</strong>cir que la importancia <strong>de</strong> lostérminos teóricos <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la configuración <strong>de</strong> dichos términos en un sistema <strong>de</strong>postulados... El principio que rige la construcción <strong>de</strong> Carnap nos indica que <strong>las</strong> teoríascientíficas han <strong>de</strong> tener un contenido pronosticador e intersubjetivamente comprobable. Laintersubjetividad —incluso la <strong>de</strong>l lenguaje teórico— la garantiza Carnap mediante unlenguaje observativo, físico, ejercitado en forma práctica e intersubjetivamente unívoco.Para Carnap el lenguaje observativo está “exento <strong>de</strong> teoría” en el sentido <strong>de</strong> que elsignificado <strong>de</strong> sus primitivas constantes <strong>de</strong>scriptivas e in<strong>de</strong>pendiente con respecto ahipótesis teóricas; los términos primitivos no son analizables <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l lenguajecientífico limitado por el criterio empírico, siendo constante su significado.” 15Hay otro autor que confronto sus i<strong>de</strong>as con <strong>las</strong> <strong>de</strong> los integrantes <strong>de</strong>l referido Círculo <strong>de</strong>Viena: él es Karl R. Popper, quien afirma sobre el tema: “Las teorías científicas sonenunciados universales: son, como todas <strong>las</strong> representaciones, sistemas <strong>de</strong> signos osímbolos. Por ello, no creo que sirva <strong>de</strong> gran cosa expresar la diferencia entre teoríasuniversales y enunciados singulares diciendo que estos últimos son “concretos” mientrasque <strong>las</strong> teorías son meramente fórmu<strong>las</strong> simbólicas o esquemas simbólicos; puesexactamente lo mismo pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse <strong>de</strong> los enunciados más “concretos”.14 SUPPE, Fre<strong>de</strong>rick, La estructura <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías científicas, Editora Nacional, Madrid, 1979, p. 17.15 WELLMER, Albrecht, Teoría crítica <strong>de</strong> la sociedad y positivismo. Colección Ariel Quincenal, núm. 42,Ariel, Barcelona, 1979, pp. 21-23.


Las teorías son re<strong>de</strong>s que lanzamos para apresar aquello que llamamos el mundo: pararacionalizarlo, explicarlo y dominarlo. Y tratamos <strong>de</strong> que la malla sea cada vez más fina.” 16Como se ha dicho, <strong>las</strong> teorías científicas son enunciados universales, pero la rigurosidad enel razonamiento <strong>de</strong> esos enunciados sólo es a<strong>de</strong>cuada cuando el sistema teórico estáformado por axiomas, es <strong>de</strong>cir, proposiciones que no tienen discusión. Popper aclara que eltérmino axioma no implica que el enunciado sea consi<strong>de</strong>rado como verda<strong>de</strong>ro, para lo cualafirma: “Un sistema teórico está axiomatizado si se ha formulado un conjunto <strong>de</strong>enunciados —los axiomas— que satisfacen los cuatro siguientes requisitos fundamentales:a) El sistema <strong>de</strong> axiomas está exento <strong>de</strong> contradicción, ya sea contradiccióninterna <strong>de</strong> ellos o <strong>de</strong> unos con otros, lo cual equivale a que no es <strong>de</strong>ductible <strong>de</strong>l sistema unenunciado arbitrario cualquiera;b) El sistema es in<strong>de</strong>pendiente, es <strong>de</strong>cir, no contiene ningún axioma <strong>de</strong>ductible <strong>de</strong> losrestantes [o sea, que solamente se llamará axioma si no es posible <strong>de</strong>ducirle <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong>lsistema].Estas dos condiciones se refieren al sistema axiomático como tal: en lo que se refiere a <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>de</strong>l mismo con el conjunto <strong>de</strong> la teoría, los axiomas han <strong>de</strong> ser:c) Suficientes para <strong>de</strong>ducir todos los enunciados pertenecientes a la teoría quese trata <strong>de</strong> axiomatizar, yd) Necesarios para el mismo fin: lo cual quiere <strong>de</strong>cir que no <strong>de</strong>ben contener supuestossuperfluos.En una teoría axiomatizada <strong>de</strong> esta manera es posible investigar la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia mutua <strong>de</strong>sus distintas partes. Por ejemplo, po<strong>de</strong>mos estudiar si una parte <strong>de</strong> la teoría es <strong>de</strong>ductible <strong>de</strong>una parte <strong>de</strong> los axiomas: ... que <strong>de</strong>sempeñan un papel importante en el problema <strong>de</strong> lafalsabilidad, pues hacen ver por qué la falsación <strong>de</strong> un enunciado <strong>de</strong>ducido lógicamente nopue<strong>de</strong> afectar, en ocasiones, más que a una parte <strong>de</strong>l sistema teórico completo, que será laúnica que habremos <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar como falsada. Es posible llegar a semejante conclusiónporque... <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre sus diversas partes pue<strong>de</strong>n ser lo suficientemente claras comopara permitirnos <strong>de</strong>cidir cuáles <strong>de</strong> sus subsistemas resultan afectados por una observaciónfalsadora <strong>de</strong>terminada.” 17Para mantener la rigurosidad en el razonamiento <strong>de</strong> una teoría, ésta <strong>de</strong>be ser necesariamenteaxiomatizada, con lo que se podrá <strong>de</strong>terminar el grado <strong>de</strong> cientificidad <strong>de</strong> la misma. Elcriterio para adjudicar el grado <strong>de</strong> cientificidad está dado por la falsación, ¿cuándo se pue<strong>de</strong><strong>de</strong>cir que una teoría está falsada?, el criterio <strong>de</strong> Popper es que: “Únicamente <strong>de</strong>cimos queuna teoría está falsada si hemos aceptado enunciados básicos que la contradigan. Estacondición es necesaria pero no suficiente, pues... los acontecimientos aislados noreproducibles carecen <strong>de</strong> significación para la ciencia: así, difícilmente nos inducirán a<strong>de</strong>shacer una teoría —por falsada—, unos pocos enunciados básicos esporádicos; pero ladaremos por tal si <strong>de</strong>scubrimos un efecto reproducible que la refute; dicho <strong>de</strong> otro modo:aceptamos la falsación solamente si se propone corroborar una hipótesis empírica <strong>de</strong> bajonivel que <strong>de</strong>scriba semejante efecto, y po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>nominar a este tipo <strong>de</strong> hipótesis comohipótesis falsa- dora. El requisito <strong>de</strong> que la hipótesis falsadora ha <strong>de</strong> ser empírica y, portanto, falsable, quiere <strong>de</strong>cir exclusivamente que <strong>de</strong>be encontrarse en cierta relación lógicacon respecto a los posibles enunciados básicos: así pues, lo que exigimos atañe sólo a laforma lógica <strong>de</strong> la hipótesis. Y su acompañante, lo <strong>de</strong> que la hipótesis ha <strong>de</strong> estar16 POPPER, Karl R., La lógica <strong>de</strong> la investigación científica, Tecnos, Madrid, 1973, p. 5717 Ibi<strong>de</strong>m, p. 69


corroborada, se refiere a <strong>las</strong> contrastaciones que <strong>de</strong>be haber pasado [contrastaciones que lahabrán enfrentado con los enunciados básicos aceptados]. 18Esta referencia sobre la falsación tiene dos supuestos básicos: uno, que la rigurosidad <strong>de</strong>una teoría <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> su nivel <strong>de</strong> falsación, es <strong>de</strong>cir, en <strong>las</strong> ciencias sociales losacontecimientos no son reproducibles, por lo cual no existe un alto grado <strong>de</strong> falsación <strong>de</strong> <strong>las</strong>teorías, ya que los elementos <strong>de</strong> contrastación empírica no pue<strong>de</strong>n ser corroborados en elhecho. El segundo supuesto es que ninguna teoría pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>sechada, si antes no se hapropuesto una hipótesis que <strong>de</strong>termine su falsedad y se afirme como nueva teoría.Otro elemento fundamental <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías es que pue<strong>de</strong>n ser corroboradas, sobre ello Popperdice: “Se ha hecho a menudo el intento <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir <strong>las</strong> teorías como algo que no pue<strong>de</strong> serverda<strong>de</strong>ro ni falso, sino solamente más o menos probable. En especial, la lógica inductivaha sido elaborada en el sentido <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> adscribir a los enunciados, no sólo los dosvalores “verda<strong>de</strong>ro” y “falso”, sino, asimismo, grados <strong>de</strong> probabilidad: tipo <strong>de</strong> lógica quecabe llamar “lógica probabilitaria”. Según aquellos que creen en esta lógica, la inducción<strong>de</strong>bería <strong>de</strong>terminar la probabilidad <strong>de</strong> un enunciado; Y habría un principio <strong>de</strong> inducción quebien nos daría la seguridad <strong>de</strong> que el enunciado inducido es “probablemente válido”,bien nos daría la probabilidad <strong>de</strong> que fuese acerca <strong>de</strong> ello [ya que el principio <strong>de</strong> inducciónpodría, a su vez, ser nada más probablemente válido”]. Pero en mi opinión, todo elenfoque <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> la probabilidad <strong>de</strong> hipótesis es erróneo: en lugar <strong>de</strong> discutir la“probabilidad <strong>de</strong> una u otra hipótesis”, <strong>de</strong>beríamos tratar <strong>de</strong> averiguar qué contrastaciones,qué pruebas ha soportado; esto es, tendríamos que intentar la averiguación <strong>de</strong> hastaqué punto ha sido capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar que es apta para sobrevivir —y ello por haber salidoin<strong>de</strong>mne <strong>de</strong> <strong>las</strong> contrastaciones—. En resumen, <strong>de</strong>beríamos disponemos a averiguar en quémedida está “corroborada”. 19Finalmente, otro <strong>de</strong> los puntos esenciales que permite a una teoría subsistir es suposibilidad <strong>de</strong> contrastación; para realizarla, Popper propone los siguientes procedimientos:“Si queremos, po<strong>de</strong>mos distinguir cuatro procedimientos <strong>de</strong> llevar a cabo la contrastación<strong>de</strong> una teoría.En primer lugar, se encuentra la comparación lógica <strong>de</strong> <strong>las</strong> conclusiones unas con otras:con lo cual se somete a contraste la coherencia interna <strong>de</strong>l sistema.Después, está el estudio <strong>de</strong> la forma lógica <strong>de</strong> la teoría, con objeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar sucarácter: si es una teoría empírica —científica— o si, por ejemplo, es tautológica.En tercer término, tenemos la comparación con otras teorías, que tiene por principal mirala <strong>de</strong> averiguar si la teoría examinada constituiría un a<strong>de</strong>lanto científico en caso <strong>de</strong> quesobreviviera a <strong>las</strong> diferentes contrastaciones a que la sometemos.Y finalmente, viene el contrastarla por medio <strong>de</strong> la aplicación empírica <strong>de</strong> <strong>las</strong>conclusiones que pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>ducirse <strong>de</strong> ella.” 20 Falsación, corroboración ycontrastación son algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones principales que, según Karl R. Popper, <strong>de</strong>benreunir <strong>las</strong> teorías.Otro <strong>de</strong> los planteamientos sobre los significados <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías, lo hace Mario Bunge, cuyaconcepción se expone en el planteamiento siguiente: “Uno <strong>de</strong> los problemas más difícilese interesantes <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión racional es la elección entre diversos caminos posiblesdivergentes en la construcción <strong>de</strong> teorías y entre <strong>las</strong> teorías científicas competidoras,18 Ibi<strong>de</strong>m, p. 8319 Ibi<strong>de</strong>m, p. 234.20 Ibi<strong>de</strong>m, p. 32.


entendiendo por teoría un sistema <strong>de</strong> hipótesis precisas susceptibles <strong>de</strong> contrastación...Todas el<strong>las</strong> dan cuenta <strong>de</strong> los mismos hechos observados, si bien pue<strong>de</strong>n pre<strong>de</strong>cir distintostipos <strong>de</strong> hechos hasta ahora <strong>de</strong>sconocidos; por consiguiente son, hasta ahora, teoríasempíricamente equivalentes, aun cuando son conceptualmente distintas y puedan inclusoimplicar puntos <strong>de</strong> vista filosóficos diferentes, es <strong>de</strong>cir, aun cuando sean conceptualmenteinequivalentes.En efecto, teorías empíricas equivalentes pue<strong>de</strong>n diferir en muchos sentidos: en los tipos <strong>de</strong>entida<strong>de</strong>s y propieda<strong>de</strong>s que postulan; en su estructura lógica y en su capacidad explicativay predictiva; en su contrastabilidad empírica y en su conformidad con la masa principal <strong>de</strong>lsaber científico y con ciertos principios filosóficos... El conjunto <strong>de</strong> criteriosmetacientíficos que regulan <strong>las</strong> distintas propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías científicas aceptables eslo que guía la opción entre una u otra línea en la construcción <strong>de</strong> teorías y entre losproductos <strong>de</strong> esta actividad. Ahora bien, la simplicidad se incluye a menudo entre losrequisitos que <strong>las</strong> teorías científicas <strong>de</strong>ben supuestamente satisfacer y por consiguiente esconsi<strong>de</strong>rado como uno <strong>de</strong> los criterios —a veces el criterio por antonomasia— <strong>de</strong> elecciónracional entre teorías empíricas equivalentes.” 21Según esas i<strong>de</strong>as, hay diferentes formas o caminos para construir teorías, y cada teoría estácompuesta por un sistema <strong>de</strong> hipótesis que tenga como base la predictibilidad y laexplicabilidad <strong>de</strong> los fenómenos reales. Para Bunge la teoría científica <strong>de</strong>be cubrir una serie<strong>de</strong> requisitos para que se distingan los síntomas <strong>de</strong> la verdad en <strong>las</strong> teorías factuales; estossíntomas se pue<strong>de</strong>n c<strong>las</strong>ificar por lo menos en cinco grupos que <strong>de</strong>nomina comosintácticos, semánticos, epistemológicos, metodológicos y filosóficos.Los requisitos sintácticos compren<strong>de</strong>n: la “corrección sintáctica” y la “sistematicidad” o“unidad conceptual”.La corrección sintáctica significa que entre <strong>las</strong> proposiciones <strong>de</strong> la teoría exista coherencia,relación lógica y sencilla.La unidad conceptual exige que para que la teoría pueda configurarse cada uno <strong>de</strong> losconceptos que la componen estén ligados entre sí y su utilidad sea indispensable en elconjunto para comprobar empíricamente el todo, es <strong>de</strong>cir, los componentes conceptuales <strong>de</strong>la teoría <strong>de</strong>ben ser completamente utilizables para la explicación <strong>de</strong>l hecho que representan.Los requisitos semánticos son: la “exactitud lingüística”, la “interpretabilidad empírica”, la“representatividad” y la “simplicidad semántica”.La exactitud lingüística preten<strong>de</strong> eliminar expresiones que confundan la ilustración <strong>de</strong>lobjeto.La interpretabilidad empírica <strong>de</strong>scribe la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> los enunciados con respecto a loshechos.La representatividad preten<strong>de</strong> que la teoría reconstruya acontecimientos y procesos realespara alcanzar una comprensión significativa <strong>de</strong> los hechos.La simplicidad semántica sugiere la posibilidad <strong>de</strong> organizar la realidad <strong>de</strong> acuerdo conuna ten<strong>de</strong>ncia que nos permita enten<strong>de</strong>r los aspectos fácticos contemporáneos <strong>de</strong> losenunciados teóricos sin complicar lo escrito dando a conocer el trasfondo teórico.21 BUNGE, Mario, Teoría y realidad, Colección Ariel Quincenal, núm. 75, Ariel, Barcelona, 1975, pp. 129 y130.


En los requisitos epistemológicos encontramos: la “consistencia externa”, la “capacida<strong>de</strong>xplicativa”, la “capacidad predictiva”, la “profundidad”, la “capacidad unificadora”, la“fecundidad” y la “originalidad”.La consistencia externa persigue que la teoría se apoye en el conocimientocomúnmente aceptado para que sobre esa base se cimente la nueva contribución al avancecientífico.La capacidad explicativa preten<strong>de</strong> el alcance y exactitud a<strong>de</strong>cuados para contenerlos hechos y <strong>las</strong> generalizaciones empíricas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> competencia <strong>de</strong> la teoría.La capacidad predictiva sugiere que la teoría pueda explicar los hechos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberacontecido y también, en la medida <strong>de</strong> lo posible, la naturaleza inferir hechos nuevos einsospechados.La profundidad persigue que la teoría rebase el nivel <strong>de</strong> <strong>las</strong> observaciones vulgares ypenetre en la estructura <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> la realidad para que explique lo medular.La capacidad unificadora es que la teoría, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la explicación <strong>de</strong>l mundo, quehace <strong>de</strong> los hechos sobre los que ha sido creada, pueda compren<strong>de</strong>r otros aspectos oacontecimientos con relación al tratado.La fecundidad <strong>de</strong> la teoría es que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su función específica sea capaz <strong>de</strong> guiarnuevas investigaciones y sugerir otras i<strong>de</strong>as o experimentaciones en campos afines.Y la originalidad es que la teoría haga aportaciones realmente novedosas y acertadas conrespecto a <strong>las</strong> propuestas vigentes que la originan.Los requisitos metodológicos son: “escrutabilidad, refutabilidad, confirmabilidad ysimplicidad metodológica”.La escrutabilidad es un medio <strong>de</strong> control <strong>de</strong> los presupuestos metodológicos <strong>de</strong> la teoría almantener en duda:a) Las pruebas que sólo se aceptan en la teoría dada, yb) Las técnicas, contrastes y supuestos modos <strong>de</strong> conocer que no se pue<strong>de</strong>n controlarpor otros medios y no conducen a conclusiones válidas intersubjetivamente.La refutabilidad sirve como medida para probar lo genuino <strong>de</strong> una teoría mediante laconfirmación <strong>de</strong> sus postulados ante la confrontación antitética <strong>de</strong> los mismos.La confirmabilidad es el único criterio <strong>de</strong> prueba para la aceptación <strong>de</strong> la teoría.La simplicidad metodológica es necesaria para <strong>las</strong> teorías complejamente elaboradas cuyacontrastación empírica requiera el fallo <strong>de</strong> la experiencia que no pue<strong>de</strong> darseinmediatamente.En los requisitos filosóficos están: “parsimonia <strong>de</strong> niveles, soli<strong>de</strong>z metacientífica yconsistencia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la concepción <strong>de</strong>l mundo”.Con respecto a la parsimonia <strong>de</strong> niveles, la teoría <strong>de</strong>be conservarla en sus referencias aesferas <strong>de</strong> realidad distintas que se encuentren directamente implicadas en ella; no se <strong>de</strong>beapelar a niveles más elevados (reales o imaginarios), si es suficiente con los niveles másbajos, y no se <strong>de</strong>ben introducir los niveles alejados si no se toman en cuenta los nivelesintermedios. Este requisito normalmente no se respeta por <strong>las</strong> teorías animistas <strong>de</strong> lamateria y por <strong>las</strong> teorías mecanicistas <strong>de</strong>l espíritu, dada la naturaleza <strong>de</strong> éstas.La soli<strong>de</strong>z metacientífica sostiene que la teoría ha <strong>de</strong> ser compatible con los principiosmetacientíficos fecundados como son los postulados <strong>de</strong> legalidad y racionalidad y losenunciados metanomológicos significativos.Finalmente, la consistencia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la concepción <strong>de</strong>l mundo, rechaza <strong>las</strong>teorías inseguras o ambiguas, pudiendo diferir e incluso evitar <strong>las</strong> revoluciones en nuestra


visión <strong>de</strong>l mundo, si dicha visión no <strong>de</strong>ja espacio para su propio cambio. Este es unelemento que pue<strong>de</strong> actuar en la evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías.En síntesis, esto es el significado <strong>de</strong> la teoría y los requisitos que se <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> cumplir parala construcción <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas, según MarioBunge.En <strong>las</strong> exposiciones que hicimos hasta este momento se han <strong>de</strong>scrito <strong>las</strong> opciones sobre elsignificado y uso <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías; esta elaboración <strong>de</strong> teorías <strong>de</strong>be ser conceptuada como unaactividad intelectual sumamente compleja y especializada y una opinión sobre ello la danGoo<strong>de</strong> y Hatt quienes dicen: “Para la ciencia mo<strong>de</strong>rna es fundamental la intrincada relaciónque existe entre teoría y hecho. La forma popular <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r esta relación oscurece másque ilumina. Por lo común, la opinión general concibe a una y otro como conceptosdirectamente opuestos: confun<strong>de</strong> la teoría con la especulación, <strong>de</strong> modo que la teoría siguesiendo especulación hasta que queda <strong>de</strong>mostrada o probada. Cuando se llega a esta prueba,la teoría pasa a ser hecho....A<strong>de</strong>más en este erróneo concepto popular se cree que la cienciase ocupa solamente en hechos. Se supone que la teoría —especulación— constituye el reino<strong>de</strong> los filósofos. Por tanto, se piensa que la teoría científica es puramente la suma <strong>de</strong> hechosque se han acumulado acerca <strong>de</strong> un tema dado....Sin embargo, si echamos una mirada a loque los hombres <strong>de</strong> ciencia hacen realmente cuando están <strong>de</strong>dicados a la investigación, seve claramente:a) Que teoría y hecho no están diametralmente opuestos, sinoinextricablemente entrelazados;b) Que la teoría no es especulación, yc) Que los hombres <strong>de</strong> ciencia se ocupan mucho tanto en la teoría como en loshechos...Para el hombre <strong>de</strong> ciencia, teoría se refiere a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre hechos, o alor<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> los mismos en alguna forma que tengan sentido... Sin algún sistema, sinalgunos principios or<strong>de</strong>nados, o dicho en una palabra, sin teoría, la ciencia no podrápre<strong>de</strong>cir nada”. 22En lo anterior encontramos dos puntos fundamentales, el primero <strong>de</strong> ellos es una crítica ala opinión general, al concepto popular por su concepción acerca <strong>de</strong> la teoría en la que se leconsi<strong>de</strong>ra como una especulación. El segundo punto se refiere al trabajo especializado quehacen los científicos y en él se vincula la relación teoría-hechos, activida<strong>de</strong>xclusiva <strong>de</strong> los científicos, por tanto, el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>l trabajo teórico sólo es posible en elámbito <strong>de</strong> la ciencia.Los autores que nos ocupan, <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n su concepción <strong>de</strong> teoría <strong>de</strong>l terreno <strong>de</strong> la cienciay <strong>de</strong>l conocimiento científico, ya que ahí es don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sarrolla la teoría. En palabras <strong>de</strong>ellos: “La teoría es un instrumento <strong>de</strong> la ciencia en los modos siguientes:1 Define la orientación principal <strong>de</strong> una ciencia, en cuanto <strong>de</strong>fine <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es <strong>de</strong> datosque se han <strong>de</strong> abstraer;2 Presenta un esquema <strong>de</strong> conceptos por medio <strong>de</strong>l cual se sistematizan, c<strong>las</strong>ifican yrelacionan entre sí los fenómenos pertinentes;3 Resume los hechos en:a) Una generalización empírica, yb) Sistemas <strong>de</strong> generalización;4 Predice hechos, y22 Goo<strong>de</strong>, J. William y Hatt, Paul K., Métodos <strong>de</strong> investigación social, Tril<strong>las</strong>, México, 1976. pp. 16 y 17.


5 Señala los claros que hay en nuestro conocimiento.Por otra parte, los hechos son sólo productores <strong>de</strong> teorías, en <strong>las</strong> formas siguientes:1 Los hechos ayudan a iniciar teorías;2 Llevan a la reformulación <strong>de</strong> la teoría existente;3 Son causa <strong>de</strong> rechazo <strong>de</strong> teorías que no casan con los hechos;4 Cambian el foco <strong>de</strong> orientación <strong>de</strong> la teoría, y5 Aclaran y <strong>de</strong>finen la teoría.” 23Siguiendo la enumeración expuesta sobre la teoría como instrumento <strong>de</strong> la ciencia, seexplica que la teoría como orientación tiene la finalidad o, como mencionamosanteriormente, la función <strong>de</strong> coadyuvar para <strong>de</strong>finir cuáles hechos son pertinentes y poren<strong>de</strong> elegibles <strong>de</strong> entre la multiplicidad <strong>de</strong> los que se presentan.La teoría como conceptualización y c<strong>las</strong>ificación preten<strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuar los conceptos y hacer <strong>las</strong>rec<strong>las</strong>ificaciones necesarias <strong>de</strong> acuerdo con los avances y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la ciencia.Al resumir los hechos para exponerlos <strong>de</strong> una manera concisa, la teoría permite sintetizar<strong>las</strong> características que se conocen como un objeto <strong>de</strong> estudio; así, es posible utilizar unagran cantidad <strong>de</strong> datos (generalización empírica) que nos muestra la variedad <strong>de</strong> elementos<strong>de</strong>l objeto estudiado, a la vez que disponer <strong>de</strong> los enunciados lógico-conceptualesa<strong>de</strong>cuados para comunicarnos con la exactitud <strong>de</strong>bida (sistemas <strong>de</strong> generalización), basadosen los sistemas <strong>de</strong> relación entre <strong>las</strong> proposiciones que se exponen.En la predicción <strong>de</strong> hechos, la teoría <strong>de</strong>be pasar por ciertas facetas; lo común es extrapolarlo conocido a lo <strong>de</strong>sconocido, es <strong>de</strong>cir, a raíz <strong>de</strong> la utilización <strong>de</strong> muestras sociales enproyecciones estadísticas pre<strong>de</strong>cir, con ciertas reservas, el índice <strong>de</strong> crecimientopoblacional, el aumento <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>lincuencia en <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s, etcétera.La función <strong>de</strong> la teoría, al señalar claros en nuestro conocimiento, se realiza cuando ennuestra investigación po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>terminar cuáles son <strong>las</strong> áreas que aún no se hani<strong>de</strong>ntificado.Como se pue<strong>de</strong> apreciar la teoría es, en este sentido, la actividad <strong>de</strong>l científico pararelacionar su trabajo con los hechos, siendo ésta un trabajo especializado. Con ello la teoríaes un instrumento intrincado que para su conocimiento requiere <strong>de</strong> un entendimientoa<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong> los conceptos que la constituyen.Como po<strong>de</strong>mos ver no hay un solo concepto <strong>de</strong> teoría que nos indique la forma <strong>de</strong>enten<strong>de</strong>rla y construirla, sino que son varios sus enfoques, que en algunas ocasiones hanllevado a los pensadores a exponer, discutir y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r sus propuestas sobre <strong>las</strong> teorías.Han sido múltiples <strong>las</strong> discusiones para la construcción teórica, particularmente entre losfilósofos y los historiadores <strong>de</strong> la ciencia. Así po<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong> discusiones que sedieron entre diversos estudiosos como la <strong>de</strong> Popper con el Círculo <strong>de</strong> Viena sobre elpositivismo lógico contra el falsacionismo 24 o con Thomas Kuhn, en la que tambiénparticiparon Lakatos, Feyerabend, Watkins, Pearce, Williams, Masterman y Toulmin, para<strong>de</strong>terminar los alcances <strong>de</strong> la ciencia normal frente al racionalismo crítico. 25 O la sostenidapor Hempel, Suppe, Cohen, Bohm, Achinstein, Van Fraassen, Kuhn, Shapere y Nicklesobre «La estructura <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías científicas». 2623 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 17 y 1824 Cfr. POPPER, Karl R., Búsqueda sin término, Tecnos, Madrid, 1985.25 Cfr. Lakatos, Imre y Musgrave, Alan, La crítica y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l conocimiento, Grijalbo, Barcelona,1975.26 Cfr. Suppe, Fre<strong>de</strong>rick, op. cit.


Si bien <strong>las</strong> referencias <strong>de</strong>scritas se orientan a la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la construcción teórica en <strong>las</strong>ciencias experimentales, ello también tiene, en sus <strong>de</strong>bidas proporciones, unafundamentación para la construcción teórica en <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong> la sociedad. Pero si se quiererevisar cómo se han dado estas discusiones sobre la construcción teórica para lo social, esnecesario remitirse al escrito sobre la discusión <strong>de</strong>l mismo Popper con Adorno, hacealgunos años, <strong>de</strong> la que también participaron Habermas, Dahrendorf, Albert y Pilot. 27Asimismo se pue<strong>de</strong> encontrar el texto colectivo <strong>de</strong> Gid<strong>de</strong>ns, Turner, Alexan<strong>de</strong>r, Homans,Joas, Munch, Heritage, Cohen, Wallerstein, Mililband, Honneth y Wilson, sobre <strong>las</strong> másrecientes ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> la teoría social. 28De conformidad con estas referencias, po<strong>de</strong>mos ver que no es simple hablar <strong>de</strong> teorías,puesto que cuando éstas se proponen para intentar <strong>de</strong>scribir los elementos experimentales yverificables <strong>de</strong> la naturaleza, pue<strong>de</strong>n ser insuficientes o erróneas. Lo que sí se hace patentees que, si se ve a <strong>las</strong> teorías bajo una óptica distinta a la <strong>de</strong>l momento <strong>de</strong> su emisión o seasume una perspectiva histórica, se <strong>de</strong>mostrará que la vali<strong>de</strong>z que tiene una proposiciónteórica para un momento, pue<strong>de</strong> no mantenerse en otro.En el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías en <strong>las</strong> ciencias experimentales, vemos que los objetos <strong>de</strong> lanaturaleza son más o menos estables y por tanto po<strong>de</strong>mos interaccionamos con ellos <strong>de</strong>manera reiterada, por ello se entien<strong>de</strong> que esas teorías son un poco más confiables, pero nose tiene garantía plena, tal y como se ha <strong>de</strong>scrito en el ejemplo <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> la«gravedad»; en cambio, en el caso <strong>de</strong> los eventos sociales, éstos son altamente inestables yfugaces puesto que el comportamiento <strong>de</strong>l individuo y <strong>de</strong> éste en su relación social, soneventos únicos e irrepetibles, por lo que <strong>las</strong> teorías que se elaboren en torno a <strong>las</strong>socieda<strong>de</strong>s, ya sea a nivel local, nacional o internacional, pue<strong>de</strong>n ser insuficientes oerróneas; y el problema es que, por su alta inestabilidad y fugacidad, no contamos ya con elevento social para po<strong>de</strong>r verificar la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> nuestras proposiciones teóricas. Así, ladiferencia en la elaboración teórica <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias experimentales y sociales es que <strong>las</strong>primeras tienen un objeto <strong>de</strong> estudio más estable y el <strong>de</strong> <strong>las</strong> segundas es más inestable.En síntesis, la teoría es la actividad reflexiva <strong>de</strong>l ser humano para enten<strong>de</strong>r la realidad quele ro<strong>de</strong>a y sus acciones propias, pero ese entendimiento pue<strong>de</strong> quedarse solamente en <strong>las</strong>imple contemplación y potencial explicación <strong>de</strong> la realidad, o servir <strong>de</strong> base para que sepueda relacionar la teoría y la práctica. La primera busca compren<strong>de</strong>r y explicar la realidad,con los problemas ya <strong>de</strong>scritos; la segunda persigue no sólo compren<strong>de</strong>r y explicarconceptualmente la realidad, sino también actuar sobre ella para transformarla con base enun proyecto.Hasta aquí hemos hablado <strong>de</strong>l concepto teoría, y aunque no se pue<strong>de</strong> escindir <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ciencia, haremos una breve referencia a este último para i<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong> formas en que sepue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> la teoría científica.El concepto ciencia ha variado su sentido <strong>de</strong> acuerdo con <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as que tienen algunospensadores en momentos históricos distintos. Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> aportaciones sobre el tema laencontramos en la filosofía griega don<strong>de</strong> se sustentaba a la ciencia como una actividad <strong>de</strong>lpensamiento humano, que entien<strong>de</strong> y explica la realidad exterior <strong>de</strong> una manera clara yprecisa. Esta i<strong>de</strong>a la <strong>de</strong>scribe Platón en los Diálogos don<strong>de</strong> afirma que: “La ciencia no27 Cfr. Adorno, Theodor W., et al., La disputa <strong>de</strong>l positivismo en la sociología alemana, Grijalbo, Barcelona,1972.28 Cfr. GIDDENS, Anthony, et al., La teoría social hoy, C0NACULTA -Alianza, México, 1991.


esi<strong>de</strong> en <strong>las</strong> sensaciones sino en el razonamiento sobre <strong>las</strong> sensaciones, puesto que, segúnparece, sólo por el razonamiento se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir la ciencia y la verdad, y es imposibleconseguirlo por otro rumbo. 29La ciencia, según se expone, sobrepone la razón a los sentidos, razón que al complementarla percepción permite el entendimiento y la explicación <strong>de</strong> la naturaleza por medio <strong>de</strong> lareducción <strong>de</strong> la multiplicidad existente a enunciados que concentran la realidad en unafórmula.Así el vocablo ciencia que proviene <strong>de</strong>l latín Scientia y cuyo significado etimológico essimplemente «conocimiento», ha establecido una distancia y diferencia entre ambosenunciados. No obstante, esto ha permitido el uso común <strong>de</strong> la aparente tautología«conocimiento científico» que indica el momento <strong>de</strong>l conocimiento que rebasa lapercepción sensorial para centrarse en la razón que constata y verifica la i<strong>de</strong>a que se tiene<strong>de</strong>l objeto.Ahora, el conocimiento científico implica que aquello que se <strong>de</strong>scubre aún no ha sidoconocido por la sociedad, por lo que el criterio <strong>de</strong> cientificidad lleva inherente el<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> una realidad. Pero el mundo es tan complejo que para avanzar en ese<strong>de</strong>scubrimiento se han formado disciplinas académicas que persiguen la <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong> unárea <strong>de</strong>l conocimiento.El cómo conocer «científicamente» al mundo ha llevado a proponer diversas formas <strong>de</strong>c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias, <strong>de</strong> conformidad con <strong>las</strong> características <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> estudio,tal y como se dijo anteriormente; una <strong>de</strong> <strong>las</strong> más comunes es la que se hace en cienciasempíricas o fácticas y en empíricas o formales.Las ciencias empíricas o fácticas concentran su atención en la realidad material,objetiva, tangible, en suma, en el universo en que vivimos, y esta atención involucraespecialmente la utilización <strong>de</strong> los sentidos para la aprehensión <strong>de</strong> la realidad. Las cienciasempíricas o fácticas se divi<strong>de</strong>n, asimismo, en ciencias naturales y sociales; <strong>las</strong> primerascompren<strong>de</strong>n todos los objetos más o menos estables, pasivos, no racionales: flora y fauna,minerales y vegetales, terrenales y si<strong>de</strong>rales. Las ciencias o, más propiamente hablando, loscientíficos que estudian estos objetos son los <strong>de</strong>dicados a la geografía, la biología, la física,la química, la astronomía. En estas ciencias se establecen proposiciones que sonconsi<strong>de</strong>radas como leyes que se observan, se experimentan y se verifican. Cada elemento<strong>de</strong>l complejo universo se convierte en objeto <strong>de</strong> alguna división <strong>de</strong> la ciencia o <strong>de</strong> <strong>las</strong>ubdivisión o <strong>de</strong>rivación <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> el<strong>las</strong>.Lo mismo suce<strong>de</strong> con <strong>las</strong> llamadas ciencias sociales, cada grupo social o <strong>de</strong>dicado a ladivisión <strong>de</strong> cada ciencia tiene un objeto <strong>de</strong> estudio, y cada objeto <strong>de</strong> estudio es unaactividad humana que se realiza en sociedad, es <strong>de</strong>cir, en la conjunción e interacción <strong>de</strong> losseres humanos.Para lograr el conocimiento <strong>de</strong> la interacción <strong>de</strong> los seres humanos en sociedad se hancreado diversas ciencias que luego forman una tradición y se constituyen en un ámbitoespecializado <strong>de</strong> estudio. Si pensamos en alguna actividad <strong>de</strong>l ser humano en sociedad, tras<strong>de</strong> ésta encontraremos un grupo social que se interesa en conocerla, enten<strong>de</strong>rla, explicarlae incluso hasta pre<strong>de</strong>cirla. Por ejemplo, si alguien intenta imponer, o impone su <strong>de</strong>seo, suvoluntad, sobre otro u otros, estamos ante un caso <strong>de</strong> acción coercitiva en la que semanifiestan <strong>las</strong> potencialida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> dominio social, o bien, como se expresa en la jerga <strong>de</strong> la29 PLATÓN, “Teetetes”, Diálogos, Editora Nacional, México, 1977.


ciencia política, estamos ante el po<strong>de</strong>r. El po<strong>de</strong>r es el objeto <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> la ciencia políticay ésta se centra en su naturaleza, localización y utilización don<strong>de</strong> quiera que se encuentre,en la lucha por ganar, retener, ejercitar o resistir el po<strong>de</strong>r.Otra área <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales la constituye el <strong>de</strong>recho, cuyo objetivo es conocer y crear<strong>las</strong> leyes, normas y disposiciones que <strong>de</strong>terminen la forma <strong>de</strong> comportamiento <strong>de</strong>lindividuo en la sociedad. La ciencia jurídica estudia y establece el <strong>de</strong>ber ser que regula larelación social.También la ciencia económica, o economía, se ocupa <strong>de</strong> la producción, intercambio yconsumo <strong>de</strong> materias primas y manufacturas <strong>de</strong> la sociedad.La ciencia psicológica estudia <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> comportamiento individual y <strong>de</strong>l individuo enla sociedad. La comunicología estudia <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> acción comunicativa para procurar elentendimiento <strong>de</strong> los distintos sujetos. La antropología estudia históricamente <strong>las</strong> formas <strong>de</strong>organización social. Y finalmente está la sociología con su in<strong>de</strong>finido objeto que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong>constitución <strong>de</strong> la teoría social en general hasta su i<strong>de</strong>ntificación como ciencia <strong>de</strong> la cultura.En la división <strong>de</strong> estas ciencias, o conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s humanas po<strong>de</strong>mosencontrar a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, que no es otra cosa que el conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong>activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los individuos y grupos sociales que se i<strong>de</strong>ntifican como nacionales al estarseparados, generalmente, por fronteras geopolíticas. Pero ello se explicará en nuestrosiguiente capítulo.Estos son sólo algunos ejemplos <strong>de</strong> ciertos criterios para <strong>de</strong>terminar la división existente en<strong>las</strong> ciencias sociales, <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales se han <strong>de</strong>rivado otras áreas como la sociología política,la psicología social, la administración jurídica, etcétera.Dentro <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias empíricas o fácticas se contemplan toda esa gama <strong>de</strong> objetos <strong>de</strong>conocimiento que se c<strong>las</strong>ifican, divi<strong>de</strong>n, sistematizan y encubren bajo el concepto <strong>de</strong>ciencia.En la c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> la ciencia se arguye que los conocimientos pue<strong>de</strong>n ser cotidianos ycientíficos, y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> estos últimos se encuentran los empíricos y los teóricos. 30 Así laciencia adquiere un carácter, una condición diferenciada, <strong>de</strong> la actividad común <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad.La ciencia adquiere su rango cuando logra establecer la diferencia entre el conocimientosimple <strong>de</strong>l hecho y la conceptuación y construcción teórica que se realice sobre el hecho, ocomo dicen los mismos autores: “La fuerza <strong>de</strong> la ciencia radica en que se apoya en hechos,pero los hechos solos aún no constituyen la ciencia, lo mismo que los materiales <strong>de</strong>construcción aún no son el edificio. Los hechos pasan a formar parte <strong>de</strong> la trama <strong>de</strong> laciencia tan sólo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber sido seleccionados, c<strong>las</strong>ificados, generalizados yexplicados. La tarea <strong>de</strong>l conocimiento científico consiste en <strong>de</strong>scubrir <strong>las</strong> causas <strong>de</strong> laaparición <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados hechos, aclarar su importancia esencial y establecer nexosregulares entre los mismos....La ciencia no se reduce a registrar o a acumular simplementehechos, sino que, ante todo, busca su sistematización, generalización e interpretación. Deacuerdo con ello, los procedimientos fundamentales y más generales <strong>de</strong> investigacióncientífica son los empíricos y teóricos, los cuales constituyen en su conjunto el método queemplea la ciencia”. 3130 Cfr. Kedrov, M.B. y Spirkin, A., La ciencia, Colección 70, núm. 26, Grijalbo, México, 1968, p. 8.31 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 16 y 20.


Se consi<strong>de</strong>ra que con esto llegamos al conocimiento riguroso o científico, el cual esdividido en conocimiento empírico y conocimiento teórico. En la ciencia, se expone que elconocimiento empírico y el teórico están estrechamente relacionados.La cientificidad <strong>de</strong>l conocimiento empírico se presenta con la observación, la medición,especialmente la estadística, la comparación y, cuando sea necesaria y posible, laexperimentación <strong>de</strong> los datos que se le presentan al investigador; y a partir <strong>de</strong> ellos serealice una generalización, con ayuda <strong>de</strong> la lógica inductiva y/o <strong>de</strong>ductiva, que permitaencontrar los nexos regulares existentes entre los objetos.El conocimiento teórico complementa la cientificidad <strong>de</strong>l hecho empírico cuando a partir<strong>de</strong> los datos disponibles, se inicia un proceso <strong>de</strong> indagación y construcción conceptual quepermita explicar <strong>las</strong> causas y la esencia <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> investigación.Para enten<strong>de</strong>r la ciencia se <strong>de</strong>be reconocer que el objeto <strong>de</strong> conocimiento no es único, sinoque hay una multiplicidad <strong>de</strong> objetos <strong>de</strong> estudios conforme a la complejidad <strong>de</strong>l mundocognoscible, y a cada objeto <strong>de</strong> estudio correspon<strong>de</strong> la estructuración <strong>de</strong> una ciencia que seaboque al conocimiento, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su búsqueda hasta su construcción teórica, que <strong>de</strong>scubra yexplique <strong>las</strong> causas y esencia <strong>de</strong> los fenómenos seleccionados.Si cada objeto cuenta con una ciencia que lo estudia, esto quiere <strong>de</strong>cir que existen tantasciencias como objetos <strong>de</strong> estudio. Sin embargo, éstas no surgieron <strong>de</strong> forma simultánea,simplemente a partir <strong>de</strong> la intención social <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r el mundo, sino que “cada cienciatiene su etapa <strong>de</strong> formación. Pero el criterio que rige la creación <strong>de</strong> cualquier ciencia escomún: <strong>de</strong>terminar la materia a investigar, elaborar los conceptos correspondientes a lamateria en cuestión, establecer la ley fundamental inherente a dicha materia y <strong>de</strong>scubrir elprincipio o crear <strong>las</strong> teorías que permitan explicar gran número <strong>de</strong> casos”. 32La teoría y la ciencia encuentran su punto <strong>de</strong> interrelación cuando se entien<strong>de</strong>a<strong>de</strong>cuadamente una realidad y se pue<strong>de</strong> explicar. Así, la teoría científica se reconoce comola proposición para el entendimiento <strong>de</strong> una parcela <strong>de</strong> la realidad que ha sido corroboradapor la práctica social y por ello históricamente validada. Pero esa vali<strong>de</strong>z histórica noimplica la infalibilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> proposiciones, puesto que la misma teoría científica se pue<strong>de</strong>dogmatizar y per<strong>de</strong>r su capacidad explicativa si se mantiene y reproduce como datoahistórico. Por ello siempre es necesario i<strong>de</strong>ntificar la forma y condición en que se proponeuna teoría científica y enten<strong>de</strong>r su historicidad y sus alcances.En <strong>las</strong> ciencias ha existido una ten<strong>de</strong>ncia hacia la c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías; Mario Bungeha propuesto, en <strong>las</strong> ciencias experimentales, la c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> teorías estáticas y teoríasdinámicas. 33En el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales, la c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías la propuso Duverger,quien <strong>las</strong> dividió en teorías generales y parciales.Sobre el<strong>las</strong> dice el autor que en “<strong>las</strong> ciencias sociales consi<strong>de</strong>radas en su conjunto, seintenta elaborar unas teorías generales, auténticas «cosmogonías”, que preten<strong>de</strong>n explicar elmecanismo global <strong>de</strong> la vida social....en unos niveles intermedios, <strong>las</strong> teorías parcialessintetizan los resultados relativos a una rama concreta <strong>de</strong> una disciplina y pue<strong>de</strong>n adoptar laforma <strong>de</strong> haces <strong>de</strong> hipótesis coor<strong>de</strong>nadas llamadas “mo<strong>de</strong>los”.” 34I<strong>de</strong>ntifiquemos cómo <strong>de</strong>scribe el autor cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> c<strong>las</strong>ificaciones expuestas.32 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 10 y 11.33 Cfr. BUNGE, Mario, La investigación científica, Ariel, México, 1983, caps. 7 y 8.34 DUVERGER, Maurice, Métodos <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales, Ariel, México, 1986, p. 375. ~u Loe. cit.


1.1.1 Teorías generalesLas teorías generales en <strong>las</strong> ciencias sociales tienen como finalidad, articular los elementosexplicativos que permitan enten<strong>de</strong>r una totalidad compleja <strong>de</strong> la realidad social.Sobre la función <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías, Duverger afirma: “El número <strong>de</strong> conocimientos concretosha aumentado <strong>de</strong> forma importante, pero la teoría no ha alcanzado el mismo <strong>de</strong>sarrollo.Des<strong>de</strong> hace medio siglo no ha realizado ningún progreso, o por lo menos ha avanzado muypoco”. Ello se <strong>de</strong>be, según Duverger, a que “cada sociólogo posee su propia teoríageneral... en su mayoría constituyen simples ‘capillitas’ con escasos a<strong>de</strong>ptos”. 35 Aunque no<strong>de</strong>scarta que existen algunas escue<strong>las</strong> que engloban a grupos <strong>de</strong> sabios más o menosnumerosos.Entre <strong>las</strong> teorías generales <strong>de</strong> mayor trascen<strong>de</strong>ncia, están, según el autor, la teoría marxistay la teoría psicologista, que el mismo Duverger caracteriza más como una ten<strong>de</strong>ncia quecomo una teoría propiamente dicha.Sobre la teoría marxista, Duverger consi<strong>de</strong>ra que es “la primera ‘cosmogonía’ sociológica”,aunque consi<strong>de</strong>ra, como muchos exégetas <strong>de</strong>l marxismo, que su base es esencialmente lalucha <strong>de</strong> c<strong>las</strong>es y su capacidad explicativa pue<strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>r históricamente a la Europa<strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l siglo XIX a mediados <strong>de</strong>l XX, pero reconoce <strong>las</strong> potencialida<strong>de</strong>sexplicativas sobre <strong>las</strong> transformaciones económicas. Finalmente expresa que la teoríamarxista ha sido más fecunda en su capacidad explicativa en los países con gobiernos noauto<strong>de</strong>nominados socialistas que en los que sí asumen esa nomenclatura, pues en estosúltimos el marxismo se ha constituido más en un dogma que en una teoría explicativa <strong>de</strong> larealidad.Es innegable que para el momento en que Duverger hizo estas consi<strong>de</strong>raciones, aún estabalejos la llamada “caída <strong>de</strong>l socialismo” que, para el enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> muchos, con ella seinvalidó la capacidad explicativa <strong>de</strong> la teoría marxista. La pregunta obligada sería: ¿hastaqué punto <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> ser eficaz la teoría marxista con la caída <strong>de</strong>l socialismo? Wallerstein dauna <strong>de</strong> <strong>las</strong> tantas respuestas que han aparecido en ese sentido, dice:Marx ha muerto muchas veces, pero ha renacido la misma cantidad <strong>de</strong> veces. “Es necesariohacer una relectura <strong>de</strong> él, como suce<strong>de</strong> con todo pensador <strong>de</strong> esa estatura, a la luz <strong>de</strong> laactualidad. Porque hoy no es sólo Marx el que muere una vez más: es toda una serie <strong>de</strong>estados que se habían atribuido la etiqueta marxista-leninista los que se encuentransacudidos y que, en su mayoría, se <strong>de</strong>rrumban.... Recor<strong>de</strong>mos, en general, que el marxismono es la suma <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as o los escritos <strong>de</strong> Marx, sino más bien un conjunto <strong>de</strong> teorías,análisis y recetas <strong>de</strong> acción política —inspiradas sin duda por los razonamientos <strong>de</strong> Marx—que fueron erigidos en una especie <strong>de</strong> canon... Para salir <strong>de</strong> esta confusión, es indispensable<strong>de</strong>stacar un <strong>de</strong>safío especialmente <strong>de</strong>licado: tratar <strong>de</strong> separar, hasta don<strong>de</strong> sea posible, poruna parte <strong>las</strong> tesis <strong>de</strong>l “marxismo <strong>de</strong> los partidos” [versión dominante] que estángravemente comprometidas —incluso muy bien refutadas [realmente rechazadas] — por el<strong>de</strong>rrumbe <strong>de</strong> los Estados <strong>de</strong>l “socialismo real”, y por otra parte <strong>las</strong> tesis <strong>de</strong> Marx o losaspectos <strong>de</strong> sus i<strong>de</strong>as [o incluso los <strong>de</strong> la práctica <strong>de</strong> los marxistas] que no estaban—o no <strong>de</strong> manera esencial— en la experiencia <strong>de</strong> esos Estados-partidos”.” 3635 Ibi<strong>de</strong>m pp. 375-37636 WALLERSTEIN,Immanuel, “El marxismo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la caída <strong>de</strong>l comunismo”, en La Jornada Semanal,DEMOS, núm. 294. 29 enero 1995, México, p. 20.


De acuerdo con esas i<strong>de</strong>as es necesario evitar <strong>las</strong> opiniones inmediatistas y reflexionarsobre <strong>las</strong> aportaciones teóricas que sigue teniendo el marxismo en nuestro tiempo,especialmente ahora que se pue<strong>de</strong>n evitar <strong>las</strong> opiniones dogmáticas sobre sus alcances ycontenido.No olvi<strong>de</strong>mos, como lo señala Duverger, que el marxismo es una teoría cosmogónica, queno sólo da cuenta <strong>de</strong> la realidad <strong>de</strong> su tiempo, sino también expone una posición sobre elconocimiento <strong>de</strong> la realidad. Para el entendimiento <strong>de</strong> la realidad, los Manuscritoseconómicos y filosóficos <strong>de</strong> 1844 <strong>de</strong> Marx, consi<strong>de</strong>ran al universo como una totalidaddialécticamente interaccionada en la que conocimiento y práctica son uno, y la coexistenciaarmónica entre humano y naturaleza es fundamental.Marx explica que: “Las ciencias naturales han <strong>de</strong>sarrollado una tremenda actividad y hanreunido una masa siempre creciente <strong>de</strong> datos. Pero la filosofía ha permanecido ajena a estasciencias, así como el<strong>las</strong> han permanecido ajenas a la filosofía. Su acercamientomomentáneo fue sólo una ilusión fantástica, había un <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> unión, pero faltaba lacapacidad para efectuarla. La historiografía misma sólo toma en cuenta acci<strong>de</strong>ntalmente ala ciencia natural, consi<strong>de</strong>rándola como un factor que contribuye a la cultura, dotada <strong>de</strong>utilidad práctica y capacitada para gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>scubrimientos particulares. Pero <strong>las</strong> cienciasnaturales han penetrado prácticamente en la vida humana a través <strong>de</strong> la industria. Hantransformado la vida humana y preparado la emancipación <strong>de</strong> la humanidad aun cuando suefecto inmediato fuera acentuar la <strong>de</strong>shumanización <strong>de</strong>l hombre. La industria es la relaciónhistórica real <strong>de</strong> la naturaleza y, por tanto, <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias naturales con el hombre.Si la industria es concebida como la manifestación esotérica <strong>de</strong> <strong>las</strong> faculta<strong>de</strong>s humanasesenciales, la esencia humana <strong>de</strong> la naturaleza y la esencia natural <strong>de</strong>l hombre tambiénpue<strong>de</strong>n compren<strong>de</strong>rse. Las ciencias naturales abandonarán entonces su orientaciónmaterialista abstracta o más bien i<strong>de</strong>alista y se convertirán en la base <strong>de</strong> <strong>las</strong> cienciashumanas, así como ya se han convertido —aunque en una forma enajenada— en la base <strong>de</strong>la vida humana real. Fijar una base para la vida y otra para la ciencia es una falsedad apriori. La naturaleza, tal como se <strong>de</strong>sarrolla en la historia humana, en el acto <strong>de</strong> génesis <strong>de</strong>la sociedad humana, es la naturaleza real <strong>de</strong>l hombre; así, la naturaleza, tal como se<strong>de</strong>sarrolla a través <strong>de</strong> la industria, aunque en forma enajenada, es la naturalezaverda<strong>de</strong>ramente antropológica.La experiencia sensible [véase Feuerbach] <strong>de</strong>be ser la base <strong>de</strong> toda ciencia. La ciencia sóloes ciencia genuina cuando proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> la experiencia sensorial, en dos formas <strong>de</strong> percepciónsensible y necesidad sensible; es <strong>de</strong>cir, sólo cuando proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> la naturaleza. Toda lahistoria es una preparación para que el “hombre” se convierta en objeto <strong>de</strong> la percepciónsensible y para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s humanas [<strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l hombre comotal]. La historia misma es una parte real <strong>de</strong> la historia natural, <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la naturalezaen el hombre. La ciencia natural compren<strong>de</strong>rá a la ciencia natural; serán una sola ciencia.El hombre es el objeto directo <strong>de</strong> la ciencia natural, porque la naturaleza sensible inmediataes para el hombre directamente la experiencia humana sensible [una expresión idéntica] lomismo que la otra persona que se le presenta directamente <strong>de</strong> una manera sensible. Supropia experiencia sensible sólo existe como experiencia humana sensible para él a través<strong>de</strong> la otra persona. Pero la naturaleza ese objeto directo <strong>de</strong> la ciencia <strong>de</strong>l hombre. El primerobjeto <strong>de</strong>l hombre —el hombre mismo— es la naturaleza, la experiencia sensible, y <strong>las</strong>faculta<strong>de</strong>s humanas sensibles particulares, que sólo pue<strong>de</strong>n encontrar realización objetivaen los objetos naturales. Únicamente pue<strong>de</strong>n alcanzar un conocimiento <strong>de</strong> sí en la ciencianatural.


El elemento <strong>de</strong>l pensamiento mismo, el elemento <strong>de</strong> la manifestación misma <strong>de</strong>lpensamiento, el lenguaje, es sensible por naturaleza. La realidad social <strong>de</strong> la naturaleza y laciencia natural humana o la ciencia natural <strong>de</strong>l hombre son expresiones idénticas.”. 37La vasta exposición <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Marx sustenta por sí misma que el universo es uno, y queen esa unidad se encuentra una multiplicidad <strong>de</strong> elementos interrelacionados entre sí. El serhumano ha logrado conocer la naturaleza en el sentido amplio <strong>de</strong> la expresión a través <strong>de</strong> lapercepción sensible, para lo cual tiene una finalidad: satisfacer <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s,inicialmente <strong>las</strong> vitales y subsecuentemente aquel<strong>las</strong> que se vayan generando en el procesohistórico <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s.Por tanto, la ciencia es una totalidad en la que se conjugan todos los elementos <strong>de</strong> larealidad que ro<strong>de</strong>an al ser humano finito, histórico, específico, social, y se le representancomo algo digno <strong>de</strong> conocer para satisfacer sus necesida<strong>de</strong>s. Esto es parte <strong>de</strong> una teoría <strong>de</strong>lo social puesto que: “La ciencia es obra humana y por consiguiente obra social. Su<strong>de</strong>sarrollo es un hecho histórico ininteligible si no se le consi<strong>de</strong>ra unido al conjunto <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la humanidad. Para respon<strong>de</strong>r a <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s concretas los hombres hansido impulsados a investigar <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> los procesos naturales...la práctica es el origen <strong>de</strong>la ciencia”. 38Estos elementos nos aproximan al entendimiento <strong>de</strong> la teoría general <strong>de</strong>l marxismo, perouna síntesis <strong>de</strong> los principales aspectos sobre la teoría marxista se encuentra en lossiguientes puntos:“1 La teoría es un sistema <strong>de</strong> conceptos, categorías y leyes (saber generalizado);2 Es el reflejo objetivo <strong>de</strong> la realidad;3 Se encuentra indisolublemente ligada a la práctica;4 Son estructuras complejas: a) cálculos formales, y b) interpretación sustancial;5 La teoría científica está condicionada social e históricamente;6 Las teorías pue<strong>de</strong>n servir <strong>de</strong> guía para la transformación revolucionaria <strong>de</strong> larealidad; contribuyen a transformar la naturaleza y vida social, y7 Las teorías sociales poseen un carácter <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e”. 39Coincidiendo con esos enunciados que se refieren al significado y <strong>de</strong> la teoría,Sánchez Vázquez afirma: “La teoría que por sí sola no transforma al mundo real se vuelvepráctica cuando pren<strong>de</strong> en la conciencia <strong>de</strong> los hombres. De este modo quedan señaladossus límites y la condición necesaria para que se vuelva práctica: por sí sola es inoperante yno pue<strong>de</strong> reemplazar a la acción, pero se vuelve una fuerza efectiva —un “po<strong>de</strong>rmaterial”— cuando es aceptada por los hombres... El paso <strong>de</strong> la teoría a la praxisrevolucionaria se halla <strong>de</strong>terminado, a su vez, por la existencia <strong>de</strong> una c<strong>las</strong>e social—el proletariado— que sólo pue<strong>de</strong> liberarse a sí misma liberando a la humanidad entera.Se trata <strong>de</strong> una misión histórico universal, pero no fundada a priori provi<strong>de</strong>ncialmente [“losproletarios no son dioses”, aclaran Marx y Engels en La sagrada familia], sino en función<strong>de</strong> la situación concreta que ocupa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la producción en la sociedad burguesa. Elproletariado está <strong>de</strong>stinado históricamente a liberarse por medio <strong>de</strong> una revolución radical37 Marx, Carlos, Manuscritos económico-filosóficos <strong>de</strong> 1844, Fondo <strong>de</strong> Cultura Popular, México, s.f. pp.111-113.38 38 BESSE, Guy, Práctica y teoría social, Colección 70, núm. 48, Grijalbo, México, s.d., pp. 25 y 39. 41LIMONE39 TECLA J., Alfredo y Garza, Alberto, Teoría, métodos y técnicas en la investigación social, Ediciones <strong>de</strong>Cultura Popular. México, 1977, p. 15.


que implique la negación y supresión <strong>de</strong> sí mismo como c<strong>las</strong>e particular y la afirmación <strong>de</strong>lo universal humano.Situado el problema en el marco específico que ahora nos interesa, lo que nos dice es queel proletariado no pue<strong>de</strong> emanciparse sin pasar <strong>de</strong> la teoría a la praxis, ni la teoría por símisma pue<strong>de</strong> emanciparle, ni su existencia social garantiza por sí sola su liberación”. 40Des<strong>de</strong> esta otra perspectiva, la teoría <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser solamente la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong>estudio, la reflexión sobre el hecho, la lucubración mental que preten<strong>de</strong> encontrar leyes queexpliquen e interpreten la realidad, y pasa a convertirse en un instrumento <strong>de</strong> reflexiónintencionada, orientada a la transformación <strong>de</strong> la realidad total, mediata e inmediata. Elproyecto teórico tiene como finalidad la transformación constante, pero no latransformación por la transformación misma, sino en el sentido <strong>de</strong> buscar y exaltar elsignificado <strong>de</strong> lo humano, <strong>de</strong> la igualdad humana, que la justicia social se realice en unambiente <strong>de</strong> perfecta armonía con la naturaleza. La teoría toma así una parte activa en laacción social.Como complemento a esas i<strong>de</strong>as Limoneiro expone: “La teoría es entendida comorepresentación <strong>de</strong> lo real, como su conocimiento aproximado, y es a través <strong>de</strong> ella que estoes explicado e incluso percibido. Sin ella, lo real aparece como caos, un mundo en el quelos hechos se acumulan ante los ojos <strong>de</strong>l observador. No es que en él no haya or<strong>de</strong>n nisentido, sino que este or<strong>de</strong>n y este sentido no se muestran en la simple observación. Cuandoson <strong>de</strong>scubiertos, entonces sí permiten una observación significativa. La teoría, pues, vamás lejos que los hechos que le son ofrecidos por lo real. La teoría los sobrepasa, noteniendo únicamente en ellos, por tanto, su origen y su fundamento. Supone otrasformulaciones teóricas <strong>de</strong> <strong>las</strong> que parte, en <strong>las</strong> que se apoya. El conocimiento actualmenteconstruido siempre parte <strong>de</strong> un conocimiento juzgado imperfecto y que busca unaperfección mayor [verdad aproximada].Verificamos que el ejercicio teórico es eminentemente crítico, y <strong>de</strong> un tipo especial <strong>de</strong>crítica: el radical, ya que es capaz <strong>de</strong> romper con la problemática establecida, permitiendoconstruir una nueva. Pero este movimiento constituyente <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la vía que po<strong>de</strong>mosconsi<strong>de</strong>rar como práctica”. 41Tales aspectos <strong>de</strong> la teoría están indubitablemente ligados a la perspectiva que Marx tuvo<strong>de</strong> la cosmovisión que históricamente le correspondió vivir, en la que teoría y praxis sonindisolubles.La interacción entre teoría y praxis se mantuvo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Marx y Engels en la generacióninmediata <strong>de</strong> marxistas que heredaron la visión <strong>de</strong> la sociedad crítica-transformadora, consus propias peculiarida<strong>de</strong>s; entre los más <strong>de</strong>stacados se encuentran Mehering, Kautsky,Plejánov, Lenin, Luxemburgo, Hilferding, Trotsky, Bauer y Bujarin. Los seis últimos,miembros más jóvenes <strong>de</strong> la herencia marxista, <strong>de</strong>sempeñaron un papel <strong>de</strong>stacado en lospartidos políticos <strong>de</strong> izquierda <strong>de</strong> sus respectivos países. 42Pero posteriormente el movimiento marxista escindió la unidad teoría-praxis con la divisiónmisma <strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones <strong>de</strong> la c<strong>las</strong>e obrera ante la primera guerra mundial.De la vieja generación, Kautsky y Plejánov optaron clamorosamente por el chovinismosocial y el apoyo a sus respectivas patrias imperialistas [en conflicto]. Mehering, encambio, se negó firmemente a todo compromiso con la capitulación <strong>de</strong>l SPD. Entre la40 Sánchez Vázquez, Adolfo, Filosofía <strong>de</strong> la praxis, Grijalbo, México, 1980, p. 126.41 LIM0NEIRO Cardoso, Miriam. La construcción <strong>de</strong> conocimientos, Era, México, 1977, pp. 45 y 46.42 Cfr. ANDERSON, Perry, Consi<strong>de</strong>raciones sobre el marxismo occi<strong>de</strong>ntal, Siglo XXI, México, 1979. p. 153.


generación más joven: Lenin, Luxemburgo y Bujarin se lanzaron a la resistencia totalcontra la guerra y a la <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong> la traición <strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones social<strong>de</strong>mócratas que sehabían alineado <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> sus opresores <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e en el holocausto capitalista previsto <strong>de</strong>s<strong>de</strong>hacía largo tiempo. Hilferding, quien inicialmente se había opuesto a la guerra en elReichstag, pronto se <strong>de</strong>jó reclutar en el ejército austriaco; Bauer <strong>de</strong> inmediato se incorporóal servicio para luchar contra Rusia en el frente oriental, don<strong>de</strong> fue rápidamente capturado.La unidad y realidad <strong>de</strong> la II Internacional, tan acariciada por Engels, quedó <strong>de</strong>struida enuna semana. 43Al concluir la primera guerra mundial y con el triunfo <strong>de</strong> la revolución en Rusia, lavinculación teoría-praxis retomó temporalmente su nivel, <strong>las</strong> enseñanzas <strong>de</strong> Lenin paraaplicar esa vinculación en la revolución, sirvieron para producir levantamientos popularesen Alemania, Italia, Hungría y Austria, los cuales no prosperaron. Lenin enfocó susesfuerzos a la intención <strong>de</strong> que la teoría encontrase fórmu<strong>las</strong> que permitieran una auténticapráctica política <strong>de</strong> masas, para enfrentar el creciente burocratismo <strong>de</strong>l nuevo Estadosoviético. Al sobrevenir su muerte, a principios <strong>de</strong> 1924, con la victoria <strong>de</strong> Stalin <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>lPCUS, se fortaleció un aparato político que suprimió <strong>las</strong> anheladas prácticas políticas en lamisma Unión Soviética y <strong>las</strong> <strong>de</strong>salentó y saboteó en otras partes <strong>de</strong>l mundo occi<strong>de</strong>ntal. Conla consolidación <strong>de</strong>l aparato burocrático en la URSS se eliminó la propuesta originaria <strong>de</strong>Marx sobre la indisolubilidad revolucionaria entre teoría y praxis.An<strong>de</strong>rson nos <strong>de</strong>scribe el hecho <strong>de</strong> la siguiente manera: “La unidad orgánica entre teoría ypráctica realizada por la generación clásica <strong>de</strong> marxistas anterior a la primera guerramundial, quienes <strong>de</strong>sempeñaron una función política y una función intelectual insuperable<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus respectivos partidos, en Europa oriental y central, iba a romperse cada vezmás en el medio siglo que va <strong>de</strong> 1918 a 1968, en Europa occi<strong>de</strong>ntal. La ruptura no fueinmediata o espontánea en el nuevo contexto generacional y geográfico <strong>de</strong>l marxismoposterior a la primera guerra mundial. Fue producida lenta y progresivamente por gran<strong>de</strong>spresiones históricas, que sólo en los años treinta provocaron la disolución final <strong>de</strong>l vínculoentre teoría y práctica”. 44Un esfuerzo por revivir el vínculo entre teoría y praxis lo realizó el grupo interdisciplinario<strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Investigación Social, que inicialmente <strong>de</strong>bía llamarse Instituto <strong>de</strong>lMarxismo, en Fráncfort, también conocido como Escuela <strong>de</strong> Fráncfort. Inicialmente, lostrabajos <strong>de</strong>l instituto <strong>de</strong>berían encabezarse bajo el lema <strong>de</strong> “teoría marxista”, el cual fuecambiado por el <strong>de</strong> “teoría crítica” <strong>de</strong> la sociedad. Aquí la teoría adquiere un calificativoque va a complementar su objetivo, la crítica; la teoría <strong>de</strong>be <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> su carácterespeculativo, explicativo, interpretativo y concentrarse especialmente en la crítica.Los representantes <strong>de</strong> la teoría crítica tenían como característica esencial, el serintelectuales no comprometidos con partido político alguno, pero interesados en elmovimiento <strong>de</strong>l proletariado como grupo social emancipador <strong>de</strong>l género humano. Para ellosla teoría auténtica no es sólo una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> hechos, sino que <strong>de</strong>be aspirar a unatransformación <strong>de</strong> la realidad, y a ello se dirige la teoría crítica.El principal representante y apologista <strong>de</strong> la teoría crítica fue Max Horkheimer, quienpropuso que la misma <strong>de</strong>bería orientarse hacia la interpretación y actualización <strong>de</strong> la teoríamarxista originaria según su propio espíritu. Para realizarlo era necesario rescatar elconcepto marxista <strong>de</strong> praxis, en el sentido <strong>de</strong> que el conocimiento no es una simple43 Ibi<strong>de</strong>m, p. 22.44 Ibi<strong>de</strong>m, p. 41.


eproducción conceptual <strong>de</strong> los datos objetivos, sino una transformación y reconstrucciónauténtica <strong>de</strong> la realidad. 45En sus orígenes, la teoría crítica surge como un compromiso moral que se integra alproyecto histórico emancipatorio <strong>de</strong> la liberación humana. Su objetivo es proponer i<strong>de</strong>asrelativas que permitan el advenimiento <strong>de</strong> una sociedad igualitaria, <strong>de</strong> ahí que por sistemase comportasen <strong>de</strong> una manera crítica frente a la sociedad y frente a la ciencia. Respecto <strong>de</strong>la crítica social Horkheimer afirma: “El carácter bilateral <strong>de</strong> la totalidad social en su formapresente se traduce, entre los hombres que adoptan una actitud crítica, en una oposiciónconsciente. Al reconocer la forma actual <strong>de</strong> la economía y <strong>de</strong> la cultura toda vez que ellagenera como el producto <strong>de</strong>l trabajo humano y también como el tipo <strong>de</strong> organización que lahumanidad ha sido capaz <strong>de</strong> autoproporcionarse en el momento presente, dichos hombresse i<strong>de</strong>ntifican a sí mismos con aquella totalidad, concibiéndola bajo los esquemas <strong>de</strong> lavoluntad y la razón, y sintiéndola como su propio mundo. Al mismo tiempo, sin embargo,los hombres que adoptan una actitud crítica experimentan el hecho <strong>de</strong> que la sociedadactual se presenta similar a los procesos naturales no humanos, se asemejan a un puromecanismo, al verse sostenidas sus formas culturales por la guerra y la opresión y no poruna voluntad autoconciente y unificada. Esta c<strong>las</strong>e <strong>de</strong> mundo no es el propio mundo, sino elmundo <strong>de</strong>l capital... La aceptación crítica <strong>de</strong> <strong>las</strong> categorías que gobiernan la vida social…contiene simultáneamente su con<strong>de</strong>na... La teoría crítica no es una simple hipótesis <strong>de</strong>investigación que se pueda o no mostrar válida al compás <strong>de</strong>l acontecer humano; es, por elcontrario, un elemento esencial <strong>de</strong>l esfuerzo histórico por crear un mundo que satisfaga <strong>las</strong>necesida<strong>de</strong>s y los po<strong>de</strong>res <strong>de</strong> los hombres... Su meta es la emancipación humana, laliquidación <strong>de</strong> la esclavitud... La crítica no se pue<strong>de</strong> guiar por otra cosa que no sea la<strong>de</strong>nuncia materialista <strong>de</strong> la injusticia social”. 46Horkheimer establece una diferencia entre teoría tradicional y teoría crítica, sobre ello dice:“Quisiera ante todo explicar a uste<strong>de</strong>s la diferencia que existe entre la teoría tradicional y lateoría crítica. ¿Qué es la teoría tradicional? ¿Qué es teoría en el sentido <strong>de</strong> la ciencia?Permítanme que le ofrezca <strong>de</strong> la ciencia una <strong>de</strong>finición muy simplificada: ciencia es elor<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los hechos <strong>de</strong> nuestra conciencia que finalmente permite esperar encontrar locorrecto en el lugar correcto <strong>de</strong>l espacio y <strong>de</strong>l tiempo. Esto tiene vali<strong>de</strong>z incluso para <strong>las</strong>ciencias filosóficas: cuando un historiador afirma algo con pretensiones a la exactitudhistórica, luego tiene uno que encontrarlo confirmado en los archivos.La corrección en este sentido constituye el fin <strong>de</strong> la ciencia; pero [y ahora viene el primermotivo <strong>de</strong> la teoría crítica] la ciencia misma no sabe por qué ella or<strong>de</strong>na precisamente enesa dirección los hechos y se concentra en <strong>de</strong>terminados objetos y no en otros. La cienciacarece <strong>de</strong> autorreflexión para conocer los motivos sociales que la impulsan hacia un lado,por ejemplo, hacia la luna, y no hacia el bien <strong>de</strong> la humanidad. Para ser verda<strong>de</strong>ra, laciencia <strong>de</strong>bería conducirse críticamente para consigo misma y para con la sociedad que ellaproduce. Aunque no quiere <strong>de</strong>cir que <strong>las</strong> cosas que hoy figuran en primer término no seannecesarias [quizá para nosotros, en los estados en que vivimos es necesario que se45 Cfr. Gabás, Raúl. Habermas: dominio técnico y comunidad lingüística, Colección Ariel Quincenal, núm.156, Ariel, Barcelona, 1980, p. 21.46 RODRÍGUEZ IBÁÑEZ, José Enríquez, Teoría crítica y sociología, Siglo XXI, Madrid, 1978, pp. 12 y 13.


produzcan instrumentos para ser superiores a los estados enemigos, para competir conellos], pero al menos se <strong>de</strong>bería ser consciente <strong>de</strong> estos motivos y <strong>de</strong> estas <strong>relaciones</strong>”. 47La teoría crítica se separa <strong>de</strong> la teoría tradicional, <strong>de</strong> la teoría pura, pues esta última parte <strong>de</strong>la división, <strong>de</strong>l paralelismo, entre el sujeto que contempla y el objeto que se representacomo verdad contemplada. Según Horkheimer el conocimiento está mediado por laexperiencia y la praxis concreta <strong>de</strong> una época, la que se encuentra guiada por los intereses<strong>de</strong> los grupos sociales, rechaza al materialismo que no está intermediado por la actividadhumana.Con la teoría crítica, Horkheimer consi<strong>de</strong>ra hacer una interpretación a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong>lmarxismo, ya que para él no es una concepción acabada <strong>de</strong> la realidad total, un sistemadoctrinario que haya <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse atemporalmente, sino un conjunto <strong>de</strong> estímulosintelectuales que <strong>de</strong>ben reflexionarse nuevamente <strong>de</strong> cara a <strong>las</strong> situaciones cambiadas. Lateoría crítica quiere unir los resultados <strong>de</strong> <strong>las</strong> diversas ciencias relativas a la sociedad enuna unidad conceptual y se entienda, por tanto, como un intento <strong>de</strong> dar forma consciente a<strong>las</strong> fuerzas <strong>de</strong> la época. 48Siguiendo esta línea <strong>de</strong> pensamiento, la teoría crítica no acepta dogmas y reconoce que enmuchos aspectos la propuesta <strong>de</strong> Marx estuvo equivocada, por ejemplo, en su afirmación <strong>de</strong>que <strong>las</strong> crisis económicas cada vez más agudas, en unión a la creciente pauperización <strong>de</strong> lac<strong>las</strong>e trabajadora en los países capitalistas, daría como resultado la revolución <strong>de</strong>lproletariado con cuyo tiempo se crearía una sociedad más justa. 49 Por ello la teoría crítica<strong>de</strong>be ser también autocrítica.La teoría crítica encuentra uno <strong>de</strong> sus apoyos esenciales en <strong>las</strong> funciones medulares <strong>de</strong> larazón <strong>de</strong>l hegelianismo, en <strong>las</strong> que la reflexión filosófica o racional es la que unifica losanálisis particulares <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong> los diversos fenómenos interrelacionados que semanifiestan en una época. Pero rehúye a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Hegel sobre la razón sustancial.“La teoría crítica, dado que renuncia a toda razón sustancial, a toda garantía objetiva, sehalla ante graves dificulta<strong>de</strong>s en torno al problema <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> lo racional y justo.¿Bajo qué luz la teoría crítica juzga la injusticia social? Y, por otra parte, si la teoría engeneral está mediada por los intereses sociales, ¿cuáles son los intereses sociales por losque está mediada la teoría crítica misma?Ha sido precisamente Habermas el que, en la década <strong>de</strong> los setenta, ha intentado unarespuesta explícita a este problema. Su solución consiste en afirmar que el a priorilingüístico nos permite una anticipación <strong>de</strong> la sociedad libre [<strong>de</strong> la comunicación libre <strong>de</strong>dominio], bajo cuya luz juzgamos la <strong>de</strong>sfiguración empírica <strong>de</strong> la sociedad. Y, en el plano<strong>de</strong> la acción concreta, todo intento <strong>de</strong> reforma racional <strong>de</strong> la sociedad ha <strong>de</strong> partir <strong>de</strong> unconsenso <strong>de</strong> los ciudadanos. En el consenso se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> qué es lo bueno, justo y racional”. 50La teoría crítica es un intento <strong>de</strong> rescatar los elementos fundamentales <strong>de</strong> la propuesta <strong>de</strong>Marx, en don<strong>de</strong> la teoría no está separada <strong>de</strong> la praxis. Habermas, al igual que Horkheimer,exhorta a ese rescate, tal i<strong>de</strong>a la encontramos en la observación <strong>de</strong> que: “…la teoría crítica<strong>de</strong>be tornarse crítica con respecto a sí misma si quiere recobrar su pérdida relación con lapraxis política. La teoría crítica no pue<strong>de</strong> contentarse con <strong>de</strong>clarar su vocación hacia esa47 H0RKHEIMER, Max, Sociedad en transición: estudios <strong>de</strong> la filosofía social, Penínsular, Madrid, 1976, pp.56 y 57.48 Ibi<strong>de</strong>m, p. 22.49 Ibi<strong>de</strong>m, p. 58.50 Gabás, Raúl, op. cit., p. 27.


elación; tiene que recobrarla práctica y teóricamente. El ajuste <strong>de</strong> cuentas crítico <strong>de</strong>Habermas con la teoría científica <strong>de</strong> su tiempo tiene, por tanto, un doble sentido: <strong>de</strong> unlado, es una lucha por el espíritu científico <strong>de</strong> la crítica, pero no en el sentido <strong>de</strong> unaconcesión al i<strong>de</strong>al cientificista <strong>de</strong> la ciencia, sino en el sentido <strong>de</strong> una concesión a la pasiónantimetafísica y empírica <strong>de</strong> la teoría anglosajona <strong>de</strong> la ciencia, en la cual Habermas<strong>de</strong>scubre no sólo una i<strong>de</strong>ología vigorosa, sino —bastante paradójicamente— una piezailustrativa acerca <strong>de</strong> Marx. Con Habermas, la teoría crítica intenta <strong>de</strong>terminar nuevamentesuposición crítica a través <strong>de</strong> una polémica con la teoría analítica <strong>de</strong> la ciencia y con laciencia social analítica. Descubre así el momento progresista y humano en el pathosantimetafísico y autocrítico <strong>de</strong> la science, extrayendo sus conclusiones gracias a una<strong>de</strong>cidida eliminación tanto <strong>de</strong>l componente residual metafísico <strong>de</strong> la teoría marxista como<strong>de</strong>l contenido empírico <strong>de</strong> esta teoría dogmática coagulada en la tradición marxista, aunquese halle históricamente superada. Trata <strong>de</strong> superar a Marx aceptándolo críticamente eintenta una revisión <strong>de</strong>l marxismo partiendo <strong>de</strong> una situación histórica modificada y <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la realidad finita”. 51Para concluir con la teoría crítica, expondremos el resumen que sobre ésta hace RodríguezIbáñez en sus caracteres más esenciales, los que enumera en tres: autorreflexividad (o, loque es lo mismo, antiformulismo o genetismo), carácter histórico-dialéctico y sentido moral<strong>de</strong> la crítica (es <strong>de</strong>cir, autoinclusión <strong>de</strong> los esfuerzos seculares por negar un presenteinjusto, por alcanzar la liberación humana). 52Con estos elementos po<strong>de</strong>mos establecer <strong>las</strong> características y trascen<strong>de</strong>ncia histórica <strong>de</strong> lateoría marxista como una teoría general <strong>de</strong> la sociedad.Duverger también expone <strong>las</strong> ten<strong>de</strong>ncias psicologistas, que no teorías, porque se trata másbien <strong>de</strong> una orientación general que <strong>de</strong> una sistematización precisa. Consiste en consi<strong>de</strong>rara la sociedad como un conjunto <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> interpersonales, en dar a los elementospsicológicos un carácter predominante en la explicación <strong>de</strong> los fenómenos sociales.El problema que encuentra el autor a estas ten<strong>de</strong>ncias es que no hay una teoría psicológicaampliamente aceptada, por lo que éstas van en retroceso. Aunque resalta: “El crecienteéxito <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías “funcionalistas”, que superan el punto <strong>de</strong> vista puramente relacional einterindividual para consi<strong>de</strong>rar globalmente a la comunidad, por lo menos en cuanto a susfines, sigue el mismo camino, y no cabe la menor duda <strong>de</strong> que constituye una etapa en lavía <strong>de</strong>l progresivo abandono <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías psicologistas en Occi<strong>de</strong>nte, en provecho <strong>de</strong> <strong>las</strong>teorías propiamente sociológicas”. 53Estas consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> Duverger parecen soslayar el origen <strong>de</strong> esas ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>pensamiento, incluyendo al funcionalismo.De conformidad con estos aspectos <strong>de</strong>scritos, po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r que el marxismo es unateoría general <strong>de</strong> la sociedad, como lo afirma Duverger pero, al parecer, el autor norecuperó en su carácter <strong>de</strong> teórico <strong>de</strong> la sociedad a Augusto Comte (<strong>de</strong> quien en <strong>las</strong>primeras páginas <strong>de</strong> su texto dijo que había hecho una aportación consi<strong>de</strong>rable para elestudio <strong>de</strong> la sociología, equiparable a la <strong>de</strong> Marx, pero sólo a este último lo consi<strong>de</strong>racomo un teórico <strong>de</strong> la sociedad). 54 No obstante, Comte ha sido consi<strong>de</strong>rado como otro <strong>de</strong>los gran<strong>de</strong>s teóricos <strong>de</strong> la sociología porque, como dice Timasheff, “fue la primera figura51 WELLMER, Albrecht, op. cit., pp. 59 y 60.52 RODRÍGUEZ IBÁÑEZ, José E., op. cit., p. 14.53 DUVERGER, Maurice, op. cit., p. 378.54 Cfr. DUVERGER, Maurice, op. cit., pp. 23 y 25.


importante que sostuvo, y que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>mostró con hechos, que era posible y <strong>de</strong>seable unaciencia <strong>de</strong> la sociedad, tanto empírica como teórica”. 55Es en sus propuestas, que adquieren <strong>de</strong> manera integral el carácter <strong>de</strong> una teoría general,don<strong>de</strong> se fundamentan diversas teorías sociales que se reproducen posteriormente.Augusto Comte es el propulsor <strong>de</strong>l positivismo, filosofía contrarrevolucionaria que sirvepara orientar, con base en una cosmovisión, los resultados obtenidos por la burguesía en larevolución francesa.La revuelta popular que <strong>de</strong>rrocó a la monarquía en Francia, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su triunfo, mantuvouna actitud revolucionaria siguiendo los preceptos que otrora habían servido a la burguesíapara tomar el po<strong>de</strong>r: libertad, igualdad y fraternidad. Para invalidar esa actitud se requeríauna filosofía contrarrevolucionaria que permitiera afirmar la transición <strong>de</strong>l mandatomonárquico al burgués. La burguesía requiere entonces <strong>de</strong> una nueva fundamentaciónfilosófica cuyo principio básico sea el or<strong>de</strong>n.Comte se encuentra con el problema <strong>de</strong> coordinar dos conceptos que parecenincompatibles, el <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n y el <strong>de</strong> libertad. Si se había preconizado el ejercicio absoluto <strong>de</strong>la libertad para la realización revolucionaria, ésta únicamente podría alcanzarse en elbienestar, bienestar que lleva a la felicidad humana, pero que sólo pue<strong>de</strong> provenir <strong>de</strong>lprogreso. Or<strong>de</strong>n y progreso son conceptos fundamentales que para ese momento seencuentran separados. El or<strong>de</strong>n existió en el periodo prerrevolucionario, y aislarlo es sufrirun retroceso. El progreso existe pero es anárquico. 56 56 Lo que se requiere es unirlos, yencontrar en esa unión un or<strong>de</strong>n que se represente en <strong>las</strong> instituciones y un progreso sinlímites que persiga la felicidad. “No hay or<strong>de</strong>n sin progreso ni progreso sin or<strong>de</strong>n.” 57Estos factores son básicos para la etapa intelectual más elevada <strong>de</strong>l género humano, elestudio positivo. Para Comte, “la humanidad ha pasado por tres estadios: el primero fue laetapa teológica y militar. En ese estadio <strong>de</strong> la sociedad, todas <strong>las</strong> concepciones teóricas,sean generales o especiales, llevan un sello sobrenatural. La imaginación predomina porcompleto sobre la facultad <strong>de</strong> observación, a la que se le niega todo <strong>de</strong>recho a inquirirtodas <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> sociales... son reconocidas y exclusivamente militares. La sociedadhace <strong>de</strong> la conquista su única finalidad permanente.La segunda época es la metafísica y jurídica. Su carácter general consiste en no poseercaracterísticas bien <strong>de</strong>finidas. Constituye un vínculo y es mixta y <strong>de</strong> transición...Semantiene aún a la observación subordinada a la imaginación, pero se permite a la primera,<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ciertos límites, modificar a la segunda. Esos límites se amplían gradualmentehasta que, al fin, la observación conquista el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> investigar en todas direcciones... <strong>las</strong>ociedad no es ya francamente militar y todavía no se ha hecho abiertamente industrial... Laesclavitud industrial ya no es directa; el productor, todavía esclavo, empieza a obteneralgunos <strong>de</strong>rechos en sus <strong>relaciones</strong> con los militares... Al principio la industria esfavorecida y protegida como recurso militar. Después aumenta su importancia, y finalmentese consi<strong>de</strong>ra y se practica sistemáticamente la guerra como un medio para favorecer a laindustria, lo cual es la última fase <strong>de</strong>l régimen intermedio.Finalmente, la tercera época es la <strong>de</strong> la ciencia y la industria. Todas <strong>las</strong> concepcionesteóricas especiales se han vuelto positivas, y <strong>las</strong> concepciones generales tien<strong>de</strong>n a hacer lomismo. En lo que respecta a <strong>las</strong> primeras, la observación predomina sobre la imaginación,55 TIMASHEFF, Nicho<strong>las</strong> S., La teoría sociológica, FCE, México, p. 31.56 Cfr. Zea, Leopoldo, El positivismo en México, FCE, México, 1981, p. 41.57 Ib<strong>de</strong>m


mientras que, con referencia a <strong>las</strong> segundas, la observación <strong>de</strong>stronó a la imaginación sinhaber tomado aún su lugar...la industria llegó a predominar. Todas <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> especialesse han establecido gradualmente sobre bases industriales. La sociedad, consi<strong>de</strong>radacolectivamente, tien<strong>de</strong> a organizarse <strong>de</strong> la misma manera, haciendo <strong>de</strong> la producción suobjetivo único y constante.” 58Con esa cosmovisión, Comte explica y justifica la creación <strong>de</strong>l nuevo or<strong>de</strong>n social y elimpulso al progreso. Los antiguos conceptos revolucionarios los compatibiliza con losnuevos conceptos institucionales. Expresa Zea que “A la i<strong>de</strong>a revolucionaria <strong>de</strong> una libertadsin límites se opuso la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una libertad or<strong>de</strong>nada, <strong>de</strong> una libertad que sólo sirviese alor<strong>de</strong>n. A la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la igualdad opuso la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una jerarquía social. Ningún hombre esigual a otro, todos los hombres tienen un <strong>de</strong>terminado puesto social. Este puesto social nopodía estar <strong>de</strong>terminado a la manera como lo hacía el antiguo or<strong>de</strong>n, es <strong>de</strong>cir, por la gracia<strong>de</strong> Dios o <strong>de</strong> la sangre, sino por el trabajo... En este nuevo or<strong>de</strong>n todos los hombresreconocerían lo justo <strong>de</strong> su puesto en la sociedad, porque este puesto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ría <strong>de</strong> <strong>las</strong>capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cada uno; pero esto no implicaría un <strong>de</strong>sacuerdo social, sino simplemente elreconocimiento <strong>de</strong> que todas <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es son necesarias, <strong>de</strong> que todos tienen unas<strong>de</strong>terminadas obligaciones que cumplir. Comte consi<strong>de</strong>ra que es necesario que haya en <strong>las</strong>ociedad hombres que dirijan y trabajadores que obe<strong>de</strong>zcan. Superiores e inferiores <strong>de</strong>benestar subordinados a la sociedad. La sociedad <strong>de</strong>be estar por encima <strong>de</strong> los intereses <strong>de</strong> losindividuos. En ella los filósofos y los sabios bien preparados <strong>de</strong>berán dirigirla <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>lor<strong>de</strong>n más estricto, conduciéndola hacia el progreso más alto.” 59Al or<strong>de</strong>n y al progreso <strong>de</strong>be apoyárseles con el elemento racional, organizativo: la ciencia.Para Comte la ciencia es principalmente experimental. Debe dar especial importancia a loshechos generales que nos permitan establecer leyes, aunque también <strong>de</strong>ben ser tomados encuenta los hechos particulares.El hecho general es la explicación universalizada <strong>de</strong> los hechos particulares. Ahora bien,para que existan leyes generales, hechos generales o estadísticos, es necesario que estoshechos sean verificables. Tal es la primera característica <strong>de</strong> un hecho positivo: suverificabilidad en la experiencia... Pero si un hecho es positivo por ser verificable, estambién verificable porque se presenta <strong>de</strong> manera repetida. Si los fenómenos fueranvariables, caprichosos y azarosos no habría ley posible <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminarlos. De ahí el segundocriterio para que un fenómeno o una serie <strong>de</strong> hechos sean positivos: su sujeción a leyesnaturales invariables.Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>finir un hecho experimentable, verificable, repetido, que implica una leynatural, la cual, a su vez, se convierte en una ley científica.En el curso <strong>de</strong> la filosofía positiva, la ciencia se concibe como un constante progreso,progreso que consiste en llegar a leyes cada vez más universales, <strong>de</strong> tal manera que larepresentación <strong>de</strong>l mundo sea cada vez más perfecta, aunque nunca llegue a ser <strong>de</strong>l todocompleta. 60En la tríada or<strong>de</strong>n, ciencia y progreso, se reúnen <strong>las</strong> bases <strong>de</strong> la filosofía positivista, en laque la posibilidad <strong>de</strong>l conocimiento se reduce a la experiencia obtenida mediante los datos,por lo cual es posible preten<strong>de</strong>r llegar más allá <strong>de</strong> ese límite. En esa base se apoyará58 C0MTE, Augusto, “El progreso <strong>de</strong> la civilización a través <strong>de</strong> tres estadios” en Los cambiossociales,compilado por Amitai y Minerva Etzioni, FCE, México, 1974, pp. 27 y 28.59 ZEA, Leopoldo, op. cit., p. 45.60 Xirau, Ramón, Introducción a la historia <strong>de</strong> la filosofía, <strong>UNAM</strong>, México, 1977, p. 320.


posteriormente el positivismo lógico <strong>de</strong>l Círculo <strong>de</strong> Viena. Este círculo se formó en 1929 yentre sus miembros se encuentran el ya referido Rudolf Carnap, Maurice Schlick, OttoNeurath, Hans Reichembach y Hans Hahn. Aunque no existe precisamente unacoinci<strong>de</strong>ncia exacta entre los principios doctrinarios <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> sus miembros, sí haygeneralida<strong>de</strong>s que los i<strong>de</strong>ntifican, como son: el interés <strong>de</strong> crear una sola ciencia unificadaque incluyera tanto a <strong>las</strong> ciencias naturales como a <strong>las</strong> sociales, pero con la peculiaridad <strong>de</strong>que el único objetivo <strong>de</strong> esa ciencia es la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> lo “inmediatamente dado”. Lasúnicas proposiciones significativas son <strong>las</strong> metafísicas que se reducen a tautologías. Todaproposición científica <strong>de</strong>be ser verificada ya que una proposición verificable es unaproposición verda<strong>de</strong>ra. La metafísica <strong>de</strong>be ser rechazada sistemáticamente. La única lógicaposible <strong>de</strong> la ciencia es la que se encuentra en la física con leyes y principios consumados(fisicalismo). En síntesis, para el círculo vienés, la única base teórica es la verificabilidad<strong>de</strong> la experiencia sensible. Como teoría general, el positivismo tuvo muchas ramificacionesque llevaron a la elaboración <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los o teorías parciales, que veremos en nuestrosiguiente apartado.La trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l positivismo y sus posteriores rea<strong>de</strong>cuaciones que pasan por el Círculo<strong>de</strong> Viena y <strong>de</strong>sembocan en la llamada “teoría <strong>de</strong> los sistemas”, <strong>de</strong>muestran que éste se siguemanteniendo como una “teoría general” <strong>de</strong> la explicación social que ha logrado una sólidaevolución. 61Ante esos principios <strong>de</strong>l positivismo en general y <strong>de</strong>l positivismo lógico en particular,emerge la crítica <strong>de</strong> los frankfurtianos, en particular <strong>de</strong>Horkheimer, quien: “Argumenta contra él en un doble plano: el social y elteórico~cognoscitiv0. En el campo social le objeta su incapacidad crítica, pues se limita a la<strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> hechos. En ese aspecto. . . el positivismo mo<strong>de</strong>rno está por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>lempirismo <strong>de</strong> otros tiempos, que contenía siempre un elemento crítico contra el or<strong>de</strong>nestablecido. A su vez relaciona esa falta <strong>de</strong> fuerza crítica con la dimensión teóricocognoscitiva.Y en este plano Horkheimer <strong>de</strong>nuncia en el positivismo la falta <strong>de</strong> concienciasobre el elemento activo <strong>de</strong> todo conocimiento. El positivismo, dice, renuncia a la reflexiónsubjetiva y, en consecuencia, absolutiza los hechos y consolida el or<strong>de</strong>n existente. Juntocon el positivismo, la teoría crítica cuestiona también la lógica formal, base <strong>de</strong> dichosistema, por la razón <strong>de</strong> que se reduce a una serie <strong>de</strong> tautologías sin significación real en elmundo histórico”. 62Estas posiciones <strong>de</strong> la teoría social son <strong>las</strong> que posteriormente van a llevar a la inconclusadiscusión entre Adorno y Popper, ya referidas, que siguen vigentes en <strong>las</strong> discusiones sobrela mo<strong>de</strong>rnidad y el posmo<strong>de</strong>rnismo.Hasta aquí hemos <strong>de</strong>scrito algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferentes concepciones que existen acerca <strong>de</strong> loque es la teoría general. Sólo resta <strong>de</strong>cir que para Duverger: “Las teorías generales sonnecesarias a la ciencia. Por una parte constituyen la síntesis <strong>de</strong> conjunto <strong>de</strong> los resultadosobtenidos, uniendo, por <strong>de</strong>cirlo así, <strong>las</strong> piezas <strong>de</strong>l rompecabezas. Por otra parte, favorecen ysuscitan nuevas investigaciones, facilitando la distinción entre lo conocido y lo<strong>de</strong>sconocido, lo cierto y lo dudoso, planteando correctamente los problemas, <strong>de</strong>finiendo elcuadro general <strong>de</strong> una tipología y sugiriendo hipótesis <strong>de</strong> trabajo. No tiene sentidopreguntarse si la teoría interviene antes o <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>las</strong> investigaciones concretas, puestoque interviene antes y <strong>de</strong>spués. La teoría es un perpetuo <strong>de</strong>venir: la síntesis <strong>de</strong> los61 Cfr. Kolakowski, Leszek, La filosofía positivista, Cátedra, Madrid, 1981.62 GABÁS, Raúl, op. cit., p. 24.


esultados obtenidos sirve <strong>de</strong> base a nuevas investigaciones que obligan a modificar lateoría antigua y a <strong>de</strong>finir una nueva síntesis, la cual abre nuevas perspectivas <strong>de</strong>investigación, etc. Pero este mismo movimiento obliga a la teoría a rebasar los límites <strong>de</strong>lconocimiento científico”. 63Estas consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> Duverger parten <strong>de</strong>l supuesto <strong>de</strong> que una teoría general, por estarconstruida con diversos elementos aislados <strong>de</strong> la realidad, impi<strong>de</strong>n dar cuenta <strong>de</strong> cada una<strong>de</strong> <strong>las</strong> partes <strong>de</strong> la misma, por lo que el conocimiento riguroso <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> esas partes sepier<strong>de</strong> en la generalidad.Por ello, según Duverger, elaborar una teoría general no consiste únicamente en efectuar <strong>las</strong>íntesis <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong> hechos conocidos, sino que la operación implica una superación<strong>de</strong> dichos hechos mediante la formulación <strong>de</strong> hipótesis globales que los relacionanmutuamente y que se refieren también a los aspectos <strong>de</strong>sconocidos; toda sistematización es,en parte, una obra <strong>de</strong> imaginación, <strong>de</strong> invención, <strong>de</strong> intuición.Al nivel <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías generales, <strong>de</strong> <strong>las</strong> “cosmogonías”, la objetividad total es imposible[para ello sería preciso que la ciencia estuviera completamente terminada], lo más grave espreten<strong>de</strong>r dar un carácter objetivo a conclusiones que no lo son. La ciencia social, cienciatodavía sub<strong>de</strong>sarrollada, está segura <strong>de</strong> muy pocas cosas, <strong>de</strong>masiado pocas, para edificaruna cosmogonía en la que domine la objetividad. En el punto en que se encuentra —y en elque <strong>de</strong>berá permanecer todavía durante mucho tiempo— una síntesis general se funda mássobre creencias e intuiciones que sobre hechos establecidos, pero se ve obligada, por lafuerza <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas, a incluir mayor número <strong>de</strong> hechos dudosos”. 64Esas i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Duverger dan una opinión sobre una concepción <strong>de</strong> ciencia, <strong>de</strong> conformidadcon los criterios <strong>de</strong> cientificidad dados por el positivismo lógico para el cual la ciencia esacumulativa y sólo se pue<strong>de</strong> dar cuenta <strong>de</strong> la realidad cuando se conoce todo lo referente alobjeto; si recordamos la proposición <strong>de</strong> Popper, <strong>las</strong> mismas teorías pue<strong>de</strong>n ser falsadas, porlo que ninguna <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, ya sea en <strong>las</strong> ciencias experimentales o sociales, pue<strong>de</strong> dar cuenta<strong>de</strong> alguna realidad <strong>de</strong> manera absoluta. Por ello se requiere plantear los criterios <strong>de</strong>cientificidad para enten<strong>de</strong>r a<strong>de</strong>cuadamente la función <strong>de</strong> <strong>las</strong> llamadas teorías generales en<strong>las</strong> ciencias sociales <strong>de</strong>scritas por Duverger, y apreciar<strong>las</strong> en su exacta dimensión paranuestro tiempo. Ello lo veremos más a<strong>de</strong>lante cuando hablemos <strong>de</strong> <strong>las</strong> pretendidas teoríasgenerales <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.1.1.2 Teorías parciales y mo<strong>de</strong>losLa segunda acepción <strong>de</strong> la teoría que nos da Duverger es sobre <strong>las</strong> teorías parciales y losmo<strong>de</strong>los, y aunque el autor no hace mayor referencia a <strong>las</strong> primeras, que lo dicho sobre sufunción <strong>de</strong> sintetizar los resultados <strong>de</strong> una rama concreta <strong>de</strong> una disciplina, po<strong>de</strong>mosagregar que éstas también se construyen sobre un aspecto concreto, específico, particular <strong>de</strong>la realidad: primero, se hace una <strong>de</strong>scripción externa y luego se ahonda en sus propieda<strong>de</strong>spara <strong>de</strong>scubrir <strong>las</strong> leyes que rigen al objeto seleccionado. El resultado, la teoría, es lapostulación <strong>de</strong> un sistema único, integrado, concreto <strong>de</strong> una parcela <strong>de</strong> la realidad. A esetipo <strong>de</strong> teorías se les <strong>de</strong>nomina comúnmente como “teoría parcial”.63 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 378 y 379.64 Ibi<strong>de</strong>m, p. 379.


En este caso se consi<strong>de</strong>ra que la teoría es la esencia, el sustento <strong>de</strong> la ciencia, pues el<strong>de</strong>sarrollo y la verificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías coadyuvan a su avance. Pero hay ocasiones en quese requiere pasar <strong>de</strong>l plano teórico al metateórico. Si la teoría es la reflexión sobre larealidad externa, la capacidad humana pue<strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>r esos parámetros y reflexionar sobrela reflexión, es <strong>de</strong>cir, teorizar sobre la teoría, y como resultado emitir una opinión sobre <strong>las</strong>reflexiones efectuadas, en este caso nos encontramos ante la metateoría que es ensíntesis la teoría <strong>de</strong> la teoría, para con ello i<strong>de</strong>ntificar sus alcances y potencialida<strong>de</strong>s.En el caso <strong>de</strong> la teoría, su i<strong>de</strong>ntificación es correlativa al ámbito <strong>de</strong> la realidad queintente exponer y la forma en que pretenda hacerlo, pero enten<strong>de</strong>r la teoría implicasituarnos más allá <strong>de</strong> la misma, en la metateoría. Sobre cómo se hace, lo po<strong>de</strong>mosi<strong>de</strong>ntificar en la siguiente i<strong>de</strong>a: “Si aceptamos que diferentes supuestos metateóricos —previos, aunque no necesariamente explícitos—, en la construcción <strong>de</strong> la teoría, configurandiferentes maneras <strong>de</strong> concebir y captar lo social, po<strong>de</strong>mos también suponer que con losmismos supuestos metateóricos es posible construir teorías que se encuadren <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> la misma óptica o posición acerca <strong>de</strong> lo social. Pero eso no quiere <strong>de</strong>cir que todo trabajorealizado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo paradigma y <strong>de</strong>finiendo el mismo concluya en dos trabajosiguales.En <strong>las</strong> corrientes…estructural funcionalistas, se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>ducir teorías intermedias: esto esasí porque su supuesto <strong>de</strong> base indica que es posible conocer la en realidad tal y comoésta “es dada” al hombre, y por acumulación, la investigación <strong>de</strong> diferentes científicospue<strong>de</strong> ir construyendo un conocimiento cada vez más acabado <strong>de</strong> la realidad. Aquíjuega el supuesto <strong>de</strong> “opacidad” <strong>de</strong>l objeto en el acto <strong>de</strong> conocimiento, conjuntamentecon la posibilidad <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>velado en sucesivas “miradas” cada vez más afinadas y certeras;su correlato metodológico es precisamente que si logramos instrumentos más certeros, finosy precisos para po<strong>de</strong>r alargar la “mirada <strong>de</strong>l investigador” con mayor premura y precisión,podremos <strong>de</strong>sentrañar su opacidad.En esta corriente, ese conocimiento <strong>de</strong> lo social converge en la configuración <strong>de</strong> una “granteoría madre” <strong>de</strong> la sociedad, <strong>de</strong> la que se pue<strong>de</strong>n ir <strong>de</strong>duciendo enfoques para problemasnuevos, parciales, para ser investigados; éstos, una vez analizados, aportan su teoríaparcial acerca <strong>de</strong> ese objeto específico, la que pasa a constituir o engrosar la gran teoríageneral. El proceso, <strong>de</strong> sobra conocido, se basa en el supuesto <strong>de</strong> que el pensamiento y larealidad tienen la “misma lógica”, por lo cual es posible la teoría en el plano <strong>de</strong>lpensamiento tanto como se quiera, y luego bajar a la realidad para poner a prueba eseconocimiento. El investigador “teórico” pue<strong>de</strong> proponer así ciertas formas lógicas <strong>de</strong>combinación <strong>de</strong> los sucesos, a manera <strong>de</strong> “formas vacías”, que luego serán llenadas con lainvestigación empírica. Si la confrontación con los hechos no permite convalidar la teoría,se habla <strong>de</strong> “casos <strong>de</strong>sviados” y se teoriza luego acerca <strong>de</strong> ellos. La literatura actual en esteparadigma abunda, cada vez más, en estos “casos <strong>de</strong>sviados”.Todo esto ha llevado a pensar que es <strong>de</strong> la teoría general así entendida <strong>de</strong> don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>rivanotras teorías intermedias, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>finir otras investigaciones <strong>de</strong> hechosnuevos o más recortados. Esto es así sólo para <strong>las</strong> teorías que se encuadran en esteparadigma, pero no es posible pensar <strong>de</strong> este modo en otro paradigma.El problema se plantea para nosotros cuando queremos realizar investigaciones concretas<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una perspectiva totalmente diferente, como es la marxista. En ésta, la dialéctica<strong>de</strong> lo abstracto y lo concreto nos impi<strong>de</strong> permanecer en la pura teoría; la aplicación correcta<strong>de</strong>l método nos impediría <strong>de</strong>ducir a partir <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncia general <strong>de</strong> los modos <strong>de</strong>producción; muchas veces no tenemos teorías acerca <strong>de</strong> procesos nuevos o más específicos.


La tentación <strong>de</strong> obrar, con marco teórico marxista pero con una metodología funcionalista[funcional marxismo], es gran<strong>de</strong>, y <strong>de</strong> hecho, no pocas veces caemos en tergiversación <strong>de</strong>la teoría producida por los elementos metodológicos, y sobre todo técnicos, queutilizamos”. 65De lo expuesto hasta aquí po<strong>de</strong>mos ver que es imposible hablar <strong>de</strong> teoría en un sentidoabstracto, puesto que <strong>las</strong> construcciones teóricas, se fundamentan en una premisaepistemológica que se pue<strong>de</strong> encontrar tanto en el positivismo como en el marxismo, por locual todo concepto <strong>de</strong> teoría es insuficiente puesto que hay otros tipos <strong>de</strong> teorías que seabocan más al entendimiento para la acción que para la interpretación; por ello se proponeconsi<strong>de</strong>rar la perspectiva en la que teoría y praxis no se escin<strong>de</strong>n pues ambas estándialécticamente interaccionadas. Cada uno <strong>de</strong> estos aspectos los expondremos en <strong>las</strong>propuestas siguientes que se han hecho en relación con la teoría.En cuanto a los mo<strong>de</strong>los, Duverger dice que es un concepto que se ha utilizado <strong>de</strong> maneradiferente y distingue dos c<strong>las</strong>ificaciones: una es <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los matemáticos y nomatemáticos y otros son los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> previsión y <strong>de</strong> investigación. El autor se refiereespecíficamente a esta segunda c<strong>las</strong>ificación. Señala que los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> previsión tienenuna base matemática y son, por ello, un instrumento <strong>de</strong> previsión. Don<strong>de</strong> se han aplicadoparticularmente es en la economía, don<strong>de</strong> <strong>de</strong>staca el cuadro económico <strong>de</strong> Quesnay y elmo<strong>de</strong>lo reducido <strong>de</strong> la realidad económica <strong>de</strong> Leontief.En cuanto a <strong>las</strong> ciencias sociales, se <strong>de</strong>staca el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Karl Deutsch para el estudio <strong>de</strong>lnacionalismo.Sobre los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> investigación, Duverger señala que es un conjunto coor<strong>de</strong>nado <strong>de</strong>hipótesis <strong>de</strong> trabajo que presentan una imagen simplificada y esquematizada <strong>de</strong> la realidad.Estos los divi<strong>de</strong> en mo<strong>de</strong>los no matemáticos y mo<strong>de</strong>los teóricos <strong>de</strong> estrategia.Los mo<strong>de</strong>los no matemáticos sirven para elaborar cuadros tipológicos o esquemas <strong>de</strong>c<strong>las</strong>ificación sistematizando un sector <strong>de</strong> la realidad y/o formando un conjunto más omenos homogéneo <strong>de</strong> elementos relacionados en el sector estudiado. Como ejemplo elautor propone su trabajo sobre Los partidos políticos.Entre los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> base matemática propone la teoría <strong>de</strong> los juegos. Esta se haconsi<strong>de</strong>rado como una <strong>de</strong> <strong>las</strong> herramientas para auxiliar en la comprensión <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias<strong>de</strong>l comportamiento humano. Esta teoría se interesa por <strong>las</strong> alternativas y estrategias para laelección racional <strong>de</strong> acciones a<strong>de</strong>cuadas ante ciertos estímulos y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ciertos contextossociales. Por ahora no explicaremos su contenido ya que ello lo veremos en <strong>las</strong> teoríassobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.1.1.3 HipótesisHay diversas opiniones sobre lo que son <strong>las</strong> hipótesis; algunos pensadores equiparan <strong>las</strong>hipótesis a <strong>las</strong> teorías puesto que se afirma que ambas tienen un carácter explicativo, perono <strong>de</strong>mostrativo, <strong>de</strong> la realidad estudiada; y otros consi<strong>de</strong>ran que éstas son suposiciones o65 BENGOECHEA, Sonia, et al., “Investigación empírica y razonamiento dialéctico: a propósito <strong>de</strong> unapráctica <strong>de</strong> investigación”, La metodología en <strong>las</strong> ciencias sociales, en Revista Mexicana <strong>de</strong> CienciasPolíticas y Sociales, Facultad <strong>de</strong> Ciencias Políticas y Sociales, <strong>UNAM</strong>, núms. 93-94, jul.-dic. 1978, México,pp. 78 y 79.


conjeturas utilizadas como herramienta <strong>de</strong> trabajo para guiar la investigación, puesto quesirven como «hilo conductor” para que, partiendo <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>a sobre <strong>las</strong> características <strong>de</strong> unobjeto conocido, se llegue a la confirmación o refutación <strong>de</strong> la misma, y en ese sentido sediferencian <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías ya que éstas preten<strong>de</strong>n revestirse <strong>de</strong> un carácter fi<strong>de</strong>digno.En el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias experimentales, un ejemplo <strong>de</strong> la equiparación <strong>de</strong> la teoría con lahipótesis es la llamada teoría <strong>de</strong>l origen <strong>de</strong>l universo, puesto que se afirma que el SistemaSolar fue producto <strong>de</strong> una gran explosión, pero, todavía no existen suficientes elementosque puedan <strong>de</strong>mostrar esa teoría, por lo cual se consi<strong>de</strong>ra como una hipótesis; y es ahídon<strong>de</strong> se hace la confusión y equiparación <strong>de</strong> ambas.Para otro caso tenemos como ejemplo el esbozo <strong>de</strong> una proposición provisional, ohipótesis, para explicar que la irradiación <strong>de</strong> un cuerpo absolutamente negro podía dilucidarla estructura <strong>de</strong>l átomo; cuando Bohr lo <strong>de</strong>mostró, a partir <strong>de</strong> esa hipótesis se formuló loque ahora se conoce como <strong>las</strong> «teorías <strong>de</strong> los cuantos”.Así algunas hipótesis revisten un carácter preliminar y temporal y sirven para hacer unasíntesis inicial <strong>de</strong> los hechos que se van conociendo, pero posteriormente, si éstas pue<strong>de</strong>nconfirmarse como resultado <strong>de</strong> una investigación, pasan a ser teorías científicamente<strong>de</strong>mostradas.La formulación, fundamentación y comprobación o refutación <strong>de</strong> <strong>las</strong> hipótesis se consi<strong>de</strong>racomo un elemento inherente a la investigación científica, pero <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l objeto quese esté investigando y <strong>de</strong> acuerdo con el avance que lleve la investigación, es factible laemisión <strong>de</strong> hipótesis.Esos criterios, se han tomado, <strong>de</strong> acuerdo a algunas opiniones, como válidos para <strong>las</strong>ciencias sociales.La fundamentación <strong>de</strong> esas i<strong>de</strong>as <strong>las</strong> po<strong>de</strong>mos encontrar en <strong>las</strong> afirmaciones que hacenGoo<strong>de</strong> y Hatt cuando dicen que: “Una hipótesis ve hacia a<strong>de</strong>lante. Es una proposición quepue<strong>de</strong> ser puesta a prueba para <strong>de</strong>terminar su vali<strong>de</strong>z. Pue<strong>de</strong> parecer contraria al sentidocomún, o que está <strong>de</strong> acuerdo con él, como darse el caso <strong>de</strong> que sea correcta o incorrecta.De todos modos siempre lleva a una prueba empírica. Cualquiera que sea el resultado, lahipótesis es una pregunta formulada <strong>de</strong> tal modo que se pue<strong>de</strong> prever una respuesta <strong>de</strong>alguna especie. Es un ejemplo <strong>de</strong> escepticismo organizado propio <strong>de</strong> la ciencia, <strong>de</strong> lanegativa a aceptar alguna afirmación sin la correspondiente comprobación empírica”. 66Los referidos autores también afirman que a partir <strong>de</strong> teorías se pue<strong>de</strong>n formular otrashipótesis ya que: “Cuando se <strong>las</strong> pone a prueba, éstas quedan <strong>de</strong>mostradas o sin<strong>de</strong>mostración y, a su vez, constituyen más pruebas <strong>de</strong> la teoría original. En uno y otro caso,pue<strong>de</strong>n ser útiles para la teoría existente y hacer posible aun la formulación <strong>de</strong> máshipótesis. Por <strong>de</strong>sdicha, este bosquejo tan simple <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> indicar que la formulación <strong>de</strong>hipótesis útiles constituye uno <strong>de</strong> los pasos más difíciles <strong>de</strong>l método científico” 67 .Sobre <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>s para la formulación <strong>de</strong> hipótesis dichos autores nos señalan tres: “Laprimera <strong>de</strong> el<strong>las</strong> es la ausencia —o la falta <strong>de</strong> conocimiento— <strong>de</strong> un claro encuadre teórico.La segunda es la falta <strong>de</strong> aptitud para utilizar lógicamente ese encuadre teórico.La tercera es el <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> técnicas a<strong>de</strong>cuadas <strong>de</strong> investigación para que seacapaz <strong>de</strong> redactar la hipótesis en forma <strong>de</strong>bida.” 68Para po<strong>de</strong>r juzgar la utilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> hipótesis, se proponen los siguientes criterios:66 GOODE, William J. y Hatt, Paul K., op. cit., p. 76.67 Ibi<strong>de</strong>m68 Ibi<strong>de</strong>m


1 Que <strong>las</strong> hipótesis sean conceptualmente claras, y para que ello se logre sugierenque:Un medio sencillo para aclarar los conceptos consiste en poner por escrito una lista <strong>de</strong> <strong>las</strong>que se emplean en el bosquejo <strong>de</strong> la investigación. Luego se <strong>de</strong>be intentar <strong>de</strong>finirlos:a) en palabras;b) a base <strong>de</strong> operaciones específicas —cálculos <strong>de</strong> índices, tipos <strong>de</strong> observaciones, etc.—, yc) con referencia a otros conceptos que habrán <strong>de</strong> encontrarse en investigacionesanteriores.2 Que <strong>las</strong> hipótesis tengan referentes empíricas, para lo cual sugieren:En primer lugar, hay que analizar los conceptos que expresen actitu<strong>de</strong>s, enlugar <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir fenómenos empíricos o referirse a ellos...Luego transfórmense <strong>las</strong>nociones en conceptos más útiles... Cuando en vez <strong>de</strong> ello encontramos que nuestrareferente es sencillamente un sentimiento vago, y no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>finir <strong>las</strong> operaciones quese necesitan para observarlo, <strong>de</strong>beremos estudiar el problema aún más y <strong>de</strong>scubrir qué es loque <strong>de</strong> veras <strong>de</strong>seamos investigar.3 Que <strong>las</strong> hipótesis sean específicas, para la cual: Nunca <strong>de</strong>be satisfacernos unapredicción general, si se la pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scomponer en hipótesis más precisas... Al formarsubhipótesis:a) se aclara la relación entre los datos buscados y <strong>las</strong> conclusiones, yb) se hace que la labor <strong>de</strong> la investigación <strong>de</strong> que se trata sea más manejable.4 Que <strong>las</strong> hipótesis estén relacionadas con técnicas disponibles, y ello se hace <strong>de</strong> <strong>las</strong>iguiente manera:Búsquense artículos <strong>de</strong> investigación que traten <strong>de</strong>l tema que se está investigando. Hágaseuna lista <strong>de</strong> <strong>las</strong> distintas técnicas que se han utilizado para medir los factores <strong>de</strong> importancia<strong>de</strong>l estudio. Si no se pue<strong>de</strong>n localizar exposiciones <strong>de</strong> la técnica, quizá sea más acertadoproce<strong>de</strong>r a una investigación <strong>de</strong> <strong>las</strong> técnicas necesarias para la investigación. En lugar <strong>de</strong>eso se pue<strong>de</strong> acordar que la falta <strong>de</strong> técnicas significa que el problema es <strong>de</strong>masiado vasto ygeneral para los recursos <strong>de</strong> los que se dispone en el momento actual.5 Las hipótesis <strong>de</strong>ben estar relacionadas con un cuerpo <strong>de</strong> teoría. Para ello, hay queexaminar toda la literatura que guarda relación con el tema escogido.Si es imposible hacerlo, entonces probablemente la hipótesis esté abarcando <strong>de</strong>masiadoterreno.En segundo lugar <strong>de</strong>be intentarse extraer <strong>de</strong> la literatura la forma en que diversasproposiciones, y conjuntos <strong>de</strong> proposiciones, están relacionados unos con otras...En tercerlugar, hay que cerciorarse <strong>de</strong> que sí se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>ducir, una <strong>de</strong> otra, cualesquiera otrasproposiciones, incluye la hipótesis propia, o si es posible hacerlo partiendo <strong>de</strong> un pequeñoconjunto <strong>de</strong> afirmaciones capitales.En cuarto lugar, se propone la hipótesis a prueba por medio <strong>de</strong> algún mo<strong>de</strong>lo teórico…paraver si se ha olvidado alguna proposición y algunas <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong> importancia.En quinto lugar, hay que comparar, en especial, el conjunto propio <strong>de</strong> proposicionesrelacionadas entre sí con <strong>las</strong> <strong>de</strong> algún autor clásico... Si se encuentra que esta labor <strong>de</strong>abstracción se hace difícil, en lugar <strong>de</strong> ello compárense <strong>las</strong> proposiciones propias con <strong>las</strong> <strong>de</strong>tales autores, pero <strong>de</strong>l modo que vienen explicadas por un autor sistemático...Lo que esimportante es que, cualquiera que sea la fuente <strong>de</strong> la hipótesis propia, ésta tiene que ser


lógicamente <strong>de</strong>rivable <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> proposiciones sociológicas relacionadas entre sí, yha <strong>de</strong> estar basada en el<strong>las</strong>”. 69Otra propuesta para el entendimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> hipótesis en el conocimiento <strong>de</strong> lo social nos lada el mismo Duverger, quien nos habla <strong>de</strong> que <strong>las</strong> hipótesis son un esbozo <strong>de</strong> leysociológica, y argumenta que: “si la hipótesis resulta verificada por la experiencia, seconvierte en ley, y <strong>de</strong> lo contrario es abandonada, formulándose una nueva hipótesis que asu vez será sometida a verificación”. 70Aña<strong>de</strong> el autor que: “no existen reg<strong>las</strong> precisas para la elaboración <strong>de</strong> unas hipótesis <strong>de</strong>trabajo. De nuevo nos encontramos en el terreno <strong>de</strong> la creación, <strong>de</strong> la invención, <strong>de</strong> laintuición que se sitúa más allá <strong>de</strong> toda metodología rigurosa”. 71Por lo <strong>de</strong>scrito hasta aquí, <strong>de</strong> conformidad con los autores referidos, po<strong>de</strong>mos ver que laemisión <strong>de</strong> una hipótesis no es simple, puesto que se requiere <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong>l objetoantes <strong>de</strong> que se pueda emitir una conjetura, pero a<strong>de</strong>más en los hechos sociales, como ya lohabíamos señalado, no hay posibilidad <strong>de</strong> corroboración empírica, puesto que un hecho <strong>de</strong>este tipo es fugaz y por en<strong>de</strong> no se pue<strong>de</strong> constatar que lo que se dice <strong>de</strong> él corresponda a larealidad.Lo que comúnmente se hace es emitir una hipótesis y buscar informaciones que <strong>de</strong>terminenque lo que se piensa sobre el hecho es avalado por esa información, pero en muchasocasiones la información no es plenamente confiable por lo que no hay elementos paracomprobar <strong>las</strong> hipótesis.No obstante, Duverger expone la posibilidad <strong>de</strong> dar orientaciones generales para laelaboración <strong>de</strong> <strong>las</strong> hipótesis, y señala que ésta se <strong>de</strong>fine por el carácter extensivo <strong>de</strong> <strong>las</strong>investigaciones. Apunta que la realización <strong>de</strong> <strong>las</strong> investigaciones, “En vez <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicarse aprofundizar en un terreno limitado, se preten<strong>de</strong> reunir el mayor número <strong>de</strong> hechos relativosa un extenso campo <strong>de</strong> estudio. Se entra en el conocimiento <strong>de</strong> estos hechos por medio <strong>de</strong>rápidas encuestas, superficiales, pero efectuadas en <strong>las</strong> más diversas circunstanciasposibles, en el mayor número <strong>de</strong> países, etc.; por medio <strong>de</strong> un previo examen <strong>de</strong>l máximo<strong>de</strong> documentos existentes, etc. En resumen: se recurre ampliamente a los métodoscomparativos clásicos. Por otra parte, y en cuanto sea posible, no se rehusará a completar lautilización <strong>de</strong> <strong>las</strong> “comparaciones próximas” por un eventual recurso a <strong>las</strong> “comparacionesremotas”. Cuantos más hechos se reúnan y cuantos más sean los dominios a los quepertenecen, mayores son <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ver surgir la i<strong>de</strong>a que servirá <strong>de</strong> base a lahipótesis. El espíritu <strong>de</strong> síntesis, la aptitud para percibir <strong>las</strong> posibles <strong>relaciones</strong> entrefenómenos aparentemente in<strong>de</strong>pendientes, <strong>de</strong>sempeñan el papel fundamental”. 72De acuerdo con esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Duverger, <strong>las</strong> hipótesis, en vez <strong>de</strong> servir <strong>de</strong> base para lainvestigación, son productos <strong>de</strong> la investigación. Pero ello adquiere mayores posibilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> fundamentarse cuando se hace trabajo en equipo <strong>de</strong>bido a que: “la reunión <strong>de</strong> variosinvestigadores aumenta para cada uno <strong>las</strong> probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir una hipótesis...eltrabajo en equipo permite reunir mayor número <strong>de</strong> hechos y, por último, asegura la puesta apunto <strong>de</strong> <strong>las</strong> hipótesis, porque no basta con <strong>de</strong>scubrir “la i<strong>de</strong>a”, sino que es necesario69 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 89-95.70 DUVERGER, Maurice, op. cit., p. 385.71 Ibi<strong>de</strong>m.72 Ibi<strong>de</strong>m, p. 385.


<strong>de</strong>sbrozarla, precisarla, formularla <strong>de</strong> manera rigurosa. Las hipótesis <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>ben ser<strong>de</strong>finidas con la mayor claridad y precisión”. 73Finalmente, sobre la verificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> hipótesis, Duverger señala que: “Aquí empieza eltrabajo <strong>de</strong> investigación científica propiamente dicha. En la fase <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> hipótesisúnicamente se reúnen los elementos ya conocidos <strong>de</strong>l problema estudiado, efectuándolo <strong>de</strong>la manera más completa y sistemática posible, procurando no evitar ningún elemento útil,comparando los elementos relacionados directamente con la cuestión estudiada conaquellos otros que la conciernen más remotamente, pero que pue<strong>de</strong>n esclarecer algunos <strong>de</strong>sus aspectos. En la fase <strong>de</strong> la verificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> hipótesis, por el contrario, se buscannuevos elementos, se investigan terrenos todavía vírgenes.De acuerdo con lo <strong>de</strong>scrito hasta este momento, <strong>las</strong> hipótesis cumplen una doble función: la<strong>de</strong>scripción aproximativa <strong>de</strong> una realidad social que no pue<strong>de</strong> ser empíricamentecorroborada y a partir <strong>de</strong> ahí avalar o reformular <strong>las</strong> construcciones teóricas; o servir <strong>de</strong>guía para la realización <strong>de</strong> investigaciones. Una síntesis <strong>de</strong> estas opciones la haceGomezjara en la siguiente afirmación: “<strong>las</strong> hipótesis, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser supuestos ointerrogantes que guían a la investigación, representan a la síntesis <strong>de</strong>l conocimiento hastaese momento <strong>de</strong> la investigación y tien<strong>de</strong>n a otorgar nuevas explicaciones sobre hechos aúnno comprendidos o recientemente surgidos. Las hipótesis son precisamente el puente <strong>de</strong>enlace entre lo fenoménico social y los elementos internos, esenciales, “que están <strong>de</strong>trás”<strong>de</strong> lo simplemente cuantificable <strong>de</strong> los fenómenos”. 74En el estudio <strong>de</strong> la realidad, la elaboración <strong>de</strong> teorías o proposición <strong>de</strong> hipótesis sonelementos que pue<strong>de</strong>n aproximarnos al conocimiento <strong>de</strong> esa compleja entidad; pero <strong>de</strong>bidoa que los hechos sociales son fugaces e irrepetibles, la posibilidad <strong>de</strong> comprobación <strong>de</strong> <strong>las</strong>teorías o <strong>las</strong> hipótesis es remota, por lo cual <strong>las</strong> explicaciones son limitadas. Ante ello lafunción <strong>de</strong> la teoría y/o <strong>de</strong> la hipótesis pue<strong>de</strong> sustentarse en la formulación <strong>de</strong> criterios, yano solamente para la explicación <strong>de</strong> los fenómenos, sino también para la praxis en cualquierámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> sociales.1.2 ELEMENTOS DE LA TEORÍA CIENTÍFICASe ha dicho que la teoría científica es la forma en que po<strong>de</strong>mos explicar nuestroentendimiento <strong>de</strong>l mundo, y en ocasiones no sólo para explicarlo, sino también para actuaren él. Pero una explicación, en cualquiera <strong>de</strong> los casos, requiere <strong>de</strong> la utilización <strong>de</strong> unasimbología social que permita comunicar a los otros seres con los que convivimos lo quepercibimos, pensamos y enten<strong>de</strong>mos <strong>de</strong> la información que acumulamos.Los individuos agrupados en socieda<strong>de</strong>s utilizan ciertos símbolos basados en sonidos, en laelaboración <strong>de</strong> signos convencionales y en expresiones corporales o señales diversascodificadas para comunicarse. Las dos primeras son <strong>las</strong> más comúnmente usadas: una conla utilización <strong>de</strong> sonidos que pue<strong>de</strong>n ser expresiones guturales articuladas con controlesfonéticos bucales, y constituyen el fundamento <strong>de</strong>l lenguaje y el idioma, siendo ésta laforma más generalizada <strong>de</strong> comunicación; o <strong>de</strong> manera restringida mediante el uso <strong>de</strong>73 Ibi<strong>de</strong>m, p. 386.74 Gómez, Jara, Francisco y Pérez, Nicolás, El diseño <strong>de</strong> la investigación social, Ediciones Nueva Sociología-Fontamara, México, 1989, p. 75.


claves, como el telégrafo. La otra es la utilización <strong>de</strong> la escritura, que no es más que eselenguaje impreso con signos convencionales.Ahora, ese lenguaje es producto <strong>de</strong> la forma en que vamos nombrando <strong>las</strong> cosas quepercibimos y pensamos <strong>de</strong>l universo, por lo que para po<strong>de</strong>r i<strong>de</strong>ntificar, diferenciar ycomunicar esa percepción y pensamiento, los seres humanos han elaborado conceptos ycategorías. Si bien dichos conceptos y categorías forman parte <strong>de</strong>l lenguaje común, ellosgeneralmente dan cuenta <strong>de</strong>l universo conocido, pero <strong>las</strong> teorías científicas tienen comofinalidad el entendimiento y la explicación <strong>de</strong> lo que se <strong>de</strong>scubre, puesto que la función <strong>de</strong>la ciencia es precisamente el <strong>de</strong>scubrir el complejo universo en el que se encuentra el serhumano. Por ello entre los elementos <strong>de</strong> la teoría científica están los conceptos, <strong>las</strong>categorías y <strong>las</strong> leyes, con <strong>las</strong> cuales se preten<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r y explicar lo que se <strong>de</strong>scubre <strong>de</strong>la realidad. Veamos cuál es la función <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> estos elementos.1.2.1 ConceptoHay algunas divergencias sobre lo que se entien<strong>de</strong> por concepto, en algunas ocasiones seutiliza como sinónimo <strong>de</strong> término o palabra, pero en la lógica, existe un común<strong>de</strong>nominador que ilustra lo que es el concepto; en ella se le concibe como unarepresentación <strong>de</strong> la realidad, <strong>de</strong> los objetos reales, <strong>de</strong> los objetos externos, en elpensamiento y en su expresión. Y también, particularmente cuando se expone, el conceptoes un ente para la ontología.Si concentramos nuestra atención en esa propuesta, podremos darnos cuenta que cualquierobjeto, natural o transformado por el trabajo humano, tiene una existencia propia, la cual semantiene al exterior <strong>de</strong>l pensamiento; o para ser más claros, una piedra o una mesa tienensu existencia propia, pero también <strong>las</strong> representamos en el pensamiento, como objetospensados, y a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> percibir la imagen, ésta pue<strong>de</strong> ser transmitida a los otros a través<strong>de</strong> un concepto.Como es evi<strong>de</strong>nte, la expresión <strong>de</strong>l pensamiento no se encuentra en el objeto piedra, sinoen el concepto piedra; lo mismo suce<strong>de</strong> en el caso <strong>de</strong> la mesa; no hay el objeto mesa en lamente, sino una reproducción <strong>de</strong> ésta en la imagen que se i<strong>de</strong>ntifica con el concepto <strong>de</strong>mesa. El concepto como representación mental y expresión verbal <strong>de</strong>l objeto tiene dosfinalida<strong>de</strong>s: una, refleja <strong>las</strong> propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l objeto mismo, y segunda, tiene una expresióncomunicativa que se transmite a través <strong>de</strong> los sonidos guturales articulados, mejorconocidos como lenguaje. El análisis <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong>termina que el reflejo <strong>de</strong> <strong>las</strong>propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l objeto en el concepto es resultado <strong>de</strong> una práctica social, en la que elconvencionalismo lingüístico establece la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l objeto en cuestión.Dentro <strong>de</strong> la lógica, todo concepto tiene dos características fundamentales que son: elcontenido y la extensión. En el caso <strong>de</strong>l primero, se señala que el contenido tiene comofinalidad exponer <strong>las</strong> cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los objetos, o sus propieda<strong>de</strong>s esenciales, por ejemplo,si se expresa el concepto <strong>de</strong> “humano”, el contenido <strong>de</strong>l mismo nos ilustra a un ser cuyascualida<strong>de</strong>s son el ser vertebrado, mamífero, con uso <strong>de</strong> razón, mortal, etcétera.El contenido pue<strong>de</strong>, asimismo, dividirse en c<strong>las</strong>es cuando en él se encuentren conjuntosdiferenciados; rescatando el ejemplo expuesto anteriormente, en el contenido <strong>de</strong>l conceptoencontramos al humanomasculino y al humanofemenino, al hombre y a la mujer, <strong>las</strong> propieda<strong>de</strong>s fisiológicas que divi<strong>de</strong>n al ser humanopor su configuración anatómica, es lo que <strong>de</strong>termina la c<strong>las</strong>e.


La extensión <strong>de</strong>l concepto es la suma o totalidad <strong>de</strong> objetos que se ilustran con el mismo,por ejemplo, si se expresa el concepto humano, este incluye a todos los seres masculinos yfemeninos, altos y bajos, esbeltos y robustos, con pigmentación <strong>de</strong> la piel oscura, clara omixta, niños o adultos, etc. Si se expresa el concepto hombre, en él, salvo que haya unaintención genérica, estarán contenidos todos los seres humanos masculinos que existan con<strong>las</strong> características psicofisiológicas que le correspondan, lo mismo sería en el caso <strong>de</strong> quese hablara <strong>de</strong> la mujer.La extensión <strong>de</strong>l concepto pue<strong>de</strong> ser c<strong>las</strong>ificada en dos gran<strong>de</strong>s rubros, los singulares y losuniversales. El concepto singular se refiere a un objeto único, específico, concreto,in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> que éste se encuentre en una c<strong>las</strong>e. El concepto singular se divi<strong>de</strong>asimismo en dos especies: individuales y colectivas.El concepto singular individual se refiere a los objetos que tienen una i<strong>de</strong>ntidad propia ycuya particularidad lo diferencia <strong>de</strong> los otros, no obstante que pertenezca a una c<strong>las</strong>e, porejemplo, po<strong>de</strong>mos referirnos al planeta Tierra, a Gabriel Gutiérrez Pantoja, al gobierno <strong>de</strong>Ernesto Zedillo en México, como unida<strong>de</strong>s específicas y concretas que correspon<strong>de</strong>n aentes complejos pero temporal y espacialmente i<strong>de</strong>ntificables.El concepto singular colectivo ilustra al conjunto <strong>de</strong> objetos que forman la unidad, tomandolos ejemplos expuestos po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r que el planeta Tierra forma parte <strong>de</strong> los planetasque conforman el Sistema Solar, Gabriel Gutiérrez Pantoja forma parte <strong>de</strong> una familia yuna comunidad universitaria y el gobierno zedillista ha sido parte integrante, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> queasumió esa función, <strong>de</strong> la Nación mexicana. En este caso Sistema Solar, familia ocomunidad universitaria y Nación mexicana son <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s colectivas que contienen alconjunto <strong>de</strong> planetas, a un integrante <strong>de</strong> la familia o <strong>de</strong> los universitarios y a los mexicanos.Los conceptos universales se refieren a diversos objetos que pertenecen a una sola c<strong>las</strong>e otipo <strong>de</strong> objeto, por ejemplo, po<strong>de</strong>mos expresar el concepto <strong>de</strong> “avión” sin que hagamosreferencia a alguna especie <strong>de</strong>terminada, lo mismo sería en el caso <strong>de</strong>l concepto “árbol” o<strong>de</strong>l concepto “hombre”. Todos ellos incluyen a la universalidad <strong>de</strong> los aviones, <strong>de</strong> losárboles y <strong>de</strong> los hombres, sin hacer distinción entre sus especies.Los conceptos universales son <strong>de</strong> tres c<strong>las</strong>es: <strong>de</strong> extensión limitada, <strong>de</strong> extensión ilimitada y<strong>de</strong> extensión vacía.Los <strong>de</strong> extensión limitada son aquellos que tienen una cantidad finita, cuantificable, pero lofinito y lo cuantificable pue<strong>de</strong> ser a su vez <strong>de</strong> una magnitud consi<strong>de</strong>rable, por ello estosconceptos universales <strong>de</strong> extensión limitada tienen dos varieda<strong>de</strong>s; la primera <strong>de</strong> el<strong>las</strong> estái<strong>de</strong>ntificada como “registrador”, los conceptos registradores tienen la posibilidad <strong>de</strong> indicarexactamente el número <strong>de</strong> objetos que abarca el concepto. Si tomamos los ejemplosexpuestos, existe el dato <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> aviones que hay en el mundo, esto es unconcepto universal <strong>de</strong> extensión limitada registrador. Por otro lado están los conceptosuniversales <strong>de</strong> extensión limitada no registrable en los que el número es finito, pero es <strong>de</strong>tal magnitud que sólo se da un cálculo aproximado <strong>de</strong> su finita existencia, un ejemplopue<strong>de</strong> ser los árboles o la cantidad <strong>de</strong> partícu<strong>las</strong> <strong>de</strong> arena que conforman el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong>lSáhara.Los conceptos universales <strong>de</strong> extensión ilimitada están compuestos por aquellos objetos <strong>de</strong>cuantificación infinita, ilimitada, por ejemplo los “átomos” y los “momentos <strong>de</strong>l tiempo”.Finalmente los conceptos universales vacíos, son los que no contienen ningún objeto enespecial, por ejemplo “los números”, cualquier número que se elija no tiene ningúncontenido, es simplemente una representación simbólica asignable a objetos in<strong>de</strong>finidos.


Hasta aquí se han <strong>de</strong>scrito <strong>las</strong> características <strong>de</strong> los conceptos en forma aislada, ahora se<strong>de</strong>scribirá la relación que existe entre esas características, es <strong>de</strong>cir, entre su contenido y suextensión. Si se comparan conceptos <strong>de</strong> contenido distinto, se encuentran algunos rasgosque son comunes y otros que son completamente divergentes. Cuando se ve la similitud <strong>de</strong>rasgos entre dos conceptos, a éstos se les llama conceptos comparables. Pero también hayconceptos que por carecer <strong>de</strong> similitud en su extensión se les llama incomparables.Los conceptos comparables se divi<strong>de</strong>n, asimismo, en compatibles e incompatibles. Se lesllama conceptos compatibles a aquellos que tienen un contenido distinto pero que al mismotiempo tienen una coinci<strong>de</strong>ncia o coordinación entre sus extensiones; por ejemplo,sociólogo y poeta, ambos <strong>de</strong>sempeñan una actividad distinta, pero los dos son intelectuales.Los conceptos compatibles se subdivi<strong>de</strong>n en idénticos, mixtos y subordinados.Los conceptos comparables compatibles idénticos, son los que tienen un contenido distinto,pero la misma extensión, por ejemplo, el Estado nacional <strong>de</strong> nuestra época es un conceptoque i<strong>de</strong>ntifica <strong>de</strong> manera compatible a diversas formas <strong>de</strong> división territorial y organizaciónsocial, pero el concepto i<strong>de</strong>ntifica varios objetos con una extensión conceptual igual. Todosson Estados nacionales.Los conceptos comparables compatibles mixtos son aquellos en los que el contenido esdiferente pero la extensión es parcialmente diferente, o parcialmente coinci<strong>de</strong>nte, porejemplo, en los conceptos “socialista” y “sociólogo” hay un contenido diferente, pero hayuna coinci<strong>de</strong>ncia parcial en la medida <strong>de</strong> que algunos socialistas pue<strong>de</strong>n ser sociólogos masno todos, y hay sociólogos que pue<strong>de</strong>n ser socialistas, mas no todos. Lo mismo se podría<strong>de</strong>cir <strong>de</strong> una relación entre poeta y turista o entre sabio y gobernante.Finalmente, los conceptos comparables compatibles subordinados son aquellos en los quelos contenidos y <strong>las</strong> extensiones se encuentran en relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Si tenemos dosconceptos, por ejemplo, “imprenta” y “libro”, la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia se da <strong>de</strong> la siguiente manera:“los caracteres esenciales <strong>de</strong>l primer concepto constituyen sólo una parte <strong>de</strong> los caracteresesenciales <strong>de</strong>l segundo, el cual posee a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> dichos caracteres algunos otros; laextensión <strong>de</strong>l segundo concepto, en cambio, cae por completo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong>lprimero como parte <strong>de</strong> él mismo”. 75En el caso <strong>de</strong> nuestro ejemplo, el concepto imprenta implica una cualidad que permiteregistrar y reproducir panfletos, libros, periódicos, etc., en cambio, el libro no pue<strong>de</strong> surgirsin la imprenta. Entre los dos conceptos hay una relación <strong>de</strong> subordinación, al <strong>de</strong> mayorextensión se le dará la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> subordinante y al <strong>de</strong> menor extensión el <strong>de</strong>subordinado. En el caso <strong>de</strong> la nacionalidad mexicana y el mexicano, suce<strong>de</strong> lo mismo, elmexicano existe porque existe la nacionalidad mexicana, por lo que el mexicano estásubordinado a la extensión <strong>de</strong> la vigencia <strong>de</strong> la nacionalidad mexicana.Por otro lado, tenemos los conceptos comparables incompatibles. 76 Ya se había enunciadoque este tipo <strong>de</strong> conceptos no tienen nada en común en sus extensiones. Estos conceptos sedivi<strong>de</strong>n en sí mismos en contradictorios y contrarios.Los incompatibles contradictorios se pue<strong>de</strong>n i<strong>de</strong>ntificar cuando en uno <strong>de</strong> los dos conceptosse encuentra una falta <strong>de</strong> carácter <strong>de</strong>l objeto que representa, es <strong>de</strong>cir, la negación o ausencia<strong>de</strong> lo que tiene el otro concepto que representa a un objeto específico; por ejemplo, sihablamos <strong>de</strong> un “ser humano racional” el concepto incompatible contradictorio sería “ser75 GORSKI, D.P., D.P. y TAVANTS, P.V., Lógica, Grijalbo, México, 1960, p. 62.76 Cfr. Ibi<strong>de</strong>m, p. 64.


humano no racional”, el primer concepto dispone <strong>de</strong> una característica específica, elsegundo carece <strong>de</strong> ella, esto es, lo racional.Los conceptos incompatibles contrarios son los que se niegan mutuamente y el conceptonegador posee caracteres contrapuestos al concepto negado. El calificativo negador y elcalificativo negado, son los polos opuestos <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> un objeto. Si el objeto esun ser humano, los conceptos incompatibles contrarios que se le pue<strong>de</strong>n adjudicar sonbueno y malo; valiente y cobar<strong>de</strong>; bello y feo, etcétera.Finalmente veremos los conceptos coordinados; en esta relación <strong>de</strong> conceptos encontramosuna coordinación entre especies subordinadas a un género; es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>l género pue<strong>de</strong>n<strong>de</strong>rivarse varias especies, <strong>las</strong> cuales encuentran su coordinación entre sí en el género base,el concepto genérico para ejemplificar pue<strong>de</strong> ser el <strong>de</strong> intelectual en el cual confluyen <strong>las</strong>distintas activida<strong>de</strong>s intelectuales como la <strong>de</strong>l poeta, la <strong>de</strong>l crítico, la <strong>de</strong>l novelista, la <strong>de</strong>ldramaturgo, etc., por tanto, la coordinación se da en el punto <strong>de</strong> confluencia.Para concluir este apartado veamos en el cuadro 1.1 la tipologización <strong>de</strong> los conceptos, quehacen los autores que hemos referido en <strong>las</strong> citas bibliográficas.Todos los conceptos <strong>de</strong>scritos pue<strong>de</strong>n ser i<strong>de</strong>ntificados por su grado <strong>de</strong> abstracción en lamedida en que algunos <strong>de</strong> ellos sean concretos, porque reflejan <strong>las</strong> característicasespecíficas <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong>scrito, y abstractos, porque el significado <strong>de</strong>l contenido está<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>s para su aceptación objetiva, la cual <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l consensointersubjetivo <strong>de</strong> los sujetos que entiendan <strong>de</strong> manera común el objeto Y <strong>las</strong> propieda<strong>de</strong>sque lo refieran mediante el concepto. Los conceptos concretos son aquellos que tienen unatangibilidad, por ejemplo, piedra, mujer, avión, edificio, propieda<strong>de</strong>s, y los abstractos son


los no tangibles, por ejemplo, amor, bondad, dios, libertad. La <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> lo que son losconceptos, nos sirve <strong>de</strong> base para que podamos diferenciar en qué momento un conceptonos está <strong>de</strong>scribiendo <strong>las</strong> características <strong>de</strong> una realidad, que pue<strong>de</strong> ser corroborada, y enqué momento solamente tenemos una referencia <strong>de</strong> la misma, lo que nos impediríacomprobar si lo que se dice <strong>de</strong> ella pue<strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>r o no a lo afirmado. Lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong> los conceptos es uno <strong>de</strong> los fundamentos para <strong>de</strong>terminar elalcance <strong>de</strong> <strong>las</strong> hipótesis y por en<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías referidas en el apartado anterior.1.2.2 CategoríasSe ha dicho que el concepto es la forma en que los seres humanos <strong>de</strong>scriben el mundo queperciben y, <strong>de</strong> acuerdo con la c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong>scrita, éstos varían <strong>de</strong> conformidad con sucontenido y extensión. Pero para po<strong>de</strong>r elaborar o construir un concepto se requiere <strong>de</strong>lconocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> propieda<strong>de</strong>s que les son inherentes a los objetos, <strong>de</strong> los elementos quelos componen. Por ello para que se pueda dar cuenta <strong>de</strong> esas propieda<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> esoselementos <strong>de</strong>l objeto se requiere <strong>de</strong> <strong>las</strong> categorías, que son <strong>las</strong> que establecen <strong>las</strong><strong>de</strong>terminaciones específicas <strong>de</strong> los elementos que componen el objeto.La categoría es un enunciado que en el lenguaje etimológico griego significa acusacióncuyo infinitivo es acusar, que indica el imputar o establecer <strong>las</strong> propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> algo, peropara ello se han hecho diversas c<strong>las</strong>ificaciones y <strong>de</strong>terminado sus géneros por diversospensadores.Este enunciado ha tenido distintas proposiciones, y se señala que el primero que hizo unac<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> categorías fue Aristóteles, pero éstas coinci<strong>de</strong>n con los géneros <strong>de</strong>l serque había expuesto Platón que son: ser, i<strong>de</strong>ntidad, diferencia, movimiento y reposo. Porello, para establecer <strong>las</strong> categorías <strong>de</strong> todo objeto se necesita, inicialmente, que sei<strong>de</strong>ntifiquen en él esos cinco géneros.Para Aristóteles, <strong>las</strong> categorías eran diez, la fundamental era la sustancia o esencia, éstaindicaba la razón <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> los objetos, y <strong>las</strong> <strong>de</strong>más eran formas <strong>de</strong> existencia <strong>de</strong> losustancial. Las otras nueve categorías que la fundamentaban eran: tiempo, lugar, actividad,pasividad, calidad, cantidad, relación, posición y estado. Así <strong>las</strong> categorías, segúnAristóteles, son <strong>de</strong>terminaciones que pue<strong>de</strong>n asignarse a cada objeto existente.Otro <strong>de</strong> los pensadores que hizo una c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> categorías fue Emmanuel Kant,quien le dio una connotación diferente a la <strong>de</strong> Aristóteles, y la diferencia radicaba en quepara Kant <strong>las</strong> categorías no eran el reflejo <strong>de</strong> <strong>las</strong> propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los objetos, sino <strong>las</strong> formaso estructuras fundamentales y necesarias para el pensar humano. Para Kant, <strong>las</strong> categoríaseran una forma <strong>de</strong> pensar en objetos cuando se interpreta el mundo <strong>de</strong> la experiencia, porello <strong>las</strong> c<strong>las</strong>ificó en cuatro: cantidad o número que es la dimensión <strong>de</strong>l objeto; calidad, quese refiere a la intensidad con que se perciben <strong>las</strong> impresiones sensoriales; la modalidad, queindica la realidad, posibilidad o necesidad <strong>de</strong> los objetos, y la relación, que es don<strong>de</strong>confluyen la sustancia y la causalidad.Cada una <strong>de</strong> esas cuatro c<strong>las</strong>es tiene tres categorías que son los fundamentos para elpensamiento humano o el juicio. La <strong>de</strong> la cantidad está compuesta por la unidad, lapluralidad y la totalidad. El <strong>de</strong> la calidad por la realidad, la negación y la limitación. El <strong>de</strong>la modalidad tienen la particularidad <strong>de</strong> que se compone por una triada <strong>de</strong> binomios: elprimero es el <strong>de</strong> posibilidad-imposibilidad, el segundo <strong>de</strong> existencia y no existencia, y eltercero es el <strong>de</strong> necesidad y contingencia. Finalmente <strong>las</strong> categorías <strong>de</strong> la relación marcan la


vinculación y yuxtaposición <strong>de</strong> sustancia y acci<strong>de</strong>nte, causalidad y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia (o causa yefecto) y comunidad, que es la relación entre agente y paciente.¿Qué nos indican estas categorías para el pensamiento humano <strong>de</strong> Kant?, que en ningúnmomento po<strong>de</strong>mos establecer una afirmación inalterable sobre la realidad, sino que todaafirmación pue<strong>de</strong> tener una negación o contraposición a lo entendido y afirmado, por locual no hay categorías inalterables, sino que son premisas <strong>de</strong> pensamiento para tratar <strong>de</strong>enten<strong>de</strong>r la realidad.Estas dos posiciones sobre <strong>las</strong> categorías, la <strong>de</strong> Aristóteles y la <strong>de</strong> Kant, siguen vigentes y<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> posiciones que asumen otros pensadores, como es el caso <strong>de</strong> Hegel,encontramos tanto una como la otra <strong>de</strong> <strong>las</strong> opciones y proposiciones pero fusionadas porqueel saber y el objeto están estrechamente unidos <strong>de</strong> un modo absoluto y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre. Peroin<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> que <strong>las</strong> categorías sean para Aristóteles, formas <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong>propieda<strong>de</strong>s que <strong>de</strong>n cuenta <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> la realidad, para Kant, formas <strong>de</strong>l pensarque permitan el entendimiento <strong>de</strong> la realidad, y para Hegel, la fusión <strong>de</strong>l saber y el objeto,el<strong>las</strong> son la base para la articulación <strong>de</strong> los elementos que nos permitan la construcciónconceptual.Así <strong>las</strong> categorías son, como dice Gómezjara, aquel<strong>las</strong> partes integrantes <strong>de</strong>l concepto quevan a estar implicadas necesariamente en la orientación <strong>de</strong>l juicio científico. Por tanto, <strong>las</strong>categorías <strong>de</strong> un concepto, tomadas en su conjunto, sirven para <strong>de</strong>limitar su dominio. Es<strong>de</strong>cir, sirven para concretizar el enfoque con que se utiliza ese concepto. 77Hasta aquí se ha hecho referencia a <strong>las</strong> categorías como fundamentos para el entendimiento<strong>de</strong> la realidad y la construcción <strong>de</strong> los conceptos <strong>de</strong> la misma, pero cuando hablamos <strong>de</strong> <strong>las</strong>teorías, se expresó que éstas adquirían otra condición cuando se vinculaban estrechamente ala praxis. Si bien los conceptos, que articulados estructuran <strong>las</strong> teorías y/o <strong>las</strong> hipótesis,persiguen dar cuenta <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong> los objetos, su mera enunciación pue<strong>de</strong> serintrascen<strong>de</strong>nte si no se contempla la posibilidad <strong>de</strong> la praxis; pero a diferencia <strong>de</strong> laconstrucción <strong>de</strong> teoría o hipótesis basadas en conceptos y categorías contemplativas,cuando se incorpora el criterio <strong>de</strong> la praxis, <strong>las</strong> categorías, y sus <strong>de</strong>rivaciones, ya nonecesitan una comprobación <strong>de</strong> su vali<strong>de</strong>z y rectitud, sino que sirven para enten<strong>de</strong>r quétanto nos aproximamos a la realidad para transformarla. Por en<strong>de</strong>, <strong>las</strong> categorías son elfundamento para el entendimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los objetos para po<strong>de</strong>rtransformarlos.Cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> áreas <strong>de</strong>l conocimiento tiene y pue<strong>de</strong> construir sus categorías particulares ypor en<strong>de</strong> sus conceptos, sus hipótesis y sus teorías, por lo que no se pue<strong>de</strong> tomar ningúnmo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras ciencias para elaborar<strong>las</strong>, ya que cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> tiene un objetodistinto, y solamente mediante esa constante interacción entre sujeto y objeto se podrárealizar esa construcción y, en dado caso, transformación <strong>de</strong> la realidad.1.2.3 LeyesNo es posible <strong>de</strong>terminar un criterio común sobre el origen etimológico <strong>de</strong> la expresión ley,pues si se busca una <strong>de</strong>nominación homogénea se pue<strong>de</strong> ver que ésta no existe. Porejemplo, en su acepción griega a la ley se le <strong>de</strong>termina como costumbre o uso, queadquieren el significado <strong>de</strong> “lo que se adjudica a cada uno” Por su parte, la expresión latina77 Gomezjara, Francisco, op. cit., p. 26.


lex, se indica como condición o regla. En la palabra alemana gesetz, su significado es<strong>de</strong>terminación, fijación u organización. El contenido <strong>de</strong>l enunciado inglés law, se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong>ltérmino lecgan que es fundamentar o disponer. Finalmente en la expresión rusa zakon seentien<strong>de</strong> como regla o <strong>de</strong>recho.Hay otras connotaciones que se pue<strong>de</strong>n encontrar sobre el sentido etimológico <strong>de</strong> estaexpresión, por ello se han dado fundamentalmente tres acepciones principales: una basadaen los principios científicos y <strong>de</strong> la naturaleza; otra <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la lógica y una tercera basadaen fundamentos jurídico...morales. Cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> tiene sus propios fundamentos, peroaquí nos interesa su primera acepción puesto que implica esa relación entre la naturaleza,en la que se encuentran los seres humanos relacionados socialmente, y <strong>las</strong> manifestaciones<strong>de</strong> su conocimiento.Es en esa relación bipartita entre objeto <strong>de</strong> conocimiento y sujeto que conoce, entre objetocognoscible y sujeto cognoscente, don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificar los criterios que han llevado aestablecer <strong>las</strong> leyes en la ciencia y la naturaleza.Las leyes se han <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la observación humana sobre la naturaleza y el <strong>de</strong>scubrimiento<strong>de</strong> los diversos nexos entre cada uno <strong>de</strong> los elementos que componen el mundo complejo.Por ello, para que se <strong>de</strong>termine el entendimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre los diversoselementos <strong>de</strong> la naturaleza, se requiere que cuando éstas se manifiesten, puedan ser más omenos estables para que se expresen los rasgos y peculiarida<strong>de</strong>s internas más importantes<strong>de</strong> los fenómenos y procesos <strong>de</strong> la realidad. Así, el conocimiento <strong>de</strong> esas <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> loselementos <strong>de</strong> la realidad será reiterado, y cuando se entiendan <strong>las</strong> regularida<strong>de</strong>s se podráformular una ley.Como recordamos, en nuestro primer apartado hablamos <strong>de</strong> la “gravedad”; y aunque habíadistintas opiniones para explicarla, lo cierto es que los elementos <strong>de</strong>scritos que serelacionan como son la fuerza, el volumen, el peso y la resistencia, son los que permitenestablecer el criterio <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> una ley, puesto que in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> cómo serelacionen esos elementos, la regularidad <strong>de</strong> su proceso interactuante en la caída <strong>de</strong> loscuerpos permitió proponer la conocida “ley <strong>de</strong> la gravedad»Pero es necesario tener en cuenta que una cosa es la realidad, y otra muy distinta <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as uopiniones sobre la realidad. O dicho <strong>de</strong> otra manera, una cosa es el ser y otra elconocimiento <strong>de</strong>l ser.Por ello <strong>las</strong> leyes son enunciados universales comprobables en la realidad que adquieren unvalor <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la experiencia. Así, la ley no expresa un nexo singular que sea exclusivo<strong>de</strong> un solo fenómeno, sino los nexos <strong>de</strong> carácter plural que sean inherentes a todos losfenómenos <strong>de</strong> un género o c<strong>las</strong>e dados. Si bien en la ley <strong>de</strong> la gravedad se establece quetodos los cuerpos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la atmósfera <strong>de</strong> la Tierra tien<strong>de</strong>n a caer, la forma y condición enque éstos caen, varía <strong>de</strong> conformidad a la situación medioambiental en la que se encuentrecada uno <strong>de</strong> los cuerpos en caída.En la naturaleza se pue<strong>de</strong>n encontrar regularida<strong>de</strong>s que no son otra cosa que <strong>las</strong> conexionesentre los acontecimientos y <strong>las</strong> propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong> la realidad, no siempreéstas se pue<strong>de</strong>n enten<strong>de</strong>r a<strong>de</strong>cuadamente puesto que en muchas ocasiones tenemos muchosprejuicios, es <strong>de</strong>cir, juicios o pensamientos a priori que nos impi<strong>de</strong>n enten<strong>de</strong>r la realidad taly como ésta es, por ello a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r <strong>las</strong> regularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la realidad, hayque enten<strong>de</strong>r nuestras formas <strong>de</strong> pensar, nuestras formas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nar el pensamiento, nuestralógica. Por ello la ciencia no implica solamente el conocimiento <strong>de</strong> la naturaleza y <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad, sino también el conocimiento <strong>de</strong> nuestra lógica para el conocimiento.


