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El fotorrealismo y otras figuraciones 7.5 MB - Grupo Leon Jimenes

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Capítulo 3 | <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> |222||223| <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> | Capítulo 3Carlos Montesino|On an after dinner conversation|Mixta/papel|121.9 x 172.7 cms.|1984|Col. Privada.atmosférico que lo rodea, y siguiendo con el perfecto retrato de la mujer de perfil, resueltoen un formato pequeñísimo.Servio Frías se presenta como un fotorrealista que se resuelve en el soporte pequeño enel cual desborda sus manejos perfectos, cual un joven maestro en posesión de los mediospictóricos y de las soluciones de cada tema. Los desnudos de espalda y, sobre todo, lasmujeres dormidas, resultan estupendas captaciones en las que el detalle de los accesoriosdenota un ejercicio de perfeccionamiento académico o, más bien, de tratamiento hiperrealista.Su discurso es descarnado. En la primera impresión resulta arrancado directamentede publicaciones porno o extraído de un sentimiento libidinoso si no se descubrieraen el mismo lo que está más allá de los cuerpos, de las poses y de la sexualidad.Ese más allá es un erotismo sutil, agudo, encantatorio, escribe de Tolentino, quien consideraque esa eroticidad discursiva es absolutamente distanciada de la pornografía.|252|Después de su notorio discurso con el cual se presenta por primera vez en el medio nativo,Frías se incorpora activamente a los registros colectivos localizándose en el nortedel país, en Sosúa, lo que le permite además realizar unos trabajos en concordancia conlas referencias que le ofrece la realidad distinta a la newyorkina en donde se ha formadopluralmente, ha asumido la animación artística y ha tenido un cúmulo de experienciasprofesionales. En el país de origen familiar el pintor comienza a producir lo quepuede denominarse «temario dominicano» con un fluir de mujeres criollas que doblansus cuerpos en plena faena doméstica, bien de frente o lo contrario, y que ensimismadasmuestran la adiposidad de la carne como <strong>El</strong> desnudo con sillas, revelador como otrosplanteamientos icónicos de la rampante contextualidad del recinto criollo, ya sea unahabitación o una casucha rural. Los enseres domésticos: higüera, bidón y otros cacharros,igualmente mesas, sillas y frutas completan una iconografía de la marginalidad socialen la que el paisaje visibiliza la luminosidad del trópico antillano. La fragmentaciónangular y el close–up propio del lenguaje hiperrealista se manifiestan elocuentementeen La mujer campesina y su ambiente, título connotativo y descriptivo de la exposiciónque Servio Frías celebra en el Centro de la Cultura de Santiago (abril, 1985), en la quetambién exhibe un excelente retrato del desaparecido maestro Yoryi Morel.Servio Frías registró una tercera presentación discursiva basada en la extrema pobrezade paisajes y habitantes de la zona fronteriza. Con su impecable dibujo y su tratamientohiperrealista escruta y casi diseca la condición humana, incluyendo el hábitat que reflejala indigencia de los moradores. La puesta en evidencia resultante es dramática, incisiva,cuestionante. La calidad (…) del oficio instrumenta el mensaje. Un mensaje duro,enérgico, que no se disfraza de poesía ni de sensiblería (…) curiosamente y sobre todo|252|Idem.

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