aquà - El Dulce Nombre

anuario 2005Dulce NombreHomilía de D. Juan Manuel García-JuncoDel cuadro de Pachecoa la Batalla de LepantoLa homilía pronunciada por Don Juan Manuel García-Junco durante la Función Solemne a María Santísimadel Dulce Nombre estuvo cargada de simbolismo.Evocó, por un lado, el lienzo de Francisco de Pacheco quese conserva en la Antigua Capilla del Bautismo de laParroquia de San Lorenzo. Un hermoso cuadro en el que serepresenta a la Virgen María a la que atentamente contemplala Santísima Trinidad. Por otra parte, el Párroco de SanLorenzo y Director Espiritual de la Hermandad hizo referenciaa la Batalla de Lepanto y el asedio de los Turcos. En unode los múltiples intentos del poder turco de conquistarEuropa, el 12 de septiembre de 1683, las tropas cristianasderrotaban a las otomanas. El Papa Inocencio XI decidiódedicar aquel día al Santísimo Nombre de María, en recuerdoy agradecimiento por aquella victoria. La unión de aquelloscristianos, frente a las adversidades, bajo el amparo delSantísimo Nombre de María, sirvió a García-Junco para ilustrarlas circunstancias de una Hermandad que necesita estarunida bajo el Dulce Nombre de María.José Antonio RodríguezJosé Antonio RodríguezLECTURA DEL DOMINGO 18 DE SEPTIEMBRE DE 2005 Mateo 18, 21-35En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús:- "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengoque perdonar? ¿Hasta siete veces?"Jesús le contesta:- "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a unrey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Alempezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez miltalentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó quelo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones,y que pagara así.El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:-"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo."El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar,perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquelencontró a uno de sus compañeros que le debía cien denariosy, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo:"Págame lo que me debes."El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré."Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagaralo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaronconsternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido.Entonces el señor lo llamó y le dijo:"¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdone porqueme lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tucompañero, como yo tuve compasión de ti?"Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta quepagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padredel cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.”Cuaresma200621