Ello nos lleva necesariamente a la otra acepción <strong>de</strong> ley a la ley <strong>de</strong> la lógica. De manerasimplificada po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que es el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> formas universales <strong>de</strong>l pensamiento.Aquí encontramos una doble vertiente, el <strong>de</strong> la llamada lógica formal y el <strong>de</strong> la lógicadialéctica.En el primer caso esta expresión <strong>de</strong> la lógica se constituye por enunciados formalmenteverda<strong>de</strong>ros o axiomas que parten <strong>de</strong> estructuras preestablecidas, como el procesomatemático o el silogismo; pero hay cuestionamientos sobre la <strong>de</strong>mostración empírica <strong>de</strong><strong>las</strong> leyes lógicas puesto que en algunas ocasiones el cálculo matemático o la formulación <strong>de</strong>algunos silogismos no correspon<strong>de</strong>n a <strong>las</strong> capacida<strong>de</strong>s humanas <strong>de</strong> corroboración empírica.En esa condición, y si no existe un prejuicio para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong>l objetoobservado, se pue<strong>de</strong> aceptar que solamente se podrán emitir hipótesis o teoremas(proposiciones no comprobadas), pero no el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> leyes. Incluso para Einsteinya la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> regularida<strong>de</strong>s en el proceso <strong>de</strong>l mundo le pareció insuficiente, por lo cual sepronunció por <strong>las</strong> teorías, como señalamos anteriormente.En el segundo caso se piensa que <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> la dialéctica son más complejas puesto quehay una interrelación entre <strong>las</strong> leyes universales y <strong>las</strong> particulares, ya que <strong>las</strong> primerasactúan a través <strong>de</strong> <strong>las</strong> segundas y a su vez <strong>las</strong> particulares son manifestación <strong>de</strong> <strong>las</strong>generales. Dentro <strong>de</strong> esas premisas se parte <strong>de</strong>l supuesto <strong>de</strong> que la naturaleza actúain<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la relación cognoscitiva con el ser humano, y <strong>las</strong> regularida<strong>de</strong>s ensu proceso son <strong>las</strong> que <strong>de</strong>terminan lo inherente <strong>de</strong> sus leyes. Así, <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> la naturalezaoperan con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> la ciencia, pero estas últimas no son creadas porvoluntad <strong>de</strong> los humanos, sino que constituyen el reflejo objetivo <strong>de</strong> esa realidad que tienesus leyes. El <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> una ley es un complejo proceso mediante el cual elconocimiento va esclareciendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los nexos externos, y por tanto que se perciben <strong>de</strong> larealidad, hasta su esencia que no siempre es perceptible.En síntesis <strong>las</strong> leyes dialécticas <strong>de</strong>l pensamiento, la lógica dialéctica, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyesdialécticas <strong>de</strong> la naturaleza, con lo que ambas se entrelazan.Dicho esto no po<strong>de</strong>mos afirmar que hay un concepto absoluto y unívoco <strong>de</strong> ley, puesto quela concepción <strong>de</strong> ésta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> si el concepto ley pue<strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>r tanto a la forma enque los humanos entien<strong>de</strong>n a la naturaleza o la forma en que éstos <strong>de</strong>scubren <strong>las</strong>regularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la misma.1.3 CARACTERISTICAS, PROBLEMAS Y FINES FUNDAMENTALES DE LATEORÍA CIENTÍFICAHemos visto que la teoría científica pue<strong>de</strong> tener diversas acepciones pero, <strong>de</strong> maneragenérica, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que hay algunas características que distinguen a <strong>las</strong> teorías, y ello<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> fundamentalmente <strong>de</strong> lo más o menos estático o lo más o menos dinámico <strong>de</strong>lobjeto <strong>de</strong> estudio sobre el que se construye la teoría.Se pue<strong>de</strong>n hacer teorías con alto grado <strong>de</strong> confiabilidad explicativa sobre losobjetos <strong>de</strong> estudio más o menos estáticos; ejemplo <strong>de</strong> ello son muchos <strong>de</strong> loscomponentes geológicos y algunos <strong>de</strong> los biológicos, especialmente los vegetales, ya quepue<strong>de</strong>n ser fácilmente c<strong>las</strong>ificados y a<strong>de</strong>más su estabilidad permite experimentarconstantemente sobre ellos, pues son objetos que están, en gran medida, próximos yaccesibles a los estudiosos. Por ello la elaboración <strong>de</strong> teorías se va configurando en losprocesos <strong>de</strong> interacción <strong>de</strong> la percepción e inteligibilidad humana con los tipos y c<strong>las</strong>es <strong>de</strong>tierra y <strong>de</strong> plantas y/o árboles.


Así, la biología y la geología, en estos aspectos, pue<strong>de</strong>n emitir teorías con algunaconfiabilidad. En cambio hay objetos que son más o menos inestables, como es el caso <strong>de</strong>la biología animal y humana. En el<strong>las</strong>, no obstante los avances alcanzados tanto en losaspectos fisiológicos como en sus tratamientos médicos, aún existen muchas limitacionespara dar cuenta <strong>de</strong> la complejidad <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los objetos. Así, los avances en elconocimiento <strong>de</strong> esta realidad, se encuentran todavía ante la búsqueda <strong>de</strong> opciones para laexplicación y búsqueda <strong>de</strong> tratamientos para el cáncer, el sida y el ébola, entre otros, asícomo <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> combatirlos.El problema que se presenta es que toda hipótesis o teoría pue<strong>de</strong> raíz partir <strong>de</strong> unaapreciación basada en sintomatologías, pero suele suce<strong>de</strong>r que éstas se basan en teoríasprevias y no siempre pue<strong>de</strong>n dar cuenta <strong>de</strong> la realidad específica, puesto que operan en granmedida a partir <strong>de</strong> hipótesis. Ello se <strong>de</strong>be a que la simple apreciación sensorial y reflexiónracional <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> un paciente no se pue<strong>de</strong>n corroborar hasta el momento <strong>de</strong>hacer estudios <strong>de</strong> laboratorio, aunque en algunas ocasiones éstos resulten insuficientes oequivocados para explicar la realidad.Ahora, así como hay dificultad para enten<strong>de</strong>r los fenómenos biológicos, en el caso <strong>de</strong>lestudio <strong>de</strong>l ser humano, contemplado en toda su dimensión biopsicosocial, éste sedificulta en mayor medida, pues si bien en <strong>las</strong> ciencias biológicas los análisis <strong>de</strong>laboratorio pue<strong>de</strong>n servir para corroborar o no <strong>las</strong> hipótesis o <strong>las</strong> teorías, en los aspectospsíquicos y <strong>de</strong> interacción social, por su fugacidad y falta <strong>de</strong> reiteración para suexperimentación, esta dificultad se multiplica pues nada <strong>de</strong> lo que dicen o hacen pue<strong>de</strong> serreproducido o interpretado plenamente. Por ello <strong>las</strong> hipótesis o teorías en <strong>las</strong> cienciassociales son poco confiables por su limitada capacidad <strong>de</strong> experimentación, explicación einterpretación.En el estudio <strong>de</strong> la realidad social, la elaboración <strong>de</strong> teorías o proposición <strong>de</strong> hipótesis sonelementos que pue<strong>de</strong>n aproximarnos al conocimiento <strong>de</strong> esa compleja entidad; pero <strong>de</strong>bidoa que los hechos sociales son fugaces e irrepetibles, la posibilidad <strong>de</strong> comprobación <strong>de</strong> <strong>las</strong>teorías o <strong>las</strong> hipótesis es remota, por lo cual <strong>las</strong> explicaciones son limitadas. Ante ello lafunción <strong>de</strong> la teoría y/o <strong>de</strong> la hipótesis pue<strong>de</strong> sustentarse en la formulación <strong>de</strong> criterios parala praxis en cualquier ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> sociales.Pero para formular teorías se requiere primero la construcción <strong>de</strong> <strong>las</strong> categorías parai<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong> propieda<strong>de</strong>s que <strong>de</strong>n cuenta <strong>de</strong>l entendimiento y la existencia <strong>de</strong> la realidad ycon ello integrar el concepto. Como ya se señaló, los conceptos articulados estructuran <strong>las</strong>teorías y/o <strong>las</strong> hipótesis, <strong>las</strong> que persiguen dar cuenta <strong>de</strong> la complejidad <strong>de</strong> los objetos quesirven para explicar la realidad pero, asimismo, se afirma que su mera enunciación pue<strong>de</strong>ser intrascen<strong>de</strong>nte si no se contempla la posibilidad <strong>de</strong> la praxis <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías.Pero, ¿cuál es el proceso <strong>de</strong> construcción teórica en ciencias sociales? Es comúnmentedifundida la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la construcción teórica es producto <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> investigación.Pero es necesario señalar que si hablamos <strong>de</strong> investigación i<strong>de</strong>ntifiquemos cuáles son lossentidos más comunes que se le dan al concepto.El concepto <strong>de</strong> investigación, en su expresión etimológica nos indica la acción y el efecto<strong>de</strong> su infinitivo «investigar», el cual, <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> su raíz latina, informa que se hacendiligencias o búsqueda para <strong>de</strong>scubrir una cosa.El <strong>de</strong>scubrir señala que algo estaba oculto para el conocimiento, por lo cual cuando hay unarelación sensorial con el objeto, éste se manifiesta y <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> estar oculto.Así, la investigación es un instrumento para la satisfacción <strong>de</strong> la curiosidad humana, es unaactividad <strong>de</strong> búsqueda que se <strong>de</strong>sarrolla incesantemente, con mayor o menor intensidad, a


lo largo <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas. Esto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá especialmente <strong>de</strong> lanecesidad, in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y/o autosuficiencia que tengan para enfrentarse a su entorno.Visto en su sentido amplio, la investigación constituye, y ha constituido, el núcleo esencial<strong>de</strong> la experiencia social. Y con ello se ha logrado el conocimiento y la transformación <strong>de</strong> lanaturaleza para la satisfacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s vitales y <strong>de</strong> <strong>las</strong> históricas <strong>de</strong> losindividuos y <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s.Las ten<strong>de</strong>ncias principales <strong>de</strong> la investigación se pue<strong>de</strong>n resumir en dos: la primera es lallamada investigación <strong>de</strong> campo, la cual también se ha i<strong>de</strong>ntificado en diversos momentoscomo investigación empírica y/o experimental; esta ten<strong>de</strong>ncia tiene como finalidad el<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> propieda<strong>de</strong>s manifiestas y latentes en diversos objetos, entre <strong>las</strong> que seencuentran la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> acontecimientos inéditos <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s sociales. Lasegunda es la investigación que se realiza sobre información, es <strong>de</strong>cir, sobre datos yaexistentes, que han sido registrados en otro momento <strong>de</strong> la percepción <strong>de</strong> la realidad, peroque a partir <strong>de</strong> ellos, se pue<strong>de</strong>n reorganizar <strong>de</strong> tal manera que permiten <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>r oarticular una nueva información; en esta segunda ten<strong>de</strong>ncia es don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificar loque se conoce como investigación bibliográfica.Si bien ambas ten<strong>de</strong>ncias están dialécticamente interrelacionadas, la segunda <strong>de</strong> el<strong>las</strong>permite una mayor flexibilidad para hacer disgresiones sobre la realidad pues, aunquefundamentalmente se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> la primera, luego, a partir <strong>de</strong> sí misma, inicia sureproducción y recreación <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as sobre una realidad que tal vez no exista.La investigación <strong>de</strong> campo, en el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias histórico-sociales, busca <strong>de</strong>scubrirpropieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acontecimientos propios <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s sociales. Esto indica que laintención cognitiva <strong>de</strong> los investigadores se vincula con lo que llamamos realidad. Pero,¿qué se entien<strong>de</strong> por realidad?; si bien este concepto ha tenido una serie <strong>de</strong> connotaciones<strong>de</strong> acuerdo con la orientación que le ha dado cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> escue<strong>las</strong> <strong>de</strong> pensamiento, aquínos referiremos a su sentido originario, es <strong>de</strong>cir, a la raíz latina sobre la que se sustenta.Real proviene <strong>de</strong>l adjetivo latino realis que indica que los entes están o existen al margen<strong>de</strong> la cognoscibilidad humana; es <strong>de</strong>cir, todo ente estático o dinámico cuya efímera oestable existencia pue<strong>de</strong> ser sensiblemente percibido o no. O dicho <strong>de</strong> otra manera, todoente que existe in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> nuestros sentidos.Esa realidad, que existe in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la conciencia humana, es tan vasta y tancompleja que ante ella, nuestras limitadas capacida<strong>de</strong>s sensoriales, sólo pue<strong>de</strong>n seleccionarpequeñas partícu<strong>las</strong> para su conocimiento.Nuestro conocimiento sensorial y racional <strong>de</strong> la realidad que por su reiterada interacción seha constituido en un saber empírico, nos ha mostrado la conexión <strong>de</strong>l mundo en sí mismo;pero esta conexión que percibimos aisladamente, sólo la intuimos y por ello esíntegramente <strong>de</strong>sconocida. Si se quiere avanzar en la precisión <strong>de</strong> esa gran totalidad,pacientemente se <strong>de</strong>be colaborar para ir construyendo, hasta don<strong>de</strong> sea posible, la estructuracon fenómenos parciales.Aquí nos estamos refiriendo a la relación que tiene el ser humano con la realidad que loro<strong>de</strong>a, la que conoce empíricamente mediante su percepción sensorial directa y plena eimplicando su seccionamiento, análisis, reintegración y explicación. Y esa relación es loque, por una parte, se entien<strong>de</strong> como investigación <strong>de</strong> campo.Pero, y aquí aparecen <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la construcción teórica <strong>de</strong> la realidad social. Sihemos dicho que los eventos sociales son dinámicos o más o menos inestables, al tener unapercepción sensorial <strong>de</strong> una acción o un discurso, con el que estemos relacionados,po<strong>de</strong>mos conocer eso que se nos hace manifiesto, pero <strong>de</strong> ninguna manera su


intencionalidad, la cual se encuentra en la mente o en el inconsciente <strong>de</strong> los humanos, y talvez se pueda conocer si ellos nos la manifiestan, <strong>de</strong> lo contrario, únicamente po<strong>de</strong>mosconocer el hecho, pero no la intención <strong>de</strong>l hecho.Cuando el hecho se registra, por cualquier medio, pue<strong>de</strong> quedar constancia en undocumento o medio comunicativo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> lo percibido <strong>de</strong>l acontecimiento.Pero un registro <strong>de</strong>l hecho, no es el hecho en sí, por lo que se <strong>de</strong>be tener la conciencia <strong>de</strong>que sólo se está trabajando con información sobre el hecho. Por ello los registros carecen <strong>de</strong>algunos aspectos que posiblemente no se percibieron, lo que indica que éstos son<strong>de</strong>scripciones parciales <strong>de</strong> lo acontecido.Como el hecho social es fugaz y efímero, no hay posibilidad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r comprobar que loque quedó registrado corresponda a la realidad, puesto que sólo se percibió una parte <strong>de</strong> lamisma y ésta no pue<strong>de</strong> dar cuenta <strong>de</strong>l todo complejo que la compone.Por otro lado, estos registros se preservan en lo que <strong>de</strong> nombre genérico se i<strong>de</strong>ntifica comobibliografía, y sobre ella también se hace investigación. La investigación bibliográfica odocumental es la búsqueda <strong>de</strong>l material impreso don<strong>de</strong> queda reflejado el producto <strong>de</strong> laactividad cognoscitiva e intelectiva <strong>de</strong>l ser humano, ya sea resultado <strong>de</strong> su vinculación conla naturaleza o <strong>de</strong> la creación imaginativa <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> sus vivencias.Es <strong>de</strong> la bibliografía <strong>de</strong> don<strong>de</strong> gran parte <strong>de</strong> los grupos sociales obtienen la mayoría <strong>de</strong> susconocimientos para enfrentarse a su propio medio ambiente, ya sea con recursosinformativos adicionales que se adquieren en el material bibliográfico o con prejuiciosreferenciales. Esto último se <strong>de</strong>be a que en muchas ocasiones el contenido bibliográfico setoma como realidad, siendo que, en muchos casos, es sólo una aproximación o unareferencia <strong>de</strong> la misma.Por ello la bibliografía es resultado <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> investigación y por en<strong>de</strong>,reflejo, más o menos aproximado, <strong>de</strong> la vinculación <strong>de</strong>l ser humano con la realidad, pero nosiempre es ésta una expresión <strong>de</strong> la realidad. Así entendida, la bibliografía cumple una serie<strong>de</strong> cometidos, entre ellos po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>stacar:a) Promueve y mantiene el avance <strong>de</strong>l conocimiento que ha logrado el ser humano;b) Preserva los registros <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s y productos <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> la humanidad,y;c) Sirve <strong>de</strong> medio para difundir experiencias y motivar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l pensamiento y laimaginación individual y colectiva.Con ello po<strong>de</strong>mos sintetizar que en la bibliografía se encuentra lo que ha sido posibleregistrar <strong>de</strong>l pensamiento humano.Partiendo <strong>de</strong> esos supuestos, la bibliografía, como la realidad natural y social, son objeto <strong>de</strong>investigación lo cual sirve para generar el producto <strong>de</strong>l pensamiento. Por ello lainvestigación bibliográfica es una forma <strong>de</strong> conocimiento <strong>de</strong> la realidad, pero hay que teneren cuenta que la distancia entre el sujeto que investiga y la realidad investigada, víainformación bibliográfica, se hace mayor, que la existente entre un investigador y larealidad misma. Así, la investigación bibliográfica tiene que ser un apoyo para lainvestigación <strong>de</strong> la realidad, pero ésta no es en sí misma realidad, salvo que únicamente seaproducto <strong>de</strong> un discurso <strong>de</strong> la imaginación humana, porque en ese caso la imaginación sí esuna realidad.El proceso <strong>de</strong> investigación tiene dos opciones: pue<strong>de</strong> ser subjetiva y objetiva. Losconceptos subjetivo y objetivo los enten<strong>de</strong>mos en el sentido que se les da en la actividadcognitiva, a saber; por subjetivo se entien<strong>de</strong> lo individual, lo que cada persona selecciona<strong>de</strong> conformidad con sus i<strong>de</strong>as, sus gustos, sus hábitos, sus <strong>de</strong>seos o sus condiciones. Pero lo


objetivo, no se entien<strong>de</strong> <strong>de</strong> la misma manera, que lo subjetivo, <strong>de</strong> una sola forma; son doslos sentidos que principalmente se le dan a este término: el primero <strong>de</strong> ellos se orienta ai<strong>de</strong>ntificar la existencia <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> conocimiento como ajeno al individuo y lareproducción categorial, conceptual y por en<strong>de</strong> teórica <strong>de</strong> ese objeto <strong>de</strong> la realidad, que sesabe ajena, ése es un sentido <strong>de</strong> lo objetivo; el segundo sentido intenta ilustrar que larealidad estudiada es <strong>de</strong> interés para varias personas, <strong>de</strong> interés colectivo, <strong>de</strong> la comunidadinteresada en el tema; por lo cual el criterio <strong>de</strong> objetividad es que hay consensointersubjetivo para aceptar lo que se dice <strong>de</strong> la realidad. Este segundo sentido es el quemayormente priva en la investigación.Así, la investigación <strong>de</strong> la realidad para su conocimiento, tiene la opción <strong>de</strong> ser aprehendidaen su dinámica propia o mediante los registros que <strong>de</strong> ella se hacen, con <strong>las</strong> limitacionesque ya hemos referido.Como sabemos, gran parte <strong>de</strong>l conocimiento contemporáneo, que se reconoce oficialmentecomo tal, se ha adquirido mediante el sistema escolarizado <strong>de</strong> trasmisión y reproducción <strong>de</strong>datos, o por el interés autodidacta <strong>de</strong> obtener información y formación académica, y ésteproviene en gran medida <strong>de</strong> materiales impresos, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> información bibliográfica(cabe aclarar que utilizamos esta expresión en el sentido <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar todo materialimpreso tipográficamente o mediante sistemas computarizados).Por ello, cuando nos cuestionamos algo, sobre algún objeto <strong>de</strong> conocimiento que motivenuestro interés, buscamos bibliografía para adquirir la información, que será la que regulenuestro criterio. Y si en ella encontramos la respuesta a lo que buscamos, es común quequeramos asumir esa propuesta que se nos presenta como válida y/o verda<strong>de</strong>ra.Por instrucción impositiva y/o por tradición cultural, se piensa, generalmente, que en loslibros está la respuesta a todas nuestras preguntas. El profesor le dice al alumno lo que diceel libro y el alumno lo acepta, asimila y reproduce porque lo dijo el profesor <strong>de</strong> lo que seescribió en el libro. Así, asimilamos la información recibida, la reproducimos y, en su caso,la difundimos.¿Qué suce<strong>de</strong> cuando alguien cuestiona con una serie <strong>de</strong> fundamentos nuestros pretendidosconocimientos? Normalmente apoyamos nuestra <strong>de</strong>fensa con base en la aseveración <strong>de</strong> queeso lo dice tal autor en tal libro, y con ello le otorgamos la autoridad y responsabilidad <strong>de</strong>lconocimiento absoluto sobre el asunto. Pero, ¿el libro es infalible?¿Qué suce<strong>de</strong> si pensamos que esa información correspondió a una forma y a un momento<strong>de</strong> la percepción <strong>de</strong> lo fenoménico <strong>de</strong> cierta realidad?,Y ¿conocemos si esa información ya ha sido refutada por otros estudiosos <strong>de</strong> la materia?, o¿si se ha propuesto alguna forma más a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r mejor el problema?Estos cuestionamientos son parte <strong>de</strong> <strong>las</strong> razones para adquirir conciencia <strong>de</strong> cuáles son losalcances que tiene nuestro conocimiento, tomando en cuenta la distancia que pue<strong>de</strong> haberentre la percepción que tenemos <strong>de</strong> la información y la realidad, o dicho <strong>de</strong> otra manera,asumir la conciencia <strong>de</strong> nuestra ignorancia; asimismo i<strong>de</strong>ntificar cuáles pue<strong>de</strong>n ser <strong>las</strong>diversas alternativas para enfrentarse con la información, teniendo en cuenta <strong>las</strong>potencialida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la imaginación creativa que converse, discuta y, en su caso, refute elcontenido <strong>de</strong> la información.No obstante que ya ha sido tratado ampliamente el problema <strong>de</strong>l conocimiento mediante eluso <strong>de</strong> la información bibliográfica, no todos lo conocen o tienen conciencia <strong>de</strong> ello. Portanto, se requiere recordar que nuestro conocimiento <strong>de</strong> la realidad es, para nuestrossentidos y nuestra razón, integralmente <strong>de</strong>sconocida.


Si se quiere avanzar en la precisión <strong>de</strong> esa gran totalidad, pacientemente se <strong>de</strong>be colaborarpara ir construyendo la estructura con fenómenos parciales, y aceptando que esa percepcióny construcción cognoscitiva es limitada e histórica.Así, po<strong>de</strong>mos ver que tanto en <strong>las</strong> ciencias naturales, como en <strong>las</strong> ciencias sociales, haymuchas limitaciones para el conocimiento; aunque en sus trabajos <strong>de</strong> campo, <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong>la sociedad, por lo dinámico <strong>de</strong> su objeto, tienen una capacidad cognoscitiva más limitadaque algunos <strong>de</strong> los estudios, especialmente los experimentales, <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias naturales.Como se pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r, en los estudios <strong>de</strong> campo <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias naturales, se tiene unobjeto experimental, más manipulable, para que se puedan verificar, tantas veces como seanecesario, <strong>las</strong> cualida<strong>de</strong>s o condiciones <strong>de</strong>l objeto estudiado. En cambio, en el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong>ciencias sociales, los alcances <strong>de</strong>l conocimiento son más limitados, puesto que el objeto <strong>de</strong>estudio es intangible, fugaz y poco perceptible.Ahora, ¿cómo se rescata lo real para la construcción teórica? Sobre ello ha habido una serie<strong>de</strong> proposiciones que simplemente enumerar<strong>las</strong> nos llevaría al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> otra temáticaque no precisamente correspon<strong>de</strong> a nuestro objetivo, por lo cual haremos solamente una<strong>de</strong>scripción sobre una <strong>de</strong> <strong>las</strong> concepciones más ampliamente aceptada <strong>de</strong>l conocimiento<strong>de</strong> la realidad.Es innegable que el ser humano es el único ser animado que a sus sentidos los acompaña larazón, por lo cual, el proceso <strong>de</strong> conocimiento va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la percepción sensorial hasta laelaboración <strong>de</strong> juicios lógicos, <strong>de</strong> razonamientos, que intenten referir <strong>de</strong> la manera mása<strong>de</strong>cuada posible lo perceptible <strong>de</strong> lo real.Esa afirmación se sustenta en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que lo real es todo ente que en su existenciamisma es <strong>de</strong>masiado complejo. Por ello la complejidad <strong>de</strong>l objeto no pue<strong>de</strong> apreciarse apartir <strong>de</strong> la simple percepción sensorial.Para ejemplificar esta i<strong>de</strong>a diremos que todo objeto, ante nuestra sensoriedad, sólo nospresenta una parte <strong>de</strong> su ser, la parte que sensiblemente po<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificar como elfenómeno, que en su raíz griega Fainomenon significa lo que se manifiesta; y nos oculta loque no es sensorialmente perceptible que se califica como noúmeno, y en su raíz grieganoumenon significa “lo que no se manifiesta”.Todo objeto tiene una parte que se manifiesta, que hace presencia ante nuestra percepciónsensorial, como pue<strong>de</strong> ser la visual o <strong>de</strong>l tacto, y otra que no; por ello el conocimientofenoménico que tenemos está limitado a nuestras potencialida<strong>de</strong>s visuales y tangibles. Conbase en eso, si nosotros vemos o tocamos un objeto, estamos teniendo con él unainteracción sensorial que en ese momento forma la parte inicial <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong>conocimiento.Pero eso no indica que a partir <strong>de</strong> esa interacción sensorial podamos <strong>de</strong>cir que conocemosel objeto, pues se requiere una serie <strong>de</strong> interacciones mediante <strong>las</strong> cuales po<strong>de</strong>mos irampliando nuestro conocimiento sobre el mismo; pero cada una <strong>de</strong> esas interacciones esproducto <strong>de</strong> una relación fenoménica, <strong>de</strong> lo que se nos manifiesta <strong>de</strong>l objeto en cada uno <strong>de</strong>los momentos, y sobre cuya conjunción nos formamos una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> los elementosperceptibles, y aunque no obstante lo califiquemos como un objeto conocido, éste no esmás que lo que sensiblemente hemos percibido <strong>de</strong> él. Así entendido, el conocimiento <strong>de</strong>lobjeto es parcial, pues en ningún momento po<strong>de</strong>mos aprehen<strong>de</strong>r la totalidad <strong>de</strong> sus partesintegrantes ya que ello es mucho más complejo <strong>de</strong> lo que sensorialmente percibimos.Nuestra limitada capacidad para percibir la realidad indica que no po<strong>de</strong>mos asegurar quetenemos el conocimiento <strong>de</strong>l objeto, y que, por en<strong>de</strong>, lo que digamos sobre él está limitadoa lo que hemos percibido <strong>de</strong> conformidad con <strong>las</strong> circunstancias y condiciones <strong>de</strong> la


percepción. Y si esto es factible en el conocimiento <strong>de</strong> objetos pequeños y <strong>de</strong> configuraciónsimple, con mayor razón esto suce<strong>de</strong>rá con los <strong>de</strong> estructura compleja que son, en sutotalidad, inaprehensibles para la sensoriedad.Y si el conocimiento <strong>de</strong>l objeto simple, <strong>de</strong> limitadas dimensiones, nos plantea dificulta<strong>de</strong>s,pensemos lo que suce<strong>de</strong>rá con uno cuya compleja estructura está configurada por unamultiplicidad <strong>de</strong> objetos simples ~, por en<strong>de</strong>, no fácilmente <strong>de</strong>scriptibles.No obstante, sobre eso fenoménico que se percibe <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los objetos <strong>de</strong>scritos, ytodos los <strong>de</strong>más que se puedan imaginar, se hacen escritos, comunicaciones mediantesímbolos convencionales, que forman los referidos materiales bibliográficos ydocumentales. En cada uno <strong>de</strong> ellos se <strong>de</strong>scriben los objetos con pretensión <strong>de</strong> reflejo o<strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la realidad, sin que ello constituya más que lo fenoménico que seconceptualiza <strong>de</strong> los objetos.Por tanto, si vemos que cuando el investigador se vincula directamente con la realidad tieneproblemas para su aprehensión, la dificultad se multiplica cuando hay una mediacióntranscrita entre la realidad y el sujeto cognoscente.Pensamos que ésta se <strong>de</strong>be a que en el primer proceso <strong>de</strong> conocimiento, en el que serelacionan el sujeto que conoce y la realidad, lo sensorialmente percibido pier<strong>de</strong> gran parte<strong>de</strong> su riqueza al convertirse a símbolos comunicativos. De esta vinculación se hace unaabstracción que, en múltiples ocasiones, queda p<strong>las</strong>mada en escritos, los cuales contienen<strong>las</strong> apreciaciones hipotéticas y/o teóricas <strong>de</strong> los pensadores que <strong>las</strong> hacen. Estos escritos sonlos que, <strong>de</strong> una u otra manera, tar<strong>de</strong> o temprano, se van convirtiendo en el patrimonio <strong>de</strong>lconocimiento social, y van constituyendo lo que forma eso que conocemos comobibliografía.La bibliografía, como dijimos anteriormente, es el material impreso don<strong>de</strong> queda reflejadoel producto <strong>de</strong> la actividad cognoscitiva <strong>de</strong>l ser humano, ya sea resultado <strong>de</strong> su vinculacióncon la naturaleza o <strong>de</strong> la creación imaginativa <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> sus vivencias. Y es <strong>de</strong> labibliografía, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> gran parte <strong>de</strong> los grupos sociales obtienen la mayoría <strong>de</strong> susconocimientos. Por ello la bibliografía es resultado <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong>investigación y, por en<strong>de</strong>, reflejo, más o menos aproximado, <strong>de</strong> la vinculación <strong>de</strong>l serhumano con la realidad.La investigación bibliográfica es una forma <strong>de</strong> conocimiento en la que se <strong>de</strong>ben tener encuenta los problemas <strong>de</strong>l sujeto en su percepción y transmisión <strong>de</strong> la realidad, <strong>de</strong>be serparte <strong>de</strong>l supuesto <strong>de</strong> que por este medio, la distancia entre el sujeto que investiga y larealidad investigada, vía información bibliográfica, se hace mayor que la existente entre uninvestigador y la realidad misma.Dicho <strong>de</strong> otra forma, no po<strong>de</strong>mos olvidar que la bibliografía es producto <strong>de</strong>l pensamiento ylenguaje humanos; por ello enten<strong>de</strong>remos que la bibliografía, como conjunto <strong>de</strong> materialesimpresos, es la expresión <strong>de</strong> la configuración <strong>de</strong> elementos que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la realidady se articulan como referencia fenoménica <strong>de</strong> la misma, así como <strong>de</strong> manera imaginaria <strong>de</strong>acuerdo con cierta lógica <strong>de</strong> lo posible o <strong>de</strong> lo <strong>de</strong>seable.¿Qué significa esto?, que para enten<strong>de</strong>r el contenido <strong>de</strong> la información bibliográfica se <strong>de</strong>betrascen<strong>de</strong>r lo aparente, lo escrito. Y esto se pue<strong>de</strong> hacer mediante la investigaciónbibliográfica, entendiendo ésta como la indagación o diligencia que hacemos sobre losmateriales impresos que i<strong>de</strong>ntificamos como bibliografía; pero la bibliografía, como seenunció, es el producto <strong>de</strong> <strong>las</strong> interacciones que la sensoriedad y/o la inteligibilidad humanarescatan y articulan sobre lo real para imprimirlo <strong>de</strong> acuerdo con alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> formasposibles.


En síntesis, lo que queremos expresar es que lo expuesto en los materiales impresos no sonreproducciones <strong>de</strong> la realidad, sino expresiones comunicativas mediante símbolosconvencionales que refieren lo que fenoménicamente se percibe <strong>de</strong> la realidad o lo queespeculativamente se elabora <strong>de</strong> o sobre la misma y que todo tipo <strong>de</strong> impresos es producto<strong>de</strong> la mente humana y su relación con la realidad podrá ser tan cercana o tan lejana <strong>de</strong>conformidad con la estructura o el tipo <strong>de</strong> publicación.Hasta aquí nuestra intención ha sido <strong>de</strong>scribir la dificultad que hay para que se reproduzcala realidad por medio <strong>de</strong> la bibliografía y enten<strong>de</strong>r cuál es la relación que hay entre larealidad y la bibliografía.Partiendo <strong>de</strong> esas i<strong>de</strong>as, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que en la consulta y la investigación bibliográfica setiene la responsabilidad <strong>de</strong> saber cuáles son los problemas que existen si se toma a lainformación bibliográfica como el reflejo <strong>de</strong> la realidad, puesto que, como se dijo, en labibliografía solamente hay algunas referencias <strong>de</strong> la realidad.Por ello, si en la bibliografía se preserva la memoria <strong>de</strong>l conocimiento social,indudablemente, se tiene que partir <strong>de</strong> ella para verificar que lo dicho en algún momentoespecífico corresponda a lo que en otro momento se percibe <strong>de</strong>l objeto. No obstante que<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la investigación bibliográfica se tenga que acudir a la empírica, o viceversa,para contribuir al crecimiento <strong>de</strong> la ciencia.De esto po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que si la investigación bibliográfica se realiza en su sentidoeminentemente crítico, se pue<strong>de</strong> acotar qué tanto <strong>de</strong> lo escrito tiene una aproximación alconocimiento lógica e históricamente aceptable y qué tanto es sólo una serie <strong>de</strong> hipótesiscuya verificabilidad es inalcanzable; por en<strong>de</strong> diremos que si la investigación bibliográficarecibe una a<strong>de</strong>cuada orientación, pue<strong>de</strong> ser uno <strong>de</strong> los puntales básicos <strong>de</strong> la ciencia puestoque mediante el constante cuestionamiento reformulará los criterios que tiendan hacia ladogmatización para así evitarla; y como la crítica parte <strong>de</strong> razonamientos histórico-socialesse tendrá un sustento con el que se reformarán constantemente <strong>las</strong> perspectivasindividualistas para vislumbrar un espacio a <strong>las</strong> sociales en <strong>las</strong> diversas áreas <strong>de</strong>lconocimiento.Partiendo <strong>de</strong> ello, y a nuestro modo <strong>de</strong> ver, los objetivos <strong>de</strong> la investigación bibliográficapue<strong>de</strong>n ser amplios para colaborar en el crecimiento <strong>de</strong> la ciencia, pero tienen queconcentrarse críticamente en la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los sentidos y contenidos expuestos endicho material. Por ello, el análisis y la difusión <strong>de</strong>l conocimiento sólo tienen utilidad socialsi a la exposición referencial <strong>de</strong> lo real le damos su justo valor.Hasta aquí hemos <strong>de</strong>scrito <strong>las</strong> características y problemas <strong>de</strong> la teoría científica, <strong>las</strong> cualesse pue<strong>de</strong>n resumir en que <strong>las</strong> características <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías es que puedan explicarnos larealidad con la que intentamos vincularnos, ya sea <strong>de</strong> manera directa o con la mediación <strong>de</strong>información bibliográfica y/o documental, y por otro, que <strong>las</strong> teorías no se que<strong>de</strong>nexclusivamente en su interés explicativo, sino que también sustenten una base para laacción transformadora. Pero también se ha hecho referencia a los problemas que implica laconstrucción <strong>de</strong> una teoría científica <strong>de</strong> los fenómenos sociales, puesto que éstos son tanefímeros y complejos que con dificulta<strong>de</strong>s po<strong>de</strong>mos dar plena cuenta <strong>de</strong> ellos.Ante esas condiciones, es necesario que en cada construcción teórica se establezcan losfines que se persiguen, ya que <strong>las</strong> teorías científicas establecen los criterios para po<strong>de</strong>renten<strong>de</strong>r parcialmente alguna realidad, pero a partir <strong>de</strong> ella establecer los criterios yestrategias para la acción en cualquier medio social.


Por ello los enfoques sobre la teoría científica <strong>de</strong> lo social los expondremos en susesquemas más generales, con el riesgo que implica hacer una reducción <strong>de</strong> <strong>las</strong> propuestasepistemológicas para <strong>las</strong> construcciones teóricas. Anthony Gid<strong>de</strong>ns propone que la teoríasocial, con todos los riesgos que implica el reduccionismo, tuvo su mejor expresión en <strong>las</strong>i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Comte y Marx, tal y como lo referíamos al <strong>de</strong>scribir <strong>las</strong> teorías generales, ya quefueron los personajes con mayor influencia para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales. 78Pero para el momento en que ambos articularon sus teorías, la influencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong>la naturaleza era <strong>de</strong>terminante por lo que a partir <strong>de</strong> el<strong>las</strong> se sustentaron los argumentossociológicos, pues, según dice Gid<strong>de</strong>ns, “Tanto Comte como Marx escribieron al amparo<strong>de</strong> los triunfos <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias naturales, y ambos consi<strong>de</strong>raban la extensión <strong>de</strong> la ciencia alestudio <strong>de</strong> la conducta humana en sociedad como resultado directo <strong>de</strong> la marcha progresiva<strong>de</strong>l entendimiento humano hacia el hombre mismo... El fin <strong>de</strong>l misterio y el fin <strong>de</strong> lamistificación: eso es lo que Comte y Marx por igual anticipaban y perseguían. Si lanaturaleza podía ser revelada como un or<strong>de</strong>n secular, ¿por qué habría <strong>de</strong> seguir siendo elhombre un enigma para sí mismo? Puesto que tal vez haya sólo un corto paso <strong>de</strong>lconocimiento científico al dominio técnico, ¿por qué no podría el hombre, con unacomprensión científica precisa <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> su propia existencia social, mol<strong>de</strong>arracionalmente su propio <strong>de</strong>stino?” 79En efecto, <strong>las</strong> contribuciones <strong>de</strong> Comte y Marx perseguían la proposición <strong>de</strong> una teoríasocial que hiciera una generalización relativa <strong>de</strong> los fenómenos basada en el rigor científiconecesario, <strong>de</strong> acuerdo con los criterios <strong>de</strong> la época, para que pudiera servir <strong>de</strong> base segurapara el entendimiento <strong>de</strong> los fenómenos sociales.Pero el que dichos autores sean consi<strong>de</strong>rados como promotores <strong>de</strong> enfoques teóricos nosindica que cada uno <strong>de</strong> ellos tenía una proposición distinta. Así, Comte impulsaría uno <strong>de</strong>los criterios fundamentales para el entendimiento <strong>de</strong> lo social mediante su filosofíapositivista que, con diversas variantes, configuraría lo que hoy se conoce como <strong>las</strong> teoríasempírico~analítica5. Marx, por su parte, daría la nota discordante al proponer, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>lentendimiento, la interpretación para la praxis, lo que sustentó la configuración <strong>de</strong> <strong>las</strong>actuales teorías histórico-hermenéuticas. Pero entre una y otra posición, se fuerongenerando proposiciones intermedias cuya finalidad fue hacer una separación entre <strong>las</strong>teorías positivistas y <strong>las</strong> histórico-dialécticas, partiendo <strong>de</strong> la premisa <strong>de</strong> que era necesarioseparar la forma <strong>de</strong> construcción teórica <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias naturales y <strong>las</strong> humanas y/osociales.Pero, ¿cuáles son los fundamentos <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong>? Empecemos por <strong>las</strong> teoríasempírico analíticas. La expresión que compone el enfoque indica que la construcciónteórica está fundamentada en la experiencia que se adquiere al relacionarse con el objeto <strong>de</strong>estudio y el análisis <strong>de</strong>l mismo, es <strong>de</strong>cir, la separación <strong>de</strong> ese objeto en <strong>las</strong> partes que locomponen para po<strong>de</strong>r enten<strong>de</strong>r cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> y <strong>de</strong>spués reintegrar<strong>las</strong>, logrando así laexplicación <strong>de</strong>l objeto en su totalidad.Esta forma <strong>de</strong> construcción teórica ha tenido aún en nuestros días diversos matices, pero sela ha calificado <strong>de</strong> manera genérica con la expresión comteana <strong>de</strong> positivismo. En ella seconsi<strong>de</strong>ran <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías fenomenalistas o sensualistas entre cuyos principalesrepresentantes se encuentra John Stuart Mill, hasta <strong>las</strong> teorías verificacionistas <strong>de</strong>lsignificado representadas principalmente por Wittgenstein y el llamado Círculo <strong>de</strong> Viena, y78 Cfr. GIDDEN5, Anthony, Las nuevas reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l método sociológico, Amorrortu, Buenos Aires, 1987, p. 13.79 Ibi<strong>de</strong>m, p. 14.


también algunos <strong>de</strong> sus impugnadores como Popper y sus seguidores <strong>de</strong> la London Schoolof Economics.Sobre esta ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l positivismo Mardones y Ursúa señalan que “el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> lalógica se vinculó con el positivismo y dio como resultado en la década <strong>de</strong> los años veinte el<strong>de</strong>nominado positivismo lógico. A esta corriente pertenecen B. Russell, el primerWittgenstein (o <strong>de</strong>l Tractus lógico-philosóphicus) y el <strong>de</strong>nominado positivismo <strong>de</strong>l Círculo<strong>de</strong> Viena.Típico <strong>de</strong> esta ten<strong>de</strong>ncia englobada hoy <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lo que se <strong>de</strong>nomina filosofía analítica,sería afirmar que únicamente los enunciados sometidos a la lógica y a la verificaciónempírica, pue<strong>de</strong>n ser calificados como científicos. Los <strong>de</strong>más <strong>de</strong>ben ser consi<strong>de</strong>rados <strong>de</strong>antemano como absurdos y sin sentido. Científico es sólo, por tanto, aquel análisis <strong>de</strong> larealidad que trabaje con estos dos pilares: la teoría <strong>de</strong> la relación lógico-matemática y lafase o verificación empírica. El gran objetivo, a la larga, claramente expresado por elrepresentante más significativo <strong>de</strong>l Círculo <strong>de</strong> Viena, R. Carnap, era típicamente positivista:reconstruir racionalmente todos los posibles enunciados <strong>de</strong> la ciencia unitaria, universal,lógicamente trabada... Carnap persiguió toda su vida el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> un lenguaje científicouniversal hecho <strong>de</strong> signos y símbolos nuevos, neutrales, unívocos, sin <strong>las</strong>treshistóricos...exactitud, precisión y formalización son rasgos exigidos a todo enunciado conpretensiones científicas... Únicamente se tendrá por verda<strong>de</strong>ro y pleno <strong>de</strong> sentido lo queexpresa un estado <strong>de</strong> cosas objetivo, lo cual equivale a <strong>de</strong>cir, capaz <strong>de</strong> ser sometido aobservación directa y comprobación mediante experimentos”. 80Estos elementos fueron configurando <strong>de</strong> manera general los principios <strong>de</strong>l positivismo;entre estos están, según Wright: “Uno...el monismo metodológico, o la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> unidad <strong>de</strong>lmétodo científico por entre la diversidad <strong>de</strong> objetos temáticos <strong>de</strong> la investigación científica.Un segundo principio es la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> que <strong>las</strong> ciencias naturales exactas, en particularla fisicamatemática, establecen un canon o i<strong>de</strong>al metodológico que mi<strong>de</strong> el grado <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo y perfección <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> <strong>de</strong>más ciencias, incluidas <strong>las</strong> humanida<strong>de</strong>s.Por último, un tercer principio consiste en una visión característica <strong>de</strong> la explicacióncientífica. Tal explicación es causal, en un sentido amplio. Consiste más específicamente,en la subsunción <strong>de</strong> casos individuales bajo leyes generales hipotéticas <strong>de</strong> la naturaleza,incluida la “naturaleza humana”.” 81Con esos principios se asienta el positivismo tomando en cuenta que en el monismometodológico hay unidad <strong>de</strong> método y homogeneidad en la explicación científica teniendocomo mo<strong>de</strong>lo a <strong>las</strong> ciencias naturales con base matemática y persigue una explicacióncausal, una explicación <strong>de</strong>l por qué sucedió algo. Con ese sustento se busca reducir a todocomo un objeto que requiere ser explicado, en lo cual se incluye al ser humano.Uno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>tractores <strong>de</strong>l positivismo, Karl Popper, arremete contra el Circulo <strong>de</strong> Viena,en su texto Lógica <strong>de</strong> la investigación, don<strong>de</strong> analiza <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> para obtener <strong>las</strong> hipótesis yteorías científicas, <strong>de</strong> lo cual concluye que la pretensión <strong>de</strong> verificar empíricamente todoenunciado científico impediría el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la ciencia, por lo que propone un método<strong>de</strong>ductivo en don<strong>de</strong> los enunciados se entiendan como esbozos arbitrarios y creativos con80 MARDONES, José María y URSÚA,Nicolás, Filosofía <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias humanas y sociales, Fontamara,Barcelona, 1982, pp. 24y 25.81 WRIGHT, Georg Henrik von, Explicación y comprensión, Colección Alianza Universidad, núm. 257,Alianza, Madrid, 1979, pp. 21 y 22.


valor conjetural e hipotético que puedan ser comprobados posteriormente. Y como esimposible verificar, propone la falsación por lo que la ciencia no se enten<strong>de</strong>ría como laposesión <strong>de</strong> la verdad sino una búsqueda incesante y crítica. A ese criterio tienen que sersometidas todas <strong>las</strong> ciencias incluidas <strong>las</strong> sociales.Pero los autores referidos encuentran que en esa propuesta: “Hay pues un monismometodológico. Toda explicación científica adopta, en último término, la forma <strong>de</strong> unesquema lógico básico, don<strong>de</strong> el hecho o fenómeno que hay que explicar (explicandum)será la conclusión <strong>de</strong> una inferencia lógica <strong>de</strong>ductiva, cuyas premisas están constituidas porla teoría y <strong>las</strong> condiciones iniciales (explicans). El tipo <strong>de</strong> explicación es causal en sentidoamplio.” 82Estas características son <strong>las</strong> que llevan a algunos pensadores a calificar a Popper como unpositivista, aunque él lo rechazó. Pero a la propuesta <strong>de</strong> Popper no le faltaron críticas <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong>l mismo enfoque empíricoanalítico encabezadas por el historiador <strong>de</strong> la ciencia ThomasKuhn y <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Feyerabend con su, primero, teoría anarquista, y luego dadaísta <strong>de</strong>lconocimiento, y la metodología <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong> Lakatos.De forma paralela a estas discusiones se <strong>de</strong>sarrollaron propuestas para <strong>las</strong> ciencias socialescon base en esos criterios <strong>de</strong> verificación empírica y <strong>de</strong> construcción teórica partiendo <strong>de</strong>lanálisis para la proyección inductiva o la esquematización <strong>de</strong>ductiva como fueron elfuncionalismo, especialmente en la antropología <strong>de</strong> Radcliffe Brown y Malinowski queposteriormente se adapto en la sociología; el estructuralismo, en la lingüística <strong>de</strong> Sassure, laantropología <strong>de</strong> Levi-Strauss y la sociopsicología <strong>de</strong> Piaget; y la teoría <strong>de</strong> sistemas queinfluyó en los estudios <strong>de</strong> política <strong>de</strong> Oran Young y David Easton.Pero, según Fougeyrol<strong>las</strong>, cada una <strong>de</strong> estas proposiciones teórico metodológicas ya estabapermeada por una intención i<strong>de</strong>ológica que tenía el positivismo en su origen. Afirma que“existe una i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales que se ha <strong>de</strong>sarrollado a través <strong>de</strong> diversasfiguras, como el positivismo y el evolucionismo en el siglo XIX, y como el funcionalismo,el estructuralismo y el sistemismo en el siglo XX. Y esta enumeración basta para hacercompren<strong>de</strong>r que tales figuras no se han sucedido en virtud <strong>de</strong> una dinámica autónoma <strong>de</strong> lai<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> <strong>las</strong> “ciencias sociales”. Muestra, a<strong>de</strong>más, que una autonomía <strong>de</strong> esta índolenunca ha existido y que <strong>las</strong> figuras i<strong>de</strong>ológicas siempre resultan <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>de</strong> fuerza, <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es en la sociedad consi<strong>de</strong>rada en su conjunto.De hecho, el humanismo <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> luces, el positivismo y el evolucionismoson inseparables <strong>de</strong> la repercusión histórica y, más a<strong>de</strong>lante, <strong>de</strong> la instalación en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><strong>las</strong> diversas burguesías occi<strong>de</strong>ntales. A continuación, ante el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l marxismo ycontra él, el funcionalismo, el estructuralismo y el sistemismo son inseparables <strong>de</strong>l <strong>de</strong>clinarhistórico <strong>de</strong> esas mismas burguesías y <strong>de</strong> su puesta en cuestión por la lucha <strong>de</strong> c<strong>las</strong>es que,precisamente, expresa el marxismo.” 83De una u otra manera, con sus variantes, el positivismo o neopositivismo, como también sele ha calificado a esta forma <strong>de</strong> construcción teórica, ha preservado su visión holística,totalizadora <strong>de</strong> una teoría <strong>de</strong> la ciencia.Ante esa situación, Habermas critica que el positivismo haya eliminado la teoría <strong>de</strong>lconocimiento e impuesto la teoría <strong>de</strong> la ciencia, <strong>de</strong> la cual se apropió, negando cualquierotra posibilidad <strong>de</strong> la investigación cognoscitiva. Así, dice que: “El positivismo significa elfinal <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l conocimiento. En lugar <strong>de</strong> esta última, aparece una teoría <strong>de</strong> la ciencia.82 Mardones…op. cit., p. 27.83 Fougeyro<strong>las</strong>, Pierre, Ciencias sociales y marxismo, FCE, México, 1981, p. 153.


Si la problemática lógico-trascen<strong>de</strong>ntal acerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong>l conocimiento posibleaspiraba también a la explicación <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong>l conocimiento en general, el positivismo,en cambio, elimina esta cuestión, que para él ha perdido sentido gracias a la existencia <strong>de</strong><strong>las</strong> ciencias mo<strong>de</strong>rnas. El conocimiento se encuentra implícitamente <strong>de</strong>finido por la propiarealidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias. Por esto, la cuestión trascen<strong>de</strong>ntal acerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> unconocimiento posible, únicamente se pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r bajo la forma <strong>de</strong> una investigaciónmetodológica sobre <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> constitución y <strong>de</strong> comprobación <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías científicas.Asimismo en un momento <strong>de</strong> confrontación con los positivistas señalaQue “es verdad que <strong>las</strong> ciencias sociales que proce<strong>de</strong>n en términos empírico-analíticostienen también un concepto <strong>de</strong> totalidad; sus teorías son teorías <strong>de</strong> sistemas, y una teoríageneral tendría que referirse al sistema social en conjunto. Con esa anticipación, elacontecer social es entendido como un plexo funcional <strong>de</strong> regularida<strong>de</strong>s empíricas; en losmo<strong>de</strong>los a que se ajustan esas ciencias sociales <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre magnitu<strong>de</strong>s covariantesse consi<strong>de</strong>ran en su totalidad como elementos <strong>de</strong> un contexto in<strong>de</strong>pendiente. Sin embargo,esa relación entre el sistema y sus elementos, reflejada en términos hipotéticos en un plexo<strong>de</strong>ductivo <strong>de</strong> funciones matemáticas, <strong>de</strong>be distinguirse con todo rigor <strong>de</strong> esa otra relaciónentre la totalidad y sus momentos...la diferencia entre sistema y totalidad en el sentidoindicado no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>signarse directamente; pues en el lenguaje <strong>de</strong> la lógica formalquedaría disuelta”. 84Estas críticas <strong>de</strong> Habermas son preludio para po<strong>de</strong>r comparar <strong>las</strong> concepciones teóricas <strong>de</strong>lenfoque empírico-analítico con el <strong>de</strong>l histórico- hermenéutico, pero anteriormente se habíaseñalado que entre estos dos enfoques hay la mediación <strong>de</strong> un enfoque que pretendíadiferenciar la concepción monista y cuantificable <strong>de</strong>l positivismo cuya fundamentación eraeminentemente explicativa y válida sólo para <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong> la naturaleza. Pero en el caso<strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias humanas y sociales, su conocimiento y, por en<strong>de</strong>, su construcción teóricarequerían más <strong>de</strong> una «comprensión».El ya referido Wright señala que el <strong>de</strong>bate para diferenciar <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong> la naturaleza y<strong>de</strong>l hombre fue una reacción antipositivista que se hace manifiesta a fines <strong>de</strong>l siglo XIX y laconstitución <strong>de</strong>l enfoque es más diversificado que el <strong>de</strong>l positivismo puesto que lo únicoque los une es el rechazo al monismo metodológico <strong>de</strong>l positivismo y el criterio <strong>de</strong> laexplicación <strong>de</strong> los fenómenos. Afirma dicho autor que: “Entre <strong>las</strong> figuras representativas <strong>de</strong>este tipo <strong>de</strong> pensamiento se incluyen eminentes filósofos, historiadores y científicossociales alemanes. Seguramente los mejor conocidos son Droysen, Dilthey, Simmel y MaxWeber, Win<strong>de</strong>lband y Rickert, <strong>de</strong> la Escuela Neokantiana <strong>de</strong> Ba<strong>de</strong>n, son afines a ellos. Delitaliano Croce y <strong>de</strong>l eminente filósofo <strong>de</strong> la historia y <strong>de</strong>l arte, el británico Collingwood,pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que pertenecen al ala i<strong>de</strong>alista <strong>de</strong> esta ten<strong>de</strong>ncia antipositivista...Todos estospensadores rechazan el monismo metodológico <strong>de</strong>l positivismo y rehúsan tomar el patrónestablecido por <strong>las</strong> ciencias naturales exactas como i<strong>de</strong>al regulador, único y supremo, <strong>de</strong> lacomprensión racional <strong>de</strong> la realidad. Muchos <strong>de</strong> ellos acentúan el contraste entre <strong>las</strong>ciencias que, al modo <strong>de</strong> la física, la química o la fisiología, aspiran a generalizacionessobre fenómenos reproducibles y pre<strong>de</strong>cibles, y <strong>las</strong> ciencias que, como la historia, buscancompren<strong>de</strong>r <strong>las</strong> peculiarida<strong>de</strong>s individuales y únicas <strong>de</strong> sus objetos. Win<strong>de</strong>lband dispusodos términos: “nomotético’ para calificar <strong>las</strong> ciencias que persiguen leyes e “i<strong>de</strong>ográfico”para calificar el estudio <strong>de</strong> lo individual”. 8584 HABERMAS, Jürgen, La lógica <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales, Tecnos. Madrid, 1988, p. 22.85 Wright, op. cit., p. 23.


El otro <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong> diferenciación lo señala el mismo autor cuando dice: “Elfilósofo e historiador alemán Droysen parece haber sido el primero en introducir unadicotomía metodológica que ha ejercido gran influencia. Acuñó en tal sentido los nombres<strong>de</strong> explicación y comprensión, en alemán Erklären y Versthen. El objetivo <strong>de</strong> <strong>las</strong> cienciasnaturales consiste, según él, en explicar, el propósito <strong>de</strong> la historia es más bien compren<strong>de</strong>rlos fenómenos que ocurren en su ámbito”. 86Para puntualizar la diferencia <strong>de</strong> esos dos conceptos, Wright dice que “prácticamentecualquier explicación, sea causal o teleológica o <strong>de</strong> otro tipo, nos proporciona unacomprensión <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas. Pero “comprensión” cuenta a<strong>de</strong>más con una resonanciapsicológica <strong>de</strong> la que carece la explicación. Ese carácter psicológico fue subrayado porvarios metodólogos antipositivistas <strong>de</strong>l siglo XIX, siendo seguramente Simmel el másenérgico al consi<strong>de</strong>rar que la comprensión, como método característico <strong>de</strong> <strong>las</strong> humanida<strong>de</strong>s,es una forma <strong>de</strong> empatía (en alemán Einfühlung) o recreación en la mente <strong>de</strong>l estudioso <strong>de</strong>la atmósfera espiritual, pensamiento, sentimientos y motivos, <strong>de</strong> sus objetos <strong>de</strong> estudio.Sin embargo, no es únicamente por este sesgo psicológico por lo que cabe diferenciar a lacomprensión <strong>de</strong> la explicación. La comprensión se encuentra a<strong>de</strong>más vinculada con laintencionalidad <strong>de</strong> una manera en que la explicación no lo está. Se compren<strong>de</strong>n losobjetivos y propósitos <strong>de</strong> un agente, el significado <strong>de</strong> un signo o <strong>de</strong> un símbolo, el sentido<strong>de</strong> una institución social o un rito religioso”. 87No obstante estas proposiciones, el concepto <strong>de</strong> comprensión adquiere diversasconnotaciones en Max Weber, Alfred Schütz y recientemente en Gadamer. Por esadiversidad es por la que se califica a ese enfoque como fenomenológico, hermenéutico ylingüístico y su principal pretensión es darle a <strong>las</strong> ciencias sociales un carácter autónomofrente al reduccionismo positivista.Finalmente el enfoque i<strong>de</strong>ntificado como histórico o crítico-hermenéutico o dialéctico ohistórico-dialéctico, <strong>de</strong> conformidad con <strong>las</strong> distintas <strong>de</strong>nominaciones que se le hanasignado, preten<strong>de</strong> no sólo establecer criterios <strong>de</strong> la diferencia <strong>de</strong> los conocimientos, sinoubicarlos en una dimensión precisa en la que se establezca la diferencia cognoscitiva encada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> áreas, sin <strong>de</strong>scartar la necesidad <strong>de</strong> la praxis como condición inherente a larelación teoría-práctica.El principal promotor <strong>de</strong> este enfoque es Karl Marx, cuyo apellido tuvo tal trascen<strong>de</strong>nciaque mucho <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> él se ha mantenido como signo <strong>de</strong> la crítica cognoscitiva y <strong>de</strong> laacción revolucionaria pero soslayando, como ya se señaló, el uso que <strong>de</strong> ese enunciado sehaya hecho <strong>de</strong> manera insustancial en los otrora países socialistas.La trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l marxismo la explican Mardones y Ursúa en la siguiente i<strong>de</strong>a: “Marxhizo más <strong>de</strong> lo que expresamente creyó hacer. Mantuvo una tensión dialéctica entre eldominio <strong>de</strong> la naturaleza, el conocimiento técnico y el interés <strong>de</strong> dominio y control, con lainteracción que se <strong>de</strong>sarrolla por medio <strong>de</strong>l lenguaje y cristaliza en instituciones, lareflexión crítica que pone en evi<strong>de</strong>ncia la manera como se enmascaran <strong>las</strong> diferencias en ladistribución <strong>de</strong> lo producido y la tensión hacia una sociedad emancipada y justa que implicauna interpretación <strong>de</strong>l hombre y la historia”. 88Ese camino tuvo un largo, difícil y complejo proceso en el cual sobresalen algunos <strong>de</strong> losepígonos. An<strong>de</strong>rson señala que Labriola,86 Ibi<strong>de</strong>m, p. 23.87 Ibi<strong>de</strong>m, p. 2488 Mardones, op. cit., p. 195.


Mehring, Plejánov y Kautsky “se ocuparon <strong>de</strong> diferentes maneras, <strong>de</strong> sistematizar elmaterialismo histórico como teoría general <strong>de</strong>l hombre y la naturaleza, capaz <strong>de</strong> reemplazara disciplinas burguesas rivales y brindar al movimiento obrero una visión amplia ycoherente <strong>de</strong>l mundo que pudiera ser captada fácilmente por sus militantes. Esta tarea lesllevó, como había sucedido con Engels, a una doble actividad: elaborar los principiosfilosóficos generales <strong>de</strong> marxismo como concepción <strong>de</strong> la historia y exten<strong>de</strong>r éste adominios que no habían sido abordados directamente por Marx. La semejanza <strong>de</strong> los títulos<strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> sus escritos principales indica sus preocupaciones comunes: Sobre elmaterialismo histórico (Mehring), Ensayos sobre la concepción materialista <strong>de</strong> la historia(Labriola),El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la concepción materialista <strong>de</strong> la historia (Plejánov), Laconcepción materialista <strong>de</strong> la historia (Kautsky)”. 89 87La siguiente generación <strong>de</strong> marxistas elaboró escritos sobre teoría política <strong>de</strong>stacándose los<strong>de</strong> Lenin, Rosa Luxemburgo y Trotsky, y también <strong>de</strong> economía política, don<strong>de</strong> a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>los <strong>de</strong> Lenin y Luxemburgo, resaltan los <strong>de</strong> Kautsky y Hilferding, en el marco <strong>de</strong> la primeragran guerra. Solamente Bujarin escribió un texto teórico titulado Teoría <strong>de</strong>l materialismohistórico.Luego <strong>de</strong>l triunfo <strong>de</strong> la revolución bolchevique, la muerte <strong>de</strong> Lenin y la entronización <strong>de</strong>Stalin, se inició el proceso <strong>de</strong> dogmatización <strong>de</strong> los escritos e i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Marx, Engels yLenin, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la eliminación sucesiva <strong>de</strong> los camaradas revolucionarios. No obstante enalgunos países <strong>de</strong> Europa se mantiene el estudio crítico y la acción revolucionaria <strong>de</strong>s<strong>de</strong>una perspectiva marxista; sobre esa perspectiva <strong>de</strong>stacan Lukács, Korsch y Gramsci,quienes también fueron participantes y organizadores directos <strong>de</strong> los levantamientosrevolucionarios en sus respectivas posiciones.Pero el marxismo todavía tenía múltiples posibilida<strong>de</strong>s, que se manifestarían en <strong>las</strong>acciones <strong>de</strong> los seguidores <strong>de</strong> la propuesta; el<strong>las</strong> se encuentran en la siguiente i<strong>de</strong>a queexpone An<strong>de</strong>rson: “…durante la segunda guerra mundial y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ella, el marcodominante <strong>de</strong> la discusión marxista sufrió un cambio fundamental. Esta se <strong>de</strong>sarrolló cadavez más, no sólo lejos <strong>de</strong> la militancia política, sino también <strong>de</strong> todo horizonteinternacional. La teoría se contrajo gradualmente a compartimientos nacionales, aisladosunos <strong>de</strong> otros por la indiferencia o la ignorancia relativas. Este proceso fue tanto másextraño, cuanto que la abrumadora mayoría <strong>de</strong> los nuevos teóricos...eran especialistasacadémicos situados en los más elevados niveles <strong>de</strong> sus respectivos sistemas universitariosy, por tanto, se hallaban i<strong>de</strong>almente dotados, en principio <strong>de</strong> facilidad <strong>de</strong> lenguaje y ociopara efectuar un estudio serio y lograr el conocimiento <strong>de</strong> los sistemas intelectuales <strong>de</strong> otrasnaciones”. 90Así se fueron creando varias corrientes <strong>de</strong> pensadores marxistas, como los integrantes <strong>de</strong> lallamada Escuela <strong>de</strong> Frankfurt (Horkheimer, Adorno, Marcuse, Fromm y recientementeHabermas y Apel) promotores <strong>de</strong> la “teoría crítica”; Della Volpe, Althusser, Sartre,Goldmann y Colletti, entre otros.Por lo dicho, el marxismo no ha tenido un enfoque teórico homogéneo, sino que cada uno<strong>de</strong> sus seguidores le ha dado su particular connotación y, generalmente, <strong>de</strong> manera aislada,puesto que: “No hay ningún caso...<strong>de</strong> un combate o conflicto teórico total <strong>de</strong> un pensador oescuela con otro, y menos aún <strong>de</strong> un dominio global <strong>de</strong>l ámbito internacional <strong>de</strong> estatradición...El resultado <strong>de</strong> este provincialismo y esta ignorancia generalizados con respecto89 ANDERSON, Perry, op. cit., p. 88.90 Ibi<strong>de</strong>m, p. 87.


a los sistemas extranacionales <strong>de</strong> pensamiento fue impedir toda conciencia coherente ylúcida <strong>de</strong>l edificio <strong>de</strong>l marxismo occi<strong>de</strong>ntal en su conjunto”. 91Tanto <strong>las</strong> discusiones entre enfoques como <strong>las</strong> que se suce<strong>de</strong>n al interior <strong>de</strong> los mismos hansido <strong>de</strong> gran relevancia, puesto que <strong>las</strong> convergencias afloran una vez que se hanencontrado los puntos <strong>de</strong> divergencia y se logran los acuerdos fundamentales. Pero ello noindica que éstas se encuentren terminadas sino que aún existen muchas opciones paraplantear alternativas teóricas <strong>de</strong> explicación <strong>de</strong> la realidad.Recientemente, y con aún poca aceptabilidad, han surgido otras proposiciones, el<strong>las</strong> son losenfoques basados en el <strong>de</strong>nominado “método Delfi”, en la “sociobiología” y en la llamada“teoría <strong>de</strong>l caos”Veamos el enfoque <strong>de</strong>l “método Delfi”. En 1975 apareció la primera edición <strong>de</strong>l librotitulado The Delphi method. Techniques and applications. 92 Este parecía ser una nuevapropuesta <strong>de</strong> método para el conocimiento; en el libro se expone que dicho método fueaplicado en la década <strong>de</strong> los años sesenta por Olaf Helmer, <strong>de</strong> la Rand Corporation paraestablecer criterios sobre pronósticos <strong>de</strong> acontecimientos militares, tomando como base <strong>las</strong>opiniones <strong>de</strong> expertos, geográficamente dispersos, mediante <strong>las</strong> cuales se pudiera encontraruna constante que permitiera un diagnóstico sobre una situación dada.Su operatividad se hizo <strong>de</strong>l conocimiento público hasta el segundo lustro <strong>de</strong> la décadareferida, pues anteriormente, por su aplicación confi<strong>de</strong>ncial, se mantuvo en reserva. Pero aldifundirse se le encontraron algunas virtu<strong>de</strong>s que permitían su utilización para diversosfines.La utilización <strong>de</strong>l método Delphi se basa en la búsqueda sistemática <strong>de</strong> opiniones <strong>de</strong>expertos sobre tópicos pre<strong>de</strong>finidos, los cuales, <strong>de</strong> manera anónima, <strong>de</strong>ben respon<strong>de</strong>r a unaserie <strong>de</strong> consultas retornando su información a la fuente <strong>de</strong> la pregunta. En el proceso <strong>de</strong>distribución <strong>de</strong> preguntas y requerimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> respuestas, se va formando una opinióncolectiva, con gran objetividad, puesto que el grupo consultado no se ha reunidoformalmente y con ello se evitan <strong>las</strong> opiniones subjetivas que quieran prevalecer sobre <strong>las</strong><strong>de</strong> los otros, lo que podría llevar a discusiones bizantinas sin arribar a ningún objetivo.En síntesis, como dicen Wedley, Jung y Merchant, “La técnica Delphi es un proceso quepermite obtener sistemáticamente la opinión <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> expertos que <strong>de</strong>be respon<strong>de</strong>ranónimamente a una serie <strong>de</strong> consultas con información <strong>de</strong> retorno”, y aña<strong>de</strong>n que: “Latécnica Delphi es un método para estructurar un proceso <strong>de</strong> comunicación en un grupo <strong>de</strong>modo que éste pueda analizar en forma colectiva un problema complejo”. 93El antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> este método se encuentra, según Jantsch, en lo que se conoceprincipalmente en la literatura pedagógica, como “lluvia <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as”. Ese paso lo <strong>de</strong>scribe elautor como “un perfeccionamiento <strong>de</strong> la técnica inicial <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>senca<strong>de</strong>namiento mental(brian storming)”, y la diferencia consiste en que, al buscar <strong>las</strong> opiniones <strong>de</strong> muchosexpertos, se emplean ciertos procedimientos para que éstos agucen su propio pensamiento ypara impedir que intercambien puntos <strong>de</strong> vista: no se les reúne nunca, pero sus estimacionesiniciales se utilizan para obtener una segunda estimación más perfeccionada. Por ejemplo,91 Ibi<strong>de</strong>m, p. 88.92 Linstone, Harold A. y Turoff,Murray (eds.), The Delphi method. Techniques and applications, 2a ed.,Addison-Wesley, Massachusetts, 1977.93 WEDLEY, William C., JUNG, Roger H. y MERCHANT, George S., “Solución a problemas con la técnicaDelphi”, en Administración <strong>de</strong> Empresas, vol. 13, núm. 156, mar. 1983, México.


pue<strong>de</strong> hacerse un primer estudio preguntando a una serie <strong>de</strong> expertos qué avances <strong>de</strong>cisivoscreen que se producirán en los próximos cuarenta años; se analizarían estos primerosresultados y se haría una lista <strong>de</strong> los veinte primeros; luego se preguntaría a esos mismosexpertos qué probabilidad asignarían a la presentación <strong>de</strong> tales avances <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lospróximos cuarenta años, con lo que se obtendría una nueva lista <strong>de</strong> avances <strong>de</strong>cisivos poror<strong>de</strong>n <strong>de</strong> probabilidad, y a continuación se pediría a los expertos que conjeturasen en quédécada y con qué probabilidad podrían esperarse. Así pues, en cada estadio se perfeccionan<strong>las</strong> respuestas sucesivamente sin introducir factores psicológicos extraños, como serían losque se introdujesen en un <strong>de</strong>bate frente a frente. Esta técnica se ha aplicado para elaborarpronósticos relativos al momento en que se produzcan unos avances <strong>de</strong>cisivosesperados...posiblemente su aplicación más importante se halle en campos en los que elpensar intuitivo continúe siendo una <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuentes principales <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> entrada y en losque el consenso tenga gran importancia —como suce<strong>de</strong> en la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> objetivos aperseguir-”. 94De conformidad con lo <strong>de</strong>scrito hasta ahora, los rasgos específicos <strong>de</strong> esta técnica son tres:• el primero <strong>de</strong> ellos implica la situación <strong>de</strong>l anonimato <strong>de</strong> los integrantes <strong>de</strong>l grupoconsultado;• el segundo es la interacción constante y controlada <strong>de</strong> quien presi<strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> petición y recuperación <strong>de</strong> información <strong>de</strong> los expertos consultados, y• finalmente se distribuye <strong>de</strong> manera estadística la información recabada parai<strong>de</strong>ntificar sus constantes y normar los criterios en torno a ellos.El procedimiento para la aplicación <strong>de</strong>l método Delphi reúne muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> característicascomunes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una investigación; los principales son:• diagnóstico <strong>de</strong> la situación;• i<strong>de</strong>ntificación y selección <strong>de</strong>l problema;• elección <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> especialistas que puedan colaborar enfrentando el problema;• proponerles <strong>de</strong> manera individual el análisis <strong>de</strong>l problema y <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> <strong>las</strong>olución;• solicitarles la generación <strong>de</strong> alternativas;• evaluación <strong>de</strong> alternativas;• seleccionar la opinión dominante;• instrumentar la <strong>de</strong>cisión, y• hacer el seguimiento y los ajustes necesarios.Este procedimiento se pue<strong>de</strong> reiterar a partir <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> sus fases para ir <strong>de</strong>limitando <strong>las</strong>opiniones más viables.Según Wedley, Jung y Merchant, la repetición <strong>de</strong>l procedimiento no se <strong>de</strong>be exten<strong>de</strong>r másallá <strong>de</strong> tres ocasiones, y aunque, pue<strong>de</strong>n seguirse efectuando interrogatorios en vueltasadicionales, generalmente basta con tres vueltas para generar i<strong>de</strong>as útiles y apreciar susméritos. Los estudios Delphi que van más allá <strong>de</strong> <strong>las</strong> tres vueltas, son generalmente estudiosseriados o en cascada, en los cuales se analizan series <strong>de</strong> cuestiones conexas.Para concluir esta propuesta, cabe resaltar la opinión <strong>de</strong> los autores referidos; ellos señalan:“Quienes se proponen usar un proceso Delphi <strong>de</strong>ben abordarlo con cierta cautela. Elmétodo no produce resultados científicos ni óptimos; es un recurso heurístico”; perotambién aña<strong>de</strong>n que: “La técnica Delphi es un excelente vehículo para <strong>las</strong> opiniones <strong>de</strong> un94 Jantsh, Erich, et al., Pronósticos <strong>de</strong>l futuro, Alianza, Madrid, 1970, pp. 26 y 27.


grupo acerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> alternativas <strong>de</strong> solución <strong>de</strong> un problema y contiene los medios paracomunicar tales opiniones al <strong>de</strong>cisor”. 95Habría que pon<strong>de</strong>rar su uso en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.La sociobiología es también una proposición reciente, sobre suorigen. Nelson y Galván afirman: “Esta corriente nace —o <strong>de</strong>biéramos <strong>de</strong>cir, renace— en1975 con la publicación <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> E. O. Wilson, La sociobiología: la nueva síntesis...Esteautor, surgido <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias biológicas (entomología), rescató una vieja tradición y unañejo anhelo:la unidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias. El nuevo intento <strong>de</strong> Wilson se basa en los indudables éxitosexplicativos <strong>de</strong> la biología, en especial <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la evolución. Empero, cabe señalarque la sociología misma permitió el resurgir <strong>de</strong> estos esfuerzos <strong>de</strong> síntesis”. 96La llamada crisis <strong>de</strong> los paradigmas <strong>de</strong> la sociología es la que permite el surgimiento <strong>de</strong>esta nueva proposición; sobre ello Menzies afirma: “La i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> la 5ociobiología esproducida por su interacción con marcos <strong>de</strong> referencia rivales en el entendimiento <strong>de</strong>lhumano en sociedad...el foco esencial <strong>de</strong> la ciencia social refleja compromisos específicosacerca <strong>de</strong> lo que constituye el dominio <strong>de</strong> la sociología. Dentro <strong>de</strong> estas suposiciones estáoculta una arquitectura <strong>de</strong> creencias acerca <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> la humanidad.Los teóricos <strong>de</strong> la sociología trabajan implícita o explícitamente en:1 sus concepciones normativas acerca <strong>de</strong> la amplitud <strong>de</strong> <strong>las</strong> categorías <strong>de</strong> la disciplina;2 la elucidación <strong>de</strong> sus objetos <strong>de</strong> estudio, y3 su relación con sistemas <strong>de</strong> pensamiento complementarios y rivales.Más aún, la teoría no pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>spersonalizada o abstraída <strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> su autor...Un resultado <strong>de</strong> la crisis paradigmática <strong>de</strong> la sociología fue la emergencia <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociobiología en los setenta... El matrimonio entre la biología y la sociología...fue recibidocon adulaciones por numerosos sociólogos. La genética, la biología y la teoría evolucionistafueron <strong>de</strong>fendidas como <strong>las</strong> ciencias que esparcirían el pensamiento sociológico,incorporándolo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una “nueva síntesis” <strong>de</strong> metateoría...La sociobiologíareclama…que la sociología se ha <strong>de</strong>sarrollado aislada <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias naturales. A través <strong>de</strong>lproceso <strong>de</strong> biologización, la sociología pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>vuelta al mundo material. Lahumanidad es principalmente biológica y no muy diferente <strong>de</strong> sus antece<strong>de</strong>ntesevolucionistas y subordinados filogenéticos. Para sobrevivir, la sociología <strong>de</strong>be ser radiadacon el cúmulo <strong>de</strong> conocimiento disponible en <strong>las</strong> ciencias genéticas. 97Acerca <strong>de</strong> la concepción <strong>de</strong> la biosociología se dice que: “La teoría biosocial intentaintegrar el estudio <strong>de</strong> la humanidad con la investigación <strong>de</strong> especies infrahumanas. Almismo tiempo utiliza avances recientes en genética poblacional y biología molecular comoun fundamento para analizar a la humanidad y a la sociedad. La sociología, para Wilson yotros sociobiólogos, <strong>de</strong>be ser naturalizada <strong>de</strong> tal forma que pueda generar un conocimientoaplicable a la especie humana. De acuerdo con Wilson,...la teoría sociológica tradicional hasido agobiada por su empirismo compulsivo, por el intuicionismo bergsoniano, por <strong>las</strong>preocupaciones por cor<strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> primer or<strong>de</strong>n, por un antropocentrismo excesivo. En95 Wedley, op. cit., pp. 1131, 1140 y 1141.96 GALVÁN, Francisco y NELSON, Catherine, “Debate en torno a la sociobiología”, en Sociológica, UAM.Azcapotzalco, año 1, núm. 1, México, p. 117.97 MENZIES, Robert J., “I<strong>de</strong>ología genética: observaciones sobre la biologización <strong>de</strong> la sociología”, enIbi<strong>de</strong>m, pp. 178 y 179.


contraste, la sociobiología promete fundir el estudio <strong>de</strong>l ser orgánico y social <strong>de</strong> lahumanidad:La conducta y la estructura sociales, como todos los fenómenos biológicos, pue<strong>de</strong>n serestudiadas como órganos, extensiones <strong>de</strong> los genes que existen gracias a su superior valoradaptativo.Mientras la promoción <strong>de</strong> una sociología biológica pue<strong>de</strong> ser rastreada en los inicios <strong>de</strong>lsiglo XX...la consolidación <strong>de</strong> una teoría coherente no fue posible sino hasta la aparición<strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> Wilson. Des<strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> los setenta la sociobiología ha sido usada como unmarco <strong>de</strong> referencia para enten<strong>de</strong>r fenómenos sociales diversos, tales comoterritorialidad...asociaciones voluntarias...etnicidad...agresión... sexualidad...sistemaspolíticos...criminalidad...roles <strong>de</strong> sexos... suicidio...enfermedad mental...y patología racial...La popularidad <strong>de</strong> la socio-biología ha dado como resultado la publicación <strong>de</strong> un sinnúmero<strong>de</strong> libros...y simposios...que examinan su relación con <strong>las</strong> ciencias biológicas y sociales. Lateoría biosocial ha engendrado una gran crisis en la sociología. Pone en cuestión lacapacidad <strong>de</strong> cualquier ciencia epigenética para explorar la naturaleza <strong>de</strong> la humanidad y <strong>de</strong>la sociedad.En la tradición más expansionista <strong>de</strong> la gran teoría, Wilson y sus colegas buscan forjar unadisciplina como síntesis <strong>de</strong> muchas. Al mismo tiempo, el programa llama a unaimperialización <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> estudio; <strong>las</strong> discontinuida<strong>de</strong>s entre especies, más que <strong>las</strong>disimilitu<strong>de</strong>s, son <strong>las</strong> que <strong>de</strong>ben proporcionar la orientación para la nueva síntesis:Un solo hilo corre efectivamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la conducta <strong>de</strong> <strong>las</strong> colonias <strong>de</strong> termitas y <strong>las</strong>hermanda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> pavos hasta la conducta social <strong>de</strong>l hombre...La sociobiología intenta rastrear <strong>las</strong> implicaciones <strong>de</strong>l imperativo genético, í<strong>de</strong>m est, lanecesidad individual <strong>de</strong> maximizar la aptitud a través <strong>de</strong> la transmisión <strong>de</strong> genes a los<strong>de</strong>scendientes. La concepción alternativa <strong>de</strong> un imperio cultural o ético es un anatema parala sociobiología... En sociobiología hay un compendio <strong>de</strong> fórmu<strong>las</strong> genéticas y biológicaspor medio <strong>de</strong>l cual la cultura se <strong>de</strong>riva directamente <strong>de</strong> la estructura profunda <strong>de</strong>lorganismo humano... Por el mecanismo <strong>de</strong> la analogía se postula una constelación <strong>de</strong> genesque dan cuenta <strong>de</strong> dichas “características” humanas, tales como el altruismo, conformidad,rencor, aprendizaje y homosexualidad entre otros...la humanidad biosocial estáinevitablemente andada en una estructura protoplásmica... A través <strong>de</strong>l vehículo <strong>de</strong> la teoríasociobiológica se reintroduce el concepto <strong>de</strong> “naturaleza humana” a <strong>las</strong> ciencias sociales.Al interactuar con sus semejantes (conspecifics), la naturaleza <strong>de</strong> la humanidad secaracteriza por continuida<strong>de</strong>s ontogenéticas tales como:1 territorialidad...,2 adoctrinamiento (“los seres humanos son absurdamente fáciles <strong>de</strong> adoctrinar, lobuscan”)...,3 rencor...,4 dominación masculina...,5 motivos egoístas <strong>de</strong> una cultura altruista.6 fe ciega (“los hombres prefieren creer que saber”)..., y7 agresión...La sociobiología se esfuerza no sólo en echar marcha atrás en la separación entre cienciasbiológicas y sociales... sino que subordina lo social a lo biológico. Lo que el análisis


iosocial <strong>de</strong>manda es “conocimiento total hasta en los niveles <strong>de</strong> <strong>las</strong> neuronas y losgenes”. 98La sociobiología, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser cultivada por algunos sociólogos, ha recibido tambiénmúltiples críticas tanto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva sociológica como la biológica con losargumentos <strong>de</strong> que: se fundamenta en supuestos normativos conservadores; usa principiosanticuados y/o biogenéticos falsos, y tiene una estructura tautológica en sus postulados.Aunado a ello se dice que: “La sociobiología es peligrosa primordialmente <strong>de</strong>bido a que suconcentración en afirmaciones <strong>de</strong>scriptivas y causales marchó hacia una estrecha búsqueda<strong>de</strong> construcciones originales, prístinas y <strong>de</strong> primer nivel. Este rechazo <strong>de</strong> la subjetividad,reflexividad y cognición no <strong>de</strong>be ser eliminado a la ligera como otra instancia en latradición <strong>de</strong>l materialismo anti intelectual en ciencias sociales. La amenaza <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociobiología es más fundamental y más fundamentalmente i<strong>de</strong>ológica en su sustancia. Labiologización <strong>de</strong> los sociólogos tendría repercusiones i<strong>de</strong>ológicas <strong>de</strong>vastadoras. Paralizaríala disciplina como instrumento <strong>de</strong> crítica social”. 99Estos son algunos <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong> los que se compone la socio- biología y <strong>de</strong> <strong>las</strong>críticas que se le hacen, es necesario conocer <strong>de</strong> manera más amplia <strong>las</strong> fundamentaciones<strong>de</strong> este enfoque para i<strong>de</strong>ntificar su viabilidad en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Finalmente haremos una breve <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l caos. La llamada teoría <strong>de</strong>l caoses una <strong>de</strong> <strong>las</strong> proposiciones más recientes cuya finalidad persigue dar cuenta <strong>de</strong> lacomplejidad que tiene el mundo y la dificultad para po<strong>de</strong>rlo enten<strong>de</strong>r por el permanentecaos en el que se encuentra.Los humanos en su afán <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r el mundo han intentado encontrar en él regularida<strong>de</strong>spara podérselo explicar, pero esa búsqueda <strong>de</strong> regularida<strong>de</strong>s comúnmente lleva a tener unai<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la realidad que no correspon<strong>de</strong> a la misma, sino por el contrario, se conforma unmundo i<strong>de</strong>al y a<strong>de</strong>más se piensa que ése es el mundo real.Entre los orígenes <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l caos se mencionan los trabajos <strong>de</strong>l matemático francésHenry Poincaré, quien propuso que existen sistemas en los que hay perturbacionesminúscu<strong>las</strong> que se pue<strong>de</strong>n amplificar <strong>de</strong> manera drástica a lo largo <strong>de</strong>l tiempo, y ello se<strong>de</strong>be a la unidad compleja <strong>de</strong>l mundo. Eso lo explica Poincaré al <strong>de</strong>cir: “todageneralización supone en cierta medida la creencia en la unidad y en la simplicidad <strong>de</strong> lanaturaleza. Para la unidad no pue<strong>de</strong> haber dificultad con ello. Si <strong>las</strong> distintas partes <strong>de</strong>luniverso no fueran como los órganos <strong>de</strong> un mismo cuerpo, no actuarían unas sobre otras, seignorarían mutuamente; y nosotros, en particular, no conoceríamos más que una sola. Notenemos, pues, que preguntarnos si la naturaleza, es una, sino, cómo ella es una... No esseguro que la naturaleza sea simple... Pues si todo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> todo, <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> en queintervienen tantos objetos distintos no pue<strong>de</strong>n ser más simples”. 100El mundo es un conjunto <strong>de</strong> lo simple y lo complejo, pues según aña<strong>de</strong>: “Si estudiamos lahistoria <strong>de</strong> la ciencia, vemos producirse dos fenómenos inversos por así <strong>de</strong>cirlo: ora es <strong>las</strong>implicidad que se escon<strong>de</strong> bajo apariencias complejas; ora es por el contrario <strong>las</strong>implicidad que es aparente y que disimula realida<strong>de</strong>s extremadamente complicadas... Sinduda, si nuestros medios <strong>de</strong> investigación fueran cada vez más penetrantes, <strong>de</strong>scubriríamoslo simple <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> lo complejo, <strong>de</strong>spués lo complejo <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> lo simple, otra vez <strong>de</strong>98 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 179-181.99 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 196 y 197.100 Poincaré, Henri, Filosofía <strong>de</strong> la ciencia, Colección Nuestros Clásicos, <strong>UNAM</strong>, México, 1984, pp. 5-7.


nuevo lo simple <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> lo complejo, y así sucesivamente sin que pudiéramos prever cuálsería el último término.Es indispensable <strong>de</strong>tenerse en alguna parte y, para que la ciencia sea posible, es necesario<strong>de</strong>tenerse cuando se ha encontrado la simplicidad. Es ese el único terreno sobre el quepo<strong>de</strong>mos elevar el edificio <strong>de</strong> nuestras generalizaciones. ¿Pero no siendo sino aparente estasimplicidad, será bastante sólido ese terreno? Es lo que conviene investigar”. 101Esa serie <strong>de</strong> reflexiones llevan a Poincaré a cuestionar la vali<strong>de</strong>z <strong>las</strong> leyes que para muchosse consi<strong>de</strong>ran inalterables. En ese sentidoAfirma que: “Si examinamos una ley en particular, cualquiera, po<strong>de</strong>mos estar seguros <strong>de</strong>antemano que no pue<strong>de</strong> ser sino aproximada. En efecto, es <strong>de</strong>ducida <strong>de</strong> verificacionesexperimentales, y esas verificaciones no eran y no podían ser sino aproximadas.” Y aña<strong>de</strong>:“toda ley particular será siempre sólo aproximada y probable. Los científicos nunca han<strong>de</strong>sconocido esa verdad; creen solamente, con razón o sin ella, que toda ley podrá serreemplazada por otra más aproximada y más probable, que esta ley nuevano será sinoprovisional, pero que el mismo movimiento podrá continuar in<strong>de</strong>finidamente, <strong>de</strong> suerte queal progresar la ciencia poseerá leyes cada vez más probables, que la aproximación acabarápor diferir tan poco como se quiera <strong>de</strong> la exactitud y la probabilidad <strong>de</strong> la certeza...toda leyno es más que un enunciado imperfecto y provisional; pero ella <strong>de</strong>be ser reemplazada undía por otra ley superior, <strong>de</strong> la que no es más que una imagen grosera”. 102Esta serie <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Poincaré indica que lo que se pueda afirmar <strong>de</strong> la realidad siempreserá relativo, pues el mundo es caótico y difícilmente po<strong>de</strong>mos or<strong>de</strong>narlo en y con nuestropensamiento.Siguiendo esa línea, el meteorólogo norteamericano Edward Lorenz <strong>de</strong>scubrió en sustrabajos un fenómeno similar al <strong>de</strong>scrito por Poincaré,trataba <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r <strong>las</strong> razones <strong>de</strong> que <strong>las</strong> predicciones meteorológicas a largo plazo nose cumplían. Por ello, aunque el movimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> nubes y <strong>las</strong> masas <strong>de</strong> aire, así como <strong>las</strong>ituación <strong>de</strong> <strong>las</strong> zonas <strong>de</strong> alta presión pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>scribirse por ecuaciones previamenteconocidas, Lorenz se propuso reducir la evolución <strong>de</strong> la atmósfera a tres ecuacionessencil<strong>las</strong>, con lo que encontró que <strong>las</strong> soluciones <strong>de</strong> ese mo<strong>de</strong>lo elemental eran tan pocopre<strong>de</strong>cibles como el comportamiento real <strong>de</strong> la atmósfera. Ello le llevó a reafirmar la i<strong>de</strong>a<strong>de</strong> Poincaré según la cual, <strong>las</strong> pequeñas causas pue<strong>de</strong>n provocar gran<strong>de</strong>s efectos. Con ellose ponía en duda la predictibilidad <strong>de</strong> la física.Un enfoque metodológico que pretenda relacionarse con el mundo caótico requiere <strong>de</strong> unaorganización (o <strong>de</strong>sorganización) cognoscitiva consecuente con esa condición <strong>de</strong>l mundopara po<strong>de</strong>rla explicar. Y si bien ello se inició en la física y en los problemas <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> laaplicabilidad <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los matemáticos, esta concepción se ha empezado a generalizar enotras áreas <strong>de</strong>l conocimiento.En la psicología y <strong>las</strong> ciencias sociales se ha empezado a reflexionar sobre estas propuestas;en el caso <strong>de</strong> la psicología <strong>de</strong> principio se ha propuesto la dificultad para establecerparámetros conceptuales que permitan una explicación <strong>de</strong>l comportamiento, lo que lleva a<strong>de</strong>terminar que la conducta humana no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> regularida<strong>de</strong>s, sino que es caótica, por locual no se pue<strong>de</strong> establecer un mo<strong>de</strong>lo explicativo, ya que cada caso <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong>l101 Ibi<strong>de</strong>m, p. 9.102 Ibí<strong>de</strong>m, pp. 19 y 20.


entendimiento que se pueda tener <strong>de</strong> los aspectos más fundamentales que se perciban, pero<strong>de</strong> entrada se <strong>de</strong>scarta la posibilidad <strong>de</strong> hacer una predicción en <strong>de</strong>talle. 103Esta ten<strong>de</strong>ncia en la psicología parte <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> que el cerebro humano, con su <strong>de</strong>nsamasa y sus profusamente interconectadas neuronas, es un ejemplo <strong>de</strong> caos, puesto que no sepue<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar <strong>de</strong> manera simple su complejo funcionamiento; y ello permite ver <strong>las</strong>limitaciones <strong>de</strong> los enfoques reduccionistas <strong>de</strong> la ciencia que preten<strong>de</strong>n explicar ese procesocaótico a través <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los. Y aunque no todos los investigadores que se <strong>de</strong>dican a lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la dinámica no lineal han encontrado situaciones <strong>de</strong> caos, ello permite<strong>de</strong>terminar que el sistema biopsicológico es complejo, y no fácil <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r. 104Siguiendo con ese sentido, Balandier señala la similitud que <strong>de</strong> ello hay en <strong>las</strong> cienciassociales. Esa consi<strong>de</strong>ración se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> una primera precisión en la que dice: “Ladinámica no lineal tien<strong>de</strong> a convertirse en la llave que dé acceso a otra comprensión <strong>de</strong>todas <strong>las</strong> cosas: “La naturaleza no es lineal”, se afirmó. El caos ya no es únicamente elenigma que hay que resolver, se convierte en la palabra, el signo, el símbolo, con los cualesse <strong>de</strong>signan <strong>las</strong> nuevas empresas. Provoca el entusiasmo <strong>de</strong> algunos científicos y lacuriosidad <strong>de</strong> los periodistas especializados... en lo sucesivo, la naturaleza, el mundo, noson consi<strong>de</strong>rados bajo el aspecto <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n en el seno <strong>de</strong>l cual actúa el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, sinobajo el aspecto inverso: el <strong>de</strong> <strong>las</strong> turbulencias los movimientos en apariencia erráticos Yano se trata <strong>de</strong> captar la secuencia or<strong>de</strong>n? <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n? or<strong>de</strong>n, sino <strong>de</strong>l <strong>de</strong> interrogar al<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n (o al caos) en cuanto tal, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> su apoyo, <strong>de</strong> hacer comprensiblelo imprevisible y, si es posible, ulteriormente previsible.” 105Estas precisiones son muy generales y particularmente entendidas en <strong>las</strong> cienciasexperimentales, pero el paso y complemento <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias formales hacia la ciencia socialse <strong>de</strong>be al siguiente proceso: “Con los matemáticos el estudio <strong>de</strong>l caos se <strong>de</strong>sarrollain<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> <strong>las</strong> manifestaciones concretas; éste es el caso con los trabajos <strong>de</strong>Mitchell Feigenbaum, que progresan según un proceso continuo <strong>de</strong> abstracción <strong>de</strong>búsqueda <strong>de</strong> constantes a partir <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales lo imprevisible pue<strong>de</strong> ser reducido, <strong>de</strong>investigación <strong>de</strong> los problemas concediendo un gran lugar a la intuición. Con lospragmáticos, la dinámica no lineal sale <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> la matemática y <strong>de</strong> la física don<strong>de</strong>nació, es convocada a<strong>de</strong>más para dar respuestas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n teórico y soluciones prácticas encampos cada vez más complejos: en fisiología medicina, economía y ciencias sociales”. 106La teoría <strong>de</strong>l caos ha venido a reafirmar los problemas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>nominado conocimientocientífico, otrora incuestionable y ha colaborado en el reconocimiento <strong>de</strong> suspotencialida<strong>de</strong>s. Sobre ello el mismo Balandier señala que: “El conocimiento científico seencuentra en una situación paradójica si bien cuenta con medios sin prece<strong>de</strong>ntes susresultados parecen más parciales y más precarios que nunca. La ciencia mi<strong>de</strong> mejor suslímites, el conocimiento es interrogado <strong>de</strong> otro modo y se convierte el mismo en objeto <strong>de</strong>ciencia. Se admite en a<strong>de</strong>lante que es imposible llegar a una <strong>de</strong>scripción absolutamentelógica <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong>l mundo, porque siempre estará presente una falla bajo la forma <strong>de</strong>proposiciones in<strong>de</strong>cidibles en <strong>las</strong> cuales el carácter <strong>de</strong> verdad o falsedad será in<strong>de</strong>mostrabley esto sin recursos lógicos <strong>de</strong> ninguna c<strong>las</strong>e. Se empieza a admitir que ningún lenguaje103 Cfr. TAUBES, Gary, “The body Chaotic”, en Discover, may. 1989, Nueva York, pp. 63-67.104 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 65-67.105 Balandier, Georges. El <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n. La teoría <strong>de</strong>l Caos y <strong>las</strong> ciencias sociales. Elogio <strong>de</strong> la fecundidad <strong>de</strong>lmovimiento. Gedisa, Barcelona. 1990, pp. 54 y 55.106 Ibi<strong>de</strong>m p. 55.


formal pue<strong>de</strong> alcanzar el grado <strong>de</strong> perfección que permita evitar esa trampa. Existe siemprela “incompletud”; el sistema formal contiene por lo menos parcialmente una representación<strong>de</strong> sí mismo; implica proposiciones en autorreferencia que remiten todas a sí mismas por elefecto <strong>de</strong> “circuitos extraños”; lo arbitrario <strong>de</strong>l que formula los conceptos (susconvenciones) no es totalmente neutralizable. Si el saber científico da lugar a laincertidumbre es porque ha llegado a un mejor reconocimiento <strong>de</strong> la complejidad; <strong>las</strong>implicidad y la estabilidad han llegado a ser la excepción, ya no son la regla”. 107Des<strong>de</strong> esta perspectiva <strong>las</strong> ciencias sociales tienen que ser consi<strong>de</strong>radas con una nuevaóptica, ya no pue<strong>de</strong>n simplemente yuxtaponerse a <strong>las</strong> ciencias naturales, sino que seintegran con el<strong>las</strong> pues, según Balandier: “En este estado, <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong> la naturalezafacilitan su acercamiento a <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong>l hombre y <strong>de</strong> la sociedad, mientras que unas yotras concuerdan con el espíritu <strong>de</strong> la época, una época <strong>de</strong>l movimiento, el cambiogeneralizado, lo aleatorio y <strong>las</strong> incertidumbres. Para <strong>las</strong> segundas, es este movimientomismo al que se le atribuye cada vez más una virtud explicativa~ mientras que su reflexiónestuvo durante mucho tiempo centrada en la estructura, la organización, el equilibrio, losgran<strong>de</strong>s dispositivos <strong>de</strong> conservación o <strong>de</strong> reproducción social. La inteligibilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad era entonces y necesariamente la <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n, <strong>de</strong> una sincronía. En lo sucesivo, eltiempo ya no es sólo consi<strong>de</strong>rado como el <strong>de</strong> la evolución o el <strong>de</strong> los períodos <strong>de</strong> ruptura,sino en su omnipresencia. Aparece como un componente <strong>de</strong> lo social, una parte constitutiva<strong>de</strong> su dinámica, un motor continuamente en acción”. 108Por ello, <strong>las</strong> proposiciones teóricas generales <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong> lo social van perdiendosu capacidad explicativa para la teoría <strong>de</strong>l caos: “Ya no existe más una teoría generalampliamente aceptada, una ciencia unificada <strong>de</strong> lo social; al igual que en <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong> lanaturaleza, la visión se hace a la vez parcial y más inestable. Se lanzan <strong>de</strong>safíos quevuelven a poner en tela <strong>de</strong> juicio <strong>las</strong> imposiciones durante mucho tiempo respetadas: laestricta separación <strong>de</strong>l hecho (hecho bruto) y <strong>de</strong> la construcción teórica; el recurso a unlenguaje que se consi<strong>de</strong>ra vaciado <strong>de</strong> toda significación subjetiva, que se aproximaría alestado <strong>de</strong> perfección formal reduciendo al máximo la arbitrariedad <strong>de</strong>l que formula losconceptos; la pretensión <strong>de</strong> neutralidad, <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong> tener acceso a una verdadaislada <strong>de</strong> <strong>las</strong> circunstancias que han provocado su búsqueda y su manifestación. Elconocimiento <strong>de</strong> lo real es inseparable <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong>l pensamiento que dan forma aéste, lo informan y lo cuestionan”. 109Las teorías sociológicas requieren modificarse, ya que: “Las sociologías <strong>de</strong>l equilibrio y <strong>las</strong>sociologías <strong>de</strong>l cambio ya no bastan para dar cuenta <strong>de</strong> la complejidad <strong>de</strong> lo social, <strong>de</strong> losmovimientos que le son inseparables como los son <strong>de</strong> toda vida, el constante trabajo en elcual es a la vez el artesano y el producto. Es necesario plantear <strong>las</strong> preguntas <strong>de</strong> otro modo,sin eludir <strong>las</strong> que perturban, empezando por la pregunta <strong>de</strong> la permanencia <strong>de</strong> lo que parecehaber estado y estar siempre inscrito en la duración. La continuidad es un hecho, y tambiénuna ilusión”. 110La incapacidad para explicar los fenómenos con los mo<strong>de</strong>los sociológicos tradicionales hanllevado a consi<strong>de</strong>rar una nueva posición en la que: “El fenómeno toma otra amplitud y secarga <strong>de</strong> significaciones fluctuantes. Abundan <strong>las</strong> fórmu<strong>las</strong> Y <strong>las</strong> metáforas para <strong>de</strong>finirlo,107 Ibi<strong>de</strong>m pp. 56 y 57.108 Ibi<strong>de</strong>m p. 57.109 Ibi<strong>de</strong>m pp. 60 y 61.110 Ibi<strong>de</strong>m, P. 64.


i<strong>de</strong>ntificarlo y explicarlo, para oponerle una respuesta inmediata más mágica que racional,pues parece consagrar el fracaso <strong>de</strong> los expertos. Metáforas que se refieren a <strong>las</strong>manifestaciones naturales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, o el caos”. 111Ante ello, dice Balandier: “Lo nuevo es la intervención <strong>de</strong> los caólogos, los teóricos <strong>de</strong>lcaos para quienes un efecto imprevisto...engendra movimientos <strong>de</strong> apariencia errática. Ellosreemplazan a los teóricos <strong>de</strong>sfallecientes <strong>de</strong> la economía y a los financistas <strong>de</strong>samparados.El <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n relacionado con los fenómenos complejos es su dominio. Las turbulenciasbursátiles les dan ocasión <strong>de</strong> un estudio <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra gran<strong>de</strong>za: i<strong>de</strong>ntificar el o losfenómenos imprevisibles que los han engendrado y mantienen un estado caótico, reconocercon la ayuda <strong>de</strong> los medios científicos más complejos los atraedores capaces <strong>de</strong> hacerexistir nuevas formas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n y los <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes futuros ocultos por esas otras regulaciones.Pero en esas diversas tentativas <strong>de</strong> interpretación o explicación, los caminos <strong>de</strong> laracionalidad se pier<strong>de</strong>n o se mezclan confusamente. La incertidumbre predominante lososcurece y esto, tanto más que la figura <strong>de</strong>l caos, es propicio a todas <strong>las</strong> mistificaciones.. .Cuando el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n por su intensidad, su duración y su extensión, se i<strong>de</strong>ntifica con el caos,la incertidumbre y la inquietud ya no son <strong>las</strong> únicas manifestaciones que produce. Ya no esúnicamente lo inexplicable, ahora se percibe como factor <strong>de</strong> un contagio que amenaza conno <strong>de</strong>jar nada en buen estado, aparece también como el revelador por el cual los problemasy <strong>las</strong> dudas pa<strong>de</strong>cen una especie <strong>de</strong> acrecentamiento. Muestra <strong>las</strong> cosas en negativo,convierte <strong>las</strong> certidumbres, <strong>las</strong> ignorancias y <strong>las</strong> diferencias en recelos que se generalizan yamplifican”. 112En síntesis, la teoría <strong>de</strong>l caos proclama la aceptación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la irregularidad, <strong>de</strong> loimpre<strong>de</strong>cible, por lo que se requiere asumir una actitud cognoscitiva que corresponda a laparticular realidad con la que nos relacionamos para, hasta don<strong>de</strong> sea posible, tratar <strong>de</strong>explicarla, evitando, por su complejidad, mitificarla.Hasta aquí hemos hecho un breve esbozo <strong>de</strong> los principales enfoques <strong>de</strong> <strong>las</strong> teoríascientíficas para el estudio <strong>de</strong> lo social. Pero este estudio no se circunscribe únicamente alentendimiento <strong>de</strong> los hechos en sí, sino también al registro que <strong>de</strong> ellos se obtiene y que sep<strong>las</strong>ma en el material bibliográfico, hemerográfico y documental.Como ya se expuso anteriormente, la investigación bibliográfica tiene como tarea elconocimiento, la discusión y la difusión <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as que se publican sobre la realidad osobre el pensamiento, ya sea especulativo o concreto, que se ha impreso <strong>de</strong> alguna manera,por ello, los enfoques con mayor factibilidad <strong>de</strong> ser operativos en este terreno son aquellosque se <strong>de</strong>dican al estudio <strong>de</strong>l lenguaje escrito y con ello trascen<strong>de</strong>r <strong>las</strong> interpretacionesteóricas para po<strong>de</strong>r aproximarse a la construcción teórica.Dentro <strong>de</strong> <strong>las</strong> propuestas para ello encontramos principalmente dos que por su sentidosirven a estos fines; el<strong>las</strong> son la hermenéutica y la semiología. Hagamos un bosquejo <strong>de</strong>cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong>.La hermenéutica ha hecho un largo recorrido en la historia <strong>de</strong>l pensamiento para laconstrucción teórica y ha resurgido en los últimos años para constituirse en una <strong>de</strong> <strong>las</strong>alternativas más <strong>de</strong>batidas. Si bien la hermenéutica se consi<strong>de</strong>ra como un enfoquemetodológico factible <strong>de</strong> dar unidad a <strong>las</strong> ciencias humanas, nosotros la consi<strong>de</strong>raremos<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su primitivo y mo<strong>de</strong>sto alcance <strong>de</strong> apoyar la exégesis <strong>de</strong> textos. Por lo que la111 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 176 y 177.112 Ibí<strong>de</strong>m, pp. 177 y 178.


hermenéutica pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse como la metodología que busca siempre la explicación <strong>de</strong>lo previamente dado o, dicho <strong>de</strong> otra manera, que cuestiona, regula, orienta y explica losproductos <strong>de</strong>l pensamiento con miras a la comprensión y a la interpretación.Los prolegómenos <strong>de</strong> la hermenéutica bibliográfica contemporánea se encuentran enSchleiermacher, para quien: “la hermenéutica es justamente un arte y no un procedimientomecánico. Lleva a cabo su obra, la comprensión, tal como se lleva a cabo una obra <strong>de</strong> artehasta su perfección.” 113Esto, en la exégesis bibliográfica, se sustenta en la comprensión <strong>de</strong>l texto para lo que serequiere superar la distancia <strong>de</strong>l tiempo mediante la equiparación con el autor queSchleiermacher llama lector original. ¿Qué posibilidad hay <strong>de</strong> que esa propuesta se puedalograr?, a ello Gadamer, consi<strong>de</strong>rado como el fundador <strong>de</strong> la neo hermenéutica, comenta:“Habría que plantearse ahora si se pue<strong>de</strong> hacer en realidad esta distinción entre lacomprensión y la producción <strong>de</strong> una igualdad con el lector original. Pues <strong>de</strong> hecho estacondición previa i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> la equiparación con el lector no se pue<strong>de</strong> realizar con anterioridadal esfuerzo <strong>de</strong> la comprensión propiamente dicha, sino que está absolutamente involucradaen éste. La misma intención <strong>de</strong> un texto contemporáneo, cuyo lenguaje no nos resultefamiliar o cuyo contenido nos sea extraño, sólo se nos <strong>de</strong>scubre <strong>de</strong>l modo ya <strong>de</strong>scrito, en elvaivén <strong>de</strong>l movimiento circular entre el todo y <strong>las</strong> partes. También Schleiermacher loreconoce. Siempre se da este movimiento en el que se apren<strong>de</strong> a compren<strong>de</strong>r una opiniónextraña, una lengua extraña o un pasado extraño. Es un movimiento circular “porque nada<strong>de</strong> lo que intenta interpretar pue<strong>de</strong> ser comprendido <strong>de</strong> una sola vez”. Aun <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lapropia lengua lo cierto es que el lector tiene que empezar por hacer suyo el acervolingüístico <strong>de</strong>l autor a partir <strong>de</strong> sus obras, y aún más <strong>las</strong> peculiarida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su intención. Pero<strong>de</strong> estas constataciones que se encuentran en el propio Schleiermacher se sigue que laequiparación con el lector original <strong>de</strong> la que habla no es una operación prece<strong>de</strong>nte, ni sepue<strong>de</strong> aislar <strong>de</strong>l esfuerzo <strong>de</strong> la comprensión propiamente dicha, que para él equivale a laequiparación con el autor.” 114El sentido <strong>de</strong> esa intención se resume en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Schleiermacher <strong>de</strong> que hay que“compren<strong>de</strong>r a un autor mejor <strong>de</strong> lo que él mismo se habría comprendido”. Esta fórmulafue usada posteriormente por Boeckh, Steinth, y Dilthey, con quienes se consolida lahermenéutica filológica.Con Hei<strong>de</strong>gger, el compren<strong>de</strong>r adquiere un nuevo cariz, pues es: “la forma originaria <strong>de</strong>realización <strong>de</strong>l estar ahí, <strong>de</strong>l ser en el mundo. Antes <strong>de</strong> toda la diferenciación <strong>de</strong> lacomprensión en <strong>las</strong> diversas direcciones <strong>de</strong>l interés pragmático o teórico, la comprensión esel modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>l estar ahí, en cuanto que es po<strong>de</strong>r ser y “posibilidad”…Compren<strong>de</strong>r es elcarácter óntico original <strong>de</strong> la vida humana misma”. 115Para enten<strong>de</strong>r la posición <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger, Gadamer dice que este autor “intenta cumplir latarea <strong>de</strong> ilustrar esta estructura <strong>de</strong>l estar ahí mediante una “analítica trascen<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong>l estarahí”. Descubre así el carácter <strong>de</strong> proyecto que reviste toda comprensión y piensa, estamisma, como el movimiento <strong>de</strong> la trascen<strong>de</strong>ncia, <strong>de</strong>l ascenso por encima <strong>de</strong> lo que es”. 116En síntesis, la hermenéutica hei<strong>de</strong>ggeriana tiene por objeto la comprensión, don<strong>de</strong>compren<strong>de</strong>r no es un i<strong>de</strong>al a alcanzar, sino la forma <strong>de</strong> actuación original <strong>de</strong> la existencia113 GADAMER, Hans Georg, Verdad y método, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1977, p. 246.114 Ibi<strong>de</strong>m.115 Ibi<strong>de</strong>m, p. 325.116 Ibi<strong>de</strong>m.


humana en el mundo. Compren<strong>de</strong>r es un proyecto que trascien<strong>de</strong> lo inmediatamente dado yrepresenta una autocomprensión <strong>de</strong>l humano en su historicidad¿Cómo opera esta comprensión en el material bib1iográfico? El procedimiento es elsiguiente: “El que “compren<strong>de</strong>” un texto (o incluso una ley) no sólo se proyecta a sí mismo,comprendiendo por referencia a un sentido —en el esfuerzo <strong>de</strong>l compren<strong>de</strong>r...sino que lacomprensión lograda representa un nuevo estadio <strong>de</strong> libertad espiritual. Implica laposibilidad <strong>de</strong> interpretar, <strong>de</strong>tectar <strong>relaciones</strong>, extraer conclusiones en todas <strong>las</strong> direccionesque es lo que constituye al “<strong>de</strong>senvolverse con conocimiento” <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l terreno <strong>de</strong> lainterpretación <strong>de</strong> los textos.” 117Para hacer una interpretación comprensiva en la investigación bibliográfica, se tiene queformular una protección que evite la arbitrariedad <strong>de</strong> <strong>las</strong> ocurrencias y <strong>de</strong>sboque el hábito<strong>de</strong> pensar orientando su atención a la cosa misma que, en nuestro objeto, no es otra cosaque los texto5 que guardan un sentido y que a su vez tratan <strong>de</strong> cosas.¿Cómo se pue<strong>de</strong> hacer esto?, mediante la relación entre el compren<strong>de</strong>r y el interpretardon<strong>de</strong>, según Hei<strong>de</strong>gger, “El compren<strong>de</strong>r es el ser existenciario <strong>de</strong>l “po<strong>de</strong>r ser” peculiar <strong>de</strong>l“ser ahí” mismo, <strong>de</strong> tal suerte que este ser abre en sí mismo el “en don<strong>de</strong>” <strong>de</strong>l ser consigomismo”. 118Dicho, con el riesgo <strong>de</strong> la simplicidad, <strong>de</strong> otra manera, el compren<strong>de</strong>r es el saberse qué sees y en dón<strong>de</strong> se es para tener la posibilidad <strong>de</strong> proyectarse sobre el mundo que tienesignificatividad. Por lo tanto, en el compren<strong>de</strong>r, el ser ahí proyecta su ser sobreposibilida<strong>de</strong>s para <strong>de</strong>sarrollarse. Al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> esa comprensión es lo que llamaHei<strong>de</strong>gger “interpretación”, por lo que la interpretación es el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>sproyectadas en el compren<strong>de</strong>r. 119Siguiendo esta línea <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, en la investigación bibliográfica se pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r que: “Unainterpretación jamás es una aprehensión <strong>de</strong> algo llevada a cabo sin supuesto. Cuando esaespecial concreción <strong>de</strong> la interpretación que es la exacta exégesis <strong>de</strong> textos gusta <strong>de</strong> apelar alo que “ahí está”, esto que “ahí está” inmediatamente no es más que la comprensible <strong>de</strong>suyo, la no discutida opinión previa <strong>de</strong>l intérprete, que interviene necesariamente en todoconato <strong>de</strong> interpretación como lo “puesto” ya con la interpretación en cuanto tal…”. 120El proceso <strong>de</strong> la comprensión que permite la interpretación, se re articula en un círculo,proceso que Hei<strong>de</strong>gger <strong>de</strong>scribe <strong>de</strong> la siguiente manera: “Toda interpretación que haya <strong>de</strong>acarrear comprensión tiene que haber comprendido ya lo que trate <strong>de</strong> interpretar. Es unhecho siempre observado, aunque sólo en el terreno <strong>de</strong> los modos <strong>de</strong>l compren<strong>de</strong>r y <strong>de</strong> lainterpretación <strong>de</strong>rivados, en la exégesis filológica. Esta pertenece a la esfera <strong>de</strong>lconocimiento científico. Y este conocimiento pi<strong>de</strong> el rigor <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mostraciónfundamentativa. La <strong>de</strong>mostración científica no pue<strong>de</strong> dar ya por supuesto aquello que tienepor misión fundamentar. Pero si la interpretación tiene en cada caso ya que moverse <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> lo comprendido y alimentarse <strong>de</strong> ello, ¿cómo va a dar resultados científicos sin moverseen un círculo, sobre todo moviéndose, encima, la comprensión propuesta <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>lconocimiento vulgar <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> los hombres? Ahora bien, este “círculo” es, según <strong>las</strong>más elementales reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> la lógica, un circulus vitiosus... Pero ver en este círculo uncirculus vitiosus y andar buscando caminos para evitarlo, e incluso simplemente “sentirlo”117 ibi<strong>de</strong>m, pp. 325y 326.118 HEIDEGGER, Martin, El ser y el tiempo, FCE, México 1983, p. 162.119 Ibi<strong>de</strong>m, p. 166120 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 168 y 169.


como una imperfección inevitable, significa no compren<strong>de</strong>r, <strong>de</strong> raíz, el compren<strong>de</strong>r. No setrata <strong>de</strong> ajustar el compren<strong>de</strong>r y la interpretación a un <strong>de</strong>terminado i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> conocimientoque no es él mismo sino una variedad <strong>de</strong>l compren<strong>de</strong>r que se ha metido en la legítima, peroardua tarea <strong>de</strong> apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong> lo “ante los ojos” en su esencial “incomprensibilidad”. Elcumplimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones fundamentales <strong>de</strong> un posible interpretar radica, antes bien,en no empezar por <strong>de</strong>sconocer <strong>las</strong> condiciones esenciales para llevarlo a cabo. Lo <strong>de</strong>cisivono es salir <strong>de</strong>l círculo, sino entrar en él <strong>de</strong> modo justo. Este círculo <strong>de</strong>l compren<strong>de</strong>r no es uncírculo en el que se movería una cierta forma <strong>de</strong> conocimiento, sino que es la expresión <strong>de</strong>la existenciaria estructura <strong>de</strong>l “previo” peculiar al “ser ahí” mismo.. . El círculo <strong>de</strong>l“compren<strong>de</strong>r” es inherente a la estructura <strong>de</strong>l sentido, fenómeno que tiene sus raíces en laestructura existenciaria <strong>de</strong>l “ser ahí”, en el compren<strong>de</strong>r interpretativo.” 121Esa propuesta <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger la po<strong>de</strong>mos aplicar a la investigación bibliográfica si bajo latutela <strong>de</strong> la hermenéutica, la exégesis bibliográfica reúne la doble tarea <strong>de</strong> la comprensión yla interpretación, puesto que en esta labor siempre nos preguntamos el porqué se dijo algo ybuscamos la respuesta en un esfuerzo para, intelectivamente, convertirnos en el origen ofuente <strong>de</strong>l producto <strong>de</strong>l pensamiento hecho bibliografía. Ello nos indica que la comprensióny la interpretación se compenetran mutuamente.Pero la comprensión es un principio que contiene el propio ser en el origen <strong>de</strong>l hacer, es laconciencia histórica que implica recorrer la distancia entre el momento <strong>de</strong>l ser que hace y elque compren<strong>de</strong>. Dentro <strong>de</strong> ese contexto dotado <strong>de</strong> sentido, opera la interpretación, que es elintento <strong>de</strong> penetrar y aprehen<strong>de</strong>r con la mayor precisión y a<strong>de</strong>cuación posible lo ya dicho,O para <strong>de</strong>cirlo <strong>de</strong> otra manera, la hermenéutica propone la conjugación <strong>de</strong>l trasladohistórico <strong>de</strong> la conciencia <strong>de</strong>l que compren<strong>de</strong> al momento en que se genera la informacióncomprensible, y la interpretación que asume el sentido inherente <strong>de</strong> lo que se dice en elproducto bibliográfico que contiene la i<strong>de</strong>a.Esta relación implica la conciencia <strong>de</strong> que hay un círculo cognoscitivo en el que quedaincorporado ese proceso, <strong>de</strong>bido a que, para investigar algo, se requiere tener una referenciaprevia sobre ello y para tener la referencia previa se requiere investigar. Pero a<strong>de</strong>más, hayun círculo metodológico, un círculo hermenéutico, que nos indica la magnitud <strong>de</strong> la tarea arealizar, pues primero nos enfrentamos a la vaguedad <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> conocimiento, que seclarifica cuando lo estudiamos, pero el estudio nos lleva a nuevos contornos en los que nohemos incursionado para reiniciar nuestro proceso.Estas premisas nos llevan a reconsi<strong>de</strong>rar los planteamientos <strong>de</strong> la nueva filosofíahermenéutica, heredados <strong>de</strong> la escuela <strong>de</strong> Heid<strong>de</strong>ger, y que sustenta Gadamer, para quien elobjeto <strong>de</strong>l quehacer hermenéutico es interpretar, don<strong>de</strong>: “La interpretación no es un actocomplementario y posterior al <strong>de</strong> la comprensión, sino que compren<strong>de</strong>r es siempreinterpretar, y en consecuencia la interpretación es la forma explícita <strong>de</strong> la comprensión.” 122Pero ello es un paso previo para la aplicación, a <strong>de</strong>cir <strong>de</strong>l autor:…la fusión interna <strong>de</strong>comprensión e interpretación trajo como consecuencia la completa <strong>de</strong>sconexión <strong>de</strong>l tercermomento <strong>de</strong> la problemática hermenéutica, el <strong>de</strong> la aplicación, respecto al contexto <strong>de</strong> lahermenéutica… Sin embargo, nuestras consi<strong>de</strong>raciones nos fuerzan a admitir que en lacomprensión siempre tiene lugar algo así como una aplicación <strong>de</strong>l texto que se quierecompren<strong>de</strong>r a la situación actual <strong>de</strong>l intérprete. En este sentido nos vemos obligados a darun paso más allá <strong>de</strong> la hermenéutica romántica, consi<strong>de</strong>rando como un proceso unitario no121 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 170-172.122 Gadamer, Hans Georg, op. cit., p. 378.


sólo el <strong>de</strong> comprensión e interpretación, sino también el <strong>de</strong> aplicación... la aplicación es unmomento <strong>de</strong>l proceso hermenéutico tan esencial e integral como la comprensión y lainterpretación.El estado actual <strong>de</strong> la discusión hermenéutica nos da pie para <strong>de</strong>volver a este punto <strong>de</strong> vistasu significación <strong>de</strong> principio. Para empezar po<strong>de</strong>mos apelar a la historia olvidada <strong>de</strong> lahermenéutica. Antes era cosa lógica y natural el que la tarea <strong>de</strong> la hermenéutica fueseadaptar el sentido <strong>de</strong> un texto a la situación concreta a la que éste habla .. . Pero aún hoy díael trabajo <strong>de</strong>l intérprete no es simplemente reproducir lo que dice en realidad el interlocutoral que interprete, sino que tiene que hacer valer su opinión <strong>de</strong> la manera que le parezcanecesaria, teniendo en cuenta cómo es auténticamente la situación dialógica en la que sóloél se encuentra como conocedor <strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong> <strong>las</strong> dos partes.” 123La comprensión, la interpretación y la explicación es un proceso lingüístico en el que seinvolucran el texto y el lector, y son ajenos, en ese momento y <strong>de</strong> manera inmediata, a larelación con toda realidad tangible. Por ello, ese proceso entabla una conversaciónhermenéutica, en la que: “…el texto sólo pue<strong>de</strong> llegar a hablar a través <strong>de</strong> la otra parte, <strong>de</strong>lintérprete. Sólo por él se reconvierten los signos escritos, <strong>de</strong> nuevo en sentido. Al mismotiempo, y en virtud <strong>de</strong> esta reconversión a la comprensión, acce<strong>de</strong> al lenguaje el asuntomismo <strong>de</strong>l que habla el texto. Igual que en <strong>las</strong> conversaciones reales, es el asunto común elque une entre sí a <strong>las</strong> partes, en este caso al texto y al intérprete”. 124La utilidad metodológica <strong>de</strong> la hermenéutica en el texto escrito radica en que éste mantieneel contenido <strong>de</strong> manera estable, don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>termina su consistencia o inconsistencia, perono toda interpretación, es contun<strong>de</strong>nte y absoluta puesto que se presenta el dilema <strong>de</strong> laproximidad <strong>de</strong>l horizonte, al que preten<strong>de</strong>mos acercarnos, pero siempre se aleja. Por elloGadamer dice que: “En el análisis <strong>de</strong>l proceso hermenéutico habíamos concluido que laobtención <strong>de</strong>l horizonte <strong>de</strong> la interpretación es en realidad una fusión horizóntica. Esto seconfirma también <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el carácter lingüístico <strong>de</strong> la interpretación. A través <strong>de</strong> esto el texto<strong>de</strong>be obtener la palabra. Sin embargo, ningún texto ni ningún libro pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir nada si nohabla un lenguaje que alcance al otro. La interpretación tiene que dar con el lenguajecorrecto si es que quiere hacer hablar realmente al texto. Por eso no pue<strong>de</strong> haber unainterpretación correcta en sí, porque en cada caso se trata <strong>de</strong>l texto mismo. La vida histórica<strong>de</strong> la tradición consiste en su referencia a apropiaciones e interpretaciones siempre nuevas.Una interpretación correcta en sí sería un i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>seado, incapaz <strong>de</strong> conocer la esencia <strong>de</strong> latradición. Toda interpretación está obligada a someterse a la situación hermenéutica a laque pertenece”. 125Existen otras propuestas metodológicas sobre la hermenéutica que correspon<strong>de</strong>n a diversosautores; en mor <strong>de</strong> hacer una reinterpretación <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, Ortiz-Oses <strong>las</strong> <strong>de</strong>scribesintéticamente. De Emilio Betti resalta la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que hay que separar <strong>de</strong> maneraconveniente la comprensión <strong>de</strong> la interpretación. La primera se caracteriza porque hay queaprehen<strong>de</strong>r la lengua <strong>de</strong> base, para enten<strong>de</strong>r el discurso; y la segunda referir la lengua comoun mero reconocimiento. La interpretación así entendida no es creativa sino reproductiva.Los cánones metodológicos para la actividad hermenéutica, según esa propuesta <strong>de</strong> Bettison: sobre el objeto interpretado, toda interpretación <strong>de</strong>be ser autónoma e in<strong>de</strong>pendiente;123 Ibí<strong>de</strong>m, p. 379.124 Ibí<strong>de</strong>m, p. 466.125 Ibi<strong>de</strong>m, p. 477.


así como totalizante y coherente. Por parte <strong>de</strong>l intérprete se requiere la actualización <strong>de</strong>lenten<strong>de</strong>r, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la a<strong>de</strong>cuación por congenialidad <strong>de</strong>l objeto hermenéutico.Por su parte, el hermeneuta W. Urban, quien coloca la función <strong>de</strong>l lenguaje humano en lareferencia contextual, propone su hermenéutica en la que se sigue el proceso que ahoramencionamos: primero se tiene una percepción <strong>de</strong>l objeto, luego se tiene que situar ocaptar, es <strong>de</strong>cir, tener una concepción <strong>de</strong>l objeto lingüístico o cuasi lingüístico; finalmentese realiza la interpretación <strong>de</strong> manera crítica. Por su parte Ortiz-Oses afirma que la esencia<strong>de</strong> la interpretación en <strong>de</strong>cir y hacer <strong>de</strong>cir, oír y hacer oír, para con ello captar el significadoinmediato <strong>de</strong> lo dicho y oído, compren<strong>de</strong>r su significación y compren<strong>de</strong>r el sentido. Por ellola metodología <strong>de</strong> esa hermenéutica recorrerá esta triada:1.-Audiencia y captación <strong>de</strong> lo que se dice tal como se dice: significado;2.-Entendimiento <strong>de</strong> lo que se quiere <strong>de</strong>cir: significación, y3.-Comprensión <strong>de</strong> lo que quiere <strong>de</strong>cirnos: sentido. 126Este esbozo <strong>de</strong> <strong>las</strong> propuestas metodológicas <strong>de</strong> la hermenéutica es un planteamientopropedéutico para la realización <strong>de</strong> la investigación bibliográfica, la cual, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> estosparámetros, pue<strong>de</strong> contribuir al conocimiento científico.El mismo Gadamer, en su obra citada, <strong>de</strong>termina la función <strong>de</strong> la hermenéutica <strong>de</strong> <strong>las</strong>iguiente manera: “La hermenéutica es una teoría filosófica confrontada con nuestro mundocultural actual en el que se realiza una peculiar idolatría (fetichización) <strong>de</strong> la ciencia.Evi<strong>de</strong>ntemente que los auténticos investigadores no dan lugar a ello, pues saben con todaexactitud lo parciales y llenos <strong>de</strong> presupuestos que son tanto los modos <strong>de</strong> plantearse unproblema (o “problemática’) como los conocimientos <strong>de</strong> la ciencia. Experimentamos hoydía cómo nuestra civilización técnica basada en la ciencia arriba a un límite crítico. Peroaún más crítica que la propia reinserción <strong>de</strong> progreso técnico respecto al dominio <strong>de</strong> lanaturaleza en <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> humanidad real, resulta ser la situación en el campo <strong>de</strong> losproblemas sociales <strong>de</strong> nuestro tiempo. La opinión pública <strong>de</strong> hoy está en peligro <strong>de</strong> esperar<strong>de</strong>masiado <strong>de</strong> la ciencia. Es convicción fundamental <strong>de</strong> la hermenéutica que elentendimiento <strong>de</strong> los hombres entre sí es algo más que un mero problema técnico”. 127Dentro <strong>de</strong> esta visión general <strong>de</strong> la hermenéutica se ha venido configurando una concepciónque permite orientarnos, <strong>de</strong> manera particular, al análisis <strong>de</strong> los textos; ésta es la otraalternativa que referimos anteriormente para la consulta y la investigación bibliográfica: <strong>las</strong>emiótica.Hay varias confusiones entre lo que pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse como elemento diferencial <strong>de</strong> lahermenéutica y la semiótica, puesto que la segunda se consi<strong>de</strong>ra, en algunos casos unmo<strong>de</strong>lo hermenéutico-hermeneutizado que ofrece una interpretación <strong>de</strong>l lenguaje entendidocomo sistema <strong>de</strong> signos. 128Por tanto la semiótica no es, en algunas ocasiones, consi<strong>de</strong>rada como la hermenéutica en susentido metodológico más general, es <strong>de</strong>cir, como una metodología propia <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias<strong>de</strong>l espíritu vinculada directamente al conocimiento <strong>de</strong>l objeto o a lo que se dice <strong>de</strong> él, sinoque su relación con el objeto es mediata, puesto que se requiere hacer una precisión <strong>de</strong> lossímbolos usados que, en última instancia, correspon<strong>de</strong>n al terreno <strong>de</strong>l metalenguaje.Si bien el concepto <strong>de</strong> semiótica se usa, en algunas ocasiones, <strong>de</strong> manera indistinta al <strong>de</strong>semiología, pues <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la sustentación le haya dado su promotor originario; en la126 Ortíz-Oses, Andrés, Mundo, hombre y lenguaje crítico, Sígueme, Salamanca, 1976, pp. 135-139.127 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 10 y 11.128 Cfr. Ibí<strong>de</strong>m, p. 155.


actualidad se reconoce generalmente, la división que propuso Charles Morris. Parasustentar esa división se parte <strong>de</strong>l supuesto <strong>de</strong> que el objeto <strong>de</strong> la semiótica son los signos,que constituyen la base <strong>de</strong> la ciencia; el criterio <strong>de</strong> ello <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> que la ciencia es unproducto <strong>de</strong> la actividad social, como trabajo colectivo, requiere comunicar el saber; saberque se hace posible a través <strong>de</strong> los signos que constituyen el lenguaje articula, mediante laconsecución <strong>de</strong> palabras habladas o escritas.No obstante que la base <strong>de</strong> la comunicación está en el lenguaje simbólico, se corre el riesgo<strong>de</strong> que en su trasmisión se generen malentendidos porque en ocasiones se pue<strong>de</strong> tomar unapalabra como expresión a<strong>de</strong>cuada en un sentido, pudiendo no tenerlo, con lo que se<strong>de</strong>svirtúa su significación y lleva a la investigación por caminos erróneos. Para salvar estosinconvenientes, se utiliza la semiótica.En la división propuesta por Morris para la constitución <strong>de</strong> un enfoque metodológico <strong>de</strong> <strong>las</strong>emiótica, se encuentra una triple posibilidad <strong>de</strong> acuerdo con el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los objetos; asaber: la sintáctica, la semántica y la pragmática.• la primera indica que toda articulación simbólica que constituye una palabra pertenece aun lenguaje, esto es, toda palabra para que en un proceso discursivo adquiera sentido, <strong>de</strong>betener <strong>de</strong>terminadas <strong>relaciones</strong> con <strong>las</strong> <strong>de</strong>más palabras <strong>de</strong>l lenguaje, a estas <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong>palabras entre sí es a lo que se llama relación sintáctica;• en el caso <strong>de</strong> la segunda división, vemos que los símbolos que se quieren comunicartienen, en su individualidad, un significado, a la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la significación <strong>de</strong> lossímbolos se llama semántica, y• en la tercera división encontramos que la palabra es pronunciada por una persona paradirigirla a otra, aquí se gesta una relación interpersonal mediada por <strong>las</strong> palabras. A lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> esa mediación se le llama pragmática.Estas tres divisiones se integran en la semiótica para conocer la vinculación que hay en lapragmática con la comunicación intersubjetiva, lo cual supone la semántica, para i<strong>de</strong>ntificarla significación <strong>de</strong> los diversos símbolos y la sintáctica como articulación <strong>de</strong> esos símbolosen un discurso. Si bien en la pragmática se conjugan la semántica y la sintáctica, <strong>de</strong> ningunamanera es excluyente que se puedan abordar <strong>de</strong> manera in<strong>de</strong>pendiente cada una <strong>de</strong> estasdos. 129 Estos enunciados <strong>de</strong> la propuesta <strong>de</strong> Morris han sido ampliamente <strong>de</strong>sarrollados encada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> divisiones <strong>de</strong>scritas por diversos autores que le dan su connotaciónparticular a cada una <strong>de</strong> sus propuestas metodológicas <strong>de</strong> la semiótica los cuales, por sumagnitud, no abordaremos en este escrito.Para concluir este apartado, sólo haremos referencia a algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> propuestasmetodológicas que realiza Umberto Eco, uno <strong>de</strong> los más connotados sustentadores <strong>de</strong> <strong>las</strong>emiótica contemporánea, quien nos dice que: “la investigación semiótica trabaja con unfenómeno social que es la comunicación y con un sistema <strong>de</strong> convenciones culturales queson los códigos. Reconocerlos como códigos, quizá sea una ficción, pero <strong>de</strong>finirlos comofenómenos intersubjetivos que se apoyan en la sociabilidad y en la historia, es un datoseguro... La semiótica establece la hipótesis <strong>de</strong> unos códigos como mo<strong>de</strong>los estructuralespara los posibles cambios comunicativos. Estas proposiciones hipotéticas tienen un carácterprospectivo, son parciales, circunstanciales, en una palabra son “históricas’. Pero al <strong>de</strong>cirque son históricas implicamos una doble serie <strong>de</strong> problemas. Porque, si por un lado hemos<strong>de</strong> <strong>de</strong>finir el sentido en que su historicidad no les afecta, a los fines <strong>de</strong> un razonamientogeneral sobre la comunicación, por otro lado hemos <strong>de</strong> ver si, aun siendo históricas y a la129 Cfr. BOCHENSKI, 1. M., Los métodos actuales <strong>de</strong>l pensamiento, Rialp, Madrid, 1981, pp. 67-70.


vez aspirando a una generalidad <strong>de</strong> empleo, consiguen explicar la misma historicidad <strong>de</strong> losprocesos <strong>de</strong> comunicación”. 130Más a<strong>de</strong>lante, el mismo autor afirma que: “La semiótica <strong>de</strong>be estudiar la existencia y <strong>las</strong>condiciones <strong>de</strong> estos códigos que son fatalmente históricos.. . la <strong>de</strong>scripción semiótica <strong>de</strong>los códigos es la <strong>de</strong>scripción siempre provisional <strong>de</strong> asentamientos sincrónicos quecontinuamente son minados por la contradicción que los hace vivir.129La dialéctica <strong>de</strong> la metodología semiótica indica que ningún análisis <strong>de</strong> los códigoscomunicativos es absoluto sino que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> la condición <strong>de</strong> su historicidad.Ello lo explica Eco en sus notas conclusivas don<strong>de</strong> dice: “La ca<strong>de</strong>na comunicativa implicauna dialéctica código-mensaje, que la investigación semiótica no solamente justifica, sinoque —en la medida en que difun<strong>de</strong> el conocimiento <strong>de</strong>l proceso— promuevecontinuamente. Por esto, la semiótica, erigiendo pequeños “sistemas” no pue<strong>de</strong> constituirseen el sistema. Porque <strong>de</strong>mostrar que una solución comunicativa ya está codificada [y reflejaun universo i<strong>de</strong>ológico ya constituido] es abrir el camino para una nueva tentativa <strong>de</strong>comunicación que obliga a reestructurar el código. El procedimiento operativo <strong>de</strong> lainvestigación semiótica no se resuelve fatalmente en la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong>l operativismo, según lacual los nombres se reducen a un significado único, que correspon<strong>de</strong>n a la única operaciónposible y actuable en cosas que solamente se pue<strong>de</strong>n dominar <strong>de</strong> una sola manera y con unsolo fin...Una investigación semiótica que tome en cuenta la dialéctica código-mensaje, eldécalegue continuo <strong>de</strong> los códigos, la conexión entre universo retórico y universoi<strong>de</strong>ológico, la presencia masiva <strong>de</strong> <strong>las</strong> circunstancias reales que orientan la selección <strong>de</strong> loscódigos y la lectura <strong>de</strong> los mensajes, fatalmente se convierte —y nunca hemos pensado enocultarlo— en una investigación motivada, prospectiva, no objetiva [si la objetividad es latransparencia absoluta <strong>de</strong> una verdad masiva que la prece<strong>de</strong>], y se cumple una funciónterapéutica”. 131De acuerdo con los criterios expuestos por Eco, la investigación semiótica no es estática,estereotipada, sino que correspon<strong>de</strong> a la dinámica <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong> la dialéctica entre elcódigo y el mensaje, la cual es en sí misma, dialéctica <strong>de</strong> la investigación semiótica, cuyaspotencialida<strong>de</strong>s son infinitas.Pero no solo el conocimiento <strong>de</strong> la información, sino el uso <strong>de</strong> la misma permea el interés<strong>de</strong> la semiótica. Esto lo <strong>de</strong>scribe Eco <strong>de</strong> la siguiente manera: “…hay un aspectosemióticamente más interesante, y por el cual la circunstancia pue<strong>de</strong> llegar a ser elementointencional <strong>de</strong> la comunicación. Si la circunstancia ayuda a individualizar los códigosmediante los cuales actúa la <strong>de</strong>codificación <strong>de</strong> los mensajes, en tal caso la semiótica pue<strong>de</strong>enseñarnos que, en lugar <strong>de</strong> modificar los mensajes o <strong>de</strong> controlar <strong>las</strong> fuentes <strong>de</strong> emisión, sepue<strong>de</strong> alterar un proceso <strong>de</strong> comunicación actuando sobre <strong>las</strong> circunstancias en que va a serrecibido el mensaje”.Y en seguida enfatiza: “Éste es un aspecto revolucionario <strong>de</strong> la conciencia semiótica, ytanto más importante cuando [en una era en la que <strong>las</strong> comunicaciones <strong>de</strong> masa sepresentan con frecuencia como la manifestación <strong>de</strong> un dominio que controla lo social pormedio <strong>de</strong> la planificación <strong>de</strong> la transmisión <strong>de</strong> mensajes], don<strong>de</strong> no sea posible alterar <strong>las</strong>modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la emisión o la forma <strong>de</strong> los mensajes sigue siendo posible [como una130 Eco,Umberto,La estructura ausente, Lumen, Barcelona, 1984, pp. 452 y 453. Ibi<strong>de</strong>m,p.468131 1bi<strong>de</strong>m, pp. 475 y 476.


