11.07.2015 Views

boletin sociedad de psiquiatria y neurologia de la infancia y ...

boletin sociedad de psiquiatria y neurologia de la infancia y ...

boletin sociedad de psiquiatria y neurologia de la infancia y ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

BOLETINSOCIEDAD DE PSIQUIATRIA Y NEUROLOGIA DELA INFANCIA Y ADOLESCENCIAAÑO 15 - Nº 1 - SEPTIEMBRE - 2004ISSN 0717-1331DIRECTORIO 2003 - 2004Presi<strong>de</strong>nte: Dra. Virginia Böhme K.Vicepresi<strong>de</strong>nte: Dra. Isabel LópezSecretaria General: Dra. Maritza Carvajal G.Tesorera: Dra. Ma. Alicia Espinoza A.Directores: Dra. M. Angeles Avaria B.Dr. Jorge Förster M.Dra. Marce<strong>la</strong> Larraguibel Q.Dra. Cecilia Ruiz C.Dra. Begoña Sagasti A.Dra. Viviana Venegas S.Past-Presi<strong>de</strong>nt: Dr. Tomás Mesa L.Secretarias: Sra. Carolina Martínez S.Sra. Muriel Lizana A.INTEGRANTES COMITE EDITORIALDirectora <strong>de</strong>l Boletín:Dra. Freya Fernán<strong>de</strong>z K.Director Asociado Psiquiatría:Dr. Ricardo García S.Director Asociado Neurología:Dra. Isabel López S.Comité Editorial:Dr. Carlos Almonte V. (Santiago)Dra. C<strong>la</strong>udia Amarales O. (Punta Arenas)Dr. Cristian Amézquita G. (Concepción)Dra. María Eliana Birke L. (Antofagasta)Dra. Verónica Burón K. (Santiago)Dr. Manuel Campos P. (Santiago)Dra. Marta Colombo C. (Viña <strong>de</strong>l Mar)Dra. Per<strong>la</strong> David G. (Santiago)Dra. Flora De La Barra Mc. (Santiago)Flgo. Marcelo Díaz M. (Santiago)Dra. Alicia Espinoza A. (Santiago)Dra. Marce<strong>la</strong> Larraguibel Q. (Santiago)Dr. Pedro Menén<strong>de</strong>z G. (Santiago)Dr. Tomás Mesa L. (Santiago)Dra. Emilia Monsalves S. (La Serena)Dr. Hernán Montenegro A. (Santiago)Dr. Fernando Novoa S. (Viña <strong>de</strong>l Mar)Dr. Fernando Pinto L. (Coyhaique)Dra. Begoña Sagasti A. (Santiago)Ps. Gabrie<strong>la</strong> Sepúlveda R. (Santiago)Dra. Ledia Troncoso A. (Santiago)Dr. Mario Valdivia P. (Concepción)Dr. Julio Volenski B. (Iquique)Asesora Resúmenes en Inglés:Dra. M. Angeles Avaria B. (Santiago)Esmeralda 678, 2º Piso Interior, Fono Fax: 632.0884, e.mail: sopnia@terra.clPágina web: www.sopnia.com Santiago - ChileDiseño: Juan Silva / 635 2053 / jusilva2@terra.cl1


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004BOLETINSOCIEDAD DE PSIQUIATRIA Y NEUROLOGIA DELA INFANCIA Y ADOLESCENCIAAÑO 15 - Nº 1 - SEPTIEMBRE 2004ISSN 0717-1331CONTENIDOSPáginaEDITORIAL 3TRABAJOS ORIGINALES• Epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> meningitis meningocócica en el año 1993. Estudio co<strong>la</strong>borativoen <strong>la</strong> evaluación <strong>de</strong> secue<strong>la</strong>s neurológicas 6 meses y 6 añosDrs. Tomás Mesa, Pascua<strong>la</strong> Ortúzar, Carlos Acevedo, Per<strong>la</strong> David, Ricardo Erazo,Juan Carlos Faún<strong>de</strong>z, Jorge Förster, Ledia Troncoso, Iris Delgado 5• Síndrome <strong>de</strong> RettDr. Juan Francisco Cabello A. 14• Recorridos en el continuum <strong>de</strong> los trastornos alimentarios en una muestra<strong>de</strong> adolescentes chilenos.Drs. Dolly Figueroa, Patricia Cor<strong>de</strong>l<strong>la</strong>, P. Urrejo<strong>la</strong>, I. Hodgson, Psic. C. Unger, P. LizanaV. Pique, C. San Martín 28• Terapia electroconvulsiva (TEC) en psiquiatría infanto juvenil: Experiencia en unaClínica privada.Drs. Cecilia Ruiz, Virginia Boehme, Armando Na<strong>de</strong>r 40REVISION DE TEMAS• Trastornos <strong>de</strong>l lenguaje y síndrome <strong>de</strong> déficit atencionalFlga. Angélica Cunazza 48CASOS CLINICOS• DermatotilomaniaDrs. Juan Carlos Martínez, C<strong>la</strong>udia González 53REUNIONES Y CONGRESOS 59GRUPOS DE DESARROLLO 59NOTICIAS 63SUGERENCIAS PARA LAS CONTRIBUCIONES 642


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004reflexionar. Empezamos por los links másclásicos, <strong>la</strong>s <strong>sociedad</strong>es cercanas, <strong>la</strong>s revistasmás conocidas, tratamos <strong>de</strong> satisfacer todas <strong>la</strong>sten<strong>de</strong>ncias. Una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas que hacemos esincorporar al Boletín <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sopnia que ustedtiene en sus manos y lo <strong>la</strong>nzamos al mundopor el cyber espacio. Pasamos <strong>de</strong> tener unoscientos <strong>de</strong> ejemp<strong>la</strong>res a un número creciente ein<strong>de</strong>finido. Las visitas crecen exponencialmente.Esto cuadra con <strong>la</strong> iniciativa <strong>de</strong> este directorio<strong>de</strong> jerarquizar el Boletín y llevar a in<strong>de</strong>xarlo,convirtiéndolo en una revista con dignidadcientífica mayor y universal (porque dignosiempre ha sido). Entonces nos damos cuentaque estamos pensando más en gran<strong>de</strong>. Lamisma visión en <strong>la</strong> revista que en <strong>la</strong> página. Lomismo ocurre con los p<strong>la</strong>nes <strong>de</strong> educacióncontinua y con los pasos que van dando losgrupos, los equipos en los hospitales públicos,los equipos docentes en <strong>la</strong>s universida<strong>de</strong>s.La competitividad, concurrir con los pares a otrolugar, se hace entonces palpable. Se oye a loscorredores tratando <strong>de</strong> ganar. Como <strong>de</strong>cíamosal principio, sin saberlo todavía, propen<strong>de</strong>mosa ayudar a llevarnos, a rescatar el saber <strong>de</strong>todos.Ahora bien, ¿Qué es <strong>la</strong> serendipia?El siguiente paso <strong>de</strong> <strong>la</strong> búsqueda <strong>de</strong> informaciónen <strong>la</strong> Red será a través <strong>de</strong> fenómenos <strong>de</strong>“serendipia”, es <strong>de</strong>cir, provocados <strong>de</strong>liberadamente.Este fenómeno se basa en <strong>la</strong> faculta<strong>de</strong>xtraordinaria que tienen algunas personas paraencontrar <strong>la</strong> información a<strong>de</strong>cuada sin haber<strong>la</strong>buscado. Según dos expertos franceses, OlivierErtzscheid y Gabriel Gallezot, esta capacidadpue<strong>de</strong> ser formalizada y tras<strong>la</strong>dada luego aInternet. Estos investigadores consi<strong>de</strong>ran a esta“ciencia inesperada” el nuevo paradigma para<strong>la</strong> obtención <strong>de</strong> información. La “serendipia” esun concepto nuevo que refleja un fenómenocorriente en el campo <strong>de</strong>l conocimiento. SegúnGallezot, <strong>la</strong> ‘serendipia’ pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>finirse como<strong>la</strong> “condición <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scubrimiento que se realizagracias a una combinación <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>nte”. Esaquel<strong>la</strong> que proviene <strong>de</strong> lo azaroso. Abro elSmith y me encuentro con <strong>la</strong> fotografía <strong>de</strong>lsíndrome tal que en todo se parece al niño quevimos ayer. En buenas cuentas, hay personasque son capaces <strong>de</strong> e<strong>la</strong>borar el pensamiento<strong>de</strong> una manera espacial que se encuentra conaspectos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Red que se transforman encriterios <strong>de</strong> tratamiento, o que abren a unestudiante a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntado <strong>la</strong> comprensión <strong>de</strong> unfenómeno complejo. La serendipia viene <strong>de</strong>antiguo. La realidad es que muchos <strong>de</strong> los<strong>de</strong>scubrimientos científicos fueron el producto<strong>de</strong> golpes <strong>de</strong> que se consi<strong>de</strong>raron <strong>de</strong> suerte,<strong>de</strong> resultados inesperados <strong>de</strong> los investigadores.Un ejemplo <strong>de</strong> serendipia es el <strong>de</strong>scubrimiento<strong>de</strong> <strong>la</strong> penicilina, entre otros muchos.En Toulousse se <strong>la</strong>nza una cátedra informáticapara transformar en ley binaria este conocimiento.Ahora aparecen estos investigadoresque auguran que un buen buscador en <strong>la</strong> Re<strong>de</strong>s el que se suma a <strong>la</strong> capacidad serendípicaque todos llevamos <strong>de</strong>ntro. De modo que <strong>la</strong>www.sopnia.com pue<strong>de</strong> ser en poco tiempoun mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> esto. Que ni sepamos que vamosa ir a Concepción este año y <strong>de</strong>scubramosapretando un botón <strong>de</strong>l PC que el programa <strong>de</strong>un Congreso que nos interesa está allí. Y quetambién po<strong>de</strong>mos inscribirnos y enviar unresumen. Y luego encontremos que ofrecen uncargo <strong>de</strong> psiquiatra infanto juvenil en Curani<strong>la</strong>hue,o que hay una entrevista muy formal einteresante al profesor Ricardo García sobre<strong>de</strong>presión infantil. La página está y <strong>de</strong> <strong>la</strong> mano<strong>de</strong> uste<strong>de</strong>s tendrá que crecer como todo lo biensembrado. No los voy a invitar a visitar<strong>la</strong>. Podríaasaltarles e injertarse el serendipiador <strong>de</strong> turno.¡No lo hagan!Dr. Pedro Menén<strong>de</strong>z4


Trabajos OriginalesEpi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> Meningitis Meningocócica en el año1993: Estudio Co<strong>la</strong>borativo en <strong>la</strong> Evaluación <strong>de</strong>Secue<strong>la</strong>s Neurológicas 6 meses y 6 años <strong>de</strong>spuésMesa L., Tomás (1); Ortúzar G., Pascua<strong>la</strong> (2); Acevedo S., Carlos (3); David G., Per<strong>la</strong> (4);Erazo T., Ricardo (5); Faún<strong>de</strong>z C., Juan Carlos (6); Foester M., Jorge (7); Troncoso A.,Ledia (8); Delgado B., Iris (9).(1) Departamento <strong>de</strong> Pediatría. Unidad <strong>de</strong> Neurología Infantil. Pontificia U. Católica <strong>de</strong> Chile.(2) Departamento <strong>de</strong> Pediatría. Pontificia Universidad Católica <strong>de</strong> Chile, (3) Hospital San Juan<strong>de</strong> Dios, (4) Hospital Ezequiel González Cortés, (5) Hospital Calvo Mackenna, (6) HospitalRoberto <strong>de</strong>l Río, (7) Hospital Sótero Del Río, (8) Hospital Clínico San Borja Arriarán,(9) Servicio Nacional <strong>de</strong> Salud.IntroducciónLa enfermedad meningocócica es hoy en díauna causa importante <strong>de</strong> morbilidad y mortalidada nivel mundial. Se <strong>de</strong>scribe en general unatasa <strong>de</strong> letalidad <strong>de</strong> un 5% a 10%, específicamente7,5% para meningitis por Neisseriameningitidis incluso en países <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>dos.Los pacientes que superan <strong>la</strong> etapa aguda,tienen en general buen pronóstico, sin embargo,se ha <strong>de</strong>mostrado un porcentaje importante <strong>de</strong>secue<strong>la</strong>s neurológicas (10-20%)(2,11,15), queincluyen hipoacusia, Retraso <strong>de</strong>l DesarrolloPsicomotor (RDSM), convulsiones postmeningitis,déficit motores, siendo <strong>la</strong> más frecuenteel compromiso auditivo (7-15%)(3, 7,12).Con el uso <strong>de</strong> antibióticos, <strong>la</strong> mejor educación<strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción, el manejo precoz <strong>de</strong> <strong>la</strong> meningitisbacteriana y <strong>la</strong> vacunación contra Hemófilusinfluenzae, <strong>la</strong> inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> secue<strong>la</strong>s ha<strong>de</strong>scendido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aproximadamente un 50%a un 16%. Al incluir complicaciones neurológicas<strong>de</strong>nominadas menores, tales como hipoacusia,trastornos <strong>de</strong> conducta y alteraciones <strong>de</strong><strong>la</strong>prendizaje, estas cifras aumentan alcanzandoun 30% (12). En general, se ha visto que unpeor pronóstico funcional posterior secorre<strong>la</strong>ciona con <strong>la</strong> gravedad <strong>de</strong> <strong>la</strong> enfermedadaguda, <strong>la</strong> precocidad <strong>de</strong>l compromisoneurológico y <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l patógeno.Se dice en general, que <strong>la</strong> Neisseria meningitidises el germen que menos porcentaje <strong>de</strong>complicaciones produce, sin embargo, dado quees el patógeno más frecuente <strong>de</strong> meningitis en<strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción infantil, en términos absolutos esresponsable <strong>de</strong> numerosos secue<strong>la</strong>s.El año 1993, Chile presentó una epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong>meningitis meningocócica, elevando <strong>la</strong>s tasas<strong>de</strong> inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> 3.8 a 4.2 /100.000 habitantes.Mediante un estudio co<strong>la</strong>borativo <strong>de</strong> diferenteszonas <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> <strong>la</strong> Región Metropolitana(RM), se <strong>de</strong>cidió realizar un seguimiento neurológicoprospectivo para i<strong>de</strong>ntificar secue<strong>la</strong>s acorto y <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo, específicamente <strong>la</strong>scaracterísticas <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción afectada por estaepi<strong>de</strong>mia y evaluar <strong>la</strong> inci<strong>de</strong>ncia y tipos <strong>de</strong>secue<strong>la</strong>s neurológicas que presentaron dichospacientes <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un período <strong>de</strong> 6 meses yluego <strong>de</strong> 6 años.Sujetos, materiales y métodosLa cepa epidémica <strong>de</strong> meningitis en Chile en1993, fue el Meningococo grupo B CH539,B:15:P1.3. Ese año, en Santiago, se encontróun aumento en <strong>la</strong> inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> meningitis <strong>de</strong>3,8 a 5,9 por 100,000 habitantes. En <strong>la</strong> RM eltotal <strong>de</strong> casos fue <strong>de</strong> 328, i<strong>de</strong>ntificados segúnhemocultivo, cultivo <strong>de</strong> líquido cefalorraquí<strong>de</strong>o(LCR), LCR alterado con diplococos gramnegativos, <strong>la</strong>tex positivo a meningococo o unc<strong>la</strong>ro nexo epi<strong>de</strong>miológico. En ese contexto serealizó un análisis <strong>de</strong>scriptivo, prospectivo ylongitudinal <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción infantil afectada porenfermedad meningocócica.De los 328 casos seña<strong>la</strong>dos, 137 pacientescorrespondían a menores <strong>de</strong> 20 años. Estospacientes fueron sometidos a una evaluación5


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004neuropediátrica, con un examen físico completoy estandarizado, seis meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>ldiagnóstico <strong>de</strong> <strong>la</strong> enfermedad. En formaconcomitante se analizó el compromiso auditivopor otorrino<strong>la</strong>ringólogo en 241 pacientes, <strong>de</strong> loscuales 123 correspondieron a <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ciónevaluada neurológicamente (123/137). Estaevaluación consistió en un examen clínicobásico, audiometría (61/123) y/o potencialesevocados <strong>de</strong> tronco (63/123) según criterio <strong>de</strong>lespecialista.En 232 casos se realizó una evaluación psicométrica,para medir su coeficiente intelectual(CI). En menores <strong>de</strong> 3 años se usó el test <strong>de</strong>Bayley II (Esca<strong>la</strong> <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong> Bayley parael Lactante II); entre los 3 y 6,5 años, WISP-R(Esca<strong>la</strong> <strong>de</strong> Inteligencia <strong>de</strong> Wechsler paraPreesco<strong>la</strong>res Revisadas) abreviado, con <strong>la</strong>ssubpruebas <strong>de</strong> Información, Completación,Aritmética y Cuadrados, evaluado con normaspara pob<strong>la</strong>ción americana. Entre los 6,5 y 16años se utilizó <strong>la</strong> prueba WISC-R (Esca<strong>la</strong> <strong>de</strong>Inteligencia <strong>de</strong> Wechsler para Esco<strong>la</strong>resRevisada) abreviada, con <strong>la</strong>s subpruebas <strong>de</strong>Semejanzas, Vocabu<strong>la</strong>rio, Cubos y Or<strong>de</strong>nación,evaluado con normas chilenas estandarizadasen 1980. En los pacientes mayores <strong>de</strong> 16 añosse utilizó el test <strong>de</strong> Wais (Esca<strong>la</strong> <strong>de</strong> Inteligencia<strong>de</strong> Wechsler para Adultos) abreviada, con <strong>la</strong>ssubpruebas <strong>de</strong> Semejanzas, Vocabu<strong>la</strong>rio,Or<strong>de</strong>nación y Cubos, evaluado con normasamericanas.CI sobre 90 puntos se consi<strong>de</strong>raron normales,puntajes <strong>de</strong> 80 - 89 puntos se tabu<strong>la</strong>ron comonormal lento, <strong>de</strong> 70 - 79 puntos se consi<strong>de</strong>raronlimítrofes y aquellos con un puntaje menor a 70se <strong>de</strong>nominó retardo mental. Se consi<strong>de</strong>róalterado todo CI menor a una <strong>de</strong>sviaciónestándar <strong>de</strong>l promedio (CI < 84 puntos).Se estableció como secue<strong>la</strong> neurológica a todaalteración en el examen neurológico y/ootorrino<strong>la</strong>ringológico que pudiera ser atribuiblea <strong>la</strong> enfermedad meningocócica. No seconsi<strong>de</strong>ró como tal aquellos trastornos ais<strong>la</strong>doscomo miopía, dis<strong>la</strong>lia, hiperactividad o alteracionesneurológicas <strong>de</strong> manifestación previa almomento <strong>de</strong> <strong>la</strong> enfermedad. Aquellos pacientesque presentaron alteraciones en el examenneurológico, otorrinológico o psicológico fueronreevaluados a los 6 años.Los hal<strong>la</strong>zgos <strong>de</strong>l examen neurológico fueronregistrados y tabu<strong>la</strong>dos en una ficha especialdiseñada para estos efectos. La información fuerecopi<strong>la</strong>da mediante <strong>la</strong> revisión sistemática <strong>de</strong><strong>la</strong>s fichas, <strong>la</strong> cual se analizó en forma estadísticay comparativa en el programa <strong>de</strong> computaciónExcel 7.0, utilizando el valor p <strong>de</strong> significaciónestadística para <strong>la</strong> comparación <strong>de</strong> grupos.ResultadosCaracterísticas <strong>de</strong>mográficas <strong>de</strong> <strong>la</strong>pob<strong>la</strong>ciónLos resultados mostraron que el mayorporcentaje <strong>de</strong> casos i<strong>de</strong>ntificados provenía <strong>de</strong>lárea sur (35%, n=48). La edad promedio <strong>de</strong> <strong>la</strong>muestra fue <strong>de</strong> 4,7 ± 4,0 años. El porcentaje <strong>de</strong>casos masculinos fue <strong>de</strong> 55,5% (n= 76), con unpromedio <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 4,8 ± 4,2 años. Los casosfemeninos representaron el 44,5% (n= 61) <strong>de</strong>ltotal, con un promedio <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 4,7 ± 3,8años, sin diferencias estadísticamente significativasentre ambos géneros. El mayor porcentaje<strong>de</strong> pacientes (35%, n=48) se concentró en elgrupo etáreo <strong>de</strong> 2-6 años, seguido por losgrupos <strong>de</strong> 1-2 y 6-12 años, con un 24,1% y25,5% respectivamente (tab<strong>la</strong> 1).La tasa <strong>de</strong> letalidad en el grupo total para <strong>la</strong>enfermedad meningocócica fue <strong>de</strong> un 7,3%(n=24).Evaluación neurológica a los 6 mesesAl cabo <strong>de</strong> este período se encontró que elporcentaje <strong>de</strong> pacientes con secue<strong>la</strong>s fue <strong>de</strong>19,7% (n=27), con un promedio <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 3,3± 2,4 años, <strong>la</strong> cual fue menor en forma estadísticamentesignificativa a <strong>la</strong> <strong>de</strong>l grupo sinsecue<strong>la</strong>s (5,0 ± 4,2 años) con p


Epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> meningitis meningocócica en el año 1993Tomás Mesa et al.Tab<strong>la</strong> 1.Características <strong>de</strong>mográficasMasculino Femenino Promedio Total< 1a 1-2 a 2-6 a 6-12 a > 12aTotal 76 61 10 33 60 22 12 4.7 a 13755.5% 44.5% 7.3% 24.1% 43.8% 16.1% 8.8% 100.0%Sin 61 49 9 22 49 18 12 5.0 a 110secue<strong>la</strong>s 44.5% 35.8% 6.6% 16.1% 35.8% 13.1% 8.8% 80.3%Con 15 12 1 11 11 4 0 3.3 a 27secue<strong>la</strong>s 10.9% 8.8% 0.7% 8.0% 8.0% 2.9% 0.0% 19.7%al examen neurológico (n=27), un 44,4% (n=12)tuvieron compromiso <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo psicomotor(DSM); 51,9% (n=14) alteración <strong>de</strong>l lenguaje;14,8% (n=4) alteración <strong>de</strong> <strong>la</strong> marcha; 11,1%(n=3) alteración <strong>de</strong>l tono y 7,4% (n=2)disminución <strong>de</strong> fuerza. Las alteraciones alexamen neurológico están <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>das en <strong>la</strong>figura 1.Figura 1.Alteraciones evi<strong>de</strong>nciadas en el examen neurológico según presencia <strong>de</strong> secue<strong>la</strong>sDentro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s alteraciones <strong>de</strong>l DSM, un 83,3%(n=10) tuvo compromiso <strong>de</strong>l lenguaje; 41,7%(n=5) compromiso social; 33,3% (n=4)alteración motora y un 25,0% (n=3) compromiso<strong>de</strong> <strong>la</strong> coordinación. Al evaluar lenguaje se<strong>de</strong>mostró 78,6% (n=11) con compromisoexpresivo y un 28,6% (n=4) con dis<strong>la</strong>lia. Un22,2% (n=6) tuvo compromiso <strong>de</strong> <strong>la</strong> audición y<strong>de</strong>l VIII par craneano.El 5,8% (n=14) <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción examinada porotorrino mostró hipoacusia. De estos 69,2%(n=9) presentó compromiso uni<strong>la</strong>teral sinpreferencia por <strong>la</strong>do.Hubo alteraciones <strong>de</strong>l CI en un 29,2%, siendo19/120 en rango limítrofe y 5/120 en rango <strong>de</strong>retardo mental.Análisis <strong>de</strong>l examen neurológico <strong>de</strong>pacientes sin secue<strong>la</strong>s en 1994Del total <strong>de</strong> pacientes estudiados quepa<strong>de</strong>cieron meningitis meningocócica, el 80,2%7


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004(n=110) evolucionó sin secue<strong>la</strong>s tanto alexamen neurológico como otorrino<strong>la</strong>ringológico.Estos pacientes evi<strong>de</strong>nciaron <strong>la</strong>s siguientesantece<strong>de</strong>ntes neurológicos previos (10/110), losque no se consi<strong>de</strong>raron secundarios a <strong>la</strong>enfermedad meningocócica: dis<strong>la</strong>lia (4/10);miopía (3/10); hiperactividad (1/10) y en doscasos manifestaciones diversas secundarias aenfermeda<strong>de</strong>s generalizadas (síndrome <strong>de</strong>Down e hidrocefalia congénita).Análisis <strong>de</strong> los pacientes con secue<strong>la</strong>sneurológicas en 1994De 27 pacientes con secue<strong>la</strong>s (Figura 2), un51,8% (n=14) <strong>de</strong>mostró hipoacusia en elexamen otorrinológico. Hubo RDSM en el 44,4%(n=12) <strong>de</strong> los casos. En 1 paciente se presentaronambas secue<strong>la</strong>s (3,7%). Se i<strong>de</strong>ntificaronotras secue<strong>la</strong>s menos frecuentes, tales comoconvulsiones post-meningitis, paresia ehipotonía, con una prevalencia <strong>de</strong> 11,1% (n=3),7,4% (n=2) y 3,4% (n=1) respectivamente.Figura 2.Secue<strong>la</strong>s neurológicas diagnosticadas en 1994 y 1999Reevaluación a los 6 añosEn 1999 se reexaminaron 19 <strong>de</strong> los 27 pacientes(70,4%) i<strong>de</strong>ntificados con secue<strong>la</strong>s en 1994. Delos 12 pacientes con RDSM, se logró reevaluara 4. En tan sólo 1 caso se mantuvo el diagnóstico<strong>de</strong> RDSM. De los 3 pacientes con cuadrosconvulsivos post-meningitis, se reevaluó a 2 <strong>de</strong>ellos. Uno persistía con convulsiones periódicasen tratamiento y el otro se encontraba asintomático,sin medicación. De los 2 pacientes conparesia, se reevaluó a 1 <strong>de</strong> ellos, el cual nopresentaba alteración al examen físico. Comohal<strong>la</strong>zgo se encontró un síndrome piramidal enun paciente con antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> RDSM y uncuadro convulsivo en otro con un RDSM grave(tab<strong>la</strong> 2).Tab<strong>la</strong> 2. Evaluación otorrino<strong>la</strong>ringológica en 1994 y 19991993 1999Normal 110 89.4% 5 55.6%Uni<strong>la</strong>teral 9 69.2% 1 25.0%Derecha 4 1Izquierda 5 0Bi<strong>la</strong>teral 4 30.8% 3 75.0%Subtotal 13 10.6% 4 44.4%Total 123 98


Epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> meningitis meningocócica en el año 1993Tomás Mesa et al.De los 14 pacientes con hipoacusia previa sepudo reevaluar a 9 <strong>de</strong> ellos. Se encontró déficitauditivo en 4 casos (5 obtuvieron evaluaciónnormal) y <strong>de</strong> ellos, 3 tenían compromiso bi<strong>la</strong>teraly tan sólo 1 compromiso uni<strong>la</strong>teral. De los 5pacientes sin alteración, 4 <strong>de</strong> ellos habían tenidocompromiso uni<strong>la</strong>teral en 1994 y sólo 1compromiso bi<strong>la</strong>teral (tab<strong>la</strong> 2).Se reevaluó psicométricamente a 25 <strong>de</strong> los 35pacientes que habían obtenido un CI menor a84 puntos en 1994. De ellos, 11 obtuvieron sobre110 puntos y 11 persistían alterados (tab<strong>la</strong> 3).Tab<strong>la</strong> 3. Evaluación psicométrica en 1994 y 1999CI Puntos 1993 1999Normal 110-90 66 55.0% 10 40.0%Normal-lento 80-89 30 25.0% 7 28.0%Limítrofe 70-79 19 15.85 4 16.0%Retardo mental menor 70 5 4.2% 4 16.0%Total 120 25Alterado menor 84 35 29.1% 11 44.0%DiscusiónMediante el presente estudio se pudo observarque hubo una distribución geográfica homogéneaen <strong>la</strong> RM sin predominio estadísticamentesignificativo <strong>de</strong> alguna área en especial. Se viouna ten<strong>de</strong>ncia mayor en el área sur, lo quepudiera explicarse por <strong>la</strong> importante cargaasistencial que le correspon<strong>de</strong> a esa zona. Enre<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> distribución por grupo etáreo, <strong>la</strong>pob<strong>la</strong>ción se dispuso en forma <strong>de</strong> campana <strong>de</strong>Gauss, con un promedio <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 4,7 ± 1.2años. La distribución por género no mostródiferencias significativas, predominando <strong>la</strong>pob<strong>la</strong>ción masculina (55,5%) lo que coinci<strong>de</strong>con lo publicado sobre meningitis en <strong>la</strong>literatura(6,14). Esto <strong>de</strong>muestra que <strong>la</strong> N.meningitidis afectan proporcionalmente más apreesco<strong>la</strong>res que a <strong>la</strong>ctantes (12,14), adiferencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> meningitis a H. influenzae.La tasa <strong>de</strong> letalidad en el grupo estudiado fue<strong>de</strong> 7,3%, simi<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> observada en países<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>dos, don<strong>de</strong> se alcanzan cifras entreun 5 y 10%, incluyendo todos los grupos <strong>de</strong>edad. Se supone que el porcentaje sería mayorsi el cálculo se restringiera a casos <strong>de</strong> <strong>la</strong>ctanciatemprana o a los que presentan signos <strong>de</strong>endotoxemia en el momento <strong>de</strong>l diagnóstico (3).Datos establecen que <strong>la</strong> mortalidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>smeningitis en países <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>dos comoEscocia (5) ha <strong>de</strong>scendido <strong>de</strong> 11.9% entre losaños 1946 a 1960, a 1.8% en el período 1971-1986. Esto reafirma que los resultados ennuestra pob<strong>la</strong>ción son comparables a lopublicado en <strong>la</strong> literatura <strong>de</strong>bido probablementea causas multifactoriales, entre <strong>la</strong>s cuales<strong>de</strong>stacan el mayor nivel educacional pob<strong>la</strong>cional,mejor atención <strong>de</strong>l equipo <strong>de</strong> salud,precocidad <strong>de</strong> consulta y virulencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> cepa<strong>de</strong>l microorganismo.En <strong>la</strong> evaluación neurológica 6 meses <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> <strong>la</strong> enfermedad, se observó que el promedio<strong>de</strong> edad fue menor en los pacientes que<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ron secue<strong>la</strong>s y que hubo un mayornúmero <strong>de</strong> niños con déficit neurológico en elgrupo etáreo <strong>de</strong> 1 - 2 años, ambas diferenciasestadísticamente significativas (p


