aquà - El Dulce Nombre

anuario 2005 / la entrevistala entrevistaDulce NombreD. JUAN MANUEL GARCÍA-JUNCO CABALLEROpárroco de san lorenzodirector espiritual de la Hdad. del Dulce Nombre“La Hermandadnecesita saber laverdad, por encimade muchos valores”El año en el que nació D. Juan Manuel García-JuncoCaballero se celebraba en Sevilla la ExposiciónHispanoamericana de 1929. 77 años cumplirá a lolargo de 2006; más de siete décadas que quedan resumidasen una labor intachable al servicio de la Iglesia. Nacido en elseno de una familia cristiana y de origen asturiano por supadre, García-Junco recibió la “llamada” después de terminarsus estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla.Párroco de San Lorenzo y Director Espiritual de laHermandad del Dulce Nombre, Don Juan Manuel vive, en laactualidad, una de las mejores etapas de su vida.sacerdote¿Por qué decide ser sacerdote?Cuando era más pequeño me quise ir al Seminariohasta en 3 ocasiones y mi madre me puso la condiciónde que tenía que terminar la carrera antes. Mivocación se la debo, sobre todo a mi familia y a losHermanos Maristas que me dieron una formación cristianaque siempre agradecerá.¿Qué es la vocación?Es una llamada. Eso se entiende, perfectamente, en un paísen el que, sociológicamente, hemos sido católicos.Considero que Dios te llama a través de la Iglesia y la Iglesialo hace a través del ejemplo y el servicio. Te aseguro quesientes el “tirón”. Había noches en las que no podía ni dormircon ese “tirón”.¿A qué tuvo que renunciar?No he renunciado a nada. Yo tuve mi novia en el momentoen el que se tienen novias, pero no congeniamos. Por tanto,yo no tuve que dejar a ninguna novia ni ninguna carrera ysentía que el Seminario me atraía mucho más. Cuando unoestá empezando no renuncia a nada porque nada tiene.¿Cuál ha sido el mejor momento por el que ha atravesado?Te diría varios. Yo tuve una época maravillosa con 35 añosimpartiendo clases en el Instituto San Isidoro. Otra de lasmás hermosas fue la que pasé en Dos Hermanas, dondecasaba a jóvenes a los que le había dado la primera comunión.Esta última que estoy viviendo, en San Lorenzo, esmuy especial; primero con D. Agustín, después con el actualVicario, D. Francisco, a quien conocí de niño.¿Y el más difícil?Lo pase en uno de los lugares al que fui destinado; EnNueva Sevilla, donde había mucha población obrera y lalabor allí había que hacerla, prácticamente, boca a boca. Amisa no iba nadie. Esta época coincidió con la caída devocaciones en el Seminario poco después del Vaticano II.¿Qué le roba el sueño a estas alturas de la vida?Duermo perfectamente porque no me inquieta nada. Últimamente,cuando vemos situaciones “muy nuevas” pienso quemi generación, al compararlas con un pasado, quizás seasuste. La gente nueva no se asusta porque no puedenmirar atrás. Pasado sólo tenemos los mayores. Mártireslos hubo siempre, y no sólo a los que le cortaron el cuello.También hay gente en sus casas que se hanentregado, por completo, a los demás y que son martirizados.párroco de san lorenzo¿Cuál es el estado de salud de la Parroquiade San Lorenzo?La que yo conocí en el año 62 era una parroquia abarrotadalos domingos. No creo que haya habido una desbandada,sino que los cristianos deben ser unos escogidos. LaParroquia de San Lorenzo marcha bien porque tiene ungrupo de creyentes que se sienten llamados a ir allí.“La vocación es una llamada; había noches en las que no podía ni dormir”