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El fotorrealismo y otras figuraciones 7.5 MB - Grupo Leon Jimenes

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Capítulo 3 | <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> |258||259| <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> | Capítulo 3|307|Idem.Página 55.|308|Idem.Página 49.|309|Idem.Página 50.|310|Idem.Página 5.Denominado «modernismo» por ser un estilo extendido internacionalmente hacia el1900, fue el primer movimiento del siglo XX en vez del último del siglo XIX.|307|Con diferentes calificativos nacionales (Liberty, Stile Floreale, Jugendstil, art nouveau,...)se asocia al criterio de William Morris quien consideraba que en el momento en queel arte perdía su base decorativa, funcional y perdía el propósito central de enriquecera la sociedad, se convertía en el juguete de los ricos benefactores del arte. De este modo,Morris se dedicó a revivir la idea del arte aplicado|308| creando el movimiento«Arts and Crafts» (artes y artesanías), el cual vuelve la vista a cualquier parte de la historiaque ofreciera recursos útiles a la aplicación del diseño decorativo, entre ellos, la tapiceríamedieval, el diseño oriental y <strong>otras</strong> fuentes añejas y lejanas. Los partidarios delarte como parte del modo de vivir significó que los artistas se podían dedicar a una ampliaselección de medios: diseñar papel, ilustrar libros, hacer alfarería, diseñar afiches,muebles y otros objetos.|309| <strong>El</strong> art nouveau se caracteriza por su rico eclecticismo,pero su principal característica fue el empleo estructural y decorativo de arabescos: formasvegetales entrelazadas o rítmicamente móviles, a menudo imitando una flora máso menos estilizada.Hacia mediados de la década de 1960 se produce un movimiento restaurador del artnouveau; un revival o revivimiento que no hubiese aparecido sin el arte pop, el cual habíarehabilitado la exuberancia cromática y la decoración lineal.Además al pop se le relacionaa menudo con artefactos anticuados más que con el «gran arte», observa Mackintosh.|310|Si para el «pop dominicano» cambiamos la frase «artefactos anticuados»por «añejas imágenes y recursos» descubrimos que las casitas victorianas de Henríquez,las muñecas «alemanas» de Rincón Mora y los artefactos de Soucy de Pellerano y losvulgares conceptos icónicos de Jorge Severino representan un ayer, aunque presente ennuestra sociedad. Por otra parte, un buen número de las imágenes femeninas de Severinorecopian arabescos del art nouveau y parafrasean a autores de esa corriente, entreellos Alfonso Mucha (1860-1939), cartelista y pintor checo, y Gustav Klimt (1862-1918) pintor austríaco representativo del art nouveau y del simbolismo.Tía Matilde posandopara Mucha en París (óleo/acrílica, 1986), e incluso la serie de las Novias paraOgún ofrecen conjugaciones y nexos del esteticismo modernista y simbolista. En lasdos primeras obras citadas se constatan codificaciones del art nouveau o modernismo,entre ellas el relieve lineal ondulado que responde a un aplique artesanal, así como lacualidad plana del color y del espacio que recaudan el arte del afiche. En la serie deOgún, la mujer-novia, sus elementos exóticos y todo el misterio referencial ofrecen dosisdel simbolismo así como solución ondulante y transparente en los atuendos de algunosautores modernistas y simbolistas: Giovanny Sagantini (1858-1899) y WilliamBradley (1868-1962), entre ellos.En la neofiguración dominicana relacionada al revival modernista (art nouveau), románticoy simbolista, indudablemente José Miura es quien más elocuentemente representa laúltima vertiente, por lo cual es válido retomarle nuevamente, siguiéndole con las explicacionesdel critico Lama, quien indaga sus relaciones con el simbolismo a lo largo de ladécada de 1970 en la que confirma su don de artista cálido en varias disciplinas afinescon la pintura espiritualizada. Lama establece: En su estadía madrileña asiste a la muestra«<strong>El</strong> simbolismo en la pintura francesa» que sería decisiva en el desarrollo de su carrera.Las lecturas de Proust dejan sus huellas y al regreso Miura inaugura una individual quemás simulaba un homenaje a Klimt.Allí el predominio del art nouveau, entonces en plenaboga, impuesto como un modo cultural, lo lleva a convertirse en uno de los pocosseguidores del simbolismo en el país.A pesar de que esa vigencia era articulada por la industriacultural capitalista, la cual reproducía los afiches de Alfonso Mucha, las imitacionesdel joyero René Lalique (1860-1940) revaloriza a Antonio Gaudi (1852-1926) y losdiseños eran impuestos en decoraciones y escenarios como productos superficiales y desaturación, Miura se mantuvo fiel a sus motivaciones originales e inauguró una segunda(individual) donde permanecieron sus figuras andróginas y la sexualidad es definida enprimera instancia a través de los signos: formas cuadradas para la masculinidad, ovales paralo femenino.Aquí el artista creaba un universo de tinieblas, llenando la obra de sugerenciasen un ambiente mágico que retrocedía hasta las imágenes prerrafaelistas para hacerarte contemporáneo en un país del tercer mundo. La innovación allí fue dada tambiénpor el enmarcado, hecho por el mismo artista, que lo planteó como un complementode su iconografía.Tiempo después en la tercera individual celebrada en la GaleríaAuffant, Miura mostraba a un artista que iniciaba un proceso de alejamiento de laspreocupaciones decorativas, el color se eliminaba y era reemplazado por una línea quese derivaba de sus arabescos anteriores. Las formas orgánicas adquirían entonces la morfologíade un caracol.Y el simbolismo de Miura comienza a enraizarse en la isla, surgiendola simbiosis mujer-moluscos, mito propio tratado con maestría por Ada Balcácer. Losdibujos de esta serie se presentan como una etapa de transición en la carrera de Miura.En ellos la carencia de fuerza originada por la sutileza en el trazo daba lugar a un aspectoetéreo que denotaba su ligazón con sus preocupaciones decimonónicas.Luis Lama ofrece el recorrido del pintor para enfocarlo en 1979 en su cuarta individualen la que Miura parte de una organicidad barroca hasta llegar a la abstracción lírica,donde la línea es reducida a su mínima expresión para destacar sus zonas paralelas de

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