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004De los pacientes que presentaron alteracionesen el examen neurológico (19,7%), <strong>de</strong>staca quecasi <strong>la</strong> mitad <strong>de</strong> ellos presentó retraso <strong>de</strong>l DSMy <strong>de</strong>l lenguaje, y que el resto <strong>de</strong> <strong>la</strong>s alteracionesfueron mucho menos frecuentes. En <strong>la</strong>pob<strong>la</strong>ción esco<strong>la</strong>r <strong>de</strong> USA, un 1,7 % recibeneducación especial para retardo mental, enSuecia un 0,4% tiene un retardo mental grave(13,18), lo que <strong>de</strong>nota el RDSM una complicaciónespecífica, <strong>de</strong>bido al compromisoencefálico difuso en <strong>la</strong>s meningitis.Dentro <strong>de</strong> los trastornos <strong>de</strong>l DSM el área másafectada fue el lenguaje expresivo, lo que nosmotiva a p<strong>la</strong>ntear <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> evaluar esteparámetro en forma más específica, dado losmúltiples factores que podrían favorecer estaalteración, tales como aquellos <strong>de</strong> tipo sociales,período <strong>de</strong> convalecencia y falta <strong>de</strong> estímulo,hipoacusia o un RDSM global secundario a estaenfermedad. Con respecto a <strong>la</strong> dis<strong>la</strong>lia comotrastorno <strong>de</strong>l lenguaje, se vio que estabapresente en ambos grupos, siendo másprevalente en el grupo con secue<strong>la</strong>s. Creemosque este hal<strong>la</strong>zgo se pue<strong>de</strong> explicar en partepor <strong>la</strong> alta inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> hipoacusia o tal vezpor <strong>la</strong> alteración concomitante <strong>de</strong>l lenguajeexpresivo en estos pacientes.Con re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> totalidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s secue<strong>la</strong>sneurológicas, <strong>la</strong> hipoacusia fue <strong>la</strong> másfrecuente, correspondiendo al 51,8% (n=14) <strong>de</strong>el<strong>la</strong>s. En un porcentaje discretamente menor seencontró RDSM (44,4%, n=12) y un sólopaciente presentó ambas alteraciones. Esto es<strong>de</strong> especial interés, ya que se podría pensarque el RDSM podría ser explicado en parte porel compromiso auditivo, sin embargo se<strong>de</strong>mostró <strong>la</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> ambos eventos.Los otros déficits pesquisados tales comoconvulsiones, paresia e hipotonía, fueronsignificativamente menos frecuentes, lo cualcoinci<strong>de</strong> con lo publicado. Cabe <strong>de</strong>stacar que<strong>la</strong> hipoacusia, a pesar <strong>de</strong> ser menos frecuenteen re<strong>la</strong>ción con otros patógenos, es <strong>la</strong> <strong>de</strong> mayorinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s secue<strong>la</strong>s <strong>de</strong> nuestraserie. Mayatapek y cols. han comunicado que<strong>la</strong> sor<strong>de</strong>ra es más común en los pacientes coninfección meningocócica <strong>de</strong>l serogrupo Y, queen los pacientes <strong>de</strong>l serogrupo B, que es e<strong>la</strong>gente etiolgico más frecuente en <strong>la</strong> mayor parte<strong>de</strong> los países <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>dos (17).El porcentaje <strong>de</strong> hipoacusia en <strong>la</strong> evaluaciónotorrinológica fue <strong>de</strong> 10,6%, lo cual es concordantecon lo <strong>de</strong>scrito en <strong>la</strong> literatura (8, 12, 15,20), y coinci<strong>de</strong> en que es <strong>de</strong> predominiouni<strong>la</strong>teral. Hay que <strong>de</strong>stacar que el examenclínico neurológico sólo <strong>de</strong>tectó un 4,3% <strong>de</strong>compromiso auditivo (6/137), <strong>de</strong> los cuales ensólo 1 caso se confirmó hipoacusia en formaobjetiva. Se sabe que <strong>la</strong>s pruebas auditivascorrientes so<strong>la</strong>mente valoran un rango muyestrecho <strong>de</strong> frecuencias y pue<strong>de</strong>n no sersuficientemente sensibles para captar grados<strong>de</strong> <strong>de</strong>ficiencia auditivos pequeños peroimportantes, especialmente en re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong>sfrecuencias superiores a 8 kHz.(22). Es por lotanto imperativo realizar una evaluación formal,ya que <strong>la</strong> audición es vital para <strong>la</strong> adquisición<strong>de</strong>l lenguaje, educación y <strong>de</strong>sarrollo social, ycuenta con buena rehabilitación mientras serealice el diagnóstico en forma precoz.De los pacientes que se reevaluaron otorrinológicamente(9/13), sólo 4 persistieron con algúndéficit auditivo y <strong>de</strong> ellos 3 tenían compromisobi<strong>la</strong>teral, a diferencia <strong>de</strong> lo visto previamente.Esto es <strong>de</strong> especial interés, ya que podríapostu<strong>la</strong>rse que aquellos pacientes concompromiso uni<strong>la</strong>teral tendrían mejor pronósticoauditivo <strong>de</strong>bido a una mayor reversibilidad <strong>de</strong>su trastorno en el tiempo.Se pudo reevaluar a sólo el 70,4% <strong>de</strong> lospacientes al cabo <strong>de</strong> 6 años, lo que se <strong>de</strong>bióprincipalmente a pérdida <strong>de</strong>l seguimientoclínico. En cuanto a <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong> los pacientescon convulsiones post-meningitis, se observóque hubo tanto recuperación, como mantencióny aparición tardía <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s, lo que es esperabley por otra parte pudiese estar explicado por eltamaño muestral. De un 4% a 8% <strong>de</strong> lossobrevivientes a meningitis bacteriana, quedancon un síndrome convulsivo (3). El único factorpredictivo para <strong>la</strong> epilepsia es <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong>una insuficiencia neurológica persistente<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> meningitis, indicando una lesióncerebral (3).Las secue<strong>la</strong>s motoras tuvieron un comportamientosimi<strong>la</strong>r, con recuperación en un caso, yaparición tardía <strong>de</strong> un síndrome piramidal enotro paciente.10


Epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> meningitis meningocócica en el año 1993Tomás Mesa et al.La evaluación psicométrica <strong>de</strong>mostró compromisosignificativo <strong>de</strong>l CI en un 29.1% <strong>de</strong> lospacientes, lo que coinci<strong>de</strong> con otros países en<strong>de</strong>sarrollo, cuando evalúan estos aspectos en<strong>la</strong>s meningitis en general. Salih y cols., <strong>de</strong>scribióen Sudán, que un 33% <strong>de</strong> los pacientes <strong>de</strong> suserie quedaban con secue<strong>la</strong>s neuropsicológicas(23). Consi<strong>de</strong>rado como grupo, los niños quehan pa<strong>de</strong>cido meningitis puntúan por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>los niños controles en lo referente a <strong>la</strong>s áreasprincipales <strong>de</strong> <strong>la</strong>s funciones neuropsicológicas(12). El rendimiento verbal y <strong>la</strong>s pruebas <strong>de</strong>lcociente intelectual muestran valores inferioresa los controles, aunque <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los límites <strong>de</strong><strong>la</strong> normalidad. La capacidad <strong>de</strong> lectura estádisminuida y pue<strong>de</strong>n haber sutiles diferenciasen <strong>la</strong> coordinación visomotriz, memoria y habilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> ejecución. Los pacientes tendríanproblemas <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> <strong>la</strong>s informacionesauditivas verbales y visuales, ya sean espacialeso motrices, que provocan dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>aprendizaje y <strong>de</strong> comportamiento. Esto es másgrave aún en los estratos socioeconómicosbajos (12).ConclusionesEl hecho <strong>de</strong> que se tratase <strong>de</strong> una epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong>meningitis por meningococo grupo B clonal, nospermitió realizar una evaluación neurológicaprospectiva exclusiva a este patógeno. Seobservó que tanto <strong>la</strong>s características generales<strong>de</strong> nuestro universo, como <strong>la</strong> letalidad y <strong>la</strong>secue<strong>la</strong> <strong>de</strong> hipoacusia, coincidían con cifras <strong>de</strong>países <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>dos. Las secue<strong>la</strong>s fueronsimi<strong>la</strong>res a lo <strong>de</strong>scrito en otras pob<strong>la</strong>ciones,in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> <strong>la</strong> etiología bacteriana, peroacercándonos más a los países en vía <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo en lo que respecta a <strong>la</strong>s pruebaspsicométricas, que mi<strong>de</strong>n intelecto y funcionesneuropsicológicas.Finalmente, concluimos que se <strong>de</strong>be enfatizar<strong>la</strong> importancia <strong>de</strong>l seguimiento y controlneurológico <strong>de</strong> los pacientes en el tiempo, yaque no sólo hay reversibilidad <strong>de</strong> los trastornos,sino a<strong>de</strong>más aparición <strong>de</strong> nuevas alteraciones.Entre estas últimas hay que consi<strong>de</strong>rar parafuturos estudios, trastornos <strong>de</strong>l aprendizaje,trastornos <strong>de</strong> conducta y <strong>la</strong> estrecha re<strong>la</strong>ciónentre los eventos durante el cuadro agudo y elpronóstico a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo.En forma concomitante, se hace imperativo el<strong>de</strong>scartar el compromiso auditivo mediante <strong>la</strong>evaluación otológica por especialista y exámenesespecíficos que certifiquen su ausencia.Bibliografía1. Ashwal S. Bacterial Meningitis in children:Pathophysiology and treatment. Neurology.1992; 42:739-48.2. Aust G. Early and <strong>la</strong>te damage to theauditory and vestibu<strong>la</strong>r area after meningitisin childhood and adolescence. HNO 1994;42: 14-21.3. Baraff LJ, Lee SI, et al. Outcomes ofbacterial meningitis in children: a metaanalysis.Pediatr Infect Dis J 1993; 12: 389-94.4. Berg S, Trollfors B, et al. Long term followupof children with bacterial meningitis withemphasis on behavioural characteristics.Eur J Pediatr 2002; 161: 330-336.5. Carter PE, Barc<strong>la</strong>y SM, et al. Changes inbacterial meningitis. Arch Dis Child 1990;65: 495-4986. Dagan R, Isaachson M, et al. Epi<strong>de</strong>miologyof Pediatric meningitis caused by Hemophilusinfluenzae Type b, Streptococcuspneumoniae, and Neisseria meningitidis inIsrael: A 3-Year Nationwi<strong>de</strong> ProspectiveStudy. J Infect Dis 1994; 169: 912-6.7. Dawson JA, Wardle R. Detection andprevalence of hearing loss in a cohort ofchildren following serogroup B, meningococcalinfection 1983 - 1987. Public Health1990; 104: 99- 102.8. Dodge PR, Davis H, et al. Prospectiveevaluation of hearing impairment as seque<strong>la</strong>eof acute bacterial meningitis. N Engl JMed 1984; 311: 869-74.9. Duc<strong>la</strong>ux R, Sevin F, et al. Brainstem auditoryevoked potentials following meningitis inchildren. Brain Dev 1993; 15: 340-5.10. Fortnum H, Davis A. Hearing impairment inchildren after bacterial meningitis: inci<strong>de</strong>nceand resource implications. Br J Audiol 1993;27: 43- 2.11. Goldacre MJ. Acute bacterial meningitis inchildhood: inci<strong>de</strong>nce and mortality in a<strong>de</strong>fined popu<strong>la</strong>tion. Lancet 1976; 1: 28-31.12. Grimwood K, An<strong>de</strong>rson V, et al. AdverseOutcome of Bacterial Menigitis in School-11


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004Age Survivors. Pediatrics 1995; 95: 646-656.13. Gustavson K-H, et al. Severe mentalretardation in a Swedish country. II Etiologicand pathogenetic aspects of children born1959-1970. Neuropadiatrie 1977; 8: 293-30414. Juliet C, Rodríguez G, et al. Meningitisbacteriana en el niño: experiencia con 441casos. Rev Méd Chile 1983; 111: 690-698.15. Koomen I, Grobbee DE, et al. Hearing lossat school age survivors of bacterialmeningitis: assesment, inci<strong>de</strong>nce andprediction. Pediatrics 2003; 112 (5): 1049-1053.16. Koomen I, Grobbee DE, et al. Parentalperception of educational, behavioural andgeneral health problems in school-agesurvivors of bacterial meningitis. ActaPediatr 2003.;92: 117-185.17. Mayatepek E, Grauer M, et al. Deafness,complement <strong>de</strong>ficiencies and inmunoglobulinstatus in patients with meningococcaldisease due to uncommon serogroups.Pediatr Infect Dis J 1993; 12: 808-811.18. McQueen PC, et al. Prevalence of majormental retardation and associated disabilitiesin the Canadian Maritime Provinces.Am J Ment Defic 1987; 91: 460-466.19. Ministerio <strong>de</strong> Salud, División Programas <strong>de</strong>Salud. Resumen Ejecutivo Enfermedadmeningocóccica 1993 a 1995. República <strong>de</strong>Chile, 1995.20. Naess A, Halstensen A, et al. Seque<strong>la</strong>e oneyear after meningococcal disease. ActaNeurol Scand 1994; 89: 139-142.21. Oostenbrink R, Maas M, et al. Seque<strong>la</strong>eafter bacterial meningitis in childhood.Scand J Infect Dis 2002; 34:379-382.22. Riordan A, Thomson A, et al. Hearingassessment after meningitis and meningococcaldisease. Arc Dis Child 1995; 72: 441-44223. Salih MA, Khaleefa OH, et al. Long-termseque<strong>la</strong>e of childhood acute bacterialmeningitis in a <strong>de</strong>veloping country. A studyfrom the Sudan. Scan J Infect Dis 1991; 23:175-18224. Tappero JW, Lagos R, et al. Inmunogenicityof 2 Serogroup B Outer-Membrane ProteinMeningococcal Vaccines. A RandomizedControlled Trial in Chile. JAMA 1999; 281:1520 - 1527.12


Trabajos OriginalesBoletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004Síndrome <strong>de</strong> RettDr. Juan Francisco Cabello A.Hospital Carlos Van BurenIntroducciónDatos GeneralesEl Síndrome <strong>de</strong> Rett es un <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n neurológicoprogresivo que afecta casi exclusivamente amujeres, en quienes constituye una importantecausa genética <strong>de</strong> retardo mental.En <strong>la</strong> cuarta edición <strong>de</strong>l Manual Diagnóstico yEstadístico <strong>de</strong> Desór<strong>de</strong>nes Mentales (DSM IV),el Síndrome <strong>de</strong> Rett es consi<strong>de</strong>rado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>lespectro autista, compartiendo característicascon el autismo clásico, el síndrome <strong>de</strong> Aspergery el trastorno <strong>de</strong>sintegrativo (1).Descrito por el Dr. Andreas Rett en 1966, nofue sino hasta 1988 cuando aparecen publicadoslos primeros criterios diagnósticos paraeste síndrome en un consenso <strong>de</strong>l “RettDiagnostic Criteria Work Group” (2). Des<strong>de</strong>entonces, importantes avances en <strong>la</strong> genéticamolecu<strong>la</strong>r han llevado a i<strong>de</strong>ntificar una mutación<strong>de</strong> un gen específico que afecta a más <strong>de</strong>l 80%<strong>de</strong> <strong>la</strong>s niñas con <strong>la</strong> presentación más característica<strong>de</strong> este síndrome.La publicación <strong>de</strong> casos clínicos en todo elmundo, ha llevado a calcu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> frecuencia <strong>de</strong>lSíndrome <strong>de</strong> Rett clásico en aproximadamente1:10.000 a 1:15.000 recién nacidos vivos (3, 4).En pacientes institucionalizados con retardomental, se ha p<strong>la</strong>nteado una frecuencia <strong>de</strong> hastaun 2.5% (5). Se han <strong>de</strong>scrito casos ais<strong>la</strong>dos <strong>de</strong>Síndrome <strong>de</strong> Rett en pacientes <strong>de</strong> sexomasculino, en quienes es posible encontrarfenotipos clásicos simi<strong>la</strong>res a los presentadospor niñas (6-9).En 1984 se funda por iniciativa <strong>de</strong> padresnorteamericanos <strong>la</strong> International Rett SyndromeAssociation (IRSA), <strong>la</strong> primera y hasta ahoramás importante iniciativa <strong>de</strong> padres y profesionalespara mejorar el entendimiento <strong>de</strong> estacondición.GenéticaEl Síndrome <strong>de</strong> Rett se hereda <strong>de</strong> maneraautosómico dominante. Aproximadamente el99.5% <strong>de</strong> los casos son esporádicos, queresultan <strong>de</strong> una mutación <strong>de</strong> novo en el pacientecon Síndrome <strong>de</strong> Rett o por herencia <strong>de</strong> <strong>la</strong>mutación causante <strong>de</strong> enfermedad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unpadre que tiene un mosaicismo somático ogerminal.En 1999 se publicó que el secuenciamiento bidireccional<strong>de</strong> <strong>la</strong> región codificadora <strong>de</strong>l genMECP2, <strong>de</strong>tectaba mutaciones en aproximadamenteel 80% <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pacientes con Síndrome<strong>de</strong> Rett clásico (10). Actualmente, este test estádisponible clínicamente y para su uso comercial,usando secuenciamiento directo o a través <strong>de</strong>una combinación <strong>de</strong> cromatografía líquida <strong>de</strong>alto rendimiento (DHPLC) y análisis <strong>de</strong> secuenciamiento(11, 12). La frecuencia <strong>de</strong> polimorfismosencontrados en el gen es alto, por lo quese consi<strong>de</strong>ran mutaciones causantes <strong>de</strong>enfermedad a <strong>la</strong>s que previamente han sido<strong>de</strong>tectadas en pacientes con presentacióntípica, o bien, si es una mutación disruptiva <strong>de</strong><strong>la</strong> función <strong>de</strong>l gen.Estudios <strong>de</strong> inactivación <strong>de</strong>l cromosoma X nose ocupan rutinariamente, sólo en casos don<strong>de</strong>se sospecha que una madre asintomática puedaser portadora <strong>de</strong> <strong>la</strong> mutación que afecta a su<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia.MECP2 es una proteína ligadora <strong>de</strong> DNA,particu<strong>la</strong>rmente abundante en el cerebro.Contiene un dominio unido a metil-CPG (MBD),un dominio <strong>de</strong> represión transcripcional (TRD)y un segmento final C-terminal. La pérdida <strong>de</strong><strong>la</strong> función <strong>de</strong>l MECP2 especialmente enneuronas diferenciadas postmitóticas, llevan auna <strong>de</strong>sregu<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong> expresión <strong>de</strong> genes conun efecto potencialmente dañino durante <strong>la</strong>maduración <strong>de</strong>l sistema nervioso central (13).14


Síndrome <strong>de</strong> RettJuan Francisco CabelloEl gen MECP2 compren<strong>de</strong> 4 exones, con susecuencia codificadora en los exones 2 y 4.Cerca <strong>de</strong> 185 mutaciones han sido reportadasen pacientes con Síndrome <strong>de</strong> Rett (14, 15).Presentación ClínicaLas niñas afectadas son usualmente normalesen el embarazo y el periodo <strong>de</strong> recién nacidos.Tienen un <strong>de</strong>sarrollo psicomotor normal en losprimeros 6-18 meses, aunque estudiosretrospectivos han <strong>de</strong>mostrado que <strong>la</strong> mayoría<strong>de</strong> esta niñas tenían una leve hipotonía en elperíodo consi<strong>de</strong>rado asintomático. Se <strong>de</strong>scribentambién como niñas con pobre succión o l<strong>la</strong>ntodébil, así como muy tranqui<strong>la</strong>s. El crecimientocefálico pue<strong>de</strong> alterarse a los 3 meses y eltamaño <strong>de</strong>l cerebro pue<strong>de</strong> llegar a ser 30% máspequeño <strong>de</strong> lo normal. Las niñas <strong>de</strong>tienen su<strong>de</strong>sarrollo y comienzan a per<strong>de</strong>r habilida<strong>de</strong>s,con una regresión notable en habilida<strong>de</strong>smotoras y el lenguaje. Una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s característicasque constituyen un sello clínico, es <strong>la</strong> pérdida<strong>de</strong> <strong>la</strong> propositividad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s manos y su reemp<strong>la</strong>zopor movimientos estereotipados y repetitivos(16). Características adicionales incluyenconductas autistas, bruxismo, apneas ohiperventi<strong>la</strong>ción episódica, convulsiones,cambios vasomotores <strong>de</strong> extremida<strong>de</strong>s, ataxia,apraxia, temblores y otros signos extrapiramidales.Luego <strong>de</strong> un período <strong>de</strong> regresiónrápida, se suce<strong>de</strong> una estabilización, siendo <strong>la</strong>escoliosis, distonía y signos piramidales algunoselementos que aparecerán más tardíamente.Las niñas con Síndrome <strong>de</strong> Rett suelen serpequeñas, quizás secundariamente a <strong>la</strong><strong>de</strong>scoordinación oro faríngea y gastro esofágicaque resultan en una pobre ingesta <strong>de</strong> alimentos(17). Dismotilidad intestinal, constipación ymegacolon funcional son hal<strong>la</strong>zgos comunes;en casos mas extremos, impactación fecal,vólvulos e intususcepción pue<strong>de</strong>n ocurrir (18).La disfunción <strong>de</strong> <strong>la</strong> vesícu<strong>la</strong> biliar, incluyendo <strong>la</strong>presencia <strong>de</strong> cálculos, es un problema tambiénsignificativo en estas pacientes.Las convulsiones están presentes en el 50%<strong>de</strong> los casos, siendo <strong>la</strong>s convulsiones tónicoclónicas generalizadas y <strong>la</strong>s convulsionesparcial complejas <strong>la</strong>s más comunes (19).Manifestaciones adicionales <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>piléptica incluyen <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sviacióncefálica u ocu<strong>la</strong>r, actividad clónica focal y/oapnea (20). Las convulsiones suelen aparecercuando ya <strong>la</strong> progresión <strong>de</strong> los síntomas se haestabilizado y habitualmente disminuyen enetapas más tardías.La osteoporosis ocurre frecuentemente en niñascon Rett, lo que lleva también a una mayor tasa<strong>de</strong> fracturas (21).La sobrevivencia habitualmente es hasta <strong>la</strong>edad adulta, pero <strong>la</strong> frecuencia <strong>de</strong> muerte noexplicada es mayor que en <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción general(22). Estos eventos <strong>de</strong> muerte súbita se hanre<strong>la</strong>cionado con <strong>la</strong> alta inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> intervalosQT <strong>la</strong>rgos, <strong>la</strong>s anormalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> onda T y <strong>la</strong>menor variabilidad en el ritmo cardíaco reportadosen <strong>la</strong> literatura (23, 24).Rett varianteRecientemente se han asociado mutaciones <strong>de</strong>lgen MECP2 a fenotipos <strong>de</strong> autismo clásico,retardo mental o síndrome <strong>de</strong> Angelman.Mutaciones <strong>de</strong>l gen MECP2 se han i<strong>de</strong>ntificadoen mujeres con trastornos leves <strong>de</strong>l aprendizajee incluso en algunas sin signos clínicosevi<strong>de</strong>ntes (25, 26).Síndrome <strong>de</strong> Rett en pacientes <strong>de</strong> sexomasculinoHombres con el fenotipo <strong>de</strong> Rett han sidoencontrados en concomitancia <strong>de</strong> cariotipos47,XXY (6) y <strong>de</strong> mutaciones postcigóticas <strong>de</strong>lgen MECP2 que resultan en mosaicismos.Una revisión <strong>de</strong> 25 casos <strong>de</strong> pacientes <strong>de</strong> sexomasculino con mutaciones <strong>de</strong>l gen MECP2 hasido publicada recientemente (27). En estearticulo, se propone una c<strong>la</strong>sificación parasíndrome <strong>de</strong> Rett en 4 presentaciones distintas:síndrome <strong>de</strong> Rett clásico; encefalopatíacongénita; retardo mental con alteracionesasociadas; y el síndrome PPM-X (retardomental, signos piramidales, psicosis y macroorquidismo).Diagnóstico- ClínicoCriterios diagnósticosLos criterios diagnósticos fijados en 199815


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004incluyen criterios necesarios, criterios <strong>de</strong>soporte y criterios <strong>de</strong> exclusión. Pue<strong>de</strong>nencontrarse en extenso en uno <strong>de</strong> los anexos aesta tesis (Anexo 1), pero pue<strong>de</strong>n resumirse <strong>de</strong><strong>la</strong> siguiente manera:- Período prenatal y perinatal normal oaparentemente normal.- Circunferencia craneana normal en el reciénnacido.- Desarrollo aparentemente normal hasta <strong>la</strong>edad <strong>de</strong> seis meses.- Desaceleración <strong>de</strong>l crecimiento cefálico queocurra en cualquier momento entre los 3 y 48meses.- Pérdida <strong>de</strong> <strong>la</strong>s habilida<strong>de</strong>s manualesadquiridas y <strong>de</strong> <strong>la</strong> propositividad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s manosentre los 5 y 30 meses <strong>de</strong> vida, con unsubsecuente <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> movimientosestereotipados.- Alteración severa <strong>de</strong>l lenguaje expresivo yreceptivo, junto a un severo retraso en el<strong>de</strong>sarrollo psicomotor.- Desarrollo <strong>de</strong> ataxia <strong>de</strong> <strong>la</strong> marcha y ataxiatruncal entre los 12 y 48 meses.Estos criterios tienen variadas limitaciones<strong>de</strong>bido a <strong>la</strong> variabilidad clínica <strong>de</strong> este síndromey a <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong> formas atípicas, variantes ono clásicas <strong>de</strong> presentación.El reconocimiento <strong>de</strong>l primer <strong>de</strong>fecto genéticoasociado a esta presentación clínica en 1999,llevo a reformu<strong>la</strong>r estos criterios diagnósticosel año 2002 (28) (Anexo 1). Mientras los criteriosdiagnósticos esenciales han sido mantenidos,los criterios revisados c<strong>la</strong>rifican ambigüeda<strong>de</strong>sque pue<strong>de</strong>n afectar su aplicación o implementaciónen estudios <strong>de</strong> corre<strong>la</strong>ción fenotipogenotipo.El mismo grupo <strong>de</strong> expertos p<strong>la</strong>neadiseñar una esca<strong>la</strong> <strong>de</strong> severidad que pueda seraplicada universalmente.El <strong>la</strong>boratorio bioquímico no es útil en eldiagnóstico <strong>de</strong>l síndrome <strong>de</strong> Rett <strong>de</strong>bido a <strong>la</strong>ausencia <strong>de</strong> anormalida<strong>de</strong>s consistentes.Aunque alteraciones en <strong>la</strong>s aminas biogénicasy beta endorfinas <strong>de</strong>l líquido cefalorraquí<strong>de</strong>o sehan reportado, tampoco parecen ser hal<strong>la</strong>zgosconstantes (29).Los hal<strong>la</strong>zgos en el EEG no son exclusivos <strong>de</strong>lsíndrome <strong>de</strong> Rett y pue<strong>de</strong>n ser encontrados enotros pacientes con epilepsia.- Molecu<strong>la</strong>rEl hal<strong>la</strong>zgo <strong>de</strong> una alteración <strong>de</strong>l gen MECP2(locus Xq28), se usa para confirmar eldiagnóstico en pacientes con Síndrome <strong>de</strong> Rettclásico. También establece el diagnósticoetiológico en pacientes con presentacionesatípicas o en miembros <strong>de</strong> sus familias.El secuenciamiento bi-direccional <strong>de</strong> <strong>la</strong> regióncodificadora <strong>de</strong>l gen MECP2 <strong>de</strong>tecta mutacionesen aproximadamente el 80% <strong>de</strong> <strong>la</strong>spacientes con Síndrome <strong>de</strong> Rett típico.Actualmente, este test está disponibleclínicamente y para su uso comercial, usandosecuenciamiento directo o a través <strong>de</strong> unacombinación <strong>de</strong> cromatografía líquida <strong>de</strong> altorendimiento (DHPLC) y análisis <strong>de</strong> secuenciamiento.La frecuencia <strong>de</strong> polimorfismosencontrados en el gen es alto, por lo que seconsi<strong>de</strong>ran mutaciones causantes <strong>de</strong>enfermedad a <strong>la</strong>s que previamente han sido<strong>de</strong>tectadas en pacientes con presentacióntípica, o bien, si es una mutación disruptiva <strong>de</strong><strong>la</strong> función <strong>de</strong>l gen.Estudios <strong>de</strong> inactivación <strong>de</strong>l cromosoma X nose ocupan rutinariamente, sólo en casos don<strong>de</strong>se sospecha que una madre asintomática puedaser portadora <strong>de</strong> <strong>la</strong> mutación que afecta a su<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia.Diagnostico DiferencialLipofuccinosis neuronal ceroí<strong>de</strong>a infantil(Síndrome <strong>de</strong> Haltia-Santavuori)Debe consi<strong>de</strong>rarse este diagnóstico en niñoscon pérdida <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s motoras y convulsiones,<strong>de</strong>mencia y espasticidad. Estos niñospresentan distrofia retiniana y ceguera, noobservadas en el Síndrome <strong>de</strong> Rett. La rápidaprogresión <strong>de</strong> este síndrome, <strong>la</strong>s característicasen el EEG y <strong>la</strong>s imágenes <strong>de</strong>l Sistema NerviosoCentral permiten hacer <strong>la</strong> distinción entre amboscuadros. El diagnóstico <strong>de</strong> <strong>la</strong> lipofuccinosisneuronal ceroí<strong>de</strong>a infantil se basa en <strong>la</strong>microscopía electrónica en biopsia <strong>de</strong> tejidos,en el análisis <strong>de</strong> <strong>la</strong> actividad <strong>de</strong> <strong>la</strong> enzimapalmitoil-protein tioesterasa (PPT1) o mutacionesen el gen CLN1.16