“guerrilla’ semiótica i<strong>de</strong>al] cambiar <strong>las</strong> circunstancias a la luz <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales los <strong>de</strong>stinatarioshan <strong>de</strong> seleccionar sus propios códigos <strong>de</strong> lectura”. 132De acuerdo con estas i<strong>de</strong>as, po<strong>de</strong>mos recapitular que la semiótica es una alternativametodológica que sirve a la investigación bibliográfica para conocer el sentido <strong>de</strong>l mensaje,y no sólo para quedarse en la <strong>de</strong>scriptividad.Siguiendo ese sentido, Eco concluye su texto diciendo: “Si esta energía pragmática <strong>de</strong> laconciencia semiótica <strong>de</strong>muestra que incluso una disciplina <strong>de</strong>scriptiva pue<strong>de</strong> convertirse enproyecto activo también nos ha <strong>de</strong> inducir a la sospecha <strong>de</strong> que el mundo visto sub speciecommunicationis no sea todo el mundo, y el temor <strong>de</strong> que el universo <strong>de</strong> la comunicaciónno sea sino la frágil superestructura <strong>de</strong> algo que suce<strong>de</strong> a <strong>las</strong> espaldas <strong>de</strong> la comunicación.Pero esta superestructura frágil queda instituida hasta tal punto en todo nuestrocomportamiento, que no es empresa fácil intencionarla como modalidad <strong>de</strong> nuestro ser-enla-circunstancia.La comunicación engloba a todos los actos <strong>de</strong> la praxis, en el sentido <strong>de</strong>que toda la praxis es comunicación global, es institución <strong>de</strong> cultura y, por lo tanto, <strong>de</strong><strong>relaciones</strong> sociales. El hombre se apropia <strong>de</strong>l mundo y hace que la naturaleza se transformecontinuamente en cultura. Pero los sistemas <strong>de</strong> acción se pue<strong>de</strong>n interpretar como sistemas<strong>de</strong> signos, con tal <strong>de</strong> que cada sistema <strong>de</strong> signos se inserte en el contexto global <strong>de</strong> lossistemas <strong>de</strong> acción; cada uno como uno <strong>de</strong> los capítulos [que nunca es el único ni el másimportante] <strong>de</strong> la praxis como comunicación.” 133Como se ha <strong>de</strong>scrito a lo largo <strong>de</strong> este apartado, hay propuestas que pue<strong>de</strong>n servir <strong>de</strong>sustento para la investigación bibliográfica y por en<strong>de</strong> para la construcción teórica. Pero<strong>de</strong>bemos recordar que estas son lineamientos generales para orientar los métodosparticulares, por ello no sugerimos que los planteamientos aquí <strong>de</strong>scritos sean seguidos alpie <strong>de</strong> la letra, sino que puedan servir <strong>de</strong> orientación en la aplicabilidad <strong>de</strong> los enfoquesparticulares. Esta es la potencialidad que tienen <strong>las</strong> propuestas teóricas en la investigaciónbibliográfica.En <strong>las</strong> anteriores i<strong>de</strong>as hemos sugerido que la investigación bibliográfica es diferente a losotros tipos <strong>de</strong> investigación que se vinculan con su objeto <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> manera directa,puesto que en la bibliografía, tal y como la <strong>de</strong>scribimos, solamente encontramos loscódigos comunicativos constituidos en mensajes para transmitir i<strong>de</strong>as generadas por loperceptible <strong>de</strong> la realidad o por la articulación que se hace <strong>de</strong> los datos que intelectivamenteacumulamos.Por ello en la bibliografía sólo encontramos i<strong>de</strong>as que mediante la consulta e investigaciónpo<strong>de</strong>mos sintetizar, analizar, reproducir, compilar, apologetizar y/o criticar; pero cada uno<strong>de</strong> esos procesos se hace <strong>de</strong> manera particular por cada uno <strong>de</strong> los investigadores, es <strong>de</strong>cir,cada investigador tiene su forma <strong>de</strong> abordar, enten<strong>de</strong>r y explicar la información queconsulta.Esto parecería indicar que no hay parámetros para realizar la investigación bibliográfica,sino que ésta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> cada investigador.¿Cómo se realiza esto? Mediante una proyección <strong>de</strong> la lógica inductiva, po<strong>de</strong>mos intuir queson diversos los elementos que confluyen en cada individualidad para la i<strong>de</strong>ntificación,selección, y utilización <strong>de</strong> su material informativo; por ello los criterios varían <strong>de</strong>conformidad con la conjugación <strong>de</strong> factores sociales en un momento histórico y el interés<strong>de</strong>l investigador.132 Ibi<strong>de</strong>m, p. 477 y 478.133 Ibí<strong>de</strong>m, p. 479.


Cada uno <strong>de</strong> los elementos informativos pon<strong>de</strong>rados y adquiridos se utilizará bajo elcriterio que se vaya <strong>de</strong>terminando en los diversos momentos <strong>de</strong> la confrontación con <strong>las</strong>fuentes <strong>de</strong> conformidad con la finalidad planteada. Así se pue<strong>de</strong> hacer una exposiciónreproductiva <strong>de</strong> los datos, un análisis, una síntesis, una compilación, una apología y/o unacrítica <strong>de</strong> los contenidos.Esto que referimos brevemente, nos indica que en el caso <strong>de</strong> una sola persona, los criterios<strong>de</strong> la investigación bibliográfica son muy particulares, ya que el proceso <strong>de</strong> selección,acopio y sistematización <strong>de</strong> la información lleva en sí mismo el método <strong>de</strong> quien realiza lainvestigación. Ello se reflejará con más niti<strong>de</strong>z en la forma <strong>de</strong> presentación <strong>de</strong> la mismapuesto que, como producto <strong>de</strong> la investigación bibliográfica, se consi<strong>de</strong>rarán cuáles son loselementos informativos que se quieren transmitir al lector potencial.En el caso <strong>de</strong> la consulta e investigación bibliográfica, el marco metodológico, que pue<strong>de</strong>sustentarse en <strong>las</strong> concepciones ya <strong>de</strong>scritas <strong>de</strong> la hermenéutica y la semiótica, permiteampliar los criterios para la construcción teórica, si es que se quiere trascen<strong>de</strong>r la merareproducción o compilación <strong>de</strong> materiales bibliográficos.Pero hacer esto implica una clara conciencia <strong>de</strong> los límites que hay para la adquisición <strong>de</strong>lconocimiento, así como <strong>de</strong> <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s que latentemente tenemos en la dinámica <strong>de</strong>lpensamiento para avanzar en el proceso <strong>de</strong> conocimiento.Para concluir, diremos que esta propuesta sólo adquiere su sentido a<strong>de</strong>cuado si tenemosi<strong>de</strong>a <strong>de</strong> cómo proce<strong>de</strong>r en la adopción <strong>de</strong> una perspectiva in<strong>de</strong>pendiente, y para lograrlorequerimos <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong>s dogmatizador <strong>de</strong> <strong>las</strong> cargas culturales.La creatividad para la construcción teórica no tiene recetas o normas, sino que es producto<strong>de</strong> la ciencia, entendiéndola como una actitud mental que reconozca nuestra ignorancia y secomprometa en la búsqueda constante <strong>de</strong> conocimientos empíricamente aceptables ysocialmente contrastables con datos realmente perceptibles y lógicamente reconocibles.Por ello hay que revisar científicamente la bibliografía y procurar, en los casoscorrespondientes, utilizarla para la difusión científica.Hasta aquí la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los principales enfoques conceptuales que pue<strong>de</strong>nservir <strong>de</strong> base para la construcción teórica <strong>de</strong> la realidad social en general y <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en particular.


CAPÍTULO 2CONSTRUCCIÓN TEÓRICA EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES(Problemas)SUMARIO2.1 CONCEPTUALIZACION2.2 METODOS UTILIZADOS2.3 OBJETO DE ESTUDIO2.4 PROBLEMA AXIOLÓGICO.2.5 ADECUACION DE TEORÍAS AL ESTUDIO DE LAS RELACIONESINTERNACIONALES.En nuestro anterior capítulo, se hizo una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> los principales elementos quecomponen la teoría científica en general y <strong>las</strong> características que tienen cada uno <strong>de</strong> suselementos, así como <strong>las</strong> particularida<strong>de</strong>s que implica la formulación <strong>de</strong> teorías en <strong>las</strong>ciencias <strong>de</strong> la naturaleza y su diferencia con los requerimientos para la formulación <strong>de</strong>teorías en <strong>las</strong> ciencias humanas y sociales.Dentro <strong>de</strong> ese ámbito <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> lo social, la sectorización <strong>de</strong>l conocimiento quei<strong>de</strong>ntifica a cada una <strong>de</strong> esas parce<strong>las</strong> como disciplinas académicas, ha <strong>de</strong>terminado laconfiguración <strong>de</strong> distintas áreas, como ya se señaló anteriormente, <strong>las</strong> cuales se abocan alestudio <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> orientaciones sobre <strong>las</strong> múltiples activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l ser humano, esasparce<strong>las</strong> dan cuenta <strong>de</strong> los aspectos económicos, políticos, jurídicos, etc. Pero en esteámbito se ha buscado la estructura <strong>de</strong> una disciplina académica más, <strong>de</strong>nominada <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>. En ella se tiene la pretensión <strong>de</strong> estudiar todos los aspectos <strong>de</strong> la actividadhumana: los políticos, los económicos, los sociológicos, los culturales, los científicotecnológicos,etc., con la particularidad <strong>de</strong> que ellos se abordarán específicamente en sucarácter internacional, es <strong>de</strong>cir, entre seres humanos que tienen como origen oi<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> pertenencia una nacionalidad distinta. Sobre los aspectos que se han<strong>de</strong>terminado como propios <strong>de</strong> la disciplina haremos <strong>las</strong> siguientes consi<strong>de</strong>raciones sobresus aspectos teórico conceptual.2.1 CONCEPTUALIZACiÓNEn <strong>las</strong> disciplinas sociales, uno <strong>de</strong> los aspectos <strong>de</strong> mayor confusión en la comunicación esla utilización indiscriminada <strong>de</strong> expresiones verbales (términos, categorías, conceptos) a loscuales se les dan distintos sentidos por parte <strong>de</strong> los emisores y aunque ellos son difícilmentecaptados en su intención por los receptores, no obstante, se asiente la pretensión <strong>de</strong> suentendimiento.


En el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> tenemos una doble tarea, «conceptualizar <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es», es <strong>de</strong>cir, la realidad social y hablar sobre el concepto«<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, o sea conceptualización <strong>de</strong> los conceptos <strong>de</strong> la realidad social;ello se <strong>de</strong>be a que dicho enunciado se utiliza <strong>de</strong> manera indiscriminada tanto parai<strong>de</strong>ntificar (percibir sensorialmente) un hecho social entre sujetos <strong>de</strong> distintos Estados-Nación (encuentro <strong>de</strong> jefes <strong>de</strong> Estado, realización <strong>de</strong> una transacción comercial, un viaje <strong>de</strong>placer, un acuerdo armamentista, la difusión <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>a o posición política, una guerranacionalista, etc.), como para construir una disciplina académica que trate <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r esehecho social. Si bien esta utilización conceptual se utiliza <strong>de</strong> manera indiscriminada, sinque se precise el sentido que se le da en los distintos ámbitos <strong>de</strong> la actividad internacional,<strong>de</strong> la docencia <strong>de</strong> la investigación o <strong>de</strong> la difusión, se requiere que para enten<strong>de</strong>r el sentido<strong>de</strong>l enunciado no sólo se espere que su expresión contextual le dé un significado, sino quetambién cuando se use se haga explícita la semántica que éste conlleva.Ello se <strong>de</strong>be a que si i<strong>de</strong>ntificamos los diversos aspectos que encierra ese concepto,po<strong>de</strong>mos darnos cuenta <strong>de</strong> la Confusión que pue<strong>de</strong> causar. También a que, si lo revisamosminuciosamente hay cuando menos cuatro ámbitos que pue<strong>de</strong> abarcar ese concepto:1 El primero es el <strong>de</strong> la realidad, esto es, hay activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> individuos que han adquiridouna i<strong>de</strong>ntidad por estar ubicados en territorios separados por fronteras que los señala comopertenecientes a una nación, el hecho, acto, evento o acontecimiento <strong>de</strong> interactuarse es, ensí mismo, una realidad <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> Pero no todos los hechos <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> se perciben y se registran, lo que nos indica que el hecho <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> es siempre mucho más vasto y complejo <strong>de</strong> lo que se puedan <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> él, odicho <strong>de</strong> otra manera, la realidad social es siempre mucho más vasta y compleja <strong>de</strong> lo quelos individuos puedan <strong>de</strong>cir y conceptualizar sobre ella. Esta Complejidad es lo quepo<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificar como «realidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>».2 El segundo correspon<strong>de</strong> a los conceptos que elaboramos acerca <strong>de</strong> lo que percibimos yexpresamos sobre la realidad que, como <strong>de</strong>cíamos anteriormente los consi<strong>de</strong>ramos realidad,pero no son más que conceptos <strong>de</strong> ella. Retomando lo antedicho, todo concepto <strong>de</strong> larealidad siempre es mucho más limitado que la realidad misma, por lo cual nuestrosconceptos <strong>de</strong> la realidad «<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>», sólo <strong>de</strong>scriben algunos <strong>de</strong> susaspectos, que son generalmente los percibidos y, cuando no tenemos relación directa conella, los imaginados. Esta es la «conceptualización <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>»;3 El tercero Correspon<strong>de</strong> a <strong>las</strong> teorías, <strong>las</strong> cuales son, como se había dicho anteriormente<strong>las</strong> que nos permiten la comprensión y explicación, si se asume la posición sociológica o laposición monista <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> la realidad respectivamente. Pero recor<strong>de</strong>mos que <strong>las</strong>teorías se pue<strong>de</strong>n construir con base en <strong>las</strong> categorías que estructuremos y conceptos queelaboremos tanto <strong>de</strong> la realidad, como <strong>de</strong> lo que nos imaginemos que son los hechos, portanto, <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> la «realidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, sólo pue<strong>de</strong>n estructurarse <strong>de</strong>


los datos que obtenemos <strong>de</strong> los hechos, cuando nos relacionamos con ellos, o <strong>de</strong> nuestrai<strong>de</strong>a <strong>de</strong> lo que estos son, aunque nuestras i<strong>de</strong>as no correspondan a los mismos.Así entendidas, <strong>las</strong> teorías suelen construirse, en gran medida, a partir <strong>de</strong> nuestraimaginación ya que los datos extraídos <strong>de</strong> la realidad, por ser tan fugaz, no pue<strong>de</strong>n sercomprobados ya que nunca se reproducen nuevamente. Este es el contenido <strong>de</strong>l (los)concepto(s) “teoría(s) <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, y4 Finalmente, el cuarto ámbito <strong>de</strong>l concepto está constituido por una disciplina o área<strong>de</strong>l conocimiento, que preten<strong>de</strong> <strong>de</strong>limitar una parcela <strong>de</strong> la realidad con fines académicos.Ello implica:a) La investigación, es <strong>de</strong>cir lo que se pueda percibir y conceptualizar <strong>de</strong> esa realidad yconsecuentemente la teorización sobre la misma a partir <strong>de</strong> los datos disponibles;b) La enseñanza o transmisión <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> esos datos y/o teorías, yc) El aprendizaje, reproducción, crítica, modificación y/o recreación <strong>de</strong> esos datos.Es en este último ámbito <strong>de</strong>l concepto en el que van confluyendo los tres anteriores, perocon la limitación <strong>de</strong> que el primero, el ámbito <strong>de</strong> la realidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es,generalmente, el principal ausente, puesto que comúnmente, para su estudio y enseñanza serecaban algunos <strong>de</strong> los datos o conceptos <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> que se reproducencomo realidad y que pue<strong>de</strong>n o no correspon<strong>de</strong>r a ella, para elaborar <strong>las</strong> explicaciones ocomprensiones <strong>de</strong> <strong>las</strong> «teorías <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”. Así se configura el cuartoconcepto <strong>de</strong> la compleja y, en gran medida, abstracta «disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>”.El problema <strong>de</strong>l concepto que nos ocupa es que, como se señaló, tiene diversos significadosy generalmente no se establece el sentido que se le da en ninguno <strong>de</strong> los ámbitos señalados.A partir <strong>de</strong> esa diferencia <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l concepto po<strong>de</strong>mos hacer algunas consi<strong>de</strong>racionesejemplificativas sobre el contenido <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> esos ámbitos.La realidad o ente <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, como ya se dijo, existe in<strong>de</strong>pendientemente<strong>de</strong> la relación cognoscitiva que se tenga <strong>de</strong> ella; es por ello que ante lo vasto y complejo <strong>de</strong>la realidad sólo po<strong>de</strong>mos enunciar especulativamente algunas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> lo existente.Por principio, se reconoce que hay una realidad internacional, como se había señalado,porque los seres humanos están política y jurídicamente e i<strong>de</strong>ológicamente,pre<strong>de</strong>terminados para que sean, en nuestro tiempo y, en la mayoría <strong>de</strong> los casos sin suconsentimiento, i<strong>de</strong>ntificados como integrantes <strong>de</strong> una nación o Estado-nacional, comotambién se le <strong>de</strong>nomina. Es cierto que se pue<strong>de</strong> cambiar <strong>de</strong> nacionalidad, tener una doblenacionalidad o ser apátrida, pero estos casos son los menos, puesto que la mayoría <strong>de</strong> los


seres humanos que habitan este planeta tienen esencialmente una nacionalidad, lo quesignifica que están condicionados por la estructura político-jurídica-i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad en la que se encuentran inmersos, asentada en un territorio <strong>de</strong>terminado.Son diversas y divergentes <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as que se tienen sobre la configuración <strong>de</strong> una nación,sólo por referir una <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferencias, se dice que <strong>las</strong> teorías positivistas la i<strong>de</strong>ntifican comoun hecho social que une, como el caso <strong>de</strong>l idioma; pero también pue<strong>de</strong>n ser la religión, laraza, la historia o el espacio geográfico. Por otro lado, <strong>las</strong> teorías i<strong>de</strong>alistas o voluntaristasseñalan que la nación es una voluntad colectiva o i<strong>de</strong>al común basada, según Pi y Margallen un pacto; según Renan en el alma, el principio espiritual y el plebiscito cotidiano; segúnBourtroux en la voluntad común; según Mancini en la conciencia colectiva; según Scheleren la persona colectiva; según Michelet en el pensamiento y voluntad <strong>de</strong> unidad, y segúnMussolini en la unidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino, entre algunas opiniones. 134No obstante que es indiscutible que la nación implica que un grupo social asuma en suexistencia el ser diferente <strong>de</strong> los otros grupos sociales separados por sus propias fronteras,la formación <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones no ha sido homogéneo, puesto que cada sociedad haparticipado <strong>de</strong> manera distinta en su creación. Hubo ocasiones en que la sociedad participóen la formación <strong>de</strong> la nación, y otras en <strong>las</strong> que sólo un grupo ostentador <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r políticola estableció.Lo cierto es que la formación <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones ha sido producto <strong>de</strong> un proceso histórico largodon<strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>l Estado, como po<strong>de</strong>r público, ha sido <strong>de</strong>terminante. Así cuandohay sectores <strong>de</strong> la población que estando <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> fronteras <strong>de</strong> un Estado-nacional seoponen a los <strong>de</strong>signios <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, se les oprime, sin consi<strong>de</strong>ración alguna,racional o realista, invocando la unidad nacional; ahí no se tiene en cuenta la opinión <strong>de</strong> <strong>las</strong>minorías oprimidas. Esta situación pue<strong>de</strong> llevar a su vez a una forma <strong>de</strong> nacionalismoestatista que reduce naciones, territorial, lingüística, culturalmente bien <strong>de</strong>finidas, aregiones, y confun<strong>de</strong> todo nacionalismo como <strong>de</strong>recho al reconocimiento <strong>de</strong> la propiai<strong>de</strong>ntidad colectiva y auto<strong>de</strong>terminación con movimientos secesionistas, como medio <strong>de</strong>justificar la política <strong>de</strong> integración (sentida como opresiva por ciertas minorías nacionales)adoptada por el po<strong>de</strong>r central en nombre <strong>de</strong> un Estado uninacional. 135Así, en el proceso histórico, el Estado se ha vuelto creador <strong>de</strong> naciones, según Busquets,por <strong>las</strong> siguientes causas: “a) El Estado tiene unas fronteras que, a la larga, crean un hechodiferencial que distingue a sus habitantes <strong>de</strong> los extranjeros, y simultáneamente aglutina asus súbditos en una serie <strong>de</strong> características comunes...134 Cfr. Busquets, Julio, Introducción a la sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> nacionalida<strong>de</strong>s, Editorial Cua<strong>de</strong>rnos para elDiálogo, Madrid, 1971, p. 57.135 Cfr. Smith, Anthony D., Las teorías <strong>de</strong>l nacionalismo, Penínsular, Madrid, 1976, p. 18.


) El Estado emplea su po<strong>de</strong>r, a veces in<strong>de</strong>bidamente, para unificar a su población, afin <strong>de</strong> que le sea más fácil gobernarla y forzar simultáneamente la aparición <strong>de</strong>l hechosociológico común que sirva <strong>de</strong> base a una nueva conciencia nacional. Y esto lo hace envarios planos, pero fundamentalmente en lo religioso y en lo cultural...c) Por los mismos fines que se tien<strong>de</strong> a unificar lo religioso proclamando una religiónoficial, se tien<strong>de</strong> a imponer una lengua oficial única que sirva como factor <strong>de</strong> uniformidadinterior y <strong>de</strong> diferenciación frente al extranjero, y como el Estado controla la vida oficial ya<strong>de</strong>más controla a veces los centros <strong>de</strong> enseñanza y los medios <strong>de</strong> comunicación social(prensa, radio y televisión), cuando se propone lograr esta uniformidad suele lograrlo conbastante éxito.d) La emigración ha sido hasta hace poco más fácil <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l propio Estado <strong>de</strong>bido auna serie <strong>de</strong> facilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tipo económico y burocrático. Pero, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la emigración <strong>de</strong>motivación económica, que afecta predominantemente a los trabajadores agríco<strong>las</strong>, que setrasladan a los núcleos industriales, existe otra más escasa, aunque no menos importante,realizada por los funcionarios <strong>de</strong> Estado. Como consecuencia <strong>de</strong> ambas se produce <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> cada Estado una mezcla <strong>de</strong> gentes y costumbres, que favorece la formación <strong>de</strong> nuevanaciones.” 136De cualquier forma que se haya configurado el Estado-nación es, como dice Smith: “Labase casi indiscutida <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n mundial, el objeto principal <strong>de</strong> <strong>las</strong> lealta<strong>de</strong>s individuales, el<strong>de</strong>finidor más importante <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l hombre. Es mucho más significativo para elindividuo y para la seguridad mundial que cualquier otro tipo anterior <strong>de</strong> organizaciónpolítica y social. Impregna nuestro modo <strong>de</strong> ver hasta tal punto que actualmente apenascuestionamos su legitimidad. El Estado-nación se ha convertido en un puntal indispensable<strong>de</strong> nuestro pensamiento y ten<strong>de</strong>mos a consi<strong>de</strong>rar a <strong>las</strong> naciones como el color <strong>de</strong> la piel:como un atributo natural <strong>de</strong>l hombre. Cuando hablamos <strong>de</strong> sociedad hoy día, nos referimosimplícitamente a <strong>las</strong> naciones.” 137De conformidad con los elementos <strong>de</strong>scritos, el Estado-nación y, por en<strong>de</strong>, los nacionalesque habitan en ellos, son una realidad <strong>de</strong> nuestro tiempo, por lo que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre loshabitantes <strong>de</strong> esas naciones, <strong>de</strong> acuerdo con la conceptualización referida, nos muestran laexistencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Pero, como habíamos indicado, éstas son tancomplejas que difícilmente po<strong>de</strong>mos dar cuenta <strong>de</strong> el<strong>las</strong> puesto que los hechos sonmúltiples, vastos, inaprehensibles en su mayoría.Por ello, quienes se han interesado en enten<strong>de</strong>r esa compleja realidad, han pretendidoestablecer criterios <strong>de</strong>terminados sobre los alcances que <strong>de</strong>be tener el estudio <strong>de</strong> la realidad<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. En algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> opiniones más comunes se dice que <strong>de</strong> esa136 Busquets, op. cit., pp. 146 y 147.137 SMITH, op. cit., p. 27.


complejidad, se requiere solamente estudiar los aspectos relevantes <strong>de</strong> esa realidad. Estosson, para Quincy Wright, <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre grupos <strong>de</strong> mayor importancia (grupos <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r), en la vida <strong>de</strong>l mundo, en cualquier periodo <strong>de</strong> la historia, y particularmente,<strong>relaciones</strong> entre naciones-Estados territorialmente organizados. 138Schwarzenberger, por su parte, cuestiona que todo lo que suce<strong>de</strong> en cualquier parte <strong>de</strong>lmundo constituya un tema a<strong>de</strong>cuado para el estudioso <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>,pues sería injustificable, aunque no esgrime ningún argumento para ello, y señala que losjuegos olímpicos o los <strong>de</strong> futbol <strong>de</strong> nivel internacional forman parte <strong>de</strong> la realidad, perosolamente tienen una importancia limitada, ésta va creciendo si <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entreindividuos que ocupan posiciones clave en la esfera <strong>de</strong> la industria, <strong>de</strong> la banca, <strong>de</strong> laprensa, <strong>de</strong> la cultura o <strong>de</strong> la religión. Los grupos <strong>de</strong> partidos o iglesias pue<strong>de</strong>n tenerimportancia si se convierten en problemas <strong>internacionales</strong>. Por ello propone que se estudiela evolución y estructura <strong>de</strong> la sociedad internacional, incluyendo en ella a los individuos ygrupos que se ocupan activa o pasivamente <strong>de</strong> ese nexo social y los tipos <strong>de</strong> conducta en elmedio internacional; asimismo <strong>las</strong> fuerzas que operan tras la acción en la esferainternacional y los mo<strong>de</strong>1os <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas futuras en el plano internacional. Ello queda <strong>de</strong>todas maneras muy abstracto, pues aunque intenta precisar que: “Son asuntos<strong>internacionales</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre grupos, entre grupos e individuos y entre individuos,que afectan <strong>de</strong> modo esencial a la sociedad internacional en cuanto tal”, no se precisa elalcance <strong>de</strong> la expresión “afectar en modo esencial”, por lo que <strong>de</strong>ja la i<strong>de</strong>a en unaambigüedad. 139La aportación <strong>de</strong> Raymond Aron dice: “Las <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son, por <strong>de</strong>finición,según parece, <strong>relaciones</strong> entre naciones.. . la nación equivale a un tipo cualquiera <strong>de</strong>colectividad política territorialmente organizada. Digamos, provisionalmente, que <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son <strong>relaciones</strong> entre unida<strong>de</strong>s políticas, concepto este último que<strong>de</strong>signa a <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s griegas, al imperio romano o al egipcio, al igual que a <strong>las</strong>monarquías europeas, a <strong>las</strong> repúblicas burguesas o a <strong>las</strong> <strong>de</strong>mocracias populares.. . Las<strong>relaciones</strong> entre los Estados, es <strong>de</strong>cir, <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> verda<strong>de</strong>ramente interestatales,constituyen el tipo <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> por excelencia: así los tratados representanun ejemplo indiscutible <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> interestatales. . . Tenemos que <strong>de</strong>terminar el centro <strong>de</strong>interés, el significado propio <strong>de</strong>l fenómeno o <strong>de</strong> <strong>las</strong> conductas que constituyen el eje <strong>de</strong> estecampo específico. Ahora bien, el centro <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> viene constituidopor <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> que hemos llamado interestatales, aquel<strong>las</strong> que ponen en relación <strong>las</strong>unida<strong>de</strong>s como tales... Las <strong>relaciones</strong> interestatales se expresan en y por medio <strong>de</strong>conductas específicas, <strong>las</strong> <strong>de</strong> aquellos personajes que yo llamaría simbólicos: el diplomáticoy el soldado. Dos hombres, y tan sólo dos, actúan plenamente no ya como miembros138 Cfr. Wright, Quincy, The study of international relations, s. d., Nueva York, 1955, p. 8.139 SCHWARZENBERGER, Georg, La política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, FCE, México, 1960, pp. 3y 4.


cualesquiera, sino en el papel <strong>de</strong> miembros <strong>de</strong> <strong>las</strong> colectivida<strong>de</strong>s a <strong>las</strong> que pertenecen. Elembajador en el ejercicio <strong>de</strong> sus funciones es la unidad política en nombre <strong>de</strong> la cual habla;el soldado en el campo <strong>de</strong> batalla es la unidad política en nombre <strong>de</strong> la cual da muerte a suprójimo”. 140Según esas i<strong>de</strong>as, sólo aquellos que reciban la representación simbólica <strong>de</strong> la nación, sonlos que pue<strong>de</strong>n ser estudiados como centro <strong>de</strong> interés <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Silviu Brucan <strong>de</strong>fine a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como: “el sistema que abarca alconjunto <strong>de</strong> <strong>las</strong> conexiones y <strong>relaciones</strong> —económicas, políticas, i<strong>de</strong>ológicas, culturales,jurídicas, diplomáticas y militares— entre Estados y sistemas <strong>de</strong> Estados, sin exceptuar <strong>las</strong>fuerzas sociales que tienen el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> actuar en la escena mundial. Puesto que <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se dan en una esfera que carece <strong>de</strong> autoridad política suprema,están reguladas por la relación <strong>de</strong> fuerzas entre Estados y sistemas <strong>de</strong> Estados y sufren lainfluencia <strong>de</strong> la conciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas.” 141El interés <strong>de</strong>be centrarse, <strong>de</strong> acuerdo con esa cita <strong>de</strong> Brucan, en forma coinci<strong>de</strong>nte con <strong>las</strong>propuestas <strong>de</strong> que lo representativo es la sociedad política.Uno <strong>de</strong> los pensadores que ha sido consi<strong>de</strong>rado como promotor una concepción diferente,sobre la realidad <strong>relaciones</strong> internacional es Pierre-François Goni<strong>de</strong>c, quien fundamenta susi<strong>de</strong>as en el materialismo histórico y señala que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l Estado tienen que serconsi<strong>de</strong>radas <strong>las</strong> organizaciones <strong>internacionales</strong>, los individuos y los grupos individuos,siendo estos últimos a los que se les <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rar como autores más o menos autónomosen <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> ; y a<strong>de</strong>más propone que se ubique al Estado en unaformación económico-social <strong>de</strong>terminada que incluya la superestructura <strong>de</strong> maneraconjunta con la base económica. 142Siguiendo esta i<strong>de</strong>a hay un trabajo <strong>de</strong> difusión limitada, elaborado dos estudiosos <strong>de</strong> larealidad internacional, Cid y González, quienes partir <strong>de</strong> la expresión sujeto <strong>de</strong> la historia,como sustitutiva <strong>de</strong> la comúnmente usada <strong>de</strong> “actor internacional” y sustentada en elconcepto interpretativo <strong>de</strong> la dinámica y complejidad <strong>de</strong> la realidad social <strong>de</strong>nominadoformación económico-social, proponen otra opción para relacionarse con dicha realidad.Sobre el primero <strong>de</strong> los conceptos, y trasladado al ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>señalan: “…po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>finir al sujeto <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como un ente concapacidad real y concreta <strong>de</strong> intervenir orgánicamente en los procesos sociales, que rebasanel nivel nacional, y se concatenen con otros procesos <strong>de</strong> origen similar, para dar lugar a unanueva estructura en cuyo seno se reproducen y <strong>de</strong>sarrollan nuevos procesos con140 ARON, Raymond, Paz y guerra entre <strong>las</strong> naciones, Editorial Revista <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte, Madrid,. pp. 23 y 24.141 BRUCAN, Silviu, La disolución <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, Siglo XXI, México, 1974, p. 60.142 Cfr. G0DINEC, Pierre F., Relations internationales, Editorial Montchrtestien, s. d., 1974. P. 46


características singulares pero que conservan en lo fundamental los rasgos que le dan vida,es <strong>de</strong>cir aquellos que son propios <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> capitalistas <strong>de</strong> producción. El sujeto <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, mediante su práctica social, produce y reproduceconstantemente <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> relacionarse con sus similares, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> surgen los procesos<strong>internacionales</strong> al mismo tiempo que el ámbito en el cual se <strong>de</strong>sarrollan tales <strong>relaciones</strong> yprocesos, que se traducen en una recreación y ampliación <strong>de</strong> la práctica originaria. Lossujetos que ocupan una posición dominante, <strong>de</strong> cuya acción surge la formación socialcapitalista internacional, orientarán su práctica a conservar y reproducir la esencia <strong>de</strong> talformación, oponiéndose a aquellos que ocupan una posición dominada y que tien<strong>de</strong>n aromper esta formación y sustituirla por una superior, construida sobre sus <strong>de</strong>spojos y en lacual ellos mismos impongan su po<strong>de</strong>r político. De don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> que los sujetos <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> están inmersos en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> dominaciónsubordinación,hecho que se manifiesta en la contradicción existente entre <strong>las</strong> c<strong>las</strong>essociales y en lucha que empren<strong>de</strong>n por mantener o alcanzar <strong>las</strong> instancias <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r político,con vistas a asegurar la imposición <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l mundo, que incluye un proyecto políticoeconómico<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social”. 143Sobre el segundo <strong>de</strong> los conceptos, dicen: “….con el concepto <strong>de</strong> formación económicosocial internacional <strong>de</strong>signamos a aquella estructura que contiene y articula en su interioral conjunto <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas productivas y <strong>relaciones</strong> sociales, o sea los procesos económicos,mismos que son refrendados, justificados y sobre<strong>de</strong>terminados superestructuralmente quehan traspuesto inevitablemente <strong>las</strong> fronteras regionales y que ahora conforman unatotalidad mucho más rica y compleja, en la cual se reflejan <strong>de</strong> manera forzosa <strong>las</strong> leyes y <strong>las</strong>condiciones históricas que intervinieron en su formación.” 144La relación entre esos dos conceptos se pue<strong>de</strong> encontrar en la siguiente frase: “la práctica<strong>de</strong> nuestros sujetos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, en un entrecruzamiento y combinaciónpermanentes, dan lugar a la formación económico social internacional”. 145Estos dos conceptos, aunados a los anteriormente <strong>de</strong>scritos, dan muestra <strong>de</strong> la variedad <strong>de</strong>opciones que se pue<strong>de</strong>n asumir para tratar <strong>de</strong> referir la complejidad <strong>de</strong> la realidadinternacional, pero lo único que nos señalan es que esa realidad está tan enmarañada que nose pue<strong>de</strong> dar plenamente cuenta <strong>de</strong> ella. Por eso los conceptos tienen que ser tan generalespara que logren hacer apenas un pobre esbozo <strong>de</strong> esa riqueza.Estas son algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> lo que se pue<strong>de</strong> señalar como relevante para el estudio <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pero, como ya se dijo se dijo, éstas son mucho máscomplejas, quiérase o no conceptualizar<strong>las</strong>. Por ello po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir mucho <strong>de</strong> la realidad143 Cid Capetillo, lleana M. y González Olvera, Pedro, Los sujetos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>:estructura y dinámica, Tesis, Facultad <strong>de</strong> Ciencias Políticas y Sociales, <strong>UNAM</strong>., México, 1983.144 Ibi<strong>de</strong>m, p.57145 Ibi<strong>de</strong>m, p. 295.


internacional <strong>de</strong> manera especulativa sin que ello corresponda necesariamente a la realidad.Así se pue<strong>de</strong>n proponer i<strong>de</strong>as como que el técnico <strong>de</strong> una empresa petrolera británicanacido en Kuwait pue<strong>de</strong> colaborar en la investigación para la localización <strong>de</strong> mantos <strong>de</strong>hidrocarburos en Brasil; un industrial norteamericano pue<strong>de</strong> consumir un vino chileno enMéxico durante un viaje <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> productos elaborados en Hong Kong; un jequesaudiárabe pue<strong>de</strong> contraer matrimonio con una francesa en <strong>las</strong> Bahamas; un mexicanopue<strong>de</strong> conducir en Francia un auto japonés ensamblado en Taiwán; los ministros <strong>de</strong> lospaíses integrantes <strong>de</strong>l Banco Mundial se pue<strong>de</strong>n reunir en México; los presi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> Perú yEcuador pue<strong>de</strong>n entrevistarse en Nicaragua, durante la asunción al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l nuevopresi<strong>de</strong>nte; un sicario brasileño <strong>de</strong> un narcotraficante tailandés pue<strong>de</strong> asesinar en Bolivia aun agente <strong>de</strong> la DEA. En fin, son múltiples <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la realidad internacionalque pue<strong>de</strong>n acontecer día a día, hora tras hora, y que no po<strong>de</strong>mos dar cuenta <strong>de</strong> ella. Yaunque para los estudiosos esto pueda ser consi<strong>de</strong>rado como irrelevante, no por ello <strong>de</strong>ja<strong>de</strong> ser un hecho <strong>de</strong> la realidad internacional que caracteriza al <strong>de</strong> nuestros días. Por eso seafirmaba anteriormente que la realidad siempre es mucho más compleja que lo que sepueda y también lo quiera <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> ella.Pasemos ahora al ámbito <strong>de</strong> la conceptualización sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Partiendo <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que únicamente se pue<strong>de</strong> conceptualizar lo que se percibe <strong>de</strong> larealidad y entendiendo por ello, ya lo señalamos anteriormente, la <strong>de</strong>scripción que hacemos<strong>de</strong>l objeto con el que nos relacionamos, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que solamente se conceptualizanalgunos hechos que se perciben y que difun<strong>de</strong>n <strong>las</strong> agencias informativas o los involucradosen los mismos.Dicho <strong>de</strong> otra manera, cuando un acontecimiento <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se registra,el enviado o el corresponsal <strong>de</strong> <strong>las</strong> agencias noticiosas recaban la información ya sea <strong>de</strong> losinvolucrados o <strong>de</strong> aquellos que estuvieron cercanos al acontecimiento, paraconceptualizarlo. Esto nos indica que la conceptualización correspon<strong>de</strong> únicamente a unhecho social temporal y espacialmente <strong>de</strong>terminado.Así en los diarios <strong>de</strong> cualquier ciudad <strong>de</strong>l mundo encontramos información sobre lo que sedifun<strong>de</strong> acerca <strong>de</strong> algunos hechos <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> puesto que a ellos llegan <strong>las</strong>referencias transmitidas por agencias informativas <strong>de</strong> distintas partes <strong>de</strong>l mundo. Algunasinformaciones son producto <strong>de</strong> acontecimientos que han tenido una evolución <strong>de</strong>s<strong>de</strong>tiempos previos, pero al leer<strong>las</strong> en el momento <strong>de</strong> la difusión se i<strong>de</strong>ntifica solamente lavaguedad e imprecisión <strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong> la información impresa, por lo que en muchasocasiones se requiere la búsqueda <strong>de</strong> referencias complementarias para que éste se puedacompren<strong>de</strong>r. Tomemos al azar un ejemplo <strong>de</strong> esa conceptualización.En un diario mexicano, El Financiero, con fecha miércoles 8 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1995, aparecióen su página 58 <strong>de</strong> la sección “internacional”, una nota ,fechada en Brasilia el día anterior yque en el pie <strong>de</strong> la misma se atribuye a “Agencias”.


Con el encabezamiento <strong>de</strong> “Rechaza Perú contrapropuesta <strong>de</strong> Ecuador”, se <strong>de</strong>scriben unaserie <strong>de</strong> informaciones relativas al acontecimiento y al conflicto, pero aquí sólo sereproducirá lo referente al contenido <strong>de</strong>l encabezado; en la parte <strong>de</strong> la nota se dice: “Elgobierno <strong>de</strong> Perú rechazó hoy la contrapropuesta presentada minutos antes por Ecuadorpara poner fin a su conflicto fronterizo armado, por consi<strong>de</strong>rar que alteraba sustancialmenteel proyecto original <strong>de</strong> los mediadores <strong>de</strong>l Protocolo <strong>de</strong> Río <strong>de</strong> Janeiro.Eduardo Ponce Vivanco, vicecanciller peruano, indicó que -<strong>de</strong>sgraciadamente, sonenmiendas totalmente impracticables porque suponen una alteración totalmentefundamental <strong>de</strong> aspectos cruciales <strong>de</strong> una <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> paz que fue negociada en Río <strong>de</strong>Janeiro—.Aunque no <strong>de</strong>talló el contenido <strong>de</strong> la contrapropuesta ecuatoriana, Ponce hizo la<strong>de</strong>claración tras reunirse con el vicecanciller <strong>de</strong> Brasil, Sebastiao do Rego Barros, quien leentregó a su vez la contrapropuesta que había recibido minutos antes <strong>de</strong> su par <strong>de</strong> Ecuador,Marcelo Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Córdoba.Sobre <strong>las</strong> enmiendas ecuatorianas al proyecto <strong>de</strong> paz presentado el domingo a los dosbeligerantes por Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, Ponce dijo que eran —precisamente lo contrario a lo que el proyecto <strong>de</strong> acuerdo trata <strong>de</strong> evitar— y afirmó que —uno <strong>de</strong> los propósitos <strong>de</strong>l proyecto es <strong>de</strong>smilitarizar la zona <strong>de</strong> conflicto, y una <strong>de</strong> <strong>las</strong>enmiendas consiste justamente en mantener la presencia <strong>de</strong>l Ecuador—.Ponce añadió que esa presencia sería: —A través <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s, que ya ni siquiera sonmilitares, sino que serían civiles y políticas, sobre esas bases es absolutamenteimpracticable que se pueda caminar—.El proyecto <strong>de</strong> acuerdo <strong>de</strong> los cuatro mediadores, aceptado por Perú, contempló un cese alfuego inmediato en la zona <strong>de</strong> conflicto, la retirada <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas <strong>de</strong> ambas partes y lainstalación <strong>de</strong> una Misión <strong>de</strong> Observadores para controlar su cumplimiento.Entre tanto, el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Ecuador, Sixto Durán Ballén, regresó a su país <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> unacruzada diplomática que lo llevó a entrevistarse con sus colegas en Brasil, Argentina yChile...En un mensaje a la nación, Durán Ballén dijo que mantendrá inalterable la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> uninmediato cese al fuego bajo supervisión internacional en el conflicto bélico.—Tengo que asegurarme que tengamos observadores y se haga efectivo el cese y quealguien se comprometa a verificar que los dos países cumplan su palabra-dijo.El presi<strong>de</strong>nte agregó que durante sus conversaciones con los gobernantes <strong>de</strong> tres naciones,fue “curioso’ constatar que entre los funcionarios presentes —había la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que nosotroséramos los agresores-.


—He tenido que <strong>de</strong>svirtuar la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que esto es un hecho provocado por nosotros—, dijo.En cuanto a la contrapropuesta, según el propio mandatario ecuatoriano, contiene dos“pequeñas enmiendas” al acuerdo aprobado el domingo por los garantes <strong>de</strong>l protocolo <strong>de</strong>Río <strong>de</strong> Janeiro.Estas consisten en que el cese <strong>de</strong> fuego no sólo suspenda <strong>las</strong> hostilida<strong>de</strong>s, sino que sea laantesala para discutir la realidad geográfica y buscar el mejor camino hacia una solución<strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>l problema.En este sentido el presi<strong>de</strong>nte peruano, Alberto Fujimori, aseguró que su país está dispuestoa la firma <strong>de</strong>l documento propuesto por los países garantes <strong>de</strong>l Protocolo <strong>de</strong> Río, pero no sepronunció sobre la contrapropuesta ecuatoriana.En una entrevista para la televisora estadouni<strong>de</strong>nse CNN, Fujimori <strong>de</strong>scartó una<strong>de</strong>claración <strong>de</strong> guerra a Ecuador y rechazó motivos electorales personales en la agudización<strong>de</strong>l conflicto limítrofe que tiene con Quito”. 146Hagamos una revisión sobre el contenido <strong>de</strong> la nota <strong>de</strong>scrita, con el interés <strong>de</strong> señalar lavaguedad e insuficiencia <strong>de</strong> los conceptos utilizados, para ello relacionaremos loscontenidos <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los párrafos anteriormente expuestos. De conformidad con laconceptualización se afirma que el conflicto se da entre Ecuador y Perú, pero si tratamos <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntificar los alcances <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> esos conceptos, vemos que son muy laxos puestoque los participantes en el conflicto no son toda la población civil y los integrantes <strong>de</strong>lEstado (la sociedad política); es <strong>de</strong>cir, el conjunto <strong>de</strong> seres humanos que habitan en losterritorios conocidos como Perú y Ecuador, sino solamente participan en la guerrafronteriza <strong>las</strong> fracciones <strong>de</strong> los ejércitos <strong>de</strong> Ecuador y Perú que fueron enviados a la zona.Ello no impi<strong>de</strong> que habitantes <strong>de</strong> ambos países se piensen i<strong>de</strong>ológicamente involucrados enla guerra, por la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> pertenencia que los caracteriza, pero no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar (larealidad es siempre más compleja que lo que se dice <strong>de</strong> ella), que todos los habitantes <strong>de</strong>Perú se encuentren en conflicto —i<strong>de</strong>ológico y armado— contra todos los habitantes <strong>de</strong>Ecuador.Por ello, aunque se conceptualice <strong>de</strong> esa manera, no hay una guerra entre Ecuador y Perú,sino entre los ejércitos <strong>de</strong> esos países que pue<strong>de</strong>n representar <strong>de</strong> manera formal, como diceAron, pero no real, a los habitantes <strong>de</strong> ambos Estados nacionales.Luego se dice que para <strong>de</strong>tener el conflicto, hay una negociación mediada por Argentina,Brasil, Chile y Estados Unidos, quienes elaboraron un protocolo en el que se contempló un146 Agencias. “Rechaza Perú contrapropuesta <strong>de</strong> Ecuador”, El Financiero, Año XIV, núm. 3606. México, p.58.


cese al fuego inmediato en la zona <strong>de</strong> conflicto, la retirada <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas <strong>de</strong> ambas partes yla instalación <strong>de</strong> una Misión <strong>de</strong> Observadores para controlar su cumplimiento. Siguiendo lai<strong>de</strong>a anterior, la mediación no la hicieron los países referidos, sino solamente representantesgubernamentales <strong>de</strong> ellos, quienes, con su argumentación para la elaboración <strong>de</strong>l protocolo,propusieron los tres puntos mencionados. Como po<strong>de</strong>mos darnos cuenta, los conceptosutilizados no reflejan la complejidad <strong>de</strong> la realidad existente.La siguiente conceptualización es un poco más precisa pues señala un hecho: que elvicecanciller ecuatoriano, Marcelo Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Córdova, entregó a su homólogobrasileño, representativo <strong>de</strong>l grupo mediador, contrapropuesta con dos enmiendas alprotocolo, ¿qué se dijo en la entrevista?, eso no se sabe, por lo que hay aspectos <strong>de</strong> larealidad que no pue<strong>de</strong>n conocerse.Según el vicecanciller peruano, Eduardo Ponce Vivanco, el proyecto <strong>de</strong> acuerdo <strong>de</strong> loscuatro mediadores, había sido aceptado por Perú, pero como su par <strong>de</strong> Ecuador entregó lacontrapropuesta, dijo a los medios <strong>de</strong> comunicación, tras reunirse con el vicecanciller <strong>de</strong>Brasil, Sebastiao do Rego Barros, que: —El gobierno <strong>de</strong> Perú rechazó hoy lacontrapropuesta presentada minutos antes por Ecuador para poner fin a su conflictofronterizo armado, por consi<strong>de</strong>rar que alteraba sustancialmente el proyecto original <strong>de</strong> losmediadores <strong>de</strong>l Protocolo <strong>de</strong> Río <strong>de</strong> Janeiro-, y que -<strong>de</strong>sgraciadamente, son enmiendastotalmente impracticables, porque suponen una alteración totalmente fundamental <strong>de</strong>aspectos cruciales <strong>de</strong> una <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> paz que fue negociada en Río <strong>de</strong> Janeiro—.Añadió que eran —precisamente lo contrario a lo que el proyecto <strong>de</strong> acuerdo trataba <strong>de</strong>evitar— y afirmó que —uno <strong>de</strong> los propósitos <strong>de</strong>l proyecto es <strong>de</strong>smilitarizar la zona <strong>de</strong>conflicto, y una <strong>de</strong> <strong>las</strong> enmiendas consiste justamente en mantener la presencia <strong>de</strong>lEcuador. . . A través <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s, que ya ni siquiera son militares, sino que serian civilesy políticas, sobre esas bases es absolutamente impracticable que se pueda caminar—.Esos trozos <strong>de</strong> <strong>las</strong> afirmaciones difundidas por el periódico referido carecen <strong>de</strong> unargumento en el que pueda hacerse comprensible la intención <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas.El presi<strong>de</strong>nte ecuatoriano, Durán Ballén, al <strong>de</strong>scribir el contenido <strong>de</strong> <strong>las</strong> pequeñasenmiendas dijo que pretendían que el cese <strong>de</strong> fuego no solo suspendiera <strong>las</strong> hostilida<strong>de</strong>s,sino que fuera la antesala para discutir la realidad geográfica y buscar el mejor caminohacia una solución <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>l problema. ¿Cuál era su intención al hacer esa propuestatodavía con el conflicto en proceso?, ello no lo po<strong>de</strong>mos saber con la informacióndisponible.Por su parte, en una entrevista para la televisora estadouni<strong>de</strong>nse CNN, el presi<strong>de</strong>nteperuano, Alberto Fujimori, aseguró que su país está dispuesto a la firma <strong>de</strong>l documentopropuesto por los países garantes <strong>de</strong>l Protocolo <strong>de</strong> Río, y <strong>de</strong>scartó una <strong>de</strong>claración <strong>de</strong>guerra a Ecuador; a<strong>de</strong>más rechazó que la agudización <strong>de</strong>l conflicto limítrofe que tiene con


Quito sea por motivos electorales personales. ¿Hay algún elemento que nos indique laveracidad <strong>de</strong> lo dicho por Fujimori?, ¡no!La información reproducida en El Financiero, como se indicó anteriormente, fuetransmitida por varias agencias, pues fueron diversos los eventos que se exponen, peroqueda la duda: ¿fueron reporteros o corresponsales <strong>de</strong> esas agencias los que recabaron lainformación?, ¿Cuáles fueron esas agencias?, ¿qué tan confiable pue<strong>de</strong> ser la información?Estos cuestionamientos nos indican que la conceptualización <strong>de</strong> una realidad es limitada,que posiblemente es más lo que nos podamos imaginar <strong>de</strong> la misma que lo que ella es en sí.Y el problema se multiplica puesto que no es únicamente el contenido fraccionado <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>de</strong>claraciones lo que intenta <strong>de</strong>scribirnos esa realidad, sino que hay una gran diferenciaentre lo que se dice públicamente y la intención que hay en la mente <strong>de</strong> los <strong>de</strong>clarantes.Por esa razón, en muchas ocasiones, la “conceptualización <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>” nocorrespon<strong>de</strong> a la “realidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, y no obstante <strong>de</strong> manera frecuenteesa conceptualización la asumimos como realidad.Como ya se indicó, todos los hechos, actos, eventos o acontecimientos <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, son dinámicos como dinámica es la sociedad, y los conceptos que seelaboren sobre ellos son insuficientes para po<strong>de</strong>rlos compren<strong>de</strong>r y, en su caso, explicar. Porello siempre se buscan nuevos elementos informativos que permitan ayudar a sucompresión.Es aquí en don<strong>de</strong> se pasa <strong>de</strong> la “conceptualización <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>» a la(s)teoría(s) <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.A partir <strong>de</strong> ese mismo pequeño ejemplo sobre la conceptualización <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, po<strong>de</strong>mos esbozar cuáles son los elementos que nos indiquen cómo seconstruyen <strong>las</strong> teorías, conocidas como parciales, <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Si alguien se interesa en compren<strong>de</strong>r y explicar algún aspecto <strong>de</strong>l conflicto, utilizando laexpresión convencional, entre Perú y Ecuador <strong>de</strong> 1995, tendrá que consultar toda lainformación posible y accesible sobre el evento. Se <strong>de</strong>ben tomar en cuenta todas <strong>las</strong>técnicas necesarias para realizar la investigación: <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong>l objeto, elaboración <strong>de</strong> undiseño, estructuración <strong>de</strong> hipótesis (en caso pertinente), búsqueda, compilación, revisión,discriminación y selección <strong>de</strong> la información.Hecho esto, primero se hará una <strong>de</strong>scripción, como es común, <strong>de</strong> los antece<strong>de</strong>nteshistóricos que hicieron factible los factores estudiados <strong>de</strong>l advenimiento <strong>de</strong>l conflicto. Paraello se recabará información bibliográfica, hemerográfica, documental y <strong>de</strong> ser posible,testimonial, ya que esos antece<strong>de</strong>ntes sólo los po<strong>de</strong>mos conocer por referencia escrita overbal y con ellos tendremos la terminología primaria para la construcción <strong>de</strong> nuestrascategorías.


Cuando tengamos esa información la or<strong>de</strong>naremos <strong>de</strong> manera cronológica o temática paradar una explicación secuencial <strong>de</strong>l evento. Posteriormente haremos una búsqueda similar <strong>de</strong>información sobre el acontecimiento que nos interesa, para que, tomando en cuenta todoslos elementos, podamos construir <strong>las</strong> categorías generales don<strong>de</strong> se conjuguen los términosbásicos y con el<strong>las</strong> estructuremos conceptos que articulados nos permitan formular la teoría<strong>de</strong> la comprensión y explicación <strong>de</strong>l hecho señalado. El problema que se presenta es que nosiempre nuestras construcciones teóricas correspon<strong>de</strong>n a la realidad, y ello no lo po<strong>de</strong>moscomprobar porque, como se dijo, la realidad es tan dinámica que si queremos tener laverificación <strong>de</strong> la misma, cuando la buscamos ésta ya no existe. Tal vez existan referencias<strong>de</strong> ella, pero <strong>de</strong>bemos enten<strong>de</strong>r que no son más que referencias puesto que ella en sí ya fueparte <strong>de</strong>l pasado.Finalmente en el caso <strong>de</strong>l sentido que adquiere “el concepto disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>”, éste ha sido el más estudiado, pues, curiosamente, se ha hecho manifiestamás la preocupación académica <strong>de</strong>l conocimiento (la epistemología <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>), que el conocimiento <strong>de</strong> la realidad, pues si bien los conceptos,como ya se dijo, se asumen como realidad, y no como conceptos <strong>de</strong> la misma, éstos son lamateria prima o información referencial básica para su constitución. Pero primeramente<strong>de</strong>beríamos preguntarnos qué se entien<strong>de</strong> por “disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”.El concepto <strong>de</strong> disciplina tiene, semánticamente hablando, varios sentidos, ellos varían <strong>de</strong>acuerdo con la finalidad que se le ha querido dar. Con base en ella po<strong>de</strong>mos encontrar dosacepciones fundamentales:la primera tiene un sentido <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n pues se refiere a la “observancia y respeto <strong>de</strong>principios establecidos” (acepción que no nos interesa aquí), y la segunda, referida alproceso enseñanza-aprendizaje. En ésta, hay varias proposiciones. Una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> i<strong>de</strong>ntificacomo sinónimos disciplina y ciencia, ya que afirma que la disciplina es: “Una ciencia encuanto objeto <strong>de</strong> aprendizaje o <strong>de</strong> enseñanza”. 147En el glosario <strong>de</strong> un documento <strong>de</strong> sistematización para la enseñanza, también aparece elconcepto sobre el que se afirma, que la disciplina es: “Un cuerpo organizado <strong>de</strong>conocimientos sobre un solo conjunto <strong>de</strong> cosas o acontecimientos (hechos, datos,observaciones, sensaciones y percepciones, que constituyen los elementos básicos <strong>de</strong>lconocimiento o el origen <strong>de</strong> don<strong>de</strong> éste se <strong>de</strong>riva), para el cual se formulan reg<strong>las</strong> básicas o<strong>de</strong>finiciones que <strong>de</strong>limitan, qué cae <strong>de</strong>ntro y qué cae fuera <strong>de</strong> su dominio”. 148Hay también una serie <strong>de</strong> opciones que han asumido los estudiosos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> para po<strong>de</strong>r establecer el criterio <strong>de</strong> un cuerpo <strong>de</strong> conocimientos; así el147 Cfr. ABBAGNANO, Nicola, Diccionario <strong>de</strong> filosofía, 2a. ed., FCE, México, 1974.148 COMISIÓN DE NUEVOS MÉTODOS DE ENSEÑANZA, “Glosario”. Sistematización <strong>de</strong> la enseñanza 2,versión, <strong>UNAM</strong>, 1975, p. 29.


eferido Quincy Wright, afirma que “una disciplina implica, por lo menos, la conciencia,por parte <strong>de</strong> los autores <strong>de</strong> que existe una materia con cierta unidad”. 149El conocimiento disciplinario como proceso creciente <strong>de</strong> la relación objeto-sujeto, entópicos que cubran un área <strong>de</strong>limitada, se preten<strong>de</strong> justificar por la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l objetopara el interés <strong>de</strong>l conocimiento humano. Esto, obviamente, será tan variable como sujetoshaya que intenten, justifiquen e impongan su propia sistematización.Finalmente po<strong>de</strong>mos encontrar otra aportación para el entendimiento <strong>de</strong> la disciplina que sediferencia ligeramente <strong>de</strong> <strong>las</strong> anteriormente expuestas, pero que <strong>las</strong> complementa. En éstase afirma “que una disciplina <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse como un conjunto <strong>de</strong> conocimientosorganizados para la enseñanza” y aña<strong>de</strong> que: “la noción <strong>de</strong> disciplina lleva implícita la i<strong>de</strong>a<strong>de</strong> enseñar y apren<strong>de</strong>r un conocimiento científico. Por tanto se infiere que tanto entreciencia y disciplina hay una retroalimentación constante como que una y otra constituyenprocesos no finitos , sino en constante <strong>de</strong>sarrollo y transformación”. 150En esta proposición la disciplina lleva inmerso el proceso <strong>de</strong> conocimiento, pero noúnicamente como aprehensión <strong>de</strong> la realidad, sino que a<strong>de</strong>más encontramos elor<strong>de</strong>namiento y la transmisión <strong>de</strong>l mismo, que se efectúa especialmente, pero no <strong>de</strong> maneraexclusiva y única, en el ámbito académico.De <strong>las</strong> múltiples expresiones que hay sobre disciplina, llegamos a la conclusión <strong>de</strong> que <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se entien<strong>de</strong>n como tal ya que intentan sistematizar elconocimiento <strong>de</strong> esa parte <strong>de</strong> la realidad social y la transmiten con la intención <strong>de</strong> promoveruna formación académico-profesional <strong>de</strong> algunos núcleos <strong>de</strong> la sociedad que se interesen enese tópico para que lo entiendan y participen en su <strong>de</strong>sarrollo.Así, en la disciplina confluye el intento <strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r el complejo “realidadinternacional” y conceptualizarlo para con ello formar la(s) teoría(s) <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> que sirvan <strong>de</strong> base a la enseñanza y formación profesional <strong>de</strong> losinteresados en la “disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, en ese complicado proceso<strong>de</strong> enseñanza-aprendizaje <strong>de</strong> lo perceptible <strong>de</strong> la realidad internacional.La única parte que quedaría por <strong>de</strong>scribir es la posición <strong>de</strong> algunos estudiosos <strong>de</strong> estadisciplina que en su interés por tener un campo <strong>de</strong> estudio exclusivo han llegado acalificarla como autónoma. Ejemplo <strong>de</strong> esa posición la encontramos en Dunn, quien en suartículo sobre “El ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>” nos dice en algunas <strong>de</strong> sus149 WRIGHT, Quincy, op. cit., p. 23150 Arroyo Pichardo, Graciela, “El carácter disciplinario <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> y su estructura<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l nuevo plan <strong>de</strong> estudios’, en Relaciones <strong>internacionales</strong>, CRI, FCPS, <strong>UNAM</strong>, núm. 16, ene.-mar.1977, México, p. 29.


proposiciones que: “la característica distintiva <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como ramaautónoma <strong>de</strong>l saber resi<strong>de</strong> en la naturaleza <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuestiones <strong>de</strong> <strong>las</strong> que se ocupa.Las <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se ocupan <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuestiones que surgen <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>entre grupos políticos autónomos en un sistema mundial en el que el po<strong>de</strong>r no está centradoen un punto.. . Un analizador <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es el que se consi<strong>de</strong>racapacitado para estudiar <strong>las</strong> cuestiones que surgen <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre naciones. Suinterés se centra en el conflicto, ajuste y concordancia <strong>de</strong> la política <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferentesnaciones. Si se ocupa <strong>de</strong> materias conexas como <strong>de</strong>mografía, antropología y sociología lohace en la medida en que aclaran cuestiones <strong>internacionales</strong>. Esto es lo que distingue suinterés por estas materias <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l <strong>de</strong>mógrafo, antropólogo o sociólogo profesionales.Como corolario a esas i<strong>de</strong>as propone: “El conocimiento técnico <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> no es meramente la extensión <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> socialesque se dan en una comunidad nacional a una escala geográfica más amplia, sino que poseeelementos propios.Así pues, la política internacional se ocupa <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r que se dan enuna comunidad que carece <strong>de</strong> una autoridad superior; la economía internacional estudia <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> industriales y comerciales que rebasan <strong>las</strong> fronteras nacionales, complicadas porla acción incontrolada <strong>de</strong> Estados soberanos, y el <strong>de</strong>recho internacional es el <strong>de</strong>rechobasado en la aceptación voluntaria por parte <strong>de</strong> naciones in<strong>de</strong>pendientes”. 151A diferencia <strong>de</strong> esas i<strong>de</strong>as el profesor Manning, <strong>de</strong> la London School, señala que: “laexpresión <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no pue<strong>de</strong> ser monopolio <strong>de</strong> lo que según ellosconstituye una disciplina autónoma. No poseen sobre ella un <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> autor”. 152Más a<strong>de</strong>lante afirma que hay algunos profesores que estarían por la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una disciplinaautónoma, ya que los profesores Schwarzenberger y Chevallier “estarían <strong>de</strong> acuerdo con losprofesores e investigadores <strong>de</strong> número relativamente reducido, que en los EUA consi<strong>de</strong>ran<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como una disciplina distinta y autónoma, y cuya labororiginal en la elaboración <strong>de</strong> un aparato conceptual unificado y un cuerpo <strong>de</strong> principios parael estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> justifica —en la opinión <strong>de</strong>l profesor Sprout—la esperanza <strong>de</strong> que una disciplina autónoma <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> estáactualmente en formación.151 Dunn, Fre<strong>de</strong>rick S., “El ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, en Hoffman, Stanley, Teoríascontemporáneas, sobre <strong>las</strong> RRII, Colección Semilla y Surco-Colección <strong>de</strong> Ciencias Sociales, Tecnos Madrid,1963.152 Manning, C. A. W., La enseñan.za universitaria <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales: <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>,Organización <strong>de</strong> Estados Americanos, Unión Panamericana, Washington, 1961, p. 26.


Pero no se pue<strong>de</strong> haber ignorado la existencia <strong>de</strong> puntos <strong>de</strong> vista opuestos: los <strong>de</strong> quienes sehan sentido en el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> poner en duda la legitimidad <strong>de</strong> dicha disciplina en cuanto tal”.153Después <strong>de</strong> comparar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> con otras áreas <strong>de</strong>l conocimiento comola ciencia política, la sociología y el <strong>de</strong>recho internacional, y los criterios <strong>de</strong> institucionesacadémicas como <strong>las</strong> <strong>de</strong> Belgrado y Cambridge, en don<strong>de</strong> existen distintas visiones sobreautonomía <strong>de</strong> la disciplina, Manning dice que no hay elementos para <strong>de</strong>terminarla como tal.Aunque esta discusión emergió en una época, posteriormente si soslayó diciéndose inclusoque era una discusión bizantina hablar <strong>de</strong> la autonomía disciplinaria.La única inquietud que sigue manifiesta es el interés por la construcción <strong>de</strong> una teoríageneral <strong>de</strong> la que Duroselle fue uno <strong>de</strong> los pionero en preten<strong>de</strong>r su establecimiento, i<strong>de</strong>arefrendada por Silviu Brucan quien afirma: “N uestro mundo actual.. . necesita una teoríageneral y una metodología <strong>de</strong>l sistema internacional global contemplado en interacción consu ambiente natural, teoría y metodología que sólo la simbiosis <strong>de</strong>l marxismo y lacibernética pue<strong>de</strong> producir finalmente”. 154Hasta aquí se han <strong>de</strong>scrito los problemas para la conceptualización en <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.2.2 MÉTODOS UTILIZADOSEs muy común escuchar la expresión <strong>de</strong> método en cualquier actividad; vemos que haymétodos para la preparación <strong>de</strong> alimentos, para la construcción <strong>de</strong> inmuebles, para bajar <strong>de</strong>peso, etc. Pero aquí nos interesa referirnos a los métodos exclusivamente para aproximarseal conocimiento <strong>de</strong> los fenómenos <strong>de</strong> la sociedad, en general, y <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> en particular.El vocablo methodos está formado por la composición etimológica meta: el sitio al que sepreten<strong>de</strong> llegar; y odos que significa vía o camino, en síntesis el camino para llegar a unameta, esto es, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l conocimiento, el procedimiento seguido parainvestigar la realidad con la que nos relacionamos.El método es un procedimiento que se pue<strong>de</strong> utilizar para la búsqueda y el <strong>de</strong>scubrimiento<strong>de</strong> la realidad.Aristóteles utiliza el método como procedimiento <strong>de</strong> indagación en el terreno <strong>de</strong>lconocimiento empírico, en ese sentido el método está ligado a una dirección <strong>de</strong>finida yregular que se traza en una operación realizada por el pensamiento para vincularse con larealidad. El estagirita concibe la existencia <strong>de</strong> un mundo externo al que se conoce con base153 Ibi<strong>de</strong>m, p. 27.154 Brucan, op cit. p. 60


en la experiencia, <strong>de</strong> la que pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse la especulación empírica <strong>de</strong>l pensamientopero <strong>de</strong>be verificarse en la realidad, eso es el método.Su aplicación se basa ene! siguiente procedimiento: en primer lugar se aprehen<strong>de</strong>n losfenómenos por un observador pensante al que le interesan todos los aspectos <strong>de</strong>l saber queentran en su espíritu, todo lo que se presenta es <strong>de</strong> interés y se <strong>de</strong>be estudiar a fondo y en<strong>de</strong>talle; en segundo lugar se parte <strong>de</strong> lo general, <strong>de</strong> lo simple, <strong>de</strong> lo perceptible para que conun proceso <strong>de</strong> reflexión especulativa se llegue a lo particular, a lo <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas;en tercer lugar <strong>de</strong>ben consi<strong>de</strong>rarse <strong>las</strong> opiniones dadas por la filosofía anterior sobre elobjeto empíricamente discernible, para refutarlos y corregirlos empíricamente, y <strong>de</strong>rivar <strong>de</strong>ahí la verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>terminación especulativa; lo que significa que con base en elconocimiento empírico se <strong>de</strong>be hacer una reflexión sobre el objeto para aceptar, corregir otransformar la concepción que se tiene <strong>de</strong> él, y por medio <strong>de</strong>l pensamiento comunicableexponer <strong>las</strong> características que se le han encontrado; finalmente, y haciendo gala <strong>de</strong> lapaciencia necesaria, el cuarto paso es examinar, analizar con el pensamiento el objetoestudiado y <strong>de</strong>terminado, esto es, volver sobre el resultado obtenido para verificarempíricamente su vali<strong>de</strong>z.Esto es para Aristóteles el método, el procedimiento que lleva a un conocimientoempíricamente verificado con carácter axiomático, entendiendo por axioma una verdad quese muestre evi<strong>de</strong>nte, y que por evi<strong>de</strong>nte sea irrefutable. Este sistema es conocido comométodo <strong>de</strong> síntesis que va <strong>de</strong> lo simple conocido a lo complejo <strong>de</strong>sconocido; por medio <strong>de</strong>él, Aristóteles enseña un doble movimiento, pasar <strong>de</strong> la experiencia a la teoría y <strong>de</strong> la teoríaa la experiencia.Ese método sintético es <strong>de</strong>sarrollado también por Eucli<strong>de</strong>s (315-225 aC), quien le imprimeel rigor <strong>de</strong> la exposición matemática. En sus Elementos <strong>de</strong> geometría, Eucli<strong>de</strong>s se proponesentar un sustento para la investigación matemática, or<strong>de</strong>nando y exponiendofundamentalmente <strong>las</strong> propuestas <strong>de</strong> la escuela pitagórica sobre la representatividadmatemática y la obra <strong>de</strong> los geómetras <strong>de</strong>l siglo V aC, Eucli<strong>de</strong>s construye los cimientos <strong>de</strong>ledificio geométrico siguiendo los pasos que se <strong>de</strong>scriben a continuación: primero, explicael significado <strong>de</strong> los términos técnicos, los que se conocen como “<strong>de</strong>finiciones”; <strong>de</strong>spués,expone ciertas construcciones matemáticas cuya ejecución se supone conocida, a éstas <strong>las</strong><strong>de</strong>nomina “postulados” por último admite la utilización <strong>de</strong> ciertas afirmaciones llamadas“nociones comunes o axiomas’. Se hace una distinción entre los postulados y los axiomas,en la que primeros afirman la posibilidad <strong>de</strong> construcciones originales y en los segundos seadmite sin <strong>de</strong>mostración que <strong>las</strong> figuras construidas <strong>de</strong> ciertas propieda<strong>de</strong>s. Algunosaxiomas expresan propieda<strong>de</strong>s relativas a cualquiera <strong>de</strong> <strong>las</strong> magnitu<strong>de</strong>s matemáticas,geométricas o no, tras que los postulados sólo se refieren a propieda<strong>de</strong>s geométricas. Losaxiomas tienen valor propio y los postulados carecen <strong>de</strong> éste.


Para Eucli<strong>de</strong>s, el método <strong>de</strong>be ser riguroso mostrando tesis únicas que no contenganelementos contradictorios; <strong>las</strong> <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong>ben ser universales, los postulados han <strong>de</strong>contener fundamentos que posibiliten su ejecución por cualquiera que los acepte, o bien<strong>de</strong>ben ser reconstruidos (los postulados son generalmente teoremas, teorías nocomprobadas, pue<strong>de</strong>n ser cambiadas), y los axiomas <strong>de</strong>ben ser verda<strong>de</strong>s indiscutiblescomúnmente aceptadas. Este método <strong>de</strong>be formalizar un lenguaje especial que, en el casoque nos ocupa, es un sistema <strong>de</strong> signos, una simbología matemática, que permita llegar acálculos <strong>de</strong>sconocidos a partir <strong>de</strong> representaciones matemáticas conocidas, mismos quelogren satisfacer <strong>de</strong>terminadas exigencias sintácticas y semánticas. Tal lenguaje <strong>de</strong>be<strong>de</strong>scribir cualquier cantidad <strong>de</strong> objetos que puedan quedar comprendidos en él y tener unaverificación por medio <strong>de</strong> la experiencia o la experimentación.El método así entendido, orienta al ser humano hacia una vinculación con los objetos <strong>de</strong>conocimiento <strong>de</strong> manera sistemática, que le permite conocerlos fenoménicamente oinvestigarlos para ampliar su cocimiento sobre ellos. Las aportaciones hechas porAristóteles y Eucli<strong>de</strong>s tienen una consi<strong>de</strong>rable realización en la época medieval, en que seconsolidan <strong>las</strong> bases <strong>de</strong>l método experimental.Los filósofos medievales entablan una discusión en torno al mo<strong>de</strong>lo fijado principalmentepor los griegos Aristóteles y Eucli<strong>de</strong>s. Pero ahora el objetivo es impulsar los métodosinductivo y <strong>de</strong>ductivo para vincularlos al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l conocimiento científico.En ese periodo se dieron los primeros pasos para axiomatizar el método, a fin <strong>de</strong> darle larigurosidad que sirviera <strong>de</strong> base para cualquier tipo <strong>de</strong> investigación. Así, el métodoadquirió el rango <strong>de</strong> científico, que se consolidó en los siglos posteriores.Koyre dice: “El rasgo distintivo <strong>de</strong>l método científico <strong>de</strong>l siglo XVIII, si se le compara conel <strong>de</strong> la Grecia antigua, era su concepción <strong>de</strong> la manera en la que una teoría <strong>de</strong>bía estarvinculada a los hechos observados que se proponía explicar, la serie <strong>de</strong> pasos lógicos quecomportaba para construir teorías y someter<strong>las</strong> a controles experimentales. La cienciamo<strong>de</strong>rna, <strong>de</strong>be con mucho su éxito al uso <strong>de</strong> estos métodos inductivos y experimentales,que constituyen lo que se llama a menudo el método experimental... El métodoexperimental no estaba a punto en todos sus <strong>de</strong>talles en el siglo XIII, ni siquiera en el XIV.Y este método tampoco se aplicaba siempre sistemáticamente. La tesis <strong>de</strong> este libro es, queuna teoría sistemática <strong>de</strong> la ciencia experimental era ya comprendida y aplicada por númerosuficiente <strong>de</strong> los filósofos para producir la revolución metodológica a la que la cienciamo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong>be su origen. Con esta revolución apareció en el mundo occi<strong>de</strong>ntal una nociónclara <strong>de</strong> la relación entre la teoría y la observación, noción en la que se fundan laconcepción y la ampliación política mo<strong>de</strong>rnas <strong>de</strong> la investigación científica y <strong>de</strong> laexplicación, un conjunto claro <strong>de</strong> métodos que permiten tratar los problemas físicos”. 155155 KOYRE, Alexan<strong>de</strong>r, Estudios <strong>de</strong> historia <strong>de</strong>l pensamiento científico, Siglo XXI, México, 1977, pp. 52 y 53.


A esta consolidación <strong>de</strong>l método científico contribuyeron, aunque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ópticas diferentes,René Descartes y Francis Bacón, quienes apoyan la <strong>de</strong>ducción y la inducciónrespectivamente. Para Descartes, el método fue una <strong>de</strong>rivación <strong>de</strong> la actividad intelectivasobre el que se pue<strong>de</strong> reflexionar para encontrar la forma a<strong>de</strong>cuada a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> con elentorno. El método no sería la esencia para la producción <strong>de</strong> nuevos conocimientos, pero síla base para regular nuestra acción en la búsqueda <strong>de</strong> los mismos. Sobre el particularDescartes afirma: “…como hombre que tiene que andar solo y en la oscuridad, resolví ir tan<strong>de</strong>spacio y emplear tanta circunspección en todo, que, a trueque <strong>de</strong> a<strong>de</strong>lantar poco, meguardaría al menos muy bien <strong>de</strong> tropezar y caer. E incluso no quise empezar a <strong>de</strong>shacermepor completo <strong>de</strong> ninguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> opiniones que pudieran antaño <strong>de</strong>slizarse en mi creencia,sin haber sido introducidas por la razón, hasta <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> pasar buen tiempo <strong>de</strong>dicado alproyecto <strong>de</strong> la obra que iba a empren<strong>de</strong>r, buscando el verda<strong>de</strong>ro método para llegar alconocimiento <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> cosas <strong>de</strong> que mi espíritu fuera capaz”. 156Descartes consi<strong>de</strong>ra que los cuatro preceptos, <strong>las</strong> cuatro reg<strong>las</strong> que él propone, sonsuficientes para que la razón se guíe por un camino a<strong>de</strong>cuado. Estas son <strong>las</strong> siguientes:“Primero, no admitir como verda<strong>de</strong>ra cosa alguna, como no supiese con evi<strong>de</strong>ncia que loes; es <strong>de</strong>cir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención y no compren<strong>de</strong>r en misjuicios nada más que lo que se presentase tan clara y distintamente a mi espíritu, que nohubiese ninguna ocasión <strong>de</strong> ponerlo en duda.El segundo, dividir cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>s que examinare, en cuantas partes fuereposible y en cuantas requiriese su mejor solución.El tercero, conducir or<strong>de</strong>nadamente mis pensamientos, empezando por los más simples ymás fáciles <strong>de</strong> conocer para ir accediendo poco a poco, gradualmente, hasta elconocimiento <strong>de</strong> los más compuestos, e incluso suponiendo un or<strong>de</strong>n entre los que seprece<strong>de</strong>n naturalmente.Y el último, hacer en todo unos recuerdos tan integrales y unas revisiones tan generales,que llegase a estar seguro <strong>de</strong> no omitir nada... esas largas series <strong>de</strong> trabadas razones muysimples y fáciles, que los geómetras acostumbran impulsar para llegar a sus más difíciles<strong>de</strong>mostraciones, habíanme dado ocasión <strong>de</strong> imaginar que todas <strong>las</strong> cosas, <strong>de</strong> que el hombrepue<strong>de</strong> adquirir conocimiento, se siguen unas a otras <strong>de</strong> igual manera, y que, con sóloabstenerse <strong>de</strong> admitir como verda<strong>de</strong>ra una que no lo sea y guardar siempre el or<strong>de</strong>nnecesario para <strong>de</strong>ducir<strong>las</strong> unas a otras, no pue<strong>de</strong> haber ninguna, por lejos que se hallesituada o por oculta que esté, que no se llegue a alcanzar y <strong>de</strong>scubrir.. . Pero lo que máscontento me daba en este método era que, con él, tenía la seguridad <strong>de</strong> emplear mi razón entodo, si no perfectamente por lo menos lo mejor que fuera en mi po<strong>de</strong>r sin contar con que,aplicándolo, sentía que mi espíritu se iba acostumbrando poco a poco a concebir los objetos156 DESCARTES, René, El discurso <strong>de</strong>l método, Editora Nacional, México, 1976, p. 45.


con mayor claridad y distinción y que, no habiéndolo sujetado a ninguna materia particular,prometía me aplicarlo con igual fruto a <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras ciencias”. 157Descartes no perseguía hacer con esta obra un tratado sobre el método, sino tan sólo hacerun discurso en el cual se comprendiera cual fue la manera en la que procedió para lograr elconocimiento; el mismo autor lo señaló cuando dijo: “Mi propósito, pues, no es el <strong>de</strong>enseñar aquí el método que cada cual ha <strong>de</strong> seguir para dirigir bien su razón, sino sóloexponer el modo como yo he procurado conducir la mía”. 158Por lo expuesto hasta aquí, se pue<strong>de</strong> apreciar que la proposición cartesiana sobre el métodoes solamente la utilización <strong>de</strong> una técnica <strong>de</strong>ductiva que toma la totalidad <strong>de</strong>l fenómeno quese le presenta para <strong>de</strong> ahí pasar al conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> particularida<strong>de</strong>s.Por su parte, Francis Bacón, como se recordará, sugiere un procedimiento inverso, que es lainducción, en la que propone partir <strong>de</strong> la observación <strong>de</strong> casos particulares, para <strong>de</strong> ahíestablecer leyes generales. Bacón en su Órganon expone su método al que <strong>de</strong>nomina“Anticipaciones naturae”, consistente en partir <strong>de</strong> supuestos, <strong>de</strong>finiciones y conceptoshipotéticos para <strong>de</strong> ahí seguir una línea <strong>de</strong> razonamiento basada en esos supuestos, sin quehaya necesidad <strong>de</strong> confrontarnos con lo que suce<strong>de</strong> en la realidad.La inducción la expone Bacón en el proceso concreto <strong>de</strong> la investigación, dándole sentido apartir <strong>de</strong> la observación <strong>de</strong> la naturaleza y se realizan experimentos que sean verificablespor la experiencia haciendo posible la <strong>de</strong>rivación <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>terminaciones generales. Asíentendida, la inducción es una conceptualización que va, <strong>de</strong> los casos particulares, a laformulación <strong>de</strong> una ley general que comprenda todos los fenómenos <strong>de</strong> la misma especie.El problema <strong>de</strong> la inducción resi<strong>de</strong> en pasar <strong>de</strong> lo particular a lo general, ya que cadafenómeno, aunque sea <strong>de</strong> la misma especie, tiene sus características especiales, y siendoimposible que los observemos todos, habrá siempre diferencia entre los fenómenosobservados y la ley general establecida, toda vez que se pasa <strong>de</strong> una observación limitada auna generalización ilimitada.Bacón era consciente <strong>de</strong>l problema y propuso para solucionarlo dos caminos: la “precisiónen <strong>las</strong> observaciones” y “el establecimiento <strong>de</strong> una ley general para la naturaleza”Sobre el primer camino hace algunas recomendaciones para que se reduzca al mínimo elmargen <strong>de</strong> error; éstas son: la variación <strong>de</strong> la experiencia, la repetición <strong>de</strong> la misma, laeliminación <strong>de</strong> algún elemento <strong>de</strong>l fenómeno observado para ver sus variaciones, laobservación atenta y el registro <strong>de</strong> los datos en tres listas; la primera <strong>de</strong>berá contener losdatos sobre la presencia <strong>de</strong>l fenómeno, la segunda tendrá lo relativo a la ausencia y latercera se elaborará sobre los grados <strong>de</strong> presencia y/o ausencia <strong>de</strong>l fenómeno. En el157 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 47-50.158 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 33


segundo camino, <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong>l primero, buscaremos <strong>las</strong> regularida<strong>de</strong>s que se <strong>de</strong>sprendan <strong>de</strong>la observación <strong>de</strong>l fenómeno para exponer una ley general sobre dicho fenómeno en la quese puedan contemplar todos los hechos <strong>de</strong> su misma c<strong>las</strong>e.Las dos primeras propuestas sobre el método nos sugieren razonar en el caso <strong>de</strong> Descartes<strong>de</strong>ductivamente y en el <strong>de</strong> Bacón inductivamente. Con la primera fórmula se parte <strong>de</strong> i<strong>de</strong>asgenerales y se pue<strong>de</strong> pasar sin ningún problema a casos particulares, ya que si se aceptanlos axiomas que compren<strong>de</strong>n a <strong>las</strong> particularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la generalidad ésas resultaránclaras y precisas, y la otra convincente. La inducción, por el contrario, podrá exponer losresultados <strong>de</strong> una observación cuidadosamente realizada y hacer enumeraciones precisas<strong>de</strong>l fenómeno estudiado, pero nunca dará la certeza plena <strong>de</strong> que una vez establecida la leygeneral, ésta se pueda aplicar completamente a todos los fenómenos <strong>de</strong> la misma especie.Como dice Ramón Xirau sobre estas alternativas: la <strong>de</strong>ducción implica certidumbre yexactitud, la inducción, probabilidad”. 159En síntesis, el método <strong>de</strong>ductivo <strong>de</strong>riva en aspectos particulares <strong>de</strong> leyes, axiomas, teorías ynormas que van <strong>de</strong> lo general a lo particular.Pero el método inductivo, que opera en sentido inverso, contiene a<strong>de</strong>más, según John StuartMill, <strong>las</strong> siguientes variantes: concordancias, diferencias, residuos, y variacionesconcomitantes.• el método <strong>de</strong> <strong>las</strong> concordancias <strong>de</strong>staca la relación <strong>de</strong> varios hechos observados ycompara los fenómenos que aunque se presenten en circunstancias distintas se <strong>de</strong>termine siconcuerdan en lo concerniente a <strong>las</strong> causas que provocan efectos que parecen comunes;• el método <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferencias, contrario al anterior, parte <strong>de</strong> la premisa <strong>de</strong> que si seelimina la causa por en<strong>de</strong> se elimina el efecto, así la diferencia <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la presencia o ausencia <strong>de</strong> los hechos, lo que permitirá aislarlos y saber sia una causal correspon<strong>de</strong> un efecto o no;• el método <strong>de</strong> los residuos consiste en la separación <strong>de</strong> los elementos conocidos <strong>de</strong>un compuesto, y hacer el análisis <strong>de</strong> un residuo exce<strong>de</strong>nte para <strong>de</strong>terminar si es un elementonovedoso o no, y• Finalmente el método <strong>de</strong> <strong>las</strong> variaciones concomitantes registra L diferencias que sehallan en la evolución <strong>de</strong> un fenómeno para establecer si al variar la causa, varía el efecto, yverifica si éste concuerda con <strong>las</strong> diferencias en la evolución <strong>de</strong> otros fenómenos. Así <strong>de</strong>manera concomitante se observa si la variación <strong>de</strong> una causa produce también lamodificación <strong>de</strong> un efecto en un caso y en otros que sean similares.159 Xirau, Ramón. Op. Cit. P. 221


Estos métodos son comúnmente i<strong>de</strong>ntificados para el estudio <strong>de</strong> los fenómenos <strong>de</strong> lanaturaleza, pero el cuarto <strong>de</strong> ellos, el <strong>de</strong> <strong>las</strong> variaciones concomitantes, lo toma Durkheimcomo base para fundamentar sus reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l método sociológico.Las particularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> esos métodos permiten conocer cualquier fenómeno <strong>de</strong> lanaturaleza y con esas bases, se establecieron los principios <strong>de</strong>l método científicoexperimental, o como también se le conoce, el método científico. Pero éste se expresabaindistintamente como método o metodología.A través <strong>de</strong> varios siglos, los enunciados <strong>de</strong> metodología y método se habían utilizadoindistintamente en el proceso <strong>de</strong> investigación, pero luego <strong>de</strong> su configuración, el métodocientífico experimental empieza a adquirir una importancia especial y a estudiarse en símismo con la finalidad <strong>de</strong> crear los preceptos fundamentales <strong>de</strong>l método científico.Así método y metodología se separan y el primero se subsume en la segunda. El métodosigue conservando su carácter <strong>de</strong> procedimiento y la metodología (término compuesto <strong>de</strong>los vocablos griegos methodos, procedimiento y logos, tratado) se transforma en unadisciplina que estudia, analiza, promueve y <strong>de</strong>pura el método, mismo que se vamultiplicando y particularizando <strong>de</strong> conformidad con <strong>las</strong> ramas <strong>de</strong> <strong>las</strong> disciplinas científicasexistentes.No obstante, la proliferación <strong>de</strong> métodos, el método científico (como norma general, nocomo método único) se establece bajo ciertos elementos. Sobre ello, Eli <strong>de</strong> Gortari afirma:“El método científico es una abstracción <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s que los investigadores realizan,concentrando la atención exclusivamente en los procesos <strong>de</strong> adquisición <strong>de</strong>l conocimiento,<strong>de</strong>sentendiéndose <strong>de</strong>l contenido particular <strong>de</strong> los resultados obtenidos, salvo por el hecho<strong>de</strong> que sean válidos.La formulación <strong>de</strong>l método científico se consigue mediante:a) el análisis penetrante <strong>de</strong> la actividad científica, <strong>de</strong>terminando con precisión suselementos;b) el estudio sistemático <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> que vinculan a dichos elementos, tanto <strong>las</strong>comprobadas como <strong>las</strong> posibles;c) la estructuración or<strong>de</strong>nada y armoniosa <strong>de</strong> esos elementos y sus <strong>relaciones</strong>, parareconstruir <strong>las</strong> operaciones metódicas en un nivel más amplio y elevado, yd) la generalización <strong>de</strong> los procedimientos metódicos sugeridos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unadisciplina, poniendo al <strong>de</strong>scubierto <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su aplicación en otros dominios.Manteniendo su unidad general, el método científico se particulariza en tantas ramas comodisciplinas científicas existen y, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, todavía se especializa hasta llegar a


singularizarse. Al propio tiempo, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l método quedan incluidos todos losprocedimientos que se aplican en la obtención y la constitución <strong>de</strong>l conocimiento <strong>las</strong>secue<strong>las</strong> generales y sus caracterizaciones especificas; <strong>las</strong> operaciones indagadoras; <strong>las</strong>diversas maneras <strong>de</strong> conjeturar, anticipar, inventar e imaginar <strong>las</strong> hilaciones <strong>de</strong>mostrativas;<strong>las</strong> técnicas <strong>de</strong> experimentación, y <strong>las</strong> forma <strong>de</strong> exposición” 160El método científico establece los lineamientos generales para que <strong>de</strong> él se <strong>de</strong>sprendan losmétodos <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> disciplinas en particular, y con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> estos métodos,se enriquezca y actualice el método científico. Esto se <strong>de</strong>be a que el método particular <strong>de</strong><strong>las</strong> disciplinas se <strong>de</strong>sarrolla paralelamente al proceso <strong>de</strong> investigación, y <strong>las</strong> experienciasadquiridas en cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> investigaciones permiten complementar otras experienciaspara enriquecer dicho método. El mismo De Gortari señala que: “….el método es elaboradooriginariamente al irse realizando la actividad científica. Una vez que se tiene <strong>de</strong>finido elpropósito <strong>de</strong> una investigación, se diseña un plan para alcanzarlo, que viene a ser el caminoque llevará hasta esa meta. Naturalmente nadie empren<strong>de</strong> una investigación sin tenerexperiencias previas, ya sean adquiridas por cuenta propia o por cuenta ajena; y, por tanto,en el diseño <strong>de</strong>l plan figuran algunos métodos ya probados, aunque muchas veces seanecesario introducir en ellos algunas modificaciones. Des<strong>de</strong> luego, al llevar el plan a suejecución, se advierte que nunca se trata <strong>de</strong> un camino recto, que la ruta trazada tampoco esinmutable y que nunca se encuentra proyectado en todos sus <strong>de</strong>talles el camino para unainvestigación en particular. En cierto modo, el método es un camino que se va haciendo ocompletando al menos, cuando se recorre específicamente al realizar cada investigación. Entodo caso, al concluirse una investigación, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> recogerse el fruto <strong>de</strong> conquistar unnuevo conocimiento se obtiene una verificación concreta <strong>de</strong> la eficacia <strong>de</strong>l métodoempleado. Y en cuanto un método, o una nueva variante <strong>de</strong>l método, muestra su eficacia enuna actividad científica consumada, se convierte en materia <strong>de</strong> reflexión filosófica”. 161Cuando un método <strong>de</strong>muestra ser eficaz, o requiere que se le hagan algunasconsi<strong>de</strong>raciones especiales para apoyar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una disciplina en particular, se gestauna discusión sobre él; a estas consi<strong>de</strong>raciones, a este tratamiento sobre el método suelellamársele discusión metodológica.Mario Bunge dice que: “La metodología <strong>de</strong> la disciplina X es, pues, el estudio <strong>de</strong> losmétodos <strong>de</strong> X.Pero la metodología <strong>de</strong> X no es una disciplina separada <strong>de</strong> X, sino que es parte <strong>de</strong> X”. 162160 DE GORTARI, Eli, La metodología: una discusión y otros ensayos sobre el método, Grijalbo, México,1980, pp. 41 y 42.161 Ibi<strong>de</strong>m pp. 43 y 44.162 Bunge, Mario, ‘Evaluación <strong>de</strong> la maestría en metodología”, en DE GORTARI, Ibi<strong>de</strong>m, p.50


El método se transforma así en el objeto <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> la metodología, la cual, comoreflexión filosófica, fundamenta, apoya, modifica o transforma al método <strong>de</strong> una<strong>de</strong>terminada especialidad para que ésta pueda lograr su <strong>de</strong>sarrollo.Sobre el tema, De Gortari afirma: “En el dominio <strong>de</strong> la metodología la actividad filosóficaconsiste en elaborar <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> los diversos métodos empleados en la investigacióncientífica, comprendiendo su fundamentación, sus leyes generales, sus teoremasespecíficos, sus empiremas característicos, sus operaciones y sus reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> cálculo. . . Loque es tal vez más interesante <strong>de</strong> la metodología es que se trata <strong>de</strong> un terreno en el cualincursionan por igual tanto el científico como el filósofo. Con la peculiaridad <strong>de</strong> que <strong>las</strong>reflexiones metodológicas <strong>de</strong>l científico tien<strong>de</strong>n señaladamente a convertirse en filosóficas,mientras que <strong>las</strong> reflexiones metodológicas <strong>de</strong>l filósofo muestran una clara propensiónhacia el rigor científico. En este sentido, el investigador científico ensancha <strong>las</strong> fronteras <strong>de</strong>su reflexión y abandona hasta cierto punto su carácter analítico. En cambio, el investigadorfilosófico restringe sus reflexiones y atenúa el carácter sintético <strong>de</strong> éstas. Los límites entreambos tipos <strong>de</strong> reflexión se difuminan un tanto. La reflexión científica amplía su dominio yse hace más libre, mientras que la reflexión filosófica gana en rigor y eficacia. En fin, loque suce<strong>de</strong> es que, en el campo <strong>de</strong> la metodología, la reflexión tiene que cumplir <strong>las</strong>exigencias <strong>de</strong> precisión y estrictez <strong>de</strong> la ciencia y, simultáneamente, tener la generalidad yla sutileza <strong>de</strong> la filosofía”. 163La metodología penetra así en el campo <strong>de</strong> la filosofía, por ser la forma <strong>de</strong> reflexión sobreel método, o los métodos <strong>de</strong> conocimiento, <strong>de</strong> esta manera la metodología no sólo se abocaa la exposición <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> procedimientos, o métodos, que se utilizan en lainvestigación tanto empírica como teórica, sino que en su reflexión corrige, a<strong>de</strong>cua yenriquece los métodos <strong>de</strong> investigación. Asimismo, la metodología se postula como una“teoría sobre el método <strong>de</strong> intelección científica <strong>de</strong>l mundo”. 164Si aceptamos ese postulado, <strong>de</strong>bemos consi<strong>de</strong>rar que <strong>de</strong> acuerdo con lo expuesto enreferencia a la ciencia, la intelección científica, o entendimiento científico <strong>de</strong> la realidad noes único, sino que respon<strong>de</strong> a prácticas <strong>de</strong> grupos sociales específicos, a prácticas <strong>de</strong> c<strong>las</strong>essociales <strong>de</strong>finidas. Ante esto, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>terminar que en los grupos y <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es socialesutilizan su método como un enfoque particular para el estudio e interpretación <strong>de</strong>l mundo(para su propia cosmovisión) y la forma <strong>de</strong> conocer <strong>las</strong> características. Y si esta actitud esproce<strong>de</strong>nte, en la actualidad, cada grupo o c<strong>las</strong>e social, por reivindicar su postura,sustentará una metodología particular.163 De GORTARI, op. cit., pp. 45 y 46.164 Ru<strong>de</strong>nko, Gueorgui, La metodología leninista en la investigación <strong>de</strong>l imperialismo, Editorial <strong>de</strong> CienciasSociales, La Habana, 1965, p. 12.


Por tanto, la metodología es la lógica y, por en<strong>de</strong>, una teoría sobre el método, y comoteoría, tienen su propia forma <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la realidad. Lo cual conlleva una posicióni<strong>de</strong>ológica, ya que el entendimiento se busca para preservar o para transformar la realidad,pero esto nos indica que la existencia <strong>de</strong> la metodología no es un absoluto gnoseológico,sino que existen perspectivas metodológicas que respon<strong>de</strong>n a <strong>las</strong> concepciones <strong>de</strong> ciencia,teoría y método <strong>de</strong> cada grupo y c<strong>las</strong>e social.Cada perspectiva metodológica formula una serie <strong>de</strong> propuestas básicas como la formaa<strong>de</strong>cuada, la manera científica <strong>de</strong> intelegir el mundo, <strong>las</strong> cuales preten<strong>de</strong>n tener vali<strong>de</strong>zuniversal para investigar cualquier fenómeno <strong>de</strong> la sociedad, <strong>de</strong>l pensamiento o <strong>de</strong> lanaturaleza. Un problema, <strong>de</strong>l tipo que sea, y por diverso que se presenta pue<strong>de</strong> quedacomprendido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la metodología.“El método se refiere al enfoque <strong>de</strong>l estudio e interpretación <strong>de</strong>l mundo, el modo <strong>de</strong>conocer sus regularida<strong>de</strong>s.” 165 Si se habla <strong>de</strong> enfoque, entonces <strong>de</strong>beríamos enten<strong>de</strong>r que noexiste un método único, uniforme, es <strong>de</strong>cir, un método científico. La respuesta a estaobservación es afirmativa ya que los distintos objetos <strong>de</strong> estudio no tienen unacaracterística única sino que varían <strong>de</strong> conformidad con sus peculiarida<strong>de</strong>s.“Cada ciencia concreta elabora su método <strong>de</strong> conocimiento que incluye el métodofilosófico como fundamento <strong>de</strong> toda investigación, más los principios peculiares <strong>de</strong>lenfoque <strong>de</strong>l conocimiento, los cuales suponen la concreción <strong>de</strong>l método filosófico aplicadoa los fenómenos específicos que se estudian en la realidad objetiva, ya sean físicos,biológicos, sociales, etc. En ese sentido nosotros hablamos <strong>de</strong>l método <strong>de</strong> cada ciencia”. 166Por tanto po<strong>de</strong>mos insistir en que el método es objetivo y por ello <strong>de</strong>be correspon<strong>de</strong>r enforma apropiada al objeto que se estudia. Pero partiendo <strong>de</strong> esa aseveración se podríapensar que existen tantos métodos como investigaciones se hagan y esto nos llevaría apreguntamos si aquel<strong>las</strong> concepciones genéricas como la dialéctica, el funcionalismo, elestructuralismo, la teoría general <strong>de</strong> los sistemas, que tradicionalmente han sidoconsi<strong>de</strong>rados como métodos lo son o no. La respuesta la po<strong>de</strong>mos encontrar en la evolución<strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong> los conceptos, pues como habíamos dicho anteriormente el entendimiento<strong>de</strong>l método y la metodología se habían consi<strong>de</strong>rado como sinónimos, por lo cual seentendían <strong>de</strong> una forma indistinta, así lo señala Ru<strong>de</strong>nko en el texto citado, ya que dice queal buscar el significado <strong>de</strong> metodología se remitía al lector al concepto <strong>de</strong> método, y aña<strong>de</strong>que: “El proceso <strong>de</strong> diferenciación <strong>de</strong> esos conceptos y la disociación <strong>de</strong>l conceptometodología tuvo lugar durante el curso <strong>de</strong> los últimos <strong>de</strong>cenios... La metodología se165 Ibi<strong>de</strong>m, p. 18.166 Ibi<strong>de</strong>m, p. 19.


examina en dos sentidos, primero, como teoría sobre el método <strong>de</strong> intelección científica <strong>de</strong>lmundo, o como teoría sobre el método, modo <strong>de</strong> investigación”. 167Establecida la diferencia entre método y metodología cabe añadir que para sustentar elsignificado <strong>de</strong> la metodología en su más amplia acepción, no <strong>de</strong>bemos enten<strong>de</strong>r<strong>las</strong>implemente como teorización <strong>de</strong>l método en sí mismo y en su aplicación, sino que <strong>de</strong>beresaltarse el contenido i<strong>de</strong>ológico <strong>de</strong> la metodología, es <strong>de</strong>cir, su esencia <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e.Hechos estos enunciados veamos la similitud y diferencia <strong>de</strong> los conceptos <strong>de</strong> nuestrointerés.Para clarificarlo, veamos tanto a la metodología como a la teoría en <strong>las</strong> perspectivasepistemológicas. La epistemología ha sido entendida como la ciencia <strong>de</strong> la ciencia, es <strong>de</strong>cir,el interés <strong>de</strong>l individuo <strong>de</strong> conocer cómo individuos conocen su objeto <strong>de</strong> estudio. Piagetresume esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la siguiente manera: “...el problema central <strong>de</strong> la epistemología estribaen establecer si el conocimiento se reduce a un puro registro por parte <strong>de</strong>l sujeto <strong>de</strong> datos yacompletamente organizados in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> él en un mundo exterior (físico o i<strong>de</strong>al),o si el sujeto interviene <strong>de</strong> manera activa en el conocimiento y en la organización <strong>de</strong> losobjetos.” 168Esta participación <strong>de</strong>l sujeto en el proceso <strong>de</strong> conocimiento es lo que ha llevado a tener <strong>las</strong>distintas perspectivas epistemológicas ya que en unas ocasiones se le consi<strong>de</strong>ra como unente pasivo y en otras como un interactuante; <strong>de</strong> esas posiciones se <strong>de</strong>rivan los aspectosmetodológicos antes <strong>de</strong>scritos y a<strong>de</strong>más los supuestos teóricos que intentan dar a bases <strong>de</strong>la interpretación <strong>de</strong> la fenomenología cognitiva.Para complementar nuestro cuadro conceptual <strong>de</strong>scribiremos <strong>las</strong> generalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> lo que seentien<strong>de</strong> por teoría para <strong>de</strong> esta manera po<strong>de</strong>r trasladarlos a nuestro objeto <strong>de</strong> estudio.Se dice, y estamos <strong>de</strong> acuerdo con ello, que la teoría es un reflejo y una reproducciónmental, i<strong>de</strong>al, <strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra realidad cuyos rasgos característicos son los siguientes:. tener un sistema <strong>de</strong> conceptos, categorías y leyes;. ser un reflejo objetivo <strong>de</strong> la realidad;. estar estrechamente ligada a la práctica;. estar condicionada social e históricamente;. po<strong>de</strong>r servir <strong>de</strong> guía para transformar la naturaleza y la vida social, y167 Ibi<strong>de</strong>m, p. 12.168 Piaget, Jean, Naturaleza y métodos <strong>de</strong> la epistemología, Proteo, Buenos Aires, 1970, p. 18.


. en el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías sociales estar i<strong>de</strong>ntificadas con un carácter <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e.Resumiendo, po<strong>de</strong>mos ejemplificar nuestra <strong>de</strong>scripción conceptual <strong>de</strong> la siguiente manera:existe un objeto cognoscible y un sujeto cognoscente; en esta relación el sujeto <strong>de</strong>termina laforma en que pue<strong>de</strong> llegar a conocer el objeto (físico e social), estableciendo así su método<strong>de</strong> cómo relacionarse con su objeto <strong>de</strong> estudio para construir sus categorías y conceptos quelo lleven al entendimiento y la interpretación que haga el sujeto <strong>de</strong>l objeto con lo que podráconstruir su teoría. La metodología será la concepción que se tenga para aprehen<strong>de</strong>r en elproceso <strong>de</strong> interacción sujeto-objeto.Bajo esa premisa po<strong>de</strong>mos esbozar nuestro entendimiento <strong>de</strong> la metodología en el estudio<strong>de</strong> lo social. Con base en nuestro <strong>de</strong>sglose conceptual po<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificar que lametodología como la teoría, no son únicas y absolutas, sino que parten <strong>de</strong> principiosgnoseológicos y ontológicos disímiles, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> origen. Por elloreafirmamos que no pue<strong>de</strong> haber una metodología propia para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, ya que ésta se genera en los principios globales <strong>de</strong> <strong>las</strong> perspectivasmetodológicas que se han propuesto para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales.No obstante que existen y se ha cultivado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace mucho tiempo esas perspectivasmetodológicas, ha nacido un interés, en algunos estudiosos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, para darle a su objeto <strong>de</strong> estudio una connotación diferenciada <strong>de</strong> <strong>las</strong> otrasáreas <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> lo social. A partir <strong>de</strong> ese interés se preten<strong>de</strong> formar unaconcepción teórico-metodológica propia para esta disciplina.2.3 OBJETO DE ESTUDIOEn apartados anteriores se estableció <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> surge la conceptualización <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> y cómo se preten<strong>de</strong> la circunscripción <strong>de</strong> su objeto a partir <strong>de</strong> lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la realidad, pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ese recorrido sobre los problemas <strong>de</strong> laconceptualización po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> manera sintética y reiterada, que la conceptualización,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los cuatro ámbitos <strong>de</strong>scritos, tiene una doble vertiente frente a la realidad, en una<strong>de</strong> el<strong>las</strong> está lo que hemos <strong>de</strong>scrito hasta ahora <strong>de</strong> que no toda realidad pue<strong>de</strong> serconceptualizada, y por en<strong>de</strong> teorizada para ser parte <strong>de</strong> la disciplina académica; perotambién, por otro lado, no todo lo que se percibe se conceptualiza, puesto que hay actos <strong>de</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> que alguien pue<strong>de</strong> percibir sensorialmente y únicamente <strong>de</strong>jarlocomo i<strong>de</strong>a en su mente sin categorizarlo para formar conceptos que lo <strong>de</strong>scriban y, poren<strong>de</strong>, ahí no es factible tener la información para la construcción <strong>de</strong> teorías.Por ello en el afán <strong>de</strong> clarificar <strong>las</strong> características <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> estudio, <strong>de</strong>bemos tener encuenta que éste se constituye sólo por la realidad que pue<strong>de</strong> ser conceptualizada. Uno <strong>de</strong> losautores ya referidos, Fre<strong>de</strong>rick Dunn, con el interés clarificar el contenido <strong>de</strong>l objeto señalaque: “Las <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> tienen como objeto primordial conocimientos relativosal control y perfeccionamiento <strong>de</strong> una serie concreta <strong>de</strong> condiciones sociales. Su objetivo


no es el saber por el saber, sino el saber necesario para orientar los hechos en la direcciónque se <strong>de</strong>sea. En este sentido es una ciencia práctica y aplicada. En cuanto tal no sediferencia <strong>de</strong> la política, la economía, la jurispru<strong>de</strong>ncia tradicionales, y <strong>de</strong> otras disciplinassociales semejantes, que tienen su origen, todas, en el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> perfeccionar un<strong>de</strong>terminado sector <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> sociales”. 169En el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> ha existido una diversidad <strong>de</strong> criterios yopiniones sobre la proce<strong>de</strong>ncia o incompatibilidad para la utilización <strong>de</strong>l concepto, pues enalgunas ocasiones se afirma que el concepto no respon<strong>de</strong> al objeto que se intentai<strong>de</strong>ntificar.Hay autores que sustentan que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> por su contenido semántico<strong>de</strong>ben ser llamadas, más precisamente, <strong>relaciones</strong> interestatales. 170 Uno <strong>de</strong> los principales esNicholás Spykman, quien afirma que estudiar<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no es más queestudiar ciencia política, pues: “La unidad última en el comportamiento político, así en laesfera nacional como en la internacional, es el individuo. Pero en la esfera internacional lalucha por el po<strong>de</strong>r y la participación en la organización internacional se realizan a través <strong>de</strong>un tipo particular <strong>de</strong> organización corporativa, llamada Estado, y por ello el Estado seconvierte en unidad inmediata <strong>de</strong> comportamiento político”. 171Éste es uno <strong>de</strong> los argumentos más fuertes para sustentar que el enunciado <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> no es consecuente con el contenido, por ello se <strong>de</strong>ben llamar <strong>relaciones</strong>interestatales.Truyol y Serra expone, por otra parte, una concepción que sobre la disciplina da QuincyWright cuando afirma que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son “<strong>relaciones</strong> entre grupos conpo<strong>de</strong>r.. . entre grupos <strong>de</strong> importancia mayor en la vida <strong>de</strong>l mundo en cualquier... periodo <strong>de</strong>la historia, y especialmente <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre estados nacionales territorialmenteorganizados hoy <strong>de</strong> tanta importancia”. 172De esta <strong>de</strong>finición se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se concebirán comointeracción entre grupos <strong>de</strong> importancia “mayor en la vida <strong>de</strong>l mundo”, si éstos son lostomadores <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones en <strong>las</strong> altas esferas gubernamentales, y teniendo en cuenta que se169 Dunn Fre<strong>de</strong>rick S., “El ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, en HOFFMAN, Staniey, Teoríascontemporáneas, op. cit. p. 36.170 Cfr. Spykman, Nicho<strong>las</strong>, Methods of aproach to the study of international relations”, en MORGENTHAUy TROMPSON, Principles and problems of international politics. The Free Press, Nueva York,s. d,171 Ibi<strong>de</strong>m, p. 25.172 Truyol y Serra, Antonio, La teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como sociología, Editorial EstudiosPolíticos, Madrid, 1973, pp. 26 y 27.


les consi<strong>de</strong>ra como representantes <strong>de</strong>l Estado, volveríamos a la observación anterior <strong>de</strong> que<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> serían interestatales.Otra observación con la misma ten<strong>de</strong>ncia es la que hace Raymond Aron, quien afirma: “Enla fórmula <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, la nación equivale a un tipo cualquiera <strong>de</strong>colectividad política, territorialmente organizada, digamos provisionalmente, que <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son <strong>relaciones</strong> entre unida<strong>de</strong>s políticas, concepto, este último,que <strong>de</strong>signa a <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s griegas, al imperio romano o al egipcio, al igual que a <strong>las</strong>monarquías, a <strong>las</strong> repúblicas burguesas o a <strong>las</strong> <strong>de</strong>mocracias populares”. 173Lo curioso <strong>de</strong> esta observación es que el término “nación” aparece como a histórico ygeneralizable a cualquier colectividad política y a<strong>de</strong>más aparece como complemento <strong>de</strong> lai<strong>de</strong>a que <strong>de</strong>scribimos a continuación: “Las <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son, por <strong>de</strong>finición,según parece, <strong>relaciones</strong> entre naciones. Pero, en este caso, el término nación no estátomado en el sentido histórico que ha adquirido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la revolución francesa y no <strong>de</strong>signauna especie particular <strong>de</strong> comunidad política, en la que los individuos tengan, en grannúmero, una conciencia <strong>de</strong> ciudadanía y en la que el Estado parezca la expresión <strong>de</strong> unanacionalidad preexistente”. 174La afirmación <strong>de</strong> que en <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, nación no está tomado en su sentidohistórico, es una afirmación <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> una apreciación <strong>de</strong>l contexto general <strong>de</strong> expresión<strong>de</strong>l concepto, pero en esencia no respon<strong>de</strong> al contenido e intención inicial <strong>de</strong>l mismo, peroantes <strong>de</strong> dar nuestro punto <strong>de</strong> vista, veamos otros dos ejemplos que nos <strong>de</strong>scriben <strong>de</strong>manera similar el fenómeno.Los juristas sustentan que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son <strong>relaciones</strong> entre sujetos <strong>de</strong><strong>de</strong>recho internacional y que <strong>de</strong> éstos, los Estados (entendiendo el concepto en su sentidomás general <strong>de</strong> territorio, población y gobierno), son los entes principales <strong>de</strong> estefenómeno, y el modo <strong>de</strong> sus interacciones lo enmarcan en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que: “...la regla es la <strong>de</strong>que los Estados tienen la plenitud <strong>de</strong> la titularidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres jurídicos<strong>internacionales</strong>. Tienen igualmente, y por regla general (salvo situaciones atípicas), lailimitada capacidad <strong>de</strong> obrar”. 175Por su parte, Marcel Merle indica: “el término <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> parece referirsesólo a unos hechos o a unos conjuntos <strong>de</strong> hechos muy vagamente <strong>de</strong>finidos.Al basarse todo fenómeno social en un juego <strong>de</strong> intercambios o <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong>, el únicoelemento <strong>de</strong> especificidad que pue<strong>de</strong> caracterizar a estas <strong>relaciones</strong>, entre todos los <strong>de</strong>más,173 ARON, Raymond, op. cit., p. 23.174 Ibi<strong>de</strong>m, p. 23.175 Hans J. Leu, “Sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional y actores <strong>de</strong> la estructura internacional’, en Politeia,núm. 5, 1976, Caracas, p. 277.


esi<strong>de</strong> en su carácter internacional. Pero este calificativo, que parece fue inventado porBentham a finales <strong>de</strong>l siglo XVIII, es engañoso. Literalmente, internacional, significa entre<strong>las</strong> naciones. Sin embargo, el término nación es utilizado, incluso en el lenguaje oficial(Sociedad <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones, Organización <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas) o en la terminologíajurídica (<strong>de</strong>recho internacional, privado o público) en un sentido ambiguo en el queequivale más frecuentemente a Estado y a veces incluso a gobierno. A falta <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r iniciarun <strong>de</strong>bate, que sería completamente prematuro, sobre conceptos tan complejos como los <strong>de</strong>nación, Estado o gobierno, la única indicación que se pue<strong>de</strong> extraer <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l términointernacional es que <strong>de</strong>signa unas <strong>relaciones</strong> que se situarían entre unida<strong>de</strong>s o grupossociales constituidos en naciones, más bien que en el interior <strong>de</strong> los grupos sociales asíconstituidos. Pero el criterio continúa siendo muy vago y presenta el inconveniente <strong>de</strong> serprincipalmente negativo y residual”. 176En el caso <strong>de</strong> Merle se hacen observaciones similares a <strong>las</strong> <strong>de</strong> Aron, con la intención <strong>de</strong>resaltar la imprecisión <strong>de</strong>l término <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>; <strong>de</strong> acuerdo con la citaexpuesta, dicho autor hace una afirmación que aparece como superficial, ya que afirma queparece ser que lo internacional fue inventado por Bentham a finales <strong>de</strong>l siglo XVIII. Si esecriterio ha privado en la adopción <strong>de</strong>l concepto internacional, a ello se <strong>de</strong>be que se leconsi<strong>de</strong>re impropio, pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestra perspectiva consi<strong>de</strong>ramos que es una afirmación enla que parece percibirse una ignorancia <strong>de</strong>l contexto histórico en el que se manifiesta y<strong>de</strong>sarrolla este concepto.Plantear la existencia <strong>de</strong> un concepto sirve <strong>de</strong> base para enten<strong>de</strong>r que hay una realidad a lacual se intenta aprehen<strong>de</strong>r y por tanto conceptualizar; si esto lo vemos históricamentepo<strong>de</strong>mos encontrar que hay conceptos que respon<strong>de</strong>n a una realidad en un momentohistórico <strong>de</strong>terminado y que posteriormente pier<strong>de</strong>n su vigencia, otros que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>respon<strong>de</strong>r a <strong>las</strong> características <strong>de</strong> una realidad concreta se operacionalizan para i<strong>de</strong>ntificardistintos fenómenos en distintos momentos, en este último caso se encuentra el concepto<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Como se había mencionado en la cita tomada <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong> Merle,<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> significa literalmente <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong> naciones, observacióncon la cual estamos completamente <strong>de</strong> acuerdo, pero para i<strong>de</strong>ntificar la nación hay una serie<strong>de</strong> opiniones, tesis, teorías y fundamentos que divergen, en algunas ocasiones, radicalmenteentre sí.El concepto nación no tiene una connotación <strong>de</strong>finida pues en algunos escritos es utilizadocomo forma <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación y vinculación <strong>de</strong> grupos sociales por medio <strong>de</strong> la cultura, laraza, la tradición histórica, los objetivos comunes, etc., esta concepción podría, obviamente,ser aplicada con ciertas reservas, a cualquier grupo social en cualquier momento histórico.176 MERLE, Marcel, Sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, Colección Alianza Universidad, núm. 215,Alianza, Madrid, 1978, pp. 17 y 18.


En otras ocasiones y con una connotación presumiblemente más contemporánea, se explicala existencia <strong>de</strong> la nación por medio <strong>de</strong> factores geográficos y <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad impuesta, comoson el pacto fe<strong>de</strong>rativo, la conciencia colectiva, el <strong>de</strong>stino común, el espíritu popular,etcétera.Hay autores que <strong>de</strong> la acepción dada inicialmente sobre la nación, la transpolandirectamente a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>; como ejemplo <strong>de</strong> ello tenemos a Holsti, quienafirma que: “…el término <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pue<strong>de</strong> referirse a todas <strong>las</strong> formas <strong>de</strong>interacción entre los miembros <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s separadas, haya gobierno patrocinador o no”,y aña<strong>de</strong>: “Un sistema internacional pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>finido como alguna colectividad <strong>de</strong>entida<strong>de</strong>s políticas in<strong>de</strong>pendientes —tribus, ciuda<strong>de</strong>s Estado, naciones o imperios— <strong>las</strong>cuales interactúan con frecuencia consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong> acuerdo con un proceso regularizado.” 177Asimismo Truyol afirma: ”. . .la nación se i<strong>de</strong>ntifica fundamentalmente con el Estado en laterminología europea occi<strong>de</strong>ntal.” Es en este contexto en el que los conceptos nación y<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> adquieren un sentido histórico, y como tal se argumenta que laexpresión <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es impropia, por lo que se sugiere que se cambie lanominación, para lo que se sostiene que:”. . .<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que Kant insistió en que el <strong>de</strong>rechointernacional <strong>de</strong>bería <strong>de</strong>nominarse <strong>de</strong>recho interestatal. Así Spykman propuso la expresióninterstate relations….“ 178Si hablamos <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> interestatales, partiendo <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a que sobre ello tiene Spykman,su i<strong>de</strong>a es la siguiente: “La unidad última en el comportamiento político, así en la esferanacional como en la internacional, es el individuo. Pero en la esfera internacional la luchapor el po<strong>de</strong>r y la participación en la organización internacional se realizan a través <strong>de</strong> untipo particular <strong>de</strong> organización corporativa, llamado Estado, y por ello el Estado seconvierte en unidad inmediata <strong>de</strong> comportamiento político”. 179Si seguimos este or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as veremos, <strong>de</strong> una forma simplista que el concepto <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> no es a<strong>de</strong>cuado para explicarnos el contenido <strong>de</strong> la fenomenología a la quese hace referencia en los planteamientos. Pero si intentamos enten<strong>de</strong>rlo en el contexto <strong>de</strong> suemisión podremos percatamos <strong>de</strong> que éste tiene un contenido que respon<strong>de</strong> a un hechohistórico cuyas características están perfectamente <strong>de</strong>finidas.Como se mencionó anteriormente, la paternidad <strong>de</strong>l concepto <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> fueasignada a Bentham, por lo cual <strong>de</strong>bemos enten<strong>de</strong>r <strong>las</strong> características <strong>de</strong>l contexto políticosocialen el que se encontró inmerso, y con ello percibir <strong>las</strong> razones que lo llevaron ai<strong>de</strong>ntificar, no inventar, dicho concepto. Lo que nos sitúa en la otra acepción <strong>de</strong>scrita sobrela nación, la cual se consi<strong>de</strong>ra como una versión más contemporánea <strong>de</strong> su significado.177 Cfr. Holsti, K. J. International polítics. A framework for analysis. Prentice hall. New Jersey, USA. 1967.P.22 y 27.178 Cfr. Truyol y Serra, Antonio. La sociedad internacional, Alianza, Madrid, 1974, Pp. 18-19179 Spykman…, Op. cit., p. 25.


Como es sabido en Bentham nacido el 15 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1748 en Houndsditch y muerto enLondres el 6 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1832 fue un pensador inglés, consi<strong>de</strong>rado el padre <strong>de</strong>l utilitarismo.Con sus propuestas se formaliza y concreta la filosofía llamada utilitarista, por medio <strong>de</strong> lacual la verdad y el significado <strong>de</strong> la vida se encuentran en la utilidad y con ello se pue<strong>de</strong>lograr la felicidad más amplia para el mayor número <strong>de</strong> hombres. Proponía formalizar elanálisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuestiones políticas, sociales y económicas, sobre la base <strong>de</strong> medir la utilidad<strong>de</strong> cada acción o <strong>de</strong>cisión. Así se fundamentaría una nueva ética, basada en el goce <strong>de</strong> lavida y no en el sacrificio ni el sufrimiento. El objetivo último era lograr «la mayor felicidadpara el mayor número». A lo largo <strong>de</strong> su vida escribió diversos manuscritos don<strong>de</strong>proponía ambiciosas i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> reformas sociales. A partir <strong>de</strong> ello propuso la creación <strong>de</strong> unasociedad <strong>de</strong> seres libres, <strong>de</strong> integrantes <strong>de</strong> la nación. Si bien como perspectiva filosófica esa<strong>de</strong>cuada, es evi<strong>de</strong>nte que su filosofía se genera como un discurso justificativo <strong>de</strong> su tiempoque cubre la realidad social vigente, realidad que sintetiza los intereses económicospolíticos<strong>de</strong> los distintos grupos sociales y por en<strong>de</strong> la inequidad social. Por ello el concepto<strong>de</strong> nación como integración <strong>de</strong> seres libres, no coincidía con la realidad <strong>de</strong> su tiempo.Coincidimos en que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son práctica, pero la práctica es,generalmente, el acto inmediato e irreflexivo, lo que contrae, en una relación social,respuestas antagónicas <strong>las</strong> que si, por otro lado, están basadas en la reflexión tienen, poren<strong>de</strong>, una mayor capacidad y certeza para respon<strong>de</strong>r y cumplir objetivos. Las <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> son acciones <strong>de</strong> grupos sociales geofísica e i<strong>de</strong>ológicamente divididos, peroa<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser práctica social, si a <strong>las</strong> palabras que componen ese enunciado diferenciamoscon mayúscu<strong>las</strong> <strong>las</strong> primeras letras, se le pue<strong>de</strong> dar la connotación <strong>de</strong> una disciplinaacadémica y, por tanto, podría indicar la reflexión teórica sobre esos hechos. Así también,podrían usarse los conceptos <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, para i<strong>de</strong>ntificar la actividadcotidiana <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s y el <strong>de</strong> Relaciones Internacionales para i<strong>de</strong>ntificar a ladisciplina académica que se <strong>de</strong>dica a su estudio.2.4 PROBLEMA AXIOLÓGICOEn <strong>las</strong> ciencias sociales, a diferencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong> la naturaleza, se presenta el llamadoproblema axiológico o problema <strong>de</strong> los valores; ello se <strong>de</strong>be a que en <strong>las</strong> ciencias sociales,el investigador es parte <strong>de</strong> su objeto <strong>de</strong> estudio y comúnmente se le presenta la disyuntivaen la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> lo que la realidad es y lo que <strong>de</strong>searía que fuera, comparativamente con<strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong> la naturaleza en <strong>las</strong> que sólo se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir lo que es.Se tiene la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la sensibilidad humana es afectada en la investigación sobre asuntos<strong>de</strong> lo social, pues <strong>de</strong> lo que percibe se plantean los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>bería <strong>de</strong> ser, por laposibilidad <strong>de</strong> discernimiento <strong>de</strong> la razón humana, ello genera juicios <strong>de</strong> valor que ya nodan cuenta <strong>de</strong> la realidad y, se dice, impi<strong>de</strong>n la objetividad en el conocimiento.


Uno <strong>de</strong> los estudiosos que más evi<strong>de</strong>nte hicieron énfasis en el problema <strong>de</strong> los valores fueMax Weber quien en su escrito sobre El sentido <strong>de</strong> la “neutralidad valorativa» <strong>de</strong> <strong>las</strong>ciencias sociológicas y económicas, establece que “por valoraciones es preciso enten<strong>de</strong>r, enlo sucesivo, <strong>las</strong> evaluaciones prácticas <strong>de</strong> carácter censurable o digno <strong>de</strong> aprobación <strong>de</strong> losfenómenos influibles por nuestro actuar”, hecha esa precisión, sugiere que “todas <strong>las</strong>cuestiones valorativas, prácticas, sean alejadas <strong>de</strong> la enseñanza en la medida <strong>de</strong> loposible”. 180Luego propone que el sentido <strong>de</strong> <strong>las</strong> discusiones sobre <strong>las</strong> valoraciones prácticas pue<strong>de</strong>consistir en:a) La elaboración <strong>de</strong> los axiomas <strong>de</strong> valor últimos internamente coherentes, <strong>de</strong> los queproce<strong>de</strong>n <strong>las</strong> opiniones recíprocamente contrapuestas. Con harta frecuencia nos engañamos,no sólo acerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>l adversario, sino también <strong>de</strong> <strong>las</strong> propias. Este procedimientoconstituye, por esencia, una operación que parte <strong>de</strong> <strong>las</strong> valoraciones particulares y suanálisis provisto <strong>de</strong> sentido, tras lo cual se eleva hacia tomas <strong>de</strong> posición cada vez másfundamentales. No utiliza los medios <strong>de</strong> una disciplina empírica ni proporciona unconocimiento acerca <strong>de</strong> hechos. Su vali<strong>de</strong>z es similar a la <strong>de</strong> la lógica.b) La <strong>de</strong>ducción <strong>de</strong> <strong>las</strong> “consecuencias” respecto <strong>de</strong> la toma <strong>de</strong> posición valorativa,consecuencias que se seguirían <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados axiomas <strong>de</strong> valor últimos si éstos, y sóloestos, estuviesen en la base <strong>de</strong> <strong>las</strong> valoraciones prácticas <strong>de</strong> situaciones <strong>de</strong> hecho. Esa<strong>de</strong>ducción está ligada, <strong>de</strong> manera provista <strong>de</strong> sentido, por un lado a la argumentaciónlógica, y por el otro a comprobaciones empíricas, con miras a la casuística más exhaustivaposible <strong>de</strong> <strong>las</strong> situaciones empíricas que pue<strong>de</strong>n ser consi<strong>de</strong>radas para una valoraciónpráctica en general.c) La <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> hecho que tendría el cumplimiento <strong>de</strong> unacierta toma <strong>de</strong> posición valorativa en la práctica:1) Como resultado <strong>de</strong> su ligazón con ciertos medios indispensables, y2) De la inevitabilidad <strong>de</strong> ciertas repercusiones, no <strong>de</strong>seadas directamente.Estas comprobaciones puramente empíricas pue<strong>de</strong>n arrojar también como conclusión:1 La completa imposibilidad <strong>de</strong> realizar el postulado <strong>de</strong> valor, aun <strong>de</strong> manera remotamenteaproximada, pues no es posible <strong>de</strong>terminar ninguna vía para llevarlo a cabo;2 La mayor o menor improbabilidad <strong>de</strong> su realización plena o incluso aproximada, sea porlos mismos motivos o a causa <strong>de</strong> la probable intervención <strong>de</strong> repercusiones no queridassusceptibles <strong>de</strong> volverla directa o indirectamente ilusoria, y180 WEBER, Max, Ensayos sobre metodología sociológica, Amorrortu, Buenos Aires, 1978, p. 222.


3 La necesidad <strong>de</strong> tomar en cuenta medios o repercusiones no consi<strong>de</strong>rados por elsostenedor <strong>de</strong>l postulado práctico en cuestión, <strong>de</strong> modo que su <strong>de</strong>cisión valorativa entrefines, medios y repercusiones se convierta en un nuevo problema para él y se imponga a los<strong>de</strong>más con fuerza constrictiva.d) Por último, pue<strong>de</strong>n presentarse nuevos axiomas <strong>de</strong> valor y postulados que es posibleextraer <strong>de</strong> ellos, ignorados por el sostenedor <strong>de</strong> un postulado práctico, quien, enconsecuencia, no los tomó en cuenta, aunque la ejecución <strong>de</strong> su propio postulado entre enconflicto con aquellos, ya sea:1Por principio, o2 Por sus consecuencias, esto es, <strong>de</strong> acuerdo con su sentido o en la práctica.En el primer caso se trata, en cuanto a su discusión ulterior, <strong>de</strong> problemas <strong>de</strong>l tipo a; en elsegundo, <strong>de</strong> problemas <strong>de</strong>l tipo c.” 181En seguida dice que: “En consecuencia, muy lejos <strong>de</strong> no tener sentido, <strong>las</strong> discusiones <strong>de</strong>esta índole en torno a <strong>las</strong> valoraciones pue<strong>de</strong>n ser muy importantes si —y en mi opiniónsólo si- se <strong>las</strong> interpreta correctamente en cuanto a sus finalida<strong>de</strong>s.Pero la utilidad <strong>de</strong> una discusión sobre valoraciones prácticas, en el lugar y sentidoapropiados, no se agota con los resultados directos que ella pueda obtener. Si se realizacorrectamente, resultará fructífera para la investigación empírica en un sentido máspermanente, en cuanto le proporciona los marcos <strong>de</strong> problemas en que se <strong>de</strong>senvuelve sulabor.” Derivado <strong>de</strong> ello sentencia que: “Los problemas <strong>de</strong> <strong>las</strong> disciplinas empíricas,ciertamente, han <strong>de</strong> resolverse <strong>de</strong> manera “neutral frente a los valores”.” 182La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> buscar opciones para evitar una valorización en la objetividad <strong>de</strong>l conocimientoes, para Weber, una forma <strong>de</strong> prevenir la ir racionalización que se establece sobre la base <strong>de</strong>la fe y <strong>las</strong> emociones. Ello impi<strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> teorías científicas porque objetividady valor son excluyentes. La tarea <strong>de</strong>l científico <strong>de</strong>be ser axiológicamente neutral, ya queello permitirá la separación <strong>de</strong> ciencia e i<strong>de</strong>ología, hecho y valor o ciencia y política.Estas i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Weber tienen un eco posterior en varias líneas <strong>de</strong> pensamiento; por ejemplo,en los neopositivistas, que pugnan por una ciencia libre <strong>de</strong> valores; la promoción <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong><strong>las</strong> i<strong>de</strong>ologías apadrinado por Raymond Aron y seguido por sociólogos y filósofosnorteamericanos como Daniel Bell, Seymur Martin Lipset, Arthur Schlesinger y EdwardShils, entre otros; los social<strong>de</strong>mócratas alemanes como Kautsky, para quien el materialismo181 Ibi<strong>de</strong>m,p.241.182 Ibi<strong>de</strong>m, p. 242.


histórico es una teoría puramente científica que como tal no está ligada al proletariado, oepistemólogos <strong>de</strong>l marxismo como Althusser y epígonos, quienes empren<strong>de</strong>n la tarea <strong>de</strong><strong>de</strong>si<strong>de</strong>ologizar al marxismo.Ante esas posiciones tendientes a preservar, <strong>de</strong> una u otra manera, la neutralidad i<strong>de</strong>ológica,sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> reconocer la necesaria objetividad científica, se manifiestan posicionescontrarias que encuentran su fundamento en <strong>las</strong> concepciones <strong>de</strong> Marx sobre la relaciónteoría-Práctica.Adolfo Sánchez Vázquez, en un documentado trabajo sobre la neutralidad i<strong>de</strong>ológica, queconsi<strong>de</strong>ra asimismo como una i<strong>de</strong>ología, niega la viabilidad <strong>de</strong> que ésta pueda mantenerseen <strong>las</strong> ciencias sociales ello se <strong>de</strong>be, según afirma, a que: “En primer lugar, <strong>las</strong> cienciassociales surgen en un marco i<strong>de</strong>ológico dado, <strong>de</strong>terminado a su vez por <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong>producción dominantes. Este marco se hace visible en los supuestos filosóficos <strong>de</strong> unateoría social o económica (acerca <strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong>l hombre, <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong>l hombre conla naturaleza, <strong>de</strong> la necesidad y la libertad, <strong>de</strong>l individuo y la sociedad, etcétera). Así, porejemplo, la economía política clásica <strong>de</strong>scansa en el supuesto filosófico <strong>de</strong> una naturalezahumana inmutable y egoísta. La concepción <strong>de</strong> Parsons <strong>de</strong> la sociedad como sistema queautor regula, sin escisiones ni tensiones, su propia unidad, parte <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ología burguesa<strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n, <strong>de</strong> la conservación, <strong>de</strong>l equilibrio. Sólo una i<strong>de</strong>ología revolucionaria proletariaque impulsa a la transformación radical <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social, pue<strong>de</strong> inspirar una teoría como la<strong>de</strong> Marx, que pone en el centro la lucha <strong>de</strong> c<strong>las</strong>es y la plusvalía.En segundo lugar, la propia tarea que se fijan <strong>las</strong> ciencias sociales no pue<strong>de</strong> ser separada <strong>de</strong>una opción i<strong>de</strong>ológica. Lo que el científico social espera <strong>de</strong> su ciencia variaráconsi<strong>de</strong>rablemente si opta por <strong>de</strong>jar el mundo como está o por su transformación. En uncaso pue<strong>de</strong> fijarse una imposible tarea neutral; en el segundo vincular la ciencia a lapráctica social.En tercer lugar, la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> que se parte se manifiesta igualmente en problemas quesuscita y selecciona, así como en la preeminencia que adquieren en una teoría. Sólopartiendo <strong>de</strong> sus correspondientes posiciones i<strong>de</strong>ológicas se pue<strong>de</strong> explicar el surgimiento yla preeminencia <strong>de</strong> cómo los <strong>de</strong> la explotación, la lucha <strong>de</strong> c<strong>las</strong>es y la revolución— en lateoría social <strong>de</strong> Marx.Finalmente el método que adopta el investigador no está exento <strong>de</strong> supuestos i<strong>de</strong>ológicos.Los métodos positivistas, naturalistas u objetivistas. . . implican una visión i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong> larelación <strong>de</strong>l hombre con los objetos sociales. Algo semejante pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse también <strong>de</strong>l


individualismo metodológico (Popper-Watkins) cuanto que presupone posicionesmetafísicas y éticas propias <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong>l individualismo burgués”. 183Así el problema axiológico se presenta en <strong>las</strong> ciencias sociales, y en<strong>de</strong> en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, cuando se tiene que optar construcción teórica por la neutralidad i<strong>de</strong>ológicao por la ciencia i<strong>de</strong>ologizada. Si se toma esta segunda opción, el mismo Sánchez Vázquezesboza cómo se pue<strong>de</strong> optar por <strong>las</strong> construcciones <strong>de</strong> teorías: “Puesto que la i<strong>de</strong>ologíainfluye en la selección <strong>de</strong> sus problemas fundamentales en la fijación <strong>de</strong> sus conceptoscentrales, en el modo <strong>de</strong> concebir su propio objeto e incluso en el contenido interno <strong>de</strong> susteorías <strong>de</strong>l que no pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>scartarse ciertos juicios <strong>de</strong> valor, <strong>las</strong> ciencias sociales nopue<strong>de</strong>n ser separadas <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología. Esta presencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>ologías impi<strong>de</strong> su autonomíaabsoluta, pero el peso <strong>de</strong> ella varía <strong>de</strong> acuerdo con el aspecto que se consi<strong>de</strong>re: génesis,contenido o función. Mayor en su génesis y formación que en su contenido don<strong>de</strong> <strong>las</strong>exigencias <strong>de</strong> la cientificidad imponen limitaciones que la i<strong>de</strong>ología no pue<strong>de</strong> saltar; mayoraún en su uso y función, en el que se pone <strong>de</strong> manifiesto claramente su subordinación,como forma <strong>de</strong> actividad humana, a necesida<strong>de</strong>s sociales. . . en el contenido interno <strong>de</strong> lateoría social (en la estructuración significado y preeminencia, irrelevancia o ausencia <strong>de</strong>ciertos conceptos), los requisitos <strong>de</strong> sistematicidad y or<strong>de</strong>nación lógica impuestos por lacientificidad establecen un marco estructural que no pue<strong>de</strong> supeditarse a exigenciasi<strong>de</strong>ológicas. Estos requisitos imponen a la ciencia social cierta autonomía y le impi<strong>de</strong>ndisolverse en i<strong>de</strong>ología a menos que se niegue a sí mismo como ciencia”. 184De acuerdo con ello, los criterios <strong>de</strong> cientificidad en el conocimiento <strong>de</strong> lo social no sepier<strong>de</strong>n puesto que la realidad es realidad; la interpretación que se haga <strong>de</strong> esa realidad es laque variará <strong>de</strong> conformidad con los valores <strong>de</strong>l investigador, quien podrá únicamentecontemplarla, enten<strong>de</strong>rla, compren<strong>de</strong>rla y <strong>de</strong>jarla tal y como se percibe, o asumir elcompromiso <strong>de</strong> la práctica transformadora. Por ello concluye Sánchez Vázquez: “laneutralidad i<strong>de</strong>ológica es imposible, ya que la i<strong>de</strong>ología influye o se hace presente, en unsentido u otro, en el surgimiento <strong>de</strong> una teoría, en la búsqueda <strong>de</strong> la verdad, en el contenidointerno <strong>de</strong> la teoría misma y en el uso o función práctica <strong>de</strong> la ciencia social, optar por laneutralidad o la liberación <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología es optar por cierta relación (conservadora <strong>de</strong>lstatu quo) con el mundo social. Se trata <strong>de</strong> una opción <strong>de</strong> valor no por la ciencia en cuantotal, sino por la función que la ciencia social pue<strong>de</strong> cumplir con respecto a la práctica social,y por tanto en relación con la práctica misma. Se trata, pues, <strong>de</strong> su inserción cada vezmayor en los aparatos i<strong>de</strong>ológicos <strong>de</strong>l Estado, e incluso en los aparatos militares y <strong>de</strong>183 SÁNCHEZ VÁZQUEZ, Adolfo, “La i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> la ‘neutralidad i<strong>de</strong>ológica’ en <strong>las</strong> ciencias sociales. Ensayosmarxistas sobre filosofía e i<strong>de</strong>ología, Océano, Barcelona, 1983, pp. 152 y 153.184 Ibi<strong>de</strong>m, p. 157.


información, no pue<strong>de</strong> haber ya —si es que alguna vez la hubo— una ciencia socialinocente”. 185El problema axiológico para la construcción <strong>de</strong> teorías se resume en <strong>las</strong> opciones queexisten para la investigación que pue<strong>de</strong>, según se señaló, ser la construcción <strong>de</strong> teoríaspuramente interpretativas y comprensivas, o que pue<strong>de</strong> servir <strong>de</strong> base para la práctica socialtransformadora, lo que implicará una constante relación entre teoría y praxis.2.5 ADECUACIÓN DE TEORÍAS AL ESTUDIO DE LAS RELACIONESINTERNACIONALESAunque en alguno <strong>de</strong> los apartados anteriores se hizo referencia a <strong>las</strong> pretendidasintenciones para la autonomización disciplinaria <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, la<strong>de</strong>limitación <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> estudio es <strong>de</strong>masiado difícil puesto que no se pue<strong>de</strong>n establecer<strong>las</strong> fronteras <strong>de</strong> hasta don<strong>de</strong> están sus alcances frente a <strong>las</strong> otras disciplinas, y cuáles son <strong>las</strong>influencias entre sí para la construcción teórica.El problema que se presenta es que comúnmente los hechos sociales implican activida<strong>de</strong>sque son comunes al acontecer cotidiano y que se ocupan <strong>de</strong> su estudio <strong>las</strong> otras disciplinasacadémicas, puesto que correspon<strong>de</strong> al ser y al hacer <strong>de</strong> los seres humanos. Por ejemplotodos los humanos, en condiciones normales, tienen un comportamiento, que es producto<strong>de</strong> su actividad psíquica, y <strong>de</strong> su estudio se ocupa la psicología. Asimismo, en sus<strong>relaciones</strong> con otros individuos, unos realizan activida<strong>de</strong>s para imponerles sus criterios ocosmovisiones. Entre ellos se da una lucha por el po<strong>de</strong>r, para dominar o resistir en losdiversos espacios, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el micro físico (<strong>de</strong> conformidad con la i<strong>de</strong>a foucoultiana) hasta el<strong>de</strong>l Estado, pasando por todas sus posibles opciones; ello es objeto <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> la cienciapolítica. También hay activida<strong>de</strong>s que se tienen que regular, para que haya un respeto entrelos que conviven en una sociedad, y se estatuyen normas en <strong>las</strong> que se establecen sancionespara quienes no respeten esos criterios <strong>de</strong> convivencia; la ciencia que se ocupa <strong>de</strong> ello es el<strong>de</strong>recho. Otra <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los individuos en sociedad es la producción,adquisición, distribución, intercambio y consumo <strong>de</strong> bienes que se requieren para <strong>las</strong>atisfacción <strong>de</strong> sus necesida<strong>de</strong>s vitales e históricas; <strong>de</strong> esos aspectos se encarga la cienciaeconómica. A<strong>de</strong>más se hace referencia a <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s que se realizan <strong>de</strong> maneracolectiva, y que pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r los aspectos <strong>de</strong>scritos anteriormente, es <strong>de</strong>cir, elcomportamiento, el ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, la regulación normativa <strong>de</strong> los actos y la extracción,transformación y circulación <strong>de</strong> bienes; <strong>de</strong> su conocimiento se ocupa la llamada ciencia <strong>de</strong>lHecho (Durkheim) o la Acción (Weber) social, comúnmente i<strong>de</strong>ntificada como sociología.No se pue<strong>de</strong> soslayar que muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s humanas forman parte la memoria ylos registros que se hacen sobre los diversos eventos; la historia es la responsable <strong>de</strong>estudiarlos, rescatarlos, preservarlos y difundirlos.185 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 163 y 164.


