Capítulo 3 | <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> |274||275| <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> | Capítulo 3un hilado trayecto de repuntes episódicos. La hilación refiere imágenes sublimes, sueños,insomnios, tropicalidad, celaje, crisálida y océano para desembocar en un discursoque replantea el mito y la leyenda como argumentos simbólicos de la visualidad imaginaria.Una selecta nominación extraída de fuentes antiguas se conjuga en la contemporaneidady traduce legendarios conceptos: amazonas, ángeles, dadoras, musas, nereidas,ninfas y Venus, entre otros seres que habitan un mundo carente de fronteras, ajenoa la realidad objetiva, ya que el agua, el aire, el bosque, el cielo, el resplandor, la penumbray la oscuridad son el contexto. En éste, los sujetos mayoritariamente «evas», ascienden,corren, danzan, rondan, levitan, flotan, teatralizan y piruetean con sus transparentescuerpos con los que se entrecruzan o traspasan como entes espirituales o hermosasánimas de un paraíso.En este contexto, no sorprende la presencia de algún objeto, de algún animal bípedo,cuadrúpedo, marítimo o de un intruso profeta, seductor y lesbiánico.Ureña Rib plantea un mundo no extraño o subrayado de exotismo. Marcado por elneohumanismo colsoniano, el suyo, el grácil, galante, placentero, sensual y simbólico;con sus contactos con los prerrafaelistas ingleses o, más bien, con el Boticelli dela Consagración de la primavera, pero a mucha distancia, porque es un simbolista delsiglo XX y el trópico, jugoso en color, iluminación y oceánico.A más, la visión simbolistade este pintor permite apreciar que sus formas oceánicas per se conducen alas humanas, y viceversa, si apreciamos el poder del movimiento discursivo y transformador.Mariano Sánchez, contrariamente a Ureña Rib, ofrece unas condiciones de simbolistaFernando Ureña Rib|Dadora de los bosques|Óleo/tela|96.5 x 96.5 cms.|1998|Col. Privada.Fernando Ureña Rib|Cabalgante I|Óleo/tela|196.5 x 144.7 cms.|Década 1980|Col. del artista.
Capítulo 3 | <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> |276||277| <strong>El</strong> <strong>fotorrealismo</strong> y <strong>otras</strong> <strong>figuraciones</strong> | Capítulo 3no apacible y referidor de mitos que se remontan a la antigüedad occidental. <strong>El</strong> océanoy el trópico le son ajenos a no ser que quisiéramos entender su barroquismo llameantecomo parte del fuego quemante del sol caribeño; pero no, se trata de un jovenpintor que se alza desde su interior con una narrativa extraña y singular, ademássurtida de referencias universales que él asimila y desasimila como un practicante dela antropofagia cultural o lingüística. Los críticos lectores de esta narrativa descubrenen la misma más que una incursión idiomática (lenguajes visuales), el empleo de diversastécnicas iconográficas, además de un temario donde es posible encontrar lo diversoy lo mucho dentro de una coherencia donde lo conductor es el estilo personalque no guarda relación con ningún pintor dominicano, romántico, moderno y postmoderno.imaginario, quimérico, inquietante, absurdo, incongruente y de asalto a lo convencional.Si en los clásicos simbolistas se da una calidad sintética, en Mariano Sánchez seda una de las polisíntesis a veces concéntricas y a veces extremadas, cuando podemosdistinguir un planteo expresionista («Llanto final», «La histeria desconocida», «Homenajeal tango»…) de sus contrarias, las puramente simbolistas: «La virgen de las virtudes»,«Purificación», «La flauta mística», «Sinfonía dorada», «En el antiguo jardín»,«Ofrenda sagrada», «Convite lunas», «<strong>El</strong> árbol de la vida», «Danza sobre la piel de latierra»…Aparte de una referencia icónica a la música, dentro de un tratamiento opulento, hayen las visiones de Sánchez una sonoridad que emana de las señas fluidas de las formasque empalman con el arabesco retomado por los cultores del Arte Nouveau. Una suer-Si de visionario se trata, Mariano Sánchez es fundamentalmente un visionario simbolistaa posterioridad, que rejuega con lo antiguo y con lo actual como conjugadorde un mundo emocional, que es irreal porque no imita las formas externas de la naturaleza,ni narra acontecimientos reales y, como los pintores simbolistas Jean Delville(1867-1953) y Odilon Redon (1840-1916), ofrece una imaginación lo suficientementedesprovista de restricciones comunes para ofrecerse a sí mimo con un mundote de rebuscamiento ornamental, de iridiscencia a veces incontenida, son caracteres deun pulso simbolista centrado en temas de figuras solitarias que recuerdan un tanto laimaginería hierática bizantina e incluso la del barroco religioso latinoamericano. Mas,este pintor nacido en San Juan de La Maguana (1964) y fogueado en la Escuela de Artey Diseño de Altos de Chavón, es un simbolista que pulsa lo ignoto y el misterio, acudiendoregularmente a todo tipo de mitologización.Mariano Sánchez|Unicornio|Acrílica/tela|68.5 x 78.7 cms.|1993|Col. Privada.Mariano Sánchez|La Virgen de las Virtudes|Acrílica/tela|177.8 x 152.5 cms.|1995|Col. Privada.Mariano Sánchez|La flauta mágica|Acrílica/tela|147.3 x 116.7 cms.|1992|Col. Privada.