Síndrome <strong>de</strong> RettJuan Francisco CabelloAutismoPacientes con Rett son frecuentemente diagnosticadascomo autistas. La presencia <strong>de</strong>microcefalia, convulsiones o xifoescoliosis <strong>de</strong>beorientar el diagnóstico hacia un síndrome <strong>de</strong>Rett. La presencia <strong>de</strong> mutaciones <strong>de</strong>l genMECP2 en pacientes con autismo clásico hasido reportada, y no existe hasta hoy unadiferenciación clínica entre estos grupos <strong>de</strong>pacientes.Síndrome <strong>de</strong> AngelmanEl síndrome <strong>de</strong> Angelman, en el que lospacientes presentan retardo mental, convulsiones,ataxia, estereotipias <strong>de</strong> manos ymicrocefalia al igual que los pacientes con Rett,<strong>de</strong>be diferenciarse especialmente por <strong>la</strong>ausencia <strong>de</strong> regresión en el <strong>de</strong>sarrollo psicomotor.Las convulsiones suelen ser <strong>de</strong> másdifícil manejo en pacientes con Síndrome <strong>de</strong>Angelman. El estudio molecu<strong>la</strong>r confirma eldiagnóstico en el 90% <strong>de</strong> los pacientes con estesíndrome.Actualmente se recomienda practicar estudio<strong>de</strong> mutaciones <strong>de</strong>l gen MECP2 en niñas y niñoscon espasticidad, retardo mental no especificado,hipotonía, espasmos infantiles o autismo.TratamientoNo existe un tratamiento conocido para mejorarel pronóstico neurológico <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pacientes conSíndrome <strong>de</strong> Rett. La L-carnitina se ha usadoen un ensayo doble ciego, y aunque padres ycuidadores han reportado una mejoría en elestado general <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pacientes, no se han<strong>de</strong>mostrado significativos cambios funcionales(30). La naltrexona se ha investigado como unantagonista opiáceo oral, <strong>de</strong>bido a que se hanobservado elevaciones <strong>de</strong> opioi<strong>de</strong>s en el líquidocefalorraquí<strong>de</strong>o <strong>de</strong> pacientes con Rett. Sinembargo, aparte <strong>de</strong> haber disminuido <strong>la</strong>sdisrritmias respiratorias y <strong>de</strong> tener ciertaspropieda<strong>de</strong>s sedativas, su eficacia escontroversial (31).El manejo actual se centra en <strong>la</strong> terapia <strong>de</strong>soporte y sintomática. La agitación ha<strong>de</strong>mostrado respon<strong>de</strong>r a bajas dosis <strong>de</strong>risperidona y a inhibidores <strong>de</strong> <strong>la</strong> recaptación<strong>de</strong> serotonina. El hidrato <strong>de</strong> cloral, <strong>la</strong>difenhidramina y <strong>la</strong> me<strong>la</strong>tonina tambiénco<strong>la</strong>boran en este propósito. La carbidopa/levodopa pue<strong>de</strong> ser útil en el manejo <strong>de</strong> <strong>la</strong>rigi<strong>de</strong>z, al igual que otros fármacos usados enel manejo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s distonías.El manejo <strong>de</strong> <strong>la</strong> constipación y el reflujogastroesofagico, no difiere <strong>de</strong>l utilizado en otrospacientes pediátricos con síntomas neurológicosasociados.Un manejo efectivo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s convulsiones pue<strong>de</strong>co<strong>la</strong>borar <strong>de</strong> manera importante en <strong>la</strong> mejoría<strong>de</strong> <strong>la</strong> calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>l paciente y su familia.La carbamazepina se ha sugerido como unfármaco <strong>de</strong> elección por co<strong>la</strong>borar en <strong>la</strong> mejoría<strong>de</strong> <strong>la</strong> atención (32).La terapia física y ocupacional es importantepara mantener <strong>la</strong> función y prevenir <strong>la</strong> escoliosisy <strong>de</strong>formida<strong>de</strong>s. La comunicación aumentativa,<strong>la</strong> hipoterapia, <strong>la</strong> hidroterapia y <strong>la</strong> músico terapiason aproximaciones utilizadas en este ámbito yhabitualmente son beneficiosas (33).La creación <strong>de</strong> instancias para que los pacientescon enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> baja frecuencia seagrupen, les permite en primer lugar saber ensus familias que sus hijos “no son los únicos”,saber <strong>de</strong> esfuerzos que otros padres <strong>de</strong>diferentes realida<strong>de</strong>s sociales y económicas hanrealizado para ayudar a sus hijos, organizariniciativas que les permitan difundir elconocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> condición que los afecta, yen <strong>de</strong>finitiva, mejorar su calidad <strong>de</strong> vida. Des<strong>de</strong>el punto <strong>de</strong> vista científico, <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong>agrupar estos pacientes permite un mejorconocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> enfermedad y <strong>de</strong> su realidadlocal al facilitar <strong>la</strong> publicación <strong>de</strong> esfuerzosco<strong>la</strong>borativos como el que se presenta en estatesis, al agrupar <strong>la</strong>rgas series <strong>de</strong> casos, asícomo optar a nuevas terapias a través <strong>de</strong>estudios clínicos nacionales o internacionales.Material y MétodosPacientesSe seleccionaron pacientes con el diagnósticoclínico <strong>de</strong> Síndrome <strong>de</strong> Rett en control en elPoliclínico <strong>de</strong> Neurología <strong>de</strong>l Hospital CarlosVan Buren. El criterio <strong>de</strong> inclusión fue <strong>la</strong>existencia <strong>de</strong>l diagnóstico por parte <strong>de</strong>lneurólogo tratante <strong>de</strong> un Síndrome <strong>de</strong> Rett.17


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004Diseño <strong>de</strong>l estudioSe confeccionó una ficha o encuesta <strong>de</strong> ingresocon datos <strong>de</strong>mográficos básicos y un resumen<strong>de</strong> los criterios diagnósticos, precisando <strong>la</strong> edad<strong>de</strong> aparición <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> ellos (Anexo 2).Las fichas fueron llenadas durante reuniones<strong>de</strong> pacientes, o bien, vía telefónica.Estudio molecu<strong>la</strong>rSe tomaron 6 muestras <strong>de</strong> sangre que fueronenviadas al Dr. Franco Laccone <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong>Genética Humana <strong>de</strong> <strong>la</strong> Universidad <strong>de</strong>Goettingen, Alemania. Las muestras fueronprocesadas sin cargo para los pacientes. Unapaciente tenia realizado el estudio molecu<strong>la</strong>rpreviamente (Children’s Nacional MedicalCenter, Washington, US).Agrupación <strong>de</strong> pacientesSe p<strong>la</strong>nteó formar a <strong>la</strong>s familias una Agrupación<strong>de</strong> pacientes. Se contactó a un abogado paraapoyar <strong>la</strong> constitución legal <strong>de</strong> esta AgrupaciónResultadosCaracterísticas clínicasSe analizaron <strong>la</strong>s características clínicas <strong>de</strong> <strong>la</strong>sprimeras ocho pacientes ingresadas a <strong>la</strong>Agrupación <strong>de</strong> Familias con Síndrome <strong>de</strong> Rett(Anexo 3; Tab<strong>la</strong> 1).La edad promedio <strong>de</strong> diagnóstico fue <strong>de</strong> 30meses (rango: 15-60 meses).El retraso en el diagnóstico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> aparición<strong>de</strong> los primeros síntomas fue en promedio 17.7meses (Anexo 3; Gráfico 1). Dentro <strong>de</strong>l grupo<strong>de</strong> 8 pacientes analizado, po<strong>de</strong>mos establecerque 7 <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s cumplen los criterios para serconsi<strong>de</strong>radas Síndrome <strong>de</strong> Rett clásico. AO nocumple el criterio <strong>de</strong> enlentecimiento <strong>de</strong>lperímetro cefálico, por lo que según los criteriosdiagnósticos <strong>de</strong> 1998 sería consi<strong>de</strong>rada unavariante. El criterio revisado en el año 2002acepta que esta característica no se cump<strong>la</strong>para consi<strong>de</strong>rar<strong>la</strong> aún como una forma clásica.La paciente MA no cumple el mismo criteriomayor que AO, pero tampoco 10 <strong>de</strong> 14 criterios<strong>de</strong> soporte establecidos en <strong>la</strong> encuesta <strong>de</strong>ingreso, por lo que será consi<strong>de</strong>rada como unaforma variante.El período <strong>de</strong> tiempo en que <strong>la</strong>s niñas confenotipo clásico (n=7) tuvieron un <strong>de</strong>sarrollonormal fue en promedio <strong>de</strong> 13.1 meses (rango:3-24 meses; n=7). El tiempo promedio en queaparecieron <strong>la</strong>s estereotipias <strong>de</strong> manos en estemismo grupo <strong>de</strong> niñas fue <strong>de</strong> 20.7 meses(rango: 12-30 meses; n=7). Tres pacientesnunca caminaron, 2 <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s aún caminan, y <strong>la</strong>sdos pacientes que no caminan lo <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong>hacer a los 18 meses (JMP) y 24 meses (FM).Dentro <strong>de</strong> <strong>la</strong>s características consi<strong>de</strong>radascriterios <strong>de</strong> soporte en nuestra encuesta, <strong>la</strong>salteraciones <strong>de</strong> respiración, <strong>la</strong>s alteraciones enel electroencefalograma, <strong>la</strong> espasticidad, <strong>la</strong>escoliosis, el bruxismo, los pies pequeños, <strong>la</strong>alteración <strong>de</strong>l patrón <strong>de</strong> sueño, <strong>la</strong>s extremida<strong>de</strong>sfrías, <strong>la</strong> disminución <strong>de</strong> movilidad progresiva con<strong>la</strong> edad y <strong>la</strong> constipación se presentaron en el100% <strong>de</strong> los 7 casos con fenotipo clásico.La epilepsia es una manifestación presente en6 <strong>de</strong> estas 7 niñas. La edad promedio <strong>de</strong>aparición <strong>de</strong> <strong>la</strong> epilepsia fue <strong>de</strong> 39 meses(rango: 3-72 meses; n=6). Sólo FM no presentacrisis <strong>de</strong> epilepsia evi<strong>de</strong>nciables clínicamente.Sin embargo, está en tratamiento con ácidovalproico por presentar un electroencefalogramacon <strong>de</strong>scargas espiga-onda <strong>de</strong> 3cpsconcordantes con una epilepsia <strong>de</strong> ausencia.Estudio molecu<strong>la</strong>rDe <strong>la</strong>s 6 muestras enviadas, se obtuvieronmutaciones en el gen <strong>de</strong>l MECP2 en 4 <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s.En <strong>la</strong> paciente consi<strong>de</strong>rada como una formavariante (MA) no se encontró mutación <strong>de</strong>l genMECP2. En <strong>la</strong> paciente MVM se encontró uncambio <strong>de</strong> nucleótidos interpretado como unpolimorfismo, confirmado luego <strong>de</strong> consultar auna base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> mutaciones <strong>de</strong>l genMECP2 (35) (Anexo 3; Tab<strong>la</strong> 2).18


Síndrome <strong>de</strong> RettJuan Francisco CabelloTab<strong>la</strong> 1: Características <strong>de</strong>mográficas y clínicas <strong>de</strong> pacientes con Síndrome <strong>de</strong> Rett(fechas: día/mes/año; m=meses; NC=nunca caminó).PACIENTE CS MVM FM JMP AO MA JM TMFecha 26/07/91 02/01/95 29/08/95 29/12/95 27/09/85 10/03/92 09/03/98 18/07/92nacimientoEdad al 20m 60m 16m 20m 42m 34m 15m 36mdiagnósticoPeriodo DSM Si (19m) Si (3m) Si (14m) Si (18m) Si (24m) Si (24m) Si (11m) Si (14m)normalEnlentecimiento Si Si Si Si No No Si SiccAlt. lenguaje Si (15m) Si Si Si (17m) Si (30m) Si (6m) Si (12m) Si (18m)expresivoEstereotipias Si (17m) Si (12m) Si (24m) Si (20m) Si (30m) Si (6m) Si (12m) Si (30m)<strong>de</strong> manosMov. tronco Si Si Si Si Si Si Si SiAtaxia Si Si Si Si SiCamina Si NC No No Si Si NC NCactualmente (24m) (18m)(edad que <strong>de</strong>jó<strong>de</strong> caminar)Alt. respiración Si Si Si Si Si Si Si SiAlt. EEG Si Si Si Si Si No Si SiEpilepsia Si (60m) Si (3m) No Si (24m) Si (72m) No Si (9m) Si (66m)(edad aparición)Espasticidad Si Si Si Si Si Si Si SiEscoliosis Si Si Si Si Si No Si SiBruxismo Si Si Si Si Si No Si SiPies pequeños Si Si Si Si Si No Si SiRetardo crecimiento Si Si Si Si No No Si SiDisminución Si Si Si Si Si No No Simasa corporalIrritabilidad/alt. Si Si Si Si Si Si Si Sipatrón <strong>de</strong> suenoAlt. chupar/tragar Si Si Si Si No No No Si19


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004PACIENTE CS MVM FM JMP AO MA JM TMExtrem. frías Si Si Si Si Si No Si SiDisminución Si Si Si Si Si Si Si SimovilidadprogresivaConstipación Si Si Si Si Si No Si SiTab<strong>la</strong> 2: Resultado <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> mutaciones. En 5 <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pacientes examinadas seencontraron mutaciones previamente reportadas. El cambio <strong>de</strong> nucleótido encontrado en<strong>la</strong> paciente MVM fue reportado como un polimorfismo. Se muestran <strong>la</strong>s frecuencias enporcentajes según cambio <strong>de</strong> nucleótidos/cambio <strong>de</strong> aminoácidos reportada en una base<strong>de</strong> datos internacional <strong>de</strong> mutaciones MECP2 (RettBase. Ver texto para referencia).PACIENTE CAMBIO DE CAMBIO DENUCLEOTIDOAMINOACIDO(Frecuencia)(Frecuencia)CS C808T (6.98%) R270X (7.7%)MVMC378-20GFM C502T (8.94%) R168X (9.25%)AO C298G (0.23%) L100V (0.23%)TM C316T (3.42%) R106W (3.73%)JM C763T (7.7%) R255X (7.93%)MA No se <strong>de</strong>tectó mutaciónAgrupación <strong>de</strong> pacientesSe constituyó en primera instancia <strong>la</strong> “Agrupación<strong>de</strong> Familias con Síndrome <strong>de</strong> Rett <strong>de</strong>lHospital Carlos Van Buren” el día 4 <strong>de</strong> Diciembre<strong>de</strong>l año 2001. El abogado <strong>de</strong> <strong>la</strong> Agrupaciónredactó el acta que actualmente se encuentraen trámites legales. La incorporación <strong>de</strong> familias<strong>de</strong> otras regiones <strong>de</strong>l país, obligó a ampliar elcarácter regional <strong>de</strong> este grupo <strong>de</strong> pacientes.En Reunión <strong>de</strong>l 8 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong>l año 2002, sefirmó el acta <strong>de</strong> constitución <strong>de</strong> <strong>la</strong> “AsociaciónChilena <strong>de</strong> Síndrome <strong>de</strong> Rett”.DiscusiónEl Síndrome <strong>de</strong> Rett constituye una <strong>de</strong> <strong>la</strong>sprincipales causas genética <strong>de</strong> retardo mentalen <strong>la</strong>s mujeres. Consi<strong>de</strong>rando <strong>la</strong>s cifras internacionales<strong>de</strong> frecuencia, en Chile <strong>de</strong>berían existirentre 1000 y 1500 pacientes con esta condición.Sin embargo, factores como <strong>la</strong> baja sospechaclínica hacen que <strong>la</strong> mayor parte <strong>de</strong> estos casossean diagnosticados como cuadros <strong>de</strong> presentaciónmás frecuente, que constituyen diagnósticosdiferenciales <strong>de</strong>l Síndrome <strong>de</strong> Rett.Dentro <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> un retraso en el <strong>de</strong>sarrollo,es posible encontrar una etiología responsableen porcentajes variables <strong>de</strong> los casos que van<strong>de</strong> un 10 a un 81% (34). El hal<strong>la</strong>zgo <strong>de</strong> un marcadorbiológico en este síndrome abre <strong>la</strong>spuertas a <strong>la</strong> investigación que permitaaproximaciones terapéuticas más específicas.Mo<strong>de</strong>los animales con mutaciones <strong>de</strong>l gen20


Síndrome <strong>de</strong> RettJuan Francisco CabelloMECP2 han permitido explorar <strong>la</strong>s alteracionesen el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l sistema nervioso central quellevan a <strong>la</strong>s manifestaciones clínicas propias <strong>de</strong>lsíndrome y permiten postu<strong>la</strong>r alternativasterapéuticas como <strong>la</strong> terapia génica.Si consi<strong>de</strong>ramos pacientes con Síndrome <strong>de</strong>Rett típico o clásico a <strong>la</strong>s pacientes que cumplentodos los criterios diagnósticos mayoresestablecidos en nuestra ficha <strong>de</strong> inscripción, <strong>la</strong>corre<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong> clínica presentada con elhal<strong>la</strong>zgo <strong>de</strong> mutaciones en el gen MECP2 fue<strong>de</strong> un 80% (4 <strong>de</strong> 5 pacientes) en este grupo <strong>de</strong>pacientes. Las mutaciones encontradas en 5<strong>de</strong> <strong>la</strong>s pacientes <strong>de</strong> esta serie clínica han sidopreviamente reportadas en <strong>la</strong> literatura. Losdatos <strong>de</strong> frecuencia obtenidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una base<strong>de</strong> datos internacional <strong>de</strong> mutaciones MECP2(35), mostraron que <strong>la</strong> paciente FM tenía unamutación que ha sido encontrada en cerca <strong>de</strong>l9% <strong>de</strong> los casos reportados a esta base <strong>de</strong>datos, mientras que AO portaba <strong>la</strong> mutación <strong>de</strong>más rara ocurrencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l grupo estudiado.Es importante <strong>de</strong>stacar <strong>la</strong> co<strong>la</strong>boración<strong>de</strong>sinteresada que el Instituto <strong>de</strong> GenéticaHumana <strong>de</strong> <strong>la</strong> Universidad <strong>de</strong> Goettingen haprestado a esta Agrupación <strong>de</strong> pacientes. Deacuerdo a lo publicado en literatura científicanacional, estas serían <strong>la</strong>s primeras pacienteschilenas con Síndrome <strong>de</strong> Rett a quienes seles ha practicado el estudio molecu<strong>la</strong>r paramutaciones <strong>de</strong> MECP2. En <strong>la</strong> paciente MVM,el hal<strong>la</strong>zgo <strong>de</strong> un polimorfismo motivó elp<strong>la</strong>nteamiento <strong>de</strong> que esta pudiera tratarse <strong>de</strong><strong>la</strong> primera oportunidad en que este cambio <strong>de</strong>nucleótidos fuera reportada, mas aun consi<strong>de</strong>randoel fenotipo clásico <strong>de</strong> presentación. Lapaciente MA no cumple criterios diagnósticosmayores y son pocos los criterios <strong>de</strong> soporteque apoyan el diagnóstico <strong>de</strong> Rett. Por esto, sele ha recomendado a <strong>la</strong> familia <strong>de</strong> MA ahondaren el estudio <strong>de</strong> algunos diagnósticos diferenciales.El retraso promedio en el diagnóstico <strong>de</strong> más<strong>de</strong> 17 meses <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong> los primerossíntomas pue<strong>de</strong> explicarse por <strong>la</strong> poca especificidad<strong>de</strong> los hal<strong>la</strong>zgos tempranos, y el <strong>de</strong>sconocimiento<strong>de</strong> <strong>la</strong> comunidad médica <strong>de</strong> este tipo<strong>de</strong> patologías.Luego <strong>de</strong> <strong>la</strong> formación <strong>de</strong> <strong>la</strong> “Agrupación <strong>de</strong>Familias con Síndrome <strong>de</strong> Rett <strong>de</strong>l HospitalCarlos Van Buren”, y <strong>de</strong>bido a <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong>pacientes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otras regiones <strong>de</strong> Chile, <strong>de</strong>biócambiarse el nombre a “Asociación Chilena <strong>de</strong>Síndrome <strong>de</strong> Rett”, constituyéndose en <strong>la</strong>agrupación <strong>de</strong> pacientes con este síndrome conun mayor número <strong>de</strong> asociados en el país. Lacomprensión por parte <strong>de</strong> médicos <strong>de</strong> diferentesHospitales a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> <strong>la</strong> utilidad <strong>de</strong>incorporar a <strong>la</strong> Agrupación a sus pacientes,permitió que esta iniciativa local se transformaraen un movimiento a nivel nacional. A <strong>la</strong> fecha<strong>de</strong> entrega <strong>de</strong> esta tesis, se encuentran oficialmenteregistradas 14 familias, y 2 familias másestán en trámites <strong>de</strong> afiliación. Uno <strong>de</strong> estospacientes es un paciente <strong>de</strong> sexo masculino conun fenotipo clásico <strong>de</strong> Síndrome <strong>de</strong> Rett y <strong>la</strong>concomitancia <strong>de</strong> un Síndrome <strong>de</strong> Klinefelter.Se ha enviado muestra para análisis molecu<strong>la</strong>r<strong>de</strong> este paciente, que aún tiene pendiente suresultado.Los padres han organizado reuniones en quehan asistido pacientes <strong>de</strong> Puerto Aysen,Santiago, Pucón, Vil<strong>la</strong> Alemana, Santiago, Viña<strong>de</strong>l Mar, Valparaíso y Los Angeles.Actualmente están tramitando su personalidadjurídica y piensan adjudicarse <strong>la</strong> representación<strong>de</strong> <strong>la</strong> IRSA en Chile.ConclusionesEl Síndrome <strong>de</strong> Rett es un importantediagnóstico diferencial en niñas con retardomental y/o autismo. También <strong>de</strong>be serconsi<strong>de</strong>rado en pacientes <strong>de</strong> sexo masculinocon retardo mental y alteraciones asociadas.El diagnóstico <strong>de</strong>l Síndrome <strong>de</strong> Rett es eminentementeclínico. El hal<strong>la</strong>zgo <strong>de</strong> mutaciones <strong>de</strong>lgen MECP2 no es un sinónimo <strong>de</strong> Síndrome<strong>de</strong> Rett, pero es <strong>de</strong> utilidad para establecer undiagnóstico etiológico <strong>de</strong>finitivo, así como para<strong>la</strong> realización <strong>de</strong> estudios orientados aestablecer re<strong>la</strong>ciones fenotipo-genotipo yeventualmente proponer alternativas terapéuticas.La formación <strong>de</strong> Agrupaciones <strong>de</strong> pacientes conenfermeda<strong>de</strong>s poco frecuentes está orientadaa mejorar <strong>la</strong> calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> sus asociados y21


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004constituye una iniciativa que <strong>de</strong>be ser promovidapor sus médicos tratantes.Bibliografía1. Rapin I. Autism. N Engl J Med. 1997;337(2):97-104.2. Diagnostic criteria for Rett syndrome. TheRett Syndrome Diagnostic Criteria WorkGroup. Ann Neurol. 1988;23(4):425-8.3. Leonard H, Bower C, English D. Theprevalence and inci<strong>de</strong>nce of Rett syndromein Australia. Eur Child Adolesc Psychiatry.1997;6 Suppl 1:8-10.4. Skjeldal OH, von Tetzchner S, Aspelund F,Her<strong>de</strong>r GA, Lofterld B. Rett syndrome:geographic variation in prevalence inNorway. Brain Dev. 1997;19(4):258-61.5. Vorsanova SG, U<strong>la</strong>s V, Iurov Iu B, et al.[Genotype-phenotype corre<strong>la</strong>tions in Rettsyndrome: the study of Russian cohort ofpatients]. Zh Nevrol Psikhiatr Im S SKorsakova. 2002;102(10):23-9.6. Leonard H, Silberstein J, Falk R, et al.Occurrence of Rett syndrome in boys. JChild Neurol. 2001;16(5):333-8.7. Vil<strong>la</strong>rd L, Kpebe A, Cardoso C, Chelly PJ,Tardieu PM, Fontes M. Two affected boysin a Rett syndrome family: clinical andmolecu<strong>la</strong>r findings. Neurology. 2000;55(8):1188-93.8. Schanen NC, Kurczynski TW, Brunelle D,Woodcock MM, Dure LSt, Percy AK.Neonatal encephalopathy in two boys infamilies with recurrent Rett syndrome. JChild Neurol. 1998;13(5):229-31.9. Vorsanova SG, Yurov YB, U<strong>la</strong>s VY, et al.Cytogenetic and molecu<strong>la</strong>r-cytogeneticstudies of Rett syndrome (RTT): a retrospectiveanalysis of a Russian cohort of RTTpatients (the investigation of 57 girls andthree boys). Brain Dev. 2001;23 Suppl1:S196-201.10. Amir RE, Van <strong>de</strong>n Veyver IB, Wan M, TranCQ, Francke U, Zoghbi HY. Rett syndromeis caused by mutations in X-linked MECP2,encoding methyl-CpG-binding protein 2. NatGenet. 1999;23(2):185-8.11. Buyse IM, Fang P, Hoon KT, Amir RE,Zoghbi HY, Roa BB. Diagnostic testing forRett syndrome by DHPLC and directsequencing analysis of the MECP2 gene:i<strong>de</strong>ntification of several novel mutations andpolymorphisms. Am J Hum Genet. 2000;67(6):1428-36.12. Hoffbuhr K, Devaney JM, LaFleur B, et al.MeCP2 mutations in children with andwithout the phenotype of Rett syndrome.Neurology. 2001;56(11):1486-95.13. El<strong>la</strong>way C, Christodoulou J. Rett syndrome:clinical characteristics and recent geneticadvances. Disabil Rehabil. 2001;23(3-4):98-106.14. Dragich J, Houwink-Manville I, Schanen C.Rett syndrome: a surprising result ofmutation in MECP2. Hum Mol Genet. 2000;9(16):2365-75.15. Lee SS, Wan M, Francke U. Spectrum ofMECP2 mutations in Rett syndrome. BrainDev. 2001;23 Suppl 1:S138-43.16. Coleman M, Brubaker J, Hunter K, SmithG. Rett syndrome: a survey of NorthAmerican patients. J Ment Defic Res. 1988;32 (Pt 2):117-24.17. Motil KJ, Schultz RJ, Browning K, TrautweinL, G<strong>la</strong>ze DG. Oropharyngeal dysfunctionand gastroesophageal dysmotility arepresent in girls and women with Rettsyndrome. J Pediatr Gastroenterol Nutr.1999;29(1):31-7.18. Bud<strong>de</strong>n SS. Un<strong>de</strong>rstanding, Recognizing,and Treating Rett Syndrome. MedscapeWomens Health. 1997;2(3):3.19. Witt Engerstrom I. Age-re<strong>la</strong>ted occurrenceof signs and symptoms in the Rettsyndrome. Brain Dev. 1992;14 Suppl:S11-20.20. G<strong>la</strong>ze DG, Schultz RJ, Frost JD. Rettsyndrome: characterization of seizuresversus non-seizures. ElectroencephalogrClin Neurophysiol. 1998;106(1):79-83.21. Bud<strong>de</strong>n SS, Gunness ME. Bone histomorphometryin three females with Rettsyndrome. Brain Dev. 2001;23 Suppl1:S133-7.22. Kerr AM, Armstrong DD, Prescott RJ, DoyleD, Kearney DL. Rett syndrome: analysis of<strong>de</strong>aths in the British survey. Eur ChildAdolesc Psychiatry. 1997;6 Suppl 1:71-4.23. Sekul EA, Moak JP, Schultz RJ, G<strong>la</strong>ze DG,Dunn JK, Percy AK. Electrocardiographicfindings in Rett syndrome: an exp<strong>la</strong>nationfor sud<strong>de</strong>n <strong>de</strong>ath? J Pediatr. 1994; 125 (1):80-2.22


Síndrome <strong>de</strong> RettJuan Francisco Cabello24. Gui<strong>de</strong>ri F, Acampa M, Hayek G, Zappel<strong>la</strong>M, Di Perri T. Reduced heart rate variabilityin patients affected with Rett syndrome. Apossible exp<strong>la</strong>nation for sud<strong>de</strong>n <strong>de</strong>ath.Neuropediatrics. 1999;30(3):146-8.25. Wan M, Lee SS, Zhang X, et al. Rettsyndrome and beyond: recurrent spontaneousand familial MECP2 mutations atCpG hotspots. Am J Hum Genet. 1999; 65(6):1520-9.26. Amir RE, Van <strong>de</strong>n Veyver IB, Schultz R, etal. Influence of mutation type and Xchromosome inactivation on Rett syndromephenotypes. Ann Neurol. 2000;47(5):670-9.27. Moog U, Smeets EE, van Roozendaal KE,et al. Neuro<strong>de</strong>velopmental disor<strong>de</strong>rs inmales re<strong>la</strong>ted to the gene causing Rettsyndrome in females (MECP2). Eur JPaediatr Neurol. 2003;7(1):5-12.28. Hagberg B, Hanefeld F, Percy A, SkjeldalO. An update on clinically applicablediagnostic criteria in Rett syndrome.Comments to Rett Syndrome ClinicalCriteria Consensus Panel Satellite toEuropean Paediatric Neurology SocietyMeeting, Ba<strong>de</strong>n Ba<strong>de</strong>n, Germany, 11September 2001. Eur J Paediatr Neurol.2002;6(5):293-7.29. Percy AK. Neurobiology and neurochemistryof Rett syndrome. Eur Child AdolescPsychiatry. 1997;6 Suppl 1:80-2.30. El<strong>la</strong>way C, Williams K, Leonard H, HigginsG, Wilcken B, Christodoulou J. Rettsyndrome: randomized controlled trial of L-carnitine. J Child Neurol. 1999;14(3):162-7.31. Percy AK, G<strong>la</strong>ze DG, Schultz RJ, et al. Rettsyndrome: controlled study of an oral opiateantagonist, naltrexone. Ann Neurol. 1994;35(4):464-70.32. Bruck I, Antoniuk SA, Halick SM, et al. [Rettsyndrome: retrospective and prospectivestudy of 28 patients]. Arq Neuropsiquiatr.2001;59(2-B):407-10.33. Bud<strong>de</strong>n SS. Rett syndrome: habilitation andmanagement reviewed. Eur Child AdolescPsychiatry. 1997;6 Suppl 1:103-7.34. Shevell M, Ashwal S, Donley D, et al.Practice parameter: evaluation of the childwith global <strong>de</strong>velopmental <strong>de</strong><strong>la</strong>y: report ofthe Quality Standards Subcommittee of theAmerican Aca<strong>de</strong>my of Neurology and ThePractice Committee of the Child NeurologySociety. Neurology. 2003;60(3):367-80.Recursos utilizados:35. RettBASE: IRSA MECP2 VariationDatabase. Western Sydney GeneticsProgram, Children’s Hospital, Westmead,NSW Australia, 2002.36. Brandt V, Zoghbi H. (Updated [3 oct 2001]).Rett Syndrome. In: GeneReviews atGeneTests: Medical Genetics InformationResource. Copyright, University ofWashington, Seattle. 1997-2003. Avai<strong>la</strong>bleat http://www.genetests.org.Criterios diagnósticos para el Síndrome <strong>de</strong>Rett [1]Criterios Necesarios1. Historia prenatal y perinatal aparentementenormal2. Desarrollo psicomotor aparentementenormal durante los primeros 6 meses <strong>de</strong>vida.3. Circunferencia craneana normal en período<strong>de</strong> recién nacido.4. Desaceleración postnatal <strong>de</strong>l crecimientocefálico entre los 5 meses y 4 años <strong>de</strong> vida.5. Pérdida <strong>de</strong> los movimientos propositivos <strong>de</strong><strong>la</strong>s manos entre los 6 y 30 meses, temporalmenteasociados con disfunción <strong>de</strong> <strong>la</strong>comunicación y retraso en <strong>de</strong>sarrollo social.6. Alteración severa <strong>de</strong> lenguaje receptivo yexpresivo y presencia <strong>de</strong> retraso psicomotorsevero.7. Movimientos estereotipados <strong>de</strong> manoscomo fricción <strong>de</strong> manos, palmeteo, manosa <strong>la</strong> boca o automatismos que simu<strong>la</strong>n <strong>la</strong>varo fregar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber perdido <strong>la</strong>propositividad <strong>de</strong> los movimientos.8. Apariencia <strong>de</strong> apraxia <strong>de</strong> <strong>la</strong> marcha yapraxia/ataxia truncal entre <strong>la</strong>s eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>1 y 4 años.9. Diagnóstico tentativo hasta los 2 a 5 años<strong>de</strong> vida.Criterios <strong>de</strong> Soporte1. Alteraciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> respiración- Apneas periódicas mientras esta <strong>de</strong>spierta.- Hiperventi<strong>la</strong>ción intermitente.- Crisis apneicas- Expulsión forzada <strong>de</strong> aire o saliva.2. Anormalida<strong>de</strong>s electroencefalográficas23