Hay muchas otras disciplinas que se ocupan <strong>de</strong>l ser y el hacer <strong>de</strong> los humanos como laantropología, la medicina, la administración, etc.; y que construyen teorías sobre elindividuo y su relación social, pero en ocasiones parecen alejadas <strong>de</strong> eso que luego se llamarealidad internacional.Varias <strong>de</strong> esas ciencias tienen una larga tradición, si hacemos una somera revisión <strong>de</strong>algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> principales c<strong>las</strong>ificaciones po<strong>de</strong>mos ver que ahí aparecen, por ejemplo en lac<strong>las</strong>ificación que hizo Aristóteles, más <strong>de</strong> dos siglos antes <strong>de</strong> nuestra era, en <strong>las</strong> llamadasciencias teóricas aparece ya la “psicología” y en <strong>las</strong> ciencias prácticas la Política.Varios siglos <strong>de</strong>spués Francis Bacón, en su Novum organum scientiarum, <strong>de</strong> 1620, a partir<strong>de</strong> la triple división <strong>de</strong>l pensamiento en razón, memoria y fantasía, c<strong>las</strong>ifica en la primera ala filosofía y en una <strong>de</strong> sus divisiones está la antropología que asimismo subdivi<strong>de</strong> enindividual y social, y <strong>de</strong> la primera <strong>de</strong>riva la psicología y <strong>de</strong> la segunda la política. En ladivisión <strong>de</strong> la memoria ubica a la historia teniendo entre sus principales subdivisiones a lanatural y la humana.Más <strong>de</strong> siglo y medio <strong>de</strong>spués, el físico y filósofo Jean Marie Ampére, publicó en 1834 suEnsayo sobre la filosofía <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias o exposición analítica <strong>de</strong> una c<strong>las</strong>ificación natural<strong>de</strong> todos los conocimientos humanos, don<strong>de</strong> dividía <strong>las</strong> ciencias en cosmológicas ynoológicas dividiendo estas últimas en cuatro, ubicando en <strong>las</strong> ciencias filosóficas a lapsicología; en <strong>las</strong> ciencias etnológicas a la historia, y en <strong>las</strong> ciencias políticas a lanomología o ciencias jurídicas y a la economía.Comte, por su parte, basado en su Ley <strong>de</strong> los tres estados publicado en la década <strong>de</strong> 1840,que rige el proceso <strong>de</strong>l conocimiento hace su c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias ubicando a laPsicología y a la sociología como ciencias concretas pero que están en proceso <strong>de</strong> alcanzarel estado más alto, el “estado positivo” Con un criterio similar Herbert Spencer c<strong>las</strong>ifica ala psicología y a la sociología en 1864, como ciencias concretas. Cómo se pue<strong>de</strong> ver, enestas c<strong>las</strong>ificaciones no se consi<strong>de</strong>ra a la historia, que ya había aparecido en la <strong>de</strong> Bacón, nia la política, que provenía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Aristóteles.Wilhelm Wundt, en su obra La lógica <strong>de</strong> 1880, c<strong>las</strong>ifica a <strong>las</strong> ciencias en un polo,interrelacionadas con la filosofía ubicada en el otro. La c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> cienciasparticulares, <strong>las</strong> subdivi<strong>de</strong> en naturales y sociales; y estas últimas también se encuentranSubdivididas en fenomenológicas <strong>de</strong> don<strong>de</strong> <strong>de</strong>riva la Psicología; <strong>las</strong> genéticas <strong>de</strong> don<strong>de</strong> se<strong>de</strong>spren<strong>de</strong> la historia, y <strong>las</strong> sistemáticas don<strong>de</strong> se encuentran la jurispru<strong>de</strong>ncia y <strong>las</strong>ociología, entre otras. La política sigue ausente en esta c<strong>las</strong>ificació n <strong>de</strong> <strong>las</strong> formas, ubica a<strong>las</strong> orgánicas y <strong>las</strong> técnicas, en <strong>las</strong> primeras se encuentran la psicología y la Sociología, en<strong>las</strong> segundas también expone otra subdivisión en técnica formativa y técnica evolutiva, y enesta última se encuentran <strong>las</strong> ciencias políticas con la publicística. La tercera, la ciencia <strong>de</strong>


<strong>las</strong> consecuencias, contiene la historia. En cuanto a <strong>las</strong> ciencias espirituales o normativas,que divi<strong>de</strong> en serie teórica y serie práctica, y en esta segunda ubica a la jurispru<strong>de</strong>ncia.August Messer en 1927 hace una c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias en i<strong>de</strong>ales y reales, y <strong>las</strong>segundas <strong>las</strong> divi<strong>de</strong> en naturales, sociales y metafísicas. En <strong>las</strong> ciencias sociales <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lalínea <strong>de</strong> <strong>las</strong> “ciencias puras” (porque hay puras y prácticas), están la psicologíacomprensiva (la psicología aclarativa está en <strong>las</strong> ciencias naturales), la sociología, lajurispru<strong>de</strong>ncia, <strong>las</strong> ciencias políticas, y reaparece la economía en la c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> <strong>las</strong>ciencias, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la “historia (en el sentido más amplio)”. 186Esta es sólo una muestra <strong>de</strong> <strong>las</strong> diversas opciones para la c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias. Hayocasiones que algunos autores omiten en sus c<strong>las</strong>ificaciones algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias socialeshasta ahora conocidas, porque, <strong>de</strong> acuerdo con sus criterios, no cuentan con un objeto <strong>de</strong>estudio <strong>de</strong>finido o no tienen una estructura teórico-metodológica propia. Pero, como yadijimos en la sección <strong>de</strong> conceptualización, la realidad suele ser más compleja <strong>de</strong> lo que sedice <strong>de</strong> ella, por lo que aunque no se hable <strong>de</strong> política, economía, <strong>de</strong>recho, historia,psicología o sociología, hay activida<strong>de</strong>s políticas, económicas, jurídicas, históricas,psicológicas o sociológicas <strong>de</strong>l individuo en sociedad.Así, si la economía no se consi<strong>de</strong>raba en la c<strong>las</strong>ificación Aristóteles, ello no implicaba queno hubiese activida<strong>de</strong>s económicas en la sociedad. Muestra <strong>de</strong> ello son los estudios sobreComercio Y mercado en los imperios antiguos, 187 don<strong>de</strong> con la intención <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar que<strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s económicas no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n exclusivamente <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> mercados, haceun recorrido documental por la Babilonia en el tiempo <strong>de</strong> Hammurabi, el imperio <strong>de</strong> loshititas, la sociedad griega <strong>de</strong> Aristóteles, los aztecas en la cuenca <strong>de</strong> México y los mayas enYucatán, el comercio en el Dahomey nativo, los mercados en <strong>las</strong> tierras altas <strong>de</strong> losbereberes y en la al<strong>de</strong>a india. Asimismo el documentado escrito <strong>de</strong> Max Weber tituladoHistoria económica general, 188 se remonta a <strong>las</strong> organizaciones agríco<strong>las</strong>, haciendoreferencia a <strong>las</strong> <strong>de</strong> Europa, China e India.Todo ello indica que la producción, el intercambio y el consumo existen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mucho antes<strong>de</strong> que se formara una disciplina económica. Esta se formará mucho <strong>de</strong>spués con <strong>las</strong>aportaciones <strong>de</strong> Karl Rodbertus, Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx y John MaynardKeynes, entre otros”. 189Lo mismo suce<strong>de</strong> en el caso <strong>de</strong> la política y la psicología. Aunque ambas se encuentran enla c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong> Aristóteles, ya eran parte <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> los individuos186 Cfr. Kropp, Gerhard, Teoría <strong>de</strong>l conocimiento, Colección Manuales UTEHA, núm. 102, México, 1961, pp.92-107.187 Polanyi, Karl, et. al., Comercio Y mercado en los imperios antiguos, Labor , Barcelona, 1976.188 Cfr. Weber, Max, Historía económica general, FCE, México, 1978.189 Zewig, Ferdinand, El pensamiento económico, Colección Breviarios, FCE, México, 1961.


en sociedad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempos inmemoriales. Varios siglos pasaron para que la políticaadquiriera los fundamentos teóricos legados por Juan Bodino, Niccolo Maquiavelo,Thomas Hobbes, John Locke, Charles-Louis Montesquieu y Jean Jacques Rousseau, entreotros. 190 Lo mismo sucedió con la psicología que fue construyendo esos fundamentos en lostrabajos <strong>de</strong> Wilhelm Wundt, William James, Sigmund Freud y John B. Watson, entreotros. 191El punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> la historia, como disciplina, se sitúa comúnmente en los escritos <strong>de</strong>Herodoto, Tucídi<strong>de</strong>s y Polibio, registrándose como continuadores a Tito Livio, Cicerón,Salustio, Tácito y Luciano. No así la historia, como acaecer, como <strong>de</strong>venir social, quesiempre la estuvo antecediendo. Son reconocidos como historiadores políticos Maquiaveloy Bodino, como literato Goethe, como filósofos Kant, Hegel, Dilthey y como teóricos <strong>de</strong> lahistoria Bene<strong>de</strong>tto Croce, Lucien Febvre y Marc Bloch, y como historiador empiristaArnold J. Toynbee. Todos ellos hacen, a su modo, teoría <strong>de</strong> la historia, teoría <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong>los acontecimientos sociales. 192El caso <strong>de</strong> la sociología tampoco escapa a <strong>las</strong> consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras ciencias sociales,puesto que <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los grupos sociales en su conjunto, se han realizado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> losprincipios mismos <strong>de</strong> la humanidad, pero fue hasta el siglo XIX cuando Comte propuso elestablecimiento <strong>de</strong> una ciencia sociológica. La i<strong>de</strong>a fue tan bien acogida que huboinnumerables seguidores, aunque cada uno <strong>de</strong> ellos le dio su particular enfoque, entre ellosse pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar a Herbert Spencer, Emile Durkheim, Max Weber, Georg Simmel,Wilfredo Pareto, Pitrim Sorokin, Talcott Parsons y Wright Milis, entre otros. 193Al <strong>de</strong>recho se le reconocen sus antece<strong>de</strong>ntes en tiempos inmemoriales; Tamayo y Salmorándice que en el tercer milenio antes <strong>de</strong> nuestra era, varios Estados <strong>de</strong> Mesopotamia teníancolecciones escritas en acadio o en sumerio que se referían al <strong>de</strong>recho. También en Grecia yRoma se establecen criterios legales para la convivencia social. La elaboración <strong>de</strong> <strong>las</strong>normas requirió <strong>de</strong> un interés para regular <strong>las</strong> acciones individuales que pudieran incidir enel comportamiento <strong>de</strong> los integrantes <strong>de</strong> una sociedad, reduciendo <strong>las</strong> opciones <strong>de</strong> acción yestableciendo sanciones y castigos a quienes no <strong>las</strong> cumplan. La responsabilidad <strong>de</strong> esavigilancia recae en <strong>las</strong> instituciones creadas para el fin. Pero el <strong>de</strong>recho, como un catálogo<strong>de</strong> pretensiones que se <strong>de</strong>ben cumplir (aunque no siempre se haga), no pue<strong>de</strong> permanecerestático, requiere siempre estar en constante búsqueda <strong>de</strong> <strong>las</strong> alternativas para regular o190 Cfr. SABINE, George H., Historia <strong>de</strong> la teoría política, FCE, México, 1970.191 Cfr. MORGAN, C. T., Introducción a la psicología, McGraw-Hill, México, 1977 y Heidbre<strong>de</strong>r, Edna,Psicologías <strong>de</strong>l siglo XX. Paidós, México, 1985.192 Cfr. WAGNER, Fritz, La ciencia <strong>de</strong> la historia, México, 1980, y CARDOSO, Ciro y PÉREZ BRIGNOLI, Héctor,Los métodos <strong>de</strong> la historia, Grijalbo, México, 1977.193 Cfr. Timasheff, Nicho<strong>las</strong>, op.


<strong>de</strong>sregular <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s sociales, <strong>de</strong> conformidad con los criterios históricos para laconvivencia en <strong>las</strong> mismas socieda<strong>de</strong>s. Por ello, el <strong>de</strong>recho y la ciencia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, vancasi a la par pues se requiere el estudio <strong>de</strong> la realidad para legislar y la legislación preten<strong>de</strong>a<strong>de</strong>cuarse a <strong>las</strong> exigencias <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s. 194Todas estas ciencias se ocupan <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> propieda<strong>de</strong>s y/o activida<strong>de</strong>shumanas, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la ubicación geográfica <strong>de</strong> individuos y grupos sociales.Y cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> construye sus teorías para compren<strong>de</strong>r y explicar la realidad social conque se relacionan, al margen <strong>de</strong>l tiempo y el espacio en el que se encuentren éstos.Con ese preámbulo po<strong>de</strong>mos empezar a enten<strong>de</strong>r el porqué <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>tienen que a<strong>de</strong>cuar teorías <strong>de</strong> otras disciplinas para el conocimiento <strong>de</strong> la realidad social ennuestro tiempo. Pero este principio correspon<strong>de</strong> a la conformación <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Dicen los estudiosos <strong>de</strong> esta disciplina que la misma nació en el periodo posterior a la<strong>de</strong>nominada primera guerra mundial. Cár<strong>de</strong>nas EIorduy señala que: “Los observadores <strong>de</strong>la política internacional se percataron <strong>de</strong> que existía un conjunto <strong>de</strong> fenómenos específicosque merecía ser objeto <strong>de</strong> un estudio particular. Al mismo tiempo se dieron cuenta que esosfenómenos presentaban características tan heterogéneas que su <strong>de</strong>finición y <strong>de</strong>limitaciónprecisa era una tarea extremadamente equívoca. En efecto, todo lo que se refería a <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> un Estado o <strong>de</strong> varios Estados entre sí, a sus aspectos económicos, políticos,sociales, <strong>de</strong>mográficos, culturales y sicológicos podían ser consi<strong>de</strong>rados, cuando se realizana través <strong>de</strong> <strong>las</strong> fronteras nacionales, como elementos <strong>de</strong> esa realidad que se llama <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>. Cuando se trataba <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> entre Estados recibía el nombre <strong>de</strong>“política extranjera”, si se refería a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre grupos, organizaciones o individuos,se le <strong>de</strong>nominaba “vida internacional”, y al a totalidad <strong>de</strong> esos fenómenos se les <strong>de</strong>signabacon el nombre <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”. 195Aña<strong>de</strong> Cár<strong>de</strong>nas que la formalización académica para la estructuración <strong>de</strong> la disciplinainició con una cátedra sobre uno <strong>de</strong> los aspectos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, pues “en1919 se creó la primera cátedra universitaria <strong>de</strong> Política Internacional, en la Universidad <strong>de</strong>lPaís <strong>de</strong> Gales”Grosser, por su parte, señaló que el concepto <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, tiene su cuna enEstados Unidos, don<strong>de</strong> se iniciaron los estudios <strong>de</strong> la realidad internacional en forma194 Cfr. Tamayo y Salmorán, Rolando, El <strong>de</strong>recho y la ciencia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, <strong>UNAM</strong>, México, 1986.195 CÁRDENAS ELORDUY, Emilio, “El camino hacia la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> (biografia <strong>de</strong>una disciplina). El po<strong>de</strong>r internacional”, en Revista Mexicana <strong>de</strong> Ciencias Políticas, FCP5, <strong>UNAM</strong>, núm. 63,año XVI, nueva época, ene.-mar. 1971, México, p. 5.


paralela al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la primera guerra mundial. Ello lo lleva a cuestionar si la disciplina<strong>de</strong> Relaciones Internacionales no será una especialidad americana. 196De conformidad con esas referencias, la disciplina <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> con todas<strong>las</strong> líneas <strong>de</strong> estudio que tiene, es reciente, pues, <strong>de</strong> acuerdo con lo señalado inicia suconformación en la segunda década <strong>de</strong>l siglo XX. Pero toda disciplina, ya lo habíamosdicho, se estructura con base en <strong>las</strong> teorías que se hacen sobre la realidad. Así estadisciplina inició su configuración basada en <strong>las</strong> teorías políticas, históricas, económicas,jurídicas, sociológicas, etc., construidas con los conceptos y categorías que referían a larealidad internacional <strong>de</strong> su momento.Ello nos indica que antes <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> Relaciones Internacionales ya había <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, como hecho, como realidad, y había categorías y conceptos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>teorías sobre esa realidad, pero aún no existía la disciplina. La duda es: ¿cuando surgió larealidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>? Como ya se señaló anteriormente, y aunque no haypleno acuerdo sobre ello, el concepto <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong> manera imprecisa(por no ser consecuente con el contenido literal <strong>de</strong>l enunciado), refiere que éstas son<strong>relaciones</strong> entre naciones; pero como el concepto nación es bastante in<strong>de</strong>terminado, se hatomado convencionalmente la expresión Estado-nación como representativa <strong>de</strong> esosespacios geográfico-políticos diferenciados por fronteras geográfico-i<strong>de</strong>ológicas, que danconciencia, voluntaria o impuesta, a los habitantes <strong>de</strong> esos espacios <strong>de</strong> ser integrantes <strong>de</strong>una nación.El concepto etimológico <strong>de</strong> nación no es reciente, pues proviene <strong>de</strong>l latín natio, que indicauna pertenencia al nacimiento, y el nacimiento es la acción o efecto <strong>de</strong> nacer. Por su partenacer también proviene <strong>de</strong>l latín nascere, que <strong>de</strong> manera genérica indica salir, que pue<strong>de</strong> sersalir <strong>de</strong>l vientre, salir <strong>de</strong>l huevo, salir <strong>de</strong> la raíz, etc. En sentido figurado, la nación significasalir o nacer como sociedad en un espacio geográfico <strong>de</strong>finido. Así, natio hace referencia alnacimiento autónomo <strong>de</strong> los seres humanos y, por ello, <strong>de</strong> los grupos sociales que tanto entérminos etimológicos como jurídicos forma la nación, <strong>de</strong> tal manera, el hablar <strong>de</strong> naciónexpresa la intención <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar a aquellos que nacen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un territorio <strong>de</strong>limitado,como parte <strong>de</strong> un conglomerado social.Por en<strong>de</strong>, así se tenga conciencia y/o convicción <strong>de</strong> ser nacional o no, la mayoría <strong>de</strong> losindividuos adquieren esa situación que se refleja en su comportamiento yauto<strong>de</strong>terminación, tanto hacia los habitantes <strong>de</strong>l interior <strong>de</strong> <strong>las</strong> fronteras trazadas para unasociedad, como <strong>de</strong>l exterior <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas.Pero este enunciado <strong>de</strong> nación, como referencia <strong>de</strong>l nacimiento una sociedad no es tanantiguo, como el enunciado, pues es innegable que el concepto mo<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> nación surge en196 Grosser, Alfred, “L’étu<strong>de</strong> <strong>de</strong>s relations internationales, ¿Spécialité américaine?” Revue Français <strong>de</strong>Science Politique, num. 2,1962, Paris, pp. 634-651.


Europa, y se reconoce ejemplo <strong>de</strong> los primeros atisbos <strong>de</strong> la nación mo<strong>de</strong>rna que ilustraHerman Heller, quien afirma que en el concilio <strong>de</strong> Pisa, en 1409, a raíz <strong>de</strong>l cismaeclesiástico <strong>de</strong> la época, se reunieron los monarcas, quienes están divididos por naciones,concepto <strong>de</strong>l que no aparece una i<strong>de</strong>a precisa acerca <strong>de</strong> su significado. En él <strong>las</strong> nacionesque se reconocían eran cuatro: la italiana, la francesa, la alemana y la española, pero cadanación está compuesta por representantes <strong>de</strong> Estados feudales in<strong>de</strong>pendientes cuyo interéssolía ser opuesto entre sí; así, a manera <strong>de</strong> ilustración, la llamada nación alemana estabacompuesta por lo que <strong>de</strong>spués se i<strong>de</strong>ntificó con Alemania, Inglaterra, Dinamarca, Suecia,Noruega, Polonia, Bohemia y Hungría.En virtud <strong>de</strong> que el problema <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> dos cabezas en la iglesia católica no quedóresuelto, posteriormente en el concilio <strong>de</strong> Constanza (1414-1418) se reunieron nuevamentelos representantes <strong>de</strong> los Estados pero ahí, como la finalidad era que la resolución alproblema <strong>de</strong> los regímenes católicos se diera por naciones, la representación inglesa solicitóque se le consi<strong>de</strong>rara una nueva nación, para diferenciar su posición <strong>de</strong> la asumida en elconcilio anterior, por lo que se iniciaron los <strong>de</strong>bates para <strong>de</strong>finir qué podía enten<strong>de</strong>rse pornación; si bien en ese momento no se llegó a ningún acuerdo sobre el particular, sí sesentaron <strong>las</strong> bases para el posterior establecimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> divisiones entre naciones. 197Si el reconocimiento <strong>de</strong> la organización social en naciones se establece en el siglo XV,antes <strong>de</strong> ello no podíamos hablar <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> entre naciones puesto que no existieron <strong>las</strong>naciones propiamente dichas, a <strong>las</strong> colectivida<strong>de</strong>s se les i<strong>de</strong>ntificaba como ciuda<strong>de</strong>s-Estado,imperios, reinos, feudos, etc., pero el proceso <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> los Estados-nacionales es aúnmás reciente que el caso referido por Heller, ya que un ejemplo para la creación <strong>de</strong> unaconciencia nacional fue en Francia don<strong>de</strong> se formularon ardientes discursos en contra <strong>de</strong> lamonarquía. Uno <strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ólogos <strong>de</strong> esa transición fue Emmanuel J. Sieyés, quien hace unaserie <strong>de</strong> razonamientos para i<strong>de</strong>ntificar a la nueva nación.Una <strong>de</strong> sus cuestiones es buscar la explicación sobre lo que se pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r por nación, ya ello respon<strong>de</strong>: “un cuerpo <strong>de</strong> asociados que viven bajo una ley común y estánrepresentados por la misma legislatura”. 198 Así el autor consi<strong>de</strong>rará a la nación como lo quese llama el “Tercer Estado”. Pero ¿qué se pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r por Tercer Estado? En el antiguorégimen la sociedad francesa se dividía en tres ór<strong>de</strong>nes: el clero, la nobleza y el pueblo.Este último estaba formado por <strong>las</strong> masas populares en general, encabezados por laburguesía que constituía su parte más rica y más capaz, y este tercer or<strong>de</strong>n es el TercerEstado. 199197 Cfr. HELLER, Herman, Teoría general <strong>de</strong>l Estado, FCE, México, s. d.198 Sieyés, Emmanuel J., ¿Qué es el Tercer Estado?, Colección Nuestros Clásicos, núm. 40, <strong>UNAM</strong>, México,1973, p. 61.199 Cfr. Pantoja Morán, David, “Introducción” en SIEYÉS, ibi<strong>de</strong>m, p. 9.


Sobre el Tercer Estado, Sieyés afirma: “¿Quién se atrevería a <strong>de</strong>cir que el Tercer Estado notiene en sí todo lo que es preciso para formar una nación completa? Es el hombre fuerte yrobusto <strong>de</strong>l que un brazo está todavía enca<strong>de</strong>nado. Si se le <strong>de</strong>spojase <strong>de</strong> la c<strong>las</strong>eprivilegiada, la nación no vendría a menos, sino que iría a más. Así, ¿qué es el TercerEstado? Todo, pero un todo trabado, oprimido. ¿Qué sería el Tercer Estado sin la c<strong>las</strong>eprivilegiada? Todo, pero un todo libre y floreciente. Nada pue<strong>de</strong> marchar sin el primero,todo iría infinitamente mejor sin la segunda. No basta haber <strong>de</strong>mostrado que losprivilegiados, lejos <strong>de</strong> ser útiles a la nación, la <strong>de</strong>bilitan y perjudican, sino que es precisotambién probar que la c<strong>las</strong>e noble no entra en ningún caso en la organización social, quepue<strong>de</strong> muy bien ser una carga para la nación, pero que nunca pue<strong>de</strong> llegar a formar parte <strong>de</strong>ella”. Luego afirma: “El Tercer Estado abraza, pues, todo lo que pertenece a la nación, ytodo lo que es el Tercer Estado no pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse como formando parte <strong>de</strong> ella. ¿Quées el Tercer Estado? Todo”Esa proposición permite i<strong>de</strong>ntificar al Tercer Estado con la nación y expresar lahomogeneidad <strong>de</strong> la burguesía con el pueblo; el sustento jurídico <strong>de</strong> esa relación pue<strong>de</strong>encontrarse en el <strong>de</strong>recho natural; sobre ello Sieyés dice: “La nación se forma sólo por<strong>de</strong>recho natural. El gobierno, por el contrario, no pue<strong>de</strong> pertenecer más que al <strong>de</strong>rechopositivo. La nación es todo lo que pue<strong>de</strong> ser por el hecho único <strong>de</strong> existir. No <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> suvoluntad el atribuirse más <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los que tiene. En su primera época los ejerce. En latercera hace que sus representantes ejerzan todo aquello que es necesario para laconservación y el buen or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la comunidad.Para reafirmar esta posición jurídica se busca una nueva explicación política que <strong>de</strong>scribalos alcances <strong>de</strong>l concepto nación, para ello afirma ante la pregunta autoformulada <strong>de</strong>“¿dón<strong>de</strong> encontrar la nación? ¿Dón<strong>de</strong> está? En <strong>las</strong> cuarenta mil parroquias que abraza todoel territorio, todos los habitantes y todos los tributarios <strong>de</strong> la cosa pública; eso es, sin duda,la nación”. 200Estas i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar al Tercer Estado con la nación llevaron a cambiar a los EstadosGenerales (parlamento <strong>de</strong> la monarquía) por la Asamblea Nacional que se proclamórepresentante <strong>de</strong>l noventa y seis por ciento <strong>de</strong> la población francesa. Su autoproclamación ein<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia lleva al enfrentamiento con el rey, lo cual es avalado en el interior <strong>de</strong>l paíscon la revolución municipal en la que se elimina la centralización y se ejerce el po<strong>de</strong>rpropio, negándole al rey cualquier autoridad. Al emerger el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la poblaciónsolamente se tomarán en cuenta <strong>las</strong> ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> la Asamblea Nacional.Así la nación, todopo<strong>de</strong>rosa, suprime los privilegios <strong>de</strong> la aristocracia y la existencia <strong>de</strong> <strong>las</strong>provincias, y como resultado <strong>de</strong> la explosión revolucionaria, para el 10 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1792,200 Cfr. ibi<strong>de</strong>m, pp. 60-110.


los soldados gritaban en Vaimy: “¡Viva la Nación!”, como prolegómeno <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> lavieja monarquía y <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong> la república. 201En este ambiente se redactó y adoptó la Declaración <strong>de</strong> los Derechos <strong>de</strong>l Hombre y <strong>de</strong>lCiudadano, y la Asamblea Nacional cambió su nominación a Asamblea Constituyente, conla finalidad <strong>de</strong> elaborar y proclamar la nueva Constitución nacional. La población francesaasumió la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la nación y <strong>de</strong>fendió a la asamblea contra la monarquía, es aquí don<strong>de</strong> sesublima la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l concepto y se complementa plenamente con el surgimiento <strong>de</strong>una nueva organización, esa nueva forma <strong>de</strong> organización económico-social que se haproyectado hasta nuestros días bajo la premisa <strong>de</strong>l binomio <strong>de</strong>mocracia-Capitalismo.Pero ello sucedió también en Inglaterra, don<strong>de</strong> se articula una i<strong>de</strong>a más estructurada <strong>de</strong> lanación. Sin soslayar <strong>las</strong> importantes aportaciones para la concepción <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Hobbescon su Leviatán y, el Ensayo sobre el gobierno civil <strong>de</strong> Locke, la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la concepciónmo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> la nación queda inscrita <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong>l surgimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> nacioneseuropeas que se le asigna al ya referido filósofo Jeremy Bentham (1748-1832)Como sabemos, Bentham fue uno <strong>de</strong> los promotores <strong>de</strong> la llamada filosofía utilitarista, queera un pilar <strong>de</strong> la revolución industrial y se mantuvo en tanto fue viable para que los nuevosindustrialistas pudieran enfrentar a la aristocracia terrateniente.Esos ataques eran clara i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la moral burguesa en la que la acumulación <strong>de</strong> la riquezaindividual se consi<strong>de</strong>raba como una <strong>de</strong> <strong>las</strong> bases <strong>de</strong> los hombres progresistas y con ello sequería ubicar a Inglaterra en el camino <strong>de</strong> la prosperidad, la cual se podía lograr con laparticipación <strong>de</strong> propietarios libres, <strong>de</strong>dicados a la acumulación y disfrute <strong>de</strong> su riqueza.Esto los llevó a lograr una unidad <strong>de</strong> propietarios en igualdad <strong>de</strong> circunstancias, <strong>de</strong> acuerdocon los propósitos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho natural, para perseguir un interés común y por en<strong>de</strong> unaunidad nacional, ya que sólo la nación podía permitir la libertad <strong>de</strong> pensamiento, <strong>de</strong> palabray la tolerancia <strong>de</strong> diferencias religiosas mientras no se alterara el interés general queradicaba en la nación. Así, la armonía y unidad nacional se podían mantener mientras nohubiera un peligro <strong>de</strong> <strong>de</strong>sestabilización, el cual podía provenir <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res gobernantes<strong>de</strong>spóticos tanto internos como externos.La filosofía Utilitarista contribuyó así a ganar la batalla para el establecimiento <strong>de</strong>llibrecambismo, y su difusión permitió que colaboraran tanto la población como la crecienteburguesía. Este aprovechamiento <strong>de</strong>l utilitarismo y los replanteamientos en la organizaciónsocial para lograr la unidad nacional, permite a Bentham proponer el concepto <strong>de</strong> lonacional, fundamentado en la carga valorativa <strong>de</strong> su concepción filosófica. Así, la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>lo nacional como forma <strong>de</strong> cohesión y unidad social se va reproduciendo en Inglaterracomo la base para la configuración <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad.201 Cfr. WEILL, Georges, La Europa <strong>de</strong>l siglo XIX y la nacionalidad, UTEHA, México, 1961, p. 2.


Pero no sólo en Francia e Inglaterra se encuentra la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la nación, ya que como forma<strong>de</strong> organización social y como concepto, se fue expandiendo por Europa, inicialmente yluego se extendió a otras regiones <strong>de</strong>l mundo.En los dos casos <strong>de</strong>scritos vimos que la nación tiene un significado i<strong>de</strong>ológico-político,cuya finalidad era incorporar a todos los habitantes <strong>de</strong> un territorio a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la nación; <strong>de</strong>pertenecer en forma cultural, idiosincrática y política a una comunidad y ello se divulga enlos panfletos, textos y discursos filosófico-políticos <strong>de</strong> los letrados.Pero este sentido <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> nación sólo se mantuvo en Inglaterra y Francia, que erannaciones que se habían configurado, respectivamente, con base en principios políticos yculturales comunes como naciones-Estado, don<strong>de</strong> el Estado es fundamental comorepresentante e integrador <strong>de</strong> la nación; a diferencia <strong>de</strong> otras regiones <strong>de</strong> Europa en <strong>las</strong> quela nación se sustenta en la consolidación <strong>de</strong> un Estado que representa a la sociedad; comopor ejemplo Alemania e Italia, que son países que se configuraron inicialmente comonaciones culturales.En el caso <strong>de</strong> Alemania, el concepto nación adquiere un significado distinto al queoriginariamente se había propuesto en Inglaterra y Francia. El concepto Deutsche Nation,tanto en Lutero, como en otros escritores, abarcó siempre a los individuos pertenecientes a<strong>las</strong> capas <strong>de</strong> gobernantes y privilegiados, y se distinguió <strong>de</strong> la palabra Volk (pueblo), queabarcaba la generalidad <strong>de</strong> los súbditos y soldados.Esa separación y paralelismo <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> una misma sociedad se soslaya en algunospensadores, quienes opinan que hay una sola forma <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r a la nación; ésta es una i<strong>de</strong>aque la difun<strong>de</strong> Her<strong>de</strong>r, quien es consi<strong>de</strong>rado en el Centro y Este <strong>de</strong> Europa como el padre<strong>de</strong>l nacionalismo mo<strong>de</strong>rno, ya que entien<strong>de</strong> el significado <strong>de</strong>l concepto nación únicamentecomo la expresión cultural-ética <strong>de</strong>l pueblo, pues nunca i<strong>de</strong>ntificaba a la nación con elEstado, esa expresión la <strong>de</strong>scribe también Uchmany en esta i<strong>de</strong>a: “…el nacionalismo <strong>de</strong>Her<strong>de</strong>r era eternamente apolítico, su insistencia en la comunidad popular y en su lenguaje,pronto inspiraron a los diferentes grupos etnográficos <strong>de</strong>l Centro y Este <strong>de</strong> Europa afomentar su conciencia nacional”. 202Con base en esa expresión y en su entendimiento, se logra <strong>de</strong>spertar y exaltar el Volkgeist(espíritu <strong>de</strong>l pueblo), tanto en Alemania como entre los pueblos eslavos, pero ella no sepudo mantener en su concepción original <strong>de</strong>l contexto cultural, sino que sirvió también paraunir a la población en una reacción bélico-política para confrontar la invasión extranjera.Esto lo encontramos en los Discursos a la nación alemana <strong>de</strong> Fichte, quien hace dosconsi<strong>de</strong>raciones para dar a enten<strong>de</strong>r el sentido y contenido <strong>de</strong> la nación; una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> es la202 Cfr UCHMANY, Eva Alexandra, La proyección <strong>de</strong> la Revolución Francesa en Alemania, FFL, <strong>UNAM</strong>,México, 1975, pp. 27 y 28.


exclusión <strong>de</strong> los no pertenecientes, <strong>de</strong> los extranjeros. Fichte los califica como: “…loshombres que, tal como hemos <strong>de</strong>scrito hasta ahora el extranjerismo, no creen en absoluto enlo originario y en una evolución <strong>de</strong> ello, sino meramente en un círculo eterno <strong>de</strong> la vidaaparente. . . en sentido superior no son ningún pueblo y como <strong>de</strong> hecho tampoco están ahí,tampoco pue<strong>de</strong>n tener un carácter nacional”.La segunda consi<strong>de</strong>ración es para el pueblo que conforma la nación y el Estado,entendiendo a este ultimo como una entidad administrativa <strong>de</strong>svinculada <strong>de</strong>l pueblo pues:“Estado quiere ciertos <strong>de</strong>rechos, paz interna, y que cada uno con su trabajo encuentresustento y la base <strong>de</strong> su existencia física, mientras Dios quiera consentírsela.. . Laconstitución, <strong>las</strong> leyes, etc., son creadas por circunstancias y situaciones diversas, sirven enépocas <strong>de</strong> tranquilidad (generan amor cívico), pero cuando la regularidad política es elamor patrio, esa es la única garantía contra la esclavitud.De estas observaciones <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> que: “Pueblo y patria en esta significación, comoportador y prenda <strong>de</strong> la eternidad telúrica y como aquello que pue<strong>de</strong> ser eterno en estemundo. Ambos conceptos están muy por encima <strong>de</strong>l Estado”; y ya en la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>lhombre para la conformación <strong>de</strong>l pueblo dice: “Solamente el alemán, el hombre originarioy no el muerto en un estatuto arbitrario, tiene verda<strong>de</strong>ramente un pueblo y pue<strong>de</strong> contar conuno, y sólo él es capaz <strong>de</strong> amor verda<strong>de</strong>ro y racional a su nación. . . El hombre noble quierea su nación como única fuente <strong>de</strong> lo perpetuo, <strong>de</strong> su propia perpetuidad, que únicamenteestá garantizada por la supervivencia in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> su nación. El hombre está, por tanto,dispuesto a morir por ella... La obra <strong>de</strong>l hombre, si él preten<strong>de</strong> su eternidad con razón, <strong>de</strong>ningún modo es el mero éxito <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> la naturaleza espiritual <strong>de</strong> la nación..sino que esalgo más...que emana directamente <strong>de</strong> la vida divina y originaria… y así es, pues, seguroque la formación consiguiente a través <strong>de</strong> él permanece en su pueblo mientras éstepermanezca, convirtiéndole en motivo constante <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> todo <strong>de</strong>sarrolloposterior”. 203Estas concepciones culturales y político-bélicas <strong>de</strong> la nación en el pensamiento alemán y ensu forma <strong>de</strong> organización social permite al historiador Fe<strong>de</strong>rico Meinecke dividir a <strong>las</strong>naciones en dos grupos: en el primero quedarán aquel<strong>las</strong> formas <strong>de</strong> organización social quese emancipen culturalmente sin lograr una unidad política en la que participe el Estado(como es inicialmente el caso <strong>de</strong> Alemania), a la cual la <strong>de</strong>nomina Kulturnation. El segundocompren<strong>de</strong>rá a <strong>las</strong> que logran la unidad política (como es el caso <strong>de</strong> Inglaterra y Francia), laque se i<strong>de</strong>ntificará como Staatsnation. Por ello cuando se quiera saber cuáles fueron <strong>las</strong>características que sirvieron para la configuración <strong>de</strong> un Estado-nacional, es necesariorevisar cada uno <strong>de</strong> los casos para enten<strong>de</strong>r cuándo es el ascendiente político y cuándo elcultural el que sirve <strong>de</strong> base para su creación y <strong>de</strong>sarrollo.203 Cfr. Fichte, Johann Gottlieb, Discursos a la nación alemana, Taurus, Madrid, 1968, pp. 55-61.


En cualquiera <strong>de</strong> estas opciones para la configuración <strong>de</strong> los Estados nacionales vemos que<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> algunos procesos generacionales queda en la población la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que sonintegrantes y copartícipes <strong>de</strong> ese conglomerado social ubicado en un espacio geofísico<strong>de</strong>terminado.De esta manera se fue creando una fuerza psíquica, que condiciona el sentimiento <strong>de</strong>pertenencia, aunado a la difusión, promovida por los grupos sociales interesados engeneralizar la imagen <strong>de</strong> la participación igualitaria para la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> un patrimoniocomún, y se crea la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la nación y los nacionales (pertenecientes a la nación), que seadhieren a ella tal vez en forma inconsciente para adquirir presencia.Aunque la nación no se establece <strong>de</strong> una manera homogénea, sí po<strong>de</strong>mos encontrar que éstaes una peculiaridad <strong>de</strong> los núcleos económicos que impulsan el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong>organización social <strong>de</strong>l capitalismo, y <strong>de</strong> su conformación estructural que pue<strong>de</strong>establecerse como un po<strong>de</strong>r frente al po<strong>de</strong>r existente cuyo objetivo es <strong>de</strong>rogar losprivilegios <strong>de</strong> la nobleza y trasladar el po<strong>de</strong>r político a los grupos que estén generandopo<strong>de</strong>r económico, sin injerencias <strong>de</strong> la parásita nobleza asentada en el po<strong>de</strong>r que sólo seaprovecha <strong>de</strong>l esfuerzo <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> riqueza <strong>de</strong> la sociedad.Si bien estas ejemplificaciones pue<strong>de</strong>n ser calificadas como una visión euro centrista <strong>de</strong> lanación, no po<strong>de</strong>mos olvidar que la expansión colonial llevó consigo, a <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong>regiones colonizadas, la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l Estado nacional que, <strong>de</strong> una u otra manera, con suspeculiarida<strong>de</strong>s, asumieron los diversos lí<strong>de</strong>res políticos en los distintos espacios geofísicosy los incorporaron como ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> sus movimientos in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntistas.Las fronteras geofísicas han variado históricamente <strong>de</strong> acuerdo con el po<strong>de</strong>r político omilitar <strong>de</strong> quienes <strong>las</strong> establecen, y si bien a lo largo <strong>de</strong> la historia po<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificaratisbos <strong>de</strong> propuestas nacionalistas, <strong>de</strong> cohesión social frente a <strong>las</strong> amenazas externas, esaconvicción i<strong>de</strong>ológico-cultural se <strong>de</strong>sarrolla en los siglos posteriores.Si bien estas consi<strong>de</strong>raciones generales tienen una implicación relativa, ello se <strong>de</strong>be a quela configuración <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones o, como ahora se les i<strong>de</strong>ntifica, <strong>de</strong> los Estados nacionales,ha seguido distintos caminos. Así, la realidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, no ha sido parte <strong>de</strong>todas <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> organización social en la historia <strong>de</strong> la humanidad, sino solamente<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que ésta se organizó en grupos sociales como nación.Así, antes <strong>de</strong> que hubiese una disciplina <strong>de</strong> Relaciones Internacionales, ya existía unarealidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, y <strong>de</strong> ella daban cuenta economistas, politólogos,juristas, psicólogos, sociólogos e historiadores.Ejemplo <strong>de</strong> ello son los escritos <strong>de</strong> Adam Smith referente a <strong>las</strong> Investigaciones sobre lanaturaleza y causas <strong>de</strong> la riqueza <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones <strong>de</strong>1776 o <strong>de</strong> Carlos Marx sobre Elcapital, que eran consi<strong>de</strong>rados estudios clásicos <strong>de</strong> economía, pero ya daban cuenta <strong>de</strong> la


ealidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Así también po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar los escritos posteriores<strong>de</strong> Rosa Luxemburgo sobre La acumulación <strong>de</strong>l capital, el <strong>de</strong> Arghiri Emmanuel sobre Elintercambio <strong>de</strong>sigual y el <strong>de</strong> Samir Amin sobre La acumulación a escala mundial, don<strong>de</strong>evi<strong>de</strong>ntemente se abordan asuntos <strong>de</strong> economía internacional, pero en ningún momento seexpresa que estos estudios son <strong>de</strong> la competencia estricta <strong>de</strong> la disciplina RelacionesInternacionales, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser proposiciones teóricas para el entendimiento <strong>de</strong> la realidad<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. 204Lo mismo po<strong>de</strong>mos encontrar en la sociología, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su proposición por Comte, ya<strong>de</strong>scribía en su Filosofía positiva el plan <strong>de</strong> trabajos para reorganizar la sociedad, unavisión universal <strong>de</strong>l ser humano que comprendía esa evolución hacia la conformación <strong>de</strong>los Estados nacionales, particularmente en su Sistema <strong>de</strong> política positivista en el apartado“sociedad industrial: paz y guerra” don<strong>de</strong> hace una referencia a la “falta provisoria <strong>de</strong> todaorganización sistemática <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>», lo cual provoca inquietu<strong>de</strong>s porel riesgo que implica el preservar la paz. 205 Y con ello da cuenta <strong>de</strong> la nueva forma <strong>de</strong>organización <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s en naciones.Asimismo los trabajos <strong>de</strong> clásicos <strong>de</strong> la epistemología sociológica <strong>de</strong> Durkheim y Weber,en el caso <strong>de</strong>l primero La división <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> 1895 y Las formas elementales <strong>de</strong> la vidareligiosa <strong>de</strong> 1912, son estudios teóricos cuyas referencias compren<strong>de</strong>n a una sociedaduniversal. En el caso <strong>de</strong> Weber, tanto Etica protestante y espíritu <strong>de</strong>l capitalismo comoEconomía y sociedad, son escritos que hacen interpretaciones <strong>de</strong> la sociedad internacional.En ninguno <strong>de</strong> los dos casos hay fundamentos que establezcan que esos estudios pertenecena la disciplina <strong>de</strong> Relaciones Internacionales, sino que son consi<strong>de</strong>rados estudiossociológicos, pero tomando en cuenta la realidad internacional.La psicología ha tenido una diversidad <strong>de</strong> corrientes, y se consi<strong>de</strong>ra que ésta estudia laforma <strong>de</strong> comportamiento <strong>de</strong>l individuo y <strong>de</strong> éste en sociedad. Si revisamos muchas <strong>de</strong> suspropuestas <strong>de</strong> una u otra manera vemos que en el<strong>las</strong> no hay limitación para abordar losaspectos <strong>de</strong> la realidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, puesto que tanto el conductismo,corriente que se orienta a la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> comportamiento <strong>de</strong> los individuosy <strong>las</strong> colectivida<strong>de</strong>s, como el psicoanálisis, que se centra en estudios sobre el inconsciente,han servido <strong>de</strong> base para que se expliquen <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s y actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los individuos ensu interacción internacional. Ejemplo <strong>de</strong>l primero son los estudios experimentales <strong>de</strong> J. B.Watson y B. F. Skinner y sus inducciones hacia el comportamiento humano en sociedad; y<strong>de</strong>l segundo los escritos <strong>de</strong> Sigmund Freud y Erich Fromm sobre los factores inconscientes204 cfr. Luxemburgo, Rosa, La acumulación <strong>de</strong>l capital, Grijalbo, México, 1967; Emmanuel, Arghirii, Elintercambio <strong>de</strong>sigual, Siglo XXI, México, 1976; Amin, Samir, La acumulación a escala mundial, Siglo XXI,México, 1977.205 COMTE, Augusto, La filosofía positiva, Colección Sepan Cuantos, núm. 340, Porrúa, México, 1986,pp.109 y 110


que impulsan activida<strong>de</strong>s humanas hacia la <strong>de</strong>structividad humana, en <strong>las</strong> acciones bélicaso sadomasoquistas que trascien<strong>de</strong>n <strong>las</strong> fronteras nacionales.El <strong>de</strong>recho ha seguido un camino similar; en la baja Edad Media, se fue reformulando el<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> gentes, proveniente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el auge <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho romano, ya que los polacos PawelWoIdkowik, Stanislaw <strong>de</strong> Skalbmierz y Andrzej Frycz-Modrzewski, aportaron numerosasi<strong>de</strong>as para establecer un enfoque novedoso al referido <strong>de</strong>recho, para que se tomara encuenta la diferente sociedad que se había venido reconfigurando a partir <strong>de</strong>l siglo XIV yque consolidó esas nuevas condiciones en el periodo renacentista.Aunado a ello, con los <strong>de</strong>scubrimientos europeos <strong>de</strong> nuevas tierras y la colonización, <strong>las</strong>normas jurídicas <strong>de</strong> guerra (jus in bello) vigentes, se consi<strong>de</strong>raron insuficientes, por lo queopiniones como <strong>las</strong> <strong>de</strong>l dominicano Francisco <strong>de</strong> Vitoria, <strong>de</strong>l español Francisco Suárez y<strong>de</strong>l italiano Abericus Gentilus, así como el jurista holandés Stuig <strong>de</strong> Groot, mejor conocidocomo Hugo Grotius, propusieron que éstas se limitaran para evitar la <strong>de</strong>structividad <strong>de</strong> <strong>las</strong>guerras.Esos fueron los antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong>l “Derecho <strong>de</strong> Gentes”, pero en 1780 eljurista inglés JeremY Bentham en su obra An introduction to the principles of moral andlegislation, modificó esa trayectoria pues empleó por vez primera la locución “<strong>de</strong>rechointernacional”, sustituyendo a la expresión latina <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> gentes (jus gentium). A partir<strong>de</strong> entonces la expresión “<strong>de</strong>recho internacional” se fue reproduciendo, teniendo una <strong>de</strong> susmás claras expresiones en el Congreso <strong>de</strong> Viena en 1814-1815, que daría la base <strong>de</strong>l nuevosistema europeo que se preservó hasta el conflicto conocido como primera guerra mundial.Como vemos, si la disciplina <strong>de</strong> Relaciones Internacionales se empieza a configurar con lacátedra en Gales en 1919, el <strong>de</strong>recho interna <strong>de</strong>recho internacional, como normatividad <strong>de</strong>realidad <strong>de</strong> esas <strong>relaciones</strong> entre naciones, ya tenía más <strong>de</strong> un siglo.La política internacional también tiene sus antece<strong>de</strong>ntes en la configuración <strong>de</strong>l Estadonación,y <strong>las</strong> obras Leviatán <strong>de</strong> Thomas Hobbes, el Ensayo sobre un gobierno civil, <strong>de</strong> JohnLocke, el Contrato social <strong>de</strong> Rousseau y los diversos escritos <strong>de</strong> George Savile, primermarqués <strong>de</strong> Halifax, con el obvio prece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> El príncipe <strong>de</strong> Maquiavelo, son teoríaspolíticas que luego fueron mol<strong>de</strong>adas en Alemania por Her<strong>de</strong>r, Lessing, Hegel y Marx, y enEstados Unidos por Jefferson, Hamilton, Madison y Franklin. Estas referencias, quesirvieron <strong>de</strong> una u otra manera <strong>de</strong> sustento para la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> <strong>las</strong> colonias,inicialmente <strong>las</strong> americanas y luego <strong>las</strong> asiáticas y africanas, <strong>de</strong>l yugo <strong>de</strong> los paíseseuropeos, llevaron a la creación <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la política, aplicada en algunas <strong>de</strong> sus fases ala realidad internacional en <strong>las</strong> diversas épocas, hasta la constitución <strong>de</strong> la primera cátedra<strong>de</strong> política internacional que se ha consi<strong>de</strong>rado como el antece<strong>de</strong>nte inmediato <strong>de</strong> ladisciplina <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.


En el caso <strong>de</strong> la historia hay un sinfín <strong>de</strong> líneas <strong>de</strong> conocimiento, puesto que abarca todas<strong>las</strong> esferas anteriormente referidas. Así, encontramos historia sobre la economía, la política,la psicología, la sociología y el <strong>de</strong>recho, y en cada una <strong>de</strong> esas áreas hay asuntos<strong>internacionales</strong>, pero a<strong>de</strong>más hay historia <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Los historiadores,que también son filósofos (como Hegel y Marx), politólogos (como Hobbes y Locke),economistas (como Smith y Ricardo), sociólogos (como Durkheim y Weber) y psicólogos(como Wundt y Freud), no se <strong>de</strong>tienen a explicar si son o no historiadores, sino quesimplemente hacen investigaciones históricas para fundamentar sus i<strong>de</strong>as, para enten<strong>de</strong>r elpresente y actuar hacia el futuro. Así, los historiadores pue<strong>de</strong>n elaborar sus conceptos yteorías sobre la historia, tengan esa formación académica como Arnold J. Toynbee oEdward H. Carr, o no, como los pensadores antes referidos.Entendidas <strong>de</strong> esa manera, <strong>las</strong> teorías sobre la realidad social también sirven <strong>de</strong> base para elestudio <strong>de</strong> la realidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, pues <strong>de</strong> cualquier manera dan cuenta <strong>de</strong>ella y no hay obstáculo alguno para no aprovechar esas aportaciones al conocimiento en esadisciplina.Así como se han hecho proposiciones epistemológicas para el estudio <strong>de</strong> la historia con elfin <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar su objeto <strong>de</strong> estudio, como la Filosofía <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> Hegel o ¿Qué esla historia? <strong>de</strong> Carr, éstas no han sido obstáculo para que se sigan haciendo estudioshistóricos. Lo mismo suce<strong>de</strong> en el caso <strong>de</strong> la disciplina Relaciones Internacionales, en laque luego surgen preocupaciones para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>limitar y fundamentar su objeto <strong>de</strong> estudio,pero ello no impi<strong>de</strong> que se hagan investigaciones y se elaboren teorías sobre la realidad<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, aunque éstas no provengan <strong>de</strong> especialistas formadosacadémicamente en esa disciplina.CAPÍTULO 3ENFOQUES CONCEPTUALES TRADICIONALES


SUMARIO3.1. HISTORIA3.1.1 Evolución3.1.2 Marco conceptual3.1.3 Objeto <strong>de</strong> estudio3.1.4 Métodos <strong>de</strong> análisis3.2 ENFOQUE JURÍDICO3.2.1 Evolución3.2.2 Marco conceptual3.2.3 Objeto <strong>de</strong> estudio3.2.4 Métodos <strong>de</strong> análisis3.3 DERECHO INTERNACIONAL, HISTORIA DE LAS RELACIONESINTERNACIONALES Y TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES.En la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l proceso para formación <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> RelacionesInternacionales, que algunos autores califican como la evolución para la formación <strong>de</strong> la(s)teoría(s) <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, se ha encontrado que en diversos momentosalgunos especialistas realizaron estudios en áreas académicas como la historia y el <strong>de</strong>rechoque han servido <strong>de</strong> base y antece<strong>de</strong>nte para <strong>las</strong> construcciones teóricas contemporáneassobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Estos estudios han sido calificados como enfoquesconceptuales tradicionales.¿Cuáles son <strong>las</strong> coinci<strong>de</strong>ncias y diferencias entre los enfoques tradicionales histórico yjurídico? Marcel Merle ha dicho que en el caso <strong>de</strong> los estudios históricos: “La mayor parte<strong>de</strong> <strong>las</strong> investigaciones se inscriben en el marco <strong>de</strong> la concepción tradicional, pero por medio<strong>de</strong> un mecanismo distinto <strong>de</strong>l que explica la actitud <strong>de</strong> los juristas.A simple vista, nada obliga a los que se ocupan por resucitar el pasado a adoptar un tipo <strong>de</strong>interpretación frente a otro cualquiera. Mientras que el jurista se inclina con todanaturalidad a privilegiar, <strong>de</strong> entre la masa indistinta <strong>de</strong> fenómenos, los hechos o los actosque se rigen por el <strong>de</strong>recho, el historiador se mantiene teóricamente neutral frente a losacontecimientos <strong>de</strong>l pasado, al menos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> vías <strong>de</strong> aproximación científicas. Por tanto,se hubiera podido esperar que la historia adoptase una presentación <strong>de</strong> los hechos que nofuese tributaria <strong>de</strong>l planteamiento <strong>de</strong> los filósofos y <strong>de</strong> los juristas. Sin embargo, este ha


sido el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> interpretación adoptado, al menos implícitamente, por la mayoría <strong>de</strong> losmanuales y, sobre todo, por <strong>las</strong> obras especializadas”. 206Con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la historia sólo <strong>de</strong>be <strong>de</strong>scribir los hechos <strong>de</strong> manera neutral, a diferencia<strong>de</strong> los estudios jurídicos que siempre <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>l estudioso queposiblemente asuma una hermenéutica jurídica, se presenta una dicotomía que hace quecada una <strong>de</strong> esas áreas haya formado una tradición distinta en su <strong>de</strong>venir académico ypragmático.A estos estudios se les ha calificado <strong>de</strong> manera simplista como enfoques conceptualestradicionales, seguramente porque tanto en la revisión <strong>de</strong> los acontecimientos como en losfundamentos <strong>de</strong> <strong>las</strong> normas para el conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s sociales <strong>de</strong> otrasépocas, hay datos que solamente sirven como referencia para aprehen<strong>de</strong>r lo que sucedió, oconocer <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> convivencia social <strong>de</strong> otras épocas que posiblemente pue<strong>de</strong>nproyectarse al presente. Pero parece que nunca se toma en cuenta la dificultad que implicapara el historiador (honesto y responsable <strong>de</strong> los alcances <strong>de</strong> sus conocimientos) escribir undato; o para el legislador y el jurista respectivamente (conscientes <strong>de</strong> su compromisosocial), aprobar una ley y aplicarla <strong>de</strong> conformidad con el espíritu <strong>de</strong> su misión. Por tantoveremos cómo estas áreas han colaborado al estudio la realidad internacional.Pero a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir brevemente <strong>las</strong> concepciones que se tienen <strong>de</strong> la historia y el<strong>de</strong>recho en su vinculación con <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, haremos algunas reflexionessobre la pertinencia <strong>de</strong> dichas concepciones. Empecemos con la historia.3.1 HISTORIASe dice que en la evolución hacia la conformación disciplina para la construcción <strong>de</strong> unateoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se pue<strong>de</strong>n i<strong>de</strong>ntificar cuatro etapas; la primera <strong>de</strong>el<strong>las</strong> ha sido calificada como la <strong>de</strong> la historia diplomática. Pero esa historia no ha sidogeneralmente autónoma, ya que, según explica Cár<strong>de</strong>nas: “Las gran<strong>de</strong>s obras clásicas <strong>de</strong>historia y aún los libros <strong>de</strong> texto <strong>de</strong> historia universal, han sido hasta ahora, en realidad,libros <strong>de</strong> historia política, pues su objeto central <strong>de</strong> estudio ha sido, por lo general, <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> y formación <strong>de</strong> los Estados y naciones. La filosofía política <strong>de</strong>l siglo XVIII y lafilosofía <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l siglo XIX marcaron y orientaron <strong>las</strong> corrientes más importantes<strong>de</strong> <strong>las</strong> escue<strong>las</strong> <strong>de</strong>dicadas al estudio <strong>de</strong> la historia diplomática europea. Esto explica, enparte, el que hasta la primera guerra mundial, por el carácter eminentemente historicista <strong>de</strong>lsiglo XIX, el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> fuera virtualmente monopolizado porlos historiadores <strong>de</strong> la diplomacia. En ese aspecto <strong>las</strong> escue<strong>las</strong> francesas, inglesas yalemanas lograron brillantes resultados, por lo que se refiere al estudio <strong>de</strong> algunos hechosdiplomáticos concretos o al estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas extranjeras <strong>de</strong> ciertos regímenes <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminado periodo. La orientación y métodos <strong>de</strong> la política exterior <strong>de</strong> algunos206 Merle, Marcel, op. cit., p. 59.


soberanos, o <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones políticas <strong>de</strong> los ministros británicos como Palmerston oCanning, fueron el objeto <strong>de</strong> provechosas investigaciones históricas. Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong>vista histórico este periodo se caracterizó por el alto grado alcanzado en la observación <strong>de</strong>los Principios <strong>de</strong> la documentación e investigación histórica Es interesante constatar cómosus más importantes exponentes se cuidaron, con extrema pru<strong>de</strong>ncia, <strong>de</strong> elaborargeneralizaciones a partir <strong>de</strong> sus observaciones. En su gran mayoría, los investigadores <strong>de</strong> lahistoria diplomática evitaron la tentación <strong>de</strong> generalizar o extraer principios universales apartir <strong>de</strong> los hechos constatados, y se apegaron al <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir en su mayorsimplicidad el fenómeno histórico. Esta manera <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r no impidió que, paralela a estacorriente historiográfica se <strong>de</strong>sarrollara otra <strong>de</strong> carácter opuesto que, bajo la influencia <strong>de</strong>los filósofos <strong>de</strong> la historia, elaboraron con menor rigor historiográfico ampliasinterpretaciones <strong>de</strong> la historia, tendientes a la justificación o <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong> los movimientossociales e <strong>internacionales</strong> más característicos <strong>de</strong> la época. Renan y Ranke, si no por suintención sí por sus consecuencias, son claros exponentes <strong>de</strong> ese tipo <strong>de</strong> historicismonacionalista.El precio que la historia diplomática tuvo que pagar por el intento <strong>de</strong> realizar un estudioriguroso evitando <strong>las</strong> generalizaciones explicativas fue el renunciar a elaborar un marco <strong>de</strong>análisis conceptual que en alguna forma correspon<strong>de</strong> a una teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.El estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> empezó a <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser monopolio <strong>de</strong> loshistoriadores <strong>de</strong> la diplomacia en el momento en que éstos se mostraron incapaces <strong>de</strong>explicar los fenómenos recientes o contemporáneos.” 207Estas reflexiones permiten enmarcar la relación entre los estudios históricos y la formación<strong>de</strong> la disciplina Relaciones Internacionales. Pero esa relación es parte <strong>de</strong> un proceso quepermitió tomar bases para el conocimiento <strong>de</strong> una realidad presente, fundada en <strong>las</strong>experiencias <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong>l pasado. Veamos cómo se dio la evolución <strong>de</strong> esavinculación entre historia y <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.3.1.1 EVOLUCIÓNSe ha dicho que en los documentos relativos a los acuerdos, <strong>de</strong> cualquier índole, entrerepresentantes <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s antiguas, i<strong>de</strong>ntificadas como grupos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, se encuentra loque se ha calificado como la prehistoria <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Generalmente seutiliza la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> prehistoria en el sentido <strong>de</strong> antece<strong>de</strong>ntes para la constitución <strong>de</strong>la disciplina, pues antes se estudiaban los fenómenos que se consi<strong>de</strong>raban como<strong>internacionales</strong> <strong>de</strong> conformidad con la división política que había entre <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>todas <strong>las</strong> épocas. Recor<strong>de</strong>mos algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as que establezcan el criterio <strong>de</strong> que <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son <strong>relaciones</strong> entre Estados o unida<strong>de</strong>s políticas.207 Cár<strong>de</strong>nas Elorduy, Emilio. Op. Cit. p. 6.


Raymond Aron <strong>de</strong>cía que: “Las <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son <strong>relaciones</strong> entre unida<strong>de</strong>spolíticas, concepto este último que <strong>de</strong>signa a <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s Griegas, al imperio romano o alegipcio, al igual que a <strong>las</strong> monarquías europeas, a <strong>las</strong> repúblicas burguesas y a <strong>las</strong><strong>de</strong>mocracias populares. . . Las <strong>relaciones</strong> entre los Estados, es <strong>de</strong>cir, <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>verda<strong>de</strong>ramente <strong>internacionales</strong> constituyen el tipo <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> porexcelencia así, los tratados representan un ejemplo indiscutible <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> interestatales.Supongamos que los intercambios económicos <strong>de</strong> país a país vengan reguladosíntegramente por un acuerdo entre Estados; en esta hipótesis, pertenecerán sin duda alcampo <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>…el centro <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> viene constituido por <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> que hemos llamado interestatales,aquel<strong>las</strong> que ponen en relación <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s como tales”. 208Esto coinci<strong>de</strong> con el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> otros autores que también piensan que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>entre los Estados son la base <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, visión quepreserva Nicho<strong>las</strong> J. Spykman, para quien <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pue<strong>de</strong>n serllamadas más precisamente <strong>relaciones</strong> interestatales, ya que: “Las <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> son <strong>relaciones</strong> entre individuos pertenecientes a estados diferentes, o enotros términos, la conducta internacional es la conducta social <strong>de</strong> los individuos dirigida oinfluida por la existencia o conducta <strong>de</strong> individuos o grupos pertenecientes a un Estadodiferente.” 209Quincy Wright dice que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son: “<strong>relaciones</strong> entre grupos conpo<strong>de</strong>r.. . entre los grupos dotados <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, algunos han alcanzado un po<strong>de</strong>r no sólopredominante sino también cualificado, y que por ello les confiere un lugar privilegiado:son aquellos que poseen el monopolio <strong>de</strong>l uso legítimo <strong>de</strong> la fuerza: es <strong>de</strong>cir, <strong>las</strong> entida<strong>de</strong>so socieda<strong>de</strong>s políticas, los Estados en un sentido amplio”. 210Por su parte, J. J. Chevallier, dice que: “el entendimiento <strong>de</strong> la sociedad internacional <strong>de</strong>bea<strong>de</strong>cuarse a la complejidad <strong>de</strong> su objeto, por lo que una <strong>de</strong>nominación a<strong>de</strong>cuada sería el <strong>de</strong>complejo relacional internacional . . .en el cual se compren<strong>de</strong>: . . .el entrelazamiento <strong>de</strong><strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> toda c<strong>las</strong>e entre los diversos Estados, anudadas en el seno <strong>de</strong> ese medioespecial que se <strong>de</strong>nomina comúnmente sociedad internacional, y secundariamente también<strong>relaciones</strong> entre los Estados y ciertos organismos a los que se les llama <strong>internacionales</strong>.Las <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en este sentido son, por consiguiente, aquel<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>entre individuos y colectivida<strong>de</strong>s humanas que en su génesis y su eficacia no se agotan enel seno <strong>de</strong> una comunidad diferenciada y consi<strong>de</strong>rada como un todo que fundamentalmente208 ARON, Raymond, op. cit., pp. 23 y 24.209 Cfr Truyol y Serra, Antonio. La teoría…, op cit. pp. 24-25.210 Ibi<strong>de</strong>m, p. 26.


(pero no exclusivamente) es la comunidad política o Estado, sino que trascien<strong>de</strong>n suslímites.” 211Holsti dice, <strong>de</strong> conformidad con <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Aron, que un sistema internacional pue<strong>de</strong> ser<strong>de</strong>finido como cualquier conjunción <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s políticas in<strong>de</strong>pendientes, que interactúancon frecuencia consi<strong>de</strong>rables y <strong>de</strong> acuerdo con procesos regularizados. Esas entida<strong>de</strong>spue<strong>de</strong>n ser <strong>las</strong> tribus, <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s-Estado, <strong>las</strong> naciones y los imperios. 212También Marcel Merle coinci<strong>de</strong> con los planteamientos <strong>de</strong>scritos cuando afirma que: “elEstado se mantiene, en <strong>las</strong> circunstancias actuales, como el instrumento privilegiado <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”; en este enunciado queda una reserva que <strong>de</strong>spués aclara cuandodice: “es exacto que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre Estados son <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Estaproposición es evi<strong>de</strong>nte para la mayoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas. Sin embargo no es admitidauniversalmente. . .“; y el significado <strong>de</strong> la reserva nos lo <strong>de</strong>scribe <strong>de</strong> la siguiente manera:“Sea cual sea la importancia <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong>sempeñado por los Estados en la sociedadinternacional, <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no pue<strong>de</strong>n reducirse a los intercambios <strong>de</strong> todotipo que se opera entre los gobiernos. Las <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> compren<strong>de</strong>n elconjunto <strong>de</strong> intercambios públicos o privados que se <strong>de</strong>sarrollan por encima <strong>de</strong> <strong>las</strong>fronteras.” 213El criterio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar a la realidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como <strong>relaciones</strong> entreEstados o grupos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, permite, como se propuso en <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Aron y Holsti,encontrar ese tipo <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> en cualquier momento <strong>de</strong> la historia, pero como se dijo, elEstado nacional es una realidad social (política, i<strong>de</strong>ológica, económica y jurídica), queevoluciona <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el siglo XVI y se va consolidando hasta el XX. Por tanto, hasta antes <strong>de</strong>la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XVIII, los grupos políticos tenían otras nominaciones como <strong>las</strong><strong>de</strong> tribus, al<strong>de</strong>as, imperios, ciuda<strong>de</strong>s-Estado, feudos, etc., pero no se podía hablarformalmente <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, pues no se habían conjuntado los elementospolíticos, i<strong>de</strong>ológicos y jurídicos que llevaron a utilizar esta expresión.Se dice que los estudios históricos registran como uno <strong>de</strong> los primeros documentos <strong>de</strong><strong>relaciones</strong> entre grupos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r o Estados el Artha-Sastra, adjudicado al primer ministroKautilya (quien vivió <strong>de</strong>l 326-289 aC) durante el gobierno <strong>de</strong>l emperador Candragrupta <strong>de</strong>la India, pues es un tratado <strong>de</strong> política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. 214Pero también hay tratados <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> entre unida<strong>de</strong>s políticas que lo antece<strong>de</strong>n como elcelebrado entre los reyes <strong>de</strong> Lagash y Umma, ciuda<strong>de</strong>s-estado <strong>de</strong> Mesopotamia en el año3100 aC. También está el tratado <strong>de</strong> paz y alianza entre el egipcio Ramsés II y Huatusil III,211 Ibi<strong>de</strong>m pp.27 y 28212 Cfr. HOLSTI, K. J., International politics…op. cit. p. 27213 MERLE, Marcel, op. cit., pp. 145-148.214 Cfr. MEDINA ORTEGA, Manuel, La teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, Seminarios y Ediciones,Madrid, 1973, p. 27.


ey <strong>de</strong> los Hititas, cuyo texto quedó grabado en los muros <strong>de</strong> piedra <strong>de</strong> los templos <strong>de</strong>Tebas, que data <strong>de</strong>l año 1292 aC. 215Por su parte, Holsti hace una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la política “internacional” <strong>de</strong> nueve siglos <strong>de</strong>historia china bajo la dinastía Chou, don<strong>de</strong> hay variaciones en su política internacional. Elprimero fue el or<strong>de</strong>n feudal, que va <strong>de</strong>l establecimiento <strong>de</strong> la dinastía en el año 1122 hastaaproximadamente el 771, aC., cuando la monarquía cambió la capital por ataques <strong>de</strong>señores feudales insurgentes y los “bárbaros”. Este periodo fue c<strong>las</strong>ificado como el “Chouocci<strong>de</strong>ntal” (Western Chou). De 1771 a 483 se consi<strong>de</strong>ró el periodo “primavera y otoño”(Spring and Autumm), caracterizado por el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s Estados in<strong>de</strong>pendientes,entre los cuales se formaron dos bloques antagónicos. El tercer periodo, que va <strong>de</strong>l 403 al221 aC conocido como “Estados peligrosos” (WarringStates), don<strong>de</strong> el conflicto y lacompetencia entre los gran<strong>de</strong>s estados llevó a la <strong>de</strong>clinación <strong>de</strong> <strong>las</strong> alianzas, <strong>de</strong> la estructura<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r polarizado y la eventual auto<strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l sistema. Luego <strong>de</strong> hacer una breve<strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> esos periodos, Holsti se refiere a la organización <strong>de</strong> <strong>las</strong>ciuda<strong>de</strong>s-Estado griegas, entre los años 800 y 322 aC, señalando que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong>ciuda<strong>de</strong>s-Estado y <strong>las</strong> colonias, constituyeron la mayoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> interacciones ytransacciones en el sistema internacional <strong>de</strong> la época. Finalmente hace una revisión <strong>de</strong> lapolítica internacional en el renacimiento italiano, don<strong>de</strong>, según señala, no existía el Estadonacional, pues el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong>l rey en el trono y en ocasiones <strong>de</strong> la semisoberanía <strong>de</strong>los señores feudales, quienes <strong>de</strong>terminaban quién <strong>de</strong>bería ocupar el trono. La jerarquíaeclesiástica también era un po<strong>de</strong>r in<strong>de</strong>pendiente y una influencia en la política. 216 215Estos son algunos <strong>de</strong> los elementos que, <strong>de</strong> conformidad con el criterio <strong>de</strong> los autores,permiten establecer la vinculación entre <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> e historia. Pero unaestructuración más formal <strong>de</strong> esa relación la encontramos en autores que escribieron textosad hoc sobre el tema, como los <strong>de</strong> Renouvin y Duroselle.Los escritos <strong>de</strong> estos autores han sido i<strong>de</strong>ntificados como la proposición <strong>de</strong> una historiaestructural. Esta proposición está enmarcada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una <strong>de</strong> <strong>las</strong> más trascen<strong>de</strong>ntescorrientes para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, ya que son producto <strong>de</strong> variasetapas. En <strong>las</strong> primeras etapas po<strong>de</strong>mos encontrar los estudios históricos en general, quetien<strong>de</strong>n más hacia la acumulación y <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> datos que hacia su análisis. Ejemplo <strong>de</strong>ello es el amplio escrito <strong>de</strong> Toynbee, quien afirma en su interés <strong>de</strong> articular el sentido <strong>de</strong> losestudios históricos que para lograr ”. . .la unidad inteligible <strong>de</strong>l estudio histórico no es ni elEstado nacional ni (en el otro extremo <strong>de</strong> la escala) la humanidad como un todo, sino ciertacomunidad humana que hemos llamado una sociedad. “ 217 pero para <strong>de</strong>scribir esa sociedad,215 Cfr. Osmañczyc, Edmund Jan, Enciclopedia mundial <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> y Naciones Unidas,FCE, México, 1976, p. 1443.216 Holsti, op. cit., pp. 29 y 30.217 TOYNBEE, Arnoid, Estudio <strong>de</strong> la historia, Alianza, Madrid, 1977, Introducción, p. 34.


Toynbee se concentra en la acumulación general <strong>de</strong> datos don<strong>de</strong> se invierte unaconsi<strong>de</strong>rable cantidad <strong>de</strong> cuartil<strong>las</strong> que contiene su “Estudio <strong>de</strong> la historia”Por su parte, Renouvin inicia un esfuerzo propositivo para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> partiendo <strong>de</strong> lo que ha calificado como historia estructural, y afirma en elmagno trabajo que coordina que: “Los autores <strong>de</strong> esta historia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> han procurado no elegir a priori entre estas gran<strong>de</strong>s corrientes <strong>de</strong> lainterpretación histórica ni adscribirse exclusivamente a alguna. Naturalmente cada unotiene su concepción personal, su temperamento sus preferencias, pero todos estánconvencidos <strong>de</strong> que el historiador no <strong>de</strong>be aislar un solo aspecto <strong>de</strong> la realidad y <strong>de</strong> quetiene el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> buscar por todas partes los elementos <strong>de</strong> una explicación. Es estacondición la que ha trazado el plan <strong>de</strong> nuestra obra y la que ha inspirado su método”. 218Aquí es don<strong>de</strong> se inicia la proposición <strong>de</strong> Renouvin para enten<strong>de</strong>r la historia estructuralcomo una acumulación sistemática <strong>de</strong> los acontecimientos seleccionados sin pon<strong>de</strong>raralguno <strong>de</strong> ellos.Posteriormente en otro estudio orientado a fundamentar <strong>las</strong> virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la historiaestructural y cuyo título original es Introducción a la historia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, Renouvin y Durosselle <strong>de</strong>stacan que <strong>las</strong> fuerzas profundas y los factorespsicológicos que se reflejan en los hombres <strong>de</strong> Estado son <strong>de</strong>terminantes para el estudio <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong> esas premisas concluyen que: “Las observaciones yanálisis prece<strong>de</strong>ntes invitan a meditar sobre el papel respectivo <strong>de</strong> todos esos factores cuyainfluencia sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> hemos señalado. Cuando los historiadoresabordan el problema, siguen generalmente una <strong>de</strong> estas tres direcciones unos piensan que<strong>las</strong> condiciones económicas, financieras y <strong>de</strong>mográficas han ejercido una influenciadominante en el curso <strong>de</strong> la política exterior <strong>de</strong> los Estados y en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, otros creen que la explicación fundamental <strong>de</strong>be buscarse en lossentimientos, i<strong>de</strong>as y orientaciones nuevas que sigue la mente <strong>de</strong>l hombre; otros, porúltimo, otorgan una importancia preeminente al valor <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones y los actos <strong>de</strong> losdirigentes <strong>de</strong> la política exterior. No preten<strong>de</strong>mos examinar en el plano teórico —al que lapolémica tien<strong>de</strong> a inclinarse con frecuencia- el valor <strong>de</strong> una y otra <strong>de</strong> estas interpretaciones<strong>de</strong> carácter general. Querríamos apuntar tan sólo algunas indicaciones basadas en laexperiencia histórica”. 219Más a<strong>de</strong>lante finalizan diciendo: “Reservar <strong>de</strong> antemano la parte esencial a una <strong>de</strong> estasexplicaciones y admitir en principio el papel predominante <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> esas fuerzas concarácter <strong>de</strong> permanencia supondría falsear el sentido <strong>de</strong> la investigación histórica. Aislar218 Renouvin, Pierre, Historia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Aguilar, México, 1960, P. 7219 Durosselle, Jean Baptiste y Renouvin, Pierre, Introducción a la política internacional. Rialp. Madrid,1968, p. 503.


uno <strong>de</strong> los aspectos <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong> los grupos humanos sería, con toda seguridad<strong>de</strong>snaturalizarlo, al eliminar la influencia que ejercen entre sí los diversos móviles quesobre él actúan. Establecer entre ellos una especie <strong>de</strong> gradación jerárquica sería tan inútilcomo intentar formular leyes generales. Para el historiador el único método <strong>de</strong> evitar losgran<strong>de</strong>s errores en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es conservar una constanteflexibilidad <strong>de</strong> criterio”. 220Como se pue<strong>de</strong> observar, la proposición <strong>de</strong> la historia estructural es exponer simplemente,sin valoración alguna, los datos que se <strong>de</strong>scubran. Con esos ejemplos se pue<strong>de</strong> tener unareferencia <strong>de</strong> lo que se ha mencionado como la prehistoria <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>,pero los textos que han sido reconocidos como <strong>las</strong> aportaciones <strong>de</strong> los historiadores<strong>de</strong>dicados al estudio <strong>de</strong> la realidad internacional son, particularmente, el volumen conjunto<strong>de</strong> Renouvin y Durosselle, cuyo título original es Introducción a la historia <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, la voluminosa aportación dirigida por Pierre Renouvin. Historia<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, la obra <strong>de</strong> Arnoid J. Toynbee, Estudio <strong>de</strong> la historia y laHistoria <strong>de</strong> la diplomacia, dirigida en su primera edición por Potem.kin, que falleció en1946 y <strong>de</strong> la que posteriormente se elaboró la segunda edición por un consejo <strong>de</strong> redacciónen el que participaron Zorin, Semiónov, Skazkin y Jvostov.Estos escritos fueron consi<strong>de</strong>rados como <strong>las</strong> aportaciones <strong>de</strong> los historiadores al estudio <strong>de</strong>la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> Relaciones Internacionales. A partir <strong>de</strong> el<strong>las</strong> po<strong>de</strong>mos extraer el marcoconceptual que se propuso por parte <strong>de</strong> estos historiadores para <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.3.1.2 Marco conceptualTeniendo en cuenta <strong>las</strong> obras referidas como punto <strong>de</strong> partida para el entendimiento <strong>de</strong> laaportación <strong>de</strong> los historiadores al estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, po<strong>de</strong>mos extraerel marco conceptual <strong>de</strong> este enfoque.Empezaremos por la conceptualización que se <strong>de</strong>sarrolla en el texto <strong>de</strong> Renouvin yDuroselle. En él, cada uno <strong>de</strong> los autores se ocupa <strong>de</strong> un tema que consi<strong>de</strong>ran fundamentalpara integrar la bicomplementariedad para el estudio <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>; Renouvin trata lo que llama “fuerzas profundas” y Duroselle lo referente al“hombre <strong>de</strong> Estado”Sobre <strong>las</strong> fuerzas profundas en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, se <strong>de</strong>scribe cómo se hamanifestado su influencia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> poco más <strong>de</strong> un siglo, poniendo en relieve el juego <strong>de</strong> <strong>las</strong>mismas. En su contenido se abordan:220 Ibi<strong>de</strong>m, p. 514.


primero, los factores geográficos, resaltando <strong>las</strong> condiciones y los recursos <strong>de</strong>l territorio, <strong>las</strong>ituación geográfica (<strong>de</strong>scribiendo <strong>las</strong> ventajas, problemas y características <strong>de</strong> la ubicación)y el espacio (entendido como la extensión <strong>de</strong>l territorio).Segundo, <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong>mográficas, don<strong>de</strong> se tratan el crecimiento y la expansión<strong>de</strong>mográfica y los movimientos migratorios.Tercero, <strong>las</strong> fuerzas económicas en sus aspectos <strong>de</strong> competencias y conflictos entre losEstados.Cuarto, <strong>las</strong> fuerzas económicas, haciendo referencia especialmente a <strong>las</strong> ententes, como <strong>las</strong>uniones aduaneras y los repartos <strong>de</strong> influencia.Quinto, <strong>las</strong> cuestiones financieras, tratando el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones <strong>de</strong> capital, laacción <strong>de</strong>l Estado y el imperialismo financiero y los conflictos políticos.Sexto, el sentimiento nacional, don<strong>de</strong> se refieren a la nación, al Estado en Europa y fuera<strong>de</strong> ella, y <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> ésta <strong>las</strong> colonias y Estados in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> la época.Séptimo, los nacionalismos, <strong>de</strong> los que <strong>de</strong>scribe sus formas y los móviles.Octavo el sentimiento pacifista <strong>de</strong>l que expone sus bases, los métodos <strong>de</strong> acción y elalcance internacional <strong>de</strong>l movimiento.Sobre todos estos temas los autores reconocen que: “El estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas profundaslleva a abordar cuestiones tan vastas que es imposible dominar<strong>las</strong> por entero. Algunas —como <strong>las</strong> formas <strong>de</strong>l sentimiento nacional o <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre los nacionalismos y elsentimiento religioso— no han sido objeto todavía <strong>de</strong> un riguroso examen crítico. Enmuchos aspectos no po<strong>de</strong>mos ir más allá <strong>de</strong> un mero esbozo.” 221En el apartado sobre “El hombre <strong>de</strong> Estado”, realizado por Durosselle, pero integradonumeralmente al capitulado <strong>de</strong> la obra, se continúa con el noveno capítulo, acerca <strong>de</strong> lapersonalidad <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> Estado, el cual subdivi<strong>de</strong> en <strong>las</strong> principales tipologías <strong>de</strong> lapersonalidad y la personalidad y <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s históricas.El décimo, “El hombre <strong>de</strong> Estado y el interés nacional”, contiene <strong>las</strong> ambigüeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>lconcepto <strong>de</strong> interés nacional, sus diferentes concepciones, el colonialismo y elcontinentalismo, la seguridad tradicional y la seguridad colectiva y el espacio vital, segúnHitler.El <strong>de</strong>cimoprimero relaciona la acción <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas profundas sobre el hombre <strong>de</strong> Estado, yse abordan <strong>las</strong> presiones directas e indirectas, el ambiente y la presión social.221 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 4.


En el artículo <strong>de</strong>cimosegundo se trata la acción <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> Estado sobre <strong>las</strong> fuerzasprofundas, particularmente en los aspectos <strong>de</strong> <strong>las</strong> tentativas <strong>de</strong> acción sobre <strong>las</strong> fuerzaseconómicas y sociales y la acción sobre <strong>las</strong> fuerzas psicológicas colectivas.El último capítulo es sobre la <strong>de</strong>cisión, estudiando los problemas para la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisionesen general y <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones racionales.Sobre este apartado también señalan los autores que: “El estudio <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong>Estado podrá también dar lugar a críticas, ya que no pue<strong>de</strong> tener más ambición que señalarcomportamientos individuales, cuyo valor <strong>de</strong> ejemplaridad es siempre discutible.Como conclusión a este escrito, los autores afirman: “… los estudios críticos no son aúnsuficientes. Se conoce muy mal la evolución <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s mercados —“uno <strong>de</strong> losfenómenos primordiales <strong>de</strong> la historia económica contemporánea”; <strong>las</strong> huel<strong>las</strong> <strong>de</strong> lainfluencia <strong>de</strong> los «gran<strong>de</strong>s negocios” financieros o industriales en la acción políticainternacional son a menudo difíciles <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir; la formación <strong>de</strong> un sentimiento nacionalen Asia, África y América Latina es un campo <strong>de</strong> investigación casi virgen; el análisis <strong>de</strong>los movimientos <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as ha <strong>de</strong>scuidado, por lo general, la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la medida enque esas i<strong>de</strong>as han rebasado los medios intelectuales y han penetrado en la masa; el examen<strong>de</strong> los métodos y medios <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> Estado, para alcanzar su pleno valor,habría que confrontar numerosísimos ejemplos que sólo pue<strong>de</strong>n estudiarseprovechosamente con la ayuda <strong>de</strong> documentos privados. Sin embargo, y como primeraaproximación al tema, tal vez sea interesante or<strong>de</strong>nar, en la perspectiva que hemosesbozado, <strong>las</strong> observaciones que sugieren dos aspectos esenciales <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>: el auge y la <strong>de</strong>clinación subsiguiente <strong>de</strong> la expansión colonial alo largo <strong>de</strong>l último siglo y <strong>las</strong> causas <strong>de</strong> <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s guerras”. 222Después <strong>de</strong> hacer algunas referencias sobre esas líneas <strong>de</strong> pensamiento, se llega a laconclusión <strong>de</strong> que: “Los móviles <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong> los grupos humanos no son nuncasencillos. Sería fácil multiplicar los ejemplos. De hecho, <strong>las</strong> influencias diversas queorientan la evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, el papel <strong>de</strong> <strong>las</strong> económicas,financieras, <strong>de</strong>mográficas, psicológicas o sentimentales, y el <strong>de</strong>l impulso ejercido por lavoluntad <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong> gobierno, se oponen o se combinan según modalida<strong>de</strong>scontinuamente variables en el tiempo y en el espacio. Por tanto, cuando busca loselementos <strong>de</strong> explicación, el historiador ha <strong>de</strong> examinar en cada caso, a título <strong>de</strong> hipótesis<strong>de</strong> trabajo, el juego <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> esas influencias. Ha <strong>de</strong> comprobar unas veces lainfluencia dominante <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas económicas o <strong>de</strong>mográficas —éste es, con frecuencia,el supuesto en el estudio <strong>de</strong> los cambios dura<strong>de</strong>ros—; y, en otras, poner el acento sobre <strong>las</strong>fuerzas sentimentales o espirituales —cuya acción es sobre todo sensible en <strong>las</strong> crisis<strong>internacionales</strong> en <strong>las</strong> que intervienen <strong>las</strong> pasiones— o llegar al papel <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> <strong>las</strong>222 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 503y 504


iniciativas individuales”. 223 Éstos serían los conceptos fundamentales <strong>de</strong> Durosselle yRenouvin en su Introducción a la historia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>; en esosconceptos no hay ningún elemento <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas profundas o el hombre <strong>de</strong> Estado quepermita una integración compleja <strong>de</strong> los elementes que componen la realidad internacionaly que puedan ser <strong>de</strong>terminantes para el estudio <strong>de</strong> la historia, todas tienen el mismo valorhistórico-Cognoscitivo.Otra <strong>de</strong> <strong>las</strong> obras colectivas que ha sido reconocida como tributaria para la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es Historia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, cuyaresponsabilidad compete a Pierre Renouvin. De entrada el autor refiere que: “Esta obra noes un gran manual <strong>de</strong> historia <strong>de</strong> la política internacional; preten<strong>de</strong> ser un ensayo <strong>de</strong>síntesis, y [señala que] <strong>las</strong> investigaciones en <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> han <strong>de</strong>scuidado laEdad Media, por lo que ante <strong>las</strong> concepciones tradicionales que enfocan sus estudios a <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> entre gobiernos, que no solamente limitan sus estudios al dossier diplomático,sino que disciernen los intereses y <strong>de</strong>scubren <strong>las</strong> intenciones en la medida en que lopermiten los documentos”.Según su intención, “Esta historia diplomática <strong>de</strong>dica, así, su predilección al papel<strong>de</strong>sempeñado por los hombres—jefes <strong>de</strong> Estado, ministros y sus colaboradores o agentes—.El historiador admite, o parece admitir, que la evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre los Estados<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, sobre todo, <strong>de</strong> los puntos <strong>de</strong> vista personales <strong>de</strong> estos hombres, <strong>de</strong> sus caracteres,<strong>de</strong> sus habilida<strong>de</strong>s o <strong>de</strong> sus errores. En resumen, toma el mismo horizonte que <strong>las</strong>cancillerías. Horizonte <strong>de</strong>masiado limitado: los colaboradores <strong>de</strong> esta Historia <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son <strong>de</strong> aquellos que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace un buen número <strong>de</strong> años nocesan <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirlo así en sus artículos o en sus enseñanzas.Luego <strong>de</strong> hacer referencia a <strong>las</strong> nuevas ten<strong>de</strong>ncias en los estudios históricos resaltando <strong>las</strong>fuerzas subyacentes y <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s hombres, dice, coincidiendo con elescrito anterior, que: “Cada una <strong>de</strong> esas ten<strong>de</strong>ncias parece encerrar una parte <strong>de</strong> verdad;ninguna nos parece que pueda, por sí sola, proporcionar una base suficiente para lainterpretación histórica.Nuestro objetivo es mostrar cuáles han sido, en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre Estados y entre lospueblos, <strong>las</strong> transformaciones importantes y <strong>de</strong>terminar, en la medida <strong>de</strong> lo posible, <strong>las</strong>causas. Estas transformaciones han sido tanto el resultado <strong>de</strong> conflictos, en los que importabuscar sus orígenes y medir su alcance, como el resultado <strong>de</strong> una evolución lenta: la <strong>de</strong> <strong>las</strong>fuerzas profundas, materiales o morales.223 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 513 y 514.


Hemos tratado, pues, <strong>de</strong> situar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cuadro <strong>de</strong> la historiageneral —historia económica y social, historia <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as y <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones—. Papel<strong>de</strong>sempeñado por <strong>las</strong> condiciones geográficas, por los intereses económicos o financieros yla técnica <strong>de</strong> armamentos, <strong>las</strong> estructuras sociales, los movimientos <strong>de</strong>mográficos; impulsodado por <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s corrientes <strong>de</strong>l pensamiento y por <strong>las</strong> fuerzas religiosas; influenciasejercidas por el comportamiento <strong>de</strong> un pueblo, su temperamento, su cohesión moral; éstosson los puntos <strong>de</strong> vista que hemos tenido siempre en nuestro espíritu. No hemos<strong>de</strong>spreciado, sin embargo, el papel <strong>de</strong>sempeñado por los hombres <strong>de</strong> gobierno que,habiendo sufrido, más o menos conscientemente, la influencia <strong>de</strong> esas fuerzas, han tratado<strong>de</strong> dominar<strong>las</strong> y a veces lo han conseguido; pero su acción personal nos interesa, sobre todoen la medida en que ha modificado el curso <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Hemoscreído, incluso, necesario estudiar <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong>l trabajo diplomático, ya que esteestudio (como en el caso <strong>de</strong> la Edad Media) no había sido jamás realizado” . 224El contenido <strong>de</strong> los dos tomos en muy vasto, por lo que solamente esbozaremos susenunciados generales siguiendo los criterios antes <strong>de</strong>scritos. En el primero <strong>de</strong> ellos,François L. Ganshof aborda con el tema genérico <strong>de</strong> “La Edad Media” los datos querefieren <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la ruptura <strong>de</strong> la unidad romana hasta la técnica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> en los tres últimos siglos <strong>de</strong> la Edad Media, es <strong>de</strong>cir, <strong>las</strong> técnicas para <strong>las</strong>negociaciones y acuerdos. Con el encabezado <strong>de</strong> “Tiempos mo<strong>de</strong>rnos”, Gasten Zelleraborda <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el siglo XVI, tomado como punto <strong>de</strong> partida aCristóbal Colón y concluyendo hasta el “Siglo <strong>de</strong> <strong>las</strong> Luces”. Finalmente, André Fugier seencarga <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> <strong>las</strong> conmociones revolucionarias hasta la emancipación <strong>de</strong>lnuevo mundo. El tomo segundo, se cubre con dos trabajos <strong>de</strong> Renouvin sobre “El sigloXIX” y “La crisis <strong>de</strong>l siglo XX”. En estos tomos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> hacer una búsqueda <strong>de</strong> loselementos que caracterizan y van configurando la realidad internacional, se establece laflexibilidad <strong>de</strong> criterios para la investigación histórica <strong>de</strong> conformidad con los parámetrosya anotados.Otro <strong>de</strong> los escritos es la magna obra, el Estudio <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> Arnold J. Toynbee,publicada en 13 volúmenes. Pero ella se hizo accesible a cualquier lector con la iniciativa<strong>de</strong> D.C. Somervel <strong>de</strong> elaborar un compendio manteniendo intactas <strong>las</strong> tesis <strong>de</strong>l autor. Laobra <strong>de</strong> Toynbee parte <strong>de</strong> diversas premisas que se van articulando para darle cuerpo a suescrito. El<strong>las</strong> son, principalmente el conocimiento <strong>de</strong>l Estado soberano nacional, teniendocomo punto <strong>de</strong> referencia los asuntos internos y externos <strong>de</strong> la Gran Bretaña, y cómo en esarelación con el entorno se van interactuando distintas fuerzas para ir confirmando loshechos históricos.Sobre los conceptos que le sirven <strong>de</strong> base expone que en el trabajo <strong>de</strong> los historiadores está:“el <strong>de</strong>sarrollo en los últimos siglos, y más particularmente en <strong>las</strong> últimas generaciones, <strong>de</strong>l224 Renouvir, Pierre, op. cit., pp. IX-XLV.


presuntamente autárquico Estado soberano nacional (que) ha llevado a los historiadores aescoger <strong>las</strong> naciones como campo normal <strong>de</strong>l estudio histórico. Pero ninguna nación oEstado nacional <strong>de</strong> Europa pue<strong>de</strong> presentar, aisladamente, una historia que se explique porsí misma. En realidad si no se encuentra que Gran Bretaña (o en los periodos más antiguosInglaterra) instituye en sí misma un campo inteligible <strong>de</strong> estudio histórico, po<strong>de</strong>mos inferircon seguridad que ningún otro Estado nacional europeo mo<strong>de</strong>rno resistirá este examen”. 225Sobre los criterios utilizados para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l trabajo dice: “ Las fuerzas actuantes noson nacionales, sino que proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> causas más amplias, que operan sobre cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong>partes y que no son inteligibles en su actividad parcial a menos que se tenga una visióngeneral <strong>de</strong> su actividad en toda la sociedad. Partes diferentes son afectadas <strong>de</strong> mododiferente por una causa general idéntica, porque cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> reacciona, y cada una <strong>de</strong>el<strong>las</strong> contribuye en modo diferente a <strong>las</strong> fuerzas que esta misma causa pone en movimiento.Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que una sociedad enfrenta en el curso <strong>de</strong> su vida una serie <strong>de</strong> problemas quecada miembro ha <strong>de</strong> resolver por sí mismo como mejor pueda. La presentación <strong>de</strong> cadaproblema es una incitación a sufrir una prueba, y a través <strong>de</strong> esta serie <strong>de</strong> pruebas losmiembros <strong>de</strong> la sociedad se diferencian progresivamente unos <strong>de</strong> otros. En el procesogeneral, es imposible captar la significación <strong>de</strong> la conducta <strong>de</strong> ningún miembro enparticular sometido a una prueba particular sin tener en cuenta la conducta semejante o<strong>de</strong>semejante <strong>de</strong> sus compañeros y sin consi<strong>de</strong>rar <strong>las</strong> pruebas sucesivas como una serie <strong>de</strong>acontecimientos en la vida <strong>de</strong> toda sociedad.” 226Esta obra reúne una compleja interrelación <strong>de</strong> reflexiones epistemológicas para el estudiohistórico, c<strong>las</strong>ificaciones temáticas y fundamentación <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas con referencias <strong>de</strong>diversos acontecimientos. Su método es la comparación y el análi5~5, y como premisaselecciona para ello 19 socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> distintos espacios geográficos y continentales, que lesirven para <strong>de</strong>terminar los criterios <strong>de</strong> civilización. Así, aborda <strong>las</strong> génesis, crecimientos,colapsos y <strong>de</strong>sintegración <strong>de</strong> <strong>las</strong> civilizaciones; los Estados y <strong>las</strong> iglesias universales; <strong>las</strong>eda<strong>de</strong>s heroicas; los contactos <strong>de</strong> <strong>las</strong> civilizaciones en el tiempo y el espacio; la ley y lalibertad en la historia, y <strong>las</strong> perspectivas <strong>de</strong> la civilización occi<strong>de</strong>ntal. Son eventos naturalesy sociales, sujetos, grupos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r e interacciones históricas, los que caracterizan laconstrucción <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> Toynbee, que no se circunscribe exclusivamente al Estadonacional, sino que compren<strong>de</strong> a otras civilizaciones en distintas épocas.En cuanto a la también obra colectiva <strong>de</strong> la Historia <strong>de</strong> la diplomacia que como yahabíamos dicho fue dirigida en su primera edición por Potemkin, y posteriormente seelaboró la segunda edición por un consejo <strong>de</strong> redacción en el que participaron Zorin,Semiónov, Skazkin y Jvostov, en la que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> hacer algunas correcciones a la primera225 Toynbee, Arnold J. op. cit. p.19226 Ibi<strong>de</strong>m, p. 23.


edición, que se centraba especialmente en los países europeos, se amplió hacia ladiplomacia asiática y norteamericana.En la nota introductoria se precisa: “La diplomacia apareció en los tiempos más remotos.Su embrión se pue<strong>de</strong> encontrar ya en la sociedad gentilicia. Sin embargo, en el verda<strong>de</strong>rosentido en el que nosotros la enten<strong>de</strong>mos, la diplomacia surge solamente con el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong>l Estado... La diplomacia es parte <strong>de</strong> la superestructura política. Su carácter viene<strong>de</strong>terminado por <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> sociales propias <strong>de</strong> <strong>las</strong> distintas formaciones económicas y,ante todo, por la naturaleza <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e <strong>de</strong>l Estado al cual sirve. La diplomacia es uno <strong>de</strong> losmedios <strong>de</strong> la política exterior <strong>de</strong>l Estado”. 227Aunque no aparece ninguna referencia al sentido que se le da a la expresión <strong>de</strong> diplomacia,puesto que sólo se registra como parte <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre estados, ésta se refiere a lainteracción entre integrantes <strong>de</strong> la sociedad política <strong>de</strong> los diversos grupos. Luego <strong>de</strong>exponer la forma en que se ejercía la diplomacia en la antigüedad, se van <strong>de</strong>scribiendo losprincipales acontecimientos, bélicos y <strong>de</strong> cooperación, a través <strong>de</strong> la historia. Así, en eltomo 1 se relata la diplomacia en el antiguo Oriente, Grecia y Roma. La sección segundaexpone la diplomacia en la Edad Media, resaltando los Estados bárbaros, elfraccionamiento feudal y la consolidación <strong>de</strong> la monarquía feudal. La sección tercera serefiere a la diplomacia en la baja Edad Media y comienzos <strong>de</strong> la Edad Mo<strong>de</strong>rna, entre lossiglos XVI y XVIII. La cuarta sección contiene la diplomacia en la edad mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> losaños 1789 a 1871.El tomo II, titulado De la paz armada a la primera guerra mundial (1871-1914),complementa la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> los conflictos bélicos hasta el inicio <strong>de</strong> la llamada GranGuerra. Finalmente, el tomo III contiene la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l comienzo <strong>de</strong> la primera guerramundial hasta 1939. En todos los volúmenes aparece el concepto <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, aunque <strong>de</strong> manera indistinta, puesto que se hace referencia tanto acuestiones <strong>internacionales</strong> en el antiguo Oriente, como a la vida internacional, en <strong>las</strong> leyes<strong>de</strong> Manú en la India y los vínculos <strong>internacionales</strong> basados en la proxenia y anfictionías enGrecia. Esto es, el concepto <strong>de</strong> nación no tiene una especificidad histórica, sino que parecepartir <strong>de</strong> la premisa <strong>de</strong> que toda organización social en tiempo y espacio pue<strong>de</strong> ser<strong>de</strong>nominada como nación.Estas obras parten <strong>de</strong> su propia conceptualización sobre la realidad <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> y su interpretación <strong>de</strong> la misma, lo que <strong>las</strong> lleva a constituir, aunque ello nose haga explícito, sus teorías <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.3.1.3 Objeto <strong>de</strong> estudio.227 Potemkin, V. P., et al., Historia <strong>de</strong> la diplomacia, Grijalbo, México, 1966, p. 5.


No hay objeto que no sea permeado por los estudios históricos, y en el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, po<strong>de</strong>mos encontrar una amplia referencia <strong>de</strong> Duroselle yRenouvin sobre la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la historia en esa disciplina.Sobre ello dicen: “El estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se ocupa sobre todo <strong>de</strong>analizar y explicar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s políticas organizadas en el ámbito<strong>de</strong> un territorio es <strong>de</strong>cir, entre los Estados. Es evi<strong>de</strong>nte que ha <strong>de</strong> tomar en consi<strong>de</strong>ración loslazos que existan entre los pueblos y los individuos que los componen: los intercambios <strong>de</strong>productos y servicios, <strong>las</strong> comunicaciones <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, el juego <strong>de</strong> influencias reciprocas entre<strong>las</strong> formas <strong>de</strong> civilización y <strong>las</strong> manifestaciones <strong>de</strong> simpatías y antipatías. Pero adviertepronto que son muy contadas <strong>las</strong> ocasiones en que pue<strong>de</strong>n disociarse <strong>de</strong> los que seestablecen entre los Estados. Suele ocurrir, en efecto, que los gobiernos no <strong>de</strong>jen libre cursoa los contactos entre los pueblos —ya se trate <strong>de</strong> movimientos <strong>de</strong> mercancías o capitales, <strong>de</strong>movimientos migratorios o, incluso, <strong>de</strong> intercomunicación <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as—y les imponganregulaciones y limitaciones. Es posible también que orienten, a través <strong>de</strong> otrosprocedimientos, <strong>las</strong> corrientes sentimentales. Con mucha frecuencia, el resultado <strong>de</strong> estasintervenciones no se reduce a restringir o <strong>de</strong>bilitar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> creadas por <strong>las</strong> iniciativasindividuales, sino que modifica su propio carácter. Las <strong>relaciones</strong> entre los individuos,<strong>de</strong>jadas a su libre juego, podrían constituir a veces un factor <strong>de</strong> solidaridad; al menos, y enla mayor parte <strong>de</strong> los casos, los antagonismos <strong>de</strong> intereses privados no entrañaríanconsecuencias políticas directas. Pero reguladas por los Estados, se convierten en unelemento <strong>de</strong> negociación o <strong>de</strong> polémica entre los gobiernos. La acción <strong>de</strong>l Estado, porconsiguiente, viene a insertarse «en el centro <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>»... Lahistoria diplomática estudia —en dichas <strong>relaciones</strong>— <strong>las</strong> iniciativas o <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> losgobiernos, sus <strong>de</strong>cisiones y, en la medida <strong>de</strong> lo posible, sus propósitos... Para compren<strong>de</strong>rla acción diplomática, hay que tratar <strong>de</strong> percibir <strong>las</strong> influencias que orientan su curso. Lascondiciones geográficas, los movimientos <strong>de</strong>mográficos, los intereses económicos yfinancieros, los rasgos <strong>de</strong> la mentalidad colectiva y <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s corrientes sentimentales son<strong>las</strong> fuerzas profundas que han ido formando la urdimbre <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre los gruposhumanos y, en gran medida, han <strong>de</strong>terminado su carácter. El hombre <strong>de</strong> Estado no pue<strong>de</strong><strong>de</strong>senten<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> el<strong>las</strong> al <strong>de</strong>cidir o proyectar; está sometido a su influencia y ha <strong>de</strong> calibrarnecesariamente los límites que imponen a su actividad. Sin embargo, cuando sus dotesintelectuales, su temperamento o su firmeza <strong>de</strong> carácter le permiten sobrepasarlos, pue<strong>de</strong>intentar modificar el juego <strong>de</strong> esas fuerzas y servirse <strong>de</strong> el<strong>las</strong> para sus propios fines. Estáentonces en condiciones <strong>de</strong> mejorar, mediante la política económica, el rendimiento <strong>de</strong> losrecursos naturales; pue<strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> actuar sobre <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong>mográficas y <strong>de</strong> orientar,a través <strong>de</strong> la prensa y la enseñanza, <strong>las</strong> ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> la mentalidad colectiva; y no vacila aveces en tomar iniciativas susceptibles <strong>de</strong> provocar una marejada pasional en la opiniónpública. Por ello, estudiar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> sin tener muy en cuenta <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as


personales, los métodos y <strong>las</strong> reacciones sentimentales <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> Estado suponemarginar un factor importante y, en muchos casos, esencial”. 228También Cár<strong>de</strong>nas explica que: “…<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se <strong>de</strong>sarrollan en eltiempo. No fue un acci<strong>de</strong>nte el que se confundieran en el pasado con la historiainternacional en general o con la historia diplomática en particular. Pero este hecho no nosautoriza a confundir el or<strong>de</strong>n genético con el or<strong>de</strong>n epistemológico. Una cosa es el papelque jugó la historia y sus técnicas <strong>de</strong> investigación en una etapa <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como disciplina, y otra el papel que guarda la historia comoinstrumento o como enfoque en el estudio <strong>de</strong> la realidad internacional.La historia nos ofrece un conocimiento <strong>de</strong> hechos singulares, únicos y que no se pue<strong>de</strong>nrepetir; tiene por misión hacer aparecer <strong>las</strong> condiciones reales en que un fenómeno históricose produjo, <strong>las</strong> condiciones en que una acción diplomática tuvo lugar. Aquellos que sóloadmiten el conocimiento científico <strong>de</strong> lo que es general, niegan por esa razón a la historiasu carácter <strong>de</strong> ciencia. En su nivel teórico <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> buscan en el<strong>de</strong>venir humano no lo que hay en él <strong>de</strong> singular, <strong>de</strong> único, sino los elementos permanentes ydurables: <strong>las</strong> regularida<strong>de</strong>s. La explicación historiográfica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>particulariza, o al menos <strong>de</strong>scribe, <strong>las</strong> vicisitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> sinexplicar<strong>las</strong>. La explicación que preten<strong>de</strong> ofrecer la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>es una explicación <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z general mediante el recurso <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> loselementos típicos”. 229Por lo <strong>de</strong>scrito, el objeto <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no es solamente la<strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> datos, sino la proposición y búsqueda <strong>de</strong> fundamentos interpretativos. Porello no coincidimos plenamente con la afirmación <strong>de</strong> que “la historia recoge los hechossingulares sin conectarlos y explicarlos, su aportación para la construcción teórica esmínima”, 230 puesto que en <strong>las</strong> obras referidas hay criterios para la selección <strong>de</strong> datos y seevi<strong>de</strong>ncia la relación entre todos los aspectos <strong>de</strong> la actividad humana ahí registrados, por loque, <strong>de</strong> conformidad con lo <strong>de</strong>scrito sobre <strong>las</strong> características <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías, no se pue<strong>de</strong>negar que éstas son proposiciones teóricas.3.1.4 Métodos <strong>de</strong> análisis.Es difícil referir cuáles son los métodos <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong> la historia aplicados a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, puesto que los historiadores siguen estudiando <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> y, a<strong>de</strong>más, enriqueciendo sus métodos. De <strong>las</strong> obras referidas po<strong>de</strong>mos228 DUROSELLE, Jean Baptiste y RENOUVIN, Pierre, op. cit., pp. 1 y 2.229 CÁRDENAS, Elorduy, op. cit., p. 7.230 Batta, Víctor y Casasola, Rosendo, “La evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como disciplinacientífica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la segunda guerra mundial”, El estudio científico <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, FCPS,<strong>UNAM</strong>, México, 1978, p. 17.


extraer algunos elementos que nos <strong>de</strong>n algunas pautas <strong>de</strong> los métodos que usan. Toynbee,por ejemplo, afirma que: “Hay tres métodos diferentes <strong>de</strong> contemplar y presentar losobjetos <strong>de</strong> nuestro pensamiento y, entre ellos, los fenómenos <strong>de</strong> la vida humana. El primeroes la indagación y el registro <strong>de</strong> “hechos”; el segundo es la elucidación, mediante unestudio comparativo <strong>de</strong> los hechos establecidos, <strong>de</strong> “leyes’ generales; el tercero es larecreación artística <strong>de</strong> los hechos en forma <strong>de</strong> “ficción’. Se acepta generalmente que laindagación y el registro <strong>de</strong> hechos constituyen la técnica <strong>de</strong> la historia, y que los fenómenos<strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> esta técnica, son los fenómenos sociales <strong>de</strong> <strong>las</strong> civilizaciones; que laobtención y formulación <strong>de</strong> leyes generales es la técnica <strong>de</strong> la ciencia, y que en el estudio<strong>de</strong> la vida humana, la ciencia es la antropología y que los fenómenos en la provincia <strong>de</strong> latécnica científica son los fenómenos sociales <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s primitivas; y finalmente quela ficción es la técnica <strong>de</strong>l drama y la novela y que los fenómenos en la provincia <strong>de</strong> estatécnica son <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> personales <strong>de</strong> los seres humanos.” 231De acuerdo con esas consi<strong>de</strong>raciones, son diversos los métodos para el estudio <strong>de</strong> lahistoria, que se remiten, necesariamente a <strong>las</strong> opciones metodológicas que encontramos en<strong>las</strong> ciencias sociales.Otra aportación al método histórico la encontramos en el referido escrito <strong>de</strong> Cár<strong>de</strong>nas,quien dice que: “En efecto, la obtención <strong>de</strong> la documentación completa relativa a un hechopolítico o diplomático reciente era sumamente difícil, cuando no imposible, dado el caráctersecreto <strong>de</strong> los archivos diplomáticos. A<strong>de</strong>más, se objetaba a su labor el hecho <strong>de</strong> que sumétodo <strong>de</strong> trabajo impedía que la opinión pública tuviera criterios para la comprensión y laacción en materia <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong> naciones. Como consecuencia <strong>de</strong> esto, se inicióuna nueva ten<strong>de</strong>ncia entre los investigadores para dar cuenta y explicar los acontecimientosdiarios o recientes <strong>de</strong> la política internacional.En el lapso que va <strong>de</strong> la primera guerra mundial a la segunda, se dio un énfasis consi<strong>de</strong>rableal estudio <strong>de</strong>l presente inmediato y la tarea <strong>de</strong>l investigador <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> se vio, en gran medida, limitada a la exposición e interpretación <strong>de</strong>lsignificado contenido en los hechos políticos señalados por los gran<strong>de</strong>s periódicos yagencias <strong>de</strong> información internacional. El material <strong>de</strong> base, la “biblia” para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en esa época, fueron los editoriales <strong>de</strong> los periódicos másinfluyentes.Si los historiadores <strong>de</strong> la diplomacia pecaron por ignorar los fenómenos políticosinmediatos o recientes, la nueva ten<strong>de</strong>ncia periodística <strong>de</strong> los observadores <strong>de</strong> la políticainternacional elaboraba estudios sobre el presente, generalmente sin consi<strong>de</strong>rar <strong>las</strong><strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong>l pasado.231 TOYNBEE, Arnold J., op. cit., p. 79.


La consecuencia negativa más grave <strong>de</strong> esa manera <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r era que esos estudiososfueron incapaces <strong>de</strong> aportar fundamentos metodológicos que permitieran conectar, explicaro compren<strong>de</strong>r el significado <strong>de</strong> los fenómenos políticos <strong>de</strong>l presente en relación con <strong>las</strong>ten<strong>de</strong>ncias históricas anteriores. Un ejemplo característico <strong>de</strong> esa actitud en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> fue la opinión contraria <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Wilson a la proposiciónbritánica para la utilización <strong>de</strong> estudios sobre el Congreso <strong>de</strong> Viena, durante <strong>las</strong> discusiones<strong>de</strong> la Conferencia <strong>de</strong> París. En su opinión, ningún servicio o lección podían ser obtenidos<strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> los métodos y motivaciones que guiaron a Metternich o a Talleyrand paracompren<strong>de</strong>r <strong>las</strong> posiciones <strong>de</strong> Lloyd George o ClemenceauUna vez reconocidos los límites o los excesos a los que pue<strong>de</strong> conducir el recurso exclusivoa la historia diplomática para la comprensión <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, es necesariosubrayar y reconocer la función primordial que juega la historia diplomática en laconstitución <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como disciplina específica <strong>de</strong>dicada al estudio<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre los Estados”. 232La posibilidad <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar los diversos métodos para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> requiere <strong>de</strong> <strong>las</strong> investigaciones que se puedan realizar sobre la historia. Lahermenéutica y la semiología son posibilida<strong>de</strong>s metodológicas que se usan comúnmente enel estudio <strong>de</strong> la historia, pero ello no impi<strong>de</strong> que los análisis comparativos o el métododialéctico también puedan ser usados en su estudio.3.2 ENFOQUE JURÍDICOEl periodo <strong>de</strong> entreguerras ha sido consi<strong>de</strong>rado como el contexto en el que surgió elenfoque jurídico <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.En la fundamentación <strong>de</strong> esta ten<strong>de</strong>ncia se encuentra la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que los principios jurídicosse <strong>de</strong>bían hacer coincidir con los fines éticos <strong>de</strong> la acción política. Así la acción políticatendría la obligatoriedad moral <strong>de</strong> regular <strong>las</strong> conductas <strong>de</strong> los Estados para que éstas seapegaran a <strong>las</strong> normas <strong>de</strong> convivencia <strong>de</strong> la sociedad internacional.Los estudiosos <strong>de</strong> la realidad internacional tenían una doble tarea, enten<strong>de</strong>r <strong>las</strong>características <strong>de</strong> los fenómenos <strong>internacionales</strong>, para con ello proponer opciones con el fin<strong>de</strong> regular <strong>las</strong> interacciones entre los grupos que se relacionan en el medio internacional.La finalidad <strong>de</strong> estos estudios jurídicos era una: promover el pacifismo y elinternacionalismo. Los resultados <strong>de</strong> la <strong>de</strong>vastación provocada por <strong>las</strong> múltiples guerras,principalmente en Europa, y la formación <strong>de</strong> la Sociedad <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones, eran los doselementos que significaban, por un lado, la <strong>de</strong>strucción y, por el otro, la creación <strong>de</strong>instituciones <strong>internacionales</strong> para la creación <strong>de</strong> normas que tuvieran como finalidad lapreservación <strong>de</strong> la paz.232 CÁRDENAS Eolorduy, op. cit., pp. 6 y 7.


Así, en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se contribuyó a darle un enfoque jurídicoa la disciplina. La labor <strong>de</strong> esos estudiosos la <strong>de</strong>scribe Cár<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> la siguiente manera: “Enel espíritu <strong>de</strong> esos especialistas, el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se convertía enun medio más para lograr la paz. Una vez <strong>de</strong>scubiertos mediante esos análisis jurídicos, losfines e i<strong>de</strong>ales que <strong>de</strong>bería perseguir la sociedad internacional, sólo había que proce<strong>de</strong>r alestablecimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones que necesariamente conducirían a la resolución pacífica<strong>de</strong> los conflictos entre <strong>las</strong> naciones.La fuerza <strong>de</strong> estas convicciones en el espíritu <strong>de</strong> los investigadores conducíafrecuentemente a <strong>de</strong>struir o eliminar la objetividad y racionalidad <strong>de</strong> los análisis,convirtiendo, consecuentemente, a los investigadores en reformadores y doctrinariossociales. Algunos estudios <strong>de</strong> ese periodo, bajo un aparente rigor académico, encubrenformulaciones utópicas <strong>de</strong> muy difícil realización material, por no tomar en cuenta laacción <strong>de</strong> otros factores importantes <strong>de</strong> la realidad internacional.La actitud esencialmente jurídica <strong>de</strong> ese periodo era una muestra clara <strong>de</strong> la funciónpositiva que había <strong>de</strong>sempeñado el <strong>de</strong>recho internacional, el jus gentium, en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>entre Estados europeos. Pero esa generación <strong>de</strong> juristas se veía en <strong>las</strong> mismas dificulta<strong>de</strong>sque habían tenido los teóricos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional clásico para explicarlos fenómenosconflictivos bélicos a través <strong>de</strong> criterios exclusivamente jurídicos y normativos.Es difícil compren<strong>de</strong>r <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los observadores <strong>de</strong> ese periodo si no se hacereferencia a la diferencia entre la forma <strong>de</strong> presentar los problemas jurídicos en la etapa <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho internacional clásico y la manera en que se trataron <strong>de</strong> presentar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>1918”. 233De acuerdo con esas consi<strong>de</strong>raciones, es preciso hacer una revisión <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho internacional para conocer los criterios <strong>de</strong> conceptualización <strong>de</strong> la sociedadinternacional.3.2.1 EVOLUCIÓNAl <strong>de</strong>recho internacional se le reconoce como un área <strong>de</strong> estudio relativamente recientepues, como ya se señaló, fue Jeremy Bentham quien se refirió al Law of nations en susprincipios <strong>de</strong> moral y legislación <strong>de</strong> 1780. Previo a ella, a esta rama <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho se le<strong>de</strong>nominaba, según se dijo, “<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> gentes” o jus gentium.Hay quienes ubican los orígenes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional en la época <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>santiguas, partiendo <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>internacionales</strong> eran <strong>las</strong> que serelacionaban con base en <strong>las</strong> divisiones que había entre los grupos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. Así, los yareferidos tratados <strong>de</strong> la antigüedad eran los ejemplos para ilustrar dichos orígenes; pero laevolución <strong>de</strong> éste es previa a la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la división <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s en Estados233 Ibi<strong>de</strong>m, p. 8.


nacionales y casi colateral a la evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> soberanía (a partir <strong>de</strong> la expresión<strong>de</strong> la supremacía e in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l monarca), que más tar<strong>de</strong> les serviría <strong>de</strong> sustento a losjefes <strong>de</strong> Estado.En el texto <strong>de</strong> Korovin y otros autores soviéticos se afirma que: “el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la teoría<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> jurídicas <strong>internacionales</strong> se hallaba a menudo más a<strong>de</strong>lantada en losEstados eslavos que en el pensamiento jurídico <strong>de</strong>l occi<strong>de</strong>nte europeo. En el siglo XV eljurista polaco Pavel Wlodkowicz <strong>de</strong>fendió los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los “paganos” contra laviolencia y rapiña <strong>de</strong> los colonizadores europeos, anticipándose así a <strong>las</strong> posterioresconclusiones <strong>de</strong> De Vitoria. Su compatriota Ostrorub, que a fines <strong>de</strong>l siglo XV <strong>de</strong>fendiócon su Pro rei publicae ordinatione la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l rey <strong>de</strong> Polonia tanto frente alemperador como frente al Papa, sentó <strong>las</strong> bases <strong>de</strong> la soberanía estatal, precediendo <strong>de</strong> estaforma a Bodino.” 234También se consi<strong>de</strong>ra como uno <strong>de</strong> los precursores <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacionalcontemporáneo a Francisco <strong>de</strong> Vitoria. El sostuvo que Dios no quiso fundar la “república<strong>de</strong> todo el orbe”, sino que <strong>de</strong>jó al género humano la tarea <strong>de</strong> establecerla. Ello porque lanaturaleza había imbuido a los humanos <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> aliarse para satisfacer <strong>las</strong>exigencias <strong>de</strong>l bien común absoluto, y contra el<strong>las</strong> <strong>de</strong> nada valen <strong>las</strong> injerencias <strong>de</strong> laautoridad política. Esa exigencia <strong>de</strong>l bien común es un po<strong>de</strong>r universal que se consolidacuando <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s se integran en pueblos y se rigen promulgando leyes justas yconvenientes para todos.En la visión <strong>de</strong> Francisco <strong>de</strong> Vitoria está la formación <strong>de</strong> una gran familia humana queaglutina a sus miembros con vínculo moral y jurídico, sin diferencia <strong>de</strong> patria, raza, cultura,religión o política y fundado en el <strong>de</strong>recho natural. Hay otros precursores, como Domingo<strong>de</strong> Soto, Baltasar Ayala, Emerico Cruce y Alberico Gentifi, quienes se ocuparonespecialmente <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> la guerra y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los representantes diplomáticos, locual revestía la mayor importancia en la práctica jurídica <strong>de</strong> los siglos XVI y XVII.No obstante fue a Hugo Grocio, profesor y político holandés, a quien se le consi<strong>de</strong>ra comoel padre <strong>de</strong> la ciencia europea <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> gentes. Grocio era el representante típico <strong>de</strong> latransición entre el Estado absolutista feudal y el burgués. Propugna la libertad en los maresy la mo<strong>de</strong>ración para conducir <strong>las</strong> guerras y consi<strong>de</strong>raba que el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> gentes era parte<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho humano. Asimismo aseguraba que la fuente <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> gentes se encuentraen el acuerdo <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los Estados o entre todos ellos. Las propuestas <strong>de</strong> Grocioconstituian el catálogo <strong>de</strong> <strong>las</strong> exigencias planteadas por la naciente burguesía al Estadofeudal absolutista. Se consi<strong>de</strong>ra que Grocio fue el proponente <strong>de</strong> <strong>las</strong> dos gran<strong>de</strong>s ten<strong>de</strong>ncias<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional, el <strong>de</strong>recho natural y el <strong>de</strong>recho positivo.234 Korovin, Y.A., et al., Derecho internacional público, Grijalbo, México, 1963, p. 41.


Seguidores <strong>de</strong> la primera, <strong>de</strong>l jusnaturalismo, son Samuel Pufendorf y Juan Barbeyrac,quienes trataron <strong>de</strong> justificar la existencia <strong>de</strong> normas fundamentándose en la “voluntaddivina” y en la “naturaleza <strong>de</strong>l hombre”. Por otra parte, como representantes <strong>de</strong> la ten<strong>de</strong>nciapositivista están Johann Jakob Moser y Samuel Rachel, quienes no reconocieron más reg<strong>las</strong>que <strong>las</strong> <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> tratados y costumbres.También surgió una tercera ten<strong>de</strong>ncia que se llamó ecléctica o croceana, que presenta elmaterial positivo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional y lo estudia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el enfoque <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechonatural. En ella <strong>de</strong>stacan Richard Zouche, Christian Wolff, Emerico <strong>de</strong> Vattel y JorgeFe<strong>de</strong>rico von Martens.Estos antece<strong>de</strong>ntes permitieron la posterior consolidación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional. Latransición se <strong>de</strong>scribe en el texto <strong>de</strong> Korovin <strong>de</strong> la siguiente manera: "Las revolucionesburguesas, particularmente en Francia (1789-1793), que condujeron al quebrantamiento <strong>de</strong>lsistema feudal-absolutista y la instauración <strong>de</strong>l Estado burgués, influyeron sobremanera enel <strong>de</strong>recho internacional. La “voluntad” real fue reemplazada por asambleas representativasque expresaban la voluntad <strong>de</strong> la nueva c<strong>las</strong>e dominante tanto en el Estado como en sutráfico jurídico internacional. Una serie <strong>de</strong> postulados <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional pasaron aformar parte integrante <strong>de</strong> <strong>las</strong> constituciones burguesas. Los principios <strong>de</strong> la igualdadformal y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia burguesa se convirtieron en <strong>las</strong> normas tanto <strong>de</strong> la políticainternacional como <strong>de</strong> la extranjera. De los “<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l hombre y <strong>de</strong>l ciudadano” se<strong>de</strong>rivaron los “<strong>de</strong>rechos básicos” <strong>de</strong> los Estados. Los nuevos principios <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechointernacional se vieron reflejados en <strong>las</strong> <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> Constantino Francisco Volney,Henri Grégoire y Maximiliano Robespierre, en <strong>las</strong> constituciones revolucionarias <strong>de</strong>Francia, en los <strong>de</strong>cretos <strong>de</strong> la Asamblea Nacional y <strong>de</strong> la Convención y en <strong>las</strong> ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>lalto mando militar. Los sujetos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional, el <strong>de</strong>recho internacional, elterritorio estatal, el concepto <strong>de</strong> ciudadanía, <strong>las</strong> leyes y costumbres <strong>de</strong> la guerra y otrosmuchos conceptos recibieron interpretaciones completamente nuevas.La soberanía <strong>de</strong> los pueblos fue proclamada en lugar <strong>de</strong> la soberanía <strong>de</strong> los monarcasfeudales.La <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> soberanía <strong>de</strong> todos los pueblos proporcionó la base para elreconocimiento formal <strong>de</strong> la igualdad internacional <strong>de</strong> los Estados, que sustituyó a <strong>las</strong>perpetuas disputas feudales que concernían al or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> preeminencia <strong>de</strong> los monarcasfeudales.Del reconocimiento <strong>de</strong> la soberanía popular se <strong>de</strong>rivó el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong>naciones a ser dueñas íntegras <strong>de</strong> su territorio y a oponerse a toda injerencia extranjera en


sus asuntos internos. . . El principio <strong>de</strong> la no intervención recibió su formulacióninternacionalista.” 235De esa manera se fueron transformando simultáneamente la estructura <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechointernacional y la estructura <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. En un principio, <strong>las</strong>naciones europeas formaron un pequeño club <strong>de</strong> agentes activos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional,al que se unieron en el siglo XIX <strong>las</strong> naciones formadas en el continente americano. En elresto <strong>de</strong>l mundo había apéndices económicos y/o políticos <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones occi<strong>de</strong>ntales,como la India, o con alguna autonomía, como Japón y China.El pequeño número <strong>de</strong> naciones europeas tenían una gran uniformidad por el caráctermonárquico o cuasimonárquico <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s políticas. Los reyes y los duques, así comoel resto <strong>de</strong> los gobernantes, ya fueran hereditarios o electos, contribuyeron a laconsolidación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional. De manera conjunta con los teóricos <strong>de</strong> <strong>las</strong>oberanía popular perfilaban <strong>las</strong> competencias <strong>de</strong> los órganos e institucionesgubernamentales y su funcionamiento para bosquejar <strong>las</strong> nuevas normas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechointernacional, con miras a lograr una cooperación sensata y productiva para todos lospaíses. La igualdad y la auto<strong>de</strong>terminación para el ejercicio <strong>de</strong> la soberanía fueron <strong>las</strong>premisas <strong>de</strong> la normatividad.Pero este <strong>de</strong>recho internacional clásico tenía en su fundamento poca atención sobre losaspectos <strong>de</strong>l bienestar social y <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> mantenimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones, por lo quepronto se hicieron manifiestas <strong>las</strong> diferencias entre <strong>las</strong> condiciones físicas y tecnológicas <strong>de</strong>una nación con otra. Y ese proceso <strong>de</strong> formación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional mostró suinsuficiencia cuando los Estados nacionales mejor dotados <strong>de</strong> algunos recursos,aprovecharon su situación para mutilar, anexar e incluso eliminar a los más débiles. Así, el<strong>de</strong>recho internacional se vio limitado ante la suprema prerrogativa <strong>de</strong> ejercer la guerra paratener mejor posición. Así llegó el momento en que el <strong>de</strong>recho fue incapaz <strong>de</strong> impedir lallamada primera guerra mundial.Esa experiencia llevó a los estudiosos <strong>de</strong> la realidad <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> a buscar elfortalecimiento <strong>de</strong>l marco jurídico que impidiera nuevamente un conflicto <strong>de</strong> la magnitud<strong>de</strong>l acontecido. Es así como po<strong>de</strong>mos ver, <strong>de</strong> manera sintética, la forma en que seconfiguraron <strong>las</strong> fuentes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional.3.2.2 MARCO CONCEPTUAL.El marco conceptual <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional contempla que la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> justicia <strong>de</strong>becompren<strong>de</strong>r a todas <strong>las</strong> realida<strong>de</strong>s sociales con una intencionalidad jurídica. Por ello serequiere la precisión <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuentes que lo componen, pues son los sustentos conceptuales235 Ibi<strong>de</strong>m, p. 49.


<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional contemporáneo. Se consi<strong>de</strong>ra que son dos los tipos <strong>de</strong> fuentespara la estructuración <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional; <strong>las</strong> materiales y <strong>las</strong> formales.Las fuentes materiales son <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> vida social <strong>de</strong> subordinación, integración ycoordinación que abarcan a grupos <strong>de</strong> diversa índole y extensión; éstas contienen fuerzaspolíticas y económicas que implican <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> autoridad y estructuran la realidadnormativamente. En síntesis, <strong>las</strong> fuentes materiales son <strong>las</strong> emanadas <strong>de</strong> la realidad socialmediada normativamente.Las fuentes formales señalan pautas a seguir en estrecha relación con la constituciónpolítico-social <strong>de</strong> cada pueblo. La ley, la costumbre, la jurispru<strong>de</strong>ncia y la doctrina son <strong>las</strong>fuentes formales en un or<strong>de</strong>namiento jurídico <strong>de</strong>terminado. Pero cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> tiene unsustento que permite su producción. Luis Recaséns señala dos formas <strong>de</strong> producir normasjurídicas: “a)Producción originaria, que es aquella en que se crea la norma fundamental <strong>de</strong>un or<strong>de</strong>n jurídico, la cual da nacimiento a éste, sin apoyo <strong>de</strong> ninguna norma positiva previa.Esto es lo que suce<strong>de</strong>, por ejemplo, en el establecimiento <strong>de</strong> una organización jurídicanueva en un territorio perteneciente a ningún Estado; en la fundación <strong>de</strong> un nuevo Estado,como sucedió en el imperio alemán en 1870, y con la conversión <strong>de</strong> colonias en nuevosEstados; asimismo, la revolución, el golpe <strong>de</strong> Estado y la conquista triunfantes, yb)Producción <strong>de</strong>rivativa, es aquella que tiene lugar cuando se crean normas <strong>de</strong> acuerdo conlo dispuesto en un or<strong>de</strong>n jurídico positivo ya constituido, por <strong>las</strong> competencias o losórganos, y según los procedimientos establecidos en ese or<strong>de</strong>n jurídico, verbigracia <strong>las</strong>leyes ordinarias dictadas por el po<strong>de</strong>r Legislativo, que está consagrado por la Constitución;los reglamentos <strong>de</strong>cretados por <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s competentes para ello; <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> losnegocios jurídicos” 236Con esos elementos se consolidan <strong>las</strong> bases para el <strong>de</strong>recho internacional, pues si bien el<strong>de</strong>recho interno <strong>de</strong> los Estados nacionales radica, en gran medida, en la legislación estatal,la <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional, que es don<strong>de</strong> se cruzan los alcances <strong>de</strong> <strong>las</strong> normas nacionalescon <strong>las</strong> <strong>de</strong> los otros países la constituyen los tratados o convenios, la costumbre, losprincipios generales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho reconocidos por <strong>las</strong> naciones y <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones judiciales ydoctrina <strong>de</strong> los individuos u órganos competentes.Los tratados, según la Convención <strong>de</strong> Viena sobre el Derecho <strong>de</strong> los TratadosInternacionales <strong>de</strong> 1969, son documentos producidos por acuerdos <strong>internacionales</strong> escritos,concluidos entre los Estados. Su viabilidad <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la norma pacta sunt servanda.Se entien<strong>de</strong> por costumbre, como fuente en el <strong>de</strong>recho internacional, al conjunto <strong>de</strong> normasque han adquirido fuerza legal a consecuencia <strong>de</strong> su repetida aplicación por los Estados, yasea en circunstancias iguales o análogas durante un largo periodo. Esta surge <strong>de</strong> <strong>las</strong>236 RECASÉNS SICHES, Luis, Introducción al estudio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, Porrua, México, 1977, p. 184.


necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la vida social y <strong>las</strong> exigencias <strong>de</strong> la praxis internacional, pero a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> laconvicción <strong>de</strong> su carácter obligatorio. En síntesis, como dice Basave, la “continuidad <strong>de</strong>aplicación en el tiempo y generalidad en el espacio son elementos materiales, al lado <strong>de</strong>lelemento psicológico: la aceptación que constituye la opinio juris u opinio necessitatis”. 237El mismo autor señala que “tratado y costumbre tienen el mismo valor jurídico. Cabe, enconsecuencia, la <strong>de</strong>rogación <strong>de</strong> un tratado por una costumbre o <strong>de</strong> una costumbre por untratado”. 238Entre los principios generales <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones se encuentran aquellos actos que por serpropios <strong>de</strong> la voluntad y respeto <strong>de</strong> unas naciones pue<strong>de</strong>n ser aceptados por otras <strong>de</strong>bido ala trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas, por ejemplo, el Principio <strong>de</strong> la continuidad <strong>de</strong>l Estado; elrespeto a la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia; la primacía <strong>de</strong>l tratado internacional sobre la ley interna; regla<strong>de</strong>l agotamiento <strong>de</strong> los recursos internos; los principios <strong>de</strong>l respeto a la causa juzgada, y elrespeto a los <strong>de</strong>rechos adquiridos, entre otros.En cuanto a la jurispru<strong>de</strong>ncia internacional y <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> doctrina, éstas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n, engran medida, <strong>de</strong> la aceptación <strong>de</strong> los Estados e incurren en la violación <strong>de</strong> esas normas,puesto que ninguna <strong>de</strong>cisión un juez internacional pue<strong>de</strong> ser acatada a menos que haya sidofacultado por <strong>las</strong> partes en conflicto para mediar entre sus diferencias. A partir <strong>de</strong> lajurispru<strong>de</strong>ncia internacional y la formulación <strong>de</strong> doctrinas, se ha perseguido la construcción<strong>de</strong> una teoría general <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional que explique tanto la realidad que regulan<strong>las</strong> normas como el proceso <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> normas. Pero por la dinámica <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>sque exigen constantemente una a<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong> <strong>las</strong> normas, esto sigue siendo una aspiración.De esa manera <strong>las</strong> fuentes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional nos dan el marco conceptual paraenten<strong>de</strong>r los alcances <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional.3.2.3 Objeto <strong>de</strong> estudioEl objeto <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional tiene, como ya se ha dicho, una doble opción,por un lado el estudio <strong>de</strong> la realidad social para <strong>de</strong>terminar la proposición <strong>de</strong> normas queregulen la interrelación y, por el otro, la comprensión y aplicación <strong>de</strong> <strong>las</strong> normas vigentes alos <strong>de</strong>nominados sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional.Sobre el primer aspecto se han expuesto tres problemas para el entendimiento <strong>de</strong> larealidad.• Primero, la cuestión se plantea en términos jerárquicos. Para quienes no conciben elor<strong>de</strong>n legal sin un soberano claramente <strong>de</strong>finido, no pue<strong>de</strong> existir el <strong>de</strong>recho internacional,237 BASAVE FERNÁNDEZ DEL VALLE, Agustín, Filosofía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional, Instituto <strong>de</strong>Investigaciones Jurídicas <strong>UNAM</strong>, México, 1985, p. 91.238 Ibi<strong>de</strong>m, p. 91


a menos que haya un soberano internacional a cuya voluntad o amenazas esténsubordinados los Estados;• Segundo, los conceptos opuestos sobre la realidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional estánbasados en <strong>de</strong>finiciones opuestas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho. Para quienes, como Austin, Kelsen y susdiscípulos, consi<strong>de</strong>ran que la sanción es elemento indispensable <strong>de</strong> la norma jurídica, el<strong>de</strong>recho internacional no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que sea real a menos que vaya acompañado <strong>de</strong> <strong>las</strong>anción. De esta tesis se <strong>de</strong>rivan diversos puntos <strong>de</strong> vista divergentes que estudian si haysanción y <strong>de</strong> qué especie en la sociedad internacional, y• Una tercera apreciación esencialmente diferente se concentra en el sentimiento <strong>de</strong>obligación. Según esta tesis, la cuestión básica es <strong>de</strong>terminar si los Estados, y cualquier otrosujeto actual o posible <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional, se sienten obligados y en qué medida por<strong>las</strong> normas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional.A partir <strong>de</strong> esos tres problemas <strong>de</strong> la realidad se formulan los criterios para la i<strong>de</strong>ntificación<strong>de</strong> los sujetos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional y sus potenciales aspectos <strong>de</strong> normativización.Es indiscutible que uno <strong>de</strong> los sujetos propios son los Estados nacionales, los que serelacionan entre sí mediante diversos aspectos, como son la política, la economía, <strong>las</strong>comunicaciones, <strong>las</strong> migraciones y la cooperación, entre otros. Pero también se haconsi<strong>de</strong>rado como sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional a los organismos <strong>internacionales</strong>, <strong>las</strong>empresas públicas <strong>internacionales</strong>, <strong>las</strong> empresas intergubernamentales, <strong>las</strong> empresasprivadas y los individuos que también inci<strong>de</strong>n en esos aspectos.La soberanía <strong>de</strong> los Estados conlleva que algunas activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la sociedad estén reguladaspor un <strong>de</strong>recho interno pero, a<strong>de</strong>más, por la representatividad que tienen los gobiernos, seestablezcan los criterios, originarios <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuentes antes referidas, para la interacción conlos individuos y grupos <strong>de</strong> otras socieda<strong>de</strong>s.El <strong>de</strong>recho internacional carece <strong>de</strong> un órgano que ejerza la coerción física para obligar alrespeto <strong>de</strong> la normatividad vigente, por ello en su relación con la política, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>beapelar a la coercitividad moral para obligar a los sujetos a respetarla. La políticainternacional pue<strong>de</strong> manifestarse <strong>de</strong> múltiples maneras que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la disuasiónnegociada hasta la guerra, armada o comercial, situación que pue<strong>de</strong> mediarse por lanormatividad. Así, el <strong>de</strong>recho internacional juega el papel <strong>de</strong> mediador entre los sujetos enconflicto y regula <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> políticas. Producto <strong>de</strong> ello ha sido el Tratado <strong>de</strong> NoProliferación <strong>de</strong> Armas Nucleares.En <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> económicas, tanto financieras como comerciales, también conforme al<strong>de</strong>recho se han creado organismos que regulan <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> esa índole; ejemplo <strong>de</strong>ello son el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial <strong>de</strong> Comercio. Perotambién hay múltiples empresas públicas o privadas que realizan activida<strong>de</strong>s económicas y


que en diversas ocasiones tienen que recurrir a la legislación internacional y la búsqueda <strong>de</strong>su compatibilidad con <strong>las</strong> legislaciones nacionales para solucionar problemas <strong>de</strong> negocios.El <strong>de</strong>recho internacional privado se encarga <strong>de</strong> ello. 239También el amplio <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la tecnología en materia <strong>de</strong> comunicaciones <strong>de</strong> todo tipo:infraestructura terrestre, aérea y marítima; transportes <strong>de</strong> características similares,tecnología telefónica y vi<strong>de</strong>oactiva con el uso <strong>de</strong> satélites, etc., se ha <strong>de</strong>sarrollado medianteregulaciones que establecen los alcances y limitaciones en su uso. Asimismo se legis<strong>las</strong>obre los flujos migratorios en todo el mundo, especialmente en los casos en que grupossociales provenientes <strong>de</strong> países <strong>de</strong> bajos ingresos o <strong>de</strong> conflictos bélicos, huyen haciaregiones <strong>de</strong> mayor riqueza y/o estabilidad.En el caso <strong>de</strong> la cooperación internacional, ésta pue<strong>de</strong> presentarse en muchos campos: elcultural, el científico-tecnológico, el medioambiental, etc. Pero aún la cooperación requiere<strong>de</strong> la firma <strong>de</strong> tratados o convenios, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> una base jurídica, para operar bajo criterioscomunes.El objeto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional es muy diverso, tanto como sujetos haya, pues abarcatantos aspectos como normativida<strong>de</strong>s se requieran para mantener <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong>convivencia armónica en la sociedad internacional.3.2.4 Métodos <strong>de</strong> análisisLa metodología jurídica es el estudio <strong>de</strong> diversas técnicas <strong>de</strong> investigación, legislativas, <strong>de</strong>enseñanza y <strong>de</strong> la práctica jurídica. Por ello la metodología no pue<strong>de</strong> ser, como diceTamayo, “un recetario <strong>de</strong> técnicas para legislar, incorporar, o enseñar <strong>de</strong>recho; es, si sequiere, una técnica <strong>de</strong> cómo se hace (o mejor) <strong>de</strong> cómo se ha hecho la ciencia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho.Al igual que la metodología general, la metodología jurídica es una disciplinaprepon<strong>de</strong>rantemente <strong>de</strong>scriptiva, la cual no se ocupa <strong>de</strong> evaluar o criticar los rendimientos<strong>de</strong> la jurispru<strong>de</strong>ncia”. 240Por su parte, Villoro Toranzo explica que para el estudio jurídico <strong>de</strong> la realidadinternacional hay varios métodos <strong>de</strong> análisis, que se incluyen en el proceso <strong>de</strong>investigación. Cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> soluciones jurídicas requiere un empleo particular <strong>de</strong> losmétodos. Sin embargo, hay líneas generales que tienen que acatar todas <strong>las</strong> investigacionesjurídicas.De esa manera afirma que: “en toda investigación jurídica <strong>de</strong>ben distinguirse:239 Castro, Leonel, Derecho internacional privado. Parte general, 6a. ed., Oxford University Press-Harla,México, 1996.240 Tamayo y Salmorán, Rolando, op. cit., p. 143.


“1 Un planteamiento;2 Un plan general;3 información metódica <strong>de</strong> los datos jurídicos así como <strong>de</strong> <strong>las</strong> valoraciones implicadas en elproblema;4 La construcción <strong>de</strong> la solución, y5 La formulación <strong>de</strong> <strong>las</strong> opciones para la solución”. 241En el planteamiento <strong>de</strong>l problema, Villoro dice que éste no lo escoge el estudioso, sino se lepresenta en <strong>las</strong> circunstancias jurídicas ante <strong>las</strong> que se encuentra; por tanto, el jurista <strong>de</strong>berá<strong>de</strong>sbrozar los datos que se le presentan para seleccionar los que tienen relevancia jurídicapara lograr una visión completa, lo cual hará cuando haya completado los datos necesariosy examine <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre los elementos.Sobre la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> un plan general <strong>de</strong> acercamiento a la realidad, está el implicar la<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la solución que se preten<strong>de</strong>, lo cual en el trabajo jurídico lleva a buscarentre <strong>las</strong> siguientes opciones:a) Enten<strong>de</strong>r alguna dada por otro;b) Encontrar uno mismo la solución jurídica en lo dado por otro;c) Encontrar una solución justa, yd) Encontrar una solución original.Sobre el manejo <strong>de</strong> la información, Villoro sugiere que se parta <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> texto y que seconsulten los códigos y <strong>las</strong> leyes, así como el material hemerográfico que se requieraconsultar.En la construcción <strong>de</strong> soluciones menciona que: “No basta saber que sobre un tema existenvarias posibles soluciones; hay que or<strong>de</strong>nar<strong>las</strong> sistemáticamente comparar sus diferentesplanteamientos, examinar si <strong>las</strong> soluciones son complementarias u opuestas, distinguir loconstructivo que aporta cada diferente solución y tratar <strong>de</strong> compaginar todo lo constructivoen una visión sintética. La capacidad para lograr un conocimiento sistemático y sintéticosobre una cuestión…<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l talento personal “. 242Finalmente se tiene que formular <strong>las</strong> opciones para la solución. Ello se hace, primeramente,utilizando el lenguaje técnico jurídico pues hay expresiones que tienen un sentido muy241 Villoro Toranzo, Miguel, Metodología <strong>de</strong>l trabajo jurídico, Escuela <strong>de</strong> Derecho, UniversidadIberoamericana, México, 1968, p. 53.242 Ibi<strong>de</strong>m. Pp. 60


preciso en el ejercicio jurídico que cuando se emplean se <strong>de</strong>be respetar el sentido o <strong>de</strong> locontrario no se enten<strong>de</strong>rían.También <strong>de</strong>be manejarse la técnica legislativa mediante la que se distribuyen <strong>las</strong> normas entítulos, capítulos y artículos En el artículo se <strong>de</strong>be contener una sola norma. En el caso <strong>de</strong>llitigante, esta técnica se basa en los escritos judiciales y en la elaboración <strong>de</strong> documentosjurídicos. Al presentar un problema se <strong>de</strong>ben distinguir y enumerar los hechos, <strong>las</strong>consi<strong>de</strong>raciones o fundamentos en el <strong>de</strong>recho y <strong>las</strong> conclusiones.La metodología para la acción-investigación jurídica no sólo se queda en el momento <strong>de</strong> lapresentación <strong>de</strong>l litigio, sino también en la investigación para enten<strong>de</strong>r el problema jurídicosocial. Para ello se ha recurrido a la hermenéutica; ésta es, como ya se dijo, un esfuerzointerpretativo que vaya a la par con la comprensión, pues “compren<strong>de</strong>r es siempreinterpretar y en consecuencia la interpretación es una forma explícita <strong>de</strong> comprensión”. 243La hermenéutica jurídica instituye la tensión que existe entre el texto <strong>de</strong> la ley y el sentidoque alcanza su aplicación al momento concreto <strong>de</strong> la interpretación en el juicio. Una ley nopi<strong>de</strong> ser entendida históricamente, sino que la interpretación <strong>de</strong>be concretarla en su vali<strong>de</strong>zjurídica. Esto implica que si la ley ha <strong>de</strong> ser entendida a<strong>de</strong>cuadamente <strong>de</strong> acuerdo con <strong>las</strong>pretensiones que mantiene <strong>de</strong>be ser comprendido en cada momento y en cada situaciónconcreta <strong>de</strong> una manera nueva y distinta. “Compren<strong>de</strong>r es siempre también aplicar”. 244En el conocimiento, la investigación y el ejercicio jurídico, la metodología no es única,sino que, como señaló Tamayo, la metodología jurídica es sólo una parte <strong>de</strong> la metodologíaen general, por lo cual si se quieren i<strong>de</strong>ntificar los diversos métodos es necesario conocer<strong>las</strong> opciones <strong>de</strong> conocimiento en la realidad jurídica y sopesar <strong>las</strong> metodologías vigentespara i<strong>de</strong>ntificar cuáles permiten aproximarse mejor al conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas.3.3 DERECHO INTERNACIONAL, HISTORIA DE LAS RELACIONESINTERNACIONALES Y TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES.Después <strong>de</strong> la revisión <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los principales aspectos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional y lahistoria <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, y su relación con la disciplina <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> para la construcción <strong>de</strong> teorías, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ducir que tanto el <strong>de</strong>recho comola historia tienen sus aportaciones para esa construcción teórica porque ambas disciplinas,en sus particulares ámbitos, también construyen teorías sobre la sociedad que pue<strong>de</strong>napoyar no sólo el entendimiento, sino a<strong>de</strong>más la orientación <strong>de</strong> la acción en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.243 Gadamer. op. cit., p. 378.244 Ibí<strong>de</strong>m, p. 380.


