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TerBi Nº 6Asociación Vasca de CF Fantasía y Terror—La dejo trabajar, Cásida —dirigió una mirada pensativa a Soljupiter y se encarócon los enormes ojos de Diecinueve que, abiertos en el centro de la sala central demandos de la nave jugaban a pestañear.—¿Se va, señor?—La potente voz de la Memoria Operativa 19:19:9191 le devolvióal centro de la sala. La conocía muy bien, desde que fue diseñada hacía ya quince años.Una sala circular, no muy grande en comparación con las enormidades de las quepresumían otras naves, pero mucho más funcional. Los espectaculares avances enmateriales de construcción gracias al descubrimiento del extraordinario biografito 173 enlas minas de Emerit, la pequeña luna de Saturno bautizada así en honor a la astromineroque descubrió que era algo más que un trozo de roca sin nombre. Este material hizo posiblela fabricación de una nave inteligente y flexible, capaz de alcanzar la velocidad de la luz y,eso era lo más importante, cambiar su aspecto externo tanto en forma como grosor enfunción de sus necesidades. Cuando la presentaron en sociedad dijeron que parecía unapompa de jabón que tuviera el peso molecular de la cordillera del Himalaya. De ahí sunombre, Bubble One.Ahora, los afortunados que la veían abandonar la órbita de Europa, contemplabanuna luna translúcida que se alejaba a toda velocidad.Una luna que era un organismo vivo y cuyos ojos eran los de la memoria cibernéticallamada Diecinueve. Una biomemoria. Un ente en el que residían seis tripulantes humanos,dos robots, un bosque tropical, un lago, un gato, un perro, tres gorriones y un invernadero.Una biomemoria que había sido programada con una inteligencia analítica y unainteligencia emocional diseñada para avanzar progresivamente en empatía conforme pasaratiempo en estrecha relación con los elementos biológicos que guardaba en sus entrañas.Con todos.—¿Se va, doctor Albakury, señor?—Diecinueve repitió la pregunta. Suavemente.Llevaban ya juntos el tiempo suficiente para saber que el corazón del jefe de la expedicióntenía debilidad por el cuello largo y la inteligencia aguda de la ingeniero Cásida. Sabía queél quería estar más tiempo a su lado, y que ella no podía permitir ese contacto119

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