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004- Actividad <strong>de</strong> fondo lenta y enlentecimientosrítmicos intermitentes (3-5Hz)- Descargas epileptiformes, con o sin crisisclínicamente evi<strong>de</strong>nciables.3. Epilepsia4. Espasticidad, habitualmente asociado conel <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilidad muscu<strong>la</strong>r ydistonía.5. Alteraciones vasomotoras periféricas.6. Escoliosis progresiva.7. Retardo <strong>de</strong>l crecimiento.8. Pies hipotróficos pequeñosCriterios <strong>de</strong> exclusión1. Evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> retardo <strong>de</strong>l crecimiento intrauterino2. Organomegalia u otros signos <strong>de</strong> enfermedad<strong>de</strong> <strong>de</strong>pósito.3. Retinopatía o atrofia óptica.4. Microcefalia en período <strong>de</strong> recién nacido.5. Evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> daño cerebral perinata<strong>la</strong>dquirido.6. Existencia i<strong>de</strong>ntificable <strong>de</strong> una alteraciónmetabólica u otro <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n neurológicoprogresivo.7. Desor<strong>de</strong>n neurológico adquirido resultante<strong>de</strong> infecciones severas o trauma encefálico.Criterios diagnósticos revisados para elSíndrome <strong>de</strong> Rett [2]Criterios Necesarios1. Historia prenatal y perinatal aparentementenormal2. Desarrollo psicomotor normal durante losprimeros 6 meses <strong>de</strong> vida (pue<strong>de</strong> estarretrasado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el nacimiento)3. Circunferencia craneana normal en período<strong>de</strong> recién nacido.4. Desaceleración postnatal <strong>de</strong>l crecimientocefálico en <strong>la</strong> mayoría.5. Pérdida <strong>de</strong> los movimientos propositivos <strong>de</strong><strong>la</strong>s manos entre los 6 y 30 meses.6. Movimientos estereotipados <strong>de</strong> manoscomo fricción <strong>de</strong> manos, palmeteo, manosa <strong>la</strong> boca o automatismos que simu<strong>la</strong>n <strong>la</strong>varo fregar.7. Retraso en <strong>de</strong>sarrollo social, disfunción <strong>de</strong><strong>la</strong> comunicación, perdida <strong>de</strong> pa<strong>la</strong>brasaprendidas y alteración cognitiva.8. Locomoción fallida o alterada (dispraxia).Criterios <strong>de</strong> Soporte1. Alteraciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> respiración mientras esta<strong>de</strong>spierta (hiperventi<strong>la</strong>ción, apneas,expulsión forzada <strong>de</strong> aire o saliva, tragaraire).2. Bruxismo.3. Alteración <strong>de</strong>l patrón <strong>de</strong>l sueño en <strong>la</strong> <strong>infancia</strong>temprana.4. Tono muscu<strong>la</strong>r anormal, asociado con unasucesiva <strong>de</strong>bilidad muscu<strong>la</strong>r y distonía.5. Alteraciones vasomotoras periféricas.6. Escoliosis/xifosis progresiva.7. Retardo <strong>de</strong>l crecimiento.8. Pies hipotróficos pequeños y fríos; manospequeñas y finas.Criterios <strong>de</strong> Exclusión1. Organomegalia u otros signos <strong>de</strong> enfermedad<strong>de</strong> <strong>de</strong>pósito.2. Retinopatía, atrofia óptica o cataratas.3. Evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> daño cerebral perinatal opostnatal.4. Existencia i<strong>de</strong>ntificable <strong>de</strong> una alteraciónmetabólica u otro <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n neurológicoprogresivo.5. Desor<strong>de</strong>n neurológico adquirido resultante<strong>de</strong> infecciones severas o trauma encefálico.Delineación revisada <strong>de</strong> los fenotiposvariantes [2]Criterios <strong>de</strong> inclusión1. Cumplir al menos 3 <strong>de</strong> 6 criterios principales.2. Cumplir al menos 5 <strong>de</strong> 11 criterios <strong>de</strong>soporte.Criterios principales1. Ausencia o reducción <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>smanuales.2. Reducción o pérdida <strong>de</strong> lenguaje infantil.3. Patrón monótono <strong>de</strong> estereotipias <strong>de</strong>manos.4. Reducción o pérdida <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>scomunicativas.5. Desaceleración <strong>de</strong>l crecimiento cefálico<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros anos <strong>de</strong> vida.6. Perfil <strong>de</strong> Síndrome <strong>de</strong> Rett: una fase <strong>de</strong>regresión seguida <strong>de</strong> recuperación <strong>de</strong> <strong>la</strong>interacción contrastada con una lentaregresión neuromotora.24


Síndrome <strong>de</strong> RettJuan Francisco CabelloCriterios <strong>de</strong> soporte1. Irregu<strong>la</strong>rida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> respiración.2. Tragar aire.3. Bruxismo.4. Locomoción anormal.5. Escoliosis/xifosis.6. Amiotrofia <strong>de</strong> extremida<strong>de</strong>s inferiores.7. Pies fríos, azu<strong>la</strong>dos, usualmente con alteración<strong>de</strong>l tropismo.8. Alteraciones <strong>de</strong>l sueño, incluyendo gritosnocturnos.9. Crisis <strong>de</strong> risas/gritos.10. Respuesta disminuida al dolor.11. Intenso contacto ocu<strong>la</strong>r/indicación con losojos.Referencias1. Diagnostic criteria for Rett syndrome. TheRett Syndrome Diagnostic Criteria WorkGroup. Ann Neurol, 1988. 23(4): p. 425-8.2. Hagberg, B., et al., An update on clinicallyapplicable diagnostic criteria in Rettsyndrome. Comments to Rett SyndromeClinical Criteria Consensus Panel Satellite toEuropean Paediatric Neurology SocietyMeeting, Ba<strong>de</strong>n Ba<strong>de</strong>n, Germany, 11September 2001. Eur J Paediatr Neurol,2002. 6(5): p. 293-7.HOSPITAL CARLOS VAN BURENGRUPO DE FAMILIAS CON SINDROME DE RETTFICHA DE INGRESONOMBRE:FECHA DE NAC.:EDAD (al ingreso):NOMBRE DE LA MADRE/PADRE:DIRECCION:CIUDAD:EDAD DE DIAGNOSTICO:TELEFONO casa: celu<strong>la</strong>r: trabajo:CRITERIOS DIAGNOSTICOS- Período <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo normal hasta los 6-18 meses- Enlentecimiento en crecimiento cefálico (3meses-4 años)- Severa alteración <strong>de</strong>l lenguaje expresivo y pérdida <strong>de</strong> <strong>la</strong> propositividad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s manos- Movimientos repetitivos <strong>de</strong> manos (<strong>la</strong>vado, fricción, ap<strong>la</strong>uso, mano-boca, manipu<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>de</strong>dos,golpeteo) casi constante, durante <strong>la</strong> vigilia.- Movimientos repetitivos <strong>de</strong> tronco, que pue<strong>de</strong>n incluir <strong>la</strong>s extremida<strong>de</strong>s, en especial cuandoestá molesta.- Si camina, aumento <strong>de</strong> <strong>la</strong> base, inestable, en talones, piernas rígidas.CRITERIOS DE SOPORTE- Alteraciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> respiración (hiperventi<strong>la</strong>ción, tragar aire, apnea)- Anormalida<strong>de</strong>s en el EEG y patrón <strong>de</strong> sueño electrofisiológico.- Convulsiones epilépticas.- Rigi<strong>de</strong>z/espasticidad/contracturas articu<strong>la</strong>res.- Escoliosis- Bruxismo- Pies pequeños (con respecto a estatura)- Retardo <strong>de</strong>l crecimiento- Disminución <strong>de</strong> masa corporal y muscu<strong>la</strong>r (obesidad en algunas adultas)- Irritabilidad/ agitación, alteración <strong>de</strong>l patrón <strong>de</strong> sueño.- Dificulta<strong>de</strong>s en chupar o tragar- Extremida<strong>de</strong>s frías25


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004- Disminución <strong>de</strong> <strong>la</strong> movilidad con <strong>la</strong> edad- ConstipaciónMECP-2 SI NO Laboratorio: Fecha envío:CRITERIOS DE EXCLUSION- Visceromegalias o evi<strong>de</strong>ncia enfermedad <strong>de</strong> <strong>de</strong>pósito- Desor<strong>de</strong>n retiniano o atrofia óptica- Microcefalia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> RN- Desor<strong>de</strong>n metabólico o heredo<strong>de</strong>generativo evi<strong>de</strong>nciado- Desor<strong>de</strong>n neurológico adquirido evi<strong>de</strong>nciado (x ej. infección o trauma)- Evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> RCIU- Evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> daño cerebral adquirido <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l nacimientoBREVE RESUMEN DE LA HISTORIA O COMENTARIOS_____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________Fecha:Examinador:26


Trabajos OriginalesBoletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004Recorridos en el Continuum <strong>de</strong> los TrastornosAlimentarios en una muestra <strong>de</strong> adolescenteschilenosDras. Figueroa, D., Cor<strong>de</strong>l<strong>la</strong>, P., Urrejo<strong>la</strong>, P., Hodgson, I.Psic.: Unger, C., Lizana, P., Pique, V., San Martín, C.Pontificia Universidad Católica <strong>de</strong> Chile.ResumenEl objetivo <strong>de</strong> este trabajo es <strong>de</strong>scribir <strong>la</strong>conducta alimentaria y característicasasociadas en una pob<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> niños yadolescentes chilenos, que consultan alprograma <strong>de</strong> trastornos alimentarios <strong>de</strong> <strong>la</strong> PUC.MétodoEstudio retrospectivo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s fichas <strong>de</strong> ingresosentre el 5/10/1998 y el 20/05/2003. Seseleccionan 87 <strong>de</strong> un total <strong>de</strong> 145 pacientes,que cumplen con el siguiente criterio <strong>de</strong>inclusión: haber consultado por lo menos dosveces con cada una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s instancias <strong>de</strong>l equipo(nutrióloga, psiquiatra, terapeuta familiar).Se analizan los pacientes por diagnóstico <strong>de</strong>ingreso, variables familiares, comorbilidadpsiquiátrica y variables nutricionales, al ingresoy a los 6 y 12 meses, midiendo cambio, cuandoocurre.Resultados50,6% <strong>de</strong> nuestros ingresos correspon<strong>de</strong>n atrastornos <strong>de</strong> tipo restrictivo, 24,1% a purgativo,2,3% a trastorno <strong>de</strong>l comer compulsivo, 5,7% atrastorno restrictivo purgativo y 2,3% a trastornono especificado (criterios DSM IV).Un 50,6% <strong>de</strong> <strong>la</strong>s familias tiene una estructuraaglutinada rígida, 60,9 % son familias biparentalesy 60,9% ingresa con una crisis oculta(generalmente conflicto <strong>de</strong> pareja).La comorbilidad más frecuente es <strong>la</strong> <strong>de</strong>presión,un 62,7% presenta rasgos <strong>de</strong> personalidad <strong>de</strong>tipo obsesivo y un 23% recibe indicación <strong>de</strong>fármacos al ingreso.IntroducciónLa alimentación está <strong>de</strong>terminada por una serie<strong>de</strong> factores que incluyen: el apetito, <strong>la</strong>disponibilidad <strong>de</strong> alimento, hábitos <strong>de</strong>alimentación familiares, <strong>de</strong> los pares, culturalesy los intentos <strong>de</strong> control voluntario <strong>de</strong> <strong>la</strong> ingesta.Las prácticas dietantes para obtener un cuerpomás <strong>de</strong>lgado <strong>de</strong> lo necesario son muy promovidaspor <strong>la</strong> moda, <strong>la</strong>s campañas <strong>de</strong> venta <strong>de</strong>alimentos dietéticos y algunas activida<strong>de</strong>s oprofesiones.Los trastornos alimentarios involucran gravesalteraciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> conducta alimentaria, conserias complicaciones físicas y psicológicas.Existen en <strong>la</strong> actualidad distintas líneas <strong>de</strong>investigación que intentan compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong>etiología <strong>de</strong> esta patología re<strong>la</strong>cionadas conintervenciones psicosociales, uso <strong>de</strong> fármacos,estudios familiares, genéticos, neurobiología <strong>de</strong><strong>la</strong> conducta alimentaria, el rol <strong>de</strong> losneuropéptidos y también <strong>de</strong> los esteroi<strong>de</strong>sgonadales, dado el c<strong>la</strong>ro efecto <strong>de</strong> género enestos trastornos, su emergencia en <strong>la</strong> pubertady el riesgo aumentado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r untrastorno alimentario en niñas que menstrúantempranamente. (NIMH, Eating Disor<strong>de</strong>rs, 2003,Marce, 1999, An<strong>de</strong>rsen,2001, Kotler, 2001).Por otra parte se han <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do diversaslíneas <strong>de</strong> investigación, <strong>la</strong>s modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>tratamiento que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo cognitivoconductual,lo sistémico, lo re<strong>la</strong>cional, lointersubjetivo hasta el psicoanálisis clásico y<strong>la</strong>caniano (Yager, 2001, Cor<strong>de</strong>l<strong>la</strong>, 2003,Sagardoy, 2003, Halmi, 1999, Bulik, 2000).El tema es también <strong>de</strong> gran relevancia ennuestro medio, con <strong>la</strong> aplicación <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong> intervención familiar, motivó este estudio.28


Recorridos en el Continuum <strong>de</strong> los Trastornos AlimentariosDolly Figueroa et al.Material y métodoDiseñoEl estudio se llevó a cabo entre pacientesatendidas por el equipo multidisciplinario <strong>de</strong>trastornos alimentarios <strong>de</strong> <strong>la</strong> PontificiaUniversidad Católica entre octubre <strong>de</strong> 1998 ymayo <strong>de</strong> 2003. El equipo está conformado porpsiquiatras infanto juveniles, médicos pediatrasexpertos en nutrición (nutriólogas) y psicólogosespecialistas en terapia familiar. Todos lospacientes son atendidos en estas tresinstancias.El objetivo general consistió en <strong>de</strong>scribir <strong>la</strong>conducta alimentaria y características asociadasen una pob<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> niños y adolescenteschilenos, que consultan al programa <strong>de</strong>trastornos alimentarios <strong>de</strong> <strong>la</strong> PUC.Se revisaron <strong>la</strong>s fichas <strong>de</strong> los pacientes,recogiéndose <strong>la</strong> información para <strong>la</strong>s distintasvariables. Se registraron: edad <strong>de</strong> inicio <strong>de</strong>ltrastorno alimentario, edad al consultar,diagnóstico inicial, índice <strong>de</strong> masa corporal (ysu correspondiente puntaje Z según <strong>la</strong> edad),presencia o ausencia <strong>de</strong> menstruación, hospitalizacióndurante el tratamiento, antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>sobrepeso u obesidad, comorbilidad psiquiátrica,rasgos <strong>de</strong> personalidad, indicación y tipo<strong>de</strong> fármacos. Se c<strong>la</strong>sificó el tipo <strong>de</strong> familia <strong>de</strong>acuerdo a tres dimensiones: aglutinamiento yrigi<strong>de</strong>z (<strong>de</strong> acuerdo al mo<strong>de</strong>lo circumplejo <strong>de</strong>Olson), uni o biparental y conflictiva abierta uoculta. Se registró a<strong>de</strong>más <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong>l IMCa los 6 y a los 12 meses (y el puntaje Z asociado)y los casos en que los cambios en <strong>la</strong> familiaameritaran una rec<strong>la</strong>sificación <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> <strong>la</strong>sdimensiones.MuestraLa muestra incluyó originalmente a 145pacientes que consultaron con el equipo <strong>de</strong>trastornos alimentarios <strong>de</strong> <strong>la</strong> PUC entre octubre<strong>de</strong> 1998 y mayo <strong>de</strong> 2003. Se excluyó posteriormenteaquel<strong>la</strong>s pacientes que no hubiesenasistido a al menos a dos sesiones con cadauna <strong>de</strong> <strong>la</strong>s instancias <strong>de</strong> tratamiento, ya que nose había alcanzado a recabar suficienteinformación respecto <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s. La muestra finalquedó constituida por 87 pacientes (60% <strong>de</strong> <strong>la</strong>pob<strong>la</strong>ción total).Procedimiento <strong>de</strong> análisisSe incluyen resultados <strong>de</strong>scriptivos <strong>de</strong> <strong>la</strong>svariables <strong>de</strong>l estudio. (Frecuencia, porcentajesy estadísticos <strong>de</strong>scriptivos básicos). Serealizaron tab<strong>la</strong>s <strong>de</strong> contingencia entre <strong>la</strong>svariables cuya asociación pudiese resultarrelevante y se <strong>de</strong>terminó <strong>la</strong> significación <strong>de</strong> <strong>la</strong>asociación con <strong>la</strong> prueba <strong>de</strong> Chi cuadrado <strong>de</strong>Pearson, con el nivel <strong>de</strong> confianza bi<strong>la</strong>teral para<strong>la</strong>s variables nominales (cualitativas). Tambiénse evaluó <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong>l IMC en puntajes Z alinicio, a los seis meses y a los 12 mesesmediante ANOVA para mediciones repetidas.ResultadosNuestras pacientes tienen entre 10 y 26 años<strong>de</strong> edad al consultar, siendo el promedio <strong>de</strong>edad 16,2 años con una <strong>de</strong>sviación estándar<strong>de</strong> casi 3 años.Tab<strong>la</strong> Nº 1.Edad <strong>de</strong> los pacientes al consultar (años)Promedio 16,2DS 2,96Mínimo 10,4Máximo 26Moda 16Mediana 16En cuanto a <strong>la</strong> edad <strong>de</strong> inicio <strong>de</strong>l trastornoalimentario, no existe información para 24pacientes, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s restantes, el promedio <strong>de</strong> inicioes a los 15,2 años, con una <strong>de</strong>sviación estándar<strong>de</strong> 2,1 (entre 10 y 26 años <strong>de</strong> edad).Tab<strong>la</strong> Nº 2:Edad <strong>de</strong> inicio <strong>de</strong>l trastorno alimentario(años)Promedio 15,21Desviación estándar 2,1Mínimo 10Máximo 21Moda 15/17Mediana 15Al calcu<strong>la</strong>r el tiempo <strong>de</strong> evolución <strong>de</strong>l trastornoalimentario previo a <strong>la</strong> consulta, se obtiene un29


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004promedio <strong>de</strong> 13,8 años <strong>de</strong> edad, <strong>de</strong>sviaciónestándar: 2,1.Tab<strong>la</strong> 3.Evolución <strong>de</strong>l TAL previo al tratamiento(años)Promedio 1,38Desv standard 2,1Mínimo 0Moda 1Mediana 1La distribución <strong>de</strong> frecuencia <strong>de</strong>l diagnóstico alingreso es <strong>la</strong> siguiente:- Trastornos restrictivos: n=44, 50,6%.- Trastornos purgativos: n=21, 24,1%.- Trastorno <strong>de</strong>l comer compulsivo: n=2, 2,3%- Trastorno restrictivo-purgativos: n=5, 5,75- Trastorno alimentario no especificado: n=2,2,3%- Sin diagnóstico especificado al ingreso: n=13,14,9%Se <strong>de</strong>be seña<strong>la</strong>r que <strong>de</strong> los 87 pacientes, sólouno es <strong>de</strong> sexo masculino. La mitad <strong>de</strong> <strong>la</strong>sconsultas correspon<strong>de</strong> a trastornos restrictivos.Tab<strong>la</strong> Nº 4.Diagnóstico al ingresoTipo <strong>de</strong> Frecuencia PorcentajetrastornoalimentarioRestrictivo 44 50,6Purgativo 21 24,1TCC 2 2,3Restrictivo-purgativo 5 5,7NOS 2 2,3Sin diagnóstico 13 14,9Total 87 100,0TCC trastorno <strong>de</strong>l comer compulsivo.NOS trastorno <strong>de</strong>l comer no especificadoR-P Trastorno restrictivo purgativoCinco pacientes, todas restrictivas, requirieronser hospitalizadas.Al comparar el IMC (en puntaje estándar o z)que es <strong>la</strong> distancia o valor <strong>de</strong> <strong>la</strong> variablerespecto al promedio, expresado en unida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>sviación estándar. En este caso,correspon<strong>de</strong> al IMC obtenido-IMC promedioTab<strong>la</strong> No 5.IMC, diagnóstico <strong>de</strong> ingreso y evolución en el tiempo.Tipo TAL IMC Inicio IMC 6 meses IMC12 mesesRestrictivo promedio 17,38 17,52 18,61n 46,00 35,00 18,00DS 2,12 3,72 1,54Purgativo promedio 20,88 20,90 20,73n 18,00 10,00 5,00DS 2,13 2,74 2,22TCC promedio 28,85 26,93 31,40n 2,00 2,00 1,00DS 3,33 3,35 .R-P promedio 19,97 19,93 18,97n 4,00 4,00 2,00DS 3,24 2,72 0,04NOS promedio 17,73 18,25n 2,00 2,00DS 1,62 1,77Total promedio 18,73 18,72 19,54n 72,00 53,00 26,0030


Recorridos en el Continuum <strong>de</strong> los Trastornos AlimentariosDolly Figueroa et al.esperado para <strong>la</strong> edad/<strong>de</strong>sviación estándar). Alinicio y a los 6 meses se constatan diferenciassignificativas para el grupo <strong>de</strong> pacientesrestrictivas (t=2.170; gl=28; p=0,019). A<strong>de</strong>másse observa que <strong>la</strong>s pacientes con trastornosbulímicos se mantienen re<strong>la</strong>tivamente estables.En los otros trastornos el número es muypequeño como para consi<strong>de</strong>rarlo en <strong>la</strong>scomparaciones, lo mismo ocurre con respectoa <strong>la</strong> información disponible sobre IMC a los 12meses <strong>de</strong> tratamiento.Tab<strong>la</strong> No. 6.Z Ingreso y evolución a los 6 mesesTipo TAL al ingreso Z Inicio Z 6 mesesRestrictivo promedio -0,57100 -0,4024N 40 29DS 0,608074 0,42900Purgativo promedio -0,13675 -0,2317N 12 6Desv. std. 0,409456 ,43208TCC promedio 1,83000 1,3500N 2 2Desv. std 0,947523 0,97581Restrictivo-purgativo promedio -0,19667 0,2500N 3 3Desv. std 0,493390 0,20000NOS promedio -0,36000 -0,2000N 2 2Desv. std. 0,296985 0,42426Total Promedio -0,37510 -0,2383N 59 42Desv. std 0,716495 0,58107Antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> sobrepeso u obesidadUn 37,3% <strong>de</strong> los ingresos con que se cuenta e<strong>la</strong>ntece<strong>de</strong>nte, (66 pacientes) tiene antece<strong>de</strong>ntes<strong>de</strong> sobrepeso u obesidad.Tab<strong>la</strong> No. 7.Distribución <strong>de</strong> frecuencia <strong>de</strong>antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> sobrepeso u obesidadAl corre<strong>la</strong>cionar este antece<strong>de</strong>nte con el tipo<strong>de</strong> trastorno alimentario, no se observaasociación estadísticamente significativa entrelos antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> sobrepeso u obesidad y eldiagnóstico al ingreso (chi cuadrado = 6,89; g =4; p bi<strong>la</strong>teral = 0,142).FrecuenciaPorcentajeNo 39 44,8Sí 27 31,0sin información 21 24,1Total 87 100,031


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004Tab<strong>la</strong> Nº 8.Tab<strong>la</strong> <strong>de</strong> contingencia entre antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> sobrepeso u obesidad y tipo <strong>de</strong> trastornoalimentario al ingresoSobrepeso u Restrictivo Purgativo TCC R-P NOS Totalobesidadno f 26 8 2 1 37% / total 44,1% 13,6% 3,4% 1,7% 62,7%si f 9 8 2 2 1 22% / total 15,3% 13,6% 3,4% 3,4% 1,7% 37,3%Total f 35 16 2 4 2 59% / total 59,3% 27,1% 3,4% 6,8% 3,4% 100,0%En cuanto a <strong>la</strong> presencia o ausencia <strong>de</strong>menstruación al inicio <strong>de</strong> tratamiento, se apreciaque: 46,5% presenta reg<strong>la</strong>s al ingreso, versus39,4% en amenorrea, en su mayoría pacientesrestrictivas. Hay 5 pacientes (7% <strong>de</strong>l total, contrastornos <strong>de</strong> tipo restrictivo, que presentanamenorrea primaria y que correspon<strong>de</strong>rían adiagnóstico parcial DSM IV).Tab<strong>la</strong> Nº 9.Menstruación inicio vs. tipo trastorno alimentario al inicio.Tipo Mens- Restrictivo Purgativo TCC R-P NOS TotalTAL truacióncon f 16 14 2 1 33% <strong>de</strong>l total 22,5% 19,7% 2,8% 1,4% 46,5%Sin f 20 3 4 1 28% <strong>de</strong>l total 28,2% 4,2% 5,6% 1,4% 39,4%Sin (1ria) f 5 5% <strong>de</strong>l total 7,0% 7,0%ACO f 2 2 4% <strong>de</strong>l total 2,8% 2,8% 5,6%Oligome- f 1 1norrea% <strong>de</strong>l total 1,4% 1,4%Total f 44 19 2 5 1 71% <strong>de</strong>l total 62,0% 26,8% 2,8% 7,0% 1,4% 100,0%Rasgos <strong>de</strong> personalidad diagnosticados alingreso.Un 37,9% <strong>de</strong> <strong>la</strong>s que presentan rasgos <strong>de</strong>personalidad l<strong>la</strong>mativos al ingreso, sin llegar aconstituir el diagnóstico <strong>de</strong> trastorno, presentarasgos en el ámbito <strong>de</strong> lo obsesivo.32


Recorridos en el Continuum <strong>de</strong> los Trastornos AlimentariosDolly Figueroa et al.Tab<strong>la</strong> No. 10.Distribución <strong>de</strong> frecuencia <strong>de</strong> rasgos <strong>de</strong>personalidad diagnosticados al ingresoRasgos Frecuencia Porcentajebor<strong>de</strong>rline 12 13,8<strong>de</strong>pendiente 5 5,7<strong>de</strong>p-bor<strong>de</strong>r 1 1,1obsesiva 17 19,5Obs-bor<strong>de</strong>line 4 4,6Obs-<strong>de</strong>pen 12 13,8pasivo-agresiva 1 1,1Sin rasgos 35 40,2significativosAl corre<strong>la</strong>cionar estos rasgos con el diagnóstico<strong>de</strong> ingreso, se observa asociación estadísticamentesignificativa entre los rasgos <strong>de</strong>personalidad y el tipo <strong>de</strong> trastorno alimentarioal ingreso (chi cuadrado = 37,2; gl = 24, pbi<strong>la</strong>teral = 0,043).Total 87 100,0Tab<strong>la</strong> No. 11.Rasgos <strong>de</strong> personalidad según diagnóstico <strong>de</strong> ingresoRasgos Restrictivo Purgativo TCC R-P NOS Totalbor<strong>de</strong>rline f 3 7 2 12% <strong>de</strong>l total 5,9% 13,7% 3,9% 23,5%<strong>de</strong>pendiente f 4 1 5% <strong>de</strong>l total 7,8% 2,0% 9,8%<strong>de</strong>p-bor<strong>de</strong>r f 1 1% <strong>de</strong>l total 2,0% 2,0%obsesiva f 13 1 2 16% <strong>de</strong>l total 25,5% 2,0% 3,9% 31,4%Obs-bor<strong>de</strong>line f 3 1 4% <strong>de</strong>l total 5,9% 2,0% 7,8%Obs-<strong>de</strong>pen f 10 1 1 12% <strong>de</strong>l total 19,6% 2,0% 2,0% 23,5%pasivo-agresiva f 1 1% <strong>de</strong>l total 2,0% 2,0%Total f 34 10 2 3 2 51% <strong>de</strong>l total 66,7% 19,6% 3,9% 5,9% 3,9% 100,0%33