El problema y <strong>las</strong> opciones que se presentan en el caso <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional para laconstrucción teórica <strong>de</strong> la realidad internacional, lo <strong>de</strong>scribe Cár<strong>de</strong>nas en los siguientespárrafos: “Esta etapa legal e institucional <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pue<strong>de</strong>ser caracterizada por tres rasgos sobresalientes, que a la vez nos explican sus logros y nosmuestran sus <strong>de</strong>ficiencias.Primero: un optimismo excesivo es típico <strong>de</strong>l espíritu general <strong>de</strong> esa época. Perduraban enla imaginación <strong>de</strong> los hombres que estudiaban y realizaban la política mundial losmovimientos pacifistas <strong>de</strong>l siglo XIX. La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l progreso, elaborada por la culturaocci<strong>de</strong>ntal, era aceptada fácilmente por <strong>las</strong> nuevas culturas que participaban en la contiendamundial.Segundo: el alto grado <strong>de</strong> sistematización y conceptualización que había logrado el<strong>de</strong>recho internacional público se presentaba a los ojos <strong>de</strong> los observadores comoinstrumento eficaz para estudiar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong> naciones. Esto explica el interés quemostraron <strong>las</strong> universida<strong>de</strong>s y fundaciones en el estudio y fomento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechointernacional. Por otra parte, la mayoría <strong>de</strong> los estudiosos <strong>de</strong> la política internacional habíarecibido una formación jurídica universitaria. Fueron ellos los que ocuparon <strong>las</strong> primerascátedras <strong>de</strong> ciencias políticas y <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. La multiplicación <strong>de</strong> losnuevos organismos e instituciones que tenían relación con tres o más países generó lanecesidad y el interés en los estudios sobre organización y administración internacional. El<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> perfeccionamiento y <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong> gobierno mundial se encontró en el centro <strong>de</strong><strong>las</strong> preocupaciones <strong>de</strong> los especialistas <strong>de</strong> esa generación.Tercero: la actitud internacionalista. Es característico <strong>de</strong> esa etapa la ten<strong>de</strong>ncia a formularjuicios morales siempre favorables a todas <strong>las</strong> acciones <strong>internacionales</strong> y a juzgarseveramente todas aquel<strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s nacionalistas que tenían algún efecto en la políticaextranjera. El culto al internacionalismo <strong>de</strong> izquierda o <strong>de</strong> <strong>de</strong>recha, conducía siempre a ladicotomía <strong>de</strong>l buen internacionalismo y <strong>de</strong>l mal nacionalismo. La principal preocupaciónteórica <strong>de</strong> esos especialistas no era el compren<strong>de</strong>r <strong>las</strong> características esenciales <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, sino <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar <strong>las</strong> instituciones jurídicas y los organismospolíticos para superar y transformar el carácter y el sistema <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> existentes. Lasatisfacción teórica suprema <strong>de</strong>l jurista estudioso <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> secifraba en encontrar <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> jurídicas por medio <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales se <strong>de</strong>berían regir losEstados en sus <strong>relaciones</strong> mutuas y comprobar, <strong>de</strong>spués, en qué medida la conducta real <strong>de</strong>los Estados se acercaba o se alejaba <strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong> la norma”. 245Más a<strong>de</strong>lante afirma que: “La importancia que tuvo el análisis jurídico en la génesis <strong>de</strong> lanueva disciplina no <strong>de</strong>be ser causa suficiente para que se confunda con ella <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto<strong>de</strong> vista epistemológico. Si el <strong>de</strong>recho internacional se reveló incapaz en su intento <strong>de</strong>245 CÁRDENAS Elorduy, op. cit., pp. 9 y 10.


formular una teoría comprensiva <strong>de</strong> la realidad política internacional, se <strong>de</strong>bió, en granparte, a que sus propias presuposiciones teóricas no correspondían, por ausencia <strong>de</strong> unfundamento sociológico, en manera alguna con los problemas más explosivos y urgentesque la sociedad internacional planetaria presentaba. Los estudios teóricos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechointernacional, sobre todo en el periodo anterior a la segunda guerra mundial, <strong>de</strong>scuidaron elproblema <strong>de</strong> la íntima relación que existe entre los objetivos políticos y los intereses <strong>de</strong> <strong>las</strong>naciones, por un lado, y por el otro la ausencia <strong>de</strong> la voluntad efectiva para someterse a <strong>las</strong>exigencias <strong>de</strong> la “ley internacional”. Sobre todo cuando esa ley internacional, en granmedida, era producto <strong>de</strong> la experiencia y necesida<strong>de</strong>s propias <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado tipo <strong>de</strong>cultura, en este caso la occi<strong>de</strong>ntal, y cuyos principios lesionaban o no tomaban en cuentalos intereses <strong>de</strong> <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s no occi<strong>de</strong>ntales.A pesar <strong>de</strong> esto, en ninguna forma se pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rar estériles los resultados teóricosobtenidos por el enfoque jurídico <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> entre <strong>las</strong> naciones, puesgracias a él fue posible, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esa época, caracterizar la función <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones<strong>internacionales</strong>, y con sus análisis teóricos más importantes logró <strong>de</strong>stacar el papelfundamental que juegan <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> y <strong>las</strong> estructuras en la vida internacional; el resultadonegativo al que condujo el análisis jurídico proporcionó, por otra parte, uno <strong>de</strong> loselementos esenciales <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>: a saber, la ausencia<strong>de</strong> una norma jurídica reconocida y obligatoria que regule la conducta <strong>de</strong> los Estados y conla sociedad internacional en general. Cuando los juristas son más afortunados en suinvestigación teórica y llegan a encontrar la norma que pudiera regular jurídicamente <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> entre naciones, lo que no pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>terminar cabalmente es el “po<strong>de</strong>r” queasegure su efectividad y obligatoriedad”. 246Por su parte, Merle señala: “el <strong>de</strong>recho que regula los pormenores <strong>de</strong> situaciones múltiplesno permite acce<strong>de</strong>r a una visión satisfactoria <strong>de</strong> la sociedad internacional. No obstante, esalgo que no se les pue<strong>de</strong> reprochar a los juristas. Los cuales asumen en la sociedad unafunción precisa, pero limitada, que consiste en “<strong>de</strong>cir el <strong>de</strong>recho’; expresado <strong>de</strong> otramanera, en <strong>de</strong>terminar la regla aplicable e interpretar su sentido en caso necesario. So pena<strong>de</strong> evadirse en construcciones o en hipótesis abstractas, que no están ni más ni menos<strong>de</strong>sprovistas <strong>de</strong> valor que <strong>las</strong> <strong>de</strong> los filósofos o <strong>las</strong> <strong>de</strong> los sociólogos, aunque éstas no <strong>de</strong>bennada a la técnica jurídica los juristas están obligados a seguir paso a paso la práctica <strong>de</strong> losque se han arrogado la doble condición <strong>de</strong> autores y <strong>de</strong> sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho”. 247Los estudios clásicos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional han sido una base para el entendimiento <strong>de</strong>algunos fenómenos <strong>de</strong> la realidad internacional, pero los interesados en configurar esadisciplina lo encuentran incapaz <strong>de</strong> explicar esa realidad porque solamente promueven lanormativización <strong>de</strong> conductas que pue<strong>de</strong>n no ser respetadas, pero ello ya no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> los246 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 10 y 11.247 MERLE, Marcel, op. cit., pp. 62 y 64


estudios jurídicos, sino <strong>de</strong>l afán <strong>de</strong> los gobiernos <strong>de</strong> no respetar a los otros grupos sociales onaciones.En el caso <strong>de</strong> la relación entre la historia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> y la disciplina <strong>de</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, Manuel Medina dice: “en el siglo XIX, se <strong>de</strong>sgaja <strong>de</strong> la historia<strong>de</strong> los tratados la llamada historia diplomática, que adquiere gran importancia, sobre todoen Francia, con <strong>las</strong> obras <strong>de</strong> Emile Bourgois y Albert Sorel. La historia diplomáticaconsigue un extraordinario <strong>de</strong>sarrollo en el siglo XX sobre todo a raíz <strong>de</strong> la primera guerramundial y el estudio <strong>de</strong> sus causas, tanto en la Europa continental como en los paísesanglosajones. La historia diplomática constituye, o constituía, una especie <strong>de</strong> cajón <strong>de</strong>sastre en el que se guardaban toda c<strong>las</strong>e <strong>de</strong> materiales relacionados con la historiainternacional: historia <strong>de</strong> los tratados, paces y conferencias <strong>internacionales</strong>; historia <strong>de</strong> <strong>las</strong>guerras y sus causas; biografías <strong>de</strong> sus gran<strong>de</strong>s personajes y su inci<strong>de</strong>ncia sobre la políticainternacional, etcétera. Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que la historia diplomática era, fundamentalmente,una historia <strong>de</strong> la política internacional o política extranjera”. 248Luego dice, parafraseando a Duroselle, que: “La ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> seha <strong>de</strong> limitar a recoger los datos fundamentales <strong>de</strong> la política y <strong>de</strong> la vida <strong>internacionales</strong>.Pero esos datos no constituyen leyes en cuanto no <strong>de</strong>terminan obligatoriamente la políticaexterior <strong>de</strong>l Estado o grupos <strong>de</strong> Estados consi<strong>de</strong>rados, ni la vida internacional <strong>de</strong> uno ovarios grupos <strong>de</strong> individuos, sino que se limitan a indicar la probable orientación <strong>de</strong> talpolítica exterior o vida internacional. Precisamente por este carácter imperfecta mentecientífico <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, su construcción sólo será posiblerecurriendo en gran medida a la historia. Pero la teoría (o estudio) <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, no es historia en cuanto tal, sino que consiste en el “estudio científico <strong>de</strong>los fenómenos <strong>internacionales</strong> para llegar a <strong>de</strong>scubrir los datos fundamentales y los datosacci<strong>de</strong>ntales que <strong>las</strong> rigen”. 249Según Merle, la historia se encuentra limitada para estudiar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>por dos razones: “La primera consiste en que los historiadores están siempre afectados porla reserva <strong>de</strong>l tiempo. La mayoría <strong>de</strong> ellos trabajan sobre el pasado y muy pocos corren elriesgo <strong>de</strong> enfrentarse con el estudio <strong>de</strong> los problemas estrictamente contemporáneos. Nopodríamos reprocharles esta pru<strong>de</strong>ncia, ya que su papel consiste en restituir el pasado y noexplicar el presente...La segunda objeción al monopolio <strong>de</strong> los historiadores proce<strong>de</strong> que a estos últimos lesrepugna, en general, el establecimiento <strong>de</strong> leyes. Fieles a <strong>las</strong> realida<strong>de</strong>s circunscritas en elespacio y en el tiempo, se niegan muy frecuentemente a extrapolar <strong>las</strong> conclusiones queextraen <strong>de</strong> sus análisis. Y no se <strong>de</strong>be precisamente al azar que los historiadores confíen a248 MEDINA, Manuel, op. cit., pp. 38 y 39.249 Ibi<strong>de</strong>m,p.44.


otros la tarea <strong>de</strong> elaborar <strong>las</strong> filosofías <strong>de</strong> la historia. Relativismo y empirismo son lossignos <strong>de</strong> una pru<strong>de</strong>ncia respetable”. 250Por su parte, Cár<strong>de</strong>nas señala: “Como suce<strong>de</strong> con todas <strong>las</strong> ciencias humanas, la relaciónentre historia y <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es constitutiva. Sin embargo hay que reconocerque la historia, o en este caso la historia diplomática, no pue<strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r convenientementeal tipo <strong>de</strong> pregunta fundamental que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> tratan <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r. Esono impi<strong>de</strong> que la historia diplomática ocupe el rango eminente que le correspon<strong>de</strong> entre losmétodos a los que recurren <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> para solucionar los problemas. Lahistoria diplomática es a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, en cierta forma, lo que laexperimentación a <strong>las</strong> ciencias naturales; cumple <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong> un laboratorio <strong>de</strong> <strong>las</strong>experiencias colectivas y particulares más diversas” 251 .De esa manera se entien<strong>de</strong>n <strong>las</strong> vinculaciones y diferencias entre la historia y la disciplina<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Pero a<strong>de</strong>más el mismo autor señala esos aspectos entre lahistoria, el <strong>de</strong>recho y <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> cuando afirma: “Al ponerse <strong>de</strong>manifiesto la distancia que separa la norma <strong>de</strong> la conducta real <strong>de</strong> los Estados, el <strong>de</strong>rechointernacional como disciplina teórica entró en crisis. A los juristas tradicionalistas el<strong>de</strong>recho internacional les parece obsoleto y a los teóricos <strong>de</strong> la escuela mo<strong>de</strong>rna les pareceprematuro en su formulación actual. Consecuencia <strong>de</strong> esa crisis <strong>de</strong> principios fue laelaboración <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong>dicados al análisis <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r disfrazado. Se inicia conello el proceso <strong>de</strong> separación <strong>de</strong>finitiva que conduciría a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> aconstituirse en una disciplina distinta <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional. Después <strong>de</strong> habersediferenciado <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> la historia diplomática y <strong>de</strong> confundirse con un sector <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho internacional, <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> buscaron un objeto <strong>de</strong> estudioespecífico en uno <strong>de</strong> los dos aspectos fundamentales <strong>de</strong>l fenómeno político: aquel<strong>las</strong>activida<strong>de</strong>s esenciales <strong>de</strong> la polis que se dirigen hacia el exterior, integrándose así, ycompletando a la vez, a la ciencia política.La contribución <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional al <strong>de</strong>sarrollo y fundamentación <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> como disciplina diferenciada fue indudablemente capital. Pero, como en elcaso <strong>de</strong> la historia, se incurre en un error metodológico al confundir la función que<strong>de</strong>sempeña una disciplina como auxiliar <strong>de</strong> otra en el análisis <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado sector <strong>de</strong>la realidad, con la disciplina misma”. 252Se ha consi<strong>de</strong>rado que los llamados enfoques tradicionales para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> tuvieron su trascen<strong>de</strong>ncia en una época <strong>de</strong>terminada, pero en mor <strong>de</strong> lacientificidad <strong>de</strong> la disciplina <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se les ha <strong>de</strong>scalificado para haceraportaciones teóricas, pues <strong>de</strong> la historia diplomática se dice que “no cuenta con criterios <strong>de</strong>250 Merle, Marce!, op.cit., pp. 62 y 64.251 CÁRDENAS ELORDUY, op. cit., p. 7.252 Ibi<strong>de</strong>m, p. 10.


selección <strong>de</strong> datos ni toma en cuenta la relación causa-efecto”. Por tanto la historiadiplomática como todo enfoque <strong>de</strong>scriptivo será siempre subjetiva y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechointernacional se afirma que “se incurrió en un error metodológico al preten<strong>de</strong>r analizar larealidad internacional a través <strong>de</strong> una disciplina auxiliar <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>como lo es el <strong>de</strong>recho internacional”. 253El interés por explicar realida<strong>de</strong>s ha perdido <strong>de</strong> vista que no sólo el presente tiene que serconocido. El <strong>de</strong>venir humano está formado <strong>de</strong> pasado para enfrentar el presente y construirel futuro. Esa amalgama nos obliga a que volvamos a revisar los contenidos y sentidos <strong>de</strong>cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> disciplinas para aprovechar sus aportaciones e integrar<strong>las</strong> para lacomprensión <strong>de</strong> los fenómenos sociales <strong>de</strong> manera integral.CAPÍTULO 4ENFOQUES CONCEPTUALES CONTEMPORÁNEOSSUMARIO4.1 REALISMO POLÍTICO4.1.1 Génesis y surgimiento253 BATTA FONSECA, Víctor y CASASOLA RAMÍREZ, Rosendo, op. cit., pp. 16 y 17.


4.1.2 Marco conceptual4.1.3 Supuestos teórico-metodo1ógicos4.1.4 Métodos <strong>de</strong> análisis4.1.5 Concepción <strong>de</strong> la realidad internacional4.2 ENFOQUE SISTÉMICO4.2.1 Génesis y surgimiento4.2.2 Marco conceptual4.2.3 Supuestos teórico-metodológicos4.2.4 Métodos <strong>de</strong> análisis4.2.5 Concepción <strong>de</strong> la realidad internacional4.3 SOCIOLOGÍA HISTÓRICA4.3.1 Génesis y surgimiento4.3.2 Marco conceptual4.3.3 Supuestos teórico-metodológicos4.3.4 Métodos <strong>de</strong> análisis4.3.5 Concepción <strong>de</strong> la realidad internacional4.4 ENFOQUE MARXISTA4.4.1 Génesis y surgimiento4.4.2 Marco conceptual4.4.3 Supuestos filosóficos4.4.4 Método dialéctico4.4.5 Concepción <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como totalidadSe ha hecho referencia a <strong>las</strong> concepciones clásicas para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, que daban cuenta <strong>de</strong> una realidad pero, para los criterios académicos, norespondían a una concepción disciplinaria que pudiera darle una cohesión y estructura a losconocimientos.


Con la pretensión <strong>de</strong> lograr esa finalidad se fueron elaborando estudios en cuyo contexto sehacía referencia a la disciplina <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Dichos estudios partían <strong>de</strong> lapremisa <strong>de</strong> que para darle un sustento académico a la naciente disciplina se requerían ubicarsus orígenes y su <strong>de</strong>sarrollo; ello llevó a proponer una variedad <strong>de</strong> opciones para el estudio<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> que <strong>de</strong>pendían <strong>de</strong> la orientación y, en algún sentido, <strong>de</strong> laformación académica que tuvieran cada uno <strong>de</strong> los interesados en el proceso <strong>de</strong> formación<strong>de</strong> dicha disciplina.Los estudiosos <strong>de</strong> la realidad internacional que pretendían encontrar el fundamento <strong>de</strong> ladisciplina, partieron principalmente <strong>de</strong> dos opciones: la sociología y la ciencia política. Enlos trabajos <strong>de</strong> Raymond Aron sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se sugiere que es <strong>las</strong>ociología la que apoya, con características particulares a esa área <strong>de</strong> estudio; a esa opiniónse yuxtapone la <strong>de</strong>l inglés George Schwarzenberger, quien sugiere la implementación <strong>de</strong>una sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Ambos proponen una nueva disciplina <strong>de</strong> conocimiento, es <strong>de</strong>cir, que no sea propiamente <strong>las</strong>ociología, como área <strong>de</strong> conocimiento, la que estudie <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, sino lai<strong>de</strong>a es que se construya una disciplina que se i<strong>de</strong>ntifique como sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.Por su parte, el español Antonio Truyol propone que los grupos sociales que hay endiversas regiones constituyen la sociedad internacional, la cual conforma la vidainternacional; y la sociedad en su vida cotidiana es objeto <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> la sociología;entonces la sociedad y la vida <strong>internacionales</strong> son objeto <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> la sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Sobre ello Truyol asevera: “La ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, si ha <strong>de</strong> constituir una disciplina diferenciada, con objeto propio y peculiar,y no una amalgama <strong>de</strong> conocimientos tomados <strong>de</strong> otras disciplinas, viene a ser, en<strong>de</strong>finitiva, teoría <strong>de</strong> la sociedad internacional en cuanto tal, o sea, sociologíainternacional”. 254También Truyol cita <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> G Young: “Las i<strong>de</strong>as nuevas, surgidas en función <strong>de</strong>lestado <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son una parte integrante <strong>de</strong> la realidad internacionaly actúan sobre ella. Pero sin entrar ahora en la <strong>de</strong>limitación concreta <strong>de</strong> la temática <strong>de</strong> unateoría científica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, el hecho es que el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> mismas constituye, en cuanto estudio <strong>de</strong> unas <strong>relaciones</strong> sociales como tales, unasociología. 255Otro autor que coinci<strong>de</strong> con <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as referidas es Silviu Brucan, quien se cuestiona: “ ¿Cuáles exactamente la sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> y qué es lo que nos ofrece?La tarea propia <strong>de</strong>l sociólogo consiste en <strong>de</strong>scubrir qué es lo que da vida a <strong>las</strong> naciones y254 TRUYOL Y SERRA, Antonio, La teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como sociología, op. Cit. p. 54.255 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 56 y 57.


qué es lo que <strong>las</strong> mantiene unidas, qué es lo que <strong>las</strong> hace actuar en el escenariointernacional y cuándo y cómo pue<strong>de</strong>n pasar a constituir agrupamientos más gran<strong>de</strong>s. Enefecto, podríamos <strong>de</strong>cir que en la amplia gama <strong>de</strong> disciplinas <strong>de</strong> este campo general, laúnica razón <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> la sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> -así como su utilidadsocial principal- estriba en esta función que acabamos <strong>de</strong> mencionar: estudiar el proceso envirtud <strong>de</strong>l cual <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s pue<strong>de</strong>n llegar a quedar incorporadas en grupos suprasocietarios, <strong>las</strong> naciones en grupos supranacionales y todo, con el tiempo, en una solacomunidad mundial”. 256Siguiendo, en un principio, esa línea <strong>de</strong> la sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> perocon la variante <strong>de</strong> que su finalidad es el estudio <strong>de</strong> la política, Héctor Cuadra apunta:“Pensamos que si la ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> ha <strong>de</strong> constituir una disciplinadiferenciada con objeto propio y peculiar, y no una amalgama <strong>de</strong> conocimientos tomados<strong>de</strong> otras disciplinas, viene a ser sociología <strong>de</strong> la política internacional, entendida en susentido más amplio….puesto que la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es una teoría <strong>de</strong>la realidad internacional en sus diversos aspectos, una investigación <strong>de</strong> su estructura y <strong>de</strong>los factores que la configuran condicionan y transforman en cuanto tales, se la ha llegado aconsi<strong>de</strong>rar como teoría <strong>de</strong> la sociedad internacional, queriendo <strong>de</strong>cir con ello que es, sobretodo, sociología <strong>de</strong> la política internacional. Más a<strong>de</strong>lante dice: “En los autores cuyaposición es consi<strong>de</strong>rar la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como sociología y, entérminos generales, como sociología <strong>de</strong> la vida internacional <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>rebasan el campo <strong>de</strong> la política internacional strictu sensu, extendiéndose a toda la esfera <strong>de</strong>la actividad internacional en sus múltiples aspectos, <strong>de</strong> los cuales el político podrá ser muyimportante pero no el único.Exactamente como ya lo asentamos el objeto material <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> está constituido por los hechos <strong>de</strong> la vida internacional (políticainternacional lato sensu) , pero consi<strong>de</strong>rados como sí mismos y no sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectivaparticular <strong>de</strong> <strong>las</strong> diversas disciplinas tradicionales que abarcan también aspectos <strong>de</strong> lamisma. Los hechos <strong>de</strong> la vida internacional son, como todo sector <strong>de</strong> la realidad, objetomaterial, al menos parcialmente <strong>de</strong> una pluralidad <strong>de</strong> disciplinas. Lo que da lugar a unadisciplina especial <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es, como en toda disciplina, más que elobjeto material, el punto <strong>de</strong> vista o perspectiva <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual dicho objeto material esconsi<strong>de</strong>rado. Así, el ángulo específico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual se examinan <strong>las</strong> cuestiones <strong>de</strong> la teoría<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> —cuyos resultados obtenidos, si son congruentes,contribuirán a la mejor comprensión <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> la sociedad internacional, su<strong>de</strong>sarrollo, sus elementos componentes, su estructura y la <strong>de</strong> <strong>las</strong> corrientes que tien<strong>de</strong>n a suintegración, <strong>de</strong>sintegración o transformación— da a la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>256 Brucan Silviu, op. cit, pp. 4y 5.


<strong>internacionales</strong> la unidad y coherencia sin <strong>las</strong> cuales no sería nada más que unconglomerado irregular <strong>de</strong> piezas sueltas <strong>de</strong> conocimiento.” 257Estas i<strong>de</strong>as son posteriormente reorientadas, el autor primero hace una rectificación cuandodice: “Nosotros mismos, en ensayos y escritos anteriores quizás habíamos parecidopartidarios <strong>de</strong> este imperialismo sociológico porque en trabajos <strong>de</strong> divulgación sobre elcarácter científico <strong>de</strong> nuestra disciplina proponíamos, al lado <strong>de</strong> otros autores españoles yfranceses, por ejemplo, para la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> nuestra disciplina, ser <strong>de</strong>nominadasociología <strong>de</strong> la política internacional”. 258Después <strong>de</strong> hacer esa reflexión propone: “En primer término, a pesar <strong>de</strong> la complejidad <strong>de</strong>lproblema reconocemos el ámbito propio <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales.En segundo, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la enumeración que correspon<strong>de</strong> a todas estas ciencias socialesenten<strong>de</strong>mos que dos <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, la sociología y la ciencia política, son <strong>las</strong> que másrecientemente han estado estudiando los problemas <strong>de</strong> su cientificidad, su autonomía, sumétodo propio, etcétera.Tercero, reconocemos los efectos que po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista positivo,como la ten<strong>de</strong>ncia a establecer una teoría social apta a respon<strong>de</strong>r a muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong>interrogantes <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>más ciencias sociales, pero <strong>de</strong>jando a cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> el cuidado <strong>de</strong>resolver su enfoque propio.Cuarto, preconizamos el mantenimiento <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a original <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong> ciencias políticasporque en función <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>nominación podremos enten<strong>de</strong>r con claridad el movimientomás mo<strong>de</strong>rno que se ha ido gestando en nuestra especialidad y que reconoce unahermandad entre la llamada normalmente “ciencia política particular” y la «ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”.Se menciona que ambas ciencias políticas, es <strong>de</strong>cir, la ciencia política (antiguamente<strong>de</strong>nominada teoría <strong>de</strong>l Estado) y <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, tienen el mismo objeto <strong>de</strong>conocimiento, a saber, el fenómeno <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r o el <strong>de</strong> la autoridad, por tanto, el mismométodo <strong>de</strong> análisis, o mejor dicho, los mismos recursos <strong>de</strong> análisis, y solamente difieren ensu campo <strong>de</strong> observación: la primera hace suyo el fenómeno <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r al interior <strong>de</strong> <strong>las</strong>fronteras <strong>de</strong>l Estado, y la segunda, el <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r a través <strong>de</strong> <strong>las</strong> fronteras <strong>de</strong>l Estado hacia elámbito <strong>de</strong> la sociedad internacional en don<strong>de</strong> coexisten, múltiples, otros Estados. Como257 CUADRA, Héctor, “La teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, en BURT0N, John W., Teoría general <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, Facultad <strong>de</strong> Ciencias Políticas y Sociales, <strong>UNAM</strong>, México, 1973, pp. 31 y 33.258 CUADRA, Héctor, “Las <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> y <strong>las</strong> ciencias sociales”, en Anuario Mexicano <strong>de</strong>Relaciones Internacionales 1980, primera parte, Escuela Nacional <strong>de</strong> Estudios Profesionales Acatlán,<strong>UNAM</strong>, México, 1981, pp. 56 y 57.


dice Merle, la ciencia política interna, consagrada al estudio <strong>de</strong> los problemas nacionales yla ciencia política externa, consagrada al estudio <strong>de</strong> los problemas <strong>internacionales</strong>.Quinto, en ese sentido, reconocemos la ubicación <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> comodisciplina científica <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> llamadas ciencias políticas y por en<strong>de</strong> suparticipación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales.Hasta en tanto no organicemos el entendimiento <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> este ángulo, caeremos unay mil veces en la confusión terminológica, en la ambigüedad metodológica, en laincertidumbre teórica que ha hecho estragos en esta materia... La polémica, <strong>las</strong> dudas, ladiscusión sobre métodos, autonomía, objeto propio <strong>de</strong> la llamada ciencia política haoscurecido por mucho tiempo la polémica, la discusión, <strong>las</strong> dudas sobre la otra cienciapolítica, <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Y concluimos su i<strong>de</strong>a con la siguiente frase: “En este sentido, nos <strong>de</strong>bemos orientar hacia laproblemática propia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> su linaje directo con la ciencia políticay hacia un esfuerzo propio <strong>de</strong> construcción científica. En esa dirección nosotros solamentehabíamos propuesto el nombre <strong>de</strong> sociología <strong>de</strong> la política internacional, sin mayoresexplicaciones, que esperamos ahora haber aportado.” 259En el mismo sentido, y como Cuadra lo refirió, Marcel Merle afirma: “La sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>be informarse para informar <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> los fenómenos<strong>internacionales</strong>, al margen <strong>de</strong> la rúbrica universitaria en la que se encuadren, antes queinventar y analizar una categoría nueva <strong>de</strong> fenómenos <strong>de</strong> los que se hayan <strong>de</strong>sinteresado <strong>las</strong>otras disciplinas.Para fundar una empresa tan ambiciosa parece conveniente <strong>de</strong>finir previamente su campo<strong>de</strong> investigación; dicho <strong>de</strong> otra forma, preguntarse cuáles son los fenómenos amparados porlos términos <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> y resolver la cuestión <strong>de</strong> saber si estosfenómenos constituyen un conjunto suficientemente coherente y especifico como parajustificar su tratamiento en una disciplina autónoma.En buena lógica, el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>bería incluirse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> laciencia política, pero no como un compartimento aislado <strong>de</strong> ella, sino como la dimensiónque confiere su significado al conjunto <strong>de</strong> fenómenos políticos”. 260Hay también argumentaciones que preten<strong>de</strong>n sustentar que la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> es, particularmente, un apéndice <strong>de</strong> la ciencia política. Esa posición ha<strong>de</strong>pendido <strong>de</strong> la concepción <strong>de</strong>l realismo político <strong>de</strong> Morgenthau, don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sarrollan <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> bajo los preceptos <strong>de</strong> la ciencia política. Sobre ello dice MarioOjeda: “Llámese <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> o política internacional, nuestra materia <strong>de</strong>be259 Ibí<strong>de</strong>m pp. 58-60.260 Merle, Marcel, op. cit., pp. 22 y 23.


fundarse en postulados teóricos propios y <strong>de</strong>sarrollar, conforme a ello, una problemática.. .pero aun vista bajo esta perspectiva, la materia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> constituye,en sentido estricto, una rama <strong>de</strong> la ciencia política”. 261En ese mismo sentido, Marcel Prélot afirma: “…no hay razón alguna para la autonomía <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.. Todas <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> son políticas pornaturaleza, porque incluso tratándose <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> privadas, se conectan con el fenómeno<strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> Estados”. 262Para Manuel Medina: “La disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> sólo tiene sentido enel marco <strong>de</strong> la ciencia política, o, si se quiere en el más amplio <strong>de</strong> la sociología pues, en<strong>de</strong>finitiva, la ciencia política es parte <strong>de</strong> la ciencia sociológica entendida como ciencia <strong>de</strong><strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s humanas”. 263Luego afirma: “<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pertenecen sin ningún género <strong>de</strong> duda, a <strong>las</strong>ciencias sociales o ciencias políticas, entendidas en el sentido más amplio <strong>de</strong> la expresión,—y aña<strong>de</strong>— existe, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, una forzada coinci<strong>de</strong>ncia entre la ciencia política y lateoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, pues la política internacional es a la vez objeto <strong>de</strong>estudio <strong>de</strong> la ciencia política y <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Esto hace quemuchos <strong>de</strong> los problemas metodológicos <strong>de</strong> la ciencia política se replanteen en nuestradisciplina, pero no parece aceptado el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> Viraily <strong>de</strong> que la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>be aceptar sin discusión los métodos <strong>de</strong> la ciencia política”. 264Jean Siotis también reconoce el ascendiente <strong>de</strong> la ciencia política sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> cuando afirma:La ciencia política realiza dos importantes funciones: la primera, facilita al especialista en<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> la comprensión <strong>de</strong> los procesos políticos que son importantes enel estudio <strong>de</strong> la sociedad internacional y, segundo, aporta los conceptos unificantes sin loscuales el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no lograría alcanzar sus objetivos. Estasegunda función <strong>de</strong> la ciencia política pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>finida <strong>de</strong> la siguiente manera: la merayuxtaposición <strong>de</strong> perspectivas fraccionarias <strong>de</strong> la sociedad internacional sólo podrá sersuperada a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo progresivo <strong>de</strong> <strong>las</strong> estructuras analíticas.Más a<strong>de</strong>lante Siotis expone <strong>las</strong> siguientes conclusiones:261 Ojeda Gómez, Mario, “Problemas básicos en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, en ForoInternacional, El Colegio <strong>de</strong> México, jul.-sep. 1964, p. 86.262 MESA, Roberto, Teoría y práctica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, Taurus, Madrid, 1977, p.44263 MEDiNA, Manuel, op. cit. p. 24.264 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 182 y 185.


Primera, los métodos y técnicas que han influido en el avance <strong>de</strong> la investigación <strong>de</strong> laciencia política, representen uno <strong>de</strong> los aspectos más prometedores para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> contemporáneas.Segunda, nuestra búsqueda <strong>de</strong> instrumentos analíticos y organización teórica sólo pue<strong>de</strong> sersatisfecha si acudimos a la ciencia política, cuyos recientes avances son, a nuestro juicio,una <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejores fuentes <strong>de</strong> discernimiento para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>”. 265Como se pue<strong>de</strong> ver, todos estos criterios brevemente expuestos, consi<strong>de</strong>ran a la disciplina<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como un ramal <strong>de</strong> la ciencia política y/o <strong>de</strong> la sociologíapuesto que tienen en mente que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como acción social quetrascien<strong>de</strong> <strong>las</strong> fronteras <strong>de</strong> los Estados nacionales siempre se realizan bajo la intervención<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r estatal; y como el estudio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r es objeto <strong>de</strong> la ciencia política, ergo, <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> también lo son.No obstante <strong>las</strong> diversas concepciones referidas, los estudios <strong>de</strong> Morgenthau sobre políticainternacional y <strong>de</strong> Schwarzenberger y Aron sobre la sociología en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> son la génesis formal para estructurar una i<strong>de</strong>a sobre la disciplina, que secomplementó con <strong>las</strong> <strong>de</strong> los autores posteriormente referidos y que han contribuido aenriquecer el material bibliográfico para <strong>de</strong>finir la ubicación <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la ciencia política o <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la sociología, con su relativaautonomía.Pasemos ahora a revisar los enfoques calificados como contemporáneos para el estudio <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.4.1 REALISMO POLÍTICOEste enfoque parte <strong>de</strong> la premisa <strong>de</strong> que el estudio <strong>de</strong> la sociedad internacional no pue<strong>de</strong>estar basado en saber que <strong>las</strong> intenciones o buenos <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> que los gobiernos <strong>de</strong> losEstados nacionales se asumirán éticamente para respetar <strong>las</strong> normas <strong>de</strong> convivenciainternacional, por lo que es preciso enten<strong>de</strong>r la realidad en su exacta dimensión, en ladimensión <strong>de</strong> la política. De esa manera se tiene un esbozo <strong>de</strong> cómo se concibe la posición<strong>de</strong> fundamentar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en el po<strong>de</strong>r, pero para enten<strong>de</strong>rla tenemosque i<strong>de</strong>ntificar sus orígenes.4.1.1 Génesis y surgimiento.265 SIOTIS, Jean, “La ciencia política y el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, Problemas <strong>de</strong> la cienciapolítica contemporánea, FCPS, <strong>UNAM</strong>, México, 1969, p. 125.


Hay Opiniones coinci<strong>de</strong>ntes en señalar a Maquiavelo como el creador <strong>de</strong> la ciencia políticamo<strong>de</strong>rna, orienta en el sentido <strong>de</strong> ocuparse particularmente <strong>de</strong> los asuntos <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. Para ély sus contemporáneos los principados son producto <strong>de</strong> la fuerza, por lo que hay queestudiar los hechos tal y como se presentan pues solamente <strong>de</strong> esa manera se pue<strong>de</strong>comprobar que la finalidad es tener la fuerza suficiente tanto para adquirir como paraconservar el po<strong>de</strong>r. El príncipe es un manual para el gobernante en el que no se expresa lateoría política <strong>de</strong> aca<strong>de</strong>mia, pues ahí se refleja el resultado <strong>de</strong> una práctica en y con elpo<strong>de</strong>r.Maquiavelo suponía que los hombres estaban dominados por la ambición; y a partir <strong>de</strong> el<strong>las</strong>e busca al po<strong>de</strong>r como forma <strong>de</strong> satisfacerla. El ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r tiene su plenamanifestación en el Estado y a partir <strong>de</strong> él se predica su ejercicio fundado en la “Razón <strong>de</strong>Estado”. Ello es producto <strong>de</strong> haber visto en los hombres <strong>de</strong>dicados a la política su afán <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r. Por eso el príncipe virtuoso precisa <strong>de</strong> guías en <strong>las</strong> que pueda orientarse paraconservar el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Estado en sus óptimas condiciones, <strong>las</strong> que suponen un conjunto <strong>de</strong>razones y exigencias que <strong>de</strong>be llevar a cabo tras interpretar cuál es la más a<strong>de</strong>cuada. Así, laRazón <strong>de</strong> Estado se convierte en el fin último <strong>de</strong>l mecanismo que se <strong>de</strong>be seguir paraalcanzar el mantenimiento <strong>de</strong>l Estado.Maquiavelo consi<strong>de</strong>ra que el príncipe es la persona idónea para interpretar cuál es elfundamento <strong>de</strong> la Razón <strong>de</strong> Estado, para lo cual <strong>de</strong>be estar <strong>de</strong>sprovisto o <strong>de</strong>sligado en susactuaciones <strong>de</strong> los imperativos <strong>de</strong> la moral. El que una política sea cruel o injusta, <strong>de</strong>be serindiferente para lograr el objetivo, aunque, como se da perfecta cuenta <strong>de</strong> lo que hace, sesabe que ello pue<strong>de</strong> influir o no en su éxito.En síntesis, a Maquiavelo sólo le interesaba el po<strong>de</strong>r político como fin, por lo que ahí seconfigura la base <strong>de</strong>l realismo político. Pero no es únicamente en <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Maquiavelodon<strong>de</strong> se manifiesta esa concepción <strong>de</strong>l realismo político, Thomas Hobbes es consi<strong>de</strong>radootro <strong>de</strong> los exponentes.A diferencia <strong>de</strong> Maquiavelo, Hobbes nunca tuvo la experiencia <strong>de</strong> participar en el gobiernoy en la cosa pública, aunque sí fue un interlocutor <strong>de</strong> la aristocracia, con la que conversaba<strong>de</strong> manera frecuente. Entre sus objetivos estaba construir un sistema <strong>de</strong> principiosabstractos que se <strong>de</strong>mostraran solamente por la razón, para <strong>de</strong>struir la supremacía <strong>de</strong> lateología arguyendo fundamentos filosóficos y tratando <strong>de</strong> construir un lenguaje científicomo<strong>de</strong>rno. 266Su concepción sobre los humanos lo lleva a equipararlos con <strong>las</strong> máquinas o con unacombinación química en <strong>las</strong> cuales no hay nada sobrehumano. Por ello <strong>de</strong>termina que su266 Cfr. CROSSMAN, RH.S., Biografía <strong>de</strong>l estado mo<strong>de</strong>rno, 4a. ed., Colección popular, FCE, México, 1986,pp. 68 y 69.


composición tiene dos elementos: razón y pasión, los que pue<strong>de</strong>n ser perfectamenteestudiados por la ciencia. La razón es el instrumento que asocia <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as que se percibenmediante los sentidos, pero la fuerza real que mueve a los humanos es la pasión. Ellamanifiesta el estado <strong>de</strong> naturaleza humano, el cual es un estado <strong>de</strong> guerra en don<strong>de</strong> serelacionan la ambición <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y el miedo a la <strong>de</strong>rrota. Por <strong>de</strong>sear la satisfacción <strong>de</strong> suspasiones busca la riqueza y el predominio sobre los otros hombres, pero también tienetemor <strong>de</strong>l ataque <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más y en la pretensión <strong>de</strong> su seguridad se confronta con los otros.El Leviatán es la construcción i<strong>de</strong>ológica en la que trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar lo que es necesariohacer para reconciliar al hombre antisocial con la vida social. 267Los motivos que Hobbes atribuye a los hombres y al Estado son producto <strong>de</strong> <strong>las</strong>condiciones <strong>de</strong> la sociedad <strong>de</strong> su tiempo, pero, según Crossman se <strong>de</strong>ben resaltar dosaspectos <strong>de</strong>l Leviatán: “En primer lugar, permanecerá como cierta su afiliación <strong>de</strong> que en<strong>de</strong>terminadas circunstancias no podrán subsistir los gobiernos que no mantengan po<strong>de</strong>rsuficiente para ap<strong>las</strong>tar la oposición. Aun los gobiernos más <strong>de</strong>mocráticos basados porcompleto en la voluntad <strong>de</strong>l pueblo, y resguardados con multitud <strong>de</strong> garantíasconstitucionales, <strong>de</strong>ben ser suficientemente capaces para reprimir los ataques <strong>de</strong> un grupohostil a su Constitución. En un Estado mo<strong>de</strong>rno no existen <strong>de</strong>rechos que puedan serresguardados satisfactoriamente por medios constitucionales y si los protegemos acudiendoa la guerra civil, ya hemos violado la Constitución y <strong>de</strong>struido la <strong>de</strong>mocracia. En estesentido, todos los Estados mo<strong>de</strong>rnos son un leviatán, el monstruo que pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>struirnos enun momento dado, o un instrumento que pue<strong>de</strong> ser utilizado por cualquier grupo paraconculcar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.Y, en segundo lugar, aun los que están en <strong>de</strong>sacuerdo con la exposición <strong>de</strong> Hobbes, acerca<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre el Estado y el súbdito, <strong>de</strong>ben admitir la certeza <strong>de</strong> su análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. El afirma correctamente que este un estado <strong>de</strong> guerra, en el cualno hay seguridad alguna porque no hay po<strong>de</strong>r supremo, y <strong>de</strong>duce que la política exterior<strong>de</strong>be <strong>de</strong> estar acondicionada por <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa propia, mientras perdure esanecesidad”. 268En síntesis, para Hobbes el realismo político tendrá una connotación pesimista por suconcepción <strong>de</strong> la naturaleza humana.En Spinoza hay una coinci<strong>de</strong>ncia con <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Hobbes, pero con un tinte jurídico puespara él todo individuo tiene <strong>de</strong>recho a lo que pueda tomar; a<strong>de</strong>más el <strong>de</strong>recho natural no sefunda en la razón sino en el apetito y en el po<strong>de</strong>r. Como la gran mayoría <strong>de</strong> los pensadores<strong>de</strong> su tiempo, se pronuncia por la fusión <strong>de</strong> un nuevo jusnaturalismo con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> utilidad.Así, para Spinoza la razón impulsa a los hombres a asociarse por utilidad y conservación, loque constituye un pacto en el que el <strong>de</strong>recho se transfiere a la Sociedad para que ésta cui<strong>de</strong>267 Ibi<strong>de</strong>m, p. 76268 Ibi<strong>de</strong>m, p. 80.


<strong>de</strong> su observancia. No obstante que el realismo Político tuvo una larga fundamentación,posteriormente fue <strong>de</strong>clinando.Es Emilio Cár<strong>de</strong>nas quien hace un esbozo preciso <strong>de</strong> cómo se consolidó y luego <strong>de</strong>clinó laconcepción <strong>de</strong>l realismo político y también cómo evolucionó hacia la disciplina <strong>de</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>: “La ciencia política ha atravesado por una época crítica quecubre la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XIX y los primeros años <strong>de</strong>l actual, al punto <strong>de</strong> que sumisma existencia se vio amenazada, ya que normalmente en esa época, el estudio <strong>de</strong> “lopolítico” sólo tenía como intención el <strong>de</strong>stacar algunas características <strong>de</strong> los objetos propios<strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras disciplinas positivas: <strong>de</strong>recho, historia, economía, filosofía,geografía, sociología; la política era un adjetivo que calificaba algún sector <strong>de</strong> <strong>las</strong> cienciassustantivas: economía política, geografía política, historia política, etcétera.Al terminar la primera guerra mundial, se inició un vigoroso movimiento <strong>de</strong> revalorización<strong>de</strong> la ciencia política tendiente a consi<strong>de</strong>rarla como una disciplina <strong>de</strong> síntesis que tuvierapor objeto el estudio <strong>de</strong> la “realidad política” aunque ese objeto, en ese momento, no fueraperfectamente <strong>de</strong>limitado. Extraña paradoja la <strong>de</strong> la ciencia política, la más antigua <strong>de</strong> <strong>las</strong>ciencias sociales dotada por Aristóteles <strong>de</strong> autonomía y <strong>de</strong> privacía jerárquica. El creador<strong>de</strong>l estudio comparativo <strong>de</strong> <strong>las</strong> constituciones encontró nuevos discípulos en <strong>las</strong>universida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Estados Unidos, en cuyas au<strong>las</strong>, durante el primer cuarto <strong>de</strong>l siglo XX,renacen los estudios políticos, dando así origen a la llamada new political scienceprofundamente enraizada en un empirismo metodológico y con unos rasgos que leconfieren características propias y, a veces, sensiblemente diferentes <strong>de</strong> aquello que loshere<strong>de</strong>ros europeos <strong>de</strong> la “ciencia arquitectónica por excelencia” llaman science politique.Así pues, en nuestro siglo el interés por empren<strong>de</strong>r el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista esencialmente político, fue una preocupaciónaparecida originariamente entre los especialistas norteamericanos y anglosajones.Resultado <strong>de</strong> ello fue el que, en sus universida<strong>de</strong>s fuera en don<strong>de</strong> primero alcanzó la cienciapolítica un status universitario y un efectivo reconocimiento a sus servicios académicos yprácticos. El brillante <strong>de</strong>stino que han conocido <strong>las</strong> ciencias políticas y <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> en <strong>las</strong> universida<strong>de</strong>s norteamericanas, a diferencia <strong>de</strong> lo que sucedió durantemucho tiempo en otras regiones <strong>de</strong>l mundo, quizá se explique por el papel que como agentehistórico está <strong>de</strong>sempeñando esa nación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1914, así como por su especial tradiciónjurídica y filosófica.. . En esos años apareció claramente una ten<strong>de</strong>ncia que se veníaacentuando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la década anterior, a integrar el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> alos métodos y objetivos que ya había más o menos logrado construir la renaciente cienciapolítica. El interés por analizar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> los estados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vistapolítico, o <strong>de</strong> estudiar esencialmente el elemento “político’ <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong>naciones, se caracterizó, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros estudios, por la búsqueda <strong>de</strong> un concepto o <strong>de</strong>un grupo limitado <strong>de</strong> factores, a partir <strong>de</strong> los cuales fuera posible explicarsatisfactoriamente el fenómeno total <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong> naciones. Se intentó, por


primera vez en esa época, obtener y or<strong>de</strong>nar todos los datos hasta entonces adquiridosreferentes a la sociedad internacional para po<strong>de</strong>r localizar así los problemas principales queofrecía la constelación política <strong>de</strong> la posguerra y formular, al mismo tiempo, <strong>las</strong> principalespreguntas a <strong>las</strong> que <strong>de</strong>bería respon<strong>de</strong>r una disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>sistemáticamente constituida.Uno <strong>de</strong> los efectos <strong>de</strong>l cataclismo espiritual y material que significó la segunda guerramundial fue la especial atención que conocieron <strong>las</strong> ciencias sociales y humanas por parte<strong>de</strong> gobiernos, instituciones académicas y <strong>de</strong> la opinión pública en general. La urgencia porexplicarse la ausencia <strong>de</strong>l mundo social y <strong>de</strong> sus mecanismos fundamentales unida a laconciencia por primera vez adquirida en la historia <strong>de</strong> la humanidad, <strong>de</strong> que la verda<strong>de</strong>rahistoria universal se iniciaba con la planetarización <strong>de</strong> la conciencia pusieron <strong>de</strong> manifiestola necesidad <strong>de</strong> estudiar en la forma más concretamente posible aquel<strong>las</strong> fuerzas quecontrolaban la vida y la muerte <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones.La evi<strong>de</strong>nte constatación <strong>de</strong> que “normas no legales” intervenían en <strong>las</strong> <strong>de</strong>terminaciones <strong>de</strong>lcomportamiento exterior <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones, reorientó el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> en una dirección más realista que interrogó radicalmente por aquellosfactores elementales y simples que intervienen y constituyen, <strong>de</strong> hecho, la vidainternacional. Al mismo tiempo, esta nueva ten<strong>de</strong>ncia colocó en el primer plano <strong>de</strong> suspreocupaciones el estudio concreto <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> la política exterior <strong>de</strong>los Estados. Consi<strong>de</strong>raron sus iniciadores que entre la multitud <strong>de</strong> factores que componen latrama real <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, existe uno fundamental que a<strong>de</strong>más caracterizaesas <strong>relaciones</strong>: ese factor es el político”. 269Ese factor político resurge luego <strong>de</strong> haber sido eliminado <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong>naciones. Sobre ello afirma el mismo Cár<strong>de</strong>nas: “El po<strong>de</strong>r fue consi<strong>de</strong>rado por losescritores liberales como un arcaísmo, como un resabio <strong>de</strong> la era preindustrial y feudal.Des<strong>de</strong> que el presi<strong>de</strong>nte Wilson y los firmantes <strong>de</strong>l tratado <strong>de</strong> paz <strong>de</strong>cretaron que el uso <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r, como instrumento o argumento, quedaba excluido <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong>naciones civilizadas, el concepto mismo prácticamente <strong>de</strong>sapareció <strong>de</strong> los análisisacadémicos y, cuando se hacía referencia a él, generalmente era sólo con el propósito <strong>de</strong>con<strong>de</strong>narlo moralmente. A partir <strong>de</strong>l momento en que los estudios sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> se orientaron hacia <strong>las</strong> vías <strong>de</strong> investigación abiertas por la ciencia política(ciencia que se inició estudiando el fenómeno <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre el Estado y la sociedadcon una nueva metodología y nuevos fundamentos teóricos, y centrando suspreocupaciones en el análisis <strong>de</strong> los conceptos <strong>de</strong> “interés” y “po<strong>de</strong>r”), se dirigieroninexorablemente a una reintroducción <strong>de</strong> esos conceptos en el nivel <strong>de</strong> la políticainternacional. La experiencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> dos guerras mundiales había <strong>de</strong>mostrado a los269 Cár<strong>de</strong>nas ELorduy op. cit., pp. 11 y 12.


estudiosos que <strong>las</strong> luchas y <strong>las</strong> rivalida<strong>de</strong>s entre los Estados eran el resultado tanto <strong>de</strong>lchoque <strong>de</strong> intereses contradictorios, como <strong>de</strong> los diferentes fines que al po<strong>de</strong>r le asignabanlos gobiernos y los estados soberanos que integraban la sociedad internacional.Esta nueva orientación <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> hacia el realismo político fueparticularmente importante y original para la tradición americana pues los especialistaseuropeos continuaban sus estudios cada vez más orientados hacia la sociología <strong>de</strong> losconflictos <strong>internacionales</strong> con base, generalmente en la filosofía política o en la filosofía <strong>de</strong>la historia”. 270Es entonces cuando se constituye el fundamento <strong>de</strong>l realismo político que se manifiesta enla <strong>de</strong>nominada «real politik» norteamericana en la que se forma el marco conceptual, peroello lo veremos en el siguiente apartado.4.1.2 Marco conceptualEl sustento <strong>de</strong>l realismo político es el problema <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, pues ha explicado que lanaturaleza <strong>de</strong> la política está <strong>de</strong>terminada por la lucha en el po<strong>de</strong>r y por <strong>las</strong> posiciones <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r entre los individuos y los grupos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> diversas unida<strong>de</strong>s políticas, don<strong>de</strong> lalucha se libra por la dominación <strong>de</strong> la unidad en conflicto y entre <strong>las</strong> mismas unida<strong>de</strong>s. Estofue el principio para la creación <strong>de</strong> una ten<strong>de</strong>ncia que estableciera <strong>las</strong> bases <strong>de</strong>l realismopolítico.Explicando la forma en que se <strong>de</strong>finió, el mismo Cár<strong>de</strong>nas dice que: “El reducido grupo <strong>de</strong>especialistas que inició el estudio, <strong>de</strong>nominado por ellos mismos `realista´ <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> se caracterizó, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> primeras obras que publicaron, por la atenciónespecial prestada al problema capital que consiste en la elaboración <strong>de</strong> un marco conceptual<strong>de</strong> carácter general que hiciera posible el estudio unitario <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>contemporáneas. Es interesante <strong>de</strong>stacar la actitud <strong>de</strong> rechazo que mostraron estosobservadores ante la posibilidad <strong>de</strong> refugiarse en <strong>las</strong> vagas y generales consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong>aquellos académicos que se negaban a enfrentarse con <strong>las</strong> realida<strong>de</strong>s que intervienen en laelaboración <strong>de</strong> la política exterior, o con los procesos reales que conducen a la toma <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>de</strong>cisiones capitales en materia <strong>de</strong> política internacional.Fue sin duda alguna una tarea enorme la que tuvo ante sí esa generación <strong>de</strong> especialistasque, en medio <strong>de</strong> un mundo académico puritano, <strong>de</strong>cidió llevar la reflexión política hacialos difíciles terrenos <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones reales que operan sobre la conducta exterior <strong>de</strong> <strong>las</strong>gran<strong>de</strong>s potencias <strong>de</strong> la posguerra.El grupo <strong>de</strong> investigadores que introdujo el estudio <strong>de</strong> la política internacional como puntocentral <strong>de</strong> referencia <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, reemplazando así elelemento organizacional o jurídico por el político, lo hizo, no ya con la intención primaria270 Ibi<strong>de</strong>m, p. 12.


<strong>de</strong> con<strong>de</strong>nar, sino <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r los fenómenos que eran objeto <strong>de</strong> su estudio. El fracasopolítico <strong>de</strong> la Sociedad <strong>de</strong> Naciones y <strong>las</strong> duras realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l comportamiento humano quehizo aflorar la segunda guerra mundial, fueron causas primordiales <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> aquel espíritu pacifista y utópico que inspiró los estudios políticos anteriores.El punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> la investigación <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> ser la sociedad internacional al dar mayorénfasis al estudio <strong>de</strong> los objetivos e intereses nacionales presumidos como los primeroselementos <strong>de</strong>l análisis. Tarea que se imponía como necesaria <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vistalógico”. 271Señala Cár<strong>de</strong>nas que paradójicamente quien impulsó esta corriente fue un teólogo ymoralista protestante, Reinhold Niebuhr, quien colocó en el centro <strong>de</strong> sus meditaciones losproblemas <strong>de</strong> la moral y la ciencia. De ello <strong>de</strong>rivó que la política es una lucha entre losdiferentes egos por la dominación y el po<strong>de</strong>r, concepto que se constituyó en una clave parala comprensión <strong>de</strong> la lucha entre naciones.Bajo la influencia <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> Niebuhr, dice Cár<strong>de</strong>nas, se formó un grupo <strong>de</strong>estudiosos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong> diferentes orígenes académicos. Entre ellos<strong>de</strong>staca la obra The geography ofpeace <strong>de</strong> Nicho<strong>las</strong> J. Spykman don<strong>de</strong> propone los métodos<strong>de</strong> análisis <strong>de</strong> la geopolítica, resaltando el papel que jugaba en aquel entonces la posicióngeográfica <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r en la lucha internacional.Otras <strong>de</strong> <strong>las</strong> aportaciones que se <strong>de</strong>stacaron fueron <strong>las</strong> <strong>de</strong> pensadores como KennethThompson: Political realism and the crisis of world politics: an american approach toforeing policy, <strong>de</strong> George F. Kennan: American diplomacy 1900-1950, <strong>de</strong> Charles A.Beard: I<strong>de</strong>a of national interest y <strong>de</strong> Quincy Wright: A study of war. Pero la obra que hasido consi<strong>de</strong>rada como la más clara exposición <strong>de</strong> la escuela realista <strong>de</strong> análisisinternacional fue Politics among nations, <strong>de</strong> Hans Morgenthau que, como dice Cár<strong>de</strong>nas,“es producto <strong>de</strong> un esfuerzo <strong>de</strong> reflexión continua ante aquellos procesos políticos mássignificativos que le han dado perfil propio al siglo XX, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva particular enla cual se encontraron los observadores norteamericanos <strong>de</strong> la posguerra”. 272La finalidad <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong> Morgenthau es <strong>de</strong>terminar que la historia <strong>de</strong>l pensamiento políticoes la <strong>de</strong> la lucha entre dos escue<strong>las</strong> cuyas concepciones <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong>l hombre, <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad y <strong>de</strong> la política son radicalmente diferentes. Estas se diferencian por sus enfoques«i<strong>de</strong>alista» y «realista» sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. La primera se caracteriza poraplicar una serie <strong>de</strong> postulados y conceptos que se consi<strong>de</strong>ran <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z universal yprincipios abstractos que se supone <strong>de</strong>ben servir <strong>de</strong> base para alcanzar un or<strong>de</strong>n políticointernacional racional y justo.271 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 12 y 13.272 Ibi<strong>de</strong>m, p. 14.


Por su parte la escuela realista cree que el mundo es imperfecto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vistaracional, ya que es resultado <strong>de</strong> esas fuerzas que son inherentes a la naturaleza humana. Porello, para mejorar el mundo se <strong>de</strong>be operar conjuntamente a esas fuerzas y no contra el<strong>las</strong>.Es fundado en esas premisas que en esta obra se establece el marco teórico-metodológico<strong>de</strong>l enfoque <strong>de</strong>l realismo político, por lo que tomaremos los criterios aportados porHoffmann para po<strong>de</strong>rlo <strong>de</strong>scribir.4.1.3 Supuestos teórico-metodológicosLa obra referida <strong>de</strong> Politcs among nations es consi<strong>de</strong>rada como uno <strong>de</strong> los textos clásicostanto para la constitución <strong>de</strong> la disciplina <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, como para <strong>de</strong>linear laexpresión teórico-metodológica <strong>de</strong>l enfoque <strong>de</strong>l realismo político. El escrito <strong>de</strong> Hans J.Morgenthau, titulado en la traducción al español La lucha por el po<strong>de</strong>r y por la paz enunciala propuesta para que la política internacional se establezca como una disciplina académica.Sobre ello el autor afirma:”…la política internacional constituye una disciplina académicaque es diversa <strong>de</strong> la historia contemporánea, <strong>de</strong> los asuntos <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>l día, <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho internacional y <strong>de</strong> la reforma política.La política internacional compren<strong>de</strong> más que la historia contemporánea y que los asuntos<strong>de</strong>l día. El observador se ve ro<strong>de</strong>ado por el escenario contemporáneo, en su énfasis siemprevariable y sus perspectivas cambiantes. Le será imposible hallar un terreno <strong>de</strong> sustentación,o bien hallar normas objetivas <strong>de</strong> valoración sin penetrar a los principios fundamentales;éstos se revelan sólo por la correlación <strong>de</strong> acontecimientos recientes con un pasado másdistante, y con <strong>las</strong> cualida<strong>de</strong>s perennes <strong>de</strong> la naturaleza humana, que son subyacentes a louno y a lo otro.La política internacional no pue<strong>de</strong> reducirse a normas legales y a instituciones. La políticainternacional opera <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los marcos <strong>de</strong> tales normas y a través <strong>de</strong>l instrumental <strong>de</strong> talesinstituciones. Pero no pue<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificarse con ellos”. 273La finalidad <strong>de</strong> esta disciplina, que estudia la sociedad internacional, es la integración ytransmisión <strong>de</strong> conocimientos mediante la formulación <strong>de</strong> una teoría que cumpla con esameta. Sobre ello Morgenthau dice: “la teoría que aquí se expone ha sido llamada realistapor su preocupación teórica por la naturaleza humana tal como es y por el proceso históricotal y como ha tenido lugar”. 274Con base en esa premisa, formula sus seis principios <strong>de</strong>l realismo político <strong>de</strong> los quereproduciremos su contenido propositivo, <strong>de</strong>jando al margen <strong>las</strong> explicaciones yejemplificaciones, ya que es la base teórico-metodológica <strong>de</strong> su propuesta.273 Morgenthau, Hans J. La lucha por el po<strong>de</strong>r y por la paz, Sudamericana, Buenos Aires, 1963, pp. 31y 32.274 Ibí<strong>de</strong>m, p. 14.


1 El realismo político cree que la política, como la sociedad en general es gobernada porleyes objetivas que tienen sus raíces en la naturaleza humana. A fin <strong>de</strong> mejorar la socieda<strong>de</strong>s necesario, previamente, enten<strong>de</strong>r <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> acuerdo con <strong>las</strong> cuales la sociedad vive. Laoperatividad <strong>de</strong> estas leyes es indiferente a nuestras preferencias; el hombre, pues, <strong>las</strong><strong>de</strong>safiará, sólo a riesgo <strong>de</strong> fracasar.Como el realismo cree en la objetividad <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> la política, cree asimismo en laposibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar una teoría racional que refleje, aun en forma imperfecta y parcial,estas leyes objetivas. Cree asimismo, por consiguiente, en la posibilidad <strong>de</strong> distinguir en lapolítica entre la verdad y la opinión particular, entre lo que es verda<strong>de</strong>ro y racional,objetivamente hablando, y lo que es sólo un juicio subjetivo, separado <strong>de</strong> los hechos talcual son, y producto <strong>de</strong> prejuicios y <strong>de</strong> un pensamiento puramente optimista... Una teoría <strong>de</strong>la política <strong>de</strong>be someterse a la doble prueba <strong>de</strong> la razón y la experiencia... Para el realismo,la teoría consiste en comprobar los hechos y en darles un significado a través <strong>de</strong> la razón.Presume que el carácter <strong>de</strong> la política exterior pue<strong>de</strong> comprobarse sólo a través <strong>de</strong>l análisis<strong>de</strong> los hechos políticos que se llevan a cabo y <strong>de</strong> <strong>las</strong> consecuencias previsibles <strong>de</strong> estosactos. Po<strong>de</strong>mos pues hallar lo que los estadistas realmente ha hecho, y <strong>de</strong> <strong>las</strong> consecuenciasprevisibles <strong>de</strong> sus actos conjeturar cuáles fueron sus objetivos probables.Más no basta con el examen <strong>de</strong> los hechos. Para dotar <strong>de</strong> significado a los materialesprimeros y fácticos <strong>de</strong> la política exterior, <strong>de</strong>bemos acercarnos a la realidad política conalgo que parezca un bosquejo racional: un mapa que nos sugiera los significados posibles<strong>de</strong> la política exterior. Dicho <strong>de</strong> otro modo, <strong>de</strong>bemos ponernos en la posición <strong>de</strong>l estadistaque <strong>de</strong>be confrontar cierto problema <strong>de</strong> política exterior bajo ciertas circunstancias; y nospreguntaremos cuáles son <strong>las</strong> otras alternativas racionales <strong>de</strong> <strong>las</strong> que dicho estadista pueda<strong>de</strong>ducir inspiración (presumiendo siempre que actúa en forma racional), y cuál <strong>de</strong> estasalternativas racionales, y siempre bajo estas circunstancias, pue<strong>de</strong> elegir ese estadista en loparticular. Es la comprobación <strong>de</strong> esta hipótesis racional, en contra <strong>de</strong> los hechos reales yfrente a sus consecuencias, lo que da sentido a los hechos <strong>de</strong> la política internacional y haceposible una teoría <strong>de</strong> la política.2 La directiva principal que ayuda al realismo político a encontrar su ruta a través <strong>de</strong>lhorizonte <strong>de</strong> la política internacional es el concepto <strong>de</strong>l interés <strong>de</strong>finido en función <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r. Este concepto nos provee <strong>de</strong>l eslabón entre la razón (que procura enten<strong>de</strong>r la políticainternacional) y los hechos que <strong>de</strong>ben compren<strong>de</strong>rse. Fija la política como una esfera <strong>de</strong>acción autónoma y fija su comprensión como diverso <strong>de</strong>l <strong>de</strong> otras esferas como sería laeconómica (entendida bajo términos <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>finido como riqueza), la ética, la estética ola religiosa. Sin dicho concepto, una teoría <strong>de</strong> la política internacional o doméstica, sería <strong>de</strong>plano imposible; sin ella no podríamos distinguir los hechos políticos <strong>de</strong> los que no lo son,ni podríamos aportar siquiera una medida <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n sistemático a la esfera <strong>de</strong> la política.


Presumimos que los estadistas piensan y actúan <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los términos <strong>de</strong> un interés<strong>de</strong>finido como po<strong>de</strong>r, y el testimonio <strong>de</strong> la historia comprueba dicha presunción. Lapresunción nos permite repasar el trazado y anticipar, por así <strong>de</strong>cirlo, los pasos que unestadista (pasado, presente o futuro) ha tomado o tomará en el escenario político. Miramospor sobre su hombro cuando escribe sus comunicaciones; escuchamos sus conversacionescon otros estadistas; leemos y anticipamos sus propios pensamientos, pensando en términos<strong>de</strong> interés, <strong>de</strong>finido en cuanto a po<strong>de</strong>r, pensamos como él piensa, y como observadores<strong>de</strong>sinteresados enten<strong>de</strong>mos sus pensamientos y acciones quizá mejor que lo que él mismo,actor como es en el escenario político, los entien<strong>de</strong>.El concepto <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>finido como po<strong>de</strong>r impone una disciplina intelectual sobre elobservador, inculca un or<strong>de</strong>n racional en materia <strong>de</strong> la política y hace posible lacomprensión teórica <strong>de</strong> la política. Por parte <strong>de</strong>l actor, le otorga una disciplina racional enla acción y crea esa extraordinaria continuidad en la política exterior norteamericana,británica o rusa; la presenta asimismo como un todo racional, consistente consigo misma entérminos racionales y con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los variados motivos, preferencias, y <strong>de</strong> <strong>las</strong>cualida<strong>de</strong>s intelectuales y morales <strong>de</strong> los sucesivos estadistas que la han conducido. Unateoría realista <strong>de</strong> la política internacional se opondrá a dos falacias populares: lapreocupación con los motivos y la preocupación por preferencias i<strong>de</strong>ológicas.Buscar la explicación <strong>de</strong> la política exterior exclusivamente en la motivación <strong>de</strong> losestadistas es fútil y engañoso. Es fútil porque los motivos constituyen los datos máselusivos <strong>de</strong> la psicología, <strong>de</strong>formados como quedan, frecuentemente más allá <strong>de</strong> todo, porlos intereses tanto <strong>de</strong>l actor como <strong>de</strong>l observador. . . Sin embargo, aun si tuviéramos accesoa los diferentes motivos <strong>de</strong>l estadista, ese conocimiento nos ayuda poco en la comprensión<strong>de</strong> la política exterior y bien pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sviarnos. Es cierto que el conocimiento <strong>de</strong> losmotivos <strong>de</strong>l estadista pue<strong>de</strong> darnos una entre muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> directivas que pudieron guiar asu política exterior, pero no nos pue<strong>de</strong> dar el dato esencial para po<strong>de</strong>r pre<strong>de</strong>cir su políticaexterior. La historia no muestra ningún correlato exacto y necesario entre la calidad <strong>de</strong> losmotivos y la calidad <strong>de</strong> la política exterior. Esta verdad es aplicable tanto en moral como enpolítica.No po<strong>de</strong>mos concluir <strong>de</strong> <strong>las</strong> buenas intenciones <strong>de</strong> un estadista que su política exterior serámoralmente elogiable o políticamente satisfactoria. Al juzgar sus motivos po<strong>de</strong>mos afirmarque no seguirá políticas que son moralmente equívocas; pero nada po<strong>de</strong>mos afirmarrespecto a la probabilidad <strong>de</strong> su éxito. Si queremos saber <strong>las</strong> cualida<strong>de</strong>s morales y políticas<strong>de</strong> sus acciones, <strong>de</strong>bemos conocer éstas y no sus motivos.Las razones motrices que son buenas nos aseguran que no existirán políticas<strong>de</strong>liberadamente ma<strong>las</strong>, pero no garantizan la bondad moral o el éxito político <strong>de</strong> la políticaque inspiran. Io que tiene importancia conocer, si es que se <strong>de</strong>sea enten<strong>de</strong>r a la políticaexterior, no son tanto los motivos primarios <strong>de</strong>l estadista, sino su capacidad intelectual para


compren<strong>de</strong>r la esencia <strong>de</strong> la política exterior; asimismo conocer su habilidad política paratrasladar lo que ha comprendido en actos políticos que son satisfactorios. La ética en formaabstracta juzga la calidad moral <strong>de</strong> los motivos humanos; la teoría política, en cambio, <strong>de</strong>bejuzgar <strong>las</strong> cualida<strong>de</strong>s políticas <strong>de</strong>l intelecto, <strong>de</strong> la voluntad y <strong>de</strong> la acción.Una teoría realista <strong>de</strong> la política internacional también evitará otra popular falacia <strong>de</strong>igualar la política exterior <strong>de</strong> un estadista con sus simpatías filosóficas o políticas; evitará<strong>de</strong>ducir aquél<strong>las</strong> <strong>de</strong> éstas. Los estadistas, y en especial bajo <strong>las</strong> condiciones presentes, bienpue<strong>de</strong>n tomar la costumbre <strong>de</strong> presentar su política exterior bajo ropajes filosóficos opolíticos; hacen uso <strong>de</strong> <strong>las</strong> simpatías que así promueven y obtienen apoyo popular parael<strong>las</strong>. . . El realismo político no requiere, ni tampoco condona, la indiferencia a i<strong>de</strong>alespolíticos y principios morales, pero sí insiste en establecer una clara distinción entre lo quees <strong>de</strong>seable y lo que es posible: entre lo que es <strong>de</strong>seable <strong>de</strong> modo universal, y lo que esposible bajo <strong>las</strong> circunstancias concretas que provienen <strong>de</strong> <strong>las</strong> coor<strong>de</strong>nadas <strong>de</strong>l tiempo y <strong>de</strong>lespacio. . . El realismo político contiene no sólo un elemento teórico sino también unonormativo. Sabe que la realidad política está repleta <strong>de</strong> contingencias y muestra <strong>las</strong>influencias típicas que el<strong>las</strong> ejercen sobre la política exterior. Sin embargo, comparte contoda teoría social la necesidad para su plena comprensión teórica, <strong>de</strong> subrayar los elementosracionales <strong>de</strong> la realidad política. Son estos elementos racionales los que permiten hacerinteligible la realidad <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la teoría. El realismo político presenta una construcciónteórica <strong>de</strong> una política exterior racional, que la experiencia nunca llega por completo aencarnar.Al propio tiempo, el realismo político consi<strong>de</strong>ra que la política exterior racional es unabuena política exterior. Sólo una política exterior racional reduce al mínimo los riesgos ylleva al máximo los beneficios. Así, pues, cumple con el precepto moral <strong>de</strong> la pru<strong>de</strong>ncia ycon el requisito político <strong>de</strong>l éxito... Consciente <strong>de</strong>l inevitable resquicio que existe entre unapolítica exterior buena —esto es racional- y una política exterior tal y como existe, elrealismo político mantiene no sólo que la teoría <strong>de</strong>be elaborarse sobre los elementosracionales <strong>de</strong> la realidad política, sino también que la política exterior <strong>de</strong>be ser racional envista <strong>de</strong> sus propios propósitos morales y prácticos.No es pues un argumento en contra <strong>de</strong> la teoría que aquí presentamos el hecho <strong>de</strong> que lapolítica exterior actual no sea, o no pue<strong>de</strong> ser, como ella. Ese argumento equivoca laintención <strong>de</strong> la obra: no es otra que la <strong>de</strong> presentar, más que una in<strong>de</strong>terminada <strong>de</strong>scripción<strong>de</strong> la realidad política, una teoría racional <strong>de</strong> la política internacional. En lugar <strong>de</strong><strong>de</strong>bilitarse por el hecho <strong>de</strong> que, por ejemplo, un perfecto equilibrio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r rara vez seencontrará en la realidad, presupone que la realidad es <strong>de</strong>ficiente a este respecto; porconsiguiente, <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse y valorarse como una aproximación a un sistema i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>lequilibrio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r.


3 El realismo no otorga a su concepto cenital —el interés <strong>de</strong>finido como po<strong>de</strong>r—, unsignificado que es inmutable. La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l interés es sin duda la esencia <strong>de</strong> la política y no sealtera por <strong>las</strong> circunstancias <strong>de</strong>bidas al tiempo o al espacio. . . Sin embargo, la c<strong>las</strong>e <strong>de</strong>interés <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> <strong>las</strong> acciones políticas en un periodo particular <strong>de</strong> la historia<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l contexto político y cultural <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cual se formula la política exterior. Losfines que pue<strong>de</strong>n ser perseguidos por <strong>las</strong> naciones en su política exterior pue<strong>de</strong>n abarcartoda la escala <strong>de</strong> objetivos que una nación ha perseguido o pueda incluso perseguir.Son <strong>las</strong> mismas observaciones que resultan aplicables al concepto <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. Su contenido yel modo <strong>de</strong> usarlo se <strong>de</strong>termina por el medio ambiente cultural y político. El po<strong>de</strong>r pue<strong>de</strong>consistir en cualquier cosa que establezca y mantenga el control <strong>de</strong>l hombre sobre elhombre. El po<strong>de</strong>r cubre, pues, todas <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> sociales que sirven para tal fin: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laviolencia física hasta los lazos psicológicos más sutiles por los que una mente humanacontrola a otra. El po<strong>de</strong>r cubre la dominación <strong>de</strong>l hombre por el hombre, tanto cuando sehalla disciplinado por fines morales y controlado por salvaguardias constitucionales comoocurre en <strong>las</strong> <strong>de</strong>mocracias occi<strong>de</strong>ntales, como cuando consiste en esa fuerza no curvada ybárbara que fija sus normas en nada más que su propia fuerza, y encuentra su únicajustificación en su engran<strong>de</strong>cimiento.El realismo político no presume que <strong>las</strong> condiciones contemporáneas bajo <strong>las</strong> cuales actúala política exterior, <strong>de</strong> extrema inestabilidad y sujetas a la amenaza <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> la violenciaen gran escala, no pueda ser cambiado. El equilibrio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, por ejemplo, es sin duda unelemento perenne <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s pluralistas... Lo que es cierto <strong>de</strong>l carácter general<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, lo es también <strong>de</strong>l Estado-nación como punto final <strong>de</strong>referencia <strong>de</strong> la política exterior. Si bien el realista consi<strong>de</strong>ra que el interés es el raseroperenne <strong>de</strong> acuerdo con el cual la acción política <strong>de</strong>be ser juzgada y dirigida, la conexióncontemporánea entre el interés y el Estado-nación es producto <strong>de</strong> la historia; <strong>de</strong>be pues<strong>de</strong>saparecer en el transcurso <strong>de</strong> la historia. Nada hay que en la posición <strong>de</strong>l realista vaya encontra <strong>de</strong> la presunción que la división actual <strong>de</strong>l mundo en Estados-naciones no puedaverse superada por unida<strong>de</strong>s mayores, <strong>de</strong> carácter bien distinto: el<strong>las</strong> estarían más <strong>de</strong>acuerdo con <strong>las</strong> potencialida<strong>de</strong>s técnicas y los requisitos morales <strong>de</strong>l mundocontemporáneo.El realista abandona a <strong>las</strong> otras escue<strong>las</strong> <strong>de</strong> pensamiento, al llegar frente a la cuestión vital<strong>de</strong> cómo el mundo contemporáneo <strong>de</strong>be transformarse. El realista queda persuadido queesta transformación pue<strong>de</strong> lograrse sólo a través <strong>de</strong> la eficaz manipulación <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzasperennes que ha encarnado el pasado, tal y como encarnarán el futuro. El realista no pue<strong>de</strong>persuadirse que po<strong>de</strong>mos lograr dicha transformación por una simple confrontación <strong>de</strong> larealidad política —que tiene sus propias leyes— con un i<strong>de</strong>al abstracto que se niega atomar esas leyes en consi<strong>de</strong>ración.


4 El realismo político tiene conciencia <strong>de</strong>l significado moral <strong>de</strong> la acción política. Tienetambién conciencia <strong>de</strong> la inevitable tensión entre la disposición moral y los requisitos <strong>de</strong>una acción política que tenga éxito. No preten<strong>de</strong>, ni lo <strong>de</strong>sea tampoco, pasar como sobreascuas sobre esa tensión, y negarla; porque con ello sólo se logra ofuscar el problema moraly el político. Los hace aparecer bajo una luz que aparenta hallar una satisfacción política enlos rígidos hechos <strong>de</strong> la política, y que requiere asimismo una comprensión más extendida<strong>de</strong> la ley moral.El realismo mantiene que los Principios morales Universales no pue<strong>de</strong>n ser aplicados a losactos estatales en su formulación universal y abstracta; cree en cambio que han <strong>de</strong> serfiltrados a través <strong>de</strong> <strong>las</strong> concretas circunstancias <strong>de</strong>l tiempo y <strong>de</strong>l espacio... El individuo y elEstado <strong>de</strong>ben juzgar la acción política <strong>de</strong> acuerdo con principios morales universales talescomo el <strong>de</strong> la libertad. Pero en tanto el individuo tiene el <strong>de</strong>recho moral a sacrificarse en<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> tal Principio moral, el Estado no tiene <strong>de</strong>recho a permitir que su <strong>de</strong>saprobaciónmoral <strong>de</strong> la violación <strong>de</strong> la libertad interfiera en el camino <strong>de</strong> una acción política eficaz;ésta estaría inspirada en el Principio moral <strong>de</strong> la supervivencia nacional. No pue<strong>de</strong> habermoralidad política sin pru<strong>de</strong>ncia, y ésta ha <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse como la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> <strong>las</strong>consecuencias Políticas <strong>de</strong> una acción aparentemente moral. El realismo consi<strong>de</strong>ra lapru<strong>de</strong>ncia, por consiguiente como la cuidadosa consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong>acciones políticas alternas: y en ella estriba la suprema virtud en el campo <strong>de</strong> la política. Laética en lo abstracto juzga <strong>las</strong> acciones humanas <strong>de</strong> acuerdo con su conformidad con la leymoral; la ética política <strong>las</strong> juzga <strong>de</strong> acuerdo con sus consecuencias políticas.5 El realismo político se rehúsa a i<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong> aspiraciones morales <strong>de</strong> una nación en loparticular con <strong>las</strong> leyes morales que gobiernan el universo. Tal y como distingue entre laverdad y la opinión, también distingue entre verdad e idolatría. Todas <strong>las</strong> naciones sufren latentación —y pocas son capaces <strong>de</strong> resistir dicha tentación por largo tiempo- <strong>de</strong> cubrir susaspiraciones particulares con los ropajes <strong>de</strong> propósitos morales universales. Una cosa essaber que <strong>las</strong> naciones están sujetas a la ley moral; otra muy distinta preten<strong>de</strong>r saber lo queson el bien y el mal en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong> naciones. Hay una inmensa diferencia entrecreer que todas <strong>las</strong> naciones están sujetas al juicio <strong>de</strong> Dios, que es inescrutable para lamente humana, y la convicción b<strong>las</strong>fema <strong>de</strong> que Dios siempre está <strong>de</strong>l lado propio y <strong>de</strong> quelos propios <strong>de</strong>seos son también los <strong>de</strong> Dios... Por otra parte, es exactamente el concepto <strong>de</strong>interés <strong>de</strong>finido en términos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r el que nos salva <strong>de</strong> esos excesos morales y <strong>de</strong> esacultura política. Porque si miramos a todas <strong>las</strong> naciones, incluso la nuestra, y <strong>las</strong>compren<strong>de</strong>mos como entida<strong>de</strong>s políticas que persiguen sus respectivos intereses, <strong>de</strong>finidosen términos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, estamos en aptitud <strong>de</strong> hacerles justicia a todas. Y gozamos <strong>de</strong> esacapacidad en un doble sentido: en el <strong>de</strong> juzgar a <strong>las</strong> <strong>de</strong>más naciones como juzgamos a lapropia; una vez habiéndolo hecho así, en el <strong>de</strong> proseguir políticas que respeten los intereses<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>más naciones, a la vez que protegemos y promovemos los <strong>de</strong> la propia. La


mo<strong>de</strong>ración en política no pue<strong>de</strong> sino ser reflejo <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>ración en cuanto a juiciosmorales.6 La diferencia, pues, entre el realismo político y otras escue<strong>las</strong> <strong>de</strong> pensamiento es real yprofunda. A pesar <strong>de</strong> lo mucho que se ha malentendido y malinterpretado la teoría <strong>de</strong>lrealismo político, no hay posibilidad <strong>de</strong> contra<strong>de</strong>cirlo en particular <strong>de</strong> sus actitu<strong>de</strong>sintelectuales y morales respecto a la política.En lo intelectual, el realista político mantiene la autonomía <strong>de</strong> la esfera política, tal y comoel economista, el abogado y el moralista mantienen la suya.. . El realista político no ignorala existencia y aplicabilidad <strong>de</strong> normas <strong>de</strong> pensamiento distintas <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas. A fuer <strong>de</strong>realista político, tiene que subordinar dichas normas a <strong>las</strong> <strong>de</strong> la política. Y abandona a <strong>las</strong><strong>de</strong>más escue<strong>las</strong> cuando imponen a la política normas <strong>de</strong> pensamiento que son apropiadas aotras esferas. Es en este punto don<strong>de</strong> el realismo político se muestra antitético <strong>de</strong> laaproximación legalista-moralista a la política internacional. Que esta antítesis, tal comohemos procurado aclararlo, no es una mera creación imaginaria, sino que penetra laverda<strong>de</strong>ra esencia <strong>de</strong> la controversia, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ducirse <strong>de</strong> muchos ejemplos históricos. .. Elrealismo político se funda sobre una concepción pluralista <strong>de</strong> la naturaleza humana. Elhombre verda<strong>de</strong>ro es un compuesto <strong>de</strong>l “hombre económico”, <strong>de</strong>l “hombre político”, <strong>de</strong>l“hombre moral”, <strong>de</strong>l “hombre religioso”, etc. Un hombre que no fuese sino un ente políticosería equiparable a la bestia, pues no tendría ninguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> restricciones morales. Unhombre que sólo fuese un hombre moral sería un loco, pues carecería por completo <strong>de</strong> lapru<strong>de</strong>ncia. Un hombre que sólo fuese religioso sería un santo, pues carecería por completo<strong>de</strong> <strong>de</strong>seos mundanos.Al reconocer la existencia <strong>de</strong> todas estas facetas <strong>de</strong> la naturaleza humana, el realismopolítico también reconoce que para enten<strong>de</strong>r una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> hay que aceptarla <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> suspropios términos. . . Queda <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas que una teoría <strong>de</strong> la políticaque esté fundada sobre principios semejantes no recibirá un apoyo unánime; ni por lo<strong>de</strong>más lo recibiría una política exterior así edificada. Porque tanto la teoría como la políticavan en contra <strong>de</strong> dos corrientes en nuestra cultura que no son capaces <strong>de</strong> reconciliarse con<strong>las</strong> premisas y resultados <strong>de</strong> una teoría racional, objetiva, <strong>de</strong> la política...la mente humanaen sus operaciones cotidianas no pue<strong>de</strong> soportar el mirar a la verdad <strong>de</strong> la política cara acara. Tiene que ocultar, <strong>de</strong>sviar, disminuir y embellecer la verdad: tanto más cuanto que elindividuo se vea activamente sumergido en los procesos políticos, Particularmente en los <strong>de</strong>la política internacional. Porque sólo mediante este autoengaño sobre la naturaleza <strong>de</strong> lapolítica y el papel que él <strong>de</strong>sempeña en dicho escenario pue<strong>de</strong> el hombre vivir en pazconsigo mismo y con otros hombres en cuanto animal político.Es pues inevitable que una teoría que procura enten<strong>de</strong>r la política internacional como es enla actualidad, y como <strong>de</strong>biera ser <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su naturaleza intrínseca, más que como <strong>las</strong>


gentes la quieren ver, <strong>de</strong>be vencer una resistencia psicológica que la mayoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> otrasramas <strong>de</strong>l pensar no encuentran. 275Una vez que se establecieron los seis principios que <strong>de</strong>ben guiar al realista político enmateria <strong>de</strong> política internacional Morgenthau <strong>de</strong>scribe sus conceptos fundamentales queson, en sí mismos, el sustrato <strong>de</strong> sus métodos <strong>de</strong> análisis.4.1.4 Métodos <strong>de</strong> análisisDespués <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir <strong>las</strong> generalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la configuración <strong>de</strong> lo que i<strong>de</strong>ntifica comodisciplina <strong>de</strong> la política internacional, y los principios teórico-metodológicos que la rigen,Morgenthau afirma que se <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rar la forma <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rla política internacional,ello partiendo <strong>de</strong> los principios ya establecidos como son que la teoría <strong>de</strong> la política sesometa a la doble prueba <strong>de</strong> la razón y la experiencia pues el realismo requiere <strong>de</strong>comprobar los hechos y darles un significado a través <strong>de</strong> la razón. Asimismo, presume queel carácter <strong>de</strong> la política exterior pue<strong>de</strong> comprobarse mediante el análisis <strong>de</strong> los hechospolíticos que se llevan a cabo y <strong>las</strong> consecuencias previsibles <strong>de</strong> estos actos. De esa manerase pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r lo que los estadistas realmente han hecho, y <strong>las</strong> consecuencias previsibles<strong>de</strong> sus actos elaborando conjeturas sobre cuáles fueron sus objetivos probables.Pero no es suficiente con examinar los hechos sino que <strong>de</strong>bemos acercarnos a la realidadpolítica con algo que parezca un bosquejo racional que sugiera los significados posibles <strong>de</strong>la política exterior.Con esos dos elementos, hechos y teorías explicativas, po<strong>de</strong>mos analizar la políticainternacional, pues a partir <strong>de</strong> ellos se pue<strong>de</strong>n enten<strong>de</strong>r <strong>las</strong> fuerzas que <strong>de</strong>terminan <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> políticas entre <strong>las</strong> naciones y los métodos por los que esas fuerzas actúanrecíprocamente entre sí. Por ello, un método comparativo será útil ya que mediante él pue<strong>de</strong>distinguirse entre <strong>las</strong> similitu<strong>de</strong>s y <strong>las</strong> diferencias <strong>de</strong> dos situaciones políticas. Pero luego,para precisar el alcance <strong>de</strong> los análisis, dice Morgenthau: “La primera lección que <strong>de</strong>beapren<strong>de</strong>r el estudiante <strong>de</strong> la política internacional y que <strong>de</strong>be asimismo no olvidar nunca, esque <strong>las</strong> complejida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los asuntos <strong>internacionales</strong> hacen imposible <strong>las</strong> solucionessencil<strong>las</strong> y <strong>las</strong> seguras profecías. Es aquí don<strong>de</strong> se separan el letrado y el charlatán. Elconocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas que <strong>de</strong>terminan la política entre <strong>las</strong> naciones, y <strong>de</strong> los medios<strong>de</strong> acuerdo con los cuales se <strong>de</strong>senvuelven sus <strong>relaciones</strong> políticas, revela la ambigüedad <strong>de</strong>los hechos en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. En toda situación política hallamos un juego <strong>de</strong>influencias contradictorias. Una <strong>de</strong> estas ten<strong>de</strong>ncias podrá más fácil prevalecer bajo ciertascondiciones. Pero nadie pue<strong>de</strong> prever cuál será la ten<strong>de</strong>ncia prevalente. Lo más que elletrado pue<strong>de</strong> hacer, por consiguiente, es trazar <strong>las</strong> varias ten<strong>de</strong>ncias que comopotencialida<strong>de</strong>s son inherentes a una <strong>de</strong>terminada situación internacional. Pue<strong>de</strong> señalar <strong>las</strong>diferentes condiciones que hacen más probable que sea una ten<strong>de</strong>ncia y no otra la que275 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 13-29.


prevalezca; pue<strong>de</strong> también calcular <strong>las</strong> probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> varias condiciones yten<strong>de</strong>ncias que puedan prevalecer en la actualidad.Como los hechos <strong>de</strong> la política internacional se ven sometidos a constante cambio, losasuntos <strong>de</strong>l mundo guardan sorpresas para todos aquellos que preten<strong>de</strong>n leer el futuro conapoyo en sus conocimientos <strong>de</strong>l pasado y <strong>de</strong> algunos signos <strong>de</strong>l presente”. 276Pero a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, hay otro problema que le preocupa al autor, como a muchos <strong>de</strong> suépoca, el compren<strong>de</strong>r <strong>las</strong> condiciones y opciones <strong>de</strong> la paz internacional, que es unaaspiración <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong>l siglo.No obstante, es sólo sobre el primero <strong>de</strong> los conceptos que hace una serie <strong>de</strong> reflexionespara luego <strong>de</strong>sarrollar su concepción <strong>de</strong> la realidad internacional en torno al mismo; sobreél afirma que: “Cuando nos referimos al po<strong>de</strong>r hablamos <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong>l hombre sobre <strong>las</strong>mentes y <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> otros hombres. Por po<strong>de</strong>r político enten<strong>de</strong>mos <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong>dominio entre los <strong>de</strong>tentares <strong>de</strong> la autoridad pública y entre éstos y la gente en general.. . Elpo<strong>de</strong>r político es una relación psicológica entre aquellos que lo ejercen y aquellos sobre loscuales es ejercido.En el caso <strong>de</strong> la política internacional, asevera que: “como toda política es una lucha por elpo<strong>de</strong>r. Cualesquiera que sean los fines últimos <strong>de</strong> la política internacional, el po<strong>de</strong>r essiempre el fin inmediato.. . en cuanto traten <strong>de</strong> realizar sus metas por medio <strong>de</strong> la políticainternacional tienen que recurrir a la lucha por el po<strong>de</strong>r”. 277La <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r lo lleva a esbozar cómo éste se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>preciar,con base en <strong>las</strong> políticas <strong>de</strong> colaboración y el surgimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones<strong>internacionales</strong>; y <strong>de</strong> don<strong>de</strong> surgen <strong>las</strong> fuentes para su <strong>de</strong>preciación: que al autor ubica en lafilosofía política <strong>de</strong>l siglo XIX, mediante la eliminación <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r aristocrático, y laexperiencia americana basada en el pacifismo humanitarista y el antiimperialismo.Estas serán <strong>las</strong> bases para explicar por qué se entien<strong>de</strong> a la política internacional como unalucha por el po<strong>de</strong>r.En cambio, sobre el concepto <strong>de</strong> paz, solamente se concreta a dar ejemplos <strong>de</strong> los esfuerzosque se han hecho en diversos momentos <strong>de</strong> la historia y hasta su tiempo, para po<strong>de</strong>rlapreservar. Pero veamos cómo a partir <strong>de</strong> esos métodos <strong>de</strong> análisis aborda su concepción <strong>de</strong>la realidad internacional.4.1.5 Concepción <strong>de</strong> la realidad internacionalPara el entendimiento <strong>de</strong> la realidad internacional Morgenthau vincula toda una serie <strong>de</strong>aspectos teórico-empíricos, que no es otra cosa que la vinculación razón-experiencia. Así,276 Ibi<strong>de</strong>m, p. 36.277 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 43 y 45


la lucha por el po<strong>de</strong>r internacional la <strong>de</strong>smenuza en la «política <strong>de</strong>l status quo», que es la<strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> <strong>las</strong> formas en que se pue<strong>de</strong> mantener el po<strong>de</strong>r tanto a nivel doméstico comointernacional; en una radiografía <strong>de</strong>l imperialismo, consi<strong>de</strong>rándolo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> teoríasmarxista (<strong>de</strong> Kautsky, Hilferding y Lenin), liberal (<strong>de</strong> John A. Hobson) y “<strong>de</strong>moniaca” (quees sostenida por los pacifistas y se convirtió en un valor <strong>de</strong> la propaganda comunista). En sucrítica a esas teorías <strong>de</strong>l imperialismo afirma que esos eran mo<strong>de</strong>los políticos precapitalistasque requerían <strong>de</strong> <strong>las</strong> guerras, pero en el periodo capitalista se requiere un periodo <strong>de</strong> pazpara avanzar en la industrialización.Morgenthau también hace una tipologización <strong>de</strong>l imperialismo exponiendo, primero, lostres alicientes que son: <strong>las</strong> guerras victoriosas, <strong>las</strong> guerras perdidas y la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong>algunos Estados; segundo, <strong>las</strong> tres metas <strong>de</strong>l imperialismo que son el imperio mundial, elimperio continental y el predominio local y, finalmente, <strong>de</strong>scribe los tres métodos <strong>de</strong>limperialismo que son el militar, el económico y el cultural. De cada uno <strong>de</strong> ellos damúltiples ejemplos.Sugiere que los responsables <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas exteriores <strong>de</strong> los Estados estén atentos para<strong>de</strong>scubrir y contrarrestar <strong>las</strong> políticas imperialistas don<strong>de</strong> se i<strong>de</strong>ntifiquen <strong>las</strong> opciones <strong>de</strong>contención, concesión y el temor.Esta revisión la concluye con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que el imperialismo presenta el problema <strong>de</strong><strong>de</strong>terminar la naturaleza <strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra política exterior más allá <strong>de</strong> sus disfracespolíticoi<strong>de</strong>lógicos.Otro aspecto <strong>de</strong> la lucha por el po<strong>de</strong>r es la política <strong>de</strong> prestigio, la cual se basaesencialmente en la relación social practicada mediante la diplomacia y el <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> lafuerza militar. Mediante esa política se persiguen dos objetivos, según el autor: buscar elprestigio por sí mismo o hacerlo en apoyo <strong>de</strong> una política <strong>de</strong> status quo o <strong>de</strong> imperialismo.Esta política <strong>de</strong> prestigio se consolida cuando da a la nación una reputación <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r comopara hacerla capaz <strong>de</strong> evitar el empleo <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. Pero también esta política <strong>de</strong> prestigiopue<strong>de</strong> corromperse, ello suce<strong>de</strong> cuando se usa el engaño para tratar <strong>de</strong> mostrar unasituación que no se tiene, o para darse tiempo con el fin <strong>de</strong> elevar el po<strong>de</strong>r actual hastaalcanzar el po<strong>de</strong>r que se le atribuye.Otro aspecto relevante <strong>de</strong> la política internacional es el elemento i<strong>de</strong>ológico, el cual ocultala verda<strong>de</strong>ra naturaleza <strong>de</strong> la política; sobre ello afirma el autor: “mientras toda política esnecesariamente una persecución <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, <strong>las</strong> i<strong>de</strong>ologías permiten una implicación en estadisputa por el po<strong>de</strong>r en forma psicológica y moralmente aceptable.. . Un principio legal yético como la justicia, por ejemplo, o una necesidad biológica, como un a<strong>de</strong>cuado nivel <strong>de</strong>


vida, pue<strong>de</strong> ser la meta <strong>de</strong> una política exterior, o pue<strong>de</strong> ser una i<strong>de</strong>ología, o pue<strong>de</strong> serambas cosas al mismo tiempo”. 278En <strong>las</strong> políticas exteriores se manifiestan ciertas i<strong>de</strong>ologías típicas; éstas son <strong>las</strong> <strong>de</strong>l statusquo y <strong>las</strong> <strong>de</strong>l imperialismo, pero también i<strong>de</strong>ntifica algunas i<strong>de</strong>ologías ambiguas como la<strong>de</strong>l antiimperialismo, la <strong>de</strong> la auto<strong>de</strong>fensa y la <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong> organizaciones<strong>internacionales</strong>, que pue<strong>de</strong>n servir para múltiples fines, lo cual tiene una dificultad para quepueda ser reconocido el trasfondo <strong>de</strong> esas i<strong>de</strong>ologías ambiguas.Otro <strong>de</strong> los aspectos que aborda Morgenthau es el po<strong>de</strong>r nacional, éste se manifiesta por lainseguridad <strong>de</strong>l individuo y la búsqueda <strong>de</strong> un respaldo en la institución social conocidacomo nación, pero que en muchas ocasiones no logra consolidar la cohesión social. Loselementos <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r nacional son: la geografía, los recursos naturales la capacidadindustrial, la preparación militar, la población, el carácter nacional, la moral nacional, lacalidad <strong>de</strong> la diplomacia y <strong>de</strong>l gobierno. Y la valoración <strong>de</strong> ese po<strong>de</strong>r nacional se basa en lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r entre <strong>las</strong> potenciasEl po<strong>de</strong>r ilustrar el curso <strong>de</strong> la corriente y <strong>de</strong> los diferentes afluentes que la componen, y elpo<strong>de</strong>r anticipar los cambios en su dirección y en su velocidad, es la tarea i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>lobservador <strong>de</strong> la política internacional.También el autor trata lo referente a <strong>las</strong> limitaciones <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r nacional. Entre el<strong>las</strong> <strong>de</strong>stacael equilibrio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, los métodos para lograrlo, entre los que resalta el dividir y gobernar,<strong>las</strong> compensaciones, los armamentos y <strong>las</strong> alianzas; asimismo hace referencia a laestructura <strong>de</strong>l equilibrio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, en sus sistemas dominante y <strong>de</strong>pendiente y los cambiosque en ella se dan y finalmente su valoración entendida en la incertidumbre, la irrealidad yla insuficiencia.El po<strong>de</strong>r nacional, en el esquema internacional, tiene limitaciones que emanan <strong>de</strong> la moralinternacional (relacionada directamente con la costumbre), la opinión pública internacionalel <strong>de</strong>recho internacional y la soberaníaCon esos elementos Morgenthau esboza <strong>las</strong> percepciones que tiene <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l sigloXX, al <strong>de</strong>scribir la nueva fuerza moral <strong>de</strong>l universalismo nacionalista, el nuevo equilibrio<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r basado en la polaridad y los riesgos <strong>de</strong> la guerra total; y para referir su otroenfoque <strong>de</strong> preocupación la paz, <strong>de</strong>scribe los problemas y sus limitaciones en <strong>las</strong>intenciones para el <strong>de</strong>sarme, la seguridad colectiva, el arreglo judicial, el cambio pacífico, yel gobierno internacional teniendo como punto <strong>de</strong> partida a <strong>las</strong> Naciones Unidas.Finalmente sugiere la solución a los problemas <strong>de</strong> la paz por dos medios, la transformacióny el acuerdo. Del Primer medio propone la transformación <strong>de</strong> los Estados nacionales haciael Estado mundial que dotado <strong>de</strong> un po<strong>de</strong>r supremo que garantice la paz y el or<strong>de</strong>n y la278 Ibi<strong>de</strong>m, p. 123.


comunidad mundial que sea prece<strong>de</strong>nte y complemento <strong>de</strong> dicho Estado; y el segundo lo<strong>de</strong>scansa en <strong>las</strong> habilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la diplomacia.Esta breve <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la concepción <strong>de</strong> la realidad internacional que nos muestraMorgenthau correspon<strong>de</strong>, evi<strong>de</strong>ntemente, a un escrito <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l siglo XX que auncon <strong>las</strong> ejemplificaciones dadas por él en ese escrito, sirvió <strong>de</strong> base para la interpretación <strong>de</strong>la sociedad internacional que en gran medida se preservó hasta la caída <strong>de</strong>l muro <strong>de</strong> Berlín,pero aún conserva elementos que nos ayudan a interpretar la realidad internacional <strong>de</strong> fines<strong>de</strong>l siglo XX.Sobre la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> este escrito para la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, <strong>las</strong>i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Cár<strong>de</strong>nas son invaluables pues nos dice: “El aspecto original <strong>de</strong> la aportaciónteórica realista, sobre todo en la época en que fue formulada es, la insistencia con que<strong>de</strong>stacaba uno <strong>de</strong> los elementos reales que intervienen en la actividad política: <strong>las</strong> fuerzasirracionales e instintivas que actúan tanto en el comportamiento <strong>de</strong> los individuos como enel <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones. El esfuerzo por compren<strong>de</strong>r la significación <strong>de</strong> este factor <strong>de</strong>in<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un marco racional, es sin duda alguna, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> aportacionesimportantes que hizo la escuela realista para el logro <strong>de</strong> la formulación <strong>de</strong> una teoríaunitaria y comprensiva. El po<strong>de</strong>r, el interés nacional, el egoísmo, lo irracional eranconceptos que <strong>de</strong>berían ser incluidos como los datos fundamentales a los que una teoría<strong>de</strong>be dar explicación y sentido, y no rechazarlos como elementos perturbadores queimpi<strong>de</strong>n la elaboración <strong>de</strong> una perfecta visión racional teórica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>. Todo lo contrario, pues la unidad fundamental <strong>de</strong> una teoría fundamentadaen los términos <strong>de</strong> la “realista” es proporcionar, a partir <strong>de</strong> la constatación <strong>de</strong> que esoselementos perturbadores son inevitables y constantes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista histórico, losmedios para po<strong>de</strong>r convivir con la realidad. Mas no por haber introducido un elemento <strong>de</strong>tan difícil <strong>de</strong>finición racional como es el “po<strong>de</strong>r” como concepto clave <strong>de</strong>l análisisinternacional, la escuela realista pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rada como irracional. Todo lo contrario,a pesar <strong>de</strong> criticar vivamente una forma <strong>de</strong> racionalismo político, la aspiración máxima <strong>de</strong>la teoría es precisamente (por ser teoría política) racionalizar mediante la explicación y elestudio, esos factores que impi<strong>de</strong>n que la sociedad internacional se mantenga en elequilibrio o dinamismo <strong>de</strong>seado”. 279El realismo político fue una base para el entendimiento <strong>de</strong> una sociedad internacionalcaracterizada por los conflictos entre naciones, pero la búsqueda <strong>de</strong> nuevas opciones parapo<strong>de</strong>r explicar la realidad llevó a consi<strong>de</strong>rar el llamado enfoque sistémico.El paso <strong>de</strong>l realismo político al enfoque sistémico estuvo mediado, según Cár<strong>de</strong>nas, por elfactual ismo, que eran investigaciones sobre aspectos <strong>de</strong> la política que se distanciaron <strong>de</strong> lavisión global <strong>de</strong> los problemas y se olvidaron <strong>de</strong> la necesidad y el valor <strong>de</strong> la teoría general.279 CÁRDENAS ELORDUY, op. cit., p. 16.


Así, sus críticas, por esa razón, aunque radicales en la mayoría <strong>de</strong> los casos, carecían <strong>de</strong>fundamento, pues la misma i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> teoría se les escapaba y era prácticamenteincomprensible para esos politólogos preocupados exclusivamente por el taller, lamonografía o la cuantificación empírica…una vez que pasó la euforia por el microanálisis,tan necesario y útil a una ciencia que como la política vivió durante mucho tiempoalimentada esencialmente <strong>de</strong>l método <strong>de</strong>ductivo, cuando no por <strong>las</strong> elucubracionespuramente doctrinarias, apareció una fuerte ten<strong>de</strong>ncia hacia <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as generales, <strong>las</strong> síntesisy la teoría pura. Con un mayor conocimiento <strong>de</strong> aquellos elementos que integran la realidadpolítica internacional y que son susceptibles <strong>de</strong> ser cuantificados con ayuda <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevastécnicas <strong>de</strong>sarrolladas por la ciencia política: análisis estadísticos, son<strong>de</strong>os <strong>de</strong> opinión,análisis <strong>de</strong> contenido, análisis matemáticos, estudios <strong>de</strong> la psicología social, etcétera, losespecialistas <strong>de</strong> la política internacional emprendieron nuevas búsquedas teóricas con baseen esos métodos que la ciencia política pragmática ponía a su disposición... Lapreocupación se encuentra en todos los niveles, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el simple ciudadano hasta elconsejero <strong>de</strong>l jefe <strong>de</strong> Estado, pasando por el politicólogo que preten<strong>de</strong>, cumpliendo con suvocación científica, situarse en <strong>las</strong> condiciones óptimas que le permitan la objetivización y<strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l fenómeno, y elaborar así sistemas explicativos generales que <strong>de</strong>n cuenta <strong>de</strong>lcómo y porqué <strong>de</strong> los fenómenos políticos <strong>internacionales</strong>. 280Es así que surge el llamado enfoque sistémico, conocido también por los aspectos <strong>de</strong>lanálisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> comportamiento <strong>de</strong> los actores <strong>de</strong> la sociedad internacional comoconductismo o, en su expresión inglesa, behavioral science.4.2 ENFOQUE SISTÉMICO.El enfoque sistémico tuvo una larga evolución, y logra su consolidación cuando losestudiosos <strong>de</strong> <strong>las</strong> disciplinas preten<strong>de</strong>n encontrar una opción unificadora <strong>de</strong> la ciencia en laque se aplicara un cierto rigor científico y, como base para ello, un mo<strong>de</strong>lo matemático queestableciera la precisión y alcances <strong>de</strong>l conocimiento; así se fue creando una nuevaperspectiva, en la que se intentan incorporar <strong>las</strong> aplicaciones fructíferas que han tenido <strong>las</strong>matemáticas en diversas áreas <strong>de</strong>l conocimiento al estudio <strong>de</strong> los problemas sociales y a <strong>las</strong>disciplinas colindantes con esa área.Como concepto genérico <strong>de</strong> ese enfoque se ha utilizado el <strong>de</strong> “teoría general <strong>de</strong> lossistemas”, y aunque algunas veces se utiliza con mucha frecuencia ese enunciado hayocasiones que no se tiene un conocimiento cabal <strong>de</strong> él. Por ello, nuestro objetivo es,inicialmente, <strong>de</strong>scribir <strong>de</strong> manera general la génesis y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> dicha teoría, por lo280 Ibi<strong>de</strong>m p. 19.


cual partiremos <strong>de</strong> la concepción filosófico-metodológica expuesta inicialmente porBertalanffy. 281Para <strong>de</strong>terminar esos factores se explicarán <strong>las</strong> características <strong>de</strong>l contexto histórico-socialen que dicho autor <strong>de</strong>sarrolló e impulsó sus investigaciones, para así <strong>de</strong>rivarlo hacia <strong>las</strong>corrientes <strong>de</strong>l pensamiento que llevaron a la incorporación <strong>de</strong> tal teoría a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.Con estos elementos podrán enten<strong>de</strong>rse <strong>las</strong> causas <strong>de</strong> la gran aceptación que ha tenido estateoría entre algunos académicos, principalmente <strong>de</strong> <strong>las</strong> escue<strong>las</strong> estadouni<strong>de</strong>nses, así como<strong>las</strong> <strong>de</strong>rivaciones que <strong>de</strong> ella han hecho otros estudiosos.4.2.1 Génesis y surgimiento <strong>de</strong> la teoría sistémicaPara compren<strong>de</strong>r el proceso <strong>de</strong> configuración <strong>de</strong> la “teoría general <strong>de</strong> los sistemas” esnecesario establecer el marco histórico en que se generó, tomando en consi<strong>de</strong>ración <strong>las</strong>influencias filosófico-i<strong>de</strong>ológicas que recibió Bertalanffy a quien se le ha consi<strong>de</strong>radocomo uno <strong>de</strong> los principales impulsores <strong>de</strong> esta teoría. Este autor, nacido en 1901, radicó enViena, su ciudad natal, don<strong>de</strong> se graduó como biólogo, y fue profesor en la universidadhasta 1949.Bertalanffy, durante el proceso <strong>de</strong> su formación académica se encontró con diversas líneas<strong>de</strong> pensamiento que sustentaban <strong>las</strong> distintas corrientes filosóficas en su tiempo, entre el<strong>las</strong>se encontraba el <strong>de</strong>sarrollo filosófico <strong>de</strong> los positivistas lógicos <strong>de</strong>l Círculo <strong>de</strong> Viena,quienes con su filosofía rechazaban la metafísica, aceptando como significativas <strong>las</strong>proposiciones matemáticas que se reducen a tautologías empíricas y <strong>las</strong> proposiciones <strong>de</strong>que <strong>las</strong> ciencias naturales <strong>de</strong>ben ser verificadas. En esta línea se inscribe la trayectoriaacadémica <strong>de</strong> Bertalanffy, sin que <strong>de</strong>sconozca <strong>las</strong> propuestas <strong>de</strong> la dialéctica.Para explicar el proceso <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> la teoría sistémica, BertaIanffy consi<strong>de</strong>rónecesario i<strong>de</strong>ntificar, para sus investigaciones en la biología, a los mo<strong>de</strong>los conceptualteórico,mecanicista y organicista. 282Es <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este marco y con esas bases <strong>de</strong>l pensamiento para la interpretación <strong>de</strong> losdiversos fenómenos, don<strong>de</strong> surge la proposición <strong>de</strong> la teoría general <strong>de</strong> los sistemas con elfin <strong>de</strong> dar una explicación científica <strong>de</strong> los «todos» y <strong>las</strong> «totalida<strong>de</strong>s» que anteriormente seconsi<strong>de</strong>raban como nociones metafísicas que rebasaban los alcances <strong>de</strong> la ciencia. 283281 BERTALANFFY, Ludwig von, Teoría general <strong>de</strong> los sistemas. Fundamentos, <strong>de</strong>sarrollo, aplicacio_nes,Colección Ciencia y Tecnología, FCE, México, 1976.282 Ibí<strong>de</strong>m, pp. 195-210.283 Ibí<strong>de</strong>m, prefacio a la edición revisada. p. 14.


Esto indica que mi sistema se <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rar como un ser plenamente integrado queengloba todos los aspectos y niveles que lo componen, caracterizándose por la interrelaciónmutua <strong>de</strong> sus partes. Ejemplo <strong>de</strong> eso pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una célula hasta un ser viviente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>una máquina mecánica simple hasta una computadora autorregulable, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un grupo socialregional hasta el contexto social internacional; es <strong>de</strong>cir, repitiendo lo expuesto, todo ser <strong>de</strong>cualquier tipo o c<strong>las</strong>e que sea i<strong>de</strong>ntificado como una totalidad.En el referido escrito <strong>de</strong> Bertalanffy, se explica que el origen <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong>l sistema sepue<strong>de</strong> localizar en el <strong>de</strong>venir <strong>de</strong>l pensamiento filosófico aunque no haya sido <strong>de</strong>terminadocomo tal. Este se encuentra en Leibniz, como filosofía natural, en Nicolás <strong>de</strong> Cusa, comocoinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los opuestos, en la medicina mística <strong>de</strong> Paracelso en la visión sobre lahistoria <strong>de</strong> Ibn-Jaldun y Vico don<strong>de</strong> se le i<strong>de</strong>ntifica como sucesión <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s o sistemasculturales y en la dialéctica <strong>de</strong> Hegel y Marx. Estas aportaciones para la concreción <strong>de</strong>lconcepto general <strong>de</strong> sistema se cristalizó con Lotka, quien concibió <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s comosistemas.Bertalanffy reconoce en la formulación <strong>de</strong> su proposición la influencia filosófica <strong>de</strong>lneopositivismo aunque ésta no haya sido <strong>de</strong>terminante, ya que otras corrientes <strong>de</strong>pensamiento, y en especial el contacto estrecho que mantuvo en los años veinte con elgrupo berlinés <strong>de</strong> la sociedad <strong>de</strong> la filosofía empírica, le fueron mol<strong>de</strong>ando el pensamientoque lo llevó a encontrar una similitud estructural entre los fenómenos biológicos, y los <strong>de</strong><strong>las</strong> ciencias sociales y <strong>de</strong>l comportamiento a <strong>las</strong> que se pue<strong>de</strong>n aplicar expresiones ymo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> tipo matemático que <strong>de</strong>scriben su relación isomórfica. Esos elementos fueron<strong>de</strong>terminantes en la formación <strong>de</strong> la teoría general <strong>de</strong> los sistemas.Concluida la guerra, Bertalanffy, se trasladó a Canadá en 1949, don<strong>de</strong> reestructuró lainvestigación que había iniciado 10 años antes y propuso su teoría en conferencias ycoloquios sin tener gran aceptación, pues se la calificaba <strong>de</strong> fantástica y presuntuosa. Fuehasta 1954, en la reunión anual <strong>de</strong> la American Association for the Advancement ofScience (AAAS) cuando se le dio un fuerte impulso a su teoría, en ocasión <strong>de</strong> un proyectoque elaboraron conjuntamente el economista Kennet E. Boulding, el biomatemático AnatolRapoport el fisiólogo Ralph Gerard, y el mismo Bertalanffy, para crear una sociedad<strong>de</strong>dicada a la difusión <strong>de</strong> la teoría general <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong>nominándosele “Sociedad parala Investigación General <strong>de</strong> Sistemas”, la cual quedó afiliada a la AAAS.Entre <strong>las</strong> principales funciones <strong>de</strong> dicha sociedad se <strong>de</strong>terminaron <strong>las</strong> siguientes.1 La investigación <strong>de</strong>l isomorfismo <strong>de</strong> conceptos leyes y mo<strong>de</strong>los en varios campos yfomentar la transferencia <strong>de</strong> un campo a otro;2 Estimular el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los teóricos a<strong>de</strong>cuados a los campos en que seannecesarios;


3 Evitar la repetición <strong>de</strong> esfuerzos en la construcción <strong>de</strong> teorías en diferentes campos, y4 Promover la unidad <strong>de</strong> la ciencia, mejorando la comunicación entre los especialistas.El resultado <strong>de</strong> los a<strong>de</strong>lantos <strong>de</strong> la sociedad es difundido en el anuario General Systems. 284Es a partir <strong>de</strong> entonces que queda p<strong>las</strong>mada y reconocida la “teoría general <strong>de</strong> los sistemas”como una nueva alternativa para la investigación científica. Con la creación <strong>de</strong> estasociedad los interesados en la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la teoría general sistémica se abocaron a latarea <strong>de</strong> crear un marco conceptual que edificara, i<strong>de</strong>ntificara y diferenciara el cuerpoteórico <strong>de</strong> los sistemas.La <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> los conceptos en la teoría general <strong>de</strong> los sistemas no ha seguido, salvoen casos aislados, una construcción propia, es <strong>de</strong>cir, una suma <strong>de</strong> conocimientos quepuedan englobarse en un término o en un conjunto <strong>de</strong> ellos. Generalmente los conceptosfundamentales <strong>de</strong> ésta son adoptados <strong>de</strong> otras ciencias, siguiendo el objetivo <strong>de</strong> la propuestasistemática <strong>de</strong> unificar la ciencia y el análisis científico. 285Son esos elementos articuladores <strong>de</strong> los diversos fenómenos los que van configurando elconcepto <strong>de</strong> teoría general <strong>de</strong> los sistemas, que en su expresión sintética se enunciará comoteoría sistémica.4.2.2 Marco conceptualSon diversos los conceptos que permiten consolidar el entendimiento <strong>de</strong> la teoría. Elconcepto central <strong>de</strong> esa teoría i<strong>de</strong>ntifica y explica al objeto mismo <strong>de</strong> estudio, el sistema.Sobre su <strong>de</strong>finición Young nos dice: “Po<strong>de</strong>mos adoptar la posición <strong>de</strong> que el términosistema <strong>de</strong>be aplicarse únicamente a los elementos que se relacionen significativamenteentre sí en el sentido <strong>de</strong> que el nivel <strong>de</strong> inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia sea elevado. Aquí <strong>de</strong>berádistinguirse un sistema <strong>de</strong> una agregación <strong>de</strong> elementos al azar. Pero esto provoca seriosproblemas <strong>de</strong> juicio funcional. Quienes siguen este enfoque generalmente establecencriterios tales como los siguientes:1 para establecer la existencia <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong>be po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>finirse en el sentido <strong>de</strong>que se le pueda localizar con alguna precisión en el tiempo y el espacio;2 se habla <strong>de</strong> un sistema cuando una variedad <strong>de</strong> operaciones ejecutadaspreferentemente por varias disciplinas llegan a la conclusión <strong>de</strong> que existe unsistema específico, y3 un sistema <strong>de</strong>be mostrar diferencias significativas en <strong>las</strong> esca<strong>las</strong> <strong>de</strong> tiempo <strong>de</strong>sus estructuras…284 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 12-14.285 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 37 y 38.


En consecuencia, la respuesta consiste en tratar cualquier conglomerado <strong>de</strong> elementos queparece interesante para los fines <strong>de</strong> una investigación como un sistema, por lo menos en <strong>las</strong>activida<strong>de</strong>s preliminares <strong>de</strong> recolección <strong>de</strong> datos y análisis general”. 286En esta explicación se sintetiza la importancia que tiene el Concepto <strong>de</strong> “sistema” para lateoría general <strong>de</strong> los sistemas, en el que se conjugan todos los elementos que contenga elobjeto <strong>de</strong> estudio subjetivamente seleccionado pero que posea en sí una cohesión interna oisomomorfismo. Este Concepto ha cobrado gran auge en <strong>las</strong> diversas ciencias <strong>de</strong>l saberhumano, pero su uso no significa que se parta <strong>de</strong> una concepción sistémica, es <strong>de</strong>cir,comúnmente vemos la exposición <strong>de</strong>l concepto sistema, pero hacer simplemente referenciaa él no indica que corresponda a la teoría Sistémica, puesto que eso exige los requisitosconceptuales.Otro <strong>de</strong> los conceptos es el <strong>de</strong> isomomorfismo. Este ha sido <strong>de</strong>finido y aceptado por lossistémicos como “una correspon<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> uno a uno entre objetos <strong>de</strong> Sistemas diferentesque preserva la relación entre los objetos” 287 Los isomorfismos se sustentan en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>que los distintos fenómenos tienen similitu<strong>de</strong>s consi<strong>de</strong>rables por lo que se pue<strong>de</strong>n encontrarleyes que tengan una estructura análoga en los diferentes campos, circunstancia que permitea los investigadores emplear mo<strong>de</strong>los sencillos o <strong>de</strong> más fácil conocimiento parafenómenos complicados <strong>de</strong> trato más difícil. Partiendo <strong>de</strong> su objetivo el concepto <strong>de</strong>isomomorfismo tiene una utilidad particular en los estudios interdisciplinarios y en lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>ncias funcionales en los principios y procesos <strong>de</strong> los distintossistemas. 288El isomorfismo busca, por tanto, <strong>las</strong> estructuras similares <strong>de</strong> <strong>las</strong> entida<strong>de</strong>s que parecen serintrínsecamente distintas por sus complejos elementos que están en interacción.El tercero <strong>de</strong> los conceptos fundamentales es el <strong>de</strong> los sistemas interconectados los que serefieren a efectos <strong>de</strong> escala y a la asociación vertical o jerárquica <strong>de</strong> los sistemas. El<strong>de</strong>scubrir <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> interconexión entre varios sistemas es <strong>de</strong> suma importancia paraanalizar los sistemas individuales y los conjuntos <strong>de</strong> Sistemas.Dichos conceptos fundamentales (el <strong>de</strong> sistemas, isomorfismo y sistemas interconectados )son la base para la conformación <strong>de</strong>l cuerpo teórico. Sobre el particular Young afirma: “Losconceptos básicos <strong>de</strong>l isomorfismo y los sistemas interconectado sugieren muy fuertementeque existen importantes conceptos y proposiciones que son significativos en un conjunto <strong>de</strong>sistemas específicos y que se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>sarrollar en términos conceptuales un pequeño286 YOUNG, Oran R., Sistemas <strong>de</strong> ciencia política. Colección Popular. núm. 115, FCE, México 1972, PP. 38 y39.287 Ibi<strong>de</strong>m p. 40.288 Lieber, Robert J.Theory and world politics, Winthrop-Prentice Hall, Nueva Jersey, 1972, p. 122.


número <strong>de</strong> sistemas generales. Estas nociones, junto con el concepto general <strong>de</strong> sistema,forman ahora el núcleo <strong>de</strong> la campaña tendiente a acabar con el aislamiento <strong>de</strong> <strong>las</strong>disciplinas y a avanzar hacia la unificación <strong>de</strong> la ciencia”. 289Existen otros grupos <strong>de</strong> conceptos que tienen como finalidad <strong>de</strong>scribir los sistemas; entreellos los siguientes:“1 conceptos que separan diferentes c<strong>las</strong>es <strong>de</strong> sistemas, como los sistemas cerrados yabiertos, o los orgánicos y los no orgánicos;2 conceptos relativos a los niveles jerárquicos <strong>de</strong> los sistemas, como los subsistemas,<strong>las</strong> ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> interacción, y los efectos <strong>de</strong> escala;3 conceptos que <strong>de</strong>linean aspectos <strong>de</strong> la organización interna <strong>de</strong> los sistemas,tales como los <strong>de</strong> integración, diferenciación, inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y centralización;4 conceptos relacionados con la interacción <strong>de</strong> los sistemas y sus ambientes,como los <strong>de</strong> límites, insumos y productos, y5 conceptos que se refieren a los varios caminos que los sistemas pue<strong>de</strong>n seguira través <strong>de</strong>l tiempo, como los <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminación por el Estado y <strong>de</strong> igualdad final”. 290Asimismo, encontramos grupos <strong>de</strong> conceptos adicionales <strong>de</strong> gran importancia como los <strong>de</strong>regulación y mantenimiento <strong>de</strong> los sistemas, entre ellos tenemos el <strong>de</strong> equilibrio <strong>de</strong> sistema,el cual pue<strong>de</strong> ser estable o inestable. Un sistema abierto <strong>de</strong> equilibrio estable lleva a laformación <strong>de</strong> otro concepto fundamental que es el <strong>de</strong> homeostasis, esto es, la habilidad <strong>de</strong>un sistema para mantener su balance interno, es <strong>de</strong>cir, su autorregulación ante <strong>las</strong>influencias externas.A<strong>de</strong>más se ha introducido el concepto <strong>de</strong> entropía negativa, referente a la ingestión yconsumo <strong>de</strong> energía <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sistema, lo cual conserva su durabilidad. Finalmentetenemos el <strong>de</strong> retroalimentación como resultado <strong>de</strong> un estímulo (“input”) y una respuesta(“output”) <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un sistema. Aquí la retroalimentación (“feedback”) es la acción <strong>de</strong> darun nuevo estímulo al sistema como resultado <strong>de</strong> la respuesta dada al anterior estímulo.El otro grupo <strong>de</strong> conceptos se refiere a los sistemas que sufren cambios significativos. Deellos tenemos dos tipos: el referente a la dinámica que lleva el cambio y aquel que se refierea la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l sistema.289 YOUNG, Oran, op. cit., p. 41.290 Ibi<strong>de</strong>m, p. 42.


El primero, que consi<strong>de</strong>ra los procesos <strong>de</strong> cambio generados internamente o por medio <strong>de</strong>respuestas a <strong>las</strong> condiciones resultantes <strong>de</strong> la modificación <strong>de</strong>l ambiente. Estos cambios, asu vez, pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong> dos formas: reversibles, cuando no se han fortificado <strong>las</strong>características <strong>de</strong>l nuevo status; e irreversibles cuando ello se ha logrado. Entre losconceptos complementarios que se utilizan aquí están los <strong>de</strong> adaptación, aprendizaje ycrecimiento.El segundo tipo se refiere a la perturbación, disolución y rompimiento <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong>los que se tiene como nociones relevantes <strong>las</strong> <strong>de</strong> crisis, presión y tensión sobre los mismos.En éstos, los conceptos <strong>de</strong> <strong>de</strong>caimiento y sobrecarga indican formas en <strong>las</strong> que pue<strong>de</strong>nsurgir el rompimiento o la disolución; finalmente, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este marco tenemos a laentropía Positiva, concepto que se refiere al paso <strong>de</strong> un sistema en estado <strong>de</strong> granorganización a un estado <strong>de</strong> elementos distribuidos, acomodados al azar a través <strong>de</strong>ltiempo.Recapitulando po<strong>de</strong>mos ver que fundamentalmente existen tres tipos <strong>de</strong> conjuntos <strong>de</strong>conceptos para los sistemas. El primero <strong>de</strong> c<strong>las</strong>ificación y <strong>de</strong>scripción, el segundo <strong>de</strong>regulación y mantenimiento y el tercero <strong>de</strong> cambio y <strong>de</strong>strucción. Con ello se pue<strong>de</strong>, segúnsean los sistemas, formar el cuerpo <strong>de</strong> teoría para la aprehensión y comprensión <strong>de</strong>cualquier sistema.Si bien el conocimiento y entendimiento <strong>de</strong> los conceptos es básico para la estructuración<strong>de</strong> una teoría sistemática, no es el único requisito para tal estructuración pues es menestera<strong>de</strong>más una fundamentación que le dé realmente el carácter <strong>de</strong> nuevo paradigma. Losaspectos principales que le dan la soli<strong>de</strong>z necesaria para hacer una teoría general son tres: laciencia <strong>de</strong> los sistemas, la tecnología <strong>de</strong> los sistemas y la filosofía <strong>de</strong> los Sistemas. 291 Enellos se sustentan los supuestos teórico metodológicos <strong>de</strong> la teoría sistémica4.2.3 Supuestos teórico-metodológicosLa conjunción <strong>de</strong> la ciencia, la tecnología y la filosofía <strong>de</strong> los sistemas permiten laconstrucción teórica en <strong>las</strong> diversas áreas <strong>de</strong>l conocimiento y <strong>de</strong>terminar los criteriosmetodológicos. Veamos Cuál es la fundamentación <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> ellos.La ciencia <strong>de</strong> los sistemas compren<strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> abarcar los sistemas como todos ytotalida<strong>de</strong>s, por lo que <strong>de</strong>ben ser explorados y explicados con <strong>las</strong> bases propias <strong>de</strong> cada una<strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias En el avance <strong>de</strong>l conocimiento hay una serie <strong>de</strong> experiencias que la teoríasistemática no soslaya; si originalmente la ciencia clásica aislaba los elementos <strong>de</strong>l objetoestudiado, para que con el conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes al reunir<strong>las</strong> se tuviera el conocimientoíntegro <strong>de</strong>l todo, ahora para compren<strong>de</strong>r la totalidad se ha <strong>de</strong>terminado que no sólo serequiere el conocimiento <strong>de</strong> los elementos aislados, sino incluso sus <strong>relaciones</strong> particulares291 BERTALANFFY, op. cit., pp. XII-XVI.


y globales que nos llevan al <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la base isomórfica, permitiendo la unión <strong>de</strong>los elementos en la totalidad. En resumen, la ciencia <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong>be i<strong>de</strong>ntificar lacorrespon<strong>de</strong>ncia e isomorfismo generales que son comunes a los sistemas. Como apoyo altrabajo <strong>de</strong>scrito para la ciencia <strong>de</strong> los sistemas, se ha creado una serie <strong>de</strong> mecanismosnovedosos que técnicamente permiten una sistematización y recuperación dinámica <strong>de</strong> lainformación, esto <strong>de</strong>semboca en la tecnología <strong>de</strong> los sistemas.La tecnología <strong>de</strong> los sistemas recoge los últimos avances para sistematizar la informaciónpartiendo <strong>de</strong> principios matemáticos que se conjugan en la alimentación <strong>de</strong> computadoras.Según el razonamiento <strong>de</strong> Bertalanffy, tanto la tecnología como la sociedadcontemporáneas han adquirido tal nivel <strong>de</strong> complejidad que los medios tradicionales <strong>de</strong>or<strong>de</strong>namiento son insuficientes. Ante la naturaleza, compleja, se requiere una percepciónholista que permita el control científico <strong>de</strong> un gran número <strong>de</strong> variables y esto sólo se pue<strong>de</strong>lograr con auxilio <strong>de</strong> la cibernética, base técnica <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> sistemas. Pero ello implicauna a<strong>de</strong>cuación tanto <strong>de</strong> <strong>las</strong> máquinas para recibir y operar cada vez mayor cantidad <strong>de</strong>información como <strong>de</strong> los programas que apoyen en mayor cantidad y mayor velocidad larelación <strong>de</strong> la misma.Finalmente, como nueva propuesta <strong>de</strong> paradigma científico, la teoría general <strong>de</strong> lossistemas <strong>de</strong>be exponer una visión <strong>de</strong>l mundo y una reorientación <strong>de</strong>l pensamiento, para ellose requiere <strong>de</strong>l establecimiento <strong>de</strong> los principios meta científicos que permitan consolidaruna filosofía <strong>de</strong> los sistemas. Por tanto, la teoría <strong>de</strong> sistemas tiene en su sustento filosófico,según Bertalanffy, tres partes que le dan unidad orgánica: la primera <strong>de</strong> el<strong>las</strong> es la ontología<strong>de</strong> los sistemas, orientada hacia la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong>l sistema, es <strong>de</strong>cir, quéson y cómo están p<strong>las</strong>mados los sistemas en el mundo observable. La necesidad <strong>de</strong> unaontología surge <strong>de</strong> la dificultad para dar una respuesta a lo que haya que <strong>de</strong>finir y <strong>de</strong>scribircomo sistema, puesto que <strong>las</strong> entida<strong>de</strong>s percibidas en la observación, o inferidas <strong>de</strong> ésta,que existen in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l observador, no se exponen como sistema, sino que sólo<strong>de</strong> acuerdo con su unidad orgánica y relación isomórfica perceptible se les <strong>de</strong>signa comotal. Esa <strong>de</strong>signación es, por tanto, un esquema conceptual que refleja la realidad comosistema. La ontología <strong>de</strong> los sistemas podrá hacer claramente la distinción entre lossistemas reales dados a la observación y los sistemas conceptuales.La otra parte <strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong> los sistemas es lo que Bertalanffy <strong>de</strong>nomina comoepistemología <strong>de</strong> los sistemas, la cual apoya a la ontología partiendo <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> lapercepción que no es una reflexión sobre <strong>las</strong> cosas reales, ni el proceso <strong>de</strong> conocimiento essimplemente una aproximación a la verdad, por lo cual se requiere reflexionar sobre elproceso <strong>de</strong> conocimiento, ya que la interacción entre conocedor y conocido conllevamúltiples factores <strong>de</strong> naturaleza distinta como son biológicos, psicológicos, culturales,lingüísticos, etc. Dichos factores <strong>de</strong>ben ser cubiertos por la epistemología <strong>de</strong> los sistemas.


La tercera parte <strong>de</strong> la filosofía será el estudio <strong>de</strong> los valores cuyo objetivo es conciliar enuna realidad última, en una sola verdad, la realidad como una jerarquía <strong>de</strong> totalida<strong>de</strong>sorganizadas y la imagen que el humano tenga <strong>de</strong> ella.Con este enfoque, la teoría general <strong>de</strong> los sistemas adquiere, según Bertalanffy, un sentidohumanístico y evita que se convierta en una propuesta teórico-metodológica eminentementemecanicista, rompiendo así la visión restringida y tradicional <strong>de</strong> otras propuestas.Bajo este mo<strong>de</strong>lo surgieron diversas propuestas tendientes al establecimiento <strong>de</strong> lanaturaleza <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> los sistemas en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Uno <strong>de</strong> los primeros escritos fue el <strong>de</strong> Charles A. Mc-Clelland; acerca <strong>de</strong> él nos diceCelestino <strong>de</strong>l Arenal, que: “en el campo <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, la aplicación <strong>de</strong>la teoría <strong>de</strong> los sistemas sólo se inicia a mediados <strong>de</strong> los cincuenta, correspondiendo elprimer paso en este sentido a Mc-Clelland”. Y aña<strong>de</strong> que ese autor: “…ha tratado <strong>de</strong>relacionar la teoría <strong>de</strong> los sistemas con el problema <strong>de</strong> establecer los niveles <strong>de</strong> análisis parael estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> sistema internacional que<strong>de</strong>sarrolló es una versión ampliada <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> dos Estados en interacción, si bien esconsciente <strong>de</strong>l carácter multidimensional <strong>de</strong>l sistema internacional. En el mo<strong>de</strong>lo queconstruye este autor los Estados aparecen en constante y variada interacción tantogubernamental como no-gubernamental. De esta forma los acontecimientos que seproducen en el sistema internacional <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> acciones generadas al nivel oficial en elinterior <strong>de</strong> los Estados y <strong>de</strong> acciones <strong>de</strong> los subsistemas existentes <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los mismosEstados, tales como la opinión pública, grupos <strong>de</strong> interés y partidos políticos. El mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong>sarrollado por Mc-Clelland incluye no sólo <strong>las</strong> interacciones que se producen a nivelinternacional, sino también <strong>las</strong> que tienen lugar entre la unidad nacional y los subsistemas. .. En esta línea, su investigación concreta se ha orientado hacia uno <strong>de</strong> los subsistemas queen su opinión pue<strong>de</strong>n distinguirse en el propio sistema internacional que ha llamado crisisinternacional aguda. El objetivo <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> la “crisis internacional aguda” es i<strong>de</strong>ntificarlos mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> interacción con el fin <strong>de</strong> compararlos en diferentes crisis. Particularmenteeste autor ha tratado <strong>de</strong> aplicar su tarea, a través <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> diferentes crisis, mediante elanálisis <strong>de</strong> los datos fácticos o datos sobre acontecimientos y el boceto <strong>de</strong> <strong>las</strong> secuencias <strong>de</strong>acción en crisis. Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que Mc-Clelland ha sentado <strong>las</strong> bases para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>lenfoque que se ha llamado análisis <strong>de</strong> los datos fácticos en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>”. 292Por otra parte, en la década <strong>de</strong> los cincuenta se presenta un estudio sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> que según Morton Kaplan, autor <strong>de</strong> System and process in international292 DEL ARENAL, Celestino, Introducción a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, Red Editorial Iberoamericana,México, 1993, pp. 220 y 221.


politics, es una nueva corriente metodológica que el autor <strong>de</strong>nomina como systematicempirical analysis.La teoría <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> Morton Kaplan es una <strong>de</strong>rivación <strong>de</strong> la elaboración <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>losteóricos que <strong>de</strong>sembocan en la teoría general <strong>de</strong> los sistemas; nos limitaremos a exponer <strong>las</strong>concepciones que tiene Morton Kaplan sobre el particular. Este autor es uno <strong>de</strong> losprimeros, si no el principal, <strong>de</strong> los que introdujeron la concepción sistémica a la políticainternacional, pues consi<strong>de</strong>ra que ésta permite la integración <strong>de</strong> variables que proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong><strong>las</strong> distintas disciplinas y proporciona un método para ajustar <strong>las</strong> semejanzas estructurales<strong>de</strong> <strong>las</strong> distintas materias.A<strong>de</strong>más explica que en la tesis <strong>de</strong> su libro se sostiene que: “…una política científica sólopue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollarse tratando los materiales <strong>de</strong> la política como sistemas <strong>de</strong> acción. Unsistema <strong>de</strong> acción es un conjunto <strong>de</strong> variables relacionadas <strong>de</strong> tal modo frente a su medioque <strong>las</strong> regularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> comportamiento <strong>de</strong>scriptibles caracterizan <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> internas<strong>de</strong> <strong>las</strong> variables entre sí y <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> variables individuales concombinaciones <strong>de</strong> variables externas al sistema. Técnicamente esta <strong>de</strong>finición es <strong>de</strong>ficiente,pues todo conjunto <strong>de</strong> variables especificadas pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado como un sistema”. 293El riesgo <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar a un sistema como un todo infinito lleva a la in<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>lmismo, por lo cual Kaplan consi<strong>de</strong>ra que se <strong>de</strong>be tener presente que cualquier sistema tieneuna i<strong>de</strong>ntidad en el tiempo y por ello se le <strong>de</strong>be <strong>de</strong>scribir en diversos momentos para asílocalizar los cambios <strong>de</strong> variables que <strong>de</strong>terminan los diferentes estados <strong>de</strong>l sistema quecorrespon<strong>de</strong>n a cada uno <strong>de</strong> dichos momentos.Esta concepción que intenta <strong>de</strong>terminar a todos los objetos posibles como un sistema, pue<strong>de</strong>ser aplicada al contexto internacional ya que éste sería un sistema, el cual está dividido ensubsistemas, los que se constituyen por actores nacionales y supranacionales. En el sistemainternacional po<strong>de</strong>mos encontrar, según Kaplan, seis mo<strong>de</strong>los, a partir <strong>de</strong> los cuales <strong>de</strong>be <strong>de</strong>buscarse un fenómeno que empíricamente pueda ser contrastable.• el primer mo<strong>de</strong>lo es el que llama sistema <strong>de</strong> equilibrio <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r: en él encontramoscinco actores que actúan complementándose en forma individual, pues cada uno <strong>de</strong> ellostrata <strong>de</strong> aumentar sus capacida<strong>de</strong>s prefiriendo recurrir a la negociación antes que a la lucha,la cual no rehúyen si sirve a sus intereses. Los miembros <strong>de</strong>l sistema se interesan en sumantenimiento, por lo cual existe un acuerdo para que si algún miembro preten<strong>de</strong> adquirirla supremacía o está en peligro <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparecer, los <strong>de</strong>más lo impidan;• el segundo, el sistema bipolar flexible: en éste hay dos actores principales queencabezan a los bloques <strong>de</strong> actores nacionales, pudiendo estar también incorporados actores293 Kaplan N, Morton, System and process in international politics, John Wiley and Sons, Nueva York, 1957,Prefacio.


supranacionales. Cada uno <strong>de</strong> los bloques pue<strong>de</strong> poseer distinto sistema <strong>de</strong> organizacióninterna y la pertenencia <strong>de</strong> los actores a uno <strong>de</strong> ellos es irreversible;• el tercero, sistema bipolar rígido: éste se diferencia <strong>de</strong>l anterior porque cada uno <strong>de</strong>los bloques se organiza jerárquicamente y <strong>de</strong>saparecen los actores no nacionales, a<strong>de</strong>másexiste mucha dificultad para la cooperación entre bloques;• el cuarto, sistema universal internacional: aquí se refiere a la presencia <strong>de</strong> unsistema integrado y solidario con un parecido a gobierno mundial que regula <strong>las</strong>jurisdicciones propias <strong>de</strong> los actores nacionales, y• el quinto, sistema jerárquico internacional: el cual está relativamente centralizado,pudiendo operar directamente sobre los actores como un Estado fe<strong>de</strong>ral.• el sexto, sistema internacional <strong>de</strong> veto por unidad: éste tiene la peculiaridad <strong>de</strong> quecada uno <strong>de</strong> los actores posee la suficiente fuerza para <strong>de</strong>struir a cualquier otro actor <strong>de</strong>lsistema, por tanto, el sistema se basa en el principio <strong>de</strong> respeto mutuo y la no intromisiónen <strong>las</strong> competencias <strong>de</strong> los otros actores, así <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones sólo podrán tomarse porunanimidad ya que cada actor pue<strong>de</strong> preservar su in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia por sí mismo. 294Como se pue<strong>de</strong> observar, la concepción <strong>de</strong> Kaplan es crear mo<strong>de</strong>los i<strong>de</strong>ales basados en lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> actores como sistemas, para <strong>de</strong>spués encontrar hechos sociales que puedancomprobar empíricamente los mo<strong>de</strong>los.En un sentido similar al <strong>de</strong> Kaplan, Richard N. Rosecrance utiliza materiales históricos paratratar <strong>de</strong> construir mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> comportamiento en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, pero conuna diferencia, la cual es señalada por Del Arenal cuando dice: “Mientras Kaplan parte <strong>de</strong>una perspectiva principalmente abstracta y <strong>de</strong>ductiva, Rosecrance parte <strong>de</strong> la situaciónhistórica concreta <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> durante un periodo <strong>de</strong>terminado,tratando <strong>de</strong> distinguir un cierto número <strong>de</strong> sistemas <strong>internacionales</strong> sucesivos con base en elestilo diplomático dominante en cada momento. La consecuencia es, pues, al contrario queKapIan, que Rosecrance, no persigue elaborar una tipología <strong>de</strong> los sistemas<strong>internacionales</strong>”. 295Aña<strong>de</strong> el mismo autor: “El objetivo que se fija Rosecrance es i<strong>de</strong>ntificar los diversossistemas <strong>internacionales</strong> que han existido en Europa durante el periodo 1740-1960 paraproce<strong>de</strong>r a continuación a un análisis sistémico consistente en establecer los elementos quehan contribuido a la estabilidad o inestabilidad <strong>de</strong> cada sistema internacional.Distingue nueve sistemas <strong>internacionales</strong> diferentes, caracterizados cada uno porsignificantes cambios en <strong>las</strong> técnicas y objetivos diplomáticos. Estos sistemas son:294 Ibi<strong>de</strong>m, pp. XI-XVIII.295 DEL ARENAL, Celestrno, op. cit., p. 228.


