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aquà - El Dulce Nombre

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Jesús ante Anás“Si valoramos laamistad, el mejorservicio que podemosprestarle a unamigo es decirlesiempre la verdad”Vivimos en una época en que los interesespropios tienen preferencia sobre la verdady cuando en alguna circunstancia difícil seimpone la elección incluso en presencia de diversosvalores, entre ellos laverdad, hay que elegir éstaúltima.No siempre tenemos claroslos requisitos que debenacompañar la convivenciaentre los miembros de ungrupo, de una hermandad,incluso en la misma familia.Decimos que debe reinarentre ellos una verdaderaamistad, pero la amistadverdadera se fundamenta en la verdad. Por esose da el caso frecuente de que amigos de toda lavida, un día se enfrentan y rompen esa amistad.Seguro de que entre ellos se ha traicionado laamistad por la falta de verdad.Si valoramos la verdadera amistad tenemos quesaber que el mejor servicio que podemos prestara un amigo es decirle siempre la verdad. <strong>El</strong> engañoes siempre negativo y supondría una traición,algo así como un regalo envenenado. Una amistadque se apoya en una mentira puede venirseabajo cuando menos se espera.Por el contrario, la verdad es el mejor regalo parael amigo. Negaría -como San Agustín decía- esun adulterio del corazón. Por eso es el mejorregalo que podemos ofrecer a un amigo es quererledesde la verdad, una verdad que no siemprees agradable.Pero también debemos tener bien claro que laverdad no siempre es fácil de decir y que requiereun buen estilo y siempre mucha caridad. Hacefalta adquirir una verdadera sabiduría del corazónpara saber decir la verdad cuando hay que decirlay callarla cuando hay que callar. Esa sabiduríadel corazón se manifiesta en la moderación y laprudencia que deben ser siempre acompañantesde la verdad. <strong>El</strong>las sabiamente nos indicaráncuándo debemos decirla o callarla. Las dos cosasson necesarias. Si callamos la verdad cuandodebemos decirla, somos cobardes y si decimos laverdad cuando debemos callarla, somos imprudentes.Dos actitudesincorrectas quedebemos evitar.Saber guardar unsabio equilibrio respectoa la verdad,tanto para saberladecir como parasaberla callar, esLa verdad nos hará libresun arte y un arte difícil que sólo la sabiduría delcorazón nos puede enseñar. La verdad quepuede herir u ofender, mejor callarla, y ello, sinnecesidad de mentir. La verdad, en cambio, quepueda hacer el bien, aunque a veces duela, hayque decirla.Debemos estar siempre al lado de la verdad, perodebemos comprender que el error (la falta involuntariade verdad) es posible. Seamos intransigentesen la defensa de la verdad, pero tolerantesante un posible error humano.<strong>El</strong> amor a la verdad no está reñido con la tolerancia.Debemos comprender que la verdad, en ocasiones,puede faltar o fallar y hay que comprendery perdonar el error. La sana tolerancia sabe alinearsedecididamente en las filas de la verdad y almismo tiempo se muestra comprensiva ante unposible error humano."Ama la verdad, pero perdona el error". Es ésteun pensamiento lleno de humanidad y que aquíaclaramos: no se puede transigir en el ideal; peroen la realidad cotidiana, sí, ya que al ser propiodel ser humano errar y fallar, debemos ser comprensivos,sabiendo que el ideal de la verdad nodebe nunca traicionarse.Se ha dicho que, en democracia, la verdad no esexclusiva de nadie sino que es un patrimonio dela colectividad. Este es una idea de alguien queno es sospechoso, Juan Luis Vives, quien afirmabaque la verdad no la poseía en exclusiva ningunapersona humana. La verdad es siempre patrimoniodel conjunto. Dios ha repartido la verdadhumana.Cumplámos de la búsqueda de la verdad esteprograma obligatorio:Todos estamos llamados a una tarea común de laque nadie se debe sentir excluido. Buscar la verdady hacerla patrimonio colectivo que todosdebemos cultivar, teniendo en cuenta que la verdadno es un bien estático, sino dinámico, querequiere dedicación constante y tenaz.Todos podemos aportar algo a la verdad y únicamenteentre todos la podemos hacer posible. <strong>El</strong>la,como dice Vives, "es patrimonio de la colectividad".¿Qué hacer para poder reconocer la verdad? Nopocas veces nos encontramos con la verdad aunqueno siempre la sabemos reconocer. Estamoscontribuyendo a crear un mundo tan envuelto enla mentira que la verdad muchas veces nos resbala.Para poder captar la verdad, debemos despojarnosde la mentira que pueda haber en nuestrocorazón.“Para poder captarla verdad, debemosdespojarnos de lamentira que puedahaber en nuestrocorazón”6 Cuaresma2006

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