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004Comorbilidad psiquiátrica.Tab<strong>la</strong> No. 12.Comorbilidad psiquiátrica.Tipo TAL Depresión Distimia Trast Intento Depresiónansiedad suicida ansiosaRestrictivo n 15 4 1 2 0 23% 65,2 17,4 4,3 8,7 0,0 100,0% <strong>de</strong>l Total 37,5 10,0 2,5 5,0 0,0 57,5Purgativo n 8,0 1,0 1,0 0,0 1,0 12,0% 66,7 8,3 8,3 0,0 8,3 100,0% <strong>de</strong>l Total 20 2,5 2,5 0 2,5 30TCC n 0 1 0 0 1 2% 0 50 0 0 50 100% <strong>de</strong>l Total 0 2,5 0 0 2,5 5R-P n 1 1 0 0 0 2% 50 50 0 0 0 100% <strong>de</strong>l Total 2,5 2,5 0 0 0 5NOS n 1 0 0 0 0 1% 100 0 0 0 0 100% <strong>de</strong>l Total 2,5 0 0 0 0 2,5total n 25 7 2 2 2 40% 62,5 17,5 5 5 5 100% <strong>de</strong>lTotal 62,5 17,5 5 5 5 10023 pacientes presentan comorbilidad psiquiátricaal inicio o en el curso <strong>de</strong>l trastorno alimentario.Las pacientes que hicieron intento suicida,tenían todas el diagnóstico <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión. La<strong>de</strong>presión en sus distintas formas es <strong>la</strong> principalcomorbilidad <strong>de</strong>l eje I en estas pacientes. Enre<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> prescripción <strong>de</strong> medicamentos alingreso, un 77% <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pacientes no tieneindicación <strong>de</strong> fármacos, dado que no sediagnostica comorbilidad psiquiátrica querequiera indicación farmacológica.Tab<strong>la</strong> Nº 13.Prescripción <strong>de</strong> psicofármacos al ingresoTipo <strong>de</strong> medicam. Frecuencia Porcentajeanti<strong>de</strong>presivos 12 13,8antipsicóticos 2 2,3antipsic+anti<strong>de</strong>pr 3 3,4anorex+anti<strong>de</strong>pr 1 1,1anti<strong>de</strong>pr+ansiolítico 2 2,3Sin fármacos 67 77,0Los anti<strong>de</strong>presivos usados fueron ISRSprincipalmente y en algunos casos inhibidores<strong>de</strong> <strong>la</strong> recaptación <strong>de</strong> serotonina y noradrenalina.Se indicaron antipsicóticos como <strong>la</strong> risperidonay el fluxipentol y en un caso (TCC) se utilizósibutramina. Los ansiolíticos correspon<strong>de</strong>n abenzodiazepinas.Distribución <strong>de</strong> frecuencias según tipo <strong>de</strong>familia.Un 50,6% correspon<strong>de</strong> al tipo aglutinada rígida,10,3% a aglutinada flexible, 17,2% a <strong>de</strong>sligadarígida y 4,6% a <strong>de</strong>sligada flexible. (Mo<strong>de</strong>locircumplejo <strong>de</strong> Olson, Minuchin, citado enAnorexia y Bulimia Nerviosa: amenazas a <strong>la</strong>autonomía. Cecile Rausch, Luisa Bay. Paidós,1993).Total 87 100,034


Recorridos en el Continuum <strong>de</strong> los Trastornos AlimentariosDolly Figueroa et al.Tab<strong>la</strong> Nº 14.Distribución <strong>de</strong> frecuencia según tipo <strong>de</strong>familia (aglutinamiento/rigi<strong>de</strong>z)3FrecuenciaPorcentajeaglut/rigida 44 50,6aglut/flexible 9 10,3<strong>de</strong>slig/rigida 15 17,2<strong>de</strong>slig/flexible 4 4,6sin c<strong>la</strong>sificar 15 17,2Total 87 100,0Del total <strong>de</strong> familias, un 53% registra cambio<strong>de</strong> aglutinada rígida a aglutinada flexible.Si evaluamos <strong>la</strong> constitución familiar, un 60,9%<strong>de</strong> <strong>la</strong>s familias, correspon<strong>de</strong> al mo<strong>de</strong>lo tradicionalbiparental.Tab<strong>la</strong> Nº 15.Distribución <strong>de</strong> frecuencia segúnconstitución familiar.FrecuenciaPorcentajebiparental 53 60,9reconst 2 2,3uniparental 17 19,5sin c<strong>la</strong>sificar 15 17,2Total 87 100,0Al enfocar el tipo <strong>de</strong> crisis, tenemos que un60,9% presenta crisis oculta al ingreso (cuandoel motivo <strong>de</strong> consulta primario es el peso, norefiriendo el conflicto <strong>de</strong> familia) y un 21,8%crisis abierta (conflicto familiar p<strong>la</strong>nteado <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el ingreso).Tab<strong>la</strong> Nº16.Distribución <strong>de</strong> frecuencia según tipocrisis (abierta/ oculta)FrecuenciaPorcentajecrisis abierta 19 21,8crisis oculta 53 60,9sin c<strong>la</strong>sificar 15 17,2Total 87 100,0El tipo <strong>de</strong> crisis es <strong>de</strong>finido en <strong>la</strong> primeraconsulta <strong>de</strong>l terapeuta familiar. En un 60,9% <strong>de</strong>nuestros pacientes, no aparece el conflictofamiliar al ingreso, sin embargo, en el curso <strong>de</strong><strong>la</strong> terapia, un 17% registra cambio <strong>de</strong> crisisoculta a crisis abierta.Al realizar tab<strong>la</strong>s <strong>de</strong> contingencia entre tipo <strong>de</strong>familia y diagnóstico <strong>de</strong> trastorno alimentario alinicio:No se observa asociación estadísticamentesignificativa entre el tipo <strong>de</strong> familia y eldiagnóstico al ingreso (chi cuadrado= 9,98;gl=12; p bi<strong>la</strong>teral= 0,618) para aglutinamiento/rigi<strong>de</strong>z.Tab<strong>la</strong> Nº 17.Tipo <strong>de</strong> familia (aglutinamiento/rigi<strong>de</strong>z) según tipo <strong>de</strong> trastorno alimentario al ingresoRestric- Purga- TCC R-P NOS Totaltivo tivoTipo <strong>de</strong> aglut/ f 26 11 1 4 2 44familia rígida % / total 36,6% 15,5% 1,4% 5,6% 2,8% 62,0%aglut/ f 7 2 9flexible % / total 9,9% 2,8% 12,7%<strong>de</strong>slig/ f 6 7 1 14rígida % / total 8,5% 9,9% 1,4% 19,7%<strong>de</strong>slig/ f 2 1 1 4flexible % / total 2,8% 1,4% 1,4% 5,6%Total f 41 21 2 5 2 71% /total 57,7% 29,6% 2,8% 7,0% 2,8% 100,0%35


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004No se observa asociación estadísticamentesignificativa entre el tipo <strong>de</strong> constitución familiary el diagnóstico al ingreso (chi cuadrado= 4,18;gl=8; p bi<strong>la</strong>teral= 0,84).Tab<strong>la</strong> Nº18.Tipo <strong>de</strong> familia (biparental /reconstituida/uniparental) según tipo <strong>de</strong> trast alimentario alingresoRestric- Purga- TCC R-P NOS Totaltivo tivoTipo biparental f 31 14 1 4 2 52familia % <strong>de</strong>l total 43,7% 19,7% 1,4% 5,6% 2,8% 73,2%biparentalreconst f 2 2% <strong>de</strong>l total 2,8% 2,8%uniparental f 8 7 1 1 17% <strong>de</strong>l total 11,3% 9,9% 1,4% 1,4% 23,9%Total f 41 21 2 5 2 71% <strong>de</strong>l total 57,7% 29,6% 2,8% 7,0% 2,8% 100,0%Tampoco se observa asociación estadísticamentesignificativa entre el tipo <strong>de</strong> crisis familiar(crisis abierta versus crisis oculta) y el diagnósticoal ingreso (chi cuadrado = 2,17; g = 4; pbi<strong>la</strong>teral = 0,705).Tab<strong>la</strong> Nª19.Tipo <strong>de</strong> familia según tipo <strong>de</strong> trastorno alimentario al inicioRestrictivoPurgativo TCC R-P NOS TotalFamilia crisis f 9 7 1 1 1 19abierta% <strong>de</strong>l total 12,7% 9,9% 1,4% 1,4% 1,4% 26,8%crisis f 32 14 1 4 1 52oculta% <strong>de</strong>l total 45,1% 19,7% 1,4% 5,6% 1,4% 73,2%Total f 41 21 2 5 2 71% <strong>de</strong>l total 57,7% 29,6% 2,8% 7,0% 2,8% 100,0%No habría por tanto, en este estudio corre<strong>la</strong>ciónque tenga vali<strong>de</strong>z estadísticamente significativapara <strong>la</strong>s variables familiares evaluadas y losdiagnósticos <strong>de</strong> ingreso.ConclusionesEste estudio <strong>de</strong>scribe <strong>la</strong>s características <strong>de</strong> unapob<strong>la</strong>ción consultante a un equipo especializado.El equipo <strong>de</strong> Trastornos Alimentarios <strong>de</strong><strong>la</strong> Pontificia Universidad Católica <strong>de</strong> Chile, esun equipo multidisciplinario, que realizasupervisión semanal, en espejo y con reuniones<strong>de</strong> coordinación periódicas. Utilizamos unmo<strong>de</strong>lo con intervención familiar en crisismientras <strong>la</strong> paciente no menstrúa, con terapiafamiliar orientada al cuidado <strong>de</strong> <strong>la</strong> paciente porsu familia y luego un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> exploración ycambio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pautas recursivas patológicas quemantienen atrapada a <strong>la</strong> paciente en unfuncionamiento psicológico <strong>de</strong>ficiente.El elevado porcentaje <strong>de</strong> consultas por anorexiarestrictiva, probablemente se asocia tanto con<strong>la</strong> edad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pacientes que en promediocorrespon<strong>de</strong> a adolescencia media, don<strong>de</strong>36


Recorridos en el Continuum <strong>de</strong> los Trastornos AlimentariosDolly Figueroa et al.aparece más frecuentemente el trastornoalimentarios restrictivo, como por <strong>la</strong> urgenciaque provoca <strong>la</strong> amenorrea. En esta pob<strong>la</strong>ción,39% <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pacientes está con cese <strong>de</strong>l ejegonadal.La edad promedio <strong>de</strong> consulta es <strong>de</strong> 16,2 años,teniendo un tiempo <strong>de</strong> evolución <strong>de</strong> más <strong>de</strong> unaño antes <strong>de</strong> <strong>la</strong> primera consulta al equipo. Laconsulta antes <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> evolución esreconocida como un factor <strong>de</strong> buen pronósticoen el tratamiento. Esto pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>berse a variosfactores:1.Orgánicos: <strong>la</strong> <strong>de</strong>snutrición no ha afectado eltejido cerebral, sino parcialmente y éste nose ha adaptado a situaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>sba<strong>la</strong>ncenutricional, por lo tanto está más plástico avolver a situaciones <strong>de</strong> equilibrio fisiológicomás sano.2.Mecanismos <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> <strong>la</strong> realidadtanto <strong>de</strong>l paciente, como sus familiares: si <strong>la</strong>consulta es precoz, es posible que <strong>la</strong> familiasea capaz <strong>de</strong> enfrentar conflictos, duelos ypedir ayuda.El hecho <strong>de</strong> tener sólo un varón en <strong>la</strong> casuísticarefleja no sólo <strong>la</strong> menor prevalencia <strong>de</strong> lostrastornos en <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción masculina, sinotambién el hecho <strong>de</strong> que consultan menos puesel diagnóstico es más bien difuminado entretrastornos <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad y organizacionespsicóticas <strong>de</strong> <strong>la</strong> personalidad. (An<strong>de</strong>rsen, 2001,Favaro, 2003, NIMH, 2003, González).El tratamiento multidisciplinario favorece <strong>la</strong>mejor evolución en pacientes graves, como seobserva en los índices z y <strong>de</strong> IMC, así como loscambios familiares. (North, 1997, Gowers,2001). Nuestro mo<strong>de</strong>lo nos parece un buenaalternativa, según vemos a los seis meses <strong>de</strong>evolución, resultado compartido por cualquierequipo que se p<strong>la</strong>ntee en forma coherente yconsistente en el tratamiento <strong>de</strong> esta patología.Será interesante conocer <strong>la</strong>s evaluaciones a<strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo <strong>de</strong> esta pob<strong>la</strong>ción, ya que portratarse <strong>de</strong> una pob<strong>la</strong>ción muy joven, <strong>de</strong>bemosesperar que parte <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s recaigan, o secronifiquen, como se ha observado en otraspob<strong>la</strong>ciones, observándose peor pronóstico en<strong>la</strong>s pacientes con organizaciones <strong>de</strong> tipolimítrofe.Los rasgos <strong>de</strong> personalidad observados másfrecuentemente son <strong>de</strong> tipo obsesivo y <strong>la</strong>comorbilidad más frecuente los trastornos <strong>de</strong>lánimo, como se observa en estudios internacionales.(Yager, 1997, Cor<strong>de</strong>l<strong>la</strong>, 2003, Westen,2001, Halmí, K., 1999).No se <strong>de</strong>muestra asociación estadísticamentesignificativa entre <strong>la</strong>s variables familiaresevaluadas y el diagnóstico <strong>de</strong> ingreso.El antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> sobrepeso u obesidad en el37% <strong>de</strong> los pacientes, nos parece un elementomás a aten<strong>de</strong>r en esta patología en <strong>la</strong> edadpreesco<strong>la</strong>r y esco<strong>la</strong>r. Esta condición no predicesegún nuestro estudio, <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> trastornoalimentario, pero se asocia.Otro aspecto interesante es observar que <strong>la</strong>sfamilias que ingresan con modos muyestereotipados <strong>de</strong> adaptación, <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>madas“rígidas” cambian a modos más flexibles. Nosparece que este aspecto es esencial en elresultado que po<strong>de</strong>mos observar tan objetivamenteen <strong>la</strong>s tab<strong>la</strong>s <strong>de</strong> IMC. Creemos que es<strong>la</strong> posibilidad que una familia le ofrece al hija<strong>de</strong> modificar pautas rígidas <strong>de</strong> creencias, actosy estados emocionales lo que permitiríamodificar a su vez, sus propias conductasrígidas que se han estancado en su re<strong>la</strong>cióncon los alimentos, consigo misma y los otros.La p<strong>la</strong>sticidad se torna un urgente mediadorterapéutico, y <strong>la</strong> familia es en eso, una matrizirreemp<strong>la</strong>zable.Bibliografía1. Manual Diagnóstico y Estadístico <strong>de</strong> losTrastornos Mentales, IV Edición. Asociaciónamericana <strong>de</strong> Psiquiatría.2. Longitudinal re<strong>la</strong>tionships betweenchildhood, adolescent and adult eatingdisor<strong>de</strong>rs. Kottler, L., Cohen, P. J. Am.Acad. Child and adolesc. Psychiatry,2001,40:12.3. A 20 month follow up of 628 women witheating disor<strong>de</strong>rs, I: course and severity. JYager, J. Landversk. Am. J. Psychiatry,1987,144:1172-1177.4. Childhood adversities associated with riskfor eating disor<strong>de</strong>rs or weight problems37


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004during adolescence or early adulthood.Johnson, J.G., Cohen, P.; Am. J. Psychiatry.2002,159:394-400,.5. NIMH Eating Disor<strong>de</strong>rs: Facts about eatingdisor<strong>de</strong>rs and the search for the solutions.2001,01;4901.6. El espectro <strong>de</strong> los trastornos alimentariosen <strong>la</strong>s mujeres jóvenes: un estudio <strong>de</strong>lpredominio en una muestra <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>cióngeneral. Favaro, A., Ferrara S. PsychosomaticMedicine, 2003, 65(4):701-708.7. Personality profiles in eating disor<strong>de</strong>rs:Rethinking the distinction between axis I andaxis II. Westen, D., Harn<strong>de</strong>n, J. Am. J.Psychiatry, 2001,158:547-562.8. Progress in eating disor<strong>de</strong>rs research.An<strong>de</strong>rsen, A. Am J. Psychiatry. 200, 158:515-517.9. Family functioning and life events in theoutcome of adolescent anorexia nervosa.North, C., Gowers, S. British J. OfPsychiarty, 1997,171:545-549.10. Development of weight and shape concernsin the aetiology of eating disor<strong>de</strong>rs. Gowers,S., Shore , A. British J. Of Psychiatry, 2001,179:236-242.11. Cor<strong>de</strong>l<strong>la</strong>, P. Proposición <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo paracompren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> configuración anoréxica. RevCh <strong>de</strong> Pediatría. 2002,6:73.12. Cor<strong>de</strong>l<strong>la</strong>, P. Trastornos <strong>de</strong> alimentación.Manual <strong>de</strong> psiquiatría PUC 2000.13. Gabbard, G. Psychoanalitical Psychiatry inclinical practice. American Psychiatric Press,2000.14. Selvini, M. Ragazze. Anoressiche e bulimiche.Raffaello Cortina Editore 1998.15. Van<strong>de</strong>reycken, W., Castro, J., Van<strong>de</strong>rlin<strong>de</strong>n,J. Anorexia y Bulimia. La familia en sugénesis y tratamiento. Martínez RocaBarcelona 1991.16. Stierlin. Qué hay <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong> <strong>la</strong>familia. Gedisa 1995.17. Bloss, P. La transición adolescente.Amorrortu,1996.18. Cor<strong>de</strong>l<strong>la</strong>. P. Las Anorexias y <strong>la</strong> Regu<strong>la</strong>ciónObsesiva. Rev <strong>de</strong> psicología Itzca<strong>la</strong>.México. 2003,6:2.19. Cecile Rausch, Anorexia y Bulimia Nerviosa:amenazas a <strong>la</strong> autonomía. Paidós, 1993.20. Re<strong>la</strong>ción entre factores individuales yfamiliares <strong>de</strong> riesgo para <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nesalimenticios en alumnos <strong>de</strong> enseñanzamedia. González, L., Hidalgo, M. Estudio<strong>de</strong> <strong>la</strong> Universidad <strong>de</strong> San Sebastián.21. Halmi, K., Eating disordres: <strong>de</strong>fining thephenotipe and reinventing the treatment.Am. J. Psychiatry, 1999,156:11.22. Bulik; C, Kendler, K., “I am what I (don’t)eat”: establishing an i<strong>de</strong>ntity in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt ofan eating disor<strong>de</strong>r. Am. J. Psychiatry. 2000,157:1755-1760.23. Europa Press, 2003. Servicio <strong>de</strong> Cantabriaatendió a 377 pacientes en el Programa <strong>de</strong>tratamiento para trastornos <strong>de</strong> <strong>la</strong> conductaalimentaria.38


Trabajos OriginalesBoletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004Terapia Electroconvulsiva (TEC) en PsiquiatríaInfanto-Juvenil: Experiencia en una clínica privadaMaría Cecilia Ruiz, Virginia Boehme, Armando Na<strong>de</strong>rClínica Los Tiempos.IntroducciónLa Terapia Electroconvulsiva (TEC) apareciócomo una opción <strong>de</strong> tratamiento en <strong>la</strong> década<strong>de</strong> 1930, a partir <strong>de</strong> <strong>la</strong>s observaciones <strong>de</strong> VonMeduna, quien afirmaba que <strong>la</strong> inducción <strong>de</strong>convulsiones en pacientes esquizofrénicospodía atenuar sus síntomas (Beyer, Weiner yGlenn, 1998). Estas observaciones fueroncorroboradas en <strong>la</strong>s décadas posteriores, don<strong>de</strong><strong>de</strong>stacan los estudios <strong>de</strong> Fink en 1984, quien<strong>de</strong>mostró una reducción significativa <strong>de</strong>síntomas psicóticos en pacientes sometidos auna serie <strong>de</strong> convulsiones (Fink, 1999).Inicialmente <strong>la</strong>s convulsiones eran inducidasfarmacológicamente utilizando alcanfor opentilenetetrazol (Beyer, 1998; Royal Collegeof Psychiatrists, 1990). En 1937 los estudios <strong>de</strong>Cerletti y Bini utilizando corriente eléctrica<strong>de</strong>mostraron una inducción más fácil, lo quedisminuyó <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> una mayor cantidad<strong>de</strong> sesiones por <strong>la</strong> menor tasa <strong>de</strong> intentosfallidos y menos efectos secundarios (Beyer,1998; Kalyna, 2002), pues se podían inducirconvulsiones contro<strong>la</strong>das.Su uso comenzó a hacerse cada vez máscotidiano en pacientes esquizofrénicos (Beyer,1998), hasta que en <strong>la</strong> década <strong>de</strong>l 50 su usocomenzó a <strong>de</strong>clinar frente a <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong>nuevos psicofármacos y <strong>de</strong>bido a <strong>la</strong> presentaciónnegativa <strong>de</strong> su uso en diversos medios <strong>de</strong>comunicación, don<strong>de</strong> se mostraba a <strong>la</strong> TECcomo un procedimiento cruel e inseguro. Esteestigma persiste hasta hoy, a pesar <strong>de</strong> que cadavez más estudios <strong>de</strong>muestran su utilidad en ungrupo <strong>de</strong> personas con trastornos mentalesgraves que han respondido poco o nada a otrostratamientos (Beyer, 1998; Vallejo, 1994;Bernardo, 1999). Se postu<strong>la</strong> que el uso <strong>de</strong> <strong>la</strong>TEC podría estar resurgiendo, esto <strong>de</strong>bido a<strong>la</strong>s innovaciones en <strong>la</strong>s técnicas anestésicas yen el proceso <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> electroestimu<strong>la</strong>ción(Bernardo, 1999; Beyer, 1998; AmericanPsychiatric Association, 1990). Hay que<strong>de</strong>stacar que en ciertos casos <strong>de</strong> riesgo vital,este tratamiento es <strong>de</strong> rápida respuesta y pocosefectos co<strong>la</strong>terales, con una baja mortalidad(Beyer, 1998; Bernardo, 1999; Kellner, 1997;Royal College of Psychiatrist, 1990). Actualmente,se estima que 50.000 personas al añoreciben TEC en USA. (Beyer, 1998), con unamortalidad que osci<strong>la</strong> entre 2 a 9 muertes porcada 100.000 sesiones. (risco). Otras seriesrefieren una mortalidad <strong>de</strong> 0.002% para eltratamiento y <strong>de</strong> 0.01% para cada paciente enconcreto (Kap<strong>la</strong>n, 1996). Las causas sere<strong>la</strong>cionan con el procedimiento anestésico ycomplicaciones cardiovascu<strong>la</strong>res en pacientescon una situación cardíaca comprometida(Kap<strong>la</strong>n, 1996; King, 1990; Klein, 1990).Su mecanismo <strong>de</strong> acción no está totalmentedilucidado, pero se ha establecido que afecta atodos los sistemas <strong>de</strong> neurotransmisoresimplicados en <strong>la</strong> patogénesis <strong>de</strong> <strong>la</strong>s enfermeda<strong>de</strong>smentales. Su efecto neurofisiológicoincluye aumento <strong>de</strong> <strong>la</strong> permeabilidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>barrera hematoencefálica, supresión <strong>de</strong>l flujosanguíneo cerebral regional y <strong>de</strong> <strong>la</strong> actividadneurometabólica y efecto en sustanciasneuroendocrinas, tales como CRF, ACTH, TRH,pro<strong>la</strong>ctina, vasopresina, metencefalinas y betaendorfinas (Clinical Handbook of PsychiatricDrugs, 2002) .Sus efectos terapéuticos se <strong>de</strong>scriben en <strong>la</strong>literatura como evi<strong>de</strong>ntes en promedio a partir<strong>de</strong> <strong>la</strong>s 12 sesiones (Kalyna, 2002). Las tasas<strong>de</strong> recaída a un año p<strong>la</strong>zo son <strong>de</strong>scritas comoaltas (30- 70%), pero esto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l grado<strong>de</strong> resistencia a los fármacos pre TEC. (Kalynay Jeffries, 2002)El uso <strong>de</strong> <strong>la</strong> TEC requiere evaluar dos variables:La indicación diagnóstica y el momento en que40


Terapia Electroconvulsiva (TEC) en Psiquiatría Infanto-JuvenilMaría Cecilia Ruiz et al.<strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rarse su uso (Beyer, 1998;Guttmacher, 1994).Las indicaciones actuales en Psiquiatría <strong>de</strong>adultos incluye:- Depresión: Episodio <strong>de</strong>presivo mayor, especialmentecuando incluye i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>lirantes,síntomas catatónicos agudos, resistencia o norespuesta a medicamentos. (Kap<strong>la</strong>n, 1996;Beyer, 1998; So<strong>la</strong>n, 1988).- Manía aguda: Aunque <strong>la</strong> eficacia <strong>de</strong> <strong>la</strong> TECse ha <strong>de</strong>mostrado como igual o mejor que ellitio, se reserva su uso cuando se han agotadotodas <strong>la</strong>s otras alternativas terapéuticasposibles (Kap<strong>la</strong>n, 1996; Beyer, 1998; B<strong>la</strong>ck,1987).- Esquizofrenia: Principalmente para lossíntomas positivos marcados, catatonía o consíntomas afectivos. En estos casos <strong>la</strong>efectividad <strong>de</strong> <strong>la</strong> TEC es comparable a losantipsicóticos (Kap<strong>la</strong>n, 1996; Beyer, 1998;Kalyna, 2002; Milstein, 1990).- Profi<strong>la</strong>xis o atenuación <strong>de</strong> Depresión Mayorrecurrente (Kalyna, 2002).- Prevención <strong>de</strong> recaída <strong>de</strong> Depresión Mayor(Kalyna, 2002).- Depresión secundaria a otras enfermeda<strong>de</strong>smentales o médicas (Kalyna, 2002).- Episodios Mixtos (Kalyna, 2002).- Psicosis post parto (Kalyna, 2002).- Trastorno Esquizoafectivo (Kalyna, 2002).- Tr. Obsesivo compulsivo refractario (Kalyna,2002).Con respecto al momento más a<strong>de</strong>cuado en elcurso <strong>de</strong> un trastorno mental, <strong>la</strong> AmericanPsychiatric Association (1) (American PsychiatricAssociation. The practice of ECT: Recomendationsfor treatment, training, and privileging.A task Force Report of the American PsychiatricAssociation, A.P.A. Washington, 1990) sugieresu uso primario en <strong>la</strong>s siguientes cuatrosituaciones:- Necesidad urgente <strong>de</strong> respuesta rápida.- Cuando hay menos riesgo con <strong>la</strong> TEC quecon otras alternativas terapéuticas.- Cuando existe el antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> mejorrespuesta a TEC que a otras terapias.- Cuando el paciente tiene una c<strong>la</strong>ra preferenciapor el uso <strong>de</strong> esta técnica.El uso secundario se sugiere en los siguientescasos (Guttmacher, 1994)- Ma<strong>la</strong> respuesta o intolerancia a tratamientoalternativo.- Deterioro clínico <strong>de</strong> tal magnitud que urgeobtener una respuesta rápida.En Psiquiatría Infantojuvenil, el uso <strong>de</strong> TEC esinfrecuente , a pesar <strong>de</strong> que sus indicacionesson <strong>la</strong>s mismas que para adultos. Las causas<strong>de</strong> esto van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el consi<strong>de</strong>rarlo un métodoexcesivamente drástico, <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> experiencia<strong>de</strong> los psiquiatras infantiles en esta técnica y <strong>la</strong>preocupación respecto a los efectos <strong>de</strong> <strong>la</strong>convulsión en el neuro<strong>de</strong>sarrollo. La AmericanPsychiatric Association recomienda que antes<strong>de</strong> usar<strong>la</strong> en un menor, se realicen otrasinterconsultas psiquiátricas en el campoinfantojuvenil, <strong>de</strong> modo <strong>de</strong> tener 2 opiniones enel adolescente menor <strong>de</strong> 18 años y 3 en elmenor <strong>de</strong> 12 años, que concuer<strong>de</strong>n en <strong>la</strong>indicación.El p<strong>la</strong>ntearse <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> TEC se constituyeen un dilema que genera incertidumbre yangustia tanto en el equipo tratante infantojuvenilcomo en el paciente y su familia.En Chile <strong>la</strong> situación <strong>de</strong> el uso <strong>de</strong> TEC en niñosy adolescentes es simi<strong>la</strong>r a lo <strong>de</strong>scrito enpublicaciones extranjeras, con un escasonúmero <strong>de</strong> investigaciones respecto a <strong>la</strong>aplicación <strong>de</strong> esta técnica y sus resultados. Estonos motivó a hacer un estudio para evaluar <strong>la</strong>experiencia <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>da en una clínica privadachilena.ObjetivosEl objetivo <strong>de</strong> este trabajo es hacer un estudio<strong>de</strong>scriptivo <strong>de</strong> pacientes infantojuvenilesportadores <strong>de</strong> patología psiquiátrica grave, querequirieron TEC como parte <strong>de</strong> su tratamiento.Para ello, se evaluaron varios parámetros: <strong>la</strong>indicación, <strong>la</strong> utilidad como herramientaterapéutica, un perfil <strong>de</strong> sus efectos co<strong>la</strong>teralesy <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong> los pacientes en el corto ymediano p<strong>la</strong>zo.Material y MétodoSe estudiaron los pacientes <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong>hospitalización Infantojuvenil <strong>de</strong> Clínica Los41


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004Tiempos, ingresados en el período 2000-2002,que requirieron TEC en su tratamiento (n= 9).Se analizaron <strong>la</strong>s fichas clínicas y se entrevistóa los psiquiatras tratantes, para obtener <strong>la</strong>ssiguientes variables:- Datos generales (edad, sexo, esco<strong>la</strong>ridad)- Diagnósticos <strong>de</strong> ingreso y egreso según DSMIV.- Indicación <strong>de</strong> TEC.- Tratamientos farmacológicos previos a <strong>la</strong>TEC, concomitantes a <strong>la</strong> TEC y posteriores ael<strong>la</strong>.- Número <strong>de</strong> sesiones <strong>de</strong> TEC, y n° <strong>de</strong> sesiónen que comenzó a verse remisión <strong>de</strong> <strong>la</strong> causaque motivó <strong>la</strong> TEC, según análisis cualitativo<strong>de</strong> lo <strong>de</strong>scrito en ficha por los tratantes.- Evolución post TEC, poniendo énfasis enlogro <strong>de</strong> reinserción esco<strong>la</strong>r y el tiempo y losmedios <strong>de</strong> apoyo requeridos para ello.ResultadosLa muestra comprendió 7 mujeres y 2 varones.La distribución por edad y sexo (gráfico 1),muestra un predominio <strong>de</strong> pacientes <strong>de</strong> sexofemenino en el rango <strong>de</strong> 13 a 18 años (n=7). Elpromedio <strong>de</strong> edad fue 15.4 años, con unadistribución entre 11 y 18 años.Dos sujetos se encontraban sin esco<strong>la</strong>ridad almomento <strong>de</strong> <strong>la</strong> TEC, <strong>de</strong>bido a <strong>la</strong> gravedad <strong>de</strong>su patología <strong>de</strong> base.Los diagnósticos más frecuentes según DSMIV (tab<strong>la</strong> 1) fueron, en el eje I: Trastorno bipo<strong>la</strong>repisodio <strong>de</strong>presivo (n=3) y Trastorno Bipo<strong>la</strong>repisodio Mixto (n=2). En el eje II el diagnósticomás frecuente fue el Trastorno <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> <strong>la</strong> personalidad límitrofe (n=6)42


