aquà - El Dulce Nombre

anuario 2005HermandadDulce NombreFrancisco J. González del Piñal JuradoJoaquín CorcheroEl título de esta publicación lo expresa todo: afinidad, amistad,analogía, comunidad, convivencia,correspondencia, fraternidad,relación de vínculo... Y de ello quiero escribir en estas líneas,aunque mi persona sea poco conocida dentro de mi Hermandad delDulce Nombre, a pesar de llevar ya en la misma más de un cuarto desiglo (me ausento mucho de la mariana ciudad y pertenezco a unatreintena de instituciones de diversa índole) por lo que resulta difícilcumplir bien con todas).La Hermandad, con mayúsculas, ha de estar siempre por encima denuestras posibles diferencias de criterio o actuación; donde los chismesdomésticos no deben salir nunca del entorno, ni, mucho menos, quetrasciendan a los medios de comunicación (los trapos sucios, si loshubiere, se lavan en casa). Si hablamos de todo lo positivo que tenemos,o que nos ocurra, habremos triunfado; porque lo importante esque toda institución debe quedar siempre por encima de las diferenciasentre los que la integran. En una ocasión un periodista "del corazón" lepreguntó al general Sabino Fernández Campo, ex-jefe de la Casa deS. M., si pensaba escribir un libro sobre todo lo que pudiera haver visto,durante su privilegiado y cercano destino. Este respondió, sin pausa,que no, "porque todos los protagonistas iban a salir bien parados y esole resulta muy aburrido" al lector destinatario a quien se refería elmismo. El periodista Jaime Peñafiel ha repetido ya, en varias ocasiones,que vale más por lo que calla que por lo que cuenta.Hablemos siempre, pues, de los hermanos con talento, que tenemosen nuestra corporación porque hay muchos más de lo que nos puedaparecer. Quien os narra desea citar, brevemente (en otros próximos trabajospodría contar más cosas de ellos) a los más sobresalientes y queya han emprendido viaje a la Eternidad, siempre segun su propio criterio,que ha conocido en la Hermandad (naturalmente son muchos más)a saber:Don Martín Arévalo Clavero: discreto, trabajador, exquisito... Un buenhombre. Don Manuel Filpo Pérez: fiel, constante, perfecto ¿Qué sepodría decir de don Manuel? Todo un señor. Don Enrique RodríguezAlcalá: nuestro anterior hermano mayor tuvo un buen maestro en lapersona de su padre. Enamorado de su Hermandad hasta el final desus días. Constante, paciente, humilde y obediente, como los versosque Calderón de la Barca dedicó a la milicia, donde le conocí. Don LuisLerate Santaella: el amor y el encanto hecho armonía musical. DonJuan Salado Noriega: el "primeraco", como se dice en las academiasmilitares. El "último tren" celeste se lo llevó entre sus "pasajeros".Pacificador, prudente...La infatigable labor de estos hermanos, "beneficus oratione" (benéficosen palabras), en organización, colocación de ornamentos, cuidado yvigilancia de todo lo necesario para la salida con absoluta abnegacióny ejerciendo, algunos de ellos, de panegiristas, hacen de todos nosotrosgeneral conocimiento hacia una labor, incluso, poniendo flores yque nunca se las pusieron ellos.Y para cerrar esta ventana por hoy, relativa al término Hermandad,dejémosle trabajar siempre al hermano mayor que esté ejerciendo sugestión. No le pongamos nunca zancadillas. Apoyémoslo, no lo hundamos;se llame como se llame. No le fabriquemos controversias; y sídémosle la oportunidad de que realice sus funciones. No le pongamoscortapisas para luego poder justificar su fracaso. Podremos estar deacuerdo o no, pero para eso tenemos la oportunidad de elegir a otrolibremente en siguientes comicios:¡Ah! Y lo más importante:Acudamos periódicamente a visitar a nuestrosSagrados Titulares y asistamos a los cultos en su honor.ELLOS estarán SIEMPRE por encima de todo. De lo contrario NADAtendría sentido.Cuaresma200637