I) Siglo XVIII, 1740-1789;II) Imperio revolucionario, 1789-1814;III) Concierto europeo, 1814-1822;IV) Concierto fallido, 1822-1848;V) Concierto bismarkiano, 1871-1890;VI) Nacionalismo imperialista, 1890-1918;VII) Concierto roto, 1848-1871;VIII) Militarismo totalitario, 1918-1945, yIX) Posguerra, 1945-1960. 296Del Arenal sintetiza el contenido <strong>de</strong> la propuesta en <strong>las</strong> siguientes i<strong>de</strong>as: “En or<strong>de</strong>n aestudiar <strong>las</strong> condiciones para la estabilidad internacional, en cada uno <strong>de</strong> los sistemas,selecciona como elementos básicos necesarios para el estudio histórico comparado el input<strong>de</strong> trastorno, el mecanismo regulador que reacciona ante el trastorno, <strong>las</strong> restriccionesambientales que influencian el alcance <strong>de</strong> <strong>las</strong> posibles soluciones y <strong>las</strong> soluciones mismas.El input <strong>de</strong> trastorno incluye fuerzas como <strong>las</strong> i<strong>de</strong>ologías, la inseguridad doméstica, <strong>las</strong>disparida<strong>de</strong>s entre los recursos <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones y los intereses nacionales conflictivos. Elmecanismo regulador está constituido por elementos como el concierto europeo, <strong>las</strong>Naciones Unidas y un consenso informal. Con base en esta serie <strong>de</strong> elementos básicosRosecrance examina cuatro <strong>de</strong>terminantes básicas para cada uno <strong>de</strong> los nueve sistemas: <strong>las</strong>actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la élite dirigente, el grado <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la élite, los recursos disponibles para elcontrol <strong>de</strong> la élite y la capacidad <strong>de</strong>l sistema para superar los trastornos y mantener elequilibrio.Los resultados <strong>de</strong> tal análisis le llevan a establecer que es posible <strong>de</strong>sarrollar los mo<strong>de</strong>losbásicos <strong>de</strong>l sistema internacional. El primero es un mo<strong>de</strong>lo estable. Surge <strong>de</strong> lacomparación <strong>de</strong> los sistemas I, III, IV, VI y IX. En este sistema el grado <strong>de</strong> trastorno esmínimo y el elemento regulador es capaz <strong>de</strong> controlar la situación. Las élites dirigentesestán satisfechas con el statu quo. La i<strong>de</strong>ología no juega un papel importante. Lasambiciones territoriales o son transferidas fuera <strong>de</strong>l sistema o pue<strong>de</strong>n ser satisfechas sin queafecten a los intereses vitales <strong>de</strong> los estados. Estamos ante un sistema multipolar. Elsegundo es un mo<strong>de</strong>lo inestable. Deriva <strong>de</strong> la comparación <strong>de</strong> los sistemas II, V, VII y VIII.En este sistema la capacidad <strong>de</strong> trastorno <strong>de</strong> los actores es gran<strong>de</strong> y la capacidad <strong>de</strong>lelemento regulador mínima. Las élites dirigentes están insatisfechas con el statu quo y se296 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 228 y 229.


hallan inseguras. Las i<strong>de</strong>ologías juegan un papel relevante, que es utilizado por <strong>las</strong> élitespara asegurar sus posiciones.Rosecrance consi<strong>de</strong>ra que es imposible pre<strong>de</strong>cir futuros acontecimientos sobre la base <strong>de</strong>un número limitado <strong>de</strong> variables y que éstas pue<strong>de</strong>n no ser relevantes para sistemas<strong>internacionales</strong> futuros. Su principal conclusión es que existe una clara correlación entre lainestabilidad internacional y la inseguridad interna <strong>de</strong> <strong>las</strong> élites”. 297En esa misma línea <strong>de</strong> Kaplan y Rosecrance, pero con una perspectiva diferente GeorgeMo<strong>de</strong>lski, basado en un análisis comparativo <strong>de</strong> tipo estructural-funcional para hacer ladistinción <strong>de</strong> dos sistemas <strong>internacionales</strong> aplica la teoría <strong>de</strong> sistemas para elaborar tambiénsus mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>l sistema internacional.Afirma Del Arenal: “Los mo<strong>de</strong>los que construye Mo<strong>de</strong>lski son recursos conceptualesencaminados a aumentar nuestra comprensión <strong>de</strong>l actual sistema internacional y a facilitaruna empresa <strong>de</strong> mayores dimensiones. el análisis comparado <strong>de</strong> todos los sistemas<strong>internacionales</strong> conocidos. Este autor basa su concepción en los siguientes puntos:1 el objeto <strong>de</strong> estudio propio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es el universo <strong>de</strong> sistemas<strong>internacionales</strong>, pasado, presente, futuro e hipotéticos;2 los sistemas <strong>internacionales</strong> son sistemas sociales, por lo que <strong>las</strong> generalizacionessociológicas sobre los sistemas sociales son aplicables mutatis mutandi al estudio <strong>de</strong> lossistemas <strong>internacionales</strong>;3 los sistemas <strong>internacionales</strong> tienen estructuras. Estas estructuras son respuestasrelativamente estables <strong>de</strong>l sistema internacional a la necesidad <strong>de</strong> satisfacer sus exigenciasfuncionales. El sistema internacional compren<strong>de</strong>, así, estructuras <strong>de</strong> autoridad, recursos,solidaridad y cultura. In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> su tamaño, complejidad y composición, todoslos sistemas <strong>internacionales</strong> poseen estructuras estandarizadas para su mantenimiento ypara la realización <strong>de</strong> sus funciones;4 <strong>las</strong> mismas exigencias funcionales son satisfechas en todos los sistemas. Estas son:salvaguardia <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> sus miembros y mantenimiento <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>ninternacional, y5 los sistemas <strong>internacionales</strong> concretos son sistemas mixtos.Los dos mo<strong>de</strong>los analíticos son el agrario y el industrial que representan cada uno elextremo <strong>de</strong> un espectro que se extien<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s agrarias civilizadas hasta <strong>las</strong>socieda<strong>de</strong>s industriales. Con ello preten<strong>de</strong> proporcionar un marco en el cual los procesos <strong>de</strong>cambio o los sistemas intermedios puedan ser estudiados en relación con los extremos <strong>de</strong>l297 Ibi<strong>de</strong>m,p.229.


espectro. El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l sistema industrial, frente al agrario, tiene una amplia población, susrecursos son más fácilmente movilizados, la sociedad es más homogénea, con ciudadanosconcienciados políticamente y élites que están especializas. En el sistema industrial, <strong>las</strong>organizaciones mundiales y la red <strong>de</strong> comunicaciones contribuyen al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> unacultura mundial, el po<strong>de</strong>r está basado en la organización industrial. Un sistema industrial, alcontrario <strong>de</strong> lo que suce<strong>de</strong> en el agrario, no pue<strong>de</strong> tolerar el recurso a la guerra como medio<strong>de</strong> arreglar los conflictos a causa <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong>structiva <strong>de</strong> la industria que pue<strong>de</strong>llevar a la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la propia sociedad. A causa <strong>de</strong> ello la negociación, la coerciónsutil y el regateo, antes que la guerra, son utilizados para la consecución <strong>de</strong> los objetivosnacionales”. 298Éstas son <strong>las</strong> principales propuestas <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los generales para <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> elaborados <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l enfoque <strong>de</strong> la teoría sistémica. Como se pue<strong>de</strong> ver laelaboración <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los conjugó los aspectos <strong>de</strong> la ciencia y la tecnología <strong>de</strong> los sistemas,pero tomando en cuenta que <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s políticas están representadas por tomadores <strong>de</strong><strong>de</strong>cisiones, lo que llevó a incorporar también los aspectos psicológicos <strong>de</strong> los involucradosen <strong>las</strong> acciones <strong>internacionales</strong>, y estructuró propuestas metódicas más concretas; ello es loque permitió calificar a esas ten<strong>de</strong>ncias como parte <strong>de</strong>l enfoque conductista (obehaviorista). Bajo esos parámetros se <strong>de</strong>rivaron múltiples enfoques que ampliaron laperspectiva <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> sistemas, pero con el interés <strong>de</strong> una exposición <strong>de</strong> datos rigurosabasada en la cuantificación que permitiera el análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s y reacciones <strong>de</strong> losactores. Entre ellos están la teoría <strong>de</strong> la comunicación, la teoría <strong>de</strong> juegos y la teoría <strong>de</strong><strong>de</strong>cisiones, entre otras, como base complementaria para la interpretación sistémica. En estaexposición resumiremos lo que se entien<strong>de</strong> por conceptos básicos y especializados <strong>de</strong> lateoría general <strong>de</strong> los sistemas.Derivado <strong>de</strong> esa concepción sistémica algunos especialistas norteamericanos, en labúsqueda <strong>de</strong> un enfoque con carácter científico que sea capaz <strong>de</strong> dar respuesta a lacomplejidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, se remontan nuevamente a los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong><strong>las</strong> ciencias físico-naturales, particularmente basándose en la aplicación <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los ymétodos cuantitativo-matemáticos. Este enfoque supone hacer manifiesta la necesidad <strong>de</strong>lestudio interdisciplinario en don<strong>de</strong> confluyan aportaciones <strong>de</strong> la biología, la psicología, laantropología, la sociología, la economía y otras ciencias que reflejen la conducta <strong>de</strong> losindividuos y grupos sociales. Su preocupación se centra en la categorización, <strong>de</strong>scripción,explicación, comparación, verificación, reinterpretación y combinación <strong>de</strong> los nuevosmateriales para la elaboración <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los teóricos con la realidad Así, el énfasis para laconstrucción <strong>de</strong> teorías sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se concentra en mo<strong>de</strong>los298 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 231 y 232.


abstractos para el análisis teórico y prescin<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> consi<strong>de</strong>raciones éticas y los juicios <strong>de</strong>valor.4.2.4 Métodos <strong>de</strong> análisisEl conductismo es una <strong>de</strong> <strong>las</strong> corrientes teórico-metodológicas que han tenido un granimpacto en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. El behaviorismo propone que sepueda <strong>de</strong>terminar la conducta <strong>de</strong> los seres estudiados es <strong>de</strong>cir, los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> reaccionesque manifiestan los actores en <strong>las</strong> instituciones y fuera <strong>de</strong> el<strong>las</strong> hacia el exterior <strong>de</strong> <strong>las</strong>fronteras nacionales.Las bases metodológicas en <strong>las</strong> que se apoya el conductismo son especialmente laobservación <strong>de</strong> <strong>las</strong> reacciones ante <strong>de</strong>terminados estímulos y <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s que se adopten;los resultados <strong>de</strong> estas observaciones generan datos, los cuales son factibles <strong>de</strong> cuantificarsepara extraer constantes que <strong>de</strong>terminen el comportamiento <strong>de</strong> los sujetos.David Singer, en un estudio teórico sobre el conductismo, reconoce que los historiadores ylos politólogos ven un gran número <strong>de</strong> hechos, los que repasan en forma constante en supensamiento, con lo cual hacen un cálculo mental que se <strong>de</strong>riva en interpretación <strong>de</strong>l hecho,es <strong>de</strong>cir, lo que pue<strong>de</strong> ser, pero siempre está subyacente que aunque el proceso intelectual<strong>de</strong> reproducción consiente <strong>de</strong>l hecho sea lo más riguroso posible, nunca es losuficientemente absoluto para po<strong>de</strong>r pre<strong>de</strong>cir <strong>las</strong> acciones humanas.El conductismo, también conocido como psicología social, agrupa una serie <strong>de</strong> enfoquesque han sido consi<strong>de</strong>rados como auxiliares para el entendimiento <strong>de</strong> la fenomenologíainternacional, como son los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, los <strong>de</strong> comunicación, los matemáticos ylos <strong>de</strong> simulación, que veremos en seguida.1 La teoría <strong>de</strong> los juegos. La teoría <strong>de</strong> los juegos se ha consi<strong>de</strong>rado también como una <strong>de</strong><strong>las</strong> herramientas, e incluso como un método, para auxiliar en la comprensión <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias<strong>de</strong>l comportamiento humano. Esta teoría se interesa por <strong>las</strong> alternativas y estrategias para laelección racional <strong>de</strong> acciones a<strong>de</strong>cuadas ante ciertos estímulos y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ciertos contextossociales.Uno <strong>de</strong> los principales precursores <strong>de</strong> esta teoría fue el matemático John von Neumann,quien en el año <strong>de</strong> 1928 expuso el teorema mini_max, el cual es la base <strong>de</strong> los juegosantagónicos. Más tar<strong>de</strong>, en 1944, este autor publicó, junto con Oskar Morgestern, un textodon<strong>de</strong> aplican la teoría <strong>de</strong> juegos a la economía. Con esa obra se preten<strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar que losfenómenos sociales pue<strong>de</strong>n exponerse a<strong>de</strong>cuadamente mediante mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> juegos conestrategia pertinente. Con tal enfoque <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> juegos se establecieron <strong>las</strong> bases parasu aplicación en todas <strong>las</strong> ciencias que estudian la sociedad humana.La teoría <strong>de</strong> juegos no pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> una manera universal, absoluta, puesto quehabrá tantos mo<strong>de</strong>los como juegos alternativos puedan presentarse a <strong>las</strong> experiencias


sociales. Las únicas generalida<strong>de</strong>s que <strong>de</strong>ben consi<strong>de</strong>rarse son reg<strong>las</strong> que aparecenconstantemente, a saber:1 Hasta qué punto pue<strong>de</strong>n comunicarse los jugadores entre sí.2 Si los jugadores pue<strong>de</strong>n o no hacer convenios que les obliguen.3 Si <strong>las</strong> ganancias obtenidas en el juego pue<strong>de</strong>n ser compartidas con otros jugadores..4 Cuál es la relación formal, causal, entre <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> los jugadores y el resultado <strong>de</strong>ljuego.5 De qué información disponen los jugadores.A<strong>de</strong>más, <strong>las</strong> personalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los jugadores, sus preferencias subjetivas, <strong>las</strong> costumbres <strong>de</strong>la sociedad (es <strong>de</strong>cir, lo que los jugadores entien<strong>de</strong>n por un resultado justo), tienen todas unefecto sobre el resultado. 299Los distintos juegos se han c<strong>las</strong>ificado como juegos <strong>de</strong> estrategia <strong>de</strong> acuerdo con losintereses que persiguen los jugadores. En éstos po<strong>de</strong>mos encontrar los juegos antagónicos,también conocidos como juegos <strong>de</strong> suma cero; encontrándose a<strong>de</strong>más los juegos noantagónicos o <strong>de</strong> suma no cero. En el caso <strong>de</strong> los primeros, los jugadores tienen interesesopuestos, y por tanto la ganancia <strong>de</strong> uno significa la pérdida <strong>de</strong>l otro; en los segundos, losintereses <strong>de</strong> ambos se someten a negociación. Este tipo <strong>de</strong> juegos implica directamente a lateoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones.Otra forma <strong>de</strong> c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los juegos se hace <strong>de</strong> acuerdo con el número <strong>de</strong> estrategiasposibles. A los juegos que tienen un número <strong>de</strong> estrategias <strong>de</strong>terminado se les <strong>de</strong>nominacomo juego finito. Por el contrario, si <strong>las</strong> estrategias son innumerables se les llamará juegoinfinito.También se c<strong>las</strong>ifica a los juegos por la proporción <strong>de</strong> los participantes, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> acuerdocon el número <strong>de</strong> jugadores. Estos juegos se divi<strong>de</strong>n en unipersonales, bipersonales y <strong>de</strong> Npersonas. Los unipersonales, su nombre lo dice, son juegos <strong>de</strong> una sola persona, en losbipersonales participan dos jugadores y en los <strong>de</strong> N personas participan más <strong>de</strong> dos.Finalmente, encontramos la c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los juegos <strong>de</strong> acuerdo con el nivel <strong>de</strong>información <strong>de</strong> que disponen los jugadores en cada etapa <strong>de</strong>l juego. A éstos se les divi<strong>de</strong> enjuegos <strong>de</strong> información perfecta y juegos <strong>de</strong> información imperfecta. En esta c<strong>las</strong>ificación, laprimera contempla la acción <strong>de</strong> cada jugador en relación con <strong>las</strong> jugadas prece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>ladversario y <strong>de</strong> conformidad con sus posibilida<strong>de</strong>s para acce<strong>de</strong>r a la siguiente etapa; en la299 DAVIS, Morton D., Teoría <strong>de</strong>l juego, Colección Alianza Universidad, núm. 8, Alianza, Madrid, 1971, p.21.


segunda, no se dispone <strong>de</strong> una información fiel <strong>de</strong> los elementos con que cuenta eladversario para su acción, por tanto, <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones sobre la acción en cada etapa <strong>de</strong>l juegoparten <strong>de</strong> la incertidumbre.Estas distintas c<strong>las</strong>ificaciones respon<strong>de</strong>n a los diversos tipos <strong>de</strong> juegos que se pue<strong>de</strong>npresentar, por lo que encontramos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el juego unipersonal o el juego <strong>de</strong> N personas, querespon<strong>de</strong>n a una sola c<strong>las</strong>ificación, hasta los juegos finitos, bipersonales, <strong>de</strong> suma cero, <strong>de</strong>información perfecta, pasando por el juego bipersonal <strong>de</strong> suma no cero. 300Hay una multiplicidad <strong>de</strong> ejemplos elaborados sobre la teoría <strong>de</strong> juegos, y en ellos se ilustraque a medida que crece el número <strong>de</strong> jugadas posibles, la dificultad para encontrar la mejorestrategia <strong>de</strong> respuesta aumenta en forma más o menos proporcional. En estos casos, serequiere pasar <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo matemático simple que pueda ser realizado mentalmente a unacodificación computarizable que permita plantear estrategias más amplias para el logro <strong>de</strong>objetivos con mayores beneficios. Según la teoría <strong>de</strong> los juegos, en este segundo caso seencuentra el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s.2 La teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones. Como se mencionó repetidamente en el numeral anterior, enla teoría <strong>de</strong> los juegos se requiere la elaboración <strong>de</strong> estrategias para realizar acciones, y <strong>las</strong>elección <strong>de</strong> la estrategia a<strong>de</strong>cuada para la acción implica una <strong>de</strong>cisión; acerca <strong>de</strong> esto se hateorizado para extraer un método a<strong>de</strong>cuado que permita compren<strong>de</strong>r y aplicar la toma <strong>de</strong><strong>de</strong>cisiones.La teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones, más que un paradigma teórico acabado, se orienta al estudio <strong>de</strong>los métodos por los que se logra tomar <strong>de</strong>cisiones en forma racional ante ciertas situacionesque puedan presentarse. Esto implica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión que pueda tomar un individuo enforma personal, hasta <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones que consensualmente o como grupo elitista se <strong>de</strong>bantomar. La relevancia <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la posición social en la que seencuentre el <strong>de</strong>cisor o el grupo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisores, es <strong>de</strong>cir, visto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otra óptica, la cantidad <strong>de</strong>individuos a quienes pueda afectar una <strong>de</strong>cisión.Generalmente, una toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión está presente cuando la incertidumbre se antepone alindividuo o cuando hay una ambigüedad frente a un problema que <strong>de</strong>ba resolverse. En elprimer caso, la incertidumbre se presenta en <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s cotidianas, en acciones <strong>de</strong>relevancia social o frente a fenómenos naturales. En algunos <strong>de</strong> estos casos, la posición másracional es la actuación <strong>de</strong> acuerdo con <strong>las</strong> probabilida<strong>de</strong>s. Sobre ello los matemáticos han<strong>de</strong>terminado que la probabilidad será óptima cuando se tenga mayor cantidad <strong>de</strong>información para el cálculo, en la situación contraria, <strong>las</strong> probabilida<strong>de</strong>s son menosoperativas ante la incertidumbre. Sobre esto Hurwicz afirma: “El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> métodospara la toma racional <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones acerca <strong>de</strong> problemas en los que existe algunaincertidumbre está todavía en sus comienzos. Se trata <strong>de</strong> un campo en el que abundan <strong>las</strong>300 Cfr. Ibi<strong>de</strong>m, pp. 23-37, 83-200.


diferencias <strong>de</strong> opinión. Resulta, sin embargo, muy útil el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> herramientas <strong>de</strong> quedisponemos, observando en particular que con mucha frecuencia los distintos métodos, apesar <strong>de</strong> apoyarse en hipótesis diferentes, dan lugar a conclusiones semejantes, e inclusoidénticas, en lo que se refiere a la mejor <strong>de</strong>cisión que pue<strong>de</strong> tomarse en una situacióndada”. 301En el segundo caso, <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones ante la ambigüedad <strong>de</strong> un problema a resolverse, lateoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones se ocupa <strong>de</strong> la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones que se adopte para resolver unaambigüedad, pero esto implica una elección que se consi<strong>de</strong>re a<strong>de</strong>cuada para alcanzar elobjetivo que se persigue. La elección es una postura transitoria, <strong>de</strong> reflexión, previa a la<strong>de</strong>cisión. Estos planteamientos dan la base para la constitución a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>de</strong>cisiones, según lo expresa White: <strong>de</strong>finimos la teoría <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión como el estudio <strong>de</strong> la<strong>de</strong>cibilidad en situaciones problemáticas y para sustentar la <strong>de</strong>finición expone cuatro puntosbásicos:“a)hay una distinción entre elección y <strong>de</strong>cisión;b) tratamos <strong>de</strong> elegir alternativas y no consecuencias, ya que sólo disponemos <strong>de</strong> uncontrol limitado sobre <strong>las</strong> últimas;c) la teoría <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión se ocupa <strong>de</strong> la consistencia <strong>de</strong> la elección y la noción <strong>de</strong>elección mejorada es una especialización <strong>de</strong> ello, yd) la teoría <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión no trata necesariamente <strong>de</strong> suprimir la incertidumbre”. 302En síntesis, la teoría <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión persigue que se actúe <strong>de</strong> una manera racional, ante laincertidumbre o ante la ambigüedad, para lo cual propone que se disponga <strong>de</strong> la mayorcantidad <strong>de</strong> información posible, se postulen diversas alternativas, se haga la elección <strong>de</strong> lamás factible y se tome la <strong>de</strong>cisión. Este proceso se complementa en la teoría <strong>de</strong> los juegos yconfluye con <strong>las</strong> múltiples propuestas que se han cobijado bajo la teoría general <strong>de</strong> lossistemas.Los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones en la disciplina <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, como se mencionóanteriormente, apoyan la formulación <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cisión partiendo <strong>de</strong> la premisa <strong>de</strong> que el<strong>de</strong>cisor está asumiendo una conducta frente a ciertas condiciones a nivel internacional, porlo que <strong>de</strong>ben ser tomados en cuenta los siguientes aspectos: “la vía más eficaz para lograruna perspectiva sobre la política internacional y <strong>de</strong> encontrar el medio <strong>de</strong> captar loscomplejos <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong> los estados se ha <strong>de</strong> basar en el301 Hurwicz, Leonard. Teoría <strong>de</strong> juegos y <strong>de</strong>cisiones”, en CARNAP, Rudolf, et al., Matemáticas en <strong>las</strong>ciencias <strong>de</strong>l comportamiento, Alianza, Madrid, 1974, p. 215.302 WHITE, D. J., Teoría <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión, Colección Alianza Universidad, núm. 16, Alianza, Madrid, 1972, p.200.


conocimiento <strong>de</strong> un Estado, el cual servirá <strong>de</strong> base para la construcción analítica <strong>de</strong>características <strong>de</strong> acción comunes a todos los estados”. 303Para enten<strong>de</strong>r el proceso <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones se <strong>de</strong>be tener en cuenta la fijación <strong>de</strong> loshechos relevantes para la <strong>de</strong>cisión tomada, para que se puedan explicar <strong>las</strong> razones queindujeron a tomar esa <strong>de</strong>cisión y tener en cuenta que cada <strong>de</strong>cisión implica una elecciónentre <strong>las</strong> alternativas racionales posibles; pero también la <strong>de</strong>cisión pue<strong>de</strong> ser una no<strong>de</strong>cisión que a su vez pue<strong>de</strong> revestir características <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión.Como se pue<strong>de</strong> ver, el objeto <strong>de</strong> la investigación <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones parte <strong>de</strong> un principiometodológico <strong>de</strong> investigación que se pue<strong>de</strong> generalizar a otros aspectos <strong>de</strong> la relaciónsocial; este proceso es conocido tradicionalmente como método inductivo.3 La teoría <strong>de</strong> la comunicación. En la teoría general <strong>de</strong> los sistemas, tanto por susfundamentos ónticos como gnoseológicos han encontrado un apoyo sustancial en diversasteorías, que se postulan como métodos particulares, métodos parciales, para enten<strong>de</strong>ralgunos fenómenos sociales. Como se expuso, en la tecnología <strong>de</strong> los sistemas se utilizanlos mecanismos más sofisticados que ha logrado <strong>de</strong>sarrollar la imaginación humana para laorganización y recuperación <strong>de</strong> la información con distintas finalida<strong>de</strong>s.Aquí nos surge un concepto <strong>de</strong>l cual se <strong>de</strong>rivan una gran cantidad <strong>de</strong> implicaciones elconcepto <strong>de</strong> «información» En el sentido más amplio <strong>de</strong> la expresión, información es laacción <strong>de</strong> informar, <strong>de</strong> transmitir datos, experiencias, i<strong>de</strong>as, propuestas, etc. Esta acción esuna vinculación entre quien envía (emisor) y quien recibe la información (receptor); esteconcepto luego tien<strong>de</strong> a enten<strong>de</strong>rse como sinónimo <strong>de</strong> comunicación, vocablo <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong>lconcepto latino comunicare que significa transmitir.Originariamente se entendía por comunicación la acción <strong>de</strong> transmitir y percibir lainformación por cualquier medio, entre dos o más individuos; <strong>de</strong>spués el vocablo adquirió,<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l auge <strong>de</strong> teoría <strong>de</strong> sistemas, un status <strong>de</strong> objeto a<strong>de</strong>cuado para la elaboración y elprocesamiento tecnológico <strong>de</strong>l flujo <strong>de</strong> la información. En todas <strong>las</strong> áreas <strong>de</strong> la producciónel comercio la administración la educación etc., la comunicación es necesaria, pero unacomunicación a<strong>de</strong>cuada requería <strong>de</strong> pensamientos e información igualmente a<strong>de</strong>cuados, loque se podía lograr con el avance tecnológico, sobre el cual se pue<strong>de</strong>n crear líneas <strong>de</strong>montaje <strong>de</strong> pensamientos codificados. La persecución <strong>de</strong> este logro originó un <strong>de</strong>splieguecada vez mayor <strong>de</strong> equipos electrónicos <strong>de</strong>stinados a la comunicación. Entre <strong>las</strong> ventajasque ofrecen <strong>las</strong> máquinas electrónicas <strong>de</strong> comunicación, está la recuperación inmediata <strong>de</strong>información, que a<strong>de</strong>más pue<strong>de</strong> recombinarse, estudiarse paso a paso, o <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> bloques<strong>de</strong> información abarcar una selectiva cantidad <strong>de</strong> datos en un breve resumen. Este mo<strong>de</strong>lo303 Sny<strong>de</strong>r, Bruck y Sapin, “La génesis <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones como enfoque <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> la políticainternacional”, en Hoffmann, Stanley, Teorías contemporáneas …, op. cit., Pp. 191-207


<strong>de</strong> archivo y recuperación <strong>de</strong> información ha sido el resultado <strong>de</strong> la fusión <strong>de</strong> la concepciónoriginaria <strong>de</strong> la comunicación con la aplicación <strong>de</strong> los avances en la tecnología electrónica,a la que Norbert Wiener llamó “cibernética” 304 , pero ésta ha adquirido i<strong>de</strong>ntidad propia,según se explica en palabras <strong>de</strong> Wiener: “Cibernética es una palabra inventada para<strong>de</strong>signar un nuevo campo científico, en el cual convergen bajo una misma rúbrica el estudio<strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un contexto humano <strong>de</strong>nominamos con cierta imprecisión, pensamientoy <strong>de</strong> lo que en ingeniería <strong>de</strong>nominamos control y comunicación. Dicho con otras palabras,la cibernética preten<strong>de</strong> encontrar los elementos comunes al funcionamiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> máquinasautomáticas y al sistema nervioso <strong>de</strong> los seres humanos y <strong>de</strong>sarrollar una teoría que seacapaz <strong>de</strong> abarcar todo el campo <strong>de</strong>l control y la comunicación en <strong>las</strong> máquinas y en losorganismos vivientes”. 305La cibernética es un método <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> comportamiento humano apartir <strong>de</strong> la observación y experimentación <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> comportamiento <strong>de</strong> una máquinacomputadora, programada para cumplir funciones similares al cerebro humano. Wienerafirma que: “Es bien sabido que existe un amplio campo <strong>de</strong> coinci<strong>de</strong>ncias entre <strong>las</strong>activida<strong>de</strong>s más complejas <strong>de</strong>l cerebro humano y <strong>las</strong> operaciones <strong>de</strong> una sencilla máquina<strong>de</strong> sumar. En sus versiones más perfeccionadas, <strong>las</strong> mo<strong>de</strong>rnas máquinas calculadoras soncapaces <strong>de</strong> memorizar, asociar, elegir y realizar otras muchas funciones propias <strong>de</strong>l cerebro.Los expertos han llegado tan lejos en la confección <strong>de</strong> tales máquinas que po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cirque el cerebro humano se comporta <strong>de</strong> un modo muy parecido a el<strong>las</strong>. La construcción <strong>de</strong>mecanismos cada vez más complicados está contribuyendo, a<strong>de</strong>más, al conocimiento <strong>de</strong> laforma <strong>de</strong> funcionamiento <strong>de</strong>l cerebro... el nuevo estudio <strong>de</strong> los autómatas, ya sean <strong>de</strong> metalo <strong>de</strong> carne y hueso, constituye una rama <strong>de</strong> la ingeniería <strong>de</strong> la comunicación, y sus i<strong>de</strong>asfundamentales son la <strong>de</strong> mensaje, perturbación o “ruido”... cantidad <strong>de</strong> información atransmitir, técnica <strong>de</strong> codificación, etcétera.Naturalmente este punto <strong>de</strong> vista da lugar a implicaciones que afectan a numerosas ramas<strong>de</strong> la ciencia. Consi<strong>de</strong>ramos aquí <strong>las</strong> aplicaciones <strong>de</strong> la cibernética al problema <strong>de</strong> los<strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes mentales. El <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> que el funcionamiento <strong>de</strong>l cerebro humano y <strong>las</strong>máquinas computadoras tienen muchos puntos comunes pue<strong>de</strong> dar lugar a puntos <strong>de</strong> vistanuevos y sugerentes en el campo <strong>de</strong> la psicopatología e incluso <strong>de</strong> la psiquiatría”. 306La similitud que existe entre la máquina programada y el cerebro, según la cibernética,pue<strong>de</strong> ser i<strong>de</strong>ntificada a su vez en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> sociales siempre que un grupo social seaconsi<strong>de</strong>rado como una organización. Wiener asegura que: “La existencia <strong>de</strong> la cienciasocial se basa en la capacidad <strong>de</strong> tratar a un grupo social como una organización y no comouna aglomeración. La comunicación es el cemento que forma <strong>las</strong> organizaciones. Sólo la304 Cfr. Deutsch, Karl W., Los nervios <strong>de</strong>l gobierno, 2a. ed., Paidós, Buenos Aires, 1971, p. 106.305 WIENER, Norbert, “Cibernética”, en CARNAP, op. cit., p. 92.306 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 92-96.


comunicación permite a un grupo que piense unido y que actúe unido. Toda sociologíarequiere <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong> la comunicación.Lo que resulta cierto para la unidad <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> gente, lo es igualmente para laintegridad individual <strong>de</strong> cada persona. Los diversos elementos que componen cadapersonalidad se encuentran en continua comunicación recíproca, y se afectanrecíprocamente mediante mecanismos <strong>de</strong> control que, en sí mismos, poseen el carácter <strong>de</strong> lacomunicación .. Si bien la comunicación humana y social son extremadamente complicadasen comparación con <strong>las</strong> pautas existentes <strong>de</strong> la comunicación entre máquinas, están sujetasa la misma gramática, y esta gramática ha adquirido su máximo <strong>de</strong>sarrollo técnico cuandose la aplicó al contenido más simple <strong>de</strong> la máquina”. 307Los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> comunicación están ligados al mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>scrito, y encuentranuna mayor complementación basándose en los mismos principios <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>comunicación <strong>de</strong> Karl Deutsch en don<strong>de</strong> se le asigna a <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones una gran relevancia.En todo tipo <strong>de</strong> organización social, el sustento que la apuntala es la comunicación, y paraenten<strong>de</strong>r la organización se requiere enten<strong>de</strong>r el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ella,que es similar en cualquier tipo <strong>de</strong> organización, según los teóricos <strong>de</strong> la cibernética. Sobreello, Deutsch afirma: “Según el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la cibernética, todas <strong>las</strong> organizacionesson parecidas en ciertas características fundamentales, y la comunicación mantiene lacoherencia <strong>de</strong> toda organización. La comunicación, o sea, la capacidad <strong>de</strong> transmitirmensajes y <strong>de</strong> reaccionar frente a ellos, forma <strong>las</strong> organizaciones y parece que esto resultacierto para diversos tipos <strong>de</strong> organizació n, <strong>las</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> célu<strong>las</strong> vivas en el cuerpo humano, <strong>las</strong><strong>de</strong> <strong>las</strong> piezas <strong>de</strong> una calculadora electrónica y <strong>las</strong> <strong>de</strong> seres humanos, dotados <strong>de</strong>pensamiento en grupos sociales. Finalmente, la cibernética sugiere que la conducción o elgobierno es uno <strong>de</strong> los procesos más interesantes y significativos <strong>de</strong>l mundo, y que unestudio <strong>de</strong> la conducción en <strong>las</strong> máquinas auto conductivas, en los organismos biológicos,en <strong>las</strong> mentes humanas y en <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s, aumentará nuestra comprensión <strong>de</strong> losproblemas referentes a todos esos campos”. 308En síntesis, la teoría <strong>de</strong> la comunicación sugiere que basados en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> lacibernética se hagan comparaciones entre <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> máquinas que reproducen<strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l cerebro humano, con <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l cerebro mismo <strong>de</strong>l individuo,para con base en esta analogía se puedan <strong>de</strong>rivar <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> comportamiento <strong>de</strong> losgrupos sociales.De la teoría <strong>de</strong> la comunicación, se <strong>de</strong>sprendieron algunos mo<strong>de</strong>los cuya pretensión esexplicar cuáles son <strong>las</strong> formas en que un individuo con una racionalidad normal, actuaría307 Deutsch, Karl, op. cit., pp. 106-107.308 Ibi<strong>de</strong>m, p. 107.


ante la incertidumbre y ante estímulos provenientes <strong>de</strong> otros individuos, o grupos sociales,con un nivel similar <strong>de</strong> racionalidad <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un sistema político.Deutsch, concibe el sistema político como una secuencia <strong>de</strong> transacciones ycomunicaciones en don<strong>de</strong> el Estado se encarga <strong>de</strong> equipar los mecanismos necesarios paraque la información interna y externa sea recibida, proyectada, transmitida y evaluada, ysirva <strong>de</strong> una manera a<strong>de</strong>cuada al centro <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones.Para Karl Deutsch el sistema político <strong>de</strong>be ser entendido como la capacidad que tienen losdirigentes para mantener el status, pues la política significa la conducción o manipulación<strong>de</strong>l comportamiento humano, mediante una combinación <strong>de</strong> amenazas <strong>de</strong> coacción conhábitos <strong>de</strong> asentimiento. Tales hábitos <strong>de</strong> asentimiento pue<strong>de</strong>n ir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el simple miedo o laapatía hasta la plena convicción acerca <strong>de</strong> la legitimidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones y lai<strong>de</strong>ntificación personal con el<strong>las</strong>; por otro lado, <strong>las</strong> amenazas <strong>de</strong> coacción pue<strong>de</strong>n ir <strong>de</strong>s<strong>de</strong>la mera vigilancia marginal hasta la ocupación militar extranjera en forma directa. Lo quecaracteriza a la política es que <strong>las</strong> amenazas <strong>de</strong> coacción y los hábitos <strong>de</strong> asentimientoaparecerán en combinaciones, y en tales combinaciones pue<strong>de</strong>n ser capaces <strong>de</strong> sobrepasar ymodificar muchos otros objetivos, hábitos o preferencias existentes en la sociedad. 309 Conbase en esa concepción el autor ya no consi<strong>de</strong>ra simplemente la existencia <strong>de</strong>l sistemapolítico y el ambiente que le ro<strong>de</strong>a, sino que se pone a consi<strong>de</strong>rar la supervivencia <strong>de</strong>lsistema para el futuro.Por lo tanto, po<strong>de</strong>mos encontrar en el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Deutsch que los procesos <strong>de</strong> control,búsqueda <strong>de</strong>l objetivo y control autónomo, tienen similitud con algunos procesos políticosya que los gobiernos buscan objetivos en su política endógena y exógena, y para lograrlo<strong>de</strong>ben conducir su comportamiento por medio <strong>de</strong> una corriente <strong>de</strong> información sobre laposición en que se encuentran en relación al objetivo y la distancia que falta paraalcanzarlo. 310En resumidas cuentas el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong>termina que el entendimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong>acciones <strong>de</strong> los gobernantes se encuentra en la forma en que se percibe una acción, lareacción que se tiene ante ese estímulo y la forma en que transmiten <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones, ya sea asus órganos ejecutivos o al generador <strong>de</strong> la acción. Esa forma <strong>de</strong> interacciones <strong>de</strong>terminalos fundamentos generales <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> la comunicación.Pero la cibernética ha adquirido mayores bríos basada en los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> simulación, <strong>de</strong> losque el texto <strong>de</strong> Bremer es un ejemplo.4 Los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> simulación <strong>de</strong> Stuart Bremer. También <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong>l enfoqueconductista, se ha generado una corriente <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong> la fenomenología309 Cfr. DEUTSCH, Karl W., op. cit., p. 205.310 Ibi<strong>de</strong>m PP. 205-209


internacional que recoge tanto los aspectos <strong>de</strong>l comportamiento antes vistos como los <strong>de</strong> lateoría <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong>l primero y la estructuración <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los <strong>internacionales</strong>como los <strong>de</strong> Kaplan, Rosecrance y Mo<strong>de</strong>lski; éste es el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> simulación. En este tipo<strong>de</strong> estudio se compila y sintetiza los aspectos generales <strong>de</strong> la corriente Sistémica en cuantoa la elaboración <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo y la aplicación <strong>de</strong> métodos; el más patente es el <strong>de</strong> StuartBremer, quien en su texto Mundos simulados crea un mo<strong>de</strong>lo cuyas características seabocan a la utilización <strong>de</strong> los métodos <strong>de</strong> investigación inductivo y <strong>de</strong>ductivo. Suambivalente utilización se <strong>de</strong>be a la facilidad <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nar y recuperar la información enambos sentidos. 311Bremer asegura que en la elaboración <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> simulación éstos pue<strong>de</strong>n ser obtenidoscon una lógica rigurosa muy precisa, pero asimismo se corre el riesgo <strong>de</strong> que si los datosutilizados no son los a<strong>de</strong>cuados se pue<strong>de</strong> llegar a falsear el mo<strong>de</strong>lo y por en<strong>de</strong> obtenerresultados falsos.El mo<strong>de</strong>lo utilizado por dicho autor ha sido llamado SIPER (Simulated InternationalProcessor) y se basa en un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> simulación por computadora en el cual se relacionandirectamente <strong>las</strong> acciones entre el hombre y la computadora, lo cual sirvió para conformarel Internation Simulation (INS). Este es un juego complejo <strong>de</strong>l cual se <strong>de</strong>rivan ejemplos <strong>de</strong>toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones tanto para política interna como para la exterior.La simulación se realiza <strong>de</strong> la siguiente manera:1 Se <strong>de</strong>be tener una visión macroscópica <strong>de</strong> la política mundial para tomar ejemplos quesean factibles <strong>de</strong> implementación.2 Un conocimiento y una creencia en la potencialidad <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo INS, y3 Un sistema que se adapte a un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> conducta compleja.El humano, que conoce el contexto internacional, recibe una serie <strong>de</strong> estímulos a los cualesrespon<strong>de</strong> <strong>de</strong> manera racional. Todos ellos son registrados por una computadora la cual,<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ser programada, crea una serie <strong>de</strong> actitu<strong>de</strong>s complejas a <strong>las</strong> cuales el hombre<strong>de</strong>be respon<strong>de</strong>r.Generalmente todo este tipo <strong>de</strong> conductas están directamente vinculadas a la problemáticainternacional, por lo que se pue<strong>de</strong>n explicar o pre<strong>de</strong>cir los fenómenos <strong>de</strong> la realidadcompleja.Para finalizar con los estudios que siguen esta ten<strong>de</strong>ncia, encontraremos resumidos en untrabajo concreto los aspectos relevantes <strong>de</strong> la misma.311 Bremer, Stuart, Simulated Worlds. A computer mo<strong>de</strong>l of national <strong>de</strong>cision making. Princeten lJniversityPress, Nueva Jersey, 1977, p. 257.


5 Los mo<strong>de</strong>los matemáticos <strong>de</strong> Singer y Small. El uso <strong>de</strong> la matemática se ha idogeneralizando ya no sólo en la cuantificación estadística <strong>de</strong> los problemas sociales, sinotambién en la ilustración, análisis y predicción <strong>de</strong> los acontecimientos. Un ejemploilustrativo <strong>de</strong> ello es el trabajo <strong>de</strong> David Singer y Melvin Samall, quienes tratan <strong>de</strong>encontrar por medio <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los matemáticos ciertas propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sistemainternacional que puedan pre<strong>de</strong>cir la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> elementos, como pudiera ser la guerra.En ese estudio se parte <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> generar conceptos que vayan enfocados a <strong>de</strong>terminar alos componentes <strong>de</strong> un subsistema cuyas conductas puedan servir como unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>observación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales se pueda inferir <strong>las</strong> características generales que llevan aprovocar <strong>las</strong> guerras. 312El periodo seleccionado por los autores está comprendido entre 1818 y 1945, y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> élse seleccionan todas <strong>las</strong> alianzas entre los distintos actores para i<strong>de</strong>ntificar que la mayoría<strong>de</strong> los conflictos <strong>internacionales</strong> se generan <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que los actores involucrados hanestablecido una serie <strong>de</strong> pactos que garanticen el logro <strong>de</strong> sus objetivos.En este mo<strong>de</strong>lo, el involucramiento en una guerra <strong>de</strong> dos o más actores <strong>internacionales</strong>pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado como una variable <strong>de</strong>pendiente y el compromiso <strong>de</strong> estableceralianzas pue<strong>de</strong> ser la variable in<strong>de</strong>pendiente.Inicialmente los autores relacionan alfabéticamente a los actores <strong>de</strong> la sociedadinternacional haciendo una i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los que se reconocen como Estadosin<strong>de</strong>pendientes, los que <strong>de</strong>saparecen y los que surgen en el periodo mencionado. En seguidase cuantifica a los que <strong>de</strong>saparecen, los que se preservan y los que surgen. De los que<strong>de</strong>saparecen y surgen se explora en qué alianzas y en qué guerras se han visto envueltos;cada uno <strong>de</strong> estos aspectos es i<strong>de</strong>ntificado numéricamente para <strong>de</strong>spués correlacionarlos yasí po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>terminar ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> alianzas bélicas pactos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa, pactos <strong>de</strong> neutralidadaños <strong>de</strong> permanencia en el sistema internacional y posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> involucramiento enactivida<strong>de</strong>s bélicas.Como se pue<strong>de</strong> observar, en la perspectiva <strong>de</strong> los actores se preten<strong>de</strong> encontrar unacontinuidad en <strong>las</strong> constantes, con la finalidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar <strong>las</strong> ten<strong>de</strong>ncias en elcomportamiento <strong>de</strong> los Estados <strong>de</strong>l sistema internacional ante <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s beligerantes.Los métodos en lo particular han variado, pero ello no impi<strong>de</strong> que se tenga una visióncompleta <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva sistémica, a ello colaboranuna gran cantidad <strong>de</strong> estudiosos <strong>de</strong> la disciplina como John Burton y Phillippe Braillard312 Cfr. Singer, David y SmaIl, Melvin, National alliance commitments and war involvement, 1818-1945”,en R0SSENAU, James, International politics and foreing policy, The Free Press, Nueva York, 1966, Pp. 513-532.


4.2.5 Concepción <strong>de</strong> la realidad internacional.La concepción <strong>de</strong> la realidad internacional <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el enfoque sistémico es diversa; unaa<strong>de</strong>cuada síntesis <strong>de</strong> esas concepciones la hace Del Arenal al referirse a <strong>las</strong> aplicaciones <strong>de</strong>la teoría <strong>de</strong> los sistemas en el análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Sobre ello señala: “Especial interés en el campo <strong>de</strong> <strong>las</strong> aportaciones sistémicas al estudio <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> tienen, por cuanto tratan <strong>de</strong> romper con los mol<strong>de</strong>stradicionales que dominan este tipo <strong>de</strong> concepción, <strong>las</strong> realizadas por Burton, Waltz, Zinnesy Wallensteen.Burton, a lo largo <strong>de</strong> una amplia producción intelectual ha procurado siempre abrir nuevasperspectivas capaces <strong>de</strong> permitir una más a<strong>de</strong>cuada comprensión <strong>de</strong> los fenómenos<strong>internacionales</strong>. Des<strong>de</strong> la perspectiva que ahora nos ocupa, este autor ha basado sus trabajosen la teoría sistémica, por cuanto permite estudiar totalida<strong>de</strong>s y “realizar un análisis<strong>de</strong>tallado sin per<strong>de</strong>r <strong>de</strong> vista <strong>las</strong> interacciones en su conjunto”. Sin embargo, lo ha hecho enun sentido en cierta medida superador <strong>de</strong> la tradicional concepción pluralista que tomabalos Estados como unida<strong>de</strong>s básicas <strong>de</strong>l sistema internacional. En este sentido, frente almo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>las</strong> bo<strong>las</strong> <strong>de</strong> billar ha <strong>de</strong>sarrollado un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> telaraña, que concibe el mundocomo una red global <strong>de</strong> transacciones en cuyo contexto se insería el Estado. Para este autor“la sociedad mundial es mejor analizada consi<strong>de</strong>rando primero los Sistemas y <strong>de</strong>spués elpapel <strong>de</strong>l Estado, lo que constituye el reverso <strong>de</strong>l enfoque tradicional”, concepción quealcanzará su máxima expresión en la obra World society. Con todo, Burton no lleva a susúltimas consecuencias ese planteamiento: “El flujo comercial, el intercambio <strong>de</strong> cartas, losmovimientos turísticos, los vuelos aéreos, los movimientos <strong>de</strong> población y <strong>las</strong>inter<strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, culturas, lenguas y religiones”, pue<strong>de</strong>n ser sugestivos en cuanto ainstituciones, pero en realidad están fuertemente condicionadas por <strong>las</strong> fronteras nacionalesy por lo que éstas representan. El solo sistema realmente transnacional es el <strong>de</strong> <strong>las</strong>mo<strong>de</strong>rnas élites <strong>de</strong>l mundo (los burgueses promotores <strong>de</strong> <strong>las</strong> virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la producciónindustrial) e incluso éstas pue<strong>de</strong>n verse en cualquier momento afectadas por <strong>las</strong> rivalida<strong>de</strong>snacionales.También Waltz y su enfoque sistémico, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un planteamiento “neorrealista”, trata <strong>de</strong>superar la perspectiva tradicional: “Toda aproximación a la teoría, si es correctamentellamada sistémica, <strong>de</strong>be mostrar cómo el nivel <strong>de</strong>l sistema o la estructura es distinta <strong>de</strong>lnivel <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s en interacción... Definiciones <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>ben omitir losatributos y <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s”.Por su parte Zinnes, con base en una crítica <strong>de</strong>l carácter estático <strong>de</strong> los estudios sistémicos,consi<strong>de</strong>ra básico que la teoría sistémica se oriente hacia el estudio <strong>de</strong> la transformación <strong>de</strong>los sistemas, hacia el paso <strong>de</strong> un sistema a otro, como forma <strong>de</strong> proporcionar unaexplicación parcial <strong>de</strong> la violencia internacional.


Finalmente, el sueco Wallensteen, partiendo <strong>de</strong> <strong>las</strong> características particulares <strong>de</strong>l Estado,consi<strong>de</strong>ra que es posible construir cuatro mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> acuerdo con <strong>las</strong> incompatibilida<strong>de</strong>sque se <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong>l Estado y <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> Estados: Geopolitik,Realpolitik, Kapitaipolitik, I<strong>de</strong>alpolitik. En su opinión, el sistema estatal <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1816 hapasado a través <strong>de</strong> tres sistemas consecutivos, respecto <strong>de</strong> los cuales los cuatro mo<strong>de</strong>lospue<strong>de</strong>n servir para explicar el comportamiento conflictivo.El camino emprendido por Mc-Clelland y Kaplan ha tenido, como ya hemos señalado, ungran número <strong>de</strong> seguidores, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> perspectivas propias han tratado <strong>de</strong> estudiar <strong>las</strong>ociedad internacional como totalidad <strong>de</strong> acuerdo con los planteamientos <strong>de</strong> la teoríasistémica, bien elaborando mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> sistemas <strong>internacionales</strong> capaces <strong>de</strong> explicar larealidad internacional, bien basando su análisis y exposición <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> en la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas según los postulados <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> lossistemas. Los nombres <strong>de</strong> Scott, Spiro, Holsti, Dougherty, Rosen y Jones, Morrison, Jervis,por no citar sino algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> aportaciones realizadas en los Estados Unidos, son reflejo<strong>de</strong> lo dicho.En Europa, en especial en el Reino Unido, también la perspectiva sistémica ha tenidoamplio eco. Frankel, Reynolds, Northedge, el noruego Galtung... y Merle, han adoptadoesta perspectiva.En un plano más concreto, pero también <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l sistemainternacional global <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva sistémica, hay que situar <strong>las</strong> concepciones<strong>de</strong>sarrolladas en torno al carácter bipolar o multipolar <strong>de</strong>l sistema internacional y surelación con el problema <strong>de</strong> la estabilidad <strong>de</strong>l mismo, siempre tan presente en la teoríasistémica. En esta línea merecen <strong>de</strong>stacarse, entre otras, <strong>las</strong> aportaciones <strong>de</strong> Brody, Waltz,Deutsch, Singer, Hanrie<strong>de</strong>r y Singer y Small.A nivel <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> los subsistemas existentes en el sistema internacional la teoría <strong>de</strong> lossistemas ha <strong>de</strong>sempeñado también un papel relevante. En este punto la teoría <strong>de</strong> lossistemas se asocia en gran medida a la teoría <strong>de</strong> la integración. . . A nivel <strong>de</strong> subsistemasregionales <strong>las</strong> aportaciones se han fijado en general en subsistemas concretos. Como hanseñalado Cantori y Spiegel, un subsistema regional consiste: en un Estado o dos o másEstados cercanos e interrelacionados que tienen algún vínculo étnico, lingüístico o culturalsocial e histórico común y cuyo sentido <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad es con frecuencia incrementado por <strong>las</strong>acciones y actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> estados externos al sistemaPor su parte, Thompson consi<strong>de</strong>ra que: <strong>las</strong> condiciones necesarias y suficientes para unsubsistema regional incluyen: regularidad e intensidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> tal forma que uncambio en una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes afecte a otra <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes; que los actores estén en general muypróximos, que exista un reconocimiento interno y externo <strong>de</strong>l subsistema como distinto, yque haya al menos dos, y probablemente más actores.


Russet, en un trabajo particularmente significativo centrado en el análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>comerciales, votaciones en <strong>las</strong> Naciones Unidas y participación en <strong>las</strong> organizaciones<strong>internacionales</strong> ha puesto <strong>de</strong> manifiesto que en periodos <strong>de</strong> tiempo mo<strong>de</strong>radamente largos(treinta años), el comportamiento <strong>de</strong> los países, agrupados por regiones, muestranimportantes constantes.Los estudios realizados sobre los subsistemas regionales con base en una consi<strong>de</strong>raciónsistémica <strong>de</strong> los mismos han constituido, así, una importante continuación <strong>de</strong> los trabajosrealizados a nivel <strong>de</strong>l sistema internacional, completando en gran medida dichos estudios yposibilitando una mejor comprensión <strong>de</strong>l mismo. También han sido numerosos los trabajosque se han centrado, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la misma óptica, en los subsistemas militares y en lossubsistemas i<strong>de</strong>ológicos Lo mismo cabe <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> la teoría sistémica alestudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones <strong>internacionales</strong>.En la Unión Soviética también la teoría <strong>de</strong> los sistemas tiene un papel relevante. Sinembargo, los científicos sociales soviéticos en general, y los internacionalistas en particular,parten en su estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en cuanto sistema <strong>de</strong> unplanteamiento que preten<strong>de</strong> en cierta medida ser distinto al que inspira <strong>las</strong> aportacionesocci<strong>de</strong>ntales Por un lado, reclaman que la paternidad <strong>de</strong> la perspectiva sistémica es <strong>de</strong> Marxy Engels. Por otro, tratan <strong>de</strong> unir, como es lógico, sistemas y materialismo dialéctico. Comoha señalado Mesa, el uso que hacen <strong>de</strong> la terminología <strong>de</strong>nuncia un cierto confusionismo,querido o no, entre sistema y formación socioeconómica, que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectivaestrictamente marxista, son cuestiones muy distintas. Con todo, no hay ninguna aportaciónrenovadora, sino que por el contrario existe un claro mimetismo respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong>concepciones occi<strong>de</strong>ntales.Finalmente en esta exposición y análisis <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> los sistemas y su aplicación alestudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>be hacerse una mención <strong>de</strong> los trabajospropiamente epistemológicos tan necesarios en una concepción que adolece sin lugar adudas <strong>de</strong> una falta <strong>de</strong> uniformidad y <strong>de</strong> un elevado grado <strong>de</strong> confusión, no sólo en el plano<strong>de</strong> los conceptos utilizados, sino igualmente en el plano metodológico que le impi<strong>de</strong>progresar en una línea acumulativa. En este punto hay que señalar <strong>las</strong> aportacionesparciales por cuanto no llegan al fondo <strong>de</strong> la cuestión, <strong>de</strong> Young, Singer, Goodmann yStephens”. 313Esta larga pero enriquecedora referencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> opciones para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva sistémica es aún insuficiente, por la forma en la queaquí la hemos reproducido, puesto que atrás <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los autores señalados existe,fundamentalmente en <strong>las</strong> notas <strong>de</strong> pie <strong>de</strong> página, la referencia <strong>de</strong> su producciónbibliohemerográfica, por lo cual, si se quiere abundar en ello, es necesario remitirse a la313 Del ARENAL, Celestino op. cit., PP. 233-238


fuente. Asimismo cabe aclarar que en el caso <strong>de</strong> la producción soviética <strong>de</strong> los textos sobreteoría sistémica, Del Arenal nos refiere que todos los escritos se encuentran en ruso, pero supublicación se realizó en Moscú, por lo que si se requiere tener en cuenta la actual situación<strong>de</strong> la <strong>de</strong>sintegrada URSS, se i<strong>de</strong>ntifique hacia don<strong>de</strong> remitirse.Como corolario, el mismo Del Arenal hace una síntesis <strong>de</strong>l escrito <strong>de</strong> Philippe Braillard,Theorie <strong>de</strong>s systemes et relations internationales, en la que expone: “Este autor, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unapostura favorable a la aplicación <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> los sistemas al estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, consi<strong>de</strong>ra que es absolutamente necesario, antes que llegar a una teoríasistémica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, proce<strong>de</strong>r a plantearse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectivaepistemológica el propio concepto <strong>de</strong> sistema y su posible aplicación a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>. Adopta, pues, una posición crítica encaminada a <strong>de</strong>sbrozar un camino queen términos generales ha sido ignorado hasta ahora, sumiendo <strong>las</strong> posibles virtualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>la teoría <strong>de</strong> los sistemas para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en un mar <strong>de</strong>confusión y oscuridad. Como señala Braillard: se pue<strong>de</strong> explicar esto diciendo que existe,la mayor parte <strong>de</strong>l tiempo, una falta <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> implicaciones que para lainvestigación tiene la adopción <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong> análisis sistémico y frecuentemente inclusouna cierta confusión o al menos una falta <strong>de</strong> precisión en cuanto a la naturaleza <strong>de</strong> estemarco <strong>de</strong> análisis.Para este autor “un sistema es un conjunto <strong>de</strong> elementos en interacción que constituyen unatotalidad y manifiestan una cierta organización”. Con base en tal noción, el autor estudiauna serie <strong>de</strong> conceptos conexos, en concreto los <strong>de</strong> subsistemas, entorno, estructura,función, equilibrio, estabilidad y adaptación. Todo ello <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva críticarespecto <strong>de</strong>l marcado conservadurismo <strong>de</strong> que en general han hecho gala <strong>las</strong> aportacionessistémicas y respecto <strong>de</strong>l optimismo <strong>de</strong>smesurado en cuanto a la construcción <strong>de</strong> unaauténtica teoría, <strong>de</strong> una socio-técnica.La pregunta clave a la que conduce tal planteamiento no es otra que la <strong>de</strong> la posibilidad ono <strong>de</strong> recurrir a la noción <strong>de</strong> sistema para explicar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>:Ya que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> manifiestan un tan bajo nivel <strong>de</strong> integración entre losactores, que éstos son en términos generales ampliamente autónomos y que sus <strong>relaciones</strong>son más fácilmente <strong>relaciones</strong> conflictivas, o en todo caso <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> oposición más que<strong>de</strong> cooperación, ¿se pue<strong>de</strong> hablar verda<strong>de</strong>ramente <strong>de</strong> sistema internacional? En otrostérminos, ¿<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> manifiestan verda<strong>de</strong>ramente el mínimo <strong>de</strong>organización requerido para que se pueda hablar <strong>de</strong> sistema?Para Braillard no cabe una respuesta a priori a estas cuestiones, pues ello viciaría todo elanálisis posterior y seguiríamos en la confusión. La respuesta sólo pue<strong>de</strong> venir si se<strong>de</strong>scien<strong>de</strong> a un nivel epistemológico. Es necesario confrontar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>y sus características propias con los elementos constitutivos <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> sistema, tal como


aparecen en el marco <strong>de</strong> un análisis epistemológico. Se impone, pues, un estudio empírico<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> con la ayuda <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> sistema.Su conclusión a este punto consiste en una nueva interrogante: Sin embargo para que estai<strong>de</strong>a muy general pueda ser realmente útil al estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> esnecesario que nos permita, a través <strong>de</strong> ciertos procedimientos <strong>de</strong> análisis, explicar elcomportamiento concreto <strong>de</strong> los actores <strong>internacionales</strong>. Para que ello sea así, es necesariomostrar que la estructura <strong>de</strong> los sistemas <strong>internacionales</strong> (<strong>las</strong> interacciones entre actores<strong>internacionales</strong>) tiene una influencia real —sin constituir en todo caso necesariamente elúnico <strong>de</strong>terminante- sobre el comportamiento <strong>de</strong> los actores. Esto viene, a nivel <strong>de</strong> análisis,a satisfacer una doble exigencia: en primer lugar, llegar a <strong>de</strong>limitar, a través <strong>de</strong> ciertonúmero <strong>de</strong> características o variables, esta estructura <strong>de</strong> manera precisa; en segundo lugar,relacionar <strong>de</strong> manera operacional esta estructura así <strong>de</strong>limitada, con el comportamientoconcreto <strong>de</strong> los actores <strong>internacionales</strong> es <strong>de</strong>cir, poner al día ciertas leyes <strong>de</strong>comportamiento <strong>de</strong> esos actores.La investigación <strong>de</strong>be, pues, orientarse ante todo, en una primera etapa según su opiniónhacia el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un marco conceptual general para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, es <strong>de</strong>cir, hacia la elaboración <strong>de</strong> una taxonomía sistémica <strong>de</strong> estas<strong>relaciones</strong> que permita situar <strong>de</strong> forma coherente con base en algunos gran<strong>de</strong>s ejes <strong>las</strong>diversas categorías <strong>de</strong> variables que pue<strong>de</strong>n ser tomadas en consi<strong>de</strong>ración. Se impone, enconsecuencia la construcción <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los sistémicos capaces <strong>de</strong> traducir por su estructura,por <strong>las</strong> variables que implica y por la puesta en relación <strong>de</strong> estas variables, la naturalezasistémica <strong>de</strong>l objeto al cual se refiere.Antes <strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> elaborar mo<strong>de</strong>los amplios, capaces <strong>de</strong> traducir <strong>las</strong> diversas dimensiones<strong>de</strong>l Sistema internacional, consi<strong>de</strong>ra Braillard que se <strong>de</strong>be proce<strong>de</strong>r a <strong>de</strong>sarrollar y estudiarmo<strong>de</strong>los limitados. Los ejes <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la investigación para ello podrían ser:1 la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> los criterios y <strong>de</strong> los procedimientos que mejor permitan discernir laexistencia <strong>de</strong> un sistema internacional y en consecuencia <strong>de</strong>limitar mejor concretamente unsistema dado;2 el estudio <strong>de</strong> la influencia que pue<strong>de</strong> tener la estructura <strong>de</strong> un Sistema internacional sobreel comportamiento <strong>de</strong> los actores miembros <strong>de</strong> este sistema;3 la aclaración <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> integración en los sistemas <strong>internacionales</strong>;4 la elaboración <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los que permitan estudiar la estabilidad e inestabilidad <strong>de</strong> lossistemas <strong>internacionales</strong>;5 el estudio <strong>de</strong> los conflictos;


6 el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones <strong>internacionales</strong>, en cuanto elementos estructurales <strong>de</strong> lossistemas <strong>internacionales</strong> y la elaboración <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los que permitan el estudio <strong>de</strong> la toma <strong>de</strong><strong>de</strong>cisiones en el marco <strong>de</strong> estas organizaciones;7 el estudio <strong>de</strong> la dimensión global y transnacional <strong>de</strong>l sistema internacional actual y laelaboración <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> tal sistema, y8 el establecimiento, a partir <strong>de</strong> los diversos mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> sistemas <strong>internacionales</strong> concretos,<strong>de</strong> tipologías <strong>de</strong> los sistemas <strong>internacionales</strong>.En todo caso, estos mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>ben poseer una dimensión diacrónica, es <strong>de</strong>cir, ser mo<strong>de</strong>losdinámicos que permitan su estudio a través <strong>de</strong>l tiempo y <strong>de</strong>l espacio, y <strong>de</strong>ben permitir elanálisis comparado <strong>de</strong> los diversos sistemas <strong>internacionales</strong>.¿Cabe <strong>de</strong> todo ello establecer una teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>? Braillard lo poneen duda, dado el actual estado <strong>de</strong> los estudios sistémicos. Es por esto que titula el apartado:Hacia una teoría sistémica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, queriendo indicar que, inclusosuponiendo que el concepto <strong>de</strong> sistema fuese susceptible <strong>de</strong> contribuir al establecimiento <strong>de</strong>teorías <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, “no se pue<strong>de</strong> a la hora actual... más quepermanecer en un nivel muy pragmático y pru<strong>de</strong>nte”. Y continúa: “nuestro análisis noconstituye en cierta medida más que los prolegómenos <strong>de</strong>l empleo <strong>de</strong>l concepto sistema enel estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> y <strong>de</strong> una contribución directa <strong>de</strong> este conceptoen este estudio”. Teoría <strong>de</strong> los sistemas que representa sin duda “uno <strong>de</strong> los aspectos másprometedores <strong>de</strong> los recientes <strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong> la investigación científica”.Braillard, por tanto, se limita a <strong>de</strong>sbrozar el camino, sin embarcarse en la aventura <strong>de</strong>construir una teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Prepara <strong>las</strong> bases sin dar el salto a lateoría. La obra constituye, en nuestra opinión, uno <strong>de</strong> los intentos más serios y logrados <strong>de</strong>perfilar el camino <strong>de</strong> una teoría sistémica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”. 314La preocupación <strong>de</strong> Braillard por encontrar una fundamentación epistemológica <strong>de</strong> la teoríasistémica parece haber tenido eco en los trabajos <strong>de</strong> Luhmann. Si bien se ha hablado <strong>de</strong> lalaxitud que nos permite la teoría general <strong>de</strong> los sistemas, no por ello se establece <strong>de</strong> maneraarbitraria la <strong>de</strong>limitación y alcance <strong>de</strong> un objeto <strong>de</strong> estudio, y en particular cuando éste tienecarácter social.La variación <strong>de</strong> esta concepción se ha ido ampliando <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la particularidad teórica <strong>de</strong>los fenómenos sociales, ello ha sido tarea en la que Nik<strong>las</strong> Luhmann ha centrado gran parte<strong>de</strong> sus esfuerzos intelectuales para darle un nuevo impulso, en cuanto que no solamente serefiere a los sistemas como entes cognoscibles, sino que se orienta a establecer cuál es sufin y su racionalidad. Y aunque ello no ha formado propiamente parte <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, sí es una fuerte ten<strong>de</strong>ncia en la constitución <strong>de</strong> teorías sociales314 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 239-241.


en <strong>las</strong> que sin duda buscarán posteriormente sustentarse <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.El concepto <strong>de</strong> sistema <strong>de</strong> Luhmann, como elemento fundamental <strong>de</strong> su teoría y perspectiva<strong>de</strong> análisis, se diferencia <strong>de</strong>l concepto clásico <strong>de</strong> sistema propuesto por Bertalanffy, ya quedicho concepto clásico establece que un sistema es un conjunto <strong>de</strong> elementos quemantienen <strong>de</strong>terminadas <strong>relaciones</strong> entre sí y se encuentran separados <strong>de</strong> un entorno<strong>de</strong>terminado. Pero la relación entre sistema y entorno es fundamental para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>terminarel sistema, pues éste se <strong>de</strong>fine respecto a un <strong>de</strong>terminado entorno.Ante esas propuestas, Luhmann propone el concepto <strong>de</strong> sistema autorreferente el cual sediferencia <strong>de</strong>l entorno, siendo ésta su condición esencial. Por ello el sistema que sediferencia <strong>de</strong> su entorno pue<strong>de</strong> ser i<strong>de</strong>ntificado como autorreferente y autopoiético. Estesistema pue<strong>de</strong> crear su propia estructura y los elementes que lo componen por ser sistemasvivos, ya que la autopoiesis es una autocreación.El concepto <strong>de</strong> sistema autorreferente o autopoiético es <strong>de</strong> gran dinamismo pero sucomplemento son los conceptos <strong>de</strong> observación y diferencia. El concepto <strong>de</strong> observaciónestablece que los sistemas <strong>de</strong> autorreferencias se observen a sí mismos y a su entorno, paraestablecer procedimientos <strong>de</strong> selección y reducir la complejidad <strong>de</strong>l entorno que les ro<strong>de</strong>a.Pero la observación implica el establecimiento <strong>de</strong> diferencia que es el otro <strong>de</strong> los conceptoscomplementarios para <strong>de</strong>terminar la “unidad <strong>de</strong> diferencias” o unidad múltiple.Bajo esos conceptos Luhmann propone su teoría <strong>de</strong> la sociedad contemporánea en la que sedistinguen tres tipos fundamentales <strong>de</strong> sistemas autorreferentes: los sistemas vivos, lossistemas psíquicos y los sistemas sociales, los que se diferencian respecto a su entorno yconstituyen su propio modo <strong>de</strong> actuación. La vida y <strong>las</strong> operaciones vitales son propios <strong>de</strong>los sistemas vivos; la conciencia es el modo <strong>de</strong> operación <strong>de</strong> los sistemas personales opsíquicos y la comunicación es la característica <strong>de</strong> los Sistemas SocialesPor ello se pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r que la sociedad es un sistema autorreferente y autopioético quese compone <strong>de</strong> comunicaciones pues la humanidad ha perdido su composición <strong>de</strong> sereshumanos y ha <strong>de</strong>rivado en una Sociedad <strong>de</strong> comunicaciones. 315Esta visión <strong>de</strong>l autor está sustentada en todo un programa que po<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificarfácilmente en la siguiente observación <strong>de</strong> Habermas: “…el programa <strong>de</strong> una teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad que parte <strong>de</strong> la distinción entre sistemas sociales y sociedad —entendiendo porsociedad el sistema <strong>de</strong> todos los sistemas sociales (pasados presentes y futuros) quegobierna a la evolución social misma_. Las teorías especiales <strong>de</strong> los subsistemas socialesquedan encuadradas en el marco <strong>de</strong> la teoría sistémica global <strong>de</strong> la sociedad que por su315 Cfr. Luhmann, Nik<strong>las</strong>. Sociedad y sistema: la ambición <strong>de</strong> la teoría. Paidós Ibérica, Barcelona 1990.


parte ha <strong>de</strong> estar planteada como teoría <strong>de</strong> la evolución social y como teoría <strong>de</strong> ladiferenciación sistémica”. 316Sobre el primero <strong>de</strong> los conceptos referidos que utiliza Luhmann en su biconceptualidad , el<strong>de</strong> fin, nos dice: “La aplicación <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> fin a sistemas y <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> unasemejante <strong>de</strong>cisión teorética en pro <strong>de</strong>l entendimiento <strong>de</strong> los sistemas podrían <strong>de</strong>scubrirsecon base en muchos ejemplos. No obstante, aquí nos limitamos por principio al casoespecial <strong>de</strong>l sistema social organizado, sin excluir por ello dirigir ocasionalmente laatención al <strong>de</strong>sarrollo teórico que se verifica en otros tipos <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> acción como, porejemplo, personalida<strong>de</strong>s o grupos reducidos. . . en la ciencia <strong>de</strong> la organización, empero, elpensamiento teleológico se ha establecido <strong>de</strong> manera especial. Las organizaciones se hanentendido y aún hoy se siguen entendiendo por regla general, como sistemas dirigidos haciael cumplimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados fines, siendo esta razón por la que no <strong>de</strong>ben limitarse apermanecer en vida.Y aña<strong>de</strong> a esa i<strong>de</strong>a el segundo concepto al afirmar a continuación: “Suele aceptarsegeneralmente que un sistema organizado es racional si cumple sus fines. Su racionalidadsistémica se interpreta así como racionalidad teleológica. De acuerdo con ello la estructurasistémica o, en cualquier caso, la estructura oficial, formal, funge entonces como mediopara un fin. Es así como <strong>las</strong> repercusiones <strong>de</strong>l pensamiento teleológico sobre la forma <strong>de</strong>enten<strong>de</strong>r los sistemas salen a la luz <strong>de</strong> una manera particularmente notoria. A un mismotiempo, esa circunstancia parece fundamentar por sí sola la legitimidad <strong>de</strong> una teoría que sesirve <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> fin como concepto fundamental. Es por ello que nos hemos <strong>de</strong> dirigirhacia ese tipo más estricto <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> acción”. 317De esta referencia se pue<strong>de</strong>n extraer una serie <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>raciones. Por ejemplo, sienten<strong>de</strong>mos a una organización social como un sistema, no basta saber que ésta existe, sinoque se requiere saber cuáles son sus fines y cómo los realiza y con qué medios. Así es comolos sistemas sociales se compren<strong>de</strong>n como sistemas <strong>de</strong> acción.Pero para enten<strong>de</strong>r este tipo <strong>de</strong> sistemas no se pue<strong>de</strong>n soslayar los principios metodológicosestablecidos anteriormente. Por ello Luhmann aña<strong>de</strong> que: “en una tradición vieja, aunquenunca enteramente aclarada, los sistemas tienen <strong>de</strong>finidos como totalida<strong>de</strong>s que, estandocompuestos por partes, son más que la suma <strong>de</strong> sus partes. Si se proyecta el esquema <strong>de</strong>fin/medios sobre esa concepción sistémica, resulta fácil enten<strong>de</strong>r el todo como el fin <strong>de</strong>lsistema y los medios como sus partes. Por medio <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> combinación <strong>de</strong> losmedios, esto es: <strong>de</strong> la organización, se produciría entonces algo que resulta más que <strong>las</strong>uma <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, a saber: el cumplimiento <strong>de</strong>l fin. Según ello, organización en el sentido316 Habermas, Jurgen, op. cit., p. 309.317 Luhmann, Nik<strong>las</strong>, Fin y racionalidad en los sistemas, Colección Teoría Y Método, Editora Nacional,Madrid, 1983, Pp. 55 y 56.


<strong>de</strong> una coordinación meramente interna <strong>de</strong> medios sería el proceso <strong>de</strong> fundición <strong>de</strong> laformación <strong>de</strong> sistemas, aquello que integra la esencia <strong>de</strong>l sistema. Aunque raras vecesformulada con tal agu<strong>de</strong>za como congruencia plena <strong>de</strong> ambos esquemas conceptualesfundamentales, una concepción semejante parece subyacer a <strong>las</strong> habituales i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>organización basadas sobre la división <strong>de</strong>l trabajo. En cualquier caso se aprecia la falta <strong>de</strong>otras precisiones en torno a ambas dicotomías conceptuales fundamentales (todo/partes yfin/medios), tanto en lo que respecte a cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> como a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> existentesentre sí”. 318Para clarificar la concepción sistémica <strong>de</strong> Luhmann que se ha expuesto, Habermas afirma:“El concepto <strong>de</strong> sistema que mantiene sus límites se refiere, por consiguiente, tanto alsistema como a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> intercambio que se dan entre sistema y entorno. Laconservación <strong>de</strong>l sistema se entien<strong>de</strong> como una operación or<strong>de</strong>nadora <strong>de</strong>l propio sistema enrelación con su entorno. El sistema, para po<strong>de</strong>r subsistir, ha <strong>de</strong> resolver la permanente tarea<strong>de</strong> mantener frente a un entorno contingente, cuya dinámica le es contraria, una relativainvariabilidad <strong>de</strong> sus límites y su estructura... El concepto <strong>de</strong> complejidad sirve para<strong>de</strong>terminar formalmente la relación sistema/entorno. Llamamos complejo a un sistema quepue<strong>de</strong> tomar a lo menos dos estados que sean compatibles con su estructura. Pero en todocaso la estructura sistémica excluye más estados que los que el entorno <strong>de</strong>l sistema pue<strong>de</strong>tomar: <strong>de</strong> ahí que podamos también <strong>de</strong>cir que el entorno es siempre más complejo que unsistema”. 319Es fácilmente comprensible que esta percepción <strong>de</strong> una organización social que, segúnLuhmann, está constituida a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> por sus componentes, por sus medios o racionalidad ypor los fines que tiene que cumplir y los cuáles le dan razón <strong>de</strong> ser, resulte consecuente conun sistema, y a esa consecuencia hace referencia Luhmann.Este conjunto <strong>de</strong> proposiciones persiguen sugerir mo<strong>de</strong>los que permitan a los estudiososexplicarse el <strong>de</strong>venir y la trayectoria <strong>de</strong> la sociedad internacional <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría sistémica.Como corolario a este repaso <strong>de</strong> la concepción sistémica orientada al estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, po<strong>de</strong>mos reproducir <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Del Arenal, quien señala: “Elgran éxito que la teoría sistémica ha tenido entre los estudiosos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> no ha estado, sin embargo, exento <strong>de</strong> duras y numerosas críticas, incluso enalgunos casos por parte <strong>de</strong> autores que se inscriben en la línea señalada. Críticas que simuchas veces se refieren a la teoría <strong>de</strong> los sistemas en general, otras se centranespecíficamente en su aplicación a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”. 320318 Ibí<strong>de</strong>m, PP. 56-57.319 Habermas, op. cit., pp. 3l2 y 313.320 Del Arenal , Celestino, op. cit., p. 241.


Ello nos indica que aún hay mucho que reflexionar sobre la viabilidad <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> lossistemas en el estudio <strong>de</strong> la disciplina Relaciones Internacionales.4.3 SOCIOLOGÍA HISTÓRICAEl enfoque <strong>de</strong> la investigación sociológica en general y la sociología histórica en particular,es lo que podría calificarse como la respuesta europea a <strong>las</strong> proposiciones norteamericanaspara la teorización <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. La sociología histórica parte <strong>de</strong> unapremisa fundamental, que el estudio <strong>de</strong> la sociedad internacional se <strong>de</strong>be realizar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laconsi<strong>de</strong>ración y el análisis <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> la misma sociedad, lo cual implica que setengan fundamentos teóricos <strong>de</strong> la sociología y empíricos <strong>de</strong> la historia. Si bien el concepto<strong>de</strong> sociología histórica es acuñado más propiamente por Raymond Aron y continuado en suvisión euronorteamericana por Stanley Hoffmann, con sus propias particularida<strong>de</strong>s,también hay un ascendiente sociológico en <strong>las</strong> propuestas <strong>de</strong>l inglés GeorgSchwarzenberger. En esta combinación <strong>de</strong> <strong>las</strong> proposiciones <strong>de</strong> ambos pensadores, aunadoa los estudios <strong>de</strong> los hispanos Truyol, Medina y Mesa, se pue<strong>de</strong>n i<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong>aportaciones prepon<strong>de</strong>rantemente europeas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva sociológica para elestudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.4.3.1 Génesis y surgimiento1 La formulación <strong>de</strong> una sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> por Schwarzenberger.Los estudiosos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> encuentran los antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> estaconcepción en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la disciplina sociológica; ya referimos anteriormente lavinculación que se consi<strong>de</strong>ra hay entre ambos campos <strong>de</strong> estudio.Aunque persiguen un mismo fin, son diversos los argumentos que se esgrimen paravincular a la sociología con la disciplina Relaciones Internacionales, una <strong>de</strong> <strong>las</strong>aportaciones en ese sentido lo hace uno <strong>de</strong> los estudiosos, Georg Schwarzenberger, cuyotrabajo titulado La política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, ha sido consi<strong>de</strong>rado como clásico para lograr laformación <strong>de</strong> dicha disciplina pues entre sus aportaciones principales se hacen algunasapreciaciones sobre el objeto y área <strong>de</strong> conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.De entrada establece los alcances <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> yafirma: “El campo <strong>de</strong> la ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es la sociedadinternacional. Sus objetos son la evolución y estructura <strong>de</strong> la sociedad internacional; losindividuos y grupos que se ocupan activa o pasivamente en este nexo social; los tipos <strong>de</strong>conducta en el medio internacional; <strong>las</strong> fuerzas que operan tras la acción en la esferainternacional y los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas futuras en el plano internacional.Luego con la finalidad <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar y diferenciar el objeto <strong>de</strong> esta ciencia frente a otrasdice: “Los asuntos o <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se i<strong>de</strong>ntifican a veces con los asuntosextranjeros. Esto entraña un contraste con los asuntos nacionales y, frecuentemente, la i<strong>de</strong>a


<strong>de</strong> que los asuntos <strong>internacionales</strong> revisten una importancia menor que aquellos que tienenlugar más cerca <strong>de</strong> nuestra nación. El valor <strong>de</strong> la distinción entre asuntos nacionales yextranjeros se ha puesto en duda en nuestro tiempo, aun en países que antiguamente vivíanen una situación <strong>de</strong> aislamiento relativo... Actualmente la opinión <strong>de</strong> que los asuntosextranjeros <strong>de</strong>ben relegarse a una posición subordinada en comparación con los nacionales,sólo pue<strong>de</strong> sostenerse a riesgo <strong>de</strong> experimentar sorpresas <strong>de</strong>sagradables .. El otro extremosería suponer que todo lo que suce<strong>de</strong> en cualquier parte <strong>de</strong>l mundo constituye un temaa<strong>de</strong>cuado para el estudioso <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Opinión tan amplia seríainjustificable en el campo <strong>de</strong> los estudios <strong>internacionales</strong>”. 321Con el fin <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r el justo a<strong>de</strong>cuado entre los extremos, <strong>de</strong> pon<strong>de</strong>rar mayormente losasuntos nacionales o extranjeros y <strong>de</strong> conocer qué asuntos extranjeros son relevantes,Schwarzenberger sugiere que: “Para po<strong>de</strong>r incluir en el término asuntos <strong>internacionales</strong>todas aquel<strong>las</strong> cuestiones que son pertinentes para los propósitos <strong>de</strong> los estudios<strong>internacionales</strong> sólo tiene que aplicarse una prueba simple. Tenemos que preguntarnos anosotros mismos si estas cuestiones, y en qué grado, son pertinentes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<strong>de</strong> la sociedad internacional consi<strong>de</strong>rada en su totalidad.. . son asuntos <strong>internacionales</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> entre grupos, entre grupos e individuos y entre individuos que afectan <strong>de</strong> formaesencial a la sociedad internacional en cuanto tal”.Bajo estas consi<strong>de</strong>raciones el autor <strong>de</strong>termina el contenido <strong>de</strong> la disciplina, y <strong>de</strong> ello <strong>de</strong>rivaque: “<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es el nombre con el cual esta nueva ciencia ha venido aquedar reconocida como disciplina académica distinta”. Pero consi<strong>de</strong>ra que ello es todavíaincipiente, y la limitante que le encuentra es que: “<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en cuanto adisciplina académica todavía anda en la búsqueda <strong>de</strong> los instrumentos más a<strong>de</strong>cuados paramanejar sus tareas”. 322La aportación <strong>de</strong> Schwarzenberger al estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se orienta ala i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la construcción teórico metodológico <strong>de</strong> esta disciplina con <strong>las</strong>ociología, pues ambas se encuentran en la búsqueda <strong>de</strong> los métodos a<strong>de</strong>cuados para elestudio <strong>de</strong> su área.Roberto Mesa señala que en esta obra: “Schwarzenberger asume. .. la caracterización <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como disciplina académica en formación, en gestación; quetodavía anda a la búsqueda <strong>de</strong> sus instrumentos más a<strong>de</strong>cuados Rechaza nuestro autor, porigual, <strong>las</strong> incursiones y los <strong>de</strong>bates <strong>de</strong> los pesimistas y optimistas, realistas e i<strong>de</strong>alistas, enel campo <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, ya que ambos parten en su visión <strong>de</strong> la realidad321 Schwarzenberger, Georg, op. cit. p. 3.322 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 4 y 5.


internacional <strong>de</strong> una hipótesis previa que falsea <strong>de</strong> antemano toda observación, por lo quepropone un enfoque empírico <strong>de</strong> los asuntos <strong>internacionales</strong>”. 323Este profesor <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Londres, así como Morgenthau, hicieron valiosasaportaciones pues como dice Manuel Medina: “cada uno <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su peculiar punto <strong>de</strong> vistahan transformado el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong> un cajón <strong>de</strong> sastre en unaauténtica disciplina académica. La influencia <strong>de</strong> Morgenthau ha sido, probablemente mayorque la <strong>de</strong> Schwarzenberger, por el mayor <strong>de</strong>sarrollo que la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> ha tenido en los Estados Unidos, y por la especialización <strong>de</strong>l autor inglés en<strong>de</strong>recho internacional. Pero también la concepción <strong>de</strong> Schwarzenberger merece atenciónpor su mayor influencia en la doctrina europea y por su adscripción a una corriente queparece haber <strong>de</strong>jado una huella in<strong>de</strong>leble en la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>: lateoría sociológica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”. 324En el caso <strong>de</strong> Schwarzenberger la génesis <strong>de</strong> la disciplina para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> tiene como fundamento a la sociología, la cual <strong>de</strong>be orientarse al estudioespecífico <strong>de</strong> la realidad internacional.2 Raymond Aron. La estructuración <strong>de</strong> la sociología histórica. Poco tiempo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>lescrito <strong>de</strong> Schwarzenberger, se publicó otro trabajo que ya no se interesó especialmente enproponer el establecimiento <strong>de</strong> una disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, sino que diopor hecho que ésta ya estaba constituida, por lo que sugiere su propia perspectiva para laoperativizacion <strong>de</strong> la disciplina estableciendo los alcances <strong>de</strong> la misma. Nos estamosrefiriendo a la obra <strong>de</strong> Raymond Aron sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Acerca <strong>de</strong> ellaCár<strong>de</strong>nas nos dice: “Paz y guerra entre <strong>las</strong> naciones, publicado doce años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>Política entre <strong>las</strong> naciones y cinco años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> System and Process in internationalRelations (sic) compren<strong>de</strong>, asimila y sitúa <strong>las</strong> teorías más importantes formuladas <strong>de</strong>spués<strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> la segunda guerra mundial... Por la influencia que ha tenido y el reconocimientoque ha suscitado en los anhelos académicos y especializados, se c<strong>las</strong>ifica entre el númeroreducido <strong>de</strong> obras capitales para la comprensión <strong>de</strong> la nueva disciplina entre <strong>las</strong> <strong>de</strong>Schwarzenberger. Morgenthau y Kaplan… Es el mejor ejemplo <strong>de</strong>l servicio que lareflexión teórica pue<strong>de</strong> rendir a aquel cuyo fin es profundizar y analizar la historia políticaque acontece ante nuestros ojos, y que al mismo tiempo quiere compren<strong>de</strong>r másrigurosamente que es razonable esperar el sentido y <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s inmanentes queencierran estos acontecimientos políticos llamados historia eventual-acontecimientoscontemporáneos antes que formen la sustancia misma <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> ciencias históricas en eltranscurso <strong>de</strong>l tiempo. En una palabra, el problema central que afronta la obra <strong>de</strong> Aron es elsiguiente ¿Cómo pensar la historia que se está haciendo?323 Mesa, Roberto, op cit., p. 60.324 MEDINA, Manuel, Op. cit., p. 56.


Como uno <strong>de</strong> los historiadores <strong>de</strong> la politología francesa contemporánea, Aron unearmoniosamente a su pensamiento lo político, lo filosófico y lo sociológico y ha sabidoimprimir a su acción intelectual (por su intensa labor pedagógica y periodística), una<strong>de</strong>nsidad real que confiere a su obra esas altas características que tenían algunos <strong>de</strong> losmejores publicistas <strong>de</strong> la tradición liberal francesa”. 325Luego el mismo autor precisa cuál es la intención <strong>de</strong>l escrito referido: “La intenciónfundamental <strong>de</strong> Aron es clarificar y revelar la lógica implícita <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> y establecer <strong>de</strong> ese modo <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> sobrevivencia <strong>de</strong> los estados enun mundo don<strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> ellos pue<strong>de</strong> ser amenazada por cualquier otro.La posibilidad misma <strong>de</strong> tal proyecto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> dos constataciones aparentementeevi<strong>de</strong>ntes y contradictorias que pue<strong>de</strong> hacer el observador en todo material histórico: por unlado la racionalidad <strong>de</strong>l hombre y por otro «el estado irracional <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n internacional» (enla que simbólicamente los estados son consi<strong>de</strong>rados actores).. . .Aron consi<strong>de</strong>ra que laescandalosa contradicción lógica se atenúa y encuentra su explicación parcial cuando elcarácter racional <strong>de</strong>l hombre. . . le permite introducir en sus análisis a <strong>las</strong> pasiones y a <strong>las</strong>conductas no-racionales que intervienen siempre en los comportamientos llamadosracionales. La irracionalidad <strong>de</strong> la guerra, vista <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este ángulo, parece po<strong>de</strong>r recibir unaexplicación <strong>de</strong> tipo analítico y conceptual … la naturaleza misma <strong>de</strong> su objeto y <strong>de</strong> suproyecto lo obliga a consi<strong>de</strong>rar que “el objeto mismo <strong>de</strong>l libro implica que consi<strong>de</strong>remos alos estados como dotados <strong>de</strong> inteligencia y voluntad”. Es a partir <strong>de</strong> esa premisafundamental que Aron se esfuerza en analizar y poner <strong>de</strong> manifiesto la coherencia y lacontradicción, los sentidos y los no sentidos que la aplicación <strong>de</strong> una teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pue<strong>de</strong> poner al <strong>de</strong>scubierto cuando convierte <strong>las</strong> conductasdiplomático-estratégicas en un objeto <strong>de</strong> análisis múltiple general y unificado”. 326Posteriormente aña<strong>de</strong> que el fundamento cognoscitivo está basado en la comprensión <strong>de</strong> lacultura, pues: “El objeto cultural supone la existencia <strong>de</strong> un sustrato don<strong>de</strong> aparece laexistencia <strong>de</strong> una realidad; en la comprensión, partimos <strong>de</strong> su significación para llegar aella.Pero mientras que en la explicación el <strong>de</strong>sarrollo es continuo y rectilíneo, parte <strong>de</strong> un puntohacia una cierta dirección y llega a una conclusión que sintetiza la investigación en lacomprensión el ir y el venir (itus y reditus) son la base misma <strong>de</strong> la acción, el investigadorva <strong>de</strong>l sustrato a su significación y viceversa sin interrupción. Cada etapa aumenta elconocimiento <strong>de</strong>l objeto. El método propio <strong>de</strong> los objetos culturales es entonces el método325 Cár<strong>de</strong>nas Elorduy, Emilio, “Sociología y <strong>teoria</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> intemacionáles <strong>de</strong> Raymon Aron” enAnuario Mexicano <strong>de</strong> Relaciones Internacionales 1983, primera parte, Escuela Nacional <strong>de</strong> EstudiosProfesionales Acatlán, <strong>UNAM</strong>, 1986, México, pp. 151-152326 Ibi<strong>de</strong>m, pp 156 y 157.


empírico y dialéctico que permite expresar la vida <strong>de</strong>l fenómeno político en su realidadnormativa y fenomenológica”. 327Con estas consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> Cár<strong>de</strong>nas po<strong>de</strong>mos tener un marco general <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong>Aron. Pero también el mismo Aron nos habla sobre la intención <strong>de</strong> la misma; en una notaprevia a la introducción, el autor dice: “En 1954... anunciaba yo una sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Des<strong>de</strong> hacía ya varios años, pensaba en el libro que siete añosmás tar<strong>de</strong>, se ha convertido en el que hoy presento. Entre tanto, el tema se ha ampliado y ladistinción entre teoría, sociología y praxeología me ha parecido fundamental para po<strong>de</strong>rcaptar, en los diferentes niveles <strong>de</strong> conceptuación, la textura inteligible <strong>de</strong> un universosocial... mi propósito es el <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r la lógica implícita <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entrecolectivida<strong>de</strong>s políticamente organizadas”. 328Ya en la introducción <strong>de</strong> su texto dice que: “Las <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> se hanconvertido en objeto <strong>de</strong> una disciplina universitaria. Las cátedras, cuyos titulares seconsagran a la nueva disciplina se han multiplicado. El número <strong>de</strong> manuales se ha vistoincrementado en proporción. ¿Han conseguido su objetivo estos esfuerzos? Antes <strong>de</strong>respon<strong>de</strong>r a esta pregunta haría falta precisar lo que los profesores americanos, a imitación<strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong> Estado y <strong>de</strong> la misma opinión pública se proponían <strong>de</strong>scubrir o elaborar.Los historiadores no han esperado la accesión <strong>de</strong> los Estados Unidos al primer plano paraponerse a estudiar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Pero <strong>las</strong> han <strong>de</strong>scrito o contado más queanalizado o explicado. Ahora bien, ninguna ciencia se limita a <strong>de</strong>scribir o contar…Losespecialistas <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no querían seguir simplemente el camino <strong>de</strong>los historiadores: querían, como todos los sabios, alcanzar una serie <strong>de</strong> proposicionesgenerales, para crear un cuerpo <strong>de</strong> doctrina”. 329¿Cómo podía contribuir Aron a crear ese cuerpo <strong>de</strong> doctrina? El autor se plantea que si <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> entre individuos <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s políticas pue<strong>de</strong>n ser <strong>internacionales</strong>, y si ellosería <strong>de</strong> interés para la disciplina, a ello respon<strong>de</strong> que: “Ninguna disciplina científica llevaconsigo un trazado neto <strong>de</strong> fronteras. En primer lugar, no tiene casi importancia el saberdón<strong>de</strong> terminan <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, y tampoco en precisar a partir <strong>de</strong> quémomento <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> interindividuales cesan <strong>de</strong> ser <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Tenemosque <strong>de</strong>terminar el centro <strong>de</strong> interés, el significado propio <strong>de</strong>l fenómeno o <strong>de</strong> <strong>las</strong> conductasque constituyen el eje <strong>de</strong> este campo específico. Ahora bien, el centro <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> viene constituido por <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> que hemos llama do interestatales,aquel<strong>las</strong> que ponen en relación <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s como tales.. . la ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> no pue<strong>de</strong>, al igual que la historia diplomática, <strong>de</strong>sconocer los lazos327 Ibí<strong>de</strong>m, p. 158.328 Aron Raymond, op. cit., p. 15.329 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 19 y 20.


múltiples que existen entre lo que tiene lugar en la escena diplomática y lo que pasa en losescenarios nacionales. No pue<strong>de</strong> tampoco separar rigurosamente <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>interestatales <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> interindividuales que afectan a diversas unida<strong>de</strong>s políticas.Pero, en tanto que la humanidad no haya llevado a cabo su unificación en un Estadouniversal, subsistirá una diferencia esencial entre la política interior y la políticaextranjera”. 330Habiendo <strong>de</strong>limitado, sin mucha rigurosidad, los alcances <strong>de</strong> la disciplina, Aron propone laforma <strong>de</strong> conocimiento que consi<strong>de</strong>ra a<strong>de</strong>cuada. En el paralelismo entre el objeto <strong>de</strong>conocimiento (la sociedad internacional) y el sujeto cognoscente (la teoría), el autorpropone a la sociología, la cual “…es un intermediario indispensable entre la teoría y elacontecimiento ….” 331El concepto sobre el hecho (teoría) y el hecho (actividad internacional), estánintermediados por el sociólogo, pero, en virtud <strong>de</strong> que el hecho no es estático, se rescata pormedio <strong>de</strong>l dato, trabajo que realiza el historiador pues entrelaza lo teórico y lo sociológico.Sobre esta relación Aron dice: “El historiador.. . es <strong>de</strong>udor <strong>de</strong>l teórico, que le facilita losinstrumentos <strong>de</strong> comprensión (conceptos, funciones y mo<strong>de</strong>los), como lo es <strong>de</strong>l sociólogo,que le indica el marco en que se <strong>de</strong>senvuelven los sucesos y que ayuda a captar ladiferencia entre los distintos tipos sociales”. 332Por tanto, la función <strong>de</strong> la sociología es la siguiente: “La sociología busca <strong>las</strong> circunstanciasque influyen sobre <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> los conflictos entre los Estados, sobre los objetivosque se asignan sus autores y sobre la fortuna <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones y <strong>de</strong> los imperios. .. Lasociología muestra cómo varían <strong>las</strong> <strong>de</strong>terminantes (espacio, número, recursos) y los sujetos(naciones, regímenes, civilizaciones) <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> “. 333Teoría, sociología e historia son, según Aron, la base esencial en el conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>; pero la historia, que aporta los datos, se vuelve tambiénimprescindible tanto para la teoría como para la sociología, por ello sólo se <strong>de</strong>bendiferenciar estas últimas. Aron lo hace con <strong>las</strong> siguientes palabras: “…La distinción entreteoría y sociología es tan fácil <strong>de</strong> <strong>de</strong>ducir, en abstracto en <strong>las</strong> disciplinas sociales, comodifícil <strong>de</strong> respetar en la práctica…hará falta que la teoría sea elaborada en conceptos ylógica propios para que puedan <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse los problemas propios <strong>de</strong> la sociología.330 ibí<strong>de</strong>m, p. 25.331 lbi<strong>de</strong>m,p.34332 Ibí<strong>de</strong>m, p. 35.333 Ibí<strong>de</strong>m, p. 38.


Por ello, la teoría se elabora en esta área <strong>de</strong>l conocimiento bajo los siguientes parámetros:“….la teoría rin<strong>de</strong> al estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, tal y como se <strong>de</strong>sarrollanconcretamente, tres c<strong>las</strong>es <strong>de</strong> servicios:1 indica al sociólogo y al historiador los principales elementos que <strong>de</strong>be llevarconsigo una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la coyuntura (límite y naturaleza <strong>de</strong>l sistema diplomático,objetivos y medios <strong>de</strong> los actores, etc.);2 si el sociólogo o el historiador, yendo más allá <strong>de</strong> la pura <strong>de</strong>scripción, quiere compren<strong>de</strong>rla dirección <strong>de</strong> la política exterior <strong>de</strong> una unidad política, o <strong>de</strong> un estadista que asuma ladirección <strong>de</strong> esta última, pue<strong>de</strong> utilizar la teoría como criterio <strong>de</strong> racionalidad y confrontarla conducta que, según esta misma teoría, hubiera sido lógica con aquella que haintervenido <strong>de</strong> hecho, y el sociólogo o el historiador pue<strong>de</strong>n y <strong>de</strong>ben interrogarse, sobre <strong>las</strong>causas internas o externas a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> diplomáticas, que <strong>de</strong>terminan la formación, latransformación o la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> los sistemas <strong>internacionales</strong>...Intencionadamente hemos consi<strong>de</strong>rado conjuntamente, en el párrafo prece<strong>de</strong>nte, alsociólogo y al historiador. Ahora bien, la labor <strong>de</strong>l primero se interpone, me parece, entre la<strong>de</strong>l teórico y la <strong>de</strong>l historiador. Este último relata los acontecimientos <strong>de</strong> la política exterior,y sigue el <strong>de</strong>venir <strong>de</strong> una unidad política, <strong>de</strong> un sistema diplomático o <strong>de</strong> una civilizaciónconsi<strong>de</strong>rada como un conjunto singular. El sociólogo busca proposiciones <strong>de</strong> una ciertageneralidad, relativas tanto a la acción que ejerce una cierta causa sobre el po<strong>de</strong>r o losobjetivos <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s políticas, sobre la naturaleza <strong>de</strong> los sistemas, sobre los tipos <strong>de</strong>paz y guerra, como relativas a <strong>las</strong> sucesiones singulares o a los esquemas <strong>de</strong>l futuro queestarían inscritos en la realidad, sin que los actores hayan tenido necesariamente conciencia<strong>de</strong> ello... la teoría nos sugiere una enumeración <strong>de</strong> los fenómenos-efectos, <strong>de</strong> los<strong>de</strong>terminados, a los que el sociólogo se ve invitado a buscar fenómenos-causas, los<strong>de</strong>terminantes... el sociólogo está en situación <strong>de</strong> negar hechos o <strong>relaciones</strong>, <strong>de</strong> algunageneralidad, si consigue dividir la materia en función <strong>de</strong> los <strong>de</strong>terminantes y no <strong>de</strong> losfenómenos-efectos. La enumeración <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong>be ser sistemática, si esteensayo sociológico ha <strong>de</strong> tener alguna utilidad”. 334Con estas observaciones, Aron <strong>de</strong>limita la función <strong>de</strong>l sociólogo, el que <strong>de</strong>be buscar <strong>las</strong>causas <strong>de</strong> los acontecimientos sociales <strong>internacionales</strong>. Asimismo, al proponer suspostulados cognoscitivos, sugiere una nueva perspectiva para el entendimiento <strong>de</strong> lafenomenología internacional que i<strong>de</strong>ntifica como la sociología histórica. Se asevera que esaperspectiva da a quien la practique una certeza en su conocimiento, pero a<strong>de</strong>más lebosqueja sus limitaciones. Sobre esta ambivalencia el autor dice: “No sugiero que <strong>las</strong>ociología histórica pueda <strong>de</strong>cir con certeza lo que se <strong>de</strong>be hacer para tener la seguridad <strong>de</strong>que no estallará la tercera guerra mundial en los próximos años o <strong>de</strong>cenios. Simplemente334 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 221-223.


digo que sólo la sociología histórica —y no los análisis parciales ni <strong>las</strong> teorías abstractas—pue<strong>de</strong> plantear el problema en la forma en que han <strong>de</strong> afrontarlo los políticos. Sólo elsociólogo que utilice el método histórico pue<strong>de</strong> llegar a ser el Consejero <strong>de</strong>l Príncipe.Si el príncipe o su consejero acariciaban <strong>las</strong> más altas ambiciones y soñaban con establecerpara siempre la paz en el mundo tendrían que diagnosticar primero <strong>las</strong> causasfundamentales, ligadas a la estructura misma <strong>de</strong> <strong>las</strong> civilizaciones conocidas, que han hechoimposible una paz dura<strong>de</strong>ra y universal. No creo que esta tarea sea científicamenteinfructuosa, pero no estoy tan seguro <strong>de</strong> que la ciencia la aliente. Temo que la conversiónque <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s habrían <strong>de</strong> sufrir para no recurrir nunca a la violencia organizada noes consi<strong>de</strong>rada por la ciencia como inminente ni, a la larga, como probable” . 335Es indiscutible la influencia <strong>de</strong> Aron en la génesis <strong>de</strong> la sociología histórica para el estudio<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, pero en el afán <strong>de</strong> superar algunos <strong>de</strong> losplanteamientos expuestos, su discípulo Io Hoffmann le da una continuidad a esa propuesta,por lo que su evolución no es más que la matización <strong>de</strong> <strong>las</strong> concepciones <strong>de</strong> Aron.3 La continuidad <strong>de</strong> la sociología histórica por Stanley Hoffmann.Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> opiniones que nos <strong>de</strong>scribe esa continuidad entre los dos autores es la <strong>de</strong>Celestino <strong>de</strong>l Arenal, quien afirma: “Hoffmann, siguiendo los pasos <strong>de</strong> la sociologíahistórica <strong>de</strong> Aron, nos va a <strong>de</strong>jar una <strong>de</strong> <strong>las</strong> concepciones teórico-metodológicas másacabadas sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Su formación, realizada tanto en Europacomo en los Estados Unidos, le sitúa en condiciones inmejorables para tratar <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>r unpuente entre los planteamientos muchas veces divergentes <strong>de</strong> ambos lados <strong>de</strong>l Atlántico.Para este autor, siguiendo el planteamiento aroniano, el punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> toda teoríaválida <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> «es la constatación <strong>de</strong> una radical diferencia entre elmedio interno y el medio internacional» Aunque en la realidad esta diferencia tien<strong>de</strong> aveces a <strong>de</strong>bilitarse sin embargo, subsiste si se consi<strong>de</strong>ra a ambos medios como tiposi<strong>de</strong>ales. En este sentido, aña<strong>de</strong>, el tipo i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> la ciencia política interna es el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad integrada, mientras que el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l que <strong>de</strong>be partir la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> es el <strong>de</strong> un medio <strong>de</strong>scentralizado, dividido en unida<strong>de</strong>s distintas es <strong>de</strong>cir,un medio que no es en lo esencial una comunidad (en el mejor supuesto, una sociedad, es<strong>de</strong>cir, que en ella la cooperación es limitada y condicional y que la lealtad <strong>de</strong> los miembrosse dirige a los distintos grupos antes que al conjunto que constituyen, en el peor, un campo<strong>de</strong> batalla) y que no está dotado <strong>de</strong> un po<strong>de</strong>r central (<strong>de</strong> ahí el recurso legítimo a laviolencia por una unidad y la ausencia <strong>de</strong> autoridad directa sobre los individuos en <strong>las</strong>instituciones establecidas entre <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s.335 Aron, Raymond, “Conflicto y guerra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la sociología histórica”, EnHoffmann…Teorías contemporáneas sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, Tecnos, Madrid, 1963, p. 256.


Des<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> partida, Hoffmann preconiza, al igual que Aron, una teoríaprincipalmente empírica”. 336Con esas <strong>de</strong>scripciones tenemos un bosquejo <strong>de</strong> la génesis y el surgimiento <strong>de</strong>l enfoque <strong>de</strong>la sociología histórica en la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, <strong>de</strong> acuerdo con laintención que sugieren Schwarzenberger, Aron y Hoffmann.4.3.2 Marco conceptual .1 Los conceptos centrales en la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. Schwarzenberger utiliza, como ya vimos,un enunciado <strong>de</strong>terminante para su escrito Políticas <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, (Power politics. A study ofinternational society), y por ello tiene que elaborar su marco conceptual con base en unaconcepción <strong>de</strong>l ser humano y la sociedad que responda a esa premisa. Por principio resaltala diferencia <strong>de</strong> lo que entien<strong>de</strong> por comunidad y sociedad. Sobre ello afirma: “El criterioque pue<strong>de</strong> distinguir a una sociedad <strong>de</strong> una comunidad pue<strong>de</strong> formularse <strong>de</strong> diversasmaneras. La sociedad es el medio para un fin, mientras que la comunidad es un fin en sí. Lasociedad se basa en el interés y el miedo, mientras que la comunidad requiere sacrificio yamor. La una se funda en la <strong>de</strong>sconfianza mientras que la otra presupone la confianzamutua.”De esa manera su fundamento <strong>de</strong> la política parte <strong>de</strong> un concepto similar al <strong>de</strong> Morgenthau,pues afirma: “Los individuos y los grupos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una sociedad se concentran en lapersecución <strong>de</strong> sus propios intereses. Las comunida<strong>de</strong>s más amplias <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> cualesexisten grupos económicos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r imponen generalmente restricciones a los mediosmediante los cuales tales grupos pue<strong>de</strong>n perseguir sus fines particulares.. . Don<strong>de</strong> quieraque faltan estas influencias restrictivas, los grupos <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s tien<strong>de</strong>n a usarcualquier forma efectiva <strong>de</strong> presión para asegurar su supervivencia o para mejorar susposiciones relativas. Esto suce<strong>de</strong> así, eminentemente, en el plano internacional. Hasta quela sociedad internacional se transforme en comunidad internacional, los grupos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad internacional tien<strong>de</strong>n a hacer lo que pue<strong>de</strong>n, más que lo que <strong>de</strong>ben. Esta es laesencia <strong>de</strong> la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r”. 337Luego <strong>de</strong> esa i<strong>de</strong>a aclara: “En vista <strong>de</strong> la posición central <strong>de</strong>l término Política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>rpara la comprensión <strong>de</strong> los asuntos <strong>internacionales</strong>, pue<strong>de</strong> ser aconsejable una <strong>de</strong>finiciónformal <strong>de</strong> este concepto. . . La política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r significa un tipo <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> entreEstados en la que predominan algunas reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> conducta: armamentos, aislacionismo,diplomacia <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, economía <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, imperialismo regional o universal, alianzas,equilibrio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong> la guerra. Otros elementos proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l supuesto en que se basaun sistema <strong>de</strong> política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y por el criterio con el que se <strong>de</strong>termina la jerarquía entre336 DEL ARENAL Celestino op. cit., p. 175.337 Schwarzenberger, op. cit., pp. 11 y 12.


los miembros <strong>de</strong> cualquier sociedad <strong>de</strong> esa c<strong>las</strong>e. Cada grupo se consi<strong>de</strong>ra a sí mismo nosólo un medio para un fin común, sino como un fin en sí. Al menos con fines <strong>de</strong>autopreservación cualquier medida necesaria para lograr este objeto está <strong>de</strong>stinada aencontrar justificación. El <strong>de</strong>recho y la moralidad <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este medio social estánlimitados a una posición relativamente subordinada. La jerarquía entre los grupos estámedida por su peso en cualquier conflicto posible o real.De este modo pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>finirse la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r como un sistema <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> en el que los grupos se consi<strong>de</strong>ran a sí mismos como los fines últimos;emplean, al menos con propósitos vitales, los medios más efectivos a su disposición y sonmedidos <strong>de</strong> acuerdo con su peso en caso <strong>de</strong> conflicto. Si un sistema <strong>de</strong> política <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r noes sustituido realmente por una comunidad internacional idónea, sino que continúafuncionando sobre <strong>las</strong> mismas bases que antes, bajo el manto <strong>de</strong> la comunidad, ese estado<strong>de</strong> cosas pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>scrito como un sistema <strong>de</strong> política <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r disfrazado.Hasta ahora, el po<strong>de</strong>r ha sido la consi<strong>de</strong>ración dominante en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.El po<strong>de</strong>r es el medio entre la influencia y la fuerza. Los tres son maneras diferentes <strong>de</strong>establecer un nexo social sobre bases que el agente activo <strong>de</strong> esas <strong>relaciones</strong> consi<strong>de</strong>rasatisfactorias. El po<strong>de</strong>r se distingue, no obstante, <strong>de</strong> la influencia, porque <strong>de</strong>scansa en lapresión externa como una amenaza que se dibuja en el fondo y <strong>de</strong> la fuerza porque prefierelograr sus fines sin el empleo real <strong>de</strong> la presión física. Así, el po<strong>de</strong>r pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>finidocomo la capacidad <strong>de</strong> imponer la propia voluntad a los <strong>de</strong>más, mediante la suposición <strong>de</strong>sanciones efectivas en caso <strong>de</strong> no aceptación. Se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> también que el po<strong>de</strong>r es unfenómeno tanto subjetivo como relativo. El ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r pue<strong>de</strong> ser templado por larazón. No obstante, esto es acci<strong>de</strong>ntal. La esencia <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r es la habilidad para hacerpresión obligatoria in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> su racionalidad. Si el grupo o individuo queinterviene pasivamente en el nexo <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r se somete a la presión, esto se <strong>de</strong>be a su <strong>de</strong>seo<strong>de</strong> evitar <strong>las</strong> <strong>de</strong>sagradables consecuencias <strong>de</strong> la resistencia. La presencia, aunque sólo seaen el panorama <strong>de</strong> fondo, <strong>de</strong> medios para hacer efectivas <strong>las</strong> <strong>de</strong>mandas, incluyendoposiblemente la aplicación <strong>de</strong> fuerza física, es la amenaza silenciosa y la sanción tras lapolítica <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. Explica situaciones en <strong>las</strong> cuales, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> lo justo oinjusto <strong>de</strong> un caso, una parte obtiene lo que quiere y la otra acepta lo que tiene que aceptar.Carece <strong>de</strong> pertinencia el hecho <strong>de</strong> que un Estado utilice el po<strong>de</strong>r para sus propios finesparticulares o para propósitos que consi<strong>de</strong>ra son <strong>de</strong>l interés <strong>de</strong> la sociedad internacional.Mientras los Estados insistan en ser jueces <strong>de</strong> su propia causa, la frontera entre el po<strong>de</strong>r y el<strong>de</strong>recho <strong>de</strong>be permanecer también fluida. Tampoco la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> serlonecesariamente porque esté institucionalizada. Cada caso individual <strong>de</strong>be ser examinadoseparadamente para <strong>de</strong>scubrir si una institución internacional es meramente un órgano enun sistema disfrazado <strong>de</strong> política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r o si ejerce un po<strong>de</strong>r controlado que le ha sido<strong>de</strong>legado libremente por sus miembros.


En sistemas <strong>de</strong> política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong> política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r disfrazada, el tono no esestablecido tanto por Estados que tienen una tradición <strong>de</strong> auto mo<strong>de</strong>ración y respeto a <strong>las</strong>leyes, sino por Estados que son lo bastante po<strong>de</strong>rosos como para amenazar el equilibriointernacional existente y <strong>de</strong> los que pue<strong>de</strong> esperarse lo peor. El <strong>de</strong>recho en su nivel másbajo opera <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> semejante sociedad”. 338Sobre estos conceptos circunscribe Schwarzenberger la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, que va a ser labase para la estructuración general <strong>de</strong> su escrito, como veremos más a<strong>de</strong>lante.2 Los conceptos centrales en “Paz y guerra entre <strong>las</strong> naciones”. Habiendo <strong>de</strong>scrito los<strong>de</strong>rroteros que siguió la conceptualización <strong>de</strong>l inglés Schwarzenberger sobre la disciplina,veamos los elaborados por Aron. Como se recordará, cuando el pensador francés se refiereal contenido <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> dice que esa realidad no tienefronteras trazadas, todas el<strong>las</strong> son <strong>relaciones</strong> entre naciones, entendiendo por nación un tipocualquiera <strong>de</strong> colectividad política, territorialmente organizada Así, <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> son <strong>relaciones</strong> entre unida<strong>de</strong>s políticas, concepto que <strong>de</strong>signa a <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>sgriegas, al imperio romano o al egipcio y a <strong>las</strong> monarquías europeas, a <strong>las</strong> repúblicasburguesas o a <strong>las</strong> <strong>de</strong>mocracias populares. 339De acuerdo con esa i<strong>de</strong>a, el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s políticas es un estudio que rebasa elparámetro histórico <strong>de</strong>l concepto nación para trasladarse a cualquier momento <strong>de</strong> la historiadon<strong>de</strong> puedan ubicarse <strong>las</strong> mismas.Son cuatro los parámetros conceptuales en los que se mueve Aron, a saber: la teoría, <strong>las</strong>ociología, la historia y la praxeología. Y sobre ellos se van a <strong>de</strong>sarrollar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong>guerra y paz entre unida<strong>de</strong>s políticas.El sentido <strong>de</strong> la teoría lo <strong>de</strong>scribe Aron basándose en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entreunida<strong>de</strong>s políticas se encuentran en un estado <strong>de</strong> naturaleza, pues éste es lo que da sentido ala teoría <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. En palabras <strong>de</strong> Aron: “Los Estados no han salidoaún, en sus <strong>relaciones</strong> mutuas, <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> naturaleza. Si lo hubieran conseguido, nohabría ya teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>... Ello supone, en efecto, que <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>spolíticas estén circunscritas, sean i<strong>de</strong>ntificables. Ese es el caso cuando esas unida<strong>de</strong>s estánrepresentadas por diplomáticos o por soldados uniformados, o <strong>de</strong> otro modo, cuando el<strong>las</strong>ejercen efectivamente el monopolio <strong>de</strong> la violencia legítima, reconociéndoserecíprocamente. En ausencia <strong>de</strong> naciones, conscientes <strong>de</strong> el<strong>las</strong> mismas y <strong>de</strong> Estadosjurídicamente organizados, la política interior y la política exterior tien<strong>de</strong>n a confundirse,ya que aquélla no es esencialmente pacífica ni esta última tampoco es radicalmentebelicosa. . . Teniendo como tema central <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> interestatales en su significadoespecífico, es <strong>de</strong>cir, en su característica <strong>de</strong> alternativa y <strong>de</strong> alternancia <strong>de</strong> la paz y <strong>de</strong> la338 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 12 y 13339 Cfr. Aron, Raymond, Paz y guerra. . op. cit., p. 23.


guerra, la disciplina <strong>de</strong>stinada al estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no pue<strong>de</strong> hacerabstracción, ni <strong>de</strong> <strong>las</strong> diversas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> comercio entre <strong>las</strong> naciones e imperios, ni <strong>de</strong>los <strong>de</strong>terminantes múltiples que actúan en la diplomacia mundial, ni <strong>de</strong> <strong>las</strong> circunstanciasen <strong>las</strong> cuáles los estados aparecen y <strong>de</strong>saparecen. Una ciencia o filosofía total <strong>de</strong> la políticaenglobaría a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como uno <strong>de</strong> los capítulos, pero este capítuloguardaría su originalidad, ya que trataría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre unida<strong>de</strong>s políticas, cada una<strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales reivindica el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> hacerse justicia a sí misma y <strong>de</strong> ser la única dueña <strong>de</strong>la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> combatir o <strong>de</strong> no hacerlo”. 340De conformidad con esas premisas, Aron sugiere captar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> entres niveles distintos <strong>de</strong> conceptuación la alternativa <strong>de</strong> la paz y la guerra; el problema <strong>de</strong> lapolítica extranjera; y el doble problema <strong>de</strong> la supervivencia individual y <strong>de</strong> la supervivenciacolectiva que es la explicación sociológica <strong>de</strong>l curso <strong>de</strong> los acontecimientos, que suce<strong>de</strong>npor causas materiales o sociales. A partir <strong>de</strong> esa base conceptual, Aron <strong>de</strong>sarrolla su escrito.Pero antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir su concepción <strong>de</strong> la sociedad internacional veamos los supuestosteórico metodológicos que lo sustentan, luego <strong>de</strong> revisar el marco conceptual <strong>de</strong> Hoffman.3 Los conceptos en los comentarios <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías contemporáneas sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>. El texto <strong>de</strong> Hoffmann es una compilación <strong>de</strong> escritos con una intención querefiere en su prefacio, don<strong>de</strong> dice que: “Durante los últimos veinte años el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> internacional se ha <strong>de</strong>sarrollado consi<strong>de</strong>rablemente en los Estados Unidos. Elcreciente número <strong>de</strong> manuales, ensayos teóricos y monografías sobre los problemas másdiversos, los muchos análisis <strong>de</strong> la situación internacional actual y <strong>de</strong> la diplomacia <strong>de</strong>lsiglo XX, los estudios en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> políticas distintas; todos estos esfuerzos tien<strong>de</strong>n ahacer <strong>de</strong> la disciplina un cajón <strong>de</strong> sastre lleno hasta los bor<strong>de</strong>s, a la manera <strong>de</strong> la cienciapolítica en la época en que sus estudios se caracterizaban por una acumulación <strong>de</strong> cursosinconexos.Este libro es resultado <strong>de</strong> los dos sentimientos que este lujuriante <strong>de</strong>sarrollo ha suscitado enmí: insatisfacción ante el presente estado <strong>de</strong> la disciplina y esperanza <strong>de</strong> un planteamientomás fecundo. Tengo la convicción -convicción que comparte la mayoría <strong>de</strong> los autores- <strong>de</strong>que muchos <strong>de</strong> nuestros problemas en la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pue<strong>de</strong>nresolverse únicamente mediante un trabajo más sistemático que el realizado hasta ahora.” 341Posteriormente se refiere la estructuración <strong>de</strong>l texto: “De un lado hay una selección <strong>de</strong>lecturas: artículos y extractos <strong>de</strong> libros que plantean los problemas generales <strong>de</strong> ladisciplina hablan <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> teorías <strong>de</strong>scriben los intentos realizados por pensadorescontemporáneo en este sentido. De otro lado yo he expresado mi propio punto <strong>de</strong> vista340 Ibi<strong>de</strong>m, pp 26 y 27341 Hoffmann, Stanley op. cit., p. 13.


sobre estos diversos problemas y valorado esos intentos <strong>de</strong> teorización indicando posiblesvías <strong>de</strong> investigación. De aquí que el resultado sea un tanto <strong>de</strong>sconcertante; un libro <strong>de</strong>textos cuyo autor, en algunos casos, critica con bastante severidad <strong>las</strong> posiciones <strong>de</strong> losautores seleccionados.La primera parte <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> teorías en conexión con los problemas generales<strong>de</strong> alcance y objeto <strong>de</strong> la disciplina. La segunda parte presenta y examina los principalesplanteamientos contemporáneos <strong>de</strong> una teoría general <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Latercera parte ofrece algunas sugerencias en relación con nuevos intentos teóricos, menosambiciosos pero quizá más satisfactorios, e incluye un programa <strong>de</strong> investigaciónsistemática en sectores que consi<strong>de</strong>ro claves para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la disciplina. En cada una<strong>de</strong> estas partes el lector hallará primeramente mi comentario <strong>de</strong>spués una serie <strong>de</strong> textosescogidos y finalmente una breve bibliografía”. 342De acuerdo con esas indicaciones son diversos los aspectos que trata el autor sobre <strong>las</strong>teorías <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pero es en la tercera parte “Sugerencias para el estudio<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, don<strong>de</strong> indica dos tipos <strong>de</strong> investigación, uno sobre elpasado que es <strong>de</strong> manera predominante empírica y otro sobre el futuro con característicasmás normativas. Es en el primero don<strong>de</strong> aborda <strong>de</strong> manera específica lo referente a <strong>las</strong>ociología histórica.Sobre ella señala: “El primer camino que quiero apuntar es el camino que Raymond Aronha llamado sociología histórica. No es una teoría general en el sentido <strong>de</strong> una explicaciónglobal o una serie <strong>de</strong> hipótesis globales en este estado... no pue<strong>de</strong> aquí haber más teoríageneral que, digamos, en sociología. Es un planteamiento general basado en <strong>las</strong> siguientesi<strong>de</strong>as. . . Hemos <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r inductivamente; antes <strong>de</strong> llegar a ninguna conclusión sobre <strong>las</strong>ten<strong>de</strong>ncias generales que se manifiestan a través <strong>de</strong> la historia hemos <strong>de</strong> recurrir a unainvestigación histórica sistemática, no para convertir nuestra disciplina en historia, sinopara realizar <strong>las</strong> tareas que indicaremos aquí en términos generales”. 343Esos son los parámetros que le servirán <strong>de</strong> base a Hoffmann para su proposición teóricometodológicaque <strong>de</strong>scribiremos en nuestra siguiente sección.4.3.3 Supuestos teórico-metodológicos1 La sociología <strong>de</strong> la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Schwarzenberger. Ya se <strong>de</strong>scribió que paraSchwarzenberger <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es una rama <strong>de</strong> la sociología, aquella que seorienta al entendimiento <strong>de</strong> la sociedad internacional. Ahora, <strong>de</strong> esa sociedad internacional,el objeto particular <strong>de</strong> que se ocupa la disciplina es la evolución y estructura <strong>de</strong> esasociedad; los individuos o grupos que se encuentran <strong>de</strong> manera activa o pasiva <strong>de</strong> ese tipo342 Ibi<strong>de</strong>m. pp. l3 y 14.343 Ibi<strong>de</strong>m, p. 218.


<strong>de</strong> relación social; <strong>las</strong> conductas que se manifiestan en el contexto internacional; <strong>las</strong> fuerzasque se encuentran <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la acción que trascien<strong>de</strong> a la esfera internacional y los mo<strong>de</strong>los<strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas futuras que se espera se manifiesten en el plano internacional”. 344Partiendo <strong>de</strong> esas premisas teóricas para el entendimiento <strong>de</strong> la sociedad internacional, seresalta la imposibilidad <strong>de</strong> que se puedan separar los aspectos nacionales <strong>de</strong> los<strong>internacionales</strong>, don<strong>de</strong> estos últimos tienen un peso fundamental para condicionar a losprimeros. Teniendo en cuenta la dimensión <strong>de</strong>l objeto a estudiar, el autor reconoce que elcampo <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es <strong>de</strong>masiado amplio. Por ello laconstrucción teórica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> correspon<strong>de</strong> a una teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad internacional.Dada esa magnitud, y tomando en cuenta que la teoría sociológica <strong>de</strong> lo internacionalimplica una variedad <strong>de</strong> métodos, es necesario que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> seaboquen a la búsqueda <strong>de</strong> aquellos que sean los más a<strong>de</strong>cuados para lograr su objetivo. Conello la adopción <strong>de</strong> una metodología, implicaría la combinación <strong>de</strong> distintos métodos paralograr una síntesis <strong>de</strong> la complejidad <strong>de</strong> la realidad internacional. Ello se pue<strong>de</strong> hacermediante una combinación <strong>de</strong> elementos para el análisis, como son los hechos históricosque <strong>de</strong>n cuenta <strong>de</strong>l pasado, la dinámica <strong>de</strong>l presente que indique lo que se pue<strong>de</strong> hacercomo contraposición a lo que se <strong>de</strong>be hacer y la proyección hacia el futuro; pero en esteúltimo caso se requiere <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> proposiciones que partan <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> surelativismo el que se encuentra <strong>de</strong>marcado en la línea que separa la ciencia <strong>de</strong> la política, es<strong>de</strong>cir, entre el conocimiento y la acción.Estos lineamientos teórico-metodológicos se hacen presentes en su obra en la que lainci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l realismo político que permea su entendimiento <strong>de</strong> la sociedad internacional<strong>de</strong> manera fatalista, se enfrenta con una visión optimista en la que se consi<strong>de</strong>ra la posiblesuperación <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones en que se encuentran <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> Esa es lalabor <strong>de</strong> la ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, para que a partir <strong>de</strong>l Conocimiento <strong>de</strong>la realidad, se aboque a los objetivos <strong>de</strong> formular una ciencia <strong>de</strong> la planificacióninternacional Ello se <strong>de</strong>be a que: “El análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>l pasado y<strong>de</strong>l presente en términos <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> societarias <strong>de</strong> una especie extrema encierra unmensaje <strong>de</strong> esperanza. Las <strong>relaciones</strong> humanas pue<strong>de</strong>n funcionar, en cualquier nivel, en unespíritu societario o comunitario. La política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r disfrazada, notienen que ser el <strong>de</strong>stino eterno <strong>de</strong> la humanidad. La alternativa a la anarquía es el gobiernoy la alternativa a una sociedad internacional es la comunidad internacional. Está más allá<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la investigación y <strong>de</strong> la planeación científica engendrar <strong>las</strong> fuerzas <strong>de</strong> <strong>las</strong> que<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> el establecimiento <strong>de</strong> un verda<strong>de</strong>ro or<strong>de</strong>n internacional. Le conciernelegítimamente, no obstante, crear <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> la transformación <strong>de</strong>nuestro sistema <strong>de</strong> política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r disfrazada en una verda<strong>de</strong>ra comunidad internacional.344 Cfr. ScHwARZENBERGER, Georg, op. cit., p. 8.


En esa forma, la ciencia <strong>de</strong> la planeación internacional pue<strong>de</strong> auxiliar materialmente comocontrapeso <strong>de</strong>l efecto <strong>de</strong>structivo <strong>de</strong> la verdad <strong>de</strong>sagradable en los débiles <strong>de</strong> espíritu: elcinismo, la reacción impotente <strong>de</strong>l hombre sin fe ante la realidad que se impone”. 345En seguida, Schwarzenberger propone tres condiciones generales y siete particulares paracualquier proyecto <strong>de</strong> paz:Las condiciones generales son:Primera, el proyecto <strong>de</strong>be subordinar y limitar la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r en tal forma que puedaprevalecer el or<strong>de</strong>n internacional.Segunda, en una época en que, por necesidad, la guerra abierta entre <strong>las</strong> potenciasmundiales significa una guerra mundial, semejante proyecte <strong>de</strong>be ten<strong>de</strong>r, cuando menos, aluniversalismo funcional.Tercera, la esencia <strong>de</strong>l éxito <strong>de</strong>scansa no en el máximo sino en el mínimo <strong>de</strong> cambio que senecesita para ese propósito.Los particulares son más controvertibles y se establecen sólo como base para una discusión:1 Los miembros <strong>de</strong> la comunidad internacional <strong>de</strong>ben ser protegidos eficazmentecontra la interferencia a los <strong>de</strong>rechos que la comunidad les garantiza o les otorga;2 Para sus propios fines, la comunidad internacional requiere faculta<strong>de</strong>s gubernativasy ejecutivas a<strong>de</strong>cuadas;3 No bastan disposiciones para el arreglo judicial <strong>de</strong> <strong>las</strong> disputas <strong>internacionales</strong> entremiembros <strong>de</strong> la comunidad internacional. Para po<strong>de</strong>r adaptar continuamente <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> en <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s siempre cambiantes <strong>de</strong>l mundo dinámico, sonindispensables órganos legislativos o cuasi legislativos con facultad discrecional;4 Los miembros <strong>de</strong> la comunidad internacional <strong>de</strong>ben entregar a la comunidadinternacional, y abstenerse <strong>de</strong> reproducirlos, cualquier c<strong>las</strong>e <strong>de</strong> armamentos cuya retenciónpudiera impedir a la comunidad internacional que prevalezca sobre un miembro o unaposible combinación <strong>de</strong> miembros;5 El grado <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la comunidad internacional sobre sus miembros y <strong>las</strong>faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la comunidad internacional, <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> una condición: el mínimo <strong>de</strong>funciones y <strong>de</strong> interferencia compatibles con el funcionamiento a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong>l sistemacomunitario, y345 Ibi<strong>de</strong>m, p. 640.


6 Sin algún control directo sobre los ciudadanos <strong>de</strong> los Estados miembros, lacomunidad internacional no pue<strong>de</strong> crear lazos bastante fuertes como para contrarrestar losnacionales o <strong>de</strong> otra especie, ya existentes.7 A diferencia <strong>de</strong> la sociedad, una comunidad sólo pue<strong>de</strong> basarse en el principio <strong>de</strong>consentimiento; mientras que el principio <strong>de</strong> unanimidad lo haría impotente, los principios<strong>de</strong> igualdad y mayoría son compatibles con una protección amplia a <strong>las</strong> minorías y a losEstados miembros en esferas que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la comunidad internacional noson esenciales”. 346Es bajo esas premisas que complementa su proposición teórica sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> en don<strong>de</strong> se intercalan un repaso <strong>de</strong>l pasado que <strong>de</strong>rivó en el presente, unanálisis <strong>de</strong>l presente, fundado en la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, y una proposición hacia el futuro,don<strong>de</strong> se relacionan <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> organización <strong>de</strong> la sociedad internacional contemporáneapara transformarla en una comunidad.2 La sociología histórica <strong>de</strong> Raymond Aron. A partir <strong>de</strong> su monumental obra Paz y guerraentre <strong>las</strong> naciones, Raymond Aron fue perfilando una ten<strong>de</strong>ncia que <strong>de</strong>lineaba unaproposición teórico-metodológica, para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Endicho texto anuncia la aparición <strong>de</strong> una sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> cuyoobjetivo está centrado en <strong>de</strong>scribir los parámetros en los que históricamente ha fluctuado larelación <strong>de</strong> lo que él consi<strong>de</strong>ra como la sociedad internacional constituida por grupos <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r; éstos son, como ya se señaló, la guerra y la paz.Pero esos conceptos, aunados a los también referidos <strong>de</strong> política extranjera y supervivenciaindividual y colectiva, tienen que ser <strong>de</strong>terminados por la posición <strong>de</strong> los cuatro elementosque, <strong>de</strong> manera complementaría, permean los mismos.Estos elementos sustentan la proposición <strong>de</strong> un marco teóricometodológico que sirva paraenten<strong>de</strong>r la estructura y la dinámica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en su totalidad. Estoselementos son: la teoría, la sociología, la historia y la praxeología todas el<strong>las</strong> mediadasdialécticamente por la realidad misma.Sobre la teoría y su relación con los <strong>de</strong>más elementos Cár<strong>de</strong>nas dice: “El Primer nivel es el<strong>de</strong> la investigación propiamente teórica cuya función esencial es fundamentar los criteriosque permitan la selección <strong>de</strong> los elementos básicos que <strong>de</strong>ben ser el principal objeto <strong>de</strong>análisis. Paralela a esta acción es la tarea <strong>de</strong> crítica epistemológica que consiste en laelaboración y justificación <strong>de</strong> los principales instrumentos conceptuales. En últimainstancia es la reflexión teórica la que permite diferenciar y acordar un carácter específicoal estudio teórico <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> mostrando <strong>las</strong> particularida<strong>de</strong>s que losdiferencian <strong>de</strong> la encuesta histórica o Sociológica. La reflexión teórica es el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong>346 Ibi<strong>de</strong>m, Pp.640 y 641.


eg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l juego, <strong>de</strong> los conceptos que permiten establecer<strong>las</strong> y <strong>de</strong> la realidad que se imponecomo necesaria al establecimiento <strong>de</strong> esas reg<strong>las</strong>. . . para la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, la <strong>de</strong>terminación arbitraria <strong>de</strong> los fines que condicionan <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> laactividad lúdica, o la maximización necesaria <strong>de</strong> la productividad en un medio bajo lainfluencia <strong>de</strong> la necesidad o el concensus general —que ocasionalmente guía o <strong>de</strong>terminauna política nacional-, no constituyen su problema fundamental. Este se origina en el hecho<strong>de</strong> que la política internacional es una actividad que en conjunto no tiene un fin único sinouna pluralidad <strong>de</strong> fines, generalmente contradictorios, que son perseguidos con la mismaintensidad por los diferentes centros autónomos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión. Y es precisamente eso, laausencia <strong>de</strong>l monopolio <strong>de</strong> la violencia legítima (que en el Estado nacional está simbolizadapor la policía y <strong>las</strong> leyes que protegen el or<strong>de</strong>n público) y la ausencia <strong>de</strong> un centro <strong>de</strong><strong>de</strong>cisión exclusivo, lo que hace que <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones entre los Estados se caractericen por elhecho <strong>de</strong> que cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s que intervienen en el juego —don<strong>de</strong> no existeárbitro supremo, reivindique el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> hacerse justicia a sí misma y <strong>de</strong> ser la únicadueña <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> combatir o <strong>de</strong> no hacerlo.La reflexión sobre estos temas lo lleva a interrogarse acerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong>posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la tarea teórica misma. Si <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s políticas existiesenin<strong>de</strong>pendientemente unas <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras, sin contacto frecuente <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s diplomáticas y<strong>las</strong> bélicas no podrían tener lugar (ésta era la situación durante la etapa pre diplomática); si<strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s políticas se encontrasen bajo el control <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n superior (lo quesignificaría la creación <strong>de</strong> un Estado universal), <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s diplomáticas se convertiríanen puramente administrativas Las luchas armadas tendrían un carácter <strong>de</strong> guerras intestinasy se viviría —<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista político en una etapa Pos diplomática”. 347Sobre la sociología en el escrito <strong>de</strong> Aron, el mismo Cár<strong>de</strong>nas afirma: “El análisis <strong>de</strong> losfactores políticos o como lo llama Aron, <strong>de</strong> <strong>las</strong> conductas diplomático-estratégicas, es elque nos permite <strong>de</strong> la manera más segura penetrar la textura inteligible <strong>de</strong> los procesos<strong>internacionales</strong>. En tanto que en el análisis político <strong>las</strong> conductas diplomático-estratégicaspue<strong>de</strong>n ser reducidas a una dialéctica <strong>de</strong> fines y medios, es el análisis histórico-sociológicoel que nos pue<strong>de</strong> indicar en qué condiciones ciertos medios son más frecuentementeempleados y en qué condiciones precisas se persiguen fines <strong>de</strong>terminados. Con base en losconceptos y mo<strong>de</strong>los analíticos propuestos por la reflexión teórica, el politólogo afronta larealidad <strong>de</strong> la historia para <strong>de</strong>mostrar o corroborar sus hipótesis. La sociología se presentacomo la transición entre el rigor <strong>de</strong>l análisis conceptual y la riqueza <strong>de</strong> <strong>las</strong> aportaciones queaporta la encuesta histórica.Esta segunda perspectiva <strong>de</strong> la investigación, la sociológica, le permite a Aron criticar <strong>las</strong>doctrinas y teorías contemporáneas y examinar con una duda metodológica <strong>las</strong>interpretaciones fundadas en la geopolítica, en los análisis <strong>de</strong>mográficos, en el347 Cár<strong>de</strong>nas Elorduy Emilio. Sociología y teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>…op. cit., PP. 158-161


<strong>de</strong>terminismo económico, en <strong>las</strong> consi<strong>de</strong>raciones político-nacionalistas y en <strong>las</strong>interpretaciones fundadas en el concepto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>venir <strong>de</strong> la humanidad. . . La accióndiplomático-estratégica es una acción competitiva, constituida <strong>de</strong> múltiples y ambiguosfines y no hay ninguna regla que la rija en su totalidad. El po<strong>de</strong>r, que es un medio <strong>de</strong> llegara un fin y que le da un sentido, no pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado como el rasero que le permitamedir, comparar o interpretar todas <strong>las</strong> acciones diplomáticas. Se <strong>de</strong>be partir <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong>los fines que el po<strong>de</strong>r se asigna como tal, o <strong>de</strong> <strong>las</strong> metas que los hombres <strong>de</strong> Estado asignanal po<strong>de</strong>r. . . Aron elabora una teoría parcial <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong> la política exterior fundadaen una c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los fines a partir <strong>de</strong> la “naturaleza <strong>de</strong> los objetos” que los Estadostratan <strong>de</strong> obtener, es <strong>de</strong>cir, los objetivos concretos el espacio, los hombres, <strong>las</strong> almas. Enotro nivel más alto, proce<strong>de</strong> a una c<strong>las</strong>ificación terciaria fundada en la naturaleza <strong>de</strong> <strong>las</strong>ventajas a <strong>las</strong> que aspiran los Estados; es lo que él <strong>de</strong>nomina objetivos abstractos: <strong>las</strong>eguridad, el po<strong>de</strong>r, la gloria”. 348En la relación <strong>de</strong> la historia con la sociología, se intercalan los aspectos teóricos <strong>de</strong>lconocimiento <strong>de</strong> la realidad internacional, con los metodológicos, sobre ello Cár<strong>de</strong>nasafirma: “El análisis histórico y sociológico <strong>de</strong> la conducta diplomático-estratégica<strong>de</strong>muestra que los fines a los que ella aspira pue<strong>de</strong>n ser múltiples y ambiguos, pero almismo tiempo ese análisis permite reducirlos a una serie <strong>de</strong> objetivos limitados, <strong>de</strong>naturaleza y niveles diferentes, que una vez <strong>de</strong>bidamente conceptualizados pue<strong>de</strong>nconvertirse en un instrumento irremplazable para la i<strong>de</strong>ntificación y explicación <strong>de</strong> unaacción política que a primera vista pueda parecer arbitraria o in<strong>de</strong>terminada. El análisis <strong>de</strong>Aron parece conducir a la conclusión siguiente: si es verdad que la reflexión teórica es laúnica que pue<strong>de</strong> dar los instrumentos conceptuales necesarios para la comprensión y elanálisis, esta misma reflexión, en su tarea crítica, revela un hecho <strong>de</strong> importancia relevantela importancia <strong>de</strong> elaborar una teoría general <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.. . Realmentetoda ciencia social no pue<strong>de</strong> volverse científica sino en la medida en que ella poseainstrumentos <strong>de</strong> análisis que le permitan <strong>de</strong>tectar, analizar, interpretar y en una ciertamedida prever <strong>las</strong> líneas generales <strong>de</strong> una acción y sus consecuencias posibles a la luz <strong>de</strong>los datos conocidos. La respuesta <strong>de</strong> Aron. . . es positiva a pesar <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar imposible laelaboración <strong>de</strong> una teoría global omnicomprensiva, pues cree factible (y su obra lo trata <strong>de</strong><strong>de</strong>mostrar), la elaboración <strong>de</strong> un método <strong>de</strong> investigación global que pueda ser aplicado auna totalidad tan compleja como la política mundial. Su método consiste en la aplicación <strong>de</strong>un análisis cuádruple, simbolizado por <strong>las</strong> partes o divisiones <strong>de</strong> su obra y quecorrespon<strong>de</strong>n a <strong>las</strong> diversas maneras según <strong>las</strong> cuales un fenómeno político internacional<strong>de</strong>be ser tratado para su cabal interpretación. Es necesario recalcar que toda acción o<strong>de</strong>cisión política tiene lugar en un marco social e histórico que la explica y, <strong>de</strong> una ciertamanera, la “<strong>de</strong>termina”. Eso significa que <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones políticas son tomadas por unaparte en función <strong>de</strong> los marcos internos <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s políticas, y por otra, <strong>de</strong> la estructura348 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 167 y 168.


particular que correspon<strong>de</strong> al sistema internacional en el cual se encuentra ubicada estaunidad política. Porque existen estas restricciones, estas <strong>de</strong>terminantes que son <strong>las</strong>estructuras tanto <strong>de</strong>l sistema interno como <strong>de</strong>l sistema internacional, Aron pue<strong>de</strong> construir,con la ayuda <strong>de</strong> un riguroso método weberiano, los diferentes tipos <strong>de</strong> situaciones queenmarcan una <strong>de</strong>cisión o acción política. Proce<strong>de</strong>r a la elaboración <strong>de</strong> tipologías es la tareamás alta a la que se pue<strong>de</strong> aspirar en el campo <strong>de</strong> la teoría. Establecer una tipologíaabstracta es, antes que nada, distinguir, y distinguir es clarificar. La clarificación <strong>de</strong> esaconsi<strong>de</strong>rable cantidad <strong>de</strong> fenómenos, aparentemente inconexos, que representan los hechos<strong>de</strong> la diplomacia internacional, es el principal propósito <strong>de</strong> Aron en la segunda sección <strong>de</strong>su obra, en la cual aplica a la realidad sociológica los conceptos elaborados en la primeraparte, la propiamente teórica”. 349Luego <strong>de</strong> haber referido la relación entre la sociología, la teoría y la historia, su apartadosobre historia le sirve para hacer una reflexión sobre <strong>las</strong> armas atómicas y la inci<strong>de</strong>ncia enel mantenimiento o transformación <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, a lo que concluye quepara el momento no se vislumbra una transformación radical.Finalmente, el concepto <strong>de</strong> praxeología lo <strong>de</strong>sarrolla en el cuarto apartado; sobre ésteCár<strong>de</strong>nas afirma que: “A pesar <strong>de</strong> poseer Aron un espíritu sutilmente dialéctico, tiene quereconocer, al elaborar la cuarta perspectiva con la que completa su método <strong>de</strong> análisisglobal, que en la realidad la acción política tiene caracteres esencialmente antinómicos. Lacuarta sección la <strong>de</strong>dica a <strong>las</strong> reflexiones que suscitan <strong>las</strong> implicaciones normativas quecontiene toda teoría en el campo <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales, así como a la formulación <strong>de</strong>conclusiones a <strong>las</strong> que llega <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> efectuar los análisis formales <strong>de</strong> la primera parte, <strong>de</strong><strong>las</strong> regulaciones sociológicas <strong>de</strong> la segunda y <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>scripciones históricas <strong>de</strong> la tercera.La praxeología tiene como objetivo <strong>de</strong>terminar <strong>las</strong> responsabilida<strong>de</strong>s, así como el papel quejuega el Estado-nación en el actual sistema internacional global. ¿A qué reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> acción elhombre <strong>de</strong> Estado <strong>de</strong>be obe<strong>de</strong>cer cuando diseña <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s líneas <strong>de</strong> su diplomacia? Larespuesta no es fácil y es un error pensar en una simple generalización <strong>de</strong> la moralindividual. El espíritu <strong>de</strong> sacrificio es consi<strong>de</strong>rado como una virtud en el individuo; sinembargo, el hombre político que sacrifica el interés vital <strong>de</strong> su país a los <strong>de</strong> un país rival esconsi<strong>de</strong>rado traidor. . . El problema <strong>de</strong> la moralidad, <strong>de</strong> la normatividad, <strong>de</strong> la axiología, sepresenta en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en dos niveles diferentes: en el nivelabstracto <strong>de</strong>l análisis y en el concreto <strong>de</strong> la práctica. El primero es el nivel <strong>de</strong> laconstatación <strong>de</strong> un hecho y su interpretación objetiva el segundo es el <strong>de</strong> los juicios,preceptos y consejos en que <strong>de</strong>semboca todo análisis político. Aron ha tratado <strong>de</strong> estudiar<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> los juicios morales y <strong>de</strong> <strong>las</strong>concepciones metafísicas, tomando como punto <strong>de</strong> partida para su análisis dos evi<strong>de</strong>ncias349 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 169-171.


para él fundamentales: la posibilidad <strong>de</strong> que estalle una guerra está presente en <strong>las</strong><strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> los gobiernos, y el hecho <strong>de</strong> que <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> la costumbre o positivas seanrespetadas por los hombres <strong>de</strong> Estado, pero que estos últimos no <strong>las</strong> interpreten jamás como“recurso a la fuerza” cuando se trata <strong>de</strong> salvaguardar los intereses vitales <strong>de</strong>l “honornacional”. Aron piensa que su análisis es neutral porque era a un tiempo comprensión <strong>de</strong>hechos (tal ha sido a través <strong>de</strong>l tiempo el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre los Estados) y <strong>de</strong>sentidos subjetivos (los hombres <strong>de</strong> Estado, los ciudadanos, los filósofos, han reconocidosiempre una diferencia <strong>de</strong> naturaleza entre el or<strong>de</strong>n interno a <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s y el or<strong>de</strong>n entre<strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s)”. 350Descritos los elementos clave <strong>de</strong> <strong>las</strong> proposiciones teórico metodológicas <strong>de</strong> Aron,Cár<strong>de</strong>nas <strong>las</strong> circunscribe afirmando: “La reflexión teórica no pue<strong>de</strong> evitar el análisis <strong>de</strong> losaspectos normativos que implica toda teoría política. Pero si quiere alejarse <strong>de</strong> la mitologíao <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong>be evitar confundir el análisis empírico con la formulación normativa.La verda<strong>de</strong>ra politología <strong>de</strong>be, al mismo tiempo que reconocer el lado complementario <strong>de</strong>estos aspectos, señalar sus diferencias y proce<strong>de</strong>r a los análisis particulares separadamente,evitando <strong>de</strong> ese modo la confusión consistente en tomar un cierto tipo <strong>de</strong> hipótesis <strong>de</strong>trabajo como realida<strong>de</strong>s. A partir <strong>de</strong> los presupuestos relativistas <strong>de</strong> los que parte Aron, ycomo buen epistemólogo que es (el nuevo nombre que ha tomado el here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>lescepticismo en nuestros días), consi<strong>de</strong>ra que el conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales nopermite pre<strong>de</strong>cir el futuro, ni dictar al príncipe los lineamientos <strong>de</strong> conducta. Lo más quepue<strong>de</strong> hacer el politólogo, quien preten<strong>de</strong> ser un consejero mo<strong>de</strong>rno <strong>de</strong>l príncipe, escalcular a partir <strong>de</strong> lo obtenido empíricamente <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> realizar los valores quese da el príncipe como metas u objetivos. Si el consejero <strong>de</strong>l príncipe no proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> estaforma, apelando a la realidad, en la medida en que ella pueda ser conocida histórica,psicológica y sociológicamente para hacer <strong>de</strong> la política una ciencia <strong>de</strong> lo posible, entonces,<strong>de</strong>sconociendo los imperativos y <strong>las</strong> ambigüeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la realidad, llega a ser el confi<strong>de</strong>nte<strong>de</strong> la provi<strong>de</strong>ncia, y tomando lo que <strong>de</strong>sea como realida<strong>de</strong>s, preten<strong>de</strong> que coincidan con elplan <strong>de</strong> la historia futura... La tarea <strong>de</strong> teorizar en materia <strong>de</strong> política mundial, cuando tomacomo base una actitud esencialmente crítica, no pue<strong>de</strong> llegar al último grado <strong>de</strong>generalizaciones sin pasar por la etapa <strong>de</strong> <strong>las</strong> interrogaciones pru<strong>de</strong>ntes. Estas interrogantesno pue<strong>de</strong>n limitarse a ser dirigidas hacia los fundamentos o principios que <strong>las</strong> teoríasanteriores y divergentes dan como principios <strong>de</strong> la legitimidad <strong>de</strong>l discurso, sino que <strong>de</strong>benir más lejos e interrogar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> realizar la tarea analítica por la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> <strong>las</strong> propiashipótesis iníciales. Las hipótesis teóricas <strong>de</strong>l método sociológico propuesto por Aron y <strong>las</strong>consi<strong>de</strong>raciones praxeológicas a <strong>las</strong> que conduce, aspiran sobre todo al reconocimiento <strong>de</strong>los límites <strong>de</strong> la certeza en <strong>las</strong> ciencias humanas, no solamente en cumplir <strong>las</strong> formalida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n lógico que aseguran la corrección <strong>de</strong>l discurso sino también el “buen sentido”, ya350 Ibí<strong>de</strong>m, p. 178 y 179.


que la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> sus significaciones encuentra su origen en el hecho <strong>de</strong> que la reflexiónteórica está integrada a una perspectiva esencialmente histórica”. 351En este planteamiento <strong>de</strong> Aron po<strong>de</strong>mos resumir lo que entien<strong>de</strong> por el principio teóricometodológicopara el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.3 Sociología histórica y sistema internacional en la teoría <strong>de</strong> Hoffmann. Partiendo <strong>de</strong>lanálisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> “situaciones históricas” o constelaciones diplomáticas <strong>de</strong> Aron, diceHoffmann: “Comparando los resultados <strong>de</strong> nuestro análisis <strong>de</strong> diversas situacionesseparadas por intervalos <strong>de</strong> parecida extensión podríamos <strong>de</strong>limitar y <strong>de</strong>scribir sistemashistóricos <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>; trataríamos <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong> principales variables<strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> estos sistemas y <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir la dinámica <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> un sistema a otro.Este estadio sería semejante a la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> los sistemas políticos internos.Un segundo estadio sería la comparación <strong>de</strong> los sistemas históricos... <strong>de</strong>finiríamos tipos <strong>de</strong>sistemas <strong>internacionales</strong> caracterizado cada uno <strong>de</strong> ellos por un rasgo o una combinación <strong>de</strong>rasgos que <strong>de</strong>termina su originalidad. Uno podría ser el tipo <strong>de</strong> sistemas <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>los períodos revolucionarios, períodos en que no se respetan <strong>las</strong> viejas reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l juego y enque aparecen totalmente nuevos que los procedimientos e instituciones existentes durante elperíodo anterior son impotentes para resolver. El nuestro no es el primero <strong>de</strong> estos períodos.El problema que el espacio exterior nos plantea es comparable a los problemas planteadospor los gran<strong>de</strong>s problemas <strong>de</strong>l siglo XVI (son necesarias nuevas normas para la adquisición<strong>de</strong> territorios, para el espacio marítimo, etc.). Los únicos problemas radicalmente nuevos <strong>de</strong>nuestro tiempo son los <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> <strong>las</strong> armas nucleares y los <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo económico <strong>de</strong> lafase poscolonial. Todos los restantes, la disolución <strong>de</strong> los imperios, el antagonismo <strong>de</strong> lossúper Estados, la guerra i<strong>de</strong>ológica, etc., no carecen <strong>de</strong> prece<strong>de</strong>ntes. Otro tipo <strong>de</strong>comparación entre sistemas nos llevaría, por lo menos, a algunas generalizaciones útilesacerca <strong>de</strong> aspectos comunes a muchos sistemas. Así, se podrían estudiar tipos <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong>entre <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s básicas que aparecen en casi todos los sistemas; por ejemplo, el conflictoarmado, o el proceso <strong>de</strong> equilibrio, o el <strong>de</strong>recho internacional, o <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entreunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> distinto carácter (un imperio y una ciudad-Estado o un Estado multinacional yun Estado-nación). Comparando sistemas se podrían estudiar también diversos tipos <strong>de</strong>políticas exteriores, como, por ejemplo, la política exterior <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones en períodos enque pier<strong>de</strong>n su influencia; la política exterior <strong>de</strong> naciones <strong>de</strong> reciente creación; losproblemas con que se enfrentan y <strong>las</strong> reacciones que adoptan Estados po<strong>de</strong>rosos que, altratar <strong>de</strong> mantener un equilibrio <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r en el mundo y <strong>de</strong> impedir la hegemonía mundial<strong>de</strong> un rival, sufren constantemente la necesidad <strong>de</strong> hallar medios <strong>de</strong> mitigar <strong>las</strong> disputasentre sus propios aliados, o entre uno <strong>de</strong> sus aliados y un tercero, o entre dos Estados noaliados suyos. El papel <strong>de</strong> los factores seleccionados que influyen la política exterior podría351 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 182 y 183.


ser examinado también en diversos sistemas por ejemplo, los canales y el peso <strong>de</strong> laopinión pública o el papel <strong>de</strong> los factores económicos objetivos y <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> presión.Finalmente podrían hacer comparaciones entre sistemas políticos internos e <strong>internacionales</strong>y entre tipos <strong>de</strong> sistemas internos e <strong>internacionales</strong>. Pues hay muchos problemassemejantes: la organización <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y sus limitaciones, la compensación <strong>de</strong> los intereses,el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l consenso y la legitimidad, la posibilidad <strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> procedimientos <strong>de</strong>cambio. He establecido antes los supuestos <strong>de</strong> la autonomía <strong>de</strong> nuestra disciplina hapropendido a presuponer una rígida separación entre <strong>las</strong> esferas <strong>de</strong> organización políticainterna e internacional o a consi<strong>de</strong>rar estas últimas como si fuesen <strong>de</strong>sviaciones <strong>de</strong> <strong>las</strong>primeras; esta labor <strong>de</strong> comparación sería interesante.Tras el programa que sugiero hay un supuesto que es preciso formular: Un conocimiento <strong>de</strong>la política mundial o <strong>de</strong> cualquier aspecto <strong>de</strong> la misma supone un conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong>características <strong>de</strong>l sistema internacional. El comportamiento <strong>de</strong> una variable <strong>de</strong>terminada<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> situaciones o constelaciones en que figura, y estas situaciones son, a su vez,en gran parte función <strong>de</strong>l sistema internacional en que se dan. En especial la libertad <strong>de</strong>acción <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s básicas es limitada, y sus <strong>de</strong>cisiones son condicionadas por lanaturaleza <strong>de</strong>l sistema.Este supuesto tiene tres consecuencias.La primera es que es un error limitar el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> a losproblemas contemporáneos. Nuestra incurable ten<strong>de</strong>ncia a generalizar es peculiarmenteperjudicial cuando nuestras generalizaciones están basadas en un segmento muy pequeño<strong>de</strong> la esfera. Cada uno <strong>de</strong> los conceptos que empleamos tiene un significado distinto endistintos contextos <strong>de</strong> espacio-tiempo. Esto también es aplicable al gobierno comparado,pero raras veces lo tratamos sin perspectiva histórica.. . Pero la efectividad <strong>de</strong> estosinstrumentos varía con la naturaleza <strong>de</strong>l sistema internacional en que se emplean; sólo unenfoque histórico pue<strong>de</strong> ayudarnos a evitar el error <strong>de</strong> generalizar a partir <strong>de</strong> la experiencia<strong>de</strong> un sistema. Un retorno a la historia nos curaría <strong>de</strong> nuestra ten<strong>de</strong>ncia a consi<strong>de</strong>rar <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como una actividad fundamentalmente occi<strong>de</strong>ntal, que comienzaal final <strong>de</strong> la Edad Media; <strong>de</strong>bemos incluir en nuestra investigación <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> civilizaciones no occi<strong>de</strong>ntales y la política interior <strong>de</strong> otros períodosdistintos a los <strong>de</strong> la ciudad- Estado o la nación-Estado. Las <strong>relaciones</strong> entre imperios, <strong>las</strong>complejas jerarquías <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los imperios, <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre imperios y los pueblossituados en sus fronteras merecen ser estudiadas.Asimismo, como hemos <strong>de</strong>stacado anteriormente, el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> es un estudio <strong>de</strong>l cambio; <strong>las</strong> fuerzas <strong>de</strong>l cambio no pue<strong>de</strong>n serconsi<strong>de</strong>radas como externas o divergentes: son fundamentales e internas; a<strong>de</strong>más, laausencia <strong>de</strong> una suprema camisa <strong>de</strong> fuerza comparable al Estado en la política interna


transforma a la política internacional en la pura dinámica <strong>de</strong> sistemas abiertos. Esto noquiere <strong>de</strong>cir que no haya regularida<strong>de</strong>s o ciclos, pero a quienes se interesan más por estospatrones se les <strong>de</strong>be instar especialmente a que se dirijan a la historia, pues <strong>de</strong> la historia, yno por <strong>de</strong>ducción <strong>de</strong> hipótesis abstractas, pue<strong>de</strong> obtener la teoría <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> la disciplina...Un retorno a la historia nos disuadiría también <strong>de</strong> elaborar explicaciones en <strong>las</strong> que seotorga un papel <strong>de</strong>terminante a una variable específica que juega ese papel en el presente,pero no con la misma intensidad en todas <strong>las</strong> épocas; por ejemplo, el <strong>de</strong>sarrollo económico.Por último una exploración <strong>de</strong> la historia nos permitirá distinguir entre los nuevosproblemas planteados por los progresos contemporáneos y los viejos y recurrentes.Una segunda consecuencia es que <strong>de</strong>bemos evitar el peligro <strong>de</strong> presentar un esquemaestático <strong>de</strong> variables interrelacionadas sin indicar su respectiva importancia, y el peligro <strong>de</strong>acentuar causas exclusivas, o <strong>de</strong>terminadas ten<strong>de</strong>ncias o variables aisladamente...Evitaremos este doble peligro si empezamos analizando y comparando situacionesconcretas. Podremos así, por una parte, <strong>de</strong>terminar cuáles son los factores y cor<strong>relaciones</strong>verda<strong>de</strong>ramente pertinentes (y en qué circunstancias) y, por otra, comprobar <strong>las</strong> hipótesis<strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> estudios especializados sobre nuestra disciplina o sobre otras. Estos estudiosse basan con frecuencia en supuestos relativos a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> que nopue<strong>de</strong>n ser aceptados en principio (como el postulado que establecen muchos psicólogos <strong>de</strong>que <strong>las</strong> tensiones individuales y <strong>de</strong> grupo son semejantes).El planteamiento que sugiero podría ser una solución <strong>de</strong>l dilema <strong>de</strong>l estudioso <strong>de</strong> <strong>las</strong>ciencias sociales: un “todo social” como campo total nunca se pue<strong>de</strong> captar científicamente,y sólo po<strong>de</strong>mos estudiar <strong>de</strong>terminados aspectos <strong>de</strong>l mismo. Pero si no partimos, por lomenos, <strong>de</strong> una aproximación <strong>de</strong>l todo, y nos centramos en ten<strong>de</strong>ncias singulares o enpequeños experimentos empíricos, esos fragmentos <strong>de</strong>l todo no pue<strong>de</strong>n ser objeto <strong>de</strong> unaestimación correcta. Por ejemplo, cometemos el error <strong>de</strong> estudiar los problemas yconsecuencias <strong>de</strong> la ayuda económica exterior sin tener en cuenta <strong>las</strong> condiciones sociales ypolíticas que <strong>de</strong>terminan en buena medida los efectos <strong>de</strong> estas ayudas sobre los que lareciben... Ciertamente no hemos <strong>de</strong> suponer que la naturaleza <strong>de</strong>l sistema internacional<strong>de</strong>termina absolutamente la conducta <strong>de</strong> sus componentes, pero <strong>de</strong>bemos analizar esteúltimo separándolo <strong>de</strong>l primero.La tercera consecuencia pudiera ser más discutible. Hay tres tareas tan necesarias, por lomenos, como la búsqueda <strong>de</strong> regularida<strong>de</strong>s y generalizaciones. La primera es una tarea <strong>de</strong>c<strong>las</strong>ificación, pues la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l tipo anatómico y la categorización pue<strong>de</strong>n ser tanimportantes como <strong>las</strong> repeticiones y la predicción, y en realidad, son un requisito previo <strong>de</strong>esta última. Hemos <strong>de</strong> prestar mayor atención a los instrumentos <strong>de</strong> análisis que utilizamosa diario. Cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> expresiones empleadas en los libros <strong>de</strong> texto ocultan más querevelan una serie <strong>de</strong> situaciones distintas. Existen diferentes c<strong>las</strong>es <strong>de</strong> conflictos, diferentestipos <strong>de</strong> técnicas <strong>de</strong> acomodación, <strong>de</strong> procedimientos <strong>de</strong> integración. Subcategorías tales


como guerra, equilibrio <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, negociación, fe<strong>de</strong>ralismo e imperialismo han <strong>de</strong> ser<strong>de</strong>scompuestas también.En segundo lugar, es necesario un análisis sistemático <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferencias —no <strong>de</strong> <strong>las</strong>semejanzas entre patrones <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, pues sólo así podremos i<strong>de</strong>ntificar<strong>las</strong> variables dominantes que operan en diferentes épocas y lugares, y distinguir tipos...Una tercera tarea, relacionada con <strong>las</strong> anteriores, consiste en <strong>de</strong>terminar la función <strong>de</strong>factores contingentes frente a los regulares, función que los estudiosos <strong>de</strong> <strong>las</strong> cienciassociales y políticas tien<strong>de</strong>n a <strong>de</strong>scartar con <strong>de</strong>masiada ligereza, como si los actos <strong>de</strong> losindividuos en la historia pudiesen ser siempre eliminados o reducidos a <strong>las</strong> corrientes oleyes generales. Relegarlos a la posición <strong>de</strong> “variables azarosas” propicia tal error. Nuestrosiglo, que a primera vista parece estar dominado por la rebelión <strong>de</strong> <strong>las</strong> masas o la acción <strong>de</strong>vastos movimientos colectivos, pasará a la historia como el siglo <strong>de</strong> po<strong>de</strong>rosos lí<strong>de</strong>res. . . Atodos estos efectos, y también para buscar regularida<strong>de</strong>s, el método comparado esindispensable. Sin él pasaríamos <strong>de</strong>l extremo <strong>de</strong> <strong>las</strong> abstracciones totalmente <strong>de</strong>sprovistas<strong>de</strong> raíz, al extremo <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar únicamente hechos individuales sin suficienteconceptualización. . . El lector podrá objetar que lo que sugiero es exactamente lo que estánhaciendo los teóricos y los libros <strong>de</strong> texto. Pero mi tesis es, <strong>de</strong> un lado, que hemos <strong>de</strong>proce<strong>de</strong>r metódica y gradualmente, y que la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> muchas teorías proviene <strong>de</strong> supretensión <strong>de</strong> saltar etapas. En cuanto a los textos, con frecuencia son asistemáticos y selimitan a la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l sistema internacional contemporáneo, salpicada <strong>de</strong>reminiscencias <strong>de</strong> la diplomacia europea <strong>de</strong>l siglo XIX.Esto me hace retroce<strong>de</strong>r a la primera fase <strong>de</strong> nuestro programa, la única que se pue<strong>de</strong> y quese <strong>de</strong>be planear <strong>de</strong> momento con cierto <strong>de</strong>talle: la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> sistemas históricos <strong>de</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Hemos <strong>de</strong> recordar que la aplicación <strong>de</strong>l método comparado almaterial histórico no es posible si se limita a una comparación <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong>acontecimientos, puesto que éstos tienen un carácter esencialmente singular. Necesitamosvariables que sean susceptibles <strong>de</strong> un tratamiento general. Nos <strong>las</strong> dará un esquema general<strong>de</strong>finido como serie <strong>de</strong> cuestiones interrelacionadas o, como se le <strong>de</strong>nomina en ocasiones,un “cajón”, pero, si se me permite <strong>de</strong>cirlo así, flexible, y cuya función principal es serutilizada. Pues <strong>las</strong> ciencias sociales están llenas <strong>de</strong> cajones no utilizados que han asumidouna vida propia triste, anodina...” 352La amplia reproducción <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Hoffmann es esencial para enten<strong>de</strong>r los preceptosteórico-metodológicos <strong>de</strong> su peculiar <strong>de</strong>sarrollo: la sociología histórica que permite integrar<strong>las</strong> concepciones norteamericanas sobre el sistema internacional con <strong>las</strong> perspectivas sociohistóricas europeas.352 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 219 y 224.