Terapia Electroconvulsiva (TEC) en Psiquiatría Infanto-JuvenilMaría Cecilia Ruiz et al.TABLA 1: Diagnósticos según DSM IV.Diagnóstico Pac 1 Pac 2 Pac 3 Pac 4 Pac 5 Pac 6 Pac 7 Pac 8 Pac 9Eje 1EsquizofreniaXTr. Bipo<strong>la</strong>r episodio X X X<strong>de</strong>presivoTr. Bipo<strong>la</strong>r episodiomaníacoTr. Bipo<strong>la</strong>r episodio X XmixtoTR. Esquizofreni-XformeTr. Depresivo MayorXTr. De AlimentaciónXTr. EsquizoafectivoXTr. Por AnsiedadXEje 2Tr. Del <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> X X X X X X X X<strong>la</strong> personalidad límiteTr. Del <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> X<strong>la</strong> personalida<strong>de</strong>squizoi<strong>de</strong>Con respecto a <strong>la</strong>s causas <strong>de</strong> indicación <strong>de</strong> TEC(tab<strong>la</strong> 2), <strong>la</strong>s más frecuentes fueron: falta <strong>de</strong>respuesta satisfactoria a psicofármacos,<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> dosis y tiempo a<strong>de</strong>cuados (n=7),i<strong>de</strong>ación suicida con alto riesgo vital (n=6),cuadros psicóticos con alta agresividad yagitación (n=3) e historia <strong>de</strong> buena respuesta aTEC anteriores (n=2). Cabe <strong>de</strong>stacar que el total<strong>de</strong> los pacientes presentaban más <strong>de</strong> unaindicación <strong>de</strong> TEC. A<strong>de</strong>más, todos los sujetostenían interconsultas con otros psiquiatrasinfantiles o presentados a reunión clínica, conmás <strong>de</strong> dos expertos, antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir <strong>la</strong>pertinencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> TEC. Posterior a esto, todospresentaban una evaluación médica preoperatoriacompatible con el procedimiento, yelectroencefalograma e imágenes normales.43


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004TABLA 2.INDICACIONES DE TECIndicación Pac 1 Pac 2 Pac 3 Pac 4 Pac 5 Pac 6 Pac 7 Pac 8 Pac 9Heteroagresividad X XintensaResistencia a X X X X X XantipsicóticosResistencia a X X X X X Xestabilizadores<strong>de</strong>l ánimoEmpeoramiento X X<strong>de</strong>l cuadro <strong>de</strong>base con riesgovitalBuena respuesta X X X X X Xa TEC previasAgitación psicótica X XAngustia <strong>de</strong>sor- X X X XganizanteI<strong>de</strong>ación suicida X X X X X Xactiva con altoriesgo vitalResistencia aanti<strong>de</strong>presivosXOcho pacientes habían recibido al menos 2esquemas farmacológicos en dosis y tiempoa<strong>de</strong>cuados. El promedio <strong>de</strong> sesiones <strong>de</strong> TECfue <strong>de</strong> 8, con una distribución entre 4 y 15.Ningún paciente presentó complicacionesdurante <strong>la</strong>s sesiones. El total <strong>de</strong> los sujetosutilizó neurolépticos y benzodiazepinas <strong>de</strong> vidamedia corta y ultracorta durante el período queduró el tratamiento electroconvulsivo.El n° promedio <strong>de</strong> sesiones en que apareciórespuesta positiva fue <strong>de</strong> 5.6, ésta consistió enatenuación <strong>de</strong> los síntomas positivos,disminución <strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ación suicida, alivio <strong>de</strong> <strong>la</strong>angustia <strong>de</strong>sorganizante y disminución <strong>de</strong> <strong>la</strong>agitación. En el total <strong>de</strong> los pacientes huboevolución posterior inmediata favorable. Lacausa <strong>de</strong> <strong>la</strong> suspensión <strong>de</strong> TEC fue: en 6pacientes atenuación <strong>de</strong> su sintomatologíapsicótica, en 6 <strong>de</strong>sapareció <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ación suicidaactiva y 5 disminuyeron sus niveles <strong>de</strong> angustiaa niveles manejables con psicofármacos. En 5<strong>de</strong> los pacientes mejoró <strong>la</strong> respuesta al mismoesquema farmacológico utilizado previo a <strong>la</strong>TEC (Gráfico 2).En el mediano p<strong>la</strong>zo, 8 sujetos <strong>de</strong>scribieronalteraciones cognitivas durante el primer añoposterior a <strong>la</strong> TEC, 7 <strong>de</strong> los cuales se reinsertaronen el sistema esco<strong>la</strong>r con apoyopsicopedagógico y evaluaciones diferenciadas,pero con rendimientos académicos inferiores alos previos al inicio <strong>de</strong> su enfermedad. Lasalteraciones cognitivas más frecuentes fueronen <strong>la</strong> memoria anterógrada en 7 sujetos yalteraciones <strong>de</strong> concentración en 3 sujetos,<strong>de</strong>scrito por ellos, sus familiares y/o los tratantesen su ficha clínica.44


Terapia Electroconvulsiva (TEC) en Psiquiatría Infanto-JuvenilMaría Cecilia Ruiz et al.TABLA 3.EVOLUCIÓN DE PACIENTES POSTERIOR A TEC.EvoluciónN° pacientesRecuperación intrahospitalización favorable 9Mejoría en respuesta a mismo esquema farmacológico previo 5Alteraciones cognitivas el 1° año post tec 8Reinserción en sistema esco<strong>la</strong>r 2° año post tec 7Necesidad <strong>de</strong> apoyo psicopedagógico en los 2 años post tec 7Discusión y ConclusionesEn el presente estudio encontramos que <strong>la</strong> TECfue una herramienta terapéutica útil en casos<strong>de</strong> extrema gravedad en niños y adolescentesque no respondieron a tratamiento farmacológico.La indicación pareciera estar asociada conmayor frecuencia a trastornos afectivos,presentando una mejoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> sintomatologíaen forma rápida, con bajo nivel <strong>de</strong> efectosco<strong>la</strong>terales y mejorando <strong>la</strong> permeabilidad altratamiento farmacológico. Las indicaciones <strong>de</strong>suspensión <strong>de</strong> <strong>la</strong> TEC se asociarían a atenuación<strong>de</strong> <strong>la</strong> sintomatología productiva y <strong>de</strong> <strong>la</strong>agitación psicomotriz, y <strong>la</strong> <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> <strong>la</strong>i<strong>de</strong>ación suicida. Sin embargo, aparecenalteraciones cognitivas en el mediano p<strong>la</strong>zo querequirieron tratamiento psicopedagógico. Noscabe <strong>la</strong> duda <strong>de</strong> si este <strong>de</strong>terioro en elrendimiento está re<strong>la</strong>cionado con <strong>la</strong> patología<strong>de</strong> base, con efectos co<strong>la</strong>terales en re<strong>la</strong>ción altratamiento farmacológico, que <strong>de</strong>be seragresivo y prolongado, o a <strong>la</strong> TEC en si misma.Se hace necesario entonces continuarinvestigando en esta línea y realizar estudios<strong>de</strong> seguimiento <strong>de</strong> estos sujetos para compararsu evolución respecto a sujetos que no hubieranrecibido TEC, <strong>de</strong> modo <strong>de</strong> comparar susresultados a corto, mediano y <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo.Las limitaciones <strong>de</strong> estos resultados estándadas por el bajo número <strong>de</strong> pacientes, <strong>la</strong> falta<strong>de</strong> grupos controles y <strong>la</strong> evaluación cualitativa<strong>de</strong> algunos resultados. El <strong>de</strong>safío consisteentonces en evaluar acuciosamente a lospacientes que reciben TEC, con exámenescognitivos previos y posteriores al tratamientoelectroconvulsivo, y po<strong>de</strong>r compararlos conpacientes que, por distintos motivos, no sesometan a <strong>la</strong> TEC a pesar <strong>de</strong> tener <strong>la</strong> indicación45


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004para ello. De este modo, sería posible <strong>de</strong>tectarsi <strong>la</strong>s alteraciones cognitivas y otros posiblesefectos en el mediano y <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo, puedanconstituirse en indicaciones o contraindicacionespara su uso, y <strong>la</strong>s medidas <strong>de</strong> apoyoque los pacientes <strong>de</strong>ban requerir en <strong>la</strong>s etapasposteriores a este procedimiento.Bibliografía1. American Psychiatric Association. Thepractice of ECT: Recomendations fortreatment, training, and privileging. A taskof Force Report of the American PsychiatricAssociation, A.P.A., Washington, 1990.2. Guttmacher L: Psychfarmacology andElectroconvulsive Therapy. Washington DC;American Psychiatric Press, 1994.3. Bernardo M. Terapéutica electroconvulsiva:Aplicación actual. Medicina Clínica, 1999;113, 631- 634.4. Beyer JL, Weiner RD, Glenn MD.Electroconvulsive therapy: a programmedtext. American Psychiatric Press,Washington, 1998.5. B<strong>la</strong>ck DW, Winokur G, Nasrra<strong>la</strong>h a:Treatment of mania: A naturallistic study ofelectroconvulsive therapy versus lithium in438 patients. 1987. J Clin Psychiatry 48:132,6. Fink M. Electroshock. Restoring the mind.Oxford University Press, Oxford, 1999.7. Kalyna Z, Bezchlibnyk-Butler J. Joel Jeffries.Clinical Handbook of Psycotropic Drugs.Hogrefe y Hober publishers. Toronto. 2002.8. Kap<strong>la</strong>n H, Sadock B, Grebb J. Sinopsis <strong>de</strong>Psiquiatría. Editorial Panamericana. BuenosAires. 1996.9. Kellner CH. Electroconvulsive therapy, 2 Ed.Oxford University Press, Oxford, 1997.10. King BH, Liston EH: Proposals for themecanism of action of electroconvulsivetherapy: A synthesis. Biol Psychiatry 1990,27: 76.11. Klein DF: Review and comentaries: ECT.Neuropsychofarmacology. 1990.3:73,12. Royal College of Psichiatrists. The ECTHandbook, Second Report, London, 1995.13. So<strong>la</strong>n W, Khan A, Avery DH, Cohen S:Psychotic and no Psychotic <strong>de</strong>pression:Companson of response to ECT. J ClinPsychiatry. 1988.49:97,14. Vallejo J. Introducción a <strong>la</strong> TEC. TerapiaElectroconvulsiva. Masson Salvat, Barcelona,1994.46


Revisión <strong>de</strong> TemasBoletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004Trastornos <strong>de</strong>l lenguaje y síndrome <strong>de</strong> déficitatencionalFlga. Angélica CunazzaHospital Sótero <strong>de</strong>l RíoGrupo <strong>de</strong> Trastornos <strong>de</strong>l DesarrolloHace más <strong>de</strong> 30 años que algunos autores<strong>de</strong>scribieron algunos <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes en el<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l lenguaje, en lo que en eseentonces era conocido como “síndrome <strong>de</strong>l niñohiperactivo”. Según estos autores, lo que más<strong>de</strong>stacaba en los niños pequeños era <strong>la</strong>presencia <strong>de</strong> impulsividad verbal. Despuésaparecen otros trabajos don<strong>de</strong> se propone quelos niños hiperactivos podrían presentar retrasoen el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l lenguaje. Posteriormente,un autor comparó el lenguaje <strong>de</strong> niños normalese hiperactivos, y no encontró diferencia en loque se refiere a complejidad lingüística, peroobservó que los niños hiperactivos eran muchomás <strong>de</strong>sconectados en <strong>la</strong>s tareas y mostrabanun hab<strong>la</strong> mucho más irrelevante cuando se lesexigía funcionamiento lingüístico.PrevalenciaLos datos sobre <strong>la</strong> prevalencia <strong>de</strong>l síndrome <strong>de</strong>déficit atencional muestran cifras que osci<strong>la</strong>n<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 3% a un 10%. En el caso <strong>de</strong> lostrastornos específicos <strong>de</strong>l lenguaje en preesco<strong>la</strong>res,en Estados Unidos los porcentajesalcanzan aproximadamente a un 7%. Para <strong>la</strong>Dra. Rapin, habría un 5% <strong>de</strong> niños preesco<strong>la</strong>rescon síndrome disfásico o <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong>l lenguaje. En cuanto a <strong>la</strong>s tasas <strong>de</strong>comorbilidad, los estudios han arrojado datosvariables, que osci<strong>la</strong>n entre el 20% y el 60%.Dykman y Ackerman -que usan el término <strong>de</strong><strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> aprendizaje <strong>de</strong>l lenguajep<strong>la</strong>nteanque habría un 20%. Para Cantwell,más o menos dos tercios <strong>de</strong> los niños consíndrome <strong>de</strong> déficit atencional presentarían<strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l hab<strong>la</strong> y lenguaje, lo que equivalea un 60% <strong>de</strong> comorbilidad. Por su parte, Cohen(1998) indica que un 63% <strong>de</strong> niños en etapaesco<strong>la</strong>r que son pacientes psiquiátricos tendríaalgún tipo <strong>de</strong> impedimento en el lenguaje y queel 46% presentaría, como diagnóstico psiquiátrico,el “síndrome <strong>de</strong> déficit atencional”.Las alteraciones <strong>de</strong>l lenguaje en niños conS.D.A.En rigor, los niños con síndrome <strong>de</strong> déficitatencional muestran dificulta<strong>de</strong>s en elprocesamiento lingüístico, esto es, en <strong>la</strong>capacidad <strong>de</strong> reconocer e interpretar lossímbolos lingüísticos, lo que se asociaría aalteraciones estructurales <strong>de</strong>l lenguaje y quepodría expresarse como una pobre competencia<strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s pragmáticas. Se haseña<strong>la</strong>do <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong> dos grupos <strong>de</strong> niñoscon síndrome <strong>de</strong> déficit atencional: a) grupo quepresenta alteraciones estructurales en ellenguaje y, b) grupo que evi<strong>de</strong>ncia dificulta<strong>de</strong>sen el funcionamiento meta-cognitivo.El primer grupo muestra alteraciones estructuralesen el lenguaje. En particu<strong>la</strong>r, esto seevi<strong>de</strong>ncia en <strong>la</strong> forma, en <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>problema léxicos, fonológicos y gramaticales,los que se asociarían a alteraciones pragmáticas.Este grupo correspon<strong>de</strong> a los niñospreesco<strong>la</strong>res. En <strong>la</strong> experiencia clínica, loscuadros más prevalentes son los trastornos <strong>de</strong>tipo fonológico-sintáctico. Se trata <strong>de</strong> niños quehab<strong>la</strong>n en forma tardía y que tienen alteracionesmuy graves en los niveles fonológico y gramatical,pero que al mismo tiempo muestran un<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>la</strong> comprensión <strong>de</strong>l lenguaje quese encuentra al mismo nivel o mejor que sualteración expresiva (Rapin). La gran mayoríano tiene problemas <strong>de</strong> audición. Más bien, loque presentan es una inmadurez perceptua<strong>la</strong>uditiva, que les impi<strong>de</strong> captar, reconocer einterpretar los sonidos <strong>de</strong>l entorno, lo quetambién se asocia a problemas con <strong>la</strong> atenciónauditiva.En el segundo grupo se encuentran los niñosesco<strong>la</strong>res que tienen dificulta<strong>de</strong>s en el discursonarrativo, en el funcionamiento metacognitivo48


Trastornos <strong>de</strong>l lenguaje y síndrome <strong>de</strong> déficit atencionalAngélica Cunazzay en <strong>la</strong>s habilida<strong>de</strong>s pragmáticas. Son niños másgran<strong>de</strong>s, que tienen dificulta<strong>de</strong>s para contareventos sucesivos en el tiempo, habilidad querequiere un gran dominio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s capacida<strong>de</strong>slingüísticas expresivas y receptivas. A<strong>de</strong>más,tienen dificulta<strong>de</strong>s con los funcionamientosmetacognitivos. La metacognición es <strong>la</strong> habilidadque permite a <strong>la</strong>s personas pensar sobreel pensamiento o conocer cómo se conoce. Estahabilidad facilita el aprendizaje, permitiéndoleal sujeto contro<strong>la</strong>r y dirigir los procesos máse<strong>la</strong>borados <strong>de</strong>l pensamiento.Uno <strong>de</strong> los ámbitos <strong>de</strong> <strong>la</strong> metacognición es elmetalenguaje, que ha sido <strong>de</strong>finido como <strong>la</strong>capacidad <strong>de</strong> pensar en el lenguaje, <strong>de</strong> trataral lenguaje más bien como un objeto <strong>de</strong>lpensamiento. Existen cuatro habilida<strong>de</strong>s metalinguísticas, <strong>la</strong>s que son: a) <strong>la</strong> concienciafonológica: b) <strong>la</strong> conciencia léxica: c) <strong>la</strong>conciencia gramatical y, d) <strong>la</strong> concienciapragmática.La conciencia fonológica se pue<strong>de</strong> analizarcuando al niño se le da un fonema y se le solicitaque diga otra pa<strong>la</strong>bra que tenga este mismofonema (por ejemplo, el trabajo con <strong>la</strong>s rimas).En el caso <strong>de</strong> <strong>la</strong>s activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> concienciagramatical, estas son ejercitadas por el niñocuando se le da una frase <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nada y él <strong>la</strong>tiene que or<strong>de</strong>nar. Para Bishop, los niños <strong>de</strong>este segundo grupo tienen una gran alteraciónen el uso y <strong>la</strong> interpretación a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong>llenguaje con re<strong>la</strong>ción al contexto en que ésteocurre (pragmática). De acuerdo a Rapin, <strong>la</strong>pragmática sería <strong>la</strong> interfase entre el lenguajey <strong>la</strong> socialización.Según Barkley, en el síndrome <strong>de</strong> déficitatencional existiría una pobre inhibiciónconductual, lo que <strong>de</strong>bilita el funcionamientoadaptativo <strong>de</strong>l niño cuando éste se enfrenta a<strong>la</strong>s <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida social diaria. Los niñoscon síndrome <strong>de</strong> déficit atencional tienendificulta<strong>de</strong>s para captar <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ves sociales, porlo que no pue<strong>de</strong>n mantener un automonitoreo<strong>de</strong> su conducta y tienen <strong>de</strong>ficiencias en e<strong>la</strong>utocontrol y en <strong>la</strong> autorregu<strong>la</strong>ción (en otraspa<strong>la</strong>bras, les cuesta <strong>de</strong>tenerse, pensar, y<strong>de</strong>spués actuar). Otros autores p<strong>la</strong>ntean que losniños con síndrome <strong>de</strong> déficit atencionaltendrían una verbalización interna retrasada, <strong>la</strong>que sería fundamental para mediar <strong>la</strong> conductacomunicativa o conducta social.Por su parte, el lenguaje interno es <strong>la</strong> habilidadque <strong>la</strong> persona tiene para comunicarse consigomisma, y sería <strong>la</strong> base para los procesoscognitivos más sofisticados. El lenguaje internopermite <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación (diseño <strong>de</strong> p<strong>la</strong>nes yesquemas) y ejecución <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, lo que facilita<strong>la</strong> evaluación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s consecuencias <strong>de</strong> lo quese hace, así como <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> <strong>la</strong>slimitaciones previas a <strong>la</strong> realización <strong>de</strong> <strong>la</strong> acción.En el caso <strong>de</strong> los niños hiperactivos, presentandificulta<strong>de</strong>s para retrasar <strong>la</strong>s respuestas, sonimpulsivos. Adicionalmente, el lenguaje internopermite <strong>la</strong> mediación verbal para funcionesejecutivas como <strong>la</strong> memoria <strong>de</strong> trabajo, que es<strong>la</strong> habilidad para recordar y manipu<strong>la</strong>r loseventos en un momento presente, para ejecutaruna acción ahora.El lenguaje permite el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>la</strong> conductagobernada por reg<strong>la</strong>s. Para Barkley, “<strong>la</strong>conducta gobernada por reg<strong>la</strong>s” es fundamentalpara el <strong>de</strong>sarrollo social <strong>de</strong>l niño, y estávincu<strong>la</strong>da con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s habilida<strong>de</strong>spragmáticas normales. Entonces, en los niñoscon síndrome <strong>de</strong> déficit atencional existiría undéficit en esta conducta, que se asociaría a<strong>de</strong>ficiencias <strong>de</strong>l lenguaje.Características <strong>de</strong>l lenguaje en S.D.A.Las características <strong>de</strong>l lenguaje en niños consíndrome <strong>de</strong> déficit atencional son <strong>la</strong>ssiguientes: en primer lugar, hay niños quepresentan un retraso en <strong>la</strong> adquisición <strong>de</strong>llenguaje, el que se expresa en alteraciones enel código fonológico y en el nivel morfosintáctico:en segundo lugar, en los niños más gran<strong>de</strong>s seobservan alteraciones a nivel <strong>de</strong> discurso. Enestos casos, los niños hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> maneraconfusa, les cuesta mantener <strong>la</strong> secuencia <strong>de</strong>los eventos en el tiempo, tienen problemas paramantener <strong>la</strong> cohesión entre <strong>la</strong>s oraciones. Aquíestá alterada una expresión más compleja <strong>de</strong>llenguaje.Se ha p<strong>la</strong>nteado que los niños con síndrome<strong>de</strong> déficit atencional y trastornos <strong>de</strong>l lenguajetendrían una buena comprensión verbalfuncional y que su <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l lenguaje49


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004receptivo estaría cerca <strong>de</strong> lo normal. Sinembargo, en estos niños el lenguaje expresivoestaría retrasado más o menos en un año ypresentarían dificulta<strong>de</strong>s en tareas <strong>de</strong> flui<strong>de</strong>zléxica que requieren control inhibitorio, <strong>de</strong>bidoa que tienen problemas para inhibir losestímulos externos para dar una respuestaespecífica. También tendrían dificulta<strong>de</strong>s con elprocesamiento simultáneo <strong>de</strong> <strong>la</strong> informaciónsemántica (uso <strong>de</strong> analogías lingüísticas y/oauditivas).En el caso <strong>de</strong> los niños que tienen problemascon <strong>la</strong> percepción auditiva (problemas con <strong>la</strong>disfunción auditiva o bien con el procesamientoauditivo central), presentan dificulta<strong>de</strong>s parareconocer e interpretar los sonidos <strong>de</strong>l entorno.Según <strong>la</strong> ASHA, estos problemas se pue<strong>de</strong>nexpresar en dificulta<strong>de</strong>s para <strong>la</strong> localización ydiscriminación <strong>de</strong> los sonidos y en su integraciónen activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> enmascaramiento. Tambiénexisten dificulta<strong>de</strong>s en el área <strong>de</strong> <strong>la</strong> secuenciaciónauditiva. La causa <strong>de</strong> este trastornohasta el momento es <strong>de</strong>sconocida. Paraalgunos autores, los niños con <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>procesamiento auditivo central podrían tenerdéficit atencional. Sin embargo, se ha p<strong>la</strong>nteado<strong>la</strong> dificultad <strong>de</strong> diferenciar estos dos cuadros<strong>de</strong>bido a que tienen características muysimi<strong>la</strong>res. Otros investigadores seña<strong>la</strong>n que losdos cuadros coexisten.Los niños que tienen dificulta<strong>de</strong>s con <strong>la</strong>percepción auditiva tienen muchos problemaspara diferenciar los sonidos, aunque se lespresente una pa<strong>la</strong>bra en forma lenta, c<strong>la</strong>ra yfuerte. Por este motivo se ha indicado que estoscasos correspon<strong>de</strong>n a niños hipoacústicos, peroen el fondo es un problema con <strong>la</strong> interpretación<strong>de</strong> los sonidos. A<strong>de</strong>más, tienen dificulta<strong>de</strong>s paraaten<strong>de</strong>r y recordar toda <strong>la</strong> información que sepresenta a través <strong>de</strong>l canal auditivo, les cuestaseguir or<strong>de</strong>nes <strong>la</strong>rgas y necesitan mucho mástiempo para procesar <strong>la</strong> información que entrapor el canal auditivo.Bishop hipotetiza que estos niños tendrían unavelocidad <strong>de</strong> procesamiento más lenta, <strong>de</strong>bidoa que el estímulo auditivo es mucho másvulnerable, breve y secuencial que el estímulovisual (que permanece en el tiempo). Estaautora indica que los niños con déficit atencionaltienen dificulta<strong>de</strong>s pragmáticas, pero que seatribuyen frecuentemente a disfunciones <strong>de</strong> tipoejecutivo que se pue<strong>de</strong>n manifestar con falta<strong>de</strong> inhibición <strong>de</strong> <strong>la</strong> conducta o con pobrep<strong>la</strong>nificación <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma.Los niños hiperactivos son verborreicos, tienenun hab<strong>la</strong> irrelevante y presentan <strong>la</strong>s siguientesalteraciones pragmáticas: a) una pobre toma <strong>de</strong>turnos (no son capaces <strong>de</strong> respetar a otrocuando están realizando una conversación,parece que no escucharan lo que se les dice,respon<strong>de</strong>n antes <strong>de</strong> que <strong>la</strong> pregunta termine,cambian <strong>de</strong> tópico, hab<strong>la</strong>n en momentos queno correspon<strong>de</strong>) y, b) tienen problemas paramonitorear lo que el otro está comprendiendo<strong>de</strong> lo que yo digo, lo que implica <strong>la</strong> falta <strong>de</strong>empatía cuando están en una situacióncomunicativa. También tienen un pobre contro<strong>la</strong>sociativo.Manejo <strong>de</strong>l niño con Trastorno <strong>de</strong> Lenguajey S.D.A.Cuando se trabaja con el lenguaje, lo i<strong>de</strong>al esintervenir uno a uno. Se ha seña<strong>la</strong>do que lossíntomas aumentan cuando están en grupo.También es muy importante atraer <strong>la</strong> atención<strong>de</strong> los niños y mantener el contacto visual, asícomo diminuir <strong>la</strong>s activida<strong>de</strong>s que requieran <strong>la</strong>atención <strong>de</strong>l niño por mucho rato, <strong>de</strong>bido a queestos chicos tienen períodos <strong>de</strong> atención muybreves y favorecen <strong>la</strong> atención selectiva.Igualmente se <strong>de</strong>ben utilizar simultáneamentec<strong>la</strong>ves que sean verbales y visuales, tratar <strong>de</strong>que el input sea simple y breve, hab<strong>la</strong>r lentosobre todo cuando se entrega informaciónnueva, trabajar con repetición <strong>de</strong> <strong>la</strong> informacióny hacer que el niño repita lo que ya ha oído. Laintervención se <strong>de</strong>be focalizar en <strong>la</strong> autorregu<strong>la</strong>ciónverbal, <strong>de</strong>bido a que es muy frecuenteque los niños tengan dificulta<strong>de</strong>s para reconocerel error en lo que dice otra persona. En otrostérminos, se trata <strong>de</strong> que el niño aprenda aautocorregirse.En cuanto al trabajo con los <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>procesamiento auditivo, en otros países seutilizan los l<strong>la</strong>mados entrenadores auditivos, queson unos fonos que se le ponen al niño y filtransólo <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>l profesor en <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> <strong>de</strong> c<strong>la</strong>ses,logrando así que mantengan <strong>la</strong> atención por50


