Capítulo 3 | <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> |234||235| <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> | Capítulo 3<strong>El</strong> nuevo realismo se expresa como corriente alterna de la pintura dominicana, más biende las artes visuales, entre 1974 y 1989; pero esta demarcación es arbitraria si se toma encuenta que la cabeza más visible e importante, como lo es Alberto Bass, prosigue invariablementesuscrito a esa corriente que ofrece una visión muy nacional, muy localista,si quisiéramos compararla con las versiones de <strong>otras</strong> latitudes, incluida la escuela norteamericanadel hiper o foto-realismo a la cual se conecta recibiendo su influencia y procedimientometodológico. <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> isleño, local y dominicano ofrece sus versionesde la sociedad, pero individualizadas por cada partidario más o menos ocasional ypermanente en la rampante objetividad interpretativa que posibilita la cámara o el textoimpreso que deriva de ella. Lenguaje y procedimiento hacen posible, incluso, que pintoresque cultivan el realismo académico o clásico encuentren un nuevo método para sustemas. Lo mismo ocurre con pintores que asumen el realismo fantástico, como el casode Hilario Rodríguez, y el nuevo surrealismo, como ocurre con el notable dibujanteMayobanex Vargas e incluso con María Aybar y su versión sobre la arquitectura colonial.<strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> promueve la ruptura de códigos de composición y encuadres tradicionalesque no permitían cortes arbitrarios y el tratamiento de «close up», como tampocola libre interpretación de la realidad que incluso influye en jóvenes artistas de la lente.María Aybar|Naranja sobre caja|Óleo/tela|140 x 105 cms.|1992|Col. Privada.María Aybar|Graffiti|Esmalte/tela|60 x 80 cms.|1985|Col. de la artista.
Capítulo 3 | <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> |236| |237| <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> | Capítulo 3|268|DiccionarioPequeñoLarousseIlustrado.Ed. 2001.Página 882.3|2 <strong>El</strong> revival neo-románticoGilberto Hernández Ortega|Campanario de la iglesia de San Miguel|Dibujo|27 x 22 cms.|1976|Col. GilbertoHernández Escobar.Coincidiendo, o como parte de la figuración apaciguada y nueva que se desarrolla durantela década de 1970 y aún posteriormente, se produce también el revival románticoo neorromanticismo. Se trata de una vertiente menos desarrollada que el «pop» criolloy el <strong>fotorrealismo</strong> nacional, es decir, con menos partidarios, pero vertiente notablecon varios artistas que asoman como neorrománticos, aunque el revival lo asuma un solonombre, elocuentemente.<strong>El</strong> revival es una expresión inglesa que significa retorno a la vida y fue el nombre dadoa un movimiento general de índole religiosa que busca, entre los siglos XVIII-XIX, la renovaciónespiritual del protestantismo. En arte es siempre un estilo reactualizado de elementosy de temas que se asocian a lo pasado.|268| En este sentido el neorromanticismodominicano revive conceptos temáticos, a saber: lo espiritual, lo interno, lo subjetivo,lo imaginario y lo sentimental. Los primeros románticos dominicanos, fundamentadosen la historia y en la realidad nacional, buscaron nostálgicamente el pasado, produjerone igualmente establecieron una valoración simbólica del presente enfocando el episodio,la escena paisajística y los personajes epocales, especialmente, al patriota. Se dabauna plena identificación espiritual entre nuestros primeros autores románticos: Bonilla,Desangles, Rodríguez Urdaneta y el temario que producían sentimentalmente, por razonesde contemporaneidad ideológica. Esta identificación espiritual no se producecuando el temario es producido por la segunda generación de cultivadores románticos:García Godoy, Margarita Billini,..., cuya mirada es más fría, por no decir menos emocionalcuando asumen el tema y el tratamiento romántico. Es el caso de la Billini, que murióen 1990 y fue una perenne tratadista del hábitat o movimiento colonial.<strong>El</strong> lenguaje romántico no desapareció de la historia del arte dominicano cuando el mismoasumió una orientación moderna; y tal vez no debiera hablarse de romanticismoper se, sino de una iconografía que, al fundamentarse en un similar temario de indicadoresrománticos, resulta espurio porque es posterior a su momento específico. En estecaso se hace referencia al romanticismo dominicano comprendido más o menos entre1875 y 1930.Además, por el hecho de que un dibujante o pintor moderno asumíael episodio histórico, el naturalismo, la recreación del viejo monumento de la colonia,así como los matices de ese lenguaje decimonónico, no podemos calificarlo de «romántico»,ni siquiera de «neorrománticos».Alejado de la tónica del romanticismo clásico o tradicional, el pintor neorrománticotiene un enfoque moderno en el tratamiento técnico e incluso lingüístico. Su canon dehechura plástica es de actualidad, como entendible por ser básicamente figurativo en eldiscurso visual en el cual recupera y pone al día diversos aspectos de la estética romántica,entre ellos los siguientes:| <strong>El</strong> temario alude generalmente a situaciones de irrealidad o fuera de un tiempo preciso.| <strong>El</strong> contexto icónico ofrece ambiente o paisaje subjetivo, ilusionista,...| La nostalgia y la soledad puntualizan la atmósfera discursiva.| <strong>El</strong> tratamiento de sujetos sacados de tiempos pretéritos, imaginarios, retrospectivos.| La presencia de conceptos exóticos fantásticos y simbólicos.| La narración extraída de diferentes fuentes referenciales: música, cine, literatura,...| La autoproyección lírica del artista se expresa de modo intimista e irracional en loscultores más neorrománticos.| La evasión hacia ámbitos no reales y hacia el «yo» visualizado desde la angustia.