Los planteamientos <strong>de</strong> los tres autores nos dan un esbozo sobre esa cosmovisión teóricometodológica<strong>de</strong> la sociología histórica, pero hay aspectos propios <strong>de</strong> los métodos, que sibien son parte <strong>de</strong> sus proposiciones integrales, los <strong>de</strong>stacaremos <strong>de</strong> manera separada pararesaltar sus formas <strong>de</strong> aproximarse al conocimiento <strong>de</strong> la realidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.4.3.4 Métodos <strong>de</strong> análisisLas concepciones teórico-metodológicas sirven <strong>de</strong> punto <strong>de</strong> partida para i<strong>de</strong>ntificar losmétodos propios <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> líneas <strong>de</strong> investigación.Veamos cómo se perfila la utilización <strong>de</strong> los métodos para cada uno <strong>de</strong> los autores en <strong>las</strong>ociología histórica.1 La variedad <strong>de</strong> los métodos sociológicos en apoyo al conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>. Para Schwarzenberger, como se recuerda, el objeto <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es la sociedad internacional en dos aspectos, su evolución y suestructura; y en cada uno <strong>de</strong> esos aspectos se <strong>de</strong>ben contemplar los tipos <strong>de</strong> conducta, <strong>las</strong>fuerzas que operan tras la acción y los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> lo que se espera para el futuro; tampocose pue<strong>de</strong> olvidar la relación entre lo nacional y lo internacional. Todo ello va <strong>de</strong>marcando elobjeto <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> la realidad internacional como muy complejo, pero también seentien<strong>de</strong> que el avance sobre el conocimiento compren<strong>de</strong> una totalidad. Ello impi<strong>de</strong> que setenga un solo método para el conocimiento <strong>de</strong> ese complejo, por lo que Schwarzenbergersugiere que <strong>de</strong>bido a que son diversos los problemas a los que se enfrenta el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, y que <strong>de</strong>bido a que esos problemas no pue<strong>de</strong>n resolverse por unmétodo cualquiera, la elección <strong>de</strong> <strong>las</strong> herramientas tendrá que variar <strong>de</strong> conformidad con elmaterial y propósito <strong>de</strong> la investigación, por lo que propone: “En vista <strong>de</strong>l caráctercomplejo <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, el estudiante pue<strong>de</strong> verse obligado a combinarmétodos diversos para po<strong>de</strong>r llegar a resultados satisfactorios. El proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> esta forma noes nuevo en sentido alguno. Es el modo típico como se ha realizado la investigaciónsociológica en otros campos. El propósito <strong>de</strong> la sociología es proporcionar una síntesis queno podría lograrse <strong>de</strong> otra manera dada <strong>las</strong> complejas condiciones <strong>de</strong> la vida mo<strong>de</strong>rna. Lasociología alcanza este fin mediante la c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> tipos y formas <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong>sociales, mediante el análisis <strong>de</strong> los factores estáticos y dinámicos que obran <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>cualquier medio social y la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> su importancia relativa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l grupo quees objeto <strong>de</strong> investigación.Como corolario <strong>de</strong> esto el autor nos dice que: “El estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>es la rama <strong>de</strong> la sociología que se ocupa <strong>de</strong> la sociedad internacional. Esto explicará porqué la ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no pue<strong>de</strong> tener una exclusiva e íntimaasociación con cualquier rama en particular <strong>de</strong> la ciencia que no sea la sociología misma.La historia, el <strong>de</strong>recho, la economía, la geografía, la psicología, la antropología, e inclusive


<strong>las</strong> ciencias naturales pue<strong>de</strong>n contribuir con métodos que son potencialmente útiles alestudioso <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l caso individual. Todas estasinvestigaciones tienen, no obstante, un común <strong>de</strong>nominador si son pertinentes a lospropósitos <strong>de</strong> los estudios <strong>internacionales</strong>: el ángulo específico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual se examinanestas cuestiones. Los resultados obtenidos son pertinentes en tanto que contribuyen a lamejor comprensión <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> la sociedad internacional, su <strong>de</strong>sarrollo, suselementos componentes, su estructura y <strong>de</strong> <strong>las</strong> corrientes que tien<strong>de</strong>n a su integración,<strong>de</strong>sintegración o transformación. Este rasgo especial da a la ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> la unidad y coherencia sin la cual no sería nada más que un conglomeradomal distribuido <strong>de</strong> piezas sueltas <strong>de</strong> conocimiento.La ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> comparte con la sociología en general <strong>las</strong>dificulta<strong>de</strong>s que surgen <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> emplear una variedad <strong>de</strong> métodos científicos. 353Como en el caso <strong>de</strong> la sociología, se propone que la sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> utilice una variedad <strong>de</strong> métodos. Entre <strong>las</strong> opciones para el uso <strong>de</strong> losmétodos referidos, surge una primera disyuntiva entre el estudio histórico y el sociológico<strong>de</strong> la realidad, a lo que Schwarzenberger respon<strong>de</strong>: “Las alternativas planteadas enretrospectiva son imaginarías. No obstante, es posible sugerir al menos una hipótesis <strong>de</strong>trabajo para el estudioso <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Los elementos individuales yúnicos en el proceso histórico son suficientemente subrayados por los historiadores. Amodo <strong>de</strong> antídoto, el sociólogo <strong>de</strong>be llenar una útil función complementaría si se concentraen los elementos constantes, recurrentes y típicos <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> su investigación. 354Pero aña<strong>de</strong>: “La historia, el <strong>de</strong>recho, la economía, la geografía, la psicología, laantropología e inclusive <strong>las</strong> ciencias naturales pue<strong>de</strong>n contribuir con métodos que sonpotencialmente útiles al estudioso <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Cuáles <strong>de</strong> estas ramas<strong>de</strong>l saber se requieren para formar cualquier fascio especial <strong>de</strong> métodos... <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l casoindividual. Todas estas investigaciones tienen, no obstante, un común <strong>de</strong>nominador si sonpertinentes a los propósitos <strong>de</strong> los estudios <strong>internacionales</strong>: el ángulo específico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elcual se examinan estas cuestiones. Los resultados obtenidos son pertinentes en tanto quecontribuyen a la mejor comprensión <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> la sociedad internacional, su<strong>de</strong>sarrollo, sus elementos componentes, su estructura y <strong>de</strong> <strong>las</strong> corrientes que tien<strong>de</strong>n a suintegración, <strong>de</strong>sintegración o transformación. Este rasgo especial da a la ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> la unidad y coherencia sin la cual no sería nada más que unconglomerado mal distribuido <strong>de</strong> piezas sueltas <strong>de</strong> conocimiento. 355353 ibi<strong>de</strong>m, pp. 7 y 8.354 Ibi<strong>de</strong>m, p. 14.355 Ibi<strong>de</strong>m, p. 8.


Como dice e Schwarzenberger en la investigación es necesario iniciar con un enfoqueprimariamente empírico <strong>de</strong> los asuntos <strong>internacionales</strong>, el cual, para evitar un tratamientono científico, se <strong>de</strong>be sustentar en el conocimiento <strong>de</strong> la historia contemporánea, y éste irávariando <strong>de</strong> conformidad con <strong>las</strong> características <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> estudio don<strong>de</strong> el análisis, <strong>las</strong>íntesis, la comparación, <strong>las</strong> variaciones concomitantes, etc., forman parte <strong>de</strong> la estrategia<strong>de</strong> conocimiento. Todos estos métodos <strong>de</strong> la sociología ayudan a la aproximación para lacomprensión <strong>de</strong> la compleja sociedad internacional.En ello se pue<strong>de</strong>n resumir <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as que sobre los métodos tiene Schwarzenberger para elentendimiento <strong>de</strong> la realidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.2 La sociología histórica y la dialéctica <strong>de</strong> la realidad internacional.Para Raymond Aron, los métodos para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> tambiénson diversos. Una primera aproximación a ellos la hace explícita en la proposición quedice: “El grado <strong>de</strong> predicibilidad <strong>de</strong> la política exterior <strong>de</strong> un país es una cuestión <strong>de</strong> hechosque pue<strong>de</strong> ser observada objetivamente. Este hecho, a su vez, requiere explicación. Lasinvestigaciones pue<strong>de</strong>n seguir dos cursos distintos: ¿se pue<strong>de</strong> atribuir el hecho a <strong>las</strong>características especiales <strong>de</strong> la nación o a su sistema <strong>de</strong> gobierno? ¿En qué medida se pue<strong>de</strong>atribuir a la nación y en qué medida a la <strong>de</strong>mocracia? Es imposible respon<strong>de</strong>r a estas dospreguntas sin recurrir al método más característico <strong>de</strong> la sociología histórica: el estudiocomparado ... El método <strong>de</strong> la comparación histórica pue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>be usarse para probar laexactitud <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías propuestas para explicar los fenómenos por referencia a la geografíaa la población o a la economía.” 356Esta proposición que parece simple a primera vista, se ve que no lo es tanto porque parallevarla a la práctica se presentan algunas dificulta<strong>de</strong>s; el mismo Aron nos explica esosproblemas y la forma <strong>de</strong> resolverlos cuando dice: “El método <strong>de</strong> comparación histórica esbastante sencillo en teoría, pero en la práctica presenta complicaciones. Teóricamente setrata <strong>de</strong> prestar atención a <strong>las</strong> semejan zas y diferencias entre dos situaciones dadas, estoexige un sistema conceptual en virtud <strong>de</strong>l cual se pue<strong>de</strong>n reconocer <strong>las</strong> principales<strong>de</strong>terminantes. Una comparación estricta entre la dirección <strong>de</strong> la política exterior <strong>de</strong> GranBretaña y la <strong>de</strong> los Estados Unidos <strong>de</strong> América, por ejemplo, presupone un conocimiento<strong>de</strong> los principales factores que ejercen una influencia en los dos países. Pero esteconocimiento ha <strong>de</strong> estar basado tanto en el estudio <strong>de</strong> los hechos como en la teoría.Hemos, pues, <strong>de</strong> pasar constantemente <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> los hechos al análisis estructural oinvestigación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>terminantes principales, y viceversa.356 Aron, Rayond “Conflicto y guerra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista. . ., op. cit., p. 249


No hay comparación alguna que pueda abarcar todo el campo; en otros términos siemprepreten<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>terminar <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> un fenómeno particular y concreto, como laexistencia <strong>de</strong> una cierta relación entre <strong>las</strong> fuerzas respectivas <strong>de</strong> los países.” 357Luego el mismo autor aña<strong>de</strong>: “El peligro <strong>de</strong> estas comparaciones —y más aún <strong>de</strong> <strong>las</strong>conclusiones que po<strong>de</strong>mos preten<strong>de</strong>r extraer <strong>de</strong> el<strong>las</strong>— es que <strong>las</strong> semejanzas se hallan sóloen ciertas características y <strong>las</strong> diferencias son tan consi<strong>de</strong>rables que no hay muchasprobabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que nuestras previsiones o nuestros consejos sean acertados . Hay casosen que dos gran<strong>de</strong>s coaliciones se han enzarzado en una guerra a muerte, y otros en que sehan resignado a coexistir en un estado <strong>de</strong> guerra más o menos efectivo. Ha habido siglos enque guerras <strong>de</strong> religión han acabado con paces <strong>de</strong> compromiso que o ligaban a hombres <strong>de</strong>convicciones o creencias fanáticas, aparentemente incompatibles a tolerarse recíprocamente<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> fronteras <strong>de</strong> un Estado <strong>de</strong>finiendo al propio tiempo, regiones o naciones enque triunfa una u otra doctrina. Las analogías no faltan, pero el problema está en saber si <strong>las</strong>diferencias no merman el valor <strong>de</strong> <strong>las</strong> analogías. 358Pero este método comparativo tiene que ser llevado don<strong>de</strong> se encuentren aspectos <strong>de</strong> unarealidad concreta <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Por ello Aron sugiere que: “la primerafase <strong>de</strong> la investigación <strong>de</strong>be ser estudiar <strong>las</strong> diferencias en el comportamiento <strong>de</strong> losdirigentes. Este examen daría quizá una visión <strong>de</strong> conjunto a vista <strong>de</strong> pájaro <strong>de</strong> un ciertoperíodo. Si el observador presta <strong>de</strong>masiada atención a los <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> los hechos es obvioque los efectos <strong>de</strong> una causa permanente se le escaparán... Las comparaciones generalesentre períodos distintos quizá sean necesarias para revelar la función <strong>de</strong>sempeñada porestos factores permanentes”. 359Las comparaciones implican una causalidad y para ello, tomando como base la relaciónentre la <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong>mográfica y la guerra, se pregunta el mismo Aron: “¿Cuál es el modológico <strong>de</strong> plantear el problema <strong>de</strong> la causalidad? En primer lugar, a mi juicio, po<strong>de</strong>mosbuscar una causa inmediata o suficiente <strong>de</strong> una guerra concreta en fenómenos<strong>de</strong>mográficos... En segundo lugar, po<strong>de</strong>mos comparar la política exterior <strong>de</strong> una nación enépocas en que su población ha sido muy numerosa en relación con sus recursos, y lapolítica exterior <strong>de</strong> esa misma nación en épocas en que esta relación no es tan <strong>de</strong>sfavorable.Este tipo <strong>de</strong> comparación nos dará resultados que quizá sean algo dudosos, pues, partiendo<strong>de</strong>l supuesto <strong>de</strong> que los países superpoblados siguen políticas más agresivas que lossubpobladas -supuesto que se verifica con frecuencia-, el estado <strong>de</strong> cosas pue<strong>de</strong> explicarseen función <strong>de</strong> la situación general y los cálculos relativos al equilibrio <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r como enfunción <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong>mográfica.357 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 251 y 252.358 ibi<strong>de</strong>m, p. 252.359 Ibi<strong>de</strong>m, p. 253.


Po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar también un período histórico concreto —un siglo <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> una<strong>de</strong>terminada civilización— y calcular la frecuencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> guerras y el tono <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> por referencia a la presión <strong>de</strong>mográfica. Es posible —y probable segúnciertas conclusiones extraídas que <strong>las</strong> guerras sean más frecuentes en períodos <strong>de</strong>superpoblación y menos frecuentes en períodos <strong>de</strong> relativa <strong>de</strong>spoblación, pero, en esto caso,parece que <strong>las</strong> guerras en sentido estricto, habrían <strong>de</strong> ser estudiadas en conjunción con <strong>las</strong>guerras civiles y <strong>las</strong> manifestaciones <strong>de</strong> violencia. Se vería que <strong>las</strong> manifestaciones <strong>de</strong>violencia aumentan en períodos <strong>de</strong> superpoblación y el aumento <strong>de</strong> la frecuencia <strong>de</strong> laguerra coinci<strong>de</strong> a veces con el aumento <strong>de</strong> la frecuencia en <strong>las</strong> luchas civiles. Si es así, losperíodos en que ha habido gran<strong>de</strong>s guerras podrían coincidir con los períodos <strong>de</strong> trastornosinternos, morales o políticos. Estos trastornos son a veces, pero no siempre, consecuencia<strong>de</strong> la superpoblación. La Superpoblación sería, pues, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> posibles causas, pero no laúnica posible, <strong>de</strong> un alto índice <strong>de</strong> guerras.Finalmente, po<strong>de</strong>mos preguntarnos si la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> la superpoblación, pue<strong>de</strong> ser unacondición esencial (pero no suficiente) para que exista la paz en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> Mientras exista superpoblación en alguna parte <strong>de</strong>l mundo, ¿no tendrá laguerra una función que cumplir y no se dará en la forma <strong>de</strong> guerra civil, si la guerrainternacional resulta imposible al crearse un Estado mundial?Estas son, en líneas generales <strong>las</strong> preguntas que se pue<strong>de</strong>n hacer a la historia acerca <strong>de</strong> unacausa como la <strong>de</strong>mografía. Es indudable que sería conveniente evitar estas múltiplesinvestigaciones y comparaciones y revelar <strong>relaciones</strong> que representen algo más que merasten<strong>de</strong>ncias. Esta complejidad <strong>de</strong> la investigación y la incertidumbre <strong>de</strong> los resultados sólopodrían superarse si hubiese unida<strong>de</strong>s enormes y relativamente in<strong>de</strong>pendientes en cuyaevolución pudiésemos hallar testimonios <strong>de</strong> regularidad en la repetición <strong>de</strong> los fenómenosen periodos comparables. En otros términos. si hubiese entida<strong>de</strong>s, conocidas con el nombre<strong>de</strong> civilizaciones o culturas que fuesen susceptibles <strong>de</strong> comparación y que mostrasen fases<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo típicas, la comparación sería más sencilla y más exacta. 360Luego <strong>de</strong> hacer un recorrido por algunos aspectos que caracterizan los métodos para laconstrucción teórica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en los trabajos <strong>de</strong> Aron, vemos que elmétodo comparativo y la relación causal son los elementos principales para la realización<strong>de</strong> ese trabajo. Como corolario po<strong>de</strong>mos encontrar una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Cár<strong>de</strong>nas, en la que sintetizaese proceso: “La tarea <strong>de</strong> teorizar en materia <strong>de</strong> política mundial, cuando toma como baseuna actitud esencialmente crítica, no pue<strong>de</strong> llegar al último grado <strong>de</strong> generalización sinpasar por la etapa <strong>de</strong> <strong>las</strong> interrogaciones pru<strong>de</strong>ntes. Estas interrogantes pue<strong>de</strong>n limitarse aser dirigidas hacia los fundamentos o principios que <strong>las</strong> teorías anteriores o divergentes dancomo principios <strong>de</strong> la legitimidad <strong>de</strong>l discurso, sino que <strong>de</strong>ben ir más lejos e interrogar360 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 253 y 254.


<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> realizar la tarea analítica por la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> <strong>las</strong> propias hipótesis unciales. Lashipótesis teóricas <strong>de</strong>l método sociológico propuesto por Aron y <strong>las</strong> consi<strong>de</strong>racionespraxeológícas a <strong>las</strong> que conducen aspiran sobre todo al reconocimiento <strong>de</strong> los limites <strong>de</strong>certeza en <strong>las</strong> ciencias humanas, no sólo en cumplir <strong>las</strong> formalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n lógico queaseguran la corrección <strong>de</strong>l discurso sino también el buen sentido ya que la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> sussignificaciones encuentran su origen en el hecho <strong>de</strong> que la reflexión teórica está integradaen una perspectiva esencialmente histórica. 361Las aportaciones <strong>de</strong> Aron para la utilización <strong>de</strong> los métodos no son excluyentes pues paracada aspecto <strong>de</strong> la investigación consi<strong>de</strong>ra los diversos métodos: el empírico el analítico elsintético el comparativo y el dialéctico; todos ellos forman parte <strong>de</strong> sus proposiciones parael estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Finalmente revisemos <strong>las</strong> proposiciones <strong>de</strong> Stanley Hoffmann don<strong>de</strong> se refiere al método.3 Entre la sociología histórica y la búsqueda <strong>de</strong> la normatividad. El fundamento <strong>de</strong> losmétodos para el análisis, Hoffmann lo hace explicito en un párrafo <strong>de</strong>l prefacio <strong>de</strong>l textoreferido:Este libro es un alegato en favor <strong>de</strong> la teoría entendida como una serie <strong>de</strong> cuestionesinterrelacionadas que pue<strong>de</strong>n orientar la investigación tanto en la vertiente empírica comoen la normativa.Como se dijo anteriormente, la corriente empírica es a la que correspon<strong>de</strong> la sociologíahistórica, ahí se pue<strong>de</strong>n correlacionar cuatro grupos <strong>de</strong> datos que sirven para <strong>de</strong>finir elsistema internacional, en función <strong>de</strong> cuatro series.La <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> series <strong>las</strong> expone Hoffmann <strong>de</strong> la siguiente manera:“a) La primera serie se refiere a la estructura concreta <strong>de</strong>l mundo en el periodoestudiado. Cuáles son <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s básicas [o actores], cuántas son, cómo está distribuido elpo<strong>de</strong>r y cuál es la jerarquía existente entre el<strong>las</strong> [problema crucial, pues parece que una <strong>de</strong><strong>las</strong> pocas constantes <strong>de</strong> la política mundial es una neta diferenciación <strong>de</strong> funciones yactitu<strong>de</strong>s entre gran<strong>de</strong>s y pequeñas potencias].¿Es posible distinguir en el mundo campos diplomáticos separados, que correspondan, porejemplo, a civilizaciones, continentes, solidarida<strong>de</strong>s raciales o culturales? ¿Des<strong>de</strong> cuándohan operado estas unida<strong>de</strong>s como actores in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los campos?¿Cuál es la «relación <strong>de</strong> la principal tensión”, esto es, la naturaleza y la localización <strong>de</strong> laprincipal lucha por el po<strong>de</strong>r en el momento actual, una relación que tien<strong>de</strong> a fijar el tono yel ritmo <strong>de</strong> la política mundial y a <strong>de</strong>terminar el grado <strong>de</strong> posible violencia en el mundo?361 Cár<strong>de</strong>nas Elorduy, Emilio, Sociología y teoría…, op. cit., pp. 182y 183.


Esta serie es la base <strong>de</strong> toda investigación, y muchas veces no se tiene en cuenta. Algunas<strong>de</strong> <strong>las</strong> principales diferencias entre el sistema internacional <strong>de</strong> 1815-1914 y el actual hayque buscar<strong>las</strong> aquí; por ejemplo, la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> la frontera que <strong>las</strong> zonas atrasadasproporcionaban a <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s potencias, y la aparición en la política mundial <strong>de</strong> unasuprema tensión, la guerra fría, que domina e informa todas <strong>las</strong> <strong>de</strong>más cuestiones.b) La segunda serie está formada por todas <strong>las</strong> fuerzas que cortan muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong>unida<strong>de</strong>s u operan en el seno <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas. Des<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> un sistema histórico <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, estas fuerzas son factores <strong>de</strong> cambio. Pero para un político,en cualquier momento representan datos: pue<strong>de</strong>n ser utilizadas o combatidas, pero noignoradas. Cuanto más numerosas son <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s quedan más encerradas en una redtransnacional pue<strong>de</strong>n conservar, no obstante, un alto grado <strong>de</strong> libertad, pero <strong>las</strong> fuerzas soncomo rieles que <strong>de</strong>terminan <strong>las</strong> direcciones que los actores pue<strong>de</strong>n seguir, y limitan lacapacidad <strong>de</strong>l actor para realizar una acción impre<strong>de</strong>cible. El número y naturaleza <strong>de</strong> estasfuerzas es, pues, un índice <strong>de</strong> la intensidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.c) Entre el<strong>las</strong> hay factores objetivos como los progresos tecnológicos, militares oeconómicos [por ejemplo, la revolución industrial y la revolución nuclear]. Hay tambiénmovimientos transnacionales organizados [<strong>las</strong> <strong>internacionales</strong>, la iglesia, los grupos <strong>de</strong>presión <strong>internacionales</strong>] o no [los valores o filosofías internacionalmente compartidas; porejemplo, el anticolonialismo en la actualidad, o el revisionismo <strong>de</strong> los tratados <strong>de</strong> paz <strong>de</strong>1919 durante el periodo <strong>de</strong> entreguerras]. Sabemos poco acerca <strong>de</strong> cómo estosmovimientos, especialmente los no organizados se convierten en fuerzas activas <strong>de</strong> lapolítica mundial. Los impulsos i<strong>de</strong>ológicos, su atracción y su difusión habrían <strong>de</strong> serexaminados también aquí. De igual modo <strong>de</strong>berían ser estudiadas <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> legitimidadvigentes, los modos <strong>de</strong> adquirir o per<strong>de</strong>r la legitimidad, <strong>las</strong> formas en que estas i<strong>de</strong>as<strong>de</strong>sestiman o <strong>de</strong>precian ciertos métodos <strong>de</strong> dirección <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>[como el uso <strong>de</strong> la fuerza en <strong>las</strong> situaciones coloniales <strong>de</strong> hoy].Debemos trazar los orígenes, la fuerza, el alcance y los sentidos <strong>de</strong> estas fuerzas.La tercera serie <strong>de</strong> datos concierne a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre la política interior y exterior <strong>de</strong> <strong>las</strong>unida<strong>de</strong>s básicas. Estos datos han sido analizados fragmentariamente por la teoría realista, apesar <strong>de</strong> que su importancia es difícil <strong>de</strong> sobrestimar. Tres grupos <strong>de</strong> problemas habría queestudiar aquí.En primer lugar, ¿cuáles son los «factores objetivos» <strong>de</strong> la unidad consi<strong>de</strong>rada [geografía,nivel tecnológico, recursos económicos, población, potencialidad militar]?En segundo lugar, ¿cómo informa el patrón <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la unidad la elaboración <strong>de</strong> lapolítica exterior? Por patrón <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r entiendo la constitución interna, en mi sentidoaristotélico: <strong>las</strong> instituciones políticas, pero también la estructura social y económica[incluyendo el sistema <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong> la propiedad], los canales <strong>de</strong> información que


conducen al gobierno [categoría fundamental, puesto que todo ejecutivo será tan buenocomo lo sea su conocimiento <strong>de</strong> los problemas internos y exteriores], y el grado <strong>de</strong>in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los políticos frente al resto <strong>de</strong> la sociedad. Se ha subestimado la medidaen que el sistema <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> refleja el patrón <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entregobierno y sociedad en el ámbito económico…En tercer lugar, ¿cómo influye la cultura política <strong>de</strong> la unidad sobre la elaboración <strong>de</strong> lapolítica exterior? Aludo aquí a los juicios, creencias y sentimientos hacia <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>sexteriores que sostienen esos grupos internos que tratan <strong>de</strong> influir sobre la política exterior,y al origen, preparación e i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> los propios políticos: ¿cuáles son sus opiniones acerca <strong>de</strong>los fines <strong>de</strong> su política y <strong>de</strong> los medios utilizables? ¿Hay un estilo nacional <strong>de</strong> políticaexterior, una mezcla <strong>de</strong> tradiciones, impulsos y hábitos creados por la historia, por elsistema <strong>de</strong> gobierno, por los manipuladores <strong>de</strong> la opinión pública, que condiciona en granmedida la política exterior?En esta serie será don<strong>de</strong> <strong>las</strong> aportaciones <strong>de</strong> la sociología y <strong>de</strong> la psicología social tendránuna mayor utilidad.d) La cuarta serie <strong>de</strong> datos se refiere al resultado <strong>de</strong> la interrelación entre <strong>las</strong> diversasseries antes mencionadas, <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en el sentido más estricto o preciso <strong>de</strong>ltérmino. Aquí hemos <strong>de</strong> hacer algunas distinciones importantes. Muchas teorías [y textos]consi<strong>de</strong>ran estas <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un sólo ángulo: la política exterior <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s; laperspectiva es <strong>de</strong> abajo arriba. Esta perspectiva es indispensable, pero no basta. Lassituaciones creadas por la interacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s, esperadas o no por éstas, tienen unalógica propia; los tipos <strong>de</strong> configuraciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r que <strong>de</strong>rivan no sólo <strong>de</strong>l conflicto oconvergencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas exteriores, sino también <strong>de</strong> la estructura misma <strong>de</strong>l mundo y<strong>de</strong> la operación <strong>de</strong> fuerzas transnacionales, reforman a su vez, condicionan y a menudodominan <strong>las</strong> políticas exteriores. . . necesitamos otra c<strong>las</strong>e <strong>de</strong> perspectiva <strong>de</strong> arriba abajo.El otorgar excesiva importancia a una perspectiva da lugar a ilusiones ópticas. La ilusiónproducida por la segunda <strong>de</strong>forma <strong>las</strong> teorías contemporáneas sobre el <strong>de</strong>rechointernacional que, por lo general, suelen subestimar la capacidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> losEstados in<strong>de</strong>pendientes y sobreestimar los factores <strong>de</strong> unificación mundial o regional. Lailusión producida por la primera perspectiva lleva, por ejemplo, a los ‘realistas’ a exagerarla <strong>de</strong>bilidad o el carácter voluntario <strong>de</strong> <strong>las</strong> limitaciones <strong>internacionales</strong> o a examinarsolamente una forma <strong>de</strong> equilibrio <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r: el equilibrio que consiste en una política<strong>de</strong>liberada <strong>de</strong> los Estados, y no el equilibrio como mecanismo automático. Es peligrosoestudiar <strong>las</strong> organizaciones <strong>internacionales</strong> como si fuesen exclusivamente organismos <strong>de</strong>or<strong>de</strong>n mundial; son también instrumentos <strong>de</strong> política exterior. Es igualmente peligroso veren los Estados únicamente fuerzas al servicio <strong>de</strong> los intereses nacionales, pues son tambiénlos agentes <strong>de</strong> diversos tipos <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n internacional.


Un planteamiento a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> esta serie <strong>de</strong> datos podría ser el siguiente: <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> cada sistema internacional <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>finidas como lacombinación <strong>de</strong> dos tipos <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s.Por una parte, <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s en que se divi<strong>de</strong> el mundo tratan <strong>de</strong> alcanzar ciertos objetivos;po<strong>de</strong>mos partir <strong>de</strong> una c<strong>las</strong>ificación general <strong>de</strong> estos objetivos, como ha indicado ArnoldWolfers, y adoptar su triple división: auto conservación, auto expansión y autor renuncia.Por otra parte, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong>l sistema en su conjunto, un cierto número <strong>de</strong> tareasson <strong>de</strong>sempeñadas con arreglo a los procedimientos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Estastareas <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> la estructura fragmentada <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrolloeconómico, político y militar, unida a la imposibilidad <strong>de</strong> que <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s permanezcantotalmente aisladas; po<strong>de</strong>mos enumerar: conflicto, ajuste político, difusión políticatransformación económica.Hemos <strong>de</strong> recordar, por supuesto, que no hay ninguna sociedad o comunidad mundial queestablezca sus propios fines, <strong>de</strong>fina estas tareas y asigne funciones; asimismo que el sistema<strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> raras veces es total y global; casi siempre hay subsistemas queoperan con una lógica propia en diversas partes <strong>de</strong>l mundo, y que sólo ligeramente soninfluidos por la relación <strong>de</strong> principal tensión.No obstante, si el objeto <strong>de</strong> toda investigación sociológica es <strong>de</strong>scubrir temas constantes ymúltiples realizaciones concretas y si el campo <strong>de</strong> la política pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse como elcódigo <strong>de</strong> respuestas a un pequeño número <strong>de</strong> problemas permanentes, podría serinteresante partir <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los «objetivos <strong>de</strong> la unidad» y <strong>las</strong> «tareasmundiales» que pue<strong>de</strong>n hallarse en todo sistema y continuar con un estudio sistemático <strong>de</strong>su evolución, interacción y realización en cada sistema.Pues lo que distingue <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong> otro es larespuesta a dos cuestiones.Primero, la cuestión <strong>de</strong> alcance. ¿Cuál es, en este sistema, la serie <strong>de</strong> fines que <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>stratan <strong>de</strong> alcanzar, y <strong>de</strong> <strong>las</strong> tareas que se llevan a cabo entre el<strong>las</strong>? La transformación <strong>de</strong> lamateria <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es un aspecto crucial <strong>de</strong> la disciplina. Así, uncambio importante es la politización actual <strong>de</strong> una amplia serie <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s funcionalesque en el siglo <strong>de</strong>l Estado liberal y la diplomacia <strong>de</strong> gabinete caían fuera <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> lapolítica mundial y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> privadas transnacionalesEn segundo lugar está la cuestión <strong>de</strong> los medios. ¿Qué procedimientos, técnicas oinstituciones utilizan <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s para lograr sus respectivos fines y llevar a cabo sus tareascolectivas, así como en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> mutuas que <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> los esfuerzos <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>spor alcanzar sus objetivos y cumplir sus tareas? Esta cuestión es igualmente importantepuesto que la naturaleza <strong>de</strong> la política mundial <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> en gran medida <strong>de</strong> <strong>las</strong> elecciones <strong>de</strong>


los actores entre <strong>las</strong> técnicas <strong>de</strong> guerra o <strong>de</strong> negociación <strong>de</strong> que disponen, entre posiblestipos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho, agrupaciones y organizaciones o entre posibles métodos <strong>de</strong>transformación económica.Las razones <strong>de</strong> estas elecciones <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> ser estudiadas. Estas <strong>de</strong>cisiones estáncondicionadas por el puesto <strong>de</strong>l actor en la jerarquía internacional. E. H. Carr ha observadoque la confianza en la fuerza económica y no en la mera fuerza militar es una característica<strong>de</strong> <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s potencias. Están influidas también por el equilibrio interno <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas enel seno <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong>l actor, y por factores transunitarios como el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> latecnología y el concepto <strong>de</strong> legitimidad; así, los medios militares tien<strong>de</strong>n a ser hoy el últimorecurso y —si po<strong>de</strong>mos tomar prestado, por una vez, un término <strong>de</strong> la economía-. pareceque se está produciendo un efecto-sustitución; en su lugar se <strong>de</strong>sarrollan otros medios <strong>de</strong>acción, métodos económicos e i<strong>de</strong>ológicos e incluso el arma <strong>de</strong> la presión colectiva a través<strong>de</strong> la diplomacia parlamentaria.Se <strong>de</strong>be estudiar también minuciosamente la forma en que los métodos seleccionados porlos actores contribuyen [o no] a la consecución <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s y alcumplimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> tareas fundamentales ejecutadas en la política mundial... La mo<strong>de</strong>rnasociología <strong>de</strong>l conocimiento quizá haya exagerado el grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>lmedio social; pero nadie pue<strong>de</strong> negar la correlación y <strong>de</strong>be ser estudiada también en nuestradisciplina”. 362Con esas premisas sustenta Hoffmann su propuesta <strong>de</strong> método cognoscitivo para ladisciplina <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la óptica <strong>de</strong> la sociología histórica, pero como seha señalado, en su afán <strong>de</strong> ir más allá <strong>de</strong>l maestro Aron, sugiere se contemplen otrosaspectos <strong>de</strong> la realidad que permitan una proyección hacia el futuro. Para ello señala: “Hahabido algunos intentos exploratorios que estudian <strong>las</strong> teorías y <strong>las</strong> obras <strong>de</strong> los políticoscomo espejos <strong>de</strong>formadores <strong>de</strong>l mundo que les ro<strong>de</strong>a, pero se podrá hacer mucho más siutilizásemos estas obras no para escribir nuevos capítulos <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l pensamientopolítico, sino como instrumentos para analizar sistemas y situaciones actuales. Nuestroactual acercamiento, más bien <strong>de</strong>spectivo, al cuerpo <strong>de</strong> teorías <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional,teorías que son mucho menos limitadas <strong>de</strong> lo que pue<strong>de</strong> creerse, es particularmentelamentable. Asimismo, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuentes <strong>de</strong> tensión y cambio fundamental es en todosistema político es el contraste entre valores y creencias <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los lí<strong>de</strong>res y <strong>las</strong>subyacentes realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la política sólo un estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as expresadas por los lí<strong>de</strong>resy por autores que exponen los supuestos <strong>de</strong> general aceptación que inspiran a los lí<strong>de</strong>respue<strong>de</strong>n permitirnos localizar y analizar inteligentemente esta fuente <strong>de</strong> tensión”. 363362 Hoffmann, Stanley, Teorías contemporáneas…, op. cit., pp. 224-229363 Ibi<strong>de</strong>m, p. 229.


Es a partir <strong>de</strong> esas i<strong>de</strong>as que propone asumir la relación con el futuro consi<strong>de</strong>rándolo comomotor para el avance, ello lo basa en la asunción <strong>de</strong> <strong>las</strong> utopías relevantes cuya finalidadsea esencialmente la búsqueda <strong>de</strong> la paz.Para Hoffmann, la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> tiene que estar fundamentada, porprincipios en el empirismo pero siempre que se tenga presente el plano normativo. De talmanera se pasa <strong>de</strong>l empirismo político al i<strong>de</strong>alismo normativo, que requiere <strong>de</strong> unaintención para enfrentar el futuro en condiciones <strong>de</strong> equilibrio internacional.En esta serie <strong>de</strong> propuestas y referencias se pue<strong>de</strong>n encontrar <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> los autoresrelacionados, <strong>de</strong> una u otra manera, con su método <strong>de</strong> conocimiento <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l enfoque <strong>de</strong>la sociología histórica.4.3.5 Concepción <strong>de</strong> la realidad internacional.La concepción <strong>de</strong> la realidad internacional <strong>de</strong> los autores aquí referidos se refleja, como seha hecho manifiesto anteriormente, en los escritos por ellos elaborados. La excepción laconstituye la obra <strong>de</strong> Hoffmann, puesto que no tiene la magnitud y cosmología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>Schwarzenberger y Aron no obstante, en sus escritos monotemáticos se refleja unaconcepción <strong>de</strong> la realidad internacional, pero no <strong>de</strong>bemos olvidar que cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong>correspon<strong>de</strong> a los momentos en que éstas fueron escritas, por lo que hay que consi<strong>de</strong>rar<strong>las</strong>en su contexto histórico. Pero revisemos la obra <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> estos autores.1 La política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. Para Schwarzenberger, su propuesta <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la óptica <strong>de</strong> la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r guarda vigencia a lo largo <strong>de</strong>ltiempo en que es reeditado el texto. En el prólogo <strong>de</strong> la primera edición, <strong>de</strong> 1941, <strong>de</strong>cía <strong>de</strong>entrada: “Aun en medio <strong>de</strong> una guerra mundial y totalitaria podría parecer una exageraciónconcebir <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en términos <strong>de</strong> política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. Y, sin embargo,aunque ningún estadista aplica más <strong>de</strong>spiadadamente estos principios a los asuntosinterestatales que los dictadores, los <strong>de</strong>más miembros <strong>de</strong> la sociedad internacional tienenque ajustar su conducta a los mismos mol<strong>de</strong>s, aunque sólo sea por el inevitable contactocon los adictos a <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> la fuerza”. 364Diez años <strong>de</strong>spués, en 1951, afirmaba en la segunda edición: “Durante el periodo <strong>de</strong>apaciguamiento y en los años que el señor Churchill ha llamado la Guerra Crepuscular, eratodavía una <strong>de</strong> <strong>las</strong> herejías menores interpretar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en términos <strong>de</strong>la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y a la Liga <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones como un ejemplo típico <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong>política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r disfrazado”. 365364 Schwarzenberger, George, op. Cit. P. XIII365 Ibi<strong>de</strong>m, p. IX.


Luego <strong>de</strong> argumentar cuáles fueron <strong>las</strong> razones por <strong>las</strong> que se modificó la edición anterior,especialmente eliminando la justificación <strong>de</strong> la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> política <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r puesto que había tomado carta <strong>de</strong> aceptación entre los estudiosos <strong>de</strong>l tema, afirmabaque: “La política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r creció gradualmente hasta convertirse en un estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad internacional, en don<strong>de</strong> se hace hincapié plenamente en el carácter sinóptico <strong>de</strong>este estudio. El subtítulo <strong>de</strong> la segunda edición se <strong>de</strong>stina a <strong>de</strong>stacar el objeto principal <strong>de</strong>llibro. Se trata <strong>de</strong> proporcionar una teoría operante <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> que seadapte a los hechos y a <strong>las</strong> ten<strong>de</strong>ncias principales <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, pasadasy presentes, y que ponga <strong>de</strong> relieve <strong>de</strong>bidamente <strong>las</strong> fuerzas dirigentes reales en estaturbulenta sociedad. Mi objetivo constante ha sido el <strong>de</strong> evitar que este cuadro <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad internacional en su totalidad llegue a <strong>de</strong>sdibujarse prestando un interés in<strong>de</strong>bido alos <strong>de</strong>talles. Sin embargo, al mismo tiempo esta teoría tiene que ser constantementesometida a prueba por referencia a los hechos y a los problemas concretos más significativoSólo <strong>de</strong> esta manera pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrarse que la interpretación no es arbitraria, sino que valeen tanto no sea modificada o reemplazada por otra teoría que llene esos requisitos <strong>de</strong> unamanera satisfactoria. Así, en el punto en el que estuve razonablemente seguro <strong>de</strong> que sinartificialida<strong>de</strong>s, los hechos encajaban <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la teoría, me contenté con <strong>de</strong>jar <strong>las</strong> cosas enesa situación. En <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, como en cualquier otro campo <strong>de</strong>investigación, existe una profundidad óptima, por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la cual es inútil buscar. De estamanera, fenómenos que a juicio <strong>de</strong> filósofos, teólogos y psiquiatras puedan requerir otraexploración, pue<strong>de</strong>n muy bien ser estudiados con mayor profundidad por estos hechicerosmo<strong>de</strong>rnos. Esto, sin embargo, cae más allá <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong>l estudioso <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.En medio <strong>de</strong> una guerra fría, el intento <strong>de</strong> estudiar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong> unamanera tan objetiva como se ofrece al hombre imperfecto pue<strong>de</strong> no tener atractivo algunopara los partidarios <strong>de</strong> ambos bandos. Los voceros <strong>de</strong>l otro lado pue<strong>de</strong>n con justiciaquejarse <strong>de</strong> que no me he callado mi antipatía sin límites hacia el totalitarismo así como laprofunda <strong>de</strong>sconfianza que me inspira, en cualquier forma <strong>de</strong> disfraz que adopte. Sinembargo . . la c<strong>las</strong>e <strong>de</strong> objetividad que pretendo no incluye evitar este tipo <strong>de</strong> críticas.Cualquier persona tiene <strong>de</strong>recho a emitir sus propios juicios <strong>de</strong> valor acerca <strong>de</strong> estascuestiones. La única cuestión que no interesa al tratamiento científico —como distinto <strong>de</strong>lpropagandista <strong>de</strong> estas cuestiones controversiales es la <strong>de</strong> articular predilecciones yantipatías <strong>de</strong> carácter subjetivo. A la recíproca, quienes tienen a su cargo la elaboración <strong>de</strong>la i<strong>de</strong>ología occi<strong>de</strong>ntal tienen fundamentos igualmente válidos para quejarse. No he hechoconscientemente concesiones a sus estructuras <strong>de</strong> pensamiento ni a <strong>las</strong> exigencias <strong>de</strong> suscampañas en pro <strong>de</strong> la verdad como distintas <strong>de</strong> los valores básicos que comparto con ellos.El sucumbir a tal tentación —que nunca ha existido equivaldría a traicionar la irrevocableconfianza <strong>de</strong> la investigación académica en una comunidad libre: la integridad científica.


La realidad internacional no podía ser concebida <strong>de</strong> manera parcial, sino que por locontrario requería contemplar todos los elementos que la componían, y especialmente en elmomento <strong>de</strong> la iniciación <strong>de</strong> la llamada guerra fría.Luego <strong>de</strong> nueve años, en 1960, afirma que ha tratado <strong>de</strong> poner al día la segunda edicióninglesa hasta 1958, y aña<strong>de</strong>: “Todo lo que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces acá ha sucedido sólo pue<strong>de</strong>confirmar el análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> contemporáneas en términos <strong>de</strong> lapolítica <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r disfrazada. Sin embargo, es esencial estar enterado <strong>de</strong> <strong>las</strong> peculiarida<strong>de</strong>sque presenta la fase empate nuclear entre los sectores mundiales en la que, por ahora, nosencontramos. Sus características pue<strong>de</strong>n resumirse en siete proposiciones:1 La sociedad <strong>de</strong>l mundo actual se bipolar iza en dos sectores mundiales. Las ten<strong>de</strong>nciascentrífugas que hay <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> ellos ayudan a mitigar temporalmente estaseparación fundamental;2 En cada uno <strong>de</strong> los sectores en que se divi<strong>de</strong> el mundo, el po<strong>de</strong>r tien<strong>de</strong> a concentrarsecada vez más en una o en unas pocas potencias hegemónicas;3 La carrera armamentista que ha tenido lugar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> 1945 ha conducido a unpunto <strong>de</strong> relativa saturación. Las principales potencias <strong>de</strong> ambos sectores se dan cuenta <strong>de</strong>que el precio <strong>de</strong> la guerra mundial es la mutua exterminación <strong>de</strong> los principales centros <strong>de</strong>civilización <strong>de</strong> ambos partidos. En la medida en que dure esta etapa <strong>de</strong> empate nuclear, elpeso político <strong>de</strong> los estados no comprometidos es consi<strong>de</strong>rablemente mayor que supotencial <strong>de</strong> guerra en términos <strong>de</strong> cálculos pre nucleares;4 El organismo <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas es constitucionalmente incapaz <strong>de</strong> suministrar algomás que un cuasi or<strong>de</strong>n internacional. Se mantiene o no según la voluntad <strong>de</strong> <strong>las</strong> potenciasmundiales <strong>de</strong> no contratar fuera <strong>de</strong> él mediante el uso <strong>de</strong> <strong>las</strong> cláusu<strong>las</strong> <strong>de</strong> escape <strong>de</strong> los arts.27,51 y 101l <strong>de</strong> la Carta;5 Esa restringida porción <strong>de</strong> seguridad que existe en un mundo dividido es un reflejo <strong>de</strong>lempate nuclear que tiene lugar entre los sectores en que se divi<strong>de</strong> el mundo y <strong>de</strong>l equilibriotemporal entre los cuasi ór<strong>de</strong>nes antagonistas que establecen los partidos mundiales;6 Al hacer una estimación exacta <strong>de</strong> la significación que adquieren <strong>las</strong> actualesinstituciones <strong>internacionales</strong> como, por ejemplo, los organismos especializados <strong>de</strong> <strong>las</strong>Naciones Unidas, <strong>las</strong> limitaciones <strong>de</strong> faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> estas instituciones resultan mássignificativas que el horizonte engañosamente amplio <strong>de</strong> su jurisdicción. Las instituciones<strong>de</strong> este tipo proporcionan técnicas perfeccionadas <strong>de</strong> cooperación internacional. Aun enrelación con sus miembros, estas activida<strong>de</strong>s siguen siendo principalmente opcionales y,como tales, difícilmente indican un movimiento general hacia un gobierno internacional <strong>de</strong>escala mundial, y


7 Las instituciones supranacionales. como <strong>las</strong> tres comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la pequeña Europa,representan la forma suprema <strong>de</strong> integración internacional que se ha alcanzado hasta ahora.Sin embargo, como fe<strong>de</strong>raciones territoriales, esta variante funcional <strong>de</strong>l fe<strong>de</strong>ralismo es unexperimento constitucional que no refleja sino <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sectores limitados <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad mundial contemporánea”. 366Esa es la concepción que tiene Schwarzenberger sobre la sociedad internacional <strong>de</strong> sutiempo. Pero los elementos completos y complejos se encuentran en la integridad <strong>de</strong> laobra, por lo que para conocerlos haremos una breve síntesis <strong>de</strong> los mismos.Son tres <strong>las</strong> partes que componen el escrito. La primera expone “Los elementos <strong>de</strong> laPolítica <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r”; la segunda “La Política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r disfrazada”; y la tercera “Lascondiciones <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n internacional.Para <strong>de</strong>scribir Los elementos <strong>de</strong> la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, el autor dice que una sociedadinternacional requiere <strong>de</strong> la coexistencia <strong>de</strong> dos o más grupos in<strong>de</strong>pendientes entre sí, por loque se remite al siglo VI aC para ilustrarlo y recorre enunciativamente la historia <strong>de</strong> <strong>las</strong>organizaciones hasta llegar a lo que llama la Sociedad internacional mo<strong>de</strong>rna, la que esproducto <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sintegración, expansión y centralización. Pero el origen <strong>de</strong> lamisma la ubica en la Europa medieval y la estructuración <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho internacional quela caracteriza.Más a<strong>de</strong>lante se refiere a los factores estáticos absolutos y relativos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>; entre ellos están el espacio y el hombre, el medio natural y los interesespermanentes <strong>de</strong> <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s potencias. Luego <strong>de</strong>scribe al Estado nacional en su proceso <strong>de</strong>transformación que compren<strong>de</strong> el Estado medieval, el Estado absolutista y el carácterrevolucionario <strong>de</strong>l nacionalismo para llegar a perfilar el Estado nacional.Schwarzenberger se pregunta sobre la viabilidad <strong>de</strong> un Estado multinacional en la época <strong>de</strong>lEstado nacional, pero encuentra que estos Estados multinacionales se transmutan enEstados nacionales y ellos pue<strong>de</strong>n tipificarse como el Estado dinástico (monárquico yreligioso); el Estado colonial; la comunidad <strong>de</strong> naciones (como la británica); el Estadofe<strong>de</strong>ral que permite la fusión <strong>de</strong> diversas comunida<strong>de</strong>s en la formulación <strong>de</strong> un proyectonacional, y el Estado pseudofe<strong>de</strong>ral que está representado en aquellos países que se<strong>de</strong>nominan como <strong>de</strong>mocráticos, pero <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> ese disfraz están los gobiernos totalitarios.Finalmente diferencia ambos tipos <strong>de</strong> Estados diciendo: “Los estados multinacionalespue<strong>de</strong>n carecer <strong>de</strong> la cohesión <strong>de</strong> los Estados nacionales. Son, no obstante, un medio através <strong>de</strong>l cual cada uno <strong>de</strong> los miembros que se constituyen pue<strong>de</strong>n escapar al <strong>de</strong>stino <strong>de</strong>convertirse en una simple potencia mediana o en un pequeño Estado. El Estadomultinacional ofrece, entonces, la oportunidad <strong>de</strong> adquirir o mantener, al menos366 Ibí<strong>de</strong>m, p. X.


colectivamente un lugar en la oligarquía internacional <strong>de</strong> <strong>las</strong> potencias mundiales. Así, másque un Estado nacional, el Estado multinacional está <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> mayor fuerzaformadora en la sociedad mundial”. 367También el autor hace referencia al Estado soberano, y <strong>de</strong>scribe la soberanía en el Estadomedieval, el absolutista, el nacional y el fe<strong>de</strong>ral. Como complemento aborda la soberanía ysu relación con el <strong>de</strong>recho internacional y los tratados, su manifestación en la sociedadinternacional y la organización internacional, para finalmente <strong>de</strong>scribir a la soberanía comoi<strong>de</strong>ología y como realidad.La aristocracia internacional la forman los Estados soberanos, pero no todos pue<strong>de</strong>nparticipar en ella, sino sólo aquellos grupos que sean reconocidos como nuevos sujetos <strong>de</strong><strong>de</strong>recho internacional, por su estabilidad. Pero esa aristocracia, no es estable, sino quefluctúa <strong>de</strong> acuerdo con la incorporación <strong>de</strong> nuevos Estados soberanos. Asimismo <strong>las</strong>ubsistencia <strong>de</strong> los Estados pequeños <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l interés <strong>de</strong> la aristocracia en mantenerlos.Así como hay aristocracia internacional, Schwarzenberger opina que también hayoligarquía, que sale <strong>de</strong> <strong>las</strong> fi<strong>las</strong> <strong>de</strong> la anterior, y el<strong>las</strong> son <strong>las</strong> potencias quienes se arrogan lafunción <strong>de</strong> ejercer el control supremo en los asuntos <strong>de</strong> la sociedad internacional. De lamisma manera que hay oligarquía en la sociedad internacional no pue<strong>de</strong>n soslayarse losmiembros menores entre los que se <strong>de</strong>stacan <strong>las</strong> iglesias, los movimientos i<strong>de</strong>ológicos y elhombre <strong>de</strong> la calle y la opinión pública.A continuación el autor habla <strong>de</strong> los objetos y motivos <strong>de</strong> la política internacional, y <strong>de</strong>entrada afirma que éstos no pue<strong>de</strong>n establecerse a priori y que tanto objetos como motivosestán principalmente <strong>de</strong>terminados por el carácter <strong>de</strong> sociedad que tiene el mediointernacional. Por ello el objeto es la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la integridad, <strong>de</strong> la soberanía; en cuanto alos motivos los c<strong>las</strong>ifica como primarios, fundamentados en necesida<strong>de</strong>s, y secundarios<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos. Los instrumentos <strong>de</strong> la política internacional son: la diplomacia, lapropaganda y los armamentos; y la estrategia en la política internacional es: el aislamiento,<strong>las</strong> alianzas, <strong>las</strong> garantías sustentadas en la reciprocidad <strong>de</strong> intereses, el equilibrio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r,el imperialismo y el universalismo. Sobre <strong>las</strong> tácticas <strong>de</strong> la política internacional nos diceque son neutrales puesto que pue<strong>de</strong>n utilizarse para cualquier fin puesto que se relacionancon <strong>las</strong> normas <strong>de</strong> conducta internacional, la relatividad <strong>de</strong> la paz y la guerra y <strong>las</strong> normas<strong>de</strong> negociación y <strong>de</strong> la guerra.Luego el autor se refiere a <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional, el que resi<strong>de</strong> en laestructura <strong>de</strong> su fondo social, puesto que se relaciona con el po<strong>de</strong>r, con la reciprocidad ysirve también para la coordinación <strong>de</strong> acciones; no obstante el <strong>de</strong>recho internacional tienelimitaciones puesto que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la buena voluntad <strong>de</strong> los actores para que pueda operar.Como consecuencia se tienen que tomar en cuenta <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong> la moral internacional;367 Ibi<strong>de</strong>m, p. 73.


según <strong>las</strong> teorías, la moral internacional tiene tres categorías. <strong>las</strong> que niegan su existenciaen <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, <strong>las</strong> que <strong>las</strong> homologan con la moral individual y <strong>las</strong> queaceptan la existencia <strong>de</strong> una moral internacional pero que es diferente a la <strong>de</strong> los individuos.En <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones <strong>internacionales</strong> el autor se pregunta si éstas pue<strong>de</strong>nromper el círculo vicioso <strong>de</strong> la Política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, y reflexiona que su formación <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><strong>de</strong>l carácter voluntario <strong>de</strong> los estados soberanos que <strong>las</strong> constituyen, pero en últimainstancia éstas pue<strong>de</strong>n colaborar en el camino hacia la paz pues: “ya sean el po<strong>de</strong>r, lareciprocidad o la coordinación los principios operantes tras <strong>las</strong> instituciones <strong>internacionales</strong>el surgimiento <strong>de</strong> instituciones <strong>internacionales</strong> en escala consi<strong>de</strong>rable es la prueba <strong>de</strong> uncambio importante en la estructura <strong>de</strong> la sociedad internacional es <strong>de</strong>cir, una prueba <strong>de</strong> sucreciente integración”. 368Sobre <strong>las</strong> instituciones judiciales <strong>internacionales</strong> Schwarzenberger piensa que el<strong>las</strong> nopue<strong>de</strong>n ser una alternativa a la guerra, pues es función <strong>de</strong> los tribunales, es <strong>de</strong>cir, el <strong>de</strong>rechopero no aplicarlo por lo que cuando hay un conflicto, no hay elementos que permitanaplicar <strong>las</strong> normas jurídicas a los beligerantes. También hay instituciones <strong>internacionales</strong>que son legislativas y gubernamentales como <strong>las</strong> conferencias en <strong>las</strong> que participan jefes <strong>de</strong>Estado o <strong>de</strong>legados plenipotenciarios; instituciones <strong>internacionales</strong> administrativas quecoordinan estudios o recursos; y <strong>de</strong> amplias faculta<strong>de</strong>s como aquel<strong>las</strong> don<strong>de</strong> participan losEstados soberanos para formar fe<strong>de</strong>raciones, confe<strong>de</strong>raciones o áreas <strong>de</strong> cooperación.En cuanto a la estructura <strong>de</strong> la sociedad internacional <strong>de</strong> su tiempo, el autor señala que éstase basa en el po<strong>de</strong>r y su ten<strong>de</strong>ncia es hacia la concentración <strong>de</strong>l mismo.Expuestas todas esas bases sobre los elementos <strong>de</strong> la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, en su segunda parte<strong>de</strong>scribe <strong>las</strong> características <strong>de</strong> La Política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r disfrazada. De inicio se refiere a la“Dialéctica <strong>de</strong> la paz”, con una serie <strong>de</strong> apreciaciones sobre <strong>las</strong> condiciones históricas parasu preservación Ahí dice: “Los períodos <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong> guerra se suce<strong>de</strong>n en ciclos <strong>de</strong> variableduración. Los impon<strong>de</strong>rables inherentes a cualquier tipo <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> sociales han reducidoa la nada cualquier intento <strong>de</strong> interpretación <strong>de</strong>terminista <strong>de</strong>l significado <strong>de</strong> estos ciclos.Todo lo que sabemos es que, hasta ahora, <strong>las</strong> contradicciones emparentadas con cualquiersistema <strong>de</strong> política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r han reducido cada periodo <strong>de</strong> paz a un periodo <strong>de</strong>entreguerras. Suponiendo que la paz, en un sentido negativo, signifique poco más que laausencia <strong>de</strong> guerra, la tarea <strong>de</strong> los constructores <strong>de</strong> la paz es limitada. Consiste en prepararel terreno para el próximo periodo <strong>de</strong> entreguerras, en la forma que brin<strong>de</strong> el máximo <strong>de</strong>368 Ibí<strong>de</strong>m, p. 202.


seguridad, si no <strong>de</strong> provecho, para cada beligerante y la mayor estabilidad posible para elstatu quo recientemente creado”. 369Bajo esa óptica se abordan <strong>las</strong> opciones <strong>de</strong> la paz, como los proyectos y convenciones, y laviabilidad y riesgos <strong>de</strong> la guerra ante la participación~ <strong>de</strong> una opinión pública y el<strong>de</strong>sarrollo tecnológico para <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s bélicas. Con esas premisas revisa los objetivosbélicos <strong>de</strong> la primera guerra mundial y la realidad <strong>de</strong> los acuerdos <strong>de</strong> paz, el experimento <strong>de</strong>la Sociedad <strong>de</strong> Naciones y el advenimiento <strong>de</strong> la segunda guerra mundial con susconsecuencias y acuerdos, así como el mo<strong>de</strong>lo para el nuevo mundo basado en el <strong>de</strong>sarme,la <strong>de</strong>mocracia y <strong>las</strong> iniciativas <strong>de</strong> auxilio y rehabilitación para <strong>las</strong> zonas <strong>de</strong>vastadas.Especial atención se pone en el caso <strong>de</strong> Alemania y los planes y experimentos realizadospor los aliados, aunado a la in<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> <strong>las</strong> fronteras en distintas partes <strong>de</strong>l mundo.Dentro <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l nuevo mundo, <strong>las</strong> Naciones Unidas parecen jugar un papel muyimportante, por lo que se <strong>de</strong>scribe su estructura y sus <strong>de</strong>cisiones básicas para la soluciónpacífica <strong>de</strong> <strong>las</strong> disputas <strong>internacionales</strong>, la seguridad colectiva, la reglamentacióninternacional <strong>de</strong> los armamentos, la cooperación internacional, la protección internacional<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l hombre y el fi<strong>de</strong>icomiso internacional Finalmente concluye,relacionando estos aspectos <strong>de</strong>scritos con los elementos <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r antes expuestos, que lapolítica mundial <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1945, no es más que una política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r disfrazada.Finalmente, la tercera parte, está referida a Las condiciones <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n internacional y sepropone la planeación, pero asimismo se exaltan sus problemas. De entradaSchwarzenberger dice: “Los historiadores, juristas y filósofos han tenido que conce<strong>de</strong>r, <strong>de</strong>malagana, que la disciplina académica que estudia <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no tien<strong>de</strong> a<strong>de</strong>saparecer. Los expositores <strong>de</strong> ciencias más antiguas admiten inclusive, si se les presiona,que el tratamiento sociológico <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es el enfoque másapropiado <strong>de</strong>l tema. De por sí, murmurarán probablemente que no saben qué es <strong>las</strong>ociología, aunque generalmente no muestran gran inclinación a recibir la ilustraciónnecesaria. Lo que quieren <strong>de</strong>cir es que resiente amargamente cualquier interpretaciónsociológica <strong>de</strong> sus propias disciplinas y <strong>de</strong>l lugar que éstas ocupan <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la sociedad. Sipue<strong>de</strong>n, evitarán comprometerse acerca <strong>de</strong> la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> la interpretación <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>l pasado y <strong>de</strong>l presente en términos <strong>de</strong> política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong> política <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r disfrazada”. 370Luego <strong>de</strong> hacer referencia a <strong>las</strong> críticas <strong>de</strong> la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Popper en La sociedadabierta y sus enemigos y <strong>de</strong> Manheim en I<strong>de</strong>ología y utopía, Schwarzenberger dice:369 Ibí<strong>de</strong>m, p. 225.370 Ibí<strong>de</strong>m. P. 631


“Abandonar el campo a la escuela <strong>de</strong> laissezfaire internacional y a los <strong>de</strong>fensores —no tanafortunados <strong>de</strong> la improvisación sería una consecuencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación. En todo caso,los resultados <strong>de</strong> la planeación internacional no pue<strong>de</strong>n ser peores que los retoños <strong>de</strong> lo quese tiene como sabiduría aceptada y consolidada: dos guerras mundiales en una generación yel peligro <strong>de</strong> otra que nos acompaña constantemente. Pue<strong>de</strong> esperarse legítimamente quelos que se ocupan especialmente <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no secontenten con el simple análisis, sino que contribuyan al máximo a <strong>las</strong> tareas constructivasque están por <strong>de</strong>lante. Don<strong>de</strong>quiera que hay una tesis y una antítesis, hay generalmente unasíntesis, para los que se interesan por hallarla. La contribución que la ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pue<strong>de</strong> hacer a este fin pue<strong>de</strong> resumirse en tres aspectos clave:c<strong>las</strong>ificación, crítica y construcción.” 371En el caso <strong>de</strong> la c<strong>las</strong>ificación dice que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su función científica, la c<strong>las</strong>ificación sirveal propósito <strong>de</strong> trazar la línea divisoria entre “la ciencia <strong>de</strong> la planeación internacional —sipue<strong>de</strong> llamarse así a esta rama <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> y la <strong>de</strong>fensa política <strong>de</strong> unpatrón <strong>de</strong>terminado”. Sobre la crítica dice que “quizás la función más útil que pue<strong>de</strong>realizar la ciencia <strong>de</strong> la planeación es la <strong>de</strong> la crítica... La tarea más difícil y responsable <strong>de</strong>la crítica trascen<strong>de</strong>nte es juzgar si es factible un proyecto <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n internacional” En cuantoa la construcción señala: “Las soluciones positivas que siguen no <strong>de</strong>ben confundirse con unplan <strong>de</strong>l camino que conduce a la salvación segura. Son sólo un estímulo para que otros lomejoren. Sujeto a modificaciones se postula, con la <strong>de</strong>bida mo<strong>de</strong>stia, que cualquierproyecto <strong>de</strong> paz mundial <strong>de</strong>be llenar tres condiciones generales y siete particulares.Las condiciones generales son:Primera, el proyecto <strong>de</strong>be subordinar y limitar la política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r en tal forma que puedaprevalecer el or<strong>de</strong>n internacional.Segunda, en una época en que, por necesidad la guerra abierta entre <strong>las</strong> potencias mundialessignifica una guerra mundial, semejante proyecto <strong>de</strong>be ten<strong>de</strong>r, cuando menos, aluniversalismo funcional.Tercera, la esencia <strong>de</strong>l éxito <strong>de</strong>scansa no en el máximo, sino en el mínimo <strong>de</strong> cambio que senecesita para ese propósito.Los Particulares son más controvertibles y se establecen sólo como base para unadiscusión:1 Los miembros <strong>de</strong> la comunidad internacional <strong>de</strong>ben ser protegidos eficazmente contra lainterferencia a los <strong>de</strong>rechos que la comunidad les garantiza o les otorga;371 Ibí<strong>de</strong>m, p. 632.


2 Para sus propios fines, la comunidad internacional requiere faculta<strong>de</strong>s gubernativas yejecutivas a<strong>de</strong>cuadas;3 No bastan disposiciones para el arreglo judicial <strong>de</strong> <strong>las</strong> disputas <strong>internacionales</strong> entremiembros <strong>de</strong> la comunidad internacional. Para po<strong>de</strong>r adaptar continuamente <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> a <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s siempre cambiantes <strong>de</strong> un mundo dinámico, sonindispensables órganos legislativos o cuasi legislativos con facultad discrecional;4 Los miembros <strong>de</strong> la comunidad internacional <strong>de</strong>ben entregar a la comunidadinternacional, y abstenerse <strong>de</strong> reproducirlos, cualquier c<strong>las</strong>e <strong>de</strong> armamentos cuya retenciónpudiera impedir a la comunidad internacional que prevalezca sobre un miembro o unaposible combinación <strong>de</strong> miembros; El grado <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la comunidad internacional sobresus miembros y <strong>las</strong> faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la comunidad internacional, <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> unacondición: el mínimo <strong>de</strong> funciones y <strong>de</strong> interferencia compatibles con el funcionamientoa<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong>l sistema comunitario, y6 Sin algún control directo sobre los ciudadanos <strong>de</strong> los Estados miembros, la comunidadinternacional no pue<strong>de</strong> crear lazos bastante fuertes como para contrarrestar a los nacionaleso <strong>de</strong> otra especie, ya existentes.7 A diferencia <strong>de</strong> la sociedad, una comunidad sólo pue<strong>de</strong> basarse en el principio <strong>de</strong>consentimiento mientras que el principio <strong>de</strong> unanimidad lo haría impotente, los principios<strong>de</strong> igualdad y mayoría son compatibles con una protección amplia a <strong>las</strong> minorías y a losEstados miembros en esferas que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la comunidad internacional, noson esenciales”. 372Estas consi<strong>de</strong>raciones son básicas para proponer un patrón <strong>de</strong> reformas a <strong>las</strong> NacionesUnidas y la promoción <strong>de</strong> la integración regional, funcional y fe<strong>de</strong>ral ante la amenaza <strong>de</strong> lapolítica <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r con base en el patrón-nuclear.De manera sintética po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que para Schwarzenberger, la concepción <strong>de</strong> la realidadinternacional se basa en la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> una política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r que para su tiempo, elperiodo <strong>de</strong> la posguerra, se ha encubierto. Pero queda como alternativa la planeación <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en la que participen todos los integrantes <strong>de</strong> la sociedadinternacional con el fin <strong>de</strong> alcanzar, la siempre difícil, condición <strong>de</strong> paz en el mundo.2 Paz y guerra entre <strong>las</strong> naciones, la concepción <strong>de</strong> Raymond Aron sobre la sociedadinternacional. En los prólogos <strong>de</strong> 1959 y 1961, Aron recuerda que en un artículo <strong>de</strong> 1954 yaanunciaba una “Sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, pero es en la edición alespañol <strong>de</strong> 1963 cuando <strong>de</strong>scribe el sentido que se persigue con ese escrito; ahí dice Aronque: “…trata ampliamente <strong>de</strong> problemas actuales pero no es, o al menos no quiere ser, unlibro <strong>de</strong> actualidad. La intención original ha permanecido en el curso <strong>de</strong> esta larga372 Ibi<strong>de</strong>m, PP.640 y 641.


investigación esencialmente teórica en el sentido que da a este concepto tanto la filosofíacomo <strong>las</strong> ciencias sociales. Me he preguntado si, y cómo era posible, pensar en un dominioespecifico <strong>de</strong> acción humana <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s políticas, celosa cada una<strong>de</strong> su soberanía es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> su capacidad y <strong>de</strong> su <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> elección entre la paz y laguerra.Aunque cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuatro partes <strong>de</strong> este libro lleva un título diferente —teoría,Sociología, historia y praxeología- todas el<strong>las</strong> se integran en una encuesta <strong>de</strong> significación yalcance teórico”. 373Por en<strong>de</strong>, el objetivo es teórico, pero cada uno <strong>de</strong> esos apartados tiene una fundamentaciónempírica, es ahí <strong>de</strong> don<strong>de</strong> se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>r la concepción aroniana <strong>de</strong> la realidadinternacional. Revisemos esos planteamientos.La primera parte, sobre Conceptos y sistemas, parte <strong>de</strong> la conceptualización sobre <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, que ya hemos referido anteriormente pero en su finalidad estácaptar los problemas éticos y pragmáticos en los que se hace manifiesto que la políticaexterior es el reflejo <strong>de</strong> la pluralidad <strong>de</strong> centros autónomos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión, lo que hace patenteel riesgo <strong>de</strong> la guerra.Así, el capítulo 1 titulado Estrategia y diplomacia o <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong> la política extranjera,primero hace referencia a los tipos y estrategias para la guerra apoyándose especialmenteen <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Clausewitz sobre el tema. Luego, al hablar <strong>de</strong> la “estrategia y objetivo <strong>de</strong>guerra”, ejemplifica con <strong>las</strong> llamadas guerras mundiales <strong>de</strong> 1914-1918 y 1939-1945.En el capítulo II: El po<strong>de</strong>r y la fuerza o <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> la política exterior, parte <strong>de</strong> la<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> que el po<strong>de</strong>r es la capacidad <strong>de</strong> hacer, producir o <strong>de</strong>struir para luegodiferenciarlo <strong>de</strong> los conceptos fuerza y potencia. Más a<strong>de</strong>lante hace una tipología <strong>de</strong> loselementes <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, tomando <strong>las</strong> proposiciones <strong>de</strong> Nicho<strong>las</strong> Spykman, Hans Morgenthau,Rudolf Steinmetz y Guido Fischer. De todas el<strong>las</strong> <strong>de</strong>riva la propia en la que afirma que esnecesario que se distinga el espacio que ocupan <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s políticas, los materialesdisponibles y el saber que le permite transformarlo en armas, el número <strong>de</strong> hombres y elarte <strong>de</strong> transformarlos en soldados y la capacidad <strong>de</strong> acción colectiva. 374Luego <strong>de</strong>scribe el po<strong>de</strong>r en tiempo <strong>de</strong> paz y en tiempo <strong>de</strong> guerra y <strong>las</strong> incertidumbres <strong>de</strong> lavaloración <strong>de</strong> la potencia, ejemplificándolo en distintos actos y épocas.El capítulo III lo titula: El po<strong>de</strong>r, la gloria y la i<strong>de</strong>a o <strong>de</strong> los fines <strong>de</strong> la política exterior. Eneste abstracto título, el autor inicia retomando la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Clausewitz <strong>de</strong> que en la guerra <strong>las</strong>unida<strong>de</strong>s políticas se esfuerzan por imponerse unas a otras su propia voluntad, y ello se<strong>de</strong>muestra en la primera guerra mundial. Estos son objetivos eternos <strong>de</strong>l esquema <strong>de</strong> <strong>las</strong>373 ARON, Rayond, Paz y guerra entre naciones…op. cit., p. 9.374 Cfr. Ibi<strong>de</strong>m, p. 81.


elaciones <strong>internacionales</strong> en <strong>las</strong> que dichas unida<strong>de</strong>s orgullosas <strong>de</strong> su in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia ycelosas <strong>de</strong> su capacidad <strong>de</strong> tomar por sí mismas gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>cisiones, se convierten en rivalespor el mismo motivo por el que son autónomas. Todas el<strong>las</strong> sólo pue<strong>de</strong>n contar con el<strong>las</strong>mismas. 375En esas condiciones cada una requiere <strong>de</strong> seguridad que se basa en la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> losrivales o visto <strong>de</strong> otra manera, en la fuerza propia. El binomio seguridad y fuerza conllevamúltiples aspectos que <strong>de</strong>rivan en la lucha por la gloria y por el po<strong>de</strong>r, don<strong>de</strong> el vencedor esel que pue<strong>de</strong> dictar la paz. Todos esos elementos se constituyen en la i<strong>de</strong>a, por lo que lai<strong>de</strong>a es el principio y el fin. Los hombres <strong>de</strong> Estado preten<strong>de</strong>n alcanzar objetivos históricosbasados en esas premisas. Toda acción y reacción conlleva una ofensiva y una <strong>de</strong>fensiva;ello es difícil distinguir en la calificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> armas por lo que la conducta diplomáticoestratégicatiene que ser in<strong>de</strong>terminada y respon<strong>de</strong>r a situaciones típicas.El capítulo IV se titula De los sistemas <strong>internacionales</strong> y <strong>de</strong> entrada dice: “Llamo sistemainternacional al conjunto constituido por una serie <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>s políticas, que mantienenentre sí <strong>relaciones</strong> regulares y que son todas susceptibles <strong>de</strong> verse implicadas en una guerrageneral. Son miembros <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> un sistema internacional aquel<strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s queson tenidas en cuenta, en sus cálculos <strong>de</strong> fuerza, por los responsables <strong>de</strong> los principalesEstados. . . Un sistema político viene <strong>de</strong>finido por una organización, por <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>recíprocas entre <strong>las</strong> partes, por la cooperación <strong>de</strong> los elementos y por <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>gobierno”. 376Con base en esa i<strong>de</strong>a propone utilizar el concepto <strong>de</strong> sistema, y afirma que la estructura <strong>de</strong>los sistemas <strong>internacionales</strong> es siempre oligopólica y su característica es la configuración <strong>de</strong>la relación <strong>de</strong> fuerzas. Por ello los sistemas pue<strong>de</strong>n ser homogéneos o heterogéneos; la<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> ellos la <strong>de</strong>scribe Aron <strong>de</strong> la siguiente manera: “Llamo sistemas homogéneos aaquellos en los cuales los Estados pertenecen al mismo tipo y obe<strong>de</strong>cen al mismo concepto<strong>de</strong> la política. Llamo heterogéneos, por el contrario, a aquellos sistemas en que los Estadosestán organizados <strong>de</strong> acuerdo con otros principios y proclaman valores contradictorios”. 377Pero la homogeneidad y heterogeneidad no son obstáculos para que pueda haber conflictoentre los beligerantes, aunque <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1945, el sistema diplomático, a pesar <strong>de</strong> todas <strong>las</strong>heterogeneida<strong>de</strong>s externas, tendió hacia una homogeneidad jurídica cuya expresión fue laOrganización <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas.En seguida el autor establece la diferencia entre el sistema internacional y la sociedadtransnacional. Del primero dice que “los sistemas <strong>internacionales</strong> representan el aspectointerestatal <strong>de</strong> la sociedad a la que pertenecen los distintos pueblos, sometidos a soberanías375 Cfr. Ibi<strong>de</strong>m, pp. 101 y 102.376 Ibi<strong>de</strong>m, p. 127.377 Ibí<strong>de</strong>m, p. 133.


diferentes”; y <strong>de</strong> la segunda afirma que: “La sociedad transnacional se manifiesta por losintercambios comerciales, <strong>las</strong> migraciones <strong>de</strong> los individuos, <strong>las</strong> creencias comunes, <strong>las</strong>organizaciones que trascien<strong>de</strong>n más allá <strong>de</strong> <strong>las</strong> fronteras y por <strong>las</strong> ceremonias ocompeticiones abiertas a los miembros <strong>de</strong> todas estas unida<strong>de</strong>s”. 378Todos estos elementos dan cuenta <strong>de</strong>l esbozo teórico conceptual que caracteriza a <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, por lo que ante esas condiciones se pregunta el autor, siguiendo<strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Grocio, si ¿se pue<strong>de</strong> legalizar la guerra o ponerla fuera <strong>de</strong> la ley?, a lo querespon<strong>de</strong> que <strong>de</strong> hecho la guerra ya está legalizada, pero no hay órgano supremo que puedaponerla fuera <strong>de</strong> la ley, por lo que el reconocimiento <strong>de</strong> la agresión pue<strong>de</strong> tener equívocos.El capítulo V se refiere al paso <strong>de</strong> los sistemas multipolares a los bipolares, por lo queprimero <strong>de</strong>scribe la política <strong>de</strong>l equilibrio, la que obe<strong>de</strong>ce a una regla <strong>de</strong>l sentido común yse <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> la pru<strong>de</strong>ncia necesaria para aquellos Estados que se preocupan <strong>de</strong> preservar suin<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia; luego la política <strong>de</strong>l equilibrio pluripolar, en don<strong>de</strong> se recuerdan los seisprincipios <strong>de</strong> Kaplan <strong>de</strong> los que dice que ellos serían seguidas por actores perfectamenteracionales <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un sistema pluripolar, pero la conducta <strong>de</strong>l diplomático puro no pue<strong>de</strong>ser consi<strong>de</strong>rada como <strong>de</strong>terminada por la única referencia al equilibrio <strong>de</strong> la pluralidad <strong>de</strong>actores y que se niega a aceptar una monarquía universal; en seguida el equilibrio bipolar,que es cuando la mayor parte <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s políticas se agrupan alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> dos <strong>de</strong> el<strong>las</strong>,y finalmente se <strong>de</strong>scribe el sistema bipolar en <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s griegas representadas en Atenasy Esparta.Luego <strong>de</strong> ese recorrido, el autor afirma: “Un sistema que cubre el planeta difiere, pornaturaleza, <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s griegas o <strong>de</strong>l <strong>de</strong> los Estados europeos. La UniónSoviética y los Estados Unidos no corren igual riesgo <strong>de</strong> ser llevadas, a su pesar, a laguerra, por <strong>las</strong> disputas entre sus aliados o entre sus satélites, que corrían Esparta o Atenas.Los medios <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción que poseen los dos protagonistas, cambian quizá la esencia <strong>de</strong> lacompetencia diplomático-estratégica. En todos los planos, <strong>las</strong> diferencias cuantitativasprovocan revoluciones cualitativas.Finalmente el capítulo VI se refiere a la dialéctica <strong>de</strong> la paz y <strong>de</strong> la guerra. Primero haceuna tipología <strong>de</strong> ambos conceptos. En el caso <strong>de</strong> la paz distingue tres tipos: por equilibrio,por hegemonía y por imperio; y los tipos <strong>de</strong> guerra son interestatales, superestatales oimperiales que tienen por objeto, origen o consecuencia la eliminación <strong>de</strong> ciertosbeligerantes y la formación <strong>de</strong> una unidad <strong>de</strong> nivel superior y <strong>las</strong> infra estatales o infraimperiales que mantienen o buscan la <strong>de</strong>scomposición <strong>de</strong> una unidad política nacional oimperial.378 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 139 y 140.


Los objetos <strong>de</strong> guerra y principios <strong>de</strong> paz y la paz belicosa explican la paz por terror y lapaz por po<strong>de</strong>r, don<strong>de</strong> la disuasión juega un papel fundamental. Ante ello Aron propone unareeducación pues la dialéctica <strong>de</strong> la guerra y la paz ha llegado a tal término que: “La guerrafría se sitúa en el punto <strong>de</strong> convergencia <strong>de</strong> dos series históricas una que lleva a la puesta apunto <strong>de</strong> <strong>las</strong> bombas termonucleares y <strong>de</strong> los ingenios balísticos, así como la renovaciónincesante <strong>de</strong> armas cada día más <strong>de</strong>structivas y <strong>de</strong> vehículos portadores cada vez másrápidos; la otra que acentúa el elemento psicológico <strong>de</strong> los conflictos a expensas <strong>de</strong> laviolencia física. La conjunción <strong>de</strong> estas dos series es comprensible: cuanto más sobrepasanla escala humana los instrumentos <strong>de</strong> la fuerza, menos utilizables son. La falta <strong>de</strong> medida<strong>de</strong> la técnica lleva la guerra <strong>de</strong> nuevo a su carácter esencial <strong>de</strong> confrontación <strong>de</strong> volunta<strong>de</strong>s,tanto si la amenaza sustituye a la acción, como si la impotencia recíproca <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>simpi<strong>de</strong> los conflictos directos y, al mismo tiempo, amplía los espacios en los que haceestragos, sin gran<strong>de</strong>s riesgos para la humanidad, la violencia clan<strong>de</strong>stina o dispersa…Lapaz por el terror suspen<strong>de</strong> sobre <strong>las</strong> masas humanas una amenaza global y monstruosa. Lasubversión impone a cada individuo la obligación <strong>de</strong> elegir su <strong>de</strong>stino, su partido y sunación. La amenaza termonuclear reduce los hombres a una especie <strong>de</strong> pasividad colectiva.El ejército psicológico añejado por revolucionarios o conservadores, apunta a todos loshombres, porque lo hace a cada uno <strong>de</strong> ellos”. 379La segunda parte lleva el título <strong>de</strong> sociología, con el subtítulo <strong>de</strong> “Determinantes yregularida<strong>de</strong>s”. Después <strong>de</strong> hacer una serie <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>raciones sobre la diferencia entre lateoría, la sociología y la historia, <strong>de</strong>scribe los elementos que componen el apartado en elque los tres primeros capítulos respon<strong>de</strong>n a una consi<strong>de</strong>ración espacial y los tres últimos auna consi<strong>de</strong>ración temporal; y afirma que: “…si se trata <strong>de</strong> causas materiales como <strong>de</strong>causas sociales, <strong>de</strong> la consi<strong>de</strong>ración espacial o <strong>de</strong> la consi<strong>de</strong>ración temporal, nuestrainvestigación está orientada hacia el presente. Es precisamente para sacar a la luz los rasgosoriginales <strong>de</strong> nuestra época, por lo que, en cada capítulo, interrogamos al pasado”. 380En el capítulo VII, Del espacio, Aron dice: “Hasta nuestros días, todo or<strong>de</strong>n internacionalha sido esencialmente territorial. Viene a consagrar un acuerdo entre soberanías para unadistribución <strong>de</strong>l espacio en compartimiento …Por muy improvisados que sean, los Estadosactúan como dueños en el interior <strong>de</strong> sus propias fronteras <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mismo día en que suin<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia es proclamada Poseen un fragmento <strong>de</strong> la corteza terrestre junto conhombres y objetos ... el aire ha sido sometido a la autoridad <strong>de</strong> los Estados, hasta una alturaaún no precisada”. 381Con esas i<strong>de</strong>as se hace una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> los diversos medios geográficos y cómo en él sefunda la geopolítica sustentada en <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Halford Mackin<strong>de</strong>r don<strong>de</strong> el especialista enla materia, “combina una esquematización geográfica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> diplomático-379 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 216 y 217.380 Ibi<strong>de</strong>m, p. 224.381 Ibi<strong>de</strong>m, p. 226


estratégicas con un análisis geográfico-económico <strong>de</strong> los recursos y con una interpretación<strong>de</strong> <strong>las</strong> aptitu<strong>de</strong>s diplomáticas en función <strong>de</strong>l modo <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>l medio ambiente (se<strong>de</strong>ntarios,nómadas, terrestres, marinos).También el autor consi<strong>de</strong>ra la productividad individual y espacial en cada uno <strong>de</strong> losdiversos territorios. Ligado al espacio está el número <strong>de</strong> población pues, dice Aron:“¿Cómo tratar <strong>de</strong>l espacio en efecto sin evocar el número <strong>de</strong> hombres que pueblan cada uno<strong>de</strong> sus fragmentos?”. 382La población da una serie <strong>de</strong> indicadores como la vitalidad biológica, <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>sproductivas, la <strong>de</strong>nsidad por espacio <strong>de</strong>terminado o superpoblación, la participación enactivida<strong>de</strong>s bélicas y los recursos que se requieren para la satisfacción <strong>de</strong> sus necesida<strong>de</strong>s.Esos elementos remiten a la revisión <strong>de</strong> los recursos energéticos utilizados don<strong>de</strong> el autorrefiere cómo <strong>de</strong>l petróleo se ha pasado al átomo y a la electrónica.Como complemento Aron habla <strong>de</strong> los recursos, término que prefiere ante el <strong>de</strong> economía,y afirma: “Yo entiendo por recursos el conjunto <strong>de</strong> medios materiales <strong>de</strong> que disponen <strong>las</strong>colectivida<strong>de</strong>s para asegurar su existencia…si nos interrogamos sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entrerecursos y política exterior, parece que <strong>de</strong>beríamos distinguir tres tipos <strong>de</strong> datossusceptibles <strong>de</strong> ser causas: los recursos brutos, aquellos que ofrece el medio natural, losconocimientos y la técnica, que permiten la explotación <strong>de</strong> los recursos, y el modo <strong>de</strong>organización aplicado a la producción y a la circulación que <strong>de</strong>termina el régimeneconómico, es <strong>de</strong>cir, la manera según la cual son repartidos entre los individuos <strong>las</strong>obligaciones <strong>de</strong>l trabajo y los ingresos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l esfuerzo colectivo… me parecepreferible -y la experiencia justificará quizá esta simplificación- centrar nuestros análisisalre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> tres problemas, análogos a aquellos que hemos tratado en los capítulosprece<strong>de</strong>ntes. En principio, los recursos en tanto que medios <strong>de</strong> fuerza, y <strong>de</strong>spués, losrecursos como objetivos beligerantes, motivos <strong>de</strong> rivalida<strong>de</strong>s o causas <strong>de</strong> guerra. Enconclusión, compararemos brevemente la influencia <strong>de</strong> los distintos regímenes <strong>de</strong> laeconomía mo<strong>de</strong>rna sobre la conducta exterior <strong>de</strong> los estados”. 383Así, <strong>de</strong>scribe <strong>las</strong> proposiciones <strong>de</strong> cuatro doctrinas económicas como son el mercantilismo,el liberalismo, la economía nacional y el socialismo, así como la interpretación históricaque pue<strong>de</strong> hacerse <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas y sus <strong>de</strong>rivaciones hacia el capitalismo, imperialismo ycolonialismo, tomando en cuenta la opción que en su momento era el socialismo.En los siguientes apartados, dice Aron: “consi<strong>de</strong>ramos no ya los <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong> <strong>las</strong>ituación, sino <strong>las</strong> maneras <strong>de</strong> ser y <strong>de</strong> actuar <strong>de</strong> los actores, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> los sujetos <strong>de</strong> lahistoria diplomática, que hemos llamado unida<strong>de</strong>s políticas. Al mismo tiempo nos382 Ibi<strong>de</strong>m, p. 258.383 Ibi<strong>de</strong>m. p. 296.


encontraremos con un segundo tipo <strong>de</strong> explicaciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> guerras. En lugar <strong>de</strong> evocar elinexorable <strong>de</strong>terminismo <strong>de</strong> la necesidad, el hambre eterna <strong>de</strong> oro o <strong>de</strong> riqueza,discutiremos sobre la acusación hecha a la Alemania eterna, al régimen <strong>de</strong>spótico,comunista o <strong>de</strong>mocrático y sobre la hipótesis <strong>de</strong> un <strong>de</strong>venir fatal <strong>de</strong> <strong>las</strong> civilizaciones o, porúltimo, sobre la teoría <strong>de</strong> la naturaleza humana, origen y fin <strong>de</strong> la historia. En este capítulopasaremos <strong>de</strong> los regímenes políticos. . . a <strong>las</strong> constantes nacionales. . . para volver,mediante el concepto <strong>de</strong> nación, consi<strong>de</strong>rada como un tipo <strong>de</strong> unidad política y <strong>de</strong> ladiversidad <strong>de</strong> organizaciones militares...a la actual coyuntura, caracterizada por la extremaheterogeneidad <strong>de</strong> los Estados y <strong>de</strong> los modos <strong>de</strong> combate”. 384Esta síntesis hecha por el mismo autor nos <strong>de</strong>scribe los aspectos generales que contienenlos incisos restantes <strong>de</strong> “Naciones y regímenes”.Los datos históricos llevan al autor a tener una base para buscar un or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l <strong>de</strong>venir, yaunque encuentra en el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones y <strong>las</strong> civilizaciones una ten<strong>de</strong>nciabeligerante, por lo que Aron opina que: “Espacio, número, recursos, son condiciones uobjetos <strong>de</strong> disputa parciales. No obstante los hombres luchan porque ponen <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as alservicio <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r o la voluntad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r al servicio <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as; porqueviven en comunida<strong>de</strong>s, a la vez extrañas y emparentadas, y porque no aceptan ni someterseuna a otra ni ignorarse recíprocamente. Las causas profundas <strong>de</strong> <strong>las</strong> guerras han sidoconstantes a lo largo <strong>de</strong> toda la fase histórica. La intensidad <strong>de</strong>l fenómeno bélico ha sidoirregular a causa <strong>de</strong> la diversidad <strong>de</strong> circunstancias que pue<strong>de</strong>n incrementarlo oatenuarlo”. 385No obstante esas condiciones, Aron consi<strong>de</strong>ra que el sentido <strong>de</strong> la historia humana seorienta hacia la paz. Por ello se requiere buscar cuáles son <strong>las</strong> raíces <strong>de</strong> la institución bélica.El<strong>las</strong> pue<strong>de</strong>n ser biológicas y psicológicas <strong>de</strong> <strong>las</strong> que dice: “El hombre no lucha con sussemejantes por instinto, pero es en cada instante víctima y verdugo <strong>de</strong> su prójimo. Laagresión física y la voluntad <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción no constituyen la única réplica a la frustración,pero sí una <strong>de</strong> <strong>las</strong> réplicas posibles, y quizá la réplica espontánea. En este sentido, losfilósofos no se equivocaban al consi<strong>de</strong>rar que el hombre es naturalmente peligroso para elhombre”. 386También se buscan <strong>las</strong> raíces sociales acerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales el mismo Aron señala que “<strong>las</strong>guerras son un fenómeno social específico, surgido probablemente en un <strong>de</strong>terminado384 Ibí<strong>de</strong>m. p. 336.385 Ibí<strong>de</strong>m, P.396386 Ibí<strong>de</strong>m, p. 408.


momento <strong>de</strong> la historia humana: implican la organización <strong>de</strong> la acción violenta por <strong>las</strong>colectivida<strong>de</strong>s enfrentadas”. 387Luego se hace una tipologización social <strong>de</strong> <strong>las</strong> guerras que son por <strong>de</strong>fensa, por venganza ypor competencia para adquirir prestigio; y en muchas ocasiones se justifican en mitos quese intentan fundamentar en <strong>las</strong> raíces anteriormente referidas.La tercera parte, la Historia. El sistema planetario en la edad termonuclear; da cuenta <strong>de</strong> laheterogeneidad que se i<strong>de</strong>ntifica en el sistema planetario <strong>de</strong> la época. Ahí se <strong>de</strong>stacan losbloques europeos y <strong>las</strong> alianzas asiáticas; <strong>las</strong> estrategias y la dialéctica <strong>de</strong> la disuasión; losbloques militares como la OTAN y el <strong>de</strong>saparecido Pacto <strong>de</strong> Varsovia, <strong>las</strong> organizacioneseconómicas como la OECE, luego <strong>de</strong>venida en OCDE, el COMECON que posteriormentese transforma en el CAME, antes <strong>de</strong> su <strong>de</strong>saparición, y el Mercado Común Europeo que haevolucionado hacia la Unión Europea. También se <strong>de</strong>scriben los conflictos interiores yexteriores <strong>de</strong> los bloques y la diplomacia entre los mismos bloques que participan enactivida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> colaboración y <strong>de</strong> disuasión <strong>de</strong> acuerdo con <strong>las</strong> exigencias <strong>de</strong>l momento.Tampoco se olvidan los bloques asiáticos y orientales y el papel que juegan <strong>las</strong> NacionesUnidas. Después <strong>de</strong> ese largo recorrido, Aron afirma: “El objetivo <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte no es el <strong>de</strong><strong>de</strong>struir los regímenes soviéticos, sino el <strong>de</strong> persuadir a los comunistas que hay espaciopara regímenes diferentes, que no tendrían por qué consi<strong>de</strong>rarse enemigos. El objetivo <strong>de</strong>lbloque Soviético es el <strong>de</strong> eliminar a los regímenes capitalistas y el <strong>de</strong> utilizar, con este fin,los movimientos revolucionarios, los movimientos <strong>de</strong> liberación nacional o social. Uno <strong>de</strong>los gran<strong>de</strong>s contempla una victoria políticamente total, militarmente absoluta; el otro, lacoexistencia pacífica, como objetivo y no solamente como medio, a la manera <strong>de</strong> surival”. 388Finalmente la cuarta parte fue <strong>de</strong>nominada Praxeologia. Las antinomias <strong>de</strong> la accióndiplomática estratégica.Sobre el contenido <strong>de</strong> este apartado, Aron hace una síntesis en la que <strong>de</strong>scribe todas <strong>las</strong>i<strong>de</strong>as fundamentales contenidas en los siguientes incisos, ahí dice que: “En el primercapítulo <strong>de</strong> esta parte, estudio el problema clásico en la literatura, sobre todo americana,planteado por la antinomia entre realismo e i<strong>de</strong>alismo…En el capítulo siguiente mepregunto si la puesta a punto <strong>de</strong> <strong>las</strong> armas atómicas, modifica la moralidad tradicional <strong>de</strong> laacción diplomático-estratégica, y si <strong>las</strong> llamadas doctrinas i<strong>de</strong>alistas <strong>de</strong>l pacifismo absolutono se han convertido ya en la única forma <strong>de</strong> sabiduría. Concluyo con que, feliz o<strong>de</strong>sgraciadamente, no hay nada <strong>de</strong> ello: hoy, a la sombra <strong>de</strong>l apocalipsis termonuclear,como ayer a la sombra <strong>de</strong> <strong>las</strong> divisiones blindadas, o anteayer a la sombra <strong>de</strong> <strong>las</strong> legiones o387 Ibí<strong>de</strong>m, p. 408.388 Ibi<strong>de</strong>m, p. 664.


<strong>de</strong> <strong>las</strong> falanges, hombres <strong>de</strong> Estado y simples ciudadanos tienen que actuar según supru<strong>de</strong>ncia, sin ilusión ni esperanza <strong>de</strong> seguridad absoluta.Admitido que la rivalidad entre los bloques continúa siendo irreductible por el momento,los dos capítulos siguientes tien<strong>de</strong>n a esbozar la estrategia que daría <strong>las</strong> mayoresposibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> alcanzar los dos objetivos que contempla occi<strong>de</strong>nte: no librar una guerratotal y no sucumbir. El capítulo XXI estudia el aspecto auténticamente militar y el XXII e<strong>las</strong>pecto político <strong>de</strong> la estrategia. En estos dos capítulos, intento extraer <strong>las</strong> conclusiones quese <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n tanto <strong>de</strong> los análisis formales <strong>de</strong> la primera parte como <strong>de</strong> <strong>las</strong> regularida<strong>de</strong>ssociológicas <strong>de</strong> la segunda parte y <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>scripciones históricas <strong>de</strong> la tercera parte.En fin, en los dos últimos capítulos vuelvo a plantearme, a la luz <strong>de</strong> la experiencia actual,los mismos fundamentos <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n, o más bien <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n internacional: ¿es posiblesometer los estados al reino <strong>de</strong> la ley? ¿Qué “soberanía” nacional y qué “in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia”mantendrían los Estados en una fe<strong>de</strong>ración o en un imperio universal? ¿Subsistirían losEstados? ¿Merecería todavía, un Estado universal, el nombre <strong>de</strong> Estado?En otras palabras los dos primeros capítulos están consagrados al problema <strong>de</strong> los mediosen un mundo real y los dos últimos al problema <strong>de</strong>l último fin: la paz. Los capítulosintermedios se esfuerzan en precisar la conducta que estaría conforme con <strong>las</strong> exigencias <strong>de</strong>hoy día, sin ser por ello contraria a <strong>las</strong> esperanzas <strong>de</strong>l futuro. Pero existen límites a esa<strong>de</strong>seada conciliación: la condición <strong>de</strong>l diplomático-estratega, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> todos nosotros, esantinómica, si la historia es violenta y nuestro i<strong>de</strong>al es pacífico”. 389En esos párrafos se pue<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar el resumen <strong>de</strong> lo que el autor aborda en la cuarta parte<strong>de</strong> su escrito.La concepción <strong>de</strong> la realidad <strong>de</strong> Raymond Aron implica una compleja visión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollohistórico <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s hasta su tiempo, mediadas por el entendimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>sociales que han fluctuado entre la guerra y la paz.3 Las organizaciones <strong>internacionales</strong> y la política exterior norteamericana. Como ya se dijo,Hoffmann tiene una exposición monotemática <strong>de</strong> algunos aspectos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> don<strong>de</strong> se refleja, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su interés en la configuración <strong>de</strong> la estructuradisciplinaria y <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> ésta con el <strong>de</strong>recho, su concepción empírica <strong>de</strong> laSociología histórica. Sus trabajos versan especialmente sobre los organismos, y la políticaexterior <strong>de</strong> los Estados Unidos.Su concepción <strong>de</strong> la realidad parte <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como unsistema, y éste lo entien<strong>de</strong> como un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s básicas <strong>de</strong> lapolítica mundial. Ese Sistema internacional está caracterizado por la importancia <strong>de</strong> los389 Ibí<strong>de</strong>m, pp. 672.


objetivos que persiguen esas unida<strong>de</strong>s y por <strong>las</strong> funciones realizadas entre ellos; así comolos medios utilizados tanto para conseguir esos objetivos y para llevar a cabo esasfunciones. La <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> este mo<strong>de</strong>lo está mol<strong>de</strong>ado por la estructura <strong>de</strong>l mundo lanaturaleza <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas que operan a través y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s mayores y <strong>las</strong>capacida<strong>de</strong>s, patrones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y cultura política que hay en esas unida<strong>de</strong>s. 390 Dentro <strong>de</strong> esesistema inci<strong>de</strong>n <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones intergubernamentales <strong>las</strong> cuales endiversos momentos, pue<strong>de</strong>n ampliar o modificar <strong>las</strong> características dominantes que semanifiestan en el sistema internacional. 391Entre los escritos <strong>de</strong> Hoffmann, don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>stacan todos los aspectos referidos, está sutexto editado en Francia Organisation internationales et pouvoirs politiques <strong>de</strong> Etats, don<strong>de</strong>propone la superación <strong>de</strong>l Estado Soberano que limita <strong>las</strong> condiciones para la cooperacióninternacional. 392Partiendo también <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> sistema internacional la otra línea <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong>Hoffmann, versa sobre la Política exterior <strong>de</strong> los Estados Unidos y su escrito másrepresentativo lleva el peculiar enunciado <strong>de</strong> “los problemas <strong>de</strong> Gulliver”, don<strong>de</strong> el autorhace un diagnóstico sobre <strong>las</strong> condicionantes medioambientales <strong>de</strong> la política exterior <strong>de</strong>los Estados Unidos, la cual en muchas ocasiones se encuentra condicionada por ese medioambiente. En el prólogo a la edición francesa <strong>de</strong> su escrito, Hoffmann señala que EstadosUnidos consi<strong>de</strong>rado como el país más po<strong>de</strong>roso <strong>de</strong> la Tierra no pue<strong>de</strong> mol<strong>de</strong>ar, dirigir odictar el futuro <strong>de</strong>l mundo a su <strong>de</strong>seo, pues los métodos tradicionales <strong>de</strong> la manifestación <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r, perdieron su eficacia. Ser una potencia no significa la disponibilidad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r<strong>de</strong>bido a que el recurso <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> fuerza y <strong>de</strong> la multiplicación <strong>de</strong> los Estados, así comopor la heterogeneidad <strong>de</strong>l sistema internacional en don<strong>de</strong> hay todo tipo <strong>de</strong> conflictos localesy regionales. 393La concepción <strong>de</strong> este autor sobre la política exterior norteamericana, tiene, al parecer,mayor trascen<strong>de</strong>ncia, pues Marcel Merle afirma que: “El diagnóstico que StanleyHoffmann emite sobre Estados Unidos no sólo es válido para el gigante americano. En la390 Cfr. Hoffmann, Stanley. “International system and international law”, World Politics. vol. 14, 1961,EUA, p. 207.391 Cfr. Ibi<strong>de</strong>m, “International organization and the international system” International organization. vol.III, EUA, 1970.392 Ibi<strong>de</strong>m, Organisation internationales et pouvoirs politiques <strong>de</strong> Etats, Armand Colin, Paris, 1954.393 Cfr. Hoffmann, Stanley, Gulliver empêtré. Essai sur la politique étrangère <strong>de</strong>s Etats-Unis, Paris, 1971, p.6.


actualidad todos los Estados están más o menos apresados en <strong>las</strong> re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un sistema quefrena su libertad <strong>de</strong> acción”. 394Así como estos ejemplos se pue<strong>de</strong>n encontrar otros escritos en don<strong>de</strong> Hoffmann trataaspectos concretos tanto <strong>de</strong> organismos <strong>internacionales</strong> regionales como, según vimos, <strong>de</strong>aspectos teóricos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> vinculados con la disciplina.El enfoque que po<strong>de</strong>mos calificar, <strong>de</strong> manera genérica, como sociológico <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> o, particularmente, como <strong>de</strong> sociología histórica, es consecuente con lavisión <strong>de</strong> su tiempo pues sigue partiendo para la interpretación teórica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> <strong>de</strong> una premisa el po<strong>de</strong>r, concepto que también fue central en el realismopolítico. No obstante que se incorporan algunos otros elementos que indican laparticipación <strong>de</strong> la sociedad civil, <strong>de</strong> múltiples maneras, en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>,sigue siendo consi<strong>de</strong>rada la acción <strong>de</strong> los gobiernos como un elemento fundamental para elestudio <strong>de</strong> la disciplina. Pero esa aportación fue fundamental para la generación <strong>de</strong> muchasconcepciones sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, ya que para fines <strong>de</strong>l siglo veinte, laestructura es completamente distinta a la existente en <strong>las</strong> décadas <strong>de</strong> la posguerra y <strong>las</strong>socieda<strong>de</strong>s han adquirido un gran peso frente a <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> gobiernos.4.4 ENFOQUE MARXISTAA diferencia <strong>de</strong> los otros enfoques para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> que hanencontrado en otras áreas <strong>de</strong>l conocimiento, como la sociología o la politología, elementospara la construcción teórica <strong>de</strong> la disciplina, en el caso <strong>de</strong>l marxismo se han dado algunasopiniones acerca <strong>de</strong> su pertinencia para la construcción teórica <strong>de</strong> la disciplina, entre el<strong>las</strong><strong>de</strong>staca la <strong>de</strong> Roberto Mesa, quien afirma: “Sería totalmente equívoco afirmar que Marxelaboró una teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en el sentido completo, académico, conque hoy día damos contenido a la <strong>de</strong>nominan. Pero igualmente equívoco, dada la ausencia<strong>de</strong> c<strong>las</strong>ificación formalista, sería <strong>de</strong>sconocer o silenciar la importancia que en elpensamiento <strong>de</strong> Marx tuvo preocupación por la política internacional <strong>de</strong> su época y <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>sarrollar<strong>las</strong> en su seno”. 395Esa Opinión es refrendada por Sau Aguayo, quien precisa que Marx: “Efectivamente, nosólo no realizó esa tarea, sino que ella está aún inconclusa, a pesar <strong>de</strong> los aportes parciales yfragmentos —algunos muy lúcidos— <strong>de</strong> una buena cantidad <strong>de</strong> autores marxistas <strong>de</strong>s<strong>de</strong>Lenin y Rosa Luxemburgo hasta los contemporáneos”. 396394 MERLE Marcel, op. cit., p. 329.395 MESA, Roberto op. cit., p. 152.396 SAU AGUAYO, Julio, “Marxismo y <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>” en Anuario Mexicano <strong>de</strong> RelacionesInternacionales, 1980, primera parte, Escuela Nacional <strong>de</strong> Estudios Profesionales Acatlán, México, 1981, p.339.


Hay otros pensadores que consi<strong>de</strong>ran que <strong>las</strong> aportaciones <strong>de</strong>l marxismo son especialmenterelevantes en <strong>las</strong> interpretaciones <strong>de</strong>l imperialismo y la guerra como proyecciones <strong>de</strong> labase económica, aunque <strong>las</strong> explicaciones dadas por los gobiernos <strong>de</strong> Europa <strong>de</strong>l Este en elperiodo <strong>de</strong> la posguerra asumen más una reproducción apologética <strong>de</strong>l marxismo que unentendimiento pleno <strong>de</strong> la realidad internacional. 397Por su parte, Reynolds soslaya la importancia <strong>de</strong> <strong>las</strong> interpretaciones marxistas pues diceque: “No es necesario aceptar la interpretación marxista-leninista <strong>de</strong> los conflictos<strong>internacionales</strong> como conflictos <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e para admitir que <strong>las</strong> interacciones económicas<strong>internacionales</strong> afectan a los sistemas estatales. Dichas interacciones pue<strong>de</strong>n tenerelementos industriales, comerciales, financieros y tecnológicos”. 398Con esas opiniones vemos que cada quien interpreta la teoría marxista <strong>de</strong> conformidad conla posición que toma frente a la misma, pero hay quienes insisten que se asuma elmarxismo como la opción para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, tal y como sepue<strong>de</strong> <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>las</strong> Siguientes i<strong>de</strong>as: “En suma, sabemos que lo que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> buscan aprehen<strong>de</strong>r y compren<strong>de</strong>r son los rasgos permanentes, <strong>las</strong>regularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>venir social, ya que únicamente estos elementos pue<strong>de</strong>n darlugar a una relación causal teórica. Pues bien, tales regularida<strong>de</strong>s históricas y socialesencontraron su fundamentación científica sólo en el marxismo”. 399Por su parte Cid y González dicen que: “…era notable la ausencia <strong>de</strong>l marxismo comocorriente explicativa <strong>de</strong> los fenómenos <strong>internacionales</strong>. . . el corpus teórico <strong>de</strong>lmaterialismo histórico dialéctico permite el estudio <strong>de</strong> los fenómenos <strong>de</strong> la realidad social -incluidos los <strong>internacionales</strong>- con un potencial explicativo que ninguna otra teoría halogrado hasta la fecha”. 400Los pros y contras <strong>de</strong> que el marxismo sea una base para la construcción teórica <strong>de</strong> ladisciplina <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> siguen vigentes, pero ¿es factible que ello puedarealizarse?, para dar una respuesta a esto es necesario i<strong>de</strong>ntificar cuál es la finalidad <strong>de</strong>lmarxismo entendido, históricamente, tanto en <strong>las</strong> propuestas <strong>de</strong> Marx como en <strong>las</strong> <strong>de</strong>algunos <strong>de</strong> sus seguidores e intérpretes.397 Cfr. DOUGHERTY, James E. y Pfaltzgraff Jr., Robert L., Contending theories of international relations, acomprehensive survey, Harper and Row, Nueva York, 1971, PP. 172-195.398 Reynold, P. A., Introducción al estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Tecnos, Madrid, 1977, p. 256.399 GOZÁLEZ Souza, Luis F., “Una concepción totalizadora <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>: clave paracompren<strong>de</strong>r la especificiddad e importancia <strong>de</strong> la disciplina”, Relaciones Internacionales, Centro <strong>de</strong>Relaciones Internacionales, Facultad <strong>de</strong> Ciencias Políticas y Sociales, <strong>UNAM</strong>. vol. VI, núm. 23, oct -dic1978, México, p. 22.400 Cid Capetillo, Ileana y González Olvera, Pedro, op. Cit. Pp 1 y 2.


4.4.1 Génesis y surgimiento.Marx, como muchos pensadores, es un hombre <strong>de</strong> su tiempo, here<strong>de</strong>ro y crítico <strong>de</strong>liluminismo alemán y particularmente <strong>de</strong> Hegel, quien a su vez fue here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> unainfluencia trascen<strong>de</strong>nte hasta nuestro tiempo,Hegel consi<strong>de</strong>ra a Kant, y en particular a su filosofía, como la base la kantiana y punto <strong>de</strong>partida <strong>de</strong> la filosofía mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> su país; pero el paso que hay <strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong>lconocimiento y la vida moral <strong>de</strong> Kant a la filosofía dialéctica y la metafísica <strong>de</strong> Hegel, esfundamental.Hegel (1770-1831) vive en el periodo <strong>de</strong> transición <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> organización feudal, a la<strong>de</strong>l Estado nacional, don<strong>de</strong> se encuentran los individuos libres. Incluso se le consi<strong>de</strong>ra uno<strong>de</strong> los constructores <strong>de</strong>l Estado burgués. En 1789 Hegel tiene 19 años y la revoluciónfrancesa le representa la realización <strong>de</strong> lo que para él era el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> libertad humana. Erael retorno a la <strong>de</strong>mocracia griega, el arribo a la razón. Sugiere que hay que <strong>de</strong>scubrir en <strong>las</strong>instituciones y en <strong>las</strong> cosas la huella <strong>de</strong>l hombre, la obra <strong>de</strong>l espíritu.El objetivo <strong>de</strong> la filosofía es para Hegel la restauración <strong>de</strong> la unidad y totalidad originales<strong>de</strong>l universo, y la posibilidad <strong>de</strong> una entera placi<strong>de</strong>z, esto será un principio que llevará alser humano a la racionalización total <strong>de</strong> lo real.Para Hegel, todo lo real es racional y todo lo racional es real, 401 con este axioma rechaza laoposición abstracta entre lo i<strong>de</strong>al y lo real, trata <strong>de</strong> exten<strong>de</strong>r lo presente, lo real, en sutotalidad y en su necesidad.El concepto clave <strong>de</strong> la gnoseología hegeliana es el <strong>de</strong> totalidad, pero la totalidad paraHegel no es una armonía simple <strong>de</strong> los distintos elementos, sino la síntesis <strong>de</strong> la unidad y<strong>de</strong> la negatividad. En ella el ser se reafirma en su i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberse negado a símismo. El todo <strong>de</strong> la realidad bien expresado por el conjunto <strong>de</strong> esos momentos <strong>de</strong> unatotalidad orgánica viviente.Esto es, la cosa no se reduce a su fin, sino que se halla en su <strong>de</strong>sarrollo. El resultado no esel todo real, pues lo real es la unión <strong>de</strong>l resultado con su <strong>de</strong>venir. El fin, en sí mismo, es louniversal carente <strong>de</strong> vida, el objetivo i<strong>de</strong>al, la búsqueda racional.Si la totalidad contiene sujetos y objetos, éstos interactúan y en ese proceso <strong>de</strong> interacciónse adquiere el conocimiento. Para Hegel, no se pue<strong>de</strong> partir <strong>de</strong> la materia para obtener <strong>de</strong>ella la conciencia, ni se pue<strong>de</strong> partir <strong>de</strong> la pura conciencia <strong>de</strong> sí para obtener la materia. Elproceso <strong>de</strong> conocimiento partiendo <strong>de</strong> la interacción, <strong>de</strong>muestra un movimiento, pero no unmovimiento mecánico, no un <strong>de</strong>venir constante y sin fin. Para la filosofía hegeliana elmovimiento es acción en la naturaleza, en la lógica y en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l espíritu, es un401 Cfr. HEGEL, J. G. F., Filosofía <strong>de</strong>l Derecho, Juan Pablos Editor México, 1980, PP 32 y 33.


movimiento que encuentra i<strong>de</strong>ntidad en la acción <strong>de</strong> los opuestos, estabilidad que se mueve,altera y cambia, el movimiento es para Hegel la dialéctica, dinamicidad que consiste enafirmar que la verdad no surge <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad, sino <strong>de</strong> la oposición y aun <strong>de</strong> lacontradicción.Por tanto, totalidad y dialéctica son uno. Garaudy sintetiza esas i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> la siguientemanera: “…el comienzo es ya totalidad concreta, y lo que aparece en él comocontradictorio, como contradicción motriz, no es en realidad más que la imposibilidad <strong>de</strong>este principio u origen, o <strong>de</strong> esta realidad inmediata, <strong>de</strong> bastarse a sí mismo. Pero estainsuficiencia sólo existe y se manifiesta en referencia a la totalidad. En efecto, en relacióncon el todo, cada momento es abstracción, y como tal es insuficiente”. 402El comienzo es ya totalidad concreta, nos dice Garaudy, pero, ¿qué es la totalidad?, latotalidad está en el objeto y está en el sujeto, en la cosa y en la i<strong>de</strong>a, en cada una y enambas. Se encuentra en el <strong>de</strong>venir constante, en el ser y no ser.El objeto, la cosa, tiene sus particulares características, por ello sobre la cosa Hegel dice:“La cosa es la totalidad en cuanto <strong>de</strong>senvolvimiento, confluente en uno, <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>de</strong>terminaciones <strong>de</strong> la razón y <strong>de</strong> la existencia. Según uno <strong>de</strong> sus momentos, esto es, <strong>de</strong> lareflexión en otro, tiene en sí <strong>las</strong> diferencias por <strong>las</strong> cuales es una cosa <strong>de</strong>terminada yconcreta. . . La cosa se divi<strong>de</strong> así en materia y forma, cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales es la totalidad<strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> la cosa y subsiste por sí. Pero la materia <strong>de</strong>be ser la existencia positiva ein<strong>de</strong>terminada contiene, como existencia, tanto la reflexión en otra cosa como el ser en sí;como unidad en estas <strong>de</strong>terminaciones, es ella misma la totalidad <strong>de</strong> la forma. Pero la formacontiene ya, como totalidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>terminaciones, la reflexión en sí, o, como forma que serefiere a sí, tiene lo que <strong>de</strong>be constituir la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la materia. Ambas son en sí lomismo.. . Siendo la cosa esta totalidad, es una contradicción: esto es, por su unidadnegativa, es la forma, en la cual la materia es <strong>de</strong>terminada y rebajada al grado <strong>de</strong> propiedad;y a la vez, consiste en materias, que en la reflexión <strong>de</strong> la cosa en sí son tanto in<strong>de</strong>pendientescomo negadas. La cosa es, pues, la existencia esencial que se suprime en sí misma: esapariencia”. 403El todo es también la conjunción <strong>de</strong> <strong>las</strong> individualida<strong>de</strong>s, <strong>las</strong> que se relacionan entre sí paracrear la totalidad, en el fenómeno también está la totalidad que se relaciona con sus partes.Sobre ello Hegel dice: “La relación inmediata es la <strong>de</strong>l todo y <strong>las</strong> partes: el contenido es eltodo y consta <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes (<strong>de</strong> la forma), <strong>de</strong> su opuesto. Las partes son distintas <strong>las</strong> unas <strong>de</strong><strong>las</strong> otras, y son lo in<strong>de</strong>pendiente. Pero son parte solamente en su relación <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad entresí, o en cuanto, tomadas en conjunto, constituyen el todo. Pero el conjunto es lo contrario y402 Garaudy, Roger, El pensamiento <strong>de</strong> Hegel, Seis Barral, Barcelona, 1974, p. 42.403 HEGEL, J.G.F., Enciclopedia <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias filosóficas, Juan Pablos Editor, México, 1974, pp. 102-104.


la negación <strong>de</strong> la parte... La relación <strong>de</strong>l todo y <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes es la relación y conservacióninmediata, y, por tanto, vacía <strong>de</strong> pensamiento, <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad consigo en la diversidad. Sepasa <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes al todo y <strong>de</strong>l todo a <strong>las</strong> partes y se olvida en el uno su antítesis con elotro, puesto que cada uno por sí, una vez el todo y otra <strong>las</strong> partes, es tomado comoexistencia in<strong>de</strong>pendiente”. 404La relación todo-partes se da en el objeto y el pensamiento <strong>de</strong>l sujeto, pero finalmente eltodo se encuentra en la i<strong>de</strong>a, y la i<strong>de</strong>a ya no es simplemente el todo, el todo como cosa y eltodo como forma, el todo como conjunción <strong>de</strong> partes. En la i<strong>de</strong>a, el todo adquiere elcarácter <strong>de</strong> absoluto, <strong>de</strong> totalidad, puesto que: “la i<strong>de</strong>a es lo verda<strong>de</strong>ro en sí y para sí launidad absoluta <strong>de</strong>l concepto y <strong>de</strong> la objetividad. . . La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> lo absoluto, según lacual lo absoluto es la i<strong>de</strong>a, es ella misma absoluta”. 405¿Qué entien<strong>de</strong> Hegel por i<strong>de</strong>a? La i<strong>de</strong>a pue<strong>de</strong> ser concebida como la razón (éste es elpropio significado, filosófico, <strong>de</strong> razón), a<strong>de</strong>más, como el sujeto-objeto, como la unidad <strong>de</strong>lo i<strong>de</strong>al y <strong>de</strong> lo real, <strong>de</strong> lo infinito y lo finito, <strong>de</strong>l alma y el cuerpo; como la posibilidad quetiene en sí misma su realidad; como aquello cuya naturaleza sólo pue<strong>de</strong> ser concebida comoexistente, etc., puesto que en ella, todas <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong>l intelecto están contenidas, peroen su infinito retorno e i<strong>de</strong>ntidad consigo”. 406La i<strong>de</strong>a es para Hegel, razón, empero, ésta no es abstracta, autónoma <strong>de</strong> la realidad exterior,es la realidad exterior reproducida en la mente, es lo subjetivo que se hace objetivo y loobjetivo que se subjetiviza, o utilizando la expresión <strong>de</strong>l filósofo:”…la i<strong>de</strong>a es también eltránsito, o mejor, el traducirse a sí misma en el intelecto abstracto, es, a<strong>de</strong>más, eternamente,razón: es la dialéctica, que hace que este intelectual esta diversidad, sea entendida más allá<strong>de</strong> su naturaleza finita y más allá <strong>de</strong> la falsa apariencia <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia que tienen susproducciones; y los reconduce a la unidad. La i<strong>de</strong>a es el juicio infinito, cuyos lados soncada uno la totalidad in<strong>de</strong>pendiente; y precisamente porque cada uno allí se complete, cadauno pasa al otro. Ninguno <strong>de</strong> los otros conceptos <strong>de</strong>terminados en esta totalidad completaen sus dos lados: esto es, el concepto mismo y la objetividad”. 407El todo o la totalidad es el supuesto hegeliano <strong>de</strong> una lógica global, <strong>de</strong> un sistemaintegrado, <strong>de</strong> un conjunto coherente que se resume en la tautología “¡hay un todo porque esun todo!. . . Hay todo porque hay una razón totalizadora”. 408 El todo es la cosa, es el saber,es la razón, es el concepto, es el <strong>de</strong>venir, es la transformación; la fuerza <strong>de</strong> la gnoseologíahegeliana radica en esa totalidad.404 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 106 y 107.405 Ibi<strong>de</strong>m, p. 148.406 Ibí<strong>de</strong>m, p. 149.407 Ibí<strong>de</strong>m, p. 150.408 LEFEBVRE Henry, Hegel, Marx, Nietzsche Siglo XXI, México, 1978, p. 87.


Habíamos dicho que totalidad y dialéctica son uno, si <strong>de</strong>scribimos el contenido <strong>de</strong> laconcepción hegeliana <strong>de</strong> totalidad, ahora <strong>de</strong>bemos hacer lo mismo con la <strong>de</strong> dialéctica. EnHegel, la dialéctica es una lógica <strong>de</strong> la relación en la que cada parte no se i<strong>de</strong>ntifica por símisma, sino por su relación con el todo, cada cosa es lo uno, y al mismo tiempo lo otro, eslo uno para nuestra percepción sensible, pero es lo otro que <strong>de</strong> inmediato no po<strong>de</strong>mospercibir. La relación se da en la contradicción en la que lo finito y lo infinito constituyen <strong>las</strong>partes, los momentos <strong>de</strong> un mismo universo. La cosa en sí es al mismo tiempo cosa para elotro, por lo que cada cosa está en relación con <strong>las</strong> <strong>de</strong>más y con los sujetos por el concepto,así como el sujeto esta en relación con los otros en sí y por los conceptos. El sistema <strong>de</strong>relación se manifiesta con un carácter dinámico, <strong>de</strong>l que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> la segundacaracterística <strong>de</strong> la dialéctica.La dialéctica es una lógica <strong>de</strong>l conflicto. Las cosas y los sujetos al tener una mutualimitación en su respectivo ser y en su <strong>de</strong>venir, están en constante enfrentamiento ya que latotalidad específica se rompe por <strong>las</strong> limitaciones espaciales <strong>de</strong> la percepción. El ser y el noser están en un conflicto permanente <strong>de</strong> fuerzas, que rebasa la cosa en sí para darle untránsito cuyo entendimiento <strong>de</strong>vuelve el movimiento y la vida a la realidad.La dialéctica es una lógica <strong>de</strong>l movimiento. La transformación <strong>de</strong> lo finito en lo infinito nose realiza por una fuerza exterior, sino por la misma naturaleza <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas, en el<strong>las</strong> lofinito se supera al negarse a sí mismas y al ser negada la negación, esa lógica <strong>de</strong>lmovimiento transforma lo finito en infinito. La constante negación impulsa elautomovimiento y por en<strong>de</strong>, la vitalidad.La dialéctica es una lógica <strong>de</strong> la vida. La relación, el conflicto y el movimiento son elconjunto animado al interior <strong>de</strong> una totalidad orgánica en <strong>de</strong>venir, en la que la actividad esproductora <strong>de</strong>l ser así como el conocimiento <strong>de</strong>l ser. La vida es una consecución <strong>de</strong> loabstracto a lo concreto, <strong>de</strong> lo contingente a lo necesario, <strong>de</strong> lo finito a lo infinito, <strong>de</strong> todo loque es y no es y <strong>de</strong> lo que parece no ser y es. “El movimiento permanente es la verdaddialéctica <strong>de</strong> Hegel”. 409La dialéctica <strong>de</strong> Hegel explica la historicidad <strong>de</strong> la razón, en la que razón e historia seencuentran conciliadoramente unidas. En la Fenomenología <strong>de</strong>l espíritu se expone lahistoria <strong>de</strong> la experiencia humana en la que subyace el sentimiento <strong>de</strong> no poseer la verdadabsoluta, pero esta obra tiene la intención <strong>de</strong> recoger la verdad <strong>de</strong> toda la filosofía anterior ycon esa verdad, o conjunto <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>s, toda la experiencia acumulada por la humanidad ensu ya larga marcha hacia la realización <strong>de</strong> la libertad.La dialéctica enmarca el proceso <strong>de</strong> la fenomenología <strong>de</strong>l espíritu, en el que se <strong>de</strong>sarrollanel espíritu subjetivo, el espíritu objetivo, y el espíritu absoluto. El inicio <strong>de</strong> la dialéctica <strong>de</strong>l409 Serrano Cal<strong>de</strong>ra, Antonio. Introducción al pensamiento dialéctico, FCE, México, 1976, p. 51.


espíritu subjetivo se encuentra en la contradicción o lucha <strong>de</strong> consciencias, pero para queésta se genere, cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> conciencias individuales <strong>de</strong>be empren<strong>de</strong>r una larga activida<strong>de</strong>volutiva. El principio <strong>de</strong> esa marcha se inicia con la conciencia sensible que es la certezainmediata <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> un objeto al exterior, el cual existe fuera <strong>de</strong> la conciencia yesto no es más que la recepción pasiva <strong>de</strong>l objeto. La dialéctica íntima <strong>de</strong> la concienciasensible inicia el proceso cuando la conciencia adquiere la certeza <strong>de</strong>l objeto exterior y <strong>de</strong>lobjeto pensado. La certeza sensible logra diferenciar su saber, el objeto <strong>de</strong> su saber, elobjeto en sí, el objeto para el sujeto. Aquí hay una contradicción, ya que una cosa es laconciencia <strong>de</strong> la naturaleza, y otra la naturaleza en sí. El objeto mediatizado por laconciencia, el objeto para el sujeto, se eleva a lo universal en el momento en que conceptúay <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser objeto sensible para pasar a ser certeza sensible <strong>de</strong>l objeto que se diosensiblemente en lo inmediato. Lo universal es lo sensible superado.El saber que se sabe es un nivel superado sobre la certeza sensible, es estar consciente <strong>de</strong>que se tiene conciencia, el logro <strong>de</strong> la autoconciencia. La autoconciencia tiene una doblefinalidad, el saber que se sabe y el saber que se es, el saber que se sabe es tener conciencia<strong>de</strong> la certeza <strong>de</strong> lo sensible y el saber que se es, es tener conciencia <strong>de</strong> la acción que serealiza, que transforma y crea. La autoconciencia es tener el dato, pero también ejercer laacción, el trabajo que ejecuta el humano para satisfacer sus necesida<strong>de</strong>s.Así como el uno sabe que sabe y sabe que es, el otro también lo sabe, por lo que lacontradicción ya no se encuentra sólo en el uno sino también en el otro.El encuentro <strong>de</strong> <strong>las</strong> conciencias significa una lucha a muerte por reafirmar, no tanto unaposesión material cuanto una escala <strong>de</strong> valores y la propia interpretación <strong>de</strong> la verdad. Cadaconciencia querrá reafirmar su verdad frente a <strong>las</strong> otras, a la vez que tal reafirmación sóloes posible en la medida en que la verdad, supuesta por una conciencia pue<strong>de</strong> verselibremente reflejada en la otra conciencia. En la lucha <strong>de</strong> <strong>las</strong> conciencias, que es la historia<strong>de</strong>l hombre individual está en juego, más que la vida, la libertad. Ante esa situación sepresentan dos activida<strong>de</strong>s: la una, <strong>de</strong> ofrenda y entrega <strong>de</strong> la libertad para salvar la vida, esla actitud <strong>de</strong>l esclavo; la otra, la aceptación <strong>de</strong>l riesgo <strong>de</strong> la muerte para conservar lalibertad, es la actitud <strong>de</strong>l amo. 410La autoconciencia y su reafirmación frente a otra, es el paso <strong>de</strong>l espíritu subjetivo alespíritu objetivo.La dialéctica <strong>de</strong>l espíritu subjetivo es seguida por la <strong>de</strong>l espíritu objetivo en ésta, el espíriturecorre una nueva serie <strong>de</strong> experiencias en <strong>las</strong> que se rebasa la conciencia individual haciauna conciencia colectiva o universal, se pasa <strong>de</strong> la razón individual a una razón social.410 Ibi<strong>de</strong>m, p. 53.


El espíritu objetivo es la presencia <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a absoluta en el reino <strong>de</strong> lo humano <strong>de</strong> lafinitud. Este se forma por el <strong>de</strong>recho, la moral y el Estado. En el <strong>de</strong>recho se da la propiedad,resultado <strong>de</strong> la necesidad humana <strong>de</strong> poseer y el contrato social por el que se llega a lalibertad entendida racionalmente por voluntad colectiva. La moralidad que es la realización<strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> lograr objetivos generales <strong>de</strong> la sociedad, tiene como fin la felicidad <strong>de</strong>los individuos Esos objetivos generales <strong>de</strong> la voluntad social conducen al Estado, el que seconvierte en la razón <strong>de</strong> la sociedad ya que cada sujeto renuncia a su libertad individualpara otorgarla a la regulación ejercida por el dominio objetivado <strong>de</strong> la razón que ostenta elEstado. Estos elementos se encuentran, según Hegel, en la vida ética <strong>de</strong> los pueblos, cuyosmomentos están en la ciudad griega, el imperio romano, la Edad Media y la Revoluciónfrancesa. 411Finalmente, el ciclo último <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo fenomenológico es el <strong>de</strong>l espíritu absoluto, al cualse llega a través <strong>de</strong> tres representaciones: el arte, la religión y la filosofía El arte, comoprimer paso <strong>de</strong>l mero proceso, representa la realización <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a con la que se aproxima laconciencia humana hacia Dios mediante formas simbólicas. La superación <strong>de</strong>l arte se damerced a la religión ya que <strong>de</strong>splaza la objetividad hacia la interioridad <strong>de</strong>l individuo, quienbusca particularmente la comunión con Dios. Finalmente, Hegel sostiene, frente a laantigua disputa entre la fe y la razón, que la razón, y su empleo filosófico, supera a <strong>las</strong>etapas anteriores, puesto que Dios es autor reflexión, reflexión sobre la razón, el absoluto yla i<strong>de</strong>a, el más alto grado <strong>de</strong> la espiritualidad humana, el espíritu absoluto.La gnoseología hegeliana se <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>r en la relación sujeto-objeto, y objeto-sujeto, estoes, la gnoseología es al mismo tiempo ontología y la ontología es al mismo tiempognoseología, con lo que se sustenta a una nueva perspectiva en el conocimiento.Ante el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la filosofía anterior, Hegel hace una aportación fundamental, a saber,la superación <strong>de</strong> la tradicional separación entre el sujeto y el objeto, la existencia y laesencia. En la dialéctica hay una intensa transición entre el ser humano y el mundo que lero<strong>de</strong>a, una constante superación <strong>de</strong> ambos. Cada uno se realiza en la medida que secomplementa con el otro. Decir que el conocimiento es dialéctico, equivale a <strong>de</strong>cir que nohay posibilidad <strong>de</strong> obtener un conocimiento inmediato, es negar no tan sólo la posibilidad<strong>de</strong> poseer la verdad mediante una intuición sensible y directa, sino negar a<strong>de</strong>más laposibilidad <strong>de</strong> alcanzar la verdad mediante un concepto aislado. Esa doble limitante se basaen la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> que la naturaleza humana es limitada, finita para lograr elconocimiento, pues el mundo está constituido como una totalidad orgánica que cambiaconstantemente como un ser viviente, <strong>de</strong> modo que para conocerlo se requiere tener unor<strong>de</strong>namiento lógico dialéctico capaz <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r el movimiento por negación, <strong>las</strong>uperación constante. Ante esta concepción, cualquier propuesta estática y conclusa <strong>de</strong>l411 Cfr. Ibí<strong>de</strong>m, pp. 55-57.


conocimiento, cualquier corte en la intuición sensible, no pue<strong>de</strong> ser afirmada comoconocimiento, pues éste sería ilegítimo, nos impediría el conocimiento real <strong>de</strong>l ser.Esta amplia, pero necesaria, recapitulación <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los conceptos hegelianos, nosservirá <strong>de</strong> punto <strong>de</strong> partida para po<strong>de</strong>r fundamentar particularmente la concepción <strong>de</strong>lmarxismo, puesto que para Marx no es necesario hacer una construcción epistemológicapara el entendimiento <strong>de</strong>l mundo; ésta ya había sido propuesto por Hegel, solamente habíaque quitarle su corteza mística, i<strong>de</strong>al.La gnoseología hegeliana tiene su difusión en los llamados jóvenes hegelianos, here<strong>de</strong>ros<strong>de</strong> la sustentación reflexiva sobre el universo, y que reproducen, critican y enriquecen esepensamiento. 412Uno <strong>de</strong> los here<strong>de</strong>ros críticos <strong>de</strong> ese pensamiento fue Fe<strong>de</strong>rico Engels, quien a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>haber asumido, como Marx, los fundamentos <strong>de</strong> la dialéctica, en su artículo sobreFeuerbach resalta el valor <strong>de</strong> la propuesta hegeliana cuando dice: “En Hegel, la verdad quetrataba <strong>de</strong> conocer la filosofía no era ya una colección <strong>de</strong> tesis dogmáticas fijas que, unavez encontradas sólo hay que apren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> memoria; ahora, la verdad residía en el procesomismo <strong>de</strong> conocer, en la larga trayectoria histórica <strong>de</strong> la ciencia, que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> etapasinferiores, se remonte a fases cada vez más altas <strong>de</strong>l conocimiento pero sin llegar jamás,por el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> una llamada verdad absoluta, a punto en que ya no pueda seguiravanzando en que sólo le reste cruzarse <strong>de</strong> brazos y sentarse a admirar la verdad absolutaconquistada. Y lo mismo que en el terreno <strong>de</strong> la filosofía, en los <strong>de</strong>más campos <strong>de</strong>conocimiento y en la actuación práctica. La historia, al igual que el conocimiento, no pue<strong>de</strong>encontrar jamás su remate <strong>de</strong>finitivo en un estado i<strong>de</strong>al perfecto <strong>de</strong> la humanidad; unasociedad perfecta, un «Estado” perfecto son cosas que sólo pue<strong>de</strong>n existir en laimaginación; por el contrario, todos los estadios históricos que se suce<strong>de</strong>n no son más queotras tantas fases transitorias en el proceso infinito <strong>de</strong> la sociedad humana, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo inferiora lo superior”. 413La dialéctica, el movimiento, lo infinito es una <strong>de</strong> <strong>las</strong> bases que toma Marx para laexposición <strong>de</strong> lo que relativamente podríamos llamar su posición gnoseológica ya que parala concepción <strong>de</strong> Marx, teoría y práctica son indisolubles; y es ahí don<strong>de</strong> rompe con Hegel.Ante este <strong>de</strong>terioro y la gestación <strong>de</strong> una nueva situación, <strong>las</strong> críticas a la concepciónoriginaria <strong>de</strong> la nación se empezaron a acumular alcanzando su más alta expresión en elocaso <strong>de</strong> la primera mitad <strong>de</strong>l siglo XIX. En el Manifiesto <strong>de</strong>l partido comunista Marx yEngels afirman: “La historia <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s hasta nuestros días es la historia <strong>de</strong> lalucha <strong>de</strong> c<strong>las</strong>es.. . La mo<strong>de</strong>rna sociedad burguesa, que ha salido <strong>de</strong> entre <strong>las</strong> ruinas <strong>de</strong> la412 Mc-LELLAN, David, Marx y los jóvenes hegelianos, Martínez Roca Ediciones, Barcelona, 1971.413 ENGELS Fe<strong>de</strong>rico, Ludwig Feuerbach y el fin <strong>de</strong> la fllosofia clásica alemana Ediciones <strong>de</strong> Cultura PopularMéxico, 1977, p. 149.


sociedad feudal, no ha abolido <strong>las</strong> contradicciones <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e, únicamente ha sustituido <strong>las</strong>viejas c<strong>las</strong>es, <strong>las</strong> viejas condiciones <strong>de</strong> opresión, <strong>las</strong> viejas formas <strong>de</strong> lucha por otrasnuevas”. 414Esta posición es la culminación <strong>de</strong> toda una serie <strong>de</strong> reflexiones <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong>l apoyointelectual y moral a movimientos populares contra <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es dominantes y asimismo elprincipio <strong>de</strong> una concepción político-i<strong>de</strong>ológica que continuamente pugnará por laabolición <strong>de</strong> <strong>las</strong> estructuras opresoras, <strong>de</strong> ella se <strong>de</strong>riva la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la nación, como unaunidad integrada y homogénea, es falsa y que los oprimidos no <strong>de</strong>ben respon<strong>de</strong>rfavorablemente a los intereses <strong>de</strong> los dominantes como argumento en favor <strong>de</strong> esa i<strong>de</strong>a, loscitados autores dicen: “El proletariado no tiene propiedad, sus <strong>relaciones</strong> con la mujer y conlos hijos no tienen nada <strong>de</strong> común con <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> familiares burguesas, el trabajoindustrial mo<strong>de</strong>rno.. . <strong>de</strong>spoja al proletariado <strong>de</strong> todo carácter nacional. Las leyes, la moral,la religión son para él prejuicios burgueses, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los cuales se ocultan otros tantosintereses <strong>de</strong> la burguesía…Por su forma, aunque no por su contenido, la lucha <strong>de</strong>lproletariado contra la burguesía es primeramente una lucha nacional.” 415Y para romper <strong>de</strong>finitivamente con el dominio <strong>de</strong> la c<strong>las</strong>e opresora, en el mismo texto searenga al proletariado a reflexionar como una c<strong>las</strong>e para sí diciendo: “Se acusa también alos comunistas <strong>de</strong> querer abolir la patria, la nacionalidad. Los obreros no tienen patria. Nose les pue<strong>de</strong> arrebatar lo que no poseen.Más por cuanto el proletariado <strong>de</strong>be, en primer lugar, conquistar el po<strong>de</strong>r político, elevarsea la condición <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e nacional, constituirse en nación, todavía es nacional aunque <strong>de</strong>ninguna manera en el sentido burgués. El aislamiento nacional y los antagonismos entre lospueblos <strong>de</strong>saparecen <strong>de</strong> día en día con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la burguesía, la libertad <strong>de</strong> comercioy el mercado mundial, con la uniformidad <strong>de</strong> la producción industrial y <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong>existencia que le correspon<strong>de</strong>n.El dominio <strong>de</strong>l proletariado los hará <strong>de</strong>saparecer más aprisa todavía. La acción común, almenos <strong>de</strong> los países civilizados, es una <strong>de</strong> <strong>las</strong> primeras condiciones <strong>de</strong> su emancipación.En la misma medida en que sea abolida la explotación <strong>de</strong> un individuo por otro, seráabolida la explotación <strong>de</strong> una nación por otra.414 Marx, Carlos y Engels, Fe<strong>de</strong>rico, Manifiesto <strong>de</strong>l partido comunista. trad. <strong>de</strong> la edición alemana<strong>de</strong> 1848, Ediciones <strong>de</strong> Cultura Popular, México, s. d., pp. 30 y 31.415 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 41 y 42.