Trastornos <strong>de</strong>l lenguaje y síndrome <strong>de</strong> déficit atencionalAngélica Cunazzamás tiempo y hacer más eficiente surendimiento esco<strong>la</strong>r. Es importante tambiénhacer modificaciones en el ambiente, lo queresulta difícil en Chile porque son cursos muynumerosos y sa<strong>la</strong>s poco apropiadas. Igualmentehay que orientarlos hacía el trabajo metacognitivo.Cuando hay dificulta<strong>de</strong>s pragmáticas, esrecomendable <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> rolp<strong>la</strong>ying para mejorar <strong>la</strong> toma <strong>de</strong> turnos,incrementar <strong>la</strong> capacidad <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r al otro yfomentar habilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> regu<strong>la</strong>ción conductual.Efecto <strong>de</strong> los Psicoestimu<strong>la</strong>ntesCon re<strong>la</strong>ción a los psicoestimu<strong>la</strong>ntes, se haindicado que tienen efectos positivos sobre <strong>la</strong>atención y <strong>la</strong> función ejecutiva (memoria <strong>de</strong>trabajo). Las drogas reducen los comportamientosalterados en los niños, mejora sucomprensión <strong>de</strong> textos, aumenta el númeroterminado <strong>de</strong> tareas asignadas e incrementa <strong>la</strong>capacidad <strong>de</strong> atención. Asimismo, los psicoestimu<strong>la</strong>ntesfavorecen el trabajo matemático ytienen efectos favorables en <strong>la</strong> calidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>escritura. En todo caso, el tratamiento exclusivamentefarmacológico no es lo óptimo.I<strong>de</strong>almente se <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r intervencionesen los niveles social y esco<strong>la</strong>r.En cuanto a los efectos <strong>de</strong> los psicoestimu<strong>la</strong>ntesen el lenguaje, <strong>la</strong> evi<strong>de</strong>ncia no es concluyente.Por ejemplo, una investigación mostró que elmetilfenidato aumentaba <strong>la</strong> productividad <strong>de</strong>llenguaje en niños hiperactivos cuando se lespedía contar historias y otros casos mostrabanmejorías en <strong>la</strong> complejidad <strong>de</strong>l lenguaje (medidoen el promedio <strong>de</strong> longitud <strong>de</strong>l enunciado). Porsu parte, Barkley estudió los efectos <strong>de</strong>lmetilfedinato en tareas <strong>de</strong> lenguaje en niños ymadres, en ambientes (set) naturales yestructurados, encontrando que el medicamentoreducía <strong>la</strong> productividad <strong>de</strong>l lenguaje yno alteraba su complejidad, y que estareducción <strong>de</strong> productividad <strong>de</strong>l lenguaje en losniños hiperactivos hacía que <strong>la</strong> madre redujerasus intervenciones lingüísticas.La mayor parte <strong>de</strong> los trabajos sobre el uso <strong>de</strong>psicoestimu<strong>la</strong>ntes se han realizado con niñosque presentan síndrome <strong>de</strong> déficit atencional yque también tienen <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes en elprocesamiento auditivo central. En particu<strong>la</strong>r, enuna investigación realizada en el 2000 se trató<strong>de</strong> medir el efecto <strong>de</strong>l metilfenidato en elrendimiento auditivo <strong>de</strong> niños que teníansíndrome <strong>de</strong> déficit atencional asociado atrastornos <strong>de</strong>l procesamiento auditivo, y seestableció que no hubo efectos <strong>de</strong> <strong>la</strong> medicaciónen el procesamiento auditivo central, pero seobservaron efectos significativos en <strong>la</strong> atencióny <strong>la</strong> impulsividad. De manera que el medicamentotendría un efecto positivo en <strong>la</strong> atenciónauditiva pero no produciría ningún efecto en losproblemas <strong>de</strong> percepción auditiva.En otro estudio <strong>de</strong>l 2001 se analizaron losefectos sutiles <strong>de</strong>l medicamento en <strong>la</strong>shabilida<strong>de</strong>s pragmáticas <strong>de</strong> los niños consíndrome <strong>de</strong> déficit atencional. Por ejemplo, enel artículo presentado por el colega MarceloDíaz se concluyó que el metilfenidato tuvoefectos discretos en activida<strong>de</strong>s re<strong>la</strong>cionadascon el procesamiento fonológico, pero tambiénse observaron mejorías en tareas <strong>de</strong> flui<strong>de</strong>zléxica.Por último, todos los niños que tienen síndrome<strong>de</strong> déficit atencional y a<strong>de</strong>más trastornos <strong>de</strong>llenguaje, sean esco<strong>la</strong>res o preesco<strong>la</strong>res, seencuentran en un alto riesgo <strong>de</strong> presentar afuturo dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aprendizaje y <strong>de</strong> lectoescritura.Por esta razón es importante realizarun diagnóstico precoz.Bibliografía1. Tillery, K. L Effects of methylphenifate(Ritalin) on Auditory Performance in childrenwith attention and auditory processingdisor<strong>de</strong>rs. JSLHR. 2000,43,893-901.2. Damico, J Attention-Deficit Hiperactivitydisor<strong>de</strong>rs and communication Disor<strong>de</strong>rs.Child and Adolescent psychiatric clinics ofNorth America. 1999,8,37-60.3. Miranda Casas, A. Procesamiento fonológicoen niños con trastornos por déficit <strong>de</strong>atención e hiperactividad ¿es eficaz elmetilfenidato?. Revista <strong>de</strong> Neurología;2002,34 (suplemento 11): 5115-5112.4. Baird, J. The evolution of ADHD: a disor<strong>de</strong>rof communication . The Quaterly Review ofBiology. 2000,75,17:35.5. Kovac, J. Attention <strong>de</strong>ficit, hyperactivity inSLI children increases risk of speech51


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004<strong>la</strong>nguage disor<strong>de</strong>rs in first- <strong>de</strong>gree re<strong>la</strong>tivesa preliminary report. Journal of communicationdisor<strong>de</strong>r; 2001,34; 339-354.6. Keith, R. Effects of metilphenidate on theprocessing abilities of children with attentionDeficit Hyperactivity Disor<strong>de</strong>rs. Journal ofLearning Disabilities. 1991,24, 630-637.7. Val<strong>la</strong>nce, D. Discourse <strong>de</strong>ficits associatedwith psychiatric disor<strong>de</strong>rs and with <strong>la</strong>nguageimpairments in children. J. Child PsycholPsychiatric. 1999,40,693-704.8. Cohen, N. Language, Achievement, andCognitive, Processing in PsychiatricallyDisturbed Children with previously i<strong>de</strong>ntifiedan unsuspected <strong>la</strong>nguage impairments. JChild Psychol psychiatic. 1998,39, 855-877.9. Williams, D. Specific <strong>la</strong>nguage impairmentwhith or without hyperactivity: neuropsychologicalevi<strong>de</strong>nce for frontostriatal dysfuntion.Development Medicine and Child Neurology.2000; 42,368-375.10. Val<strong>la</strong>nce, D. The interface between ADHDand <strong>la</strong>nguage impairment: an examinationof <strong>la</strong>nguage, achievement and cognitive,processing. J. Child Psychol Psychiatric .2000,41, 353-362.11. Pennington, B. Executive Functions andDevelopment Psychopathology. J ChildPsichol Psychiatric.. 1996,37,51-87.12. Cohen, N. Languaje, social, CognitiveProcessing and Behavioral characteristicsof Psychiatrically disturbed children withpreviously I<strong>de</strong>ntified and unsuspected<strong>la</strong>nguage impairments. J. child PsycholPsychiatic. 1998,39, 853-864,13. Tannock, R. Attention Deficit HyperactivityDisor<strong>de</strong>r: Advances in Cognitive, Neurobiological,and Gnetic Research. J. ChildPsychol Psychiatic . 1998,39,65-99.52


Casos clínicosDermatotilomaníaDr. Juan Carlos Martínez A., Dra. C<strong>la</strong>udia González L.Hospital Felix Búlnes Cerda - Unidad <strong>de</strong> Psiquiatría <strong>de</strong>l Niño y AdolescenteResumenDermatotilomanía, rascado cutáneo compulsivo(compulsive skin picking) o excoriaciónneurótica, son sinónimos para un trastorno quecomparte características con el trastornoobsesivo compulsivo y el trastorno <strong>de</strong>l control<strong>de</strong>l impulso. Pese a correspon<strong>de</strong>r al 2% <strong>de</strong> <strong>la</strong>consulta <strong>de</strong>rmatológica y al 4% <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ciónestudiantil, es un cuadro no diagnosticado y sinconsenso en <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>sificaciones actuales.Objetivos: Demostrar que <strong>la</strong> <strong>de</strong>rmatotilomanía,al igual que otros trastornos <strong>de</strong>l control <strong>de</strong>limpulso, respon<strong>de</strong>n al uso <strong>de</strong> anti<strong>de</strong>presivosISRS. Pacientes: Se presentan cuatro casosclínicos <strong>de</strong> rascado cutáneo compulsivo, querespon<strong>de</strong>n al uso <strong>de</strong> fluoxetina en dosis variable.Tres <strong>de</strong> estos casos correspon<strong>de</strong>n a un mismogrupo familiar, y el cuarto caso se asocia amasturbación compulsiva y a trastorno poratracón. Conclusión: La fluoxetina es efectivaen el control <strong>de</strong>l rascado cutáneo compulsivo.Se ha encontrado asociación familiar y re<strong>la</strong>cióncon otras patologías <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scontrol <strong>de</strong>l impulso.IntroducciónLa <strong>de</strong>rmatotilomanía, rascado cutáneo compulsivo(compulsive skin picking), excoriaciónneurótica o acné excoriado (1,2,3), fue <strong>de</strong>scritopor Wilson el año 1875 (1). Clínicamente es uncuadro que se caracteriza por <strong>la</strong> necesidad ourgencia por rascar, apretar o excavar <strong>la</strong> piel, amenudo en respuesta a mínimas irregu<strong>la</strong>rida<strong>de</strong>so <strong>de</strong>fectos o a <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> zonas afectadaspor acné discreto; lo anterior con uñas y/oherramientas accesorias como pinzas o agujas,siendo el daño tisu<strong>la</strong>r <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rado a severo,con complicaciones como infecciones quepue<strong>de</strong>n llegar a <strong>la</strong> celulitis, o lesiones cicatricialesque <strong>de</strong>jan marcas <strong>de</strong>finitivas (3,4).El rascado cutáneo repetitivo pue<strong>de</strong> verse enpatologías médicas somáticas y neuropsiquiátricas.Estas conductas se han asociado contrastornos <strong>de</strong>l ánimo, trastorno obsesivo compulsivo,trastornos <strong>de</strong> ansiedad, trastornos <strong>de</strong><strong>la</strong> personalidad obsesiva y limítrofe, <strong>de</strong>rmatitisartefacta, trastorno dismórfico corporal, <strong>de</strong>lirioparasitario, Síndrome <strong>de</strong> Pra<strong>de</strong>r-Willi, Síndrome<strong>de</strong> Tourette, entre otros (2,3,5). Para diferenciaruno u otro trastorno <strong>de</strong>be recurrirse a <strong>la</strong> clínicay especialmente al método fenomenológico, <strong>de</strong>ese modo sería posible diferenciar por ejemploeste trastorno <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>rmatitis artefacta, en que<strong>la</strong> naturaleza autoinfligida <strong>de</strong> <strong>la</strong>s lesiones esnegada por el paciente (3).Pese a haber sido <strong>de</strong>scubierto hace más <strong>de</strong> cienaños (1), aún no es reconocida como un trastornopsiquiátrico específico, recibiendo unamínima atención especialmente en <strong>la</strong> literaturapsiquiátrica (2).Por su parte, <strong>la</strong> <strong>de</strong>rmatotilomanía como tal hasido consi<strong>de</strong>rada como un <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>lespectro <strong>de</strong>l trastorno obsesivo compulsivo (2,3), y como un trastorno <strong>de</strong>l control <strong>de</strong>l impulso,compartiendo sus características fenomenológicas,<strong>de</strong> comorbilidad y tratamiento, con otrasconductas repetitivas orientadas al cuerpo como<strong>la</strong> tricotilomania, <strong>la</strong> onicofagia compulsiva, elmorsicatio bucarum o cheek chewing quecorrespon<strong>de</strong> a mor<strong>de</strong>rse <strong>la</strong> mejil<strong>la</strong> <strong>de</strong> modocompulsivo, el mor<strong>de</strong>rse <strong>la</strong> lengua <strong>de</strong> modorepetitivo o tongue chewing, el golpearse <strong>la</strong>cabeza o head banging, etc. (4,5).La epi<strong>de</strong>miología <strong>de</strong>l rascado cutáneocompulsivo no ha sido bien estudiada (1,2,3,5).Se ha sugerido una prevalencia cercana al 2%<strong>de</strong> <strong>la</strong> consulta <strong>de</strong>rmatológica, sin embargo, en<strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción general <strong>la</strong>s cifras no son tanconocidas. Se ha encontrado una prevalencia<strong>de</strong> un 2% a un 4% en una pob<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> estudiantes(1,5). Es más frecuente en mujeres; sucomienzo habitualmente es durante <strong>la</strong>adolescencia, con un promedio a <strong>la</strong> edad <strong>de</strong> 15años (rango 7 a 23 años) y su curso tien<strong>de</strong> a <strong>la</strong>cronicidad, siendo <strong>la</strong>s zonas afectadas con53


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004mayor frecuencia <strong>la</strong> cara, brazos y dorso <strong>de</strong>ltórax (3).El rascado tien<strong>de</strong> a ser autogratificante duranteel episodio; muchos no <strong>de</strong>scriben dolor yusualmente les produce alivio <strong>de</strong> tensión. Laslesiones resultantes producen vergüenza,autoreproche, culpa y en algunos casoscompromiso social en grado variable, que pue<strong>de</strong>ir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> evitación circunstancial (no ir a <strong>la</strong>p<strong>la</strong>ya o a <strong>la</strong> piscina, o no usar poleras y faldas),hasta el limitar <strong>la</strong> vida afectiva y sexual, llegandoincluso al ais<strong>la</strong>miento social (3,5).Los sujetos reconocen <strong>la</strong> incapacidad paracontro<strong>la</strong>r o resistir el impulso que sabenperjudicial. La experiencia es precedida por unatensión creciente previa al acto, se acompañacon una gratificación durante éste que algunosllegan a <strong>de</strong>scribir como un estado <strong>de</strong> trance, yfinalmente se asocia a un arrepentimientoposterior (4).El tratamiento documentado para <strong>la</strong> <strong>de</strong>rmatotilomaníaes en base a anti<strong>de</strong>presivos tricíclicos eISRS, con buena respuesta al compararlos enestudio doble ciego con el p<strong>la</strong>cebo (1,2,3). Losanti<strong>de</strong>presivos más estudiados en este aspectoson los ISRS y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> éstos <strong>la</strong> fluoxetina,seguido por <strong>la</strong> sertralina y <strong>la</strong> fluvoxamina, todosefectivos en el manejo <strong>de</strong> este trastorno (1,2,3).Algunos autores consi<strong>de</strong>ran que el mismohecho que, tanto el trastorno obsesivo compulsivocomo <strong>la</strong> <strong>de</strong>rmatilomanía respondan a losmismos fármacos, evi<strong>de</strong>ncia <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción queexiste entre ambos trastornos (2,3).ObjetivosCompartir <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong> cuatro pacientesque presentan una <strong>de</strong>rmatotilomanía, comparando<strong>la</strong>s características clínicas, fenomenológicasy <strong>la</strong> respuesta al uso <strong>de</strong> anti<strong>de</strong>presivosISRS, con <strong>la</strong> literatura publicada.PacientesSe presentan cuatro casos clínicos <strong>de</strong> rascadocutáneo compulsivo, que respon<strong>de</strong>n al uso <strong>de</strong>fluoxetina en dosis variable. Tres <strong>de</strong> estos casoscorrespon<strong>de</strong>n a un mismo grupo familiar, <strong>la</strong>madre y sus dos hijos, que consultaron en <strong>la</strong>Corporación Cultural <strong>de</strong> Educación <strong>de</strong> Colina.El cuarto caso correspon<strong>de</strong> a una paciente <strong>de</strong>sexo femenino que consulta en <strong>la</strong> Unidad <strong>de</strong>Psiquiatría <strong>de</strong>l Niño y Adolescente <strong>de</strong>l HospitalFélix Bulnes Cerda. Todas <strong>la</strong>s consultas sellevaron a cabo durante el año 2002.Caso IPaciente <strong>de</strong> sexo masculino <strong>de</strong> 7 años queconsulta <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el consultorio con eldiagnóstico <strong>de</strong> una tricotilomanía. Al preguntárseleal paciente <strong>la</strong> razón <strong>de</strong> su alopecia y porextracción <strong>de</strong>l pelo, re<strong>la</strong>ta no sacarse el pelosino “rascarse <strong>la</strong> cabeza hasta hacerse heridas”.El menor cursa segundo básico con unpromedio 6,7 y es consi<strong>de</strong>rado por su profesoracomo un niño inquieto e impulsivo. En el boxaparenta un niño <strong>de</strong> buen nivel cognitivo,empático y ajustado. Verbaliza sus vivencias sinmayor dificultad: “Vengo por que me saco elpelito, me molesta el pelo; siento como unapicazón pero no me pica, como que tengo querascarme, como que algo en <strong>la</strong> cabeza memolesta y me entra <strong>la</strong> <strong>de</strong>sesperación y ahí merasco, me tranquilizo y se me salen los pelos”.Por otro <strong>la</strong>do, según re<strong>la</strong>ta su madre, tiene <strong>la</strong>“manía” <strong>de</strong> chupar <strong>la</strong> ropa -y a cada rato- comopijamas, el cuello <strong>de</strong> <strong>la</strong> camiseta y <strong>la</strong>s mangas.En cuanto a estas últimas conductas, no hayegodistonía ni incapacidad para librarse <strong>de</strong>el<strong>la</strong>s, más bien el paciente refiere p<strong>la</strong>cer frentea ello. Todas estas conductas se remontancuatro meses previo a <strong>la</strong> consulta, sin unestresor ambiental que haya actuado como<strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nante.Al explicársele a <strong>la</strong> madre <strong>la</strong> naturalezacompulsiva <strong>de</strong>l rascado, aporta losantece<strong>de</strong>ntes que tanto el<strong>la</strong> como su hijapresentan el mismo cuadro; <strong>de</strong> ahí se<strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n los casos clínicos II y III.Se inicia tratamiento con Fluoxetina (10 mgs/día y Alprazo<strong>la</strong>m 0.125 mgs/12 horas); a <strong>la</strong>semana se aumenta a 20 mgs/día. A <strong>la</strong>s dossemanas <strong>de</strong> iniciado el tratamiento, el rascadodisminuye en un 60% (cuantificación subjetiva<strong>de</strong> <strong>la</strong> madre) y a <strong>la</strong>s tres semanas se negativizael rascado.54


DermatotilomaníaJuan Carlos Martínez et al.Caso IIAdolescente <strong>de</strong> 18 años, traída por su madretras conocer el diagnóstico <strong>de</strong> su hermano (casoclínico N° 1). Esta paciente refiere “apretarselos granos como una manía, igual que todos en<strong>la</strong> familia”. “Tengo como una afición por pellizcargranitos; aumenta en el verano por que andocon poleras. Me miro los brazos y me entra <strong>la</strong>gana <strong>de</strong> pellizcarme. Me busco los granos y meda como una ansiedad”. “Empecé a los 8 añoscon esta cosa; me sacaba cositas con el pinche,<strong>de</strong>spués me di cuenta que podía hacerlo con<strong>la</strong>s uñas. Puedo estar una hora o más en estoal día, pienso harto mientras lo hago, en <strong>la</strong>scosas buenas y <strong>la</strong>s cosas ma<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l día, y meaumenta cuando estoy estresada”. “No puedo<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> hacer esto, me miro los brazos y meentra un <strong>de</strong>seo, una <strong>de</strong>sesperación porrascarme o pellizcarme un grano, un punto, unlunar... me da p<strong>la</strong>cer mientras lo hago, pero <strong>la</strong>consecuencia es <strong>de</strong>sagradable... tener losbrazos llenos <strong>de</strong> cicatrices”.Patología psiquiátrica comórbida y Eje IIausentes. Antece<strong>de</strong>ntes familiares: abue<strong>la</strong>materna con <strong>de</strong>presión bipo<strong>la</strong>r, madre yhermano con rascado compulsivo.Se inicia tratamiento con Fluoxetina 20 mgs/día.A <strong>la</strong>s dos semanas manifiesta mejoría parcial“ya no estoy horas en esto”, pero se niega asistira controles posteriores ya que no <strong>de</strong>sea tomarmedicamentos.Caso IIIPaciente <strong>de</strong> 46 años <strong>de</strong> edad, madre <strong>de</strong> losmenores consignados en los casos I y II.Consulta por presentar el mismo tipo <strong>de</strong> rascadoque su hijo, y por “haber <strong>de</strong>scubierto <strong>la</strong>naturaleza psiquiátrica <strong>de</strong> su conducta queatribuía hasta ese entonces como un hábito”,“Des<strong>de</strong> que tengo uso <strong>de</strong> razón me rasco elcuerpo, creo que <strong>de</strong> los 6 ó 7 años... Cuandoera niña mi padre me <strong>de</strong>spertaba y <strong>de</strong>scubría<strong>la</strong>s sábanas para ver si había sangre en el<strong>la</strong>s;si era así me pegaba. Me veían en <strong>de</strong>rmatología,no recuerdo en qué hospital, perorecuerdo que era muy niña y me paraban sobreuna mesa en una especie <strong>de</strong> sa<strong>la</strong> con hartosmédicos, pero siempre me trataban con cremassin resultado. Parece que empecé a rascarmecuando tuve un rash, pero luego comencé arascarme sin que me picara <strong>la</strong> piel hastahacerme heridas... no logro contro<strong>la</strong>rme, meaumenta frente a un stress, pero me refugio enmi hoyito, ahí me libero. No sé cuanto tiempo<strong>de</strong>dico a esto, pero lo hago casi todo el día,generalmente cuando trabajo, veo televisión ointento dormir”. “Me da vergüenza tener elcuerpo cubierto <strong>de</strong> cicatrices, es horrible, perono puedo librarme <strong>de</strong> esto. Evito usar faldas, ira <strong>la</strong> piscina, creo que a <strong>la</strong> gente <strong>de</strong>be darle ascoo quizás piensen que tengo una enfermedadcontagiosa”. No habría uso asociado <strong>de</strong> pinzaso elementos punzantes, sólo utiliza <strong>la</strong>s uñaspara rascarse.La paciente estaba en tratamiento con 75milígramos <strong>de</strong> sertralina por una <strong>de</strong>presiónmayor, sin respuesta con dicha dosis para elrascado compulsivo.Caso IVPaciente <strong>de</strong> sexo femenino <strong>de</strong> 18 años que<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace dos años comienza a “pellizcarselos granos” <strong>de</strong> <strong>la</strong> piel, situación que vaaumentando progresivamente lesionándoseextensas zonas <strong>de</strong>l cuerpo. Comenzó en losbrazos, luego en <strong>la</strong>s piernas y dos semanasprevio a <strong>la</strong> consulta se agrega región toracodorsal.Principalmente el rascado es con <strong>la</strong>suñas, recurriendo a pinzas u otros objetossimi<strong>la</strong>res. Dedica alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> dos horas al díaal rascado y “<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> hacer cualquier actividadcuando le entra el impulso”. Refiere inclusopellizcar “granos” <strong>de</strong> otras personas.“Mientras lo hago es como que pierdo el control<strong>de</strong> mis movimientos; me digo -esto no tengoque hacerlo- como que trato <strong>de</strong> luchar por pararpero es tan rico que no puedo <strong>de</strong>tenerme... lopeor <strong>de</strong> todo es que <strong>de</strong>spués me miro los brazosy me angustio...”.Las lesiones en su cuerpo le producen molestia,evitando situaciones sociales en que tenga queexponer <strong>la</strong>s zonas afectadas como ir a <strong>la</strong>piscina, a <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya, ponerse falda, etc. Tambiénrefiere sentirse limitada en su vida afectiva,manifestando preocupación por actividad sexua<strong>la</strong> futuro.Junto a lo anterior refiere una masturbacióncompulsiva que le es egodistónica por el tiempo55


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004que “pier<strong>de</strong>”en ello; alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> dos horas aldía. Si se consi<strong>de</strong>ra otras dos horas <strong>de</strong> rascado,<strong>de</strong>dica en total cuatro horas a este tipo <strong>de</strong>conductas, lo que le afecta en su <strong>de</strong>sempeñoacadémico. Por otra parte, cabe <strong>de</strong>stacar quea <strong>la</strong> edad <strong>de</strong> 14 años presentó durante un añoun trastorno por atracón.Se inicia tratamiento con fluoxetina 20 milígramosal día, aumentándose a 40 milígramos a<strong>la</strong>s dos semanas. Al mes <strong>de</strong> tratamiento <strong>la</strong>paciente refiere una reducción en el tiempo<strong>de</strong>dicado al rascado <strong>de</strong> un 50%. Se aumenta a60 milígramos, negativizándose el rascado a <strong>la</strong>sdos semanas. La masturbación disminuyenotablemente, recurriendo a el<strong>la</strong> <strong>de</strong> modoesporádico, pero esta vez <strong>de</strong> forma voluntaria.Sin antece<strong>de</strong>ntes psiquiátricos conocidos.DiscusiónEn los casos presentados se aprecia <strong>la</strong>psicopatología y fenomenología <strong>de</strong>scrita en <strong>la</strong>literatura para el rascado cutáneo compulsivo.Para el menor <strong>de</strong>l primer caso como para suhermana (caso II), <strong>de</strong>staca <strong>la</strong> precocidad en <strong>la</strong>edad <strong>de</strong> inicio, siete y ocho años respectivamente,que coinci<strong>de</strong> con <strong>la</strong> edad mínimadocumentada en <strong>la</strong> literatura (3); quizás estopodría atribuirse a <strong>la</strong> carga genética materna,también con una edad muy precoz <strong>de</strong> inicio, ycon ello tal vez a una mayor penetrancia. Noexiste evi<strong>de</strong>ncia en <strong>la</strong> literatura que re<strong>la</strong>cione<strong>la</strong> precocidad <strong>de</strong> inicio con una mayor gravedady cronicidad.Por otra parte, los casos I y IV se re<strong>la</strong>cionancon otras conductas repetitivas. El primero <strong>de</strong>estos presenta otros fenómenos como “chupar<strong>la</strong> ropa”, pero sin el carácter egodistónico <strong>de</strong>lrascado, correspondiendo más bien esto a unhábito que a una conducta compulsiva. Lapaciente <strong>de</strong>l cuarto caso refiere haberpresentado un trastorno por atracón previo alrascado cutáneo, y parale<strong>la</strong>mente a este últimouna masturbación compulsiva.El caso II y III muestran una evolución crónica,<strong>de</strong> 10 años para el primero y <strong>de</strong> aproximadamente40 años para el segundo. Los otros doscasos no han tendido a <strong>la</strong> cronicidad por ser elcomienzo <strong>de</strong>l cuadro clínico aproximadamente1 a 2 años previo al diagnóstico. L<strong>la</strong>ma <strong>la</strong>atención que pese a producir lesionescicatriciales y asociarse a un compromisopsicosocial importante, no se consulta <strong>de</strong> modoespontáneo al no consi<strong>de</strong>rarse una enfermeda<strong>de</strong>n si mismo, sin haber sido reconocida por los<strong>de</strong>rmatólogos <strong>la</strong> naturaleza psiquiátrica <strong>de</strong>lcuadro.Todos los casos <strong>de</strong>scriben <strong>la</strong> incapacidad <strong>de</strong>contro<strong>la</strong>r el impulso, <strong>la</strong> inquietud previa y <strong>la</strong>especie <strong>de</strong> estado <strong>de</strong> trance, alivio o p<strong>la</strong>cerdurante el rascado, pese a saber que <strong>la</strong>consecuencia es perjudicial.Los casos III y IV, por ser quizás los más graves,presentan un mayor compromiso autoperceptivoy social, evitando situaciones don<strong>de</strong> tenganque mostrar el cuerpo como bañarse en piscinao ir a <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya, <strong>de</strong>biendo usar sólo cierto tipo <strong>de</strong>ropas. Para el último caso se agrega el hechoque el rascado <strong>de</strong>manda una gran cantidad <strong>de</strong>tiempo, ocurriendo lo mismo para el segundocaso.Por último, como se ha <strong>de</strong>scrito, se asocia elrascado al uso complementario <strong>de</strong> instrumentoscomo pinzas o pinches, lo que se aprecia parael segundo y cuarto caso clínico.ConclusionesLa preocupación <strong>de</strong> los especialistas médicostanto <strong>de</strong>rmatólogos como psiquiatras por <strong>la</strong><strong>de</strong>rmatotilomanía es escasa. Esto se refleja en<strong>la</strong> reducida literatura existente al respecto a nivelmundial, y en el no reconocimiento comoentidad nosológica en <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>sificaciones <strong>de</strong>enfermeda<strong>de</strong>s mentales actuales.Creemos que los términos “<strong>de</strong>rmatotilomanía”y “rascado cutáneo compulsivo” (compulsiveskin picking) <strong>de</strong>limitan mejor <strong>la</strong> fenomenologíay psicopatología <strong>de</strong> este trastorno que sussinónimos “excoriación neurótica” o “acnéexcoriado”, términos que podrían confundirsecon cualquier otra patología, ya sea psiquiátricao médica, que curse con un rascado cutáneorepetitivo.56


DermatotilomaníaJuan Carlos Martínez et al.Consi<strong>de</strong>rando <strong>la</strong> grave consecuencia física ypsicosocial que conlleva eventualmente untrastorno como este y su <strong>de</strong>sconocimiento porparte <strong>de</strong> los especialistas <strong>de</strong>rmatólogos ypsiquiatras, sugerimos buscar <strong>de</strong> modo dirigidomediante el interrogatorio y <strong>la</strong> inspección física<strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> rascado cutáneo compulsivo,especialmente en pacientes que presentenmanifestaciones <strong>de</strong>l espectro obsesivocompulsivo asociado a lesiones cutáneasdifusas.Finalmente, a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia clínica<strong>de</strong> cuatro casos, hemos confirmado que <strong>la</strong>Dermatotilomanía respon<strong>de</strong> <strong>de</strong> modore<strong>la</strong>tivamente rápido y a<strong>de</strong>cuado a dosisintermedias <strong>de</strong> fluoxetina.Bibliografía1. Bohne A., Wilhelm S., Keuthen N., et al. SkinPicking in German Stu<strong>de</strong>nt. BehaviorModification. 2002. 26:3,330-3392. Keuthen N., Deckersbach T., Wilhelm S., etal. Repetitive Skin Picking in a Stu<strong>de</strong>ntPopu<strong>la</strong>tion and Comparison with a Sampleof Self Injurious Skin Pickers. Psychosomatics2000.41:33. Bloch M., Elliott M., Thompson H., et al.Fluoxetine in Pathologic Skin Picking.Psychosomatics 2001.42:4.4. Lochner Ch., Simeon D., Niehaus D., et al.Trichotillomania and Skin-Picking: APhenomenological Comparison. Depressionand Anxiety 2002.15:83-86.5. Keuthen N., Deckersbach T., Wilhelm S., etal. The Skin Picking Impact Scale (SPIS).Psychosomatics 2001.42:5.57


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 200458


Reuniones y Congresos XXII Congreso SOPNIA 2004Reuniones y CongresosXXII CONGRESO ANUAL DE LA SOCIEDADDE NEUROLOGIA Y PSQUIATRIA DE LAINFANCIA Y ADOLESCENCIA.Fecha: 25, 26 y 27 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 2004.Lugar: Centro <strong>de</strong> Eventos Suractivo, Concepción.Presi<strong>de</strong>nte: Dra. Flora De La BarraInformaciones:Fono-Fax: 632.0884Página web: www.sopnia.comPROGRAMA XXII CONGRESO SOPNIA, 2004Jueves 25 <strong>de</strong> NoviembrePSIQUIATRIA08.00 - 08.30 INSCRIPCIONES08.30 - 09.00 INAUGURACIONDra. Virginia Böhme K.Presi<strong>de</strong>nte SociedadDra. Flora De La BarraPresi<strong>de</strong>nte Congreso09.00 - 10.00 Conferencia Plenaria“Desarrollo en <strong>la</strong> adolescencia”Prof. Dr. Michael Rutter10.00 - 10.30 Intermedio - Café10-30 - 11.30 Conferencia“Las Transformaciones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrolloadolescente en el mundomo<strong>de</strong>rno”Prof. Dina Krausskopf11.30 - 13.00 Trabajos Libres. Trabajos <strong>de</strong>Ingreso.Presi<strong>de</strong>nte:Dr. Hernán Montenegro13.00 - 14.30 Almuerzo14.30 - 16.00 Simposio PsiquiatríaS1. I<strong>de</strong>ntidad sexual y sus alteraciones enel adolescenteDirectora: Dra. Virginia Toledo“Construcción social <strong>de</strong> <strong>la</strong> masculinidad”Dr. Rodrigo Aguirre“Confusión <strong>de</strong> <strong>la</strong> orientación sexual en e<strong>la</strong>dolescente. Rol <strong>de</strong> terapeuta y manejofamiliar”Ps. Carolina Leyrton“Abordaje clínico <strong>de</strong>l adolescente queconsulta por transexualidad”Dra. Vania MartínezS2. Conducta Suicida en el Adolescente.Continuida<strong>de</strong>s entre <strong>infancia</strong>, adolescenciay adultezDirectora: Ps. Gabrie<strong>la</strong> Sepúlveda P.h D.“Continuida<strong>de</strong>s niños-adolescentes”Dr. Mario Valdivia“Continuida<strong>de</strong>s adolescencia-adulto”Dra. Ana María Martini“Psicoterapia evolutiva en adolescentes conconductas suicidas”Ps. Gabrie<strong>la</strong> Sepúlveda16.00 - 16.30 Intermedio - Café16.30 - 17.30 Conferencia“Trastorno Bipo<strong>la</strong>r en <strong>la</strong> Adolescencia”Dr. Pablo Davanzo17.30 -19.00 ColoquiosC1. Legis<strong>la</strong>ción y Etica en temas <strong>de</strong>l adolescenteDirectora: Ps. Kar<strong>la</strong> AlvarezParticipan: Soc. Luis Barros LesaetaAb. Pau<strong>la</strong> RecabarrenSra. Loreto DitselC2. Desarrollo Anormal <strong>de</strong> <strong>la</strong> Personalida<strong>de</strong>n el Adolescente. Diagnóstico Diferencial.Director: Dr. Carlos AlmonteExponen: Dr. Carlos AlmontePs. Carmen Gloria MichelisParticipan: Ps. María Elena Montt19.00 - 20.30 Reunión SOPNIA- Informe 2004- Ingreso <strong>de</strong> Socios Nuevos- Entrega <strong>de</strong> distintivo a SociosActivos59


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 200420.30 - 21.00 Grupo <strong>de</strong> Danza21.00 COCKTAIL INAUGURALJueves 25 <strong>de</strong> NoviembreNEUROLOGIA08.00 - 08.30 INSCRIPCIONES08.30 - 09.00 INAUGURACIONDra. Virginia Boehme K.Presi<strong>de</strong>nte SociedadDra. Flora De La BarraPresi<strong>de</strong>nte Congreso09.00 - 10.00 Conferencia Plenaria“Desarrollo en <strong>la</strong> adolescencia”Prof. Dr. Michael Rutter10.00 - 10.30 Intermedio - Café10.30 - 12.30 Simposio “Neurorehabilitación”Directoras: Dra. C<strong>la</strong>udia Castiglioni,Dra. Eliana Rodillo.“Noveda<strong>de</strong>s en Tratamiento <strong>de</strong>lAdolescente con trastornosmotores: enfermeda<strong>de</strong>s neuromuscu<strong>la</strong>resy Parálisis cerebral”Dr. Andoni Urtizberea.Casos clínicos: Dra. C<strong>la</strong>udiaCastiglioni, Eliana Rodillo y KarinKlensteuber12.30 - 13.00 Conferencia“Manejo venti<strong>la</strong>torio en Enfermeda<strong>de</strong>sNeuromuscu<strong>la</strong>res”Prof. Dr. Andoni Urtizberea13.00 - 14.30 Almuerzo14.30 - 16.00 Simposio “Cefalea”Directores: Dr. Marcos Manríquez, Dra.Francesca So<strong>la</strong>ri.Participan:“Presentación <strong>de</strong> un programa <strong>de</strong>cefalea y estadística local”Dra. Francesca So<strong>la</strong>ri“Diagnóstico y tratamiento <strong>de</strong>cefalea en adolescentes”Dr. David Rothner“Cefalea por abuso”Dr. Alberto Mil<strong>la</strong>r. Grupo chilenocefaleaPresentación <strong>de</strong> casos clínicos.Discusión.16.00 - 16.30 Intermedio - Café16.30 - 18.00 Simposio “Neurocirugía”Director: Dr. Sergio Valenzue<strong>la</strong>.“Tratamiento neuroquirúrgico <strong>de</strong>los trastornos motores en <strong>la</strong><strong>infancia</strong> y adolescencia”Dr. David Silva, Dr. AlejandroCubillos“Craneosinostosis”Dr. Arturo Zuleta“Noveda<strong>de</strong>s en el tratamiento <strong>de</strong>mielomeningocele”Dr. Sergio Valenzue<strong>la</strong>18.00 - 19.00 Trabajos Libres. Trabajos <strong>de</strong>Ingreso.Presi<strong>de</strong>ntes: Dra. VerónicaBurón, Dra. Ledia Troncoso.19.00 - 20.30 Reunión SOPNIA- Informe 2004- Ingreso <strong>de</strong> Socios Nuevos- Entrega <strong>de</strong> distintivo a SociosActivos20.30 - 21.00 Grupo <strong>de</strong> Danza21.00 COCKTAIL INAUGURALViernes 26 <strong>de</strong> NoviembrePSIQUIATRIA08.30 - 10.00 SimposiaS3. Trastornos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Alimentación enadolescentesDirectora: Dra. Patricia Cor<strong>de</strong>l<strong>la</strong>“Experiencia en un Hospital <strong>de</strong> día conpacientes con trastorno <strong>de</strong> alimentación”Dr. Gonzalo Morandé“Geografía <strong>de</strong> los trastornos <strong>de</strong> alimentaciónen Chile: quienes, dón<strong>de</strong> y cómo se trabaja”Dra. Verónica Gaete60


Reuniones y Congresos XXII Congreso SOPNIA 2004“Experiencia <strong>de</strong>l trabajo en equipo parapacientes con trastornos <strong>de</strong> alimentación”Dra. Patricia Cor<strong>de</strong>l<strong>la</strong>S4. Trastornos <strong>de</strong>l Animo en el adolescenteDirectora: Dra. Marce<strong>la</strong> Larraguibel“Estudio comparativo doble ciego <strong>de</strong> nivelesséricos altos y medios <strong>de</strong> Acido Valproicoen el tratamiento <strong>de</strong>l episodio maníaco ohipomaníaco <strong>de</strong>l trastorno bipo<strong>la</strong>r <strong>de</strong> comienzojuvenil”Dr. Pablo Davanzo“Tratamiento psicosocial <strong>de</strong>l trastornobipo<strong>la</strong>r”Ps. María Elena Montt“Avances en el tratamiento <strong>de</strong>l trastorno<strong>de</strong>presivo”Dra. Marce<strong>la</strong> Larraguibel10.00 - 10.30 Intermedio - Café10.30 - 11.30 Conferencia Plenaria“Priorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Investigación enre<strong>la</strong>ción a los trastornos <strong>de</strong>lespectro autista”Prof. Dr. Michael Rutter11.30 - 13.00 SimposioS5. Tratamiento intensivo en adolescentescon psicopatología graveDirectora: Dra. Virginia Böhme“Hospitalización y otras intervenciones”Dra. Virginia Böhme“Psicoterapia y trabajo con los padres”Ps. Dina Krauskopf“Psiquiatría <strong>de</strong> en<strong>la</strong>ce”Dra. Mailin PonceS6. De <strong>la</strong> emoción a <strong>la</strong> enfermedadDirector: Dr. Juan Enrique Sepúlveda“La organización <strong>de</strong> <strong>la</strong> patología somática<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> perspectiva evolutiva”Dr. Juan Enrique Sepúlveda“La <strong>de</strong>construcción biográfica en pacientescon lupus”Dr. Armando Na<strong>de</strong>r“La estructuración <strong>de</strong>l duelo oncológico enel paciente adolescente”Ps. Gonzalo Rojas-May, Ph. D.13.00 - 14.30 Almuerzo14.30 - 16.00 Sesión PostersPresi<strong>de</strong>nte: Dra. Ana ValdésAyudantes: Dr. Elias Arab, Dra.Viviana Hercovic, Dra. CeciliaSandoval16.00 - 16.30 Intermedio - Café16.30 - 17.30 Conferencia:“Trastornos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Alimentación enAdolescentes”Dr. Gonzalo Morandé17.30 - 19.00 ColoquiosC3. Delincuencia y adolescenciaDirectora: Dra. Alicia Espinoza“Debate entre <strong>la</strong> construcción <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidady <strong>la</strong> construcción social <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>lincuenciaPs. Domingo Asún“Psicopatología asociada a <strong>la</strong> <strong>de</strong>lincuencia”Dra. Vilma Ortiz“Algunos aportes <strong>de</strong>l psicodiagnóstico enevaluación <strong>de</strong> adolescentes, en <strong>de</strong>lincuencia”Ps. Sandra MolinaC4. Formación en PsiquiatríaDirector: Dr. Mario SepúlvedaExpone: Dr. Mario SepúlvedaParticipan: Dra. Mónica KimmelmanDr. Humberto GuajardoDr. Ricardo GarcíaC5. Formación en PsicologíaDirectora: Ps. Myriam GeorgeParticipan: Ps. Sandra TittelmanPs. María Inés WinklenPs. Judith SharagenPs. Jorge LussoroDr. Ramón Florensano21.00 - 23.00 CENA CLUB CONCEPCIONEntrega <strong>de</strong> premios a mejorestrabajosEntrega <strong>de</strong> diplomas a SociosHonorarios a invitadosextranjeros61


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004Viernes 26 <strong>de</strong> NoviembreNEUROLOGIA08.30 - 10.00 Simposio “Epilepsia”Directores: Dr. Jorge Förster, Dr.Tomás Mesa.“Sindromes epilépticos en <strong>la</strong>adolescencia”Dr. David Rothner“Epilepsia, fármacos antiepilépticosy embarazo adolescente”Dr. Alejandro De MarinisMesa Redonda10.00 - 10.30 Intermedio - Café10.30 - 11.30 Conferencia Plenaria“Priorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Investigación enre<strong>la</strong>ción a los trastornos <strong>de</strong>l espectroautista”Prof. Dr. Michael Rutter11.30 - 13.00 Controversias en NeurologíaDirectora: Dra. María <strong>de</strong> losAngeles Avaria.Participan: Becados <strong>de</strong> NeurologíaPediátrica11.30 - 11.45 “¿Se les <strong>de</strong>be dar Fierro a losniños con espasmos <strong>de</strong>l sollozo?Sí: Hosp. Carlos Van Buren.No: Hosp. Clínico San BorjaArriarán11.45 - 11.50 Votación11.50 - 12.05 ¿Es seguro el uso <strong>de</strong> psicoestimu<strong>la</strong>ntesen niños con epilepsiao anormalida<strong>de</strong>s en el EEG?Sí: Hosp. Luis Calvo MackennaNo: Hosp. Roberto <strong>de</strong>l Río12.05 - 12.10 Votación12.10 - 12.25 ¿Se <strong>de</strong>be anticoagu<strong>la</strong>r un reciénnacido con acci<strong>de</strong>nte vascu<strong>la</strong>rencefálico?Sí: Hosp. Clínico San BorjaArriarán.No: Hosp. Luis Calvo Mackenna12.25 - 12.30 Votación12.30 - 12.45 ¿Es éticamente admisiblediscontinuar <strong>la</strong> nutrición comoparte <strong>de</strong> <strong>la</strong> limitación <strong>de</strong> tratamientoen pacientes terminales?Sí: Hosp. Roberto <strong>de</strong>l Río12.45 - 12.50 Votación13.00 - 14.30 AlmuerzoNo: Hosp. Carlos Van Buren14.30 - 16.00 Sesión PostersPresi<strong>de</strong>ntes: Dra. MónicaTroncoso, Dra. Marta Hernán<strong>de</strong>z.16.00 - 16.30 Intermedio - Café16.30 - 18:30 Simposio “Defectos congénitos<strong>de</strong> <strong>la</strong> glicosi<strong>la</strong>ción”Directoras: Dra. Gloria Durán,Dra. Isabel López, Dra. MartaHernán<strong>de</strong>z.Casos clínicos <strong>de</strong>fecto glicosi<strong>la</strong>ción<strong>de</strong> proteínasCaso clínico. De Walker-WarburgConferencia <strong>de</strong>fectos congénitos<strong>de</strong> <strong>la</strong> Glicosi<strong>la</strong>ción. Dr. JacquesJaekenDiscusión casos clínicos.18:30- 19.00 Conferencia“Defectos <strong>de</strong> neurotransmisores”Dr. Jacques Jaeken21.00 - 23.00 CENA CLUB CONCEPCIONEntrega <strong>de</strong> premios a mejorestrabajos.Entrega <strong>de</strong> diplomas a SociosHonorarios a invitados extranjeros.Sábado 27 <strong>de</strong> NoviembrePLENARIO PSIQUIATRIA Y NEUROLOGIA08.30 - 10.00 Simposio ConjuntoSC1. Adolescencia y trastornos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo.Tratamientos basados en <strong>la</strong>evi<strong>de</strong>ncia.Directora: Dra. Carmen Quijada“Medicina basada en <strong>la</strong> evi<strong>de</strong>ncia:Conceptos básicos”Dra. Carmen Quijada“Síndrome <strong>de</strong> déficit atencional en el62


Reuniones y Congresos XXII Congreso SOPNIA 2004adolescente. Tratamiento actual yconsi<strong>de</strong>raciones en re<strong>la</strong>ción a medicinabasada en evi<strong>de</strong>ncia”Dr. Mario Valdivia“Abordaje alternativo en trastornos <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrollo: Análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> medicinabasada en <strong>la</strong> evi<strong>de</strong>ncia”Flgo. Marcelo Díaz10.00 - 10.30 Intermedio - Café10.30 - 11.30 Conferencia Plenaria“Los múltiples significados <strong>de</strong> <strong>la</strong>Psicopatología <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Perspectiva<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo”Prof. Dr. Michael Rutter11.30 - 13.00 MESA REDONDA PLENARIAPrevención y proyecciones entratamiento e investigación en <strong>la</strong>adolescencia.Directores: Dr. Fernando Novoa,Neurología.Dr. Ricardo García, Psiquiatría.Participantes:Prof. Dr. Michael RutterPs. Dina KrauskopfDr. Gonzalo MorandéDr. Fernando Novoa13.00 - 13.30 C<strong>la</strong>usuraDra. Flora De La BarraPresi<strong>de</strong>nte CongresoLa Sociedad a<strong>de</strong>más está patrocinando lossiguientes cursos:“Curso Pre Congreso y XXII CongresoArgentino <strong>de</strong> Neurología Infantil”, que serealizará los días 23, 24 y 25 <strong>de</strong> Octubre <strong>de</strong>lpresente año en <strong>la</strong> ciudad <strong>de</strong> Iguazú, Misiones,y que está siendo organizado por <strong>la</strong> SociedadArgentina <strong>de</strong> Neurología Infantil.CONGRESOS NACIONALES E INTERNA-CIONALESIV Congreso Latinoamericano <strong>de</strong> NeurofisiologíaClínica7 al 10 <strong>de</strong> Octubre <strong>de</strong> 2004.Hotel Intercontinental, Santiago, ChileInformaciones:Fono: 358 82 80Fax: 297 23 02e.mail: elizabeth<strong>la</strong>gos@vtr.net51º Annual Meeting American Aca<strong>de</strong>my ofChild and Adolescent Pscychiatry (AACAP)19 al 24 <strong>de</strong> Octubre <strong>de</strong> 2004.Washington DC., USA.Informaciones:3615 Wisconsin Avenue, N.W.Washington DC. 20016-307Fono: 202 - 966 28 91e.mail: meeting@aacpa.org59º Congreso Chileno <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sociedad <strong>de</strong>Psiquiatría, Neurología y Neurocirugía21, 22 y 23 <strong>de</strong> Octubre <strong>de</strong> 2004IquiqueInformaciones:Fono: 334 95 50e.mail: secgeneral@sonepsyn.tie.clPág. Web: www.sonepsyn.clNoticias* A todos nuestros asociados les informamosque en este momento <strong>la</strong> Sociedad cuenta conun correo electrónico el cual servirá para tenermás contacto entre nosotros.e.mail: sopnia@terra.cl y Pág. Web:www.sopnia.com63


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004Instrucciones a los autores(Actualizado en Agosto <strong>de</strong> 2004)Estas instrucciones han sido preparadasconsi<strong>de</strong>rando el estilo y naturaleza <strong>de</strong>l Boletíny los “Requisitos Uniformes para los Manuscritossometidos a Revistas Biomédicas”establecidos por el International Comité ofMedical Journal Editors, actualizado, en noviembre<strong>de</strong> 2003 en el sitio web www.icmje.orgSe enviará el manuscrito en su versióncompleta, incluidas tab<strong>la</strong>s y figuras, en cuatrocopias <strong>de</strong> buena calidad, dirigidas a: Dra. FreyaFernán<strong>de</strong>z, Directora <strong>de</strong>l Boletín SOPNIA,Esmeralda 678 of. 303, Santiago Centro,Santiago, Chile (Teléfono: (562) 633 1955, (562)639 6171, Fono-Fax (562) 639 1085, e-mail:sopnia@terra.cl). Se incluirá una carta quei<strong>de</strong>ntifique al autor principal, incluyendodirección, teléfonos, fax, dirección <strong>de</strong> correoelectrónico.El texto se enviará en papel tamaño carta, adoble espacio, con letra Arial 12 y márgenes <strong>de</strong>2,5 cm por ambos <strong>la</strong>dos. Para facilitar el procesoeditorial, todas <strong>la</strong>s páginas serán numeradasconsecutivamente, comenzando por <strong>la</strong> página<strong>de</strong> título en el ángulo superior <strong>de</strong>recho.Se adjuntará disquett o CD <strong>de</strong>bidamenteetiquetado con el nombre <strong>de</strong>l artículo, autorprincipal y programa utilizado en su confección,que incluirá el archivo completo.El envío <strong>de</strong>l manuscrito se consi<strong>de</strong>raráevi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que ni el artículo o sus partes,tab<strong>la</strong>s o gráficos están registradas, publicadaso enviadas a revisión a otra publicación. En casocontrario se adjuntará información <strong>de</strong> publicacionesprevias, explícitamente citada, opermisos cuando el caso lo amerite. Todas losmanuscritos serán sometidos a revisión porpares. Los manuscritos rechazados no serán<strong>de</strong>vueltos al autor.Publicaciones duplicadasPodrán publicarse artículos publicados en otrasrevistas con el consentimiento <strong>de</strong> los autores y<strong>de</strong> los editores <strong>de</strong> estas otras revistas.Las publicaciones duplicadas, en el mismo uotro idioma, especialmente en otros países sejustifican y son beneficiosas ya que así pue<strong>de</strong>nllegar a un mayor número <strong>de</strong> lectores si secumplen <strong>la</strong>s condiciones que se <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>n acontinuación:1. Aprobación <strong>de</strong> los editores <strong>de</strong> ambasrevistas.2. En algunos casos pue<strong>de</strong> ser suficiente unaversión abreviada.3. La segunda versión <strong>de</strong>be reflejar converacidad los datos e interpretaciones <strong>de</strong> <strong>la</strong>primera versión.4. Un pie <strong>de</strong> página <strong>de</strong> <strong>la</strong> segunda versión <strong>de</strong>beinformar que el artículo ha sido publicadototalmente o parcialmente y <strong>de</strong>be citar <strong>la</strong>primera referencia Ej.: Este artículo estabasado en un estudio primero reportado en(Título <strong>de</strong> <strong>la</strong> revista y referencia).Página <strong>de</strong> títuloEl título <strong>de</strong>be ser breve e informativo. Se listaráa continuación a todos los autores con sunombre, apellido paterno, principal gradoacadémico, grado profesional y afiliación ainstituciones. Las autorías se limitarán a losparticipantes directos en el trabajo. La asistenciatécnica se reconocerá en nota al pié. En párrafoseparado se mencionará don<strong>de</strong> se realizó eltrabajo y su financiamiento, cuando corresponda.Se agregará aquí si se trata <strong>de</strong> un trabajo<strong>de</strong> ingreso a SOPNIA. Se agregará un pié <strong>de</strong>página con nombre completo, dirección y correoelectrónico <strong>de</strong>l autor a quien se dirigirá <strong>la</strong>correspon<strong>de</strong>ncia.ResumenEn hoja siguiente se redactará resumen enespañol e inglés, <strong>de</strong> aproximadamente 150pa<strong>la</strong>bras cada uno, que incluya objetivos <strong>de</strong>ltrabajo, procedimientos básicos, resultadosprincipales y conclusiones.Pa<strong>la</strong>bras c<strong>la</strong>vesLos autores proveerán <strong>de</strong> 3 a 5 pa<strong>la</strong>bras c<strong>la</strong>veso frases cortas que capturen los tópicosprincipales <strong>de</strong>l artículo. Para ello se sugiere64


Instrucciones a los autoresutilizar el listado <strong>de</strong> términos médicos (MeSH)<strong>de</strong>l In<strong>de</strong>x Medicus.TextoEl texto se redactará siguiendo <strong>la</strong> estructurausual, sugerida para artículos científicos,<strong>de</strong>nominada “IMRAD” (introduction, methods,results and discussion). En artículos <strong>de</strong> otrostipos, como casos clínicos, revisiones yeditoriales, podrá utilizarse otros formatos.IntroducciónSe aportará el contexto <strong>de</strong>l estudio, los objetivosy <strong>la</strong>s hipótesis probadas. Los objetivosprincipales y secundarios serán c<strong>la</strong>ramenteprecisados. Se incluirá en esta sección sóloaquel<strong>la</strong>s referencias estrictamente pertinentes.MétodoSe incluirá exclusivamente informacióndisponible al momento en que el estudio oprotocolo fue escrito. Toda información obtenidadurante el estudio pertenece a <strong>la</strong> secciónResultados.Selección y <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> participantesSe <strong>de</strong>scribirá c<strong>la</strong>ramente <strong>la</strong> selección <strong>de</strong>pacientes, controles o animales experimentales,incluyendo criterios <strong>de</strong> eligibilidad y <strong>de</strong> exclusióny una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción en que setoma <strong>la</strong> muestra. Se incluirá explicaciones c<strong>la</strong>rasacerca <strong>de</strong> cómo y por qué el estudio fueformu<strong>la</strong>do <strong>de</strong> un modo particu<strong>la</strong>r.Información técnicaSe i<strong>de</strong>ntificará métodos, equipos y procedimientosutilizados, con el <strong>de</strong>talle suficiente comopara permitir a otros investigadores reproducirlos resultados. Se entregará referencias y/obreves <strong>de</strong>scripciones cuando se trate <strong>de</strong>métodos bien establecidos, o <strong>de</strong>scripciones<strong>de</strong>tal<strong>la</strong>das cuando se trate <strong>de</strong> métodos nuevoso modificados. Se i<strong>de</strong>ntificará con precisióntodas <strong>la</strong>s drogas o químicos utilizados,incluyendo nombre genérico, dosis y vía <strong>de</strong>administración.EstadísticasSe <strong>de</strong>scribirá los métodos estadísticos consuficiente <strong>de</strong>talle como para permitir al lectorinformado el acceso a <strong>la</strong> información original y<strong>la</strong> verificación los resultados reportados. Secuantificará los hal<strong>la</strong>zgos presentándolos conindicadores <strong>de</strong> error <strong>de</strong> medida. Se haráreferencia a trabajos estándares para el diseñoy métodos estadísticos. Cuando sea el caso,se especificará el software computacionalutilizado.ResultadosSe presentará los resultados en una secuencialógica con los correspondientes textos, tab<strong>la</strong>se ilustraciones, privilegiando los hal<strong>la</strong>zgosprincipales. Se evitará repetir en el texto <strong>la</strong>información proveída en forma <strong>de</strong> tab<strong>la</strong>s oilustraciones, sólo se enfatizará los datos másimportantes. Los resultados numéricos no sólose darán en <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>rivados (p.e.porcentajes) sino también como númerosabsolutos, especificando el método estadísticoutilizado para analizarlos. Las tab<strong>la</strong>s y figurasse restringirán a aquel<strong>la</strong>s necesarias paraapoyar el trabajo, evitando duplicar datos engráficos y tab<strong>la</strong>s. Se evitará el uso no técnico<strong>de</strong> términos tales como: “al azar”, “normal”,“significativo”, “corre<strong>la</strong>ción” y “muestra”.DiscusiónSe enfatizará los aspectos nuevos e importantes<strong>de</strong>l estudio y <strong>la</strong>s conclusiones que <strong>de</strong> ellos se<strong>de</strong>rivan. No se repetirá en <strong>de</strong>talle <strong>la</strong> informaciónque ya ha sido expuesta en <strong>la</strong>s secciones <strong>de</strong>introducción o resultados. Es recomendableiniciar <strong>la</strong> discusión con una <strong>de</strong>scripción sumaria<strong>de</strong>los principales hal<strong>la</strong>zgos para luego explorarlos posibles mecanismos o explicaciones paraellos. A continuación se comparará y contrastarálos resultados con aquellos <strong>de</strong> otros estudiosrelevantes, estableciendo <strong>la</strong>s limitaciones <strong>de</strong>lestudio, explorando <strong>la</strong>s implicancias <strong>de</strong> loshal<strong>la</strong>zgos para futuros estudios y para <strong>la</strong>práctica clínica. Se vincu<strong>la</strong>rá <strong>la</strong>s conclusionescon los objetivos <strong>de</strong>l estudio, evitando realizarafirmaciones o p<strong>la</strong>ntear conclusiones no<strong>de</strong>bidamente respaldadas por <strong>la</strong> informaciónque se presenta. En particu<strong>la</strong>r se sugiere nohacer mención a ventajas económicas y <strong>de</strong>costos a menos que el manuscrito incluyainformación y análisis apropiado para ello.Referencias bibliográficasSiempre que sea posible, se privilegiará <strong>la</strong>sreferencias a trabajos originales por sobre <strong>la</strong>srevisiones. Se optará por un número pequeño65


Boletín Sociedad <strong>de</strong> Psiquiatría y Neurología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Infancia y Adolescencia Año 15, Nº 1, Septiembre 2004<strong>de</strong> referencias a trabajos originales que seconsi<strong>de</strong>ren c<strong>la</strong>ves. Deberá evitarse el uso <strong>de</strong>abstracts como referencias. Cuando se hagareferencia a artículos no publicados, <strong>de</strong>berán<strong>de</strong>signarse como “en prensa”, “en revisión” o“en preparación” y <strong>de</strong>berán tener autorizaciónpara ser citados. Se evitará citar “comunicacionespersonales” a menos que se trate <strong>de</strong>información esencial no disponible en formapública.Estilo y formato <strong>de</strong> referenciasLas referencias se numerarán consecutivamente,según su or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> aparición en el texto.Las referencias se i<strong>de</strong>ntificarán con númerosárabes entre paréntesis. Los títulos <strong>de</strong> <strong>la</strong>srevistas <strong>de</strong>berán abreviarse <strong>de</strong> acuerdo al estilousado en el In<strong>de</strong>x Medicus (http://www.nlm.nih.gov)Artículo <strong>de</strong> revista científicaEnumerar hasta los primeros seis autoresseguidos por et al., en el siguiente formato:Ejemplo: Salvo L, Rioseco P, Salvo S: I<strong>de</strong>aciónsuicida e intento suicida en adolescentes <strong>de</strong>enseñanza media. Rev. Chil. Neuro-Psiquiat.1198;36:28-34.Más <strong>de</strong> 6 autoresEjemplo: Barreau M, Ángel L, García P,González C, Hunneus A, Martín A M, et al.Evaluación <strong>de</strong> una unidad <strong>de</strong> Atención Integral<strong>de</strong>l adolescente en un clínica privada. BoletínSOPNIA. 2003;19(2):25-32Cuando se cita el capítulo <strong>de</strong> un libro.Ejemplo: Pinto F. Diagnóstico clínico <strong>de</strong>lSíndrome <strong>de</strong> Déficit Atencional (SDA). En:López I, Troncos L, Förster J, Mesa T. Editores.Síndrome <strong>de</strong> Déficit Atencional. Santiago, Chile:Universitaria;1998.p.96-106.Para otro tipo <strong>de</strong> publicaciones, aténgase a losejemplos dados en los “Requisitos Uniformespara los Manuscritos sometidos a RevistasBiomédicas”.Tab<strong>la</strong>sLas tab<strong>la</strong>s reúnen información concisa y <strong>la</strong><strong>de</strong>spliegan en forma eficiente. La inclusión <strong>de</strong>información en tab<strong>la</strong>s, contribuye a reducir <strong>la</strong>longitud <strong>de</strong>l texto.Las tab<strong>la</strong>s se presentarán a doble espacio, cadauna en hoja separada y se numeraránconsecutivamente según su or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> aparición.Se preferirá no usar líneas divisorias internas.Cada columna tendrá un corto encabezado. Lasexplicaciones y abreviaciones se incluirán enpies <strong>de</strong> página. Para los píes <strong>de</strong> página seusarán los siguientes símbolos en secuencia:*,†,‡,§,||,,**,††,‡‡Se i<strong>de</strong>ntificará medidas estadísticas <strong>de</strong>variación (<strong>de</strong>sviaciones estándar o erroresestándar <strong>de</strong> medida).IlustracionesLas figuras serán dibujadas o fotografiadas enforma profesional. También podrán remitirse enforma <strong>de</strong> impresiones digitales con calidadfotográfica. En el caso <strong>de</strong> radiografías, TAC uotras neuroimágenes, así como fotos <strong>de</strong>especímenes <strong>de</strong> patología, se enviaráimpresiones fotográficas a color o b<strong>la</strong>nco ynegro <strong>de</strong> 127x173 mm. Las figuras <strong>de</strong>berán ser,en lo posible, autoexplicatorias, es <strong>de</strong>circontener título y explicación <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>da. Lasfiguras serán numeradas consecutivamente <strong>de</strong>acuerdo a su or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> aparición en el texto. Siuna figura ha sido publicada previamente, seincluirá un agra<strong>de</strong>cimiento y se remitirá unpermiso escrito <strong>de</strong> <strong>la</strong> fuente original, in<strong>de</strong>pendientemente<strong>de</strong> su pertenencia al propio autor.Abreviaciones y símbolosSe usará abreviaciones estándar, evitando suuso en el título. En todos los casos, se explicitaráel término completo y su correspondienteabreviación precediendo su primer uso en eltexto.66

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!