Al mismo tiempo que el antagonismo <strong>de</strong> <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es en el interior <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones,<strong>de</strong>saparecerá, la hostilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> naciones entre sí”. 416El documento concluye planteando la posición y militancia partidaria y los objetivos acumplir pues se expone: ”En resumen, los comunistas apoyan por doquier todo movimientorevolucionario contra el régimen social y político existente.. . los comunistas consi<strong>de</strong>ranindigno ocultar sus i<strong>de</strong>as y propósitos. Proclaman abiertamente que sus objetivos sólopue<strong>de</strong>n ser alcanzados <strong>de</strong>rrocando por la violencia todo el or<strong>de</strong>n social existente. Las c<strong>las</strong>esdominantes pue<strong>de</strong>n temblar ante una revolución comunista. Los proletarios no tienen nadaque per<strong>de</strong>r en ella más que sus ca<strong>de</strong>nas. Tienen, en cambio, un mundo que ganar.¡Proletarios <strong>de</strong> todos los países, uníos!” 417 .Las expresiones reproducidas <strong>de</strong>l documento referido, nos dan i<strong>de</strong>a no sólo <strong>de</strong> una forma <strong>de</strong>entendimiento <strong>de</strong>l mundo, sino también <strong>de</strong> una proposición para transformarlo; así teoría ypráctica nos llevan a ver una realidad social que implica la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> acciones alámbito internacional. Pero esas i<strong>de</strong>as no se quedaron únicamente en <strong>las</strong> concepciones <strong>de</strong>Marx y Engels, sino que trascendieron la historia para retomarse en <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> losseguidores <strong>de</strong>l llamado marxismo, particularmente en Lenin.Para Lenin la interpretación marxista <strong>de</strong> la sociedad <strong>de</strong> su tiempo, en su relación teoríapráctica,tiene una vali<strong>de</strong>z indiscutible, pero tiene, como lo plantea el principioepistemológico hegeliano-marxista que ser consecuente con la totalidad <strong>de</strong> su tiempo por loque hay que rea<strong>de</strong>cuarlo. Por ello esa exaltación para que la población rompiera con laconcepción <strong>de</strong> la burguesía sobre la nación es reasumida posteriormente por Lenin; pero enel periodo comprendido entre el Manifiesto <strong>de</strong>l partido comunista en <strong>las</strong> postrimerías <strong>de</strong>lsiglo XIX y el arribo <strong>de</strong> los soviets al po<strong>de</strong>r en la segunda década <strong>de</strong>l siglo XX, hubo un<strong>de</strong>sarrollo aún más impetuoso <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas productivas, otras socieda<strong>de</strong>s liquidaron elfeudalismo y generaron nuevos Estados nacionales, se estrecharon los lazos económicosentre un mayor número <strong>de</strong> pueblos, la era <strong>de</strong> la electricidad fue <strong>de</strong>splazando a la era <strong>de</strong>lvapor, el proletariado se concentró a un ritmo más veloz en <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s fábricas, y lacirculación <strong>de</strong>l capital a través <strong>de</strong> todo el mundo <strong>de</strong>smoronó y <strong>de</strong>struyó los métodosrutinarios <strong>de</strong> producción.Ese progreso <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas productivas ayudó a reforzar el po<strong>de</strong>r económico y político <strong>de</strong>la burguesía, y el capitalismo <strong>de</strong> libre concurrencia se transforma paulatinamente encapitalismo monopolista así como la gran burguesía en oligarquía financiera, lo queprovoca la intensificación <strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong>l proletariado aunque <strong>de</strong> manera más sutil, yla opresión <strong>de</strong> los pueblos. En esas nuevas condiciones creadas por el imperialismo Lenin416 Ibi<strong>de</strong>m, p. 50.417 Ibi<strong>de</strong>m, P.67 y 68.


etorna la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> pon<strong>de</strong>rar el internacionalismo proletario frente al nacionalismo <strong>de</strong> laburguesía. Sobre ello dice: “La cultura nacional <strong>de</strong> la burguesía es un hecho (con laparticularidad, repito, <strong>de</strong> que la burguesía se confabula en todas partes con losterratenientes y los curas). El nacionalismo militante burgués, que embrutece, engaña ydivi<strong>de</strong> a los obreros para hacerles ir a remolque <strong>de</strong> los burgueses, es el hecho fundamental<strong>de</strong> nuestra época.Quien quiera servir al proletariado <strong>de</strong>berá unir a los obreros <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> naciones, luchandoinvariablemente contra el nacionalismo burgués, tanto contra el propio como contra elajeno, quien <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> la consigna <strong>de</strong> la cultura nacional no tiene cabida entre los marxistas,su lugar está entre los filisteos nacionalistas... Nacionalismo burgués e internacionalismoproletario, tales son <strong>las</strong> dos consignas antagónicas irreconciliables, que correspon<strong>de</strong>n a losdos gran<strong>de</strong>s campos <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e <strong>de</strong>l mundo capitalista y expresan dos políticas (es más, dosconcepciones) en el problema nacional”. 418Las proposiciones <strong>de</strong> Lenin buscaban que el proletariado a nivel internacional, tomaraconciencia <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e, y que sobre los límites nacionales, el internacionalismo llevara a lac<strong>las</strong>e oprimida a establecer una sociedad realmente igualitaria, diferenciándola <strong>de</strong> la“igualdad” existente en los contextos nacionales y que como partícipes <strong>de</strong> la nación loexalta la burguesía. Pero la intención no coincidió con <strong>las</strong> condiciones pues, como diceMattick: “la revolución rusa no pasó <strong>de</strong> ser una revolución nacional y, por tanto, ligada a<strong>las</strong> realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sus propias condiciones socioeconómicas. Debido a su aislamiento, nopodía juzgársele como una revolución socialista marxista, puesto que carecía <strong>de</strong> todas <strong>las</strong>precondiciones para una transformación socialista <strong>de</strong> la sociedad, es <strong>de</strong>cir, el predominio<strong>de</strong>l proletariado industrial y un aparato productivo que, en manos <strong>de</strong> productores, pudierano sólo terminar con la explotación sino al mismo tiempo llevar a la sociedad más allá <strong>de</strong>los confines <strong>de</strong>l sistema capitalista... Con la esperada pero <strong>de</strong> alguna manera imprevistaconsolidación <strong>de</strong>l régimen bolchevique y la coexistencia relativamente estable <strong>de</strong> sistemasopuestos hasta la segunda guerra mundial, los intereses rusos necesitaban <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ologíamarxista no tan sólo por sus objetivos internos sino también para los externos, con el fin <strong>de</strong>asegurar el apoyo <strong>de</strong>l movimiento obrero internacional en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la existencia nacional<strong>de</strong> Rusia. Esto involucró únicamente a una parte <strong>de</strong>l movimiento obrero, ciertamente, perofue la parte que podría <strong>de</strong>sorganizar el frente anti bolchevique, que ahora incluía a losantiguos partidos socialistas y a los sindicatos reformistas. En virtud <strong>de</strong> que estasorganizaciones ya habían renunciado a su herencia marxista, la aparente ortodoxia marxista<strong>de</strong> bolchevismo se convirtió prácticamente en la teoría marxista total como una contrai<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> anti bolchevismo y <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> tentativas para <strong>de</strong>bilitar o<strong>de</strong>struir el Estado ruso. Sin embargo, simultáneamente, se realizaron también variastentativas para asegurar la coexistencia a través <strong>de</strong> varias concesiones al adversario418 LENIN,V.I.,”Notas críticas sobre la cuestión nacional”, en Problemas <strong>de</strong> política nacional einternacionalismo proletario. Progreso, Moscú, s. d., pp. 18 y 19.


capitalista y para <strong>de</strong>mostrar la factibilidad <strong>de</strong> ventajas mutuas a través <strong>de</strong>l comerciointernacional y <strong>de</strong> otros medios <strong>de</strong> colaboración. Esta política <strong>de</strong> dos caras sirvió al únicofin <strong>de</strong> preservar al Estado bolchevique y asegurar los intereses nacionales <strong>de</strong> Rusia... elmarxismo,-leninismo asumió la misma función puramente i<strong>de</strong>ológica que habíacaracterizado al marxismo <strong>de</strong> la II Internacional; aquel ya no seguía asociado con lapráctica política cuya finalidad era la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l capitalismo aunque fuese únicamentepara implantar un capitalismo <strong>de</strong> Estado disfrazado <strong>de</strong> socialismo, sino que ahora secontentaba con su existencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sistema capitalista en el mismo sentido en que elmovimiento social<strong>de</strong>mócrata había aceptado la inviolabilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> condicionesexistentes”. 419La segunda guerra mundial permitió que se consolidaran los regímenes políticos que hastaantes <strong>de</strong> ella se encontraban con gran inestabilidad tanto en el contexto interno comointernacional, y generó una serie <strong>de</strong> ajustes que se reflejaron mientras se mantuvieron conese carácter. Sobre ello Mattick aña<strong>de</strong>: “No sólo el capital monopolista emergió fortalecido<strong>de</strong>l conflicto si no que también surgieron nuevos sistemas <strong>de</strong> capitalismo <strong>de</strong> Estado ya sea através <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> liberación nacional o <strong>de</strong> <strong>las</strong> conquistas imperialistas. Estasituación no involucró un resurgimiento <strong>de</strong>l marxismo revolucionario sino la guerra fría,esto es, la confrontación <strong>de</strong> sistemas capitalistas, organizados <strong>de</strong> distintas maneras, en unalucha continua por áreas <strong>de</strong> influencia y por una parte en la explotación. Por el lado <strong>de</strong>lcapitalismo <strong>de</strong> Estado, esta confrontación fue disfrazada como un movimiento marxistacontra el monopolio capitalista <strong>de</strong> la economía mundial, mientras que el capitalismo <strong>de</strong>propiedad privada se contentaba con i<strong>de</strong>ntificar a sus enemigos <strong>de</strong>l capitalismo <strong>de</strong> Estadocomo marxistas o comunistas resueltos a <strong>de</strong>struir, con la libertad para amasar capital, todas<strong>las</strong> liberta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la civilización. Esta actitud sirvió para imponer firmemente la etiqueta <strong>de</strong>marxismo a la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong>l capitalismo <strong>de</strong> Estado.Así, los cambios originados por una serie <strong>de</strong> <strong>de</strong>presiones y guerras condujeron, no a laconfrontación <strong>de</strong>l capitalismo y el socialismo sino a la división <strong>de</strong>l mundo en sistemaseconómicos más o menos centralmente controlados y a una ampliación <strong>de</strong> la brecha entre<strong>las</strong> naciones capitalistas <strong>de</strong>sarrolladas y <strong>las</strong> sub<strong>de</strong>sarrolladas. Es cierto que esta división erageneralmente vista como una división entre países capitalistas, socialistas ytercermundistas, pero ésta es una simplificación engañosa <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferencias bastante máscomplejas que existen entre estos sistemas políticos y económicos. Así por socialismo seentendía, falsa pero comúnmente, una economía controlada por el Estado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong>fronteras nacionales don<strong>de</strong> la planeación sustituye a la competencia”. 420419 Mattick, Paul, Marxismo: ayer, hoy y mañana”, en Nueva Política, Centro Latinoamericano <strong>de</strong> EstudiosPolíticos, México, 1979, pp. 8-13.420 Ibi<strong>de</strong>m,p.9.


En esos países no se encontraba ya el capitalismo en el sentido tradicional pero tampoco erael socialismo en el sentido marxista, es <strong>de</strong>cir, una asociación <strong>de</strong> productores libres eiguales. Al funcionar en un mundo capitalista, y por lo tanto imperialista, el socialismo nopodía evitar tomar parte en la competencia general por el po<strong>de</strong>r económico y político, ycomo el capitalismo, podía expandirse o contraerse, necesitaba volverse más fuerte en todoslos aspectos con el fin <strong>de</strong> evitar la expansión <strong>de</strong>l capital monopolista que <strong>de</strong> otra manera lo<strong>de</strong>struiría. La forma nacional <strong>de</strong> los llamados regímenes socialistas o <strong>de</strong> control estatal lospuso en conflicto no sólo con el mundo capitalista tradicional o con <strong>de</strong>terminadas nacionescapitalistas, sino también entre ellos mismos, pues se <strong>de</strong>bían consi<strong>de</strong>rar prioritariamente losintereses nacionales, es <strong>de</strong>cir, los intereses <strong>de</strong> los estratos gobernantes <strong>de</strong> nuevo cuño yprivilegiados, cuya existencia y seguridad se basaban en el Estado nacional. 421Con el llamado <strong>de</strong>rrumbe <strong>de</strong>l socialismo o revolución <strong>de</strong> terciopelo, que llevó a cambiar afines <strong>de</strong> 1989 <strong>las</strong> estructuras burocráticas autoritarias <strong>de</strong> esos países, <strong>las</strong> antiguas fronterasse han modificado, ello incluye la reunificación alemana y el <strong>de</strong>smembramiento <strong>de</strong>Yugoslavia. Pero estos acontecimientos no tienen otro fin que el establecimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong>directrices que durante mucho tiempo se ha mantenido en los países capitalistas. Por tanto,los principios <strong>de</strong>l internacionalismo proletario propugnado por Marx y Engels, en esarelación dialéctica <strong>de</strong> la sociedad y <strong>de</strong> la confrontación medios <strong>de</strong> producción-<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>fuerzas productivas, no se realizaron como ellos y sus seguidores proponían. Como esobvio, su propuesta <strong>de</strong> proyecto político no tiene nada que ver con la condición que se lesha asignado <strong>de</strong> su fracaso <strong>de</strong> pre<strong>de</strong>cir el futuro, sino que la acción política para latransformación social fue insuficiente para el establecimiento <strong>de</strong>l proyecto socialista ycomunista que habían propuesto.Por ello un estudio marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no pue<strong>de</strong> basarseexclusivamente en los aspectos cognoscitivos <strong>de</strong> la dialéctica hegeliano-marxista, puestoque per<strong>de</strong>ría el sustento <strong>de</strong> la concepción originaria <strong>de</strong> la relación teoría-praxis. Si se quiererescatar este principio es necesario enten<strong>de</strong>rlo en su plena dimensión, pero no obstante sehan hecho propuestas que se circunscriben particularmente al ámbito epistemológico <strong>de</strong>lenfoque, como veremos más a<strong>de</strong>lante.4.4.2 Marco conceptualEl marco conceptual nos permite i<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong> propuestas que algunos <strong>de</strong> los estudiosos <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> han hecho para exponer sus interpretaciones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el enfoquemarxista.Para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> han sido varias <strong>las</strong> líneas <strong>de</strong> pensamientoque se han presentado como here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l enfoque marxista con particular orientación almarco propio <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, entre ellos caben <strong>de</strong>stacar los421 Cfr. loc. cit.


escritos <strong>de</strong> los otros soviéticos Dimitri Tomashevski y Gueorgui Arbátov, el célebre perotambién acremente criticado <strong>de</strong> Silviu Brucan y algunas otras concepciones pocodifundidas en español <strong>de</strong> distintos pensadores que proponen el análisis a partir <strong>de</strong>lmarxismo sovietológico y la teoría crítica; pero también se pue<strong>de</strong>n señalar escritos que noson consi<strong>de</strong>rados propiamente <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> que abordanaspectos <strong>de</strong> ese ámbito, particularmente en trabajos sobre economía internacional, oalgunas propuestas teóricas para el estudio <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque marxista.De entrada po<strong>de</strong>mos tomar una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Roberto Mesa, quien refiere que Miklos Molnar, ensu texto Marx, Engels et la politiqué internationale, señala en la introducción que: “Marx yEngels no han <strong>de</strong>jado a la posteridad ninguna teoría verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>. Pero quizá hayan <strong>de</strong>jado mucho más <strong>de</strong> lo que generalmente se sospecha, asaber, un conjunto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as que ciertamente no reunieron ellos mismos <strong>de</strong> formasistemática, pero que no adolecen necesariamente <strong>de</strong> coherencia”. 422Pero en el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, el<strong>las</strong> han tenido tantos matices comoestudiosos tanto <strong>de</strong> oriente como <strong>de</strong> occi<strong>de</strong>nte que se han interesado en esta área <strong>de</strong> estudio.Es pertinente, <strong>de</strong> principio, resaltar cómo en la Unión Soviética se fueron articulando losescritos sobre <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Ello lo ilustra el mismo Mesa cuando afirma: “Enla primera etapa, <strong>de</strong> larga duración, no son escasos los textos sobre economía internacionaljunto con apasionados <strong>de</strong>bates, sobre todo en el periodo anterior a la entronización <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r personal <strong>de</strong> Stalin, y también la continuación <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> carácter diplomático,que ya habían sido abundantes en la época zarista, y cuya ilustración más conocida es laobra <strong>de</strong> V. P. Potemkin que, pese a su carga i<strong>de</strong>ológico-bibliográfica, continúa con unalínea <strong>de</strong> exposición tradicional en los estudios históricos rusos. Partiendo, pues, <strong>de</strong> laexperiencia <strong>de</strong> la Unión Soviética, como país jefe <strong>de</strong> fila entre los Estados socialistas,consi<strong>de</strong>ramos correcto situar la aparición <strong>de</strong> nuestra disciplina científica, en estosmeridianos: en el periodo que va entre la muerte <strong>de</strong> Stalin (1953) y la celebración <strong>de</strong>l XXCongreso <strong>de</strong>l PCUS (1956), apreciación seguida por gran parte <strong>de</strong> los observadoresocci<strong>de</strong>ntales”. 423Así encontramos que <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as para la configuración <strong>de</strong> una concepción disciplinaria para<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en la Unión Soviética se habían generado en ese marco,don<strong>de</strong> se hacía manifiesta la evolución <strong>de</strong> marco conceptual. Sobre ello Beyme, Kernig yZimmermann dicen que: “Hasta el XX Congreso <strong>de</strong>l Partido, en 1956, <strong>las</strong> tomas <strong>de</strong> posturapor parte <strong>de</strong> los políticos y científicos soviéticos ante <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> teníanuna orientación predominantemente i<strong>de</strong>ológica... Pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que A. Milkojan criticaraduramente en el Congreso <strong>de</strong>l Partido el que en la Unión Soviética no se hubiesenanalizado suficientemente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista científico, <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>422 Mesa, Roberto, op. cit., p. 152 (nota <strong>de</strong> pie <strong>de</strong> página).423 Ibi<strong>de</strong>m, p. 162.


<strong>de</strong> los Estados capitalistas entre sí, se tendía a reconocer <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> nosolamente como una disciplina científica aparte, sino también a afirmar la mismainstitucionalmente”. 424A raíz <strong>de</strong> esto se formaron diversas instituciones para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>. Inicialmente la tónica fue la investigación <strong>de</strong> los múltiples hechos <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad internacional, para <strong>de</strong>spués orientarse hacia estudios <strong>de</strong> tipo teórico. RobertoMesa ilustra: “En octubre <strong>de</strong> 1963, el proceso iniciado obtenía el <strong>de</strong>bido respaldo cuando L.Ilichevs pronunciaba un discurso ante el Presídium <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> Ciencias, en el quesubrayaba: “la atención a <strong>las</strong> cuestiones metodológicas como un símbolo <strong>de</strong>l progreso <strong>de</strong> laciencia soviética” y se refería especialmente al “<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>”. . . De esa forma se acentúa el interés por la aplicación <strong>de</strong> métodosmatemáticos y <strong>de</strong> procedimientos electrónicos al estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>;actividad en la que sobresalen los nombres <strong>de</strong> G. Kosarev, V. Evreinov, V. A. Ustinov yotros. Consecuentemente con esta orientación, es el editorial publicado a mediados <strong>de</strong>1967, en Mirovaia Ekonomika, en el que se hablaba <strong>de</strong> “<strong>las</strong> tareas <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales,en particular <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>” y se subrayaba la importancia <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>computadoras, <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> los juegos, <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> probabilida<strong>de</strong>sy otros métodos matemáticos, en la esfera <strong>de</strong> la política exterior y en la ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”. 425En este primer impulso al estudio <strong>de</strong> la disciplina en los estudios soviéticos:”. . .tiene lugarun movimiento que tien<strong>de</strong> a emular, miméticamente, los caminos recorridos por losespecialistas norte americanos en la materia”. 426Ante esa ten<strong>de</strong>ncia que únicamente prosigue los trabajos <strong>de</strong> los internacionalistasocci<strong>de</strong>ntales, surge una corriente renovadora que propugna por una configuracióndisciplinaria propia <strong>de</strong> los soviéticos. Sobre esto nos dice Mesa: “Esta línea seguida por losespecialistas soviéticos. . . bien distantes por otra parte <strong>de</strong> sus compatriotas prendados <strong>de</strong> lacibernética y <strong>de</strong>l sistematicismo, pue<strong>de</strong> ser sugerentemente renovadora <strong>de</strong> un marxismooficializado. Es el caso entre otros, <strong>de</strong> D. Tomashevski cuando alu<strong>de</strong>, primero, a lacomplejidad y gigantismo adquiridos por <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en nuestra época y,sobre todo, al criticar <strong>las</strong> <strong>de</strong>ficiencias <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías que son moneda corriente en nuestradisciplina”. 427El tipo <strong>de</strong> estudios referidos sobre el marxismo <strong>de</strong> Tomashevski, también han sidoreconocidos en los trabajos <strong>de</strong> Arbátov. Para la explicación <strong>de</strong> la sociedad internacional,424 Kernig, C. D., et al., Marxismo y <strong>de</strong>mocracia, Colección Politica, núm. 7, Ediciones Rioduero, Madrid,1975, p. 47.425 MESA, Roberto, 0P. cit., p. 163.426 Ibí<strong>de</strong>m, pp. 164 Y 165.427 Ibí<strong>de</strong>m, p. 165.


fundamentada en una disciplina en la Europa oriental, cuando aún existía la UniónSoviética, se construían mo<strong>de</strong>los teóricos que eran presumiblemente contrarios a laten<strong>de</strong>ncia que había en occi<strong>de</strong>nte. Ahí vemos los estudios que se consi<strong>de</strong>ra habían sidoelaborados bajo la perspectiva materialista <strong>de</strong>l marxismo.Tomashevski y Arbátov sostienen que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> tienen contradiccionesen su misma esencia, ya que en el<strong>las</strong> se enfrentan sistemas socioeconómicos disímiles comoson el socialismo y el capitalismo. Su estudio es una oposición a <strong>las</strong> concepcionesburguesas <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, según lo manifiestan, y dicen que paracompren<strong>de</strong>r<strong>las</strong> realmente se <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>r su verda<strong>de</strong>ra naturaleza, su lugar y su papel enla vida <strong>de</strong> la humanidad, en su <strong>de</strong>venir histórico”. 428Sobre ello Tomashevski nos dice que la clave está: “en la aplicación <strong>de</strong> los postuladosfundamentales <strong>de</strong>l materialismo histórico, que parte <strong>de</strong>l carácter material, la regularidad yla cognoscibilidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social, al campo <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> … elnivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas productivas, el carácter <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> producción yel carácter <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> no sólo entre <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es, sino también entre los pueblos, entre<strong>las</strong> naciones entre los Estados”. 429Esta observación es consecuente con los principios teóricos <strong>de</strong> la apología sovietología, loque lleva a dudar <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> <strong>las</strong> proposiciones es la afirmación subsecuente <strong>de</strong> que <strong>las</strong>contradicciones <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e se han trasladado a la palestra internacional, y particularmentetomando en cuenta <strong>las</strong> críticas que se hacían a la estructura burocrática en los países otrora<strong>de</strong>nominados <strong>de</strong>l socialismo real.No obstante ello es confirmado por Arbátov cuando menciona que: “En esta última mitad<strong>de</strong> nuestro siglo, la humanidad conoce un agudizamiento <strong>de</strong> la lucha histórica que enfrente<strong>las</strong> fuerzas <strong>de</strong>l progreso a <strong>las</strong> <strong>de</strong> la reacción, <strong>las</strong> fuerzas <strong>de</strong>l socialismo y <strong>las</strong> <strong>de</strong>limperialismo. Este combate tiene como arena el mundo entero y todos los gran<strong>de</strong>s aspectos<strong>de</strong> la vida social, la economía, la i<strong>de</strong>ología la cultura...En muchos casos <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> caen directamente en la i<strong>de</strong>ología. Dado el carácter generalmente <strong>de</strong>lenfrentamiento entre los dos gran<strong>de</strong>s sistemas <strong>de</strong> estados, capitalista y socialista, la lucha<strong>de</strong> i<strong>de</strong>as e incluso la forma que reviste, pue<strong>de</strong>n engendrar conflictos específicos, <strong>de</strong>terminarciertos acontecimientos. La experiencia <strong>de</strong> la guerra fría, <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong>diversida<strong>de</strong>s i<strong>de</strong>ológicas <strong>de</strong>l imperialismo y <strong>de</strong> su propaganda proporcionan numerososejemplos”. 430428 Cfr. Tomashevski, Dimitri. Las i<strong>de</strong>as leninistas y <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> contemporáneasProgreso, Moscú, 1974, pp. 26 y 27 y Arbátov, Gueorgui. La lucha i<strong>de</strong>ológica en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> contemporáneas, Progreso, Moscú, 1973, p. 11.429 Tomashevski. op. cit., p. 27.430 ARBÁTOV, op. cit., p. 12.


In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> esa visión, los autores referidos también manifiestan su interés porla configuración <strong>de</strong> una disciplina <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pero pon<strong>de</strong>rando susinvestigaciones y soslayando <strong>las</strong> elaboradas en occi<strong>de</strong>nte; inicialmente, Tomashevski<strong>de</strong>scribe la insuficiencia <strong>de</strong>l trabajo que se ha hecho en occi<strong>de</strong>nte sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, cuando afirma: “Los científicos burgueses <strong>de</strong>dican cada día mayor atencióna los problemas <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> contemporáneas. En los paísesocci<strong>de</strong>ntales se publican en enormes cantida<strong>de</strong>s investigaciones, libros, artículos, discursos.Se celebran conferencias, seminarios, simposios científicos. Todo ello atestigua que seríaerróneo reducir <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong> la ciencia burguesa en el campo <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> a la apología y propaganda <strong>de</strong> la política exterior imperialista. Las c<strong>las</strong>esgobernantes <strong>de</strong> los Estados occi<strong>de</strong>ntales no pue<strong>de</strong>n por menos <strong>de</strong> estar interesados en elconocimiento objetivo <strong>de</strong> los complejos caminos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo mundial en la época actual,y muchos científicos burgueses, cumpliendo este pedido social, procuran analizarminuciosamente <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Ahora bien, los resultados obtenidos en estaesfera no son proporcionales a los esfuerzos aplicados.En <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> los cambios revolucionarios en la palestra internacional se <strong>de</strong>scubrecada día con mayor claridad la inconsistencia <strong>de</strong> la ciencia social burguesa. Lasconcepciones filosófico-sociales <strong>de</strong> los autores burgueses, limitan la importancia <strong>de</strong> <strong>las</strong>tentativas <strong>de</strong> realizar una síntesis teórica <strong>de</strong> los nuevos fenómenos en la arena internacional,impi<strong>de</strong>n <strong>de</strong>terminar <strong>las</strong> perspectivas correctas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, los caminos prácticos a seguir para resolver los problemas actuales <strong>de</strong> lapolítica mundial”. 431Después <strong>de</strong> enunciar <strong>las</strong> insuficiencias <strong>de</strong> <strong>las</strong> concepciones occi<strong>de</strong>ntales sobre la disciplina,<strong>de</strong>scribe el contenido <strong>de</strong> mayor vigencia para ese momento: “En <strong>las</strong> obras <strong>de</strong> los teóricosburgueses sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> pue<strong>de</strong>n verse dos ten<strong>de</strong>ncias contradictorias.Una <strong>de</strong> el<strong>las</strong> se basa en la absolutización <strong>de</strong> la peculiaridad <strong>de</strong> la especificidad <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, en su separación <strong>de</strong> otros fenómenos <strong>de</strong> la vida social, en lacontraposición <strong>de</strong> la política exterior a la interior, lo que cubre este campo <strong>de</strong> actividad conun velo <strong>de</strong> cierto misterio no sujeto al conocimiento rigurosamente científico. La otra tienepor base la negación <strong>de</strong> la especificidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, la extensión ael<strong>las</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> categorías <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> sociales internas, <strong>las</strong> tentativas <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar laposibilidad <strong>de</strong> resolver los problemas <strong>internacionales</strong> con ayuda <strong>de</strong> los medios extraídos <strong>de</strong>larsenal <strong>de</strong> la política interior, la prédica <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>l “Estado mundial”, <strong>de</strong>l “gobiernomundial”, etc. Ambas ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>forman el auténtico lugar <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> entre los otros fenómenos sociales y no conducen al <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> laverda<strong>de</strong>ra naturaleza <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas, <strong>de</strong> su esencia y <strong>de</strong> sus vínculos causales.431 Tomashevski, D., op. cit., pp. 10 y 11.


Ante eso, Tomashevski propone la alternativa para la configuración <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> afirmando: “En oposición <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías burguesas, el leninismoque enriqueció y <strong>de</strong>sarrolló <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Marx y Engels sobre el progreso social, da la clavepara investigar y compren<strong>de</strong>r la esencia, la especificidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>,su verda<strong>de</strong>ra naturaleza, su lugar y papel en la vida <strong>de</strong> la sociedad humana. Esta clave estáen la aplicación <strong>de</strong> los postulados fundamentales <strong>de</strong>l materialismo histórico, que parte <strong>de</strong>lcarácter material, la regularidad, la cognoscibilidad <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social, alcampo <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Sin proponerse dar una <strong>de</strong>finición exhaustiva <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> los clásicos<strong>de</strong>l marxismo-leninismo <strong>de</strong>scubrieron <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social en su conjunto,elaboraron los fundamentos <strong>de</strong> la investigación científica en todos los aspectos <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>la sociedad humana. Ellos mostraron un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> estas leyes y <strong>de</strong> losmétodos <strong>de</strong> investigación científica al análisis <strong>de</strong> la realidad internacional <strong>de</strong> su tiempo…Apoyándose en el materialismo histórico <strong>de</strong> Marx y Engels, Lenin analizó <strong>las</strong> raíces <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong> su tiempo, <strong>de</strong>scubrió su concatenación con los otrosfenómenos <strong>de</strong> la vida social mostrando al mismo tiempo, sus rasgos específicos. El enfoque<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> por Lenin respon<strong>de</strong> a <strong>las</strong> exigencias metodológicasgenerales <strong>de</strong>l marxismo en la investigación <strong>de</strong> cualquier fenómeno social. Este enfoque estábasado en la dialéctica materialista”. 432La proposición <strong>de</strong> Tomashevski se plantea como una concepción alternativa <strong>de</strong>configuración disciplinaria <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> que se antoja interesante, perosi se busca en el texto la dialéctica materialista ésta no aparece y en cambio se i<strong>de</strong>ntificanuna serie <strong>de</strong> apologías pro soviética.Esa ten<strong>de</strong>ncia renovadora, si bien rompe con la influencia occi<strong>de</strong>ntal en la estructuracióndisciplinaria <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, conserva el sustento básico en el que sefundamentó globalmente esa concepción ya que: “…la teoría soviética <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> no ha podido librarse <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a primitiva <strong>de</strong> que los Estados son losprotagonistas <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, <strong>de</strong>terminados por los supuestos <strong>de</strong> la lucha<strong>de</strong> c<strong>las</strong>es, permaneciendo adherida, por tanto, al pensamiento estricto <strong>de</strong> la Política <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r, cuya cuestionabilidad se puso muy claramente <strong>de</strong> manifiesto con ocasión <strong>de</strong> laocupación <strong>de</strong> Checoslovaquia en el año <strong>de</strong> 1968”. 433Como se pue<strong>de</strong> apreciar hay un traslado mecánico <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> la lucha <strong>de</strong> c<strong>las</strong>es que seda en la relación social nacional hacia el contexto internacional lo cual es incompatible conla concepción marxista <strong>de</strong>l materialismo histórico dialéctico, como se vio anteriormente,por lo que po<strong>de</strong>mos concluir que la afirmación <strong>de</strong> que estas concepciones soviéticas se432 Ibí<strong>de</strong>m, pp. 26 y 27.433 Kernig, op. cit., p. 44.


ostentan como concepciones marxistas, pero sus enfoques diversos eran inconsecuentes conlos principios metodológicos <strong>de</strong>l marxismo.El establecimiento <strong>de</strong> otro <strong>de</strong> los criterios para el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>ha sido <strong>de</strong>sarrollado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Una perspectiva que ha sido calificada como ecléctica y su autores el Rumano (<strong>de</strong> origen) Silviu Brucan. En esta exposición <strong>de</strong>l peculiar enfoque <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> po<strong>de</strong>mos encontrar su trabajo que preten<strong>de</strong> relacionarlo con <strong>las</strong>bases <strong>de</strong> dos principios teóricos metodológicos que ya hemos visto.El trabajo <strong>de</strong> Silviu Brucan se inicia con su texto “La disolución <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r”, don<strong>de</strong> afirmatajantemente que: “La filosofía fundamental <strong>de</strong> esta obra pue<strong>de</strong> caracterizarse diciendo quees una simbiosis entre marxismo -el gran hito <strong>de</strong>l pensamiento social <strong>de</strong> siglo XIX- y lacibernética, el gran hito <strong>de</strong> la metodología científica <strong>de</strong>l siglo XX.. . El marxismo, por suvisión fundamental <strong>de</strong>l mundo en que vivimos, que lo convierte en un universo dominadopor los conflictos, <strong>las</strong> ten<strong>de</strong>ncias a la inestabilidad y <strong>las</strong> interrupciones recurrentes <strong>de</strong> lacontinuidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo refleja <strong>las</strong> características fundamentales <strong>de</strong> la realidad social conmayor precisión que <strong>las</strong> <strong>de</strong>más escue<strong>las</strong> filosóficas principales. El marxismo —porquereúne el conocimiento y la acción. La cibernética, porque nos ofrece el instrumento másrefinado para la reunión <strong>de</strong> información, la obtención <strong>de</strong> conocimientos y el controlsimultáneo, así como un máximo <strong>de</strong> eficiencia en sistemas complejos e hipercomplejos, conmultitud <strong>de</strong> variables internas y <strong>de</strong> interacciones crecientemente aceleradas con su ambiente—. Nuestro mundo actual, al cual le viene tan ajustadamente esta <strong>de</strong>scripción, necesita unateoría general y una metodología <strong>de</strong>l sistema internacional global contemplado eninteracción con su ambiente natural teoría y metodología a que sólo la simbiosis <strong>de</strong>lmarxismo y la cibernética pue<strong>de</strong> producir finalmente.El marxismo sin la cibernética es ineficiente, pues la complejidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>económicas, sociales y políticas que se entrelazan dialécticamente en la sociedad mo<strong>de</strong>rna.. . Por otra parte, la cibernética sin el marxismo carece <strong>de</strong> objeto, pues la cibernética nosofrece meramente un método científico eficiente pero nunca un propósito a fin para regularla acción social”. 434Es <strong>de</strong>masiado clara la posición <strong>de</strong> Brucan por lo que no requiere mayor explicación, laúnica aclaración que habría que hacer es que en la propia proposición po<strong>de</strong>mos encontrar sunegación, ya que tal y como él lo propone existe una incompatibilidad entre su proposicióntécnica y la analítica pues una es estática y la otra dinámica, es <strong>de</strong>cir, la utilización <strong>de</strong> lacibernética requiere que sea alimentada con datos que se perciben, pero estos datos en sí noreflejan el contenido <strong>de</strong> la acción social por lo que la dialéctica estaría utilizándose sobredatos sin esencia.434 BRUCAN, Silviu, op. cit., p. 27.


Brucan publica otro texto en 1978 bajo el título The dialectic of world politics en don<strong>de</strong>,varía su criterio; como dice González Souza: “...el mismo Brucan ha avanzado algo en larectificación <strong>de</strong> lo anterior.. . no sólo ya no se proclama la simbiosis <strong>de</strong>l marxismo con lacibernética, sino a<strong>de</strong>más ya se acepta que el marxismo “es básicamente un método crítico,lúcido y realista”.Se trata, sin embargo, <strong>de</strong> una rectificación relativa. No tanto porque no se rectificaexplícitamente, como porque su Dialéctica <strong>de</strong> la política mundial insiste en retomar a lacibernética como el “método” indicado para analizar el “nivel mundial” o “sistémicomundial” (mientras que el marxismo, es utilizado para el “nivel nacional”, el <strong>de</strong> losEstados-naciones)”. 435Después <strong>de</strong> una revisión crítica <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as en ese texto <strong>de</strong> Brucan, GonzálezSouza indica:Hemos <strong>de</strong>cidido hacer estas citas, no sólo para confirmar la esencia revisionista <strong>de</strong>ldiscurso <strong>de</strong> Brucan, sino también para restringir al máximo la posibilidad <strong>de</strong> tergiversar loque, a nuestro juicio, constituye el corolario final <strong>de</strong> su trabajo: gracias a los imperativos <strong>de</strong>la revolución científico-técnica y la inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, aunados a la obcecación <strong>de</strong> <strong>las</strong>“superpotencias’ en continuar jugando a la política <strong>de</strong> gran potencia, y dado el ámbito tandistinto que es el “sistema internacional”, la historia ha adquirido un nuevo motor: elvaivén entre <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es y <strong>las</strong> naciones.Vaivén (o sube y baja) que, como lo hemos señalado, no es sino una falsa dicotomía quehasta ahora sólo ha cobrado vida en la cabeza <strong>de</strong> Brucan”. 436Por otra parte, y como complemento a <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>l autor señalado, Del Arenal refiere queJerzy Wiatr participa junto con Brucan en la línea renovadora <strong>de</strong> la concepción marxista <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Ahí dice que: “Wiatr señala que la principal tesis que se<strong>de</strong>riva <strong>de</strong> <strong>las</strong> obras <strong>de</strong> Marx, Engels y Lenín, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, es la <strong>de</strong> que la política exterior está <strong>de</strong>terminada por la política interior, porel régimen socioeconómico. Tesis fecunda en cuanto que permite estudiar el papel <strong>de</strong> <strong>las</strong>c<strong>las</strong>es sociales en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, pero que <strong>de</strong>be ser replanteada en función<strong>de</strong> la realidad actual.Sin embargo, la tesis marxista <strong>de</strong>be ser representada en función <strong>de</strong> los problemascontemporáneos. Formulada en el siglo XIX, refleja <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> relativamente simplesque entonces existían entre los estados-naciones; en el mundo contemporáneo ciertos435 GoNZÁLEZ S0UZA, Luis F., “Crítica <strong>de</strong> algunas concepciones contemporáneas <strong>de</strong> la realidadintemacional”, Relaciones Internacionales, Centro <strong>de</strong> Relaciones Internacionales, FCPS, <strong>UNAM</strong>. Vol. IX,núm. 31, ene-mar. 1984, México, p. 58.436 Ibí<strong>de</strong>m, p.73.


aspectos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> exigen una modificación <strong>de</strong> la tesis marxista.Existen también problemas cuya importancia sólo se ha empezado a medir recientemente ycuestiones <strong>de</strong> <strong>las</strong> que la tesis marxista no se ha preocupado inicialmente.Des<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> partida Wiatr estima que, en concreto, son cuatro puntos losque exigen una particular atención:En primer lugar, es necesario <strong>de</strong>finir en qué medida la estructura socioeconómica <strong>de</strong>l país<strong>de</strong>termina su política exterior y localizar otros factores que puedan limitar o modificar suinfluencia.En segundo lugar, hay que tener en cuenta los rasgos dura<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> una nación,especialmente, el carácter nacional.En tercer lugar, hay que estudiar los microfactores que intervienen en la formulación yejecución <strong>de</strong> la política exterior en sus <strong>relaciones</strong> con los macrofactores, como la estructurasocioeconómica.En cuarto lugar hay que tomar en consi<strong>de</strong>ración <strong>las</strong> condiciones i<strong>de</strong>ológicas y psicológicas,ya porque presenten lazos con la estructura socioeconómica, ya porque aparezcan comofuerzas autónomas en el juego <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Respecto <strong>de</strong>l primer punto, este autor consi<strong>de</strong>ra que se impone una revisión <strong>de</strong> laconcepción marxista, pues los acontecimientos recientes <strong>de</strong>muestran que no existe unarelación automática entre el régimen socioeconómico y la orientación <strong>de</strong> la política exteriory que en todo caso esa influencia <strong>de</strong>be apreciarse en función <strong>de</strong> todo un conjunto <strong>de</strong>factores, como, por ejemplo, la dimensión, el <strong>de</strong>sarrollo y la situación geopolítica <strong>de</strong> cadaEstado. Igualmente señala la importancia <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong> la política exterior sobre laorganización interna. En cuanto al segundo, apunta que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l carácter nacional, lateoría marxista se ha <strong>de</strong>sinteresado <strong>de</strong> otros factores que <strong>de</strong>ben tomarse en consi<strong>de</strong>ración,como los elementos culturales. Por lo que hace a los puntos tercero y cuarto su posición haquedado ya clara.Su conclusión es: la tesis marxista según la cual <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> están<strong>de</strong>terminadas por factores internos <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n sociológico pue<strong>de</strong> servir perfectamente <strong>de</strong> basepara la interpretación sociológica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, a condición <strong>de</strong> que seproceda a confrontarla permanentemente con los datos y los problemas nuevos y que serevise a la luz <strong>de</strong> los nuevos análisis teóricos”. 437Asimismo, Del Arenal afirma: “La concepción marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>,como es lógico, no se ha limitado a los Estados comunistas. Fuera <strong>de</strong>l ámbito geográfico <strong>de</strong>437 Del Arenal, Celestino, op. cit., pp. 403 y 404. 441 Ibi<strong>de</strong>m, p. 407.


esos países, los teóricos marxistas se han preocupado igualmente <strong>de</strong> analizar e interpretar larealidad internacional. Y lo han hecho, sobre todo a partir <strong>de</strong> 1923, fecha <strong>de</strong>l<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> los Grundrisse <strong>de</strong> Marx, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una óptica eminentemente revisionista,profundizando en la concepción marxista y poniendo <strong>de</strong> manifiesto nuevos enfoques, en ungrado superior al visto en los países comunistas, tanto por el alcance <strong>de</strong> sus análisis comoen general por el alcance no dogmático”.Luego aña<strong>de</strong>: “En el campo <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, la primera y más importanterevisión <strong>de</strong> la concepción marxista ha venido <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> los economistas, especialmente<strong>de</strong>l tercer mundo, que han planteado en nuevos términos <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s e injusticias <strong>de</strong>lsistema económico internacional y señalado el papel que en el mismo juegan <strong>las</strong> empresasmultinacionales. Sin embargo, también en occi<strong>de</strong>nte algunos marxistas se han preocupado<strong>de</strong> interpretar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva marxista, no faltandoincluso los que sin hacer profesión <strong>de</strong> fe marxista han consi<strong>de</strong>rado la necesidad <strong>de</strong> aplicarla metodología marxista al estudio <strong>de</strong> la realidad internacional.Con todo, el carácter revolucionario <strong>de</strong> la concepción marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> frente a la dominante concepción estatocéntrica <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas, así como, <strong>de</strong>acuerdo con Mesa, el hecho <strong>de</strong> que <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, en cuanto a teoría ydisciplina científica, se han <strong>de</strong>sarrollado y han estado dominadas por los centrosintelectuales más sofisticados <strong>de</strong>l sistema capitalista, han impedido que hasta fecharelativamente reciente se haya <strong>de</strong>sarrollado en occi<strong>de</strong>nte una concepción marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.En la interpretación <strong>de</strong>l actual sistema económico internacional <strong>de</strong>stacan una larga lista <strong>de</strong>nombres como Arghiri Emmanuel, Samir Amin, Celso Furtado, Theotonio Dos Santos,Fernando H. Cardoso y Enzo Falleto, y otros, a los que ya nos hemos referido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> laconcepción transnacional al tratar <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Para todos ellos la lucha <strong>de</strong>c<strong>las</strong>es se sitúa a escala mundial. .. En América Latina, especialmente en México, se haprestado también especial atención no sólo a la interpretación marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> en términos principalmente económicos, sino igualmente a la interpretacióngeneral <strong>de</strong> la política mundial, caso, por ejemplo, <strong>de</strong> la importante aportación <strong>de</strong> SilvaMichelena, y a la construcción <strong>de</strong> una teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unaperspectiva marxista, caso, por ejemplo, <strong>de</strong> Arroyo Pichardo, Peña Guerrero y Sau Aguayo.En occi<strong>de</strong>nte, en el campo general <strong>de</strong> la elaboración <strong>de</strong> la teoría marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> se sitúan <strong>las</strong> aportaciones <strong>de</strong> Jouve, que propone la aplicación <strong>de</strong> unafilosofía maoísta al estudio <strong>de</strong> la realidad internacional, y <strong>de</strong> Goni<strong>de</strong>c, que ha publicado uno<strong>de</strong> los primeros manuales marxistas sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”. 438438 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 406-408


En torno a <strong>las</strong> aportaciones <strong>de</strong> Jouve cabría añadir la opinión <strong>de</strong> Mesa, quien dice: “…quizá<strong>de</strong> mayor interés es la aportación <strong>de</strong> Edmond Joube. Una larga cita abre su estudio: la viejaleyenda narrada por Mao Tse tung, <strong>de</strong>l anciano Yukong que <strong>de</strong>splazó <strong>las</strong> Montañas <strong>de</strong>lNorte; a nuestro conocimiento, es la primera teoría maoísta sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> o, si se prefiere, la primera aplicación <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> contradicciones a<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Su campo <strong>de</strong> observación, profundo, se aplica a la zona <strong>de</strong><strong>las</strong> tempesta<strong>de</strong>s pero, ineludiblemente, <strong>de</strong>semboca en toda una teoría general <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Se trata, en suma, <strong>de</strong> un estudio absolutamente penetrante queparte, como su mismo autor manifiesta, hacia una <strong>de</strong>scolonización <strong>de</strong> los estudios<strong>internacionales</strong>”. 439También sobre la obra <strong>de</strong> P. F. Goni<strong>de</strong>c cabe insistir que, según reafirma Mesa, pue<strong>de</strong>consi<strong>de</strong>rarse plenamente como un manual marxista <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> y elmismo Mesa explica, en otro trabajo, <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as centrales <strong>de</strong> Goni<strong>de</strong>c sobre el marxismocuando dice que: “en la segunda edición <strong>de</strong> sus Relations internationales… interesa<strong>de</strong>stacar dos puntos <strong>de</strong> la aportación <strong>de</strong> Goni<strong>de</strong>c: uno, el campo <strong>de</strong> estudio; otro, la cuestiónmetodológica con respecto al primero, una <strong>de</strong>claración franca y abierta, no excluyente: <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> no tienen un campo <strong>de</strong> estudio fundamentalmente diferente <strong>de</strong><strong>las</strong> otras ramas <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales que, con títulos diferentes, se ocupan igualmente <strong>de</strong>los problemas <strong>internacionales</strong>.Con referencia al segundo punto, la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l método dialéctico; apuntar, entre otras, una<strong>de</strong> sus principales virtu<strong>de</strong>s: el concepto <strong>de</strong> totalidad. Uno <strong>de</strong> los fenómenos, <strong>de</strong> la realidad,sobre la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> totalidad. En este aspecto, el método dialéctico se diferencia <strong>de</strong> losmétodos generalmente utilizados por los especialistas <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales... La totalidadutilizada por el método dialéctico, concluye Goni<strong>de</strong>c, es siempre una totalidad concreta.Ciertamente, en nuestra propia concepción, la propuesta histórica no es incompatible, enmodo alguno, sino complementaria con la aplicación <strong>de</strong> una metodología dialéctica.” 440Como complemento a esas proposiciones Del Arenal afirma: “en España hay quemencionar a Mesa, que, <strong>de</strong> acuerdo con sus propias palabras ha tratado <strong>de</strong> introducir elenfoque marxista en la teoría y en la práctica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, dándoleentrada no sólo en una rúbrica <strong>de</strong>terminada, lo que equivaldría una estricta aplicaciónconceptualista, sino que, lógicamente, le atribuyo también valor fundamental en el análisis<strong>de</strong>l factor i<strong>de</strong>ológico y en el juego <strong>de</strong> <strong>las</strong> fuerzas económicas. Mas simplemente la empresaconsiste en la elaboración marxista <strong>de</strong> una teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> que noignore otras aportaciones teóricas (políticas, históricas y filosóficas), así como la439 MESA, Roberto, op. cit., p. 171.440 MESA, Roberto, “Una propuesta para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, enRelaciones <strong>internacionales</strong>. Centro <strong>de</strong> Relaciones <strong>internacionales</strong>, FCPS, <strong>UNAM</strong>. vol. IX. núm. 31, ene -mar.1984, México, pp. 16 y 17.


instrumentación metodológica marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, que igualmenteutilice otras prácticas instrumentales validas.En resumen, si, como consecuencia <strong>de</strong> los cambios señalados, la concepción marxistaleninista<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, imperante en los hasta hace poco paísescomunistas, ha experimentado un radical retroceso, lo que ha supuesto cambiostrascen<strong>de</strong>ntales en la propia sociedad internacional, que obligarán a un replanteamiento <strong>de</strong>muchos <strong>de</strong> los presupuestos en los que se venía basando el análisis internacional y con ellola propia teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, no parece, sin embargo, que se puedalevantar acta <strong>de</strong> <strong>de</strong>función <strong>de</strong> la concepción marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Enocci<strong>de</strong>nte y en el tercer mundo, la concepción marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>todavía continúa presente y avanzando por caminos <strong>de</strong> revisión y renovación, que pue<strong>de</strong>naportar nuevas o renovadas perspectivas teóricas <strong>de</strong> la realidad internacional”. 441La teoría crítica, expresión <strong>de</strong> la concepción marxista <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Frankfurt, tambiénha tenido una inci<strong>de</strong>ncia en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, sobre ello nos dacuenta Mark Hoffman quien hace una revisión <strong>de</strong> dicha inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la referida teoríacrítica en la concepción disciplinaría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Después <strong>de</strong> repasar<strong>las</strong> propuestas <strong>de</strong> Horkheimer y Habermas, Hoffman dice que el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la teoríacrítica en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> tiene una fuente interna y otra externa.Internamente, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la disciplina, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la teoría crítica estuvo dirigido por lareacción <strong>de</strong> Richard Ashley a la rearticulación <strong>de</strong>l realismo en el texto <strong>de</strong> Kenneth Waltz,Teoría <strong>de</strong> la política internacional; y externamente con una crítica en el mismo sentidodirigida por Robert Cox, quien crítica la separación entre Estado y sociedad civil que se hahecho en el neorrealismo. Esas críticas <strong>las</strong> basa en la relación entre conocimiento e interés,texto clásico <strong>de</strong> Habermas y particularmente en la diferencia entre interés técnico e interéspráctico, para proponer que <strong>las</strong> teorías sirven como propósito y no como un vacío, por loque es inevitable el resultado <strong>de</strong> cierto periodo histórico y <strong>las</strong> circunstancias <strong>de</strong> susorígenes.La teoría crítica en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> ha mantenido una posición <strong>de</strong>cuestionamiento ante el realismo y el neorrealismo, el pluralismo y el estructuralismo, porlo que Hoffman concluye que la teoría crítica representa el siguiente escalón en el<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, pues dispone <strong>de</strong>l potencial paracrear un nuevo enfoque en la disciplina para reformularla y reestructurarla y, parafraseandoa Wolin, ofrecer una selección significativa y un análisis crítico <strong>de</strong> la calidad y dirección <strong>de</strong>la vida”. 442441 DEL ARENAL, Celestino, op. cit., p. 408.442 Cfr.Hoffman, Mark “Critical theory and the interparadigm <strong>de</strong>bate’, Millenium: Journal of InternationalStudies, vol. XVI, núm. 2, 1987, EUA, pp. 231-247.


No obstante, esta variedad <strong>de</strong> posiciones sobre <strong>las</strong> concepciones marxistas <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, Roberto Mesa indica: “Abundan los autores que ignoran absolutamente elmarxismo en la esfera <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Otros, se limitan a la mención, sinmás (caso <strong>de</strong> H. J. Leu, Teorías.. .); no faltan los que adoptan una <strong>de</strong>cisión antagónicamilitante (P. A. Reynolds, Introducción. . .); los más hábiles aceptan sólo una parcela <strong>de</strong>lmarxismo, la que lo reduce a un vulgar economismo (M. Merle, Sociologie... o Ph.Braillard, Théories <strong>de</strong> relations internationales…El análisis marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> tien<strong>de</strong> a una explicación monoconceptual basada esencialmente en una variable que es socioeconómica, puesto queconsi<strong>de</strong>ra que el comportamiento internacional <strong>de</strong> los Estados está <strong>de</strong>terminado por <strong>las</strong>estructuras socioeconómicas <strong>de</strong> estos Estados y estas mismas condiciones son la expresión<strong>de</strong> una voluntad socio histórica <strong>de</strong>terminada)”. 443La <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> <strong>las</strong> proposiciones principales <strong>de</strong> estos estudios nos dice que cada autortiene su perspectiva teórica en su enfoque marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong>su posición personal, lo que nos indica que hay tantas teorías como estudiosos se ocupan<strong>de</strong>l tema. Pero, a<strong>de</strong>más, <strong>las</strong> peculiarida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> ellos, aunque parecen diversas,respon<strong>de</strong>n generalmente a alguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> dos ten<strong>de</strong>ncias antagónicas que se han dado entrelos marxistas. Por un lado se pue<strong>de</strong> seguir sosteniendo que hay la factibilidad <strong>de</strong> crear unateoría marxista <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> lo cual implica preferencialmente una toma<strong>de</strong> posición en el intento <strong>de</strong> “neutralidad” científica. Por el otro se sustenta la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que laindisoluble relación teoría-praxis y los principios esenciales <strong>de</strong> la dialéctica hacen aparecera la intención anterior como una búsqueda infructuosa que respon<strong>de</strong> a una concepcióni<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong>terminada. Pero, ¿cuál <strong>de</strong> el<strong>las</strong> correspon<strong>de</strong> al marxismo? Para dar respuesta aesa cuestión es necesario revisar los supuestos filosóficos <strong>de</strong> la concepción.4.4.3 Supuestos filosóficosEn el surgimiento <strong>de</strong>l marxismo, hicimos referencia a su relación con Hegel, pero esarelación y a<strong>de</strong>más su diferencia con la propuesta hegeliana la expone el mismo Marx en elpostfacio a la segunda edición <strong>de</strong> El capital cuando afirma: “Mi método dialéctico no sóloes fundamentalmente distinto <strong>de</strong>l método <strong>de</strong> Hegel, sino que es, en todo y por todo, laantítesis <strong>de</strong> él. Para Hegel, el proceso <strong>de</strong>l pensamiento, al que él convierte incluso, bajo elnombre <strong>de</strong> i<strong>de</strong>a, en sujeto con vida propia, es el <strong>de</strong>miurgo <strong>de</strong> lo real, y esto la simple formaexterna en que toma cuerpo. Para mí, lo i<strong>de</strong>al no es, por el contrario, más que lo materialtraducido y traspuesto a la cabeza <strong>de</strong>l hombre.Hace cerca <strong>de</strong> treinta años, en una época en que todavía estaba <strong>de</strong> moda aquella filosofíatuve ya ocasión <strong>de</strong> criticar todo lo que había <strong>de</strong> mistificación en la dialéctica hegeliana.Pero, coincidiendo precisamente con los días en que escribía el primer volumen <strong>de</strong> El443 MESA, Roberto, Teoría y práctica op. cit., pp. 151 y 152 (nota <strong>de</strong> pie <strong>de</strong> página).


capital, esos gruñones, petulantes y mediocres epígonos que hoy ponen cátedra en laAlemania culta, dieron en arremeter contra Hegel…tratándolo como a “perro muerto”. Estofue lo que me <strong>de</strong>cidió a <strong>de</strong>clararme abiertamente discípulo <strong>de</strong> aquel gran pensador, y hastallegué a coquetear <strong>de</strong> vez en cuando, por ejemplo en el capítulo consagrado a la teoría <strong>de</strong>lvalor, con su lenguaje peculiar. El hecho <strong>de</strong> que la dialéctica sufra en manos <strong>de</strong> Hegel unamistificación, no obsta para que este filósofo fuese el primero que supo exponer <strong>de</strong> unmodo amplio y consiente sus formas generales <strong>de</strong> movimiento. Lo que ocurre es que ladialéctica aparece en él invertida, puesta <strong>de</strong> cabeza. No hay más que darle la vuelta, mejordicho ponerla <strong>de</strong> pie, y en seguida se <strong>de</strong>scubre bajo la corteza mística la semillaracional”. 444Marx reconoce en Hegel, la relevancia que históricamente tiene como pensador, perodisiente <strong>de</strong> la aplicabilidad <strong>de</strong> su propuesta; en el último párrafo <strong>de</strong> la cita expuesta sesustenta la posición <strong>de</strong>l autor en la que el aspecto racional hegeliano está en la dialéctica yaque en la razón está el ser y el no ser, lo finito y lo infinito o, como lo <strong>de</strong>nomina Colleti, latautoheterología 445 (palabra compuesta que indica tauto, lo mismo y hetero, lo otro) lomismo y lo distinto, lo uno y lo otro, la parte y el todo; el rescate <strong>de</strong> lo racional <strong>de</strong> Hegelestá en su lógica dialéctica y en su principio en la totalidad.La corteza mística está contenida en el sistema, el cual ha i<strong>de</strong>alizado la política, la acciónsocial, la realidad. El sistema <strong>de</strong> Hegel es, en ese sentido, un sistema i<strong>de</strong>al, por tanto: “…eli<strong>de</strong>alismo es una conciencia invertida en el mundo porque invertido son el Estado y <strong>las</strong>ociedad que lo produce. El i<strong>de</strong>alismo es precisamente la teoría general <strong>de</strong> ese mundo, sucoronación, su lógica en forma refinada, su point d’honneur espiritualista y su sanciónmoral”. 446En el sistema <strong>de</strong> Hegel, el <strong>de</strong>recho y el Estado son expresión <strong>de</strong> racionalidad social, <strong>de</strong>relación contractual, <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong> libertad, actitu<strong>de</strong>s que en una sociedad <strong>de</strong> transiciónsuperestructura son interesantes pero i<strong>de</strong>alistas. Esto es lo que Marx rechaza, o máspropiamente hablando, invierte, para que se entienda la vida económica, política yespiritual en sus contradicciones reales y permita or<strong>de</strong>nar el pensamiento <strong>de</strong> manera tal queelimine <strong>las</strong> elucubraciones metafísicas y vincule directamente la realidad en forma activa,práctica.La concepción gnoseología <strong>de</strong> Marx no es, por tanto, una propuesta que intente sóloenten<strong>de</strong>r la realidad, racionalizarla por el simple hecho <strong>de</strong> hacerlo, sino que persigue, y esaquí don<strong>de</strong> se rescata la riqueza <strong>de</strong> Hegel, vincular el pensamiento con la realidad, con una444 Marx, Carlos, El capital, FCE, México, 1976, p.XXIV.445 Cfr. Colleti, Lucio, La dialéctica <strong>de</strong> la materia <strong>de</strong> Hegel y el materialismo dialéctico, Grijalbo, México,1977, p. 54.446 . Colleti, Lucio, El marxismo y Hegel, Colección Teoría y paxis, vol. 37, Gríjalbo, México, 1980, p. 175.


ealidad antitética, <strong>de</strong> contradicciones <strong>de</strong> ser y no ser, con la dialéctica <strong>de</strong> la realidad, lacual, dialécticamente <strong>de</strong>be ser orientada por una acción transformadora que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong>la praxis individual y social.Lefebvre ilustra esas concepciones <strong>de</strong>l marxismo <strong>de</strong> la manera siguiente: “…al principio <strong>de</strong>su reflexión crítica y <strong>de</strong> su obra, el comienzo <strong>de</strong> la acción y <strong>de</strong>l pensamiento, el acto inicialse produce prácticamente; es <strong>de</strong>cir, políticamente término que <strong>de</strong>signa un terreno en el queel pensamiento se instala y realiza su actividad, es <strong>de</strong>cir, su lucha, que le lleva al examencrítico <strong>de</strong> lo político, incluso (<strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas reales). La filosofía pura termina en uncallejón sin salida. Se <strong>de</strong>sdobla en positivismo (fetichismo <strong>de</strong>l hecho, <strong>de</strong> la constatación) yvoluntarismo (actividad que preten<strong>de</strong> cambiar el mundo sin conocerlo). El camino <strong>de</strong> Marxevita el callejón sin salida; no cae en el dilema y resuelve el problema. En el principio es lapráctica: el acto que plantea y supone que el mundo pue<strong>de</strong> cambiar —porque cambia— yque se inserte en la práctica social y política para orientar el cambio”. 447Esto es el Principio esencial que separa a Marx, y al subsiguiente marxismo militante, <strong>de</strong><strong>las</strong> formas <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la realidad a diferencia <strong>de</strong> los filósofos anteriores, y le da un nuevogiro a la concepción <strong>de</strong>l conocimiento.La teoría <strong>de</strong>l conocimiento en Marx no pue<strong>de</strong> ser entendida <strong>de</strong> la forma en que laentendieron los pensadores anteriormente, Carlos Marx no es propiamente un teórico <strong>de</strong>lconocimiento. Teóricamente él elaboró una serie <strong>de</strong> conceptos político-económicos yeconómico-políticos <strong>de</strong> la sociedad en que vivió, y su posición le llevó a proponer unaperspectiva <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus orígenes, y a proyectarla al futuro, ésta es, latransformación <strong>de</strong> los modos <strong>de</strong> producción.Su concepción gnoseológica se pue<strong>de</strong> encontrar inmersa en su obra, especialmente enalgunos textos como en los Manuscritos económico-filosóficos <strong>de</strong> 1844, en <strong>las</strong> Tesis sobreFeuerbach (1845) y en el Método <strong>de</strong> la economía política (1857-58) en los que hacealgunas enunciaciones sobre cómo entien<strong>de</strong> el proceso <strong>de</strong> conocimiento.Los textos en los cuales se <strong>de</strong>sarrolla una reflexión más amplia acerca <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong>conocimiento, están generalmente rubricados por Fe<strong>de</strong>rico Engels, pero George Novackafirma, con base en la correspon<strong>de</strong>ncia entre Carlos y Fe<strong>de</strong>rico, que todos los textos seenviaban a la imprenta cuando se había llegado a un acuerdo mutuo. 448 En el Anti-Dühringse encuentra la exposición más completa <strong>de</strong> la filosofía marxista que haya sido publicadadurante la vida <strong>de</strong> Marx. El testimonio <strong>de</strong> colaboración dado a Marx por Engels en elprefacio a la segunda edición <strong>de</strong>l texto citado, se afirma: “por <strong>de</strong>sarrollarse en este libro unaconcepción que había sido cimentada y <strong>de</strong>senvuelta principalmente por Marx, y sólo en447 Lefebvre, Henry, op. cit., p. 139.448 Cfr.Novack,George, “En <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> Engels” en El marxismo contemporáneo II, Nueva Política, CentroLatinoamericano <strong>de</strong> Estudios Políticos, vol. II, núm. 8, 1980, México, pp. 44-64.


parte muy pequeña por mí, era natural, entre nosotros, que esta exposición mía no seescribiese sin su consentimiento”. 449Más a<strong>de</strong>lante Engels <strong>de</strong>termina la esencia <strong>de</strong> la base cognoscitiva mutuamente aceptada,ahí afirma: “Marx y yo fuimos, por cierto, casi los únicos que salvamos la dialécticaconsciente <strong>de</strong> la filosofía i<strong>de</strong>alista alemana para traerla a la concepción materialista <strong>de</strong> lanaturaleza y <strong>de</strong> la historia.” Esto, que es <strong>de</strong>sarrollado por Engels en el Anti-Dühring,también es parte <strong>de</strong> los manuscritos; en ellos, Marx afirma: “Pue<strong>de</strong> observarse que lahistoria <strong>de</strong> la industria y la industria tal como existe objetivamente, es un libro abierto <strong>de</strong><strong>las</strong> faculta<strong>de</strong>s humanas y una psicología humana que pue<strong>de</strong> captarse sensiblemente.Esta historia no ha sido concebida hasta ahora en relación con la naturaleza humana, sinosólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista utilitario superficial, puesto que en la condición <strong>de</strong> laenajenación sólo fue posible concebir <strong>las</strong> faculta<strong>de</strong>s humanas reales y la acción genérica <strong>de</strong>lhombre, en la forma <strong>de</strong> la existencia humana general, como religión, o como historia en suaspecto abstracto, general; como política, arte, literatura, etc.La industria ordinaria, material (que pue<strong>de</strong> concebirse como parte <strong>de</strong> ese <strong>de</strong>sarrollo general;o, igualmente, el <strong>de</strong>sarrollo general pue<strong>de</strong> concebirse como parte específica <strong>de</strong> la industriapuesto que toda la actividad humana hasta el presente ha sido trabajo, es <strong>de</strong>cir, industria,actividad auto enajenada) nos muestra, en la forma <strong>de</strong> objetos útiles sensibles, en una formaenajenada, <strong>las</strong> faculta<strong>de</strong>s humanas esenciales transformadas en objetos.Ninguna psicología para la cual este libro, es <strong>de</strong>cir, la parte más sensiblemente presente yaccesible <strong>de</strong> la historia, permanezca cerrado, pue<strong>de</strong> convertirse en una ciencia real con uncontenido genuino.¿Qué pensar entonces <strong>de</strong> una ciencia que permanezca indiferente ante este enorme campo<strong>de</strong>l trabajo humano y que no comprenda que es incompleta cuando toda esta riqueza <strong>de</strong> laactividad humana no significa nada para ella, excepto quizás lo que pue<strong>de</strong> expresarse enuna palabra: necesidad, necesidad vulgar?”. 450Estas observaciones se antojan interesantes en la medida que hay una serie <strong>de</strong> reflexionessobre cómo enten<strong>de</strong>r una cosmogonía que no bifurque al ser humano y su relación con lanaturaleza, así como, al ser humano con el ser humano en el contexto <strong>de</strong> una relaciónsocial-laboral. En la historia <strong>de</strong> la industria se encuentra esa relación en la que el serhumano se enfrenta a la naturaleza para transformarla pero en ese proceso productivo semanifiesta también la relación social entre humanos poseedores <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> trabajo y <strong>de</strong>medios <strong>de</strong> producción, relación <strong>de</strong> la cual se <strong>de</strong>riva toda una serie <strong>de</strong> actitu<strong>de</strong>s políticas,jurídicas y artísticas, que respon<strong>de</strong>n directamente a esa relación. Para la propuesta449 ENGELS, Fe<strong>de</strong>rico, Anti.Dühring, Ediciones <strong>de</strong> Cultura Popular, México, 1977, p. 11.450 Marx, Carlos. Manuscritos económicos… op. cit., 1979, pp. 111-113.


gnoseológica <strong>de</strong> Marx, la separación <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong>l complejo universal se orienta haciauna <strong>de</strong>svirtuación <strong>de</strong> lo que es la realidad material.Estas reflexiones son propias <strong>de</strong>l autorrazonamiento <strong>de</strong>l razonamiento <strong>de</strong> la naturaleza omedio ambiente que ro<strong>de</strong>a al hombre y <strong>de</strong> su interacción. Ahora, ¿cómo se logra elconocimiento? Marx elabora sobre el particular once tesis, conocidas como Tesis sobreFeuerbach, en <strong>las</strong> que se pue<strong>de</strong> encontrar la base <strong>de</strong> cómo aproximarse a ese proceso. En laprimera tesis nos dice:El <strong>de</strong>fecto fundamental <strong>de</strong> todo materialismo anterior —incluyendo el <strong>de</strong> Feuerbach— esque sólo concibe el objeto, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma <strong>de</strong> objeto o <strong>de</strong>contemplación, pero no como actividad sensorial humana, como práctica, no <strong>de</strong> un modosubjetivo.De aquí que el lado activo fuese <strong>de</strong>sarrollado por el i<strong>de</strong>alismo, por oposición almaterialismo, pero sólo <strong>de</strong> un modo abstracto, ya que el i<strong>de</strong>alismo, naturalmente, no conocela actividad real, sensorial, como tal. Feuerbach quiere objetos sensibles, realmentedistintos <strong>de</strong> los objetos conceptuales; pero tampoco él concibe la actividad humana comouna actividad objetiva.Por eso, en la esencia <strong>de</strong>l cristianismo sólo consi<strong>de</strong>ra la actitud teórica como laauténticamente humana, mientras que concibe y p<strong>las</strong>ma la práctica sólo en su formasuciamente judaica <strong>de</strong> manifestarse. Por tanto, no compren<strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong> la actuaciónrevolucionaria, práctico-crítica”. 451En esta primera tesis se afirma la intención <strong>de</strong> vincular el conocimiento <strong>de</strong> la materia a unaacción transformadora <strong>de</strong> la misma, en la que no sólo se le conozca, se le contemple, sinoque esa percepción vaya encaminada a su transformación con una práctica intencionada yorientada.En la segunda tesis Marx afirma: “El problema <strong>de</strong> si al pensamiento humano se le pue<strong>de</strong>atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es lapráctica don<strong>de</strong> el hombre tiene que <strong>de</strong>mostrar la verdad, es <strong>de</strong>cir, la realidad y el po<strong>de</strong>río, laterrenalidad <strong>de</strong> su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad <strong>de</strong> un pensamientoaislado <strong>de</strong> la práctica, es un problema puramente escolástico”. 452La exposición es clara en sí, solamente se pue<strong>de</strong> conocer la verdad <strong>de</strong>l objetivo si se tieneuna acción subjetiva, una praxis sobre él, una discusión al margen <strong>de</strong> la práctica eseminentemente estéril.451 Marx, Carlos. Tesis sobre Feuerbach, Ediciones <strong>de</strong> Cultura Popular, México, 1977, (apéndice) p. 225.452 Ibi<strong>de</strong>m, p. 226.


La tercera tesis se expone ya con la intención <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r una realidad social que es sujetoy objeto al mismo tiempo, <strong>de</strong> ella dice: “La teoría materialista <strong>de</strong> que los hombres sonproducto <strong>de</strong> <strong>las</strong> circunstancias y <strong>de</strong> la educación, y <strong>de</strong> que, por tanto los hombresmodificados son producto <strong>de</strong> circunstancias distintas y <strong>de</strong> una educación distinta, olvidaque <strong>las</strong> circunstancias se hacen cambiar precisamente por los hombres y que el propioeducador necesita ser educado. Conduce, pues forzosamente, a la división <strong>de</strong> la sociedad endos partes, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales está por encima <strong>de</strong> la sociedad. La coinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> lamodificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> circunstancias y <strong>de</strong> la actividad humana sólo pue<strong>de</strong> concebirse yenten<strong>de</strong>rse racionalmente como práctica revolucionaria”. 453No son solamente <strong>las</strong> circunstancias lo que hace que el ser humano se comporte <strong>de</strong> unamanera <strong>de</strong>terminada, sino que es la relación social, y muy especialmente <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>sociales en el proceso productivo, lo que inci<strong>de</strong> sobre <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l ser humano; ya Marxlo explicaba en prólogo <strong>de</strong> Contribución a la crítica <strong>de</strong> la economía política, cuando dice:“…en la producción social <strong>de</strong> su vida, los hombres contraen <strong>de</strong>terminadas <strong>relaciones</strong>necesarias e in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> su voluntad, <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> producción que correspon<strong>de</strong>n auna <strong>de</strong>terminada fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sus fuerzas productivas materiales. El conjunto <strong>de</strong>estas <strong>relaciones</strong> <strong>de</strong> producción forma la estructura económica <strong>de</strong> la sociedad, la base realsobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que correspon<strong>de</strong>n<strong>de</strong>terminadas formas <strong>de</strong> consciencia social. El modo <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> la vida materialcondiciona el proceso <strong>de</strong> la vida social, política y espiritual en general. No es la consciencia<strong>de</strong>l hombre la que <strong>de</strong>termina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que <strong>de</strong>terminasu consciencia”. 454La cuarta tesis tiene como objetivo promover la <strong>de</strong>smitificación <strong>de</strong> la conciencia social,sobre ello expone: “Feuerbach arranca <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> la auto enajenación religiosa, <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sdoblamiento <strong>de</strong>l mundo en un mundo religioso, imaginario, y otro real. Su cometidoconsiste en disolver el mundo religioso, reduciéndolo a su base terrenal. No ve que, <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> realizada esta labor, falta por hacer lo principal. En efecto, el hecho <strong>de</strong> que la baseterrenal se separe <strong>de</strong> sí misma y se p<strong>las</strong>me en <strong>las</strong> nubes como reino in<strong>de</strong>pendiente, sólopue<strong>de</strong> explicarse por el propio <strong>de</strong>sgarramiento y la contradicción <strong>de</strong> esta base terrenalconsigo misma. Por lo tanto, lo primero que hay que hacer es compren<strong>de</strong>r ésta en sucontradicción y luego revolucionarla prácticamente eliminando la contradicción. Porconsiguiente, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir, verbi gratia, en la familia terrenal el secreto <strong>de</strong> <strong>las</strong>agrada familia, hay que criticar teóricamente y revolucionar prácticamente aquélla”. 455453 Loc. cit.454 Marx, Carlos, Contribución a la crítica <strong>de</strong> la economía política, 6a. ed., Ediciones <strong>de</strong> Cultura Popular,México, 1976, p. 12.455 Marx, Carlos, Tesis sobre. . ., op. cit., p. 227.


En la quinta y sexta tesis, y rescatando elementos <strong>de</strong> la anterior, vincula conocimiento ei<strong>de</strong>ología como partes integrantes <strong>de</strong> la totalidad social, en la quinta dice: “Feuerbach, nocontento con el pensamiento abstracto, apela a la contemplación sensorial; pero no concibela sensoriedad como una actividad práctica, como una actividad sensorial humana”. 456 Y enla sexta afirma: “Feuerbach diluye la esencia religiosa en la esencia humana. Pero laesencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es, en su realidad, elconjunto <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> sociales.Feuerbach, que no se ocupa <strong>de</strong> la crítica <strong>de</strong> esta esencia real, se ve, por tanto, obligado:1 A hacer caso omiso <strong>de</strong> la trayectoria histórica, enfocado <strong>de</strong> por sí al sentimiento religiosoy presuponiendo un individuo humano abstracto, aislado.2 En él, la esencia humana sólo pue<strong>de</strong> concebirse como género, con una generalidadinterna, muda, que se limita a unir naturalmente a los muchos individuos”. 457La crítica <strong>de</strong> Marx va enfocada a eliminar <strong>las</strong> propuestas que consi<strong>de</strong>ran al ser humanocomo un ente aislado <strong>de</strong> <strong>las</strong> influencias sociales, y pon<strong>de</strong>ra a la sociedad como factor <strong>de</strong>influencia <strong>de</strong>terminante sobre la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong>l individuo, la cual, como se había expuesto enla tesis cuarta se <strong>de</strong>be criticar teóricamente y revolucionar prácticamente.En la tesis séptima reitera su punto <strong>de</strong> vista afirma: “Feuerbach no ve, por tanto, que elsentimiento religioso es también un producto social y que el individuo abstracto que élanaliza pertenece en realidad, a una <strong>de</strong>terminada forma <strong>de</strong> sociedad”. 458En la octava tesis vincula nuevamente el conocimiento con la sociedad en una prácticaconstante: “La vida social es esencialmente práctica. Todos los misterios que <strong>de</strong>scarrían lateoría hacia el misticismo, encuentran su solución racional en la práctica humana y en lacomprensión <strong>de</strong> esta práctica”. 459 De esta tesis se <strong>de</strong>rivan <strong>las</strong> subsiguientes.En la novena afirma: “A lo que más llega el materialismo contemplativo, es <strong>de</strong>cir, elmaterialismo que no concibe la sensoriedad, como actividad práctica, es a contemplar a losdistintos individuos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la sociedad civil”. 460 Con ello se afirma que al individuo sólose le ha visto como un sujeto <strong>de</strong>l conglomerado social sin i<strong>de</strong>ntidad propia dialécticamenterelacionada con la influencia social.456 Ibi<strong>de</strong>m, p.227.457 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 227 y 228.458 Ibi<strong>de</strong>m, p. 228.459 Loc. cit.460 . Ibí<strong>de</strong>m, PP 228 y 229


En la décima tesis se completa la anterior: “El punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l antiguo materialismo es <strong>las</strong>ociedad civil; el <strong>de</strong>l nuevo materialismo, la sociedad humana o la humanidadsocializada”. 461Finalmente en la célebre tesis <strong>de</strong>cimoprimera, se resume la posición con respecto alconocimiento, a la actitud gnoseológica, en ella dice: “Los filósofos no han hecho más queinterpretar <strong>de</strong> diversos modos el mundo, pero <strong>de</strong> lo que se trata es <strong>de</strong> transformarlo”. 462Para Marx, el conocimiento no tiene razón <strong>de</strong> ser, exclusivamente por el conocimientomismo, es necesario tener el conocimiento <strong>de</strong> la realidad con el fin <strong>de</strong> transformarla. Acriterio <strong>de</strong> algunos autores, el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> Marx y Engels permite la superación <strong>de</strong>toda la filosofía anterior, Korsch afirma que: “Las razones por <strong>las</strong> que po<strong>de</strong>mos hablar <strong>de</strong>superación <strong>de</strong>l punto <strong>de</strong> vista filosófico son <strong>de</strong> tres tipos:1 el punto <strong>de</strong> vista teórico que adopta Marx ahora no se halla simplemente en oposiciónunilateral con <strong>las</strong> consecuencias, sino en contraste universal con los presupuestos <strong>de</strong> toda lafilosofía alemana tradicional que para él y para Engels, ahora como <strong>de</strong>spués, estásuficientemente representada en la filosofía.2 entra en oposición no sólo con la filosofía, que no es más que la cabeza, el <strong>de</strong> Hegelcomplemento sólo i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>l mundo existente, sino con la totalidad <strong>de</strong> este mundo, y3 sobre todo, esta oposición no es sólo teórica, sino al mismo tiempo práctico-activa”. 463Hasta aquí se han <strong>de</strong>scrito, en forma muy somera, <strong>las</strong> distintas propuestas que nos llevan arelacionar la forma <strong>de</strong> pensamiento <strong>de</strong>l marxismo sobre la naturaleza, sobre sí mismo ysobre lo inexplicable, para orientar la racionalidad hacia los posibles avances históricos enel conocimiento. Estas propuestas no son, obviamente, la totalidad, pero sí son una base quesustenta el pensamiento marxista en el cual se <strong>de</strong>staca no sólo el proceso <strong>de</strong> conocimiento,sino también la práctica que implica su adquisición comprometida. Ahora, ¿cómo serelaciona esta serie <strong>de</strong> supuestos filosóficos <strong>de</strong>l marxismo con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> sustentar unametodología cognoscitiva? Revisemos cuáles son esas propuestas <strong>de</strong> la metodologíacognoscitiva para luego relacionarla con estos supuestos filosóficos.4.4.4 Método dialécticoTal y como pudo i<strong>de</strong>ntificarse en el marco conceptual <strong>de</strong>l marxismo en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la orientación que los caracterice, hay unaconstante, la propuesta <strong>de</strong> asumir el método dialéctico como base para el entendimiento <strong>de</strong>461 Ibí<strong>de</strong>m, P. 229462 Loc. cit.463 Korsch, Karl, Marxismo y filosofía, Era, México, 1977, p. 30.


esa realidad. Incluso hay un escrito que <strong>de</strong>scribe <strong>las</strong> características que tiene este métodopara que a partir <strong>de</strong> esas premisas se abor<strong>de</strong> el estudio <strong>de</strong> lo internacional.Ese escrito es el ya multicitado en los escritos <strong>de</strong> habla hispana elaborado por RobertoPeña, quien propone a la dialéctica como la alternativa metodológica para la disciplina <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Para enmarcar la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> esta concepción, Peñaafirma: “En el momento en que surge la concepción materialista dialéctica <strong>de</strong> la naturalezay la historia toda filosofía anterior sufre un vuelco radical, porque a partir <strong>de</strong> estaconcepción ya no se va a tratar <strong>de</strong> crear <strong>las</strong> concatenaciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas, sino <strong>de</strong><strong>de</strong>scubrir<strong>las</strong> en los mismos hechos. A la filosofía clásica no le queda más refugio que elreino <strong>de</strong>l pensamiento puro, en lo que aún queda en pie <strong>de</strong> él: la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong>lmismo proceso <strong>de</strong> pensar, la lógica y la dialéctica. El materialismo histórico-dialéctico va aconformar una concepción filosófica que no va a ser superior a <strong>las</strong> <strong>de</strong>más ciencias, porqueel conocimiento va a ser producto mismo <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias y no <strong>de</strong> la filosofía. Por otro lado,esta concepción filosófica (a diferencia <strong>de</strong> cualquier otra) contiene los supuestosepistemológicos que van a dar la base <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada teoría <strong>de</strong>l conocimiento ométodo <strong>de</strong> estudio que nos va a servir como instrumento para aprehen<strong>de</strong>r, compren<strong>de</strong>r ytransformar la realidad.En este sentido, nosotros nos abocamos por el método <strong>de</strong> estudio que se apoya en lafilosofía materialista dialéctica, que es la última no superada históricamente, ontología <strong>de</strong>lhombre cuyo objeto es la especificidad <strong>de</strong>l hombre. Porque la actividad objetiva <strong>de</strong>l hombrecrea su realidad, realidad formada por la praxis <strong>de</strong> él, ya que sin praxis no hay realidadhumana, y sin ella no hay tampoco conocimiento <strong>de</strong>l mundo”. 464Descrito ese marco, el mismo Peña <strong>de</strong>scribe los fundamentos <strong>de</strong>l método: “Si todo métodose apoya en un substratum filosófico <strong>de</strong>terminado, y si cada corriente filosófica es unavisión <strong>de</strong>l mundo, un intento <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r el mundo, la humanidad y el lugar <strong>de</strong>l hombreen el mundo, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>ducir y aceptar que cada metodología tiene una concepción <strong>de</strong>lmundo, concepción que nos va a mostrar los supuestos epistemológicos que van aconformar una teoría <strong>de</strong>l conocimiento, don<strong>de</strong> podremos <strong>de</strong>tectar el grado <strong>de</strong> cientificidad<strong>de</strong>l mismo método.Los principios epistemológicos <strong>de</strong> la teoría materialista <strong>de</strong>l conocimiento dialéctico, van aestar dados por la concepción dialéctica materialista <strong>de</strong>l mundo, la cual percibe laconcatenación universal <strong>de</strong> todo material existente, así como su constante movimiento,<strong>de</strong>sarrollo y transformación Estos principios son los siguientes:464 PEÑA GUERRERO, Roberto, “La alternativa metodológica para la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>: la dialéctica”, en El estudio científico <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, Serie Estudios 54,Facultad <strong>de</strong> Ciencias Politicas y Sociales, <strong>UNAM</strong>, México, 1978, pp. 139 y 140.


a) El mundo es material por naturaleza, todas <strong>las</strong> cosas que existen nacen <strong>de</strong> causasmateriales, surgen y se <strong>de</strong>sarrollan con <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> la materia.b) La materia (masa y energía) existe in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l pensamiento; <strong>las</strong> i<strong>de</strong>asson el resultado <strong>de</strong> la percepción <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas materiales concretas que nos ro<strong>de</strong>an. Es <strong>de</strong>cir,<strong>las</strong> cosas (la naturaleza y la sociedad) existen en forma in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la conciencia <strong>de</strong>quien <strong>las</strong> percibe; tienen una materialidad (objetiva) propia. Por tanto, la conciencia essiempre conciencia <strong>de</strong> algo exterior a ella; es, en términos metafóricos <strong>de</strong> Lenin, un reflejo(imagen <strong>de</strong>l espejo).c) La realidad objetiva y material (en don<strong>de</strong> el hombre concreto se encuentra inmerso)va a ser recibida por el pensamiento humano, percepción que pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar una <strong>de</strong> <strong>las</strong>formas <strong>de</strong> apropiación <strong>de</strong>l mundo por el hombre, ya que existen dos formas <strong>de</strong> apropiación<strong>de</strong> la realidad: la <strong>de</strong>l conocimiento superficial y ordinario, que <strong>de</strong>forma la realidad <strong>de</strong> <strong>las</strong>cosas, y el conocimiento profundo y objetivo, que logra explicar la esencia <strong>de</strong> aquel<strong>las</strong>. Esfinalidad <strong>de</strong> la teoría materialista <strong>de</strong>l conocimiento dialéctico el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>scubrir la verdad;dicho <strong>de</strong> otro modo, se <strong>de</strong>be buscar la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> la realidad<strong>de</strong>formada por medio <strong>de</strong>l conocimiento real y concreto <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> los fenómenos, <strong>de</strong> laesencia <strong>de</strong> los mismos, <strong>de</strong> <strong>las</strong> estructuras reales <strong>de</strong> la materia y no <strong>de</strong> los simples efectos <strong>de</strong>ésta.d) Si el conocimiento científico busca <strong>de</strong>tectar <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> los fenómenos, la esencia<strong>de</strong> los mismos <strong>de</strong>be dar por sentado el supuesto epistemológico <strong>de</strong> que <strong>las</strong> cosas (lanaturaleza y la sociedad) son cognoscibles “en sí”, esto es, en su estructura objetiva. Peropara que el hombre pueda conocer <strong>las</strong> cosas en sí mismas, <strong>de</strong>be transformar<strong>las</strong> en cosaspara sí. Para conocer <strong>las</strong> cosas como son in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> él, <strong>de</strong>be someter<strong>las</strong>primero a su propia práctica; para po<strong>de</strong>r compren<strong>de</strong>r cómo es cuando no está en contactocon el<strong>las</strong>, <strong>de</strong>be primeramente entrar en contacto con <strong>las</strong> cosas.e) Si nada es inimitable en el universo, el conocimiento tampoco lo es. Si la materia está enconstante transformación (la naturaleza y la sociedad), el conocimiento <strong>de</strong> esa realidadmaterial va a ser un proceso sin fin.f) Las leyes <strong>de</strong>l fenómeno, el núcleo y la esencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas, así como la estructura<strong>de</strong> la materia (<strong>de</strong> lo objetivo) es por tanto algo que a cada ciencia toca <strong>de</strong>finir. Para elmaterialismo dialéctico el concepto <strong>de</strong> materia no es más que “una categoría filosófica para<strong>de</strong>signar la realidad objetiva.g) El mundo material no significa nada sin la concepción dialéctica, como la dialécticano se conforma en razonamiento sino se sustenta en un mundo material. Es importanterealizar una observación acerca <strong>de</strong>l mundo material y la dialéctica: <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> la dialécticaestán sujetas únicamente al mundo material, a <strong>las</strong> cosas y a los fenómenos. No existe nadaen la naturaleza o en la sociedad que no esté en movimiento, en transformación y en


constante interrelación con <strong>las</strong> <strong>de</strong>más cosas. Por eso <strong>las</strong> leyes generales más importantes <strong>de</strong>lmundo material son la concatenación universal y el <strong>de</strong>sarrollo, constituyendo al mismotiempo el contenido fundamental <strong>de</strong> la dialéctica objetiva, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> la dialéctica <strong>de</strong> lospropios objetos materiales, <strong>de</strong> sus <strong>relaciones</strong> y procesos, lo que significa que <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l mundo material y concreto que nos ro<strong>de</strong>a tienen un carácter dialéctico yexisten in<strong>de</strong>pendientes por completo <strong>de</strong> la conciencia <strong>de</strong>l hombre.De tal forma, los materialistas <strong>de</strong>ben tener en cuenta que <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> la dialéctica no sonsimples leyes <strong>de</strong>l espíritu, sino <strong>de</strong> la naturaleza. No es el pensamiento el que da su propiaforma a <strong>las</strong> cosas, el que <strong>las</strong> interpreta dialécticamente. A la inversa, porque la naturaleza esdialéctica, el pensamiento lo es también cuando refleja a la naturaleza correctamente, sin<strong>de</strong>formarla, sin simplificarla.De hecho, la concepción <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>l método dialéctico queda explicada en cada uno <strong>de</strong>los principios epistemológicos, y aún más, en cada uno <strong>de</strong> estos principios se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>tectarel grado <strong>de</strong> rigurosidad científica <strong>de</strong> esta teoría <strong>de</strong>l conocimiento”. 465De conformidad con estas i<strong>de</strong>as, el fin <strong>de</strong>l método dialéctico no es únicamente elentendimiento <strong>de</strong> la realidad, sino también la práctica transformadora. Pero en muchasocasiones esta afirmación se queda eminentemente en el discurso, por lo cual en esemomento el marxismo pier<strong>de</strong> su otra parte complementaria y se transforma en un marxismopositivizado que persigue únicamente la explicación.Ante esta observación que se expresa <strong>de</strong> manera generalizada, haríamos la reserva <strong>de</strong> queno todo en nuestro quehacer académico está positivizado, incluso, y retomando <strong>las</strong>propuestas enunciadas anteriormente, se podría <strong>de</strong>cir que en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> se está incorporando, <strong>de</strong> manera académica la metodología <strong>de</strong>l marxismo.Pero no <strong>de</strong>bemos olvidar que si se queda en esa sola actividad, al marxismo se le positivizay para que mantenga su esencia se requiere la estrecha vinculación entre teoría y praxis.Si recordamos la esencia <strong>de</strong>l marxismo, <strong>de</strong> <strong>las</strong> propuestas <strong>de</strong> Marx, el estudio <strong>de</strong> la realidady su metodología implícita no tienen valor por sí y para sí mismos; ya que sólo se validan sillevan la intencionalidad <strong>de</strong> la acción transformadora. En lo que vale <strong>de</strong> <strong>las</strong> propuestas <strong>de</strong>que se utilice al marxismo para el estudio <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>,se <strong>de</strong>be tomar en cuenta que si enten<strong>de</strong>mos al conocimiento como una mera herramientapara la actividad académica, aquí la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l marxismo no <strong>de</strong>jaría <strong>de</strong> ser más queun “positivismo marxista” o un marxismo positivizado. Eso también lo ilustra Garaudycuando afirma que: “…ni el propio marxismo se ha salvado <strong>de</strong> <strong>las</strong> contaminaciones y <strong>de</strong> <strong>las</strong>regresiones positivistas, por <strong>las</strong> interpretaciones naturalistas: siempre que —a pesar <strong>de</strong> <strong>las</strong>reiteradas advertencias <strong>de</strong> Marx— se consi<strong>de</strong>ra la historia humana como un caso particular465 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 141- 143


<strong>de</strong> una dialéctica <strong>de</strong> la naturaleza, que obe<strong>de</strong>ce a leyes naturales y a <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s propias<strong>de</strong> todo sistema <strong>de</strong> alienación, inherente al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l capitalismo, por ejemplo,volvemos al positivismo y, concibiendo <strong>las</strong> ciencias humanas según el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>las</strong>ciencias <strong>de</strong> la naturaleza, confundimos la evolución biológica y la historia humana, elmundo <strong>de</strong> la naturaleza y el <strong>de</strong> la cultura; aplicamos a la historia futura (propiamentehumana) <strong>de</strong> la sociedad, <strong>las</strong> mismas leyes <strong>de</strong> necesidad inexorable que eran válidas para lahistoria <strong>de</strong>l hombre y olvidamos que el paso al socialismo y <strong>de</strong>spués al comunismo no estáregido ni garantizado por ninguna necesidad natural, por ningún automatismo. Comoconstantemente lo ha subrayado Marx, son los hombres los que hacen su propia historia,aunque no la hagan arbitrariamente sino en condiciones siempre estructuradas por elpasado. Y resaltando una <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Marx, el mismo autor afirma: “los hombres hacensu propia historia (libertad) pero en condiciones estructuradas por el pasado (necesidad)”. 466Como se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> esta referencia, y rescatando lo antedicho, enten<strong>de</strong>mos que elmarxismo concebido exclusivamente como una forma <strong>de</strong> conocimiento, no es otra cosa queconceptos marxistas imbuidos por la i<strong>de</strong>ología positivista pues la i<strong>de</strong>a o interés <strong>de</strong>reproducir como slogan el pensamiento <strong>de</strong> Marx no es otra cosa que positivismo encubiertocon fraseología marxista.Como alternativa ante la extrapolación que se hace <strong>de</strong>l positivismo al marxismo, hay quesobreponer la crítica <strong>de</strong> la razón dialéctica, pensando en que: “La dialéctica contra laalienación y el fetichismo positivista <strong>de</strong>l hecho y <strong>de</strong>l dato, es el método que recuerda a cadainstante la contingencia <strong>de</strong> lo que es, el movimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas con<strong>de</strong>nadas a la<strong>de</strong>strucción por sus contradicciones internas, la relación posible y <strong>de</strong> lo real. La dialécticaes así la toma <strong>de</strong> conciencia y la formalización <strong>de</strong> una práctica que tien<strong>de</strong> a transformar elmundo”. 467En ese sentido Roberto Peña hace una exhortación para incorporar la dialéctica al estudio<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, por ello afirma, al concluir su escrito: “Para finalizar esteestudio, quisiera realizar un llamado general a todos aquellos interesados en la disciplina <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. En primer lugar, y sin buscar fetichizar al método, lanecesidad que tiene todo investigador <strong>de</strong> un método <strong>de</strong> estudio científico, <strong>de</strong>be ser unapreocupación fundamental tanto para la aprehensión <strong>de</strong> la realidad internacional como parala creación <strong>de</strong> paradigmas teóricos que reflejen dicha realidad. Y en segundo lugar, que sibuscan rigurosidad científica en sus estudios, <strong>de</strong>ben utilizar el método que capta la realidadtal como es, sin distorsionaría ni <strong>de</strong>formarla, sino en su totalidad concreta, con suscontradicciones, su génesis, <strong>de</strong>sarrollo y cambio. Este método es el materialista dialéctico466 Garaudy, Roger, “I<strong>de</strong>ología y utopía. El hombre <strong>de</strong>l siglo XXI”, Crítica <strong>de</strong> la utopía, Facultad <strong>de</strong> CienciasPolíticas y Sociales, <strong>UNAM</strong>, México, 1971, pp. 208-210.467 Ibi<strong>de</strong>m, p. 212.


el cual proponemos como alternativa metodológica <strong>de</strong> la disciplina <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>”. 468Pero esta concepción metodológica, ¿coinci<strong>de</strong> con los planteamientos marxistas? Veamosalgunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> propuestas que se han hecho para estudiar <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> en<strong>las</strong> que se sigue la exhortación <strong>de</strong> Peña.4.4.5 Concepción <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como totalidadSe ha aseverado que el principio básico <strong>de</strong>l marxismo se fundamenta en la totalidad pero,como también se ha señalado, el concepto <strong>de</strong> totalidad también se hace manifiesto en otrosenfoques cognoscitivos. Así, vemos tanto en <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Hegel como en el estructuralismoy en la teoría sistemas, la totalidad está presente. Entonces, ¿cómo se entien<strong>de</strong> el concepto<strong>de</strong> totalidad en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>?El ya referido Roberto Peña nos dice: “Los cuestionamientos iniciales que <strong>de</strong>be hacersetodo aquel que se va a <strong>de</strong>dicar a la investigación <strong>de</strong> los fenómenos <strong>internacionales</strong> son:cómo va a concebir la realidad internacional, o sea la concepción <strong>de</strong>l mundo que seadoptará, y con base en esta concepción, cuáles son los instrumentos metodológico <strong>de</strong> losque se va a valer para aprehen<strong>de</strong>r dicha realidad.Si nuestro problema se refiere concretamente a dar una respuesta a ¿qué es la realidad? y¿cómo la vamos a aprehen<strong>de</strong>r?, proponemos la utilización <strong>de</strong> la categoría <strong>de</strong> totalidad comoun principio epistemológico y una exigencia metodológica <strong>de</strong> la dialéctica que nos va apermitir el conocimiento <strong>de</strong> la realidad. La totalidad es la categoría que compren<strong>de</strong> larealidad en sus leyes internas y <strong>de</strong>scubre, bajo la superficialidad y casualidad <strong>de</strong> losfenómenos, <strong>las</strong> conexiones internas necesarias; supone al empirismo que consi<strong>de</strong>ra <strong>las</strong>manifestaciones fenoménicas y casuales, y no logra llegar a la comprensión <strong>de</strong> los procesos<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> lo real. La aprehensión <strong>de</strong> la realidad tal y como es, o sea dialéctica,consiste en la división <strong>de</strong> la unidad y en el reconocimiento <strong>de</strong> sus momentos contrarioscomo partes constitutivas <strong>de</strong> dicha unidad, <strong>de</strong> dicha totalidad. El todo contiene a <strong>las</strong> partesy a cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> partes, al mismo tiempo, contiene a <strong>las</strong> otras partes y la unidad comototalidad dialéctica. La forma general <strong>de</strong>l movimiento dialéctico expresa la contradicción <strong>de</strong>los momentos y su reconstrucción en una unidad totalizadora, así como el pensamiento queconoce ese proceso. El común <strong>de</strong>nominador <strong>de</strong> la dialéctica es, precisamente, la categoría<strong>de</strong> la totalidad, como unidad integrada por momentos contradictorios y complementariosentre sí. Esta forma general <strong>de</strong>l movimiento dialéctico expresa no sólo la estructura <strong>de</strong> larealidad —como estructura dinámica, histórica— sino el camino que <strong>de</strong>be seguir elpensamiento humano para apren<strong>de</strong>r científicamente esa realidad.468 PEÑA GUERRERO, op. cit., pp. 151 y 152.


Por lo tanto, <strong>de</strong>bemos concebir a la realidad internacional como un todo estructurado ydialéctico, en el cual pue<strong>de</strong> ser comprendido racionalmente cualquier fenómeno o hechointernacional. Los hechos <strong>internacionales</strong> (diversos procesos) son conocimiento <strong>de</strong> larealidad si son comprendidos como hechos <strong>de</strong> un todo dialéctico y como partesestructurales <strong>de</strong> la realidad internacional.En este sentido, la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> contiene un objeto <strong>de</strong> estudioreal y concreto, el cual posee su propia estructura (y, por lo tanto, no es caótico), que se<strong>de</strong>sarrolla (y, por en<strong>de</strong>, no es algo inmutable y dado <strong>de</strong> una vez para siempre) y se vacreando (y, en consecuencia, no es todo perfectamente acabado y variable sólo en sus partessingulares o en su disposición). Por ello, po<strong>de</strong>mos afirmar que <strong>de</strong> tal concepción <strong>de</strong> larealidad internacional se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n ciertas conclusiones metodológicas que se conviertenen directriz heurística y principio epistemológico en el estudio <strong>de</strong> la misma realidad”. 469Esa propuesta <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> la categoría <strong>de</strong> totalidad expuesta en el párrafo prece<strong>de</strong>nte,adquiere otro matiz cuando se hace referencia a la totalidad concreta, pues en torno a ella seenmarca <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l método dialéctico para la construcción teórica en la disciplina<strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Esta aparece en el siguiente párrafo: “El <strong>de</strong>sarrollo histórico <strong>de</strong>la disciplina <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> ha sido un constante cuestionamiento acerca <strong>de</strong> quesi éstas, como área <strong>de</strong> estudio, tienen un carácter autónomo o no respecto a <strong>las</strong> <strong>de</strong>másciencias sociales, cuestionamiento que en la mayoría <strong>de</strong> los casos es superficial e inútil.Superficial porque busca únicamente esclarecer el ámbito real <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> la disciplina,proponiéndose con cierta rigi<strong>de</strong>z los parámetros <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los cuales se <strong>de</strong>be estudiar larealidad internacional (la sociología, la ciencia política o la económica, etc.); <strong>de</strong>jando a unlado lo que verda<strong>de</strong>ramente se <strong>de</strong>be cuestionar, o sea, si la realidad internacional en sutotalidad concreta nos brinda un objeto <strong>de</strong> estudio, el cual pue<strong>de</strong> ser diferenciado <strong>de</strong> <strong>las</strong>otras ciencias sociales (por su realidad autónoma) y <strong>de</strong>limitado por sí mismo, es <strong>de</strong>cir, quelos parámetros sean establecidos por nuestra área <strong>de</strong> estudio y no por otras disciplinas,aunque esto no quiere <strong>de</strong>cir que no <strong>de</strong>bamos utilizar a <strong>las</strong> <strong>de</strong>más ciencias sociales. Y esinútil, porque no benefician verda<strong>de</strong>ramente a la especialidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> ya que no proponen formas científicas (métodos <strong>de</strong> estudio) que nospermitan aprehen<strong>de</strong>r esa realidad autónoma, como tampoco presentan mo<strong>de</strong>los teóricos quesustenten la construcción científica <strong>de</strong> nuestra área <strong>de</strong> estudio.¿Acaso el cuestionamiento acerca <strong>de</strong> que si <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> tienen un carácterautónomo o no, se <strong>de</strong>be a la carencia <strong>de</strong> una estructura teórica que sustente realmente a ladisciplina como una más <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales? Consi<strong>de</strong>ramos que la respuesta esafirmativa. Y en este sentido proponemos: en primer lugar, la utilización <strong>de</strong>l métododialéctico como el medio que nos va a permitir aprehen<strong>de</strong>r la realidad internacional en símisma, y en segundo lugar, la conformación <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los teóricos cuya estructura lógica469 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 149 y 150.


corresponda a la estructura <strong>de</strong> la realidad internacional en sí misma. Es <strong>de</strong>cir, proponemosla utilización <strong>de</strong> la dialéctica como el pensamiento crítico que quiere compren<strong>de</strong>r la cosamisma, y se pregunta sistemáticamente cómo es posible llegar a la comprensión <strong>de</strong> larealidad. Pensamiento que busca conocer a<strong>de</strong>cuadamente a la realidad, que no se contentacon los esquemas abstractos <strong>de</strong> ella, que construye la aparente in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> inmediatas cotidianas, que se revela contra el mundo <strong>de</strong> la apariencia y seinteresa por <strong>de</strong>scubrir <strong>las</strong> leyes <strong>de</strong> los fenómenos, su esencia”. 470El enunciado <strong>de</strong> totalidad concreta persigue separar a la concepción dialéctica <strong>de</strong> los otrosenfoques que también se apoyan en la categoría <strong>de</strong> totalidad. La implicación <strong>de</strong> ello loexpone Kosik cuando afirma que: “La totalidad concreta como concepción dialécticomaterialista<strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> lo real.. . significa por tanto un proceso indivisible cuyoselementos son: la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la pseudoconcreción, es <strong>de</strong>cir, la aparente y fetichistaobjetividad <strong>de</strong>l fenómeno, y el conocimiento <strong>de</strong> su auténtica objetividad; en segundo lugar,el conocimiento <strong>de</strong>l carácter histórico <strong>de</strong>l fenómeno, en el cual se manifiesta <strong>de</strong> modopeculiar la dialéctica <strong>de</strong> lo singular y lo general humano y, por último, el conocimiento <strong>de</strong>lcontenido objetivo y <strong>de</strong>l significado <strong>de</strong>l fenómeno, <strong>de</strong> su función objetiva y <strong>de</strong>l lugarhistórico que ocupa en el seno <strong>de</strong>l todo social”. 471La totalidad concreta es la realidad circundante y cambiante, próxima y propia a <strong>las</strong>capacida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l ser humano para conocer y actuar, en esa ten<strong>de</strong>nciatransformadora que se oriente en pro <strong>de</strong> lo humano.Siguiendo esa i<strong>de</strong>a, González Souza precisa el concepto <strong>de</strong> totalidad en el estudio <strong>de</strong> ladisciplina <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>; sobre ello dice: “…<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> sedistinguen <strong>de</strong> <strong>las</strong> otras disciplinas académicas por ser ésta la única, o la que se encuentra enmejor posición, para estudiar la realidad en su totalidad y como una totalidad.Una vez que que<strong>de</strong> claro que la importancia primaria <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> su especialidad y que ésta sólo pue<strong>de</strong> discernirse a partir <strong>de</strong> una concepcióntotalizadora <strong>de</strong> la disciplina...se intenta <strong>de</strong>stacar al materialismo dialéctico e histórico..,como el cuerpo teórico-metodológico necesario para dar contenido y eficacia a dichaconcepción”. 472Pero advierte: “Una concepción totalizadora, en sentido amplio, no es garantía <strong>de</strong> unacercamiento más profundo, aunque sí <strong>de</strong> uno completo, <strong>de</strong> la realidad. Por lo mismo, unaconcepción tal no asegura un avance en la conformación científica <strong>de</strong> la disciplina. Dehecho po<strong>de</strong>mos distinguir dos caminos divergentes y antagónicos hacia la sustentación <strong>de</strong>470 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 148 y 149.471 Kosik, Karel, Dialectica <strong>de</strong> lo concreto, Grijalbo, México, 1976, p. 74.472 González, Souza, Luis F., “Una concepción totalizadora.. .“, op. cit., p. 9.


una concepción totalizadora <strong>de</strong> la realidad mundial y <strong>de</strong> la disciplina encargada <strong>de</strong> suanálisis. Dos caminos que, por lo <strong>de</strong>más, parecen <strong>de</strong>stinados a llevar el li<strong>de</strong>razgo en el<strong>de</strong>sarrollo teórico <strong>de</strong> cualquier disciplina. . . que a la vez respon<strong>de</strong>n a <strong>las</strong> dos gran<strong>de</strong>svertientes en materia <strong>de</strong>l conocimiento el i<strong>de</strong>alismo y el materialismo”. 473Con esa advertencia aña<strong>de</strong>: “…el único apoyo óntico-gnoseológico para una concepcióntotalizadora <strong>de</strong> la disciplina lo encontramos en el materialismo dialéctico e histórico.. . Si,en su sentido ontológico, Lenin sintetizó la dialéctica en «el estudio <strong>de</strong> la contradicción<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la esencia misma <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas” y, en su propósito metodológico, en el análisisconcreto <strong>de</strong> la situación concreta, Marx se encargó <strong>de</strong> subrayar la trascen<strong>de</strong>nciaepistemológica <strong>de</strong> la dialéctica, al resumirla en «la ciencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> leyes generales <strong>de</strong>lmovimiento, tanto <strong>de</strong>l mundo exterior,[ es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>l mundo real] como el <strong>de</strong>l pensamientohumano [es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>l mundo imaginado]. En este último sentido, la dialéctica marxistapue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse como la ciencia que estudia la concatenación universal <strong>de</strong> todos losfenómenos (naturales, sociales y espirituales), así como <strong>las</strong> llamadas leyes universales:aquel<strong>las</strong> que establecen <strong>las</strong> concatenaciones esenciales —no acci<strong>de</strong>ntales— <strong>de</strong> todos losfenómenos”. 474Como complemento señala: “Aparte <strong>de</strong> esta concatenación, es imprescindible tener encuenta la forma en que se interactúan todos los aspectos <strong>de</strong> un mismo fenómeno —interacción que da lugar precisamente a cada fenómeno—, así como la manera en que losfenómenos se condicionan recíproca y constantemente, dando lugar a una totalidad tanhistórica como concreta. En otras palabras, otra premisa <strong>de</strong> la concepción totalizadora <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> es consi<strong>de</strong>rar a la realidad tal cual es: un todo universal menteconcatenado y en constante movimiento, ya que todo tiene, en última instancia, a la materiacomo base”. 475En ese or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as Ileana Cid expone: “si queremos conocer y explicar la sociedadinternacional y <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> que en ella se dan, como «.. .una totalidad rica, compuesta poruna multitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminaciones y <strong>relaciones</strong> concretas... en su peculiar significadohistórico y orgánico. . tendremos que seguir el camino teórico metodológico correcto, queúnicamente nos brinda el materialismo histórico dialéctico y no sólo refutar sin<strong>de</strong>senmascarar aquel<strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> que lejos <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir laesencia <strong>de</strong>l problema, la disfrazan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva i<strong>de</strong>ológica dada, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> y para ladominación”. 476473 Ibi<strong>de</strong>m, p. 16.474 Ibi<strong>de</strong>m, pp. 20 y 21.475 Ibi<strong>de</strong>m, p. 21.476 CID CAPETILLO,Ileana “Reflexiones críticas sobre el surgimiento teórico <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>”, en Relaciones Internacionales Centro <strong>de</strong> Relaciones Internacionales FCPS, <strong>UNAM</strong>, vol. VI,núm. 23 oct.-dic. 1978, México, p. 42.


En otro escrito <strong>de</strong> esta autora, en coautoría con González Olvera encontramos también <strong>las</strong>propuestas <strong>de</strong> entendimiento <strong>de</strong> la realidad internacional con base en la concepción <strong>de</strong>totalidad, ahí dicen: “Nuestra concepción. .. <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> radica en sucomprensión como una totalidad en movimiento y contradictoria . . Este movimiento sociohistórico, en la época contemporánea tiene lugar en el ámbito específico y es producto <strong>de</strong> lapraxis social <strong>de</strong> los sujetos <strong>internacionales</strong>.En opinión <strong>de</strong> Cid y González han sido tres los sujetos <strong>internacionales</strong> que realizan lapraxis social; en sus propias expresiones:La constitución <strong>de</strong> una formación social capitalista internacional ha sido posibleúnicamente por <strong>las</strong> fuerzas motoras <strong>de</strong> tres sujetos que hayan podido aparecer pero que noson sino <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> aquellos que nosotros consi<strong>de</strong>ramos como los <strong>de</strong> mayor relevancia:<strong>las</strong> c<strong>las</strong>es sociales, el Estado y la nación. En consecuencia el reconocimiento <strong>de</strong> éstos comosujetos en la formación social internacional <strong>de</strong>be <strong>de</strong> partir <strong>de</strong> la <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong> susactivida<strong>de</strong>s que, a su vez, originan procesos y fenómenos que rebasan <strong>las</strong> fronterasnacionales”. 477Como se pue<strong>de</strong> apreciar en esta propuesta se hace un esfuerzo por vincular los conceptosque se han consi<strong>de</strong>rado inherentes a la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, con unoque se i<strong>de</strong>ntifica comúnmente como propio <strong>de</strong>l marxismo. Los conceptos Estado y nacióncorrespon<strong>de</strong>n a la primera y el <strong>de</strong> c<strong>las</strong>es sociales al segundo.Como se pue<strong>de</strong> ver son diversas <strong>las</strong> opiniones que persiguen rescatar el concepto <strong>de</strong>totalidad concreta como fundamento <strong>de</strong>l materialismo dialéctico que permita aproximar alos estudiosos <strong>de</strong> la realidad internacional a su entendimiento, pero también a la accióntransformadora. En ese mismo sentido, Sau Aguayo afirma: “…el marxismo abreposibilida<strong>de</strong>s ciertas <strong>de</strong> aprehensión <strong>de</strong> la esencia <strong>de</strong> los fenómenos <strong>internacionales</strong>.Aquel<strong>las</strong> categorías marxistas que, consi<strong>de</strong>radas en su conjunto, constituyen una teoríageneral <strong>de</strong> la sociedad, integran una sólida base analítica <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z universal que permiteel examen <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la potencialidad <strong>de</strong> la comprensión <strong>de</strong> la realidad internacional la complementael autor con la siguiente aseveración: “La importancia que el marxismo da a la praxis social<strong>de</strong>l hombre consi<strong>de</strong>rado como sujeto <strong>de</strong> la historia, constituye otra clave interpretativa <strong>de</strong> larealidad internacional que permite superar la concepción abstracto formal <strong>de</strong> la misma, enla que <strong>las</strong> estructuras y los sistemas son pensados como entes autónomos e inmutables, queposeen movimiento propio”. 478477 Cid CAPETILLO, Ileana y GONZÁLEZ OLVERA, Pedro, Los sujetos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>. ., op. cit., pp. 76 y 77.478 SAU AGUAYO, Julio, op. cit., pp. 339 y 346.


Aquí se emula al marxismo para el estudio <strong>de</strong> la “realidad internacional”, y con ello elobjeto <strong>de</strong> estudio será dilucidado por el marxismo. Pero <strong>de</strong>bemos recordar que para Marx,el conocimiento es básico para la actividad humana, pero la misma actividad humana hahecho <strong>de</strong>l conocimiento una actividad meramente contemplativa e interpretativa, lo cualconsi<strong>de</strong>ra insuficiente, ya que el conocimiento <strong>de</strong>be ir ligado estrechamente a la praxissocial transformadora; recor<strong>de</strong>mos <strong>las</strong> tesis sobre Feuerbach y en especial la<strong>de</strong>cimoprimera. Sólo así se pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r un enfoque <strong>de</strong> teoría marxista para <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.CONSIDERACIONES FINALES.Las teorías son i<strong>de</strong>as que nos formamos <strong>de</strong> la percepción o referencia <strong>de</strong> una realidad, perola realidad siempre es compleja puesto que no todo lo que acontece pue<strong>de</strong> ser conocido,Pero también se hacen comúnmente teorías sobre teorías, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>scribimos elconocimiento <strong>de</strong>l conocimiento que no sabemos que tanto está apegado a la realidad, ocómo nos aproximamos a la adquisición <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> la realidad.En este terreno, <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías, se ha dicho que <strong>las</strong> proposiciones teóricas parala configuración <strong>de</strong> la disciplina, han evolucionado a través <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong>bates; el primerofue llamado el <strong>de</strong>bate <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>alismo contra el realismo el cual, como se vio en el texto,implicaba la expresión <strong>de</strong> la insuficiencia <strong>de</strong>l estudio histórico y jurídico <strong>de</strong> la realidadinternacional para que, en mor <strong>de</strong> la cientificidad, se tomara en cuenta el elemento central<strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> entre <strong>las</strong> naciones que es el po<strong>de</strong>r ejercido por el gobierno en el Estadonacional.Así, bajo el enunciado <strong>de</strong> realismo político se elaboraron algunos escritos en los que sedaba una visión compleja <strong>de</strong> distintos elementos que constituían <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> laestructura política <strong>de</strong> los Estados nacionales y los organismos <strong>internacionales</strong> para que, enese ambiente <strong>de</strong> acciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, pudieran encontrarse <strong>las</strong> opciones para la paz que,<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la segunda conflagración mundial, se había constituido en un anhelo <strong>de</strong> <strong>las</strong>socieda<strong>de</strong>sPero nuevamente empezaron a cuestionarse <strong>las</strong> proposiciones trascen<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l realismo,en el sentido <strong>de</strong> que era necesario enten<strong>de</strong>r <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> los órganos <strong>de</strong> gobierno paracompren<strong>de</strong>r esa realidad internacional, puesto que la conducta <strong>de</strong> los gobiernos y <strong>de</strong> <strong>las</strong>socieda<strong>de</strong>s eran elementos que <strong>de</strong>bían ser tomados en consi<strong>de</strong>ración, por lo que se suscitootro <strong>de</strong>bate, en la década <strong>de</strong> los sesenta, <strong>de</strong>nominado como el gran <strong>de</strong>bate entre el realismoy el conductismo (o behaviorismo, <strong>de</strong> conformidad con su expresión inglesa); para ladécada siguiente, el impacto que había tenido el concepto <strong>de</strong> paradigma <strong>de</strong> los escritos <strong>de</strong>Kuhn, se reflejó en <strong>las</strong> proposiciones teóricas sobre <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> que ya sehabían circunscrito en torno a la teoría sistémica, pero con la peculiar expresión <strong>de</strong> larevolución pos behaviorista, porque el novedoso uso <strong>de</strong> la infraestructura computacional


había permitido la construcción <strong>de</strong> diversos mo<strong>de</strong>los en <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> juegos, <strong>de</strong>cisiones,comunicación, simulación, etcétera. Asimismo, se inició lo que Maghroori llamó el tercer<strong>de</strong>bate entre neorrealistas y globalistas. Los primeros recababan la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que los Estados,como unidad política que lucha por el po<strong>de</strong>r, seguían siendo los actores fundamentales <strong>de</strong><strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, cuya máxima expresión eran los conflictos entre los bloquessocialista y capitalista. Los globalistas, a diferencia <strong>de</strong> ellos, argumentaban que elsurgimiento <strong>de</strong> nuevos países, y la mundialización <strong>de</strong> la economía, diluían al Estadonacional como un actor esencial en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>.Pero también la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la economía no se reducía exclusivamente a losintercambios comerciales y financieros, sino a<strong>de</strong>más a los mo<strong>de</strong>los económicos que, con laparticipación <strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones económicas <strong>internacionales</strong>, provocaban tanto estímulospara el crecimiento económico como <strong>las</strong> crisis, que <strong>de</strong> una u otra manera habían alcanzadoa la mayoría <strong>de</strong> los países. Así, se abrió otra brecha en la que los estudios se orientaron porlos asuntos <strong>de</strong> economía política internacional que ocupó a los interesados en el estudio <strong>de</strong>la realidad económica internacional, pero también como contraparte, hizo presencia el neomarxismo para antagonizar esos esquemas, ejemplo <strong>de</strong> ello son, por un lado, <strong>las</strong> teoríascepalinas para el <strong>de</strong>sarrollo latinoamericano y, por otro, <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.Para la década <strong>de</strong> los ochenta, <strong>las</strong> complejas realida<strong>de</strong>s orientaron la formación <strong>de</strong> distintaslíneas <strong>de</strong> conocimiento <strong>de</strong> la realidad internacional, lo que ha sido calificado como elenfoque pluralista, que implica el transnacional ismo, la inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, la teoría crítica yel globalismo, entre otros; lo que ha llevado a la generación <strong>de</strong> posiciones distintas, que seha calificado como el <strong>de</strong>bate interparadigmático.La década <strong>de</strong> los noventa ha traído consigo una serie <strong>de</strong> cambios que invitan a repensar <strong>las</strong>concepciones teóricas hasta ahora vigentes. La fuerza que ha tomado la opinión públicainternacional, la creación <strong>de</strong> organizaciones civiles <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos, preservaciónecológica o supervisión <strong>de</strong> procesos <strong>de</strong>mocráticos; aunado a los mo<strong>de</strong>los teóricos anterioresque ganan y pier<strong>de</strong>n vigencia <strong>de</strong> conformidad con los distintos momentos <strong>de</strong> la evolución<strong>de</strong> la sociedad internacional, nos indican que ya no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo paraexplicar la realidad internacional, sino que se requiere un mayor interés en la construcciónya no <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los, sino <strong>de</strong> teorías que nos permitan aproximarnos a la explicación <strong>de</strong> larealidad con fines <strong>de</strong> acción transformadora.El advenimiento <strong>de</strong>l siglo XXI trae nuevas experiencias producto <strong>de</strong> <strong>las</strong> dinámicas sociales.Los conflictos armados (nacionales e <strong>internacionales</strong>), <strong>las</strong> crisis económicas, la crecienteglobalización, la cada vez mayor disolución <strong>de</strong> los núcleos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y la participación <strong>de</strong>grupos sociales en los controles <strong>de</strong> <strong>las</strong> acciones gubernamentales, la velocidad en <strong>las</strong>comunicaciones basadas en <strong>las</strong> nuevas tecnologías, cada vez más usadas (teniendo comosustento INTERNET), presentan nuevos retos a los interesados en el entendimiento yparticipación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la complejidad internacional.


Ello implica que el internacionalista procure el conocimiento <strong>de</strong> otras opciones explicativas<strong>de</strong> la realidad, aunque no sean consi<strong>de</strong>radas como propias <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>.Pero el tener conocimiento referencial o integral <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> propuestas teóricas parael entendimiento <strong>de</strong> la realidad internacional es solamente una parte <strong>de</strong> la actividadintelectiva, puesto que no po<strong>de</strong>mos tomar esos elementos para aplicarlos, <strong>de</strong> maneraindistinta, a realida<strong>de</strong>s diferentes, por lo que es necesario pasar <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong>teorías a la construcción <strong>de</strong> teorías, <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong>l conocimiento sobre elconocimiento <strong>de</strong> la realidad, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> tener en cuenta el conocimiento <strong>de</strong>l conocimiento<strong>de</strong> la realidad, es <strong>de</strong>cir, el nivel <strong>de</strong> la metateoría, que nos permite explicarnos los alcances<strong>de</strong> nuestro entendimiento <strong>de</strong> la realidad.En el estudio <strong>de</strong> la realidad, la elaboración <strong>de</strong> teorías o proposición <strong>de</strong> hipótesis sonelementos que pue<strong>de</strong>n aproximarnos al conocimiento <strong>de</strong> esa compleja entidad; pero <strong>de</strong>bidoa que los hechos sociales son, como todos los hechos sociales, fugaces e irrepetibles, laposibilidad <strong>de</strong> comprobación <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías o <strong>las</strong> hipótesis es remota, por lo cual <strong>las</strong>explicaciones son limitadas. Ante ello la función <strong>de</strong> la teoría y/o <strong>de</strong> la hipótesis pue<strong>de</strong>sustentarse en la formulación <strong>de</strong> criterios que trasciendan la pura contemplación y seorienten a la praxis en cualquier ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> sociales. Con ello se revalorizaráel fundamento <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías para el entendimiento <strong>de</strong> los fenómenos sociales en general y<strong>las</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, en particular.Aguascalientes, México. Septiembre <strong>de</strong> 2009.


BIBLIOGRAFIA Y HEMEROGRAFIA.ABBAGNANO Nicola. Diccionario <strong>de</strong> filosofía. 2a. ed., Fondo <strong>de</strong> Cultura Económica.México. 1974.ADORNO, Theodor W., et. al., La disputa <strong>de</strong>l positivismo en la sociología alemana,Grijalbo. Barcelona, 1972.AMIN, Samir, La acumulación a escala mundial. Siglo XXI, México, 1977ANDERSON, Perry. Consi<strong>de</strong>raciones sobre el marxismo Occi<strong>de</strong>ntal. Siglo XXI. México,1979,ARBÁTOV, Gueorguí, La lucha i<strong>de</strong>ológica en <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>contemporáneas, Progreso Moscú, 1973.ARON Raymond, Paz y guerra entre <strong>las</strong> naciones, Editorial Revista <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte Madrid,1963.ARON Raymond , “Conflicto y guerra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la sociología histórica” enHoffmann, Stanley Teorías contemporáneas sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Tecnos,Madrid, 1963.ARROYO PICHARDO, Graciela “El carácter disciplinario <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> y su estructura <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l nuevo plan <strong>de</strong> estudios”, en RelacionesInternacionales Centro <strong>de</strong> Relaciones Internacionales. Facultad <strong>de</strong> Ciencias Políticas YSociales Universidad Nacional Autónoma <strong>de</strong> México. núm. 16, ene-mar 1977, México.BALANDIER, Georges, El <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n. La teoría <strong>de</strong>l caos y <strong>las</strong> ciencias sociales. Elogio <strong>de</strong> lafecundidad <strong>de</strong>l movimiento. Gedisa, Barcelona 1990.BASAVE FERNÁNDEZ DEL VALLE, Agustín. Filosofía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional.Instituto <strong>de</strong> Investigaciones Jurídicas. México, 1985.BATTA, Víctor y CASASOLA, Rosendo “La evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> intereacionalescomo disciplina científica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la segunda guerra mundial” El estudio científico <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. FCPS, <strong>UNAM</strong>, México. 1978.BENGOECHEA, Sonia et al., “Investigación empíririca y razonamiento dialéctico: apropósito <strong>de</strong> una práctica <strong>de</strong> investigación”. La metodología en <strong>las</strong> ciencias sociales enRevista Mexicana <strong>de</strong> Ciencias Políticas y Sociales. FCPS, <strong>UNAM</strong>, núm. 93-94, jul-dic.1978. MéxicoBERTALANFFY, Ludwig von, Teoría general <strong>de</strong> los sistemas. Fundamentos, <strong>de</strong>sarrollo,aplicaciones, Colección Ciencia y Tecnología, FCE, México, 1976.


BESSE, Guy, Práctica y teoría social, Colección 70, núm. 48, Grijalbo, México, s. d.BOCHENSKI, I. M., Los métodos actuales <strong>de</strong>l pensamiento. Rialp, Madrid, 1981.BREMER, Stuart A., Simulated worlds. A computer mo<strong>de</strong>l of national <strong>de</strong>cision making.Princeton University Press, Nueva Jersey, 1977.BRUCAN, Silviu, La disolución <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, Siglo XXI, México, 1974.BUNGE, Mario, La investigación científica, Ariel, México, 1983.BUNGE, Mario, Teoría y realidad, Colección Ariel Quincenal, núm. 75, Ariel, BarcelOna,1975.BUSQUETS, Julio, Introducción a la sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> nacionalida<strong>de</strong>s, Editorial Cua<strong>de</strong>rnospara el Diálogo, Madrid, 1971.CÁRDENAS ELORDUY, Emilio, “El camino hacia la teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> (biografía <strong>de</strong> una disciplina), El po<strong>de</strong>r internacional” en Revista Mexicana<strong>de</strong> Ciencias Políticas, FCPS, <strong>UNAM</strong>, núm. 63, año XVI, nueva época, ene.-mar. 1971,México.CÁRDENAS ELORDUY, Emilio, “Sociología y teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> <strong>de</strong>Raymond Aron”, Anuario Mexicano <strong>de</strong> Relaciones Internacionales 1983, primera parte,Escuela Nacional <strong>de</strong> Estudios Profesionales Acatlán, <strong>UNAM</strong>, México, 1986.CARDOSO, Ciro y PÉREZ BRIGNOLI, Héctor, Los métodos <strong>de</strong> la historia, Grijalbo,México, 1977CID CAPETILLO, Ileana, “Reflexiones críticas sobre el surgimiento teórico <strong>de</strong> ladisciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, en Relaciones <strong>internacionales</strong>, CRI, FCPS,<strong>UNAM</strong>, vol. VI, núm. 23, oct.-dic. 1978, México.CID CAPETILLO, Ileana y GONZÁLEZ OLVERA, Pedro, Los sujetos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>: estructura y dinámica, Tesis, FCPS, <strong>UNAM</strong>, México, 1983.GODINEC, PIERRE, F., Relations internationales, Montchrtestien, s. d., 1974.COLLETI, Lucio, El marxismo y Hegel, Colección Teoría y Praxis, vol. 37, Grijalbo,México, 1980.COLLETI, Lucio, La dialéctica <strong>de</strong> la materia en Hegel y el materialismo dialéctico,Grijalbo, México, 1977.COMISIÓN DE NUEVOS MÉTODOS DE ENSEÑANZA, Sistematización <strong>de</strong> laenseñanza 2, 3a.versión, <strong>UNAM</strong>, 1975.


COMTE, Augusto, “El progreso <strong>de</strong> la civilización a través <strong>de</strong> tres estadios”, Los cambiossociales, compilado por Amitai y Minerva Etzioni, FCE, México, 1974.COMTE, Augusto, La filosofía positiva, Colección Sepan Cuantos, núm. 340, Porrúa,México, 1986.CONTRERAS VACA, Francisco José, Derecho internacional privado —parte general, 2a.ed., Oxford University Press-Harla, México, 1996.CROSSMAN, R. H. S., Biografía <strong>de</strong>l estado mo<strong>de</strong>rno, 4a. ed., Colección popular, FCE,México, 1986.CUADRA, Héctor, “Las <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> y <strong>las</strong> ciencias sociales’, en AnuarioMexicano <strong>de</strong> Relaciones Internacionales 1980, primera parte, Escuela Nacional <strong>de</strong> EstudiosProfesionales Acatlán, <strong>UNAM</strong>, México, 1981.CUADRA, Héctor,“La teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>’, en BURTON, John W.,Teoría general <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, FCPS, <strong>UNAM</strong>, México, 1973. Madrid,1971.DE GORTARI, Eli, La metología. una discusión y otros ensayos sobre el método. Grijaibo,México, 1980,DE OYARZABAL, Juan <strong>de</strong> B., EnsayOs sobre mecánica clásica, Programa <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong>texto Universitario, <strong>UNAM</strong>, México 1984.DEL ARENAL, Celestino Introducción a <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>. Red EditorialIberoamericana México, 1993.DESCARTES René. El discurso <strong>de</strong>l método. Editora Nacional México, 1976,DEUTSCH, Karl W., Los nervios <strong>de</strong>l gobierno, 2a. ed., Paidós Buenos Aires, 1971.DOUGHERTY, James E. y PFALTZGAFF Jr., Robert. Contending theories ofinternational relations, a comprehensive survey, Harper and Row, Nueva York, 1971.DUROSELLE, Jean Baptiste y RENOUVIN, Pierre, Introducción a la políticainternacional. Rialp, Madrid, 1968.DUVERGER, Maurice. Métodos <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales. Ariel México, 1986.ECO, Umberto, La estructura ausente. Lumen Barcelona, 1984,ENSTEIN, Albert, La relatividad. Grijalbo, México 1982,Financiero (diario) año XIV, núm. 3606, México.


EMANUEL , Arghiri. El intercambio <strong>de</strong>sigual Siglo XXI, México, 1976.ENGELS, Fe<strong>de</strong>rico. Anti-Dühring, Ediciones <strong>de</strong> Cultura Popular México, 1977.ENGELS, Fe<strong>de</strong>rico. Ludwig Feuerbach y el fin <strong>de</strong> la filosofía clásica alemana, Ediciones<strong>de</strong> Cultura Popular, México 1977,FICHTE, Johann Gottlieb, Discursos a la nación alemana, Taurus. Madid 1968FOUGEYROLLAS, Pierre. Ciencias sociales y marxismo. FCE, México 1981.GABÁS, Raúl, Habermas. dominio técnico y comunidad lingüística. Colección ArielQuincenal, núm. 156, Ariel, Barcelona, 1980,GADAMER, Hans Georg. Verdad y método, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1977,GALVÁN, Francisco y NELSON Catherine “Debate en torno a la sociobiología» enSociológica, Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco año 1, núm. 1, primavera,México.GAMOW, George Biografía <strong>de</strong> la física, Salvat-Alianza Madrid, 1971.GARAUDY, Roger, El pensamiento <strong>de</strong> Hegel, Seix Barral Barcelona 1974.GARAUDY, Roger, “I<strong>de</strong>ología y utopía. El hombre <strong>de</strong>l siglo XXI”, Crítica <strong>de</strong> la utopía,FCPS, <strong>UNAM</strong>, México, 1971.GIDDENS, Anthony. Las nuevas reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l método Sociológico. Amorrortu, Buenos Aires,1987.GIDDENS, Anthony. Et al., La <strong>teoria</strong> social hoy, Comisión Nacional para la Cultura y <strong>las</strong>Artes-Alianza. México 1991.GOMEZJARA, Francisco y PEREZ, Nicolás, El diseño <strong>de</strong> la investigación social.Ediciones Nueva Sociología.Fontamara. México 1989.GONZÁLEZ SOUZA Luis F., “Crítica <strong>de</strong> algunas concepciones contemporáneas <strong>de</strong> larealidad internacional. Relaciones Internacionales. CRI, FCPS, <strong>UNAM</strong>, vol, IX núm. 31,ene-mar 1984, México.GONZÁLEZ SOUZA Luis F., Relaciones Internacionales , CRI, FCPS, <strong>UNAM</strong>, vol. VI,núm. 23, oct.-dic. 1978, México.GOODE, J. WILLIAM Y HATT, Paul E.-, Métodos <strong>de</strong> investigación social,Tril<strong>las</strong>,México, 1976.GORSKI, D. P. Y TAVANTS, P. y., Lógica, Grijalbo, México, 1960.


GROSSER, Alfred, “Létu<strong>de</strong> <strong>de</strong>s relations internationales.¿ spécialite américaine?”, RevueFrançais <strong>de</strong> Science Politique, núm. 2, 1962, Paris.HABERMAS, Jurgen, La lógica <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales, Tecnos, Madrid, 1988.HANS J. Leu, “Sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional y actores <strong>de</strong> la estructura internacional”,en Politeia, núm. 5, 1976, Caracas, p. 277.HEIDBREDER, Edna, Psicologías <strong>de</strong>l siglo XX, Paidós, México, 1985.HEIDEGGER, Martín. El ser y el tiempo, FCE, México, 1983.HEGEL, J. G. F., Enciclopedia <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias filosóficas. JuanPablos Editor, México,1974.HEGEL, J. G. F., Filosofia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, Juan Pablos Editor, México, 1980.HEMPEL, Carl G., Filosofía <strong>de</strong> la ciencia natural, Alianza, Madrid, 1966.HELLER, Herman, Teoría general <strong>de</strong>l estado, FCE, México, s. d.HOFFMAN, Mark, “Critical theory and the interparadigm <strong>de</strong>bate”, Millenium Journal ofInternational Studies, vol. XVI, núm. 2,1987, EUA.HOFFMANN, Stanley. Gulliver empêtré. Essai sur la politique étragère <strong>de</strong>s Etats-Unis,Seuil, Paris, 1971.HOFFMANN, Stanley. International organization and the internationalsystem”International organisation, vol. III, ElUA,197O.HOFFMANN, Stanley. Teorías conmporáneas sobre <strong>las</strong> RRII, Colección Semilla ySurco <strong>de</strong> Ciencias Sociales, Tecnos, Madrid, 1963.HOFFMANN, Stanley. «International system and international law”, World Politics, vol.14, EUA, 1961.HOFFMANN, Stanley.Armand Colin, Paris, 1954.Organization internationales et puvoirs politiques <strong>de</strong> etats,HOLSTI, K, J., International politics. A framework for analisis, Prentice Hall, NuevaJersey, 1967.HORKHEIMER, Max, Sociedad en transición: estudios <strong>de</strong> la filosofía social,peninsular,Madrid, 1976.HURWICZ, Leonard, Teoría <strong>de</strong> juegos y <strong>de</strong>cisiónes”, en CARNAP, Rudolf, et al.,Matemáticas en <strong>las</strong> ciencias <strong>de</strong>l comportamiento. Alianza, Madrid, 1974.


JANTSCH, Erich, et al., Pronósticos <strong>de</strong>l futuro, Alianza, Madrid, 197O.KAPLAN, Morton, System and process in international politics. John Wiley and Sons,Nueva York, 1957.KEDROV, M.B. y SPIRKIN, A, La ciencia, Colección 70, núm. 26, Grijalbo, México,1968.KRNIG, C. D., et al., Marxismo y <strong>de</strong>mocracia, Colección política, núm. 7, EdicionesRioduero, Madrid, 1975.KOLAKOWSKI, Leszek, La filosofía positivista. Cátedra, Madrid 1981.KOROVIN, Y. A., et. al., Derecho internacional público. Grijalbo, México, 1963.KORSCH, Karl, Marxismo y filosofía. Era, México, 1977-KOSIK, Karel, Dialéctica <strong>de</strong> lo concreto, Grijalbo, México, 1976.KOYRE, Alexan<strong>de</strong>r, Estudios <strong>de</strong> historia <strong>de</strong>l pensamiento científico, Siglo XXI, México,1977.KROPP, Gerhard, Teoría <strong>de</strong>l conocimiento, Colección Manuales UTEHA,, núm. 102,México, 1961.LAKATOS, Imre y MIJSGRAVE, Alan, La crítica y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l conocimiento,Grijalbo, Barcelona, 1975.LEFEBVRE, Henry, Hegel, Marx, Nietzsche, Siglo XXI, México, 1978.LENIN, V. I., “Notas críticas sobre la cuestión nacional”, en Problemas <strong>de</strong> política nacionale internacionalismo proletario, Progreso, Moscú, s. d.LEU, Hans J., ‘Sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional y actores <strong>de</strong> la estructura internacional”, enPoliteia, núm. 5, 1976, Caracas.LIEBER, Robert J., Theory and world politics, Winthrop-Prentice Hall, Nueva Jersey,1972.LIMNEIRO CARDOSO, Miriam, La construcción <strong>de</strong> conocimientos. Era, México, 1977.LINSTONE, Harold A.. y TUROFF, Murray, (eds.), The <strong>de</strong>lphi method. Techniques andapplications, second printing, Addison-Wesley, Massachusetts, 1977.LUHMANN, Nik<strong>las</strong>, Fin y racionalidad en los sistemas, Colección Teoría y Método,Editora Nacional, Madrid, 1983.


LUHMANN, Nik<strong>las</strong>. Sociedad y sistema: la ambición <strong>de</strong> la teoría, Paidós Ibérica,Barcelona, 1990.LUXEMBURGO, Rosa, La acumulación <strong>de</strong>l capital, Grijalbo, México, 1967MANNING, C. A. W., La enseñanza universitaria <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales: <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong> Organización <strong>de</strong> Estados Americanos, Editorial Unión Panamericana,Washington, 1961.MARDONES, José María y URSÚA, Nicolás, Filosofía <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias humanas y sociales,Fontamara, Barcelona, 1982,MARX, Carlos, Contribución a la crítica <strong>de</strong> la economía política, 6a. ed., Ediciones <strong>de</strong>Cultura Popular, México, 1976.MARX, Carlos . El capital, FCE, México, 1976.MARX, Carlos .Popular, México,s.Manuscritos económico filosóficos <strong>de</strong> 1844, Fondo <strong>de</strong> CulturaMARX, Carlos. Tesis sobre Feuerbach, Ediciones <strong>de</strong> Cultura Popular, México, 1977.MARX, Carlos y ENGELS, Fe<strong>de</strong>rico, Manifiesto <strong>de</strong>l partido comunista, trad. <strong>de</strong> la ediciónalemana <strong>de</strong> 1848, Ediciones <strong>de</strong> Cultura Popular, México, s. d.MATTICK, Paul, “Marxismo: ayer, hoy y mañana”, en Nueva Política, CentroLatinoamericano <strong>de</strong> Estudios Politices, México, 1979.MC-LELLAN, David, Marx y los jóvenes hegelianos, Martínez Roca Ediciones, Barcelona,1971.MENZIES, Robert J., ‘I<strong>de</strong>ología genética: observaciones sobre la biologización <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociología” en Sociológica, UAM-Azcapotaalce año 1, núm. 1, México.MEDINA ORTEGA, Manuel, La teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> Seminarios yEdiciones, Madrid, 1973.MERLE, Marcel, Sociología <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, Colección AlianzaUniversidad, núm. 215, Alianza, Madrid, 1978.MESA, Roberto, Teoría y práctica <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> Taurus, Madrid, 1977.MESA, Roberto, “Una propuesta para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>”, en Relaciones Internacionales cm, FCPS, <strong>UNAM</strong>, vol. IX, núm. 31, ene.-mar. 1984, México.MORGAN, C. T., Introducción a la psicología, Mc-Graw-Hill, México, 1977.


MORGENTHAU, Hans J, La lucha por el po<strong>de</strong>r y por la paz, Sudamericana, Buenos Aires,1963.NATHAN, Elia, “Newton y la controversia sobre el materialismo”, en Materialismo yciencias naturales, <strong>UNAM</strong>, México, 1984.NOVACK, George, «En <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> Engels”, en El marxismo contemporáneo II, en NuevaPolítica, Centro Latinoamericano <strong>de</strong> Estudios Políticos, vol. II, núm. 8, 1980, México.OJEDA GÓMEZ, Mario, «Problemas básicos en el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>”, en Foro Internacional, El Colegio <strong>de</strong> México, jul.-sep. 1964, México.ORTIZ-OSES, Andrés, Mundo, hombre y lenguaje crítico, Sígueme, Salamanca, 1976.OSMAÑCZYCc, Edmund Jan, Enciclopedia mundial <strong>de</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> yNaciones Unidas, FCE, México, 1976.PEÑA GUERRERO, Roberto, «La alternativa metodológica para la disciplina <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>: la dialéctica”, en El estudio científico <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong><strong>internacionales</strong>, Serie Estudios 54, FCPS, <strong>UNAM</strong>, México, 1978.PEREZNIETO CASTRO, Leonel, Derecho internacional privado —parte general, 6a. ed.,Oxford University Press-Harla, México, 1996.PIAGET, Jean, Naturaleza y métodos <strong>de</strong> la epistemología, Proteo, Buenos Aires, 1970.PLATÓN, “Teetetes”, Diálogos, Editora Nacional, México, 1977.POINCARÉ, Henri, Filosofía <strong>de</strong> la ciencia, Colección Nuestros Clásicos, IJNAM, México,1984.POLANYI, Karl, et al., Comercio y mercado en los imperios antiguos, Labor, Barcelona,1976.POPPER, Karl R, Búsqueda sin término, Tecnos, Madrid, 1985. La lógica <strong>de</strong> lainvestigación científica, Tecnos, Madrid, 1973.POTEMKIN V. P., et al., Historia <strong>de</strong> la diplomacia, Grijalbo, México, 1966.RECASÉNS SICHES, Luis, Introducción al estudio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, Porrúa, México, 1977.RENOUVIN, Pierre, Historia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, Aguilar, México, 1960.REYNOLD, P. A., Introducción al estudio <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>, Tecnos, Madrid,1977.


RODRÍGUEZ IBÁÑEZ, José Enríquez, Teoría crítica y sociología, Siglo XXI, Madrid,1978.RUDENKO, Gueorgui, La metodología leninista en la investigación <strong>de</strong>l imperialismo,Editorial <strong>de</strong> Ciencias Sociales, La Habana, 1965.RUSSELL, Bertrand, ABC <strong>de</strong> la relatividad, Planeta-Ariel, Barcelona, 1981.SABINE, George H, Historia <strong>de</strong> la teoría política, FCE, México, 1970.SÁNCHEZ VÁZQUEZ, Adolfo, Filosofía <strong>de</strong> la praxis, Grijalbo, México, 1980.SÁNCHEZ VÁZQUEZ, Adolfo, “La i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> la ‘neutralidad i<strong>de</strong>ológica’ en <strong>las</strong>ciencias sociales”, Ensayos marxistas sobre filosofía e i<strong>de</strong>ología, Océano, Barcelona, 1983.SAu AGUAYO, Julio, «Marxismo y <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>”, en Anuario Mexicano <strong>de</strong>Relaciones Internacionales 1980, primera parte, Escuela Nacional <strong>de</strong> EstudiosProfesionales Acatián, <strong>UNAM</strong>, México, 1981.SCHWARZENBERGER, Georg, La política <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, FCE, México, 1960.SERRANO CALDERA, Antonio, Introducción al pensamiento dialéctico, FCE, México,1976.SIEYÉS, Emmanuel J., ¿Qué es el tercer estado?,, Colección Nuestros Clásicos, núm. 40,<strong>UNAM</strong>, México, 1973.SINGER, David J., «The behavioral science approach to international relations”, enInternational pol itics and foreing policy, compilado por James Rossenau, The Free Press,Nueva York, 1966.SINGER, David J., y SMALL, Melvin, «National alliance commitement and warinvolvement 1818-1945”, en ROSSENAU, James, International politics and foreing policy,The Free Press, Nueva York, 1966.SIOTIS, Jean, “La ciencia política y el estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>” Problemas<strong>de</strong> la ciencia pol ítica contemporánea. FCPS, <strong>UNAM</strong>, México, 1969,SMITHI, Anthony D., Las teorías <strong>de</strong>l nacionalismo. Peninsular, Madrid, 1976.SPYKMAN, Nicho<strong>las</strong>, “Methods of aproach to the study of international relations”, enMORGENTHAU y THOMPSON, PrincipIes and problems of international politics, TheFree Press, Nueva York,s. d.SUPPE, Fre<strong>de</strong>rick, La estructura <strong>de</strong> <strong>las</strong> teorías científicas, Editora Nacional, Madrid, 1979.


TAMAYO y SALMORAN, Rolando, El <strong>de</strong>recho y la ciencia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, <strong>UNAM</strong>, México,1986.TAUBES, Gary, “The body Chaotic”, en Discover, may. 1989, Nueva York.TECLA J., Alfredo y GARZA, Alberto, Teoría, métodos y técnicas en la investigaciónsocial, Ediciones <strong>de</strong> Cultura Popular, México, 1977.TIMASHEFF, Nicho<strong>las</strong> S., La teoría sociológica, FCE, México, s. d.TOMASHEVSKI, Dimitri, Las i<strong>de</strong>as leninistas y <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong>contemporáneas, Progreso, Moscú, 1974.TOYNBEE, Arnold, Estudio <strong>de</strong> la historia, Alianza, Madrid, 1977TREFIL, James, 1001 cosas que todo mundo <strong>de</strong>bería saber sobre ciencia, RBA Editores,Barcelona, 1993.TRUYOL y SERRA, Antonio, La sociedad internacional, Alianza, Madrid, 1974.TRUYOL y SERRA, Antonio, La teoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>internacionales</strong> como sociología,Editorial Estudios Políticos, Madrid, 1973.UCHMANY, Eva Alexandra La proyección <strong>de</strong> la revolución francesa enAlemania,Facultad<strong>de</strong> Filosofía y Letras, <strong>UNAM</strong>, México, 1975.VILLORO TORANZO, Miguel, Metodología <strong>de</strong>l tra bajo jurídico, Escuela <strong>de</strong> Derecho,Universidad Iberoamericana, México, 1968.WAGNER, Fritz, La ciencia <strong>de</strong> la historia, <strong>UNAM</strong>, México, 1980.WALLERSTEIN, Immanuel, «El marxismo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la caída <strong>de</strong>l comunismo”,en LaJornada Semanal, DEMOs, núm. 294, 29 ene. 1995, México.WEBER, Max, Ensayos sobre metodología sociológica, Amorrortu, Buenos Aires, 1978.WEBER, Max, Historia económica general, FCE, México, 1978.WEDLEY, William C., JUNG, Roger H. y MERCHANT, George S., “Solución aproblemas con la técnica <strong>de</strong>lphi”, en Administración <strong>de</strong> Empresas, vol. 13, núm. 156, mar.1983, México.WEILL, Georges, La Europa <strong>de</strong>l siglo XIXy la nacionalidad, UTEHA, México, 1961.


WELLMER, Albrecht, Teoría crítica <strong>de</strong> la sociedad y positivismo, Colección ArielQuincenal, núm. 142, Ariel, Barcelona, 1979.WHITE, D. J., Teoría <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión, Colección Alianza Universidad, núm. 16, Alianza,Madrid, 1972.WRIGHT, Georg Henrik von, Explicación y comprensión, Colección Alianza Universidad,núm. 257, Alianza, Madrid, 1979.WRIGHT, Quincy, The study of international relations, s.d., Nueva York, 1955.XIRAU, Ramón, Introducción a la historia <strong>de</strong> la filosofía, <strong>UNAM</strong>, México, 1977.YOUNG, Oran R., Sistemas <strong>de</strong> ciencia política, Colección Popular, núm. 115, FCE,México, 1972.ZEA, Leopoldo, El positivismo en México, FCE, México, 1981.ZEWIG, Ferdinand, El pensamiento económico, Colección Breviarios, FCE, México, 1961.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!